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Actividad 2

Alexis Daniel Rosales Caita

universidad iberoamericana

psicología

Corporación universitaria iberoamericana

Psicopatología I

13/1/2024
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Introducción

En la era actual, el emprendimiento se destaca como un componente esencial para el

crecimiento y el éxito profesional. Esta actividad invita a reflexionar sobre el perfil

emprendedor y las fases del proceso emprendedor, basándonos en las contribuciones de

Chavarría, Aznar (2019) y Prieto García et al. (2013).

Exploraremos individualmente nuestra afinidad con los perfiles emprendedores

(emprendedor, intraemprendedor, profesional independiente) y la importancia de las fases del

emprendimiento. Más allá de un ejercicio académico, esta actividad representa una

oportunidad para el autoanálisis y la comprensión de cómo estos conceptos impactan nuestra

perspectiva profesional.

A través de este diálogo colaborativo, buscaremos construir una comprensión colectiva del

emprendimiento, aplicable tanto al ámbito académico como a futuras experiencias

profesionales. Este ejercicio aspira a ser no solo informativo, sino también un catalizador

para el desarrollo personal y profesional continuo.

En resumen, esta actividad representa una oportunidad valiosa para explorar, reflexionar y

compartir experiencias, contribuyendo así al desarrollo de una visión más completa y

fundamentada sobre el rol del emprendimiento en nuestras trayectorias profesionales. Con

este propósito, nos adentraremos en el análisis de los perfiles emprendedores y las fases del

proceso emprendedor, con la esperanza de extraer conocimientos significativos y aplicables a

nuestro propio contexto profesional.


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Perfil Emprendedor:

Descripción de Perfiles:La dinámica esencia del emprendimiento se desglosa en tres perfiles

distintos: el emprendedor, el intraemprendedor y el profesional independiente, cada uno

portando sus matices y desafíos únicos (Chavarría, Aznar, 2019).

Mi Perfil:

Al sumergirme en la introspección, me identifico inequívocamente como un emprendedor. Mi

motivación intrínseca reside en la creación de algo nuevo, en la capacidad de materializar

ideas y asumir riesgos calculados en la búsqueda de oportunidades.

Experiencias y Justificación:

A lo largo de mi trayectoria, he liderado iniciativas desde su concepción hasta su ejecución,

enfrentando desafíos con tenacidad y visión estratégica. Este historial revela mi inclinación

natural hacia la asunción de riesgos y la pasión por la innovación.

Réplicas y Diálogo:

Al dialogar con mis compañeros de equipo, surgen matices interesantes. Las réplicas a sus

elecciones de perfiles enriquecen la conversación, permitiendo una comprensión más

holística de las diversas facetas del emprendimiento.

Esta inmersión en el perfil emprendedor no solo es una exploración conceptual, sino un

ejercicio de autoconocimiento que busca desentrañar las complejidades y fortalezas

personales que influyen en mi enfoque hacia los desafíos empresariales.


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Fases del Proceso de Emprendimiento:

Explicación de Fases:Las fases del proceso emprendedor, según la perspectiva de Prieto

García et al. (2013), son un viaje integral que abarca desde la identificación de oportunidades

hasta la consolidación del proyecto.

La Identificación de Oportunidades marca el punto de partida. En este escenario, la capacidad

para reconocer brechas en el mercado o necesidades no satisfechas se convierte en la chispa

inicial que enciende el proceso. Esta fase implica una evaluación constante del entorno y la

disposición para abrazar la ambigüedad.

El siguiente hito, la Elaboración del Plan de Negocio, representa la cristalización de la visión

emprendedora. Aquí, la habilidad para traducir ideas creativas en estrategias sólidas cobra

vital importancia. La formulación de objetivos claros, la identificación de recursos necesarios

y la evaluación de la viabilidad financiera son aspectos cruciales en esta etapa.

La Ejecución es el punto de inflexión donde las ideas se convierten en acciones tangibles. La

capacidad para gestionar recursos, tomar decisiones estratégicas y adaptarse a cambios

inesperados se convierte en la piedra angular de esta fase. La perseverancia y la agilidad se

revelan como cualidades esenciales para superar obstáculos.

Finalmente, la Consolidación marca el éxito del proceso emprendedor. Aquí, la capacidad

para mantener y escalar el proyecto se combina con la habilidad para aprender de las

experiencias previas. La consolidación implica la creación de bases sólidas para el

crecimiento sostenible y la adaptación continua.


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Aportes Individuales:

En mi perspectiva, la Identificación de Oportunidades destaca como la fase más intrigante. La

habilidad para descubrir nichos de mercado, comprender las tendencias emergentes y

anticipar las necesidades del cliente define el curso del emprendimiento.

Mis compañeros de equipo aportan diversas visiones sobre la importancia de otras fases,

destacando la ejecución efectiva y la consolidación como elementos críticos para el éxito a

largo plazo.

Réplicas y Diálogo:

El intercambio de réplicas revela la riqueza de perspectivas dentro del equipo. Mientras

algunos enfatizan la importancia de la ejecución en el mundo empresarial, otros subrayan la

necesidad de una consolidación efectiva para garantizar la sostenibilidad.

Conceptualización y Relevancia:

Integración de Reflexiones:

La conceptualización del emprendimiento, a partir de las reflexiones individuales y del

diálogo entre los miembros del equipo, emerge como la sinergia entre la creatividad, la

acción y la adaptabilidad. La identificación de oportunidades, la elaboración de un plan de

negocio sólido, la ejecución efectiva y la consolidación exitosa no son etapas aisladas, sino

componentes interconectados de un proceso holístico.

Esta visión colectiva del emprendimiento destaca la importancia de no abordar las fases como

entidades separadas, sino como engranajes complementarios en el motor de la iniciativa


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empresarial. La identificación de oportunidades, por ejemplo, se vuelve más efectiva cuando

se vincula directamente con la ejecución estratégica, y esta, a su vez, debe estar en sintonía

con una consolidación que permita la expansión y la adaptación continua.

Relevancia:

La relevancia de comprender estas fases radica en su papel formativo para el éxito

empresarial. Una identificación perspicaz de oportunidades puede ser la semilla de una

empresa exitosa, pero la falta de una ejecución efectiva podría obstaculizar su crecimiento.

Del mismo modo, un plan de negocio sólido puede perder su eficacia si no se adapta a las

cambiantes condiciones del mercado durante la fase de ejecución.

En el contexto profesional actual, donde la agilidad y la capacidad para navegar la

incertidumbre son cruciales, entender la interconexión entre estas fases no solo optimiza las

posibilidades de éxito, sino que también prepara a los emprendedores para enfrentar los

desafíos de manera proactiva.

Aplicación Práctica:

La conceptualización de estas fases no es un ejercicio académico aislado; más bien, sienta las

bases para la toma de decisiones informada y la planificación estratégica en entornos

empresariales reales. La capacidad para reconocer oportunidades, estructurar planes de

negocio sólidos, ejecutar estratégicamente y consolidar el progreso se convierte en una

habilidad diferenciadora que puede influir directamente en el éxito de un emprendedor.

La relevancia de estas fases se extiende más allá del ámbito empresarial, permeando en la

vida profesional y personal de cada individuo. Comprender cómo identificar oportunidades,


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planificar metas, tomar decisiones estratégicas y consolidar logros no solo impacta proyectos

empresariales, sino que también se traduce en una mentalidad emprendedora aplicable a

diversas áreas de la vida.

Conclusiones:

En el transcurso de esta actividad, hemos explorado a fondo los perfiles emprendedores y las

diversas fases del proceso emprendedor. La convergencia de nuestras reflexiones individuales

ha proporcionado una comprensión más completa y enriquecedora de cómo estas

dimensiones se entrelazan y moldean nuestra perspectiva hacia el emprendimiento.

Perfil Emprendedor:

La identificación de perfiles emprendedores reveló la diversidad de enfoques dentro del

equipo. Desde la pasión del emprendimiento puro hasta la búsqueda de innovación dentro de

estructuras existentes y la preferencia por la independencia profesional, cada elección refleja

experiencias únicas y valores personales. Este ejercicio no solo ha sido revelador en términos

de cómo nos vemos a nosotros mismos, sino también en cómo valoramos y comprendemos

las diversas manifestaciones del espíritu emprendedor.

Fases del Proceso de Emprendimiento:

El análisis de las fases del proceso emprendedor destacó la importancia de considerar el

emprendimiento como un viaje integral. La identificación de oportunidades, la elaboración

del plan de negocio, la ejecución y la consolidación no son simples etapas secuenciales, sino

engranajes interconectados que impulsan el éxito emprendedor. Las aportaciones individuales


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resaltaron la relevancia de cada fase, desde la inspiración inicial hasta la gestión estratégica y

la adaptabilidad continua.

Aplicación Práctica:

Estas reflexiones no deben ser consideradas únicamente como ejercicios académicos. Más

bien, representan un cimiento para la aplicación práctica en futuras iniciativas y desafíos

profesionales. La comprensión de nuestro perfil emprendedor nos equipa con valiosos

conocimientos sobre cómo abordar proyectos, tomar decisiones y liderar equipos. Asimismo,

la apreciación de las fases del proceso emprendedor ofrece una hoja de ruta estratégica para

enfrentar los desafíos empresariales con una mentalidad ágil y proactiva.

Desarrollo Continuo:

Este ejercicio ha sido más que una tarea académica; ha sido un viaje de autoconocimiento y

desarrollo profesional. La capacidad de reflexionar sobre nuestros propios perfiles

emprendedores y comprender las fases del emprendimiento no solo enriquece nuestras

habilidades empresariales, sino que también sienta las bases para un crecimiento continuo. La

mentalidad emprendedora, cultivada a través de esta actividad, se convierte en una

herramienta poderosa para abordar futuros desafíos con resiliencia y visión estratégica.

En última instancia, esta actividad no solo ha ampliado nuestra comprensión del

emprendimiento, sino que también ha catalizado un proceso de crecimiento individual y

colectivo. Nos despedimos de esta exploración con una apreciación más profunda de las

complejidades del emprendimiento y el reconocimiento de que nuestro viaje hacia el éxito es,

en sí mismo, un proceso emprendedor continuo y evolutivo


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Referencias Bibliográficas

Osorio Tinoco, F. Murillo Vargas, G. y González Campo, C. H. (2015). Emprendimiento,

redes e innovación. Cali: Programa Editorial Universidad del Valle.

https://elibro.net/es/lc/biblioibero/titulos/70350

López Montoya, Ó. H. Cática Barbosa, J. R. y López Montoya, Ó. H. (2015). De

emprendedores a empresarios: historias que enseñan. Ibagué: Sello Editorial Universidad del

Tolima. https://elibro.net/es/lc/biblioibero/titulos/71042

Chavarría, Aznar, M. A. (2019). Actitud emprendedora: pasión y tesón. ESIC Editorial pp.

(11 - 20).

https://www-alphaeditorialcloud-com.ibero.basesdedatosezproxy.com/library/search/Actitud

%20emprendedora

Prieto García,. M. Á., Álvarez, J. C., & Herráez, V. P. (2013). Empresa e iniciativa

emprendedora. Madrid: MCMillan Iberia S.A.

https://elibro.net/es/lc/biblioibero/titulos/42976

Villagrá, F. y Lobato, F. (2011). El emprendedor y la idea. Empresa e iniciativa

emprendedora. Madrid, Spain: Macmillan Iberia, S.A.

https://elibro.net/es/lc/biblioibero/titulos/528

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