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diagnóstico.
1 º NIVEL:
Se sugiere a todos los niños en edades tempranas que se haga una revisión por los
equipos de Pediatría para poder identificar posibles retrasos evolutivos. Estas revisiones
se realizan a los 9, 18 y también entre los 24-30 meses. Los grupos de riesgo que
pueden ser hermanos de niños con TEA o niños y niñas prematuros, deberán tener más
seguimientos.
Existen distintas herramientas de cribado del desarrollo en edades tempranas.
Hay cuestionarios completados por los padres:
c) La escala Denver-Ilse - se puede utilizar desde que el sujeto nace hasta los 6
años. Tiene 125 ítems y lleva unos 30 minutos.
2º NIVEL:
Observación especial para los niños con TEA. Esto se realizaría con niños de entre 18 y
24 meses. Los instrumentos específicos para el diagnóstico de TEA:
c) Early screening for autistic traits questionnaire (ESAT) – Para niños entre 14
y 15 meses. Primera parte de 4 ítems y los que dan positivo en la prueba se
pasan a una segunda fase que consta de 14 apartados.
3º NIVEL:
Una vez que un niño ha sido detectado, es derivado para una evaluación adecuada. El
diagnóstico debe ser realizado por un equipo de expertos especializados en TEA.
Los aspectos fundamentales incluidos en una evaluación diagnóstica de TEA son los
siguientes:
Evaluación médica y neurológica amplia: reconocer altibajos del desarrollo o
regresiones evolutiva, determinar cualquier encefalopatía, convulsiones,
problemas con el sueño o la comida y picazón.
Historia familiar: los análisis han verificado que la aparición de autismo
aumenta en los casos de hermanos de niños autistas, por lo que son personas en
riesgo que necesitarán controles.
Examen físico y neurológico:
Perímetro cefálico – Seguimiento del perímetro cefálico ya puede llegar
a darse casos de megacefalia o macrocefalia
Examen general – Evaluando las interacciones sociales, del juego, del
lenguaje, de la función comunicativa y de su conducta
Examen motor – En algunos casos se ha encontrado hipotonía,
espasticidad, apraxia de un miembro y estereotipias motoras.
Audiometría – Evalúa su capacidad para escuchar sonidos
Pruebas de laboratorio:
Estudios metabólicos – Necesarios cuando existe un historial de letargia,
crisis epilépticas, vómitos constantes…
Estudios genéticos – Análisis de ADN.
Pruebas electrofisiológicas – Para diagnosticar arritmia. Permite saber el
tipo y gravedad de ésta.
Neuroimagen – Determina un déficit claro en las habilidades de
expresión en comparación con las habilidades de comprensión, en
ausencia de factores causales, como pérdida de audición, cambios
neurológicos debido a lesiones cerebrales…