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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria

Universidad Politécnica Territorial “Arístides Bastidas”

Independencia – Edo. Yaracuy

INFORME DE LOS
IMPUESTO SOBRE TRANSACCIONES INMOBILIARIAS

Alumna:

T.S.U. Yrisluri Giménez

C: I.: 13.095.862

Sección: 1583501

Informe sobre Los Impuestos sobre las

Transacciones Inmobiliarias

El Impuesto sobre Transacciones Inmobiliarias constituye un tributo previsto en

la Ley Orgánica del Poder Público Municipal, en la que se le otorga la competencia al

municipio para controlar y efectuar su recaudación, el cual deberá ser regulado a través de

la respectiva ordenanza.
Es un  impuesto  anual  que  se aplica  sobre  la suma total del

patrimonio inmobiliario gravado que tienen registrados las personas físicas y

Fideicomisos.

¿Qué es el impuesto inmobiliario en Venezuela?

Es un tributo municipal que se genera por la propiedad o posesión de terreno y


construcciones ubicados dentro del perímetro municipal urbano y que estén dotados de
servicios públicos por parte del municipio.
El impuesto sobre transacciones inmobiliarias a pagar, en los casos de otorgamiento
de documentos contentivos de hipotecas convencionales, judiciales y legales, no
provenientes de saldo de precio, será el veinticinco por ciento (25%) del monto fijado.

¿Qué impuesto se paga al vender una casa en Venezuela?

Precisó que “la ley establece que el impuesto de la venta es un máximo de 2%, es


decir, dependerá de las características del inmueble, su ubicación, su estado físico, una
vez que se haya pactado el precio.

La Ley Orgánica del Poder Público Municipal (LOPPM, 2010) señala normas de
carácter tributario, entre las que menciona los diversos ramos rentísticos a cargo del nivel
local; en efecto allí se encuentran comprendidos Impuestos: actividades económicas,
comercio, servicios; vehículos, inmuebles urbanos; espectáculos públicos, juegos y
apuestas; predios rurales; transacciones inmobiliarias; propaganda y publicidad comercial.
Tasas, que son aquellos tributos pagados al sujeto activo de la relación tributaria, en nuestro
caso el Municipio, previstos por una ordenanza, como contraprestación de un servicio o por
la realización por parte de una entidad pública en relación con el particular. Se encuentran
en muchas de las materias cuya competencia corresponde al municipio; por ejemplo,
cuando se acude a un cementerio para requerir el servicio de velación o cremación de
cadáveres humanos o animales, son pagadas unas sumas por el uso de las instalaciones
(Bóvedas, nichos); por la expedición de actos de la más variada naturaleza, entre otros.
También están las Contribuciones, pudiendo mencionarse  las que se causan por el
incremento en el valor de la propiedad como consecuencia de los cambios de uso o de
intensidad de aprovechamiento previsto por los planes de ordenación urbanística con el que
esa propiedad resulte beneficiada;  su destino va orientado hacia la realización de las obras
o prestación de servicios públicos urbanos que se determinen mediante ordenanza, según la
LOPPM

Ahora bien, no solamente en la Ley Orgánica del Poder Público Municipal están los
impuestos aplicables al nivel local. Existen ejemplos como en la Ley de Registro Público y
Notariado (LRPN, 2006), que grava operaciones de compra, venta o permuta de bienes
inmuebles, dación o aceptación en pago de los bienes citados; de los actos en que se dé, se
prometa, se reciba, se pague alguna suma de dinero, o bienes equivalentes, adjudicaciones
en remate judicial, particiones de herencia, sociedades o compañías anónimas, contratos,
transacciones y otros actos en que las prestaciones consistan en pensiones, como
arrendamientos, rentas vitalicias, derechos para la formación de sociedades, las
contribuciones y demás actos traslativos de propiedad de bienes inmuebles, así como la
constitución de hipotecas y otros gravámenes sobre ellos.

En efecto, la LRPN establece que los actos a que se contrae el párrafo anterior
genera un ingreso de carácter tributario dentro del tipo denominado impuesto a favor del
municipio; no debe confundirse el hecho que un acto sometido a diversos ámbitos
tributarios, por ejemplo nacional y local, ya que no interfieren en nada. Un inmueble está
gravado con el impuesto sobre inmuebles urbanos y, a la vez,  el Impuesto sobre la Renta.

Lo que difiere en cada tributo son los hechos imponibles en cada caso. Ello ya lo
han explicado tanto los tribunales en lo contencioso tributario como el Tribunal Supremo
de Justicia en Salas Constitucional y Político Administrativa desde vieja data.

Para el caso del Impuesto sobre Transacciones Inmobiliarias lo constituye la serie de


actuaciones que se someten ante la oficina registral o notarial mencionadas mientras que, en
el Impuesto sobre la Renta, se gravan los enriquecimientos originados por la utilidad o
beneficio, no existiendo identidad.
Al respecto la LOPPM cuando se menciona ese tributo indica que se regulará
mediante ordenanza, por lo que siguiendo el principio de legalidad sería exigible una vez
aprobada el respectivo instrumento normativo, la cual deberá ceñirse a lo establecido no
solamente por aquélla sino por lo previsto por la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela y tomando las referencias del Código Orgánico Tributario: prescripción,
sanciones, entre otras.

Es pertinente recordar que las ordenanzas tienen rango y fuerza de ley en el ámbito
local.

Como en todo tributo existen unos sujetos de la relación jurídica tributaria, dado el
hecho que se activa con la generación del llamado hecho imponible, por cuanto como
expresa el Código Orgánico Tributario (C.O.T., 2001) surge en cuanto ocurra el
presupuesto de hecho previsto por la ley en este caso es mediante ordenanza por así
señalarlo la Ley Orgánica del Poder Público Municipal (LOPPM, 2010) y la Ley de
Registro Público y Notariado (2006).

Sobre el rango de las ordenanzas municipales es oportuno revisar las sentencias de


la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia Nº 928, 2353, ambas del año 2001;
en las proferidas con Nº 246 y 254, ambas del año 2002, donde concluyó que su rango
siempre es el de una ley, pues el poder del Municipio para dictarlas deriva de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela  Carta Magna, debiendo entenderse
que las ordenanzas como de ejecución directa de ésta.

Si el Impuesto sobre Transacciones Inmobiliarias va a dar como acreedor al


Municipio, éste es quien detenta la cualidad de sujeto activo dentro de la relación jurídica
tributaria, porque es el llamado por ambos instrumentos normativos citados supra, además
de la respectiva ordenanza aprobada.

Disponen la Carta Magna y la LOPPM  que la administración de la hacienda


municipal corresponde al alcalde, sin perjuicio de la actividad de control a cargo del
concejo municipal o la contraloría municipal.
En relación con el sujeto pasivo se aplica lo dispuesto por el COT, es decir,
corresponde a los contribuyentes y/o responsables; el legislador en estos casos prescinde de
características propias del Derecho Civil, por ejemplo en las personas naturales,  tales como
capacidad, hasta el punto que al estar frente a un contribuyente fallecido serán cumplidos
por los sucesores y legatarios. Si es para una persona jurídica (asociaciones, compañías, por
ejemplo), no les exime; más bien, es obligante cuando se trate de comerciantes por aquello
del principio de la presunción del ánimo de lucro en sus operaciones. Es frecuente
encontrar en ordenanzas que establece exención en los casos de procesos expropiatorios o
de tierras de propiedad colectiva de pueblos y comunidades indígenas.

Se discute acerca de la causación del impuesto, ya que hay ordenanzas que lo fijan
al inscribir el documento ante la oficina registral o notarial; otras, por el contrario, lo hacen
al pactar la operación, partiendo del hecho que en contratos como la venta es de tipo
consensual; lo más apropiado es el primero porque el dominio se traslada en el campo
inmobiliario cumplidas las formalidades pertinentes que se perfeccionan al suscribir el
documento traslativo de propiedad.

La Base Imponible viene dada en función del valor declarado por la operación
inmobiliaria, para lo cual fija en unidades tributarias, tanto ésta como el monto del tributo,
con las siguientes consideraciones:

1. En las permutas, se computarán los derechos sobre el inmueble que tenga mayor valor.
En los contratos de compraventa de inmuebles, cuando el vendedor sólo reciba en efectivo
parte del valor del inmueble, porque el comprador asuma la obligación de cancelar los
gravámenes que existan sobre el inmueble o a favor de terceros, se pagará el porcentaje
sobre el precio total de la venta, es decir, sobre la suma pagada, más la que se prometa
pagar a terceros.

2. Las opciones causarán el impuesto proporcionalmente a la remuneración establecida a


favor de quien otorga la opción y a la cláusula penal que se establezca para el caso de no
ejercerse. Si no se estipulare remuneración, ni cláusula penal, se pagará el impuesto de una
unidad tributaria (1 U.T.).
3. En los contratos de arrendamiento financiero de inmuebles, los derechos de registro se
calcularán según lo previsto  por la Ley General de Bancos y Otras Instituciones
Financieras.

4. Cuando se constituya una hipoteca convencional adicional, cuyo aporte exceda del saldo
del precio, se cobrarán también derechos de registro por el excedente, de conformidad con
lo expresado en este artículo.

En los casos de otorgamiento de documentos contentivos de hipotecas


convencionales o judiciales e hipotecas legales, no provenientes de saldo de precio, el
impuesto a pagar será el veinticinco por ciento (25%) del impuesto. Se calcularán los
derechos sobre las sumas de las cantidades comprendidas en la caución hipotecaria.

No se cobrará el impuesto en la cancelación de hipotecas; en los documentos en que


se ejerza el derecho de retracto, hasta la concurrencia de la deuda. En la dación en pago de
la cosa hipotecada y en aquellos casos en que se adjudiquen los bienes al acreedor, cuando
se haya ejecutado inicialmente la hipoteca. Tampoco en los lugares donde no exista catastro
ni imposición sobre inmuebles urbanos. Se impone una obligación para notarios y
registradores que deberá exigirse la cancelación del Impuesto previo al otorgamiento.

¿Cómo llenar la Forma 33 del Seniat?

Para el retiro de la Forma 33 de la oficina del SENIAT, el contribuyente debe


seguir los siguientes pasos: Presentar copia de la cédula de identidad y Registro de
Información Fiscal (RIF) del vendedor y comprador. Copia del documento del inmueble
que está en venta. Documento de opción de compra y venta. Este impuesto es de 0.50%
sobre el precio de venta del inmueble y se presenta en registro con los demás requisitos de
venta. Importante : La Planilla se retira en el SENIAT y se cancela en los bancos
autorizados.

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