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Juramento Primal - Stormy Glenn
Juramento Primal - Stormy Glenn
STORMY GLENN
Capítulo uno
1
Stonehenge es un monumento neolítico de la edad del bronce situado en
Amesburry en Wiltshire Gran Bretaña— Está formado por cuatro círculos concéntricos de piedras, dentro hay
un circulo más pequeño en el interior de este hay una losa conocida como el altar. Todo el conjunto está
rodeado por un foso de l04 metros de diámetro, dentro hay un bancal con 56 fosas conocidos como los
agujeros de Aubrey. Cerca se encuentra la piedra del sacrificio enfrente de la piedra Talón, todo rodeado por un
circulo de arena que es lo más antiguo del monumento, 3,100 antes de cristo.
2
Samhain es la festividad de origen celta más importante del periodo pagano que dominó Europa hasta su
conversión al cristianismo, en la que la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre se celebraba el final de la
temporada de cosechas en la cultura celta y era considerada como el "Año Nuevo Celta", que comenzaba con la
estación oscura. Es tanto una fiesta de transición (el paso de un año a otro) como de apertura al otro mundo. Su
etimología es gaélica (gaélica: samhain, 'fin del verano' ). Ha sido practicada desde hace más de tres mil años
por los pueblos celtas que han poblado toda Europa. En la actualidad Samhain continúa celebrándose por los
seguidores de movimientos neo—paganos, (religión) como la wicca y el druidismo.
un lugar tan sagrado. Las personas no tienen la menor idea del caos
que ellos crean usando estos sagrados sitios para difundir su mal.
—La Colina de Tara no está en nuestra lista de lugares para visitar,
Abuela. En realidad nos dirigimos a Dublín para ir saltando a pubs.—
Él había querido visitar el antiguo sitio celta, pero con la advertencia
de su abuela rápidamente cambió de opinión. Ella sabía sobre cosas
extrañas y él había aprendido a escucharla siempre.
—Oh, la gente joven. —La mujer suspiró. —No tienes ni idea de lo
que te estás perdiendo. Bailando desnudos alrededor de un fuego
rugiente para celebrar las bendiciones de la diosa en nosotros y luego
tomar parte en el intercambio ritual de- 5
Jory se estremeció ante la imagen que esas palabras formaban en
su cerebro. Él sabía lo que su abuela pensó que era compartiendo y él
no quería saber nada de eso. Orgías rituales en el bosque habían
caído de su popularidad hace mucho tiempo, directo junto con el
sexo en una playa de arena.
La idea había sido fascinante cuando él había sido un adolescente
caliente y no se le permitió asistir. Le había provocado más de una
noche de excesos cuando era un adulto joven, pero ahora sólo le hizo
pensar en el congelamiento de sus partes y piezas fuera y rodando
por el terreno con alguien que probablemente ni siquiera recordaría
al día siguiente.
—Gracias, abuela, pero yo prefiero comer basura.
La risa lírica revoloteó a través de la línea telefónica.
—Solo ten cuidado, Jordan.
Jory sonrió.
—Lo tendré, Abuela.
Colgó el teléfono y se lo metió en el bolsillo de sus pantalones
vaqueros. Una cosa que había aprendido acerca de viajar por Europa
con amigos era viajar con poco peso. Tenía su teléfono, porque no era
tan estúpido como para ir a ninguna parte sin él, su mochila, y sólo
unos pocos cambios de ropa. Esto fue suficiente para el próximo mes.
Si necesitaba más, podría comprarlo, pero no creía que lo haría.
Jory se detuvo cuando entró en el pub donde se suponía debía
encontrarse con sus amigos y escaneó el interior con luz tenue de la
habitación. La madera oscura y la falta de luces hicieron al lugar
parecer aún más oscuro. Jory estaba bastante seguro de que si
arrojaran un poco de pintura blanca en las paredes, haría un mundo
de diferencia.
—Hey, Jory! 6
Jory miró a su alrededor cuando oyó que le llamaban por su
nombre. Él vio el pelo rubio de Philip casi inmediatamente. El cabello
del hombre era tan rubio, que podía ser también de color blanco.
Besado por el sol es lo que su abuela lo llamaba.
Jory saludó y luego comenzó a tejer su camino a través de las
mesas y sillas hasta la cabina en la esquina trasera. Arrojó su mochila
en un lado vacío de la cabina y luego se deslizó dentro.
—Hey.
Philip sonrió.
—¿Cerveza?
Jory abrió los ojos a propósito.
—Infiernos, Sí.
Una pequeña arruga apareció entre las cejas de Phillip.
—¿Problemas?
—Acabo de hablar por teléfono con la Abuela.
—Ah.— Philip asintió. —¿Y cómo está?
—Lista para Samhain.
—Oh! — Los ojos de Cooper se iluminaron mientras se inclinaba
hacia adelante. —Está yendo a bailar?
—Sabes que sí — respondió Jory, ya sabiendo dónde la
conversación se dirigía. —Y si deseas volar a casa temprano y asistir,
ve por ello. Me quedo aquí.
—Yo también — Philip añadió rápidamente, mientras tomaba su
cerveza y tomó un buen trago. Su cara estaba un poco enrojecida
como si estuviera reviviendo las pocas veces que en realidad habían
asistido a una de las celebraciones rituales de la abuela.
Jory sabía que había una historia, pero también sabía que
preguntar al respecto, mientras que Cooper estaba alrededor 7
avergonzaría a Phillip más. Cooper era una especie de lascivo y crudo
y le gustaba conseguir burlarse sobre eso. Philip era más reservado,
casi como si el hombre nunca hubiera visto un cuerpo desnudo real
antes. Jory sabía que lo había hecho.
—Entonces... — Jory se echó hacia atrás en su asiento y se volvió a
explorar el pub, esta vez buscando un tipo diferente de amigo. —
¿Cualquier belleza en este lugar?
Cooper se rió entre dientes.
—Uno o dos.
—Realmente? — Jory se sorprendió teniendo en cuenta que no
estaban exactamente en el centro de la ciudad. Su sorpresa se volvió
interés cuando la puerta se abrió y un con muy-buen-aspecto hombre
de pelo corto y oscuro entró en el lugar. —Yum.
Tal vez este viaje no sería un fracaso total.
Jory se excusó y se deslizó de la cabina. Él paseó a la barra, donde el
desconocido se había sentado y ordenó una cerveza, a pesar de que
él tenía una jarra llena todavía sentada en su mesa.
El chico le sonrió y Jory le devolvió la sonrisa. Que trozo! Con
suerte, si Jory jugaba bien sus cartas, él y Mr. Delicioso conectarían
para la noche.
—Vienes aquí a menudo? — Jory quería golpear una mano sobre su
cara. Las palabras apenas habían salido y eran tan cliché que él deseó
que un agujero se abriera y se lo tragara.
El hombre se rió entre dientes, dientes rectos y blancos, sus ojos
azules espumosos bajo la iluminación baja del pub.
—No, en absoluto.
—Eso fue bastante escaso, eh?
La sonrisa del hombre se ensanchó. 8
—Funcionó para mí.— Él ofreció su mano—Mi nombre es
Desmond.
—Jordan.— Jory deslizó su mano dentro de la de Desmond y se
deleitó en lo fuerte y cálida que se sentía.
El camarero puso la jarra de cerveza en el mostrador frente a él.
Jory tomó su cartera, pero Desmond sacudió la cabeza.
—Esta va por mí.
Dulce. No hay nada mejor que una cerveza gratis. Se inclinó más
cerca y bateó sus pestañas.
—Y qué quieres a cambio de la cerveza?
Con suerte, el hombre dijo que sexo. Jory ni siquiera estaba seguro
de que el chico era homosexual, pero hasta ahora Desmond no había
volado sus dientes. Si algo, el chico se le quedó mirando con interés
brillando en sus bonitos ojos azules.
—Lo que estés dispuesto a dar.
Bueno, eso fue críptico. Jory podía leer esa declaración en muchas
maneras diferentes.
—Tienes una habitación cerca de aquí?
Desmond asintió.
—Tengo —Pasó la yema de su dedo índice sobre los labios de Jory.
—Interesado en compartirla conmigo?
No había nada de malo en echar un polvo mientras viajaba por
Europa. Al menos Jory iría a casa con algunos recuerdos muy calientes
y una sonrisa en su rostro.
—Yo lo hago— Miró por encima del hombro para ver a Cooper y
Philip observándolo. —Pero tengo que decirle a mis amigos que me
voy.
Jory podría reunirse con ellos por la mañana para el desayuno antes
de salir. 9
Él se apartó de la barra y se dirigió hacia la cabina.
—Déjame adivinar, — dijo Philip. —Vas a hacer el baile de las
sábanas con aquel tipo.
—Ustedes dos van a estar bien volviendo a nuestra habitación? —
Habían alquilado una habitación para la noche. No fue nada
espectacular, pero de vez en cuando una cama suave en vez de
dormir bajo las estrellas era preferible.
Philip rió.
—Creo que podemos manejarlo.
Sonriente, Jory se dirigió de nuevo a la barra y se bebió la mitad del
vaso de cerveza.
—Estoy listo cuando lo estés.
—Simplemente dame un minuto. No hay prisa.
Jory frunció el ceño. Hace un minuto Desmond parecía que estaba
listo para salir, pero ahora el chico lo miraba extraño, como si
esperase a algo o alguien. Las alarmas sonaron en la cabeza de Jory.
Algo no estaba bien. Empezó a sentirse un poco mareado.
Agarrando el borde del mostrador, tomó un asiento.
—Estás bien? — Preguntó Desmond, pero su voz sonaba ahora
lejos.
Jory negó con la cabeza.
—Creo que tengo que volver a mi habitación.
Y eso fue lo último que dijo antes de que el pub se desvaneciera en
oscuridad.
3
Calan Gaeaf es el nombre del primer día de invierno en el País de Gales, que se celebró el 1 de noviembre. La
noche anterior se Nos Calan Gaeaf, un Ysbrydnos cuando espíritus salen.
Las personas tienden a evitar cementerios, escaleras y cruces de caminos, donde los espíritus suelen reunirse.
Pero era el brillo rojo en sus ojos lo que fue que congeló a Jory en
su lugar. Ellos veían directamente a Jory con una intensidad que él
sentía que podía ver el interior de su alma. Jory no era una persona
religiosa, ni estirando la imaginación, pero repentinamente deseó
serlo, porque el infierno había venido a la tierra y estaba frente a él.
17
Capitulo dos
Isaac contempló a los humanos colgados del techo con una mezcla
de curiosidad y remordimiento. Había ocasiones cuando realmente
odiaba ser un demonio. Esa definitivamente era una de ellas.
Ser invocado no estaba tan mal. Había sido invocado cientos de 20
veces a lo largo de su vida. Pero ser invocado y forzado a aceptar la
sangre que le ofrecían, lo enfermaba.
Isaac podía decir que los hombres desnudos y con un rastro de
sangre en su pecho, eran su sacrificio. Él había oído las palabras que
lo invocaron y sabía qué era lo que estaba sucediendo.
La culpa que Isaac sintió acerca de lo que sería forzado a hacer
pesaba mucho en él, como una pila de rocas en su estómago. No
tenía recursos, ni manera de rehusarse. Así era la naturaleza de su
tipo.
Una vez invocado, si las palabras fueron dichas apropiadamente,
Isaac era forzado a seguirlas hasta que ellos lo liberaran y regresar de
nuevo a su vida. Desafortunadamente, los recuerdos de lo que había
hecho mientras era conjurado no se quedaban atrás. Se quedaba con
cada maldita cosa de eso cuando regresaba a su mundo.
Como dirigido por el hechizo, Isaac se aproximó a los tres hombres
colgados del techo. Olfateó a uno y luego al otro, hasta que
finalmente se dirigió al hombre colgado en el centro.
Ese hombre lo intrigaba. Su mirada era agradable para Isaac,
incluso en su forma de demonio. Largas y musculosas piernas que casi
llegaban al suelo; el suave y brillante pecho causaba que Isaac sufriera
por tocarlo y una ingle sin vello.
Isaac mentalmente rodó los ojos ante la vista de la ingle sin vello
del hombre. Él nunca entendió por qué los que realizaban el hechizo
hacían eso. Ellos parecían creer que los demonios lo preferían de esa
manera. A él personalmente no le molestaba que los rasuraran, pero
no era un requisito para efectuar el hechizo.
Isaac tomó una profunda respiración para calmar la rabia de ser
forzado a hacer esto. Él sabía que necesitaba elegir a uno de esos 21
hombres que eran su sacrificio de sangre. Su inmediata elección
podría ser el hombre del medio. Isaac estaba más atraído hacía él.
Solo que no quería matarlo.
—Elije tu sacrificio de sangre, Oh Poderoso.
Isaac giró ligeramente la cabeza a un lado y gruñó.
—Conozco mis deberes, mortal. No creas que puedes ordenarme
antes de que la negociación sea hecha.
Isaac vio de nuevo a los tres hombres colgados del techo.
Todos eran hermosos. En cualquier otra circunstancia, Isaac ni
siquiera hubiera pensado en elegir a uno de los hombres, él hubiera
elegido a los tres. Esa no era opción en este momento.
Solo para asegurarse de hacer la elección correcta, Isaac se inclinó y
olió a los hombres colgados a cada lado del único que realmente él
quería. El aliento de uno era de tierra, el del otro de carne podrida.
Ninguno se ajustaba a sus necesidades.
El del medio, sin embargo, olía dulce, suculento. Un bajo gruñido
salió de la garganta de Isaac mientras olía el cuello del hombre.
Sonrió cuando sintió al hombre temblar cuando su aliento hizo que la
desnuda piel se erizara. A pesar de la situación en la que se
encontraba, el sexy hombre no era inmune a Isaac.
Eso ayudaba.
—Yo lo siento, pequeño, — Isaac pensó para sí mismo mientras
hacía su decisión. Se apartó y vio los profundos ojos verdes del
hombre. —Desearía poder sacarte de esto.
Con gran impacto de Isaac, el hombre abrió más los ojos y levantó
la cabeza para verlo. La respiración de Isaac se quedó atrapada en su
garganta mientras daba un vacilante paso acercándose al hombre.
—¿Podría ser posible? ¿Esto era posible después de todo este
tiempo? 22
Isaac había esperado tanto para encontrarse con su pareja, que
había comenzado a pensar que era un mito. Si el hombre podía oír
sus pensamientos, esa podría ser la primer señal de que ellos estaban
destinados a estar juntos. Isaac estaba extasiado.
—Elijo a este mortal dijo Isaac rápidamente mientras señalaba al
hombre y se apartaba. Mantuvo una desapasionada máscara en su
cara mientras veía a los dos hombres en batas moverse para liberar al
hombre de las sogas atadas en sus muñecas, le tomó todo lo que
tenía no gruñir y desgarrar al hombre que había tocado a su elección.
A juzgar por las marcas de la soga en sus muñecas, él había luchado
en gran medida contra sus ataduras. Una parte de Isaac quería
levantar al hombre en sus brazos y lamer la sangre. Otra parte de él
quería desgarrar a la gente que había marcado tan perfecta piel.
Isaac cerró sus puños para evitar hacerlo. Nadie debería tocar a
quien posiblemente era su futura pareja. Nadie excepto él. Isaac solo
tenía que encontrar una manera para mantenerlo seguro hasta que
pudiera descubrir si realmente era su pareja, lo que podría ser un
problema.
Isaac no podía forzar a su pareja a aceptarlo. Esa era la única
posibilidad de escapatoria que las parejas tenían cuando el demonio
se acercaba. Si el hombre lo rechazaba, Isaac no podía obligarlo, y el
no completar el ritual de enlazamiento, podría llevar a Isaac a la
locura.
Enlazarse con un demonio usualmente se hacía con un ritual de
unión. Pero él no desconocía que había otras maneras de unirse,
como el simple intercambio de sangre y de semen entre la pareja y
que aceptara al demonio como su pareja.
Ahora que él había encontrado a su pareja si el sacrificio era
realmente su pareja Isaac estaría perdido sin él, incluso si ellos no 23
hicieran el enlace. El saber que su pareja estaba viva y en este mundo,
haría que Isaac se obsesionara por estar con él. El demonio en su
interior no podría pensar en nada, solo en su pareja. Isaac solo tenía
la esperanza de poder mantener a su pareja viva el tiempo suficiente
para convencerlo de aceptarlo.
En la experiencia de Isaac, la mayoría de los rituales de magia negra
terminaban con la muerte del sacrificado. Isaac tenía que encontrar
una manera de salvarlo y lograr que ambos fueran libres.
Sin embargo, él tenía que estar absolutamente seguro que el
hermoso pequeño hombre era realmente su pareja. El dulce olor del
hombre, la manera en que su cuerpo atraía a Isaac, todo le decía que
el hombre era suyo, como lo hacía el repentino sentimiento de
posesividad que sentía por el hombre. Si agregaba a eso la reacción
del hombre cuando Isaac le habló en silencio, Isaac estaba
malditamente seguro de que había encontrado a su destinado.
La comunicación telepática entre parejas era sagrada. Si el hombre
realmente lo había oído dentro de su cabeza, esa podría ser la prueba
final que Isaac necesitaba para asegurarse de que había encontrado
lo que había buscado tantos años.
Isaac vio a las figuras con bata escoltar al hombre al altar, sus
piernas eran apenas capaces de sostenerlo en pie. Isaac se quedó de
pie dentro del círculo sagrado mientras ellos levantaban al hombre en
el altar y luego le ataban sus manos sobre su cabeza, asegurando sus
tobillos en el otro extremo. Podía ser capaz de doblar las rodillas,
pero no era capaz de moverse del altar.
Isaac apenas pudo evitar hacer una mueca de dolor cuando un
líquido rojo oscuro fue vertido en la garganta del hombre. Isaac podía
ver cómo su espíritu luchador lo hacía luchar contra sus ataduras. Un 24
largo gemido terminó con el desafío que él pudiera haber dado, y el
hombre repentinamente ya no trató de alejarse, pero gritó de agonía.
Isaac conocía que el feroz líquido le quemaría al atravesar el cuerpo
del hombre, saturando su esencia con una necesidad de ser jodido
tan grande que podría consumirlo hasta que su hambre fuera saciada.
Y solamente si era Isaac quien lo jodía, se consolidaba el pacto,
cuando el hombre se corriera.
Esa era la naturaleza de la bestia o de esos que querían ordenarle a
la bestia. Isaac necesitaba un voluntario sacrificio para completar el
trato. Con la nefasta poción que fluía a través del cuerpo atado del
hombre, él no solo sería voluntario sino que rogaría.
Isaac podía sentir a su cuerpo responderle al hombre incluso
cuando él seguía en el altar. Su pene que ya estaba semiduro solo de
olerlo, se endureció como el acero ante la vista del sacrificado frente
a él. El hombre era simplemente impactante.
Su piel brillaba en la penumbra del cuarto iluminado con velas. El
rubor de su excitación hacía que su bronceado cuerpo se viera casi
dorado. Isaac sufría por tocarlo, por pasar sus manos por el aceitado
pecho del hombre.
El duro pene saltó en la depilada ingle del hombre captando la
atención de Isaac. Eso también había sido frotado con aceite, pero
eso no alejó la dulce vista del presemen derramándose por la cabeza
del pene en forma del champiñón. Le tomó todo lo que tenía a Isaac
no inclinarse y lamer esas pequeñas gotas de ambrosía.
Bajo circunstancias normales podría haberlo hecho, pero esta no
era una situación normal. Una vez que estuviera completamente
tomado por el demonio Isaac sería incapaz de controlarse de tomar al
hombre, sin importar si lo quisiera o no. Eso, también era parte de la 25
naturaleza de la bestia.
Las reglas dictaban que el demonio invocado se saciaría, una vez
que el sacrificio de sangre fuera ofrecido, a cambio del poder de
ordenarle al demonio, un demonio estaba obligado a completar el
ritual al aceptar el sacrificio elegido. Una vez que el ritual se iniciaba
el demonio podría morir si no se completaba.
Y el ritual se inició en el momento en que el sumo sacerdote inició
las palabras de los salmos que convocaron a Isaac. No tenía elección
ahora. O jodía al hombre atado en el altar o moría. Y a pesar de que
no le molestaba tener sexo con el chico, deseaba que ellos pudieran
regresar a casa y conocerse antes.
No le permitirían a Isaac tomarse su tiempo y disfrutar al hombre.
Su tarea era simplemente unir sus cuerpos hasta el momento en que
llenara el cuerpo del hombre con su semilla. En ese mismo momento
él bebería la sangre del hombre, su esencia, mientras las palabras del
ritual eran declaradas.
Una vez que eso sucediera, el demonio de Isaac estaría satisfecho y
la sangre del juramento se habría aceptado, obligando a Isaac a
obedecer al sumo sacerdote hasta que fuera liberado en el usual
período de veinticuatro horas.
Isaac solo esperaba que fuera por un corto periodo de tiempo y que
su tarea fuera simple. Los rituales satánicos usualmente significaban
que estaba enlazado y obligado a seguir las órdenes de alguien
despreciable, incluso diabólico. Nada bueno venía de eso.
Las pocas ocasiones en las que él había sido convocado por brujas
con magia blanca, sus tareas habían sido simples y no le había
causado mucho problema ayudar a mover algo grande, proteger a
alguien, cosas como esas. Incluso una vez fue convocado para
servicios sexuales con el practicante. Sí, había sido una interesante 26
noche.
Era cuando era convocado por la magia negra que la piel de Isaac se
erizaba. Ellos usualmente querían que robara algo o que matara a
alguien. Sus misiones eran siempre diabólicas y para servirse a sí
mismos.
Si Isaac hiciera las cosas a su manera, la única persona que él
mataría sería a quienes lo invocaban para hacer lo que él nunca haría
si tuviera elección. Ellos deberían recibir lo que se merecían. En la
medida que él le concernía.
Isaac pasó las largas garras de sus manos por las temblorosas
piernas del hombre hasta que llegó a la articulación de sus muslos. Él
sabía que todos lo veían esperando que entrara en el hombre, quizás
que lo desgarrara. A ellos les gustaría ver al sacrificio de sangre gritar
en agonía… entre más gritara, mejor. El sufrimiento excitaba a la
mayoría de los adoradores.
Isaac deseaba de alguna manera poder prevenir lo que iba a
suceder. Él no quería tomar a su hombre enfrente de los otros. El
primer encuentro entre ellos debería haber sido en privado, no con
espectadores llenos de lujuria.
Solo que no tenía elección. El ritual se había iniciado. El sacrificio
había sido elegido. Y el demonio de Isaac estaba muy cerca de la
superficie. Detener el ritual ahora podría significar la muerte de Isaac
y muy probablemente del sacrificio. Él no creía que el sumo sacerdote
tuviera la amabilidad de dejar ir al hombre.
Había la posibilidad de que al tomar al sacrificio como las palabras
del ritual demandaban, Isaac pudiera salvar al hombre. Los demonios
eran criaturas astutas, ellos siempre buscaban escapatorias. Isaac solo
tenía que encontrarla. 27
Se inclinó sobre el hombre lo suficiente como para poder verlo a los
ojos. Trató de expresar su pesar por lo que él iba a hacer, acarició con
la garra de uno de sus dedos el cuello del hombre.
Isaac esperaba que aquellos que estuvieran viendo creyeran que él
estaba frotando la piel en donde él mordería al hombre y bebería su
sangre. Aunque eso era cierto, Isaac también quería calmar al
hombre. Él podía sentir su corazón latir bajo la punta de su dedo.
Cuando el sacrificio gimió alto y se arqueó ante el toque, Isaac sabía
que él difícilmente lograría controlarse de tomar al hombre. Su forma
de demonio lo estaba tomando, nublando su mejor juicio. Pronto no
podría pensar en nada más que en joder al hombre. Nada podría
detenerlo.
—Lo siento tanto, pequeño, —murmuró en su cabeza, deseando
que el hombre pudiera oírlo, deseando no tener que hacer esto.
—Lo entiendo, Issachar, —el hombre le respondió murmurando
mentalmente, Isaac se impactó no solo porque el hombre le había
contestado sino porque había usado el verdadero nombre de Isaac. —
Haz lo que debas hacer. Sabes que moriré si no lo haces.
—¿Puedes oírme, sacrificio? Isaac estaba impactado y encantado.
—Por favor di que sí. Si el sacrificio podía oírlo, entonces eso quería
decir que era quien salvaría a Isaac del infierno de vivir como
demonio. El hombre era su libertad… y su pareja.
—Sí. Ojos verdes pálidos, llenos de lujuria, parpadearon hacia Isaac.
—Y el nombre es Jory.
—¿Sabes lo que está sucediendo aquí, Jory?
—Soy tu sacrificio de sangre.
—¿Cómo sabes eso? — Isaac frunció el ceño. Él quería decir más,
dejarle saber al hombre cómo ellos estaban destinados a ser pareja,
pero ahora no parecía ser el momento, no cuando el sacerdote y sus 28
acólitos veían.
—Mi abuela es una bruja. He visto una invocación antes.
—¿No tienes miedo?
—Honestamente, estoy muerto de miedo. — Jory se estremeció. —
Como te dije, he estado en una invocación antes pero nunca una como
esta. Mi abuela es una bruja blanca. Ella no trata con magia negra.
Realmente no sé qué está sucediendo.
—Tu cuerpo tiene que aceptar mi semilla mientras yo bebo tu
sangre.
—Entonces, tú vas a joderme. Se oye muy simple.
Isaac escondió su risa tras un alto gruñido. No quería que nadie
supiera que estaba hablando con su sacrificio de sangre.
—No es tan simple, Jory. Una vez que mi forma de demonio tome el
control, nada puede evitar que te tome. ¿Entiendes eso?
Los ojos de Jory se abrieron más, hasta que dominaron toda su
cara. Tragó duro y entonces asintió.
—Sí, lo entiendo.
Isaac cerró sus manos y después agarró el borde del altar,
encajando las garras en la dura piedra. Podía sentir a su demonio
tomar más control. Sabía que solo tenía un momento antes de que
toda la razón lo dejara.
—Lo siento, Jory. — Había mucho más que Isaac quería decirle a
Jory, pero él podía sentir los bordes de su control comenzar a
desenredarse. El hombre era su pareja, era capaz de hablar con su
mente. El corazón de Isaac ya empezaba a desgarrarse por la
necesidad de Jory. Pronto, sería demasiado tarde para ellos.
Isaac se movió al borde del altar. Colocó ambas manos en las
caderas de Jory y lo jaló al borde de la plataforma. Los brazos de Jory 29
estaban estirados arriba de su cabeza. Su trasero en el borde del
altar. Isaac separó los muslos de Jory, exponiendo el duro pene del
hombre y su arrugado agujero a su hambrienta mirada.
—¡No cabrás! —dijo Jory a través de su lazo mental. —Tú me
matarás.
Isaac levantó la cabeza para ver a Jory viendo hacia su duro pene
con una mezcla de horror y lujuria. Isaac tenía que admitir que Jory
tenía razón para estar asustado, no solo su cuerpo era enorme con
cerca de ciento sesenta kilos y dos metros quince de altura sino que
también su pene era enorme, acorde con su tamaño.
Isaac se mordió el labio para evitar reírse. Tomó los tobillos de Jory
y mantuvo sus piernas separadas. Su largo eje estaba derecho y duro.
El altar que sostenía a Jory era lo suficientemente alto para que
simplemente diera un paso acercándose y la cabeza de su pene
estaría contra el tembloroso agujero.
Se movió adelante y atrás cubriendo la apretada entrada de Jory
con el presemen que escurría de la cabeza de su pene. Eso podría
preparar el camino para él, aflojar los músculos de Jory para
permitirle tomar al hombre sin lastimarlo.
Lo que la mayoría de la gente que le ofrecía un sacrificio a un
demonio no sabía era que las gotas del presemen del cuerpo del
demonio producía no solo un aumento de la excitación en el
sacrificio, sino que hacían que el sacrificio tuviera menos dolor.
—Estamos esperando, demonio. Tómalo.
Más rápido que la velocidad de la luz, Isaac tomó al sumo sacerdote
del cuello. Lo levantó varios centímetros del suelo y lo acercó hasta
que quedaron nariz con nariz.
—No creas que puedes darme órdenes antes de que nuestro pacto 30
esté completado, mortal. Hasta que yo acepte tu sacrificio, aún puedo
rehusar el convenio. No olvides eso.
—Pero… pero, el ritual ya… ya se ha iniciado —el sacerdote
declaró—. Morirías si te rehúsas.
—¿Y?
Isaac conocía los hechos. El sumo sacerdote y todos los seguidores
querían ver al demonio joder al sacrificio. Hombres como esos
disfrutaban ver. Isaac, empujó lejos al sumo sacerdote, gruñendo alto
cuando el hombre comenzó a toser y frotar su lastimado cuello.
Para apaciguar al sumo sacerdote y darle tiempo al cuerpo de Jory
para que aceptara su grueso pene, Isaac comenzó a acariciar su eje.
Por el rabillo del ojo vio al sumo sacerdote lamer sus labios mientras
veía.
¡Enfermo bastardo!
Isaac siguió pasando su mano arriba y abajo de su crecido pene.
Cada pocos momentos, empujaba la cabeza de su pene contra la
apretada entrada, sintiendo cómo se relajaba en cada ocasión hasta
que finalmente él fue capaz de atravesar el anillo de músculos sin
lastimar a Jory.
Cuando se empujó al interior, Jory gritó, su cuerpo se arqueó todo
lo que sus ataduras le permitían. Isaac gruñó y se empujó un poco
más. El dulce calor de Jory lo envolvía, apretándolo. Isaac se mordió
su labio inferior para evitar gemir y mostrarles a todos lo mucho que
estaba disfrutando joder al sacrificio.
Sin importar lo cautivante que era ver su largo eje hundirse dentro
del culo de Jory, Isaac realmente estaba consciente que había público
viéndolos. Él podía oírlos jadear, gemir de éxtasis ante su propia
culminación. Eso era una distracción que Isaac no necesitaba. 31
—¿Puedes tomarme ahora, pequeño?
Los ojos de Jory se abrieron de par en par para mirar a Isaac. El
verde de su iris era tan profundo, tan oscuro, tan profundamente
hermoso. Eran hechizantes y el silente mensaje incendió el alma de
Isaac. Nadie lo había visto de esa manera.
Isaac rugió mientras su demonio tomaba el control, quitándole lo
último del control a su humano. Se empujó contra Jory, el placer que
sintió con esa acción fue tan intenso que era casi deslumbrante. Jory
era perfecto.
Todos alrededor de él, los acólitos en sus batas negras gritaron
cuando llegaron a sus clímax, pero Isaac solo tenía ojos para el
hombre gimiendo debajo de él. La súplica de deseo y éxtasis que veía
en la cara de Jory le decía que era verdad lo que el hombre sentía y
que no era parte de la oscura poción que fue obligado a beber para
hacerlo más complaciente.
Isaac quería creer en los pequeños gritos que el hombre le daba, en
la manera en que su piel se ruborizaba y cómo se arqueaba dentro de
las caricias que las manos de Isaac le daban a su caliente piel. Incluso
si Jory no quería esto, no había manera en que Isaac pudiera
detenerse ahora. Él podía sentir su cuerpo listo para culminar. Su
orgasmo estaba a un momento.
—Es tiempo, pequeño, — Isaac murmuró mentalmente mientras se
inclinaba sobre Jory. Vio los ojos verdes del hombre cuidadosamente.
—¿Estás listo? ¿Te entregas a mí voluntariamente? Puedo detenerme
ahora y rehusarme a negociar, si así lo decides.
Isaac podía rehusarse a negociar en cualquier punto antes de
eyacular dentro de su sacrificio y tomar su sangre. Podría ser un dolor
de muerte para él si lo hacía, pero esa era una opción, una que Isaac
voluntariamente elegiría si Jory le decía que no. Él podría ser un 32
demonio, y ser considerado malo por muchos, pero él aún tenía
corazón.
Y Jory era su pareja, el único en el mundo por el que Isaac
voluntariamente moriría. De eso Isaac estaba seguro ahora. Nadie,
solo su pareja podría comunicarse en silencio con él. Nadie, solo su
pareja podía saciar a la bestia en su interior.
Para alegría de Isaac, Jory bajó la cabeza y arqueó el cuello, dando
su consentimiento en una forma que le decía mucho a Isaac incluso
de esa silenciosa manera. Cediendo su sangre voluntariamente y
aceptando la semilla dentro de su cuerpo, Jory se uniría a él en un
lazo más fuerte que cualquier invocación hecha por el sumo
sacerdote.
Jory podría liberar a Isaac por siempre.
—Mo chuisle, mo chroí, mo shíorghrá4, — Isaac murmuró en
silencio mientras hundía sus dientes en el cuello de Jory. Dulce y
caliente sangre cubría su lengua en el mismo momento que el
4
Mi pulso, mi corazón, mi eterno amor.
orgasmo de Isaac lo recorría. La semilla del demonio salió en grandes
chorros llenando el apretado culo de Jory.
Los gritos de la liberación de Jory llegaron a sus oídos mientras él se
empujaba a su interior. Isaac bombeaba sus caderas, abrumado por
las sensaciones de ser enlazado por primera vez en su vida. La
intensidad de las emociones iba más allá de lo que él creía que
sucedería cuando se enlazara.
Lágrimas hormigueaban en los ojos de Isaac ante las emociones que
lo recorrían y que él nunca había sentido antes. En su larga vida, Isaac
había sentido felicidad y placer. Él había sentido miseria,
remordimiento y culpa. Pero nunca había sentido esa abrumadora 33
necesidad de proteger y cuidar a alguien como repentinamente sentía
hacia el hombre que tenía en sus brazos.
El pulso de su corazón.
Capitulo tres
42
Capítulo cuatro
Jory levantó la vista del periódico que estaba leyendo cuando oyó la
puerta del estudio abrirse. Al ver a Isaac, rápidamente bajó la vista y
trató de pretender que estaba inmerso en el periódico. 65
El no estaba.
Cada sentido que tenía estaba enfocado en el hermoso hombre que
se acercaba a él. Podía oír los pasos de Isaac, la manera en que las
piernas de su pantalón se rozaban cuando caminaba. Podía oír al
hombre respirando.
Jory había hecho su mejor esfuerzo para evitar a Isaac durante las
anteriores dos semanas. Él incluso se mantenía despierto durante el
día y dormía de noche, incluso cuando al hacer eso lo hacía sentirse
torpe. Él normalmente era un ave nocturna. Pero estar en el mismo
cuarto con Isaac hacía que sufriera de deseo, justo como ahora.
—Jory, ¿puedo…?
Jory tomó una jarra sellada con sangre y la colocó frente a Isaac.
—Tu desayuno. —Jory levantó la mano y señaló la venda en su
muñeca— Recién obtenido.
—Jesús, Jory, ¿podríamos solo…?
Se oyeron unos ligeros toques en la puerta. Isaac presionó sus
labios juntos, obviamente molesto ante la interrupción. Un momento
después, Manning, el mayordomo, entró.
—Amo Jordan, su vehículo ha llegado.
—Gracias, Manning, ahora voy —dijo Jory mientras se ponía de pie
y cuidadosamente doblaba el periódico. Lo dejó en la mesa y
entonces tocó la jarra de sangre.—No olvides comer. Te ves un poco
pálido.
—¿Que vehículo?— Isaac gruñó—. ¿A dónde vas?
—Afuera.
—¿Afuera dónde?
Jory negó con la cabeza mientras seguía a Manning a la puerta.
—Jory, maldición, ¿a dónde vas?
Jory se giró y señaló con su dedo a Isaac. 66
—No tengo que contestarte.
Isaac parecía que quería discutir eso, pero su cara se puso pálida y
metió las manos a sus bolsillos.
—No, claro que no. No impliqué que debieras. Solo pensé que
podríamos pasar algún tiempo juntos para conocernos mejor.
—¿Por qué?
—Solo… —Isaac se encogió de hombros.
—Tú dejaste tus sentimientos más que claros hace dos semanas,
Isaac. No creo que haya más razón por la que tengamos que ser
compañía, uno del otro, más de lo necesario.
Le dolió decir las palabras, pero Jory sabía que eran verdad. Se
rehusaba a estar en una relación en donde él fuera siempre el sumiso.
Había estado en una de esas y no le gustó. Prefería la igualdad en una
relación.
Entendía que él tenía que estar pegado alrededor, la vida de Isaac
dependía de beber su sangre, pero eso no quería decir que también
fueran amantes. Ni siquiera tenían que ser amigos.
—Si es tan malditamente importante para ti joder mi culo, Jory,
entonces hazlo.
—Isaac, esto no es acerca de joder tu culo.
—Si esto no es acerca de joderme, entonces ¿de qué infiernos es
esto? Dímelo porque no lo entiendo.
—No, supongo que no lo haces. —Y con eso la tristeza de Jory era
casi más que cualquier cosa. Se giró para alejarse, pero hizo una
pausa. No se giró para ver a Isaac, porque no creía que pudiera salir
del cuarto sin quebrarse si lo hacía—. Regresaré después.
—Jory, no te vayas —dijo Isaac rápidamente.—Nosotros podemos…
bueno, si tú quieres, nosotros podemos… 67
—Esto no va a funcionar, Isaac. No puedes hacer a un lado tu
naturaleza demoniaca lo suficiente para darme lo que necesito. No
tiene sentido que nosotros sigamos en algo juntos si no va a
funcionar, no importa cuánto lo queramos.
—¿Pero admites que es algo que quieres?
Había un mundo de necesidad en las palabras murmuradas por
Isaac, tanto que Jory no pudo evitar ver al hombre. Lo que vio hizo
que su corazón cayera a sus pies.
Isaac estaba de pie con sus manos dentro de los bolsillos de sus
pantalones negros. Se veía agobiado, oscuros círculos manchaban sus
perfectos rasgos. Su piel era pálida, como si no estuviera comiendo.
Jory vio la botella de sangre abandonada en la mesa y luego vio la
pálida piel de Isaac. Entre más lo veía más seguro estaba que Isaac se
veía más delgado.
—¿Has estado comiendo?
—He comido.
—No te atrevas a mentirme, Issachar —Jory frunció el ceño cuando
vio el brillo de lágrimas en los grises ojos de Isaac.
—He comido algo.
—Bueno, obviamente eso no ha sido suficiente.
—No es fácil comer de un vaso. —Isaac se encogió de hombros y
bajó la vista, moviendo sus pies sobre la alfombra—. Se siente
extraño.
—Seguramente has bebido de un vaso antes. No puedes haberte
alimentado de una fuente viva toda la vida.
—Claro que me he alimentado de un vaso. Mi madre nunca
permitió que una fuente viva estuviera presente en el comedor.
—Isaac giró los ojos—. Ella dice que eso es de mala educación y
burdo. 68
—¿Burdo?— Jory se rió, frotó su mano en su cara antes de ver de
nuevo a Isaac—. ¿Ella realmente usó la palabra burdo?
—Lo hizo.
—Me gustaría conocer a tu madre uno de estos días.
Apuesto que ella es genial.
—¿Quieres conocer a mi madre?
—Isaac, tú necesitas mi sangre para sobrevivir. ¿Esperas que solo
me dé la vuelta y me aleje y olvide todo esto? No puedo hacerlo, e
imagino que eso significa que vamos a estar juntos por mucho
tiempo. Encontrarme con tu madre en algún momento es la
conclusión obvia.
—Jory, tú no…
—Señor, usted no puede entrar ahí. ¡Señor!— La voz de Manning
elevándose llegó hasta el cuarto.
Jory levantó una ceja. En todo el tiempo que había estado ahí, él
nunca había oído a Manning gritar.
Sintiendo una amenaza, Jory inmediatamente se movió entre Isaac
y quien fuera que fuera a entrar por la puerta. Cerró las manos en un
puño y esperó. Cuando la puerta se abrió, Jory sintió un momento de
confusión cuando vio al atractivo hombre entrar.
—Desmond, ¿qué estás haciendo?— Jory preguntó—. Creo que te
pedí que me esperaras afuera.
—¿Conoces a mi primo?
—¿Tu primo?— Jory se giró a ver a Isaac en shock—. ¿Desmond es
tu primo?
—Sí.
Jory se giró y vio de nuevo al hombre parado casualmente en el
marco de la puerta, una cínica sonrisa en sus perfectos rasgos.
—Nunca me dijiste que eras primo de Isaac. 69
—Pero, cariño, tú nunca preguntaste.
Jory frunció el ceño ligeramente ante el ruido de respiración detrás
de él y correspondió con la gran sonrisa de Desmond que mostraba
todos sus dientes blancos. Repentinamente la tensión en el cuarto era
tan fuerte que Jory creía que podía verla.
No recordaba haberle dado a Desmond ni la más mínima pista de
que ellos pudieran tener algo serio, entonces, no entendía por qué el
hombre repentinamente le decía cariño, pero apostaría buen dinero a
que tenía que ver con Isaac.
—Si sabías que estaba viviendo con Isaac, ¿por qué me escondiste
tu relación con él?
Desmond se encogió de hombros.
—Isaac y yo perdimos el contacto hace años. Cuando me dijiste que
vivías con él, no sabía si debería decirlo o no. No quería que se
interpusiera entre nosotros.
En solo un minuto de estar en el mismo cuarto con los dos
hombres, Jory sabía que había más entre ellos. Sentía una profunda
animadversidad llegando de Isaac que decía mucho.
Jory podría ser nuevo en la escena, pero él se rehusaba a entrar en
lo que fuera el drama familiar que sucedía entre esos dos hombres.
—Desmond, no sé qué crees que estás haciendo aquí, pero tú
nunca podrías interponerte entre Isaac y yo.
—Oh, cariño, sé que no quieres que él lo averigüe de este modo
pero…
Jory cruzó sus brazos sobre su pecho y vio fijamente al hombre. Un
momento antes él creía que Desmond era atractivo, pero
repentinamente vio que la belleza era solo superficial.
Jory frunció el ceño. ¿Por qué no lo había visto antes? Él
usualmente era muy bueno leyendo a las personas. Esa fue la razón 70
por la que voluntariamente le dio su sangre a Isaac tan rápidamente.
Algo en el hombre le dijo que él era confiable.
—¿Averiguar, exactamente qué, Desmond?— le preguntó.
—Bueno… —Desmond movió las manos en el aire —acerca de
nosotros, cariño.
—No hay nada entre nosotros, Desmond, nunca ha habido nada.
La expresión de sorpresa en la cara de Desmond era cómica, pero
Jory estaba más interesado en la repentina presión de una mano en
su baja espalda. Era un toque tranquilizador, uno que Jory esperaba
que significara que Isaac le creía.
Desmond sonrió, y Jory sabía que el hombre no lo había hecho. La
sonrisa que cruzó los labios de Desmond era demasiado confiada. —
Cariño, seguro que Isaac entiende que esas cosas suceden. Además,
él es un niño grande. Él puede tomarlo.
—¿Tomar qué?— Jory vio cuando la expresión de Desmond se
cayó. El hombre era un consumado actor. Parecía ser capaz de
manejar cualquier falsa emoción. Ese hecho asustó a Jory.—Necesitas
ser más específico, Desmond.
—Cariño, solo quiero decir que Isaac es lo suficiente mayor para
saber cómo son las cosas entre la gente joven. —Desmond se inclinó
un poco, como si fuera a decir un profundo secreto.—Él ha estado
alrededor mucho tiempo, lo sabes. Ha tenido muchos amantes.
—Estoy totalmente consciente de los amantes que ha tenido Isaac,
y estoy agradecido de ser el último de ellos.
—¿Lo eres?
—Sí— dijo Isaac mientras se movía alrededor y veía a Jory en
shock.—¿Verdad?
—Claro, lindo. —Jory acarició con sus dedos un lado de la cara de
Isaac antes de tomar su mano—. Dudo que si hubieras sido virgen la 71
primera vez que estuvimos juntos hubieras sido capaz de joderme con
la maestría como lo hiciste.
—Bueno, sí, pero… ¿estás seguro de que eso no te molesta?
—Claro que no— Jory arqueó una ceja hacia Isaac.—Asumí que
tenías que haber aprendido en algún lado. Y dado que soy ahora
quien recibe toda esa experiencia, ¿por qué debería de molestarme
por eso?
—Sus anteriores amantes nunca lo entendieron como tú, cariño.
Jory alejó la vista de la cara de Isaac y vio a Desmond, deseando
que el hombre pudiera desaparecer.
—Desmond, yo no soy el anterior amante de Isaac. Soy el actual y
futuro amante.
Desmond se quedó con la boca abierta.
—Y no hay nada que puedas hacer para separarnos, así que puedes
dejar esta pequeña charada porque no va a funcionar.
No ha habido nada entre tú y yo, e Isaac lo sabe.
—¿Cómo puedes decir eso después de que pasamos la
noche juntos?
Jory se rehusó a dejar la mano de Isaac, cuando el hombre la jaló.
Sabía que las palabras de Desmond lastimaron a Isaac y él se ocuparía
de eso en un momento, pero primero necesitaba arreglar las cosas
con el hombre que causaba los problemas.
—Pasamos la noche en un bar, Desmond. No trates de hacerlo ver
como algo que no sucedió.
—Pero las cosas que me dijiste…
Buen Dios, ¿eran lágrimas lo que brillaba en los ojos azules de
Desmond? Maldición, el hombre merecía un premio de la academia.
Sin duda él tenía a Isaac preguntándose qué fue exactamente lo Jory
le había dicho. 72
—Dije muchas cosas, Desmond, pero todo eso fue antes de que
conociera a Isaac. —Jory se frotó el mentón con su mano libre—. Si
recuerdo correctamente, en el momento en que nos vimos de nuevo
ayer, te dije que estaba con alguien y que estaba en serio.
—Bueno, sí, pero después de las cosas que me dijiste yo
naturalmente asumí…
—¿Que estaba tratando de llevarte a mi cama, Desmond?
—Espera —dijo Isaac— ¿ustedes dos se conocieron antes de que
nosotros lo hiciéramos?
—Sí.
—¿Dónde?
—Nosotros nos conocimos en ese… —Jory inhaló profundamente y
se enderezó antes de dar un pequeño paso y colocarse de nuevo
entre Isaac y el hombre que ahora claramente veía como una
amenaza.—Nos conocimos en un bar, Isaac, el mismo maldito bar del
que fui secuestrado la noche en que nos conocimos. Desmond fue el
tipo que nos compró a todos bebidas.
Los ojos de Isaac se pusieron rojos cuando él los levantó para mirar
a Desmond.
—¿Qué hiciste?
Bueno, mierda! Esto iba cuesta abajo rápido.
73
Capítulo siete
81
Capítulo ocho
88
Capitulo nueve
97
Capitulo diez
Frotándose las manos sudorosas por las piernas del pantalón, Jory
no pudo dejar de preguntarse si el nerviosismo de Isaac era
contagioso. Él había estado bien viniendo a visitar a la Abuela. Había 141
estado bien cuando discutieron la ceremonia para unirse entre sí en
la forma de la gente de Jory, vampiro y brujo. Incluso había estado
bien cuando dijo que el sumo sacerdote del aquelarre de la abuela iba
a realizar la ceremonia.
Al segundo que había sido dicho para ir a una de las habitaciones
solo, sin Isaac, los nervios de Jory se habían establecido. Él no tenía
ningún problema con la unión de su fuerza vital con la de Isaac así
que sabía que no era lo que estaba haciéndole tan nervioso. Se sentía
tan inquieto como una bolsa de palomitas de maíz en el microondas.
Y desde luego, no le gustaba ser separado de Isaac. Tener a su
compañero en otra habitación para que no se vean entre ellos antes
de la ceremonia era una tradición humana por la que Jory no estaba a
favor. Él quería a Isaac a su lado, sobre todo con el escalofrío que
estaba envolviéndose lentamente alrededor de su columna vertebral.
Algo maligno se estaba fraguando. Jory simplemente no podía
entender qué.
La casa de su abuela siempre había sido un lugar de calidez y
bienvenida. Jory tenía nada más que buenos recuerdos de su tiempo
aquí. Honestamente no creía que el sentimiento premonitorio que
brotaba en su interior vino de su abuela o su casa. Era más bien como
algo que iba a venir, algo que tenía el poder de romper su mundo
aparte.
Jory comenzó a pasearse, moviéndose lentamente al principio,
caminando de un lado de la habitación al otro. Pero mientras
caminaba, más su mente giraba, hasta que se encontró casi corriendo
en su lugar. Cuando él descubrió que estaba a punto de tener un
ataque de pánico, Jory se detuvo y se inclinó, apoyando las manos
sobre los muslos mientras tomaba un profundo aliento. Le dolía el
pecho, como si estuviera a punto de hiperventilar. 142
Esto tenía que parar.
A pesar del deseo de su abuela para él e Isaac tener una ceremonia
tradicional, Jory sabía que la única forma en que se iba a sentir mejor
era si tenía a Isaac entre sus brazos, o al menos a su lado. Sabiendo lo
que tenía que hacer si tenía alguna esperanza de prevenir dicho
ataque de pánico, Jory se dirigió a la puerta de la habitación. Agarró la
manija y trató de abrirla.
No se movía.
Lo intentó de nuevo.
Todavía no se movía.
Agarró la manija con las dos manos y trató de tirar de ella de
nuevo, pero mientras lo hacía, notó un débil resplandor. Lo siguió con
sus ojos hasta que había pasado todo el camino alrededor del marco
de la puerta. Le tomó a Jory un momento mirar con asombro aturdido
para darse cuenta de que alguien lo había sellado en su habitación
con un hechizo.
Con verdadero pánico tomando un asimiento de él, Jory utilizó el
enlace entre él e Isaac para llegar a su compañero.
—Isaac, ¿estás bien? — Él tragó saliva cuando no recibió ninguna
respuesta. —Isaac?
Nada. Ni siquiera un reflejo de conciencia.
Eso no era bueno.
Jory corrió a la ventana y trató de dar un tirón abierto. No cedió. Se
dio cuenta de una luz resplandeciente fina alrededor de los bordes y
se dio cuenta que había sido sellada cerrada también. A menos que
pudiera encontrar una manera para invocar un hacha, él estaba
atrapado.
A menos que pudiera conjurar a un demonio.
Jory casi gritó mientras sacaba los ingredientes de hechizos de la 143
pequeña bolsa que su abuela insistió que llevara a todas partes con
él. Eso fue una pequeña cantidad de ingredientes para que la bolsa
encaje fácilmente en su bolsillo. Se sirvió lo que necesitaría para un
hechizo y luego comenzó a hacer un círculo con sal.
—Por los elementos del aire, fuego, tierra y agua, y el divino poder
de la diosa, — Jory cantó —Concédeme el poder de conjurar y
ejecutar lo que deseo. Acepta el sacrificio de mi sangre, como mi
promesa de no dañar a nadie.
—Yo te conjuro a ti, Issachar, el demonio de mi corazón, para venir
y servirme como yo te ordeno. Tú estás obligado a seguir mi palabra,
mi voluntad, mi mando, hasta el momento en que te libere. Todos los
juramentos que hice serán hechos, que así sea!
Con sus últimas palabras, Jory arrojó un puñado de hierbas en el
círculo de invocación. Rápidamente trepó hacia atrás cuando un
disparo de humo negro subió en una espiral sobre el círculo de sal.
—Diosa, por favor, déjame haber hecho esto bien.— Tantas veces
como había realizado una invocación—una vez, incluyendo esta vez,
él podría haber convocado con mucha facilidad un puercoespín en
lugar de Isaac.
Nop.
La mandíbula de Jory cayó cuando el humo se disipó y un de siete
pies de altura demonio rojo se quedó allí mirándolo con los ojos
negros como medianoche.
—Isaac.
—Usted me convocó, maestro?
Jory parpadeó. Eso no estaba bien. La voz era de Isaac, pero no las
palabras. Isaac nunca lo llamaría maestro... a menos que estuviera
enojado. 144
—Isaac, — Dijo Jory con cautela poniéndose de pie, —Yo tenía que
hacer esto. Alguien me selló aquí y...
Isaac no estaba prestando atención. Él sólo estaba mirando
directamente para adelante como si estuviera esperando una orden.
Jory agitó la mano delante de los ojos de Isaac. El demonio ni siquiera
parpadeó.
¡Mierda!
Rezando para no estar yendo a tener la cabeza removida de sus
hombros, Jory abofeteó al demonio en la cara. Nada. Isaac todavía
miraba al frente.
Jory se frotó la barbilla mientras se puso a andar. Tenía que haber
algo que faltaba. Él sabía que había cantado las palabras ciertas.
Probablemente podría cantarlas en su sueño. Su abuela era muy
estricta en conseguir las palabras correctas. Él repasó los ingredientes
que había utilizado para el círculo y luego el hechizo. Él sabía que
estaban correctos también. Por lo tanto, qué estaba faltando?
Jory volvió a mirar a Isaac. Estudió al rojo demonio desde los
cuernos a las pezuñas. Isaac parecía como lo había hecho cuando Jory
lo había visto por primera vez. Alto, musculoso, de color rojo, y
totalmente lamible. La única diferencia era la mirada vacía en sus
ojos. Era como si Isaac estaba aquí físicamente, pero no
mentalmente, lo que planteaba la cuestión... ¿dónde estaba?
Jory tenía que encontrar la conciencia de Isaac y sólo había una
manera de hacer eso. Se acercó y se puso de pie directamente
delante de Isaac. Respirando calmamente, Jory utilizó su voz más
imponente.
—Issachar, escucha mi orden.— Hombre, Jory esperaba que esto
funcionara. Estaba medio improvisando. —Tu Único deber es
protegerme. Ningún hombre o bestia debe tocarme ya sea de 145
pensamiento o de obra. Está eso entendido?
— Sí, maestro — el demonio respondió con una voz monótona.
Usando su sal restante, Jory creó un círculo alrededor de sí mismo,
conectándolo al círculo que había creado para Isaac. Una vez que lo
había hecho, manchó la línea entre los dos círculos, creando un gran
círculo. Entró en el espacio justo enfrente de Isaac y se agarró sobre
él.
—Issachar, Te ordeno que me lleves a dónde estabas antes que te
convocara.— Jory no tenía ni idea de si esas palabras funcionarían
considerando que Isaac estaba aquí físicamente, pero él podía
esperar.
Cuando la habitación empezó a dar vueltas y se llenó de humo,
sabía que había conseguido al menos algunas de las cosas bien. En el
momento en que el humo se disipó, Jory deseaba desesperadamente
haberlo hecho mal. De alguna manera, habían terminado justo de
nuevo en el templo húmedo frío donde Jory había encontrado por
primera vez a Isaac.
Y ellos no estaban solos.
Truenos sonaron ruidosamente a través del alto techo de arco de
piedra. Teniendo en cuenta que estaban en una especie de cripta
subterránea, escuchar un trueno era alarmante. Pero no tan
alarmante como ver al tipo con la máscara dorada de cabeza de
carnero de pie en el altar en el otro extremo de la sala, rodeado por
todos sus fanáticos vestidos, Cooper y Philip colgando de cuerdas
detrás de él.
—Joder, estamos de nuevo donde empezamos.
Jory casi deseaba que nunca hubiera conjurado a Isaac, excepto
que necesitaba tener a su compañero bien cerca. La mitad de un
demonio no era de mucha utilidad para él. Jory inclinó la cabeza para 146
susurrar al demonio.
—Protégeme, Issachar.
—Sí, maestro.
Odiaba esa cosa de maestro. Se sentía mal en muchos niveles.
Nunca quiso controlar a Isaac, incluso cuando lo necesitaba. Tal vez
pudiera hablar con su abuela sobre algún tipo de hechizo que haría
que nadie pudiera ser capaz de conjurar a su compañero, ni siquiera
él. Tenía que hacer algo.
—Bienvenido, Jordan, — el tipo director llamó. —Estoy tan
contento de que pudieras unirte a nosotros.
Jory contuvo su respuesta. Antagonizar con el tipo podría no ser su
movimiento más brillante.
—Por qué estoy aquí? — Preguntó en su lugar. Él estaba haciendo
tiempo, para tal vez reunir un poco de información, mientras buscaba
la conciencia de Isaac. Un análisis rápido de la habitación no le mostró
nada que pudiera contener la esencia de Isaac.
Entonces, ¿dónde estaba?
—Es hora de darle la bienvenida a la familia.
¿Qué carajo?
Los ojos de Jory rompieron de nuevo al sacerdote principal.
—Yo tengo una familia.
No podía decir si el tipo estaba sonriendo o no a causa de la
máscara dorada en su rostro, pero Jory todavía tenía la impresión de
que al director le hizo gracia.
—Tu familia verdadera, Jordan.— El hombre hizo un gesto con la
mano y una sombra se movió.
Jory se quedó sin aliento cuando Desmond entró en la luz de la
antorcha en su forma de demonio... y luego otro hombre se acercó a
su lado, uno que Jory nunca pensó ver en estas catacumbas. 147
—Tío Roland?
El tío Roland juntó las manos delante de él, asintiendo.
—Sobrino.
Bien, eso fue extraño. El tío Roland era algo así como un ronco
emocional, pero nunca se había referido a Jory como sobrino antes.
—¿Qué estás haciendo aquí?
El director se rió mientras se acercaba para estar al lado de Roland.
—¿No te dijo? Roland es uno de mis más fieles discípulos. Ha sido
muy valioso para conseguir las cosas que necesito.
Jory odiaba a hacer la pregunta, pero tenía que preguntar.
—Necesidad de ¿qué?
—Reinar, querido muchacho, reinar.
Jory puso los ojos.
—Mira, esto no es un villano de película de bajo presupuesto y no
eres Caesar Bandello.
—¿Quién?
—Caesar Bandello... Little Ceasar, Edward G. Robinson y Douglas
Fairbanks, Jr.?— Cuando el director se limitó a mirarlo, Jory suspiró
antes de continuar, —Bandello es un pillo de poca monta que se
traslada a Chicago en busca de fortuna y termina por hacerse cargo
de Northside como su reino por medio de derramamiento de sangre y
la intimidación.— Él hizo un gesto con la mano a la multitud de
figuras con túnicas y luego al altar de piedra, que estaba siempre
manchado de sangre. —¿Algo de esto te suena familiar?
—No.
—Bueno, debería. La película fue hecha en mil novecientos treinta
y uno. —Jory sonrió. — Estabas vivo entonces, ¿verdad?
El director se puso rígido. Incluso con la máscara puesta, Jory podía
ver sus ojos estrechos. Sí, podría haberse sobrepasado con lo último 148
un poco, pero a Jory estaba empezando a no importarle. No podía ver
la esencia de Isaac en cualquier lugar y estaba bastante seguro de que
no iba a salir de allí con vida, por lo que planeó llevarse a tantos de
estos hijos de puta como pudiera.
—Vas a encontrarlo, Jordan, — el director comenzó mientras
caminaba lentamente alrededor del altar, —No soy un hombre que
perdona fácilmente a los que me son desleales.
—No recuerdo haber pedido perdón.— Y nunca lo haría, no a este
cabeza de culo.
Jory tenía que admitir que había algo diferente acerca de este tipo
de la última vez que lo había visto. Era como que el tipo había crecido
una columna. Estaba lleno de un exceso de autoestima. Si Jory no
sabía mejor, pensaría que este director y el último eran dos personas
diferentes.
—Es una lástima, — dijo el director. —Te habría dejado mantener a
tu pequeña mascota. Ahora, me temo, voy a tener que matarlos a
ambos.
—No! — Roland gritó mientras saltaba hacia adelante. Fue
capturado por Desmond antes de que él diera dos pasos. Se esforzó
por escapar, pero él no era rival contra el demonio más grande. —No!
— Gritó Roland de nuevo. —Prometiste romper su vínculo y luego
dejar ir a Jordan.— El pecho de Jory le dolía y apenas podía respirar.
—Estás tratando de quebrar mi vínculo con mi compañero? —
preguntó con voz angustiada. —¿Por qué harías eso?
—El es un demonio, Jordan! — Roland gritó. —Demonios y
vampiros no pertenecen juntos.
—El es mi compañero.
—Sólo hasta la próxima vez que alguien lo invoque y luego él 149
pertenecerá a ellos, y entonces qué sucede contigo?
Jory sintió lágrimas en los ojos, pero su mente le daba vueltas.
—Isaac no puede ser convocado por nadie más que yo, no ahora.—
Incluso mientras dijo las palabras, eso se hizo eco en su cabeza. Isaac
no podía ser convocado por nadie más que él, así que cómo el
director logró tenerlo?
La respuesta se clavó dolorosamente dentro de él. Mientras miraba
a su tío, una ardiente ira lenta se encendió en sus entrañas, creciendo
hasta que era un infierno.
—Tú hiciste esto, — susurró mientras el horror de la traición de su
tío le golpeó. — Entregaste a mi compañero a este monstruo.
—Él es el monstruo! — Roland gritó. —El es un demonio.
—El es mi alma gemela! — Jory gritó de vuelta. —Él es todo para
mí.
El director dio un paso adelante.
—Has unido tu alma con tu demonio? — preguntó con una avidez
que asustó a Jory. Cuando él juntó las manos, Jory saltó. —Oh, esto es
glorioso.
El hombre metió la mano en su túnica y sacó un libro de aspecto
viejo. Era pequeño, no más grande que el tamaño de la mano del
hombre, y... parecía familiar. Jory sabía que tenía que estar perdiendo
su mente. No había manera de que maldito libro podría ser el mismo
que había incendiado en la chimenea. Se había convertido en cenizas.
El director volvió algunas páginas.
—Ah, aquí estamos. Esto será agradable.
Jory sabía que tenían un problema cuando el hombre empezó a
cantar el mismo hechizo de invocación que había usado antes. No
podía luchar contra un demonio por sí mismo y no creía que Cooper o
Philip fueran a ser de alguna ayuda. Todavía estaban colgando del 150
techo.
Jory se volvió y enterró su cara en el pecho masivo de Isaac. Sus
ojos se cerraron mientras dijo su último adiós a su amante.
—Isaac, no sé si tú me puedes oír, pero te amo. Siempre te amaré,
en esta vida y más allá.
Los ojos de Jory se abrieron de golpe cuando sintió un parpadeo
largo del cordón que lo conectaba a su compañero.
—Isaac? ¿Puedes escucharme?
Nada. Tuvo que haberlo imaginando.
Cerró los ojos de nuevo, con la esperanza de detener el flujo de las
lágrimas amenazando con extenderse. Él sabía que no tenía mucho
tiempo. Jory tenía que probar y detener al loco de la máscara, y lo
más probable es que fuera asesinado.
—Habríamos sido felices juntos, mi demonio.
Otro parpadeo.
Jory se calmó.
—Isaac? ¿Puedes escucharme, lindo? — Hubo otro parpadeo, esta
vez un poco más fuerte. Se sentía como si una mariposa estaba
barriendo a través de su mente. —Vamos, amor, — Jory continuó. —
Ven de vuelta a mí.
Cuando el parpadeo se convirtió en un asalto total contra su mente,
Jory casi gritó de alegría.
—Puedo sentirte, lindo. Sigue viniendo. Estoy aquí.
—Jory! — La voz era un susurro, pero se convirtió en un grito en el
momento en que se hizo.
—Isaac.— Jory apretó su agarre sobre su compañero. —¿Dónde
estabas?
—Hechizo de Supresión.
Jory gruñó cuando comenzó a girar. Él sabía lo que un hechizo de 151
supresión era. Esto significaba que se había equivocado sobre Isaac
perdiendo su esencia. Un hechizo de supresión habría suprimido su
conciencia por lo que podía ver, oír y sentir todo lo que estaba
pasando. Simplemente no podía reaccionar a nada.
No había mucha gente lo suficientemente fuerte como para crear
un hechizo de supresión para reprimir la esencia de un demonio.
—No, amor.— Isaac no agarró a Jory para que dejara de girar. Él se
quedó allí como lo había estado antes, sin moverse. No reaccionó en
absoluto, a excepción de las palabras que pronunció en la cabeza de
Jory. —Ellos no pueden saber que estoy de vuelta, no todavía.
—Nunca vamos a salir de aquí.
—Oh sí, nosotros lo haremos.— Jory sintió una calma venir sobre él
cuando la fuerte confianza de Isaac resonaba en su cabeza. —Tengo
un plan.
Capítulo Quince
Isaac sabía que era fuerte, pero también sabía que no era fuerte lo
suficiente para luchar contra su primo, el tío de Jory, el idiota con la
máscara dorada, o la totalidad de las figuras vestidas como él. Ni 152
siquiera podía ganar si Jory le ayudó. Había demasiada gente para
luchar.
Necesitaba ayuda, y sólo había una manera de conseguirla.
A Jory no iba a gustarle.
—Te necesito para invocar a un demonio para mí.
Los ojos de Jory se agrandaron.
—En realidad, te necesito para convocar a tres demonios para mí.
Sus nombres verdaderos son Nicodemus, Dimitrije, y Árktos.
—Isaac, no puedo-
—Son mis hermanos, Jory. Ellos pueden ayudarnos.
—Pero, no tengo nada de sal o-
—Bebé, no necesitas sal. Una verdadera invocación no necesita de
toda esa basura. Eso es todo humo y espejos.
—Pero el círculo sagrado, — Jory insistió.
Isaac sabía que estaba rompiendo el protocolo demonio, regalando
un secreto que era estrechamente guardado, pero esta era su alma
gemela. Él confiaba en Jory más que en cualquier persona, en
cualquier lugar.
—No es necesario un círculo sagrado, amor. Sólo tienes que creer
en ti mismo. Tu poder proviene de dentro de ti, no de un manojo de
hierbas y palabras cantadas.
—No quiero controlar a nadie, Isaac.
—Y no lo harás. En el momento en que aparezcan mis hermanos,
sólo tienes que liberarlos.
Las cejas de Jory se dispararon.
—Y eso funcionará?
—Va a hacerlo.
—¿Por qué nunca mencionaste esto antes de ahora? Quisiera
haberte liberado hace mucho tiempo.— Jory sonaba indignado. 153
—Nosotros ya estaban unidos, mi amor. Era demasiado tarde para
que puedas darme la libertad. Tiene que suceder cuando el demonio
aparece.
Los ojos de Jory se estrecharon.
—Tú y yo vamos a tener una larga charla cuando todo esto termine.
Era todo lo que Isaac podía hacer para no sonreír abiertamente.
—Sí, querido.
—Ahora, ¿Cómo puedo hacer esto?
—Simplemente mira dentro de ti mismo. Tú tienes el poder dentro
de ti. Encuentra tu centro y luego llama a mis hermanos. Exige su
presencia.
—¿Qué vas a hacer?
Isaac alzó los ojos para mirar más allá de su compañero más
pequeño. El podía ver a su primo todavía aferrando al tío Roland. La
lucha parecía haber salido del vampiro. Él estaba de rodillas, mirando
el suelo con una caída abatida de los hombros.
El sumo sacerdote cantaba un hechizo de invocación. Isaac no tenía
idea de a quien el hombre estaba pensando en convocar, pero si el
nombre procedía de ese pequeño libro, no iba a ser bueno. Isaac no
tenía idea de cómo el libro había acabado en manos de ese idiota,
pero la siguiente vez que lo destruyera, se aseguraría de que quedó
destruido.
—Isaac?
—Voy a provocar una distracción.
—¿Qué?
—Invoca a mis hermanos, amor. Vamos a necesitarlos.
Con la esperanza de que Jory podría aprovechar sus poderes, Isaac
pasó junto a su compañero y se trasladó hacia el director. Él trató de
mantener sus movimientos lentos y mecánicos hasta que se acercó lo 154
suficiente para saltar sobre el hombre.
Justo cuando estaba a punto de saltar sobre el altar y agarrar al alto
sacerdote, Roland se levantó de un salto y se lanzó sobre el hombre.
El infierno se desató después de eso. El sumo sacerdote gritó
mientras trataba de escapar de Roland. Desmond rugió cuando fue
tras Roland. Y Roland luchaba como un hombre sin nada que perder.
Isaac utilizó el caos para despachar a tantos seguidores del sumo
sacerdote como pudo. Aquellos que evitaron sus garras corrieron
para sus vidas. Algunos de los braseros fueron atropellados, carbones
calientes y llamas vivas salían en tropel a través del embaldosado. El
humo llenó la cámara, oscureciendo la vista de Isaac de lo que estaba
pasando en la cabeza del altar.
Con la intención de conseguir al sumo sacerdote antes de que el
hombre pudiera terminar su hechizo de invocación, Isaac no se dio
cuenta que estaba luchando espalda con espalda contra Roland hasta
que se volvió a atacar al tipo con sus garras y vio la mirada frenética
en la cara del hombre.
—Lo siento, yo nunca quise que-
El resto de las palabras de Roland se perdieron en su grito cuando
fue arrancado por Desmond y arrojado al otro lado de la habitación.
Golpeó la pared del fondo con un golpe seco, cayó al suelo, y no se
movió.
Isaac oró por el amor de Jory que el vampiro viviera. A él realmente
no podría importarle menos. Lo sintiera o no, Roland había
traicionado a Jory y puso su vida en peligro. En lo que se refiere a
Isaac, podía pudrirse en el infierno.
—Hola primo.
Isaac se alejó del cuerpo tendido de Roland y miró a su primo.
—Desmond. 155
El demonio se rió entre dientes mientras miraba alrededor de la
escena caótica.
—Supongo que es sólo tú y yo, ¿verdad?
Teniendo en cuenta que el sumo sacerdote estaba acurrucado en la
esquina, todavía tratando de cantar su hechizo de invocación, Roland
estaba inconsciente, Phillip y Cooper aún estaban colgando del techo,
y Jory estaba arrodillado en el suelo al otro lado de la habitación, con
los ojos cerrados mientras se centraba en sí mismo, eran solo Isaac y
Desmond. Isaac no contaba a los acólitos corriendo como si en
realidad tuvieran una posibilidad de escapar de la ira de Isaac.
—Entonces, es esto.— Isaac observó al otro demonio
cuidadosamente, pesando lo que sabía de Desmond contra lo que
estaba viendo delante de él. —No te ves tan bien allí, primo. Los
deberes de demonio de succión de alma te están consiguiendo abajo?
La sonrisa de Desmond era todo dientes y maldad en estado puro.
—Sólo hay un alma que busco y cuando derrote tu culo, voy a
hacerte ver cómo lo dreno hasta que Jory no sea más que una cáscara
reseca.
Rabia pasó por Isaac más rápido que un incendio forestal sobre un
llano herboso en la época de verano. Apretó sus manos, sólo
pensando en envolverlas alrededor de la garganta de Desmond y
exprimir la vida fuera de él.
Justo cuando empezó a llegar a Desmond, captó un destello por la
esquina de su ojo. Volviéndose por instinto, el corazón de Isaac se
hundió cuando vio una columna de humo claro, revelando a otro
demonio, que él conocía como amigo. Abaddon estaba también sin
pareja, lo que significaba que estaba en tanto peligro como Isaac y
Jory.
¡Mierda! Las cosas eran ahora mucho más complicadas. 156
Para empeorar las cosas, Abaddon fue considerado el destructor de
los demonios. Su fuerza era legendaria. Él era el demonio de mayores
poderes enviado contra otros demonios cuando la cagaban. Para que
él sea convocado significaba que el sumo sacerdote tenía más poder
del que Isaac había dado crédito para el hombre.
No era bueno.
El director señaló a Isaac.
—¡Mátalo!
¡Mierda!
Antes de que Isaac pudiera tomar un paso de Abaddon, o incluso
pensar en tomar un paso de distancia, fue agarrado por detrás y
lanzado por el aire. Él gruñó cuando golpeó un muro de piedra y cayó
el suelo junto a Roland. Más o menos cada pulgada de su cuerpo le
dolía, y había una punzada en el costado izquierdo que hacía difícil la
respiración. Isaac estaba bastante seguro de que se había roto o por
lo menos una costilla fue fracturada.
Isaac se quedó sin aliento mientras trataba de incorporarse.
Envolvió su brazo alrededor de su costado herido y trató de ponerse
de rodillas. Necesitaba hacerlo antes de que Desmond o Abaddon
llegaran a él. Después de luchar a sus rodillas y luego levantarse, Isaac
se apoyó contra la pared un breve momento. Él tomó una respiración
entrecortada mientras inspeccionaba la cámara.
Tomó un simple momento para él para tomar algo.
El director estaba de pie, apuntando a Isaac, y gritando, exigiendo
su muerte. Desmond parecía tener una sonrisa casi ansiosa en su
rostro mientras avanzaba hacia Isaac. La cara de Abaddon se llenó
con dolor y tristeza, sus pasos sobre pilotes como si estuviera
luchando contra el comando del sumo sacerdote con cada paso que
daba. 157
Isaac no sintió ninguna mala voluntad hacia Abaddon. El demonio
estaba meramente siguiendo los dictados de la fuente del mal que lo
había convocado. Él no tenía ninguna opción en la materia. Desmond,
por otro lado, tenía pleno control de sí mismo y sus acciones.
Isaac sabía que tenía tres opciones. Podía luchar hasta que
Desmond el demonio estuviera muerto. Él podría golpear fuera a
Abaddon, y esperar que el hombre no se lastime demasiado mal. O
podría ir tras el sumo sacerdote y poner fin a todo esto ahora.
Isaac eligió al sacerdote.
Si pudiera matar al director, pondría fin a su control sobre
Abaddon. En conjunto, puede ser que tengan la oportunidad de
derrotar a Desmond y los acólitos que se estaban introduciendo de
nuevo en la habitación. Hasta que sus hermanos llegaran aquí, Isaac
no vio ninguna otra opción.
Isaac se inclinó cuando vio a su primo en dirección a él. Él tenía la
esperanza de dar la impresión de que había sido herido mucho más.
Concedido, las costillas duelen como el infierno, pero podía manejar
todo por ahora. No había mucho que no podía manejar si pensó que
podría darle una ventaja.
Cuando Desmond llegó hasta él, Isaac contuvo la respiración,
esperando la apertura perfecta. Una mano alrededor de su brazo era
toda la apertura que Isaac necesitaba. Él tiró de su brazo hacia atrás
mientras giraba su cuerpo alrededor, utilizando el propio peso del
cuerpo de Desmond y su ego en su contra. Como hizo un trompo,
Isaac puso la mano en la nuca de Desmond y empujó con toda la
fuerza que tenía.
Agonía estalló en su costado, pero Isaac empujó a través del dolor y
estrelló la cabeza de Desmond en el muro de piedra antes de que el 158
demonio pudiera detenerlo. Hubo un golpe seco y luego Desmond
cayó al suelo. Después de ver la mancha roja en la pared, Isaac estaba
bastante seguro de que Desmond no iba a levantarse en cualquier
momento pronto.
Aún quedaba Abaddon y los acólitos para pasar por delante y
pudiera matar al sumo sacerdote.
Isaac volvió a mirar al otro lado de la habitación. Abaddon estaba
lentamente haciendo su camino a través del cuarto, pero seguía
luchando a cada paso. Su mandíbula se apretó con tanta fuerza, que
Isaac se preguntó si iba a romperse.
Isaac se movió hacia él, pero se quedó claramente fuera del alcance
del brazo. Él realmente no quería tomarla sobre Abaddon si él no
tenía por qué.
—Mantente luchando, Abaddon.
Los ojos rojos se encontraron, el dolor y la angustia saliendo del
alma de Abaddon por sus ojos eran desgarradores.
—Mantente luchando, mi amigo.— Isaac miró hacia la esquina
donde el sumo sacerdote estaba gritando órdenes a sus acólitos. —Yo
tengo que ir a alimentar a alguien con su máscara dorada.—Isaac
pasó a Abaddon y salió hacia el sacerdote. Algunos acólitos que
trataron de detenerlo se reunieron rápidamente con un juego letal de
garras.
Isaac dejó un rastro de sangre y carnicería en su estela, y al mismo
tiempo que sentía dolor por la pérdida de la vida, él no sentía dolor
por desaparecer a los que intentaron dañar a él y a su alma gemela.
—Detente! — Gritó el sumo sacerdote cuando Isaac llegó
finalmente hasta él. —Te ordeno que te detengas.
Isaac inclinó la cabeza. De verdad?
—Te prohíbo explícitamente llegar mas cerca. 159
—Tú no me ordenas — dijo Isaac.
El hombre levantó la cabeza, mirando hacia abajo con la nariz a
Isaac.
—Yo soy el sumo sacerdote. No puedes tocarme.
Vaya, este tipo estaba delirando.
Isaac había tenido suficiente de su basura. Él quería que esto
terminara. Se acercó y agarró al sumo sacerdote de los brazos y lo
levantó hasta que estuvieron a la altura de los ojos y luego estrelló al
tipo en la pared detrás de él.
—Como he dicho, no me ordenas.
El hombre agarró a las manos que lo sujetaban contra la pared, su
rostro pálido desesperado.
—No me puedes hacer esto a mí. Soy el sumo sacerdote.
—Trataste de alejar a mi compañero de mí, — Isaac rompió. Nadie
tenía permitido poner en peligro a Jory. —Amenazaste la vida de
otros por tu pequeño intento torcido por el poder que no te
pertenece. Tú eres un monstruo sin alma que necesita ser destruido.
—Tú no puedes-— Los ojos del hombre se abrieron cuando se
establecieron en algo, o alguien, detrás de Isaac. —Roland. Sálvame,
Roland. Te lo ordeno.
Isaac se puso tenso cuando se dio cuenta que el tío de Jory estaba a
su espalda. El hombre había ido tras el sumo sacerdote hace unos
minutos, pero eso no quería decir que no cambiaría su mente dada la
oportunidad. Isaac bajó lentamente al sacerdote al suelo y luego se
volvió, sin soltar su agarre en el hombre repugnante.
—Roland.
El hombre parecía herido, con el rostro de un tono ceniciento de
blanco que lo hacía parecer como si estuviera al borde del colapso. 160
—Yo nunca pensé... Sólo quería salvar a Jordan. Nunca tuve la
intención de que todo esto ocurriera.
—¿Qué te pareció que iba a pasar? — Isaac rompió, perdiendo
rápidamente la paciencia con el hombre. —Traicionaste a tu sobrino y
lo entregaste a este monstruo—Isaac sacudió al sumo sacerdote
como una muñeca de trapo — en bandeja de plata. ¿Creías que justo
iban a sentarse y tomar el té?
—Cuando vi esas páginas quemadas de ese libro en la chimenea de
tu estudio, y me di cuenta de lo que eran, pensé que si llegaran al
sumo sacerdote, podía reconstruirlo y encontrar una manera de
mantener a Jordan a salvo de ti.
—Cuándo estuviste en mi estudio?
—La noche que fui a buscar a Desmond, — explicó Roland. —Tú te
habías transformado y te habías ido detrás de Jordan. Tenía que
llamar a casa y registrar la entrada, así que pedí a tu ayuda de cámara
para usar un teléfono. Él me mostró el estudio.
De acuerdo, eso tenía sentido, pero Isaac iba a tener que hablar con
Manning acerca de dejar entrar a la gente en su estudio. Él debería
haber llevado a Roland a uno de los otros numerosos teléfonos en la
casa.
Pero eso no venía al caso...
—¿Te das cuenta de que podrías haber matado a Jory si hubieras
ido a través con este plan loco tuyo?
—¿Qué? — Lo que quedaba de color en el rostro de Roland se
drenó lejos. —¿Cómo?
—Nosotros vinculamos nuestras almas, idiota. Si me matas, lo
matas a él.
—Pero... — La frente de Roland se arrugó con un profundo ceño
fruncido. Isaac podría ver que el hombre realmente estaba 161
confundido. —Vampiros y demonios no pueden formar enlaces de
alma. Eso es un mito.
—No, no lo es.— Los ojos de Isaac se estrecharon en la casi
silenciosa risa que salió de los labios del sumo sacerdote. Sacudió al
hombre duro lo suficiente para hacer que sus dientes traquetearan.
—Y este idiota lo sabía.
—Él está mintiendo, Roland, — dijo el sumo sacerdote. —El está
intentando manipularte. No le hagas caso. Tú sabes lo que es
correcto. No permitas que este engendro de Satanás te domine a
través de la duda.
Los ojos de Isaac quebraron cuando Roland jadeó. Él había pensado
en el trastorno del hombre antes pero no era nada comparado al
sufrimiento que sangró en la cara del hombre cuando él miró
fijamente en el sumo sacerdote. Isaac comenzó a obtener una muy
mala sensación en la boca del estómago.
—Roland?
Antes de que pudiera detener al chico, Roland saltó y agarró la
máscara dorada, arrancándomela del sumo sacerdote. El grito de
angustia que salió de los labios de Roland cuando vio el rostro del
sacerdote era uno que no pensaba que fuera a olvidar nunca. Viviría
en sus pesadillas hasta el día de su muerte.
—Se supone que estás muerto, — susurró Roland en una voz
atormentada. —Moriste en un accidente automovilístico hace más de
una década. ¿Cómo puedes estar aquí?
—Deja de ser excesivamente dramático, Roland, — gruñó el sumo
sacerdote. —Yo no puedo morir.
Creciendo más confundido por el momento, Isaac echó un vistazo
entre los dos hombres, uno la imagen rota de un hombre, el otro
soberbio y egoísta. 162
—Roland, ¿Conoces a este hombre?
—Sí, — Roland susurró con una voz llena de tristeza. —Él es mi
padre.
Capítulo dieciséis
167
—¿Estás seguro de que tu madre quiere que vaya contigo?
—Por enésima vez, Jory, — Isaac respondió con un sentido de déjà
vu, —Ella te invitó. Ella me dijo que te llevara.
Observó a Jory frotarse las manos con nerviosismo en su regazo
mientras miraba por la ventana de la limusina.
—Ella sabe que soy vampiro, ¿verdad?
—Ella lo sabe, amor.
—Y ella todavía me invitó?
—Ella quiere conocerte. Al parecer, mis hermanos han estado
delirando sobre ti.
Las cejas de Jory se levantaron.
—Incluso después de que los convoqué?
—Les explicaron que yo te pedí que lo hicieras. Ellos no tienen
ninguna mala voluntad hacia ti. Entienden por qué lo hiciste. —Isaac
se encogió de hombros. —Además, ayudando a asegurarse de que el
maldito libro fuera destruido de una buena vez les mostró qué tipo de
persona eres.
Jory se quejó mientras inclinaba la cabeza hacia atrás contra el
asiento.
—Yo siento mucho que te vieras envuelto en todo esto. Todavía no
puedo creer que mi tío Roland devolvió el libro a ese monstruo o que
esperaba romper el vínculo entre nosotros.
—Creo que enterarse de que no sólo estaba su padre con vida, sino
que el hombre había fingido su muerte para que pudiera ir detrás de
la escena como sumo sacerdote de su aquelarre y empezar a hacer
sacrificios de sangre para alimentar su apetito enfermo por el poder
es suficiente castigo. Roland está pagando por sus crímenes en una
manera que nunca podría haber soñado. 168
—Todavía no puedo creer que el abuelo esté con vida. Recuerdo
estar sentado en su rodilla como un niño mientras él me contaba
historias de su juventud.
—Creo que ahí estuvo el principal problema.
—Yo sentado en su rodilla? — Jory preguntó en un tono de
sorpresa.
—No, la juventud. Tu abuelo estaba tratando de vivir por siempre.
La cara de Jory había palidecido.
—Sí, pero renunció a todo para conseguir eso. ¿Cuál sería el punto?
Sé que no quiero vivir un segundo más de tiempo que tú. La eterna
juventud no valdría la pena.
—Eso no habría sido un problema en absoluto si no hubiera
conseguido esas palabras rituales estúpidas equivocadas en primer
lugar. Yo hubiera sido su esclavo y tú probablemente habrías sido
muerto.— Isaac todavía se enfermaba del estómago cada vez que
pensaba en cómo las cosas podrían haber sido diferentes. Había
estado tan cerca de no tener a Jory.
—Quizás.— Jory volvió a mirar por la ventana por otro momento.
Isaac se acercó y cubrió la mano de Jory.
—Estamos a salvo, estamos juntos, y nada nos puede separar de
nuevo. Piensa en eso en lugar de lo que podría haber sucedido.
—Bueno, — Respondió Jory, —si no estamos vinculados por la
eternidad después de la ceremonia que mi abuela lanzó para
nosotros, entonces no hay fuerza capaz de traernos más cerca juntos.
Isaac se rió en silencio mientras recordaba la ceremonia de unión
en que habían participado en Samhain. Había sido una para el libro de
records, eso era seguro. Después de enterarse de lo que su marido
supuestamente muerto había tratado de hacer, la abuela de Jory
pareció tratar de compensarlo. Había tirado la mayor ceremonia de 169
unión en la historia del aquelarre, y eso decía alguna cosa.
—Oh bueno, — Jory dijo mientras miraba hacia arriba, con una
media sonrisa en los labios. —Escuché de Cooper y Philip.
—¿Cómo están? — Preguntó Isaac. Que apenas conocía a los dos
hombres, en realidad sólo de haberlos visto en la ceremonia de
unión. Después de lo que habían pasado, parecían un poco indecisos
gastando tanto tiempo con Isaac. Isaac no podía culparlos. Dos veces
habían sido ofrecidos como sacrificios de sangre. En lo personal,
Isaac, probablemente, habría corrido hacia las colinas en la primera
oportunidad. Cooper y Philip se habían pegado alrededor para mirarlo
y Jory consiguió engancharlos.
—Philip se está quedando con la abuela por un tiempo. Cooper
tiene decidido terminar nuestro viaje a través de Europa.
—¿Es eso realmente una buena idea?
Jory se encogió de hombros.
—Dijo que necesitaba despejar la cabeza un rato y ver las vistas era
la manera de hacerlo.
A Isaac no le gustó.
—La próxima vez que llame, averigua dónde está. Voy a tener a uno
de mis hermanos con un ojo en él.
—Oh, no estoy seguro-
—Relájate, Bebé, Cooper ni siquiera sabrá que está siendo
verificado. Mis hermanos pueden ser muy discretos cuando es
necesario. Son demonios después de todo.
—Cooper se va a cabrear cuando lo averigue.
—Entonces no le digas.
Los ojos de Jory rodaron.
—Cooper podría ser humano, pero es más listo que la mayoría. Se
dará cuenta. 170
Isaac se rió entre dientes mientras sacaba a Jory en sus brazos.
—Lo superará, amor.
—Espero que encuentre a alguien y descubra lo que nosotros
tenemos.
Isaac sonrió cuando Jory suspiró y todo el cuerpo del hombre se
relajó contra él.
—Y ¿Qué es lo que tenemos, mi amor?
—Todo, — Susurró Jory. —Tenemos todo aquí, ahora mismo.
Apenas los dos de nosotros. No necesito otra cosa en el mundo
excepto pasar el resto de mi vida aquí en tus brazos.
Isaac dio un beso en la parte superior de la cabeza de Jory.
—Puedo tener tu juramento sobre eso?
FIN
SOBRE EL AUTOR
Stormy Glenn cree que la única cosa más sexy que un hombre en
botas de vaquero son dos o tres hombres en botas de vaquero.
También cree en el amor a primera vista, compañeros del alma, amor
verdadero, y los finales felices. Generalmente, puedes encontrarla en
la cama con un libro en la mano y un perrito en su regazo o en su 171
computadora portátil, creando el próximo hombre sexy para uno de
sus cuentos. Stormy da la bienvenida a los comentarios de los
lectores. Puedes encontrar su sitio web en www.stormyglenn.com.
Para todos los títulos de Stormy Glenn, por favor visita
www.bookstrand.com/stormy―glenn
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Trad. de Sacrificio de Sangre: T. Ganimedes