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La Hacienda Pública Municipal en

Venezuela - Generalidades Conceptuales


INTRODUCCIÓN

Existe una frase que ostenta que “en este mundo lo único seguro es la muerte y pagar los
impuestos” (Benjamín Franklin). Tomando como punto de partida esta frase, los
municipios, valiéndose de su autonomía, emplean diferentes mecanismos para captar
ingresos, ya sea por vía tributaria o por medio de su patrimonio propio. Lo anterior ha
conllevado a que aproximadamente el 90% de los habitantes de un área, paguen por lo
menos un tributo municipal, o bien participen en la generación de ingresos no tributarios
como por ejemplo al comprar un ejido. No obstante, en la mayoría de los casos las personas
no tienen muy claro cómo distinguir un ingreso tributario, de otro no tributario y en qué se
emplean dichas entradas de dinero.

Es, así pues, que dada la relevancia de este tema y lo cotidiano que puede llegar a ser, el
presente informe tiene como propósito destacar todos los aspectos conceptuales y legales
que permitan identificar los bienes municipales y como éstos, en conjunto con la actividad
tributaria, coadyuvan en la generación de ingresos que permiten sufragar el gasto público.

En consecuencia, para entrar en contexto, inicialmente se versarán las principales


características de la actividad tributaria municipal, en donde se abordarán aspectos como
las ordenanzas y los principales principios tributarios y presupuestarios que rigen a esta
actividad. Seguidamente se estudiarán los bienes municipales, que corresponde a la
acepción que tiene esta palabra, los diferentes tipos de bienes que poseen los municipios y
el régimen legal que permite administrar y controlar efectivamente a los mismos. Por
último, se analizará el ingreso público municipal, a modo de conocer sus diferentes
clasificaciones y las diversas formas bajo las cuales un municipio puede generar entradas
de dinero, ya sea por vía tributaria o mediante su propio patrimonio

1 SE FUNDAMENTA EN PRINCIPIOS TRIBUTARIOS

Carias (1984) explica que la actividad tributaria municipal se “sustenta en unos principios
tributarios básicos tales como: legalidad, generalidad, igualdad y no confiscación” (p). En
líneas generales, de este argumento se puede decir que con estos principios lo que se busca
es concebir que la actividad tributaria sea lo más justa posible, ya que esta solo gravará los
tributos estipulados en la ley, a todas las personas, sin distinción alguna, bajo iguales
condiciones, atendiendo a la capacidad económica del contribuyente, afín de no llegar a la
confiscación. Así, por ejemplo, si una persona gana 100 unidades monetarias, realiza un
determinado hecho imponible dentro del municipio, no se le puede imponer un tributo
equivalente a las 100 unidades monetarias, porque se estaría practicando la confiscación.

CONTEMPLA PRINCIPIOS PRESUPUESTARIOS


Para Carias (1984) dentro los principios presupuestarios que persigue la actividad tributaria
destacan “el de la previsión presupuestaria de los gastos” (p). Significa entonces que la
actividad tributaria está integrada con presupuestos de ingresos que realizan los municipios
para sufragar sus gastos públicos municipales. Acá es de destacarse que los municipios
primero estiman sus gastos y posteriormente determinan los diferentes mecanismos para
sufragarlos, ya sea mediante la actividad tributaria u otro tipo de ingresos derivado del
patrimonio municipal.

PRESENTA CIERTAS LIMITACIONES

Dado que esta actividad tiene lugar exclusivamente en el ámbito territorial municipal y
pose menor jerarquía que el Estado (como ente regulador), presenta una serie de
limitaciones o acciones que propiamente no puede emprender. Es, así pues, que según la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) ni los municipios, ni los
estados, podrán “crear aduanas ni impuestos de importación, de exportación o de tránsito
sobre bienes nacionales o extranjeros” (Art. 183). Por consiguiente, la actividad tributaria
municipal no tiene la potestad para adicionar tributos aduaneros que no estén previstos en
las leyes.

2 LOS BIENES MUNICIPALES

Con la finalidad de efectuar una argumentación efectiva y fundada, antes de versar el


“Régimen Jurídico de los Bienes Municipales” conviene precisar, la acepción general de
los bienes. En este sentido, el Código Civil (1982) consagra que “todas las cosas que
pueden ser objeto de propiedad pública o privada, son catalogadas como bienes muebles e
inmuebles.” (Art. 525). Trasladando este argumento al ámbito municipal, se interpreta, que,
para efectos de la presente investigación, por “bienes” se entenderá a todos aquellos
elementos tangibles e intangibles, que son protegidos por el derecho, con la finalidad de
evitar que los mismos sean quebrantados y/o perjudicados por la acción de un tercero.

NATURALEZA DE LOS BIENES

El Código Civil (1982) expresa que “los bienes de la Nación, de los Estados y de las
Municipalidades, son del dominio público o del dominio privado” (Art). De esta manera
según la naturaleza de los bienes municipales, éstos se dividirán

2.1 BIENES MUNICIPALES DE DOMINIO PRIVADO

Crespo (2010) resalta que el dominio de los bienes municipales también podrá ser privado,
el cual comprenderá “todos aquellos bienes en los que el municipio ejerce su propiedad”
(p). En otras palabras, esta categoría abarca todos los bienes que no pueden ser utilizados
por el público en general y que además son empleados por el municipio con fines sociales o
económicos, mediante la obtención de rentas. Como ejemplo se podrían acotar todos
aquellos terrenos o maquinarias de empresas industriales que pertenezcan al patrimonio
propio del municipio.
2.1 RÉGIMEN JURÍDICO DE LOS BIENES MUNICIPALES

Habiendo esbozado la aproximación conceptual de los bienes municipales, será muchos


más fácil analizar el régimen jurídico de los mismos o bien, ese conjunto de pautas legales
que regulan su organización. Así pues, dicho régimen según Carias (1984) estará regulado
por los siguientes preceptos legales:

2.2 NORMA DE CARÁCTER GENERAL

Este apartado está regulado por la Ley Orgánica del Poder Público Municipal (2010) al
establecer que la “adquisición, enajenación, administración, conservación,
desincorporación y demás operaciones que tengan por objeto bienes municipales, se regirán
por las ordenanzas y reglamentos dictados en la materia por los Municipios” (Art. 135). Es
palabras más simples, este precepto señala que los municipios tienen plena autonomía para
manejar todo lo inherente a los bienes municipales, valiéndose para ello de la Constitución,
la LOPPM y las ordenanzas emanadas por el Concejo y el alcalde Municipal.

2.2 NORMAS ESPECÍFICAS APLICABLES A LOS BIENES


INMUEBLES

POR PARTE DEL MUNICIPIO

En este tópico se versarán las normativas comunes que deben seguir todos los municipios
en materia de sus bienes inmuebles. Dentro de estos preceptos destacan:

2.2.2 ADQUISICIÓN DE BIENES

Carias (1989) comenta que esta normativa alude a que “un bien determinado no puede
afectarse legítimamente a un uso público “(p). En otras, en otras palabras, un bien no puede
adquirir la categoría de bien del dominio público de uso público, si dicho bien no se
encuentra en poder del ente público (la Municipalidad) en virtud de un título jurídico que le
haya permitido adquirir el dominio de ese bien, pues el Estado no puede afectar al uso
público cosas que no le pertenecen. Teniendo en consideración lo anterior el proceso de
“incorporación” de bienes al municipio, será una tarea que estará a cargo del alcalde de
municipio siempre y cuando tenga el visto bueno del contralor municipal y el proceso este
apegado a las normativas legales vigentes. Un ejemplo puede ser la compra de una oficina
para desarrollar las actividades municipales o la construcción de carreteras; en ambos casos
el alcalde será el funcionario gestor.

2.2.2 INCOMERCIABILIDAD

Crespo (2010) destaca que los bienes municipales de dominio público se caracterizan por
ser “inalienables, imprescriptibles e inembargables” (p). En líneas generales el autor quiere
decir que estos bienes, no se pueden comercializar, o bien, adquirir derechos de propiedad
sobre ellos por el transcurrir del tiempo mediante la aplicación del mecanismo jurídico de la
“usucapión”. No obstante, existen excepciones, las cuales tienen lugar cuando que el
Concejo Municipal se reúna y con el voto de las ¾ partes de sus integrantes aprueben la

acción que implique el interés público; evidentemente estos actos deberán estar alineados
con las ordenanzas municipales y con las organizaciones urbanísticas del territorio.

2.2.3 VENTA SIN SANEAMIENTO POR EVICCIÓN

La Ley Orgánica del Poder Público Municipal (2010) declara que “la compra de terrenos
que resulte de la parcelación de ejidos, así como de terrenos propios del municipio, se hará
a riesgo del comprador, quien no podrá reclamar saneamiento por evicción.” (Art. 149).
Para explicar mejor este subapartado, supóngase un ejemplo en dónde una persona adquiera
un ejido, pero por alguna causa, un tribunal administrativo o judicial emite una sentencia
firme que priva del derecho de propiedad que tenía el comprado sobre este terreno; bajo
este supuesto, el comprador pierde el ejido y el municipio (como vendedor) no tiene
legalmente la obligación de indemnizar al comprador, es decir, no hay derecho al
saneamiento por evicción. En tal sentido, por esta razón el presente artículo de la
mencionada ley, hace hincapié en que el comprador asume plenamente el “riesgo”
inherente a esta operación.

2.2.3 DECLARATORIA DE UTILIDAD PÚBLICA E INTERÉS SOCIAL

Con respecto a este tópico, la Ley Orgánica del Poder Público Municipal (2010) señala que
“se declara de utilidad pública y de interés social la concesión y ampliación de los ejidos
municipales” (Art. 150). Es decir, los ejidos son especial y únicamente concedidos u
optimizados siempre y cuando existan fines sociales y económicos de por medio, como por
ejemplo la construcción de casas o empresas. Por otra parte, es importante recalcar que los
ejidos no podrán ser empleados para estos fines cuando se demuestre que representan áreas
con importancia ecológica o bien sean tierras altamente fértiles, ideales para la agricultura.

2.2.3 ADOPCIÓN DE UNA POLÍTICA DE NO ENAJENACIÓN DE


BIENES

INMUEBLES

La Ley Orgánica del Poder Público Municipal (2010) señala que el Concejo Municipal
podrá “adoptar, por ordenanza, una política general de no-enajenación de sus terrenos de
origen ejidal o propios, así como sujetar su administración” (Art. 151). Como comentario
en este apartado se refleja claramente esa potestad y autonomía que tiene el municipio para
administrar y controlar sus bienes municipales, mediante la emisión de ordenanzas
emanadas por el alcalde en conjunto con el Concejo Municipal. Por lo general estas
políticas de “no enajenación” de bienes inmueble, se conciben cuando el municipio quiere
reservar áreas suficientes para alcanzar fines de servicio público, de interés municipal y
social.

2.2.3 ADQUISICIÓN DE TIERRAS PARA EJIDOS


El proceso de desembolsos de los fondos para adquirir ejidos se encuentra delimitado en La
Ley Orgánica del Poder Municipal (2010) al establecer que “la adquisición de tierras
particulares para la concesión o ampliación de ejidos, podrá hacerse mediante el pago, en
bonos emitidos por la República, redimibles en un plazo no mayor de veinte años” (Art.
152). Es decir, los fondos para la adquisición u optimización de estas áreas, pueden
provenir del capital y los rendimientos producidos por instrumentos financieros emitidos
por la República Bolivariana de Venezuela, en este caso bonos.

3 INGRESOS PÚBLICOS MUNICIPALES

Crespo (2010) conceptualiza los ingresos públicos municipales como “todos los proventos
(producto, venta), frutos o productos que el Municipio obtenga en el ejercicio de las
facultades que le otorga la Constitución” (p). En palabras más simples, son todas las
entradas de dinero que percibe el municipio para sufragar el

 Impuestos sobre inmuebles urbanos, vehículos, espectáculos públicos, juegos y


apuestas lícitas, propaganda y publicidad comercial.
 El impuesto territorial rural o sobre predios rurales y otros ramos tributarios
Nacionales o estadales, conforme a las leyes de creación de estos tributos.
 El producto de las multas y sanciones en el ámbito de sus competencias y las demás
que le sean atribuidas.
 Los provenientes del Fondo de Compensación Interterritorial.
 Los demás que determine la ley.

Es muy importante señalar que estos ingresos, por ahora solo serán mencionados, porque en
la clasificación de los ingresos municipales “según la fuente”, estos se repiten nuevamente
y afín de no repetir información, allí si serán explicados con mayor profundidad, integrando
para ello comentario de parte del autor y ejemplos.

3.1.1 INGRESOS EXTRAORDINARIOS MUNICIPALES

Desde una perspectiva general, La ley Orgánica de Administración Financiera del Sector
Público (2005) define los ingresos extraordinarios como “aquellos que se devengan de
forma no recurrente” (Art. 7). Llevando este concepto al área municipal, estas entradas de
dinero se caracterizan en esencia, por ocurrir ocasionalmente y no de forma constante y/o
consistente. La Ley Orgánica del Poder Público Municipal, específica, en su artículo 140,
cuáles son los ingresos que entran en esta categoría, siendo alguno de ellos los siguientes:

 El producto del precio de venta de los ejidos y demás bienes muebles e inmuebles
municipales.
 Los bienes que se donaren o legaren a su favor.
 Las contribuciones especiales municipales.
 Los aportes especiales que le acuerden organismos nacionales o estadales.
 El producto de los empréstitos y demás operaciones de crédito público contratados,
de conformidad con la ley.
Igualmente es de acotarse que estos ingresos, por ahora, solo serán mencionados, porque en
la clasificación de los ingresos municipales según la fuente, estos se repiten nuevamente y
afín de no repetir dicha información, será allí en dónde si serán explicados con mayor
profundidad, integrando para ello comentario de parte del autor y ejemplos.

3.1.1.2 USO DE LOS INGRESOS EXTRAORDINARIOS

En base a la Ley Orgánica del Poder Público Municipal (2010) los ingresos públicos
extraordinarios “sólo podrán destinarse a inversión en obras o servicios que aseguren la
recuperación de la inversión o el incremento efectivo del patrimonio del Municipio” (Art.
141). Es decir, el manejo de estos ingresos no recurrentes, deberá efectuarse con suma
cautela y solo serán empleados para la adquisición de bienes y/o servicios que produzcan
nuevos ingresos al municipio. Por ejemplo, se puede invertir este dinero en: la adquisición
de sistemas de transporte terrestre, camiones de aseo urbano, en sectores productivos
agrarios, entre otros; en todos los casos planteados se genera una renta que permitirá
recuperar el capital invertido. Por otra parte, se destaca que estos ingresos podrán
emplearse en casos de emergencias a causa de catástrofes.

3.1.2.1 IMPUESTOS SOBRE ACTIVIDADES ECONÓMICAS DE


INDUSTRIA,

COMERCIO, SERVICIOS O DE ÍNDOLE SIMILAR (ISAE)

El ISAE es caracterizado por Crespo (2010) como “la principal fuente de ingresos
tributarios de los municipios en Venezuela” (p). De esto se desprende que estos ingresos
son en esencia significativamente recurrentes, precisamente por el hecho de gravar una gran
mayoría de actividades económicas que persiguen fines de lucro y que por supuesto tengan
lugar en la jurisdicción del municipio. Otro aspecto en el que se hace énfasis, es que esta
especie tributaria, grava el total de los ingresos económicos devengados “antes” del
impuesto u otras deducciones. Por otra parte, se excluyen todas las actividades económicas
enfocadas en la explotación primaria, siempre y cuando se demuestre que los bienes
producidos no se sometan a ningún proceso de transformación o de industrialización.

3.1.2.1 IMPUESTOS SOBRE INMUEBLES URBANOS

Tomando como base la Ley Orgánica del Poder Público Municipal (2010) este impuesto
“recae sobre toda persona que tenga derechos de propiedad, u otros derechos reales, sobre
bienes inmuebles urbanos ubicados en la jurisdicción municipal” (Art. 174). Significa
entonces que toda persona que tenga un poder jurídico sobre una propiedad inherente a los
bienes inmuebles urbanos, ubicados en la jurisdicción de su municipio, deberá pagar este
impuesto, en las condiciones y términos que establezcan las respetivas ordenanzas
municipales. A su vez, se puede inferir que estos impuestos ocupan el segundo lugar con
respecto a los principales ingresos tributarios que perciben los municipios, es decir, son
muy recurrentes, pero en una porción menor a los ISAE.

3.1.2.1 IMPUESTOS SOBRE VEHÍCULOS


La Ley Orgánica del Poder Público Municipal (2010), estipula que este impuesto “grava la
propiedad de vehículos de tracción mecánica que sean propiedad de una persona
domiciliada en el Municipio respectivo” (Art. 193). Al interpretar el mencionado artículo,
se entiende el impuesto aplica para todas las formas de transporte vehicular dotadas de
tracción mecánica que transiten por el municipio y que pueden pertenecer tanto a personas
naturales, como personas jurídicas que residan en dicho municipio. Por otra parte, hay que
señalar que mediante las ordenanzas municipales se podrá determinar con exactitud un
aspecto clave como lo es “la clasificación del vehículo” para así poder estimar la base
imponible sobre la cual se calculará el impuesto en cuestión.

3.1.2.1 IMPUESTOS SOBRE JUEGOS Y APUESTAS LICITAS

La Ley Orgánica del Poder Público Municipal (2010) consagra que este impuesto se
“causará al ser pactada una apuesta en jurisdicción del respectivo Municipio” (Art. 199).
Significa entonces que éste impuesto nace al acordarse una apuesta lícita entre dos o más
partes y su base imponible estará conformada solamente por el monto por el que se apostó.
Lo anterior también da a entender que el impuesto se característica por ser “real”, dado que
no tiene en cuenta la capacidad contributiva del sujeto obligado a pagar dicha obligación.
Además de obtenerse alguna ganancia, estas también será objeto de impuestos, pero ya
éstas quedarán sujetos al pago de impuestos nacionales. Un ejemplo sencillo puede ser el
acudir a un kiosco dónde se comercialicen boletos de lotería; al comprar dicho cartón se
paga una alícuota determinada según las ordenanzas del municipio.

3.1.2.1 CONTRIBUCIONES ESPECIALES MUNICIPALES

Crespo (2010) afirma que las contribuciones especiales municipales son aquellas que
“tienen como hecho generador, los beneficios individuales que se materializan en el sujeto
pasivo de la obligación tributaria, en virtud de una actividad previa de la administración”
(p). En un lenguaje más sencillo, dichas contribuciones se deberán pagar al municipio
cuando el sujeto pasivo (contribuyente) realice alguna modificación en sus bienes
inmuebles que le permitan obtener un aumento en sus beneficios futuro o bien eleven el
valor de su patrimonio, es decir, si por ejemplo se pavimenta una calle los inmuebles
cercanos a esta obra sufrirán un aumento en su valor, que deberá ser gravado. Para el caso
particular de los municipios las contribuciones especiales se pagan por efectuar mejoras y/o
plusvalías.

Ahora bien, como se pudo evidenciar antes, las contribuciones especiales municipales
corresponden a ingresos extraordinarios, de conformidad con la LOPPM. No obstante,
Crespo (2010), no está de acuerdo que la LOPPM, “clasifique las contribuciones especiales
como ingresos extraordinarios” (p). Las razones que justifican esta opinión yacen en que
estas contribuciones, como se pudo observar, son especies tributarias y, por lo tanto, son
obligaciones que “si” son recurrentes.

3.1.2 INGRESOS PÚBLICOS NO TRIBUTARIOS DEL MUNICIPIO


Como ya se había comentado antes, estos ingresos son aquellos que el municipio gana por
vía no tributaria, es decir, se obtienen mediante el propio patrimonio municipal. Crespo
(2010) al analizar los artículos 137 y 140 de la LOPPM, (p), expresa que estos ingresos
estarán comprendidos por:

3.1.2.2 LOS PROCEDENTES DE LA ADMINISTRACIÓN DEL


PATRIMONIO DEL MUNICIPIO

Crespo (2010) explica que “todo municipio puede obtener ingresos mediante la
administración de su patrimonio” (p). Como ya se puedo observar anteriormente los bienes
del patrimonio puede ser de dominio público y privado, por lo que todo dinero que se
genere mediante la administración del mismo, entrará en esta categoría, como, por ejemplo:
el dinero que perciba el municipio por alquilar una oficina que sea parte de su patrimonio y
el capital depositado en instituciones bancarias.

3.1.2.2.1 LOS DERIVADOS DEL SITUADO CONSTITUCIONAL Y OTRAS


TRANSFERENCIAS O SUBVENCIONES NACIONALES O ESTADALES

Esta forma de ingreso no tributario municipal, es definida por la Constitución de la


República Bolivariana de Venezuela (1999) como “una partida equivalente a un máximo
del veinte por ciento del total de los ingresos de cada estado y el Distrito Capital” (Art.
167). Así pues, este 20 % a la hora de repartirse, se convierte en un 100%; para el caso de
los municipios en cada ejercicio fiscal le corresponderá una participación no menor del 20
% por ciento del situado y de los demás ingresos ordinarios del respectivo estado. El uso de
este dinero estará enfocado principalmente en cubrir parte del gasto público de los
municipios.

3.1.2.2.3 EL PRODUCTO DE LAS MULTAS Y SANCIONES EN EL ÁMBITO DE


SUS COMPETENCIAS Y LAS DEMÁS QUE LE SEAN ATRIBUIDAS

Crespo (2010) comenta que “este rubro lo integra el producto de las sanciones pecuniarias
impuestas por las autoridades municipales según las ordenanzas” (p). Así pues, multas y
sanciones son castigos que se imponen al cometer infracciones tales como: ingesta de
bebidas alcohólicas en lugares públicos no destina respectivos permisos; infracciones de
tránsito terrestre, entre otras. Por otra parte, vale decir que las condiciones y/o
características de las multas y/o sanciones a cumplir, deberán estar expresadas en las
ordenanzas que disponga el municipio para tal fin.
3.1.2.2.4 LOS DIVIDENDOS O INTERESES POR SUSCRIPCIÓN DE CAPITAL

Crespo (2010) expresa que este ingreso se trata de “las utilidades provenientes en
proporción al capital suscrito o aportado por el Municipio” (p.50). Es decir, son los
rendimientos que obtiene el municipio por tener acciones en una empresa, como por
ejemplo las Compañías Anónimas en donde el capital es libremente transferible, lo que
facilita la compra de acciones.
3.1.2.2.5 LOS PROVENIENTES DEL FONDO DE COMPENSACIÓN
INTERTERRITORIAL
Para Crespo (2010) este fondo es aquel que está “destinado al financiamiento de
inversiones públicas para promover el desarrollo equilibrado de las regiones” (p.50)
Teniendo en consideración este argumento, se entiende por Fondo de Compensación
Interterritorial al que crea el Estado, dentro del presupuesto público, para financiar las
inversiones de carácter público en aquellas regiones de menor desarrollo comparativo; por
lo tanto el uso de este dinero estará enfocado en la inversión en escuelas, hospitales,
carreteras, sistemas de alumbrado público y demás obras que eleve el crecimiento
económico-social del municipio en cuestión. Además, hay que señalar, que el principal
objetivo de este fondo es corregir los desequilibrios económicos territoriales, es decir,
garantizar que todas las regiones tengan un mismo nivel de desarrollo económico

3.1.2.2.6 EL PRODUCTO DE LA VENTA DE LOS EJIDOS Y DEMÁS BIENES


MUEBLES E INMUEBLES MUNICIPALES

Carias (1989) destaca que lo que se devengue de estas ventas “deberán necesariamente ser
invertidos en la adquisición de otros bienes inmuebles de valor equivalente, de lo cual son
responsables los concejales en caso de incumplimiento de esta exigencia” (p.124). Como
comentario, para el caso particular de los ejidos, anteriormente se versó (en la sección del
régimen municipal de los municipios) que estos terrenos no pueden ser enajenados o
vendidos, porque forman parte de los bienes de dominio público municipal. No obstante,
existen excepciones, que tienen lugar cuando hay fines económicos y/o sociales, como por
ejemplo la construcción de viviendas; en consecuencia, mediante una sesión del Concejo
Comunal, en dónde se aprueba esta decisión, con el voto de las ¾ partes de sus integrantes,
el ejido podrá ser desafectado y vendido. Por las anteriores razones, estos ingresos pueden
ser perfectamente denominados como extraordinarios, porque se origina mediante
situaciones muy puntuales y poco recurrentes

3.1.2.2.7 LOS BIENES QUE SE DONAREN O LEGAREN A SU FAVOR

Crespo (2010) afirma que “el municipio puede recibir donaciones en dinero, cosa o
derecho, es decir, por transmisión voluntaria” (p.51). De esta opinión se destaca que los
bienes que se donasen a los municipios no deberían ser catalogados como ingresos, a
menos que dichas donaciones se realizasen en dinero, puesto que un “bien” no representa
una entrada liquida de dinero, salvo que el mismo sea enajenado, pero ya esto sería la
“venta de bienes donados”, es decir otra situación diferente. Como ejemplo general se tiene
que cuando una empresa dona al municipio aspectos como: sistemas de alumbrado público,
maquinarias, dinero en efectivo, entre otros, se estará ante el ingreso por donaciones.

3.1.2.2.8 EL PRODUCTO DE LOS EMPRÉSTITOS Y DEMÁS OPERACIONES DE


CRÉDITO PÚBLICO

Desde una perspectiva personal, se entiende por crédito público a los fondos que el
municipio puede obtener mediante la emisión de empréstitos. Ahora bien, para el caso
particular de los municipios, estas operaciones financieras no son tan sencillas, puesto que
la Ley Orgánica del Poder Público Municipal (2010) establece que “los municipios y los
entes creados por ellos no podrán realizar operaciones de crédito público externo ni en
moneda extranjera, ni garantizar obligaciones de terceros” (Art. 143). No obstante, a pesar
de lo anterior la ley consagra que los municipios sin podrá realizar operaciones de crédito
público interno, siempre y cuando esta sean enviada y aprobado por el presidente de la
Repúblico en Consejo de ministros y posteriormente autorizada por la Asamblea Nacional.

3.1.2.2.9 LOS DEMÁS QUE DETERMINE LA LEY

Crespo (2010) expresa que en esta categoría “se incluyen los ingresos que le sean asignados
al Municipio por ley nacional o estadal, en atención a las disposiciones que prevén la
atribución”. Es decir, todos aquellos otros ingresos no tributarios que mediante la emisión
de leyes puedan dar origen a una nueva entrada de dinero para el municipio. Igualmente se
aprecia que la Ley podría no necesariamente dar originen a ingresos no tributarios, ya que,
en base a la opinión de Crespo, se evidencia que deja abierta la posibilidad para crear
ingresos de carácter tributario, tal sería el caso de las tasas que puede cobrar el Municipio
por la expedición de licencias para el expendio de licores.

3.1.3 SEGÚN LAS RAMA DEL DERECHO QUE REGULE LOS INGRESOS
PÚBLICOS DE MUNICIPIO

Crespo (2010) argumenta que este apartado corresponde a una forma para clasificar los
ingresos que obtienen los municipios, empleando para ello “el criterio de la relación que les
da origen a los mismos” (p.39). Adicional a la opinión de este autor, también se puede
agregar que esta clasificación también se fundamenta en la pertenencia de las normativas
que regulen el ingreso devengado, es decir, si dicha entrada de dinero es regulada por el
derecho público (Ingresos públicos de derecho público) o son si estas son reguladas por el
derecho privado (ingresos públicos por derecho privado). Así pues, a continuación, se
esbozan las características de cada uno de estos ingresos:

3.1.3.1 INGRESOS PÚBLICOS DE DERECHO PÚBLICO

Crespo (2010) conceptualiza estos ingresos como “aquellos que obtiene el Estado por
medio del patrimonio de los particulares, en su calidad de sujeto de Derecho público,
haciendo uso de su poder impositivo o coercitivo” (p.40). Al analizar esta idea, se puede
entrever que estos ingresos son los que el Estado gana, a través de su facultad para
establecer y aplicar tributos, con el mero propósito de financiar el gasto público, el cual
permite satisfacer las necesidades
distintas de la sociedad a nivel de: salud, educación, seguridad, tecnología, comunicaciones,
carreteras, servicios de aseo urbano, alumbrado público, entre otros. Además, es importante
resaltar que todas las personas están obligadas a contribuir con este ingreso, siempre y
cuando ocurra un hecho imponible que permita que este individuo ceda parte de sus
ingresos al Estado.
Para el caso particular de los municipios, estos ingresos se devengan mediante: impuestos,
tasas y contribuciones especiales e inclusive multas por infringir alguna normativa
contemplada en una ordenanza.
3.1.3.2 INGRESOS PÚBLICOS DE DERECHO PRIVADO

Para Crespo (2010) estos ingresos son aquellos que “el Estado obtiene de sus actividades de
carácter económico” (p.40). Es decir, a diferencia de los ingresos de derecho público, estos
provienen de la administración del propio patrimonio del Estado. Por ejemplo, estos
ingresos pueden venir de los dividendos que gane el Estado por mantener acciones en una
empresa en particular. En síntesis, éstos estarán plenamente regulados por el derecho
privado mediante leyes tales como: el Código Civil y el Código de Comercio, siempre
cuando estén vinculados a un patrimonio privado. Para el caso particular de los municipios,
estas entradas de dinero pueden originarse mediante: la venta de ejidos, por alquilar una
oficina propiedad del municipio, por suscripciones de acciones en una empresa en donde se
devengue algún rendimiento financiero y cualquier otra actividad que implique el uso del
propio patrimonio del municipio para generar un flujo de efectivo.

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