Está en la página 1de 3

LAS CONTROVERSIAS CIENTÍFICAS

Las controversias científicas constituyen parte de la práctica científica y


tienen lugar cuando diferentes grupos de científicos han propuesto distintas
teorías para dar cuenta de algún fenómeno natural o social.
Las controversias suelen tener un desarrollo. Comienzan cuando surgen
teorías rivales, ambas con algún tipo de apoyo empírico, argumentación y
articulación con el resto de los campos de conocimiento. Se desarrolla la
controversia buscando el modo de decidir entre las teorías en conflicto, a
veces buscando nuevos datos, otras veces mostrando anomalías y dificultades
que una de las propuestas no puede sobrellevar. En varias oportunidades la
búsqueda de datos involucra esperar el desarrollo de nuevas tecnologías, de
manera que las controversias pueden desarrollarse a lo largo de varios años.
Los factores internos a la práctica científica, como el apoyo empírico o la
articulación entre teorías, son cruciales para la clausura o resolución de la
controversia, pero también debe ponerse de manifiesto que existen siempre
factores externos que se suman para dar el resultado final de la resolución de
la controversia.
Respecto a cuáles son los factores preponderantes para el cierre o clausura de
la controversia los filósofos debaten desde dos posturas diferentes:
internalismo y externalismo
Como se mencionó en las controversias científicas suelen existir factores
internos y factores externos a la práctica científica. Los primeros se asocian
con la metodología, el apoyo que los datos le otorgan a la teoría, la articulación
de la teoría con otras teorías ya aceptadas, etcétera. Los factores externos son
las preferencias sociales, culturales y la presión del resto de la sociedad sobre
la comunidad científica en favor de una perspectiva teórica en detrimento de
otra.
Podría darse el caso de que estos factores externos fueran de gran
importancia y así se impusieran a los factores internos. Una situación así
mostraría que es posible que la comunidad sostenga teorías contrarias a los
datos pero preferidas por motivos de otro orden. En general, los factores
externos suelen adquirir mayor importancia durante el período en el que los
datos no permiten tomar una decisión concluyente. Algunos filósofos del
movimiento llamado "neopositivismo" sostenían que si dos teorías cuentan
con igual apoyo empírico, se debe elegir aquella que favorezca el bienestar de
los trabajadores. Esta opinión es ciertamente un criterio totalmente externo a
la relación entre la teoría y los datos, pero que se pone en juego en la etapa en
que la contrastación no es suficiente para dirimir la discusión.
Un ejercicio siempre útil es poder distinguir de qué modo los factores
externos están presentes y favoreciendo o entorpeciendo la aceptación o el
rechazo de ciertas teorías. Un ejemplo lamentable es el de la teoría del
darwinismo social en que se pretendía dar respaldo a un accionar de unos
seres humanos sobre otros como si la teoría de la evolución habilitara al
exterminio. Aquí pueden señalarse dos cuestiones: 1) la teoría no tenía
suficiente apoyo empírico y jamás pudo adquirir consenso entre los científicos,
2) aun cuando la teoría hubiera sido corroborada no tiene las implicancias que
se le querían adjudicar. La pretendida superioridad no da derecho al
exterminio.
Otro ejemplo es aquel que impedía aceptar en la Grecia Antigua la teoría
de Aristarco, ya que para los datos de la época, tal teoría parecía un capricho
de complicación. Los datos avalaban tanto al geocentrismo como al
heliocentrismo de Aristarco, pero frente a la simplicidad y el carácter intuitivo
del geocentrismo, parecía caprichoso sostener el heliocentrismo.

INTERNALISMO: sostiene que el proceso de producción y validación del


conocimiento es independiente de las influencias externas, siendo sus
principales puntos de referencia la Historia de las Ideas y la Filosofía de la
Ciencia. Cree que la ciencia debe seguir su propia lógica y luchar por liberarse
de las interferencias de las fuerzas sociales, políticas y económicas.
EXTERNALISMO: mantiene que la ciencia está condicionada por la
estructura organizacional de la producción científica. Por tanto, debe ser
considerada en relación con otras ramas del conocimiento y con las
estructuras socioeconómicas circundantes. Recientemente, los externalistas se
han centrado en las relaciones entre ciencia, gobierno, política científica y la
comunicación entre los científicos

HISTORIOGRAFÍA CIENTÍFICA: Historiografía es una palabra que surge de


la unión de otras dos: historia + grafía, o lo que es igual: historia y escritura. De
ahí que este sea el concepto para definir un tipo de operación que debe
realizar el historiador en el proceso de construcción de una narración
histórica. Para satisfacer los intereses y afinidades de conocimiento de los
historiadores, existen múltiples corrientes historiográficas, cada una de ellas
con sus particularidades, sus ventajas y sus sesgos, que orientan al profesional
en historia y al público lector sobre tendencias y formas de interpretar los
acontecimientos pasados.

ANACRONISMO: Un anacronismo se refiere a algo que no se


corresponde o parece no corresponderse con la época a la que se hace
referencia. Por ejemplo, si en una obra de teatro que se desarrollara durante
la Antigua república romana apareciera un personaje usando una
computadora, la computadora sería un anacronismo.
DIACRONISMO: es el estudio de un fenómeno social a lo largo de
diversas fases históricas atendiendo a su desarrollo histórico y la sucesión
cronológica de los hechos relevantes a lo largo del tiempo

PERSPECTIVA WHIG: solamente considera de la historia los momentos


relevantes, dejando de lado a la luz de la historia de la ciencia las teorías
“erróneas” a la luz de la ciencia posterior. Por ejemplo un historiador desde
esta perspectiva, dejará de lado los fuertes intereses alquímicos que tenía
Newton.
← Se critica su linealidad y su anacronismo
PERSPECTIVA ANTI-WHIG: Los autores que rechazan la perspectiva whig
proponen, en su lugar, un ideal diacrónico que aborde los acontecimientos del
pasado en términos del contexto -creencias, teorías, métodos, etc.- vigente
en la época considerada.
← Se critica su diacrónismo

← Se sostiene que el enfoque diacrónico es utópico

← Se corre el riesgo que el conocimiento histórico sea sólo para especialistas

Esta antinomia historiográfica conduce a una muy diferente valoración


de los episodios del pasado. El historiador whig substancializa la ciencia como
entidad autónoma y suprahistórica; en relación con ella pueden evaluarse
logros y fracasos del pasado. Pero tal valoración carece de sentido para la
historiografía antiwhig, que prohíbe interpretar el pasado a la luz del
conocimiento presente y permite evaluar logros y fracasos sólo en relación con
el contexto de la época en que tales acontecimientos sucedieron. En ambos
casos, los relatos históricos resultantes suelen ser radicalmente diferentes.
La polémica whig versus antiwhig nos deja una importante enseñanza:
no existe una única manera correcta de escribir la historia. Todo relato
histórico implica necesariamente interpretación: la historia no es meramente
narrada, sino construida. La epistemología actual también reconoce la
imposibilidad de una objetividad absoluta en la historia.

También podría gustarte