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CASO 27 PLATAFORMA CONTINENTAL DEL MAR DEL NORTE

II

 Imperfección de la regla jurídio-internacional.


 Las lagunas en el Derecho internacional: Principios básicos que
configuran el régimen de una institución.
 La noción del orden jurídico internacional como sistema.
 Labor del TIJ en el esclarecimiento del Derecho aplicable. Función
integradora del TIJ.
 Aplicación de la equidad como un principio jurídico.
 El acuerdo entre Estados como medio primordial de solución de
diferencias internacionales. Valor supletorio de las soluciones judiciales

1. Breve referencia (problema que se plantea).- Holanda y Dinamarca pretendían que la


RFA estuviera obligada por la regla de la equidistancia como norma de derecho
consuetudinario, entendían que aunque Alemania no había ratificado la convención de
Ginebra de 1958 sobre la plataforma continental y por consiguiente no le obligaba el art.
6 de la convención, sí le vinculaba la regla de la equidistancia como norma
consuetudinaria.

Nota aclaratoria

Puesto que el TIJ llegó a la conclusión de que la pretendida regla de la equidistancia no era
aplicable al caso, el problema subsiguiente era determinar si, no obstante, existían normas
obligatorias que las Partes hubieran de tener en cuenta en el acuerdo que, según los
compromisos adquiridos por ellas, pondrían fin a la diferencia.

La Corte hace aquí contribuciones muy importantes sobre el problema de las lagunas
en el DI, o si se prefiere, sobre la imperfección de la regla jurídico-internacional

La inexistencia de reglas directamente aplicables al punto controvertido, no crea una


situación de anomia, siempre que sean deducibles normas desde los principios básicos que
estructuran el régimen jurídico de una institución. En esto consistió la función integradora y
esclarecedora del Tribunal.

A C

A C
A B
C
B
B
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Explicación:

Con el croquis de las tres situaciones ideales en el litoral de tres Estados adyacentes de
la adjunta figura, el TIJ representó las distorsiones a que puede dar lugar la delimitación de
la plataforma, según el criterio riguroso de la equidistancia. Únicamente el caso II permite un
resultado justo y equitativo, en los dos restantes, según el trazado cóncavo o convexo de
esa costa, quedarían favorecidos o perjudicados unos u otros Estados. De ahí el criterio
correctivo del principio de equidad que el Tribunal sostiene.

FALLO:

83. La situación jurídica consiste en que las Partes no están obligadas a aplicar ni la
Convención de 1958, que no es oponible a la República Federal, ni el método de la
equidistancia, en tanto que regla obligatoria de Derecho consuetudinario, porque no lo es.
Pero entre Estados que tienen un problema de delimitación lateral de plataformas
continentales limítrofes, subsisten reglas y principios jurídicos aplicables. No se trata, en el
caso concreto, de una ausencia de reglas.

84. La Corte no tiene que efectuar una delimitación de las zonas de la plataforma continental
que corresponda a cada una de las Partes. El Tribunal debe indicar a las Partes los
principios y reglas de Derecho en función de los cuales elegirá los métodos con los que
deberá efectuarse la delimitación, pero sin suplantarlas.

85. La razón esencial por la que el método de la equidistancia no puede ser tenido por
norma jurídica es que si hubiera que aplicarlo obligatoriamente en todas las situaciones, no
armonizaría con determinadas nociones jurídicas básicas que reflejan desde el principio la
opinio iuris en materia de delimitación; estos principios son que la delimitación debe ser
objeto de un acuerdo entre los Estados interesados y que este acuerdo debe hacerse según
principios equitativos. Sobre la base de normas muy generales de justicia y de buena fe, se
trata de verdaderas reglas de Derecho en materia de delimitación de plataformas
continentales limítrofes; es decir, de reglas obligatorias para los Estados en cualquier
delimitación. En otros términos, se trata de aplicar una regla de Derecho que prescribe el
recurso a principios de equidad conforme a las ideas que desde siempre han inspirado el
desarrollo del régimen jurídico de la plataforma continental en la materia, a saber:

a) Las partes están obligadas a emprender una negociación con vistas a la realización de un
acuerdo. Las partes están en la obligación de comportarse de tal manera que la
negociación tenga sentido, no sería este el caso si una de ellas insiste en su posición sin
aceptar modificarla.
b) Las partes están obligadas a actuar de tal modo que en el caso concreto, sean aplicados
principios equitativos. En este sentido puede ser aplicado el método de la equidistancia,
pero hay también otros y pueden ser utilizados exclusivamente o conjuntamente.
c) La plataforma continental de todo Estado debe ser la prolongación natural dé su territorio
y no debe afectar a aquella que es la prolongación natural de otro Estado.

86. Por lo que respecta a la primera regla el Tribunal recuerda que la obligación de negociar
asumida por las Partes en el art. 1.2 de los compromisos, se deriva de la proclama Truman,
que debe ser considerada como introductora de las reglas de Derecho en la materia y
porque constituye una aplicación particular de un principio que está en la base de todas las
relaciones internacionales y que ha sido reconocido en el art. 33 de la Carta de las N.U.
como uno de 105 métodos de arreglo pacífico de las diferencias internacionales.
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87. Según dijo el Tribunal Permanente de Justicia Internacional en su ordenanza de 19 de


Agosto de 1919, el arreglo judicial de los conflictos internacionales «no es más que un
sucedáneo de la solución directa y amistosa de los conflictos entre las partes»

Al definir en su opinión consultiva sobre el Tráfico ferroviario entre la Lituania y la


Polonia el alcance de la obligación de negociar, el Tribunal Permanente ha dicho que esta
obligación no consiste solamente en emprender negociaciones, sino en proseguirlas en la
medida en la que sea posible con vistas a la conclusión de acuerdos", incluso si el
compromiso de negociar no implica el de llegar a entenderse.

88. Por lo que respecta a la regla de la equidad, el fundamento jurídico de esta regla en el
caso particular de la delimitación de la plataforma continental entre Estados limítrofes ha
sido ya precisado. Esta regla se asienta sobre una base más amplia cualquiera que sea el
razonamiento jurídico del juez, sus decisiones deben por definición ser justas, en este
sentido pues equitativas. Sin embargo, cuando se habla del juez que administra justicia o
que declara el Derecho, se trata de justificar objetivamente sus decisiones según los textos
y, en este sentido, es una regla de Derecho la que postula la aplicación de principios de
equidad.

89. Es preciso constatar que, a pesar de las ventajas reconocidas del método de la
equidistancia, bajo ciertas condiciones geográficas bastante frecuentes, conduce a una
innegable falta de equidad...

90. Si por algunas de las razones indicadas aquí, la equidad prohibe el empleo de la
equidistancia en los casos presentes como el único método de delimitación, no se ve razón
alguna por la que la delimitación de zonas limítrofes en la plataforma continental no pueda
hacerse por el empleo concurrente de diversos métodos. El Tribunal considera que el
Derecho internacional en materia de delimitación de la plataforma continental no impone una
regla imperativa y autoriza el recurso a diversos principios o métodos, según los casos, así
como su combinación, siempre que se llegue mediante la aplicación de principios de
equidad a un resultado razonable.

91. La equidad no implica necesariamente igualdad y no exige que un Estado sin acceso al
mar posea una zona de plataforma continental tampoco se trata de parificar la situación de
un Estado de amplias costas con la de aquel de costas reducidas.

97. Otro elemento a tomar en consideración en la delimitación de las zonas de plataforma


continental entre Estados limítrofes es la unidad de yacimiento. Las riquezas naturales del
subsuelo marino en la parte que constituye la plataforma continental son objeto directo del
régimen jurídico establecido como consecuencia de la Proclama Truman. Ahora bien, es
frecuente que un yacimiento se extienda en las dos costas del límite de la plataforma
continental entre los dos Estados. Siendo posible la explotación de este yacimiento desde
cada uno de los lados, inmediatamente surge un problema a causa del peligro de una
explotación dañosa o exagerada por cualquiera de los Estados interesados.

98. Un último elemento hay que tomar en consideración, es la relación razonable que una
delimitación efectuada según principios de equidad deberá hacer que aparezca entre la
extensión de la plataforma continental de los Estados interesados y la longitud de sus
costas; deberán medirse estas costas según la dirección general de éstas a fin de
establecer el equilibrio necesario entre los Estados que tengan costas de líneas rectas y
aquellos que tengan costas fuertemente convexas o cóncavas...»
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OBSERVACIONES

1. Aspectos generales

Las partes litigantes, en el compromiso de sumisión del asunto a la competencia del TIJ
encomendaron a éste la tarea de establecer «los principios y reglas de Derecho
internacional aplicables a la delimitación ... de las respectivas zonas de la Plataforma
continental. Complementariamente se comprometieron a solucionar su diferencia por un
acuerdo posterior que sería "concertado en conformidad con la decisión solicitada del
Tribunal".

Ahora bien, la conclusión a la que llegó el TIJ fue que no existía norma internacional
alguna aplicable directamente que vinculara a las partes en la diferencia. ¿Habría entonces
lugar a pronunciar un non liquet? El Tribunal lo niega cuando afirma: «Entre Estados que
tienen un problema de delimitación lateral de plataformas continentales limítrofes, subsisten
reglas y principios aplicables».

2. La determinación por el TJJ del Derecho aplicable

Como un argumento más en contra de la aplicación mecánica y rígida del método de la


equidistancia, el TIJ lo excluye aquí como método único «porque si hubiera que aplicarlo
obligatoriamente en todas las situaciones, no armonizaría con determinadas nociones
jurídicas básicas». Hay aquí una observación muy interesante para la idea del orden jurídico
internacional como sistema. Salvo los casos manifiestos de conflictos normativos -que hay
que superar por los procedimientos adecuados- el hecho de que la rigidez de este método
no armonizaría con “determinadas nociones jurídicas básicas que... desde el principio
reflejan la opinio iuris en materia de delimitación”, lleva al TIJ a declarar su inaplicación
como método único.

El TIJ entiende no le corresponde efectuar una delimitación de las zonas de la


plataforma que corresponde a cada parte, según pretendía la posición alemana, (No. 84), el
Tribunal establece «los principios y reglas en función de los cuales (las partes) elegirán los
métodos con los que se realice la delimitación. Uno es la negociación y ~ acuerdo, el otro es
la aplicación de la equidad.

Lo más interesante en esta parte de la sentencia, son las observaciones del Tribunal
respecto del acuerdo internacional como el modo ordinario de solución de diferencias
internacionales y el papel secundario que sigue teniendo en ello la acción estrictamente
judicial.

Por acuerdo de las partes, éstas se reservaran la configuración del acuerdo final, Pero
elemento esencial en esa solución fue la labor esclarecedora del TIJ en la determinación del
Derecho y de su aplicación al caso concreto.

En dos líneas fue clarificadora su función:

a) Una fuente de conflictos y diferencias entre Estados reside en la falta de claridad del
Derecho internacional vigente. La regla de la equidistancia que Holanda y Dinamarca
afirmaban existir, el TIJ la declara inexistente y, en todo, caso inaplicable respecto de
Alemania. Complementariamente la Corte establece, los principios y reglas que son
aplicables.
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b) La primordial importancia que el acuerdo tiene en la solución de las diferencias entre


Estados, principio fundamental recogido hoy en el art. 33 de la Carta, así como el
papel secundario que sigue teniendo hoy todavía la solución judicial de estas
diferencias.

El TIJ clarifica y establece el Derecho aplicable entre las partes. Les impone la
obligación de negociar y de llegar a un arreglo. Pero reconoce y confirma la reserva que
ellas se han hecho para llegar a la solución final por sí mismas.

3. La obligación de negociar para alcanzar el acuerdo que solucione la


diferencia

Las partes estaban aquí en la necesidad de solucionar la diferencia mediante la


conclusión de un acuerdo y para ello era necesaria la negociación de buena fe.

Si los anteriores intentos habían fracasado había que entrar en una nueva negociación
con vistas a alcanzar el acuerdo. El TIJ se la impone como una obligación jurídica. No sería
negociación leal, conducida de buena fe, si alguna de ellas se empecinara en su posición
inicial sin hacer concesión alguna. No los sería si se entrara en una negociación formularia,
para cubrir las apariencias, y sin una voluntad real de llegar al acuerdo.

4. La equidad como principio jurídico

Si el TIJ había rechazado el criterio de la equidistancia era en buena parte por su falta
de equidad si se le aplicaba como método único (Vid. fig. 2, pág. 163). Las circunstancias
geográficas, en determinados casos podían llevar a resultados injustos. Pero eso sí, La
Corte no lo rechaza de modo absoluto y lo admite en combinación con otros métodos ya que
el «Derecho internacional en materia de delimitación de la plataforma continental no impone
regla alguna imperativa.

El TIJ hace observar que el principio de equidad deberá ser tenida en cuenta como «un
principio de Derecho», porque no se trata de alcanzar una solución «justa» prescindiendo
del Derecho sino de integrar la equidad como un principio más del Derecho para corregir las
angulosidades de las normas positivas y obtener una justicia «según los textos». «Es
precisamente una regla de Derecho la que postula la aplicación de principios de equidad».

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