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Las universidades nos preparan y encaminan para poder vincularnos laboralmente, y más

ambiciosamente para hacer grandes contribuciones en nuestro entorno, teniendo como


base los conocimientos y habilidades adquiridas durante esta preparación.

Lamentablemente al paso de los años y teniendo en cuenta varios acontecimientos


presentados a nivel social, la mayoría de estudiantes terminamos siendo parte del
“sistema”, contribuyendo a ese gran porcentaje de precariedad económica,
estancamiento y desempleo; cuando el objetivo siempre ha sido destacar, mejorar las
condiciones de vida y poder realizar grandes contribuciones (para obtener reconocimiento
y satisfacción por el esfuerzo propio).

En el paso por la universidad algunos estudiantes tenemos la posibilidad de desarrollar el


pensamiento crítico y habilidades investigativas, esto depende de muchos factores, entre
ellos que la universidad destine los espacios y recursos para desarrollar actividades y
procesos que cumplan con el objetivo, que en el plan de estudios se incluya una formación
que contribuya a desarrollar las habilidades investigativas, que la planta docente esté
preparada y comprometida con los proyectos, una metodología adecuada y finalmente
una buena divulgación de proyectos, semilleros, conferencias, tesis y revistas.

Adicional a esto también enfrentamos retos personales y laborales, la mayoría de los


estudiantes de este curso estudian, trabajan, tienen compromisos familiares los aquejan
algunas dolencias o problemas de salud; y por otra parte algunos nunca se interesaron
por la investigación; es en este punto donde crece la dificultad y no se cumplen a
cabalidad las expectativas por lo que se cuestionan y no se aprovechan los espacios,
haciendo el mínimo esfuerzo ya que de una u otra forma todos estamos destinados a
concluir el proceso; alguna estrategia han de usar para convencernos.

Pero hay una realidad más allá y es que en Colombia no tenemos una inducción temprana
a la investigación, existe una enorme desigualdad a nivel país, la educación no es gratuita
ni de calidad y no existe un gusto por la lectura por lo que se hace más difícil enfrentar
estos retos, en términos generales.

La universidad nos exige un requisito de grado, induciéndonos a ese camino de


investigación, sin embargo, muchos estudiantes no sienten gusto ni motivación por esos
espacios, que en realidad son una de la mejores oportunidades, estos espacio puede llegar
a ser uno de los más enriquecedores, nos dan la oportunidad de conocer diferentes
puntos de vista, expresar nuestras ideas, conocer teorías inimaginables y pasar a las
fronteras que nos limitan a lo largo de nuestra vida. El arte de la investigación es un
trabajo en conjunto donde todos los actores involucrados directa o indirectamente tienen
la oportunidad de adquirir las habilidades para enfrentar y salir victoriosos de cualquier
situación.

No debemos culpar a la academia, ya que es el espacio donde tenemos la oportunidad de


romper los estereotipos, ser parte de algo y aportar de forma colectiva o individual al
desarrollo y fortalecimiento de cada una de las profesiones que “elegimos”, en algunos
casos por vocación y en otros porque fue donde terminamos por diferentes
circunstancias, bien sea que estas estén ligadas a influencias, indecisión, desespero,
presión o simplemente por cumplir un capricho de la sociedad. Si, es exactamente lo que
los medios y la sociedad nos imponen desde que tenemos conciencia y ciertamente ahí es
donde se origina el problema, el ideal de unos patrones de comportamiento que seguimos
una y otra vez, que nos lanzan a un vacío donde nada es suficiente. ¿Qué podemos hacer
para cambiar esa percepción y esos momentos donde nos cuestionamos absolutamente
todo? ¿Existe algo para sentirnos mejor con nuestra conciencia y reflexiones que nos
llevan hacia una culpa interminable (al sentir que no hacemos o somos lo suficiente)? No
estoy segura de que algo así exista, pues el ser humano nunca estará conforme y siempre
he culpado y seguiré culpando al “sistema” por estar diseñado para oprimir, limitar y
llevarnos a la decadencia inevitable, sin embargo, siento que la investigación puede
responder a estos cuestionamientos y darnos las respuestas que buscamos a diario, que
cumple con la expectativa de llenar ese vacío, especialmente en el ámbito profesional.
El articulo está enfocado en que la investigación fortalece habilidades que buscan las
empresas, como pensamiento critico estratégico, creatividad e innovación, resolución de
problemas, toma de decisiones, capacidad de análisis y la que mas llama mi atención,
aprende a aprender; y es que la investigación si fortalece estas habilidades, pero más allá
de eso nos convierte en personas diferentes, pues su “objetivo consiste en generar
conocimiento, a través de la producción de nuevas ideas; y la solución de problemas”, es
un proceso totalmente satisfactorio porque siempre retribuye y es directamente
proporcional al esfuerzo, disciplina, dedicación y tiempo dedicado a su desarrollo, cabe
resaltar que investigar es un reto enorme, que no todos los proyectos se culminan y que
en el camino siempre nos seguiremos cuestionando, pero todo lo adquirido en el proceso
siempre nos va a pertenecer y sin duda alguna es el mayor de los logros alcanzados. La
investigación nos obliga a cambiar hábitos, o exigirnos más de lo esperado y como lo dice
el articulo a ser los “talento” que demandan las empresas, pero siempre hay algo que nos
motiva.

La investigación indudablemente es una herramienta indispensable en la formación, para


concluir esta reflexión llega a mi mente una frase que alguna vez leí en mural, “las
personas que han aportado un cambio real al mundo han sido aquellas que
necesariamente tuvieron que romper con el proceso al cual están llamados todos los
humanos hechos en serie”.

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