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1.4. - Estructura de La Norma Jurã Dica
1.4. - Estructura de La Norma Jurã Dica
Con estas indicaciones podemos formarnos ya una idea bastante aproximada de lo que
es una norma jurídica. Sin embargo, para profundizar en su análisis, debemos examinar su
estructura lógica. Al hablar en este contexto de la estructura lógica de una norma jurídica,
partimos de su consideración como proposición o enunciado lingüístico. Y preguntar por la
estructura lógica de una proposición o enunciado lingüístico significa tanto como preguntarse
como indagar cuál es su articulación interna, su ordenación interior. Las normas jurídicas están
formadas por una serie de elementos comunes, distribuidos de acuerdo con una estructura
lógico – formal. Así, la mayor parte de las normas jurídicas están compuestas por tres
elementos:
a) En primer lugar, se alude al “qué”, esto es, al bien jurídico protegido por la norma
jurídica. Cuando se promulga una Ley, suele contener una suerte de introducción
que recibe el nombre de Exposición de Motivos, donde se menciona el bien jurídico
protegido, esto es, los intereses jurídicamente protegidos. Podemos definir bien
jurídico como el interés vital para el desarrollo de los individuos en una sociedad
determinada, que adquiere reconocimiento jurídico. El Derecho penal constituye
una buena fuente de ejemplos de bienes jurídicos protegidos por el Estado (vida,
propiedad, intimidad, libertad…). En el caso del Derecho penal, los bienes jurídicos
se justifican como una categoría que limita el poder punitivo (ius puniendi) del
Estado, un obstáculo capaz de impedir arbitrariedades. Los bienes jurídicos pueden
ser tanto individuales (los ya mencionados) como colectivos (protección del medio
ambiente, salud pública, seguridad…).
b) En segundo lugar, al “porqué” o al “para qué”, esto es, la finalidad, el motivo para
la creación de la norma. Se trata de lo que denominábamos, al referirnos a la
eficacia en sentido político, de la voluntad del legislador: los objetivos (políticos,
económicos o del tipo que sea) que se pretenden conseguir con la creación de la
norma. También podemos encontrar lo referido en la Exposición de Motivos
contenida en todas las leyes.
2º) Supuesto de hecho. Se trata, desde un punto de vista lingüístico, de una expresión
extraña y poco clara. Responde a la traducción literal del término alemán Tatbestand,
absolutamente extendida y muy consagrada, por lo que no hay más remedido que aceptarla.
Sería más exacto utilizar la expresión el “hecho supuesto” por la ley o el “supuesto fáctico”,
esto es, la configuración previa que la norma jurídica hace de un posible hecho real.
El supuesto de hecho de una norma jurídica constituye una previsión o una anticipación
hipotética respecto de una posible o una probable realidad futura. Gráficamente se expresa
con la proposición “si es A”: aquel que cometa un delito de robo con fuerza, aquel que alquile
un determinado bien…
El supuesto de hecho puede ser la descripción de una clase de personas (así, la clase de los
mayores de dieciocho años), o la descripción de una clase de objetos (así, la clase de los ríos), o
la descripción de una clase de acciones humanas (que una persona mate a otra, que una
preste dinero a otra, etc.).
3º) Consecuencia jurídica. Expresa lo que según el Derecho vigente se sigue si ocurre lo
que en el supuesto de hecho se describe, esto es, la respuesta del ordenamiento jurídico a un
determinado supuesto de hecho. La consecuencia jurídica puede ser la calificación normativa
de una acción humana como obligatoria, prohibida o permitida (así, la obligación de un juez de
imponer una sanción), o puede ser una propiedad institucional a una clase de personas (por
ejemplo, los propietarios), objetos (por ejemplo como bienes inmuebles), acciones humanas
(por ejemplo como asesinatos), o estados de cosas (así, cuando se declara al resultado de un
terremoto zona catastrófica, se atribuye la propiedad de zona catastrófica a un determinado
estados de cosas).
Gran parte de las normas jurídicas imponen el deber jurídico de cumplimiento. Si este
deber no se cumple, se desencadenan una serie de consecuencias mediante las cuales se trata
de reprobar la conducta antijurídica y de condenar al autor de la misma. La consecuencia
puede denominarse en sentido general “sanción”. Las sanciones que el ordenamiento jurídico
establece como consecuencia de la violación de las normas son muy diversas y en muchos
casos heterogéneas. No es posible por ello establecer una clasificación exhaustiva, pero sí
puede hacerse al menos una enumeración de las más importantes formas de sanción, que son
las siguientes:
En el ámbito del Derecho penal, encontramos, en primer lugar, las penas y las medidas de
seguridad, que ponen fin a un procedimiento y que son establecidas en las sentencias.
- Las medidas cautelares. En palabras del Diccionario del Español Jurídico, una medida
cautelar es un instrumento procesal de carácter precautorio que adopta el órgano
jurisdiccional, de oficio o a solicitud de las partes, con el fin de garantizar la
efectividad de la decisión judicial mediante la conservación, prevención o
aseguramiento de los derechos e intereses que corresponde dilucidar en el proceso.
Se adoptan a través de autos, que son resoluciones judiciales que no ponen fin al
procedimiento.
- La nulidad. Se califica como nulo en Derecho lo que carece de valor o efecto por
apartarse de lo dispuesto en una norma jurídica. Dispone el artículo 6.3 del Código
civil que “los actos contrarios a las normas imperativas y a las prohibitivas son
nulos de pleno derecho, salvo que en ellas se establezca un efecto distintos para el
caso de contravención”.
- La declaración de inconstitucionalidad. El Tribunal Constitucional podrá declarar
la inconstitucionalidad de una norma (vía recurso de inconstitucionalidad o
cuestión de inconstitucionalidad, anular un Tratado Internacional o anular
sentencias (recurso de amparo)