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2escuela Nacional de Formación Profesional Policia1
2escuela Nacional de Formación Profesional Policia1
PROFESIONAL POLICIAL
INVESTIGACION CRIMINAL l
Sección : “B”
Nº ORD. : 08.
INDICE
Contenido
I. Introducción...........................................................................................................................3
II. Antecedentes.........................................................................................................................4
III. Orígenes...........................................................................................................................10
IV. Derecho de reunión vs. libertad de asociación.......................................................11
V. ¿Qué significa “reunirse”?..............................................................................................12
VI. Límites al derecho de reunión.....................................................................................13
VII. Análisis.............................................................................................................................14
VIII. Conclusiones...................................................................................................................15
IX. Referencias Bibliográficas...........................................................................................16
I. Introducción
De acuerdo con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos, el derecho a la reunión “incluye el derecho a celebrar
reuniones, a realizar sentadas, huelgas, concentraciones, manifestaciones o
protestas, tanto fuera de línea como en línea. Este derecho entonces, se presenta
como una garantía, como una “libertad que tienen las personas para congregarse
accidental o transitoriamente con el objeto de comunicar un hecho, discutir
cualquier asunto o manifestar algún sentimiento u opinión”
Estas reuniones, sin
embargo, deberán
contemplar la calificación
de “pacíficas” y “sin armas”
para que se encuentren
dentro del ámbito de
protección del derecho,
cuyo postulado responde a
la preservación de la
seguridad y el orden
público.
Asimismo, las reuniones
pueden ser convocadas en
locales privados, abiertos al público, plazas o vías públicas. El texto constitucional
señala que “cuando las reuniones son convocadas en locales privados o abiertos
al público, no requieren aviso previo”. Estaremos frente a un local privado cuando
la propiedad pertenezca a una persona natural o jurídica, y frente a un local
abierto al público cuando la propiedad pertenezca también a una persona natural
o jurídica, pero cuyo acceso se encuentre abierto indiscriminadamente a cualquier
persona (sin perjuicio de la reserva del derecho de admisión si así se requiriera).
A modo de ejemplo, la sala de
nuestra casa y el local de nuestro
equipo de fútbol favorito
respectivamente. En caso la
convocatoria se realice en plazas o
vías públicas, “se exige un anuncio
anticipado a la autoridad”. Esto
significa que, si bien se requiere
una comunicación previa, no se
exige la obligación de obtener autorización o permiso por parte de la autoridad
para ejercer el derecho
El derecho de reunión como tal muestra una intrínseca naturaleza dual (titularidad
del individuo, pero de necesario ejercicio colectivo) y una extrínseca también
dualidad en sus facetas de expresión (en ámbitos privados y en espacios
públicos) que sin duda marcan la variedad de enfoques jurídicos de abordaje y la
diversidad de modelos de regulación del mismo. Su confirmación como derecho
humano, y su configuración como pilar básico de funcionamiento de un sistema
democrático, por muchos que sean los referentes internacionales y nacionales de
acogida, no han evitado los efectos de la posición sumamente delicada e incluso
frágil en la que se encuentra el derecho de reunión cuando coincide en el mismo
espacio de acción con otros derechos e intereses que son objeto de igual
protección y tutela. Como mecanismo de expresión y participación ciudadana que
es en suma el derecho de reunión, el mismo sistema democrático que lo erige
como valor fundamental es el que impone los posibles límites a su ejercicio. Solo
que la expresión de estos límites y las medidas que pueden adoptarse en
respuesta a ellos no ha encontrado la misma respuesta o al menos con cierto
grado de uniformidad entre las diversas ordenaciones nacionales del entorno más
cercano cual es el europeo.
VIII. Conclusiones