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Técnicas de intervención y tratamiento psicológico.

Cuaderno de prácticas 1.

Técnicas de intervención y tratamiento psicológico


Cuaderno de prácticas 1 Curso 2020-2021

Práctica 1. Redacción de informes de casos clínicos (ICC). Proceso de intervención (evaluación y


tratamiento) en psicología clínica y de la salud. Análisis funcional. Observación y autoobservación.
Aprendizaje de distintas estrategias de respiración y relajación.
1. Guía para la redacción de informes de casos clínicos N=1
En Psicología, distintos autores, sociedades o revistas científicas establecen normas determinadas para la elaboración
de informes y la publicación de los trabajos científicos; estas normas, siendo muy similares, pueden variar en algún
aspecto específico. Lo cierto es que, si bien se puede plantear una organización de las secciones algo distinta, el
contenido final es prácticamente el mismo.

Las secciones del informe, en casi todos los casos, son muy similares a las que aparecen en los artículos de Buela-
Casal y Sierra (2002), Vicente-Colomina, Santamaría y González-Ordi (2020) y Virues-Ortega y Moreno-Rodríguez
(2008). En estos se plantean y desarrollan propuestas orientativas sobre el contenido que ha de tener cada apartado. Se
puede consultar en:

Virués-Ortega, J. y Moreno-Rodríguez, R. (2008). Guidelines for clinical case reports


in behavioral clinical Psychology. International Journal of Clinical and
Health Psychology. Vol. 8, (3) 765-777.
Esta información se puede completar en:
Buela-Casal, G. y Sierra, J. C. (2002). Normas para la redacción de casos clínicos. Revista
Internacional de Psicología Clínica y de la Salud. Vol. 2 (3) 525-532.
Vicente-Colomina, A. D., Santamaría, P. y González-Ordi, H. (2020). Directrices para la
Redacción de Estudios de Caso en Psicología Clínica: PSYCHOCARE
Guidelines. Clínica y Salud. 31 (2) 69-76.
Moreno D. y Carrillo, J. (2020). Normas APA 7ª edición. Guía de citación y referencias. Ediciones
Universidad Central.
Estos artículos están en “Materiales” de la web de la asignatura.
También se puede consultar para las referencias, tablas y figuras:
Guía de citas y referencias de las Normas APA 7ª edición. UCM.
https://biblioguias.ucm.es/estilo-apa-septima/inicio
American Psycological Association.
https://normas-apa.org/

Las secciones para el trabajo voluntario de la asignatura (ICC) son:


Título, autor(es) y centro(s).
Resumen y palabras clave.
Introducción.
Descripción del caso.
Identificación del paciente.
Motivo de la consulta.
Historia del problema.
Estrategias de evaluación.
Análisis de las conductas problema. Formulación clínica del caso.
Tratamiento. Objetivos, técnicas y aplicación.
Resultados.
Discusión.
Referencias

La extensión será entre 5.000 y 5.500 palabras (procesador Word). Fuente “Time New Roman” 12 e interlineado
1.15. Alineado/justificado a la izquierda.
Para las referencias, tablas y figuras se seguirán las normas APA (7ª edición).

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Cuaderno de prácticas 1.
2. Análisis funcional.

Introducción.
El análisis de la conducta es el resultado de un análisis topográfico y un análisis funcional. El análisis de la
conducta supone:
- Definir las conductas-problema (análisis topográfico).
- Especificar las variables que tienen una relación funcional con las conductas problema
(análisis funcional).

El análisis topográfico supone definir de forma operativa la(s) conducta(s) problema, especificando sus
características relevantes (frecuencia, duración, intensidad…) atendiendo al balance entre las tres
modalidades de expresión de las respuestas (motora, cognitiva y fisiológica-emocional)

El análisis funcional supone la identificación de las variables antecedentes y/o consecuentes (internas y/o
externas) actuales y más o menos lejanas, que controlan unas conductas y el establecimiento de las
relaciones entre esas variables y dichas conductas-problema.

El objetivo es conocer la conducta, determinar qué la desencadena y qué la mantiene. (En materiales de la
asignatura puede consultarse el documento “Tema 2.1. Proceso de intervención en el ámbito de la
psicología clínica y de la salud”)

Antecedentes Organismo/Respuesta Consecuentes.


Externos (Persona) Motora Externos
Internos Cognitiva Internos
(Actuales e históricos) Fisiológica/emocional (Inmediatos y a medio-largo plazo)

3. La observación.

Introducción

La observación es el método de recogida de información más representativo del modelo conductual; la


observación y registro de conductas cumple los supuestos básicos del enfoque conductual: enfatiza la
evaluación directa de comportamientos y la cuantificación, centrándose en la conducta manifiesta definida de
forma objetiva.
Los pasos a seguir para desarrollar un sistema de observación son:
1. Delimitar la/s conducta/s problema a observar.
2. Establecer los parámetros que se quieren observar (frecuencia, intensidad…).
3. Establecer otras unidades de información funcionalmente relacionadas con la/s conductas-problema.
4. Elaborar una estrategia de observación de la/s conducta/s problema. Determinar quién observa,
cuándo, dónde y durante cuánto tiempo.
5. Confeccionar el modelo (hoja) de registro.
6. Construir una gráfica para representar los datos observados.
En muchos casos, este tipo de observación sistematizada, va precedido de un período de observación no-
sistematizada (fase exploratoria) que nos permite un acercamiento inicial a la conducta y a la situación en que
se manifiesta. La observación no-sistematizada tiene como objetivo poder llegar a establecer descripciones
precisas de las conductas objeto de estudio, así como de las condiciones ambientales en las que se producen,
para en un segundo momento ser observadas de forma sistemática.

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1. Delimitación precisa de la/s conducta/s-problema a observar.


Para que el procedimiento resulte objetivo, es necesario definir inicialmente con claridad la(s)
conducta(s) objetivo. La definición ha de ser objetiva, precisa y clara (centrada en respuestas manifiestas) y
completa, de forma que sus límites estén claramente definidos y el observador pueda diferenciar la conducta
de otras próximas.
El objetivo es que pueda ser observada con un mínimo nivel de inferencia y con el mayor acuerdo entre
observadores.
2. Establecer los parámetros que se quieren observar.
Una vez definida la conducta, debemos decidir sobre las unidades de medida para dar una versión
cuantificada del objeto de observación. Determinaremos los parámetros de dicha conducta que nos interesa
medir.
La dimensión más simple es la ocurrencia o presencia, es decir si la conducta se da o no.
La frecuencia hace referencia al número de veces que un determinado evento ocurre en una unidad
determinada de tiempo de observación. La frecuencia o tasa de aparición de un evento es una medida fácil de
obtener cuando se trata de unidades de análisis bien delimitadas. Es el parámetro que suele reflejar mejor los
cambios a través del tiempo.
En muchas ocasiones podemos considerar relevante la duración. Así, por ejemplo, con el fin de
conocer topográficamente una conducta compulsiva, nos interesa precisar el número de veces que el sujeto se
lava las manos (frecuencia) pero, tal vez sea tanto o más importante, en base a nuestro objetivo, recoger
información sobre la duración de cada acto compulsivo (por ejemplo: lavado de manos), muy variable según
los casos.
Junto a la frecuencia de aparición y la duración del evento, se pueden evaluar aspectos cualitativos de
la conducta, por ejemplo, la intensidad de dicha conducta; así, junto al número de veces que un niño golpea a
su hermano, nos puede interesar apreciar la intensidad de dicha agresión y la adecuación, que hace referencia
a su apropiación social o bien a su grado de funcionalidad, es decir, hasta qué punto una conducta consigue
los objetivos propuestos.
3. Establecer otras unidades de información funcionalmente relacionadas con la/s conducta/s-
problema.
En la evaluación conductual observamos la conducta objetivo, pero también sus antecedentes y
consecuentes; observamos las posibles relaciones funcionales entre acontecimientos, aquello que evoca o
mantiene la conducta. El objetivo es identificar qué elementos desencadenan la conducta-problema y cuales
la mantienen.
4. Elaborar una estrategia de observación de la/s conducta/s problema.
Determinar los aspectos contextuales de la observación: quién, cuándo y dónde se observa.
A la primera pregunta ¿quién observa? podemos responder con dos posibles alternativas: la
observación la realizarán observadores externos cualificados, o bien, personas del ambiente natural del sujeto
que formaremos previamente.
Respecto a ¿cuándo observar?, partimos necesariamente de la imposibilidad en la práctica de realizar
una observación continua, por sus limitaciones y dificultades lo que nos conduce a la necesidad de utilizar
procedimientos de muestreo, con el objeto de obtener muestras representativas de los eventos objeto de
estudio. Así, cuando un evaluador va a realizar una observación y no es factible u operativo realizar registros
continuos, debe plantearse:
a. durante cuánto tiempo se va a prolongar la observación para obtener la línea base
b. a lo largo del día cuanto tiempo dedicaremos a la observación, y
c. en qué momentos o situaciones se va a observar.
La observación no-sistematizada y otras informaciones nos pueden facilitar la tarea de decidir sobre
estas cuestiones.
Respecto al ¿dónde observar? debemos considerar en primer lugar que la forma más directa y objetiva
de evaluar conductas manifiestas es la observación en ambientes naturales (lugar habitual donde ésta ocurre).
Sin embargo, por distintos motivos, no siempre es posible llevar a cabo este tipo de observación, básicamente
porque el sujeto puede negarse a ser observado en la vida real, o simplemente porque ésta supone un alto costo
en tiempo y recursos.

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Las situaciones análogas o artificiales son la alternativa sobre el dónde observar, creando situaciones
muy diversas, que varían en el grado de fidelidad con que reproducen la situación natural.
En los tests situacionales el evaluador replica artificialmente la situación natural (se han construido
réplicas de salas de juego, de bares, de aulas escolares, etc.) y observa la conducta problema del sujeto en su
propio laboratorio o clínica o bien provocando dichas situaciones en un contexto ecológicamente más
significativo;
Otro tipo de tests situacionales artificiales son las pruebas de evitación conductual, en ellas se
presentan al sujeto determinados estímulos (generalmente estímulos fóbicos o generadores de ansiedad) ante
los que se supone que el sujeto presenta conductas inadecuadas. El estímulo es cuantificado a través de
parámetros físicos de tiempo de presentación o distancia y la respuesta en frecuencia, duración, intensidad,
etc.
5. Confeccionar el modelo de registro.
En este tipo de protocolo u hoja de registro, el observador tiene una lista de conductas específicas,
previamente codificadas, que pueden suceder en el período de observación; su misión es la de registrar, con
los correspondientes códigos, la aparición de cada una de estas conductas a partir del comportamiento de los
sujetos observados. Junto a las conductas problema observaremos/ registraremos los antecedentes o
consecuentes ambientales de las mismas.
Estas estrategias de observación requieren un método de registro, generalmente se elaboran registros
de papel y lápiz, sin embargo pueden utilizarse contadores, dispositivos de video o audio, agendas electrónicas,
etc.
6. Construir una gráfica para representar los datos observados.
Finalmente los datos observados (línea base) se representan en una gráfica. Esta permite analizar el
resultado de la observación de forma sencilla a lo largo de un periodo de tiempo determinado.

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Práctica 1.1. Observación/análisis funcional.

Apellidos y nombre: ____________________________________DNI ______________Grupo ___

Marcos es un niño de 5 años, el primero de dos hermanos, sus padres lo describen como un niño muy
despierto, hablador e inteligente. Sin embargo, están preocupados pues desde que nació su segundo hijo,
Raúl, que en la actualidad tiene tres años, el comportamiento de Carlos se hizo muy inestable, caprichoso,
agresivo, con frecuentes berrinches (lloros, rabietas, gritos, etc.) y cada vez más, una manifiesta
desobediencia. El comportamiento de Marcos en el colegio es normal.
El ambiente familiar es normal. El padre de Marcos es comerciante y su madre trabaja en una
empresa como administrativa. De los antecedentes de Marcos no se desprende ningún problema destacable.

Objetivo.
El objetivo de la práctica es doble: aprender a diseñar un registro de observación y a analizar el
problema en términos funcionales.

Tarea a realizar:
1. Enumerar de forma resumida los pasos seguidos para establecer el sistema de observación y
confeccionar el registro.
2. Diseñar/confeccionar un registro de observación de las conductas-problema de Marcos para utilizar
por la madre y el padre en el hogar que facilite la realización del análisis topográfico y la identificación
de los antecedentes y consecuentes (análisis funcional).
3. Construir una gráfica con la supuesta línea de base (previa al tratamiento).
4. Identificados los antecedentes y consecuentes de la conducta-problema, establecer las hipótesis
funcionales sobre su elicitación y mantenimiento.

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4. La autoobservación/ el autorregistro.

Introducción.
La autoobservación o autorregistro es un método basado en la observación que hace el sujeto de su
propio comportamiento (manifiesto o encubierto).
En la autoobservación se le pide al sujeto que registre la ocurrencia de determinadas conductas propias
de interés en la vida real y de las circunstancias antecedentes y consecuentes que puedan resultar informativas,
coincidiendo en la misma persona el observador y el sujeto de observación.
Ha sido utilizada como alternativa, por razones prácticas a la observación; muchas respuestas privadas
(íntimas) o que presentan una baja frecuencia, así como las respuestas encubiertas, encuentran en la
autoobservación el método más indicado y viable.
En la actualidad es el método de evaluación más utilizado en psicología clínica en jóvenes y adultos.
La autoobservación es una actividad que implica, atender a la propia conducta en el momento de
producirse, anotando esta observación en un registro, el posterior traslado de lo anotado a un gráfico que
ofrezca información visual y el análisis e interpretación de lo anotado.
Se utiliza fundamentalmente para obtener, tras la identificación de la conducta problema, una línea de
base inicial de la misma (medición de una conducta-problema teniendo en cuenta preferentemente su
frecuencia antes de cualquier intervención directa sobre ella), que servirá de referencia del cambio a lo largo
de todo el proceso de intervención modificadora, pudiendo así valorar los efectos de la intervención
terapéutica.
A través de la autoobservación se recoge información amplia sobre aspectos topográficos de la
conducta problema del cliente, como frecuencia absoluta de aparición (número de cigarrillos fumados),
frecuencia relativa (número de copas bebidas y de copas rechazadas), intensidad de la respuesta (nivel de
ansiedad -en una escala de 0 a 10- ante el objeto fóbico), duración de la misma (tiempo dedicado al lavado de
manos compulsivo), y los antecedentes y consecuentes internos y externos que la desencadenan o la
mantienen.
Como en la observación, el procedimiento sigue los siguientes pasos:
1. Delimitación previa de la conducta a observar. La conducta-problema ha de definirse de forma
operativa.
2. Decisión sobre los parámetros o unidades de medida relevantes. Según la(s) conducta(s) problema
objeto de evaluación nos puede interesar el registro de uno u otro parámetro (frecuencia, duración,
intensidad, etc.).
3. Elaboración del autorregistro. Generalmente se utilizan técnicas de lápiz y papel. Debe ser sencillo y
fácil de llevar y utilizar en el ambiente natural del sujeto. El más sencillo sería, por ejemplo, el registro
de la ocurrencia (frecuencia) de una determinada conducta en un período de tiempo determinado. Sin
llegar a construir un autorregistro inmanejable podemos además recabar información sobre
antecedentes y consecuentes (externos e internos).
4. Entrenamiento previo del paciente que será quien se observe. Requiere una práctica previa en la que
el paciente conoce la definición de la conducta y su delimitación precisa, se familiariza con la hoja de
autorregistro y mediante ejemplos concretos analiza las posibles dificultades con que se puede
encontrar.
5. Autoobservación y registro de la conducta, sus antecedentes y consecuentes durante un periodo de
tiempo determinado. En cada sesión el psicólogo repasará con el paciente el autorregistro corrigiendo
los posibles errores en su cumplimiento. Es importante reforzar al sujeto por su cumplimiento.
6. Representación gráfica de los datos registrados. Permite analizar el resultado de la observación de
forma sencilla.

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Práctica 1.2. Autoobservación/auto-registro.

Apellidos y nombre: _____________________________________DNI _____________Grupo ___

María es una mujer casada de treinta y cuatro años, con un hijo de nueve. Ha vivido con su marido e
hijo en su casa hasta hace un año en que su madre fue a vivir con ellos para hacerse cargo de la casa, ya que
ella no podía hacer frente a los trabajos domésticos.
Acude a la consulta porque se siente contaminada (una sensación inespecífica de sentirse contagiada,
acompañada de una extrema ansiedad) cuando está en contacto con personas que le parecen enfermas o toca
cualquier objeto que considera “sucio”. Su problema comenzó hace diez años cuando murió de cáncer una
tía suya. Ella estaba embarazada y empezó a preocuparse seriamente por la posible contaminación de su hijo
y su marido. Progresivamente incrementó la necesidad de lavarse para descontaminarse, ya que cada vez le
era más fácil hallar estímulos que podían ser portadores de gérmenes.
En el momento en que solicita ayuda está casi siempre en casa, no puede hacerse cargo de sus
ocupaciones, puesto que emplea demasiado tiempo en lavarse las manos, lavar los alimentos y las baldosas
de la entrada de su vivienda. Por otra parte, evita salir, porque ello es sinónimo de aumentar las
probabilidades de tropezar con gente enferma y especialmente pasar cerca de hospitales o clínicas.
Entre las conductas que presenta destacan: se lava las manos unas cuarenta veces al día, abre las puertas
con el codo, tarda más de treinta-cuarenta minutos en ducharse, friega de una en una las baldosas de su casa,
especialmente las del recibidor, empleando gran cantidad de detergentes, e invierte en cada una de ellas unos
quince minutos. Respecto de la comida, o la tira, o la lava varias veces adicionándole lejía al agua. Cuando
los domingos sale en coche en compañía de su marido, pide varias veces que pare y compruebe si en la parte
posterior del coche llevan arrastrando a algún transeúnte.

Objetivo.
Aprender a diseñar un auto-registro de observación y a analizar el problema en términos funcionales.
Tarea a realizar:
1. Diseñar/confeccionar un auto-registro de observación de las conductas-problema de María que le
facilite la realización del análisis topográfico y la identificación de los antecedentes y consecuentes,
estableciendo hipótesis funcionales sobre su elicitación y mantenimiento (análisis funcional).
2. Construir una gráfica con la supuesta línea de base inicial de la/s conducta/s problema.
3. Identificar los antecedentes y consecuentes de la conducta-problema, estableciendo hipótesis
funcionales sobre su elicitación y su mantenimiento.
4. Siguiendo el esquema de la ecuación conductual incorporando una visión diacrónica (variables
personales y biológicas históricas: E1, O1 y RBCs) establecer la conducta problema y las variables
con ella relacionadas.

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5. Aprendizaje de la respiración abdominal/diafragmática.

Introducción.

Algunas personas, ante determinadas situaciones que no entrañan un peligro real para su integridad,
pueden emitir respuestas de sobreactivación. La respiración abdominal permite hacer frente a las situaciones
de estrés y manejar los incrementos de la activación fisiológica.

Para iniciar el aprendizaje conviene que el sujeto esté tumbado y con los ojos cerrados en un lugar
tranquilo, posteriormente cuando va progresando en el entrenamiento éste se debe practicar, sin necesidad de
tumbarse ni cerrar los ojos, en ambientes naturales, por ejemplo, al realizar una pausa en el trabajo, en el salón
de su casa, viendo la televisión, etc.

Respiración abdominal –diafragmática-.

La técnica de la respiración abdominal va encaminada a conseguir una respiración lenta, regular,


diafragmática y no demasiado profunda. Dicha técnica puede ser utilizada para afrontar la ansiedad y, en
general, para reducir la activación fisiológica.

Las pautas son las siguientes:

a) Tendido en el suelo boca arriba sobre una colchoneta o sentado cómodamente (mejor con la cabeza y
los brazos apoyados), con ropa cómoda, controlados todos los posibles elementos distractores
(teléfono, interrupciones, etc.) cerrar los ojos y colocar la mano dominante sobre el abdomen (con el
dedo meñique justo encima del ombligo) y la otra mano sobre el pecho.
b) Tomar aire, lenta y rítmicamente, por la nariz, haciéndolo llegar hasta el abdomen (se levantará la
mano colocada sobre él), el tórax se moverá muy ligeramente. Al espirar, el abdomen vuelve a su
posición original.
c) Desconexión. Centrarse en la respiración. Explorar su cuerpo en busca de signos de tensión.
Concentrarse en el aire que entra y sale en cada inspiración y espiración respectivamente (el aire
entra por la nariz algo frío y sale algo más caliente).
d) Inspirar durante 3-4 segundos utilizando el diafragma, espirar por la nariz durante 3-4 segundos y
hacer una breve pausa ante de volver a inspirar. Esta pauta corresponde a un ritmo de 8 respiraciones
por minuto. Si alguien respira más despacio, no hay problema. Debemos evitar la distracción por el
recuento, incluso suprimirlo.
e) Las inspiraciones no deben ser demasiado profundas, ya que esto podría producir hiperventilación.
La respiración tampoco debe ser tan superficial que las personas se encuentren incómodas. La
profundidad debe ser tal que la respiración no cueste casi esfuerzo después de un periodo de práctica.
f) Puede ser de utilidad repetirse mentalmente la palabra "calma", "relax" o "tranquilo" cada vez que se
espira.

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Práctica 1.3. Respiración abdominal.

Apellidos y nombre: ________________________________DNI ________________Grupo _____

Objetivo.
Aprender la técnica de respiración abdominal y conocer sus efectos sobre la activación.

Tareas a realizar:
1. Confecciona un auto-registro para que el paciente (en este caso tú) haga un seguimiento de la práctica
en casa para el aprendizaje de la respiración.

2. Inicia de forma individual en casa el aprendizaje en respiración abdominal siguiendo los pasos del
procedimiento indicado.

Para llevar a cabo la práctica puedes escoger una situación que te resulte ansiógena (piensa en ella) y a
medida que vas pensando en la situación obsérvate las posibles respuestas activadas (corazón, tensión
muscular…), a continuación tómate el pulso (durante medio minuto y multiplica por dos) para obtener la
pulsaciones por minuto, inmediatamente siéntate de forma cómoda (o túmbate en la posición adecuada) e
inicia la respiración diafragmática. Al cabo de 2-3 minutos vuelve a tomarte el pulso.

También puedes realizar un esfuerzo físico durante unos segundos (correr/trotar sobre el mismo sitio
unos minutos) a continuación tómate el pulso (durante medio minuto y multiplica por dos) para obtener la
pulsaciones por minuto y a continuación –inmediatamente- siéntate de forma cómoda (o túmbate en la
posición adecuada) e inicia la respiración abdominal. Al cabo de 2-3 minutos vuelve a tomarte el pulso.

3. Cumplimentar este registro:

Apellidos y nombre: _______________________________________

Fecha Hora inicio Pulsaciones x Pulsaciones x Hora final Observaciones


minuto Pre minuto Post

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Técnicas de intervención y tratamiento psicológico.
Cuaderno de prácticas 1.
6. Relajación.

Práctica 1.4. Relajación.

Objetivo.
Aprender la técnica de relajación pasiva –guiada- y conocer sus efectos sobre la activación.
Tarea a realizar.
1. Grabar las instrucciones de relajación de R. S. Lazarus. El tiempo de la grabación será de
aproximadamente 14-16 minutos dejando pausas en los momentos indicados del texto.
2. Practicar, al menos una vez, de forma individual en casa, el aprendizaje de la relajación escuchando el
audio en las condiciones adecuadas para practicar la relajación.
3. Mandar el audio (sin imágenes) y un comentario personal al correo titp.practicas@gmail.com
Deberá indicarse en “Asunto”: apellidos y nombre. Relajación adultos.

Instrucciones generales de relajación basadas en Richard S. Lazarus:

“Recuéstate cómodamente. Ponte en la posición más cómoda que encuentres. Trata de liberar toda
la tensión de tu cuerpo (pausa de 5 segundos). Concéntrate en tu respiración, en el ritmo de tu respiración.
Observa como el aire entra algo frío por la nariz y se expulsa algo más caliente (pausa de 10 segundos).

Ahora inspira profundamente; inspira y retén el aire (pausa de 4 segundos) y ahora espira; deja que
el aire salga automáticamente y siente cómo te empieza a invadir un sentimiento más sereno; sigue
respirando normalmente y concéntrate en la agradable pesadez de tu cuerpo, de tus brazos de tus piernas
(pausa de 5 segundos). Observa tu propia pesadez física. Deberías observar un sentimiento de serenidad y
tranquilidad (pausa de 10 segundos).

Ahora trabajaremos sobre la base de contrastes entre la tensión y la relajación.

Trata de poner en tensión cada músculo de tu cuerpo a medida que los voy nombrando: músculos de
la frente (pausa de 3 segundos), ojos (pausa de 3 segundos), hombros (pausa de 3 segundos), brazos (pausa
de 3 segundos), pecho (pausa de 3 segundos), espalda (pausa de 3 segundos), estómago (pausa de 3
segundos), piernas (pausa de 3 segundos); cada parte se pone más y más tensa. Siente la tensión en todo el
cuerpo, cada vez más intensa; siente como avanza esa tensión... y ahora afloja, relájate. Trata de sentir la
onda de serenidad que avanza por tu cuerpo a medida que aflojas tus músculos. Una clara sensación de
serenidad (pausa de 10 segundos).

Ahora debes advertir el contraste entre las leves tensiones que aparecen cuando tengas los ojos
abiertos y la desaparición de estas tensiones superficiales en cuanto los cierres. Relajado el resto del cuerpo,
abre los ojos y siente las tensiones superficiales (pausa de 5 segundos); cierra los ojos y siente una mayor
sensación de relajación (pausa de 15 segundos).

Bien, volvamos a la respiración.

Mantén los ojos cerrados y respira profundamente, reteniendo el aire (pausa de 3 segundos); -
advierte la tensión resultante de retener la respiración- concéntrate en esa tensión. Suelta el aire y siente la
relajación cada vez más profunda (pausa de 10 segundos).

Déjate llevar por esa agradable sensación de relajación (pausa de 10 segundos).

Respira normalmente y piensa en cada parte del cuerpo a medida que las voy mencionando, siempre
relajándote, dejándote llevar: primero la frente, los ojos y la nariz (pausa de 3 segundos); los músculos
faciales, rostro, labios (pausa de 3 segundos), mandíbulas, lengua y boca, -los labios pueden estar algo
entreabiertos y los músculos de las mandíbulas se relajan cada vez más-; relaja la garganta y el cuello (pausa

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de 3 segundos); los hombros y la espalda (pausa de 3 segundos), - tal vez sientas un cosquilleo a medida que
te va inundando la relajación; tal vez tengas una sensación de calor-; sientas lo que sientas observa esa
sensación y disfrútala al máximo, a medida que la relajación se va extendiendo gradualmente cada vez más,
siente como la relajación alcanza también los brazos, hasta las puntas de los dedos (pausa de 3 segundos);
siente la relajación en el pecho, mientras respiras de forma regular y serena. La relajación también se
extiende a las axilas y avanza por el torso hasta la zona del estómago.

La relajación se vuelve cada vez más evidente, y tú das libre curso a las emociones agradables y
serenas que te invaden a medida que te dejas llevar cada vez más. Siente la relajación por el estómago (3
segundos), la cintura (3 segundos), avanzando de manera cálida, ondulante, serena por las caderas, nalgas
y muslos, hasta la punta de los dedos de los pies (pausa de 5 segundos). Siéntete relajada/o de la cabeza a
los pies (pausa de 15 segundos).

Observa la sensación de tranquilidad…, serenidad…, paz… y el agradable sentimiento de calma que


te ha ido invadiendo (pausa de 5 segundos). Deberías percibir una sensación más y más profunda de
relajación; siente la serenidad emocional…, esos sentimientos tranquilos y serenos que tienden a recubrir tu
cuerpo por dentro y por fuera, una sensación de seguridad…, una serena indiferencia…, de tranquila
seguridad interior…, una agradable impresión de ti mismo (pausa de 10 segundos).

Déjate llevar por la agradable sensación de pesadez que acompaña a la relajación a medida que se
aflojan tus músculos, sintiéndote tranquila/o…, segura/o… y muy, muy calmada/o y serena/o (pausa de 5
segundos).

Repite para ti: “estoy tranquila/o…, relajada/o…, serena/o…”, repítelo unas 15 o 20 veces -sin
contarlas- y luego percibe las ondas de relajación cada vez más profundas, mientras aumenta tu sensación
de calma y serenidad. Concéntrate en eso: “estoy tranquila/o…, relajada/o…, serena/o…” Concéntrate
durante unos minutos disfruta del estado de relajación, piense en esas palabras y siente una y otra vez esas
sensaciones agradables de la relajación (pausa de dos minutos).

Percibe las sensaciones de relajación cada vez más profundas. Piensa en esas palabras de relajación:
estoy tranquila/o, relajada/o serena/o… y siente las sensaciones agradables de la relajación (pausa de un
minuto). Tranquila/o…, relajada/o…, serena/o…, (pausa de 2 minutos).

Estoy tranquila/o…, relajada/o…, serena/o…, (pausa de 1 minuto).

Repasa las sensaciones de todos los músculos de tu cuerpo: cabeza, cara, brazos, tronco, piernas;
sensaciones de distensión, relajación, sensaciones agradables de calma, tranquilidad, serenidad (pausa de 2
minutos).

Muy bien. Ahora, para terminar el ejercicio, contaré hacia atrás de 10 a 1. 10, 9, 8, 7, –abre los ojos-
6, 5, -trata de estirarte, tensar los músculos de los brazos y piernas- 4, 3, 2, 1 – incorpórate lentamente y
apaga el audio”.

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Cuaderno de prácticas 1.
Práctica 1.5. Relajación en niños.
Objetivo.
Aprender la técnica de relajación muscular progresiva en niñas/os.
Tarea a realizar.
1. Practicar con un familiar de entre 5 y 8 años de edad el entrenamiento en relajación muscular
progresiva (técnica de Koeppen). Grabar las instrucciones mientras se aplica. El tiempo de la grabación
será de 10-15 minutos.
2. Anotar los comentarios del niño/niña y las dificultades surgidas.
3. Mandar el audio y un comentario personal al correo titp.practicas@gmail.com
Deberá indicarse en “Asunto”: apellidos y nombre. Relajación niños.

Procedimiento de Relajación Muscular de Koeppen


MANOS Y BRAZOS
Imagina que tienes un limón en tu mano izquierda. Ahora trata de exprimirlo, trata de exprimirle todo el jugo.
Siente la tensión en tu mano y brazo mientras lo estás exprimiendo. Ahora déjalo caer. Fíjate cómo están ahora
tus músculos cuando están relajados. Coge ahora otro limón y trata de exprimirlo. Exprímelo más fuerte de lo
que lo hiciste con el 1º; muy bien. Ahora tira el limón y relájate. Fíjate qué bien se sienten tu mano y tu brazo
cuando están relajados. Una vez más, toma el limón en tu mano izquierda y exprímele todo el zumo, no dejes
ni una sola gota, exprímelo fuerte. Ahora relájate y deja caer el limón. (Repetir el mismo procedimiento con
la mano y el brazo derechos).

BRAZOS Y HOMBROS
Ahora vamos a imaginarnos que eres un gato muy perezoso y quieres estirarte. Estira (extiende) tus brazos
frente a ti, levántalos ahora sobre tu cabeza y llévalos hacia atrás. Fíjate en el tirón que sientes en tus hombros.
Ahora deja caer tus brazos a tu lado. Muy bien. Vamos a estirar otra vez. Estira los brazos frente a ti, levántalos
sobre tu cabeza y tira de ellos hacia atrás, fuerte. Ahora déjalos caer. Muy bien. Fíjate como tus hombros se
sienten ahora más relajados. Ahora una vez más, vamos a intentar estirar los brazos, intentar tocar el techo
esta vez. De acuerdo. Estira los brazos enfrente a ti, levántalos sobre tu cabeza y tira de ellos hacia atrás, fíjate
en la tensión que sientes en tus brazos y hombros. Un último estirón ahora muy fuerte. Deja caer los brazos,
fíjate qué bien te sientes cuando estás relajado.

HOMBROS Y CUELLO
Ahora imagina que eres una tortuga. Imagínate que estás sentad@ encima de una roca en un apacible y
tranquilo estanque relajándote al calor del sol, te sientes tranquil@ y seguro allí. ¡Oh! de repente sientes una
sensación de peligro. ¡Vamos! mete la cabeza en tu concha. Trata de llevar tus hombros hacia tus orejas,
intentando poner tu cabeza metida entre tus hombros, mantente así, no es fácil ser una tortuga metida en su
caparazón. Ahora el peligro ya pasó, puedes salir de tu caparazón y volver a relajarte a la luz del cálido sol,
relájate y siente el calor del sol. ¡Cuidado! más peligro, rápido mete la cabeza en tu casa, tienes que tener la
cabeza totalmente metida para poder protegerte, O.K. ya puedes relajarte, saca la cabeza y deja que tus
hombros se relajen. Fíjate que te sientes mucho mejor cuando estás relajado que cuando estás tenso. Una vez
más. ¡Peligro! esconde tu cabeza, lleva los hombros hacia tus orejas, no dejes que ni un solo pelo de tu cabeza
quede fuera de tu concha. Mantente dentro, siente la tensión en tu cuello y hombros. De acuerdo, puedes salir
de tu concha, ya no hay peligro. Relájate, ya no va a haber más peligro, no tienes nada de qué preocuparte, te
sientes seguro, te sientes bien.

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Técnicas de intervención y tratamiento psicológico.
Cuaderno de prácticas 1.
MANDÍBULA
Imagínate que tienes un enorme chicle en tu boca, es muy difícil de masticar, está muy duro. Intenta morderlo,
deja que los músculos de tu cuello te ayuden. Ahora relájate, deja tu mandíbula floja, relajada, fíjate qué bien
te sientes cuando dejas tu mandíbula caer. Muy bien, vamos a masticar ahora otro chicle, mastícalo fuerte,
intenta apretarlo, que se meta entre tus dientes. Muy bien, lo estás consiguiendo. Ahora relájate, deja caer la
mandíbula, es mucho mejor estar así, que estar luchando con ese chicle. Bien, una vez más vamos a intentar
morderlo. Muérdelo lo más fuerte que puedas, más fuerte, muy bien, estás trabajando muy bien. Bien, ahora
relájate. Intenta relajar tu cuerpo entero, intenta quedarte como flojo, lo más flojo que puedas.

CARA Y NARIZ
Bueno, ahora viene volando una de esas molestas moscas, o preciosa mariposa y se ha posado en tu nariz,
trata de espantarla pero sin usar tus manos. Intenta hacerlo arrugando tu nariz. Trata de hacer tantas arrugas
con tu nariz como puedas. Deja tu nariz arrugada, fuerte. ¡Bien! has conseguido alejarla, ahora puedes relajar
tu nariz, ¡oh! por ahí vuelve esa pesada mosca, arruga tu nariz fuerte, lo más fuerte que puedas. Bien, se ha
ido nuevamente. Ahora puedes relajar tu cara. Fíjate que cuando arrugas tan fuerte tu nariz, tus mejillas, tu
boca, tu frente y hasta tus ojos te ayudan y se ponen tensos también. ¡Oh! otra vez regresa esa vieja mosca,
pero esta vez se ha posado en tu frente. Haz arrugas con tu frente, intenta cazar la mosca con tus arrugas,
fuerte. Muy bien, ya se ha ido para siempre, puedes relajarte, intenta dejar tu cara tranquila, sin arrugas. Siente
cómo tu cara está ahora más tranquila y relajada.

PECHO Y PULMONES
Vas a respirar hinchándote y deshinchándote como un globo. Vas a coger el aire por la nariz intentando llenar
todos tus pulmones de aire… aguanta a respiración contando tres segundos y siente la presión en todo tu pecho
…… luego sueltas el aire por la boca despacito poco a poco y cierras los ojos y comprueba como todo, todo
tu cuerpo se va desinflando como un globo y como todo tu cuerpo se va hundiendo y aplastando contra el sofá
o la cama donde estás tumbado…con el aire suelta toda las cosas malas, todas las cosas que no te gustan, todas
las cosas que te preocupan... ¡Fuera! ... ¡échalas!... y quédate respirando normal y notando esa sensación tan
buena de tranquilidad, de dejadez de paz... respirando como tu respiras normalmente y notando como el aire
entra y sale sin dificultad… ¡Vamos a respirar de nuevo profundamente! coge el aire por tu nariz…hincha el
globo todo lo que puedas y cuenta hasta tres aguantando el aire….uno, dos y tres…. Y suelta por la boca,
despacio, cerrando los ojos y convirtiéndote en un globo que se va deshinchando, deshinchando hundiéndose,
hundiéndose... aplastándose y quedándose tranquilo...

ESTOMAGO
Imagina que estás tumbado sobre la hierba, ¡Vaya! mira, por ahí viene un elefante, pero él no está mirando
por donde pisa, no te ha visto, va a poner un pie sobre tu estómago, ¡no te muevas! no tienes tiempo de escapar.
Trata de tensar el estómago poniéndolo duro, realmente duro, aguanta así, espera, parece como si el elefante
se fuera a ir en otra dirección. Relájate, deja el estómago blandito y relajado lo más que puedas. Así te sientes
mucho mejor. ¡Oh! por ahí vuelve otra vez. ¿Estás preparado? Tensa el estómago fuerte, si él te pisa y tienes
el estómago duro no te hará daño. Pon tu estómago duro como una roca. Bien, parece que nuevamente se va.
Puedes relajarte. Siente la diferencia que existe cuando tensas el estómago y cuando lo dejas relajado. Así es
como quiero que te sientas, tranquilo y relajado. No podrás creerlo pero ahí vuelve el elefante y esta vez parece
que no va a cambiar de camino, viene derecho hacia ti. Tensa el estómago. Ténsalo fuerte, lo tienes casi encima
de ti, pon duro el estómago, está poniendo una pata encima de tí, tensa fuerte. Ahora ya parece que se va, por
fin se aleja. Puedes relajarte completamente, estar seguro, todo está bien, te sientes seguro, tranquilo y relajado.

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Técnicas de intervención y tratamiento psicológico.
Cuaderno de prácticas 1.
Esta vez vas a imaginarte que quieres pasar a través de una estrecha valla en cuyos bordes hay unas estacas.
Tienes que intentar pasar y para ello te vas a hacer delgado, metiendo tu estómago hacia dentro, intentando
que tu estómago toque tu columna. Trata de meter el estómago todo lo más que puedas, tienes que atravesar
esa valla. Ahora relájate y siente cómo tu estómago está ahora flojo. Muy bien, vamos a intentar nuevamente
pasar a través de esa valla. Mete el estómago, intenta que toque tu columna, déjalo realmente metido, muy
metido, tan metido como puedas, aguanta así, tienes que pasar esa valla. Muy bien, has conseguido pasar a
través de esa estrecha valla sin pincharte con sus estacas. Relájate ahora, deja que tu estómago vuelva a su
posición normal. Así te sientes mejor. Lo has hecho muy bien.

PIERNAS Y PIES
Ahora imagínate que estás parado, descalzo y tus pies están dentro de un pantano lleno de barro espeso.
Intenta meter los dedos del pie dentro del barro. Probablemente necesitarás tus piernas para ayudarte a
empujar. Empuja hacia dentro, siente como el lodo se mete entre tus pies. Ahora salte fuera y relaja tus pies.
Deja que tus pies se queden como flojos y fíjate cómo estás así. Te sientes bien cuando estás relajado.
Volvemos dentro del espeso pantano. Mete los pies dentro, lo más dentro que puedas. Deja que los músculos
de tus piernas te ayuden a empujar tus pies. Empuja fuerte, el barro cada vez está más duro. Bien, salte de
nuevo y relaja tus piernas y tus pies. Te sientes mejor cuando estás relajado. No tenses nada. Te sientes
totalmente relajado.

IMAGEN POSITIVA
Ahora que has terminado todos los ejercicios vas a fijarte en lo que notas en tu cuerpo…cuando estamos
relajados notamos diferentes sensaciones, pesadez, calor, cansancio, sueño, que nuestro cuerpo pesa y no nos
podemos mover, o tal vez todo lo contrario que nuestro cuerpo no pesa y parece como que flotamos, podemos
notar cosquillitas y hormigueo en los dedos de las manos … busca tus sensaciones de relajación… fíjate en
ellas y disfrútalas… tu mente y tu pensamiento se puede quedar con ellas…y repetir lo que notas… calor…
calor… flotar… flotar…

Vas a elegir una imagen para ti… TU IMAGEN POSITIVA: un lugar, un sitio, real o imaginario, que hayas
estado o no, un sitio que solo por estar allí ya estarías tranquilo y relajado…y te lo vas a imaginar lo mejor
posible… lo que ves, lo que oyes, lo que notas en tu cuerpo, hasta puedes imaginarte lo que hueles… y cómo
estás allí tumbado….en la hierba , en la arena, flotando en el mar, flotando en una nube blanca de algodón,
volando como una ave… tu imagen.
Y mantente en ella mientras que estás relajado…
¡Has terminado! No te levantes de golpe, estírate, abre los ojos, bosteza, sonríe… y ya te puedes levantar…

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