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Investigacion 1
Investigacion 1
FISSIC IDEA
CEI PUERTO BARRIOS
LITAR
LEGISLACIÓN LABORAL MARTES 18:00
LIC. MAGDA ELIZABETH COLINDRES CARDONA
Para poder beneficiarse de las bonificaciones es imprescindible que las empresas no tengan
ningún tipo de deuda generada con la seguridad social o administración tributaria.
Contrato temporal
El contrato temporal se concierta con límites de tiempo en la prestación de los servicios, en
cuanto a la duración del contrato. La duración máxima para este tipo de contratos es de tres
años, ampliables a cuatro por convenio colectivo.
El trabajador contratado bajo este régimen deberá ser mayor de 16 años y menor de 25
(aunque hasta que la tasa de desempleo se sitúe por debajo del 15% está permitido que los
trabajadores sean menores de 30 años).
La duración mínima del contrato será de un año y la máxima de tres años. La retribución
nunca podrá ser inferior al salario mínimo profesional.
Este tipo de contrato requiere dedicar a formación el 25% de la jornada del primer año y el
15% del segundo. Ya sea en un centro formativo acreditado o en la propia empresa.
Contrato en prácticas
El objetivo de este tipo de contrato es facilitar la práctica profesional de los trabajadores
adecuada a su nivel de estudios. Por ese motivo, los trabajadores deberán tener una
licenciatura, diplomatura, técnico o técnico superior de formación profesional o título
equivalente, finalizado hace menos de 4 años (6 meses para trabajadores con discapacidad).
La duración de este tipo de contratos deberá ser de un mínimo de 6 meses a un máximo de
2 años, tanto si es a jornada completa como parcial.
El salario para este tipo de contratos será pactado en convenio colectivo, y en su defecto
será entre el 60% y 75% del salario fijado para cualquier otro trabajador del mismo puesto
de trabajo.
a) las horas de entrada y salida de los trabajadores, el tiempo destinado para las comidas y
el período de descanso durante la jornada;
f) la designación de las personas del establecimiento ante quienes deben presentarse las
peticiones de mejoramiento o reclamos en general y la manera de formular unas y otras; y
g) las normas especiales pertinentes a las diversas clases de labores de acuerdo con la edad
y sexo de los trabajadores y las normas de conducta, presentación y compostura personal
que éstos deben guardar, según lo requiera la índole del trabajo.
Pactos Colectivos y Creación de Sindicato
Desde hace unos meses el tema de los pactos colectivos se ha visto en los medios de
comunicación, aunque de una forma muy minoritaria. En enero se dio a conocer la
grandiosa cifra del pacto colectivo de salud. En marzo, el entonces Presidente de la
República Otto Pérez prohibió la negociación de nuevos pactos colectivos entre ministerios,
tomando esta medida de austeridad ante la creciente brecha fiscal y la falta de fondos. En
julio, tomó lugar otro acontecimiento, los salubristas bloquearon distintas carreteras
exigiendo el cumplimiento del pacto. Mientras que para agosto, cuando el Ejecutivo y
sindicalistas de salud se reunieron, no lograron avances significativos. ¿Por qué entonces,
no prestarles atención?
Si bien es cierto que los sindicatos son muy criticados por su labor, existe otro lado de la
historia que no sabemos, tanto sobre ellos como sobre el pacto colectivo que tienen con sus
empleadores. Un sindicato surge de la idea principal de proteger -en la lucha de clases- a
los no beneficiados, es decir al trabajador; de alguna manera, fueron creados a la fuerza, por
la necesidad de mejorar las condiciones de trabajo o tener un trabajo digno en dónde se
respeten los derechos de la persona. Por ejemplo, se crean para garantizar beneficios
salariales, atender asuntos de acoso sexual, lograr una guardería para los hijos de los
trabajadores, darle una vivienda digna a los mismos, entre otros.
Los sindicatos tienen como uno de sus objetivos principales -entre muchos- crear un pacto
colectivo con sus empleadores, establecido en el artículo 49 del Código de Trabajo. ¿Qué es
eso? Adrián Zapata, abogado laborista guatemalteco, explica que un pacto colectivo es un
mecanismo de negociación entre partes para mejorar las condiciones de los trabajadores; es
decir, el sindicato del lugar de trabajo negocia con los empleadores condiciones y
beneficios, tomando en cuenta que nunca debe de retroceder en cuanto a los avances
alcanzados y que es para todos. Para que sea algo formal y legal, es necesario regularlo
desde la ley, negociando condiciones más favorables de las que ya existen.
Cabe resaltar que estos no siempre son voluntarios, pueden ser forzados a partir de una
huelga, del respaldo de un juez o de un conflicto colectivo. Sin embargo cuando es
voluntario, se hace a partir del acuerdo de ambas partes, dándole así, legitimidad al
proceso. Además, un pacto colectivo puede ser realizado únicamente por un sindicato, si no
existe un sindicato lo que se crea es un convenio colectivo.
Para crearlos, se debe cumplir con un proceso establecido en los artículos 49 al 56 del
Código de Trabajo para el área laboral al que se refiera:
Hasta ahora, parece una muy buena idea la existencia de un Pacto Colectivo a través de un
sindicato.
Sin embargo, en Guatemala son muy criticados por diferentes razones, específicamente los
pactos de los 3 sindicatos más grandes del país, que son el del Ministerio de Gobernación,
de Salud y de Educación. Zapata explica que hay tres argumentos principales por los cuales
critican a estos; el primer argumento es que tienen un impacto financiero y sociopolítico
muy grande, el segundo es que existe la politización de liderazgo y por último, que tienen
capacidad de crear fuertes movimientos.
Entonces, si el sindicato busca la protección del trabajador y parece ser que se encuentra en
una posición a favor del fortalecimiento del Estado y el desarrollo del país, parece ilógico
entonces que existan ese tipo de gastos, muchas veces no justificados, cuando el país se
encuentra en medio de una fuerte crisis financiera.
¿Buscará beneficios personalizados?
Además de la problemática monetaria, los sindicatos han sido tomados por personas y
recurrimos a personalizarlos, y es allí donde es posible identificar el segundo aspecto que
Zapata mencionaba, la politización del liderazgo. Tomemos como ejemplo el caso del
sindicato de educación con Joviel Acevedo a la cabeza, quien se ha caracterizado por
negociar con las autoridades de turno beneficios para el gremio magisterial, siendo muchas
veces cuestionado por la legitimidad de su labor, especialmente en función de la niñez
guatemalteca. Después de muchos años liderando el Sindicato de Trabajadores de la
Educación de Guatemala (STEG), el 26 de agosto pasado los maestros desconocieron a
Acevedo como su líder magisterial porque ha sido señalado de estar a favor de la
corrupción, se le ha señalado de prestarse a que el magisterio sea vendido, cuando debería
unirse a los maestros en luchas por los derechos de la niñez. Incluso recordemos la vez en
la que los maestros intimidaron a periodistas en julio, por orden de Acevedo; y como este,
muchos casos más. Mientras tanto, en el Ministerio de Salud la crisis parece no terminar,
muchos privilegios siguen siendo otorgados a los trabajadores sin que la calidad del
servicio mejore. Cabe resaltar que muchos de los trabajadores sindicados reciben un
seguro privado o desean negociar dicho beneficio; parece
extraño que un trabajador en el sector público de salud reciba un seguro en un hospital
privado.