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Abstrac....................................................................................................................... 2
Introducción .............................................................................................................. 5
Objetivos.................................................................................................................... 7
Objetivo General ................................................................................................... 7
Objetivos específicos ............................................................................................. 7
Conclusiones............................................................................................................ 22
Bibliografías ............................................................................................................ 24
Abstrac
En el presente trabajo se intentará dar ver el conocimiento, la naturaleza y al hombre desde el
punto de vista estético según Alexander Baumgarten, esto se hará desde la estética pura que
propone Baumgarten, en el primer apartado sobre la belleza del conocimiento de hará alusión a la
filósofos de esta época, en el segundo apartado se hablara sobre la naturaleza y las cosas sensibles
siempre desde el punto de vista de Alexander Baumgarten, y por último se hará un vistazo al
Palabras clave: Naturaleza, hombre, Estética, verdad estética o extensiva, analogía, felix
aestheticus.
Biografía de Alexander Baumgarten
(1714-1762)
obra, Baumgarten definió la estética como una disciplina que se ocupa de la percepción sensible
Baumgarten también exploró conceptos como la belleza, el gusto y la relación entre el arte y la
moral. Su trabajo en estética sentó las bases para el desarrollo posterior de esta disciplina.
filosóficos. Escribió sobre lógica en su obra "Metaphysica" y también abordó temas teológicos en
varios tratados. En su obra teológica, Baumgarten defendió la idea de que la razón humana es
capaz de conocer a Dios y argumentó a favor de una relación armoniosa entre la religión y la
razón.
Baumgarten fue un defensor del pensamiento ilustrado y creía firmemente en el poder de la razón
para alcanzar la verdad. Consideraba que el conocimiento y la verdad eran fundamentales para el
bienestar humano y abogaba por una educación amplia y accesible para todos. Además, defendió
equitativa.
La influencia de Baumgarten se extendió más allá de su tiempo. Su obra sobre estética tuvo un
Kant y otros filósofos alemanes del siglo XVIII y XIX. Sus ideas sobre la percepción sensible y
el arte como forma de conocimiento sentaron las bases para el desarrollo posterior de la estética
Alexander Baumgarten falleció prematuramente a los 47 años en Frankfurt an der Oder, dejando
sensible y del estudio del arte como una forma de conocimiento. En su obra "Aesthetica",
publicada en 1750, Baumgarten definió la estética como una ciencia que se ocupa de los aspectos
Baumgarten argumentó que el arte es una forma de conocimiento que se basa en la percepción
papel fundamental en esta experiencia estética, ya que nos permiten apreciar y valorar las
Además, Baumgarten exploró la relación entre el arte y la moral, sosteniendo que el arte puede
tener un impacto en nuestra vida moral al despertar emociones y generar reflexiones sobre
cuestiones éticas. Consideraba que el arte no solo era un medio de expresión, sino también una
como disciplina filosófica, sentando las bases para la exploración de temas como la naturaleza de
la belleza, el papel del gusto y la relación entre el arte y la experiencia humana. Su enfoque
Ahora se pasa a la estética natural como fue concebida por Alexander Baumgarten, es una rama
argumentó que el arte es una forma de conocimiento basada en dicha percepción. La estética
natural se enfoca en el estudio de la belleza y el gusto, y cómo estos conceptos se relacionan con
la experiencia humana. Para Baumgarten, la estética natural es una disciplina que se ocupa de las
cosas en sí mismas, en contraposición a la lógica, que se ocupa de las relaciones entre las cosas.
Objetivo General
Objetivos específicos
estético.
• Analizar los límites de la estética: Examinar cómo la estética de Baumgarten considera los
límites del arte y cómo se pueden definir estos límites en términos de lo que se considera
"bello" o "estético".
de Baumgarten considera las implicaciones éticas de nuestra apreciación del arte y cómo
conocimiento sensible, que se manifiestan como fealdad. En este sentido, el enfoque estético no
se ocupa de las perfecciones del conocimiento sensible que están profundamente ocultas y que
permanecen oscuras para nosotros o que solo pueden ser descubiertas a través del juicio del
entendimiento.
misma manera en que lo haría un aficionado a cuestiones de gusto, ya sea en relación a la belleza
o la fealdad, nos daríamos cuenta de que la distinción necesaria para la ciencia se vería superada
individuos.
En este contexto, la belleza universal del conocimiento sensible se basa en la armonía de los
pensamientos entre sí, independientemente de su orden y los signos que los expresan. Esta
encuentra en los objetos y las cosas materiales, con las cuales a menudo se confunde
“La belleza universal del conocimiento sensible también implica el acuerdo del orden consigo
mismo y con las cosas, ya que no puede haber perfección sin orden. Este acuerdo del orden se
conoce como belleza del orden y la disposición.” (del Valle, J., (2008). El principio de la estética
signos entre sí, con el orden y con las cosas. Este acuerdo se expresa a través de la belleza en la
forma de signos, como el estilo y la elocuencia en el lenguaje escrito, así como en la expresión
verbal y los gestos durante una conversación. Estas son las "tres Gracias", las tres
Existen diversas formas en las que la fealdad se manifiesta, son deformidades que contaminan el
conocimiento sensible y debemos esforzarnos por evitarlas tanto en los pensamientos y las cosas,
la verdad, la claridad, la certeza y la vitalidad. Estas cualidades, cuando se combinan en una sola
la claridad con la certeza, o las demás cualidades con la vitalidad, generan la belleza universal del
conocimiento sensible. Estas cualidades también se aplican a las cosas y los pensamientos que
inercia son imperfecciones que amenazan todo conocimiento y que generalmente desfiguran el
conocimiento sensible, especialmente cuando estos defectos se refieren a las cosas y los
pensamientos. La belleza del conocimiento sensible y la elegancia de las cosas son perfecciones
que resultan de una composición, aunque sean universales. Sin embargo, es evidente que ninguna
Aunque podemos admitir excepciones que no deben considerarse defectuosas, siempre y cuando
no impidan una concordancia completa entre los fenómenos y sean escasas y mínimas. Estas
como cuando una regla de belleza más débil cede ante una regla más fuerte, o una regla menos
productiva es superada por otra más productiva, a las cuales estarán subordinadas
Por lo tanto, al establecer razonablemente las reglas de la belleza del conocimiento, también
consiguiente, existen argumentos que enriquecen, realzan, demuestran, ilustran y persuaden, entre
otros que otorgan vida y movimiento. La disciplina de la Estética exige a estos argumentos no
solo tener fuerza y eficacia, sino también poseer elegancia. Dentro del ámbito del conocimiento,
ser interpretada de diversas formas, tanto en relación a las cosas como a los pensamientos, como
por ejemplo, en las sentencias, en el orden y en la expresión a través de signos, donde las figuras
argumentos.
Dado que la belleza del conocimiento no es ni más grande ni más noble que las fuerzas vitales de
aquel que, al pensar con belleza, lo produce, es necesario esbozar de alguna manera la génesis y
la idea de aquel cuyo pensamiento debe ser bello. Nuestro proyecto consiste en estudiar las
características del Estético Feliz, que se resuelve en enumerar los elementos que, por su propia
naturaleza, constituyen en un alma las causas más próximas del bello conocimiento. Nos
limitaremos a tratar únicamente las características generales y universales que requieren, sin
importar su género, la belleza de los pensamientos, sin llegar a establecer las características
Las características generales del "estético feliz" se refieren a los rasgos más amplios que
comprenden la disposición natural del alma a pensar con belleza. Esta disposición, que nace con
Aquí, el innatismo del espíritu se entiende en un sentido amplio, incluyendo las facultades
inferiores que pueden ser fácilmente estimuladas para lograr una armonía precisa en busca de la
La disposición a sentir con agudeza es una de las facultades naturales del espíritu gracioso. Esto
permite al alma no solo percibir a través de los sentidos externos (la materia prima del
pensamiento bello), sino también experimentar internamente los cambios y efectos de sus otras
facultades, que deben ser sometidas a reglas. Para que la facultad de sentir se alinee con estas
otras facultades, es necesario establecer límites claros para el campo de acción del espíritu
gracioso, de modo que no se vea abrumado por sensaciones heterogéneas en ningún momento ni
lugar.
La disposición natural a imaginar es otra característica importante del espíritu gracioso. Esto le
permite tener una imaginación vívida, ya que el objeto del pensamiento bello suele ser el pasado.
Sin embargo, es común que el presente pase rápidamente antes de que el pensamiento bello, que
lo tiene como objeto, pueda tomar su forma definitiva. Además del presente, también conocemos
el futuro a partir del pasado. Para que la imaginación se ajuste adecuadamente al conjunto de las
otras facultades, es necesario establecer límites para el campo de acción del espíritu gracioso, de
manera que no oscurezca las demás percepciones debido a sus propias representaciones
imaginarias, las cuales, consideradas individualmente, tienden a ser más débiles que cada imagen
por separado.
Si relacionamos la imaginación con la facultad de inventar, como lo hacían los antiguos, entonces
es aún más importante que esta facultad se desarrolle de manera excepcional en el espíritu
gracioso.
La disposición natural al espíritu de fineza permite pulir el material que los sentidos y la
belleza del conocimiento, que exige la presencia fenomenal de armonías (proporciones) y excluye
las desarmonías (desproporciones), así como la bella armonía del espíritu en sentido amplio.
Aunque se atribuya al espíritu todo el bello conocimiento, es importante señalar que el espíritu de
fineza debe ver su campo de acción delimitado para poder concordar adecuadamente con las otras
La disposición natural a reconocer y la memoria son fundamentales para aquellos que aspiran a la
belleza de una narración, ya que se requiere una buena memoria para evitar la fealdad de una
contradicción entre lo que precede y lo que sigue. Los Antiguos llamaban Mnemosyne a la madre
La disposición poética es esencial en aquellos que buscan la belleza y se les ha dado el nombre de
disposición poética debe tener límites para no alejar al mundo que ha creado del refinamiento de
otras facultades, como el espíritu de fineza. El gusto delicado, que comparte con el espíritu de
fineza la tarea de juzgar las percepciones sensibles, las representaciones imaginarias y las
necesario cuando se trata de la belleza y resulta innecesario someter cada detalle al juicio del
futuro.
Los antiguos consideraban este don de previsión en los espíritus eminentemente bellos como un
prodigio divino, y es por eso que los poetas también se llaman vates (videntes, adivinos). Sin
embargo, esta disposición no solo es requerida por oráculos estéticos, sino que constituye la vida
de todo conocimiento y, en primer lugar, se requiere para apreciar la belleza. Para que esta
facultad pueda armonizar con las otras facultades, su campo de acción debe estar delimitado para
Otra disposición importante es la capacidad de expresar con signos las propias percepciones. Esta
capacidad es más o menos necesaria dependiendo del tipo de estético: aquel que se contenta con
pensar con belleza en su mundo interior o aquel que divulga públicamente sus pensamientos
bellos. Es importante destacar que esta disposición no tiene que estar completamente ausente en
el primer tipo de estético. Para armonizar con las otras facultades, su campo de acción no debe
ser tan amplio como para abolir la intuición, que es necesaria para la belleza.
entendimiento y la razón tienen un gran poder para estimular las facultades inferiores de
conocimiento. A menudo, el acuerdo y la armonía necesarios para apreciar la belleza solo pueden
lograrse con la ayuda del entendimiento y la razón. La belleza del entendimiento y la razón radica
futuros, no solo basándose en experiencias pasadas reactivadas por la memoria, sino también a
partir de sensaciones externas gracias al poder de abstracción. Puede asumir estos estados futuros
con toda la fineza de su espíritu y, trabajando bajo el imperio del entendimiento y la razón,
Las facultades inferiores más importantes, especialmente aquellas que son intrínsecamente tales,
son necesarias para aquellos que buscan la belleza en el pensamiento. De hecho, no solo es
posible que coexistan con las facultades superiores, que también son intrínsecamente importantes,
sino que se requieren de las facultades inferiores. Por lo tanto, es un prejuicio sostener la opinión
de que la belleza del espíritu es inherentemente incompatible con los dones más serios de la
Es posible que exista un espíritu hermoso que haya descuidado lamentablemente el uso de su
insuficientemente instruido para apreciar el adorno de las bellezas que nos ofrece el análogo de la
razón. Además, es posible que exista un espíritu que, teniendo solo un poco de gracia, sea
incapaz, debido a su propia naturaleza, de dedicarse a las ciencias más estrictamente lógicas. Sin
embargo, no puede haber un espíritu que, siendo capaz de comprender estas ciencias desde su
Los espíritus más eminentes y universales de todos los tiempos, como Orfeo y los exponentes de
la filosofía poética, Sócrates, conocido como el irónico, Platón, Aristóteles, Grotius, Descartes y
Leibnitz, han enseñado que está comprobado a posteriori que la disposición hacia la belleza del
coexistir en un solo lado, siempre y cuando no sea demasiado exiguo. Esto significa que la
belleza del pensamiento y el rigor lógico no son mutuamente excluyentes. De hecho, estos dos
Por lo tanto, es necesario superar el prejuicio de que la belleza del pensamiento y el rigor lógico
son incompatibles. En lugar de eso, se debe reconocer que ambos son necesarios para una
belleza del pensamiento y al mismo tiempo desarrollar una comprensión rigurosa y precisa del
mundo.
El estético natural debe tener una inclinación innata para buscar el conocimiento valioso y
sugerente, así como una armonía en las facultades apetitivas que faciliten el camino hacia el bello
conocimiento. Esto constituye el temperamento estético innato. Dado que el deseo humano es
inclinarse hacia cualquier tipo de bien, siempre y cuando sea conocido, es necesario indicar lo
que conviene al estético en este sentido, siguiendo un orden jerárquico de valores: dinero, poder,
trabajo y su contraparte, ocio, placeres terrenales, libertad, honor, amistad, fuerza y buena salud
Por lo tanto, es válido atribuir a los temperamentos una cierta grandeza innata del alma, que se
entrada a un camino que conduce hacia lo supremo. Según la doctrina que estamos desarrollando
sobre los temperamentos, se puede señalar que el temperamento melancólico es propicio para
aquellos que no hacen mucha diferencia entre las meditaciones extensas y aquellas que deben
adecuado para producir las últimas, mientras que el temperamento melancólico es más apto para
producir las primeras. Sin embargo, es el temperamento colérico el que tiene la preferencia de
Deseamos que este deseo les brinde las fuerzas necesarias para llevar a cabo la tarea grandiosa
La imagen del ser humano que se desprende de su Aesthetica va de la mano, más bien, con la
recogemos lo visto en la segunda parte de este texto y asumimos la verdad como el dar cuenta de
lo que es, entonces lo que es puede ser visto tanto desde la universalidad conceptual abstracta
como desde la particularidad significativa concreta. La verdad lógica se define, así, desde la
despejar la falsedad, a la segunda le corresponde establecer una escala entre los grados de verdad,
desde lo más oscuro hasta lo más claro. Para la primera, los criterios de claridad y distinción son
subjetiva en su apreciación.
Dado, sin embargo, que la claridad y distinción de la corrección formal sólo se alcanza a costa de
la “perfección material”, como hemos visto paradigmáticamente según el ejemplo del pedazo de
cera, Baumgarten propone compensar esta pérdida a través de la experiencia estética y para ello
propone una nueva manera de responder a las exigencias del conocimiento. Estéticamente, la
exigencia de una respuesta absoluta y definitiva no tiene mayor peso, tampoco lo tiene la
perspectiva individual y el juego de luces y sombras que la acompañan, una apuesta por la
arbitrariedad (la cual se paga con el silencio que acompaña su escasa significatividad). A tal
sensibilidad; busca en medio de tal tensión de establecer una fructífera relación entre ambos, de
tal manera que la orientación en el mundo no sea anestésica en relación con los particulares, sino
significativa. Dar sentido a las cosas implica no solamente enlazarlas con una totalidad y,
mayormente, una finalidad, sino también sentirlas. Un tal ser busca completar, por ejemplo, el
asombro ante la belleza del cosmos con el asombro ante la tozuda belleza en los pliegues de un
viejo árbol o la pálida luz en los ojos serenos de una anciana persona. Sensibilidad, significación
y sentidos. Estéticamente, los sentidos humanos no deben tomarse solamente como órganos del
cuerpo que pueden funcionar y ser estudiados separadamente. La Estética en este caso no es una
psicología de la percepción ni una fisiología de las sensaciones. Un tal ser, el felix aestheticus,
siente y engrana sus sentidos con el mundo; sus sentidos se integran entre sí, polivalente y
relación sensible con el mundo. Tal relación, para Baumgarten, es lúdica, mas no arbitraria; está
en consonancia, para él, con el saber científico y filosófico. Va de la mano y sirve de respuesta a
la exigencia de otro espíritu ilustrado de la época y afín a sus pretensiones. Me refiero a Gotthold
Ephraim Lessing, el autor de Nathan, el sabio, quien en sus cartas literarias se quejaba tanto de
los intelectuales de su época y les reclamaba que muy pocos de ellos eran “espíritus bellos”,
como de los “espíritus bellos”, quienes eran en muy contadas ocasiones también entendidos
El felix aestheticus es así, para Baumgarten, el ideal de un ser humano completo, pero no a la
manera de una perfección lograda, sino completo porque resuelve vivir en aquello que hemos
llamado una fructífera tensión entre las diversas maneras de situarse inteligible y sensiblemente
en el mundo. Para él, los sentimientos, los afectos, la imaginación productiva y reproductiva, el
entendimiento y el pensamiento lógico constituyen la totalidad humana. Todos ellos hacen al ser
humano. El felix aestheticus no es la suma, sin embargo, de todos ellos, sino la feliz relación
entre ellos. No es algo acabado, por cierto, sino la representación de un ideal, cuya felicidad
guarda ello con nosotros? ¿De qué manera nos es pertinente referirnos a Baumgarten para
plantear el principio de la Estética desde un punto más amplio y no exclusivamente ligado con el
determinación conceptual. Vinculada la Estética exclusivamente con el arte, queda ésta rezagada
radicalmente, dado que el criterio fundamental del arte, claramente, desde fines del siglo XIX es
la novedad. Quien se interesa por la Estética y entiende bajo ella solamente una filosofía del arte
está obligada a sujetarse de la cola de un caballo encabritado. No tengo nada en contra de tal
del marco de presentación compensatoria estética. Nada, creo, me puedo impedir pensar, y no
sólo sentir, que, a través de un poema, de una obra plástica, de una película, de un paisaje, a mi
manera, ciertamente, desde mi singularidad y a través de la particularidad con la cual me
relacione, obtenga una clara conciencia del mundo o de la parte a mí expuesta del mundo. No es
obligatorio, ni lo pretendo, que la experiencia creativa me diga siempre algo del mundo; no
alguna experiencia estética o artística. Tampoco tengo nada en contra de la pura diversión; pero
nada puede escamotearme la profunda convicción que tengo de que a través de la experiencia
estética mis sentidos entran en una feliz alerta, mis ojos alcanzan a ver más, mi mente es más
belleza. Según su teoría, la belleza es una cualidad objetiva y universal que se encuentra en todas
emocional y espiritual del ser humano, y que la belleza era una parte integral de la naturaleza
humana. Además, afirmaba que el arte era una forma de comunicación que permitía expresar las
verbal.
encuentra en todas las cosas creadas por la naturaleza, incluyendo al ser humano. Para él, la
apreciación de la belleza natural podía llevar a una conexión más profunda con la naturaleza y a
del ser humano. Además, reconoce al arte como una forma valiosa de expresión y comunicación,
y destaca la importancia de una conexión más profunda con la naturaleza para fomentar un mayor
argumentó que la estética es una disciplina que se ocupa de la percepción sensible y que el arte es
una forma de conocimiento que se basa en dicha percepción. Para Baumgarten, la belleza es un
concepto natural que se puede percibir a través de los sentidos y que el gusto es una facultad que
Baumgarten también exploró la relación entre el arte y la moral, argumentando que el arte puede
• Bayer R. (2014). Historia de la estética (J. Reuter ed. y trad). Fondo de cultura
• del Valle, J., (2008). El principio de la estética y su relación con el ser humano. Acerca de
• Tillería Aqueveque, L., (2023). Después de Baumgarten: la pop estética como manifiesto
https://doi.org/10.31977/grirfi.v23i1.3221
• Baumgarten, A (2013). Estética Breve (R. Ibarlucía, Ed y trad). CIF Excursus (primera
• Montoya J. (2012). De la belleza del pensar a la belleza del arte. Facultad de Filosofia