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Certamen 1

Visión Estética del Quehacer Humano

Alumno:

Paralelo 101

Pregunta: ¿Son principios estéticos absolutos el gusto y la belleza? ¿Por qué?

Esta pregunta ha sido una cuestión que ha intrigado a filósofos, críticos y amantes del
arte durante siglos. La respuesta a esta pregunta se complica, porque todo depende
desde que punto de vista se cuestione ya que, cada filosofo tiene su propia percepción
sobre estos conceptos.

Para responder esta pregunta analizaremos y expondremos dos puntos de vista, de


diferentes filósofos y críticos del arte que nos ayudarán a llegar a una conclusión clara
sobre si el gusto y la belleza son principios estéticos.

El filósofo y crítico del arte que escogí son los siguientes: Alexander Gottlieb
Baumgarten y Charles Pierre Baudelaire.

Primero indagáremos en lo que postula Baumgarten acerca de estos conceptos para un


posterior análisis y reflexión.

Alexander Gottlieb Baumgarten fue un filósofo que desempeño un papel fundamental


en la creación y definición de la disciplina de la estética. Su obra “Aesthetica” (1750)
establece las bases de la estética como un campo autónomo de estudio.

Para Baumgarten, la estética se centra en la percepción sensible y la apreciación de la


belleza. En su obra, destacó la subjetividad inherente a la apreciación estética, dado que
el arte y la apreciación de la belleza son una parte esencial de la experiencia humana ya
que, cada individuo tiene su propio conjunto de experiencias y emociones, su
apreciación de la belleza se basa en su perspectiva única.

El considera que el gusto es fundamental en la apreciación de la belleza, que a través de


la sensación y la percepción las personas desarrollan su capacidad de juzgar lo bello.
Dentro de su obra sostiene que el gusto está arraigado en la percepción sensible y la
experiencia individual, lo que implica que el gusto es subjetivo y varía entre una
persona

y otra. Al momento de analizar este postulado, no puedo estar más de acuerdo con lo
que Baumgarten plantea ya que, todas las personas somos un mundo totalmente distinto
y todas hemos vivido realidades y sucesos totalmente distintos. Por ejemplo, yo puedo
encontrar que ir a ver el atardecer a la playa, a la orilla del mar es una experiencia
bellísima, porque realizar esa actividad me recuerda a mi familia e increíbles momentos
de mi vida, pero para otra persona puede ser totalmente lo contrario porque sufrió
alguna tragedia en la playa o en el mar.

En resumen, desde la perspectiva de Baumgarten, los principios estéticos como el gusto


y la belleza no son absolutos en el sentido de ser objetivos, concretos y universales.
Como ya mencioné estos dos conceptos están más ligados a la apreciación y
experiencias individuales.

Ahora pasaremos a conocer el punto de vista del crítico del arte Charles Baudelaire.
Este tema lo abordó en su obra “Las flores del mal” tanto como a lo largo de su carrera.
Desde su perspectiva, la belleza no eral algo fijo y objetivo, sino que dependía en gran
medida del punto de vista y contexto cultural.

Baudelaire vivió en una época de constantes y grandes cambios culturales. El


argumentó que lo que se consideraba bello en una época o cultura no podía serlo en la
otra. Un buen ejemplo para esto puede ser la vestimenta y las tradiciones culturales, en
África visten de una manera muy particular y siguen tradiciones únicas. Lo más
probable es que si tu le preguntas a un chileno que si le gusta la vestimenta que ocupan
los africanos es que te diga que no y lo mismo sobre sus tradiciones, pero es netamente
porque son culturas totalmente distintas.

Al igual que Baumgarten, Baudelaire creía en la singularidad de la sensibilidad de cada


individuo, es decir, sostenía que para lo que una persona es bello para otra podía no
serlo. Postulado que ya analizamos con anterioridad.

Otro punto importante que abordó Baudelaire es la dualidad de la belleza y la fealdad,


según él la belleza y la fealdad están interconectadas. Este punto es bastante bueno para
reflexionar, yo creo que si es correcto que la belleza y la fealdad están interconectadas.
Un ejemplo de esto pueden ser los alimentos, un alimento puede no ser visualmente
atractivo, pero son sabrosos y delicioso. Un plátano maduro es un ejemplo para mí y
existen muchos más.

En resumen, desde la perspectiva de Baudelaire, el gusto y la belleza no son principios


estéticos absolutos, sino que son conceptos relativos y cambiantes dependen de la
cultura, la época y la sensibilidad individual.

Para concluir, ambos personajes históricos llegan a la misma respuesta. Yo comparto


cada postulado nombrado, no creo que podamos encasillar el gusto y la belleza como
dos estándares que todos podamos seguir y que al mismo tiempo todos encontremos que
es lo correcto. Siento que eso nos quitaría una parte de humanidad y que perderíamos
ese “algo” que nos diferencia a unos de otros.

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