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Procedimientos Especiales

Prof. Carlos Hidalgo M.

MEDIDAS CAUTELARES y PROCEDIMIENTOS ESPECIALES


Material de apoyo

I.- LAS MEDIDAS CAUTELARES.

CAPITULO I.- ASPECTOS GENERALES DE LAS MEDIDAS CAUTELARES.


1.- Concepto:
Son aquellos procedimientos de carácter accesorio, encaminados a garantizar la
eficacia del proceso definitivo al cual acceden.
El proceso cautelar no es autónomo, porque siempre presupone la existencia de un
procedimiento principal o definitivo al cual accede. Sin embargo, para que exista un
proceso cautelar no es indispensable que el juicio definitivo llegue real mente a iniciarse,
sino que basta que el proceso cautelar se lleve a cabo en función de algún procedimiento
definitivo, como por ejemplo en las medidas prejudiciales precautorias cuando después de
haberse solicitado y concedido alguna, el demandante no deduce posterior mente la
acción.
Por otra parte, el procedimiento cautelar no necesariamente deberá ser un
procedimiento completo, sino que podrá consistir en un solo acto, en una sola resolución
del proceso definitivo. Así, por ejemplo, en materia de familia, se puede solicitar en un
mismo proceso la concesión de alimentos provisorios, mientras se resuelve respecto de
los definitivos.
2.- Procedimiento, acción y providencia o resolución cautelar:
La Clasificación de los procedimientos y de las acciones en declarativos,
ejecutivos y cautelares, se basa en los fines que las partes persiguen a través de las
resoluciones que se dicten. En consecuencia, para determinar las acciones y
procedimientos cautelares resulta necesario diferenciar previamente las resolucio nes
cautelares de otro tipo de resoluciones, para lo cual se atiende a tres factores:
a) Los fines perseguidos: las resoluciones o providencias cautelares tienen por
objeto impedir o evitar un peligro o daño jurídico derivado del retardo en obtener una
resolución o providencia definitiva;
b) La urgencia: la resolución cautelar ha de ser urgente, por cuanto si ella se
retarda, el daño potencial que se pretende evitar se transformará en daño efectivo;
c) La necesidad: ella deber ser indispensable para impedir que el daño temido
llegue a producirse o que el ya producido se agrave durante la sustanciación del proceso
definitivo, en la espera de la dictación de la sentencia y el efectivo cumplimiento de esta
última.
3- Clasificación de las resoluciones cautelares:
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a) Instructoras anticipadas: en general son las prejudiciales;


b) Resoluciones dirigidas a asegurar la ejecución forzada: son las medidas
precautorias;
c) Providencias decisorias anticipadas: son las que se dictan con el carácter de
interinas y provisorias, en espera de la sentencia definitiva.
d) Providencias contra cautelares: son aquellas que se dictan cuando la concesión
de alguna precautoria lleva aparejada la exigencia de garantizar a la contraparte los
perjuicios que dicha medida pudiere ocasionarle.
4. -Características de las resoluciones cautelares:
a) Son accesorias: no deciden sobre el fondo, sino que sólo aseguran el efectivo
cumplimiento de las resoluciones definitivas;
b) Son provisorias: no constituyen un fin en si mismas, sino que están
subordinadas a la dictación de la sentencia definitiva, cuyo resultado práctico tienden a
proteger;
c) Son preventivas: ellas tienen por objeto evitar la producción de algún perjuicio
jurídico por ello, para su dictación debe examinarse sí a lo menos existe la apariencia de
algún derecho y si existe peligro de que este derecho aparente quede insatisfecho.
Presupone la existencia de un procedimiento principal o definitivo al cual accede.
Sin embargo, para que exista un proceso cautelar no es indispensable que el juicio
definitivo llegue realmente a iniciarse, sino que basta que cautelar se lleve a cabo en
función de algún procedimiento definitivo, como por ejemplo en las medidas
prejudiciales precautorias a que nos referimos precedentemente, cuando después de
haberse solicitado y concedido alguna, el demandante no deduce posteriormente la
acción.
Por otra parte, el procedimiento cautelar no necesariamente deberá ser un
procedimiento completo, sino que podrá consistir en un solo acto, en una sola resolución
del proceso definitivo. Así, por ejemplo, se puede solicitar en un mismo proceso el
otorgamiento de alimentos provisorios, mientras se resuelve respecto de los definitivos.

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CAPITULO II. LAS MEDIDAS PREJUDICIALES.


1.- Reglamentación.
Las medidas prejudiciales se encuentran reglamentadas en el Título IV del Libro II
del Código de Procedimiento Civil (arts. 273 a 289). En el Proyecto se regulan en el
título XII del Libro I (arts 159 a 168 Prejudiciales Propiamente tales y Probatorias y
194 a 196 Prejudiciales Cautelar).
2.- Concepto.
Puede suceder que antes de la iniciación de un proceso determinado, las futuras
partes de él deban realizar alguna gestión con el objeto de preparar la entrada al juicio
mismo, mediante la obtención de ciertos datos que permitan fundamentar la demanda,
como por ejemplo saber si la persona a quien se pretende demandar tiene o no capacidad
para comparecer en juicio, también puede ser necesario llevar a cabo alguna diligencia
probatoria antes de la oportunidad legal correspondiente, como por ejemplo la recepción
de la declaración de algún testigo respecto de quien se tema que no estará en condiciones
de hacerlo en el probatorio, ya sea porque puede fallecer o ausentarse y, por último,
también puede ser necesario llevar a cabo alguna diligencia previa con el objeto de
asegurar el resultado práctico de la acción que se pretende deducir, como por ejemplo,
que se prohiba al futuro demandado la celebración de actos o contratos respecto de
alguna especie que se pretende reivindicar.
De acuerdo con lo expuesto, podemos decir que las medidas prejudiciales son
aquellos actos jurídicos procesales, anteriores al proceso mismo, que tienen por objeto
preparar la entrada a éste; disponer la práctica de alguna diligencia probatoria en forma
anticipada o asegurar el resultado práctico de la acción que se pretende deducir.
3.- Clasificación.
Las medidas prejudiciales se clasifican en:
a) Medidas prejudiciales preparatorias o propiamente tales
b) Medidas prejudiciales probatorias
c) Medidas prejudiciales precautorias
4.- Características.
Las medidas prejudiciales presentan las siguientes características comunes:
a) Se deben solicitar por una futura parte del proceso, normalmente la parte
demandante, y decretarse por el tribunal antes de la existencia del juicio.
b) Al encontrarse reguladas dentro del Libro II del Código de Procedimiento Civil,
“Del Juicio Ordinario”, son de aplicación general a toda clase de juicio de
conformidad a lo previsto en el artículo 3° del Código de Procedimiento Civil. Al
efecto debemos recordar que el referido precepto establece que “se aplicará el
procedimiento ordinario en todas las gestiones, trámites y actuaciones que no estén
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sometidos a una regla especial diversa, cualquiera que sea su naturaleza.”


c) El requisito general de otorgamiento para cualquier medida prejudicial consiste
en que quien las solicite debe expresar la acción que se propone deducir y
someramente sus fundamentos, de conformidad a lo previsto en el artículo 287 del
C.P.C.-
d) Sólo las puede solicitar el futuro demandante.
Excepcionalmente, el futuro demandado puede solicitar las medida prejudicial
preparatoria de reconocimiento de firma puesta en instrumento privado y las medidas
prejudiciales probatorias.( Art. 288 del C.P.C.).-

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CAPITULO III. LAS MEDIDAS PREJUDICIALES PREPARATORIAS O


PROPIAMENTE TALES.
1.- Concepto.
Las medidas prejudiciales preparatorias o propiamente tales son los actos jurídicos
procesales anteriores al juicio, que tienen por objeto preparar la entrada a éste.
2.- Titular.
El sujeto facultado por la ley para los efectos de solicitar las medidas prejudiciales
preparatorias es el futuro demandante de conformidad a lo previsto en el artículo 273 del
Código de Procedimiento Civil. Al efecto establece dicho precepto que “ El juicio
ordinario podrá prepararse, exigiendo el que pretende demandar de aquel contra quien se
propone dirigir la demanda:.....”.-
Por regla general, el futuro demandado no se encuentra facultado por la ley para
los efectos de solicitar una medida prejudicial preparatoria o propiamente tal. Sin
embargo, el legislador faculta excepcionalmente al demandado para los efectos de
solicitar la medida prejudicial preparatoria de reconocimiento jurado de firma puesto en
instrumento privado contemplada en el N° 5 del artículo 273 del Código de
Procedimiento Civil. Al efecto, señala el artículo 288 de ese cuerpo legal, que “toda
persona que fundadamente tema ser demandada podrá solicitar las medidas que
mencionan el número 5° del artículo 273 y los artículos 281, 284 y 286, para preparar su
defensa.”
3.- Requisitos.
Para el otorgamiento de una medida prejudicial propiamente tal o preparatoria el
legislador contempla un requisito general o común a toda medida prejudicial y requisitos
específicos respecto de algunas medidas prejudiciales preparatorias para los efectos de
poder ser concedidas por el tribunal.
a.- Requisito general o común para el otorgamiento de toda medida
prejudicial.-
El futuro demandante debe al solicitar una medida prejudicial, sea esta
preparatoria, probatoria o precautoria, señalar la acción que se propone deducir y
someramente sus fundamentos. El futuro demandado, en los casos excepcionales en los
cuales este se encuentra legitimado para solicitarlas, debe dar cumplimiento indirecto a
este requisito debiendo señalar cual es la persona que lo pretende demandar y
someramente los fundamentos de la pretensión que se haría valer en su contra. Al efecto,
se contempla expresamente este requisito general o común para solicitar cualquier medida
prejudicial en el artículo 287 del Código de Procedimiento Civil.- Establece al efecto
dicho precepto, que “ para decretar las medidas de que trata este Título, deberá el que las
solicite expresar la acción que se propone deducir y someramente sus fundamentos.”
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b.- Requisito específico para el otorgamiento de una medida prejudicial


propiamente tal o preparatoria.-
El requisito específico para el otorgamiento de una medida prejudicial
propiamente tal o preparatoria consiste en que el solicitante debe demostrar la necesidad
de que se decreten esas medidas para que pueda entrar al juicio. Al efecto, el inciso final
del art. 273 del Código de Procedimiento Civil establece que las medidas contempladas
en los cuatro primeros números de ese precepto se otorgarán por el tribunal sólo cuando
a su juicio sean necesarias para el demandante pueda entrar al juicio. Excepcionalmente,
tratándose de la medida de reconocimiento jurado de firma puesto en instrumento privado
no se contempla el cumplimiento de requisito específico alguno, bastando para su
concesión que sólo sé de cumplimiento al requisito común o general para el otorgamiento
de cualquier medida prejudicial. El inciso final del artículo 273 del Código de
Procedimiento Civil nos señala al regular el requisito específico para el otorgamiento de
una medida prejudicial preparatoria que “la diligencia expresada en el número 5° se
decretará en todo caso, las de los otros cuatro sólo cuando, a juicio del tribunal, sean
necesarias para que el demandante pueda entrar en el juicio.”
4.- Análisis particular de las diversas medidas prejudiciales propiamente tales
o preparatorias que se contemplan en el art.273 del C.P.C.
a.- Declaración jurada acerca de un hecho relativo a la capacidad del futuro
demandado para comparecer enjuicio, o a su personería o al nombre y domicilio de
sus representantes (273 N° l)
Si un futuro demandante tiene dudas respecto de la capacidad de la persona a la
que pretende demandar o a la extensión del mandato que inviste algún representante de
quien se desea demandar o respecto de los nombres y domicilios de esos representantes,
el futuro actor puede efectuar una presentación ante el Tribunal competente en la que se
contenga la solicitud de medida prejudicial de que se cite al futuro demandado al
Tribunal a una audiencia a fin de que preste declaración jurada sobre los hechos
anotados, debiendo en todo caso, el futuro demandante justificar la necesidad de esta
medida.
Recibida la presentación, el Tribunal la examinará y, si estima que ella es
necesaria para que el demandante pueda deducir su acción, dará lugar a ella y citará al
futuro demandado a una audiencia, a fin de que éste preste declaración jurada sobre los
puntos anotados.
Notificado el futuro demandado, éste puede asumir una de las siguientes
actitudes:
a) Comparecer y prestar la declaración jurada, con lo cual se termina la diligencia;
b) Comparecer y negarse a prestar declaración o dando respuestas evasivas;
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c) Negarse a comparecer:
En estos dos últimos casos podrá imponerse al desobediente multas de hasta dos
sueldos vitales o arrestos de hasta dos meses, los que serán determinados
prudencialmente en su extensión por el Tribunal, sin perjuicio de repetir la orden y el
apercibimiento (274).
b.- La exhibición de la cosa que haya de ser objeto de la acción que se trata de
entablar (Art. 273 N°2)
En caso de que la pretensión que desea intentar el futuro demandante diga
relación con alguna cosa corporal, puede ser necesario que el futuro demandante, para
preparar su demanda, necesite examinar previamente la especie, como por ejemplo para
determinar el estado en que ella se encuentra y los perjuicios que puede demandar por el
posible deterioro de la misma.
Al igual que en el caso anterior, el actor deberá indicar en su solicitud, además de
los requisitos generales de las medidas prejudiciales, los antecedentes que demuestren la
necesidad de la medida. El Tribunal resolverá la petición de plano, ya sea acogiéndola o
rechazándola, para lo cual tendrá en consideración si ella es necesaria o no para que el
futuro demandante pueda deducir correctamente su pretensión.
Si se accede a la medida, el Tribunal dispondrá la citación del futuro demandado a
una audiencia determinada para que proceda a la exhibición. En este caso pueden
presentarse las siguientes situaciones (Art.275):
a) La cosa se encuentra en poder del futuro demandado: en este caso podrá
cumplir con la obligación ya sea exhibiendo físicamente el objeto en el Tribunal o dando
al futuro demandante las facilidades para que éste examine la especie en el lugar donde
ella se encuentra.
b) La cosa se encuentra en poder de terceros: la persona cumplirá su obligación
expresando el nombre y residencia de los terceros o señalando el lugar donde el objeto se
encuentre.
Sanciones: (art.276)
Si se niega la exhibición de la cosa, sea por parte del futuro demandado o de los
terceros que revistan el carácter de meros tenedores, podrá apremiárseles con multas o
arrestos en la forma ya vista y también podrá disponerse el allanamiento del local donde
se halle el objeto.
Escrituración: el futuro demandante podrá exigir que se deje testimonio en el
expediente del estado de conservación del objeto exhibido (art.283).
c.- Declaración jurada o exhibición de título de parte del simple tenedor de la
cosa (art.282):
En caso que el futuro demandante tenga dudas acerca de si la persona en cuyo
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poder se encuentra la especie que pretende demandar, detenta algún título sobre ella,
podrá solicitar se cite a éste a una audiencia a fin de que declare al respecto y, para el
caso que señala que no es el dueño de la especie declare igualmen te el nombre y
residencia de la persona en cuyo nombre la tiene y exhiba el título de su tenencia.
En este caso también el futuro demandante deberá señalar los antecedentes que
demuestren la necesidad de la medida y cumplir con los requisitos generales y el
Tribunal se pronunciará de plano; cuando estime la diligencia como necesaria para que el
demandante pueda entrar al juicio dará lugar a ella y, en caso contrario la denegará.
En la audiencia el compareciente deberá declarar si es poseedor o mero tenedor.
Si señala ser poseedor, la diligencia concluye. En cambio, si dice ser simple tenedor de la
especie deberá:
a) Declarar bajo juramento el nombre y residencia de la persona en cuyo nombre
la tiene y.
b) Exhibir el título de su tenencia; en caso de que señale carecer de título escrito,
deberá declarar esa circunstancia bajo juramento.
Sanción:
en caso de negativa a practicar alguna de las diligencia señaladas se podrá
apremiar al renuente en la forma antes vista, con multas y arrestos.
d.- Exhibición de sentencias, testamentos, inventarios, tasaciones, títulos de
propiedad u otros instrumentos públicos o privados que por su naturaleza puedan
interesar a diversas personas (art.273 N°3)
Si el futuro demandante necesita examinar alguno de los documentos ya indicados
para los efectos de presentar su demanda, podrá intentar esta medida prejudicial,
debiendo su solicitud cumplir con los requisitos generales y además señalar los
antecedentes que justifiquen que la medida es necesaria. El Tribu nal, al igual que en los
casos anteriores, resolverá la petición de plano acogiéndola o rechazándola cuando a su
juicio la diligencia sea necesaria para que el demandante pueda entrar en el juicio.
En todo caso, el Tribunal para determinar la procedencia de la medida deberá
tener en consideración que debe tratarse de documentos que puedan interesar a diversas
personas, especialmente al demandante, y que no se trate de documentos esencialmente
privados o personales.
Al acceder al Tribunal a la medida citará al futuro demandado a una audiencia a
fin de que proceda a exhibir los documentos de que se trate, de los que se dejará copia en
lo pertinente, si el futuro demandante así lo solicita.
Si, los documentos se encuentran en poder del futuro demandado y éste se niega a
su exhibición podrá ser apremiado en la forma antes señalada o ser sancionado con la
pérdida del derecho a hacerlos valer posteriormente, a menos que la contrapar te los haga
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valer en apoyo a su defensa (art.277), que justifique la no exhibición o cuando se refieran


a hechos distintos de los que motivaron la exhibición.
Si los documentos se encuentran en poder de un tercero no podrá llevarse a cabo la
diligencia y el futuro demandante sólo podrá solicitar la exhibición durante la secuela del
proceso en la forma que señala el artículo 349 del CPC.
e.- Exhibición de libros de contabilidad relativos a negocios en que tenga
parte el solicitante. (arts.273 N° 4, 277CPC y arts.33, 42 y 43 del C. de C.)
Esta medida es similar a la precedente con las siguientes diferencias:
a) Debe tratarse de libros de contabilidad correspondientes a negocios en que
tenga parte el solicitante;
b) Si se trata de libros de contabilidad de un comerciante, no procede disponer la
exhibición general de los mismos, sino que debe concretarse a los asientos que tengan
una relación necesaria con los hechos y al examen general para determinar que los libros
han sido llevados correctamente. Además la exhibición deberá efectuarse en el lugar
donde se llevan los libros y en presencia del dueño de los mismos o de la persona que
éste señale (art. 43 C de C).
c) Tratándose de libros de contabilidad mercantiles, en caso de negativa a la
exhibición, además de las sanciones señaladas en la medida anterior, será juzgado por los
asientos de los libros de la contraparte sin admitírsele prueba en contrario (art. 33 C de
C).
f.- Reconocimiento jurado de firma puesta en instrumento privado. (art.273 N
5 y 278)
A diferencia de las medidas prejudiciales anteriormente señaladas, ésta puede ser
solicitada tanto por el futuro demandante como por el futuro demandado y la solicitud
pertinente sólo requerirá indicar los requisitos generales, ya que, conforme al artículo 273
inciso final, esta diligencia se decretará en todo caso. Es decir, el Tribunal siempre deberá
dar lugar a ella.
Al resolver la presentación, el Tribunal citará al futuro demandante o futuro
demandado a una audiencia determinada en la cual la persona deberá declarar bajo
juramento si la firma puesta en el documento que se le exhibe es suya o no.
Sanciones:
Si el citado no comparece o sólo da respuestas evasivas se tendrá por reconocida
la firma.
g.- Constitución de mandatario judicial (285)
Cuando exista motivo fundado para temer que una persona se ausente del país en
breve tiempo, el futuro demandante podrá solicitar como medida prejudicial que
constituya un mandatario judicial en el lugar donde se seguirá el juicio, a fin de que lo
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represente y responda por las multas y costas, bajo apercibimiento de nombrársele un


curador de bienes.
La solicitud respectiva deberá reunir los requisitos generales antes indicados y el
Tribunal la resolverá de plano. Si accede a ella, se notificará al futuro demandado para
que proceda a nombrar al mandatario, bajo el apercibimiento señalado si se au senta del
país sin haber efectuado dicho nombramiento.

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CAPITULO IV. LAS MEDIDAS PREJUDICIALES PROBATORIAS.


1.- Concepto.
Las medidas prejudiciales probatorias son los actos jurídicos procesales anteriores
al juicio, que tienen por objeto obtener la rendición de los medios de pruebas establecidos
por el legislador que pudieren ser con posterioridad durante el curso del juicio de difícil
realización o recayeren sobre hechos que puedan fácilmente desaparecer.
2.- Titular.
El sujeto facultado por la ley para los efectos de solicitar las medidas prejudiciales
probatorias es el futuro demandante de conformidad a lo previsto en los artículos 281,
284 y 286 del Código de Procedimiento Civil. Además, y como regla general, el futuro
demandado también se encuentra facultado por la ley para los efectos de solicitar una
medida prejudicial probatoria. Al efecto, el legislador faculta excepcionalmente al
demandado para los efectos de solicitar las medidas prejudiciales probatorias en el
artículo 288 de ese cuerpo legal, al señalarnos que “toda persona que fundadamente tema
ser demandada podrá solicitar las medidas que mencionan el número 5° del artículo 273 y
los artículos 281, 284 y 286, para preparar su defensa.”
3.- Requisitos.
Para el otorgamiento de una medida prejudicial probatoria el legislador contempla
un requisito general o común a toda medida prejudicial y requisitos específicos respecto
de algunas medidas prejudiciales probatorias para los efectos de poder ser concedidas por
el tribunal.
a.- Requisito general o común para el otorgamiento de toda medida
prejudicial.
En esta materia nos remitimos a lo señalado respecto al cumplimiento de este
requisito en relación con la medida prejudicial propiamente tal, el cual es común a toda
medida prejudicial que se solicite, incluidas las medidas prejudiciales probatorias,
consistente en que el futuro demandante debe al solicitar una medida prejudicial, sea esta
preparatoria, probatoria o precautoria, señalar la acción que se propone deducir y
someramente sus fundamentos.
El futuro demandado, en los casos excepcionales en los cuales este se encuentra
legitimado para solicitarlas, debe dar cumplimiento indirecto a este requisito debiendo
señalar cual es la persona que lo pretende demandar y someramente los fundamentos de la
pretensión que se haría valer en su contra.
Al efecto, se contempla expresamente este requisito general o común para solicitar
cualquier medida prejudicial en el artículo 287 del Código de Procedimiento Civil.-
Establece al efecto dicho precepto, que “ para decretar las medidas de que trata este
Título, deberá el que las solicite expresar la acción que se propone deducir y
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someramente sus fundamentos.”


b.- Requisito específico para el otorgamiento de una medida prejudicial
probatoria.-
El Código de Procedimiento Civil contempla en sus artículos 281, 284 y 286 la
posibilidad de solicitarse como medidas prejudiciales probatorias la inspección personal
del tribunal, informe de peritos nombrados por el tribunal o certificado de ministro de fe;
la absolución de posiciones; y la prueba de testigos respectivamente, contemplándose
diversos requisitos y procedimiento para que ellas se lleven a efecto.
4.- Análisis particular de las diversas medidas prejudiciales probatorias (art.
281, 284 y 286 CPC)
a.- Inspección ocular, informe pericial y certificado.
La inspección ocular del Tribunal es un medio probatorio consistente en el
examen personal que efectúa el Juez de los hechos o circunstancias materiales
controvertidas, a fin de establecer cómo son ellas en realidad. Así, por ejemplo si se
controvierte el hecho de que un muro tiene dos metros de altura, la forma más fácil de
acreditar la efectividad o falsedad de ese hecho es mediante la inspección personal del
Tribunal a ese muro.
El informe pericial es un medio probatorio consistente en el dictamen que evacua
una persona experta en determinadas materias que son controvertidas en el proceso y
respecto de las cuales el Tribunal carece de los conocimientos técnicos necesarios. Por
ejemplo, si se discute en un proceso si un muro determinado amenaza o no con
derrumbarse, se pide un informe al respecto a un ingeniero.
El certificado de un Ministro de fe; existen ciertas personas a las cuales la ley les
otorga el carácter de Ministro de fe, vale decir, personas a las cuales a las cuales la ley les
da la atribución de atestiguar hechos en forma indubitada; así, por ejemplo, los notarios
dan fe que una escritura pública determinada ha sido otorgada en la forma que en ella se
indica.
Para que pueda disponerse la práctica de alguna de las medidas antes señaladas, es
necesario que el interesado presente la solicitud correspondiente, en la cual deberá
señalarse los requisitos generales antes referidos, es decir, la acción que se preten de
deducir y someramente sus fundamentos. (La ley en el art. 287 sólo se refiere al futuro
demandante al establecer los requisitos aludidos, pero estimamos que si el que solicita la
medida es el posible futuro demandado, éste deberá cumplir igualmente con esa
obligación en la forma que ello sea posible, señalando la acción que se pretende deducir
en su contra y someramente los fundamentos que estima en que podrá fundarse).
El interesado además deberá justificar que existe peligro inminente de un daño o
perjuicio o que se trata de hechos que pueden fácilmente desaparecer.
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El Tribunal examinará los antecedentes y, si estima que la medida es conducente,


dará lugar a ella. Tratándose de inspección ocular, procederá en ese mismo acto a señalar
el día y hora en que ésta se llevará a efecto; si se trata del nombramiento de peritos,
designará a éstos en la misma resolución; ello, a diferencia de la norma general que
veremos más adelante relativa al nombramiento de éstos, que exige citar previamente a
las partes a un comparendo.
Para la práctica de estas diligencias deberá notificarse a la contraparte la
resolución respectiva, siempre que dicha parte se encuentre en el lugar de asiento del
Tribunal o en aquél en que debe efectuarse la diligencia probatoria. En caso contrario,
será necesaria la intervención del defensor de ausentes (281)
b.- Absolución de posiciones (art 284)
Este medio probatorio viene a ser la confesión judicial provocada mediante
interrogatorio y bajo juramento.
La absolución de posiciones como medida prejudicial probatoria sólo procede en
aquellos casos en que existe motivo fundado para temer que una persona a quien se
pretende demandar o de quien se teme que va a deducir demanda, se ausen tará del país en
breve tiempo.
En este caso el interesado en su escrito debe cumplir con los requisitos generales y
deberá además acompañar minuta de interrogatorio; el Tribunal examinará la minuta y, si
estima que los puntos son procedentes, lo declarará así y fijará día y hora para que se
lleve a cabo la diligencia.
La ley señala expresamente que la resolución que ordena practicar esta medida
prejudicial no es susceptible de recurso alguno; por lo tanto, tratándose de alguna de las
otras prejudiciales debe concluirse, a contrario sensu, que proceden los recursos
conforme a las normas generales.
Actitudes que puede asumir el citado:
a) Comparecer a la audiencia y absolver las posiciones, es decir, contestar las
preguntas;
b) Que se ausente dentro de los treinta días siguientes de haber sido notificada,
dejando apoderado con autorización o instrucciones bastantes para absolver posiciones
durante el proceso; en este caso la diligencia se llevará a cabo durante el proceso mismo y
las posiciones serán absueltas por el apoderado designado;
c) Que se ausente del país sin prestar la confesión y sin dejar mandatario; en este
caso se sanciona al renuente teniéndolo por confeso durante la secuela del proceso
mismo; lo anterior, a menos que la ausencia aparezca suficientemente justificada.
c.- Declaraciones de testigos (286)
Procede esta medida cuando existen motivos graves para temer que los testimonios
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no podrán ser recibidos en la oportunidad procesal correspondiente.


Al igual que en el caso anterior, la solicitud deberá reunir los requisitos generales,
debiendo el solicitante indicar los puntos sobre los cuales solicita la declaración del o de
los testigos. El Tribunal, si estima conducente la diligencia, calificará la procedencia de
los puntos del interrogatorio y citará al testigo a una audiencia determinada, a fin de que
preste declaración. Esta resolución igualmente deberá ser notificada a la contraparte,
cuando se halle en el lugar en que funciona el Tribunal o donde deberá tomarse la
prueba; en lo demás se procederá con la intervención del defensor de ausentes.

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C A P I T U L O V. LAS MEDIDAS PRECAUTORIAS


1.- Reglamentación.
Las medidas precautorias se encuentran reglamentadas en el Título V “De las
Medidas Precautorias” del Libro II “Del Juicio Ordinario” del Código de Procedimiento
Civil, el que comprende los artículos 290 a 302 de ese cuerpo legal. En el Proyecto, se
reglamentan bajo la denominación de medidas cautelares en el Capítulo II Medidas
Cautelares del Título XII Medidas Prejudiciales y Cautelares del Libro I Disposiciones
Generales.
La referida ubicación respecto de la regulación de las medidas precautorias en el
C.P.C. reviste particular trascendencia, puesto que sus normas deben ser aplicadas en
todo otro procedimiento a falta de norma especial, conforme a lo establecido en el
artículo 3º del Código de Procedimiento Civil.
En tal sentido, se ha declarado por nuestra Jurisprudencia que “a falta de reglas
especiales, las medidas precautorias son instituciones o disposiciones comunes
aplicables a todo procedimiento y que su ubicación hubiere sido más lógica dentro del
Libro I del Código de Procedimiento Civil, lo que no es obstáculo para su aplicación a
otros procedimientos diferentes del juicio ordinario en presencia de lo que dispone el
artículo 3º del citado código, esto es, de que el procedimiento ordinario se aplicara en
todas las gestiones, trámites o actuaciones que no tengan una regla especial diversa,
cualquiera que sea su naturaleza, por lo que las disposiciones pertinentes del juicio
ordinario asumen el rol de derecho supletorio respecto del articulado correspondiente no
solo a los juicios especiales contenidos en el Libro III del Código de Procedimiento
Civil.1
2.- Fundamento e importancia.
La doctrina comparada ha entendido que la tutela cautelar encuentra sustento
inmediato en el derecho de todo ciudadano a la tutela judicial efectiva. 2Se dice que la
protección de los derechos de los ciudadanos no es suficiente con el puro desarrollo
jurisdiccional y la sentencia definitiva dotada de fuerza de cosa juzgada; es fundamental
establecer mecanismos o herramientas que permitan hacer frente al tiempo que supone la
actuación del proceso. Aquí la tutela cautelar toma la dimisión de un derecho específico
del ciudadano: el derecho a que la sentencia se cumpla en sus propios términos. Este
derecho podría verse amenazado frente a actitudes y situaciones que puedan dificultar o
imposibilitar el cumplimiento del fallo. Por tal motivo, el legislador se encuentra en el
imperativo de crear y regular un régimen cautelar capaz de satisfacer íntegramente la
tutela de derechos de los ciudadanos. Un sistema procesal que no contemple una tutela

1
Corte Suprema. Revista Fallos del Mes, no. 175, junio, 1973, Pág. 85.
2
Ortells, Manuel, Las medidas cautelares, Editorial La Ley, Madrid, 2000, pp. 85 y siguientes.
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cautelar podría infringir el derecho a la tutela judicial efectiva, y más específicamente, a la


posibilidad de que la sentencia se cumpla en sus propios términos.
3.- Concepto.
Las medidas precautorias son las providencias pronunciadas por el tribunal, a
petición del sujeto activo del proceso, que tienen por finalidad asegurar el resultado de la
pretensión hecha valer, cuando se ha demostrado durante el curso del procedimiento la
apariencia o verosimilitud de la existencia de la pretensión cuya satisfacción se pretende
y que existe el peligro de que ella puede ser burlada antes de la dictación de la sentencia
definitiva.
4.- Características.
a.- Las medidas precautorias son infinitas:
Las medidas precautorias en el proceso civil de que puede valerse el sujeto activo
de la relación procesal no se limitan a las enumeradas en el Artículo 290, sino que se
extienden a todo acto que sea asegurador o protector de la pretensión deducida y de la
sentencia favorable que se pudiera pronunciar
b.- Son medidas protectoras o deben ser proporcionadas a la pretensión hecha
valer y a la cual cautelan provisionalmente hasta la ejecutoriedad de la sentencia
definitiva.
La finalidad cautelar de las medidas precautorias de asegurar el resultado de la
pretensión hecha valer por el demandante es de la esencia de ellas, por lo que su objetivo
será siempre el de impedir que el demandado eluda el futuro cumplimiento efectivo de la
sentencia. En otras palabras, las medidas cautelares deben guardar proporcionalidad en
relación con la pretensión que se debe hacer efectiva en el proceso.
c.- Son instrumentales
Las medidas cautelares patrimoniales, lejos de constituir un fin en sí mismas,
obedecen precisamente a la futura emanación de una resolución definitiva, cuya eficacia
práctica aseguran con carácter preventivo. Las cautelares patrimoniales encuentran su
fundamento y justificación en la necesidad de garantizar preventivamente el fallo
definitivo, evitando así que una vez recaído no sea capaz de desplegar toda su eficacia
por haber disminuido e incluso, desaparecido los bienes sobre los cuales hacer efectivas
las responsabilidades pecuniarias declaradas en la sentencia.
d.- Son de carácter excepcional.
La medida cautelar reviste un carácter excepcional, puesto que tiende a alterar la
situación de igualdad que las partes deben tener en un proceso, y además en el curso de
la investigación, la que requiere ser racional y justa por mandato expreso del art. 19 N°3
del Código de Procedimiento Penal.
e.- Deben ser necesarias para prevenir el peligro en la demora del proceso para
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permitir que se burle la eficacia de la sentencia que se dicte.


Las medidas cautelares patrimoniales en el proceso, como cualquier medida
cautelar reviste un carácter excepcional, por lo que no sólo requieren de la existencia del
fummus boni iuris, sino además que concurra el periculum in mora, o el peligro en la
demora que importa que durante el curso del proceso puedan realizarse conductas por
parte del sujeto pasivo que conduzcan a la imposibilidad de cumplir la sentencia
condenatoria que se haya de dictar en su contra
f.- Son esencialmente provisionales
Las medidas cautelares patrimoniales tienen una duración limitada a aquel periodo
de tiempo que deberá transcurrir entre la emanación de la providencia cautelar y la
emanación de otra providencia jurisdiccional definitiva que ha de resolver el conflicto.
Sin embargo, es menester tener presente que no obstante el carácter provisorio de
esas medidas ellas permanecen vigentes durante todo el curso del juicio hasta que se
encuentre ejecutoriada la sentencia definitiva o interlocutoria que haya puesto término al
juicio que se hubiere pronunciado en el proceso, y siempre que no sean desfavorable al
demandado.
g.- Son acumulables:
Esta característica de las medidas precautorias se desprende de lo establecido en
dos preceptos legales: el artículo 290 y 300 del C.P.C. El artículo 290 del C.P.C. nos
señala que primero de los preceptos citados señala que “ ...... puede el demandante en
cualquier estado del juicio... pedir una o más de las siguientes medidas
h.- Son sustituibles por una garantía suficiente.
Esta característica se desprende de lo establecido en la parte final del artículo 301,
que nos señala que las medidas precautorias ".... deberán hacerse cesar siempre que ... se
otorguen cauciones suficientes".
La caución puede ser de cualquier naturaleza (fianza, hipoteca, etc.) , pero debe
ser suficiente para poder alzar la medida decretada.
i.- Pueden tener el carácter de prejudiciales.
Las medidas precautorias se encuentran concebidas para los efectos de poder ser
solicitadas por el sujeto activo del proceso y ser concedidas durante el curso del juicio.
Sin embargo, nuestro legislador posibilita excepcionalmente que ellas puedan ser
solicitadas por el futuro demandante antes de entrar al juicio como medida prejudicial,
debiendo en tal caso darse cumplimiento a todos los requisitos que al efecto contempla
nuestro legislador y que analizaremos más adelante.
j.- Responsabilidad
Las medidas cautelares se conceden por cuenta y riesgo de quien las solicita.
5. Requisitos generales y comunes para decretar las medidas precautorias.
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a.- Debe existir una solicitud de la parte activa para que se pueda decretar
una medida precautoria.
En primer lugar, debemos tener presente que respecto de nuestros tribunales rige
la base orgánica de la pasividad (art. 10 C.O.T.) y que nuestro procedimiento civil se
rige por el principio dispositivo, de acuerdo con los cuales el impulso del procedimiento
radica en las partes y el tribunal no puede actuar de oficio a menos que lo faculte alguna
norma especial. Por "solicitud de parte" hemos de entender cualquiera presentación que
se formule por la parte que desee obtener del tribunal que pronuncie una resolución
decretando una determinada medida precautoria.
La parte que se encuentra legitimada para solicitar una medida precautoria en el
proceso es la que ha hecho valer una pretensión dentro de él, puesto que la medida
precautoria tiende a resguardar la satisfacción práctica de ella una vez que se ha
reconocido en la sentencia definitiva que se ha de dictar en el proceso.
De acuerdo con ello, los sujetos legitimados para solicitar una medida precautoria
en el procedimiento civil son el demandante, para cautelar la satisfacción de la
pretensión hecha valer en la demanda, y el reconviniente, respecto de la contrapretensión
hecha valer en su demanda reconvencional.
b. Debe existir una demanda deducida por el actor dentro del proceso.
Como momento inicial del juicio, pensamos que la medida precautoria puede
solicitarse desde que existe constituido el proceso, o en otras palabras, desde que se ha
trabado la relación procesal. En este sentido, se ha resuelto que para solicitar medida
precautoria es necesario que esté notificada la demanda. Desde ese momento se entiende
existir juicio.3 El transcurso del término de emplazamiento no es un requisito de existencia,
sino que de validez para la constitución del proceso.
En caso que no exista aún el juicio, debemos tener presente que la medida
precautoria también es posible que ella sea solicitada, pero en el carácter de prejudiciales
precautorias (esto es, antes de presentarse siquiera la demanda y aún sin previa notificación
de la persona contra quien se dictan (artículo 302, inciso 2º C.P.C...).
En cuanto al instante preclusivo para ejercer la facultad de solicitar una medida
precautoria dentro del juicio, debemos tener presente que el inciso primero del artículo
433 del C.P. C. nos señala que "citadas las partes para oír sentencia, no se admitirán
escritos ni pruebas de ningún género.
Sin embargo, el inciso segundo de ese precepto menciona expresamente algunas
excepciones a ese regla general, al señalarnos que ello “ se entiende sin perjuicio de lo
dispuesto por los artículos 84 (incidente de nulidad procesal) , 159 (medidas para mejor
resolver) y 290 (medidas precautorias) ".
3
Corte de Apelaciones de Concepción, 2 de junio de 2016, Rol 578-2016
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En consecuencia, en el juicio ordinario de mayor cuantía, en primera instancia, se


pueden pedir medidas precautorias incluso después de citadas las partes a oír sentencia
por disposición expresa de la ley, regla que debemos extender al resto de los
procedimientos a los cuales se incorporó el trámite para oír sentencia por la Ley 18.705
de 24 de mayo de 1988.
Respecto de la segunda instancia, un fallo de nuestros tribunales ha señalado que
"las medidas precautorias puede concederlas el juez de la causa en cualquier estado del
juicio y aunque se encuentre ante un tribunal superior por un recurso de apelación en
ambos efectos". Repertorio C.P.C. Tomo II. pág. 36.
Es más, "si el juicio se encuentra en casación, aun durante la tramitación de este
recurso puede el juez de primera instancia resolver la solicitud sobre medidas
precautorias". Repertorio C.P.C. Tomo II. pág. 36.
En consecuencia, en cualquiera que sea la instancia en que el juicio se encuentre o
el tribunal que esté conociendo de él con motivo de la interposición de algún recurso de
casación, la solicitud de concesión de una medida precautoria debe ser conocida y
decretada por el tribunal que conoce del asunto en primera o única instancia.
Tratándose de una apelación, si esta se ha concedido en el sólo efecto devolutivo,
no existe problema en seguir la misma regla anterior. Ahora, si está concedida en el
efecto suspensivo, de acuerdo a la jurisprudencia, también debe conocer de ellas el
tribunal de primera o única instancia, y en este caso, al no contar con el expediente el
tribunal de primera o única instancia, deberá enviar un oficio al tribunal ante el cual esté
tramitándose el recurso, a fin de que le remita el expediente para poder pronunciarse
sobre la solicitud de medida precautoria presentada.
Al efecto, nuestra jurisprudencia ha declarado que “Las medidas precautorias
pueden pedirse en cualquier estado del juicio, y no ocurriría esto si no pudiesen
solicitarse mientras la causa principal se encuentre en apelación, con tanto más razón
cuanto que la resolución que sobre el particular se dicte no influye de ningún modo en la
causa principal, ya sea que se dé lugar a las medidas solicitadas, ya sea que se rechacen,
pues se trata de un asunto que no tiene relación alguna con la tramitación y fallo del
juicio.
c. El demandado debe poseer bienes, puesto que sobre ellos debe recaer una
medida precautoria de carácter real o patrimonial.
Al ser la pretensión deducida en juicio de contenido eminentemente patrimonial
resulta indispensable, que para poder cumplir una sentencia favorable existan bienes del
demandado sobre los cuales ha de recaer el cumplimiento. De acuerdo con ello, "no
pueden decretarse medidas precautorias sino sobre bienes del que figure como
demandado en el juicio respectivo".
19
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En segundo lugar, debemos tener presente que la medida precautoria no recae


sobre todo el patrimonio del deudor, sino que respecto de bienes precisos y determinados
del mismo y que puedan ser objeto de embargo y posterior liquidación para efectuarle
con su producto el pago al acreedor una vez dictada una sentencia definitiva que cause
ejecutoria o se encuentre ejecutoriada.
De acuerdo con ello y desde el punto de vista del solicitante de la medida
precautoria, los bienes sobre los que recae la medida tienen que ser individualizados en
forma precisa, de manera tal que no quepa duda alguna respecto de la identidad de la
cosa o bien de que se trata. Si son varios (los bienes muebles respecto de los cuales se
solicita la medida ( por ejemplo, los bienes muebles embargables que se encuentren en el
domicilio del demandado), la especificación de ellos debe realizarse en el acta que
confecciona el ministro de fe, previa orden del tribunal, al practicar la medida
precautoria.
En tercer término, debemos tener presente que los bienes sobre los que recae la
medida precautoria, por expresa disposición de la ley, deben ser los estrictamente
necesarios para garantizar el resultado de la pretensión hecha valer.
d.- El demandado no debe poseer bienes suficientes para los efectos de
responder en el futuro respecto de la sentencia definitiva que se dicte en su contra
al término del proceso.
El requisito general para poder decretar una medida precautoria del periculum in
mora no tiene una formulación general en una norma dentro del C.P.C.. Sin embargo, la
exigencia del periculum in mora como peligro de infructuosidad en la medida cautelar
conservativa se desprende como regla general al ser un principio que está inmanente en
diversos preceptos específicos que regulan las diversas especies de medidas
precautorias, consistente en las garantías económicas del demandado no deben ser
suficientes para asegurar el posterior cumplimiento de la sentencia que se dicte.
Si el demandado posee bienes suficientes para responder de una sentencia
desfavorable, el actor deberá contentarse con el "Derecho de garantía general", que le
reconoce el artículo 2465 Código Civil, el cual le permitirá en su oportunidad hacer
efectivo el cumplimiento de la sentencia definitiva que se dicte en el proceso.
Sin embargo, existen casos excepcionales en los cuales el periculum in mora ha
sido ya calificado por el legislador al contemplar la procedencia de una determinada
precautorias, y en ellos no se considera la exigencia de acreditar que las facultades
económicas del demandado no ofrecen garantía suficiente o que pretenderá ocultar sus
bienes para los efectos de conceder una medida precautoria.
En efecto, la exigencia de la insuficiencia de bienes del demandado o el peligro de
que procurara ocultar sus bienes sólo se hace necesaria tratándose de las medidas
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precautorias de retención y de prohibición de celebrar actos y contratos cuando ella se


solicita para que recaigan sobre bienes del demandado que no son materia del juicio. En
cambio, tratándose de bienes del demandado que son objeto del juicio, como la
reivindicación o restitución de especie o cuerpo cierto, la medida precautoria debe
concederse siempre, sin importar el análisis de las facultades económicas del
demandado.
Corresponde al peticionario de la medida, esto es, al sujeto activo, acreditar que
las facultades económicas del demandado son insuficientes para asegurar el
cumplimiento de la sentencia definitiva que se ha de dictar en el proceso. La solvencia
del patrimonio del demandado es un requisito general que se debe apreciar considerando
no sólo todos los juicios que tenga, con un contenido directo o indirectamente de
carácter patrimonial, sino que además las obligaciones que tenga contraídas y que deberá
cumplir en el futuro.
e. El solicitante de la medida precautoria debe acompañar comprobantes que
constituyan a lo menos una presunción grave del derecho que reclama.
Otro de los requisitos esenciales que deben cumplirse para que pueda ser
decretada una medida precautoria es la concurrencia del fummus boni iuris, el cual
permite garantizar en definitiva un tratamiento igualitario de las partes en el proceso.
En efecto, si no se exigiera el cumplimiento de este requisito para el otorgamiento
de una medida precautoria, significaría que el legislador estaría colocando al
demandante siempre en una posición de privilegio respecto del demandado en el
proceso, al permitirle siempre que aún cuando aparentemente no tuviere la razón
respecto de la pretensión hecha valer, pudiera a través de una medida precautoria
perturbar el libre ejercicio de las facultades que el demandado posee respecto de sus
bienes durante el curso del proceso.
La voz "comprobante" tiene un alcance amplio y permite comprender dentro de
ella a todo medio de prueba destinado a configurar la presunción grave del derecho que
se reclama y no puede ser interpretada en un sentido restringido y como sinónimo de
prueba instrumental.
A su turno, la presunción grave es aquella que lleva a la convicción del tribunal la
sensación de que hay un principio de existencia del hecho de que se trata.
Lo anterior quiere decir que la presunción produce un impacto en el juzgador
acerca no de la existencia perfecta del hecho, pero sí que hay un principio de existencia
del mismo
f.-El demandante debe rendir previamente caución en los casos en que se
pretenda obtener que se decrete una medida precautoria en que el tribunal así lo
haya determinado, ya sea porque la ley lo faculta o lo exija el legislador.
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Debemos recordar que por regla general, no se contempla en nuestra legislación la


exigencia que el actor otorgue una caución para los efectos de garantizar al demandado
el pago de los daños y perjuicios que pudieran ocasionarse con motivo del otorgamiento
de una medida precautoria.
Sin embargo, el tribunal se encuentra facultado para exigir al actor que rinda
previamente caución para los efectos de otorgar una medida precautoria que no se trate
de las expresamente autorizadas en la ley de conformidad a lo establecido en la última
parte del artículo 298 del C.P.C.-.
En este caso se habla de una caución facultativa, puesto que queda a criterio del
tribunal exigir al actor que rinda previamente caución para los efectos de concederle una
medida precautoria no expresamente contemplada en la ley.
Además, si el actor solicita una medida precautoria sin que se acompañen los
comprobantes que constituyan a lo menos presunción grave del derecho que se reclama
conforme a lo previsto en el artículo 299 del C.P.C., debe en este caso el tribunal
exigirle obligatoriamente al actor que previamente a decretar la medida precautoria
constituya la caución contemplada en la ley.
6.- Las medidas precautorias contempladas específicamente en el Título V del
Libro II del C.P.C.
A.- EL SECUESTRO DE LA COSA QUE ES OBJETO DE LA DEMANDA.
1.- Concepto:
El artículo 2.249 del Código Civil señala que “El secuestro es el depósito de una
cosa que se disputan dos o más individuos, en manos de otro que debe restituirla al que
obtenga una decisión a su favor”.
En su inciso 2 la disposición citada agrega que “El depositario se llama secuestre”
2.- Características:
a) Es una especie de depósito;
b) El secuestro judicial sólo se refiere a cosas muebles (art.291);
c) La cosa mueble debe ser objeto del litigio;
d) El depósito debe efectuarse en manos de un tercero distinto de las partes
e) Se rige por las normas del CC relativas al depósito y secuestro, así como por
las normas del CPC arts.479 a 517, que aluden expresamente al depositario de bienes
embargados en juicio ejecutivo.
3.- Clasificación (art.2252 CC)
a) Convencional: se constituye por el solo consentimiento de las personas que se
disputan el objeto litigioso.
b) Judicial: se constituye por resolución judicial. El secuestro judicial es el que
propiamente reviste el carácter de medida precautoria.
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4.- Casos en que procede el secuestro judicial:


a) El caso del artículo 901 del Código Civil.-
Señala el citado precepto legal que "si reivindicándose una cosa corporal mueble,
hubiere motivo de temer que se pierda o deteriore en manos del poseedor, podrá el actor
pedir su secuestro; y el poseedor, será obligado a consentir en él, o a dar seguridad
suficiente de restitución, para el caso de ser condenado a restituir".
Los requisitos que deben concurrir de acuerdo con ese precepto para que se
decrete el secuestro son los siguientes:
i) Que se ejerza una acción reivindicatoria
ii) Que la acción reivindicatoria se refiera a una cosa corporal mueble
iii) Que la cosa corporal mueble se encuentre en manos del poseedor
iv) Que existe motivo de temer que la cosa corporal mueble se pierda o deteriore
en manos del poseedor, esto es, el requisito común aplicado limitadamente al poseedor.
Cumplidos estos requisitos, el poseedor se encuentra obligado a consentir en el
secuestro o a dar seguridad suficiente de restitución, para el caso de ser condenado a
restituir
b) Cuando se entablen otras acciones con relación a cosa mueble determinada y
haya motivo de temer que se pierda o deterioren en manos de la persona que, sin ser
poseedora de dicha cosa, la tenga en su poder.
En este caso, las acciones que se ejercen dicen relación con cosas muebles
determinadas, pero el demandado es un mero tenedor y no el poseedor de él.
El fundamento que da lugar al secuestro judicial se contempla en la segunda parte
del precepto legal, señalándonos debe haber " motivo de temer que se pierda o deteriore
en manos de la persona que, sin ser poseedora de la cosa mueble determinada, la tenga
en su poder".
El artículo 291 debe ser concordado con el artículo 282 del C.P.C... y con el
artículo 896 del C. Civil, en el caso de que la acción entablada fuere la reivindicatoria.
El primero de los preceptos citados se refiere a la medida prejudicial de
exhibición de título: "Si aquel a quien se intenta demandar expone ser simple tenedor, de
la cosa de que procede la acción o que es objeto de ella, podrá también ser obligado;
1º) A declarar bajo juramento el nombre y residencia de la persona en cuyo
nombre la tiene; y
2º) A exhibir el título de su tenencia; y si expresa no tener título escrito, a declarar
bajo juramento que carece de él.
En caso de negativa para practicar cualquiera de las diligencias mencionadas en
este artículo, se le podrá apremiar con multa o arresto en la forma dispuesta por el
artículo 274".
23
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El segundo de los preceptos señala que "el mero tenedor de la cosa que se
reivindica es obligado a declarar el nombre y residencia de la persona a cuyo nombre la
tiene
Se ha resuelto que procede el secuestro judicial, cuando se pide la entrega de una
cosa mueble que ha sido objeto de un contrato de venta, cuyo cumplimiento es resistido
por el vendedor demandado.
5.- Efectos de esta medida precautoria:
Ella garantiza la integridad corporal del bien sobre el cual recae, evitando su
destrucción o deterioro en poder del demandado. El secuestre queda encargado de la
administración de la cosa, aplicándose al respecto las normas que señala el CPC respecto
del depositario en los juicios ejecutivos de obligación de dar y las de los arts. 2.249 y
Siguientes del CC, en cuanto no sean contrarios a los anteriores. Por lo tanto, el secuestre
tiene facultades administrativa y no de disposición del bien. El dueño del bien puede
enajenar o disponer del bien, porque el secuestro no es embargo ni limita esa facultad
dispositiva.
Debe tenerse presente, en todo caso, que el secuestro no protege la integridad
jurídica de la cosa de la cosa; para esos efectos es necesario otra medida precautoria: la
de prohibición de celebrar actos y contratos.
6.- Materialización y administración.
Para la ejecución del secuestro el tribunal debe designar al depositario, esto es, a la
persona bajo cuya responsabilidad quedará la cosa mientras se sustancia el proceso. Este
secuestre tiene que ser necesariamente un tercero distinto al actor y al demandado, sin
perjuicio, de que en la práctica este depositario es propuesto por el propio demandante. En
relación con las facultades del secuestre y la manera como se materializa la administración
se aplican las normas del párrafo 2°, título I, del libro III del CPC, relativas al juicio
ejecutivo por obligación de dar. El secuestre debe rendir cuenta de su gestión una vez
finalizado el encargo conforme a las normas de los curadores y guardadores, debiendo el
tribunal pronunciarse sobre la cuenta y la remuneración.
7.- Alzamiento.
Como sabemos el secuestro procede en los casos donde el demandado puede ofrecer
una garantía suficiente de resultas, caso en el cual debe hacerse valer como oposición. El
otro caso de alzamiento de la medida se produce cuando desaparece el riesgo de pérdida o
deterioro de la cosa. En este caso cuando cesa el peligro el tribunal debe disponer el
alzamiento de la medida cautelar. Como resulta obvio el solicitante del alzamiento de la
medida.
8.- Problemas
a) ¿Produce el secuestro la indisponibilidad del bien?
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Reiteramos que no. Su finalidad: la conservación de la cosa en su aspecto material,


evitando su destrucción o deterioro.
Si se desea evitar que se enajene la cosa, hay que pedir otra medida precautoria: la
prohibición de celebrar actos o contratos, del artículo 294. Como las precautorias son acu
mutables, se pueden pedir ambas a la vez (318).
b) ¿Se puede embargar el bien secuestrado?
El artículo 445 no los contempla entre los bienes inembargables. Luego, se pueden
embargar, y entonces los bienes se tornan indisponibles.

B.- EL NOMBRAMIENTO DE INTERVENTOR:


1.- Concepto:
Interventor judicial es aquella persona designada por el Tribunal con el objeto de
llevar cuenta de las entradas y gastos de los bienes sujetos a intervención y de dar noticia
de toda malversación o abuso que note en la administración de los bienes.
2.- Características:
a) Se refiere a cosas muebles o inmuebles;
b) Las cosas deben ser objeto del litigio;
c) Procede siempre que haya justo motivo de temer que la cosa se destruya o
deteriores o que los derechos del demandante puedan ser burlados;
d) Puede designarse uno o más interventores;
e) El nombramiento corresponde efectuarlo al Tribunal y no a las partes;
3.- Casos en los cuales procede:
a) La situación prevista en el art. 902 inc.2 del CC:
El actor tendrá derecho a provocar las providencias necesarias para evitar el
deterioro de la cosa inmueble, así como de los muebles y semovientes anexos a ella y
comprendidos en la reivindicación del dominio u otro derecho real demandado, si
hubiere justo motivo de temerlo o las facultades del demandado no ofrecieren suficiente
garantía.
b) Petición de herencia:
El demandante que deduce esta acción podrá solicitar esta medida precautoria,
cuando haya justo motivo para temer el deterioro de la cosa o cuando las facultades del
demandado no ofrezcan suficiente garantía.
Mediante la acción de petición de herencia lo que se pretende es la universalidad
jurídica de ésta, la que se rige por las reglas de los bienes muebles, aun cuando dentro de
esa universalidad existan inmuebles.
c) Caso del comunero o socio que demanda la cosa común o que pide cuentas
al comunero o socio que administra:
25
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Este caso comprende dos situaciones diferentes:


- La del comunero o socio que demanda la cosa común y
- La del comunero o socio que pide cuentas al comunero o socio administrador.
- En estos dos casos la ley no existe expresamente que exista peligro de que la
cosa se deteriore o destruya ni de que las facultades del demandado no ofrezcan
suficiente garantía;
c) Caso general;
Siempre que exista justo temor de que la cosa sobre la cual versa el proceso se
destruya o deteriore, o que los derechos del demandante puedan quedar burlados;
d) En los demás casos que la ley señala:
Existen diferentes otros casos contemplados en disposiciones dispersas, pudiendo
señalar como ejemplos el art. 444 del CPC, que se refiere al embargo de una industria o
de las utilidades de ella, en que el depositario tendrá las facultades y deberes del
interventor judicial; otro ejemplo lo encontramos en la ley de quiebras, la que permite el
nombramiento de interventor judicial a fin de controlar que el deudor cumpla con el
convenio judicial.
4.- Facultades del interventor judicial:(art 294)
a) Llevar la cuenta de entradas y gastos de los bienes sujetos a intervención; para
ello le está permitido Aponerse del contenido de los libros, papeles y operaciones del
demandado;
b) Dar al interesado o al Tribunal noticia de toda malversación o abuso que note
en la administración de esos bienes.
En caso de que constate alguna de las circunstancias anotadas, el Tribunal al
tomar conocimiento de ellas podrá de oficio:
- Disponer el depósito y retención de los productos líquidos en la cuenta comente
del Tribunal (art.517 СОТ);
- Aplicar otras medidas más rigurosas, según el Tribunal lo estime pertinente.
5.- Efectos de la intervención:
Ella sólo persigue una labor inspectiva; es menos amplia que el secuestro, puesto
que no se priva al demandado de la administración de la cosa ni afecta la facultad de
disposición que le asiste sobre ella, salvo que el Tribunal decrete la prohibición de
celebrar actos o contratos, como lo exige expresamente el art. 296 del CPC, el que de esa
forma ha modificado el art. 1.464 del CC el que en su número 4. señala que existe objeto
ilícito en la enajenación de especies sobre cuya propiedad se litiga.
6.- Nombramiento y materialización:
En primer lugar, hay que decir que el número de interventores que puede designar el
tribunal dependerá de la cantidad, ubicación e importancia de los bienes sobre los cuales
26
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debe ejercer sus funciones. La designación le corresponde al órgano jurisdiccional, sin


perjuicio que en la práctica el actor acompañe una lista con uno o más nombres para que
puedan desempeñar el encargo.
Una vez efectuada la designación y determinada la persona que debe desempeñar el
cargo, se debe efectuar la notificación para que se manifieste si se acepta o rechaza el
encargo. De aceptarse se toma posesión oficial del mismo, y el intervenido debe colocar a
disposición del interventor toda la información que se requiera.
7.- Alzamiento.
Se debe partir de la base de que no existe ninguna disposición dentro de las normas
que regulan específicamente la intervención que se refiera a su alzamiento. Por tanto, rige
íntegramente el Art. 301 CPC. Esto implica que hay dos formas de hacer cesar esta medida
cautelar:
a.- Ofreciendo garantía suficiente, esto es, una caución. Esta posibilidad es
perfectamente posible en todos los casos señalados en el Art. 293, y la caución debe
garantizar el pago de la posible destrucción y deterioro del inmueble. No así respecto a los
casos regulados por las leyes especiales.
b.- La otra situación se refiere a los casos donde desaparece el peligro concreto que
se intentar evitar, esto es, el peligro de destrucción o deterioro, o de insolvencia del
demandado.
8.- Problemas
a) ¿Quién designa al interventor?
No hay duda que le corresponde al juez, pero no a las partes, aunque estén de común
acuerdo. No hay precepto alguno que confiera este derecho a las partes, como sucede, por
ejemplo, con las personas del depositario o del perito.
b) Formalidades
No se señalan algunas especiales. Rigen las generales de notificación de la
designación y la aceptación, expresa o tácita, del cargo. La táctica sería cualquier acto
realizado que manifieste su intención
c) ¿Se puede remover al interventor?
Sí. Las partes pueden pedir que el juez ponga término a su cargo y designe otro.
Esto no significa que sea alzada la medida precautoria. Esta subsiste; sólo se cambia
al interventor.
Cuestión distinta es que se deje sin efecto la medida; la remoción es consecuencia
de ésta.
d) ¿Sobre qué bienes puede recaer la intervención?

27
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De lo analizado anteriormente se desprende que puede recaer tanto sobre bienes


muebles o inmuebles, y el número 4 del artículo 293 habla de "cosa sobre que versa el
juicio", sin hacer distinción alguna.

C.- RETENCION DE BIENES DETERMINADOS:


1.- Concepto:
Es una medida precautoria que tiene por objeto conservar dineros u otra cosa
mueble en poder del demandante, demandado o un tercero, en las situaciones previstas
por la ley
2.- Requisitos:
a) Debe tratarse de dinero o bienes muebles determinados:
b) Estos bienes pueden ser materia del juicio o pueden ser otros de propiedad del
demandado:
c) Para que puede recaer sobre bienes que no son materia del juicio es necesario
que las facultades del demandado no ofrezcan suficiente garantía o que exista motivo
racional para creer que procurará ocultar sus bienes;
3.- Procedencia
a) Si los bienes son objeto del juicio, los requisitos que deben concurrir para
que se decrete la retención son los siguientes:
a.- Que la retención se refiera a bienes determinados del demandado
b.- Que tales bienes consistan en dinero o cosas muebles determinadas
c.- Que el demandante invoque la circunstancia de estar solicitando la retención
sobre los bienes que son materia del juicio.
En este caso, el tribunal, sin calificación alguna respecto de las facultades del
demandado, debe conceder la medida solicitada, ya que por ser la cosa disputada el
objeto de la retención se ha constituido en causa suficiente por mandato del legislador.
En efecto, la primera parte del inciso 1º del artículo 295 parte de la base que la
medida se concede siempre, entrando a distinguir, únicamente, la persona que retendrá la
cosa en su poder: "La retención de dineros o cosas muebles podrá hacerse en poder del
mismo demandante, del demandado o de un tercero, con relación a los bienes que son
materia del juicio".
En definitiva, la causa habilitante para pedir la medida de retención, en este caso,
es el hecho de que el bien mueble determinado de propiedad del demandado ellas es
objeto o materia del juicio.
b) Si los bienes NO son objeto del juicio, los requisitos que deben concurrir
para que se decrete la retención son los siguientes:
a.- Que la retención se refiera a bienes determinados del demandado
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b.- Que tales bienes consistan en dinero o cosas muebles determinadas


c.- Que se acredite por el actor que las facultades del demandado no son
suficiente garantía o haya motivo racional para creer que procurará ocultar sus bienes.
En este caso el legislador es más exigente, puesto que pide, para que el juez pueda
decretar la medida precautoria de retención, que las facultades económicas del
demandado no ofrezcan suficiente garantía, o haya motivo racional para creer que
procurara ocultar sus bienes, y en los demás casos determinados por la ley (artículo 295,
inciso lº, segunda parte)
Basta con que el demandante acredite una de estas causales, ya que no se exigen
copulativamente, para que el tribunal pueda decretar la medida solicitada. "La retención
de acciones es injusta si se la decreta sin una comprobación previa de los hechos que la
hacían procedente y si, por el contrario, atendidos los bienes que por la misma
resolución se prohíbe enajenar o gravar, aparece de manifiesto la solvencia del
demandado.
4.- Procedimiento.
Una vez que el tribunal accede a la medida es necesario proceder a la ejecución de
la misma. Para esto debe designar un depositario bajo cuya responsabilidad quedarán las
cosas retenidas mientras pende el proceso. Así lo dispone el inciso 1° del Art. 295 CPC.
Este depositario puede ser el mismo demandante, un tercero e incluso el demandado. Por
ende, no es de la esencia de la retención que las cosas retenidas sean desapoderadas del
demandado, pues se le puede designar depositario de la cosa.
En cuanto a las facultades del depositario y la forma de administración se rigen por
las normas del CC respecto al contrato de depósito. Responde de culpa grave salvo que el
depósito haya cedido también en su beneficio, caso en el cual responde de culpa leve.
En cuanto a sus obligaciones la doctrina no ve inconveniente de aplicar las normas
del secuestro judicial, especialmente, los artículos 2256 y 2257 CC.
5.- Alzamiento:
Respecto a la posibilidad de alzamiento el legislador no contempló normas
específicas para la retención. Por tanto, se aplica íntegramente el Art. 301 CPC, pudiendo
solicitarse el alzamiento cuando el demandado ofrezca una garantía suficiente. Tal como lo
hemos dicho, parece razonable distinguir cuando la retención recae sobre los bienes objeto
del juicio y cuando recae sobre otros bienes del demandado. En el primer caso, el tribunal
debe ser particularmente exigente para determinar la sustitución de la medida cautelar
puesto que no hay mayor seguridad para el actor que la retención de la cosa objeto de la
demanda. En el segundo caso, es posible la sustitución sin tantas prevenciones.
Por otro lado, también es posible solicitar el alzamiento cuando desaparezca el
peligro que se ha procurado evitar. Aquí también habría que efectuar una distinción.
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Cuando la retención recae sobre los bienes que son objeto del pleito, como no hay
exigencia de peligro alguno, tampoco podría hacerse cesar por este motivo. Luego, cuando
se trata de otros bienes del deudor, como el legislador exige acreditar un peligro de
infructuosidad derivado de que las facultades del deudor no dan suficiente garantía o que
exista un motivo racional para temer que ocultará sus bienes, es posible cesar la medida
cuando desaparezca este peligro.
D.- PROHIBICION DE CELEBRAR ACTOS O CONTRATOS SOBRE BIENES
DETERMINADOS:
1.- Concepto:
Es una medida precautoria que tiene por objeto prohibir al demandado celebrar
actos o contratos respecto de bienes determinados de su patrimonio.
2.- Características:
a) La prohibición se refiere a todo tipo de actos jurídicos, unilaterales o
bilaterales, a título gratuito u oneroso;
b) Puede disponerse respecto de bienes muebles o inmuebles, corporales o
incorporales;
c) Estos bienes deben ser determinados; es decir, la medida no puede disponerse
en forma genérica o indeterminada sobre todos los bienes del deudor;
d) Los bienes afectos por ella pueden ser objeto del juicio o no; sin embargo, para
que pueda disponerse la medida respecto de bienes que no son materia del juicio, será
requisito que las facultades del demandado no ofrezcan suficiente garantía para asegurar
el resultado de la acción, al igual que tratándose de la retención;
3.- Requisitos:
Si se trata de bienes que son materia del juicio, será solamente necesario que se
determine el bien preciso sobre el cual recae la medida; si se trata de otros bienes que no
sean materia del proceso, será necesario que las facultades del demandado no ofrezcan
suficiente garantía para asegurar el resultado de la acción;
4.- Procedencia.
Para los efectos de determinar los requisitos de procedencia de la medida
precautoria de prohibición de celebrar actos y contratos, al igual que en la medida
precautoria de retención, debemos distinguir si ella se solicita respecto de bienes que son
o no objeto del juicio de conformidad a lo establecido en el artículo 296 del C.P.C.
Al efecto, establece dicho precepto que “la prohibición de celebrar actos o
contratos podrá decretarse con relación a los bienes que son materia del juicio, y también
respecto de otros bienes determinados del demandado, cuando sus facultades no
ofrezcan suficiente garantía para asegurar el resultado del juicio. Para que los objetos
que son materia del juicio se consideren comprendidos en el número 4° del artículo 1464
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del Código Civil, será necesario que el tribunal decrete prohibición respecto de ellos.”
Analicemos a continuación cuales son los requisitos específicos que en uno y otro
caso establece el legislador para el otorgamiento de esta medida precautoria.
a) Si los bienes son objeto del juicio, los requisitos que deben concurrir para
que se decrete la prohibición de celebrar actos y contratos, al igual que en la
medida de retención, son los siguientes:
a.- Que la prohibición de celebrar actos y contratos se refiera a bienes
determinados del demandado;
b.- Que tales bienes consistan en bienes muebles o inmuebles determinados
c.- Que el demandante invoque la circunstancia de estar solicitando la medida
precautoria de prohibición de celebrar actos y contratos sobre los bienes que son materia
del juicio.
En este caso, el tribunal, sin calificación alguna respecto de las facultades del
demandado, debe conceder la medida solicitada, ya que por ser la cosa disputada en el
juicio el objeto de la prohibición de celebrar actos y contratos se ha constituido en causa
suficiente por mandato del legislador.
En efecto, la primera parte del inciso 1º del artículo 296 parte de la base que la
medida se concede siempre, entrando a referirse a las facultades del demandado sólo
cuando la medida precautoria recae sobre bienes que no son objeto del juicio.
En definitiva, la causa habilitante para pedir la medida de prohibición de celebrar
actos y contratos, en este caso, es el hecho de que el bien mueble o inmueble
determinado de propiedad del demandado es objeto o materia del juicio.
b) Si los bienes NO son objeto del juicio, los requisitos que deben concurrir
para que se decrete la medida precautoria de prohibición de celebrar actos y
contratos son los siguientes:
a.- Que la prohibición de celebrar actos y contratos se refiera a bienes
determinados del demandado b.- Que tales bienes sean muebles o inmuebles
determinadas c.- Que se acredite por el actor que las facultades del demandado no son
suficiente garantía.
En este caso el legislador es más exigente, puesto que pide, para que el juez pueda
decretar la medida precautoria de prohibición de celebrar actos y contratos, que las
facultades económicas del demandado no ofrezcan suficiente garantía.(Artículo 296,
inciso lº.
5.- Procedimiento.
Una vez que la solicitud de medida precautoria de prohibición de celebrar actos y
contratos respecto de bienes muebles determinados haya sido proveída favorablemente
por el tribunal debe hacerse efectivo el procedimiento para darle eficacia a la resolución
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que la decreta.
Al efecto, dispone el artículo 297 del Código de Procedimiento Civil que:
“Cuando la prohibición recaiga sobre bienes raíces se inscribirá en el registro del
Conservador respectivo, y sin este requisito no producirá efecto respecto de terceros.
“Cuando verse sobre cosas muebles, sólo producirá efecto respecto de los terceros
que tengan conocimiento de ella al tiempo del contrato, pero el demandado será en todo
caso responsable de fraude, si ha procedido a sabiendas.”.-
De conformidad a lo establecido en ese precepto legal, es posible distinguir
claramente los requisitos previstos por el legislador para que la resolución que decreta
una medida precautoria sea eficaz respecto del demandado y respecto de terceros.
En relación con el demandado, no se ha establecido ninguna norma especial que
altere el principio general respecto de la eficacia de la resolución, por lo que ella será
eficaz respecto del demandado como regla general a partir del momento en el cual se le
haya notificado dicha resolución de acuerdo con la regla general contemplada en el
artículo 38 del Código de Procedimiento Civil.
En cambio, tratándose de terceros es menester distinguir claramente para los
efectos de determinar el momento a partir del cual es eficaz la resolución decreta una
medida precautoria de prohibición de celebrar actos y contratos si ella recae sobre bienes
inmuebles o muebles:
a.- La medida precautoria de prohibición de celebrar actos y contratos sobre
inmuebles requiere para que ella sea eficaz respecto de terceros que se inscriba en el
registro del Conservador respectivo, puesto que sin este requisito no producirá efecto
respecto de terceros.
Debemos recordar que en el Mensaje del Código de Procedimiento Civil nuestro
legislador dejó constancia de su preocupación en cuanto a que con la resolución que
decreta una medida precautoria de prohibición de celebrar actos y contratos se pueda
menoscabar el derecho de derecho de terceros. Se ha procurado alcanzar estos resultados
en el Proyecto, excusando molestias innecesarias y exigiendo la inscripción en el
Registro del conservador de las prohibiciones que se decreten sobre bienes raíces para
que puedan afectar a personas extrañas al juicio.
Cumpliendo con este propósito es que el inciso 1º del art. 297 del C.P.C. dispone
que “cuando la prohibición recaiga sobre bienes raíces se inscribirá en el registro del
Conservador respectivo, y sin este requisito no producirá efecto respecto de terceros.”
Dicha inscripción debe efectuarse por el Conservador de Bienes Raíces del lugar
en el cual se encuentre ubicado el inmueble, en el Registro de Interdicciones y
Prohibiciones, con el mérito de la notificación de la resolución que decretó la medida
precautoria, la que deberá serle efectuada por el Receptor.( Arts. 32, 53 Nº 3 y 56 del
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Reglamento Conservatorio de Bienes Raíces.


Si el inmueble se encontrare en un lugar distinto al del tribunal que hubiere
decretado la medida precautoria deberá exhortarse al tribunal en el cual se encuentre
ubicado el inmueble para los efectos de que éste disponga su notificación al Conservador
de Bienes Raíces respectivo para que verifique la inscripción.
La norma contenida en el inc. 1º del art. 297 del C.P.C. es similar a la que se
contempla en el art. 453 inc. 1º del Código de Procedimiento Civil para los efectos que
el embargo de bienes raíces sea eficaz respecto de terceros.
El legislador no exige que se efectúe una inscripción de la resolución que decreta
la prohibición de celebrar actos y contratos en el Registro de Interdicciones y
Prohibiciones del lugar en que se encuentra el inmueble para los efectos de la validez de
la resolución, sino que para que ella se eficaz respecto de terceros.
En consecuencia, si la resolución que decreta la medida precautoria no es inscrita,
ella no será oponible frente a terceros mientras no se dé cumplimiento a ese trámite.
Tratándose de bienes muebles, existe una categoría que se rige por las mismas
normas de los inmuebles. Es el caso de los automóviles, los que, de acuerdo a la
reglamentación vigente, están registrados en el Registro Civil, entidad que debe anotar,
las prohibiciones y embargos que sobre ellos se decreten.
b.- La medida precautoria de prohibición de celebrar actos y contratos sobre
bienes muebles es eficaz respecto de terceros que tengan conocimiento de ella al tiempo
del contrato; pero el demandado será en todo caso responsable de fraude, si ha procedido
a sabiendas.
Tratándose de la prohibición de celebrar actos y contratos respecto de bienes
muebles, dispone el inc.2º del art. 297 que “cuando verse sobre cosas muebles, sólo
producirá efecto respecto de los terceros que tengan conocimiento de ella al tiempo del
contrato, pero el demandado será en todo caso responsable de fraude, si ha procedido a
sabiendas.”.-
En el caso de los bienes muebles, dado que no existe una sistema registral a su
respecto en lo que dice relación con los títulos de dominio y sus gravámenes y
prohibiciones, el legislador ha establecido como requisito de eficacia para la resolución
respecto de terceros que estos tengan conocimiento de ella al tiempo de celebrar el
contrato.
En este caso, nos encontramos frente a una situación de hecho, puesto que si se
demanda la nulidad de un acto o contrato celebrado por el demandado con un tercero por
objeto ilícito, será necesario acreditar en ese proceso que el tercero tenía conocimiento
por cualquier medio de esa resolución para los efectos de que ella sea oponible a su
respecto.
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Si no existe conocimiento por parte del tercero no se configura el objeto ilícito,


porque la resolución no será eficaz u oponible respecto de ese tercero, sin perjuicio que
la ley haga recaer toda su fuerza en el demandado que celebró el acto o contrato
sabiendo de la existencia de la prohibición. El demandado debe responder por el fraude,
si procede a sabiendas, sin perjuicio de considerar que como contraviene una orden
judicial, también puede hacerse reo del delito de desacato.
Nosotros debemos considerar que el demandado contratante siempre va a
proceder a sabiendas, o sea, fraudulentamente no excusándose su ignorancia, una vez
que ha sido válidamente notificado de la medida precautoria.
6.- Efectos de la medida precautoria de prohibición de celebrar actos y
contratos
El efecto que se genera mediante la medida precautoria de prohibición de
celebrar actos y contratos respecto de bienes determinados consiste en generar una
situación de indisponibilidad del bien, de manera que su infracción genera como sanción
la nulidad absoluta por objeto ilícito del acto o contrato que se celebre por parte del
demandado.
Para los efectos de determinar la norma jurídica que genera esa situación de
indisponibilidad una vez más hemos de distinguir, atendiendo a si el bien sobre la cual
recae la medida precautoria de prohibición de celebrar actos o contratos es o no objeto
del juicio.
a) Si prohibición de celebrar actos y contratos recae en un bien que es el objeto
del juicio, el acto o contrato que se celebre contraviniendo la medida precautoria adolece
de objeto ilícito, por infringir lo establecido en el Nº 4 del artículo 1464 del Código
Civil.
b) Si prohibición de celebrar actos y contratos recae en un bien que no es el
objeto del juicio, el acto o contrato que se celebre contraviniendo la medida precautoria
adolece de objeto ilícito, por infringir lo establecido en el Nº 3 del artículo 1464 del
Código Civil.
7.- Oponibilidad de la medida respecto a terceros:
Esta materia se encuentra regulada en el Art. 297 CPC:
“Cuando la prohibición recaiga sobre bienes raíces se inscribirá en el registro del
Conservador respectivo, y sin este requisito no producirá efecto respecto de terceros.
Cuando verse sobre cosas muebles, sólo producirá efecto respecto de los terceros
que tengan conocimiento de ella al tiempo del contrato; pero el demandado será en todo
caso responsable de fraude, si ha procedido a sabiendas.”

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De acuerdo a esta disposición para determinar la oponibilidad de esta medida


cautelar respecto a terceros es necesario distinguir entre los bienes muebles y los
inmuebles.
Respecto de los inmuebles la medida cautelar se debe inscribir en el Registro de
Prohibiciones e Interdicciones de enajenar del domicilio en que se encuentra ubicado el
inmueble.
Esta inscripción es un requisito de publicidad de la medida cautelar para efectos de
informar y resguardar los derechos e intereses de terceros. La medida cautelar es perfecta
desde que se notifica a las partes, pero respecto de terceros es necesario que conste su
inscripción. La doctrina ha dicho que la falta de esta inscripción genera la inoponibilidad de
la medida respecto a terceros. Esto no implica, en todo caso, que el actor pueda intentar
demostrar por otros medios que este tercero sí tenía conocimiento de la medida. La falta de
inscripción daría lugar a una simple presunción de desconocimiento que no priva de la
posibilidad de acreditar por otros medios que el tercero sabía su existencia.
Por último, para que la medida afecte a terceros es necesario que se encuentre
vigente. Por ende, el tercero puede hacer valer el hecho que la medida esté alzada aunque
no haya cancelado la inscripción correspondiente.
Tratándose de los bienes muebles, la medida surge efectos respecto de los terceros
que tenían conocimiento al momento de celebrar el acto contrato. Los bienes muebles, por
lo general, no están sujetos a un sistema de registro como los bienes raíces que permita dar
publicidad a este tipo de medidas. Por ende, el legislador se vio en la necesidad de
determinar la oponibilidad de la medida conforme a una situación de hecho que habrá que
analizar caso por caso: si el tercero conocía o no la existencia de la medida. Si no se logra
acreditar ese conocimiento entonces la medida cautelar no surtirá efectos respecto a
terceros, sin perjuicio de estimar fraudulento el proceder del demandado cuando ha
procedido a sabiendas que será la gran mayoría de los casos.
8.- Alzamiento
El CPC en la regulación de esta medida no dispone ningún tipo de norma que se
refiera al alzamiento de la medida. Por tanto, nuevamente debemos referirnos al Art. 301
CPC. Tal como lo hemos señalado para las situaciones anteriores, cuando la medida recae
sobre el bien materia del juicio el tribunal debe ser particularmente exigente con la garantía
suficiente y que esta resguarde efectivamente los intereses del actor. No hay mejor garantía
que se asegure jurídicamente el bien que es objeto de la disputa judicial.
En cambio, cuando la medida recae en otros bienes determinados del demandado
entonces la posibilidad de sustituirla por una caución debería ser más flexible. El tribunal
debería analizar el tipo de garantía que se está proponiendo y el mayor o menor perjuicio
que genera la caución en relación a la medida.
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Por otro lado, también es posible pedir el alzamiento de la medida cuando


desaparece el peligro que se ha intentado evitar. En esta hipótesis nuevamente vale recordar
que cuando la medida recae sobre los bienes materias del juicio el legislador parece no
requerir un peligro concreto, por ende, bajo este supuesto jamás habrá lugar al alzamiento
de la medida. En cambio cuando la tutela cautelar recae sobre otros bienes determinados
del demandado podrá acreditarse que el peligro en la insolvencia del demandado ha cesado.
Una vez que el tribunal ordena el alzamiento de la medida hay que proceder a su
cancelación de la inscripción para dar publicidad. El tribunal competente para ordenar la
cancelación de la inscripción es el mismo que la decretó. Si existen inscripciones de
medidas cautelares de antigua data, que no se hayan cancelado y en que el tribunal que la
decretó ya no existe, podrá ordenar la cancelación el tribunal que lo hubiere sucedido o al
que corresponde de acuerdo a las reglas generales.
7.- Tramitación de las precautorias.
a) Tribunal competente para conocer y pronunciarse acerca de la solicitud.
El tribunal competente para pronunciarse respecto de la solicitud de medida
precautoria, cualquiera sea el momento en que ella se formule, es el que conoce del
juicio en primera o única instancia, aun cuando la causa se encuentre siendo conocida
por el tribunal de alzada en virtud de un recurso de apelación o por la Corte Suprema en
virtud de un recurso de casación.
Ello es así, porque en contra de la resolución que se pronuncie por el tribunal de
primera instancia concediendo o alzando una medida precautoria ya concedida cabe el
recurso de apelación de conformidad a lo establecido en el artículo 194 Nºs 2 y 4 del
C.P.C.
Si respecto de la medida precautoria no se pronunciara el tribunal de primera o
única instancia, sino que el tribunal de alzada (Corte de Apelaciones) o la propia Corte
Suprema conociendo de una casación, no sería posible concebir la interposición de un
recurso de apelación en contra de la resolución que se pronuncie sobre la solicitud de
medida precautoria.
b) Requisitos del escrito.
Partiendo del supuesto en que para solicitarse una medida precautoria es menester
que ya exista un juicio, los requisitos que debe cumplir el escrito en el cual se solicita al
tribunal el otorgamiento de una precautoria, son los siguientes:
1º) Los comunes a todo escrito;
2º) La individualización precisa del demandado y del demandante;
3º) La individualización de la medida que se desea solicitar. Nuestra
jurisprudencia ha dicho que "para que el juez competente decrete la inscripción. del
litigio sobre bienes raíces, es menester que se solicite a título de medida precautoria o
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como prohibición de enajenar dichos bienes, y no "para los fines a que haya lugar:" (39).
4º) La individualización de los bienes sobre los cuales la medida precautoria va a
recaer, para que no exista duda alguna sobre ellos;
5º) Los requisitos específicos que la ley exige para cada medida precautoria en
particular, y
6º) Dependiendo si la medida solicitada se encuentra o no expresamente
contemplada en la ley, los requisitos varían:
a) Si las medidas están expresamente contempladas en la ley:
Debe cumplirse con el requisito común a todas ellas, esto es, acompañarse
comprobantes que constituyan a lo menos presunción grave del derecho que se reclama.
Si existen esos comprobantes y están en poder o al alcance del solicitante, se
deben acompañar al tribunal o indicar en que parte del expediente se encuentran y este, a
partir de ellos, decide si son o no suficientes para constituir la presunción grave del
derecho que se pretende.
Sin embargo, en caso de que el solicitante tenga urgencia en que decreten las
medidas y los comprobantes no se encuentren en su poder o a su alcance, recibe
aplicación el artículo 299 C.P.C... que permite al tribunal ordenarlas aún sin que esos
comprobantes se presenten al señalarnos que : "En casos graves y urgentes podrán los
tribunales conceder las medidas precautorias de que trata este Título, aún cuando falten
los comprobantes requeridos por un término que no exceda de diez días, mientras se
presentan dichos comprobantes, exigiendo caución para responder por los perjuicios que
resulten. Las medidas así decretadas quedarán de hecho canceladas si no se renuevan en
conformidad al artículo 280."
En este caso, el solicitante deberá ofrecer cauciones a fin de resguardar al
demandado de los perjuicios que su petición pudiere ocasionar.
El plazo que el artículo 299 señala para acompañar los comprobantes es un
término fatal y, más aun, judicial. Por consiguiente, puede solicitar su ampliación o
prórroga antes de su vencimiento y por motivos fundados (artículo 67 Código de
Procedimiento Civil)
¿Qué importancia tiene la remisión al artículo 280 C. P.C.?
Pareciera que, en primer término, ella sólo se refiere inciso 2º y no al primero, ya
que éste trata de una tramitación prejudicial.
El inciso segundo se aplica en lo que respecta a mantención de las medidas y a la
sanción. En efecto, al no establecerse un contenido especial en la solicitud de
mantención de las medidas y a la sanción. En efecto al no establecerse un contenido
especial en la solicitud de mantención del artículo 280, no se hacía necesario por el
legislador hacer la remisión. Asimismo, al existir tanto en las prejudiciales precautorias
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como en las precautorias del artículo 299 una caución, la única razón que autorizaría a
efectuar la remisión es al hecho de hacer aplicable la sanción del artículo 280, inciso 2º
C.P.C..., esto es, si "al resolver sobre esta petición (mantención) el tribunal no mantiene
dichas medidas, por este solo hecho quedara responsable el que las haya solicitado de los
perjuicios causados, considerándose doloso su procedimiento".
b) Si las medidas no están expresamente contempladas en la ley:
Dos son las situaciones que se pueden dar a este respecto.
En primer lugar, si se trata de medidas no contempladas expresamente en la ley,
pero se acompañan comprobantes de acuerdo al artículo 298 C.P.C., el tribunal puede
otorgarlas siempre y cuando se constituya previamente la caución de resultas que
facultativamente el tribunal puede exigir. En efecto, señala el artículo 298 C.P.C...,
segunda parte, que “ podrá también el tribunal, cuando... lo estime necesario y no
tratándose de medidas expresamente autorizadas por la ley, exigir caución al actor para
responder de los perjuicios que se originen".
En segundo término, si se trata de medidas no contempladas expresamente en la
ley y no se acompañan los comprobantes exigidos por ella, surge un problema referente
a la caución. ¿Deben otorgarse dos cauciones?. No, de acuerdo al artículo 299, que es el
aplicable en esta materia, se exige una caución, pero esta será calificado con mayor
intensidad por el juez. En definitiva la caución que al efecto se ofrezca rendir será
considerablemente mayor a la normal, toda vez que la situación propuesta no es de
ordinaria ocurrencia y expone al demandado a serios perjuicios.
8.- Tramitación propiamente tal
Una vez que el escrito está presentado, el tribunal puede acoger o rechazar la
solicitud.
El artículo 302 del C.P.C. se encarga de regular expresamente la tramitación de la
medida precautoria al señalarnos:
“El incidente a que den lugar las medidas de que trata este Título se tramitará en
conformidad a las reglas generales y por cuerda separada.
“Podrán, sin embargo, llevarse a efecto dichas medidas antes de notificarse a la
persona contra quien se dictan, siempre que existan razones graves para ello y el tribunal
así lo ordene. Transcurridos cinco días sin que la notificación se efectúe, quedarán sin
valor las diligencias practicadas. El tribunal podrá ampliar este plazo por motivos
fundados “La notificación a que se refiere este artículo podrá hacerse por cédula, si el
tribunal así lo ordena.”
En la doctrina y la jurisprudencia se han formulado diversas teorías acerca de la
forma en la cual deben ser interpretados los incisos 1º y 2º de este artículo 302 para los
efectos de determinar la forma en la cual debe ser tramitada la solicitud de otorgamiento
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de una medida precautoria.


1ª teoría.-
De conformidad a lo previsto en el inciso 1º del artículo 302, el tribunal no puede
pronunciarse de inmediato respecto de la solicitud de medida precautoria, sino que es
preciso que previamente les dé la tramitación de un incidente, en cuerda separada.
En consecuencia, la providencia que deberá pronunciar el tribunal respecto de la
solicitud de medida precautoria es la ordenar la formación de un cuaderno separado y
conferir traslado al demandado respecto de la solicitud de medida precautoria formulada.
El inciso segundo del artículo 302 para lo que sustentan esta teoría tendría el
alcance de constituir una excepción a la regla general que las resoluciones producen
efecto desde que se notifican, puesto que estaría facultando al tribunal para disponer en
casos especiales que la resolución que falla el incidente que origina la medida
precautoria y la concede, se puede cumplir antes de que ella se notifique al demandado.
2ª teoría.
Para quienes sustentan esta segunda teoría no habría mayor discrepancia respecto
de la primera teoría en cuanto al alcance del inciso primero del artículo 302, esto es, el
tribunal debería ordenar la formación de cuaderno separado y conferir traslado al
demandado respecto de la solicitud y pronunciarse, ya sea concediéndola o denegándola,
una vez concluida la tramitación del incidente.
La diferencia fundamental de los que sustentan esta segunda teoría respecto de los
de la primera se observa respecto del alcance que otorgan al inciso segundo del artículo
302 del C.P.C..-
De acuerdo a ese precepto, el tribunal a petición expresa del actor, y existiendo
razones graves, puede conceder de inmediato en forma provisional la medida precautoria
solicitada, mientras se tramita el incidente respectivo.
En otras palabras, quienes sustentan esta teoría otorgan desde luego la medida
precautoria y en forma provisional y dejan a su vez promovido el incidente. De acuerdo
con ello, la providencia que se dicta es: “Traslado y autos, haciéndose entretanto como
se pide bajo la responsabilidad del solicitante”
3ª teoría.
La mayoría de la doctrina es la que sustenta esta tercera teoría.
De acuerdo con ella, el alcance del inciso primero del art. 302 consistiría en que
el juez frente a una solicitud de medida precautoria formulada por el demandante debe
ordenar la formación de cuaderno separado y pronunciarse de plano de inmediato, ya sea
otorgando o denegando, la medida precautoria solicitada. En consecuencia, a la solicitud
de medida precautoria del actor no se le da tramitación alguna, debiendo el tribunal
pronunciarse de inmediato respecto de ella.
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Una vez concedida la medida precautoria y para el evento que el demandado


tenga interés de oponerse a ella, puede formular su oposición y en tal caso de generaría
el incidente, el que se tramita conforme a las reglas generales y en cuaderno separado.
Si se afirma que la medida precautoria se tramita de acuerdo a las reglas de los
incidentes la resolución que el tribunal dictará será "traslado". Mientras pasen los tres
días no fatales, el demandado conociendo los propósitos del demandante podría burlar la
medida solicitada. Así, si se pide una medida dé "prohibición de celebrar actos. o
contratos, el demandado podría vender y enajenar el bien afecto a la medida antes del
vencimiento de los tres días del traslado
nuestra jurisprudencia y mayoría de la doctrina sostienen que la solicitud de medida
precautoria debe resolverse de plano, y que la tramitación conforme "a las reglas de los
incidentes” se refiere a las actuaciones posteriores que efectúe el demandado en contra de
la medida decretada.
El artículo 302, inciso 2º contiene una serie de requisitos tendientes a obtener
la medida y normas relativas a su desarrollo:
1. Es necesario invocar razones graves. Esta es una cuestión que corresponde
acreditar al solicitante, siendo calificada en cada caso por el tribunal. Se trata, en
consecuencia, de una cuestión de hecho.
Si el tribunal considera que las razones invocadas por el peticionario son graves
de tal manera que la ausencia de concesión de la medida sin previa notificación acarreará
un perjuicio al demandante o la ineficacia de la medida debe concederla explícitamente
en la forma solicitada.
En caso de que los motivos no sean graves, la notificación habrá de efectuarse
antes de llevarse a cabo el cumplimiento de la resolución que decreta la medida.
Es obvio que la solicitud en que se pide que la medida precautoria se lleve a
efecto sin previa notificación, debe ser la misma en que la medida se solicita. La
petición se hará en lo principal del escrito o en un otrosí del mismo. 2. El legislador
exige que la resolución que concede la medida sea notificada dentro del plazo fatal de
cinco días, término que se cuenta desde la fecha en que se pronunció la resolución que la
ordenó.
Se trata de un término fatal y prorrogable, pese a que se trata de un término legal.
"El artículo 302 del Código de Procedimiento Civil ha establecido un término fatal,
aceptando expresamente que puede ser prorrogado".(43) La prórroga debe solicitarse por
motivos fundados.
La ampliación del término debe pedirse en el mismo escrito en que se solicite la
precautoria y se pide que se lleve a cabo sin previa notificación de la persona contra
quien se dicta.
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Ejemplo de motivo fundado es el de una medida precautoria de prohibición que se


pide en Santiago, lugar del juicio, pero que debe cumplirse en Arica, lugar donde se
encuentra ubicado el inmueble objeto de la medida.
La ley no ha fijado término límite para la ampliación, pero se entiende que este
debe ser el razonable para obtener lo que el demandante quiso evitar con la notificación.
3. Si la notificación de la resolución que concede las medidas precautorias no se
efectúa en el plazo señalado por la ley o dentro de la ampliación otorgada por el tribunal,
las diligencias practicadas quedarán sin valor por el solo ministerio de la ley. Se trataría
de un caso en el cual el legislador ha previsto la caducidad de las medidas precautorias
por el sólo ministerio de la ley si ellas no son notificadas dentro del plazo establecido
por el inciso segundo del artículo 302 o de la prórroga concedida por el tribunal.
Al efecto, se ha declarado por nuestra Jurisprudencia que “las resoluciones
judiciales solo producen efecto en virtud de notificación hecha con arreglo a la ley, salvo
los casos expresamente exceptuados por ella, entre las que figura la del artículo 292 del
código de procedimiento civil, que permite llevar a cabo las medidas precautorias antes
de notificarse a la persona contra quien se dictan, siempre que existan razones graves
para ello y el tribunal así lo ordenare.
Para este caso de excepción, la misma disposición legal agrega, que transcurridos
cinco días sin que la notificación se efectúe quedaran sin valor las diligencias
practicadas, y esta caducidad se produce por el ministerio de la ley, de manera que la
notificación hecha con posterioridad, no revalida la diligencia que ya ha quedado sin
valor. Gaceta de los Tribunales, 1922, primer semestre, Corte de Apelaciones de
Concepción, sec. Civil, Pag. 728
El artículo 302, inciso final señala que la notificación a que se refiere este artículo
podrá hacerse por cédula, si el tribunal así lo ordena".
Finalmente, es menester tener presente que de conformidad al inciso final del art.
302 se establece respecto de la resolución que concede una medida precautoria que
facultativamente el tribunal puede disponer que ella se notifique por cédula.-
En consecuencia, cabe preguntarse ¿cuál es la forma de notificar esa
resolución si el tribunal no ejerce esa facultad?
Dos teorías se han presentado sobre la materia.
1ª teoría:
Dicha resolución debería notificarse por el estado diario al demandado de
conformidad con las reglas generales, puesto que no existe ninguna norma que prevea
otra forma de notificación respecto de ella.
2ª teoría
Sostienen que dicha resolución debería notificarse personalmente al demandado,
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puesto que la ley habla de “ notificarse en persona contra quien se dictan”; no cabe la
notificación por el estado si posterga su forma de efectuarse conforme al inciso segundo
del artículo 302 que corresponde a la del mismo día de dictación de la resolución;
procede la notificación personal de acuerdo al inciso 1º del art. 47 que contempla la
aplicación de la notificación personal en los casos en que la ley requiere la notificación
para la validez de ciertos actos, lo que exige el artículo 302 al señalarnos que la
notificación está destinada a “ dar validez a las diligencias derivadas del otorgamiento de
las medidas precautorias, y finalmente no tendría sentido el inciso 3º del artículo 302 si
la notificación se debiera efectuar por el estado diario, en atención a que un tribunal
siempre puede ordenar que se mejore la calidad de una notificación por el estado diario y
se practique por cédula de acuerdo a lo previsto en la última parte del inciso final del
art. 48 del C.P.C.
Para los efectos de evitar cualquier inconveniente sobre la materia dada la
disparidad de criterios, lo lógico resulta solicitar al tribunal que ejerza la facultad
contemplada en el inciso final del art. 302 y disponga que la resolución se notifique por
cédula.
9.- Naturaleza jurídica de la resolución que concede una medida precautoria
y recursos que proceden en su contra.
La mayoría de la doctrina y la jurisprudencia se inclinan en sostener que la
resolución que se pronuncia otorgando una medida precautoria tiene la naturaleza
jurídica de un auto, puesto que recaería sobre un incidente, sin establecer derechos
permanentes a favor de las partes.
Recae sobre un incidente o cuestión accesoria, puesto que claramente la cuestión
principal del juicio no está configurada por el otorgamiento o no de la medida
precautoria, sino que por las pretensiones y excepciones hechas valer en el proceso,
sobre las cuales no se pronuncia la medida precautoria, puesto que ello queda reservado
para la sentencia definitiva.
Por otra parte, la resolución que concede una medida precautoria no concede
derechos permanentes en favor de las partes, sino que de carácter transitorio conforme a
lo previsto en el artículo 301 del C.P.C., el cual establece que “ todas estas medidas son
esencialmente provisionales. En consecuencia, deberán hacerse cesar siempre que
desaparezca el peligro que se ha procurado evitar o se otorguen cauciones suficientes.”
Si se atribuye a esa resolución el carácter de auto, procede en su contra el recurso
de reposición de acuerdo a la regla general contemplada en el artículo 181 del C.P.C.-
Además, procedería el recurso de apelación, pero en forma subsidiaria al recurso de
reposición, porque estaría ordenando un trámite que no está expresamente establecido en
la ley, de conformidad a lo establecido en el artículo 188 del C.P.C.- Al efecto se ha
42
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declarado, que “ de conformidad con lo dispuesto en el artículo 158 del C.P.C. la


resolución que concede y/ o mantiene una medida precautoria tiene el carácter de un
auto, ya que no establece derechos permanentes para las partes. Como consecuencia de
lo anterior, para impugnarla por la vía ordinaria de la apelación debe hacerse en forma
subsidiaria de la solicitud de reposición, para el caso de que ésta no fuere exitosa, todo
ello por mandato del artículo 188 del mismo Código”.( Corte Apelaciones de Santiago
17.3.1995. Tomo XCII. N° 1 Enero - Abril 1995. 2ª parte. Sec. 2ª. Págs 13 y sgtes).
El recurso de queja y el recurso de casación, ya sea en la forma o en el fondo, no
sería procedente si la resolución tiene la naturaleza jurídica de un auto, puesto que el
recurso de queja sólo puede ser interpuesto con motivo de las faltas y abusos cometidos
en la dictación de sentencias definitivas e interlocutorias que pongan termino al juicio o
hagan imposible su continuación.( arts. 545 del C.O.T), y los recursos de casación en la
forma y en el fondo en contra de sentencias definitivas e interlocutorias que pongan
termino al juicio o hagan imposible su continuación.( arts. 766 y 767 del C.P.C).
Un sector aún minoritario de la doctrina y de la jurisprudencia, pero que ha ido
ganando terreno en este último tiempo, se inclina en sostener que la resolución que se
pronuncia otorgando una medida precautoria tiene la naturaleza jurídica de una sentencia
interlocutoria de primera clase o grado, puesto que recaería sobre un incidente,
estableciendo derechos permanentes a favor de las partes. 4
Si se atribuye a esa resolución el carácter de sentencia interlocutoria de primer
grado o primera clase, no procede en su contra el recurso de reposición de acuerdo a la
regla general contemplada en el artículo 181 del C.P.C, al ser este medio de
impugnación propio de los autos y de los decretos en el proceso civil.-
Procedería el recurso de apelación, en forma directa en contra de la resolución,
conforme a la regla general del proceso civil que establece este medio de impugnación
como el generalmente procedente para los efectos de recurrir en contra de las sentencias
definitivas e interlocutorias de primera instancia.( Art. 187 del C.P.C.).-
En este sentido, se ha declarado por la Jurisprudencia que “la resolución que pone
termino a la tramitación de una medida precautoria es un fallo interlocutorio. En
consecuencia, no puede aplicarse al fallo de un incidente de medidas precautorias la
exigencia contemplada en el artículo 188 del CPC, la cual condiciona la interposición
del recurso de apelación en contra de un auto o de un decreto al ejercicio, por vía
principal, del recurso de reposición. ( Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo XLIV,
9 y 10, 1947, sec. 2ª. pág. 73. Corte de Apelaciones Santiago.)
El recurso de queja y el recurso de casación, ya sea en la forma o en el fondo, no
sería procedente si la resolución tiene la naturaleza jurídica de una sentencia
4
Corte de Apelaciones de Santiago, 22 de julio de 2016, Rol 6837-2016
43
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interlocutoria, puesto que no sería de aquellas que ponen termino al juicio o hacen
imposible su continuación. Al efecto, debemos recordar que el recurso de queja sólo
puede ser interpuesto con motivo de las faltas y abusos cometidos en la dictación de
sentencias definitivas e interlocutorias que pongan termino al juicio o hagan imposible
su continuación.( arts. 545 del C.O.T), y los recursos de casación en la forma y en el
fondo en contra de sentencias definitivas e interlocutorias que pongan termino al juicio o
hagan imposible su continuación.( arts. 766 y 767 del C.P.C).
10.- Término de las medidas precautorias:
Las medidas precautorias concluyen o se extinguen:
a) Por caducidad:
En aquellos casos en que, por motivos fundados, el Tribunal ordena llevar a cabo
la medida sin previa notificación al demandado, la medida caduca si el demandante no la
hace notificar dentro del plazo de cinco días, prorrogable que vimos.
Asimismo caduca cuando ella ha sido otorgada sin que se acompañen los
comprobantes respectivos y no se renueva la petición conforme a la ley en el término de
10 días.
b) Por alzamiento:
Como ya hemos señalado anteriormente, para los efectos de otorgarse una medida
precautoria durante el curso de un proceso es menester que se haya dictado una
resolución por el tribunal de primera o única instancia concediéndola durante el curso del
proceso, por estimar que concurre una probabilidad que la pretensión invocada haya de
ser acogida en la sentencia definitiva, lo que debe fluir de los comprobantes que
constituyen presunción grave del derecho que se reclama y que deben haber sido
acompañados por el demandante.
Sin embargo, dado el carácter dinámico del proceso es posible que con
posterioridad durante el transcurso del proceso y con motivo de las diversas pruebas que
se hayan podido rendir con posterioridad al otorgamiento de la medida precautoria se
haya destruido la probabilidad del acogimiento de la pretensión en la sentencia definitiva
que justificó su otorgamiento y la presunción grave que emana de los antecedentes
acompañados por el actor al solicitar el otorgamiento de la medida precautoria.
En tal caso, el demandado se encuentra legitimado para solicitar con posterioridad
al otorgamiento de la medida precautoria su alzamiento de conformidad a lo previsto en
el artículo 301 del Código de Procedimiento Civil. Al efecto, establece ese precepto que
las medidas precautorias “deberán hacerse cesar siempre que desaparezca el peligro que
se ha procurado evitar o se otorguen cauciones suficientes".
La referida solicitud de alzamiento que debe solicitar el demandado debe formar
parte del cuaderno separado de medidas precautorias y da lugar a un incidente que no
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reviste el carácter de previo y especial pronunciamiento, y ser tramitado de acuerdo con


las reglas generales de los incidentes.
La resolución que se dicte respecto de la solicitud de alzamiento de la medida
precautoria tendrá el mismo carácter que se estime procedente otorgarle a la resolución
que concede la medida precautoria y en su contra cabrá deducir los mismos recursos
según lo ya señalado precedente al analizar esta resolución, es decir, l a resolución que
rechaza el alzamiento de una precautoria es un auto y por lo tanto no es apelable. La que
acoge el alzamiento es igualmente un auto, pero es apelable porque la ley lo dispone así
en forma expresa en el art. 194 N.4.

CAPITULO VI. LAS MEDIDAS PREJUDICIALES PRECAUTORIAS


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1. Regulación.
En nuestra legislación, las medidas prejudiciales precautorias se encuentran
contempladas dentro del Título IV “ De las Medidas Prejudiciales”, del Libro II del
Código de Procedimiento Civil, y dentro de éste, se refieren específicamente a las
medidas prejudiciales precautorias los artículos 279 y 280. En el Proyecto, se
reglamentan bajo la denominación de medidas cautelares en el Capítulo 3 Medida
Prejudicial Cautelar del Título XII Medidas Prejudiciales y Cautelares del Libro I
Disposiciones Generales.
2. Concepto.
Las medidas prejudiciales precautorias son las providencias pronunciadas por el
tribunal antes de la existencia del juicio, a petición de quien será el sujeto activo en el
proceso, que tienen por finalidad asegurar el resultado de la pretensión que se hará valer
posteriormente en el proceso, cuando se ha demostrado la apariencia de la existencia del
derecho cuya satisfacción se pretende y existe el peligro de que éste puede ser burlado,
rindiéndose caución por el solicitante para garantizar los perjuicios que pudieren
causarse con su infundado otorgamiento.
Las medidas prejudiciales precautorias, según lo prevenido en los artículos 279 y
280 del Código de Enjuiciamiento Civil, sólo le corresponde solicitarlas al futuro
demandante, y ellas son, el secuestro de la cosa; el nombramiento de uno o más
interventores ; la retención de bienes determinados y la prohibición de celebrar actos o
contratos sobre bienes determinados. 5
3.- Competencia
En primer lugar, es menester tener presente que las medidas prejudiciales
precautorias siempre es de competencia de los tribunales y especiales y no de los
árbitros.
Debemos hacer presente que aun cuando se haya pactado un arbitraje, son
competentes para decretar la medida prejudicial precautoria el tribunal ordinario o
especial respectivo.
En efecto, el artículo 5º del Código Orgánico de Tribunales establece que los
tribunales ordinarios poseen competencia para conocer de todo asunto, lo que deben
realizar en todo caso hasta la debida constitución del tribunal arbitral en el evento de
existir un arbitraje obligatorio o de haberse estipulado un compromiso.
4.- Presupuestos:
El legislador ha sido consciente en establecer un sistema de equilibrios para poder
decretar las medidas precautorias en forma previa a la demanda. Por un lado, está la libre
disponibilidad de los bienes del futuro demandado y, por el otro, el derecho a la tutela
5
Corte de Apelaciones de San Miguel, 10 de agosto de 2011, Rol 725-2012
46
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judicial efectiva del futuro demandante, quien tiene el legítimo derecho a asegurar que
su pretensión pueda ejecutarse en el patrimonio del deudor asegurando bienes para tal
efecto. Por tal motivo, el legislador vino a cualificar la situación de peligro que se
intenta evitar, agregando a los presupuestos propios de las medidas precautorias, otros
presupuestos que vienen a equilibrar la merma dispositiva que sufre el futuro
demandado.
Los presupuestos son los siguientes:
a).- Que existan motivos graves y calificados (Art. 279 primera parte): Hay casos
graves y calificados en situaciones en las cuales se presuma que la demora en el
otorgamiento de la medida se traducirá en serios perjuicios para el futuro demandante,
de allí la urgencia en que estas medidas sean otorgadas por el tribunal de inmediato. La
jurisprudencia ha sostenido que el Art. 279 está calificando la exigencia de peligro
respecto de la concesión normal de una medida precautoria, aumentando el grado de
urgencia que se necesita. La razón radica en que las circunstancias en que son
concedidas estas medidas los elementos de análisis de que dispone el tribunal son mucho
menores de los que cuenta una vez que el proceso judicial se ha iniciado, por lo que las
posibilidades de un diagnóstico errado son mucho mayores. Se trata de situaciones
donde la conducta futura del demandado puede obstruir el cumplimiento y efectividad de
la sentencia estimatoria, ya sea distrayendo, ocultando, disipando o vendiendo bienes
para sacarlo de su patrimonio y disminuir el derecho de garantía general que tiene todo
acreedor sobre los bienes del deudor.
b).- Que se determine el monto de los bienes sobre los que recaerá la medida (Art.
279 Nº1) La determinación del monto de los bienes sobre los que recaerá la medida es
una exigencia que deriva del principio de proporcionalidad, y sirve para evitar que la
medida solicitada sea abusiva. Con esto se conoce de inmediato la parte del patrimonio
del futuro demandado que se desea afectar.
c).- Que se otorgue fianza u otra garantía suficiente a efectos de responder por
los eventuales perjuicios que se originen y multas que se impongan (Art. 279 Nº2 CPC).
Este presupuesto es más bien excepcional en el orden procesal chileno, y también
respecto de las medidas precautorias en general, puesto que lo normal es que las medidas
precautorias se concedan sin necesidad de constituir una caución. Como veremos con
posterioridad la exigencia de la caución (contracautela) tiene por objeto asegurar una
futura la reparación del patrimonio del destinatario de la medida cautelar cuando la
concesión se la causado algún daño.
d).- Que se acompañen comprobantes que constituyan a lo menos presunción
grave del derecho reclamado (Art. 298 CPC). Este presupuesto no está expresamente
contemplado para las medidas prejudiciales precautorias pero sí para las medidas
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precautorias, por ende, la jurisprudencia ha dicho que resulta plenamente aplicable a las
primeras. En realidad se puede decir que las medidas prejudiciales precautorias deben
cumplir con todos los presupuestos y requisitos de las medidas precautorias propiamente
tales, con sola salvedad de que el legislador cualifica el peligro en la demora.
3.- Las cargas procesales
Una vez concedidas las medidas precautorias con carácter previo a la demanda
surgen para el futuro demandante una serie de cargas procesales, cuyo incumplimiento
podría generar un perjuicio a sus propios intereses. Estas cargas tienen por objeto
recordarle al futuro demandante que las medidas han sido concedidas excepcionalmente
y que su justificación, como medidas precautorias propiamente tales, dependerá de su
comportamiento y de que de acredite que realmente son necesarias. Estas exigencias se
encuentran previstas en el Art. 280 CPC y son:
a).- Que el que obtuvo la medida prejudicial presente su demanda en el término de
10 días, se trata de un plazo fatal, se descuentan los feriados, pudiendo ampliarse a 30
días por motivos fundados. 6 Con esta exigencia se pone en evidencia la seriedad de la
pretensión deducida, puesto que el futuro demandante asume la carga procesal de
presentar su demanda dentro de un determinado lapso de tiempo. Cabe señalar que no se
trata de una exigencia formal, en el sentido que debe existir una coherencia entre la
acción que se pretendía deducir y la efectivamente ejercida. De esta forma si existe
alguna discrepancia sustancial entre una u otra es posible estimar que el actor no ha
cumplido con esta carga procesal. Esta cuestión deberá determinarla el juez en cada caso
concreto, pudiendo ser un elemento para discernir la coincidencia la causa de pedir entre
la pretensión anunciada y la efectivamente ejercida, aun cuando a nuestro juicio las
modificaciones introducidas en la demanda no deben alterar los elementos que se
tuvieron en cuenta por el juez al decretar la medida, en especial, la apariencia de buen
derecho.
La ley, sin embargo, establece una clara sanción para el caso en que no se
presente la demanda dentro del plazo asignado: el actor se hace responsable de los
perjuicios causados, considerándose doloso su procedimiento (Art. 280 inciso 2º CPC).
La sanción es grave, y se trata de uno de los supuestos donde nuestro ordenamiento
presume una actuación dolosa. En este aspecto el destinatario afectado por la medida
podrá hacer efectiva la responsabilidad del actor por los perjuicios ocasionados,
debiendo acreditar el daño y la relación de causalidad, presumiéndose el dolo en la
petición de la medida.

6
Corte de Apelaciones de San Miguel, 10 de agosto de 2011, Rol 725-2012

48
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b).- El actor debe solicitar que se mantengan las medidas prejudiciales decretadas.
El período que media entre la concesión de la medida y la presentación de la demanda es
posible que los elementos que se tuvieron en cuenta para decretarlas hayan desaparecido,
y el primer antecedente que tiene el juez al respecto es la misma petición del actor. Si
éste no solicita que las medidas sean mantenidas entonces se deben dejar sin efecto,
presumiéndose doloso su actuación (Art. 280 inciso 2º). Por el contrario, si el actor pide
la mantención de las medidas prejudiciales precautorias entonces se produce una
segunda oportunidad para revisar la procedencia de las mismas. Aquí el tribunal puede
estimar que no concurren los presupuestos para mantener la medida prejudicial y, por
tanto, declarar su cesación inmediata. En este caso también se presume dolosa la
actuación del solicitante de la medida. Sobre la presunción de dolo, se debe indicar que
tiene el carácter de meramente legal admitiendo prueba en contrario, esto es, el
solicitante puede acreditar que ha sido diligente y que ha actuado de buena fe en la
petición de la medida cautelar. En la práctica esta presunción se ha ido difuminando por
su escasa aplicación. Los litigantes no piden al tribunal que declare dolosa la actuación
del solicitante de la medida.
4.- Tramitación de las medidas prejudiciales precautorias
Una vez que el juez recibe una solicitud de medida prejudicial precautoria surge
inmediatamente la pregunta acerca de su tramitación. En este sentido, existen dos
posibilidades: o se decretan de plano, sin la intervención del destinatario de la medida
precautoria y sin que si siquiera se entere de la misma o; por el contrario, se da noticia al
destinatario de la medida resolviendo el juez con posterioridad a esa notificación.
El Código de Procedimiento Civil en los artículos que se refieren a las medidas
prejudiciales precautorias no contiene referencia alguna a la forma en que deben
tramitarse estas medidas. Sin embargo, la mayoría de la doctrina y jurisprudencia han
entendido que resulta aplicable el Art. 289 CPC, al señalar que “las diligencias
expresadas en este título pueden decretarse sin audiencia de la persona en contra de
quien se piden, salvo los casos en que expresamente se exige su intervención.”
En consecuencia, las medidas prejudiciales precautorias deben decretarse de
plano, con el sólo mérito de los antecedentes que se agregan a la solicitud, sin necesidad
de notificar ni escuchar al destinatario de la medida. Esta especial característica ha hecho
que parte de la doctrina entienda que se trata de un procedimiento de emergencia. La
eficacia de la medida prejudicial precautoria queda subordinada al conocimiento que
tenga el futuro demandado, que es lo justifica una postergación de la contradicción para
una etapa posterior del proceso.
En general la doctrina entiende que el futuro demandado no debería intervenir en
esta etapa prejudicial, en razón que la sorpresa con que se adopte la medida es
49
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determinante para su eficacia. Por lo tanto, el derecho a oponerse a la medida precautoria


nace con posterioridad, una vez que ésta se ha concretado y que ha sido notificado
legalmente de la demanda. Esta forma de proceder es plenamente constitucional y
respeta íntegramente el derecho de defensa que sin ser suprimido se ve postergado a una
etapa posterior. Además el legislador toma el suficiente recaudo calificando la situación
de peligro que se intenta evitar y estableciendo en forma obligatoria la constitución de
cauciones para responder de los daños.
Ha existido discusión acerca de si en materia prejudicial es aplicable el Art. 302
inciso 2° CPC, en lo relativo a la notificación de la medida precautoria dentro de
determinado plazo. Parte de la jurisprudencia ha dicho que no resulta aplicable, pues las
medidas prejudiciales precautorias se rigen por las disposiciones del Título IV del libro
Segundo, las que no contemplan la necesidad de notificar la medida dentro de cierto
plazo. Otra parte de la jurisprudencia, con la cual coincidimos, entiende que sí resulta
aplicable el Art. 302 CPC, siempre y cuando la medida se decrete bajo el contexto de esa
disposición, esto es: que la medida se lleve a cabo antes de notificarse al destinatario y
que existan razones graves para ello. En consecuencia, si la medida prejudicial
precautoria no ha sido decretada en esos supuestos entonces no existe plazo para
notificarla. La razón es más que lógica, pues la medida surtirá efecto una vez que ha sido
notificada, por ende no es necesario que se fije un plazo. Pero, si el futuro actor ha
pedido que esa medida surta todos sus efectos antes de ser decretada entonces es
necesario que la notifique dentro de los plazos asignados. 7
6.- Demanda anunciada
Ley no exige que demanda efectivamente interpuesta sea idéntica a fundamentos
expuestos en medida prejudicial precautoria. En este sentido se ha resuelto “Al deducir
demanda en juicio ordinario de cumplimiento de contrato con indemnización de perjuicios,
dentro del plazo legal, ha iniciado una acción por la que, básicamente, pretende los mismos
objetivos que pudo lograr por la vía del aludido juicio sumario, de manera que no se
advierte el perjuicio que para la parte demandada tendría el cambio de acción que denuncia,
conviniendo tener en cuenta que la ley no exige una total identidad entre la demanda
anunciada y la efectivamente interpuesta, como se deduce del adverbio “someramente” que
se emplea en el aludido artículo 287”.8
Finalmente se debe agregar que habiendo medida prejudicial demanda se notifica
por estado diario. En efecto, no existiendo norma de procedimiento que ordene que la
demanda que se presenta, una vez iniciado el juicio en la forma antes anotada, deba ser
notificada personalmente o por cédula, y si el juez de la causa no ordena otra forma de

7
Corte de Apelaciones de Talca, 23 de octubre de 2009, Rol 782-2009
8
Corte de Apelaciones de Santiago, 8 de noviembre de 2016, Rol 8717-2016
50
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notificación, procede la notificación por el estado diario.9


7.- Recursos
Resolución que rechaza alzamiento de medida prejudicial es apelable si actor no
dedujo demanda dentro de plazo establecido en la ley. En efecto, se trata de un auto que
altera la substanciación regular del juicio desde que no obstante no haberse deducido en
tiempo una demanda, se decide mantener vigente la medida prejudicial. 10

II.- LOS PROCEDIMIENTOS EJECUTIVOS


CAPÍTULO I: CUMPLIMIENTO DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES

9
Corte de Apelaciones de Santiago, 5 de julio de 2016, Rol 4.630-2016
10
Corte de Apelaciones de Santiago, 14 de noviembre de 2016, Rol 10.831-2016
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I.- RESOLUCIONES PRONUNCIADAS POR TRIBUNALES CHILENOS


1.- Cuestiones Generales
En nuestro ordenamiento jurídico, la facultad de los tribunales de hacer cumplir o
ejecutar las resoluciones dictadas por ellos recibe el nombre de imperio, el que se encuentra
consagrado en el artículo 73 de la CPR, el que en su inciso 1 dispone que la facultad de
conocer las causas civiles y criminales, de resolverlas y de hacer ejecutar lo juzgado,
pertenece exclusivamente a los tribunales establecidos por la ley, agregando los incisos
siguientes que, para ejecutar las resoluciones los tribunales podrán impartir órdenes en
forma directa a la fuerza pública y, además que la autoridad requerida deberá cumplir sin
más trámite el mandato judicial.
2.- Resoluciones que pueden cumplirse
Sabemos que el CPC reconoce la existencia de cuatro tipos de resoluciones, los
decretos, autos, sentencias interlocutorias y sentencias definitivas. Para que estas
resoluciones puedan ser susceptibles de cumplirse o ejecutarse, requieren encontrase
ejecutoriadas o al menos causar ejecutoria.
Conforme al artículo 174, una resolución se encuentra firme o ejecutoriada en los
siguientes casos:
a) Desde el momento en que ha sido notificada a las partes, cuando no procede en
su contra recurso alguno;
b) Cuando procediendo en contra de esa resolución algún recurso transcurren los
plazos establecidos por la ley para su interposición, sin que ellos sean
deducidos;
c) Cuando habiéndose interpuesto algún recurso en contra de esa resolución, él ha
sido resuelto y se notifica a las partes la resolución del tribunal inferior que la
ordena cumplir; es decir, el llamado “cúmplase”.
Por otra parte, las resoluciones causan ejecutoria en aquellos casos en que, no
obstante encontrase pendientes los plazos para interponer recursos o en que, habiéndose
deducido éstos aún no han sido resueltos por el tribunal superior, la ley en forma expresa
señala que pueden cumplirse de inmediato. Es decir, una resolución causa ejecutoria
cuando no obstante existir recursos pendientes la ley dispone que pueden cumplirse de
inmediato.
3.- Necesidad del cumplimiento forzado de la resolución
Desde otro punto de vista, debemos tener presente que la sola circunstancia de que
se dicte una resolución, no necesariamente requiere de un cumplimiento forzado de la
misma, existiendo los siguientes casos en que ello no es necesario:
a) Casos en que se cumplen simplemente a través del trámite procesal que ellas
disponen, por ejemplo, un decreto que ordena evacuar un traslado, se cumplirá
52
Procedimientos Especiales
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ya sea evacuando la parte ese traslado o dejando transcurrir el plazo


correspondiente sin hacer nada, es decir, en rebeldía.
b) Resoluciones como las meramente declarativas de un derecho, que no requieren
de un trámite posterior para su cumplimiento;
c) Por último, puede suceder que la resolución sea cumplida voluntariamente por la
persona obligada a ello, caso en el cual tampoco será necesario el cumplimiento
compulsivo.
4.- Tribunal competente (Art. 231, 232 y 233 CPC)
La norma general, conforme a lo dispuesto en el artículo 231 inc. 1, es que el
tribunal competente para conocer del cumplimiento de una resolución judicial es aquél que
conoció del asunto en primera o única instancia, sea que el tribunal superior haya
mantenido su resolución o la haya cambiado o revocado.
Excepciones:
a) Los tribunales que conocen de los recursos de apelación, casación y revisión,
ejecutarán los fallos que ellos mismos dicten para la tramitación o sustanciación
de esos recursos y también podrán ordenar el pago de las costas adeudadas a los
funcionarios que hayan intervenidos en ellos.
b) Cuando la ejecución de una sentencia definitiva haga necesario la iniciación de
un juicio ejecutivo, éste podrá deducirse ante el mismo tribunal que dictó la
sentencia que se trata de cumplir en primera o única instancia ante el tribunal
competente conforme a las reglas generales, a elección del ejecutante.
5.- Formas de cumplir las resoluciones judiciales.
El CPC señala diferentes formas de cumplir compulsivamente las
resoluciones judiciales, efectuando para ello el siguiente distingo:
a) Ejecución de sentencias definitivas:
i.- Ante el mismo tribunal que la dictó:
Si el cumplimiento se solicita dentro del plazo de un año desde que la ejecución de
hizo exigible:
En este caso deberá aplicarse el procedimiento ejecutivo especial que contemplan
los art. 233 y siguientes del CPC, procedimiento que se conoce con el nombre de ejecución
incidental, cuyos detalles veremos más adelante.
Si el cumplimiento se solicita después de vencido el término de un año y la
sentencia es de aquellas que ordena el pago de prestaciones de dar, hacer o no hacer,
corresponderá aplicar las normas del procedimiento ejecutivo ordinario que veremos más
adelante, con la particularidad de que en él no se podrán hacer valer excepciones que hayan
podido alegarse en el juicio declarativo anterior.
ii.- Ante tribunal diverso
53
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Si el que obtuvo una sentencia favorable en juicio declarativo opta por perseguir el
cumplimiento de ella ante un tribunal diferente a aquel que la dictó en primera o única
instancia y que sea competente conforme a las normas generales, deberá deducir su
demanda conforme a las reglas del juicio ejecutivo ordinario, no pudiendo tampoco en este
caso alegar excepciones que debió hacer valer en el juicio declarativo. Este procedimiento
se aplicará tanto si se solicita el cumplimiento de la sentencia antes o después del año en
que la ejecución se hizo exigible, toda vez que la ejecución incidental sólo procede ante el
tribunal en el que se dictó la sentencia que se desea cumplir.
b) Ejecución de otras resoluciones (Art. 238 CPC)
Cuando se trate del cumplimiento de resoluciones no comprendidas en los artículos
233 a 237, corresponderá al juez de la causa dictar las medidas conducentes a ello,
pudiendo al efecto imponer multas que no excedan de una UTM o arresto de hasta dos
meses, determinados prudencialmente por el tribunal, sin perjuicio de repetir ese apremio.
c) Ejecuciones especiales:
Según lo señalado en los artículos 233 inc. 1 y 235 inc. 1 del CPC en todo caso, si la
ley ha señalado alguna forma especial de cumplir una sentencia, habrá de estarse a lo que la
norma especial establezca:
i.- En los juicios de hacienda:
Es decir en los juicios en que el Fisco tiene interés; si el Fisco es condenado al pago
de una prestación, el art. 752 CPC señala que la sentencia deberá ser cumplida por la
autoridad correspondiente dentro del plazo de 60 días de que reciba el oficio del tribunal
adjuntándole copia de la sentencia en referencia con certificado de encontrase ejecutoriada.
ii.- Sentencias que ordenan pago de prestaciones periódicas (Art. 236
CPC)
En estos casos, si el deudor retarda el pago de dos o más pensiones, el juez podrá
compelerlo a prestar seguridades para el pago, como por ejemplo convertir las prestaciones
en intereses de un capital que se depositará para esos efectos en un banco, capital que será
restituido al deudor cuando cese la obligación.
La petición que se formule en el sentido indicado se somete a los trámites de los
incidentes.
iii.- Reclamaciones de obligados a restituir un bien raíz o mueble (art.
239 CPC).
Las reclamaciones que el obligado a restituir alguno de estos bienes tenga derecho a
deducir en razón de prestaciones a que esté obligado el vencedor y que no ha hecho valer
en el proceso en el que se dictó la sentencia que se trata de cumplir, se tramitarán en forma
incidental, con audiencia de las partes, sin interrumpir el cumplimiento de la sentencia,

54
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salvo que la ley disponga lo contrario, como por ejemplo cuando existe derecho legal de
retención.
iv.- Quebrantamiento de resoluciones (Art. 240 CPC)
El tribunal, el tribunal tendrá facultad para decretar las medidas encaminadas a dejar
sin efecto todo lo que se haga en contravención a lo ejecutado.
Por otra parte, el que quebrante lo ordenado cumplir, será sancionado criminalmente
con pena de reclusión menor en su grado media a máximo.
v.- Otras formas de cumplir las resoluciones (Art. 238 CPC)
Cuando se trata del cumplimiento de otras resoluciones, corresponderá al juez de la
causa determinar las medidas conducentes a dicho cumplimiento, pudiendo al efecto
imponer multas que no excedan de una UTM o arresto de hasta dos meses, determinados
prudencialmente por el tribunal, sin perjuicio de repetir el apremio.
II.- RESOLUCIONES PRONUNCIADAS POR TRIBUNALES EXTRANJEROS (ART. 242 A
251 CPC)
Si bien el principio general es que la jurisdicción de los tribunales sólo abarca el
territorio nacional respectivo, la progresiva interrelación tanto entre los estados como de los
habitantes de los mismos ha hecho necesario que se reconozca valor a las resoluciones
pronunciadas por los tribunales extranjeros siempre y cuando las autoridades chilenas le
hayan dado el correspondiente pase o “exequator”, conforme a las disposiciones legales
vigentes, las que establecen que el conocimiento y resolución de esta materia corresponde a
la Corte Suprema.
1.- Resoluciones extranjeras susceptibles de cumplirse en Chile:
Como se deduce de los artículos 242, 246, 248 y 249 del CPC, todo tipo de
sentencia extranjera puede ejecutarse en Chile, cualquiera que sea la materia sobre la que
ella versa o el tribunal que la haya dictado.
En efecto, el artículo 242 parte señalando que “las resoluciones pronunciadas en
país extranjero...”, sin efectuar distingo alguno; por su parte, el art. 243 dispone que las
normas de los art. 242 a 245 se aplican a las resoluciones pronunciadas por jueces árbitros y
los artículos 248 a 249 se refieren respectivamente a las normas de procedimientos
aplicables para exequátor de resoluciones dictadas en asuntos contenciosos y no
contenciosos.
2.- Reglas para acoger un exequátor (Art. 242 -245 CPC)
A.- Normas que establezcan los tratados internacionales:
El art. 242 CPC parte señalando que las resoluciones pronunciadas en país
extranjero tendrán en Chile la fuerza que les concedan los tratados respectivos.

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Sobre la materia existe un tratado multilateral, conocido como Código de


Bustamante, el que en los art. 423 y siguientes se refiere a la materia. Además existen otros
tratados bilaterales o multilaterales que la Corte Suprema deberá examinar en cada caso.
B.- Norma de la reciprocidad (Art. 243 CPC)
A falta de tratado que regule la materia, para que las resoluciones de un país
extranjero puedan cumplirse en Chile, deberá examinarse los precedentes que existen en
orden a establecer el trato que se ha dado en ese país a las resoluciones emanadas de
tribunales chilenos. Si se le ha dado valor, procede que la Corte Suprema acoja el
exequátor; a la inversa, si en el otro país no se ha dado aplicación a fallos chilenos, la Corte
Suprema deberá rechazar el exequátor.
C.- Norma de regularidad internacional (Art. 245 CPC).
En caso de no existir tratados ni precedentes, las resoluciones extranjeras tendrán en
Chile la misma fuerza que si hubieran sido dictadas por tribunales chilenos, siempre y
cuando reúnan los siguientes requisitos:
i.- Que no contengan nada contrario a las leyes de la República, excluidas las de
procedimiento; esta excepción se funda en que conforme a los principios generales los
procesos deben sustanciarse conforme a las normas de procedimiento que rigen en el país
en que el mismo es instruido.
ii.- Que no se opongan a la jurisdicción nacional; es decir, no procederá el exequátor
si el asunto materia de la resolución, conforme a las leyes chilenas es de jurisdicción
chilena.
iii.- Que la parte en contra de quien se pretende ejecutar la sentencia haya sido
debidamente emplazada. Lo anterior, sin perjuicio de que ella pueda probar que, no
obstante haber sido debidamente emplazada, por otros motivos estuvo impedido de hacer
valer sus medios de defensa.
iv.- Que estén ejecutoriadas conforme a las leyes del país en que hayan sido
pronunciadas. Es decir, no basta que causen ejecutoria; esta limitación se establece en
atención al carácter eventual de las resoluciones que causan ejecutoria.
3.- Normas de procedimiento
Como señalamos anteriormente, el tribunal competente para conocer del exequátor
es la Corte Suprema, como el conocimiento no se encuentra entregado en forma expresa al
pleno de ese tribunal, cabe concluir que es de competencia de las salas del mismo.
Este procedimiento varía según si la sentencia que se pretende ejecutar ha sido
dictada en asunto contencioso o no contencioso.
Contencioso (Art. 248 CPC)

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a) La sentencia que se pretende ejecutar deberá ser presentada ante la Corte


Suprema en copia legalizada o apostillada11, la que se adjuntará a la solicitud de
exequátor;
b) La Corte Suprema dará traslado de la petición a la persona en contra de quien se
solicita el cumplimiento, la que tendrá el término de emplazamiento para
exponer lo que estime conveniente a sus derechos:
c) Evacuado el traslado o en rebeldía, se oirá al Ministerio Público, a fin de que el
Fiscal de la Corte Suprema evacue el dictamen correspondiente expresando si a
su parecer procede o no conceder el exequátor;
d) Si el tribunal lo estima necesario, una vez evacuado el informe del Fiscal, podrá
abrir un término probatorio en la forma y por el tiempo establecido para los
incidentes;
e) Una vez evacuado el informe fiscal o vencido el probatorio, la Corte Suprema
deberá resolver si debe o no darse cumplimiento a la resolución del tribunal
extranjero.
No contencioso (Art. 249 CPC)
Por la propia naturaleza de estos asuntos, en ellos no procederá dar traslado,
por cuanto no existirá contraparte; en consecuencia sólo se solicitará informe al
Fiscal y con el mérito de éste la Corte Suprema, resolverá, salvo que estime
necesario abrir un término probatorio.
4.- Tribunal competente para ejecutar el fallo extranjero
Una vez que la Corte Suprema ha dictado sentencia en el procedimiento de
exequátor acogiendo la petición, surge el problema de determinar el tribunal
competente para conocer de la ejecución del fallo extranjero. A esta materia se
refiere el artículo 251 el que dispone que será competente aquel tribunal al cual le

11
La Apostilla es una certificación única que simplifica la actual cadena de legalización de documentos
públicos extranjeros, modificando la forma de acreditar su autenticidad mediante un trámite único. Los
documentos emitidos en Chile para ser utilizados en un país miembro del Convenio de la Apostilla que hayan
sido certificados mediante una Apostilla, deberán ser reconocidos en cualquier otro país del Convenido sin
necesidad de otro tipo de certificación. Asimismo, los documentos que ingresan Apostillados a Chile (desde
los países parte del Convenio) deberán ser reconocidos sin necesitar de una certificación adicional
Los chilenos o extranjeros que busquen apostillar un documento, deberán realizar el trámite único de manera
presencial en los servicios públicos involucrados. Ello implica que el actual peregrinaje que ciudadanos deben
realizar por distintas reparticiones públicas nacionales y extranjeras se reducirá a un trámite único, ya sea en
Chile o en el exterior. Los usuarios podrán realizar el trámite único ante las siguientes autoridades
competentes para apostillar: Ministerio de Educación: Secretarios Regionales Ministeriales; Ministerio de
Justicia: Subsecretaría de Justicia y Secretarios regionales Ministeriales; Registro Civil e Identificación:
Dirección Nacional y Directores Regionales; Ministerio de Relaciones Exteriores: Dirección General de
Asuntos Consulares y de Inmigración; Ministerio de Salud: Secretarios Regionales Ministeriales. Directores
de Servicios de Salud e Intendente de Prestadores de Salud. (Ley 20.711).

57
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correspondería hacerlo en primera instancia o única instancia en caso de haberse


dictado la sentencia en Chile.
5.- Procedimiento aplicable en la ejecución:
Si bien el PCP nada dice, debemos concluir que habrá de estarse a lo
dispuesto en el tratado respectivo. Si él existe y, en su defecto, deberá aplicarse el
procedimiento correspondiente establecido por las leyes chilenas.

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CAPÍTULO II: LOS PROCEDIMIENTOS EJECUTIVOS EN PARTICULAR


A) EL PROCEDIMIENTO EJECUTIVO INCIDENTAL (ART. 233-235 CPC)
Como señalamos anteriormente, cuando se solicita el cumplimiento de una
sentencia ante el mismo tribunal que la dictó dentro del plazo de un año desde que la
obligación se hizo exigible, corresponde aplicar el procedimiento ejecutivo especial
conocido como ejecución del fallo, reglamentado en los art. 233 a 235 del CPC.
1.- Los trámites de este procedimiento son los siguientes:
a.- Solicitud del vencedor:
La parte que obtuvo sentencia condenatoria en contra de la contraria en juicio
declarativo, deberá presentar ante el mismo tribunal una demanda ejecutiva incidental
solicitando el cumplimiento forzado de dicho fallo.
b.- Resolución del tribunal
El juez examinará el escrito y si en la especie aparece que la sentencia se encuentra
ejecutoriada o causa ejecutoria y el cumplimiento se ha solicitado dentro del plazo de un
año desde que la obligación se hizo exigible dará curso a la demanda dictando una
resolución que dirá más o menos “Como se pide, con citación”; es decir, será necesario
esperar tres días que la ley concede al ejecutado para que este pueda oponerse a la
ejecución mediante alguna de las excepciones que la ley señala en forma taxativa.
c.- Notificación
La resolución antes señalada deberá ser notificada por cédula al apoderado que la
parte ejecutada tuvo en el juicio declarativo, sin perjuicio de que el receptor deba remitir
además carta certificada al domicilio de la parte misma en el que se notificó la demanda
declarativa.
Si el cumplimiento se pide respecto de algún tercero que no fue parte en el juicio, la
notificación deberá ser personal.
d.- Actitudes del ejecutado
Este tiene tres caminos que seguir:
i) Dar cumplimiento a lo ordenado en la sentencia, con lo que concluye el juicio
ejecutivo (por ejemplo consigna en el tribunal la suma a la cual fue condenado a pagar) .
ii) Podrá dejar transcurrir los tres días de la citación y no hacer nada; en este caso
procederá seguir adelante la ejecución en la forma que veremos.
iii) Por último, dentro del plazo señalado podrá oponer excepciones, las que se
encuentran señaladas taxativamente en el art. 234 del CPC y son las siguientes:
Pago de la deuda, remisión de la deuda, concesión de plazo para pagar, novación,
compensación, transacción, la de haber perdido la sentencia el carácter de ejecutoria, la
pérdida de la cosa debida, imposibilidad absoluta de cumplir y falta de oportunidad en la

59
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ejecución, excepciones que deben cumplir los siguientes requisitos para que puedan ser
admitidas a tramitación:
- Deben fundarse en hechos acaecidos con posterioridad a la sentencia de cuto
cumplimiento se trata, por cuanto si han ocurrido antes debieron haber sido alegados en el
proceso declarativo.
- Deben fundarse en antecedentes escritos, salvo el de imposibilidad absoluta en la
ejecución, la de pérdida de la cosa debida y la de falta de oportunidad en la ejecución, pero
estas a su vez, para ser admitidas requieren aparecer revestidas de fundamento plausible.
e.- Admisibilidad de las excepciones:
En caso de que se opongan excepciones, el juez deberá examinar el escrito
respectivo y sólo le dará curso cuando las excepciones opuestas sean algunas de las antes
nombradas y cumplan los requisitos señalados. Si no cumplen con las indicaciones
señaladas, el juez rechazará de plano la oposición; en cambio, si reúnen los requisitos,
conferirá traslado al ejecutante para que éste dentro de tercero día conteste, generándose un
incidente ordinario, pudiendo eventualmente recibirlo a prueba, si existen hechos
sustanciales, pertinentes y controvertidos.
f.- Sentencia:
Terminada la tramitación de la incidencia, el juez deberá dictar sentencia acogiendo
o rechazando las excepciones opuestas. Si las acoge, una vez ejecutoriada esa sentencia
terminará el procedimiento ejecutivo incidental, en cambio, si son rechazadas, se seguirá
adelante la ejecución conforme a las normas siguientes.
g.- Procedimiento de apremio
i) En caso de que de seguirse adelante la ejecución y la sentencia ordenaba la
entrega d una especie o cuerpo cierto, mueble o inmueble, se llevará a efecto la entrega
mediante el auxilio de la fuerza pública en caso de ser necesario.
ii) Si tratándose de especie mueble ella no es habida, será necesario proceder a la
tasación de la misma por el tribunal, oyendo a peritos nombrados en la forma general, de tal
modo que la obligación de entregar será reemplazada por la de pagar el valor de la especie.
iii) Si la sentencia ordena pagar una suma de dinero o procede el pago del valor de
la especie no habida, será necesario distinguir si se han retenido al ejecutado con medida
precautoria dinero u otros bienes o no.
1.- Si se ha retenido dinero:
El tribunal ordenará, una vez efectuada la liquidación del crédito y la tasación de
costas, el giro de cheque en favor del ejecutante por la suma que corresponda.
2.- Si se ha retenido otras especies:
En este caso será necesario proceder a la realización de las especie.
3.- Si no han existido medidas precautorias:
60
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Se procederá a embargar y enajenar bienes suficientes del ejecutado conforme a las


normas del procedimiento de apremio del juicio ejecutivo ordinario, sin necesidad de
requerimiento; la resolución que ordena el embargo y el embargo mismo será notificados al
ejecutado por cédula.
4.- Si la sentencia ordena pagar una cantidad determinada de un género
determinado:
Se procederá en la misma forma que en el caso anterior, pero si es necesario
practicar tasación se recurrirá a peritos.
5.- Si la sentencia ordena la ejecución o destrucción de una obra material, la
suscripción de un documento o la constitución de un derecho real o de una obligación:
Se procederá en la forma que señalan las normas juicio ejecutivo ordinario por
obligación de hacer, pero cuando sea necesario embargar y realizar bienes se aplicarán las
normas antes vistas.
6.- Si la sentencia ha condenado a la devolución de frutos o a la indemnización
de perjuicios y se ha reservado, conforme al art. 173 del CPC al demandante discutir
esta cuestión en la ejecución de la sentencia:
En este caso el ejecutante, en el mismo escrito en el que deduce la demanda
ejecutiva deberá formular la otra demanda, la que se tramitará incidentalmente y de existir
oposición al cumplimiento de fallo, ambos incidentes se sustanciarán y fallarán
conjuntamente en una sola sentencia.
Explicación:
Puede suceder que una persona demande a otra para que se declare que debe
indemnizarle perjuicios por haber incurrido en cualquier conducta que le ha causado daño,
pero que en la misma demanda señala que se reserva la discusión respecto de la especie y
monto de los perjuicios para la ejecución del fallo por cuanto al momento de accionar aún
no ha determinado el monto de esos perjuicios. Si se dicta sentencia definitiva declarando
que el demandado debe indemnizar al actor los perjuicios causados a éste con su conducta
dañosa, junto con la demanda de ejecución incidental deberá demandar la determinación de
la especie y monto de los perjuicios.
h.- Reglas especiales respecto de terceros:
Cuando la ejecución de una sentencia se solicita respecto de un tercero que no ha
sido parte en el juicio declarativo en el que se dictó la sentencia, la ley ha señalado las
siguientes normas especiales:
a) La primera notificación deberá hacerse personalmente al tercero.
b) El tercero tendrá el plazo de 10 días para oponer excepciones a la demanda
ejecutiva incidental (Art. 234 inc. 2 CPC)

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c) El tercero, además de las excepciones antes indicadas, podrá defenderse


mediante la de inoponibilidad de la sentencia, es decir, de no empecerle el fallo
que se trata de cumplir.

62
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B.- EL JUICIO EJECUTIVO EN OBLIGACIONES DE DAR


(I) CUESTIONES GENERALES:
1.-Concepto:
Por juicio ejecutivo debemos entender aquel procedimiento que persigue, por la vía
compulsiva, el cumplimiento de una obligación cierta e indudable, que consta de un
antecedente auténtico al cual la ley le reconoce la aptitud para provocar el apremio y que
genéricamente se conocen como títulos ejecutivos.
Hasta ahora, aparte de la ejecución incidental, sólo hemos estudiado procedimientos
de orden declarativos, es decir, aquellos en los cuales la pretensión que se ejerce es la de
que se reconozca al actor un derecho controvertido. En el juicio ejecutivo ya no existe, en
términos generales esta controversia, toda vez que existe un título ejecutivo, como por
ejemplo una sentencia definitiva ejecutoriada dictada en un juicio ordinario por la cual se
condena al demandado a pagar al demandante cinco millones de pesos a títulos de
indemnización de perjuicios. Sin embargo, como veremos, no sólo las sentencias definitivas
ejecutoriadas tienen el mérito o el valor de provocar un procedimiento ejecutivo, toda vez
que existen otros títulos a los cuales, por su naturaleza, para estos efectos la ley les asigna
el mismo valor que a una sentencia, como por ejemplo la copia autorizada de una escritura
pública que da cuenta de la existencia de un contrato de mutuo en que el mutuario reconoce
haber recibido cinco millones de pesos.
3.-Características:
a) Es un procedimiento ejecutivo de carácter ordinario: es el cumplimiento de una
obligación indubitada;
b) Es un procedimiento compulsivo, toda vez, que como señalamos, a través de él lo
que se persigue es el cumplimiento forzado de una obligación por la vía del apremio a los
bienes materiales del deudor; si éste no paga, el acreedor que tiene un título ejecutivo puede
exigir compulsivamente, por esta vía, mediante el embargo y remate de bienes, el pago de
la deuda;
4.-Clasificaciones:
Según la obligación cuyo cumplimiento se pretende:
a) Juicio ejecutivo de obligación de dar; constituye en el fondo el juicio ejecutivo
ordinario, al igual como el juicio declarativo de mayor cuantía es el juicio ordinario
declarativo- es decir, sus reglas se aplican supletoriamente;
b) Juicio ejecutivo de obligación de hacer: lo que se persigue es que se efectué un
determinado trabajo; no la entrega de una cosa o el pago material de una obligación;
c) Juicio ejecutivo de obligación de no hacer: Se persigue compulsivamente que una
persona se abstenga de realizar una conducta determinada.
Según su campo de aplicación:
63
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a) Juicios ejecutivos generales: los antes señalados;


b) Juicios ejecutivos especiales: los contemplados por las leyes para casos
especiales, como por ejemplo la ejecución de prenda.
c) Juicios ejecutivos propiamente tales y ejecuciones incidentales.
5. Requisitos para que pueda intentarse una demanda ejecutiva:
- Se requiere la existencia de un título ejecutivo.
- Que la obligación sea actualmente exigible;
- Que la obligación no se encuentra prescrita;
- Que la obligación sea líquida o liquidable.

A) LA OBLIGACION DEBE CONSTAR DE UN TITULO EJECUTIVO:


Para que pueda iniciarse una demanda ejecutiva, es indispensable que, quien
sostiene la pretensión, cuente con un título ejecutivo.
Por título ejecutivo debemos entender aquél instrumento al cual la ley le atribuye
expresamente el mérito de servir de antecedente indispensable para deducir una demanda
en la cual se cobre compulsivamente el cumplimiento de alguna obligación que consta de
ese mismo título, la cual además debe ser líquida, actualmente exigible y no prescrita.
La ley no ha dado mérito ejecutivo a los negocios jurídicos, sino que a los
documentos en los cuales éstos constan o a los documentos que se refieren a dichos
negocios jurídicos. En el fondo, el título ejecutivo viene a ser una prueba perfecta de la
existencia de una obligación, motivo por el cual la ley le atribuye en forma expresa el
carácter de tal, es decir, el de poder exigir con su mérito el cumplimiento compulsivo de la
obligación.
La jurisprudencia ha señalado también al respecto que el título ejecutivo presenta
una naturaleza análoga a la de la prueba privilegiada, en términos tales que el acreedor
dotado de él, goza de la garantía jurisdiccional de solicitar el embargo de bienes suficientes
del deudor y todo el peso de la prueba recae sobre la parte demandada- ejecutada, quien
debe desvanecer esa presunción de veracidad que el título posee; por ello, si el ejecutado no
tiene prueba alguna en apoyo de sus pretensiones, sus excepciones deberán naturalmente
ser rechazados por el tribunal.12
1.- Enumeración de los títulos ejecutivos:
Los títulos ejecutivos deben encontrarse expresamente señalados por la ley para que
puedan revestir el carácter de tales y fundamentalmente están señalados en el artículo 434
del CPC y en algunas leyes especiales.
(l)Sentencias definitivas e interlocutorias firmes o ejecutoriadas:
Es decir, sentencia en contra de las cuales no procedan o ya hayan sido rechazados

12
Corte Suprema, 3 de agosto de 2010, Rol N° 4428-2010 y 25 de octubre de 2011, Rol N° 8694-2010.
64
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los recursos ordinarios interpuestos en contra de ellos.


Como vimos al tratar de los juicios declarativos ordinarios, la finalidad que
mediante ellos se persigue es la de que en definitiva se reconozca al actor el derecho que
pretende. Una vez que en ese proceso se ha dictado sentencia que se encuentra firme o
ejecutoriada, ella deberá ser cumplida en forma compulsiva, salvo que el demandado
voluntariamente cumpla la obligación a cuya prestación fue condenado.
Los artículos 233 y siguientes del CPC se refieren a la posibilidad de ejecutar estas
sentencias en forma incidental dentro del mismo proceso que se dictaron. Para deducir esta
ejecución incidental el demandante sólo tiene un plazo breve el que actualmente es de un
año, para solicitar el cumplimiento compulsivo de la sentencia ante el mismo tribunal que
dictó dicho fallo en el juicio declarativo. Ahora veremos la sentencia sólo como título
ejecutivo del juicio ejecutivo ordinario.
Para que pueda utilizarse una sentencia definitiva ejecutoriada como título ejecutivo
es necesario contar con una copia de la misma, debidamente autorizada por el funcionario
competente, que es el secretario mismo tribunal, quien además deberá certificar de que se
encuentra ejecutoriada, lo que es requisito indispensable.
A su turno, la sentencia que causa ejecutoria, es aquella que puede cumplirse no
obstante existir recursos interpuestos en su contra. Otorga acción de cosa juzgada no
obstante no encontrase firme, y no lo está porque o hay recursos pendientes o se encuentra
el plazo pendiente para deducirlos.13 Tal sería el caso de una sentencia apelada, concedida
en el solo efecto devolutivo (artículo 192 del Código de Procedimiento Civil) o bien otra
recurrida de casación, en que el recurso no suspende la ejecución del fallo (artículo 774 del
Código de Procedimiento Civil).
Este título ejecutivo está contenido en la regla residual del N°7 del artículo 434 del
Código adjetivo, puesto que se trata de “otro de los títulos a los que las leyes dan fuerza
ejecutiva”. Tal es el caso del artículo 192 y 774 ya citados. Sin embargo, la fuerza
ejecutiva de estas sentencias podría verse amagada frente a una Orden de no innovar
decretada con ocasión de un recurso de hecho, apelación y queja, que autorizan la
suspensión de los efectos de la sentencia que causa ejecutoria, caso en el cual, el ejecutado
puede oponer la excepción contemplada en el N° 7 del 464 del Código de Procedimiento
Civil.
Como es de toda lógica, la sentencia que causa ejecutoria se cumplirá mediante las
reglas del juicio ejecutivo cuando su ejecución se solicite en un proceso diverso y pasado el
plazo de un año contado desde que la sentencia causó ejecutoria.
(2)Copia autorizada de escritura pública (art. 434 N° 2)

13
Colombo Campbell, Juan, Pereira Anabalón, Hugo, Tavolari Oliveros, Raúl, Valdés Aldunate, Patricio y
Maturana Miquel, Cristian. Ob. Cit. p. 24.
65
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Las escrituras públicas constan de una matriz que se contiene en los protocolos que
son libros que se van empastando a medida que se juntan las escrituras. Sólo al notario
autorizante o a la persona que lo reemplace o subrogue en el cargo puede otorgar copia
autorizada que tenga este valor, así como el archivero judicial, una vez que los protocolos
le han sido remitidos a él. Como vimos, las fotocopias de escrituras públicas autorizadas
por un notario diferente carecen de este mérito ejecutivo.
(3) Acta de avenimiento (art.434 N° 3):
El avenimiento no está expresamente definido por la ley y es algo diferente que la
conciliación y la transacción. Debemos repetir aquí que es el acuerdo al cual llegan las
partes de un proceso en forma directa y lo presentan al tribunal para que éste le preste su
aprobación, la cual será otorgada siempre y cuando no se trate de derechos irrenunciables.
El título debe ser una copia autorizada del acta de avenimiento mismo, así como de
la resolución del juez que le presta su aprobación y lo manda tener como sentencia para
todos los efectos legales, copia que debe ser autorizada por el secretario del tribunal o por
el archivero judicial, en caso de que el expediente se encuentre bajo la custodia de él.
La conciliación también se estima sentencia ejecutoriada para todos los efectos
legales, motivo por el cual a su respecto vale lo dicho. También respecto de la transacción,
la que según vimos, incluso puede ser extrajudicial, debiendo en este caso constar por
escritura pública.
(4) Los instrumentos privados: (art.434 N° 4)
La norma es que este tipo de instrumentos, dada su naturaleza, carecen de mérito
ejecutivo; sin embargo, el artículo 434 contempla diferentes excepciones que son de gran
importancia por la aplicación práctica de las mismas:
(a) Instrumento privado reconocido o mandado tener por reconocido; debemos
recordar que el reconocimiento debe ser ante tribunal competente, lo que se efectúa en
gestión preparatoria de la vía ejecutiva.
(b) Letra de cambio o pagaré, respecto del aceptante de la primera y del suscriptor
del segundo, cuando el documento haya sido protestado personalmente al aceptante de la
letra o al suscriptor del pagaré y éstos no hayan opuesto tacha de falsedad a su firma al
momento de efectuarse este protesto por falta de pago;
(c) Letra de cambio, pagaré o cheque, cuando notificado judicialmente el protesto de
alguno de ellos a los obligados a pagarlos (girador, endosante, aceptante, etc.), éstos no
hayan alegado tacha de falsedad al momento de esa notificación o dentro del plazo de tres
días. (Estas notificaciones son gestiones preparatorias de la vía ejecutiva que veremos más
adelante).
(d) Letra de cambio, pagaré o cheque, respecto del obligado a su pago cuya firma
aparezca autorizada ante notario u oficial de registro civil, en los casos en que este último
66
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se encuentra autorizado para actuar como notario.


Explicación:
Aceptante de una letra de cambio es aquella persona que se obliga directamente a su
pago y que para ello debe firmarla en forma transversal en el anverso; suscriptor de un
pagaré es la persona que recibe un préstamo y firma como comprobante de la obligación un
documento que se denomina pagaré y en el cual se compromete a pagar en una fecha
determinada el importe del mismo; girador de un cheque es el titular de la cuenta corriente
o el mandatario habilitado para ello, que firma el cheque en su parte inferior derecha.
Endosantes son todas aquellas personas que firman los documentos antes referidos
transfiriendo el dominio de los mismos a terceros, lo que se lleva a cabo estampando la
firma al reverso. Sólo pueden endosarse los documentos en los cuales se encuentren
extendidos a la orden o al portador; no los nominativos; por este motivo si no se desea que
un cheque sea endosado, deberá tarjarse las palabras” o al portador” y ”a la orden” que se
consignan en el formulario.
(5) Confesión judicial: (art.434 N°5);
Debe tratarse de una confesión prestada ante el juez en una gestión preparatoria de
la vía ejecutiva.
(6) Otros
Cualesquiera títulos al portador o nominativos, legítimamente emitidos, que
representan obligaciones vencidas, y los cupones también vencidos de dichos títulos,
siempre que los cupones concuerden con los títulos y estos últimos con los talonarios:
Se refiere a los bonos y también su estudio es materia de Derecho Comercial; los títulos
representan el crédito mismo y los cupones vienen a ser aquellos que dan cuenta de los
intereses respectivos.
(7) Cualquier otro título al cual las leyes le confieren el carácter de título
ejecutivo:
Por ejemplo en materia tributaria.
(8) Artículo 435:
Señala la forma de configurar otro título ejecutivo y expresa:" si en caso de no tener
el acreedor título ejecutivo, quiere preparar la ejecución por el reconocimiento de firma o
confesión de deuda, podrá pedir que se cite al deudor a la presencia judicial, a fin de que
practique la que corresponda a esas diligencias”; "Y, si el citado no comparece o sólo da
respuestas evasivas, se dará por reconocida la firma o por confesada la deuda".
B) LA OBLIGACION DEBE SER ACTUALMENTE EXIGIBLE: (art.437)
La obligación de que da cuenta el título debe aparecer exigible al momento de
presentarse la demanda ejecutiva.

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Una obligación es actualmente exigible cuando no está sujeta a ninguna modalidad


(condición, plazo o modo), que suspenda su nacimiento o ejercicio. 14 Se ha resuelto que  la
escritura pública que contiene el contrato de promesa de compraventa carece de fuerza
ejecutiva, pues la naturaleza condicional o a plazo de la obligación de otorgar el contrato
definitivo, trae como consecuencia que el título no se baste a sí mismo.15
La obligación de que da cuenta el título debe aparecer exigible al momento de
presentarse la demanda ejecutiva y no en un momento posterior. 16 En efecto, el artículo 441
del Código de Procedimiento Civil dispone que, el tribunal antes de despachar el
mandamiento de ejecución y embargo debe examinar el título, lo que involucra
necesariamente el estudio de sus cualidades. 17 En suma, la exigibilidad de la obligación
debe ser "actual", esto es, existir a la época de entablarse la demanda ejecutiva y no en un
momento posterior.
Tratándose de contratos bilaterales es importante tener presente que el art. 1.552 del
CC dispone que ninguno de los contratantes está en mora dejando de cumplir lo pactado
mientras el otro no cumpla con su obligación. Por ello, tratándose de obligaciones
derivadas de este tipo de contratos, en el título debe constar que quien pretende exigir el
cumplimiento de una obligación ha cumplida con la suya. Por ello, si por ejemplo se
demanda ejecutivamente la entrega de un inmueble acompañando como título ejecutivo la
escritura pública de compraventa, si en ella no aparece que el demandante pagó el precio,
no procederá la ejecución por no haberse acreditado la exigibilidad actual de la obligación
cuyo cumplimiento forzado se pretende; diferente será si en la escritura se ha señalado que
el precio es 100, "suma que en este acto el comprador paga al vendedor en dinero efectivo",
caso en el cual si podrá utilizarse como título ejecutivo.
C) LA ACCION EJECUTIVA NO DEBE ENCONTRARSE PRESCRITA;
Las acciones personales se clasifican en acciones ordinarias y acciones ejecutivas.
Las acciones ordinarias prescriben por regla general en un plazo de cinco años, las
ejecutivas por lo general prescriben en el plazo de tres años contados desde que se hizo
exigible la obligación (2414 y 2415 CC).
Según el artículo 442 el juez denegará la ejecución cuando el título tenga más de
tres años, por tanto una vez presentada la demanda ejecutiva, el juez examinará el título, si
éste tienes menos de tres años dará lugar a la ejecución, en caso contrario, declarará de
oficio la prescripción de la acción ejecutiva. Esta declaración de prescripción el juez sólo
14
En este sentido Corte Suprema, 24 de abril de 2013, Rol Nº 8.417-2012
15
Corte Suprema, 27 de abril de 2009, Rol N° 260-2008 y Corte de Apelaciones de Santiago, 18 de octubre de
2010, Rol N° 6625-2009.
16
En este sentido, Pfeiffer Richter, Alfredo. Ob. Cit. p. 23 y Espinosa Fuentes, Raúl. Ob Cit. p. 67.
17
Don Pereira Anabalón, Hugo señala que para la dictación del mandamiento el tribunal debe previamente
hacer un atento examen de los presupuestos procesales, la legitimación activa y pasiva, la aptitud del libelo y
si la obligación que el título ejecutivo representa es actualmente exigible, líquida y no prescrita
ejecutivamente. Ob. Cit. p. 44.
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podrá hacerla, antes de ordenar que se despache mandamiento de ejecución y embargo;


después de esta resolución, la prescripción solo podrá ser alegada antes de ordenar que se
despache mandamiento de ejecución y embargo; después de esta resolución, la prescripción
solo podrá ser alegada por el ejecutado a través de la excepción correspondiente, vale decir,
N° 17 del artículo 464 CPC.
Este artículo 442 presenta el problema de que existen acciones ejecutivas que en
virtud de disposiciones especiales prescriben en un plazo menor de tres años, como por
ejemplo la acción ejecutiva emanada del cheque que prescribe en un año contado desde la
fecha del protesto.
El problema es si el juez puede no dar lugar a la ejecución cuando la acción
ejecutiva se encuentra prescrita, pero aún no han transcurrido el plazo de tres años, por
ejemplo, el cheque, letra de cambio y pagaré y han transcurrido dos años. Se ha sostenido
que el artículo 442 CPC es una norma especial y por lo tanto de interpretación restrictiva,
por lo que solo puede aplicarse al caso que en él se señala, por lo tanto, el juez sólo podrá
denegar la ejecución cuando el título tenga más de tres años, sin importar si la acción
ejecutiva ha prescrito en un plazo menor. Cabe tener presente, que prescrita la acción
ejecutiva subsiste la acción ordinaria en cuyo caso el cumplimiento de la obligación puede
hacerse efectivo a través del procedimiento sumario, artículo 680 N° 7.
La acción ejecutiva no se suspende, por cuanto la suspensión de la prescripción es
una norma excepcional y por lo tanto debe interpretarse restrictivamente, por lo que solo
puede aplicarse en casos que la ley señala; entre los que no se considera la acción ejecutiva.
De ahí que se dice que más que un plazo de prescripción. Es un plazo de caducidad.
Finalmente se debe señalar que la prescripción de la acción ejecutiva puede
interrumpirse tanto civil como naturalmente. Se interrumpe civilmente con la iniciación de
la ejecución y se interrumpe naturalmente por el reconocimiento de la obligación por parte
del obligado a través de las gestiones de reconocimiento de firma o confesión de deuda.
D) LA OBLIGACION DEBE SER LIQUIDA O LIQUIDABLE Y DETERMINADA
La obligación es líquida, cuando su objetivo se encuentra determinado en especie,
así si se demanda el pago de una suma determinada de dinero, la obligación será líquida,
pero si además se demanda el pago de intereses y reajustes, ella será liquidable; en todo
caso, los antecedentes para proceder a la liquidación deberán aparecer en forma
determinante del título mismo.
La ejecución pueda recaer directamente sobre la especie o cuerpo cierto debida que
exista en poder del deudor, como lo señala el art. 438 inc 1o, sobre el valor de la especie
debida que no exista en poder del deudor, haciéndose su avaluación por peritos que
nombrará el tribunal (n°2) y sobre cantidad líquida, no sólo la que actualmente tenga ese
carácter, sino también la que pueda liquidarse mediante simples operaciones aritméticas
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con sólo los datos que el título suministre (por ejemplo el pagaré señala que se devengará
un interés mensual del 2% mensual).
Por ello, la ley exige que el acreedor exprese en la demanda ejecutiva la especie o
cantidad líquida por la cual solicita la ejecución.
Tratándose de moneda extranjera, no será necesaria la avaluación, sin perjuicio de
aplicar las normas generales, es decir, debe acompañarse el certificado de cotización en
plaza de esa moneda extranjera al iniciarse el proceso.
Si la obligación es en parte líquida y en parte liquidable, puede demandarse por el
total; sin embargo, por la vía ejecutiva sólo respecto de la parte líquida o liquidable y
respecto del resto en juicio declarativo, conforme al art. 439.
Tratándose de juicios ejecutivos por obligaciones de hacer y no hacer, la obligación
deberá ser determinada o susceptible de ser determinada, como por ejemplo la obligación
de destruir un muro.
(II) GESTIONES PREPARATORIAS DE LA VIA EJECUTIVA:
Como hemos visto anteriormente, existen algunos títulos ejecutivos que se bastan a
sí mismos, como por ejemplo una escritura pública, una sentencia firme o un acta de
avenimiento. Existen otros que para los efectos de poder ser considerados títulos ejecutivos
requieren de una gestión previa que debe llevar a cabo la parte interesada, la que recibe el
nombre de "gestión preparatoria de la vía ejecutiva. Se presenta en las siguientes
situaciones:
1.- RECONOCIMIENTO DE FIRMA PUESTA EN INSTRUMENTO PRIVADO:
Como los instrumentos privados por si solos carecen de mérito probatorio, si el
ejecutante quiere utilizar uno de éstos para los efectos de deducir una demanda ejecutiva,
necesariamente deberá acompañarlos en una gestión preparatoria, solicitando, al tribunal se
cite a la persona que aparece suscribiéndolos a una audiencia determinada, a fin de que ésta
reconozca o no su firma.
Actitudes que puede asumir el citado
Frente a la solicitud, legalmente notificada, el citado puede asumir diversas
actitudes:
a.- Comparecer, reconociendo la firma.
Si el deudor comparece y reconoce la firma y o la deuda, se levantará un acta de lo
obrado, la que unida al documento privado constituirá el título ejecutivo. En esta situación,
no será necesario que el tribunal dicte resolución alguna para tener por preparada la vía
ejecutiva y el acreedor podrá presentar su demanda ejecutiva de inmediato.
Podría darse la hipótesis que el citado reconozca la firma que aparece en el
instrumento privado, pero alegue al mismo tiempo que pagó esa deuda. En tal caso, esta

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afirmación de pago no obsta a que se tenga preparada la vía ejecutiva, solo que en este caso
deberá el citado defenderse en el juicio ejecutivo mismo oponiendo la excepción de pago.
b.- Comparecer, dando respuestas evasivas
Si el citado no niega ni reconoce derechamente la autenticidad de la firma, sino que
contesta con vaguedad, eludiendo responder en forma categórica las preguntas que se le
dirigen. En este caso, el ejecutante deberá presentar un escrito solicitando que se tenga por
reconocida la firma, por haberse incurrido en el apercibimiento del 435 del Código de
Procedimiento Civil.
En esta hipótesis la vía ejecutiva se encontrará preparada cuando la resolución del
tribunal que accede a la solicitud de dar por reconocida la firma del citado, se encuentre
ejecutoriada. A este respecto, se ha resuelto que "constituye una manifiesta irregularidad
proveer la solicitud para que se tenga por reconocida una deuda con un simple "como se
pide", por cuanto su naturaleza hace imperioso motivar la decisión". 18 Igualmente se ha
señalado que "la resolución que dispone tener por confesada una deuda en rebeldía del
deudor, debe serle notificada a éste y quedar ejecutoriada".19
En contra de esta resolución procede el recursos de apelación, el que ha de
concederse en el sólo efecto devolutivo.
c.- Comparecer desconociendo la firma
En este caso, la gestión preparatoria termina de inmediato y el acreedor carecerá de
un título ejecutivo para iniciar la ejecución. El gestor de la medida preparatoria, deberá
seguir un juicio ordinario declarativo para poder obtener el cumplimiento de la obligación
adeudada.
La persona que desconoce la firma, siendo verdadera, no comete delito alguno, pues
no existe delito de perjurio en causa propia.
d.- No comparecer
Si no comparece, el ministro de fe deberá dejar en el expediente un certificado de tal
hecho. En este caso, al igual que cuando comparece y da respuestas evasivas, el tribunal
deberá, a petición del actor, dictar una resolución que a través de la cual tiene por
reconocida la firma y por preparada la ejecución. Mientras no se dicte esta resolución, no
habrá título ejecutivo.20
Tal como ya se dijo, esta resolución tiene naturaleza de sentencia interlocutoria de
segundo grado.

18
Corte Suprema, RDJ, Tomo 56, Secc. 1ª, pág. 373
19
Corte de Apelaciones de Valparaíso, 20 noviembre 1913. G. 1913, 2° sem., N° 1.037, p. 3012.
20
En este sentido, se ha resuelto anular todo lo obrado si el juez da curso a la demanda ejecutiva, sin haber
dictado la resolución correspondiente en torno a tener por confeso al deudor, lo cual resulta necesario para
configurar el título ejecutivo en que se fundamenta la demanda y dar curso a la causa. Corte Suprema, 12 de
marzo de 2013, Rol N° 6.469-2012.
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En caso de que la no comparecencia se deba a fuerza mayor o caso fortuito, el


citado está facultado para alegar la nulidad de todo lo obrado dentro del plazo de 3 días
contados desde que hubiera cesado el impedimento.
El día y hora fijado el tribunal deberá llamar a la audiencia; si el deudor comparece
y reconoce la firma y o la deuda, se levantará acta de lo obrado, la que unida al documento
mismo constituirá el título ejecutivo; si no comparece, el ministro de fe (receptor) deberá
dejar en el expediente un certificado del hecho. En este caso, al igual que cuando
comparece y da respuestas evasivas, el tribunal deberá, a petición del actor, dictar una
resolución que se ha calificado como sentencia interlocutoria, a través de la cual da por
confesada o reconocida la firma y por preparada la ejecución; mientras no se dicte esa
resolución, no habrá título ejecutivo. Se estima que ella es una interlocutoria por cuanto
falla sobre un trámite que sirve de base para el pronunciamiento de una sentencia definitiva;
de lo anterior se deriva que será susceptible de los recursos que pueden interponerse en
contra de interlocutorias y, además, una vez ejecutoriada, ella producirá los efectos de cosa
juzgada y no podrá discutirse a ese respecto en el proceso mismo.
2.- NOTIFICACIÓN JUDICIAL DEL PROTESTO DE INSTRUMENTO DE CRÉDITO :
(letras de cambio o pagarés que no han sido autorizadas ante notario y que en el protesto no
ha sido personal al aceptante: así como cheques).
Si la letra de cambio o pagaré, como vimos, ha sido autorizada ante notario, vale
como título ejecutivo sin necesidad de esta gestión; lo mismo si el protesto ha sido personal
y no se ha opuesto tacha de falsedad en ese acto.
En estos casos deberá presentarse un escrito que indicará más o menos lo siguiente:
"En lo principal, notificación de protesto de letra; en el otrosí, patrocinio y poder "xxxxxx
(individualización del compareciente) a V. S. digo que por el presente acto vengo en
solicitar se ponga en conocimiento de xxxx el protesto de la letra de cambio que acompaño
para los efectos de configurar eventualmente el correspondiente título ejecutivo conforme a
lo prevenido en el artículo 434 del CPC N° 4o".
El tribunal proveerá "A lo principal, notifíquese el protesto; al otrosí, guárdese el
documento en custodia".
Lo mismo se hará tratándose de un pagaré o de un cheque protestado y rige respecto de
todos los obligados al pago del documento.
Ordenada la notificación, ella deberá practicarse conforme a las reglas generales, es decir,
personalmente o conforme al art.44, salvo el protesto del cheque, el que debe basta con que
se notifique por cédula en el DOMICILIO REGISTRADO EN EL BANCO.
Notificado judicialmente el protesto, el obligado al pago tendrá el plazo de tres días
para oponer tacha de falsedad y su oposición destruye la gestión. Sin embargo, cuando el
documento sea un cheque, si el protesto se notifica al girador del mismo, si éste no
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consigna dentro de 3 días capital intereses y costas, quedará configurado el delito de giro
doloso de cheque y corresponderá que en el juicio criminal mismo se investigue la falsedad
alegada, conforme lo dispone la ley de cheques.
Antiguamente era frecuente que el obligado al pago de letras o pagarés opusiera la
tacha de falsedad sin fundamento y de este modo obtuviera el fracaso de la gestión,
obligando al acreedor a seguir un juicio ordinario a fin de establecer la autenticidad del
documento. Por ese motivo se modificó el CPC estableciéndose que la tacha dará origen a
un incidente en el cual se establecerá o no la autenticidad y si se establece esto último, el
que hubiere formulado la tacha incurrirá en las penas de la estafa.
3.- CITACIÓN A CONFESAR DEUDA
Puede suceder que el acreedor no tenga algún título para demandar ejecutivamente
el pago de la deuda. Por este motivo la ley estableció la gestión preparatoria en referencia la
que consiste sólo en citar al presunto deudor a una audiencia determinada a fin de que
confiese adeudar o no la suma que se indique en la presentación, la situación es similar a la
de reconocimiento de firma, con la importante diferencia que en este caso no existe
documento. El día y hora de la audiencia la parte deberá instar para que comparezca o se
llame a la audiencia ante el tribunal. Si el deudor confiesa, el título quedará preparado
previa resolución del juez que así lo declare; si no comparece o da respuestas evasivas, el
juez deberá, a petición de parte, dictar una resolución que ha sido calificada como
interlocutoria, en la cual se tendrá al deudor por confeso o no. A diferencia de la diligencia
de absolución de posiciones, en este caso se trata sólo de una citación y la pregunta está
contenida en la presentación y no en sobre cerrado, además, en este caso no es necesario el
juramento del confesante. Si se niega la deuda en una ocasión, no podrá reiterarse la
diligencia.
Es importante destacar que esta gestión sólo puede verificarse ante el juez, quien no
puede delegar la función en otro funcionario, como en la absolución de posiciones, lo
anterior, dada la importancia de la gestión, a través de la cual en el fondo puede o no darse
por establecida la existencia de alguna deuda.
4.- CONFRONTACIÓN DE TÍTULOS Y CUPONES
La gestión de Confrontación de títulos es utilizada para cobrar los títulos al portador
o nominativos, emitidos por instituciones legalmente autorizadas para ello, como por
ejemplo, los bonos hipotecarios. Si estos títulos emitidos en conformidad a una ley no son
pagados a su vencimiento, el respectivo tenedor puede exigir ejecutivamente el
cumplimiento de la obligación en ellos contenida
Esta gestión preparatoria se lleva a cabo ante el juez a iniciativa del acreedor, quien
en su solicitud pedirá la designación de un ministro de fe que efectué la confrontación. Si la
confrontación resulta conforme, el acta del ministro de fe complementará el título y quedará
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preparada la ejecución.
Tratándose del cobro de cupones, es menester que ellos estén vencidos y que
además éste se confronte con el título mismo y este último, a su vez, con el libro talonario
respectivo.
5.- AVALUACIÓN DE PERITOS
Cuando la ejecución recae sobre la especie debida que no exista en poder del
deudor, deberá avaluarse previamente por un perito designado por el tribunal, lo mismo
sucede cuando lo debido es una cantidad determinada de un género determinado.
En este caso la designación del perito, al igual que en el anterior, la efectúa
directamente el tribunal, sin llamar a comparendo. Por otra parte, conforme al artículo 440,
la avaluación del perito si bien es importante, puede ser objetada por las partes en forma tal
de que la suma se aumente o disminuya, casos en los cuales el tribunal resolverá en
definitiva a través de una resolución que es susceptible de reposición y apelación
subsidiaria.
Por otra parte el ejecutado puede objetar la tasación también al oponer las
excepciones (art.464 N° 8).
Ejecutoriada la avaluación, quedará preparado el título.
6.- VALIDACIÓN DE SENTENCIAS EXTRANJERAS
Como hemos señalado anteriormente, las sentencias extranjeras para que puedan ser
cumplidas en Chile, deben ser legalizadas, siempre y cuando los tratados y normas
internacionales les den valor en Chile. Para ello se requiere del procedimiento de exequátor
ante la Corte Suprema, el que se verá oportunamente.
7.- NOTIFICACIÓN A LOS HEREDEROS
Se trata de una gestión de resguardo de los herederos del causante, quienes
ignorando la existencia de un crédito en contra de este, pudieran verse sorprendidos por un
juicio ejecutivo, dejándolos en indefensión. En efecto, como los herederos del deudor
pueden ignorar la existencia de la deuda, el art. 1.377 del C.C., estableció que los
acreedores no podrán llevar adelante la ejecución o iniciarla, sino sólo después de
transcurridos 8 días desde la fecha de notificación de los títulos a los herederos
judicialmente, plazo que se les concede a fin de que puedan consultar los antecedentes
necesarios para la defensa. La norma anterior se complementa con el art. 5 del CPC, que se
refiere a la parte que fallece teniendo un proceso pendiente en el cual actúa por sí misma,
caso en el cual se suspende el procedimiento mientras se notifica a los herederos para que
comparezca a él dentro de un plazo igual al de emplazamiento para contestar demandas en
juicio ordinario.
8.- GESTIÓN PREPARATORIA PARA EL COBRO POR VÍA EJECUTIVA DE UNA
FACTURA
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En relación con el mérito ejecutivo de la copia de la factura, el artículo 5 de la Ley


Nº 19.983, dispone que la factura tendrá dicha virtud reuniendo los siguientes presupuestos:
a) si no ha sido reclamada de conformidad al artículo 3º; b) si su pago es actualmente
exigible y la acción de cobro no se encuentra prescrita; c).- siempre que en ella conste el
recibo de las mercaderías entregadas o del servicio prestado, con indicación del recinto y
fecha de la entrega de las mercaderías o de la prestación del servicio e identificación de la
persona que recibe las mercaderías o el servicio, más la firma de este último, o de no
constar el recibo, cuando se la acompañe de una copia de la guía de despacho emitida de
conformidad a la ley en que conste dicho recibo; y d).- cuando puesta en conocimiento del
obligado a su pago mediante notificación judicial, aquél no alegare en el mismo acto, o
dentro de tercero día, la falsificación material de la factura o guía de despacho respectiva, o
del recibo correspondiente, o la falta de entrega de la mercadería o la prestación del servicio
cuyo cobro se pretende, o cuando efectuada dicha alegación, ella fuere rechazada por
resolución judicial.
A pesar que el artículo 3º de la citada ley dispone que se tendrá por
irrevocablemente aceptada la factura si no se reclama en contra de su contenido dentro de
los ocho días siguientes a su recepción, o en el plazo que las partes hayan acordado, el que
no puede exceder de treinta días, es lo cierto, que luego de haber sido recibida conforme y
de no haber sido reclamada o devuelta según el procedimiento que determine la ley, de
acuerdo con lo que dispone el artículo 5 letra d), en la etapa de notificación de cobro es
factible desconocer la entrega de la mercadería o la prestación del servicio.21
 En efecto, dicho precepto permite que puesta en conocimiento del obligado a su
pago mediante notificación judicial, éste oponga, en el procedimiento de notificación de
cobro dos incidentes, a saber: a) falsificación material de la factura, o guía de despacho o
del recibo de que se han recibido las mercaderías o el servicio prestado; y b) falta de
entrega de mercadería o prestación de servicio.

21
La normativa legal actual contempla una oposición ampliada, extendiendo las posibilidades de defensa del
obligado, en orden a evitar que la factura adquiera fuerza ejecutiva a su respecto e impulsa la controversia, en
tales condiciones, a ser dilucidada en un juicio ordinario, En efecto, el legislador permite objetar en diferentes
ocasiones y con diversos alcances la presentación de una factura. La primera, a su presentación o dentro de
los ocho días siguientes o en el plazo fijado por las partes, el cual no podrá exceder de treinta días. En el
evento que no se efectúe observación alguna se tendrá por irrevocablemente aceptada. En caso contrario, esto
es, objetada que sea no tendrá el mérito de representar un crédito en contra del obligado. La segunda
oportunidad que se tiene para objetar la factura se produce al pretender dotarla de mérito ejecutivo, en que
precisando las alegaciones que pueden deducirse, el deudor desconoce su contenido y acreditado el hecho que
la sustenta, priva de la posibilidad que el instrumento alcance el carácter de título ejecutivo.  En caso
contrario, si no se deduce el incidente respectivo o éste es desestimado, el acreedor podrá iniciar la ejecución
fundado en la factura como título. La factura respecto de la cual el tribunal acoja la incidencia de oposición
podrá ser cobrada por la vía ordinaria correspondiente, justificando el crédito por los medios de prueba
legales. En este sentido, Corte Suprema, 27 de diciembre de 2011, Rol N°498-2011.

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De este modo, para que la factura pueda constituir un título ejecutivo perfecto, es
necesario que se realice la gestión preparatoria contemplada en la letra d) del artículo 5 de
la ley 19.983. Ésta consiste en la notificación judicial para poner en conocimiento del
obligado al pago de la o las copias de la factura o de sus guías con todos los requisitos
legales y del recibo de las mercaderías o de la conformidad con la prestación de los
servicios.
Una vez notificado el obligado al pago de la factura, tiene tres días para alegar:
a) La falsificación material de la factura o guía de despacho respectivo o del recibo
de las mercaderías o de prestación de los servicios; y/o
b) La falta de entrega de las mercaderías o de la prestación de servicio.
Transcurrido el plazo de tres días, sin que se alegue alguna de las causas anteriores,
se tiene por preparada la vía ejecutiva.
La alegación mediante la cual se impugna el pago de la factura cuyo cobro ejecutivo
se pretende, puede basarse sólo en las dos razones antes señaladas. Dicha impugnación se
tramita como incidente y, en contra de la resolución que deniega la impugnación, procederá
la apelación en el solo efecto devolutivo.
Si la impugnación es acogida, se entenderá fracasada la preparación de la vía
ejecutiva.
Si la impugnación es rechazada, se entiende preparada la vía ejecutiva, y podrá
deducirse la demanda ejecutiva no obstante el recurso de apelación, porque sólo está
otorgado en el sólo efecto devolutivo.
La ley estableció una sanción adicional al que dolosamente impugna de falsedad
cualquiera de los documentos y sea vencido en el incidente, estableciendo que será
condenado al pago del saldo insoluto, y a título de indemnización, al de una suma igual al
referido saldo, más el interés convencional calculado sobre dicha suma, por el tiempo que
corra entre la fecha de la notificación y la del pago. Sin embargo será necesario que exista
una solicitud y acreditar el actuar doloso.

(III) TRAMITACIÓN DEL JUICIO EJECUTIVO


Estructura del juicio
En él es posible distinguir dos cuadernos o ramos fundamentales:
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a) Cuaderno ejecutivo
b) cuaderno de apremio.
c) Eventualmente cuaderno de tercerías.
El cuaderno ejecutivo constituye el juicio mismo y contiene las siguientes
actuaciones:
1.- Gestión preparatoria de la vía ejecutiva, aun cuando esto ya es discutible.
2.- La demanda ejecutiva
3.- La oposición a la demanda ejecutiva, que recibe el nombre de oposición a la
ejecución
4.- La respuesta del ejecutante a la oposición del ejecutado
5.- La prueba
6.- Las observaciones a la prueba
7.- La citación para oír sentencia
8.- La sentencia definitiva.
El cuaderno de apremio se tramita paralelamente al cuaderno ejecutivo y contiene
las siguientes actuaciones:
1.- Mandamiento de ejecución y embargo
2.- Requerimiento de pago
3.- El embargo de bienes del ejecutado.
4.- La administración de bienes embargados
5.- El remate de dichos bienes.
Eventualmente puede existir en el juicio ejecutivo un tercer cuaderno llamado
cuaderno de tercerías y que tendría lugar cuando concurra al juicio un tercero alegando
derechos sobre los bienes embargados o derecho a ser pagados preferentemente que el
ejecutante o derecho a concurrir en el pago a falta de otros bienes del deudor o en otros
derechos concedidos por la ley.

(A) CUADERNO EJECUTIVO O PRINCIPAL:


El cuaderno ejecutivo puede iniciarse de dos maneras:
1.- Mediante una gestión preparatoria de la vía ejecutiva
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2.- Por medio de la demanda ejecutiva


Por medio de una gestión preparatoria de la vía ejecutiva:
El título ejecutivo puede ser perfecto o imperfecto, según requiera o no de una
gestión preparatoria para iniciar la ejecución.
La gestión preparatoria de la vía ejecutiva puede clasificarse:
a) en gestión preparatoria que tiene por objeto constituir o crear un título, por
ejemplo la confesión de la deuda
b) aquella que tienen por objeto complementar un título ejecutivo, esas gestiones
son:
1) El reconocimiento de firma 435 CPC
2) La notificación del protesto 434 N4 CPC
3) La confrontación a que se refiere el artículo 434 N°6 CPC
4) L avaluación a que se refiere el artículo 438
5) La notificación del título a sus herederos del demandado
6) La validación de sentencias extranjera
Por medio de la demanda ejecutiva
1.- La demanda ejecutiva:
Como todo proceso, el juicio ejecutivo comienza por una demanda, la que por su
naturaleza se conoce como demanda ejecutiva. En caso de haber existido preparación de la
vía ejecutiva, este procedimiento va a comenzar a través de ella.
Conforme a lo indicado, podemos decir que demanda ejecutiva es el acto jurídico
procesal del actor, por el cual éste somete a consideración del tribunal, la pretensión de que
se cumpla forzadamente una obligación de la que dice ser acreedor. Demanda que deberá
cumplir con los requisitos generales y a la cual deberá además adjuntarse el título ejecutivo
en el cual ella se funda, así, podrá decir la suma de este escrito "En lo principal, deduce
demanda ejecutiva; en el primer otro sí, acompaña título ejecutivo que indica solicitando su
custodia, en el segundo otro sí, patrocinio y poder”.22
En el cuerpo del escrito, después de cumplir con los requisitos generales de
individualizar a las partes y mencionar la obligación cuyo pago se pretende, así como el
título ejecutivo en que funda la pretensión, es conveniente solicitar directamente al tribunal
que en mérito de lo expuesto y del título que se acompaña, se despache mandamiento de
ejecución y embargo en contra del ejecutado por la obligación aludida. Algunos autores
dicen que en este momento debe igualmente pedirse el rechazo de las excepciones que
eventualmente pueden oponerse por el ejecutado, lo que a nuestro juicio no corresponde, ya
que ello deberá hacerse en la oportunidad procesal que veremos, es decir, al evacuar el

22
Debe tenerse presente que el título ejecutivo que no sea electrónico siempre deberá acompañarse
materialmente al tribunal según lo dispone la ley 20.886.
78
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traslado de las excepciones.


2.- La providencia del tribunal:
El juez deberá examinar los antecedentes y, si estima que con ellos se encuentra
establecido que existe un título ejecutivo que da cuenta de la existencia de una obligación
actualmente exigible, líquida o liquidable y que el título no tiene más de tres años, dará
curso a la demanda y dirá más o menos en este cuaderno principal: "A lo principal, por
interpuesta demanda ejecutiva, despáchese mandamiento; al primer otrosí, por acompañado
el documento, guárdese en custodia, al segundo otrosí, téngase presente".
3.- La notificación de la demanda:
Esta parte está conectada directamente con el cuaderno de embargo, por lo que
adelantaremos algo a ese respecto. El juez dictará el mandamiento de embargo, con el cual
se iniciará el cuaderno de embargo y el receptor deberá notificar la demanda ejecutiva y la
resolución recaída en la misma, conforme a las normas generales y en el cuaderno de
apremio deberá practicar o dejar constancia del requerimiento de pago y del embargo que
practique.
En todos estos casos, si el proceso ha comenzado por una gestión preparatoria de la
vía ejecutiva, conforme al art. 443 CPC se aplicarán las normas de los artículos 48 a 53, es
decir, se notificará las resoluciones normalmente por el estado diario, salvo las
expresamente exceptuadas o aludidas en esos artículos (443 inciso 2o).
Al notificar legalmente la demanda al demandado, conforme al artículo 460 CPC, si
ésta se practica en el territorio de otro tribunal, la oposición podrá presentarse ante el
tribunal que ordenó cumplir el exhorto o ante aquél que conoce del proceso.
Si el deudor es notificado y requerido de pago en el territorio jurisdiccional o decide
oponerse ante el tribunal exhortado, tendrá para ello el plazo fatal de cuatro días, el que se
ampliará en otros cuatro, es decir a ocho, si el requerimiento se ha efectuado fuera de la
comuna asiento del tribunal.
Si se ha requerido fuera de Chile, el término será el que corresponda según la tabla
de emplazamiento.
Importante: al momento de practicar el requerimiento el receptor deberá indicar al
demandado el plazo que tiene para deducir excepciones, hecho del cual deberá dejar
constancia en el proceso; la omisión de ello no acarrea la nulidad, pero lo hace responsable
de los perjuicios que con su conducta pueda ocasionar.
4.- La oposición de excepciones:
Dentro del plazo correspondiente, el ejecutado podrá oponer excepciones a la
ejecución, pero no cualquiera, sino que sólo aquellas que señala taxativamente el artículo
464 del CPC y que son:
(1) La incompetencia del tribunal ante el cual se tramita el proceso.
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(2) La falta de capacidad del demandante o de personería o representación legal del


que comparezca a su nombre;
(3) La litis pendencia;
(4) La ineptitud del libelo;
(5) El beneficio de excusión, tratándose de un fiador;
(6) La falsedad del título, es decir, que es falsa la escritura en la cual el título se
contiene, ya sea por no haber sido otorgada por quienes aparecen interviniendo en ella haya
sido adulterada;
(7) La falta de alguno de los requisitos que las leyes prescriben para que el título
tenga fuerza ejecutiva (por ejemplo, letra no aceptada ante notario ni protestada);
(8) El exceso de avalúo, en los casos de los incisos 2 o y 3°del art. 438 que vimos, es
decir, cuando la avaluación efectuada por el perito es objetada por el ejecutado;
(9) El pago de la deuda;
(10) La remisión de la deuda;
(11) La concesión de plazos o prórrogas para el pago;
(12) La novación;
(13) La compensación;
(14) La nulidad de la obligación: aquí se está refiriendo al acto jurídico mismo y no
al documento que lo contiene;
(15) La pérdida de la cosa debida;
(16) La transacción;
(17) La prescripción de la deuda o, al menos, la prescripción de la acción ejecutiva;
si esta excepción es acogida, deberá demandarse enjuicio declarativo por el lapso que resta
para la prescripción de la acción declarativa;
(18) La cosa juzgada.
Agrega este artículo al final que las excepciones pueden referirse al total de la deuda
o sólo a parte de ella.
Como hemos visto, el artículo 464 contiene tanto excepciones de carácter dilatorio
como perentorio, pero todas ellas deben ser opuestas por el ejecutado dentro de plazo legal
en un mismo escrito, expresándose en forma clara y precisa los hechos y los medios de
prueba con los cuales se pretende acreditarlas en el proceso. Si así no se hace, el juez podrá
declararlas inadmisibles.
Si el ejecutado, al mismo tiempo de formular las excepciones expresa no tener
pruebas para acreditar los fundamentos de ellas, el art. 473 dispone que podrá pedir se le
reserve el derecho para juicio ordinario posterior y que no se pague al ejecutante mientras
éste no garantice las resultas; en este caso, el tribunal al dictar sentencia accederá a la
reserva por el plazo de quince días dentro del cual el ejecutado deberá interponer y notificar
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su demanda ordinaria; si no lo hace, la caución quedará sin efecto.


5.- Características de las excepciones:
De lo antes expuesto podemos deducir las siguientes características:
a) La enumeración del art. 464 es taxativa; es decir, no puede oponerse alguna
excepción que no se encuentre contemplada entre aquellas.
b) Algunas de las excepciones del 464 revisten el carácter de dilatorias y otras el de
perentorias.
c) Las excepciones pueden referirse al total de la deuda o sólo a parte de la misma.
d) Deben ser estas todas conjuntamente en un mismo escrito.
6.- Tramitación de estas excepciones:
(1) Opuestas las excepciones por la ejecutada dentro del plazo de cuatro días antes
indicado, se dará traslado de ellas a la ejecutante, a fin de que formule las alegaciones
pertinentes (art.466); para estos efectos deberá entregarse al ejecutante copia del escrito de
excepciones;
(2) Actitudes del ejecutante:
a) Contestar, pidiendo su rechazo, lo que será la norma general;
b) Dejar transcurrir los cuatro días sin alegar nada;
c) Desistirse dentro de este plazo de cuatro días de la demanda, reservándose para
juicio ordinario posterior su acción respecto de los mismos puntos que han sido materia de
la demanda ejecutiva.
Esta actitud del ejecutante podrá ser adoptada por éste, cuando advierta que las
excepciones opuestas tienen fundamentos que pueden llevar a que sean acogidas; si se
acoge alguna de las excepciones que tienen el carácter de perentorias, la sentencia produce
cosa juzgada, por lo que al actor puede convenirle perder la acción ejecutiva pero mantener
la acción ordinaria (por ejemplo, se alega por el ejecutado la novación y el ejecutante no
tiene en ese momento los medios de prueba necesarios para desvirtuar los alegados por la
contraria; en este caso deberá demandar en juicio ordinario posterior); en este caso, el
ejecutante perderá ipso facto el derecho a deducir nueva demanda ejecutiva y quedarán
además, sin efecto, las actuaciones del juicio ejecutivo, debiendo responder a los perjuicios
causados, salvo lo que pueda resolverse en juicio ordinario posterior (art.467);
(3) Resolución del tribunal:
Transcurrido el plazo de cuatro días antes referido y, siempre que no haya existido
desistimiento del ejecutante, el tribunal deberá pronunciarse sobre la admisibilidad de las
excepciones opuestas, conforme lo previene el art.466 incisos 2o y 3°.
En este momento el juez deberá examinar si las excepciones opuestas se encuentran
contempladas en el art. 464 CPC y si han sido deducidas en tiempo; si no se cumplen los
requisitos indicados, simplemente el tribunal declarará inadmisibles las excepciones.
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En cambio, si reúnen esos requisitos, recibirá la causa a prueba o dictará sentencia


definitiva, según si existen o no hechos sustanciales pertinentes y controvertidos, relativos a
las excepciones.
Si estima necesaria la recepción de la causa a prueba, abrirá al efecto un término de
diez días, el que podrá prorrogarse por otros 10 días, a petición del ejecutante, siempre que
éste lo solicite antes del vencimiento; lo anterior, sin perjuicio de que las partes de común
acuerdo establezcan los términos probatorios extraordinarios que estimen pertinentes 468
CPC.
(4) La prueba:
Si el tribunal recibe a prueba en la forma antes indicada, de acuerdo con el art.469,
ella deberá rendirse en la misma forma que en el juicio ordinario y la resolución respectiva
deberá indicar los puntos de prueba pertinentes;
(5) Trámites posteriores a la prueba:
Vencido el término probatorio, el expediente quedará en Secretaría por el término
de seis días para que las partes, al igual que en el juicio ordinario, puedan efectuar las
observaciones correspondientes a la prueba rendida mediante la presentación de escritos.
Vencido el término de seis días, el juez citará a las partes para oír sentencia sin más trámite;
(6) La sentencia:
Esa sentencia debe cumplir con todas las exigencias señaladas en el artículo 170 del
PC y debe pronunciare dentro del plazod10 días de que el pito de concluso 470 CPC-
Esta sentencia puede ser de dos clases:
a) Absolutoria
b) Condenatoria
Es absolutoria, aquella sentencia que acoge alguna de las excepciones opuestas
por el ejecutado y, en consecuencia rechaza l demanda y ordena alzar el embargo. Esta
sentencia debe condenar en costas al ejecutante. 471 CPC
Sentencia condenatoria, es aquella q rechaza todas las excepciones opuestas por el
ejecutado y, en consecuencia acoge l demanda y ordena seguir adelante la ejecución. En
este caso, las costas se deben imponer al ejecutado 471 CPC.
Si la sentencia acoge en parte una o más excepciones opuestas por el ejecutado, las
costas se deben distribuir proporcionalmente, pero pueden imponerse todas al ejecutado
cuando en concepto del tribunal haya motivo fundado para ello. Por ejemplo cobran $100,
opone excepción de pago, logra probar que pagó $50, se acogerá la excepción por $50 y se
rechazará por el resto; la sentencia será condenatoria porque sigue adelante la ejecución. No
se trata aquí de que se acojan algunas excepciones y se rechacen otras, porque si así fuese
las costas deben imponerse al ejecutante; de lo que se trata, es que una misma excepción
sea acogida en parte y rechazada en el resto ejemplo: excepción de pago, novación,
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remisión, compensación, es decir, todas aquellas que puedan parcializarse.


La sentencia condenatoria puede a su vez ser de dos clases:
a) de pago
b) de remate
Sentencia de pago es aquella en que el embargo se ha trabado sobre dineros o sobre
la cosa o cuerpo cierto que se debe.
Es de remate, cuando el embargo ha recaído sobre cosas que no son dinero ni la
especie o cuerpo cierto que se debe.
Debe siempre tenerse presente que la sentencia en referencia lo que está resolviendo
o fallando son las excepciones opuestas y no la demanda ejecutiva; la demanda ejecutiva
quedó resuelta al dictarse el mandamiento de ejecución y embargo.
Además, debe tenerse en consideración que la sentencia deberá resolver todas las
excepciones opuestas, aun cuando ello pueda resultar o aparecer incompatible. Así lo ha
resuelto la Corte Suprema, por cuanto así se deduce del art. 471 CPC.
(7) No se oponen excepciones:
En este caso no será necesaria la dictación de sentencia, bastando el mandamiento
que se pronunció sobre la demanda (472).
(8) Recursos contra la sentencia definitiva
1.- Recurso de aclaración, rectificación y enmienda.
2.- Recurso de apelación
Para determinar los efectos en que se concede el recurso de apelación se debe
distinguir:
a) Si el recurso lo interpuso el ejecutante:
Se concede en ambos efectos de acuerdo a las reglas generales, de modo que no se
puede cumplir la sentencia absolutoria mientras ella no se encuentre firme, por tanto hay
que esperar la firmeza del fallo para proceder al alzamiento del embargo.
b) Si el recurso de apelación lo interpone el ejecutado deben subdistinguirse:
i.- Si la sentencia es de pago, el recurso se concede en el sólo efecto devolutivo;
pero no se puede proceder a hacer pago al ejecutante con el dinero o especie embargado, a
menos que el ejecutante consigne las resultas de recurso de apelación pendiente, 194N°1 y
475 CPC.
ii.- Si la sentencia es de remate, la apelación también se concede en el sólo efecto
devolutivo, lo que permite seguir adelante con los trámites necesarios para realización de
los bienes embargado; pero vendido los bienes el producto del remate se consigna en orden
del tribunal y no se puede hacer pago al ejecutante a menos que éste caucione las resultas
del recurso, 194 N°1, 481 y 509 inc. 2 CPC.
3.- Recurso de casación
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Respecto de este recurso se deben distinguir dos situaciones:


a) Si el recurso lo deduce el ejecutante.
No se suspende el cumplimiento del fallo, pero este ejecutante puede solicitar que
no se lleve a efecto la sentencia mientras el ejecutado no rinda fianzas de resultas, art. 774
CPC
b) Si el recurso lo deduce el ejecutado, tampoco se suspende el cumplimiento del
fallo, pero este ejecutado no puede solicitar que no se lleve a efecto la sentencia mientras
no se rinda fianza de resultas art. 774 CPC.
(9) Cuestiones especiales:
Si la sentencia acoge las excepciones de incompetencia, incapacidad, ineptitud del
libelo o falta de oportunidad en la ejecución, es decir alguna de las excepciones dilatorias,
el ejecutante podrá renovar su demanda una vez que corrija los errores o vicios a que estas
excepciones se refieren.
Por otra parte, la sentencia definitiva que falla las excepciones produce cosa juzgada
tanto en el juicio ejecutivo como en cualquier juicio declarativo, dándose la triple identidad:
partes, objeto pedido y causa de pedir; lo anterior, salvo los casos de reserva de acciones a
que hemos aludido anteriormente y también el que señala el artículo 478 inciso 2 o "Si antes
de dictarse sentencia en el juicio ejecutivo el actor o el demandado piden que se les
reserven para el ordinario sus acciones o excepciones, podrá el tribunal declararlo así,
existiendo motivos calificados. Siempre se concederá la reserva respecto de las acciones y
excepciones que no se refieren a la existencia de la obligación misma que ha sido objeto de
la ejecución".
"En los casos del inciso precedente, la demanda ordinaria deberá interponerse
dentro del plazo que señala el artículo 474 (15 días), bajo pena de no ser admitida después".
(10)La reserva de acciones y excepciones
La reserva de acciones y excepciones, es el derecho que tiene tanto el ejecutante
como el ejecutado para volver a discutir en un juicio declarativo posterior los hechos
fundamentos de su pretensión o de su oposición.
Tiene su razón de ser en la norma del inciso 1° del artículo 478 del citado Código,
de acuerdo al cual la sentencia recaída en el juicio ejecutivo produce cosa juzgada en el
juicio ordinario, tanto respecto del ejecutante como del ejecutado. En virtud de la
reserva precisamente se evita que la parte que obtuvo en el juicio ejecutivo pueda invocar la
excepción de cosa juzgada en el procedimiento ordinario.
El ejecutante y ejecutado tienes dos oportunidades para ejercer el derecho de
reserva, una de ellas compartida, según se verá.
1.- Reserva de acción propia del ejecutante

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Este es un derecho exclusivo del ejecutante que se encuentra contemplada en el


artículo 467 del Código de Procedimiento Civil. Debe ejercitarse dentro del plazo de cuatro
días que concede el inciso primero del artículo 466 del Código de Procedimiento Civil para
responder las excepciones opuestas por el ejecutado; oportunidad en que debe desistirse de
su demanda ejecutiva con reserva de derechos para entablar acción ordinaria, en cuyo caso
el juicio termina por desistimiento de la demanda.
Se trata de un desistimiento especial y distinto al desistimiento de la demanda en el
juicio ordinario. En efecto, sólo puede hacerse valer dentro del término concedido para
evacuar el traslado conferido a las excepciones opuestas; deja a salvo, para interponer en el
juicio ordinario posterior, la acción respecto de la cual se haya ejercido la reserva (cosa
juzgada formal); y debe dársele lugar de plano por el tribunal, por lo mismo, no requiere de
tramitación incidental ya que no es procedente oír a la parte contraria, pues ésta no puede
oponerse al ejercicio de este derecho, debiendo el tribunal acceder de inmediato tanto al
desistimiento como a la reserva solicitadas.
La simple expresión del desistimiento y de la reserva de acciones por parte del
ejecutante resulta suficiente para generar el efecto procesal de habilitarlo en orden a
proseguir el procedimiento de cobro posterior, sin necesidad de obtener un
pronunciamiento jurisdiccional explícito en torno a esa pretensión. Tal conclusión emana
de la simple confrontación entre los institutos del desistimiento común sujeto a los trámites
establecidos para los incidentes, como lo prescribe el artículo 148 del Código procesal civil
y el especial del juicio ejecutivo, que opera de pleno derecho, por la sola circunstancia de
su ejercicio por el ejecutante, como lo ratifica el tenor del inciso 2º del artículo 467.
Los efectos del desistimiento consisten en que el ejecutante pierde su derecho para
deducir nueva acción ejecutiva; quedan sin valor el embargo y demás resoluciones dictadas
y el actor responderá de los perjuicios causados con la ejecución, salvo lo que se resuelva
en el juicio ordinario. Así lo preceptúa el inciso segundo del mismo artículo 467.
La oportunidad para deducir nueva demanda ordinaria queda entregada por
completo al criterio del acreedor, pues el artículo 467 del Código de Procedimiento Civil
nada preceptúa sobre el particular, en todo caso siempre estará limitada por la prescripción.
2.- Reserva de excepciones propia del ejecutado.
Como se indicó, el legislador estableció dos oportunidades para efectuar tal
petición, a las cuales aluden los artículos 473 y 478, respectivamente, del Código de
Procedimiento Civil.
La primera oportunidad para el ejecutado, la contempla el artículo 473 del Código
de Procedimiento Civil. Para tal efecto, el ejecutado debe oponer excepciones, exponer que
no tiene medios para justificarlas en el término probatorio y solicitar la reserva de ellas en
el mismo escrito en que las opone. Cumplidos estos presupuestos, el tribunal debe dictar
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sin más trámite sentencia de pago o de remate y acceder a la reserva y caución pedidas, sin
que sea pertinente emitir pronunciamiento sobre ella. Es improcedente dar traslado de la
oposición, así como recibir a prueba las excepciones o pronunciarse sobre las mismas.
Esta hipótesis, al igual que la contemplada en el artículo 478 del Código de
Procedimiento Civil, supone el pronunciamiento del fallo definitivo.
Esta reserva produce dos efectos: El ejecutado puede iniciar un juicio ordinario
ejercitando como acción las mismas excepciones que haya opuesto en el juicio ejecutivo; y
no se procederá a ejecutar la sentencia de pago o de remate dictada en el juicio si el
ejecutante no rinde caución de resultas.
El ejecutado debe entablar la demanda ordinaria dentro del plazo de 15 días,
contado desde que se notifique la sentencia definitiva. Si no lo hace, se procede a ejecutar
la sentencia sin previa caución, y si esta se ha otorgado queda de pleno derecho, sin efecto
(Artículo 474 del Código de Procedimiento Civil).
3.- Reserva común para ejecutante y ejecutado
El artículo 478 del Código de Procedimiento Civil, contempla una segunda
oportunidad en que el ejecutante y ejecutado pueden solicitar reserva de sus derechos.
En virtud de esta norma, el ejecutante y el ejecutado, pueden solicitar la reserva de
sus derechos para el juicio ordinario, antes de que se dicte la sentencia definitiva de primera
o única instancia. El tribunal debe emitir pronunciamiento en la sentencia que se dicte y la
concederá o no, según corresponda. Por lo tanto, esta hipótesis supone el pronunciamiento
del fallo definitivo.
Si las acciones o excepciones cuya reserva se solicita se refieren a la existencia de la
obligación, el tribunal accederá sólo si se invocan motivos calificados, como por ejemplo la
imposibilidad de rendir en ese momento la prueba.
Ahora si las acciones o excepciones reservadas no dicen relación con la existencia
de la obligación, el tribunal deberá decretar siempre la reserva, al igual que los casos
contemplados en los artículos 467 y 473 del Código de Procedimiento Civil.
La parte que ha obtenido la reserva tiene la obligación de presentar la demanda
ordinaria dentro del plazo establecido en el artículo 474 del Código citado, esto es, quince
días desde que se notifique la sentencia definitiva. La sanción está prevista en el inciso
tercero del precitado artículo 478 y consiste en que en caso de no cumplirse el plazo fijado,
no puede admitirse con posterioridad.
Esta actitud para el ejecutante podrá ser adoptada cuando advierta que las
excepciones opuestas tiene fundamento que pueden llevar a que sean acogidas.23 Puede
convenirle perder la acción ejecutiva pero mantener la acción ordinaria.

23
Pfeiffer Richter, Alfredo. “Procedimientos ejecutivos”. Ob. Cit. p. 37.
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Por último se debe agregar que la sentencia del juicio ejecutivo debe contener la
decisión expresa sobre la reserva de acciones o excepciones   pedida oportunamente por los
litigantes. Si el tribunal de alzada revoca el fallo de primera instancia y acoge una de las
excepciones opuestas, está en el deber de pronunciarse sobre la reserva de acciones 
planteada por el ejecutante y si no lo hace incurre en el vicio de casación formal del Nº 5
del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, en relación con el Nº 6 del artículo 170
del mismo Código.

(B) CUADERNO DE APREMIO:


1.- EL MANDAMIENTO DE EJECUCIÓN Y EMBARGO (art. 443)
Como señalamos oportunamente, el juez al dar curso a la demanda ordena
despachar mandamiento de ejecución y embargo en contra del deudor, al cual dicta sin
escuchar a la contraparte en forma previa. Las gestiones que en este caso pudiera efectuar el
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ejecutado que ha tomado conocimiento de la existencia de la demanda sólo podrán ser


estimadas por el tribunal como datos ilustrativos para apreciar la procedencia o
improcedencia de la demanda (441).
Normalmente en el cuaderno ejecutivo se resuelve "despachase mandamiento" y el
mandamiento propiamente tal se utiliza para iniciar el cuaderno de apremio.
Si el juez, examinados los antecedentes acompañados, constata que se dan los cuatro
requisitos a que nos hemos referido antes, vale decir, título ejecutivo, acción no prescrita,
obligación líquida y actualmente exigible, dispondrá se despache mandamiento de
ejecución y embargo, resolución que deberá cumplir con los requisitos que para ella señala
el artículo 443, los que son los siguientes:
a) Orden de requerir de pago al deudor:
El receptor deberá señalar al demandado que se ha deducido demanda ejecutiva en
su contra por tal suma o por tal especie pidiéndole o requiriéndole para que pague en ese
acto.
b) Orden de embargar bienes suficientes:
Para cubrir el importe de la deuda, intereses y costas, si al momento de efectuarse el
requerimiento el ejecutado no paga.
Para estos efectos el ejecutante deberá señalar en su demanda los bienes que solicita
se embarguen; normalmente señalará los que guarnecen el domicilio del deudor, salvo que
se trate de deuda de cierta envergadura.
Si el acreedor no ha señalado bienes para el embargo, éste se llevará a cabo en los
que presente el deudor, si en concepto del ministro de fe encargado de la diligencia, son
suficientes o si, siendo ellos insuficientes, no hay otros conocidos (art.448).
Ahora, si ni el acreedor ni el deudor señalan bienes, el ministro de fe practicará el
embargo siguiendo el siguiente orden:
1) dinero;
2) otros bienes muebles;
3) bienes raíces y
4) salarios y pensiones (art.449).
c) Designación de una persona que se desempeñará como depositario provisional:
A esta persona el receptor deberá hacer entrega de los bienes embargados, en depósito; el
ejecutante deberá indicar el nombre de la persona que sugiere como depositario provisional,
la que normalmente será el mismo deudor, a fin de que el tribunal lo designe en ese
carácter. En este caso, para que el depósito tenga el valor de tal, es decir, para que valga
como contrato y se deriven respecto del depositario las responsabilidades legales
pertinentes, es indispensable que éste acepte el encargo. Normalmente los receptores
omiten este último aspecto y sólo indican que los bienes quedaron en poder del deudor en
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su calidad de depositario provisional.


Si el ejecutante nada dice en cuanto a la persona del depositario, se designará como
tal a alguna persona de reconocida solvencia y honorabilidad.
d) Si la ejecución recae sobre una especie o cuerpo cierto o si el ejecutante ha
señalado en su demanda bienes para embargar, el mandamiento indicará que la traba del
embargo se efectúe sobre ellos; en caso contrario señalará que éste deberá trabarse sobre
bienes que parezcan pertenecer al deudor.
e) Si en concepto del tribunal existe fundado temor de que el mandamiento será
desobedecido, es decir, que no se permitirá al receptor ingresar al domicilio del deudor a
embargar bienes, podrá otorgar además en este momento el auxilio de la fuerza pública;
normalmente el tribunal espera que el receptor deje constancia que hubo oposición al
embargo y en ese caso, a petición del ejecutante, concede el auxilio de la fuerza pública.
De los requisitos antes indicados se advierte que son esenciales la orden de requerir
de pago y la de embargar bienes suficientes, si no paga en el acto; los restantes requisitos
son accidentales y los contendrá la resolución en los casos aludidos.
2.- LA NOTIFICACIÓN Y EL REQUERIMIENTO
El receptor deberá proceder a notificar la demanda ejecutiva y la resolución recaída
en ella, vale decir el mandamiento, hecho del cual dejará constancia en el cuaderno
ejecutivo o principal.
Al mismo tiempo, dando cumplimiento al mandamiento, en primer lugar deberá
requerir de pago al deudor, en tal forma que si éste en ese acto paga la deuda, el juicio
concluye, debiendo además pagar las costas. Si el deudor no paga, entonces el receptor
deberá proceder a la traba del embargo, en la forma que veremos.
Si el deudor no es habido, el requerimiento obviamente no podrá hacérsele en ese
momento, por lo que el artículo 443 en su N° 1 señala que si no es habido, deberá
procederse en la forma que contempla el artículo 44, expresando en la copia a que ese
artículo se refiere, además del mandamiento, la designación de día lugar y hora en que el
ministro de fe practicará el requerimiento. Esto último es lo que se denomina "cédula de
espera"; normalmente los receptores indicarán un día y hora y señalarán como lugar donde
deberá concurrir el deudor para ser requerido de pago su propia oficina. Si el deudor no
concurre a la diligencia de requerimiento, procederá que el receptor deje constancia de ello
en el expediente y que luego la parte ejecutante solicite se proceda sin más trámite al
embargo.
Si el deudor ha sido notificado ya anteriormente en forma personal o conforme al
artículo 44 para otra gestión anterior al requerimiento, se procederá a éste en alguna de las
formas que señalan los arts.48 a 53 (es decir, por cédula e incluso por el estado diario)
como lo indica el art. 443 N° 1o inciso 2o.
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3.- EL EMBARGO
a.- Concepto:
Es aquella diligencia procesal por la cual un ministro de fe procede a la entrega real
o simbólica de bienes pertenecientes a un deudor, al depositario que se designe, con el
objeto de que con dichos bienes se pague al acreedor, ya sea con las especies mismas o con
el producto que arroje el remate de ellas.
b.- Bienes inembargables:
La regla general, conforme lo dispone el artículo 2.465 del CC, es que todos los
bienes presentes y futuros del deudor podrán ser objeto de embargo lo que se conoce como
derecho de prenda general del acreedor sobre todos los bienes del deudor; se exceptúan de
este derecho de prenda general los bienes inembargables, los que fundamentalmente se
encuentran señalados en el artículo 445 del Código de Procedimiento Civil, el que contiene
una larga enumeración de los mismos, la cual con el tiempo se ha ido ampliando a
diferentes bienes, por razones especialmente de orden social. Es necesario tener en
consideración que, como se trata de un derecho establecido exclusivamente en beneficio del
deudor, este puede renunciar al mismo, pero no en forma anticipada, salvo que la ley
expresamente señale lo contrario. Como es frecuente la dictación de leyes que amplían este
privilegio, debe recordarse las normas sobre efecto retroactivo de las leyes, para el caso que
nada se diga en el caso particular.
De conformidad con lo prevenido en el artículo 445 del CPC, no son embargables
los siguientes bienes.
1o Los sueldos, gratificaciones, pensiones de gracia, jubilación, retiro o montepío de
los empleados públicos y municipales.
Respecto de los empleados públicos el actual Estatuto Administrativo señala en su
artículo 90 que las remuneraciones de estos funcionarios son embargables hasta en un 50%,
por resolución judicial ejecutoriada dictada enjuicio de alimentos o a requerimiento del
Fisco o de la institución a que pertenezca el empleado, para hacer efectiva la
responsabilidad civil proveniente de los actos realizados por éste en contravención a sus
obligaciones funcionarías.
2o Las remuneraciones de los trabajadores en la forma que determina el Código del
Trabajo;
3o Las pensiones alimenticias forzosas;
4o Las rentas periódicas que el deudor cobre de una fundación o que deba a la mera
liberalidad de un tercero, en la parte que esas rentas sean absolutamente necesarias para
sustentar la vida del deudor, de su cónyuge y de los hijos que viven con él o a sus expensas,
5o Los fondos que conforme a la ley Orgánica del Banco del Estado gocen del
beneficio de inembargabilidad;
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6o Las pólizas de seguro de vida y las sumas que, en cumplimiento de lo pactado en


ellas, pague el asegurador; sin embargo, en este último caso será embargable el valor de las
primas pagadas por el que tomó la póliza;
7o Las sumas que se paguen a los empresarios de obras públicas durante la ejecución
de los trabajos; esta disposición no tendrá aplicación respecto de lo que se adeude a los
trabajadores por concepto de remuneración ni de los créditos de los proveedores de
materiales u otros artículos suministrados para la construcción de dichas obras;
8o El bien raíz que el deudor ocupa con su familia, siempre que no tenga un avalúo
fiscal superior a diez sueldos vitales mensuales; los muebles de dormitorio, de comedor y
de cocina de uso familiar y la ropa necesaria para el abrigo del deudor, su cónyuge y los
hijos que viven a sus expensas.
9o Los libros relativos a la profesión del deudor hasta el valor de $262.960, a
elección del deudor;
10° Las máquinas o instrumentos de que se sirve el deudor para la enseñanza de
alguna ciencia o arte, hasta el mismo valor antes señalado, lo que también queda a elección
del deudor;
11o Los uniformes de los militares, según su arma y grado;
12° Los objetos indispensables al ejercicio personal del arte u oficio de los artistas,
artesanos y obreros de fábrica, los aperos, animales de labor y material de cultivo
necesarios al labrador o trabajador de campo para la explotación agrícola, por la suma antes
indicada, a elección del deudor;
13o Los utensilios caseros y de cocina y los artículos de alimento de combustibles
que existen en poder del deudor, hasta la concurrencia necesaria para el consumo de la
familia durante un mes.
14° La propiedad de los objetos que el deudor posee fiduciariamente: es decir, se
refiere a la propiedad misma, pero no a los frutos que ella pueda producir; (prop fiduciaria
art.733 Inc. Io CC: es decir, la que está sujeta al gravamen de pasar a otra persona de
cumplirse el evento de una condición.
15° Los derechos cuyo ejercicio es enteramente personal, como los de uso y
habitación.
16° Los bienes raíces donados o legados con la expresión de no embargables,
siempre que se haya hecho constar su valor al momento de la entrega por tasación aprobada
judicialmente, ya que podrá embargarse por el valor adicional que estos bienes adquieran
posteriormente.
17° Los bienes destinados a un servicio que no pueda paralizarse sin perjuicio del
tránsito o de la higiene pública, como los ferrocarriles, empresas de agua potable o desagüe;
podrá sin embargo embargarse la renta líquida que produzcan.
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18° Los demás bienes que leyes especiales prohíban embargar.


c.- El embargo mismo:
i.- Personas que pueden designar bienes para la traba:
Como vimos anteriormente, esto lo puede hacer el acreedor al momento de la demanda
ejecutiva misma y también al momento de llevarse a cabo el embargo; siempre y cuando en
el mandamiento éstos no hayan sido señalados por el juez (447); si el acreedor no ha
señalado bienes, la traba se efectuará sobre los que señale el deudor, si en concepto del
receptor ellos son suficientes para responder al pago o cuando no aparece que el deudor
tenga otros; si el deudor no señala bienes, el receptor deberá embargar en primer término
dinero, luego otros bienes muebles; en tercer lugar bienes raíces y, por último, salarios y
pensiones, con las limitaciones antes señaladas, (arts.448 y 449).
ii.- Forma como se efectúa el embargo (art.450):
La regla general, conforme al artículo 450 del CPC es que el embargo se efectúa por
la entrega real o simbólica de los bienes al depositario designado, aunque la especie quede
en poder del deudor, quien hará las veces de depositario hasta que se designe a otra
persona.
Sin embargo, existen además las siguientes reglas especiales:
1.- Casos del art. 444:
Si la ejecución recae sobre una empresa o establecimiento mercantil o industrial, o
sobre cosa o conjunto de cosas que sean complemento indispensables para su explotación,
el juez, atendidas las circunstancias y la cuantía del crédito, podrá ordenar que el embargo
se haga efectivo en los bienes designados por el acreedor, en otros bienes del deudor, en la
totalidad de la industria misma, o en la totalidad o parte de las utilidades que ésta produzca.
En este caso si se embarga la industria o las utilidades, el depositario tendrá las facultades y
deberes del interventor judicial y, para ejercer las funciones propias de depositario, deberá
proceder con la autorización del juez de la causa.
Si la ejecución recae sobre el simple menaje de casa habitación del deudor, el
embargo se tendrá por efectuado permaneciendo las especies en poder del mismo deudor,
con el carácter de depositario, previa confección de inventario y tasación aproximada de las
especies, la que practicará el mismo receptor. Esta diligencia deberá extenderse por escrito
y será firmada por el ministro de fe, el acreedor si concurre y el deudor, quien en caso de
sustracción incurrirá en la sanción prevista en el artículo 471 del Código Penal (presidio o
relegación menores en su grado mínimo o multa de 11 a 20 vitales).
2.- Tratándose de bienes raíces, para que el embargo quede perfecto y en
consecuencia produzca efectos respecto de terceros, es necesario que se inscriba en el
Conservador respectivo, lo mismo tratándose de derechos reales constituidos sobre
inmuebles (453).
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3.- Cuando el embargo recae sobre dinero, alhajas, especies preciosas o efectos
públicos, deberán ser depositados en la cuenta corriente del tribunal en el Banco del Estado,
en el primer caso o en algún banco en general, en los demás casos; normalmente también
será el Banco del Estado (art.451 inciso final).
4.- Si la cosa objeto del embargo se encuentra en poder de algún tercero que se
oponga a la entrega, alegando el derecho a gozarla a otro título que el de dueño, como por
ejemplo de arrendatario, la especie quedará en poder de éste como depositario con las
mismas facultades que la ley le otorga al deudor hasta la enajenación y, sin perjuicio del
derecho que corresponda al tenedor de la cosa para seguir gozando, aun después de la
enajenación de ésta; (art.454).
iii.- Otras normas relativas a esta diligencia:
(a) El receptor deberá dejar constancia escrita de la diligencia, señalando día lugar y
hora en que ésta se practicó, la expresión individual y detallada de los bienes embargadas e
indicar si fue o no necesario el auxilio de la fuerza pública para practicarlo y, en este último
caso, la identificación de los funcionarios que intervinieron; (450 inc. 2o).
Tratándose de bienes muebles, el acta deberá indicar su especie, calidad y estado de
conservación, así como cualquier otro antecedente necesario para su singularización el caso
de los inmuebles, ellos se individualizarán por su ubicación y los datos de la respectiva
inscripción de dominio. (450 inc.3°);
(b) El acta deberá ser firmada por el ministro de fe y el acreedor y deudor que hayan
concurrido a la diligencia y deseen hacerlo;
(c) Esta acta se incorporará al cuaderno de apremio, conforme lo dispone el artículo
458 y en el ejecutivo o principal, se indicará la fecha en que se practicó.
(d) El receptor deberá enviar carta certificada al ejecutado comunicándole el hecho
del embargo dentro de los dos días siguientes. El no envío de la carta no invalida en todo
caso la diligencia (450 inc. 5°9, pero el receptor quedará responsable de los perjuicios que
su omisión cause, al igual como de cualquier infracción en que incurra en la diligencia de
embargo, sin perjuicio de que por ello pueda ser sancionado disciplinariamente.
(e) En las notificaciones, requerimientos o embargos, el testimonio o acta de la
diligencia incluirá un registro georreferenciado, que dé cuenta del lugar, fecha y horario de
su ocurrencia. Además, en el caso de retiro de especies, los receptores incluirán un registro
fotográfico o de video con fecha y hora de los bienes muebles, al momento del retiro para
su entrega al martillero, a menos que exista oposición de parte del deudor o el depositario.24
4.- Efectos del embargo
a.- Conforme a lo dispuesto en el art. 1464 N.3.del CC, existe objeto ilícito en la
enajenación de cosas embargadas por resolución judicial, salvo que el juez lo autorice o el
24
Artículo 9 ley 20.886.
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acreedor consienta en ello.


b.- Salvo en los casos en que se designa depositario al propio deudor, éste va a
perder la administración de los bienes embargados, la que quedará precisamente a cargo del
depositario, conforme lo señala el art.479.
5.- Ampliación, reducción, sustitución y fin del embargo
Durante la secuela del proceso, puede que resulte necesario modificar el embargo ya
efectuado, sea porque por alguna razón los bienes objeto del mismo han resultado
insuficientes o porque se ha embargado demasiados; también puede ocurrir que el ejecutado
necesite disponer del bien que ha sido materia del embargo y ofrezca otro en su reemplazo
que de las mismas garantías y, por último, puede que se ponga término al embargo en
atención a que él ya no será necesario por haber consignado el deudor el monto de la deuda
o por cualquier otro motivo.
Estas cuestiones accesorias, dada su naturaleza se, tramitan conforme a las reglas
del incidente ordinario.
a.- Ampliación: (art.456)
Esta disposición señala que el acreedor puede pedir ampliación del embargo en
cualquier estado del proceso, siempre que haya justo motivo para temer que los bienes
embargados no bastan para cubrir la deuda y las costas.
Señala la misma disposición que el hecho de haber recaído el embargo sobre bienes
difíciles de realizar, será siempre justo motivo para la ampliación, al igual que el hecho de
que se deduzca cualquier tercería respecto de estos bienes, es decir, que algún tercero
alegue derechos sobre ellos, como veremos en su oportunidad al tratar de las tercerías en el
juicio ejecutivo.
Si la ampliación se solicita después de haberse dictado sentencia definitiva, no será
necesario la dictación de nueva sentencia para comprender en el remate los nuevos bienes
agregados al embargo, lo que significa que la sentencia que resuelve las excepciones
opuestas y manda seguir adelante la ejecución está señalando que deben rematarse los
bienes ya embargados y aquellos que posteriormente sea necesario embargar por alguno de
los motivos indicados.
b.- Reducción; (art. 447)
Puede suceder, como indicamos, que se haya embargado demasiados bienes y que el
deudor solicite la reducción; si bien el art 447 sólo se refiere al caso de que el mandamiento
no haya señalado los bienes a embargarse, caso en el cual la apreciación de si ellos son o no
bastantes deberá hacerla el receptor al momento de la traba de ese embargo sin perjuicio de
lo que posteriormente resuelva el juez a petición de parte interesada, se ha entendido que
esta norma es de carácter general, señalando algunos autores que, donde existe la misma
razón, debe existir la misma disposición.
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c.- Sustitución: (art. 457)


El deudor puede en cualquier estado del proceso sustituir el embargo por una suma
de dinero, consignando al efecto una cantidad suficiente para el pago de la deuda y las
costas, salvo que el embargo recaiga sobre la especie o cuerpo cierto materia de la deuda
misma y de la ejecución.
d.- Cesación:
Antes de que se efectúe el remate, el deudor podrá hacer cesar el embargo, pagando
la deuda y las costas. Una vez que ya se ha llevado a cabo ese remate, ello no será posible,
toda vez que el dominio de los bienes objeto del mismo habrá pasado a terceros.
e.- El reembargo:
Consiste en trabar dos o más embargos sucesivos sobre un mismo bien de propiedad
del deudor, por concepto de varios procesos seguidos en contra de éste.
Tanto la doctrina como la jurisprudencia discute la posibilidad del reembargo, el
que normalmente se plantea cuando el deudor tiene varios acreedores y los primeros le
embargan todos sus bienes, sin dejar nada al resto.
i.- No se acepta el reembargo:
Según los sostenedores de esta teoría, el reembargo sería improcedente, habida
consideración a que, para los efectos de que él operara sería necesario pedir a los diferentes
tribunales que hubieren dispuesto un embargo la correspondiente autorización para
subastar, para los efectos de qué no exista en dicha enajenación objeto ilícito, ya que
conforme al art. 1.464 N.3 del CC, hay objeto ilícito en la enajenación de especies
embargadas por decreto judicial, a menos que el juez lo autorice o el acreedor consienta en
ello.
Señalan los que sostienen esta posición que el reembargo carecería de ventaja
práctica, ya que los acreedores que han iniciado sus procesos con posterioridad podrán
hacer uso de los derechos señalados en los arts.527 y 528 del CPC, relativos a las tercerías
de prelación y de pago que veremos posteriormente. El art. 528 señala que si el acreedor
que ha deducido su demanda con posterioridad no tiene derecho preferente al pago, podrá
solicitar al juez ante el cual presentó la demanda que dirija oficio al que está conociendo de
la primera ejecución a fin de que retenga la parte proporcional a este crédito del producto
del remate; por su parte, el art. 525 consagra la tercería de prelación, la que puede ser
deducida por el acreedor que goce de alguna preferencia en el pago, lo que veremos más
adelante.
ii.- Se acepta el reembargo:
Según algunos, como la ley no prohibe el reembargo, él es perfectamente posible
que se lleve a cabo, señalándose que incluso no es necesario solicitar autorización de los
otros jueces para los efectos de proceder al remate, ya que la autorización que exige el art.
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1.464 N.3 del CC se cumpliría al dar la orden de remate el juez a quien ella es solicitada.
Según otros, como la ley no prohibe el embargo, él es factible, señalando además
que lo contrario implicaría el establecimiento de un privilegio en favor de los acreedores
que demandan y embargan primero, privilegio que la ley no establece.
Por otra parte, el art. 528 del CPC, en su actual redacción, reconoce en forma
expresa la posibilidad de que existan dos embargos sucesivos en procesos diferentes,
señalando en su inciso textualmente: "Si existe depositario en la primera ejecución, no
valdrá el nombramiento en las otras ejecuciones. El ejecutante que a sabiendas de existir
depositario o, no pudiendo menos de saberlo, hace retirar las especies embargadas en la
segunda ejecución por el nuevo depositario, será sancionado con las penas asignadas al
delito de estafa”; además, el inciso 1 de ese artículo señala que "cuando la acción del
segundo acreedor se deduzca ante diverso tribunal, podrá pedir se dirija oficio al que está
conociendo de la primera ejecución para que retenga de los bienes realizados la cuota que
proporcionalmente corresponda a dicho acreedor.
A nuestro juicio, especialmente considerando las normas antes transcritas, el
reembargo es válido, pero para los efectos de poder rematar los bienes objeto de éste se
requiere de la autorización de él o los otros jueces, a fin de que se dé cumplimiento al art.
1.464 N-3 del CC; las autorizaciones se requieren además por cuanto un juez no puede
pasar por sobre lo resuelto por otro. El juez que pretende ordenar el remate, deberá
previamente dirigir oficio al otro u otros jueces, los que accederán a lo solicitado, con
citación de la ejecutante respectiva y luego enviará el oficio correspondiente comunicando
dicha autorización.
6.- Administración de los bienes embargados (479 y 480)
El encargado de la administración de los bienes embargados será el depositario
designado; si son bienes muebles, el depositario podrá trasladarlos al lugar que estime
conveniente, salvo:
- Que el ejecutado garantice la conservación de ellos en el lugar que se encuentren,
- Que, conforme al art. 450 N.l, se designe al propio deudor como depositario
provisional o
- Que se trate de dinero, especies preciosas o efectos públicos que deberán ser
depositados en un banco a la orden del juez de la causa, agregándose en este caso el
certificado correspondiente al proceso.
Toda cuestión relativa a la administración de los bienes embargados o a la venta que
el art. 483 autoriza efectuar al depositario de los bienes muebles sujetos a corrupción o
deterioro o cuya conservación sea muy difícil o dispendiosa, serán sustanciadas en
audiencias verbales que tendrán lugar sólo con la parte que asista a ellas.
4.- CUMPLIMIENTO DE LA EJECUCION
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A.- Cuestiones generales:


Cuando estudiamos el cuaderno principal o ejecutivo, señalamos que presentada la
demanda y, dándose los cuatro presupuestos que indicamos (título ejecutivo, obligación
líquida, actualmente exigible y acción ejecutiva no prescrita), el juez dictará la resolución
denominada "mandamiento de ejecución y embargo", que es una interlocutoria, la cual se
dicta sin previo traslado de la parte ejecutada.
Si el juez estima que no procede despachar mandamiento, esa interlocutoria podrá
ser apelada por la ejecutante, la ejecutada no puede apelar de ella en atención a que el juicio
ejecutivo contempla precisamente las excepciones para que el ejecutado se puede defender,
si es que ha existido la omisión de alguno de los requisitos necesarios para dictarla.
i.- Opone excepciones
Si el demandado, dentro del plazo correspondiente opone excepciones, se dará
traslado de ellas al ejecutante, se recibirá eventualmente la causa a prueba y se dictará
sentencia definitiva que resolverá la procedencia o improcedencia de las excepciones. Si
esta sentencia rechaza las excepciones, ordenará precisamente seguir adelante la ejecución.
Si el embargo ha recaído sobre la especie o cuerpo cierto debida o sobre una suma de
dinero, esa misma sentencia ordenará hacer entrega de dicha especie o del dinero
embargado al ejecutante, en este caso la sentencia recibe el nombre sentencia de pago. Si en
cambio se han embargado especies que es necesario rematar para que con el producto de
ellas se pague la acreencia, la sentencia dispondrá la licitación de ellas, recibiendo en este
caso el nombre de sentencia de remate.
Como en ambos casos la tramitación es diferentes, veremos a continuación en forma
separada el cumplimiento de la sentencia de pago y el de la de remate.
Si la sentencia acoge alguna de las excepciones respecto del total de la deuda, el
juicio concluirá en primera instancia.
ii.- No opone excepciones:
Si el ejecutado no opone excepciones, no será necesario la dictación de sentencia
definitiva y bastará el mandamiento de ejecución y embargo para proceder a los trámites
antes indicados y por ello el art. 471 señala que "Si no se oponen excepciones, se omitirá la
sentencia y bastará el mandamiento de ejecución para que el acreedor pueda perseguir la
realización de los bienes embargados y el pago, de conformidad con las disposiciones del
procedimiento de apremio".(sentencia ficta)
B.- Sentencia de pago:
Si el embargo se ha trabado en la especie o cuerpo cierto materia de la ejecución o
en una suma de dinero, una vez firme la sentencia, el juez ordenará hacer entrega al actor
de dicha especie u ordenará la liquidación del crédito y tasación de costas, para luego
disponer el pago correspondiente con cargo a los fondos embargados y depositados en la
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cuenta corriente del tribunal.


No obstante no encontrarse ejecutoriada la sentencia que rechaza las excepciones,
como el fallo de primera instancia causa ejecutoria, el juez podrá también ordenar la
entrega o pago; si se ha deducido apelación, el juez exigirá al ejecutante que rinda caución
para garantizar que restituirá la especie o el dinero en el caso de que la apelación sea
acogida; si se ha interpuesto recurso de casación, éste sólo podrá suspender la entrega o
pago, cuando de acogerse sea posteriormente imposible cumplir con lo que en él se
resuelva (arts. 774 inc. l.). En los demás casos no existirá impedimento para el pago, ya que
el art. 774 inc. 2. parte final exceptúa precisamente los recursos de casación deducidos por
el ejecutado en los casos en que el que presenta el recurso puede exigir fianza de resultas.
C.- Sentencia de remate:
Dictada sentencia de remate, aun cuando ella no se encuentre ejecutoriada, siguen
adelante los trámites del procedimiento de apremio, toda vez que los recursos que se
deduzcan en contra de ella no lo suspenden.
En este caso la situación es más compleja que existiendo sentencia de pago, toda
vez que para los efectos de poder licitar las especies embargadas y luego pagar con su
producto al acreedor es necesario practicar diferentes trámites, los que difieren según la
naturaleza de esas especies.
1.- Bienes que se realizan sin subasta o remate:
i.- Bienes muebles sujetos a corrupción o susceptibles de próximo deterioro o cuya
conservación sea difícil o muy dispendiosa (483); como señalamos anteriormente, la ley
autoriza al propio depositario para venderlas sin tasación, pero previa autorización del juez.
ii.- Efectos de comercio realizables en el acto (484):
Se trata de aquellos valores que se transan en la bolsa de comercio, los que serán
vendidos por un corredor que se designará-al efecto en la misma forma que a los peritos.
Esta excepción se funda en la naturaleza de estos instrumentos, los que tienen un valor de
transacción diario.
2.- Bienes que se realizan en remate o pública subasta:
El remate viene a ser un acto jurídico procesal por el cual se venden en forma
forzada las especies embargadas, por resolución del tribunal que así lo ordena, en forma
pública y al mejor postor.
a.- Bienes muebles susceptibles de ser vendidos al martillo (482):
El ejecutante deberá solicitar al tribunal la designación de martillero público, a fin
de que éste proceda a la venta de las especies embargadas en pública subasta al mejor
postor, sin previa tasación. Si corresponde, el tribunal designará martillero y ordenará la
entrega de las especies embargadas a éste para su remate.
El martillero designado deberá indicar día y hora en que efectuará el remate y
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además deberá publicar los anuncios correspondientes, conforme a las normas que regulan
las actividades de los martilleros públicos. En todo caso el martillero que se designe deberá
encontrarse dentro de la lista correspondiente de martilleros judiciales elaborada por la
Corte de Apelaciones respectiva y el juez deberá preocuparse que los remates se
distribuyan equitativamente entre éstos.
Efectuado el remate, el martillero deberá rendir cuenta de su gestión al tribunal y
depositar los dineros producto del mismo en la cuenta corriente respectiva.
Si la sentencia no se encuentra ejecutoriada, los dineros producto de la subasta
quedarán en esa cuenta corriente y sólo podrán ser entregados pendiente la apelación del
fallo, si el ejecutante garantiza su devolución, al igual que como vimos en caso de la
sentencia de pago. Es decir, la sentencia de remate no suspende el procedimiento si es
apelada por el ejecutado, pero sólo hasta que se consignen los dineros en la cuenta
corriente, para proceder a continuación en la misma forma señalada para la sentencia de
pago.
b.- Otros bienes que se venden en remate:
Si el embargo ha recaído sobre otros bienes diferentes de los antes señalados, que
son esencialmente los bienes raíces y los incorporales, se sigue un procedimiento
totalmente diferente a los señalados antes, ya que el art. 483 dispone que "los demás bienes
no comprendidos en los tres artículos anteriores, se tasarán y venderán en remate público
ante el tribunal que conoce de la ejecución o ante el tribunal dentro de cuya jurisdicción
estén situados los inmuebles, cuando así se resuelve a solicitud de parte y por motivos
fundados".
3.- Diligencias o trámites anteriores al remate mismo:
a.- La tasación:(486)
Cuando se trate de bienes raíces, de acuerdo al art. 486, la tasación será la que figure
en el rol de avalúos vigente para los efectos del impuesto territorial o contribuciones de
bienes raíces, salvo que el ejecutado solicite que se efectúe una nueva tasación.
La ejecutante deberá presentar un escrito, acompañando a él un certificado de
avalúo del bien raíz en referencia y pedirá al tribunal que se tenga el monto que en el
mismo se señala como valor de tasación para los efectos de la subasta. El tribunal dictará
una resolución que dirá más o menos así "Por acompañado el certificado, téngase el avalúo
que en él figura como valor de tasación, con citación".
Dentro del plazo de tres días la parte ejecutada podrá oponerse, solicitando que se
efectúe una nueva tasación por peritos, petición a la que el tribunal deberá acceder y se
procederá a la designación de perito en la forma señalada en el art. 414, es decir, se citará a
una audiencia a las partes, la que se efectuará el segundo día hábil. Si las partes no se ponen
de acuerdo sobre la persona del perito, conforme a las reglas generales, éste será designado
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por el juez, nombramiento que no podrá recaer en empleados o dependientes a cualquier


título del tribunal.
Él o los peritos designados deberán evacuar su informe de acuerdo con las reglas
generales y, una vez que lo presenten al tribunal, éste ordenará ponerlo en conocimiento de
las partes, las que tendrán el plazo de tres días para objetarlo. Si transcurren los tres días sin
que se deduzca objeción, la tasación se tendrá por aprobada.
Si las partes, o al menos una de ellas, formula objeción, se conferirá traslado de la
misma por tres días a la contraria, a fin de que ésta exprese lo conveniente a sus derechos y,
transcurrido este plazo, con o sin respuesta de la contraparte, el tribunal resolverá la
incidencia. Si la acoge, podrá mandar que la tasación sea rectificada en los puntos que
indicará, por el mismo perito o por otro, pero también podrá el tribunal fijar por sí mismo el
valor de tasación que estime pertinente; es decir, el tribunal puede fijar por sí mismo el
justiprecio, conforme lo indica el art. 487.
De acuerdo con la parte final del art. 487, las resoluciones que dicte el tribunal en
estos puntos son inapelables.
Practicada la nueva tasación, ya sea por perito o por el propio tribunal, ella se tendrá
por aprobada y no se admitirán nuevos reclamos al respecto.
Cuando se trata de otros bienes que no sean inmuebles, como por ejemplo los
incorporales, la tasación necesariamente deberá efectuarse por peritos, toda vez que no
existe avalúo.
b.- La fijación de las bases del remate: (491)
Aprobada la tasación, conforme lo dispone el art. 488, se señalará día y hora para la
subasta. Sin embargo, previamente es necesario la aprobación de las bases conforme a las
cuales se va a efectuar ese remate, las que consisten en señalar el mínimo de las posturas, la
forma de pago del precio, etc.
A este respecto el art. 491 señala las siguientes normas:
i.- El precio de los bienes que se van a rematar deberá necesariamente pagarse al
contado, salvo que las partes acuerden lo contrario o que el tribunal por motivos fundados
resuelva otra cosa;
ii.- Las demás bases del remate, como son el mínimo de las posturas, las cauciones
o garantías que deberán rendir los que participen en el remate; el plazo en el cual se
entregará el inmueble una vez subastado, etc., serán propuestas por la ejecutante, con
citación contraria; si la parte ejecutada nada dice dentro de los tres días de la citación, las
bases propuestas se tendrán por aprobadas.
Si, por el contrario, la ejecutada objeta esas bases, la objeción será resuelta de plano
por el tribunal, consultándose para ello la mayor facilidad y mejor resultado de la
enajenación, conforme lo señala el art. 491 inc. 2. Es decir, en este caso será el juez quien
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en último término fijará las bases del remate, pero para ello tiene algunas limitaciones que
señala la ley y que son las siguientes:
(a) Sólo por motivos fundados podrá establecer en las bases que el precio no se
pagará al contado; (491)
(b) No podrá fijar como mínimo de las posturas una suma inferior a los dos tercios
del monto de la tasación; (493)
(c) Deberá señalar que toda persona que desee participar en la subasta deberá rendir
previamente una caución que no podrá ser inferior al 10 % del valor de la tasación, la que
subsistirá hasta que se otorgue la escritura definitiva de compraventa o se deposite a la
orden del tribunal el precio o la parte de él que debe pagarse de contado.
Esta caución tiene por objeto asegurar la seriedad de las posturas, señalando el art.
494 Inc.2, que si el subastador posteriormente no cumple con sus obligaciones, como pagar
el precio, la subasta quedará sin efecto y se hará efectiva la caución.
En todo caso, a los postores que no se adjudicaron la especie se les restituye de
inmediato la garantía rendida.
c.- Fijación de día y hora para la subasta:
Aprobada la tasación y las bases del remate, procede fijar día y hora a fin de que
éste pueda llevarse a cabo.
Conforme al art. 489, el remate, con señalamiento de día y hora en que debe tener
lugar, se anunciará por avisos publicados a lo menos por cuatro veces en un diario de la
comuna asiento del tribunal o de la capital de la provincia o de la región, sin en aquélla no
la hubiera.
Estos avisos deberán ser redactados por el secretario del tribunal y deberán contener
los datos necesarios para identificar los bienes que van a rematarse. El primero de estos
avisos necesariamente debe ser publicado a lo menos con quince días corridos de
anticipación a aquél fijado para el remate
Por otro lado, si los bienes objeto del remate se encuentran ubicados en otra comuna
que aquella en la cual tiene su asiento el tribunal, deberá anunciarse el remate de la misma
manera en un diario de esa comuna o de la capital de provincia o de región, según el caso.
Estos avisos por excepción a las reglas generales, pueden ser publicados en días
inhábiles, lo que tiene precisamente por objeto permitir la mayor difusión posible de la
subasta, considerando que los diarios se venden y leen en mayor cantidad los domingos y
festivos.
En el expediente el secretario deberá certificar el tenor del aviso publicado y las
fechas en que lo fue, lo que en la práctica se concreta pegando en el expediente un recorte
de los avisos y certificado del secretario que éste fue publicado en los días pertinentes.
Si se omite las publicaciones el remate será nulo.
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d.- Citación de los acreedores hipotecarios: (arts.492 CPC y 2428 CC)


Tratándose de inmuebles, cuando sobre ellos se encuentra constituida alguna
hipoteca, esta da derecho al acreedor hipotecario para perseguir el bien de quien quiera que
lo posea y del título en virtud del cual lo haya adquirido (2428 CC), salvo que la
adquisición haya tenido lugar en pública subasta ordenada por el juez después de haberse
citado a los acreedores hipotecarios, los que deberán ser pagados de sus créditos con el
producto del remate, conforme al orden de prelación que corresponda.
Por su parte, el art 492 del CPC señala que si un acreedor hipotecario de grado
posterior (por ejemplo 2ª hipoteca), persigue el inmueble hipotecado contra el deudor
personal que lo posee, el o los acreedores de grado preferente, citados conforme al art. 2428
del CC, podrán exigir el pago de sus créditos sobre el precio del remate, según sus grados o
conservar sus hipotecas sobre la finca subastada, siempre que sus créditos no estén
devengados. Si los acreedores en referencia nada dicen durante el término de
emplazamiento, se entenderá que optan por ser pagados con el producto del remate en el
orden correspondiente.
En caso de que se omita la citación a estos acreedores hipotecarios, ellos
conservarán sus hipotecas no obstante la subasta, es decir, la persona que remate el
inmueble lo hará con esas hipotecas, sin perjuicio de lo cual, podrá subrogarse en los
derechos del acreedor hipotecario que obtuvo el pago de su acreencia.
Por ejemplo, pedro tiene deudas con Juan, diego y Antonio, cada una de ellas
garantizadas con hipotecas sucesivas; Juan sigue juicio ejecutivo y obtiene se remate el
inmueble de Pedro, sin que se cite a los acreedores hipotecarios restantes. Roberto se
adjudica el inmueble y posteriormente Diego y Antonio demandan sus créditos hipotecarios
y nuevamente el inmueble es subastado. En este caso Roberto tendrá derecho a pagarse de
la que debió desembolsar por concepto del remate anterior en forma previa a Diego y
Antonio, ya que se subroga en los derechos de Juan, quien tenía una primera hipoteca.
e.- Autorización de otros tribunales:
Como vimos anteriormente, si la especie se encuentra embargada además en otro
proceso, para la validez del remate es indispensable que se obtenga la autorización del otro
juez, en la misma forma que señalamos al tratar de los bienes muebles; en todo caso, aquí
cabe señalar que el embargo, como debe inscribirse, deberá figurar en el registro
correspondiente del Conservador de Bienes Raíces donde está inscrito el inmueble.
f.- Calificación de las garantías o cauciones:
Como señalamos anteriormente, en las bases del remate se señalan las cauciones o
garantías que deben rendir los subastadores, a fin de garantizar precisamente la seriedad de
su intervención en el remate; es decir, que no comparezcan personas que hagan ofertas, se
adjudiquen el bien y posteriormente no paguen el precio.
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El artículo 494 prescribe que todo postor, para tomar parte en el remate, deberá
rendir caución suficiente, calificada por el tribunal, sin ulterior recurso, para responder de
que se llevará a efecto la compra de los bienes rematados. La caución será equivalente al
10% del valor de tasación y subsistirá hasta que se otorgue la escritura definitiva de
compraventa, o se deposite a la orden del tribunal el precio o la parte de él pagadera al
contado. Como vimos, las partes de común acuerdo pueden alterar el monto de las
garantías.
Si el subastador no cumple posteriormente con las obligaciones derivadas del
remate, la caución se hará efectiva y el remate quedará sin efecto.
4.- El remate mismo:
Cumplida todos los trámites anteriores, el día y hora señalados para la subasta éste
deberá llevarse a cabo ante el tribunal que reconoce del proceso o ante aquél que
corresponda al territorio donde se encuentran ubicados los bienes, cuando se haya resuelto
esto último a petición de parte y por motivos fundados (art. 485).
Los subastadores comenzarán efectuando ofertas por sobre el mínimo establecido en
las bases y concluirá cuando se llegue a la postura más alta. A esta subasta puede concurrir
también el propio acreedor, quien no requiere rendir caución, ya que ésta precisamente
estará en el crédito que él está comprando.
5.- El acta de remate:
Conforme a lo dispuesto en el artículo 495, concluido el remate deberá levantarse
acta del mismo cuando se trata de los bienes señalados en el art. 1.801 inciso 2o del CC, es
decir, bienes raíces, servidumbres, censos y sucesión hereditaria, acta que se extenderá en
un libro especial que al efecto debe llevar el secretario del tribunal, acta en la que se
señalarán los pormenores de la venta efectuada y será suscrita por el Juez, el Secretario y el
subastador. Extracto del acta debe dejarse en todo caso en el expediente mismo.
Este acta que debe levantarse viene a ser en realidad el contrato mismo de compraventa,
toda vez que en él se indicarán los requisitos inherentes a dicho contrato, como la cosa
vendida y el precio, la misma disposición señala que esta acta valdrá como escritura pública
para los efectos señalados en el aludido art. 1.801, es decir, para que la venta se repute
perfecta, lo anterior, sin perjuicio que dentro de tercero día deba extenderse la escritura
pública propiamente tal, escritura en la cual el Juez comparecerá en representación del
vendedor, es decir del ejecutado y el subastador comparecerá como comprador, sin
perjuicio de que en el acta de remate éste haya podido indicar que comparecía en
representación de un tercero, caso en el cual será el tercero el adquirente, siempre que éste
se presente posteriormente aceptando lo obrado, si no comparece, subsistirá la
responsabilidad del subastador así como la caución rendida por éste (496).
6.- La escritura pública: (495 y 497)
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Como señalamos, dentro de tercero día de suscrita el acta de remate, deberá


otorgarse la correspondiente escritura pública de compraventa en remate, escritura en la
cual comparecerá el juez en representación del propietario ejecutado y por el rematante,
quien mediante esta escritura podrá requerir la correspondiente inscripción a su nombre en
el Conservador de Bienes Raíces respectivo. Es decir el acta de remate si bien vale como
escritura pública para que la venta en remate quede perfecta, la inscripción debe realizarse a
cabo con la correspondiente escritura.
En esta escritura además del acta de remate mismo deberán insertarse los
antecedentes que sean necesarios para su debida inteligencia, como por ejemplo señalar el
proceso en que se efectuó el remate, etc.
La escritura será otorgada a petición del subastador, quien en ese mismo momento
podrá solicitar al tribunal el alzamiento de embargos y la cancelación de hipotecas sobre
este bien, petición a la que el tribunal dará lugar con citación de los interesados.
7.- Sanción:
Como igualmente se dijo antes, si el subastador no consigna oportunamente el
precio conforme a las bases de remate o no concurre a suscribir la escritura definitiva, el
remate quedará sin efecto y se hará efectiva la caución otorgada. Del monto de esta garantía
o caución se deducirán previamente los gastos del remate, luego el 50% se abonará al
crédito y el otro 50 % quedará a beneficio de la Corporación Administrativa del Poder
Judicial.
Las apelaciones que en este caso puede deducir el subastador de los bienes
embargados se concederán en el solo efecto devolutivo.
8.- Ausencia de postores en el remate:
Si el día del remate no se presentan postores el artículo 499 otorga al acreedor
ejecutivo dos posibilidades:
a) Puede solicitar que los bienes le sean adjudicados por los dos tercios del valor de
tasación de los mismos.
b) Puede pedir que el tribunal reduzca prudencialmente el monto de la tasación,
reducción que el tribunal en ningún caso podrá efectuar más allá de un tercio de la misma.
En el caso de que el acreedor solicite la adjudicación, el tribunal accederá a ello, con
citación del ejecutado y demás interesados, si los hubiere. En este caso existirá una
verdadera venta en pública subasta y el acreedor será el comprador, enterando el precio
correspondiente por compensación de su crédito y en lo demás se procederá como si
hubiera habido realmente remate.
Si el acreedor escoge la segunda posibilidad, deberá proceder a efectuarse nuevo
remate, en el cual el mínimo de las posturas serán los dos tercios de la tasación y deberán
efectuarse las publicaciones.
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Segundo remate sin resultado: (500)


Si efectuado un segundo remate en la forma antes señalada, nuevamente no se
presentan postores, el acreedor tendrá derecho a solicitar alguna de las siguientes cosas:
- Que se le adjudiquen los bienes por los dos tercios de este nuevo avalúo;
- Que se pongan los bienes a remate por tercera vez, por el precio mínimo que el
tribunal señale;
- Que se le entreguen los bienes en prenda pretoria, es decir, que le sean entregados
estos bienes con el objeto de ir percibiendo las rentas líquidas que éstos produzcan, las que
irá abonando al crédito.
En caso de que el acreedor opte por la prenda pretoria, el ejecutado tiene derecho a
oponerse a ello y solicitar en cambio que se saquen los bienes a remate por última vez, sin
mínimo para las posturas.
En los casos en que se efectué un tercer remate por haberlo solicitado el acreedor al
hacer elección entre los tres derechos que se le otorgan o cuando éste se lleva a efecto a
petición del ejecutado que se opuso a la prenda pretoria, deberá practicarse los trámites
antes señalados en el art. 489 (día y hora, publicaciones), pero el plazo para la fijación de
los avisos, conforme al art.502 se reducirá a la mitad, salvo que hayan transcurrido más de
tres meses desde el día designado para el remate anterior y aquél en el cual se pide la nueva
subasta.
9.- La prenda pretoria: (arts. 503 a 507)
La prenda pretoria es un contrato celebrado por intermedio de la Justicia, por el que
se entrega al acreedor una cosa mueble o inmueble embargada en una ejecución, para
que se pague con sus frutos.
Este contrato se perfecciona con la faccióndel inventario solemne de los bienes
que se entregan al acreedor en prenda pretoria;
La prenda pretoria otorga al acreedor los siguientes derechos y le impone las
siguientes obligaciones:
a) Tiene derecho a aplicar las rentas líquidas de los bienes al pago del crédito a
medida que éstas se van percibiendo, para el cálculo de estas rentas líquidas el art. 504
señala que se tomarán en cuenta, además de los otros gastos de legítimo abono, el interés
corriente de los capitales propios que el acreedor deba invertir en esos bienes, así como la
suma que el tribunal le fije a título de remuneración por concepto de administración; no
tendrá sin embargo derecho a esta remuneración el acreedor que no rinda cuenta fiel de su
administración o que se haga responsable de dolo o culpa grave;
b) En cualquier momento puede poner término a la prenda pretoria y solicitar la
enajenación de ésta o el embargo de otros bienes del deudor (505 Inc. 2o);
c) Tratándose de bienes muebles tendrá sobre ellos los mismos derechos del
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acreedor prendario (507 Inc. 2o):


d) Tiene la obligación de llevar cuenta exacta y en lo posible documentada de los
productos de los bienes y rendir cuenta de su administración una vez al año, tratándose de
inmuebles y cada seis meses, en el caso de bienes muebles, bajo sanción de perder el
derecho a remuneración si así no lo hace (art. 506).
-Por su parte, el deudor tiene derecho, conforme al artículo 505, de pedir en
cualquier tiempo la restitución de los bienes, pagando la deuda, las costas y todo lo que el
acreedor tenga derecho a percibir a consecuencias de la prenda pretoria.
10.- Situación de bienes embargados a que se refiere (art. 508):
Si los bienes embargados consisten en el derecho a gozar de una cosa o percibir sus
frutos, el acreedor podrá solicitar de éstos en arrendamiento o que el derecho le sea
entregado en prenda pretoria.
Si solicita el arrendamiento, éste se hará en remate público, el que deberá anunciarse
con veinte días de anticipación en la forma y lugares que señala el art. 489, fijando
previamente el tribunal, con audiencia verbal de las partes, las condiciones que hayan de
tenerse como mínimum para las posturas.
11.- Nulidad del remate:
a.- Cuestiones generales:
Como hemos visto y señalado anteriormente, el remate o venta en pública subasta es
precisamente un contrato de compraventa celebrado en forma forzada, de tal modo que el
vendedor que es el ejecutado es representado por disposición de la ley por el juez
respectivo, quien en definitiva suscribe la escritura pública correspondiente. Por este
motivo, se señala que el remate es un acto jurídico tanto de carácter civil como procesal y
por esta razón puede ser objeto de nulidad de orden civil o procesal.
b.- Nulidad civil:
Si la compraventa en remate adolece de cualquier vicio de orden civil, ya sea en el
consentimiento, objeto ilícito, causa ilícita o ausencia de solemnidades civiles, deberá
impetrarse la nulidad del mismo a través de una demanda en juicio civil independiente de
aquél en el cual se subastó la especie.
c.- Nulidad procesal:
El remate también puede adolecer de alguna nulidad de este orden, ya sea porque no
se efectuó ante el tribunal correspondiente, no se efectuaron las publicaciones legales, no se
notificó la sentencia de remate, etc. Todos estos vicios de orden procesal deben ser
reclamados en el mismo proceso en el cual se practicó el remate a través del incidente de
nulidad procesal, nulidad que sólo podrá impetrarse hasta el momento en que quede firme o
ejecutoriada la resolución que ordenó la escritura pública de adjudicación en remate, salvo
los casos que, conforme a las reglas generales, puede solicitarse la nulidad procesal no
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obstante existir sentencia, es decir es, el caso del litigante rebelde a que se refiere el art. 80,
en caso de falta de emplazamiento.
5.- Trámites finales de la ejecución: (509 a 517)
a.- Destino de los dineros producto del remate:
Conforme lo establece el artículo 509 del CPC, los fondos o dineros que se
obtengan de la realización de los bienes embargados deberán ser consignados o depositados
en la cuenta corriente del tribunal respectivo, ya sea por el martillero, por el depositario o
por los compradores cuando se trata de remates efectuados en el tribunal. Es decir, si los
bienes son muebles y se han vendido por martillero, será éste quien deberá rendir cuenta de
su gestión y depositar el producto del remate en la cuenta corriente; si el depositario ha
vendido los bienes sujetos a deterioro o corrupción, deberá igualmente depositar el
producto de esa venta, si ha sido un corredor, éste también, aparte de rendir cuenta, deberá
efectuar este depósito. Si se trata de remates efectuados en el tribunal mismo, es decir,
fundamentalmente bienes raíces, será el adjudicatario quien deberá efectuar este depósito.
b.- Liquidación del crédito y tasación de costas:(510)
Ejecutoriada la sentencia definitiva y realizados los bienes embargados, el
ejecutante deberá solicitar la liquidación del crédito, es decir, el cálculo correspondiente de
los reajustes e intereses que procedan y, además, la tasación de las costas personales y
procesales. Esta liquidación y tasación podrá incluso efectuarse antes de que la sentencia
quede ejecutoriada, cuando el ejecutante caucione las resultas, es decir, de garantías de que
podrá cumplir con lo que se resuelve eventualmente por un tribunal superior al conocer de
un recurso de apelación.
Como señalamos anteriormente, la liquidación del crédito la efectúa el Secretario y la
tasación de costas procesales también, mientras que las personales las regula el juez.
c.- El pago al acreedor:(511)
Practicada la liquidación a que se refiere el artículo 510, el art. 511 señala que el
juez ordenará el pago al acreedor con el dinero embargado o con el que resulte del remate
de bienes, si lo embargado no ha sido dinero. Ahora, si lo embargado ha sido la especie
misma adeudada, como señalamos anteriormente, se hará entrega de ella al ejecutante.
Por otra parte, si la deuda ha sido en moneda extranjera, conforme vimos en su
oportunidad, el ejecutante deberá indicar en su demanda el equivalente en moneda nacional
acompañando un certificado bancario de la cotización de esa moneda extranjera al tipo de
cambio vendedor y el tribunal ordenará despachar el mandamiento por esa suma en moneda
nacional y el pago se hará al ejecutante en moneda nacional al tipo de cambio vigente
vendedor al día del pago.
Ahora, si la ejecución misma ha sido en moneda extranjera en atención a que así se
estipuló en el título ejecutivo, el art. 511 inc 2. dispone que el tribunal deberá disponer que
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el depositario o el secretario, por intermedio de un banco, efectúe la conversión


d.- Orden en que se efectúa el pago:
Los dineros que se encuentra depositados en la cuenta corriente del tribunal,
conforme lo establece el art. 513, no podrá ser utilizados para pagar otra deuda que la
correspondiente a la ejecución, salvo que la sentencia haya declarado la existencia de un
privilegio respecto de algún crédito, conforme a las normas de la prelación de créditos o
que se trate de algún caso expresamente señalado por la ley, como las costas y la
remuneración del depositario. En consecuencia, el orden en que deben efectuarse los pagos
es el siguiente:
i- Créditos diferentes a aquél que motivo la ejecución y que la sentencia declare
preferentes conforme a las normas de la prelación de créditos.
ii.- Costas y remuneración de depositario.
iii.- La deuda misma, pagándose en primer término los intereses y luego el capital.
En el caso de que el producto de la ejecución no alcance para efectuar todos los pagos
señalados, procederá se solicite la ampliación del embargo y la realización de nuevos
bienes.
Por el contrario, si el producto de la licitación excede a lo que debe pagarse, el saldo
deberá será entregado al deudor ejecutado.
e.- Normas relativas al depositario (arts.451 y 514-517)
i.- Como hemos señalado anteriormente, al practicar el embargo, normalmente se
hará entrega de los bienes embargados a un depositario provisional, correspondiendo
posteriormente efectuar la designación de depositario definitivo, nombramiento que es
efectuado por las partes de común acuerdo en una audiencia o por el juez a falta de acuerdo.
ii.- El depositario tiene las siguientes obligaciones:
-Debe encargarse de la conservación y eventualmente de la administración de los
bienes embargados.
-Expirado el depósito por cualquier razón, el depositario deberá rendir cuenta de su
administración, sin perjuicio de que el tribunal le pueda exigir, a solicitud de parto
interesada, que rinda cuentas parciales.
Presentada la cuenta, ésta será puesta en conocimiento de las partes, quienes podrán
objetarla dentro de 6 días; en caso de que formulen objeción, dicho reparo dará lugar a un
incidente;
-El depositario deberá consigna en la cuenta corriente del tribunal los fondos
líquidos que obtenga de los bienes en depósito y, en caso de mora en efectuar este depósito,
deberá pagar los intereses corrientes.
-El depositario tendrá derecho a remuneración, la que será determinada por el juez
al momento de pronunciarse sobre la rendición de cuentas, para lo cual éste tendrá en
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consideración la responsabilidad y el trabajo que el cargo a impuesto al depositario.


No tiene derecho a esta remuneración, conforme al art.517, los depositarios que
hayan incurrido en dolo o culpa grave y además aquellos cuya labor se limita a retener de
las remuneraciones del ejecutado la parte embargable de ellas a disposición del tribunal.

CAPITULO III: EL JUICIO EJECUTIVO POR OBLIGACIONES DE HACER (530-


543)
(A) Cuestiones generales:
1.- Concepto:
Es aquel procedimiento ejecutivo a través del cual el acreedor persigue el
cumplimiento forzado de una obligación consistente en la ejecución de algún hecho.
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2.- El hecho cuya ejecución se pretende:


Este puede consistir en la suscripción de un documento o constitución de una
obligación, o en la realización de un obra material, contemplando el CPC algunas normas
diferentes según si se trata de uno u otro.
3.- Derechos del acreedor: (art. 530,531 y 442)
De acuerdo con el art. 530 en relación con el 442, aplicable en la especie en virtud
de lo dispuesto en el 531, para que el juez pueda dar curso a una demanda en juicio
ejecutivo por obligación de hacer se requiere:
a) La existencia de un título ejecutivo;
b) Que la obligación sea actualmente exigible;
c) Que la obligación sea determinada; (es decir en este caso se exige que sea líquida,
sino que determinada).
d) Que la acción ejecutiva no esté prescrita.
Concurriendo los requisitos antes señalados, el juez dará curso a la demanda ejecutiva,
disponiendo los trámites pertinentes, los que varían en algunos aspectos según si la
obligación dice relación con la suscripción de un documento o constitución de una
obligación o si se refiere a la ejecución de una obra material.
(B) Suscripción de documento o constitución de obligación:
1.- Si el juez estima que concurren los requisitos antes referidos, dará curso a la
demanda y despachará mandamiento para requerir el cumplimiento de la obligación de
suscribir un documento o constituir una obligación dentro de un plazo prudencial que
señalará.
2.- Al igual que en el juicio de obligación de dar, el ejecutado puede adoptar una de
tres actitudes:
a) Cumple dentro de plazo con la suscripción del documento o constitución de
obligación;
b) Opone excepciones, caso en el cual será necesario esperar la dictación de la
sentencia respectiva. Si esta rechaza las excepciones, la ejecución seguirá adelante.
c) No hacer nada; en este caso se omitirá la sentencia, sirviendo el mandamiento
para los efectos de seguir adelante la ejecución, una vez vencido el plazo de cuatro días
para oponer excepciones.
3.- si el ejecutado no ha opuesto excepciones o, habiéndolas deducido éstas han sido
rechazadas, la ejecución seguirá adelante en el apremio una vez vencido el plazo que se le
señaló para el cumplimiento en el requerimiento. En este caso el ejecutante deberá solicitar
en el cuaderno de apremio que el juez proceda a suscribir el documento o a constituir la
obligación en representación del deudor.
4.- es decir, en este procedimiento lo diferente es que no procede el embargo y
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remate de bienes, sino que se señala al ejecutado un plazo para que cumpla y si no lo hace,
lo hará el juez en su representación.
(C) Realización de obra material
1.- Presentada la demanda, si ella cumple con los requisitos legales, el juez
despachará mandamiento para requerir del deudor el cumplimiento de la obligación,
señalándole un plazo prudencial para que dé inicio a las obras (55).
2.- El ejecutado puede adoptar una de las siguientes actitudes:
a) Iniciar los trabajos en el plazo señalado y concluirlos, caso en el cual el proceso
termina.
b) Oponer excepciones: En este caso, además de las excepciones del art. 464 puede
oponer la del 534, es decir, la de la imposibilidad absoluta para la ejecución actual de la
obra; en este caso, si se dicta sentencia acogiendo alguna excepción perentoria, concluirá el
proceso; si las excepciones son rechazadas, en cambio, se mandará seguir adelante la
ejecución.
c) No hacer nada; en este caso la ejecución sigue adelante con el mérito del
mandamiento.
3.- Si la ejecución sigue adelante, el ejecutante podrá solicitar al tribunal a su
elección que se le autorice a el mismo para hacer ejecutar la obra por un tercero o el
apremio del deudor para la ejecución del hecho convenido. Igual derecho podrá hacer valer
el actor si, comenzada la obra, ella se paraliza por el deudor sin causa justificada.
4.- Si el actor escoge ejecutar la obra por un tercero, deberá presentar junto con la
solicitud respectiva, un presupuesto del importe de la ejecución de dicha obra, el que será
puesto en conocimiento del ejecutado para que éste pueda objetarlo dentro de tercero día. Si
no lo objeta, se tendrá por aprobado; si lo objeta, el monto será determinado por peritos,
quienes serán designados conforme a las normas generales.
5. - Encontrándose firme el presupuesto, el deudor deberá consignar el importe en la
cuenta del tribunal dentro de 3 día, a fin de que el juez entregue los fondos en forma
paulatina y a medida del avance de los trabajos; si los fondos se agotan antes de concluirse
la obra, el ejecutante podrá solicitar un aumento de los mismos, siempre que justifique que
ha habido error en el presupuesto o que han sobrevenido circunstancias imprevistas que han
aumentado el valor de las obras.
Si el deudor no consigna fondos dentro de tres días, se procederá al embargo y
remate de bienes de su propiedad conforme a las normas del juicio de obligación de dar,
con la salvedad que en este caso no procederá que oponga excepciones, ya que la
oportunidad para ello fue anterior.
6.- Concluida la obra, el ejecutante deberá rendir cuenta al tribunal de la inversión
de los fondos que éste recibió.
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7.- Por otra parte, la ley le señala al acreedor el derecho para solicitar apremios
contra el deudor, consistentes en arrestos de hasta quince días y multas, que pueden ser
reiterados si persiste en el incumplimiento. En todo caso, para la procedencia de estos
apremios es necesario que el deudor no haya consignado fondos para la obra o que no se
hayan obtenido éstos mediante la realización de bienes.
Por otro lado, los apremios cesarán si el deudor paga la multa y cauciona suficientemente la
indemnización completa de todo perjuicio al acreedor.

CAPITULO IV: JUICIO EJECUTIVO POR OBLIGACION DE NO HACER (554)


1.- La obligación de no hacer consiste en que el deudor se abstenga de la ejecución
de un hecho cualquiera, sea éste material o jurídico. Será obligación de no efectuar un
hecho jurídico, por ejemplo el no enajenar un bien.
2.- Conforme al art. 1.555 del CC, tratándose de obligaciones de no hacer, ellas se
resuelven en la de indemnizar perjuicios si no puede deshacerse lo hecho en contravención.
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Si puede deshacerse lo hecho, la obligación de no hacer se transforma en la de deshacer lo


hecho, tramitándose conforme a las reglas del juicio ejecutivo de obligación de hacer, con
la salvedad de que en este caso el ejecutado podrá alegar incidentalmente que la finalidad
perseguida con la obligación de no hacer incumplida puede obtenerse de otra forma, caso
en el cual se procederá conforme a las normas del incidente ordinario.
3.- La demanda encaminada a obtener la destrucción de lo hecho se someterá a las
normas de juicio ejecutivo de obligación de hacer, si existe título ejecutivo y se reúnen los
demás requisitos; en cambio, la acción encaminada a obtener la indemnización de
perjuicios, deberá someterse a juicio declarativo en el cual se determinará la naturaleza y
monto de los perjuicios.

CAPITULO V: JUICIO EJECUTIVOS ESPECIALES


En términos generales podemos señalar que existen numerosos juicios ejecutivos
especiales, todos los cuales guardan pequeñas diferencias con el juicio ejecutivo ordinario,
las que consisten fundamentalmente en hacer más sencillas las ejecuciones.
I.- PROCEDIMIENTO EJECUTIVO DE SENTENCIAS QUE CONDENAN AL FISCO (ART
752)

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Toda sentencia que condene al Fisco a cualquier prestación deberá cumplirse dentro
de los 60 días siguientes a la fecha de recepción del oficio del tribunal con el cual se
adjunte al Ministerio respectivo fotocopia autorizada de las sentencias de primera y
segunda instancia con certificados de encontrarse ejecutoriadas, la fecha de recepción se
determinará por la certificación del ministro de fe que entregue el oficio o, si hubiere sido
despachado por carta certificada, se entenderá recepcionado tres días después de su
despacho en la oficina de correos.
Estas copias deberán ser enviadas por el Ministerio correspondiente al Consejo de
Defensa del Estado, y sólo con el informe favorable de esta repartición podrá ordenarse el
pago, conforme lo señala el art. 35 del DL 2573).
Cumplido lo anterior, se dispondrá la dictación del decreto que ordena el pago o el
cumplimiento de la prestación a que ha sido condenado el Fisco.
Si el pago del Fisco se retarda más de 60 días, él deberá efectuarse posteriormente
con el reajuste pertinente, el que deberá calcularse entre el mes anterior al de la fecha de
ejecutoria de la sentencia y el mes anterior al de aquél en que se efectúe el pago.

II.-JUICIO EJECUTIVO DE DESPOSEIMIENTO:


Cuando el acreedor tiene su crédito garantizado con una hipoteca sobre un bien raíz,
para hacer efectiva esa hipoteca cuando el inmueble sea poseído por un tercero, la ley exige
en el art 758 del CPC que se notifique previamente a ese tercero poseedor, al cual se le
señalará un plazo de diez días para que pague la deuda o abandone la finca hipotecada ante
el tribunal.
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Si no paga ni hace abandono de la finca y el acreedor no tiene título ejecutivo, será


necesario seguir un juicio declarativo de desposeimiento; en cambio, si el crédito consta de
un título ejecutivo, la ley señala la siguiente tramitación:
a) La demanda ejecutiva de desposeimiento deberá deducirse ante el mismo
tribunal que conoció de la gestión previa y, para ser admitida, debe ir aparejada del título
ejecutivo, debiendo la obligación ser además líquida y actualmente exigible y no
encontrarse prescrita la acción ejecutiva. En este demanda se solicitará al tribunal se
despache mandamiento de desposeimiento en contra del tercer poseedor de la finca
hipoteca o acensuada, procediéndose en contra de este tercero en los mismos términos en
que debería haberse actuado en contra del deudor directo.
b) El tribunal proveerá la demanda ordenando su notificación y despachando el
correspondiente mandamiento de desposeimiento.
c) El tercer poseedor, después de ser requerido de desposeimiento, podrá oponer
todas las excepciones del juicio ejecutivo, ya sea fundadas en hechos que digan relación
con él o con el deudor directo.
d) Una vez firme la sentencia que rechaza las excepciones o, en defecto de ellas, se
procederá al remate del inmueble conforme a las normas del procedimiento de apremio, sin
necesidad de citar al deudor directo, sin perjuicio de que si éste se apersona en el juicio
deba ser oído en los trámites de tasación y subasta. Si éste no se presenta, la tasación del
inmueble deberá efectuarse por peritos nombrados por el juez de la causa.
En todo caso, si la tasación es efectuada por peritos, el deudor directo siempre podrá
objetar la determinación del saldo de la deuda por el cual se le demanda posteriormente, si
se comprueba que en el juicio ejecutivo se actuó en fraude de sus derechos. Es decir, si el
producto del remate del inmueble no alcanza para pagar la deuda y el acreedor demanda
posteriormente al deudor directo por el saldo, este último podrá objetar la determinación de
dicho saldo.

III.-JUICIO EJECUTIVO ESPECIAL CONTEMPLADO EN LOS ARTS.98 A 104


DE LA LEY DE BANCOS
1) Este procedimiento se aplica al cobro ejecutivo de letras de crédito con garantía
hipotecaria, que son los instrumentos de crédito más utilizados para los créditos
habitacionales.
2) Conforme al art. 98 de la ley de bancos, cuando los deudores no hubieren
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satisfecho los dividendos o cuotas estipuladas en el plazo correspondiente. Serán requeridos


judicialmente a fin de que efectúen ese pago dentro del plazo de diez días.
3) Si transcurre el plazo sin que el deudor pague, el banco solicitará el remate del
inmueble hipotecado o su entrega en prenda pretoria.
4) Notificado el deudor de esta petición, tendrá el plazo de cinco días para oponerse,
oposición que sólo será admisible cuando se funda en las excepciones de pago de la deuda,
prescripción y no empecer el título al ejecutado.
En virtud de la última de las excepciones mencionadas no podrá discutirse la
existencia de la obligación hipotecaria; es decir, deberá fundarse la excepción en un hecho
diferentes a ese; además, para ser admitida a tramitación deberá fundarse en algún
antecedente escrito y aparecer revestida de fundamento plausible.
5) Las excepciones opuestas que sean declaradas admisibles se tramitarán conforme
a las normas de los incidentes.
6) Si no se formula oposición o si ella es rechazada, se procederá al remate del
inmueble hipotecado o a su entrega en prenda pretoria, según corresponda.
7) Si además del banco existieren otros acreedores hipotecarios, se les notificará la
resolución que disponga el remate o su entrega en prenda pretoria. Esta notificación será
personal para el primer remate y por cédula para los restantes, si los hubiere. Estos
acreedores, si sus créditos son preferentes, se pagarán en forma previa con el producto del
remate; en caso de que se disponga la prenda pretoria, los productos que arroje el inmueble
se destinarán en primer término al pago de esos créditos privilegiados.
8) Si el inmueble se entrega en prenda pretoria, el banco se pagará de su crédito con
el producto del inmueble, quienquiera que sea la persona que lo tenga en su poder y, una
vez descontado el pago de contribuciones y demás gastos esos ingresos se abonarán al
crédito, hasta que éste quede satisfecho. El deudor podrá liberar el inmueble en cualquier
momento pagando la deuda.
9) Si se dispone el remate del inmueble, éste será anunciado mediante avisos
publicados durante cuatro días distintos, debiendo mediar a lo menos 20 días entre el
primero y el día del remate.
10) Para llevar a cabo este remate será necesario fijar las bases del mismo en forma
previa, pero éstas las fijará el juez a sola petición del banco, sin ulterior recurso; sin
embargo, la ley señala que el mínimo para la primera subasta no podrá ser de un monto
inferior al de la deuda total, incluyendo intereses, costas y primas de seguro.
11) Si el primer remate es sin resultado, para efectuar el segundo el número de
avisos y el plazo que debe mediar entre el primero de ellos y el día de la subasta se
reducirán a la mitad.
12) Los subastadores de estas propiedades no estarán obligados a respetar los
116
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arriendos que les afecten, salvo que ellos se hayan celebrado por escritura pública
debidamente inscrita con anterioridad a la hipoteca del banco o con la autorización de éste.
13) En estos juicios no tendrá aplicación lo dispuesto en los números 3 y 4 del art.
1.464 del CC, es decir, no habrá objeto ilícito y el juez dispondrá sin más trámite la
cancelación de las interdicciones y prohibiciones que afecten al inmueble, aun cuando
hubieren sido dispuestas por resolución judicial. Sin embargo, el exceso que resulte del
producto del remate será consignado en el tribunal para el pago de esas otras deudas.
14) Las obligaciones hipotecarias en referencia se entenderán líquidas siempre que
en la respectiva escritura se haga referencia a las tablas de desarrollo de la deuda aprobadas
por la superintendencia de bancos y protocolizada en una notaría.
15) En caso de que la hipoteca haya sido constituida por un tercero o que este
tercero haya adquirido el inmueble hipotecado, se aplicará el mismo procedimiento
señalado; es decir, el desposeimiento se tramitará conforme a estas normas especiales.
16) Por último, los recursos de apelación que se interpongan se concederán siempre
en el solo efecto devolutivo; lo anterior, sin perjuicio de que el tribunal de alzada, a petición
del ejecutado, pueda disponer la suspensión del cumplimiento de la sentencia mientras se
encuentre pendiente el conocimiento del recurso, siempre que existieren razones fundadas
para ello, lo que resolverá en cuenta.

CAPITULO V) LAS TERCERIAS EN EL JUICIO EJECUTIVO (517-529)


A) Cuestiones generales;
1.- Concepto:
Tercerías en el juicio ejecutivo son aquellas intervenciones que efectúan en este
proceso terceros extraños al mismo pretendiendo dominio sobre los bienes embargados,
posesión de los mismos, derecho a ser pagado preferente o derecho para concurrir al pago a
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falta de otros bienes. En el primer caso la tercería se llama de dominio; en el segundo de


posesión; en el tercero de prelación; y en el cuarto de pago.
De acuerdo con el artículo 518 inciso 1 del CPC, en el juicio ejecutivo sólo son
admisibles las tercerías antes señaladas.
2.- Disposiciones legales que las regulan:
Tratándose de las tercerías en el juicio ejecutivo debe tener presente en primer término que
corresponde aplicar a ellas las normas especiales que señalan los arts. 518a 529; en su
defecto, las normas comunes a todo procedimiento, en que se contienen normas relativas a
las tercerías en general y, a falta de ellas, las normas del procedimiento ordinario de mayor
cuantía.
3.- Naturaleza jurídica de las tercerías en el juicio ejecutivo:
Se ha discutido si estas tercerías constituyen un proceso separado del juicio
ejecutivo mismo o si sólo son parte de éste.
A nuestro juicio, las tercerías son incidencias del juicio ejecutivo promovidos por
terceros que sostienen alguna de las pretensiones mencionadas, cuestiones accesorias que,
salvo la tercería de dominio, se tramitan conforme a las normas del incidente ordinario, la
tercería de dominio se sustancia conforme a las normas del juicio ordinario, pero sin los
trámites de réplica y dúplica.
Para concluir en la forma señalada, podemos dar entre otras las siguientes razones:
a) Las tercerías se encuentran reguladas entre las normas relativas al juicio ejecutivo
de obligación de dar;
b) Las tercerías no pueden existir sin que haya juicio ejecutivo al cual acceden, ya
que ellas nacen precisamente a consecuencias del embargo trabado en el juicio ejecutivo.
Este problema en torno a la naturaleza jurídica de las tercerías es importante, toda
vez que, si estimamos que son incidentes, las conclusiones relativas a la validez de los
mandatos otorgados, la forma de notificación de las tercerías, la naturaleza jurídica de las
resoluciones pronunciadas en las tercerías, serán diferentes.
4.- Características:
a) Son de carácter excepcional:
El art. 518 del CPC señala expresamente que en el juicio ejecutivo sólo son
admisibles las tercerías señaladas.
a) Son de carácter accesorio:
Como señalamos, las tercerías no pueden existir sin que exista juicio ejecutivo en el
cual se haya trabado embargo sobre alguna especie que origina la pretensión del tercero.
Son incidentes del juicio ejecutivo que se sustancian conforme a normas especiales, lo que
trae como consecuencia:
-El mandato constituido en el juicio ejecutivo por el actor o el ejecutado tiene pleno
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valor para la tercería.


-La resolución recaída en la primera gestión de una tercería, si bien debieran
notificarse por el estado a los apoderados del ejecutante y del ejecutado, por razones de
orden práctico se ha dispuesto que sean notificadas por cédula a los apoderados, lo que el
juez puede ordenar, conforme al art. 48 que señala que podrá disponerse dicha notificación
en todo caso.
-Las resoluciones que los fallan, al establecer derechos permanentes en favor de las
partes, son sentencias interlocutorias y no definitivas. De ello derivan todas las
consecuencias pertinentes ya sea en cuanto a los requisitos de la sentencia, los recursos con
los que puede ser atacada, la forma de tramitación de éstos, etc.
B) LA TERCERIA DE DOMINIO
1- Concepto:
Es aquella tercería del juicio ejecutivo en la cual una persona extraña al proceso
mismo, se presenta a éste formulando su pretensión de que se le reconozca la calidad de
dueña de la especie embargada que sostiene tener.
Puede ocurrir que por error o por mala fe, se proceda a embargar bienes que no sean
de propiedad del deudor, sino que de un tercero; a fin de evitar que esa persona ajena al
proceso se vea privada del dominio sobre la especie que le pertenece, se ha establecido este
procedimiento accesorio.
2.- Oportunidad para deducir esta tercería:
El CPC no señala en forma precisa el momento desde el cual puede interponerse
alguna tercería de dominio, ni la oportunidad hasta la cual ella puede ejercitarse. Sin
embargo, del contexto de las disposiciones relativas a las tercerías, así como de las que
regulan el procedimiento de apremio se puede arribar a las siguientes conclusiones:
a) La tercería de dominio sólo puede deducirse una vez que se ha iniciado un juicio
ejecutivo y en él se ha trabado embargo sobre la o las especies sobre las cuales el tercero
pretende dominio, lo anterior, por una razón lógica, toda vez que el tercero no podrá
sentirse afectado en su derecho de dominio, mientras no se le perturbe trabando embargo
sobre la especie de su propiedad.
b) La tercería de dominio sólo puede deducirse hasta antes que de que se efectúe la
tradición de los bienes que han sido objeto del remate, es decir, hasta antes de la entrega
tratándose de bienes muebles y hasta antes de la inscripción de dominio en favor del
adjudicatario, en el caso de los inmuebles.
Si los bienes embargados han sido licitados y se ha procedido a la tradición de los
mismos, el tercero que pretende dominio sobre ellos deberá deducir acción ordinaria de
reivindicación.
Si los bienes han sido entregados en prenda pretoria, como ellos no han salido del
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patrimonio del ejecutado, éste en cualquier momento puede libertar esos bienes pagando lo
adeudado (505 inc.1); por otra parte, el ejecutante, según el art. 505 inc.2., en cualquier
momento puede solicitar la enajenación de esos bienes, haciendo cesar la prenda pretoria.
En consecuencia, nos parece que si los bienes han sido entregados en prenda
pretoria y mientras ella se mantenga, el tercero puede deducir su tercería de dominio.
3.- Tramitación de la tercería de dominio:
a) Conforme lo dispone el art. 521, la tercería de dominio se seguirá en ramo
separado con el ejecutante y el ejecutado, por los trámites del juicio ordinario, sin escritos
de réplica y dúplica.
b) De acuerdo con el art. 523, la demanda de tercería de dominio debe reunir los
requisitos que el art. 254 señala respecto de la demanda enjuicio ordinario, expresando
además en una norma de carácter excepcional, que no se dará curso a ella si no cumple con
alguno de esos requisitos; es decir, excepcionalmente se le otorga al juez la facultad de
actuar de oficio en relación con todos los requisitos de ese demanda.
c) La tercería se deduce en contra del ejecutante y del ejecutado, en forma tal que el
tercerista será el demandante mientras que los otros dos los demandados. En consecuencia,
deducida una tercería de dominio, si la demanda reúne los requisitos del art. 254, el juez
dará traslado de la misma al ejecutante y al ejecutado para que ellos la contesten en el
término de emplazamiento, pudiendo asimismo oponer las dilatorias que estimen
pertinentes.
4. - Efectos de la tercería de dominio en el juicio ejecutivo;
a) Cuaderno ejecutivo:
El art. 522 en su primera parte señala que las tercerías no suspenden en caso alguno
la tramitación del cuaderno ejecutivo; ello, en atención a que no existe entre ambos alguna
relación que haga necesaria esa suspensión.
b) Cuaderno de apremio:
El art. 523 señala que la norma general es que la tercería de dominio no suspende el
procedimiento de apremio, salvo que ella se apoye en instrumento público otorgado con
anterioridad a la presentación de la demanda ejecutiva.
-Norma general:
Si la tercería de dominio no se funda en un instrumento público otorgado con
anterioridad a la demanda ejecutiva, de acuerdo con el art. 523, el procedimiento de
apremio sigue adelante y se lleva a cabo el remate, pero se entiende que ese remate sólo
recae sobre los derechos que el deudor tenga o pretenda tener sobre la cosa embargada, es
decir, lo que se remate es el derecho litigioso que el deudor tiene sobre los bienes
embargados objeto de la tercería. Como consecuencia de lo anterior, el subastador de los
bienes adquiere éstos bajo condición resolutoria, en forma tal que si se acoge la tercería de
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dominio y se declara que el bien es de propiedad del tercerista, se resolverá el contrato de


compraventa celebrado en pública subasta. Esto tiene por objeto evitar que si el tercerista
gana su demanda obtenga una sentencia meramente simbólica.
Dicho en otras palabras, el primer efecto que produce la interposición de la tercería
de dominio es el de suspender el remate en cuanto éste se refiere al dominio de la cosa
embargada, en forma tal de que la subasta sólo recaerá sobre los derechos eventuales que el
deudor tenga sobre la especie en cuestión.
-Excepción:
Cuando la tercería se funda en un instrumento público otorgado con anterioridad a
la presentación de la demanda ejecutiva, se suspende el procedimiento de apremio hasta
que ella sea resuelta por sentencia ejecutoriada; si la sentencia acoge la tercería, se excluirá
el bien en referencia del embargo; en cambio, si la tercería es rechazada, continuará el
procedimiento de apremio.
Nota:
En todo caso, la suspensión del procedimiento de apremio sólo dice relación con él
o los bienes materia de la tercería, de tal modo que si además de ellos se ha embargado
otros bienes, el apremio seguirá respecto de ellos sin suspensión alguna, toda vez que la
misma no se justificaría.
Problema:
Se ha discutido si el instrumento público debe constituir prueba completa del
dominio o si sólo debe estar relacionado con los bienes. En general la mayoría estima que
debe constituir prueba completa del dominio, ya que persigue evitar que se obtenga la
suspensión del apremio con cualquier documento.
5.- Sentencia de la tercería de dominio:
Precedentemente señalamos los efectos que producía la interposición de la tercería
de dominio, la sentencia que falla esa tercería, la que como señalamos anteriormente a
nuestro juicio es una interlocutoria, si acoge la demanda del tercerista, deberá disponer el
alzamiento del embargo sobre la especie en cuestión y su restitución al tercero. En caso de
que el apremio no se haya paralizado, se producirá la resolución de la venta efectuada en
pública subasta.
Si la sentencia rechaza la tercería, una vez ejecutoriada cesa la intervención del
tercero.
C)LA TERCERÍA DE POSESION
1.-Concepto:
Es aquella por la cual un tercero extraño al juicio ejecutivo comparece a éste
solicitando se alce el embargo y se respete su posesión respecto de bien que ha sido objeto
de éste, porque al momento en el cual se practicó, la especie se encontraba en su poder y,
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consiguientemente, debía presumirse su dominio.


Esta tercería surgió en la práctica por creación de la jurisprudencia, sin haberse
encontrado señalada en forma expresa en el CPC. En las reformas de este código
introducidas por la ley 18.705 de 1988, se modificó los arts. 518,521 y 522, consagrando
legalmente la tercería de posesión.
El objeto de esta tercería es el de obtener se respete la posesión que tiene un tercero
de bienes que han sido embargados en un juicio ejecutivo que no está dirigido en su contra.
Es decir, mediante esta tercería se persigue el alzamiento del embargo y la restitución de los
bienes objeto de éste a la persona en cuya posesión se encontraban, por cuanto el poseedor
se presume dueño.
2.-Situaciones que pueden presentarse:
a) El embargo recae sobre bienes del deudor que se encuentran en el domicilio de
éste, aquí no hay problema, ya que precisamente se ha embargado bienes del ejecutado que
se encuentra en posesión del mismo.
b) Se embargan bienes de propiedad del deudor que se encuentran en poder de un
tercero; tampoco existirá problema, ya que se habrá embargado bienes sujetos al derecho de
prenda general.
c) Se embargan bienes de un tercero que se encuentran en el domicilio del deudor;
en este caso el tercero deberá deducir tercería de dominio.
d) Se embargan bienes de propiedad de un tercero que se encuentran en el domicilio
de este tercero; aquí procede la tercería de posesión, la que presenta la ventaja para el
tercero que sólo deberá probar el hecho de haberse encontrado éstas en su poder y,
acreditada esa circunstancia pasa a presumirse legalmente su dominio sobre los mismos.
Para desvirtuar esa presunción simplemente legal, el ejecutado deberá rendir las
pruebas pertinentes. Es decir, se invierte el peso de la prueba en lo que dice relación con el
dominio de la especie.
3.- Tramitación de la tercería de posesión:
Conforme lo señala actualmente el art. 521, la tercería de posesión se tramita
conforme a las normas del incidente ordinario, en cuaderno separado, lo que significa que
no suspende el apremio.
El tercerista deberá comparece al proceso presentando demanda incidental en la que
alegará ser poseedor de los bienes embargados en ese proceso y solicitará al tribunal que
ordene alzar el embargo. Esta demanda incidental se dirigirá en contra de ejecutante y
ejecutado y será resuelta en este procedimiento incidental por una interlocutoria.
4- Efectos de la interposición de esta tercería:
a) Cuaderno ejecutivo:
En este cuaderno no produce efecto alguno y él se seguirá tramitando hasta la
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dictación de sentencia, ya que lo que se debate en él en nada atañe al tercero.


b) Cuaderno de apremio:
La norma general es que tampoco suspende la tramitación de este cuaderno, salvo
que, como lo dispone el art. 522 parte final, se acompañen a la tercería antecedentes que
constituyan presunción grave de la posesión que se reclama.
5.-Momento en el cual se puede deducir esta tercería
Al igual que en la de dominio, es necesario que se haya embargado el bien de que
se trate, ya que antes de ello no se encuentra afectada la posesión del tercero; por otra parte,
al igual que la de dominio, sólo puede deducirse hasta antes de que se haya enajenado la
especie.
6.- Efectos de la sentencia de la tercería de posesión:
Ejecutoriada la interlocutoria que resuelve esta tercería acogiéndola, deberá
ordenarse el alzamiento del embargo y la restitución de la especie al tercero. Si se rechaza
la tercería, una vez ejecutoriada la sentencia, cesa la intervención del tercero.
7.-La tercería de dominio y la de posesión:
Conforme a lo dicho, si se embarga alguna especie de propiedad de un tercero que
se encuentra en poder del deudor, el tercero sólo podrá reclamar sus derechos a través de la
tercería de dominio; en cambio, si se embarga una especie que se encuentra en poder del
tercero, éste puede interponer la tercería de posesión.
Lo anterior se justifica en atención a que lo normal es que los bienes se encuentren
en poder de su propietario y resultaría injusto que un tercero, a quien se le embargan bienes
de su propiedad de los cuales está en posesión, fuera obligado a tener que deducir tercería
de dominio, la que como vimos es más compleja en su tramitación y prueba.
D) TERCERIA DE PRELACION:
1.-Concepto:
Es aquella en la cual un tercero ajeno al juicio ejecutivo comparece a éste invocando
calidad de acreedor del ejecutado y pretendiendo ser pagado en forma preferente al
ejecutante con el producto del remate.
Dicho en otra forma, la finalidad de esta tercería es la de que se reconozca al tercero
la calidad de acreedor privilegiado que alega tener y hacer efectiva la preferencia en el pago
sobre el producto de los bienes embargados con antelación por otro u otros acreedores
valistas que concurren a ese pago.
El art. 2.470 del CC establece las causales de preferencia y las normas siguientes
regulan éstas desde el punto de vista del derecho sustantivo. En Derecho Procesal nos
corresponde estudiar el procedimiento conforme al cual esos privilegios se hacen valer en
la práctica.
2.-Momento en que puede interponerse esta tercería:
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Para que pueda deducirse es indispensable que exista un juicio ejecutivo, es decir que al
menos se haya notificado la demanda al ejecutado y que ese juicio no haya concluido.
3.-Tramitación de la tercería de prelación:
De acuerdo con el art. 521, se tramita según las normas del incidente ordinario,
debiendo en todo caso la demanda ir acompañada del correspondiente título ejecutivo que
justifique el derecho preferente que se alega.
Es decir, esta tercería sólo puede oponerla el tercero que sea acreedor del ejecutado
y que tenga preferencia para el pago, debiendo su crédito constar de un título ejecutivo que
da cuenta de la existencia de una obligación líquida, actualmente exigible y no prescrita. En
ese momento el tercerista en la realidad deduce dos pretensiones diferentes, una en contra
del ejecutado para el pago del crédito y otra en contra del ejecutante para que se le pague
preferentemente. El ejecutado podrá oponer las excepciones correspondientes del juicio
ejecutivo y el ejecutante podrá defenderse oponiendo cualquier tipo de excepciones que
sean procedentes.
4.-Efectos de la interposición de esta tercería:
Dada la naturaleza de la misma, la interposición de ella no suspende ninguno de los
cuaderno; el de apremio sólo se paralizará después de efectuado el remate, guardándose el
producto de éste en la cuenta corriente del tribunal, a fin de que una vez fallada la tercería
se proceda al pago del o los créditos en la forma que se haya resuelto.
5.- Acciones que comprende esta tercería:
Como señalamos, la tercería comprende dos acciones que son una dirigida contra el
ejecutado y otra contra el ejecutante, la que se deduce con el ejecutado es la acción
ejecutiva y la que se interpone contra el ejecutante es la de preferencia en el pago. Si la
sentencia acoge la ejecutiva pero rechaza la de preferencia, la tercería de prelación se
transforma en tercería de pago, señalando al efecto el art. 527 que si no teniendo el deudor
otros bienes que los embargados, no alcanzan a cubrirse con ellos los créditos de ejecutante
y tercerista, ni se justifica derecho preferente para el pago, el producto se distribuirá entre
ambos acreedores, proporcionalmente al monto de los créditos que se hagan valer.
E - TERCERIA DE PAGO
1.-Concepto:
Es aquella por la cual un tercero, acreedor no privilegiado, interviene en el juicio
ejecutivo pretendiendo derecho para concurrir al pago en el producto de los bienes
embargados, a falta de otros bienes y a prorrata de sus respectivos créditos.
2.-Momento en que puede interponerse:
Por su naturaleza, no puede deducirse antes de que exista embargo, ya que es
necesario que el deudor carezca de otros bienes que los que han sido objeto de esa medida.
Por otra parte, deberá deducirse antes de que se haya efectuado el pago al ejecutante.
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3.-Requisitos de procedencia:
a) El crédito del tercero debe constar de un título ejecutivo;(art.527 parte final).
b) El deudor debe carecer de otros bienes que los embargados, como se infiere del
art. 518 N.4 que al aludir a esta tercería la individualiza como derecho para concurrir en el
pago a falta de otros bienes.
4.-Tramitación:
Conforme al art. 521, se tramita como incidente ordinario, el que se sigue entre el
tercerista contra ejecutante y ejecutado.
Si la tercería es acogida y el producto de los bienes embargados no es suficiente
para pagar los créditos del ejecutante y del tercerista, el producto del remate se distribuirá
entre ellos a prorrata de sus créditos.
Si la tercería es rechazada, el tercero carece de derecho para concurrir al pago.
Sin perjuicio de lo antes expuesto, el art. 528 señala además otro procedimiento para
que el tercero pueda exigir el pago de su acreencia, el que consiste en iniciar un
procedimiento ejecutivo diverso ante el tribunal que corresponda conforme a las normas
generales, procedimiento en el cual podrá solicitar al tribunal que dirija oficio al conoce de
la otra ejecución, para que retenga de los bienes realizados la cuota que proporcionalmente
le corresponda. Para determinar estas cuotas será menester efectuar la liquidación de ambos
créditos y las respectivas tasaciones de costas.
5.- Efectos:
Al igual que en la tercería de prelación, la de pago no suspende la sustanciación de
los cuadernos ejecutivo ni de apremio; en este caso se procederá al remate de los bienes
embargados, pero los fondos quedarán depositados en la cuenta corriente del tribunal
mientras se falla la tercería; es decir, no se paga al ejecutante mientras no se encuentre
resuelta la tercería de pago.
6.- Derechos del tercerista en relación con el depositario y el remate:
El art. 529 en sus dos incisos se refiere a esta materia, pero limitando los derechos
que él consigna al tercerista de pago. No obstante lo anterior, la jurisprudencia ha resuelto
que estos derechos también pueden hacerlos valer los terceristas de dominio, posesión y
prelación, haciendo aplicación analógica de estas disposiciones y teniendo en consideración
que los otros terceristas tienen el mismo interés que el de pago en la correcta
administración y remate de los bienes embargados. Estos derechos son:
a) Solicitar la remoción del depositario alegando motivo fundado; en este caso, si el
tribunal da lugar a la remoción, el nuevo depositario será designado de común acuerdo por
ejecutante y tercerista o por el juez en subsidio (529 Inc. 1.)
b) El tercerista podrá intervenir en la realización de los bienes con las facultades del
tercero coadyuvante. Además, este mismo artículo señala que si el tercero ha demandado
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separadamente al mismo deudor en juicio diverso, el primer ejecutante podrá intervenir en


este mismo carácter ante el otro tribunal (529 inc.2.).
F.- TERCERIAS SOBRE OTROS DERECHOS (ARTS .519-520)
Estos artículos se refieren a otros derechos que pueden ser reclamados a través del
procedimiento de las tercerías y son los siguientes:
1.- Oposición del comunero de la cosa embargada;
2.- Exclusión del embargo reclamado por el ejecutado respecto de bienes
inembargables;
3.- Derechos que hace valer el ejecutado invocando una calidad distinta de aquella
por la cual se le ejecuta.
1.- Oposición del comunero de la cosa embargada (art.519 inc. 1.):
a) Puede ocurrir que alguna especie sea embargada, pero que ella no pertenezca en
forma exclusiva al ejecutado, sino que en comunidad con otra u otras personas. En este
caso él o los otros comuneros que se van a ver afectados en sus derechos sobre la cosa
pueden efectuar el reclamo pertinente, el cual conforme lo dispone el art. 519 inc. 1se
tramitará conforme al procedimiento establecido para la tercería de dominio, en el cual se
solicitará se excluya del embargo la parte del bien que pertenece al o a los comuneros no
ejecutados.
Si se produce una oposición de esta especie, a ella se le aplican todas las
disposiciones relativas a la tercería de dominio.
b) Relacionado con este mismo tema se encuentra el art. 524 que señala que si el
ejecutado tiene bienes en comunidad, el ejecutante podrá adoptar una de dos actitudes:
-Dirigir su acción sobre la parte o cuota en la comunidad que corresponda al deudor,
a fin de que se enajene ésta sin previa liquidación de la comunidad; es decir, puede
embargar y rematar los derechos que el ejecutado tiene en la cosa común.
-Exigir que la comunidad se liquide con intervención suya. En este último caso, los
comuneros podrán oponerse a la liquidación, cuando exista para ello algún impedimento
legal o de la liquidación haya de resultar grave perjuicio.
En todo caso, las actitudes antes señaladas las adoptará el ejecutante cuando exista
duda respecto de la existencia de la comunidad, ya que, en caso de que ella exista, deberá
sustanciarse el procedimientos antes señalado, el que se tramitará de acuerdo a las reglas de
las tercerías de dominio, con el objeto de que se declara por sentencia la existencia de la
comunidad.
2- Exclusión del embargo de bienes inembargables (519 inc.2.):
Si por error se embarga bienes que por la ley no pueden ser objeto de dicha medida,
el ejecutado deberá efectuar la reclamación correspondiente, la que se sustanciará de
acuerdo con las reglas generales de los incidentes; si en definitiva el ejecutado obtiene
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sentencia favorable, el bien al cual ella se refiere quedará excluido del embargo. Este
incidente se sustancia en el mismo cuaderno de apremio y es de previo y especial
pronunciamiento, motivo por el cual se suspende la tramitación de dicho cuaderno hasta
que la incidencia sea resuelta.
3.- Derechos que invoca el ejecutado alegando una calidad distinta de aquella
en la cual se le ejecuta:(520)
Puede que se demande ejecutivamente a una persona y se proceda al embargo de
bienes de su propiedad, en circunstancias de que dichos bienes no están afectos al pago de
la deuda. En este caso el ejecutado podrá oponerse al embargo efectuado deduciendo
demanda conforme al procedimiento de la tercería de dominio. En efecto, si bien el art. 520
alude "al procedimiento de las tercerías”, sin especificar a cuál de ellas se refiere, ello se
debe a que antiguamente todas las tercerías se tramitaban conforme al juicio ordinario sin
réplica ni duplica. Este artículo no ha sido actualizado especificando a cuál de los
procedimientos actuales de las tercerías se refiere.
El CPC señala como ejemplos de estos casos las siguientes situaciones:
a) La del heredero a quien se embargan bienes propios para pagar deudas
hereditarias, no obstante no haber aceptado aún la herencia;
b) La del heredero a quien se embargan bienes propios para el pago de deudas
hereditarias, en circunstancias de que ha repudiado la herencia;
c) La del heredero a quien se le embargan bienes propios para pagar deudas
hereditarias, no obstante haber aceptado la herencia con beneficio de inventario;
d) La del heredero que alega beneficio de separación obtenido por los acreedores,
los acreedores hereditarios y testamentarios pueden solicitar se separe la herencia de los
bienes del heredero, afin de que sus acreencias se paguen preferentemente con los bienes
heredados; si se ha dispuesto el beneficio de separación y posteriormente algún acreedor
hereditario embarga algún bien propio del heredero, éste podrá alegar el beneficio de
separación, ya que los acreedores aludidos no tienen acción respecto de los bienes propios,
mientras aquellos no se hayan agotado. Lo mismo podría alegarse por el heredero si algún
acreedor propio de él ha embargado bienes que pertenecen a la herencia.
Sin perjuicio de lo señalado, el heredero podrá hacer valer estos derechos oponiendo
las correspondientes excepciones; es decir, puede elegir la tercería o la excepción de "falta
de alguno de los requisitos del título para que éste tenga fuerza ejecutiva respecto del
demandado"; lo anterior, en atención a que el demandado no será el verdadero deudor del
ejecutante, sino que éste será la herencia.

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III.- DE LOS JUICIOS ESPECIALES SEGUIDOS ANTE ÁRBITROS.


1º. LOS ÁRBITROS
a. Definición.
De acuerdo a lo establecido en el artículo 222 del C.O.T., se llaman árbitros los
jueces nombrados por las partes o por la autoridad judicial en subsidio, para la resolución
de un asunto litigioso.
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b. Clasificación.
Los árbitros se clasifican en árbitros de derecho, árbitros arbitradores o amigables
componedores y árbitros mixtos. (Art. 223 C.O.T.) .
1. Árbitro de derecho.
El árbitro de derecho es aquel que falla con arreglo a la ley y se somete tanto en la
tramitación como en el pronunciamiento de la sentencia definitiva a las reglas establecidas
para los jueces ordinarios, según la naturaleza de la acción deducida. (Art. 223 inciso 2º del
C.O.T. ) .
Para la designación del árbitro de derecho se aplican las reglas generales de
capacidad que establece el Código Civil, teniendo presente que el mandatario judicial
requiere del otorgamiento expreso de la facultad de comprometer para someter el asunto a
arbitraje, de acuerdo a lo establecido en el inciso segundo del artículo 7º del Código de
Procedimiento Civil. 2. Árbitros arbitradores.
El árbitro arbitrador es aquel que falla obedeciendo a lo que su prudencia y la
equidad le dictaren y que no está obligado a guardar en sus procedimientos y en su fallo
otras reglas que la que las partes hayan expresado en el acto constitutivo del compromiso, y
si estas nada hubieren expresado, a las que se establecen en este caso en el Código de
Procedimiento Civil. (Art. 223 inc. 3º del C.O.T. ) .
La designación de árbitro arbitrador se puede efectuar sólo por las partes mayores
de edad y libres administradoras de sus bienes.
El mandatario judicial de estas partes requiere del otorgamiento expreso de la
facultad de comprometer para someter el asunto a arbitraje y de la de designar árbitros
arbitradores, de acuerdo a lo establecido en el inciso segundo del artículo 7º del Código de
Procedimiento Civil.
3. Árbitro mixto.
El árbitro mixto es aquel árbitro de derecho a quien se conceden facultades de
arbitrador en cuanto al procedimiento, debiendo limitarse en el pronunciamiento de la
sentencia definitiva a la aplicación estricta de la ley. (Art. 223 inc. final C.O.T. y 628 inc.
2º del C.P.C. ) .
De acuerdo a lo establecido en el inciso segundo del artículo 224 del C.O.T. y en el
inciso final del art. 628 del C.P.C. , por motivos de manifiesta conveniencia podrán los
tribunales autorizar la concesión al árbitro de derecho de las facultades de arbitrador en
cuanto al procedimiento, aún cuando uno o más de los interesados en el juicio sean
incapaces.
En consecuencia, los incapaces sólo pueden designar árbitros mixtos a través de sus
representantes legales por motivos de manifiesta conveniencia y previa autorización
judicial.
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2º. EL PROCEDIMIENTO ANTE LOS ÁRBITROS DE DERECHO.


a. Regla general.
Los árbitros de derecho se someterán tanto en la tramitación como en el
pronunciamiento de la sentencia definitiva a las reglas que establece la ley para los jueces
ordinarios, según la naturaleza de la acción deducida. (Art. 628 inc. 1º C.P.C.) .
En consecuencia, el árbitro de derecho no aplica siempre el juicio ordinario, sino
que el procedimiento que la ley contemple, sea ordinario o especial, de acuerdo con la
naturaleza de la acción (pretensión) que se hace valer ante él.
b. Reglas especiales.
El legislador ha establecido que los árbitros, además del procedimiento que ellos
deben aplicar según las reglas generales, deben cumplir con las siguientes reglas especiales:
1. Los árbitros de derecho deben nombrar un actuario.
Al efecto, el artículo 632 del C.P.C. establece que la substanciación de un juicio
arbitral se hará ante un ministro de fe designado por el árbitro, sin perjuicio de las
implicancias o recusaciones que puedan las partes reclamar; y si está inhabilitado o no hay
ministro de fe en el lugar del juicio, ante una persona, que en calidad de actuario designe el
árbitro.
En caso que el árbitro deba designar actuaciones fuera del lugar en que se siga el
compromiso, podrá designar otro ministro de fe o actuario designado en la forma ya
señalada y que resida en el lugar donde dichas diligencias han de practicarse.
2. Notificaciones.
Las notificaciones se harán en la forma que unánimemente acuerden las partes.
A falta de acuerdo de las partes, las notificaciones se harán personalmente o por
cedula. (Art. 629) .
3. Apremio de testigos.
El árbitro no puede compeler a ningún testigo a que concurra a declarar ante él. Sólo
podrá tomar declaraciones a los que voluntariamente se presenten a darlas en esta forma.
(Art. 633 inc. 1º) .
Cuando un testigo se niegue a declarar, se pedirá por conducto del árbitro al
tribunal ordinario correspondiente que practique la diligencia, acompañándole los
antecedentes necesarios para este objeto.
Los tribunales de derecho podrán cometer esta diligencia al árbitro mismo asistido
por un ministro de fe. (Art. 633 inc. final) .
4. Diligencias fuera del lugar del juicio.
Para el examen de testigos y para cualquiera otra diligencia fuera del lugar del
juicio, se procederá de acuerdo al procedimiento anterior, dirigiéndose por el árbitro la
comunicación que corresponda al tribunal que deba conocer de las diligencias. (Art. 634) .
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5. Dictación de la sentencia en caso de existir pluralidad de árbitros.


Si los árbitros son dos o más, todos ellos deberán concurrir al pronunciamiento de la
sentencia y a cualquier acto de substanciación del juicio, a menos que las partes acuerden
otra cosa.
No poniéndose de acuerdo los árbitros, se reunirá con ellos el tercero si lo hay y la
mayoría pronunciará resolución. (art. 630) .
En caso de no resultar mayoría en el pronunciamiento de la sentencia definitiva o de
otra clase de resoluciones, siempre que ellas no sean apelables, quedará sin efecto el
compromiso si este es voluntario. Si es forzoso, se procederá a nombrar nuevos árbitros.
Cuando pueda deducirse el recurso de apelación, cada opinión se estimará como
resolución distinta, y se elevarán los antecedentes al tribunal de alzada, para que resuelva
como sea de derecho sobre el punto que haya motivado el desacuerdo de los árbitros. (Art.
631) .
6. Recursos.
De acuerdo a lo establecido en el artículo 239 del C.O.T. , contra una sentencia
arbitral se pueden interponer los recursos de apelación y casación para ante el tribunal que
habría conocido de ellos si se hubieren interpuesto en juicio ordinario, a menos que las
partes siendo mayores de edad y libres administradoras de sus bienes, hayan renunciado
dichos recursos o sometiéndolos también a arbitraje en el instrumento del compromiso o
acto posterior.
En consecuencia en contra de la sentencia dictada por un árbitro de derecho de
primera instancia procede el recurso de apelación y casación en la forma, debiendo
interponerse ante el mismo para ser resuelto por el tribunal que habría conocido de él como
si el proceso no se haya sometido a compromiso.
Tratándose del recurso de casación en el fondo debemos tener presente que el
artículo 767 del C.P.C. establece que este procede solo en contra de sentencias inapelables
dictadas por las Cortes de Apelaciones o de un tribunal arbitral de segunda instancia
constituido por árbitros de derecho en los casos en que estos árbitros hayan conocido de
negocios de la competencia de dichas Cortes.
Debemos tener presente que si el árbitro haya dictado la sentencia dentro del plazo
del compromiso, el árbitro estará facultado para dictar las providencias pertinentes respecto
de los recursos que ante él se interpusieren aunque haya vencido el plazo del compromiso.
(Art. 235 inc. 4º del C.O.T. ) .
Con motivo de la dictación de una resolución por el árbitro de derecho procede el
recurso de queja si en ella se haya incurrido en flagrante falta o abuso, siendo competente
en única instancia la Corte de Apelaciones del territorio jurisdiccional en que se haya

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desarrollado el compromiso para conocer de él conforme a lo establecido en la letra b


Orgánico de Tribunales, modificado por la Ley 19. 374.
7. Cumplimiento de la sentencia dictada por un árbitro de derecho.
Tratándose de las sentencias definitivas pronunciadas por árbitros es menester tener
presente que "el art. 635 del C.P.C. autoriza para ocurrir al árbitro que la dictó si no está
vencido el plazo porque fue nombrado o al tribunal ordinario correspondiente a elección del
demandante, con el objeto de obtener el cumplimiento de la sentencia. Pero si ese
cumplimiento exige procedimientos de apremios o el empleo de otras medidas
compulsivas, o cuando haya de afectar a terceros que no sean parte del compromiso, deberá
acudirse a la justicia ordinaria para la ejecución de lo resuelto.
“Se afirma, por ello, que el árbitro tiene una jurisdicción limitada, desprovista de
imperio, por lo cual carece de competencia para dictar mandamientos de ejecución.
“En consecuencia, la sentencia arbitral firme o que causa ejecutoria tiene mérito
ejecutivo, pero no ante el árbitro que la pronunció, sino ante el juez ordinario que
corresponde. " 217-
3º. EL PROCEDIMIENTO ANTE LOS ÁRBITROS ARBITRADORES .
1. Procedimiento.
En primer lugar, es menester tener presente que respecto de los árbitros arbitradores
el legislador ha dado primacía a la aplicación del principio formativo del procedimiento del
orden consecutivo convencional, puesto que ellos deben someterse para la tramitación del
asunto al procedimiento que las partes hubieren establecido en el acto del compromiso.
Al efecto se establece, que los árbitros arbitradores no están obligados a guardar en sus
procedimientos y en sus fallos otras reglas que las partes hayan expresado en el acto
constitutivo del compromiso. (Art. 636 inc. 1º C.P.C. ) .
En consecuencia, el árbitro arbitrador debe tramitar la causa de acuerdo con el
procedimiento que las partes le hubieren fijado en el acto del compromiso.
En segundo lugar, ante la falta de fijación de un procedimiento al arbitrador por las
partes en el acto del compromiso, debe aplicarse las normas mínimas de procedimiento
establecidas en el Párrafo 2º del Título VIII del Libro III del C.P.C. .
Este procedimiento que establece el legislador ante la falta de regulación de él por
las partes, consiste en lo siguiente:
a. El árbitro arbitrador debe oír a todas las partes.
El artículo 637 establece que el arbitrador oirá a los interesados; cumpliéndose con
ello dentro del proceso con el principio de bilateralidad de la audiencia.
El árbitro arbitrador puede oír a los interesados por separado si no es posible
reunirlos. (Art 637 inc. final)

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b. El árbitro arbitrador debe recibir y agregar al proceso los instrumentos que las
partes le presenten.
El único trámite que se contempla con el carácter de esencial y obligatorio en
relación con la prueba consiste de acuerdo a lo prescrito en el artículo 637 en " recibir y
agregar al proceso los instrumentos que le presenten".
Facultativamente, el árbitro arbitrador puede " practicar las diligencias que estime
necesarias para el conocimiento de los hechos" de acuerdo a lo previsto en el artículo 637, y
" si cree necesario recibir la causa a prueba, decreta este trámite" conforme a lo establecido
en el artículo 638.
En todo caso, es menester tener presente que al árbitro arbitrador se le aplican las
normas sobre apremio de los testigos y de las diligencias fuera del lugar del juicio
mencionadas en los párrafos b. 3 y b. 4 conforme a lo establecido en el inciso final del
artículo 638.
2. Para los árbitros arbitradores es facultativo designar un actuario.
Al efecto, el artículo 639 del C.P.C. establece que " el arbitrado practicará sólo o
con la asistencia de un ministro de fe, según lo estime conveniente, los actos de
substanciación que decrete en el juicio, y consignará por escrito los hechos que pasen ante
él y cuyo testimonio le exijan los interesados, si son necesarios para el fallo. "
En consecuencia, los arbitradores pueden actuar solos si lo estiman conveniente, sin
necesidad de designar actuario.
En todo caso, tratándose de la sentencia definitiva del arbitrador, ella debe ser
autorizada por un ministro de fe o por dos testigos en su defecto de acuerdo a lo establecido
en el inciso final del artículo 640.
Las diligencias probatorias concernientes al juicio del compromiso que se
practiquen ante los tribunales ordinarios se someterán a las reglas establecidas para éstos.
(Art. 639 inc. final) .
3. La sentencia del árbitro arbitrador.
De acuerdo a lo establecido en el artículo 637, el árbitro arbitrador debe dar su fallo
en el sentido que la prudencia y equidad le dicten.
El legislador teniendo presente que el arbitrador no debe fallar de acuerdo a
derecho, sino que según su prudencia y la equidad, ha modificado los requisitos que debe
contener la sentencia definitiva.
Al efecto, el artículo 640 establece que " la sentencia del arbitrador contendrá:
1º. La designación de las partes litigantes 2º. La enunciación breve de las peticiones
sometidas por el demandante

133
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3º. La misma enunciación de la defensa alegada por el demandado 4º. Las razones
de prudencia o de equidad que le sirven de fundamento a la sentencia; y 5º. La decisión del
asunto controvertido.
La sentencia expresará, además, la fecha y el lugar en que se expide; llevará al pie la
firma del arbitrador, y será autorizada por un ministro de fe o por dos testigos en su defecto.
"
4. Dictación de la sentencia en caso de existir pluralidad de árbitros.
Si los árbitros arbitradores son dos o más, todos ellos deberán concurrir al
pronunciamiento de la sentencia y a cualquier acto de substanciación del juicio, a menos
que las partes acuerden otra cosa.
No poniéndose de acuerdo los árbitros, se reunirá con ellos el tercero si lo hay y la
mayoría pronunciará resolución.
No pudiéndose obtener mayoría en el pronunciamiento de la sentencia definitiva o
de otra clase de resoluciones, quedará sin efecto el compromiso si no puede deducirse
apelación. Habiendo lugar a este recurso, se elevarán los antecedentes a los arbitradores de
segunda instancia para que resuelvan como estimen conveniente sobre la cuestión que
motiva el desacuerdo. (Art. 642) .
5. Recursos.
De acuerdo a lo establecido en los artículos 239 del C.O.T. y 642 del C. P. C, contra
una sentencia de un árbitro arbitrador sólo habrá lugar al recurso de apelación cuando las
partes, en el instrumento en que constituyen el compromiso, expresan que se reservan ese
recurso ante árbitros del mismo carácter y designen las personas que han de desempeñar el
cargo.
En consecuencia, en contra de la sentencia dictada por un árbitro arbitrador de
primera instancia solo procede el recurso de apelación cuando se haya reservado ese
recurso en el compromiso ante árbitros arbitradores de segunda instancia, designándose
ellos en el acto del compromiso, debiendo en tal caso interponerse el recurso ante el mismo
arbitrador que dictó la sentencia de primera instancia para ser resuelto por los árbitros
arbitradores designados para la segunda instancia.
El recurso de casación en la forma, procede en contra de la sentencia dictada por
árbitros arbitradores (Art. 239 del C.O.T. ) . , aplicándose a su respecto las reglas generales
contenidas en el Libro III del Código de Procedimiento Civil.
En todo caso, debe tenerse presente que según lo establecido en el artículo 796, en
los juicios seguidos ante árbitros arbitradores son trámites esenciales los que las partes
expresen en el acto del compromiso, y, si nada han expresado acerca de esto, solo los
comprendido en los números 1 (el emplazamiento de las partes en la forma prescrita por la
ley) y 4 (la agregación de los instrumentos presentados oportunamente por las partes, con
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citación o bajo el apercibimiento legal que corresponda respecto de aquella contra la cual se
presentan) del artículo 795.
Finalmente, de acuerdo a lo resuelto acertadamente por nuestra Excma Corte
Suprema, la renuncia que las partes hagan de los recursos no comprende al recurso de
casación en la forma por las causales de incompetencia y ultrapetita y al recurso de queja.
El recurso de casación en el fondo no procederá en caso alguno en contra de las
sentencias de
Debemos tener presente que si el árbitro haya dictado la sentencia dentro del plazo
del compromiso, el árbitro estará facultado para dictar las providencias pertinentes respecto
de los recursos que ante él se interpusieren aunque haya vencido el plazo del compromiso.
(Art. 235 inc. 4º del C.O.T. ) .
También procede con motivo de la dictación de una resolución por el árbitro
arbitrador el recurso de queja, si en ella se ha incurrido en flagrante falta o abuso, siendo
competente la Corte siendo competente en única instancia la Corte de Apelaciones del
territorio jurisdiccional en que se haya desarrollado el compromiso para conocer de él
conforme a lo establecido en la letra b) del
6. Cumplimiento de la sentencia dictada por un árbitro arbitrador.
Tratándose de la ejecución de las sentencias pronunciadas por árbitros arbitradores
el artículo 643 del C.P.C. hace aplicables las normas contenidas en el artículo 645 respecto
de los árbitros de derecho, por lo que nos remitimos a lo ya señalado a su respecto.

IV.- EL JUICIO DE PARTICIÓN DE BIENES (arts.646-666)


1.- Concepto:
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Es un procedimiento arbitral, de carácter complejo, que se sustancia ante un juez


partidor, el que tiene por objeto dividir o liquidar una comunidad de bienes entre diferentes
comuneros, entregan a cada uno de los lo que le corresponde, conforme al derecho o cuota
que tenga en esa masa común.
2.- Resumen de la tramitación:
Este proceso comenzará con la aceptación por parte del partidor del cargo que se le
ha encomendado y con la dictación de una primera resolución en la cual se tendrá por
constituido el compromiso, se designará actuario y se citará a las partes a un primer
comparendo. Continúa con la celebración del comparendo en el que se acuerdan las bases
relativas a la forma de sustanciación de la causa y proseguirá mediante la celebración de los
comparendos ordinarios, en los cuales en forma progresiva se irá resolviendo las cuestiones
que se presenten, ya sea por acuerdo de las partes o por el juez en subsidio y concluirá con
la dictación de la sentencia definitiva la cual consta de dos partes, el laudo, que viene a ser
la sentencia propiamente tal y la ordenata, que es aquella parte en la cual se contiene los
cálculos numéricos conforme a los cuales se efectúa la distribución de bienes.
3.- Características de este procedimiento:
(1) Es doble, toda vez que las partes del mismo serán recíprocamente demandantes y
demandados, según la cuestión que se suscite.
(2) Es complejo, toda vez que en el mismo pueden presentarse diferentes juicios
simples que se tramitarán en cuadernos separados; estos juicios serán tantos como las
cuestiones que se planteen y las resoluciones de los mismos deberá servir de base a la
partición y distribución de bienes.
(3) Es un procedimiento en el cual por sobre todo prima el acuerdo de las partes.
(4) Es de cuantía indeterminado, por cuanto las personas que en él litigan actúan en
relación con una porción de los bienes de la masa, de carácter incierta, la que sólo vendrá a
ser determinada en la sentencia.
(5) Se tramita en audiencias verbales o comparendos.
(6) Se sustancia en diferentes cuadernos que son:
a) Cuaderno principal o de actas, que viene a constituir el expediente de partición
mismo, en el cual se van legajando las diferentes actas levantadas en los comparendos; en
él se consignarán igualmente las resoluciones que dicte el juez relativas a la partición
misma.
b) Cuaderno de documentos; en él se legajan todos los documentos relativos a la
partición, como posesión efectiva, testamento, inventarios, etc.
c) Cuaderno de incidentes; en él se sustancian las cuestiones accesorias que se
susciten en relación con la partición, a fin de no interrumpir la cuestión principal.

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d) Cuadernos especiales: existirán tantos cuadernos especiales como cuestiones


especiales se susciten en la partición.
Estas cuestiones especiales se sustanciarán conforme al procedimiento que en cada
caso corresponda.
4.- Competencia del juez partidor:
Aparte del conocimiento de la partición misma, durante la sustanciación de este
proceso pueden originarse diferentes cuestiones relacionadas con ella y que deban servir de
base a la misma, siendo algunas de competencia del partidor en forma exclusiva, otras de
competencia de la justicia ordinaria en forma exclusiva y, por último otras que pueden ser
conocidas indistintamente por uno u otro tribunal.
a) Cuestiones de competencia exclusiva del tribunal ordinario;
Le corresponde al juez de letras conocer de todos los asuntos relacionados con
derechos sobre la sucesión, incapacidad o indignidad para suceder, desheredamiento, así
como las cuestiones relativas a la propiedad de los objetos sobre los cuales alguien alegue
derecho exclusivo y que, en consecuencia, de acogerse la alegación deban ser excluidos de
la masa partible (art. 1.331 CC).
Es decir, todos los asuntos encaminados a determinar quiénes son los comuneros y
cuáles son los bienes de la masa partible corresponden al juez ordinario.
b) Cuestiones de competencia exclusiva del partidor:
Además de la partición misma, corresponderá al partidor el conocimiento de todos
aquellos asuntos que la ley en forma expresa le encomiende o que, debiendo servir de base
a la partición, la ley no los entrega expresamente al conocimiento de la Justicia ordinaria;
así, serán de competencia exclusiva del partidor las cuestiones relativas a la facción de
inventarios, tasaciones, cuentas de administradores de bienes comunes, etc.
c) Cuestiones que pueden ser de competencia de la justicia ordinaria o del
partidor:
- No hay partidor, es decir, cuando aún no se haya iniciado el compromiso o porque
haya vencido el plazo de éste, serán de competencia de la Justicia ordinaria los siguientes
asuntos:
(1) Cuestiones relativas a la formación e impugnación de inventarios y reclamos de
albaceas, comuneros, administradores y tasadores relativos a sus cuentas y honorarios (651
inc.2)
(2) Cuestiones relativas a la forma como han de administrarse proindiviso los bienes
comunes, así como el nombramiento de administradores a falta de acuerdo entre las partes
(653 inc.2)
(3) Ejecución de las sentencias definitivas (635 inc.l en
rel.648).
137
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-Hay partidor:
Pueden sustanciarse indistintamente ante partidor o juez ordinario, a elección del
demandante, las acciones relacionadas con derechos que terceros acreedores hagan valer
sobre los bienes de la masa partible.
5.- La tramitación misma de la partición:
(1) La primera resolución:
Una vez que se ha designado partidor y éste ha aceptado el cargo, dictará una
primera resolución, con la cual comenzará el juicio y por la cual tendrá por constituido el
compromiso, procederá a designar un actuario que intervendrá como ministro de fe y
procederá además a citar a las partes a un primer comparendo. Esta resolución, en especial
la parte que se refiere a la citación a comparendo deberá ser personal.
(2) El primer comparendo:
Este tiene gran importancia ya que está destinado a organizar el juicio particional
mismo. Todos los acuerdos deberán ser adoptados por unanimidad de los asistentes y se
resolverán las siguientes cuestiones:
a) Quiénes son partes en el juicio;
b) Cuáles son los bienes objeto de la partición;
c) Forma en que se practicarán las notificaciones;
d) Días y horas en que se llevaran a cabo los comparendos ordinarios.
(3) Los comparendos ordinarios:
Los días y horas de estos comparendos serán fijados por las partes de común
acuerdo en el primer comparendo o, en subsidio por el partidor. Como se fijan de antemano
no será necesario notificar posteriormente a los interesados en cada oportunidad en que se
celebre uno de estos comparendos.
En estas audiencias ordinarias podrá adoptarse cualquier tipo de acuerdo relativo a
la partición que la ley no excluya expresamente; para la adopción de acuerdos se requiere la
unanimidad de los asistentes.
No podrán tratarse en comparendos ordinarios:
- La revocación de acuerdos anteriores, salvo que se encuentre presente la totalidad
de los interesados.
- La adopción de acuerdos respecto de materias para las cuales la ley exige la
unanimidad o que las partes hayan acordado resolver por unanimidad. (Por ejemplo la ley
exige unanimidad para acuerdos relativos a notificaciones).
Materias relativas a la administración de los bienes comunes, así como cualquier
otra que la ley señale que debe ser acordada en comparendo extraordinario.
(4) Los comparendos extraordinarios:

138
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En aquellos casos en que existan materias de importancia que deban ser resueltas
con urgencia o que se trate de asuntos que deban ser resueltos por unanimidad o materias
que la ley expresamente dispone que son materia de este tipo de audiencias, el juez
partidor, de oficio o a petición de parte, citará a todos los interesados a comparendo
extraordinario para un día y hora determinados. En estos comparendos sólo podrá adoptarse
acuerdos relativos a la materia específica para la cual han sido convocados.
(5) Cuestiones que planteen los interesados:
- Aspectos generales:
a) A fin de evitar una dilación injustificada de la partición formulándose en forma
sucesiva diferentes cuestiones, el art. 652 esas cuestiones.
b) Cada cuestión que se promueva será tramitada separadamente, con audiencia de
todos los interesados y sin que la interposición de recursos en alguna de ellas suspende la
sustanciación de las restantes.
c) Cada cuestión que se formule se sustanciará conforme al procedimiento que
legalmente corresponda, salvo que las partes hayan acordado otra forma.
d) No obstante que la norma general es que todas estas cuestiones deben tramitarse
por cuerda separada, puede disponerse en ciertos casos la acumulación de dos o más
cuando ella sea procedente conforme a las normas generales (652 inc.2)
e) Como cada cuestión se tramita por separado, será igualmente fallada por
separado, salvo que el juez estime pertinente dejarlas para fallarlas todas conjuntamente
con la sentencia final (652 inc. final).
Algunas de estas cuestiones:
(A) Administración de los bienes comunes:
Si los comuneros no se ponen de acuerdo respecto de esta materia, cualquiera de
ellos podrá solicitar el nombramiento de uno o más administradores y que se determine las
demás cuestiones relativas a esa administración. Presentada la solicitud el partidor deberá
citar a comparendo extraordinario, el que se celebrará con las partes que asistan.
En caso de que no concurran todos:
Sólo podrá acordarse por mayoría absoluta de los asistentes, que represente a lo
menos la mitad de los derechos en la comunidad, todas o alguna de las medidas que señala
el art. 654:
a) Nombramiento de uno o más administradores, el que podrá recaer en alguno de
los comuneros o en un tercero.
b) Fijación de remuneraciones, atribuciones y deberes del administrador.
c) Determinación del giro que deberá darse a la administración y el máximo de
gastos en que se podrá incurrir por ese concepto.

139
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d) Fijación de las épocas en que ordinariamente deberá rendirse cuenta de la


administración, sin perjuicio de que los interesados pueda requerir cuentas extraordinarias
si existe motivo justificado para ello.
En caso de que asistan todos:
Si no hay unanimidad, bastará la mayoría absoluta que represente a lo menos el 50%
de los derechos para que pueda adoptarse cualquier acuerdo relativo a la administración.
Si no hay acuerdo resolverá el partidor.
(B) Cesación del goce gratuito:
En caso de que alguno de los comuneros esté gozando de uno o más de los bienes
comunes, cualquiera de los restantes podrá solicitar al partidor el cese de este goce gratuito
(655); en este caso el partidor escuchará al afectado y, con el mérito de lo que éste exponga,
resolverá la petición poniendo término al goce gratuito, a menos que éste se funde en algún
título especial que le permita gozar de ese bien o bienes. En caso de que se disponga el
cese, el comunero podrá seguir gozando del bien, pero pagando una remuneración por ese
concepto, cuyo monto será determinado de común acuerdo o por el juez en subsidio.
(C) Derechos de terceros acreedores sobre bienes comunes:
Como estos derechos pueden ser de diferente naturaleza, la demanda respectiva
deberá tramitarse conforme al procedimiento que en cada caso corresponda.
7.- Liquidación y distribución de bienes comunes
Esta es la materia propiamente de la partición. La liquidación consiste en determinar
el valor de los bienes comunes y la parte que en ese valor corresponde a cada comunero; la
distribución consiste en repartir los bienes comunes entre los comuneros en relación con los
derechos que cada uno de ellos tenga en la masa común. Por ello, si existe controversia en
relación con los derechos de cada comunero o respecto de cuáles son los bienes comunes,
dichas controversias deberán ser resueltas previamente por la
Justicia ordinaria. Sólo una vez resueltos dichos puntos podrá el partidor cumplir con su
cometido a través de la partición. De acuerdo con el art. 1.337 del CC, el camino que
corresponde seguir para efectuar la liquidación es el siguiente:
a) Primero deberá estarse a la voluntad de las partes:
Es decir, en los comparendos ordinarios las partes de común acuerdo podrán determinar la
forma como se liquidarán y distribuirán estos bienes, acuerdos que obviamente son
alcanzados mediante la participación o intervención directa del partidor.
b) A falta de acuerdo debe seguirse las siguientes normas:
(1) Si es posible la división material:
En este caso debe precederse a la división material de los bienes, en forma tal que
pueda satisfacerse las porciones que correspondan a cada comunero. Por ejemplo, si el bien

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a partir es un predio rústico de gran extensión, podrá procederse a su subdivisión en predios


más pequeños determinados en relación con los derechos de los comuneros.
(2) Si no es posible la división material:
Si no puede lograrse en esa forma la confección de lotes de iguales características,
deberá procederse a confeccionar lotes análogos, los que serán repartidos entre los
comuneros en la forma que ellos determinen de común acuerdo o, en su defecto, por sorteo.
Por ejemplo, si una herencia comprende un fundo y 20 casas, podría formarse un
lote con el fundo y cuatro lotes con cinco casas cada uno, según el valor de esos bienes.
(3) Si no es posible la división material ni tampoco la formación de lotes análogos:
En este caso deberá procederse a la subasta de los bienes, salvo que las partes
acuerden la venta de ellas en forma directa a terceros.
Si no hay acuerdo y es necesario el remate, la ley señala las siguientes normas
especiales:
a) Puede efectuarse sólo entre los comuneros, si es que existe acuerdo unánime al
respecto o con la participación de terceros extraños;
b) En ambos casos deberá presentarse bases para la subasta, las que deberán ser
aprobadas por el partidor, con citación de los comuneros. Para fijar esas bases habrá que
tasar previamente los bienes por perito, salvo que las partes de común acuerdo ñjen el valor
o que existan antecedentes que justifiquen la tasación o que se admita postores extraños. Si
hay incapaces deberá igualmente tasarse los muebles (657).
c) El remate deberá ser avisado mediante publicaciones efectuadas en un diario de la
comuna, capital de provincia o capital de región. Habiendo incapaces, estos avisos deberán
publicarse a lo menos por cuatro veces y el primero de ellos con quince días de anticipación
a la fecha de ese remate. Si los bienes se encuentran en otra comuna deberá igualmente
efectuarse las publicaciones en esa comuna.
En todo caso, no es necesario que de una sola vez se rematen todos los bienes
comunes, sino que puede procederse a remates parciales de ellos, según el caso.
d) Si quien subasta y se adjudica el bien es alguno de los comuneros, éste no
necesitará pagar el valor del mismo, sino que se lo adjudicará con cargo a su cuota; si en
definitiva resulta alguna diferencia, deberá pagar ese saldo al contado, siempre que el valor
exceda en un 80% al que le corresponde percibir. Para estos efectos el partidor efectuará
una fijación provisoria.
e) Si el bien adjudicado es inmueble, de acuerdo con el art.
662 del CPC, se entenderá constituida sobre él una hipoteca para garantizar el pago de los
alcances; es decir, se establece una hipoteca legal. El conservador de bienes raíces, al
inscribir la adjudicación, al mismo tiempo deberá inscribir la hipoteca. Sin embargo, si el

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comunero adjudicatario paga el alcance de contado o constituye otra garantía suficiente, no


surgirá esta hipoteca.
8.- El laudo y la ordenata:
Como señalamos anteriormente, en los juicios de partición la sentencia definitiva
consta de dos partes: el laudo y la ordenata.
El primero de ellos viene a ser propiamente la sentencia definitiva, la que deberá
cumplir con los requisitos del art. 170 del CPC y concluirá en su parte resolutiva señalando
la forma como deben distribuirse los bienes y resolviendo al mismo tiempo las demás
cuestiones que hayan sido promovidas durante la sustanciación del proceso y que no hayan
sido falladas con anterioridad.
En caso de que no haya existido acuerdo previo de los interesados, en esta misma
sentencia el partidor señalará la suma en la cual estima sus honorarios. Si las partes no
están de acuerdo con ella, podrán reclamar a ese respecto, sin perjuicio de las apelaciones
que puedan deducir respecto del fondo del asunto y la C.A. resolverá si mantiene o
disminuye ese honorario.
En la ordenata, por su parte, se consignan los cálculos numéricos que sea necesario
efectuar para la repartición de los bienes, señalándose que es el laudo reducido a números.
9.- Aprobación judicial de la partición:
Será necesario someter la partición a aprobación por la Justicia ordinaria cuando
entre los interesados existan incapaces sujetos a tutela o curaduría o cuando en la partición
tenga interés algún ausente que no haya nombrado mandatario y que, en consecuencia, haya
sido representado por el defensor de ausentes.
10.- Recursos contra la sentencia:
Conforme lo señalan los arts. 664 y 666, las partes podrán deducir recursos de
apelación y de casación en la forma dentro del plazo de quince días contados desde la fecha
en que se les haya notificado el hecho de haberse dictado sentencia (no se les notifica la
sentencia misma) o desde que se notifique la resolución del juez ordinario que apruebe o
modifique el fallo, en los casos en que sea necesaria la aprobación judicial.

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V.- EL JUICIO ORDINARIO DE MENOR CUANTIA


1°. Reglamentación.
El juicio de menor cuantía se encuentra regulado en el párrafo 1° del Título XIV del
Libro III del Código de Procedimiento Civil. (arts. 698 a 702).
2°. Aplicación.
El juicio de menor cuantía debe recibir aplicación para la tramitación de todas las
acciones (pretensiones) declarativas, constitutivas y de condena respecto de las cuales
concurran los siguientes requisitos copulativos:
1. No tengan señalada en la ley un procedimiento especial para su tramitación.
El procedimiento de menor cuantía tiene una aplicación residual, al igual que el
juicio ordinario de mayor cuantía, por lo que sólo podrá utilizársele en el caso que el
legislador no haya establecido un procedimiento especial para la tramitación de la acción
declarativa que se hubiere deducido. Así por ejemplo, si se hiciere valer una acción de
alimentos no cabrá darle aplicación al juicio ordinario de menor cuantía, por recibir
aplicación en tal caso el procedimiento contemplado en el artículo 1° de la Ley de
Abandono de Familia y Pago de Pensiones Alimenticias.
2. La cuantía del juicio debe ser superior a 10 Unidades Tributarias Mensuales e
inferior a 500 Unidades Tributarias Mensuales.
Los nuevos montos para la aplicación del procedimiento de menor cuantía fueron
fijados por la Ley 19. 594 de 1 de Diciembre de 1998, los cuales son muy superiores a las
que se contemplaban en pesos antes de su dictación, lo que permitirá darle a este
procedimiento una mucho mayor aplicación.
De acuerdo con ello, debemos tener presente que al mes de Abril de 2007, el
procedimiento de menor cuantía debe ser aplicado a las causas de una cuantía superior a $
322.060 e inferior a $16.103.000 en atención a que la Unidad Tributaria mensual asciende
a ese mes a la cantidad de $ 32.206.
3°. Características.
1. Es un procedimiento más breve y concentrado que el juicio ordinario de mayor
cuantía.
Lo anterior se demuestra, porque el juicio de menor cuantía tiene como base el
juicio ordinario de mayor cuantía, pero con las modificaciones consistentes en los menores
plazos y la supresión de los trámites que se contemplan en relación con éste. 2. Es un
procedimiento extraordinario:
Es un procedimiento extraordinario de acuerdo a lo establecido en el Art. 2º del
C.P.C., según el cual un procedimiento es extraordinario cuando "se rige por las
disposiciones especiales que para determinados casos la ley establece".

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En el caso del juicio de menor cuantía, entendemos que éste es extraordinario toda
vez que se ha fallado por la jurisprudencia de nuestros tribunales que el único
procedimiento ordinario, común y general es el juicio ordinario civil de mayor cuantía que
regula el Libro II del C.P.C.
3. Tiene una aplicación general.
El juicio de menor cuantía tiene una aplicación general, puesto que conforme a él
deben tramitarse todas las acciones declarativas respecto de las cuales no se contemple un
procedimiento especial y cuya cuantía sea superior a 10 UTM e inferior a 500 UTM.
4. En cuanto a la pretensión deducida y a la sentencia que se obtenga, el juicio de
menor cuantía puede ser declarativo, constitutivo o de condena.
En el Código de Procedimiento Civil no se contempla un procedimiento ejecutivo
de menor cuantía, como si ocurre con el procedimiento ejecutivo de mínima cuantía.
4°. Tramitación.
La regla general es que el procedimiento de menor cuantía se tramita de acuerdo con
las normas del procedimiento ordinario de mayor cuantía que se regula en el Libro II del
Código de Procedimiento Civil, sólo con las modificaciones que expresamente se
contemplan por parte del legislador. (Art. 698)
5º. Modificaciones del procedimiento de menor cuantía
Las modificaciones que se contemplan respecto del juicio ordinario de menor
cuantía en relación con el juicio ordinario de mayor cuantía son las siguientes:
1. Plazo para contestar la demanda. (art. 698 N°2)
a. El término de emplazamiento o el término para contestar la demanda será de ocho
días y no de quince días como ocurre en el juicio ordinario de mayor cuantía, en adelante
juicio ordinario.
b. Al igual que en el juicio ordinario, el término de emplazamiento se aumentará de
conformidad a la tabla de emplazamiento. Sin embargo, en el juicio de menor cuantía este
aumento no podrá exceder de veinte días, limitación que no se contempla respecto del
juicio ordinario.
c. En el juicio de menor cuantía no regirá la disposición del inciso 2. ° del artículo
258, esto es, no se contempla el aumento de tres días del término de emplazamiento en caso
que el demandado haya sido notificado dentro del territorio jurisdiccional, pero fuera de los
límites de la comuna que sirve de asiento al tribunal.
De acuerdo con las reglas anteriores, podemos establecer como principio general
que el termino de emplazamiento en el juicio ordinario es de 8 días, con más el aumento de
la tabla de emplazamiento si el demandado hubiere sido notificado de la demanda fuera del
territorio jurisdiccional del tribunal que conoce del juicio, sin que el aumento pueda

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exceder de 20 días. En otras palabras, el termino de emplazamiento jamás podrá tener una
duración superior a 28 días.
d. En el caso del artículo 308, esto es, cuando se hubieren desechado las
excepciones dilatorias o subsanado los vicios de las excepciones dilatorias que se hubieren
acogido, el plazo para contestar la demanda será de 6 días y no de 10 días como ocurre en
el juicio ordinario.
2. Se omiten los escritos de réplica y dúplica. (Art. 698 N° 1)
En el juicio de menor cuantía no se contemplan los escritos de réplica y dúplica
durante el periodo de discusión como acontece en el juicio ordinario. Al haberse suprimido
los escritos de réplica y de dúplica, no podrá hacerse uso de la facultad contemplada en el
artículo 312 del C.P.C.
3. Procede la reconvención, pero sin que se contemplen respecto de ella los escritos
de réplica de dúplica. (Art. 698 N° 1 inc. 2°)
En el juicio de menor cuantía es procedente la reconvención por parte del
demandado, y si ella se deduce debe dársele traslado de ella al demandante por seis días
para que oponga excepciones dilatorias respecto de ella o la conteste. .
Sin embargo, respecto de la reconvención no se contemplan los trámites de los
escritos de réplica y de dúplica.
4. Citación obligatoria a audiencia de conciliación. (Art. 698 N° 3) Al igual que en
el juicio ordinario, procede una vez concluido el periodo de discusión que se cite
obligatoriamente por parte del tribunal a una audiencia de conciliación, pero
contemplándose menores plazos para su realización.
Al efecto, se dispone que concluido el periodo de discusión se citará a la audiencia
de conciliación para un día no anterior al tercero ni posterior al décimo contado desde la
fecha de notificación de la resolución (art. 698 N° 3); teniendo presente que en el juicio
ordinario dichos plazos son para un día no anterior al quinto ni posterior al decimoquinto
contado desde la fecha de notificación de la resolución. (art. 262)
5. Termino probatorio. (Art. 698 N° 4)
Al igual que en el juicio ordinario, en el procedimiento de menor cuantía se
contemplan las tres clases de termino probatorio: ordinario, extraordinario y especiales,
contemplándose modificaciones sin embargo respecto de los dos primeros.
El término probatorio ordinario en el juicio de menor cuantía tendrá una duración de
15 días, y no 20 como ocurre en el juicio ordinario.
El termino probatorio extraordinario se aumentará al igual que en el juicio ordinario
conforme a la tabla de emplazamiento según el lugar en el cual se desee rendir la prueba,
sin que pueda exceder el aumento en el caso del juicio de menor cuantía de 20 días. En
consecuencia, el termino probatorio extraordinario en el juicio de menor cuantía tiene una
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duración máxima de 20 días, sin que corresponda contemplar un aumento mayor de


acuerdo con la tabla de emplazamiento, cualquiera sea el lugar fuera del territorio
jurisdiccional del tribunal en el cual se desee rendir la prueba.
En cuanto a los términos probatorios especiales rigen las normas del juicio ordinario
de mayor cuantía.
6. Plazo para formular observaciones a la prueba. (Art. 698 N° 5)
El plazo para presentar el escrito de observaciones a la prueba, esto es, el término a
que se refiere el artículo 430, será de 6 días; y no de 10 días como ocurre en el juicio
ordinario.
Al igual que en el juicio ordinario se contempla en el juicio de menor cuantía el
trámite de la citación para oír sentencia a partir de la dictación de la Ley 18. 705 de 24 de
mayo de 1988, que la introdujo en este procedimiento. (art. 698 N° 6) .
7. Plazo para dictar sentencia definitiva. (Art. 698 N°6)
En el juicio de menor cuantía, la sentencia se dictará dentro de los 15 días siguientes
al de la última notificación de la resolución que cita a las partes para oírla; y no dentro de
60 días como ocurre en el juicio ordinario (art. 162 inc. 3°) , sin perjuicio de tener presente
que ambos plazos no revisten el carácter de fatales por haberse establecido para la
realización de una actuación propia del tribunal (art. 64)
8. Recurso de apelación.
Para analizar las diferencias que se contemplan respecto del recurso de apelación en
el juicio ordinario de menor cuantía es menester distinguir entre el recurso que se hace
valer contra la sentencia definitiva y las otras resoluciones que se dictan durante la
tramitación de la primera instancia.
8. 1. Recurso de apelación en contra de la sentencia definitiva.
Respecto de la apelación en contra de la sentencia definitiva se contemplan las
siguientes normas;
a. Se establece que la apelación de la sentencia definitiva se tramitará como en los
incidentes, norma que en la actualidad carece toda significación atendido a que se ha
suprimido el trámite de la expresión de agravios, y siempre la resolución que se dicta por el
tribunal de alzada, luego de verificado el examen de admisibilidad del recurso, es “ autos en
relación”. Art. 699
b. Se establece que el recurso de apelación en contra de la sentencia definitiva se
verá conjuntamente con las apelaciones que se hayan concedido en conformidad al inciso 1.
° del número 5 del artículo anterior, esto es, las apelaciones que se interpusieron en contra
de resoluciones dictadas durante la tramitación del asunto en primera instancia y que fueron
reproducidos al deducir el recurso de apelación en contra de la sentencia definitiva. Art.
699.
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Esta norma debemos entenderla derogada, puesto que establece una acumulación
limitada a los recursos de apelación que menciona, en circunstancias que en la actualidad la
acumulación de recursos para su vista dice relación con todos los recursos que incidan en
una misma causa, la debe ser efectuada de oficio o a petición de parte, sean los recursos
interpuestos en la misma causa de apelación, casación, recurso de queja cuando fuere
procedente como ocurre con los árbitros arbitradores, conforme a lo previsto en el inciso
segundo del artículo 66 del C.O.T., modificado por la Ley 18. 969 de 10 de marzo de 1990.
c. Se establece que, en las apelaciones deducidas en los juicios de menor cuantía, los
alegatos no podrán exceder de quince minutos, salvo que el tribunal acuerde prorrogar este
tiempo hasta el doble. Art. 699 inc. 2°. En el recurso de apelación en contra de resoluciones
dictadas en el juicio ordinario la duración de los alegatos es de media hora por cada
abogado, pero el tribunal a petición del interesado puede prorrogar el plazo por el tiempo
que estime conveniente. Art. 223 inc. 4 C.P.C.)
d. Se establece que el tribunal destinará, por lo menos, un día de cada semana a la
vista preferente de estas causas conforme a lo establecido en el artículo 701, lo que no
acontece con las apelaciones deducidas en el juicio ordinario; y que la sentencia deberá
dictarse dentro del plazo de quince días, contado desde el término de la vista de a causa
según lo previsto en el artículo 702, en circunstancias que en el juicio ordinario se establece
un plazo de 60 días (Art. 162 inc. 3° C.P.C. ) .
8. 2. Recurso de apelación en contra de las otras resoluciones distintas a la sentencia
definitiva.
En esta materia debemos distinguir dos tipos de situaciones para los efectos
distinguir la oportunidad en la cual debe ser concedido el recurso de apelación para ante el
tribunal de alzada con el fin de que este lo conozca y falle.
La regla general dentro del juicio de menor cuantía respecto del recurso de
apelación que se deduzca en primera instancia en contra de resoluciones que lo hacen
procedente y que no tengan el carácter de sentencia definitiva es la concesión diferida del
recurso de apelación.
Al efecto, conforme a lo previsto en el N° 7 del artículo 698, la regla general es que
deducida una apelación en contra de una resolución que no tenga el carácter de sentencia
definitiva, el juez tendrá por interpuesto el recurso para después de la sentencia que ponga
término al juicio. El apelante deberá reproducirlo dentro de los cinco días subsiguientes al
de la notificación de la sentencia y en virtud de esta reiteración, lo concederá el tribunal.
En otras palabras, lo que este precepto establece es que la parte debe deducir el
recurso de apelación en contra de una resolución que no sea sentencia definitiva durante el
curso del procedimiento y en la forma y en los plazos que sean procedentes de conformidad
con las reglas generales. Sin embargo, el tribunal frente a la interposición del recurso sólo
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debe tenerlo por interpuesto dictando una resolución de mero téngase presente, pero no
concederlo para ante el tribunal de alzada, puesto que el apelante va a tener la carga que
reproducirlo dentro de los cinco días siguientes al de la notificación de la sentencia
definitiva y sólo en virtud de esta reiteración el tribunal lo concederá. De acuerdo con ello,
la regla general será que el tribunal de alzada conozca de la apelación de la sentencia
definitiva así como de las apelaciones que se concedan por la reiteración que se efectúe
dentro del plazo previsto en la ley en una misma oportunidad, sin que se contemple la
revisión por el tribunal de alzada por vía de apelación de las resoluciones que se dicten
durante el curso de la tramitación del asunto en la primera instancia.
Este precepto sobre la apelación diferida es de gran importancia y a su respecto
debemos tener presente lo siguiente:
a. La reiteración de la apelación se señala que debe efectuarse después de la
notificación de la sentencia que ponga término al juicio, expresión que es adecuada, puesto
que la reiteración de la apelación deberá verificarse tanto si se dicta la sentencia definitiva o
cualquiera interlocutoria que le ponga término, como sería la que declara el abandono del
procedimiento.
b. El plazo de cinco días para la reiteración de la apelación en la actualidad ha
quedado desfasado respecto del plazo de 10 días que se contempla actualmente para apelar
en contra de la sentencia definitiva, por lo que en este caso tendremos la reiteración de las
apelaciones deducidas en contra de sentencias que no revistan el carácter de sentencias
definitivas dentro del plazo de 5 días, y la apelación de la sentencia definitiva dentro del
plazo de 10 días, en ambos casos contados desde la notificación de esa resolución.
Creemos que lo lógico sería que la reiteración de las apelaciones en contra de
resoluciones deducidas durante el curso del procedimiento se haga al momento de deducir
el recurso de apelación, por lo que tratándose de la sentencia definitiva debería establecerse
que dicha reiteración de apelaciones debería efectuarse en el plazo de 10 días y al deducir el
recurso de apelación en contra de la sentencia definitiva. Lo ideal sería establecer como
regla general respecto de la reiteración de las apelaciones deducidas durante el curso del
procedimiento en contra de resoluciones que no revistan el carácter de sentencias
definitivas que ellas se reiteren al momento de deducir el recurso de apelación en contra de
la sentencia definitiva o de las resoluciones que ponga término al juicio o haga imposible su
continuación.
Sin embargo, esa regla general reconoce excepciones, esto es, existen apelaciones
en contra de determinadas resoluciones que no revisten el carácter de sentencia definitiva,
que una vez interpuestas durante la tramitación de primera instancia deben ser concedidas
de inmediato para ante el tribunal de alzada, no pudiéndose diferir su otorgamiento para
que ellas se reproduzcan luego de dictada la sentencia que ponga término al juicio.
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Las apelaciones que deben ser concedidas de inmediato por el tribunal de primera
instancia para ante el tribunal de alzada una vez que ellas han sido interpuestas, y respecto
de las cuales no cabe su concesión en forma diferida como es la regla general, son las que
se interponen en contra de las siguientes resoluciones:
a. Las que se refieren a la competencia del tribunal, b. Las que se refieren a la
inhabilidad del tribunal, c. Las que recaigan en incidentes sobre algún vicio que anule el
proceso d. Las que se dicten en los incidentes sobre medidas prejudiciales o precautorias.
Todas las apelaciones que se deduzcan en contra de estas resoluciones deberán ser
concedidas de inmediato por el tribunal de primera instancia para ante el tribunal de alzada,
el que deberá proceder a su conocimiento sin que ellas se acumulen para su vista conjunta
con la apelación que se deduzca en contra de la sentencia que ponga término al juicio,
como ocurre con las apelaciones en contra de las resoluciones que no revistan el carácter de
sentencia definitiva y que se rigen por la regla especial antes señalada.
9. Recurso de casación.
Respecto del recurso de casación no se establece ninguna modificación, por lo que
deberán aplicarse a su respecto las reglas generales que a su respecto se contemplan en el
Título XIX del Libro III del C.P.C. .
Debemos hacer presente respecto del recurso de casación en el fondo, que en la
actualidad el elemento cuantía del procedimiento no será un elemento que permita
establecer la improcedencia de éste al haberse eliminado la existencia de una determinada
cuantía como requisito de procedencia de este medio de impugnación en el artículo 767 del
C.P.C., modificado por la Ley 19. 374 de 18 de febrero de 1995.

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VI.- PROCEDIMIENTO ANTE LOS TRIBUNALES DE FAMILIA


La Ley Nº 19.968, publicada en el Diario Oficial el día 30 de Agosto del año 2004 y
que entró en vigencia el 1º de Octubre de 2005, crea los Tribunales de Familia. Se
modificó, a través de la ley 20.286, con vigencia desde el 15 de septiembre de 2008.
I.- DE LOS JUZGADOS DE FAMILIA Y SU ORGANIZACIÓN
a).- De los Juzgados de Familia Esta materia se encuentra regulada en el Título I,
Párrafo 1º de la Ley.
Se crean los juzgados especiales de familia, encargados de conocer los asuntos de
que trata esta ley y los que les encomienden otras leyes generales y especiales, de juzgarlos
y hacer ejecutar lo juzgado.
En lo no previsto por esta ley se regirán por las disposiciones del Código Orgánico
de Tribunales y las leyes que lo complementan. La conformación de cada Juzgado de
Familia tendrá el número de jueces que señala esta misma ley.
Estos Juzgados contarán con un Consejo Técnico, una Administrador y una Planta
de Empleados de Secretaría y se organizarán en unidades administrativas.
Cada juez deberá ejercer unipersonalmente la potestad jurisdiccional respecto de
los asuntos que las leyes encomienden a los juzgados de familia.
b).- Consejo Técnico Cada juzgado de familia tendrá un Consejo Técnico
interdisciplinario, integrado por profesionales especializados en asuntos de familia e
infancia. (art. 6).
Los requisitos para ser miembro del consejo técnico son: (art. 7)
1.- Tener título profesional de una carrera que tenga al menos 8 semestres de
duración, otorgado por alguna universidad o instituto profesional del Estado o reconocido
por éste.
2.- Acreditar experiencia profesional idónea y formación especializada en materias
de familia e infancia de, al menos, dos semestres de duración, impartida por alguna
universidad o instituto de reconocido prestigio que desarrollen docencia, capacitación o
investigación en dichas materias.
Los miembros de este consejo son auxiliares de la administración de justicia.
El Consejo Técnico deberá asesorar, individual o colectivamente a los jueces en el
análisis y mejor comprensión de los asuntos sometidos a su conocimiento, en el ámbito de
su especialidad. Los profesionales de dicho Consejo tienen las siguientes atribuciones:
1.- Asistir a las audiencias de juicio a que sean citados, a objeto de dar sus opiniones
técnicas cuando se les solicite.
2.- Asesorar al juez para la adecuada comparecencia y declaraciones de los niños,
niñas o adolescentes.

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3.- Evaluar, a requerimiento del juez, si es pertinente derivar a mediación o


aconsejar conciliación entre las partes, junto con sugerir los términos en que ésta se pueda
llevar a efecto.
4.- Asesorar al juez, a requerimiento de éste, en la evaluación de cuando exista una
situación de riesgo inminente para una o más personas de sufrir un maltrato constitutivo de
violencia intrafamiliar, incluso cuando éste no se haya llevado a cabo, prescrito en el
artículo 7 de la Ley 20.066 sobre Violencia intrafamiliar
5.- En definitiva asesorar al juez en todas las materias relacionadas con su
especialidad. (Artículo 5).
II.- DE LA COMPETENCIA
La competencia de los juzgados de familia se encuentra prescrita en el artículo 8° de
la Ley (Leer artículo en la ley)
1.- Conocer y resolver las causas relativas al derecho de cuidado personal de los
niños, niñas o adolescentes.
2.- Conocer y resolver las causas relativas al derecho y el deber del padre o de la
madre que no tenga el cuidado personal del hijo, a mantener con éste una relación directa y
regular.
3.- Conocer y resolver las causas relativas al ejercicio, suspensión o pérdida de la
patria potestad, a la emancipación y a las autorizaciones a que se refieren los párrafos 2º y
3º del Título X del Libro I del Código Civil.
4.- Conocer y resolver las causas relativas al derecho de alimentos.
5.- Conocer y resolver los disensos para contraer matrimonio.
6.- Conocer y resolver las guardas, con excepción de aquellas relativas a pupilos
mayores de edad y las que dicen relación con la curaduría de la herencia yacente y sin
perjuicio de lo establecido en el inciso segundo del artículo 494 del Código Civil.
7.- Conocer y resolver todos los asuntos en que aparezcan niños, niñas o
adolescentes gravemente vulnerados o amenazados en sus derechos, respecto de los cuales
se requiera adoptar una medida de protección conforme al artículo 30 de la Ley de
Menores.
8.- Conocer y resolver las acciones de filiación y todas aquellas que digan relación
con la constitución o modificación del estado civil de las personas.
9.- Conocer y resolver todos los asuntos en que se impute la comisión de cualquier
falta a adolescentes mayores de 14 y menores de 16 años de edad, y las que se imputen a
adolescentes mayores de 16 y menores de 18 años, que no se encuentren contempladas en
el inciso 3° del artículo 1° de la ley N° 20.084. Tratándose de hechos punibles cometidos
por un niño o niña, el juez de familia procederá de acuerdo a lo prescrito en el artículo 102

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N, es decir, citará a su padre, madre o a quien lo tenga a su cuidado a una audiencia, para
los fines del artículo 234 del Código Civil.
10.- Conocer y resolver la autorización para la salida de niños, niñas o adolescentes
del país, en los casos en que corresponda de acuerdo con la Ley.
11.- Conocer y resolver las causas relativas al maltrato de niños, niñas o
adolescentes de acuerdo a lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 62 de la Ley Nº
16.618.
12.- Conocer y resolver los procedimientos previos a la adopción de que trata el
Título II de la Ley Nº 19.620.
13.- Conocer y resolver el procedimiento de adopción a que se refiere el Título III
de la Ley Nº 19.620.
14.- Conocer y resolver los siguientes asuntos que se susciten entre cónyuges,
relativos al régimen patrimonial del matrimonio y los bienes familiares:
a).- Separación judicial de bienes.
b).- Las causas sobre declaración y desafectación de bienes familiares y la
constitución de derechos de usufructo, uso o habitación sobre los mismos.
15.- Conocer y resolver las acciones de separación, nulidad y divorcio reguladas en
la Ley de Matrimonio Civil.
16.- Conocer y resolver los actos de violencia intrafamiliar. 17.- Conocer y resolver
toda otra materia que la ley les encomiende.
III.- DEL PROCEDIMIENTO
El procedimiento se encuentra regulado en los Títulos III y IV, a saber, en el título
III tenemos, párrafo primero: De los principios del procedimiento; párrafo segundo: De las
reglas generales; párrafo tercero: De la prueba; párrafo cuarto: Del procedimiento ordinario
ante los juzgados de familia. En el título IV encontramos en el párrafo primero: Los
procedimientos especiales; en el párrafo segundo: Del procedimiento relativo a los actos de
violencia intrafamiliar; en el párrafo tercero: De los actos judiciales no contenciosos; y en
el párrafo cuarto: Procedimiento Contravencional ante los Tribunales de Familia.
El procedimiento que se aplicará en los juzgados de familia será oral, concentrado y
desformalizado.
Primarán los principios de la inmediación, actuación de oficio y búsqueda de
soluciones colaborativas entre partes.
Esta materia que contiene los principios se encuentra regulada en el Título III,
párrafo primero, desde el artículo 9 al 16 de la Ley N° 19.968.
A.- Principios del Procedimiento
Los principios del procedimiento de los juzgados de familia se encuentran en el
párrafo primero del Título III de la Ley de Tribunales de Familia, y son los siguientes:
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1.- Oralidad:
La regla general es que todas las actuaciones procesales del procedimiento ante los
Tribunales de Familia serán orales, por lo tanto, las excepciones estarán expresadas en la
presente Ley. Como se dijo anteriormente, las actuaciones procesales serán orales, salvo las
excepciones contenidas en la propia ley de Tribunales de Familia, sin embargo, estos
tribunales deberán llevar un sistema de registro de las dichas actuaciones orales, el cual
debe garantizar la conservación y reproducción de su contenido y dar fe de los mismos. En
este mismo orden de cosas, la Conciliación que pueda producirse en las audiencias orales
deberá consignarse en extracto, manteniendo fielmente los términos del acuerdo que
contengan. (Artículo 10).
2.- Concentración:
El procedimiento se desarrollará en audiencias continuas y podrá prolongarse en
sesiones sucesivas, hasta que estas concluyan, sin embargo, el tribunal sólo podrá
reprogramar una audiencia, en casos excepcionales y hasta por dos veces durante todo el
juicio, si no está disponible prueba relevante decretada por el juez. Esta nueva audiencia
deberá celebrarse dentro de los 60 días siguientes a la fecha de la anterior. Asimismo el
tribunal podrá suspender una audiencia durante su desarrollo, hasta por dos veces
solamente y por el tiempo mínimo necesario de acuerdo con la causa invocada, por motivos
fundados diversos del señalado anteriormente. Esta reprogramación se notificará de
acuerdo a la propuesta de notificación señalada por la parte en su primera actuación
(generalmente), con a los menos 3 días de anticipación, la resolución que suspende la
audiencia fijará la fecha y hora de su continuación, la que se tendrá que realizar dentro de
los 30 días siguientes. (Artículo 11).
3.- Inmediación:
Las audiencias y diligencias de prueba que se realicen serán siempre ante la
presencia del juez, la delegación de funciones queda estrictamente prohibida, y conllevan la
sanción de nulidad procesal. Por lo mismo el juez se formará su convicción para fallar
sobre la base de las alegaciones y pruebas que ellos personalmente haya recibido y con las
que se reciban de acuerdo a lo estipulado en el artículo 61 N° 9, es decir, prueba anticipada.
(Artículo 12).
4.- Actuación de Oficio:
El juez debe adoptar de oficio, una vez promovido el proceso y en cualquier estado
del mismo, todas las medidas necesarias para llevarlo a término con la mayor celeridad.
Principalmente se deberá aplicar este principio en lo referente a medidas destinadas a
otorgar protección a los niños, niñas y adolescentes y a las víctimas de VIF. El juez también
deberá dar curso progresivo al procedimiento, salvando los errores formales y omisiones

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subsanables, incluso solicitando a las partes antecedentes necesarios para la debida


tramitación y fallo de la causa. (Artículo 13).
5.- Colaboración:
Este principio se refiere a que se privilegiarán soluciones acordadas por las partes,
con el fin de bajar la confrontación entre las partes. (Artículo 14).
6.- Publicidad:
Todas las actuaciones jurisdiccionales y procedimientos administrativos del tribunal
son públicos. La excepción es cuando a petición de parte, y existiendo un peligro que afecte
la privacidad de las partes, especialmente niños, niñas y adolescentes, el tribunal podrá
tomar las siguientes medidas: a).- Impedir el acceso u ordenar la salida de personas
determinadas de la sala. b).- Impedir el acceso del público en general u ordenar su salida
para la práctica de diligencias específicas. (Artículo 15).
7.- Interés Superior del Niño, Niña o Adolescente y Derecho a ser Oído:
En el inciso 3° del artículo 16 de la Ley N° 19.968, se determina para todos los
efectos legales, que son considerados niño o niña a todo ser humano que no ha cumplido
los catorce años de edad, y que son considerados adolescentes todo ser humano desde los
catorce años hasta que cumpla los dieciocho años de edad. El objeto de este principio, es
que, todos los nombrados tengan garantizados el ejercicio y goce pleno y efectivo de sus
derechos y garantías, sin importar ninguna diferencia de nacionalidad, estirpe, sexo, etc.,
sino que, por el sólo hecho de encontrarse en el territorio nacional tengan esta garantía. Este
interés superior y el derecho a ser oído los niños, niñas y adolescentes, es un principio
rector que deberá tener en cuenta el juez al momento de resolver el conflicto que amerita su
pronunciamiento. (Artículo 16).
B.- DEL PROCEDIMIENTO ORDINARIO
Se encuentra regulado en el párrafo cuarto del Título III de la Ley que crea los
Tribunales de Familia (artículo 55 al 67).
Se aplica este procedimiento a todos los asuntos contenciosos cuyo conocimiento
corresponda a los juzgados de familia y que no tengan señalado otro distinto en ésta u otras
leyes. Este procedimiento, respecto de estos últimos tendrán carácter supletorio.
1.- La Demanda
El proceso comienza por demanda oral o escrita (art. 56).
Esta demanda deberá contener los requisitos del artículo 254 del Código de
Procedimiento Civil (art. 57), además pueden acompañarse documentos que tengan relación
con la causa, cuando la naturaleza y oportunidad de las peticiones así lo requiera, y en el
caso de las materias que requieran mediación previa, se deberá acompañar certificado que
acredite su cumplimiento.

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Recepcionada la demanda, el Tribunal cita a las partes a una Audiencia Preparatoria,


que debe realizarse en el más breve plazo.
Dicha audiencia se celebrará, una vez notificada, con las partes que asistan, y
aquella que no asista le afectará todas las resoluciones que se dicten en ella, sin necesidad
de ulterior notificación.
La notificación de la resolución que cita a la Audiencia Preparatoria, deberá ser
realizada con una anticipación de a lo menos 15 días. (art. 59).
2.- Estudio particular de los requisitos de la demanda.
Las demandas para presentarlas ante los tribunales de familia, deben cumplir los
siguientes requisitos:
a).- Los comunes a todo escrito:
- Debe presentarse en papel.
- Debe estar firmada. En el caso de la demanda irán las firmas del demandante, y la
de su abogado patrocinante y apoderado(s).
b).- Los comunes a toda demanda:
- De acuerdo al auto acordado de la Corte de Apelaciones, irá encabezada de una
pre suma, el auto acordado es de fecha 19 de diciembre de 1988 y publicada en el Diario
Oficial el 21 de enero de 1989, el cual ha tenido varias modificaciones posteriores, siendo
la primera el año 1993. Su objetivo principal es distribuir las causas en los distintos
juzgados existentes en un territorio jurisdiccional.
- La Suma: la cual está prescrita en el artículo 30 del Código de Procedimiento
Civil, y que tiene por objeto indicar al tribunal el contenido de la demanda o el trámite de
que se trata, es una especie de anuncios de las peticiones que se someterán al tribunal.
- Los requisitos del artículo 254 del CPC, es decir, la designación del tribunal ante
quien se entable; el nombre, domicilio y profesión u oficio del demandante y de las
personas que lo representen, y la naturaleza de la representación; el nombre, domicilio y
profesión u oficio del demandado; la exposición clara de los hechos y fundamentos de
derecho en que se apoya; y la enunciación precisa y clara, consignada en la conclusión de
las peticiones que se sometan al fallo del tribunal.
La petición concreta, en general de las demandas presentadas ante los juzgados de
familia, es solicitar que se tenga interpuesta demanda de… en contra de don… y decretarlo
así el tribunal, con costas.
Por ejemplo, en el caso de un divorcio “POR TANTO, En mérito de lo expuesto y
lo dispuesto en el artículos 55 inciso 3º de la Ley Nº 19.947, normas legales pertinentes y
vigentes, SOLICITO A US., tener por interpuesta demanda en juicio ordinario de divorcio
unilateral por cese efectivo de la convivencia en contra de don JUAN PÉREZ
GONZÁLEZ, ya individualizado, acogerla a tramitación, y en definitiva declarar el
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divorcio del matrimonio celebrado con fecha 6 de Julio de 1988, ante el Oficial del Registro
Civil de la circunscripción de Santiago, inscrito bajo el Nº 884, del Registro de
Matrimonios del año 1988, ordenando realizar las subscripciones correspondientes, con
costas.”
c).- Los que habilitan para demandar en juicio de familia:
- Que se refiera a las materias señalas en el artículo 8 de la Ley Nº 19.968.
(competencia)
- Que se acompañe documento fundante de la acción y que acredite titularidad de la
misma. (certificado de nacimiento, de matrimonio, etc)
- Si es de aquellas materias que requieren instancia de mediación previa y
obligatoria, acompañar certificado de mediación frustrada. (cuidado personal, relación
directa y regular y alimentos)
- Acompañar documentos especiales en algunas materias que la ley las exige.
(acuerdo regulatorio completo y suficiente, notificación de cese efectivo de la convivencia,
etc)
Por último señalar que la demanda debe cumplir con las norma de la Ley Nº 18.120
sobre comparecencia en juicio, es decir, debe contar la demanda con patrocinio de abogado
habilitado para el ejercicio de la profesión, y designar un mandatario judicial, sin perjuicio
de las excepciones que prescribe la misma ley sobre tribunales de familia, como en los
casos de los procedimientos especiales: medidas de protección y violencia intrafamiliar)
Al presentar la demanda, el tribunal dictará una resolución del siguiente tenor:
“A lo principal: Por admitida a tramitación demanda de divorcio por cese de la
convivencia. Traslado. Atendido lo prescrito en el artículo 67 inciso 1° de la Ley N°
19.947, modificada por la Ley N° 20.286, vengan las partes personalmente, sin perjuicio de
sus apoderados, a la audiencia preparatoria que se celebrará el día 24 de marzo de 2015, a
las 10:30 horas. Contéstese la demanda dentro del plazo legal conferido por el artículo 58
de Ley N° 19.968.”
3.- Control de admisibilidad
Los tribunales realizarán un control de admisibilidad de las demandas, denuncias y
requerimientos que se presenten. (art. 54-1)
En caso de no concurrir con los requisitos del artículo 57, el tribunal ordenará se
subsanen los defectos en un plazo que él mismo señale, bajo apercibimiento de tenerse por
no presentada.
En esta misma etapa de recepción el juez procederá de oficio o a petición de parte a
decretar medidas cautelares, incluyendo los alimentos provisorios.

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El tribunal también conocerá de los avenimientos y transacciones presentados por


las partes, aprobándolos no siendo contrarios a derecho. Si la mediación se frustró y así
consta en el acta, dispondrá la continuación del procedimiento judicial.
4.- La Contestación de la demanda y la demanda reconvencional
La contestación es por escrito y debe cumplir con los mismos requisitos que se
estipulan para la demanda en el artículo 57 de la Ley, se debe presentar con al menos 5 días
de anticipación a la realización de la audiencia. Si se desea reconvenir, debe hacerlo de la
misma forma y conjuntamente con la contestación de la demanda.
Deducida la reconvención, el tribunal debe conferir traslado al demandante, quien
deberá contestarla en la misma audiencia por escrito o en forma oral. La reconvención
continuará su tramitación conjuntamente con la cuestión principal. (art. 58).
5.- Audiencia Preparatoria
A esta audiencia, las partes deben concurrir personalmente, igual que a la de juicio,
sin perjuicio de la asistencia de sus patrocinantes y apoderados.
Con todo, el tribunal puede eximir de comparecencia personal a alguna de las
partes, a base de una resolución fundada. Asimismo, el demandado que tenga su domicilio
en un territorio jurisdiccional distinto de donde se le demandó, podrá contestar y reconvenir
ante el juez de familia de su domicilio, esto sin perjuicio, de designar un representante para
que comparezca a las audiencias respectivas (art. 60).
6.- Desarrollo de la Audiencia Preparatoria
La audiencia preparatoria nos la señala el artículo 61 de la Ley N° 19.968, y que en
la práctica se desarrolla de la siguiente forma:
- El demandante ratifica oralmente y en forma sintética el contenido de la demanda.
- El demandado ratifica oralmente también la contestación de la demanda, que fue
presentada por escrito con al menos 5 días de anticipación a la audiencia.
- En su caso, el demandado ratifica oralmente la demanda reconvencional, también
interpuesta en el plazo que tiene para contestar la demanda.
- Si hubo demanda reconvencional el demandante original, demandado
reconvencional, debe contestar en la audiencia oralmente o por escrito.
- Contestada la demanda o la reconvencional, las excepciones que se opongan se
tramitarán conjuntamente y se fallarán en la sentencia definitiva. Sin embargo, el juez
deberá pronunciarse inmediatamente de las que dicen relación con la incompetencia, la
falta de capacidad o personería, la corrección del procedimiento y de prescripción, siempre
que sean admisibles.
- El tribunal deberá decretar las medidas cautelares que procedan, de oficio o a
petición de parte. En el caso que se hubieran dictado con antelación a la audiencia, el
tribunal deberá resolver si las mantiene.
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- Promover, a iniciativa del tribunal o a petición de parte, sujetar el conflicto a


mediación familiar (señalado en el Título V), caso en el que se suspenderá el procedimiento
judicial.
- Llamado a conciliación total o parcial de parte del tribunal, proponiendo para ello
bases de arreglo a las partes.
- El tribunal deberá determinar el o los objetos del juicio.
- El tribunal deberá fijar los hechos que deben ser probados, y también se deberán
fijar las convenciones probatorias acordadas por las partes.
- El demandante ofrecerá su prueba al tenor de los hechos a probar fijados por el
tribunal.
- El demandado ofrecerá su prueba al tenor de los hechos a probar fijados por el
tribunal.
- El tribunal realizará un examen de admisibilidad de las pruebas ofrecidas, y deberá
excluir aquellas que fueran manifiestamente impertinentes, tuvieran por objeto acreditar
hechos públicos y notorios, resulten sobreabundantes o hayan sido obtenidas con infracción
de garantías fundamentales, las demás serán admitidas y se deberán rendir en la audiencia
de juicio. (artículo 30) Además el tribunal podrá decretar la práctica de otras pruebas que
estime necesarias.
- El tribunal excepcionalmente, y por motivos fundados, deberá recibir la prueba
que sea posible rendir en ese momento. La documental que se rinda en dicha oportunidad
no radicará la causa en la persona del juez que la reciba.
- Por último, el tribunal deberá dictar una resolución que cita a audiencia de juicio
en que fija la fecha y hora de ésta, la cual debe ser realizada en un plazo no superior a
treinta días, contado desde la audiencia preparatoria. Las partes se entenderán citadas a la
audiencia de juicio por el sólo ministerio de la ley, la cual se realizará con las partes que
asistan, afectándole a la que no concurra todas las resoluciones que se dicten en ella, sin
necesidad de posterior notificación (artículo 59, inciso 3º).
Sin perjuicio de ello el juez podrá, previo acuerdo de las partes, desarrollar la
audiencia de juicio inmediatamente de finalizada la preparatoria.
Para el desarrollo de la audiencia regirán, en cuanto resulten aplicables, las reglas
establecidas para la audiencia de juicio. (art. 61 inciso final).
7.- La Prueba en la Audiencia Preparatoria
Si bien la prueba generalmente se rinde en la audiencia de juicio, no es menos cierto
que hay ciertas regulaciones de ésta, que se definen en esta audiencia preparatoria, así
tenemos las siguientes situaciones:
A).- Prueba en la Audiencia Preparatoria

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La Ley N° 19.968, señala que el procedimiento ordinario contará con dos


audiencias, la primera es la preparatoria, y la segunda es la de juicio, y es en esta última en
la que se rinde la prueba, ya que la primera es sólo para preparar la entrada al juicio. Sin
embargo, el artículo 61 de la ley en su número 9), señala que el tribunal, en la audiencia
preparatoria, procederá a recibir la prueba que sea posible rendir en ese momento.
Asimismo en el número 10 se señala que, el juez, previo acuerdo de las partes, podrá
desarrollar la audiencia de juicio inmediata. Como ejemplo de aquello podemos señalar lo
que actualmente ocurre en los Tribunales de Familia, en relación con los juicios de divorcio
de mutuo acuerdo, en que al ser citadas las partes a la audiencia preparatoria, se pueden
acoger al artículo 61 Nº 10 de la ley, y se transforma en audiencia de juicio, por lo tanto se
rinden todas las pruebas necesarias, como testimonial, acuerdo regulatorio completo y
suficiente, etc. Y al final de la audiencia se dicta inmediatamente sentencia por el tribunal,
incluso se da lectura resumida inmediatamente y las partes quedan notificadas
personalmente en el acto, las que además, pueden renunciar a los recursos y plazos legales.
B).- Convenciones Probatorias
Son aquellas que, durante la audiencia preparatoria, las partes en conjunto, pueden
solicitar al juez de familia que dé por acreditados ciertos hechos, los que no podrán ser
discutidos en la audiencia de juicio. Sobre la base de la demanda y la contestación, el juez
podrá formular proposiciones a las partes sobre esta materia.
El juez aprobará sólo aquellas convenciones probatorias que no sean contrarias a
derecho, teniendo en vista los intereses de los niños, niñas o adolescentes involucrados en
el conflicto. Por último el juez debe verificar que el consentimiento a presentar las
convenciones probatorias ha sido prestado en forma libre y voluntaria. (art. 30).
C).- Exclusión de Prueba
El juez después de estudiar la admisibilidad de las pruebas ofrecidas, de resolver las
convenciones probatorias y de escuchar a las partes que hubieren comparecido a la
audiencia preparatoria, ordenará fundadamente que se excluyan de ser rendidas en el juicio
aquellas que fueran manifiestamente impertinentes, tuvieren por objeto acreditar hechos
públicos y notorios, resulten sobreabundantes o hayan sido obtenidas con infracción de
garantías fundamentales. (art. 31)
8.- Resolución que cita a juicio
Finalizada la audiencia preparatoria sin solución alternativa del conflicto, el juez
dictará una resolución, que contendrá lo siguiente (art. 62):
a).- La o las demandas que deban ser conocidas en el juicio, así como las
contestaciones que hubieren sido presentadas, fijando el objeto del juicio.
b).- Los hechos que se dieren por acreditados (convenciones probatorias - art. 30).

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c).- Las pruebas que deberán rendirse en la audiencia de juicio. Audiencia de Juicio
El objetivo de la audiencia de juicio es recibir la prueba admitida por el tribunal, y la
decretada por éste. La audiencia se realizará en un solo acto, pudiendo prolongarse en
sesiones sucesivas, si es necesario. (art. 63).
Durante la audiencia de juicio, el juez debe proceder a:
- Verificar la presencia de las personas que hubieren sido citadas a la audiencia y
declarar iniciado el juicio.
- Señalar el objetivo de la audiencia.
- Disponer que los testigos y peritos que hubieren comparecido hagan abandono de
la sala de audiencia.
- Adoptar las medidas necesarias para garantizar el adecuado desarrollo de la
audiencia de juicio, pudiendo disponer la presencia en ella de uno o más miembros del
consejo técnico, como asimismo podrá ordenar, en interés superior del niño, niña o
adolescente, que éste u otro miembro del grupo familiar se ausente durante determinadas
actuaciones.
9.- La Prueba en la Audiencia de Juicio
La prueba se rendirá de acuerdo al orden que fijen las partes, comenzando por la del
demandante. Al final se rendirá la prueba ordenada por el juez. (art. 64)
Los hechos podrán ser probados por cualquier medio producido en conformidad a la
ley, es decir, existe libertad de prueba. (art. 28).
Las partes incluso, pueden solicitar al juez que ordene la generación de otros medios
de prueba de que tengan conocimiento y que no dependan de ellas, como de órganos o
servicios públicos o de terceras personas. (art. 29).
El artículo 54 de la Ley de Tribunales de Familia, además señala otros medios de
prueba no regulados expresamente, como son las películas cinematográficas, fotografías,
video grabaciones y otros sistemas de reproducción de la imagen o del sonido, versiones
taquigráficas y, en general, cualquier medio apto para producir fe.
El juez deberá incorporarlas al procedimiento, adecuándolas, en lo posible, a un
medio de prueba análogo.
10.- Prueba Testimonial
Toda persona que sea citada a declarar judicialmente, salvo las exceptuadas
legalmente, deberá concurrir a prestar su declaración, declarar la verdad sobre lo que se le
pregunte y de no ocultar hechos, circunstancias o elementos acerca del contenido de su
declaración.
Aquél testigo que no se presente a la audiencia a declarar sin justa causa, se le
apercibirá con arresto, y además se le podrá imponer el pago de las costas provocadas por
su inasistencia.
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El testigo que se niegue a declarar sin justa causa, será sancionado con las penas que
establece el inciso segundo del artículo 240 del Código de Procedimiento Civil, es decir,
con reclusión menor en su grado medio a máximo.
Las personas que se encuentran exceptuadas de comparecer al llamamiento judicial,
y que pueden declarar de una forma diversa, se encuentran en el artículo 35 y 36 de la Ley
de Tribunales de Familia.
Los testigos tendrán derecho a negarse a responder preguntas, que por sus
respuestas puedan acarrearle peligro de persecución penal por un delito a él, a su cónyuge,
a su conviviente, a sus ascendientes o descendientes, a sus parientes colaterales hasta el
segundo grado de consaguinidad o afinidad, a su pupilo o a su guardador, a su adoptante o
su adoptado.
A los testigos en la Audiencia de Juicio, el juez les tomará el juramento o promesa
de decir verdad sobre lo que se les va a preguntar, con excepción de los testigos menores de
18 años, a quienes no se les tomará juramento o promesa, luego señalarán los antecedentes
relativos a su persona, (art. 38, 39 y 64).
En los procedimientos de familia no existirán testigos inhábiles, sin embargo las
partes podrán realizar preguntas que tiendan a mostrar su credibilidad o no, la existencia de
vínculos con alguna de las partes que afectaren o pudieren afectar su imparcialidad, o algún
otro defecto de idoneidad.
Los testigos deberán dar razón si los hechos que declaran los presenciaron, los
dedujeron de antecedentes que le fueren conocidos o si los hubiere oído referir a otras
personas (art.40).
Los testigos niños, niñas o adolescentes, sólo podrán ser interrogados por conducto
del juez, salvo que éste autorizara su interrogatorio directo, por su grado de madurez, y se
estime que no afectará su persona.
Los testigos serán interrogados por las partes comenzando por aquella que los
presenta.
El juez, luego de ser interrogados los testigos por las partes, podrá efectuar
preguntas a los testigos, con la finalidad de pedir aclaraciones o adiciones de sus
testimonios (art. 64 inciso tercero).
En el caso de testigo sordo, las preguntas le serán dirigidas por escrito, si fuere
mudo, dará por escrito sus respuestas, y si el testigo fuere sordomudo, su declaración será
recibida por intermedio de una o más personas que pudieren entenderse con él, y en el caso
de los dos primeros, si no pudieren darse a entender por escrito, se les aplicará esto último.
Si el testigo no supiera el idioma castellano, se examinará por medio de un
intérprete mayor de 18 años.
11.- Prueba Pericial
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En la Audiencia de juicio, los peritos señalarán los antecedentes relativos a su


persona, y el juez les tomará el juramento o promesa de decir verdad sobre lo que se les va
a preguntar.
Las partes al solicitar que sean citados peritos de su confianza a la audiencia de
juicio, deberán acompañar antecedentes que acrediten la idoneidad profesional de los
mismos. Esto sin perjuicio, que el juez de oficio o a petición de parte solicite la elaboración
de informes de peritos de algún órgano público u organismo acreditado ante el Sename.
En todo caso los informes periciales deberán ser entregados por escrito, con el
objeto de ponerlos en conocimiento de la otra parte, los decretados por el juez
anteriormente citados, el informe deberá entregarse con una antelación de a lo menos cinco
días a la audiencia de juicio.
Los peritos no podrán ser inhabilitados, sin embargo durante la audiencia se les
podrán dirigir preguntas orientadas a determinar su objetividad e idoneidad, así como el
rigor técnico o científico de sus conclusiones. Los peritos deberán exponer brevemente el
contenido y las conclusiones de su informe y luego podrán ser interrogados por las partes
La declaración de los peritos en la audiencia de juicio se realizará igual que la de los
testigos, con las siguientes excepciones (artículo 49):
- Si el perito se negare a prestar declaración, se le aplicará lo estipulado para los
testigos en el artículo 34, esto es, apercibirlo bajo arresto, pago de las costas por su
inasistencia, o aplicarle la sanción de reclusión menor en su grado medio a máximo.
- El juez, con acuerdo de las partes, podrá eximir de concurrir a prestar declaración
al perito, admitiendo en dicho caso el informe pericial como prueba.
El juez, una vez interrogados por las partes, podrá efectuar preguntas al perito, con
el objeto que aclare o adicione a su testimonio.
12.- Declaración de las Partes
Las partes podrán solicitar del juez la declaración de las demás sobre hechos y
circunstancias de los que tengan noticias y que guarden relación con el objeto del juicio
(art. 50).
Las preguntas se formularán afirmativamente o en forma interrogativa, pero con
precisión y claridad, sin incorporar valoraciones ni calificaciones.
El juez deberá resolver las objeciones que se formulen, previo debate de las partes.
Si la parte debidamente citada, no comparece a la audiencia, o comparece y se niega a
declarar o da respuestas evasivas, el juez podrá reconocer como ciertos los hechos
contenidos en las afirmaciones de la parte que solicitó la declaración.
Una vez concluida la declaración de las partes, el tribunal podrá dirigir todas aquella
preguntas destinadas a obtener aclaraciones o adiciones a sus dichos, además cuando no sea

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obligatorio intervenir mediante abogados, las partes, con autorización del juez, podrán
efectuarse recíprocamente preguntas y observaciones pertinentes.
13.- Otros Medios de Prueba
Se podrán acompañar documentos, los que serán exhibidos y leídos en el debate,
con indicación de su origen.
Las películas cinematográficas, fotografías, fonografías, video grabaciones y otros
sistemas de reproducción de la imagen o del sonido, versiones taquigráficas y en general,
cualquier medio apto para producir fe, se podrán admitir como pruebas.
El juez determinará su forma de incorporación, adecuándolo al medio más análogo.
Las grabaciones, los elementos de prueba audiovisuales, computacionales o
cualquier otro de carácter electrónico apto para producir fe, se reproducirán en la audiencia
por cualquier medio idóneo para su percepción por los asistentes.
El juez podrá autorizar, con acuerdo de las partes,, la lectura o reproducción parcial
o resumida de los medios de prueba mencionados, cuando pareciere conveniente y se
asegurare el conocimiento de su contenido.
Todos estos medios podrán ser exhibidos a los declarantes durante sus testimonios,
para que los reconozcan o se refieran a su conocimiento.
14.- Prueba Nueva
De acuerdo a lo estipulado en el artículo 63 bis de la ley, a petición de alguna de las
partes, el juez puede recibir pruebas que no hayan sido ofrecidas oportunamente, siempre
que se justifique no haber sabido de su existencia sino hasta ese momento y con tal que el
juez considere como esencial para la resolución del conflicto.
Si existiere controversia respecto de la veracidad, autenticidad o integridad de
alguna prueba rendida, el juez podrá recibir nueva prueba con el fin de esclarecer dichos
puntos, aunque no hayan sido ofrecidos oportunamente y siempre que no se haya podido
precaver su necesidad.
Una vez finalizada la prueba, el juez podrá solicitar a un miembro del Consejo
Técnico que emita su opinión respecto de la prueba rendida, de acuerdo a su especialidad.
Finalmente las partes formularán oralmente y en forma breve las observaciones a la prueba
y a la opinión del miembro del Consejo Técnico, así como sus conclusiones, y con derecho
a replicar respecto de las conclusiones argumentadas por los demás.
15.- Desarrollo de la audiencia de juicio
En definitiva, según lo visto anteriormente respecto de la audiencia de juicio, esta en
términos generales se desarrolla de la siguiente manera:
- El tribunal dará inicio a la audiencia una vez que haya verificado la presencia de
de quienes han sido citados como las partes, testigos, peritos, etc.
- Señalará el objetivo de la audiencia.
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- La parte demandante rendirá, incorporará o producirá la prueba que haya ofrecido


en la audiencia preparatoria, en el orden que hayan fijado las partes.
- La parte demandada rendirá, incorporará o producirá toda la prueba que haya
ofrecido en la audiencia preparatoria.
- Luego el tribunal rendirá, incorporará o producirá toda la prueba decretada por él
en la audiencia preparatoria.
La prueba documental y los oficios solicitados se incorporarán dando lectura de
ellos en forma íntegra o bien en forma resumida, esto último según la pertinencia de su
contenido y autorizado por el juez. La prueba testimonial se rendirá, según lo siguiente:
El testigo hará ingreso a la sala, se deberá individualizar con su nombre, profesión u
oficio, domicilio, etc.
Luego el juez le tomará juramento o promesa de decir verdad de lo que se le va a
preguntar, realizado esto deberá ser examinado por el abogado de la parte que lo presentó,
quien le hará preguntas para acreditarlo (no existen testigos inhábiles y no hay tacha) y
luego preguntas sobre los hechos que va a deponer, al tenor de los hechos a probar.
No se le podrán hacer preguntas sugestivas, impertinentes, etc., de lo contrario se
podrán objetar las preguntas por la otra parte, lo que genera un incidente que deberá ser
resuelto por el juez inmediatamente.
Luego el abogado o apoderado de la parte contraria podrá contra examinarlo, es
decir, hacer preguntas para desacreditarlo y luego sobre lo declarado respecto de los
hechos, aquí a diferencia del examen le podrá realizar preguntas sugestivas (también se
pueden objetar las preguntas)
Posteriormente el juez podrá hacer preguntas al testigo con la finalidad de pedir
aclaraciones o adiciones a sus testimonios.
En el caso de los peritos es similar a la rendición de la prueba testimonial, con la
diferencia que, antes de comenzar el examen del abogado que lo presenta, el perito deberá
exponer brevemente el contenido y las conclusiones de su informe (artículo 64 inciso 2º), y
luego del examen seguirá el contra examen.
- Una vez rendida toda la prueba tanto por las partes como por el propio tribunal,
éste podrá pedir a un miembro del consejo técnico que emita opinión respecto de la prueba
rendida, en el ámbito de su especialidad.
- Las partes podrán realizar un alegato final breve, que consiste en las
observaciones a la prueba y la opinión del consejero técnico, en forma precisa y concreta,
con derecho a replicar respecto de las conclusiones argumentadas por las demás.
- Finalmente el tribunal dictará sentencia o veredicto y deferirá en éste último caso
la sentencia y su lectura para fecha posterior.
16.- Valoración de la Prueba
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Los jueces apreciarán la prueba de acuerdo a las reglas de la sana crítica, es decir,
no podrán contradecir los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los
conocimientos científicamente afianzados (art. 32).
La sentencia deberá hacerse cargo en su fundamentación de toda la prueba rendida,
incluso la desestimada, con sus razones.
La valoración de la prueba en la sentencia requerirá el señalamiento de los medios
de prueba mediante los cuales se dieren por acreditados cada uno de los hechos, de modo
de contener el razonamiento utilizado para alcanzar las conclusiones a que llegare la
sentencia.
17.- Sentencia
Una vez concluido el debate, el juez fallará de inmediato, indicando los
fundamentos principales tomados en consideración. (art.65).
Salvo que la audiencia se hubiera prolongado por más de dos días, en ese caso el
juez podrá postergar la decisión hasta el día siguiente hábil, indicando de aquello a las
partes al término de la audiencia.
La redacción del fallo, se podrá llevar a cabo en un plazo de cinco días, ampliables
por otros cinco por razones fundadas, fijando la fecha en que tendrá lugar la lectura de la
sentencia, la que podrá efectuarse de forma resumida.
18.- Contenido de la Sentencia Definitiva
De acuerdo al artículo 66 de la ley, ésta debe contener lo siguiente:
1.- Lugar y fecha en que se dicta.
2.- La individualización completa de las partes litigantes.
3.- Una síntesis de los hechos y de las alegaciones de las partes.
4.- El análisis de la prueba rendida, los hechos que estime probados y el
razonamiento que conduce a esa conclusión.
5.- Las razones legales y doctrinarias que sirvieren para fundar el fallo.
6.- La resolución de las cuestiones sometidas a la decisión del juzgado.
7.- El pronunciamiento sobre pago de costas y, en su caso, los motivos que tuviere
el juzgado para absolver de su pago a la parte vencida.
En caso que el juez ante quien se desarrolló la audiencia de juicio, no pudiera dictar
sentencia por causa legal sobreviniente, se deberá celebrar nuevamente.
19.- Recursos
Las resoluciones en estos juicios serán impugnables a través de los recursos y en las
formas que establece el Código de Procedimiento Civil, siempre que no sean incompatibles
con los principios del procedimiento ante los tribunales de familia y con las siguientes
modificaciones:

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a) La reposición se deberá presentar dentro de tercero día, salvo que en dicho plazo
se celebre una audiencia, entonces se interpondrá y resolverá en ella, asimismo ocurre en
caso que la resolución impugnada con reposición se dicte en una audiencia.
b) Serán apelables la sentencia definitiva de primera instancia, las resoluciones que
ponen término al procedimiento o hacen imposible su continuación y las que se refieran a
medidas cautelares.
c) La apelación se deberá entablar por escrito, será otorgará sólo en el efecto
devolutivo, con excepción de las sentencias definitivas que se pronuncien respecto de las
materias de filiación, constitución o modificación del estado civil de las personas;
autorizaciones para salida del país de niños, niñas y adolescentes; sobre adopción; y, las de
separación, nulidad y divorcio.
d) El tribunal de alzada conocerá y fallará la apelación sin esperar la comparecencia
de las partes, las que se entenderán citadas por el ministerio de la ley a la audiencia en que
se conozca y falle el recurso.
e) Una vez realizada la relación, los abogados de las partes podrán dividir el tiempo
de sus alegatos para replicar al de la otra parte.
f) El recurso de casación en la forma (art. 766 y siguientes del CPC) procederá con
las siguientes modificaciones:
1) Procederá sólo en contra de las sentencias definitivas de primera instancia y de
las interlocutorias de primera instancia que pongan término al juicio o hagan imposible su
continuación.
2) Sólo podrá fundarse en alguna de las causales expresadas en los números 1º, 2º,
4º, 6º, 7º, y 9º del artículo 768 del C PC, o en haber sido pronunciada la sentencia definitiva
con omisión de cualquiera de los requisitos enumerados en el artículo 66 de la presente ley.
g) Se entenderá cumplida la exigencia de patrocinio de los recursos de casación, por
la sola circunstancia de interponerlos el abogado que patrocine la causa.

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VI.- EL JUICIO DE ARRENDAMIENTO DE BIENES RAICES URBANOS.


1.- Generalidades.
A la entrada en vigencia del Código de Procedimiento Civil eran aplicables las
normas del contrato de arrendamiento contempladas en el Código Civil (arts 1.915 y
sgtes) .En el Código de Procedimiento Civil se regula en el Título VI del Libro III Los
Juicios Especiales del contrato de arrendamiento, contemplándose en el #1 El desahucio,
lanzamiento y retención ( arts 588 a 606);en el # 2 la terminación inmediata del contrato de
arrendamiento ( arts 607 a 614) y en el # 3 Las disposiciones comunes a dichos
procedimientos.
Con posterioridad, desde la entrada en vigencia del D.L. 520 de 1932, sucesivas
leyes fueron acentuando el carácter de contrato dirigido del arrendamiento de predios
urbanos: Ley 11.622, de 1954, conocida como Ley Pereira en homenaje al congresista que
impulsó su tramitación y posterior aprobación, Ley 17.600 de 1972, y D.L. 964 de 1975.
En esas leyes se procedió por el legislador, por motivos de conveniencia social, a
regular en forma especial el contrato de arrendamiento de viviendas, limitando la
autonomía de la voluntad para proteger al arrendatario, regulando las rentas máximas a
cobrar y los plazos de desahucio.
En la actualidad y desde el 29 de enero de 1982, rige la Ley 18.101 respecto del
arrendamiento de bienes raíces urbanos, que se contiene en el apéndice del Código Civil.
La última modificación a esa Ley fue introducida por la Ley 19.866, publicada en el diario
oficial de 11 de abril de 2003, la que tiene como objetivo modernizar la normativa
reguladora de los arrendamientos de previos urbanos, y especialmente, en relación con el
procedimiento a considerar para la tramitación de esos juicios.
En el artículo 1° de la Ley 18.101 se señala cual es el ámbito de aplicación de esa
normativa, señalándonos que rige respecto de los contratos de arrendamiento de bienes
raíces urbanos, entendiéndose por tales los ubicados dentro del radio urbano respectivo. Los
contratos de arrendamiento respecto de esos bienes raíces urbanos se rigen por las
disposiciones especiales de esa ley, y en lo no previsto por ella, por el Código Civil.
Las normas de dicha ley 18.101 se aplican también a los arrendamientos de
viviendas ubicadas fuera del radio urbano, aunque incluyan terreno, siempre que su
superficie no exceda de una hectárea. El contrato de arrendamiento de cualquier otro predio
rústico como cualquiera otra convención que tenga por objeto su explotación por terceros,
así como las medierías y aparcerías se rigen por las normas contenidas en el Decreto Ley
993, de 1975, que se contiene en el apéndice del Código Civil.
Conforme al artículo 2 de la Ley 18.101 ella no es aplicable a los siguientes bienes
raíces urbanos:

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1.- Predios de cabida superior a una hectárea y que tengan aptitud agrícola,
ganadera o forestal, o estén destinados a ese tipo de explotación;
2.- Inmuebles fiscales;
3.- Viviendas que se arrienden por temporadas no superiores a tres meses, por
períodos continuos o discontinuos, siempre que lo sean amobladas y para fines de
descanso o turismo;
4.- Hoteles, residenciales y establecimientos similares, en las relaciones derivadas
del hospedaje, y
5.- Estacionamiento de automóviles y vehículos.
No obstante, los juicios que se originen en relación con los contratos a que se
refieren los Nos. 3 y 5 de este artículo, se sustanciarán con arreglo al procedimiento
establecido en el Título III de la presente ley.
6.- Las viviendas regidas por la ley Nº19.281.
2.- Normas orgánicas relacionadas con el arrendamiento de bienes raíces urbanos.
En razón de las reglas de la competencia absoluta de la materia y cuantía, se
establece en el artículo 17 de la Ley 18.101, que los jueces letrados de mayor cuantía serán
competentes, conforme a las reglas generales del Código Orgánico de Tribunales, para
conocer en única o en primera instancia de los juicios a que se refiere este Título, sin
perjuicio de las atribuciones que competen en la materia a los jueces de policía local que
sean abogados.
Por su parte, el artículo 14 de la Ley sobre Juzgados de Policía Local dispone que en
las ciudades compuestas de una o más comunas en que no tenga asiento de sus funciones un
juez de letras de mayor cuantía, los Jueces de Policía local que sean abogados conocerán
además de lo siguiente:
a.- En única instancia:
1.- De las causas civiles y de los juicios relativos al contrato de arrendamiento cuya
cuantía no exceda de tres mil pesos.
Para la determinación de la cuantía debemos tener presente que el artículo 125 del
C.O.T. dispone respecto de los juicios de arrendamiento que el valor de los disputado se
determinará en los juicios de desahucio y restitución de la cosa arrendada por el monto de
la renta o del salario convenido para cada periodo de pago; y en los de reconvenciones, por
el monto de las rentas insolutas.
Por otra parte, se contempla otra regla especial en relación con la materia, al
disponer el artículo 18 de la Ley 18.101 que de los juicios en que el Fisco sea parte o tenga
interés conocerán en primera instancia los jueces a que se refiere el artículo 48 del Código
Orgánico de Tribunales.

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Finalmente, en lo que dice relación con la regla del fuero, el artículo 133 del C.O.T.
dispone que no se considerará el fuero de que gocen las partes en los juicios…….que se
tramiten breve y sumariamente.
Conforme a dichas reglas de la competencia absoluta tenemos:
a.- Que los jueces de letras son siempre competentes para conocer de los juicios de
arrendamiento en primera instancia, cuya cuantía debe exceder de 10 Unidades Tributarias
Mensuales ( art. 45 N° 2 letra a) del C.O.T., la que se determina según la regla del artículo
125 del C.O.T.
b.- Que los jueces de letras son siempre competentes para conocer de los juicios de
arrendamiento en única instancia, cuya cuantía no exceda de 10 Unidades Tributarias
Mensuales
( art. 45 N° 2 letra a) del C.O.T., la que se determina según la regla del artículo 125
del C.O.T. Excepción: Los jueces de policía local que sean abogados, en una comuna donde
no tenga su asiento un juez de letras son competentes para conocer en única instancia los
juicios de arrendamiento cuya cuantía no exceda de $ 3.000.
c.- Que en los juicios de arrendamiento en que sea parte o tenga interés el Fisco son
conocidos siempre en primera instancia por el juez de letras que se contempla en el artículo
48 del C.O.T.; esto es, el juez de letras de asiento de Corte si el Fisco es demandado; o el
juez de letras de asiento de Corte o el del domicilio del demandado si el Fisco es
demandante; y
d.- En los juicios de arrendamiento no se aplica el fuero atendido que el
procedimiento contemplado por el legislador es de aquellos que se tramitan breve y
sumariamente.
En materias de competencia relativa, será competente el tribunal ante el cual se
hubiere prorrogado la competencia, sea expresa o tácitamente.
A falta de prórroga de la competencia, debemos distinguir si la pretensión es mueble
o inmueble.
Si la pretensión es inmueble, como ocurre en los juicios de desahucio y restitución,
en que se persigue la entrega del inmueble, será competente el juez del lugar en que debe
cumplirse la obligación, el del lugar donde se contrajo la obligación o el del lugar donde
está ubicado el inmueble, a elección del demandante según lo previsto en el artículo 135 del
C.O.T.
En el procedimiento de terminación de contrato de arrendamiento por falta de pago
de las rentas, se persigue una pretensión inmueble como es la entrega de éste, y otra
mueble, como lo es el pago de las rentas, por lo que de conformidad a lo previsto en el
artículo 137 del C.O.T.si una misma acción tuviere por objeto reclamar cosas muebles e
inmuebles será juez competente el del lugar en que estuvieren ubicados los inmuebles. Esta
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regla es aplicable en los casos en que se entablen conjuntamente dos o más acciones, con
tal que una de ellas por lo menos sea inmueble.
Las reglas de distribución de causas se debe deberán aplicar si en virtud de las
reglas de la competencia absoluta y relativa se hubiere llegado a determinar que existe en la
comuna mas de un juez de letras competente.
Consideramos que no existe inconveniente que los conflictos que se promueven con
motivo del contrato de arrendamiento de bienes raíces urbanos puedan ser sometidos a
arbitraje por las partes, dado que no existe norma legal alguna que contemple la existencia
de un arbitraje prohibido respecto de estas materias. Debemos tener presente que la Ley
17.600 prohibió expresamente el arbitraje en estas materias, por lo que debemos entender
que si el legislador no ha reproducido semejante prohibición en las leyes posteriores que
han regulado el contrato de arrendamiento, debemos entender conforme a las reglas
generales que nos encontramos ante un caso de arbitraje facultativo.
3.- Normas procedimentales relacionadas con el arrendamiento de bienes raíces
urbanos.
3.a.- Aplicación de las normas procedimentales de la Ley 18.101.
El artículo 7 de la Ley 18.101 dispone que las normas de que trata este Título (De la
competencia y Procedimiento) se aplicarán a los juicios relativos a los contratos de
arrendamiento de inmuebles a que se refiere el artículo 1° de esta ley.
Deberán aplicarse, en especial, a los juicios siguientes:
1.- Desahucio;
2.- Terminación del arrendamiento;
3.- Restitución de la propiedad por expiración del tiempo estipulado para la
duración del arriendo;
4.- Restitución de la propiedad por extinción del derecho del arrendador;
5.- De indemnización de perjuicios que intente el arrendador o el arrendatario, y
6.- Otros que versen sobre las demás cuestiones derivadas de estos contratos.
Es evidente que la enumeración reviste un carácter meramente enunciativa
conforme a lo previsto en el inicio del precepto (deberán aplicarse, en especial,) y a lo
previsto en el N° 6.
En consecuencia, el procedimiento previsto en la Ley 18101 deberá aplicarse a
todos los juicios sobre materias relacionadas con un contrato de arrendamiento de bienes
raíces urbanos e incluso a los excluidos de la aplicación de la Ley en los N°s 3 y 5 del art.
2 de la Ley 18.101, como son las viviendas que se arrienden por temporadas no superiores
a tres meses, por períodos continuos o discontinuos, siempre que lo sean amobladas y para
fines de descanso o turismo; y los estacionamiento de automóviles y vehículos.
3.b. Procedimiento de desahucio.
170
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En los contratos en que el plazo del arrendamiento se haya pactado mes a mes y en
los de duración indefinida, el desahucio no requiere fundarse en causal alguna, y puede ser
dado por el arrendador sólo por alguna de estas formas:.
1°.- Judicialmente o
2°.- Mediante notificación personal efectuada por un Notario.
En estos casos, el plazo de desahucio será de dos meses, contado desde su
notificación, y se aumentará en un mes por cada año completo que el arrendatario hubiera
ocupado el inmueble. Dicho plazo más el aumento no podrá exceder, en total, de seis
meses.
El arrendatario desahuciado podrá restituir el bien raíz antes de expirar el plazo
anterior y, en tal caso, estará obligado a pagar la renta de arrendamiento sólo hasta el día
de la restitución. (art.3 Ley 18.101).
En los contratos de plazo fijo que no exceda de un año el arrendador sólo podrá
solicitar judicialmente la restitución del inmueble y, en tal evento, el arrendatario tendrá
derecho a un plazo de dos meses, contado desde la notificación de la demanda.
En este casos el arrendatario podrá restituir el inmueble antes de expirar el plazo de
restitución y sólo estará obligado a pagar la renta de arrendamiento hasta el día en que
aquélla se efectúe.(art.4 Ley 18.101).
Finalmente, en los contratos de arrendamiento de inmuebles destinados a la
habitación con plazo fijo superior a un año, se entenderá siempre implícita la facultad del
arrendatario de subarrendar, salvo estipulación en contrario, en cuyo caso éste podrá poner
término anticipado al contrato sin la obligación de pagar la renta por el período que falte.
(art. 5 Ley 18.101).
3.c. Procedimiento de restitución.
Cuando el arrendamiento termine por la expiración del tiempo estipulado para su
duración, por la extinción del derecho del arrendador o por cualquier otra causa, el
arrendatario continuará obligado a pagar la renta de arrendamiento y los gastos por
servicios comunes que sean de su cargo, hasta que efectúe la restitución del inmueble.
Si el arrendatario abandonare el inmueble sin restituirlo al arrendador, éste podrá
solicitar al juez de letras competente que se lo entregue, sin forma de juicio, con la sola
certificación del abandono por un ministro de fe. Dicho funcionario levantará acta del
estado en que se encuentre el bien raíz al momento de su entrega al arrendador y remitirá
copia de ella al tribunal.
3.d. Procedimiento terminación contrato arrendamiento por falta de pago de rentas.
De conformidad a lo previsto en el artículo 1977 del Código Civil, la mora de un
período entro en el pago de la renta, dará derecho al arrendador después de dos
reconvenciones, entre las cuales medien a lo menos cuatro días, para hacer cesar
171
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inmediatamente el arriendo, si no se presta seguridad competente de que se verificará


dentro de un pago razonable, que no bajará de treinta días.
Conforme a lo prescrito en el artículo 10 de la Ley 18.101, cuando la terminación
del arrendamiento se pida por falta de pago de la renta, de conformidad con lo dispuesto en
el artículo 1.977 del Código Civil, la segunda de las reconvenciones a que dicho precepto
se refiere se practicará en la audiencia de contestación de la demanda.
Al ejercitarse la acción de terminación del arrendamiento por falta de pago de la
renta aludida podrán deducirse también, conjuntamente, la de cobro de las rentas insolutas
en que aquélla se funde y las de pago de consumos de luz, energía eléctrica, gas, agua
potable y de riego; gastos por servicios comunes y de otras prestaciones análogas que se
adeuden.
Demandadas esas prestaciones, se entenderán comprendidas en la acción las de
igual naturaleza a las reclamadas que se devenguen durante la tramitación del juicio y hasta
que la restitución o el pago se efectúe.
3.e. Normas procedimentales de la Ley 18.101.
El artículo 8 de la Ley 18.101, reemplazado íntegramente por el artículo 1° N° 5 de
la Ley 19.866, de 11 de abril de 2003, fijó un procedimiento regido por las normas de la
oralidad, concentración, inmediación y de la sana crítica.
La aplicación de la oralidad y de la inmediación establecida por el legislador nos
parece mas bien la consagración de una loable aspiración que una centrada realidad, dado la
actual estructura organizacional de los jueces de letras conduce a que el juez en la misma
sala audiencia y a idéntica hora debe conocer comparendos de contestación, prueba de
testigos, absolución de posiciones, remate de inmuebles, resolver el despacho diario, etc.,
sin que exista ningún funcionario encargado de preparar la realización de la audiencia,
asegurándose de la citación y asistencia de las personas necesarias para su realización, y
con una infraestructura que ni siquiera tienen contemplados sistemas de audio para el
registro de las audiencias, mínimo indispensable para la realización de audiencias en un
sistema de oralidad.
Para que la oralidad e inmediación del procedimiento sea una realidad y no una
mera aspiración se requiere una adecuada estructura orgánica de los tribunales, con una
clara separación de funciones jurisdiccionales y administrativas, que permita la distribución
de asuntos de manera que un juez se concentre sólo en uno de ellos en la hora de audiencia,
y con funcionarios e infraestructura que permita la efectiva materialización de un sistema
oral.
Dicha modificación se introdujo por el legislador para contemplar un procedimiento
más rápido y eficaz que el procedimiento sumario modificado que se contemplaba
primitivamente en el artículo 8° de la Ley 18.101.
172
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En la actualidad, el artículo 8 no contempla remisión alguna al juicio sumario, sino


que por el contrario, en la historia de la ley, se dejó constancia que debía más bien aplicarse
supletoriamente las normas que regulan los procedimientos de las querellas posesorias. Al
efecto, se señaló por el profesor Tavolari que “si a algún procedimiento se asemeja el nuevo
que se proyecta, es al de las querellas o interdictos posesorios del Título IV del Libro III de
ese Código, título del cual están tomadas varias normas que se adoptan. En consecuencia,
habría que eliminar la referencia al procedimiento sumario….”199
Finalmente, debemos hacer presente que nuestro legislador debería abstenerse de
seguir introduciendo modificaciones procedimentales en un sistema escrito, y lo que se
requiere derechamente es implementar un sistema oral, con las modificaciones orgánicas y
procedimentales que ello implica.
Las reformas que se introducen a los procedimientos incorporando atisbos de
oralidad sin modificaciones orgánicas y de sistema procedimiental, conllevan a que las
normas que se consagran no se cumplan, como ocurre a titulo ejemplar con la apreciación
de la sana crítica que necesariamente requiere de inmediación para su real vigencia. Por
otra parte, seguimos con prácticas de procedimientos escritos dentro de procedimientos
orales, como es la absolución de posiciones, propio del primer procedimiento, en lugar del
interrogatorio de partes, que es el medio de prueba en el procedimiento oral. Finalmente,
las normas que contemplan a un juez como real conductor del proceso, como son las que en
un procedimiento oral contemplan las facultades del juez respecto de una audiencia
preparatoria en cuanto a la delimitacion de los hechos que requieren ser probados y
acotamiento de las pruebas que han de rendirse, no se contemplan dentro del nuevo
procedimiento de arrendamiento.
En síntesis, se ha pretendido contemplar un procedimiento oral sin que la estructura
de nuestros tribunales esté preparada para ello, y por otra parte, sin que nuestro sistema
procedimental civil corresponda a un procedimiento oral, sino que mas bien a uno escrito,
con todos los problemas de aplicación e interpretación de las normas a que ello conlleva.
3.f. Procedimiento especial establecido en la Ley 18.101.
El juicio de arrendamiento especial regulado en la Ley 18.101 se rige por las
siguientes reglas:
1) Procedimiento oral y comparecencia personal en primera instancia con renta
inferior a 4 UTM al tiempo de interponer la demanda.
El procedimiento será verbal; pero las partes podrán, si quieren, presentar minutas
escritas en que se establezcan los hechos invocados y las peticiones que se formulen. (art.
8° N° 1 Ley 18.101).

173
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Las partes podrán comparecer y defenderse personalmente, en primera instancia, en


los juicios cuya renta vigente al tiempo de interponerse la demanda no sea superior a
cuatro unidades tributarias mensuales. (art. 8° N° 10 Ley 18.101).
2) Requisitos de la demanda.
En la demanda deberán indicarse los medios de prueba de que pretende valerse la
demandante. En el escrito de demanda se debe incluir una nómina conteniendo la
individualización de los testigos que el actor se proponga hacer declarar, (art. 8° N° 3 Ley
18.101).
3) Providencia que debe recaer en la demanda.
Deducida la demanda, citará el tribunal a la audiencia del quinto día hábil después
de la última notificación. (art. 8° N° 1 Ley 18.101).
4) Notificación de la demanda al demandado y a terceros.
Para los efectos de lo dispuesto en el artículo 44 del C:P.C., se presumirá de pleno
derecho como domicilio del demandado el que corresponda al inmueble arrendado.
Además, la notificación de la demanda se efectuará conforme a la norma del inciso
primero del artículo 553 del Código de Procedimiento Civil, esto es, en el caso del artículo
44 se hará la notificación en la forma indicada en el inciso 2. de dicho artículo, aunque el
querellado no se encuentre en el lugar del juicio. (art. 8° N° 2 Ley 18.101).
De acuerdo con las reglas anteriores, la notificación del artículo 44 basta que se
certifique por el ministro de fe que el demandado ha sido buscado en dos días distintos en
el inmueble arrendado, para que el tribunal decrete la notificación conforme a lo previsto en
aquel precepto legal. Atendida la existencia de una presunción de derecho, el demandado
no podrá alegar que la nulidad notificación por haberse practicado en el inmueble
arrendado, aunque no tenga en dicho lugar su domicilio.
Finalmente, a petición del arrendador, en los juicios de arrendamiento en que se
solicite la entrega del inmueble, el juez podrá hacer notificar la demanda a las empresas que
suministren gas, energía eléctrica o agua potable, y en tal caso el demandado será el único
responsable de los consumos mientras dure la ocupación del inmueble por él mismo o por
las personas a su cargo. Las empresas no podrán excepcionarse alegando ignorancia del
domicilio del deudor.(art. 14 Ley 18.101).
5) Nómina de testigos del demandado.
La nómina con los testigos del demandado debe presentarse hasta antes de las 12:00
horas del día que preceda al de la audiencia. (art. 8° N° 3 Ley 18.101).
6) Desarrollo de la Audiencia.
6.1. Asistencia.
La audiencia tendrá lugar con sólo la parte que asista. (art. 8° N° 4 Ley 18.101).
6.2. Relación verbal demanda y contestación. Derecho legal de retención.
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La audiencia se iniciará con la relación verbal de la demanda y continuará con la


contestación verbal del demandado. (art. 8° N° 4 Ley 18.101).
Si el demandado reclama indemnizaciones haciendo valer el derecho de retención
que otorga el artículo 1.937 del Código Civil, deberá interponer su reclamo en la audiencia.
El tribunal resolverá en la sentencia definitiva si ha lugar o no a la retención solicitada.
(art. 9 Ley 18.101).
6.3.Reconvención.
6.3.1.Oportunidad y requisitos.
En la contestación el demandado podrá reconvenir al actor, debiendo en el mismo
acto dar cuenta de los medios de prueba que sustentan su pretensión. (art. 8° N° 5 Ley
18.101).
6.3.2. Tramitación.
De la reconvención se dará traslado a la demandante, la que podrá contestar de
inmediato o reservar dicha gestión para una nueva audiencia que puede solicitar el
demandante a realizarse dentro de los 5 días siguientes, a objeto de proceder a la
contestación de la misma y a la recepción de la prueba que ofrezca. (art. 8° N°s 5 y 6 inc.3°
Ley 18.101). En ambos casos, la reconvención será tramitada y resuelta conjuntamente con
la cuestión principal. (art. 8° N° 5 Ley 18.101).
Las partes se entenderán citadas de pleno derecho a dicha nueva audiencia y se
procederá en ella en conformidad a las reglas de celebración de la audiencia que se han
señalado. (art. 8° N°s 6 inc.3° Ley 18.101
En este caso, cualquiera de las partes podrá solicitar se reserve para dicha
audiencia el examen de la prueba que no pudiere ser rendida en el acto.(art. 8° N°s 6
inc.3° Ley 18.101
6.4. Llamado conciliación obligatorio.
Acto seguido se procederá obligatoriamente al llamado a conciliación;
6.5. Citación oír sentencia.
Si el tribunal no estimare que existan puntos sustanciales, pertinentes y
controvertidos que deban ser acreditados, citará de inmediato a las partes para oír
sentencia. (art. 8° N° 6 inc.2° Ley 18.101).
6.6. Recepción causa a prueba.
En caso de no producirse avenimiento total, el juez establecerá los puntos
sustanciales, pertinentes y controvertidos que deban ser acreditados, procediendo de
inmediato a la recepción de la prueba ofrecida en la demanda y la contestación. (art. 8° N°
6 inc.1° Ley 18.101
El tribunal, de oficio o a petición de parte, podrá decretar los medios probatorios
que estime pertinentes. (art. 15 Ley 18.101).
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6.7 Prueba de testigos


La prueba testimonial no se podrá rendir ante un tribunal diverso de aquél que
conoce de la causa. (art. 8° N° 7 Ley 18.101).
Sólo podrán declarar hasta cuatro testigos por cada parte (art. 8° N° 3° Ley
18.101).
6.8. Citación para oír sentencia
Concluida la recepción de la prueba, las partes serán citadas a oír sentencia. (art. 8°
N° 7 Ley 18.101).
6.9. Incidentes
Los incidentes deberán promoverse y tramitarse en la misma audiencia,
conjuntamente con la cuestión principal, sin paralizar el curso de ésta. (art. 8° N° 8 Ley
18.101).
7.- Valoración de la prueba.
La prueba será apreciada conforme a las reglas de la sana crítica. (art. 8° N° 7 Ley
18.101).
8.- Sentencia definitiva.
La sentencia definitiva se pronunciará sobre la acción deducida y sobre los
incidentes, o sólo sobre éstos cuando sean previos o incompatibles con aquélla. (art. 8° N°
8 Ley 18.101).
9.- Recurso de apelación.
9.1. Resoluciones apelables.
Sólo serán apelables la sentencia definitiva de primera instancia y las resoluciones
que pongan término al juicio o hagan imposible su continuación. (art. 8° N° 9 Ley 18.101).
9.2. Efectos en que debe ser concedida la apelación.
Todas las apelaciones se concederán en el solo efecto devolutivo. (art. 8° N° 9 Ley
18.101).
9.3. Vista del recurso de apelación.
El recurso de apelación tendrá preferencia para su vista y fallo. (art. 8° N° 9 Ley
18.101).
9.4. Prohibición de otorgamiento de orden de no innovar.
Durante la tramitación del recurso de apelación no se podrá conceder orden de no
innovar. (art. 8° N° 9 Ley 18.101).
9.5. Competencia tribunal de alzada.
En segunda instancia, podrá el tribunal de alzada, a solicitud de parte, pronunciarse
por vía de apelación sobre todas las cuestiones que se hayan debatido en primera para ser
falladas en definitiva, aun cuando no hayan sido resueltas en el fallo apelado, (art. 8° N° 9
Ley 18.101).
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10. Cosa juzgada formal provisional.


Si se declarare sin lugar el desahucio o la restitución, el actor no podrá intentar
nuevamente tales acciones sino transcurrido seis meses desde que haya quedado
ejecutoriada la sentencia de rechazo, a menos que se funden en hechos acaecidos con
posterioridad a la fecha de presentación de la demanda. (art. 16 Ley 18.101).
11.- Cumplimiento de la sentencia.
El cumplimiento de las resoluciones que se dicten en los juicios de arrendamiento
de bienes urbanos se regirá por las reglas generales.
Sin embargo, cuando las resoluciones ordenaren la entrega de un inmueble, se
aplicará lo prescrito en el artículo 595 del código de procedimiento civil. Ello significa que
si ratificado el desahucio, llega el día señalado para la restitución sin que el arrendatario
haya desalojado la finca arrendada, éste será lanzado de ella a su costa, previa orden del
tribunal notificada en la forma establecida por el artículo 48.
En estos juicios y en los de comodato precario, el juez de la causa, decretado el
lanzamiento, podrá suspenderlo en casos graves y calificados, por un plazo no superior a
treinta días.(art. 13 Ley 18.101).Si el tribunal rechaza la solicitud que formule el
arrendatario, que se tramita como incidente de previo y especial pronunciamiento, se debe
proceder a ordenar la ejecución del lanzamiento sin más trámite.
12.- Oponibilidad procesal. Situación de los subarrendatarios.
Para que a los subarrendatarios les sean oponibles lo obrado y la sentencia recaída
en los juicios de desahucio, de restitución o de terminación del arrendamiento por falta de
pago de la renta seguidos contra el arrendatario, les deberá ser notificada la demanda o
deberán haberse apersonado a la causa.
Con tal fin, en dichos juicios el ministro de fe, en el acto de notificación personal de
la demanda, requerirá de juramento al demandado acerca de la existencia o no de
subarrendatarios y, en caso afirmativo, de sus nombres. El ministro de fe deberá dejar
constancia escrita de la notificación a una persona adulta ocupante del inmueble.
Si la demanda no hubiere sido notificada personalmente, el mismo requerimiento lo
deberá hacer el tribunal en la audiencia respectiva de contestación, si concurriere el
demandado y, en caso afirmativo, se suspenderá ésta, se ordenará notificar a los
subarrendatarios y se citará a una nueva audiencia, la que tendrá lugar una vez practicadas
las notificaciones pertinentes o una vez que los subarrendatarios se hayan apersonado a la
causa.(art. 11 Ley 18.101).
Como resguardo de los derechos de los subarrendatarios, se establece que en los
juicios de terminación del arrendamiento por falta de pago de la renta seguidos contra un
subarrendador, los subarrendatarios podrán pagar al demandante, antes de la dictación de
la sentencia de primera instancia, las rentas adeudadas por el arrendatario. Si así lo
177
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hicieren, enervarán de este modo la acción y tendrán derecho a ser reembolsados de ellas
por el subarrendador, con más el interés corriente a contar de su pago, o a imputarlas a las
rentas más inmediatas; todo ello, sin perjuicio de las indemnizaciones que correspondan.
(art.12 Ley 18.101).
Esta es una norma que constituye una excepción a la regla contenida en el artículo
1977 del Código Civil ya que los subarrendatarios no están obligados a pagar en la
audiencia, sino que en cualquier estado del juicio, mientras no se haya dictado sentencia de
primera instancia.
4.- Algunos aspectos sustantivos de la Ley 18.101.
La Ley 18.101 contiene una serie de disposiciones sustantivas, siendo las mas
trascendentes las siguientes:
4.1. Irrenunciabilidad derechos del arrendatario.
Son irrenunciables los derechos que la Ley 18.101 confiere a los arrendatarios.(art.
19. Ley 18.101).
4.2. Presunción de renta a favor del arrendatario cuando contrato no consta por
escrito.
En los contratos de arrendamiento regidos por esta ley que no consten por escrito, se
presumirá que la renta será la que declare el arrendatario. .(art. 20. Ley 18.101).
4.3. Reajustabilidad sumas adeudadas según unidad de fomento.
En caso de mora, los pagos o devoluciones que deban hacerse entre las partes de
todo contrato de arriendo, regido o no por la Ley 18.101, se efectuarán reajustados en la
misma proporción en que hubiere variado el valor de la unidad de fomento entre la fecha en
que debieron realizarse y aquella en que efectivamente se hagan.
Cuando se deban intereses, se calcularán sobre la suma primitivamente adeudada,
más el reajuste de que trata el inciso anterior. .(art. 21. Ley 18.101).
4.4 Aplicación ley a subarrendadores y subarrendatarios.
Todo lo dispuesto en la Ley 18.101respecto de los arrendadores y arrendatarios se
aplicará, en su caso, a los subarrendadores y subarrendatarios, respectivamente.(art. 22. Ley
18.101).
4.5. Sistema de pago por consignación por depósitos en Tesorería.
En caso de negativa del arrendador a recibir la renta de arrendamiento o a otorgar el
correspondiente recibo al arrendatario que no deseare recurrir al procedimiento de pago por
consignación establecido en el párrafo 7° del Título XIV del libro IV del Código Civil,
podrá depositar aquélla en la unidad del Servicio de Tesorerías que corresponda a la
ubicación del inmueble, indicando el nombre, apellidos y la residencia del arrendador.

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Dicha unidad le otorgará el respectivo recibo y comunicará al arrendador, por carta


certificada, la existencia del depósito. Este pago se considerará hecho al arrendador para
todos los efectos legales; pero su suficiencia será calificada en el juicio que corresponda.
El retiro del depósito por el arrendador no significará renuncia a sus derechos ni
producirá los efectos previstos en el inciso tercero del artículo 1.956 del Código Civil.
Si trascurridos tres años desde la fecha del ingreso del depósito en el Servicio de
Tesorerías, el arrendador no hubiere efectuado su retiro, los fondos correspondientes
pasarán a rentas generales de la Nación.(art. 23. Ley 18101).
4.6. Auxilio de la policía para garantizar el derecho legal de retención del
arrendador.
Para los efectos del artículo 1.942 del Código Civil (derecho legal de retención del
arrendador), a los contratos de arrendamiento regidos por la Ley 18.101 les será aplicable
lo dispuesto en el artículo 598 del Código de Procedimiento Civil.(art. 23 bis Ley 18101).
El artículo 598 citado, dispone que si el arrendatario pretendiera burlar el derecho de
retención que concede al arrendador el artículo 1942 del Código Civil extrayendo los
objetos a que dicho artículo se refiere, podrá el arrendador solicitar el auxilio de cualquier
funcionario de policía para impedir que se saquen esos objetos de la propiedad arrendada.
El funcionario de policía prestará este auxilio sólo por el término de dos días, salvo
que transcurrido este plazo le exhiba el arrendador copia autorizada de la orden de
retención expedida por el tribunal competente.
4.7. Sanción de determinadas conductas con multas, a imponerse por juez que
conoce del juicio de arrendamiento.
Serán sancionados con multas de una a sesenta unidades de fomento, que impondrá
el juez que conozca del juicio en que sea controvertido el hecho que las motiva:
1) El arrendatario que, en los casos contemplados en los incisos segundo y tercero
del artículo 11, incurriere en falsedad en la declaración, sea acerca de la existencia o no de
subarrendatarios, sea acerca de sus nombres;
2) El subarrendador que, habiendo percibido las rentas de subarriendo, no pagare la
renta del arrendamiento y a consecuencias de ello el subarrendatario fuese lanzado del
inmueble y
3) El arrendador que injustificadamente se negare a otorgar al arrendatario la
autorización para abandonar el inmueble y retirar sus muebles, o el recibo que acredite el
pago de la renta de arrendamiento.
Las multas indicadas serán de beneficio fiscal e ingresarán a Rentas Generales de la
Nación, (art. 24 Ley 18.101).

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VII.- DE LOS ACTOS JUDICIALES NO CONTENCIOSOS


CAPÍTULO I. REGLAS COMUNES
I.- GENERALIDADES
Es errónea la denominación “jurisdicción voluntaria”, ya que no es jurisdicción, ni
tampoco es voluntaria. Se trata de asuntos en los cuales no está presente el conflicto entre
las partes. Por ello es muy visionaria la denominación que realiza el CPC a su Libro IV: De
los Actos Judiciales No Contenciosos.
De acuerdo al Art. 817 del CPC, son actos judiciales no contenciosos aquellos que
según la ley requieren la intervención del juez y en que no se promueve contienda alguna
entre partes. Por ello, para encontrarnos frente a un acto judicial no contencioso, es
necesario que concurran 2 requisitos copulativos:
a) Existencia de una ley que expresamente requiera la intervención del tribunal. Se
produce una diferencia esencial respecto a lo que ocurre con los actos jurisdiccionales, en
que se debe resolver aún a falta de ley.
b) Ausencia de conflicto.
El Libro IV del CPC, se estructura sobre la base de distinguir:
1. Un procedimiento no contencioso general en su Título I
2. Una serie de procedimientos no contenciosos especiales
Existen, fuera de este libro IV, en otros Códigos o leyes especiales, otros
procedimientos no contenciosos especiales regulados.
Normas de descarte para determinar el procedimiento aplicable a los actos judiciales
no contenciosos:
1. Concurrencia de ley especial que se refiera a la materia: ej. Procedimiento de
cambio de nombre.
2. Acto judicial no contencioso regulado específicamente en el Libro IV.
3. Acto judicial no contencioso sin regulación especial: se aplicará el procedimiento
general contenido en el título I del libro IV del CPC.
II.- REGLAS DE COMPETENCIA
Existen asuntos no contenciosos, que por su carácter administrativo, están
entregados a la resolución de autoridades administrativas. Ej. La ley 19.903 entrega al
Registro Civil el conocimiento de la posesión efectiva de las herencias intestadas abiertas
en Chile.
Si está entregado a un tribunal, nos encontramos propiamente ante un acto judicial
no contencioso. Por ello, es imprescindible aplicar las normas de la competencia absoluta,
relativa y la de distribución de causas para determinar qué tribunal deberá conocer de un
determinado asunto.
Competencia absoluta:
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1. Materia: los actos judiciales no contenciosos están entregados a los jueces de


letras, sin que tenga incidencia el elemento cuantía.
2. El fuero no tiene aplicación en los asuntos no contenciosos.
Excepción: designación del curador ad litem. Su conocimiento se encuentra
entregado a cualquier tribunal ordinario de la República, que conoce del pleito en el cual
debe efectuarse la designación.
Competencia relativa:
La regla supletoria (134 COT) señala que será competente para conocer del acto
judicial no contencioso el juez de letras del domicilio del solicitante.
Existencia normas especiales: éstas son tan numerosas, que la regla general y
supletoria para a ser excepcional. Ejemplos:
1. Herencia testada: conocerá de la posesión efectiva de la herencia testada, el juez
de letras del último domicilio del causante.
2. Autorización para gravar o enajenar y arrendar bienes inmuebles: el juez
competente será aquél del lugar en que esté situado el inmueble.
En los actos judiciales no contenciosos no procede la prórroga de la competencia.
Asimismo, no rige la distribución de causas, sino siempre el turno.
III.- INTERVENCIÓN DE LOS AUXILIARES DE LA ADMINISTRACIÓN DE
JUSTICIA:
En los actos judiciales no contenciosos, son dos los auxiliares de la administración
de justicia que intervendrán: el receptor y el defensor público. –
El receptor interviene cada vez que se realice una información sumaria de testigos y
cada vez que el COT lo llame a intervenir.
El defensor público interviene en varias oportunidades.
IV.- PROCEDIMIENTO GENERAL DE LOS ASUNTOS JUDICIALES NO
CONTENCIOSOS
A.- FORMA DE RESOLVER LOS ASUNTOS NO CONTENCIOSOS
En los negocios no contenciosos que no tengan señalada una tramitación especial en
el CPC, procederá el tribunal de plano, si la ley no le ordena obrar con conocimiento de
causa. En caso que la ley exija este conocimiento, y los antecedentes acompañados no lo
suministran, mandará rendir previamente información sumaria acerca de los hechos que
legitimen la petición, y oirá después al respectivo defensor público según corresponda.
“Con conocimiento de causa”: el tribunal debe ser debidamente informado por el solicitante
para la adopción de una decisión con una correcta aplicación de la ley.
A fin de que el juez adquiera este conocimiento de causa, el solicitante puede
utilizar cualquier medio idóneo sin necesidad de cumplir con formalidades legales, es decir,
no es necesario que se dé cumplimiento a las formalidades de las pruebas judiciales.

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El instrumento principal que la ley otorga al interesado para lograr el conocimiento


de causa que requiere el tribunal, está constituido por la información sumaria.
INFORMACIÓN SUMARIA:
Prueba de cualquiera especie, rendida sin notificación ni intervención de
contradictor y sin previo señalamiento de término probatorio.
Sin perjuicio de que no existe una norma que limite los medios de prueba, la
información sumaria más usada en la práctica es la de los testigos. Por una práctica
consuetudinaria se ha ido limitando la información sumara a la de testigos. Sin embargo, no
existe norma legal que impida la existencia de una información sumaria de documentos o
de otro medio de prueba distinto de los testigos.
Como en los actos judiciales no contenciosos, no existe contraparte, sería absurdo
que se fijara una solemnidad, o las oportunidades para hacerse valer, porque no existe a una
contraparte a la cual emplazar.
Características de la información sumaria:
a.- Se trata de un acto jurídico probatorio eminentemente unilateral: se rinde sin
notificación ni intervención de contradictor. Esto lo diferencia claramente de la norma
establecida en sede contenciosa,
b.- Se trata de un acto jurídico procesal que carece de una oportunidad específica
para ser realizada, al no existir un contradictor que deba intervenir: para su rendición no se
señala previamente un término probatorio.
c.- El tribunal puede fallar de plano alguna solicitud que se le presente.
d.- Recibe aplicación el principio formativo inquisitivo: El tribunal decretará de
oficio las diligencias informativas que estime convenientes.
e.- Recibe aplicación el principio de la apreciación de la prueba de la sana crítica
INFORMACIÓN SUMARIA DE TESTIGOS
Un mínimo de dos testigos, comparecen ante un ministro de fe (receptor), el cual, en
un acta, los individualiza e indica lo que los testigos expresen acerca del hecho que de base
a la solicitud del interesado. La diligencia termina con la firma del acta por todas las
personas que hayan intervenido en ella, documento que, posteriormente se agrega al
expediente.
No hay que confundirlo con la información de perpetua memoria, la cual es un
procedimiento no contencioso especial, que tiene por objeto acreditar por sí misma, como
procedimiento completo, hechos o circunstancias que permitan dar curso a importantes
procedimientos.
B.- NATURALEZA JUDICIAL DE LA RESOLUCIÓN QUE SE DICTA EN UN
PROCEDIMIENTO JUDICIAL NO CONTENCIOSO

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En la práctica se denomina “auto” a la resolución que se dicta en un acto judicial no


contencioso. Sin embargo, la propia ley en el art. 826 CPC la califica de sentencia
definitiva.
No puede ser un auto, porque no habiendo juicio, no puede haber incidente.
Tampoco podría ser una sentencia definitiva, ya que ésta es la resolución que pone fin a la
instancia, resolviendo la cuestión o asunto que ha sido objeto del juicio. En el acto judicial
no contencioso, no hay juicio.
El 826 sin embargo, repite casi íntegramente los requisitos que debe cumplir la
sentencia en materia contenciosa (170 CPC).
C.- CLASIFICACIÓN DE LA RESOLUCIÓN DE ACUERDO A LA DECISIÓN
DEL TRIBUNAL
1.- Resolución afirmativa.
Son aquellas que dan lugar a lo solicitado por el interesado. Se pueden modificar
sólo mientras se encuentre pendiente la ejecución.
2.- Resolución negativa
Es aquella que no da lugar a lo solicitado. Se pueden revocar y modificar sin
limitación. Esta característica es una de las que permite afirmar que los actos judiciales no
contenciosos, son más actos administrativos que judiciales, ya que en éstos últimos, las
sentencias definitivas y las interlocutorias ejecutoriadas, producen cosa juzgada sustancial.
En los actos que analizamos existe una esencial revocabilidad de las resoluciones
negativas y de las positivas pendientes de ejecución. Alguna parte de la doctrina denomina
a este efecto del 821, cosa juzgada formal. Otros afirman que se trata de la llamada cosa
juzgada sustancial provisional, similar a lo que ocurre en los juicios de alimentos.
D.- RÉGIMEN DE RECURSOS Y MEDIOS DE IMPUGNACIÓN
1. Hacer valer lo que establece el 821 CPC: Pueden los tribunales, variando las
circunstancias, y a solicitud del interesado, revocar o modificar las resoluciones negativas
que se hayan dictado, sin sujeción a los términos y formas establecidos para los asuntos
contenciosos. Podrán también en igual caso revocar o modificar las resoluciones
afirmativas, con tal que esté aún pendiente su ejecución.
2. Contra las resoluciones dictadas podrán entablarse los recursos de apelación y de
casación, según las reglas generales. Los trámites de la apelación serán los establecidos
para los incidentes.
Como no se distingue, procede tanto la casación en la forma como en el fondo.
E.- LA CONVERSIÓN DEL ACTO JUDICIAL NO CONTENCIOSO EN
CONTENCIOSO
El legislador previó la situación de que concurriera en el mismo expediente y
procedimiento otra persona que exhiba el mismo interés que el solicitante o uno
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contrapuesto. Así estableció la opción de que un procedimiento no contencioso se convierta


en uno contencioso.
Si a la solicitud presentada se hace oposición por legítimo contradictor, se hará
contencioso el negocio y se sujetará a los trámites del juicio que corresponda. Si la
oposición se hace por quien no tiene derecho, el tribunal, desestimándola de plano, dictará
resolución sobre el negocio principal.
CONCEPTO DE LEGÍTIMO CONTRADICTOR
El legislador procesal nacional no lo ha definido, ni tampoco ha entregado reglas
para determinar cuándo una persona podrá intervenir como tal en un a gestión no
contenciosa. En la historia fidedigna de la ley, se reconoce que es necesaria la existencia de
un interés por parte de quien se opone a la resolución del asunto. Legítimo contradictor:
aquel sujeto (tercero) que en una gestión no contenciosa se encuentra legalmente habilitado
para oponerse a ella, toda vez que tiene un interés jurídicamente tutelado que tal
procedimiento ha puesto en peligro.
ALCANCE DE LA VOZ “DERECHO”
A la voz “derecho” debe dársele el sentido de interés jurídicamente protegido.
Asimismo, es necesario además de que sea legítimo, que sea actual.
De esta manera, cada uno de los intereses jurídicamente protegidos se determinarán
en cada una de las especies del acto judicial no contencioso de que se trate.
OPORTUNIDAD PROCESAL PARA EJERCITAR LA OPOSICIÓN
La oportunidad para oponerse al acto judicial no contencioso nace, para el legítimo
contradictor desde que su existencia haya llegado a su conocimiento.
El problema dice relación con la preclusión de la facultad para oponerse.
Hay quienes afirman que la oposición puede ejercitarse hasta antes que el tribunal
dicta la resolución.
Otros, estiman por el contrario, que la oposición puede ejercitarse aún después de
dictada la resolución sobre el procedimiento. Estos últimos se basan en lo dispuesto en el
art. 821 CPC, precepto que contempla el denominado recurso de revocación. Se discute si
el legítimo contradictor puede caber dentro de la expresión “interesado”. Si se le otorga un
carácter amplio a dicha expresión, el legítimo contradictor podría impetrar el recurso de
revocación.
PROVIDENCIA QUE RECAE EN EL ESCRITO DE OPOSICIÓN

El legislador dotó de amplias facultades al tribunal para calificar la oposición. El


juez determinará si quien se opone a la petición es o no legítimo contradictor. En caso que
estime que no tiene derecho el que se opone, la puede desestimar de plano y resolver el
asunto principal.
TRAMITACIÓN DEL ESCRITO DE OPOSICIÓN

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La jurisprudencia ha optado por el procedimiento de los incidentes ordinarios, pese


a que no existe un juicio-litigio, sino que simplemente un procedimiento. Ello, porque el
art. 823 inciso 2º habla de negocio principal, debiendo por tanto, ser un asunto accesorio la
tramitación de la oposición.
El escrito en que se haga efectiva la oposición debe cumplir con:
a.- Requisitos comunes a todo escrito
b.- Requisitos propios de la oposición
i.- Emanar de legítimo contradictor
ii.- Que derechamente se pretenda cambiar el carácter de la gestión no contenciosa
en contenciosa. Es necesario que el legítimo contradictor sea claro en cuanto a estar
oponiéndose.
c. Requisitos de la ley 18.120
Deberá presentarse el escrito en tiempo oportuno. El tribunal dará traslado de la
oposición al primer interesado, fallando con posterioridad.
La jurisprudencia le ha otorgado el carácter de incidente de previo y especial
pronunciamiento a la oposición con lo que la gestión no contenciosa permanece detenida.
¿Cuál es la extensión de las facultades que tiene el juez para calificar la oposición?
La incidencia de oposición va dirigida únicamente a la transformación de un
negocio no contencioso en uno contencioso. Con ello, el tribunal se limita a la calificación
de la oposición y de la calidad de legítimo contradictor de quien la ejercita. No procede que
se pronuncie sobre ninguna cuestión de fondo respecto del conflicto que se genera.
PROCEDIMIENTO QUE CORRESPONDE APLICAR AL ASUNTO QUE SE HA HECHO
CONTENCIOSO POR LA INTERVENCIÓN DEL LEGÍTIMO CONTRADICTOR
Será el procedimiento que fije la ley, de acuerdo a las reglas generales. La Corte
Suprema ha estimado que la determinación del procedimiento aplicable no puede ser hecha
por el tribunal que conoce de la oposición.
LA SITUACIÓN JURÍDICA DE LAS PARTES
La ley nada dice. La jurisprudencia ha fallado múltiples veces que debía tenerse por
demanda a la solicitud presentada por el 1º interesado y por contestación de la demanda a la
oposición del legítimo contradictor. Se asilaban en lo que dice el juicio de cuentas.

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LOS PROCEDIMIENTO ESPECIALES MÁS TRASCENDENTES


CONTEMPLADOS EN EL LIBRO IV DEL CPC RESPECTO DE LOS ASUNTOS
JUDICIALES NO CONTENCIOSOS
El CPC, dentro del Libro IV, se encarga de regular los siguientes procedimientos
especiales para tramitar asuntos judiciales no contenciosos:
1- De la habilitación para comparecer en juicio
2- De la autorización judicial para repudiar legitimación de un interdicto
3- De la emancipación voluntaria
4- De la autorización judicial para repudiar el reconocimiento de un interdicto como
hijo natural
5- Del nombramiento de tutores y curadores y del discernimiento de estos cargos
6- Del inventario solemne
7- De los procedimientos a que da lugar la sucesión por causa de muerte
8- De la insinuación de las donaciones
9- De la autorización judicial para enajenar, gravar o dar en arrendamiento por largo
tiempo bienes de incapaces, o para obligar a estos como fiadores
10- De la venta en pública subasta
11- De las tasaciones
12- De la declaración del derecho al goce de censos
13- De las informaciones para perpetua memoria
14- De la expropiación por causa de utilidad pública
A.- EL INVENTARIO SOLEMNE
Inventario Solemne: aquél que se hace, previo decreto judicial, por el funcionario
competente, y con los requisitos que en el art. 859 CPC se expresan.
Puede ser que los jueces árbitros decreten su formación en los asuntos que conocen.
REQUISITOS:
El inventario solemne se extenderá con los siguientes requisitos:
1) Se hará ante un Notario y dos testigos mayores de 18 años, que sepan leer y
escribir y sean conocidos del notario. Con autorización del Tribunal podrán hacer las veces
de Notario otro ministro de fe o un juez de menor cuantía.
2) El notario o el funcionario que lo reemplace, si no conoce a la persona que hace
la manifestación, la cual deberá ser, siempre que esté presente, el tenedor de los bienes, se
cerciorará ante todo de su identidad y la hará constar en la diligencia.
3) Se expresará en letras el lugar, día, mes y año en que comienza y concluye cada
parte del inventario.

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4) Antes de cerrado, el tenedor de los bienes o el que hace la manifestación de ellos,


declarará bajo juramento que no tiene otros que manifestar y que deban figurar en el
inventario.
5) Será firmado por dicho tenedor o manifestante, por los interesados que hayan
asistido, por el ministro de fe y por los testigos.
PROCEDIMIENTO:
1- Se cita a todos los interesados conocidos y que según la ley tengan derecho a
asistir al inventario.
2- Se hace personalmente a los condueños de los bienes que deben inventariarse, si
residen en el mismo territorio jurisdiccional.
3- A los demás interesados y a los condueños que residan fuera del territorio
jurisdiccional se les cita por medio de avisos.
4- El inventario comprende la descripción de los bienes inventariados.
5- Si hay bienes que inventariar en otro territorio jurisdiccional y lo pide algún
interesado presente, se expiden exhortos a los respectivos jueces, a fin de que los hagan
inventariar y remitan originales de las diligencias obradas para unirlas a las principales.
6- Concluido el inventario, se protocoliza en el registro del notario que lo forma o
en caso de haber intervenido otro ministro de fe, en el del protocolo que indique el tribunal.
AMPLIACIÓN DEL INVENTARIO:
Si se encuentran bienes luego de hacer el inventario, de los cuales no se tuvo noticia
o por cualquier título acrecen nuevos bienes a la hacienda inventariada, se hará un
inventario solemne de ellos y se agrega al anterior.
INVENTARIO Y TASACIÓN:
Cuando la ley ordena que al inventario se le agregue la tasación de bienes, puede el
tribunal, al tiempo de disponer que se inventaríen, designar peritos para que tasen o reservar
la tasación para más tarde. Si se trata de muebles, puede designarse al mismo notario o
funcionario que haga sus veces, para que practique la tasación.
Importancia del inventario solemne
Es importante su realización, principalmente como medida de protección a
incapaces.
B.- LA AUTORIZACIÓN JUDICIAL PARA ENAJENAR, GRAVAR O DAR EN
ARRENDAMIENTO POR LARGO TIEMPO BIENES DE INCAPACES O PARA
OBLIGAR A ESTOS COMO FIADORES
ALCANCE:
Posee un alcance bastante amplio, toda vez que no se limita a la enajenación y
gravámenes civiles, sino que cubre a sociedades y a todos aquellos casos en que se
administran bienes ajenos.
COMPETENCIA:
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Es competente para conocer de estos asuntos el juez de letras del lugar donde se
encuentren situados los inmuebles o el del domicilio del interesado cuando no hay
inmuebles involucrados.
REQUISITOS DEL ESCRITO:
a. Reglas comunes de toda presentación.
b. Indicarse con claridad y precisión los fundamentos o razones que habilitan para
enajenar, arrendar o constituir fiador, es decir, la necesidad o utilidad de la aprobación
judicial.
c. Deberá acreditarse lo anterior, ofreciendo información sumaria de cualquier
especie para que el tribunal forme conocimiento de causa.
En todo caso se oirá el dictamen del respectivo defensor antes de resolverse en
definitiva. Con el dictamen favorable o desfavorable resuelve el juez.
Si se concede la autorización fijará el tribunal un plazo para que se haga uso de ella.
En caso que no se fije plazo alguno, se entenderá caducada la autorización en el
término de 6 meses.
En caso que estando vencida la autorización, el solicitante disponga del bien,
adolecerá ese contrato de nulidad.
C.- LOS PROCEDIMIENTOS A QUE DA LUGAR LA SUCESIÓN POR CAUSA DE
MUERTE
Dentro del Título VIII del Libro IV del CPC se contemplan 4 procedimientos
vinculados con la sucesión por causa de muerte. Es quizá el asunto no contencioso con
mayor aplicación práctica y de mayor regulación, principalmente por la importancia que
lleva consigo y por una necesidad de dar cierta publicidad a ciertos actos para que los
terceros interesados puedan oponerse oportunamente.
Los procedimientos contemplados en el citado Título son:
1) Los procedimientos especiales de la sucesión testamentaria
2) De la guarda y aposición de sellos
3) De la dación de la posesión efectiva de la herencia: este procedimiento debe
entenderse aplicable a las posesiones efectivas de la herencia abiertas en el extranjero, sean
testadas o intestadas y respecto de las testadas abiertas en Chile. Para las intestadas abiertas
en Chile, se aplica la 19.903.
4) La declaración de herencia yacente y de los procedimientos subsiguientes a esta
declaración. Es obvio que el requisito indispensable para provocar estas diligencias es la
muerte del causante, sea real o presunta.
1) LOS PROCEDIMIENTOS ESPECIALES DE LA SUCESIÓN TESTAMENTARIA

El CPC sólo se ocupa de los testamentos solemnes, tanto en su categoría de abierto


como en la de cerrado.
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La ley 19.903 creó un Registro Nacional de Testamentos (dentro del Registro Civil).
Los funcionarios que hubieren otorgado testamento (abierto o cerrado) o que lo hubieran
protocolizado deberán remitir al RC, dentro de los 10 primeros días de cada mes, por carta
certificada, las nóminas de los testamentos que se hubieren otorgado o protocolizado en sus
oficios, durante el mes anterior, indicando su fecha, nombre y RUT del testador, y la clase
de testamento de que se trata.
Este órgano no elimina el registro que deben llevar los notarios y el índice general
de testamentos del Archivero judicial de Santiago.
El testamento solemne abierto siempre es por escrito, admitiendo dos modalidades:
a.- Ante notario competente y 3 testigos: si no se protocolizó en vida del testador, se
presenta luego de su fallecimiento y en el menor tiempo posible al tribunal, para que ordene
su protocolización. Es muy especial esta situación y se produce cuando en el otorgamiento
del testamento no haya intervenido el notario y lo haya hecho el juez de letras.
b.- Ante 5 testigos.
Será necesario practicar la publicación.
El juez competente hace comparecer a los testigos para que reconozcan sus firmas y
la del testador.
Luego del examen del juez, éste lo rubrica en todas las páginas y lo manda a
protocolizar, con lo cual valdrá como instrumento público. Es uno de los casos en que la
protocolización otorga el carácter de instrumento público.
El testamento cerrado es esencialmente solemne (requiere por ejemplo, siempre de
la intervención del notario) y el CPC regula la diligencia de la apertura del testamento
cerrado.
Si el testamento fue otorgado ante notario que no sea del último domicilio del
testador, podrá ser abierto ante el tribunal del territorio jurisdiccional a que pertenezca
dicho notario, por delegación del juez del domicilio que se expresa.
El procedimiento de apertura del testamento cerrado consiste en que cualquiera
persona, pariente o extraño, recurre al juez de turno del lugar donde se abre la sucesión para
que se fije un día y hora para que el testamento sea conocido o se abra.
El testamento debe abrirse ante el tribunal en una audiencia a la que se cita al
notario y a los 3 testigos a fin de que ratifiquen sus propias firmas y la del testador.
Asimismo deberán declarar si en su concepto, el testamento está cerrado, sellado o marcado
como en el acto de la entrega.
Si el Notario que participó del otorgamiento fallece o jubila, comparece el que lo
sucede.
Tanto los testigos como el Notario son notificados por cédula.

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El juez ordena la apertura del sobre y el secretario lo lee íntegramente, de lo cual se


levanta acta que contiene íntegro el testamento.
El acta protocolizada servirá como instrumento para solicitar la posesión efectiva de
la herencia testada del causante. Podrá pedir la apertura y protocolización del testamento
cualquiera persona capaz de parecer por sí misma en juicio.
En las diligencias anteriores relativas a los testamentos, participa el secretario como
ministro de fe.
2) DE LA GUARDA Y APOSICIÓN DE SELLOS
El fin de ella es cautelar, quizá siendo la más extrema de ellas: evitar el extravío o
apropiación indebida de los bienes y papeles de la sucesión.
Pueden solicitarla:
a. El albacea
b. Cualquier interesado
c. El juez de oficio puede decretarla
Se nombra a una persona de notoria probidad y solvencia que se encargue de la
custodia de las llaves o las hará depositar en el oficio del secretario.
Si ha de procederse a ella en distintos territorios jurisdiccionales, cada tribunal, al
mandar practicarla, designará la persona que dentro de su territorio haya de encargarse de la
custodia.
Comprende todos los muebles y papeles de la sucesión, excluyéndose los muebles
domésticos de uso cotidiano, de los cuales bastará que se forme lista.
El funcionario procede a clausurar el inmueble donde se encuentran los bienes y
papeles de la herencia, cerrando y sellando el acceso a él hasta que se practique inventario.
La diligencia tendrá una duración determinada en el tiempo, ya que debe terminar
una vez que se ha practicado inventario de los bienes hereditarios.
3) DE LA DACIÓN DE LA POSESIÓN EFECTIVA DE LA HERENCIA
Importancia de la posesión efectiva de la herencia:
Permite a los herederos tener un título que los habilite para poseer. En el caso del
heredero putativo, la posesión efectiva de la herencia le permite adquirir el derecho real de
herencia en un plazo de 5 años. Sin ella, tendría que esperar 10 años para prescribir
adquisitivamente.
El decreto judicial o el acto administrativo en su caso, que concede la posesión
efectiva de la herencia, tiene enorme trascendencia en nuestra legislación:
A. Es un justo título para poseer, con lo cual se configura uno de los requisitos para
adquirir por prescripción el derecho real de herencia.
B. En cuanto deben inscribirse, cumplen con una doble función o requisito:
a. Servir para mantener la historia de la propiedad
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b. Requisito de los enumerados en el 688 para que los herederos puedan disponer de
los bienes hereditarios. Para los inmuebles y para los automóviles, se requiere además de la
inscripción del decreto judicial o de la resolución administrativa, de la inscripción especial
de herencia.
Regulación
a. Es importante considerar que se produjo un cambio radical con la dictación de la
ley 19.903 (2003).
b. Asimismo debe tenerse presente la Circular No. 19 de 2004 del SII, que imparte
una serie de instrucciones sobre los procedimientos de determinación y pago del impuesto a
las asignaciones por causa de muerte y donaciones.
c. Desde la ley 19.903, desde el 11 de abril de 2004, sólo se contemplan 2
procedimientos para la tramitación de las posesiones efectivas:
i. Procedimiento para tramitar las posesiones efectivas intestadas abiertas en Chile:
ante el Servicio de Registro Civil e Identificación: corresponde al 97% de las sucesiones
que se abren en Chile.
ii. Procedimiento contenido en el CPC que sólo deberá aplicarse al resto de las
sucesiones, esto es:
1. A las sucesiones testadas abiertas en Chile
2. A las sucesiones intestadas abiertas en el extranjero 3. A las sucesiones testadas
abiertas en el extranjero
Procedimiento para tramitar las posesiones efectivas de las herencias
intestadas abiertas en Chile, que debe seguirse ante las oficinas del Servicio de
Registro Civil:
1- Materias respecto de las cuales se aplica el procedimiento ante el RC: a. Debe
tratarse de posesiones efectivas de herencias intestadas b. Debe tratarse de posesiones
efectivas de herencias intestadas que se hubieren abierto en Chile.
2- Se trata de un procedimiento administrativo, que se lleva a cabo sin la
intervención de los tribunales, ante el RC.
3- El órgano administrativo competente es el Servicio de Registro Civil e
Identificación.
a. Puede presentarse la solicitud, por el heredero, en cualquiera de las oficinas
dependientes del Registro Civil.
b. En caso que se presenten en oficinas que dependan de distintos Directores
Regionales del RC, se acumulan todas a la más antigua y se devuelven los aranceles a los
que presentaron las posteriores.
c. El procedimiento administrativo se lleva en una carpeta electrónica.
d. El RC tiene algunas obligaciones:
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i. Informar sobre el trámite de la posesión efectiva y la conveniencia de su oportuna


realización, por medio de un instructivo que se entregará cada vez que se inscribe un
fallecimiento.
ii. Entregar las instrucciones a quienes soliciten formularios, prestando asesoría para
su uso.
iii. Informar sobre el estado de tramitación de la correspondiente solicitud, a
petición de cualquier interesado.
Sujeto facultado para formular la solicitud de posesión efectiva ante el RC:
Cualquier persona que invoque la calidad de heredero. Hay que tener en cuenta, sin
embargo, que la posesión efectiva será otorgada a todos los que tengan la calidad de
herederos, según los registros del Servicio de RC, aun cuando no hayan sido incluidos en la
solicitud, sin perjuicio del derecho que éstos tienen para repudiar la herencia.
Solicitud de posesión efectiva e inventario:
a. Se solicita sólo a través de un formulario confeccionado por el RC.
b. Se puede hacer el trámite vía Internet, debiendo someterse a las normas de la ley
sobre documentos electrónicos.
c. La solicitud de posesión efectiva, debe contener al menos lo siguiente:
i. Respecto del causante: Nombre y apellidos; RUT; profesión u oficio; estado civil;
Número, año y circunscripción de la inscripción de defunción del causante; Lugar y fecha
de la muerte; Último domicilio.
ii. Respecto de los herederos: Nombres y apellidos, RUT´s; Domicilios; Calidades
en las que heredan.
iii. Inventario valorado de los bienes del causante
iv. Declaración el solicitante de haberse aceptado o no la herencia con beneficio de
inventario
d. El solicitante puede pedir datos al RC para completar las individualizaciones
e. Si se trata de hechos que tengan importancia para los efectos de la posesión
efectiva, y que no constaren en el RC, como nacimientos, matrimonios o muertes en el
extranjero: se debe acompañar al RC documentación que acredite, con la debida
legalización y traducción si corresponde.
f. Al formulario de posesión efectiva, debe acompañarse un inventario valorizado de
todos los bienes que componen la herencia, conteniendo al menos:
i. Individualización de todos los bienes muebles
ii. Individualización de todos los bienes inmuebles
iii. Créditos y deudas de que hubiere comprobantes
iv. Indicación de todos los objetos presentes, exceptuados los que fueren
conocidamente de ningún valor o utilidad
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v. La valoración de bienes (importancia de la circular 19 SII


vi. Declaración jurada del solicitante de encontrarse las asignaciones que conforman
la herencia afectas o exentas de impuesto
g. El inventario confeccionado de esta forma, se considerará inventario solemne
para todos los efectos legales.
Actitud del Registro Civil frente a la solicitud:
a. Solicitar su complementación, suspendiendo la tramitación de la solicitud
i. El plazo que se le otorgue al solicitante no puede ser inferior a 30 días.
ii. Vencido el plazo que otorga el RC, sin que se hayan acompañado los documentos
de complementación, el Director respectivo advierte que en caso de no ser acompañados
dentro de 7 días, se declarará abandonado el procedimiento y se ordena el archivo.
b. Complementar de oficio la solicitud
c. Rechazarla
i. Se rechaza cuando no cumple con los requisitos legales.
ii. Asimismo, puede devolver la solicitud, aun durante el curso del procedimiento,
cuando tome conocimiento de que la tramitación le corresponde a los tribunales de justicia.
iii. Existen algunas causas que establece la ley como ejemplos de casos en que debe
rechazarse la solicitud: ej. Se acredita ante el RC la existencia natural del supuesto
causante.
iv. Las resoluciones que rechacen la solicitud de posesión efectiva, deben ser
fundadas. Se puede reponer de ellas ante la misma autoridad, dentro del plazo de 5 días,
cuestión que resolverá el Director Regional dentro del plazo de 10 días.
d. Darle curso cuando cumple con todos los requisitos
i. Se ingresa a la base central de datos del sistema automatizado del RC indicando el
día, mes año y hora. Tiene importancia para determinar dónde se acumulan en caso que se
presenten posteriormente otras.
Arancel que debe pagarse al RC por la tramitación de la posesión efectiva
a. 1,6 UTM: sucesiones cuya masa de bienes excede las 15 UTM y no supere las 45
UTM.
b. 2,5 UTM: sucesiones cuya masa de bienes excede las 45 UTM.
c. Las que no exceden las 15 UTM son gratuitas.
d. El RC está facultado para cobrar el valor de ciertos documentos o copias o por la
información soportada en medios electrónicos.
Resolución que concede la posesión efectiva
a. Cumplidos los requisitos de la solicitud y del inventario, procede que el RC dicte
la correspondiente resolución que concede la posesión efectiva
b. Se trata de una resolución que se encuentra exenta de la toma de razón.
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c. Deberá contener las mismas menciones que las de la solicitud y las del inventario
y además dejar constancia que a la fecha de su dictación no existe testamento inscrito en el
Registro Nacional de Testamentos. Finalmente debe disponer que se practiquen las
inscripciones legales.
La resolución que concede la posesión efectiva es pública
a. Se realiza publicación en extracto por el RC en diario. b. Se puede consultar en la
página Web
Inscripción de la resolución en el Registro Nacional de Posesiones Efectivas
a. Efectuada la publicación del extracto, el Director Regional competente ordenará
inmediatamente, por la vía más expedita, la inscripción de la resolución en el RNPE.
b. La inscripción en dicho Registro tiene enorme trascendencia, ya que luego de que
ella se practica no puede ser modificada, sino es en virtud de una resolución judicial.
c. Excepcionalmente puede ser modificada por el Director Regional, cuando se
refiera a cambios de forma o errores manifiestos.
d. La inscripción en el RNPE se hará por medios automatizados y en él se inscriben
las resoluciones que conceden la posesión efectiva, emanadas de la Dirección Regional
respectiva y de los tribunales de justicia, en los casos de las sucesiones abiertas en el
extranjero.
Otorgamiento de certificado de inscripción de posesión efectiva en el RNPE e
inscripción especial de herencia:
el servicio de RC debe acreditar el hecho de haberse inscrito la resolución que
concede la posesión efectiva mediante el otorgamiento de un certificado, que será gratuito
la primera vez. Dicho certificado permite practicar las inscripciones especiales de herencia
de los inmuebles.
Procedimiento para tramitar las posesiones efectivas de las sucesiones abiertas
en el extranjero y de las testadas abiertas en Chile, que debe seguirse ante el juez de
letras competente
1- Es competente para conocer del asunto el juez de letras del último domicilio del
causante. En caso que no lo haya tenido, será el juez de letras del domicilio del interesado.
Si existe más de 1 juez de letras, se aplica el turno, por tratarse de un asunto no
contencioso.
2- Tramitación: a. Solicitud e inventario:
i. El escrito debe contener los requisitos comunes de todo escrito y los específicos
del escrito de posesión efectiva. Además es necesario cumplir los requisitos de la ley
18.120.
ii. El inventario solemne procede cuando existen incapaces. Asimismo tiene capital
importancia en lo que dice relación con el beneficio de inventario.
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iii. En todo caso, el inventario debe contener una valoración de los bienes.
iv. Deben solicitar la posesión efectiva para todos los herederos indicándolos por
sus nombres, apellidos, domicilios y calidades en las cuales heredan
Informe del RC:
A partir de la ley 19.903 se dispone que antes de dictar la resolución que concede la
posesión efectiva, el juez de letras debe solicitar informe al RC respecto de las personas que
posean presuntamente la calidad de herederos conforme a los registros del servicio y de los
testamentos que aparecen otorgados por el causante en el Registro Nacional de Testamentos
3.- Cumpliendo con los anteriores requisitos, se concede la posesión efectiva,
entendiéndose que se da a toda la sucesión, aun cuando uno solo de los herederos la pida.
4. Medidas de Publicidad:
i. Las medidas de publicidad tienen por finalidad dar la opción que conozca del
procedimiento el legítimo contradictor.
ii. La resolución que concede la posesión efectiva de la herencia se publicará en
extracto por 3 veces en un diario.
5. Informe del tribunal al RC i.
Hoy se debe oficiar al RC para ponerlo en conocimiento del hecho de haberse
ordenado la inscripción de la posesión efectiva.
6. Las inscripciones
i. Efectuados los trámites anteriores, el tribunal ordena la inscripción de la
resolución que concede la posesión efectiva.
ii. Se hace en el Registro de Propiedad del CBR del territorio jurisdiccional en que
se haya pronunciado la resolución.
iii. Con el mérito de dicha inscripción los CBR deben proceder a efectuar las
inscripciones especiales de herencia.
EL IMPUESTO DE HERENCIA
A partir de la ley 19.903 el impuesto de herencia pasó a ser un impuesto de
declaración y pago simultáneo (como el impuesto a la renta, por ejemplo), a diferencia de
lo que ocurría anteriormente con la determinación judicial dentro del procedimiento de
posesión efectiva.
Hoy se grava a cada asignación en particular, debiendo ser declarado y pagado
dentro del plazo de 2 años desde el fallecimiento del causante.
El legislador resguarda esta obligación, mediante la imposición a los Notarios y
Conservadores de Bienes Raíces de la prohibición de autorizar o inscribir, cuando no se
inserta el comprobante respectivo del pago del impuesto. Existen excepciones, en las cuales
el Servicio autoriza las enajenaciones, con las correspondientes garantías a su favor.

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4) La declaración de herencia yacente y de los procedimientos subsiguientes a


esta declaración.
Transcurridos 15 días desde que se abre la sucesión, sin que se hubiera aceptado la
herencia o una cuota de ella, ni hubiera albacea designado que hubiera aceptado su cargo,
corresponde declarar yacente la herencia. Se procede al nombramiento de un curador de la
herencia yacente. En caso que luego acepte un heredero, éste pasa a administrar con las
facultades del curador de la herencia. Si hay herederos en el extranjero se oficia al cónsul.

Bibliografía base:
Maturana Miquel, Cristian. Juicio Ejecutivo. Apuntes de clases. Universidad de
Chile, 2013.
- Medidas Cautelares. Apuntes de clases. Universidad de Chile, 2013.
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Pfeiffer Richter, Alfredo: “Procedimientos Ejecutivos”. Edit. Impresos Ranco,


Santiago, 1998.
- Procedimiento Ordinario”. Edit. Impresos Ranco, Santiago, 1998.
Ortiz Eleodoro, Sepúlveda. Juicio ejecutivo. Apuntes de clases. Universidad de
Concepción, 1986.

Bibliografía complementaria
Alsina, Hugo: “Juicios ejecutivos y de apremio, medidas precautorias, y tercerías”.
Edit. Jurídica Universitaria S.A. México, 2002.
Benavente, Dario: “Derecho Procesal. Juicio Ejecutivo”. Edit. Universitaria S.A.,
Santiago, 1964.
Casarino Viterbo, Mario: “Manual de Derecho Procesal”. Edit. Jurídica de Chile,
t. V, 5ª edic. Santiago, 2002.
Cortez Matcovich, Gonzalo:” La tutela cautelar en el proceso civil chileno”. Edit.
Thomson Reuters, Santiago, 2017.
Espinosa Fuentes, Raúl: “El Juicio Ejecutivo”. Edit. Jurídica de Chile, 11ª edic.
Santiago, 2008
Gruss Mayers, Guillermo: “Tratado del Juicio Ejecutivo”. T. I, Edit. El Jurista, 3ª
edic. Santiago, 2011.
Lillo Hunzinker, Lenin: “Manual de Juicio Ejecutivo:”. Edit. Ediciones Jurídicas
de Santiago, s/f
Pereira Anabalón, Hugo: Juicio Ejecutivo. Panorama Actual”. Edit. Jurídica
ConoSur Ltda. Santiago, 1995, p. 20
Quezada Meléndez, José: “Proceso Ejecutivo”. Edit. Librotecnia, Santiago, 2009.
- Las medidas prejudiciales y precautorias. Edit. Conosur Ltda. Santiago, 1987.

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