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Ser un demonio no siempre era divertido.

Ser un demonio invocado


a un ritual satánico era francamente miserable.
Isaac Braden pasaba la mayor parte de su tiempo siendo un rico
solitario pero con cierta regularidad le era presentado alguien nuevo
cuando lo invocaban para… un sacrificio de sangre. Y esta noche Jory
Daniels había sido elegido para ser ese sacrificio.
El ritual satánico había salido mal, Isaac se encontró eternamente
2
enlazado a Jory. Él tenía que tomar la sangre del hombre para
sobrevivir. Pero cuando Jory quiso algo a cambio, ¿podría Isaac
someterse lo suficiente para permitirlo o su naturaleza demoníaca
aparecería y causaría que perdiera la mejor cosa que le había
sucedido?

Nota: Este libro se publicó anteriormente con el título de Sacrificio


de Sangre con otro editor. Esta versión actualizada ha sida
extensamente revisada y ampliada en 18.373 palabras adicionales.
(en ingles)
3

STORMY GLENN
Capítulo uno

—Sí, abuela, yo prometo ser cuidadoso.— Jordan Daniels puso los


ojos, contento de que su abuela estaba a muchas, muchas millas de
distancia para que no pudiera ver que lo hacía. Esa mujer podría dar
miedo cuando estaba ofendida. —Sólo voy a pasar el rato alrededor 4
de Stonehenge1 con Cooper y Philip durante unos días antes de pasar
a Irlanda.
—Estamos demasiado cerca de Samhain2, Jordan. No viajes cerca
de Cnoc na Teamhrach. Es un momento peligroso para estar cerca de

1
Stonehenge es un monumento neolítico de la edad del bronce situado en
Amesburry en Wiltshire Gran Bretaña— Está formado por cuatro círculos concéntricos de piedras, dentro hay
un circulo más pequeño en el interior de este hay una losa conocida como el altar. Todo el conjunto está
rodeado por un foso de l04 metros de diámetro, dentro hay un bancal con 56 fosas conocidos como los
agujeros de Aubrey. Cerca se encuentra la piedra del sacrificio enfrente de la piedra Talón, todo rodeado por un
circulo de arena que es lo más antiguo del monumento, 3,100 antes de cristo.
2
Samhain es la festividad de origen celta más importante del periodo pagano que dominó Europa hasta su
conversión al cristianismo, en la que la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre se celebraba el final de la
temporada de cosechas en la cultura celta y era considerada como el "Año Nuevo Celta", que comenzaba con la
estación oscura. Es tanto una fiesta de transición (el paso de un año a otro) como de apertura al otro mundo. Su
etimología es gaélica (gaélica: samhain, 'fin del verano' ). Ha sido practicada desde hace más de tres mil años
por los pueblos celtas que han poblado toda Europa. En la actualidad Samhain continúa celebrándose por los
seguidores de movimientos neo—paganos, (religión) como la wicca y el druidismo.
un lugar tan sagrado. Las personas no tienen la menor idea del caos
que ellos crean usando estos sagrados sitios para difundir su mal.
—La Colina de Tara no está en nuestra lista de lugares para visitar,
Abuela. En realidad nos dirigimos a Dublín para ir saltando a pubs.—
Él había querido visitar el antiguo sitio celta, pero con la advertencia
de su abuela rápidamente cambió de opinión. Ella sabía sobre cosas
extrañas y él había aprendido a escucharla siempre.
—Oh, la gente joven. —La mujer suspiró. —No tienes ni idea de lo
que te estás perdiendo. Bailando desnudos alrededor de un fuego
rugiente para celebrar las bendiciones de la diosa en nosotros y luego
tomar parte en el intercambio ritual de- 5
Jory se estremeció ante la imagen que esas palabras formaban en
su cerebro. Él sabía lo que su abuela pensó que era compartiendo y él
no quería saber nada de eso. Orgías rituales en el bosque habían
caído de su popularidad hace mucho tiempo, directo junto con el
sexo en una playa de arena.
La idea había sido fascinante cuando él había sido un adolescente
caliente y no se le permitió asistir. Le había provocado más de una
noche de excesos cuando era un adulto joven, pero ahora sólo le hizo
pensar en el congelamiento de sus partes y piezas fuera y rodando
por el terreno con alguien que probablemente ni siquiera recordaría
al día siguiente.
—Gracias, abuela, pero yo prefiero comer basura.
La risa lírica revoloteó a través de la línea telefónica.
—Solo ten cuidado, Jordan.
Jory sonrió.
—Lo tendré, Abuela.
Colgó el teléfono y se lo metió en el bolsillo de sus pantalones
vaqueros. Una cosa que había aprendido acerca de viajar por Europa
con amigos era viajar con poco peso. Tenía su teléfono, porque no era
tan estúpido como para ir a ninguna parte sin él, su mochila, y sólo
unos pocos cambios de ropa. Esto fue suficiente para el próximo mes.
Si necesitaba más, podría comprarlo, pero no creía que lo haría.
Jory se detuvo cuando entró en el pub donde se suponía debía
encontrarse con sus amigos y escaneó el interior con luz tenue de la
habitación. La madera oscura y la falta de luces hicieron al lugar
parecer aún más oscuro. Jory estaba bastante seguro de que si
arrojaran un poco de pintura blanca en las paredes, haría un mundo
de diferencia.
—Hey, Jory! 6
Jory miró a su alrededor cuando oyó que le llamaban por su
nombre. Él vio el pelo rubio de Philip casi inmediatamente. El cabello
del hombre era tan rubio, que podía ser también de color blanco.
Besado por el sol es lo que su abuela lo llamaba.
Jory saludó y luego comenzó a tejer su camino a través de las
mesas y sillas hasta la cabina en la esquina trasera. Arrojó su mochila
en un lado vacío de la cabina y luego se deslizó dentro.
—Hey.
Philip sonrió.
—¿Cerveza?
Jory abrió los ojos a propósito.
—Infiernos, Sí.
Una pequeña arruga apareció entre las cejas de Phillip.
—¿Problemas?
—Acabo de hablar por teléfono con la Abuela.
—Ah.— Philip asintió. —¿Y cómo está?
—Lista para Samhain.
—Oh! — Los ojos de Cooper se iluminaron mientras se inclinaba
hacia adelante. —Está yendo a bailar?
—Sabes que sí — respondió Jory, ya sabiendo dónde la
conversación se dirigía. —Y si deseas volar a casa temprano y asistir,
ve por ello. Me quedo aquí.
—Yo también — Philip añadió rápidamente, mientras tomaba su
cerveza y tomó un buen trago. Su cara estaba un poco enrojecida
como si estuviera reviviendo las pocas veces que en realidad habían
asistido a una de las celebraciones rituales de la abuela.
Jory sabía que había una historia, pero también sabía que
preguntar al respecto, mientras que Cooper estaba alrededor 7
avergonzaría a Phillip más. Cooper era una especie de lascivo y crudo
y le gustaba conseguir burlarse sobre eso. Philip era más reservado,
casi como si el hombre nunca hubiera visto un cuerpo desnudo real
antes. Jory sabía que lo había hecho.
—Entonces... — Jory se echó hacia atrás en su asiento y se volvió a
explorar el pub, esta vez buscando un tipo diferente de amigo. —
¿Cualquier belleza en este lugar?
Cooper se rió entre dientes.
—Uno o dos.
—Realmente? — Jory se sorprendió teniendo en cuenta que no
estaban exactamente en el centro de la ciudad. Su sorpresa se volvió
interés cuando la puerta se abrió y un con muy-buen-aspecto hombre
de pelo corto y oscuro entró en el lugar. —Yum.
Tal vez este viaje no sería un fracaso total.
Jory se excusó y se deslizó de la cabina. Él paseó a la barra, donde el
desconocido se había sentado y ordenó una cerveza, a pesar de que
él tenía una jarra llena todavía sentada en su mesa.
El chico le sonrió y Jory le devolvió la sonrisa. Que trozo! Con
suerte, si Jory jugaba bien sus cartas, él y Mr. Delicioso conectarían
para la noche.
—Vienes aquí a menudo? — Jory quería golpear una mano sobre su
cara. Las palabras apenas habían salido y eran tan cliché que él deseó
que un agujero se abriera y se lo tragara.
El hombre se rió entre dientes, dientes rectos y blancos, sus ojos
azules espumosos bajo la iluminación baja del pub.
—No, en absoluto.
—Eso fue bastante escaso, eh?
La sonrisa del hombre se ensanchó. 8
—Funcionó para mí.— Él ofreció su mano—Mi nombre es
Desmond.
—Jordan.— Jory deslizó su mano dentro de la de Desmond y se
deleitó en lo fuerte y cálida que se sentía.
El camarero puso la jarra de cerveza en el mostrador frente a él.
Jory tomó su cartera, pero Desmond sacudió la cabeza.
—Esta va por mí.
Dulce. No hay nada mejor que una cerveza gratis. Se inclinó más
cerca y bateó sus pestañas.
—Y qué quieres a cambio de la cerveza?
Con suerte, el hombre dijo que sexo. Jory ni siquiera estaba seguro
de que el chico era homosexual, pero hasta ahora Desmond no había
volado sus dientes. Si algo, el chico se le quedó mirando con interés
brillando en sus bonitos ojos azules.
—Lo que estés dispuesto a dar.
Bueno, eso fue críptico. Jory podía leer esa declaración en muchas
maneras diferentes.
—Tienes una habitación cerca de aquí?
Desmond asintió.
—Tengo —Pasó la yema de su dedo índice sobre los labios de Jory.
—Interesado en compartirla conmigo?
No había nada de malo en echar un polvo mientras viajaba por
Europa. Al menos Jory iría a casa con algunos recuerdos muy calientes
y una sonrisa en su rostro.
—Yo lo hago— Miró por encima del hombro para ver a Cooper y
Philip observándolo. —Pero tengo que decirle a mis amigos que me
voy.
Jory podría reunirse con ellos por la mañana para el desayuno antes
de salir. 9
Él se apartó de la barra y se dirigió hacia la cabina.
—Déjame adivinar, — dijo Philip. —Vas a hacer el baile de las
sábanas con aquel tipo.
—Ustedes dos van a estar bien volviendo a nuestra habitación? —
Habían alquilado una habitación para la noche. No fue nada
espectacular, pero de vez en cuando una cama suave en vez de
dormir bajo las estrellas era preferible.
Philip rió.
—Creo que podemos manejarlo.
Sonriente, Jory se dirigió de nuevo a la barra y se bebió la mitad del
vaso de cerveza.
—Estoy listo cuando lo estés.
—Simplemente dame un minuto. No hay prisa.
Jory frunció el ceño. Hace un minuto Desmond parecía que estaba
listo para salir, pero ahora el chico lo miraba extraño, como si
esperase a algo o alguien. Las alarmas sonaron en la cabeza de Jory.
Algo no estaba bien. Empezó a sentirse un poco mareado.
Agarrando el borde del mostrador, tomó un asiento.
—Estás bien? — Preguntó Desmond, pero su voz sonaba ahora
lejos.
Jory negó con la cabeza.
—Creo que tengo que volver a mi habitación.
Y eso fue lo último que dijo antes de que el pub se desvaneciera en
oscuridad.

Estar suspendido de un gancho del techo, mediante una soga que


estaba atada a sus muñecas no era como Jordan Daniels había 10
planeado pasar las vacaciones de verano, cuando se unió a sus
amigos para un viaje de mochila recorriendo Europa.
El plan era pasar un mes recorriendo lugares turísticos, conociendo
chicas o chicos, en su caso e ir de fiesta hasta caer. Jordy aún no
podía imaginar cómo exactamente había terminado en donde él
estaba. Ni siquiera estaba seguro en dónde estaba.
La última cosa que recordaba era estar bebiendo en un bar en una
pequeña villa en el campo Inglés. Jory ni siquiera recordaba el
nombre de la maldita villa. Él sabía que no estaban lejos del
monumento histórico que habían visto en, Stonehenge1.
Bueno, él había visto el monumento. Sus amigos estaban más
interesados en seguir de fiesta. Jory realmente quería ver Stonehenge
para hacer algunas investigaciones. Él estaba fascinado con la ciencia
antigua desde que era niño, su abuela le contaba historias de tiempos
pasados explicándoselo de una manera única.
Las grandes estructuras de piedra parecían enfatizar casi todas las
historias, de brujería, demonios básicamente todo lo sobrenatural. Y
todo lo sobrenatural fascinaba a Jory.
Jory levantó la cabeza y vio alrededor preguntándose si las leyendas
que había oído sobre Stonehenge eran ciertas. No había nada
absolutamente seguro acerca de quién había creado los monolitos de
piedra, pero según algunas teorías, en esos días eran comunes los
rituales satánicos. Considerando la condición de su presente
situación, Jory se sentía malditamente seguro de que esas teorías
tenían algo de verdad.
Directamente opuesto a él, en la parte más alejada del cuarto, se
levantaba un altar arriba de dos escalones. En el centro del altar había
una gran mesa rectangular de piedra. Solo el verla intranquilizaba a
Jory. 11
Velas algunas rojas, algunas blancas, pero la mayoría negras
estaban prendidas en cada esquina. Las paredes se veían
cuidadosamente labradas en la piedra, con intrincados diseños en
pilares alineados en el cuarto, seis a cada lado de la gran área abierta.
Jory estaba colgado del techo en un extremo del cuarto. Sus
amigos, Carl y Philip, colgados a cada lado de él. Por la manera en que
sus cabezas colgaban sobre su pecho. Jory estaba muy seguro que
ninguno estaba consciente.
Cuando su mente empezó a clarearse, Jory tomó una profunda
respiración. Sus amigos estaban desnudos. Rápidamente bajó la vista
y se dio cuenta que él también estaba desnudo. Alguien además lo
había rasurado, y su cuerpo brillaba a la luz de las velas como si
hubieran frotado aceite en su piel.
Jory se estremeció al pensar que alguien desconocido lo había
tocado mientras estaba inconsciente e incapaz de defenderse. Estaba
especialmente asqueado por su ingle ahora sin vello, sabía
exactamente que alguien había rasurado esa área.
El repentino ruido de una puerta abriéndose detrás de él, captó la
atención de Jory. Rápidamente dejó caer su cabeza así cualquiera que
lo viera pensaría que seguía inconsciente como sus amigos.
En realidad él veía a través del largo cabello que caía sobre su cara.
Lo que vio hizo que su estómago se cerrara y se revolviera. Llegando
desde detrás de él, varias figuras con capas entraban al cuarto.
Ellos se movieron formando dos columnas hasta que llegaron a los
escalones del altar. Ahí se separaron formando seis grupos con seis
personas, separados por un pequeño pasillo. En total, Jory contó
treinta y seis personas.
Él estaba comenzando a ver el tema. 12
Una figura solitaria caminó hacia el altar. Jory consideró que él era
el director. El hombre se veía como si estuviera a cargo de lo que
fuera que estuvieran haciendo.
Él estaba vestido como las otras personas en el cuarto, Una larga
bata negra con capucha que cubría su cabeza. La única diferencia
entre la de él y la de los otros era el intricado bordado alrededor de
las mangas.
Y la aparentemente letal daga en su mano.
El hombre sostenía la daga con ambas manos y la levantaba en el
aire. La piel de Jory se erizó con un mal presentimiento cuando el
hombre empezó un salmo. Él no conocía las palabras, pero su
intención era muy clara.
El hombre dejó la daga en el altar y entonces aplaudió. Para gran
sorpresa de Jory, las figuras en bata en la sala se arrodillaron y
comenzaron el salmo. De nuevo las palabras eran irreconocibles.
El hombre en la bata, el que Jory asumió que era el director,
levantó la daga en el aire de nuevo. Dijo un salmo de unas cuantas
palabras y caminó alrededor del altar. Si los pies de Jory no hubieran
estado arriba del suelo, hubiera empezado a luchar cuando el hombre
se aproximó a él y sus amigos.
Otro hombre caminó detrás de él, llevando un gran cáliz dorado,
con piedras rojas y símbolos incrustados en la copa. Pero en lugar de
agregarle belleza al cáliz hacía que se viera intimidante.
Jory trató de permanecer inmóvil mientras el director levantaba la
daga hacia él, pero él no pudo evitar el gesto de dolor cuando cortó
suavemente la carne en su cuello. Sus ojos se abrieron cuando sintió
la sangre bajar por su pecho.
El hombre levantó la copa enjoyada y la presionó contra el pecho
de Jory. La sangre entró en la copa. El corazón de Jory se aceleró 13
cuando dos copas más fueron entregadas al hombre que realizó el
mismo procedimiento en Carl y Philip.
Cuando los tres cálices estuvieron llenos, los dos hombres se
giraron y regresaron al altar. El director sostuvo cada cáliz en el aire
frente al grupo de personas arrodilladas, uno a la vez, antes de verter
una gota de sangre en un cuarto cáliz mucho más grande y rojo.
Las palabras del salmo parecían como Latín, aunque Jory no podría
estar seguro. Él no conocía ese idioma, solo lo que había oído en la
televisión. Solo sabía que todo eso asustaba.
El hombre que le había entregado el cáliz Jory asumió que era el
asistente del director caminó hacia adelante llevando una bandeja de
botellas, cada una llena con un líquido de diferente color. El director
tomó una y vertió unas cuantas gotas en el cáliz rojo, entonces agregó
varios de los otros líquidos hasta que empezó a humear igual que un
experimento de ciencias.
Jory no podía ver los ojos del director debajo de su capucha, pero el
brillo de sus dientes cuando sonrió, envió una ola de miedo que
recorrió la columna de Jory, casi aturdiendo su mente.
Cuando el hombre caminó hacia él con el cáliz, el pánico de Jory
tomó fuerza. Comenzó a luchar, incluso sabiendo que no había
manera de que pudiera liberarse.
Jory no se dio cuenta que había alguien detrás de él, hasta que le
agarraron la cabeza y le obligaron a abrir la boca. La sonrisa del
director era incluso más grande mientras él forzaba el líquido del cáliz
rojo a que bajara por la garganta de Jory.
Jory se ahogaba y escupía tratando de no tragarlo. Había
funcionado bien hasta que alguien repentinamente apretó sus bolas
en un agarre de muerte. Él inhaló profundamente. El caliente líquido
bajó por su garganta, quemando a Jory desde el interior hasta que su 14
piel se sentía como fuego.
En el momento en que el cáliz fue apartado de sus labios, Jory gritó
cuando el dolor se extendió por todo su cuerpo. Estaba impactado
más allá de lo creíble cuando su pene se endureció a pesar del fuego
que lo recorría.
Su vista se nubló cuando un agudo y agonizante dolor acuchilló sus
sienes. La cabeza cayó hacia sus hombros, y un bajo zumbido llenó
sus oídos, creciendo más y más alto hasta que todo lo que podía oír
era algo semejante al ruido de fondo.
El cuarto empezó a girar, como lo hacía el estómago de Jory. Un
humo negro se levantaba de los braseros, creciendo alto y más alto
hasta que el cuarto estaba casi muy oscuro para poder ver. Cuando el
humo se aclaró, las figuras en bata se habían alineado
cuidadosamente en el suelo ahora arrodilladas en un círculo
alrededor del área en el centro del cuarto.
El director caminó hacia la mitad del cuarto y comenzó a derramar
una sustancia blanca como cristal desde una bolsa de terciopelo
negro. ¿Sal? Cuidadosamente esparcía los gránulos hasta que formó
un círculo perfecto repitiendo salmos todo el tiempo. Velas negras
fueron colocadas en las cuatro esquinas del círculo, norte, sur, este y
oeste.
A través de sus nublados ojos, Jory vio al director colocarse de pie
en el escalón más bajo del escenario y levantó la daga en el aire de
nuevo. El hombre empezó con los salmos de nuevo, pero esta vez,
por alguna razón, las palabras tuvieron sentido para Jory.
—Yo te conjuro, Oh Círculo de Poder, que abre los límites entre los
mundos de la humanidad y las fuerzas de la oscuridad, para preservar
y contener el poder que se elevará en este tu círculo que será abierto
pero nunca quebrado. 15
El humo llenó el cuarto y comenzó a moverse alrededor del círculo
de sal. Moviéndose más y más rápido, hasta que virtualmente era un
tornado de humo negro llenando el círculo, obscureciendo todo en el
interior del cuarto.
—Por vuestra gracia que me concede el poder para invocar y
ejecutar lo que deseo, para alcanzar el fin por el cual requiero de
vuestra ayuda, Oh poderoso maestro. De este modo, invoco a las
Fuerzas de la Oscuridad para que me concedan vuestro infernal poder
sobre mí.
¡Oh, joder! Jory repentinamente entendió lo que sucedía. Él estaba
en medio de algún jodido ritual satánico. El tipo que estaba en el altar
levantando la daga en el aire era un tipo de sumo sacerdote y la gente
arrodillada era su culto de adoradores de satán.
—Yo te conjuro a ti, Issachar, Demonio de la oscuridad, que vengas
y me sirvas como te fue ordenado por tu amo. En mi mundo seguirás
mi palabra, mi voluntad, mis órdenes, hasta el momento en que tu
amo te libere.
Claro, era la víspera del día de todos los santos, el festival Samuin
Celta, en el que se celebraba el final de la mitad del año más
iluminada y el comienzo de la mitad más oscura y ellos estaban
convocando a un demonio. Jory conocía sobre esos rituales por su
abuela. Él nunca había presenciado un ritual de magia negra antes.
—Acepta este ferviente sacrificio, Oh Poderoso Maestro, como mi
ofrenda para usted por esta petición. Por su fértil semilla, lo nutrirá.
Por vuestra esencia de la vida, que lo sustentará. Por vuestro
juramento de que me obedecerás.
Jory luchó contra sus ataduras cuando el humo comenzó a aclarar.
Una gran figura negra estaba de pie entre la nube de humo. Jory tenía 16
el mal presentimiento de que él era una especie de sacrificio. Luchó
más duro, no tenía planes de quedarse a averiguar si tenía razón, no
si podía evitarlo.
—Por esta declaración que yo he invocado, vuestros juramentos
serán sellados con la sangre de vuestro sacrificio. En esta sagrada
noche de Nos Calan Gaeaf3, Oh Poderoso Maestro, abre las puertas
del infierno e invoca a tu siervo, Issachar, a manifestarse ante mí y
tomar mis peticiones como órdenes. ¡Así sea!
El repentino silencio del cuarto atrapó la atención de Jory.
Dejó de luchar y vio alrededor del cuarto, finalmente lo vio a él.
Jory tragó el nudo que se formaba en su garganta.
La criatura que estaba de pie en la mitad del círculo era más grande
que una figura humana, tenía cuernos en la cabeza, pezuñas en las
patas, garras largas y negras en sus manos y agudos colmillos se
asomaban sobre su labio inferior.

3
Calan Gaeaf es el nombre del primer día de invierno en el País de Gales, que se celebró el 1 de noviembre. La
noche anterior se Nos Calan Gaeaf, un Ysbrydnos cuando espíritus salen.
Las personas tienden a evitar cementerios, escaleras y cruces de caminos, donde los espíritus suelen reunirse.
Pero era el brillo rojo en sus ojos lo que fue que congeló a Jory en
su lugar. Ellos veían directamente a Jory con una intensidad que él
sentía que podía ver el interior de su alma. Jory no era una persona
religiosa, ni estirando la imaginación, pero repentinamente deseó
serlo, porque el infierno había venido a la tierra y estaba frente a él.

17
Capitulo dos

Isaac Braden gruñó cuando sintió que su piel comenzaba a sentir un


cosquilleo. Él rápidamente estableció el vaso de whisky en su mano y
comenzó a desabrocharse la camisa de seda. Era su camisa favorita y 18
estaría maldito si la rompió en pedazos cuando se transformara en su
forma de demonio.
La mayoría de las veces, Isaac amó ser un demonio. Le gustaba ser
capaz de oler todo a su alrededor, para escuchar el sonido más
pequeño, y ser lo suficientemente fuerte como para levantar un
camión con una mano. Amaba todo sobre lo relacionado con el haber
nacido demonio.
Siendo convocado no era una de esas cosas.
—Manning! — Gritó Isaac cuando su transformación comenzó a
adelantarse a su razonamiento. No era exactamente doloroso, pero
no fue cómodo tampoco. Su cuerpo comenzó a crecer más grande, su
piel oscureciéndose de un bronceado dorado a rojo oscuro sangre.
Isaac sintió una pequeña prensa de dolor en la parte superior de la
cabeza cuando dos cuernos surgieron de su cráneo, uno a cada lado
de la frente. Sus pies dolían, ya que se reformaron en cascos negros.
Su piel se estiró y tiraba cuando su cuerpo llegó a más de siete pies de
altura.
Así como una nube de humo comenzó a envolver a Isaac, la puerta
de su estudio se abrió y su criado Manning llegó corriendo hacia el
cuarto. El hombre se detuvo cuando vio la forma de demonio de Isaac
empezar a arremolinarse a distancia en el humo.
Lo último que escuchó antes de que él fuera llevado era a Manning
diciendo:
—Oh, querido.
Isaac aterrizó duro. Él gruñó ante las restricciones invisibles que
sintió que lo mantuvieron en el interior del círculo de sal. Eso estaba
justo en la parte superior de las cosas que detestaba de haber sido
convocado, la falta de libertad para moverse. Si él dio un paso fuera 19
del círculo de sal antes que el convocador del hechizo lo permitiera, el
dolor que sentiría podría matarlo.
Dibujó una respiración profunda, con cual casi se atragantó con el
olor pesado de azufre y la lujuria que impregnaba el ambiente. Vio las
figuras encapuchadas moviéndose en tándem antes de oír las
palabras rituales ser cantadas, pero cuando lo hizo, su corazón se
hundió.
Magia negra.
Isaac odiaba la magia negra. Nunca fue una buena cosa.
Contrariamente a la creencia popular en el mundo de los humanos,
los demonios no eran malos. Ellos solo fueron. Eran una especie al
igual que cualquier otra. Nacieron, crecieron, se enamoraron,
formaron familias, y vivieron sus vidas. Solo había una diferencia que
los distinguía de todos los demás.
Podrían ser convocados.
Dependía de quien convocaba si el trabajo de un demonio era
bueno o malo. A partir de la lujuria saturando el aire, por no hablar
del abrumador hedor de azufre, Isaac estaba malditamente seguro de
que él había sido convocado por alguien con malas intenciones.
Una mirada alrededor de la fría habitación cavernosa confirmó ese
pensamiento.

Isaac contempló a los humanos colgados del techo con una mezcla
de curiosidad y remordimiento. Había ocasiones cuando realmente
odiaba ser un demonio. Esa definitivamente era una de ellas.
Ser invocado no estaba tan mal. Había sido invocado cientos de 20
veces a lo largo de su vida. Pero ser invocado y forzado a aceptar la
sangre que le ofrecían, lo enfermaba.
Isaac podía decir que los hombres desnudos y con un rastro de
sangre en su pecho, eran su sacrificio. Él había oído las palabras que
lo invocaron y sabía qué era lo que estaba sucediendo.
La culpa que Isaac sintió acerca de lo que sería forzado a hacer
pesaba mucho en él, como una pila de rocas en su estómago. No
tenía recursos, ni manera de rehusarse. Así era la naturaleza de su
tipo.
Una vez invocado, si las palabras fueron dichas apropiadamente,
Isaac era forzado a seguirlas hasta que ellos lo liberaran y regresar de
nuevo a su vida. Desafortunadamente, los recuerdos de lo que había
hecho mientras era conjurado no se quedaban atrás. Se quedaba con
cada maldita cosa de eso cuando regresaba a su mundo.
Como dirigido por el hechizo, Isaac se aproximó a los tres hombres
colgados del techo. Olfateó a uno y luego al otro, hasta que
finalmente se dirigió al hombre colgado en el centro.
Ese hombre lo intrigaba. Su mirada era agradable para Isaac,
incluso en su forma de demonio. Largas y musculosas piernas que casi
llegaban al suelo; el suave y brillante pecho causaba que Isaac sufriera
por tocarlo y una ingle sin vello.
Isaac mentalmente rodó los ojos ante la vista de la ingle sin vello
del hombre. Él nunca entendió por qué los que realizaban el hechizo
hacían eso. Ellos parecían creer que los demonios lo preferían de esa
manera. A él personalmente no le molestaba que los rasuraran, pero
no era un requisito para efectuar el hechizo.
Isaac tomó una profunda respiración para calmar la rabia de ser
forzado a hacer esto. Él sabía que necesitaba elegir a uno de esos 21
hombres que eran su sacrificio de sangre. Su inmediata elección
podría ser el hombre del medio. Isaac estaba más atraído hacía él.
Solo que no quería matarlo.
—Elije tu sacrificio de sangre, Oh Poderoso.
Isaac giró ligeramente la cabeza a un lado y gruñó.
—Conozco mis deberes, mortal. No creas que puedes ordenarme
antes de que la negociación sea hecha.
Isaac vio de nuevo a los tres hombres colgados del techo.
Todos eran hermosos. En cualquier otra circunstancia, Isaac ni
siquiera hubiera pensado en elegir a uno de los hombres, él hubiera
elegido a los tres. Esa no era opción en este momento.
Solo para asegurarse de hacer la elección correcta, Isaac se inclinó y
olió a los hombres colgados a cada lado del único que realmente él
quería. El aliento de uno era de tierra, el del otro de carne podrida.
Ninguno se ajustaba a sus necesidades.
El del medio, sin embargo, olía dulce, suculento. Un bajo gruñido
salió de la garganta de Isaac mientras olía el cuello del hombre.
Sonrió cuando sintió al hombre temblar cuando su aliento hizo que la
desnuda piel se erizara. A pesar de la situación en la que se
encontraba, el sexy hombre no era inmune a Isaac.
Eso ayudaba.
—Yo lo siento, pequeño, — Isaac pensó para sí mismo mientras
hacía su decisión. Se apartó y vio los profundos ojos verdes del
hombre. —Desearía poder sacarte de esto.
Con gran impacto de Isaac, el hombre abrió más los ojos y levantó
la cabeza para verlo. La respiración de Isaac se quedó atrapada en su
garganta mientras daba un vacilante paso acercándose al hombre.
—¿Podría ser posible? ¿Esto era posible después de todo este
tiempo? 22
Isaac había esperado tanto para encontrarse con su pareja, que
había comenzado a pensar que era un mito. Si el hombre podía oír
sus pensamientos, esa podría ser la primer señal de que ellos estaban
destinados a estar juntos. Isaac estaba extasiado.
—Elijo a este mortal dijo Isaac rápidamente mientras señalaba al
hombre y se apartaba. Mantuvo una desapasionada máscara en su
cara mientras veía a los dos hombres en batas moverse para liberar al
hombre de las sogas atadas en sus muñecas, le tomó todo lo que
tenía no gruñir y desgarrar al hombre que había tocado a su elección.
A juzgar por las marcas de la soga en sus muñecas, él había luchado
en gran medida contra sus ataduras. Una parte de Isaac quería
levantar al hombre en sus brazos y lamer la sangre. Otra parte de él
quería desgarrar a la gente que había marcado tan perfecta piel.
Isaac cerró sus puños para evitar hacerlo. Nadie debería tocar a
quien posiblemente era su futura pareja. Nadie excepto él. Isaac solo
tenía que encontrar una manera para mantenerlo seguro hasta que
pudiera descubrir si realmente era su pareja, lo que podría ser un
problema.
Isaac no podía forzar a su pareja a aceptarlo. Esa era la única
posibilidad de escapatoria que las parejas tenían cuando el demonio
se acercaba. Si el hombre lo rechazaba, Isaac no podía obligarlo, y el
no completar el ritual de enlazamiento, podría llevar a Isaac a la
locura.
Enlazarse con un demonio usualmente se hacía con un ritual de
unión. Pero él no desconocía que había otras maneras de unirse,
como el simple intercambio de sangre y de semen entre la pareja y
que aceptara al demonio como su pareja.
Ahora que él había encontrado a su pareja si el sacrificio era
realmente su pareja Isaac estaría perdido sin él, incluso si ellos no 23
hicieran el enlace. El saber que su pareja estaba viva y en este mundo,
haría que Isaac se obsesionara por estar con él. El demonio en su
interior no podría pensar en nada, solo en su pareja. Isaac solo tenía
la esperanza de poder mantener a su pareja viva el tiempo suficiente
para convencerlo de aceptarlo.
En la experiencia de Isaac, la mayoría de los rituales de magia negra
terminaban con la muerte del sacrificado. Isaac tenía que encontrar
una manera de salvarlo y lograr que ambos fueran libres.
Sin embargo, él tenía que estar absolutamente seguro que el
hermoso pequeño hombre era realmente su pareja. El dulce olor del
hombre, la manera en que su cuerpo atraía a Isaac, todo le decía que
el hombre era suyo, como lo hacía el repentino sentimiento de
posesividad que sentía por el hombre. Si agregaba a eso la reacción
del hombre cuando Isaac le habló en silencio, Isaac estaba
malditamente seguro de que había encontrado a su destinado.
La comunicación telepática entre parejas era sagrada. Si el hombre
realmente lo había oído dentro de su cabeza, esa podría ser la prueba
final que Isaac necesitaba para asegurarse de que había encontrado
lo que había buscado tantos años.
Isaac vio a las figuras con bata escoltar al hombre al altar, sus
piernas eran apenas capaces de sostenerlo en pie. Isaac se quedó de
pie dentro del círculo sagrado mientras ellos levantaban al hombre en
el altar y luego le ataban sus manos sobre su cabeza, asegurando sus
tobillos en el otro extremo. Podía ser capaz de doblar las rodillas,
pero no era capaz de moverse del altar.
Isaac apenas pudo evitar hacer una mueca de dolor cuando un
líquido rojo oscuro fue vertido en la garganta del hombre. Isaac podía
ver cómo su espíritu luchador lo hacía luchar contra sus ataduras. Un 24
largo gemido terminó con el desafío que él pudiera haber dado, y el
hombre repentinamente ya no trató de alejarse, pero gritó de agonía.
Isaac conocía que el feroz líquido le quemaría al atravesar el cuerpo
del hombre, saturando su esencia con una necesidad de ser jodido
tan grande que podría consumirlo hasta que su hambre fuera saciada.
Y solamente si era Isaac quien lo jodía, se consolidaba el pacto,
cuando el hombre se corriera.
Esa era la naturaleza de la bestia o de esos que querían ordenarle a
la bestia. Isaac necesitaba un voluntario sacrificio para completar el
trato. Con la nefasta poción que fluía a través del cuerpo atado del
hombre, él no solo sería voluntario sino que rogaría.
Isaac podía sentir a su cuerpo responderle al hombre incluso
cuando él seguía en el altar. Su pene que ya estaba semiduro solo de
olerlo, se endureció como el acero ante la vista del sacrificado frente
a él. El hombre era simplemente impactante.
Su piel brillaba en la penumbra del cuarto iluminado con velas. El
rubor de su excitación hacía que su bronceado cuerpo se viera casi
dorado. Isaac sufría por tocarlo, por pasar sus manos por el aceitado
pecho del hombre.
El duro pene saltó en la depilada ingle del hombre captando la
atención de Isaac. Eso también había sido frotado con aceite, pero
eso no alejó la dulce vista del presemen derramándose por la cabeza
del pene en forma del champiñón. Le tomó todo lo que tenía a Isaac
no inclinarse y lamer esas pequeñas gotas de ambrosía.
Bajo circunstancias normales podría haberlo hecho, pero esta no
era una situación normal. Una vez que estuviera completamente
tomado por el demonio Isaac sería incapaz de controlarse de tomar al
hombre, sin importar si lo quisiera o no. Eso, también era parte de la 25
naturaleza de la bestia.
Las reglas dictaban que el demonio invocado se saciaría, una vez
que el sacrificio de sangre fuera ofrecido, a cambio del poder de
ordenarle al demonio, un demonio estaba obligado a completar el
ritual al aceptar el sacrificio elegido. Una vez que el ritual se iniciaba
el demonio podría morir si no se completaba.
Y el ritual se inició en el momento en que el sumo sacerdote inició
las palabras de los salmos que convocaron a Isaac. No tenía elección
ahora. O jodía al hombre atado en el altar o moría. Y a pesar de que
no le molestaba tener sexo con el chico, deseaba que ellos pudieran
regresar a casa y conocerse antes.
No le permitirían a Isaac tomarse su tiempo y disfrutar al hombre.
Su tarea era simplemente unir sus cuerpos hasta el momento en que
llenara el cuerpo del hombre con su semilla. En ese mismo momento
él bebería la sangre del hombre, su esencia, mientras las palabras del
ritual eran declaradas.
Una vez que eso sucediera, el demonio de Isaac estaría satisfecho y
la sangre del juramento se habría aceptado, obligando a Isaac a
obedecer al sumo sacerdote hasta que fuera liberado en el usual
período de veinticuatro horas.
Isaac solo esperaba que fuera por un corto periodo de tiempo y que
su tarea fuera simple. Los rituales satánicos usualmente significaban
que estaba enlazado y obligado a seguir las órdenes de alguien
despreciable, incluso diabólico. Nada bueno venía de eso.
Las pocas ocasiones en las que él había sido convocado por brujas
con magia blanca, sus tareas habían sido simples y no le había
causado mucho problema ayudar a mover algo grande, proteger a
alguien, cosas como esas. Incluso una vez fue convocado para
servicios sexuales con el practicante. Sí, había sido una interesante 26
noche.
Era cuando era convocado por la magia negra que la piel de Isaac se
erizaba. Ellos usualmente querían que robara algo o que matara a
alguien. Sus misiones eran siempre diabólicas y para servirse a sí
mismos.
Si Isaac hiciera las cosas a su manera, la única persona que él
mataría sería a quienes lo invocaban para hacer lo que él nunca haría
si tuviera elección. Ellos deberían recibir lo que se merecían. En la
medida que él le concernía.
Isaac pasó las largas garras de sus manos por las temblorosas
piernas del hombre hasta que llegó a la articulación de sus muslos. Él
sabía que todos lo veían esperando que entrara en el hombre, quizás
que lo desgarrara. A ellos les gustaría ver al sacrificio de sangre gritar
en agonía… entre más gritara, mejor. El sufrimiento excitaba a la
mayoría de los adoradores.
Isaac deseaba de alguna manera poder prevenir lo que iba a
suceder. Él no quería tomar a su hombre enfrente de los otros. El
primer encuentro entre ellos debería haber sido en privado, no con
espectadores llenos de lujuria.
Solo que no tenía elección. El ritual se había iniciado. El sacrificio
había sido elegido. Y el demonio de Isaac estaba muy cerca de la
superficie. Detener el ritual ahora podría significar la muerte de Isaac
y muy probablemente del sacrificio. Él no creía que el sumo sacerdote
tuviera la amabilidad de dejar ir al hombre.
Había la posibilidad de que al tomar al sacrificio como las palabras
del ritual demandaban, Isaac pudiera salvar al hombre. Los demonios
eran criaturas astutas, ellos siempre buscaban escapatorias. Isaac solo
tenía que encontrarla. 27
Se inclinó sobre el hombre lo suficiente como para poder verlo a los
ojos. Trató de expresar su pesar por lo que él iba a hacer, acarició con
la garra de uno de sus dedos el cuello del hombre.
Isaac esperaba que aquellos que estuvieran viendo creyeran que él
estaba frotando la piel en donde él mordería al hombre y bebería su
sangre. Aunque eso era cierto, Isaac también quería calmar al
hombre. Él podía sentir su corazón latir bajo la punta de su dedo.
Cuando el sacrificio gimió alto y se arqueó ante el toque, Isaac sabía
que él difícilmente lograría controlarse de tomar al hombre. Su forma
de demonio lo estaba tomando, nublando su mejor juicio. Pronto no
podría pensar en nada más que en joder al hombre. Nada podría
detenerlo.
—Lo siento tanto, pequeño, —murmuró en su cabeza, deseando
que el hombre pudiera oírlo, deseando no tener que hacer esto.
—Lo entiendo, Issachar, —el hombre le respondió murmurando
mentalmente, Isaac se impactó no solo porque el hombre le había
contestado sino porque había usado el verdadero nombre de Isaac. —
Haz lo que debas hacer. Sabes que moriré si no lo haces.
—¿Puedes oírme, sacrificio? Isaac estaba impactado y encantado.
—Por favor di que sí. Si el sacrificio podía oírlo, entonces eso quería
decir que era quien salvaría a Isaac del infierno de vivir como
demonio. El hombre era su libertad… y su pareja.
—Sí. Ojos verdes pálidos, llenos de lujuria, parpadearon hacia Isaac.
—Y el nombre es Jory.
—¿Sabes lo que está sucediendo aquí, Jory?
—Soy tu sacrificio de sangre.
—¿Cómo sabes eso? — Isaac frunció el ceño. Él quería decir más,
dejarle saber al hombre cómo ellos estaban destinados a ser pareja,
pero ahora no parecía ser el momento, no cuando el sacerdote y sus 28
acólitos veían.
—Mi abuela es una bruja. He visto una invocación antes.
—¿No tienes miedo?
—Honestamente, estoy muerto de miedo. — Jory se estremeció. —
Como te dije, he estado en una invocación antes pero nunca una como
esta. Mi abuela es una bruja blanca. Ella no trata con magia negra.
Realmente no sé qué está sucediendo.
—Tu cuerpo tiene que aceptar mi semilla mientras yo bebo tu
sangre.
—Entonces, tú vas a joderme. Se oye muy simple.
Isaac escondió su risa tras un alto gruñido. No quería que nadie
supiera que estaba hablando con su sacrificio de sangre.
—No es tan simple, Jory. Una vez que mi forma de demonio tome el
control, nada puede evitar que te tome. ¿Entiendes eso?
Los ojos de Jory se abrieron más, hasta que dominaron toda su
cara. Tragó duro y entonces asintió.
—Sí, lo entiendo.
Isaac cerró sus manos y después agarró el borde del altar,
encajando las garras en la dura piedra. Podía sentir a su demonio
tomar más control. Sabía que solo tenía un momento antes de que
toda la razón lo dejara.
—Lo siento, Jory. — Había mucho más que Isaac quería decirle a
Jory, pero él podía sentir los bordes de su control comenzar a
desenredarse. El hombre era su pareja, era capaz de hablar con su
mente. El corazón de Isaac ya empezaba a desgarrarse por la
necesidad de Jory. Pronto, sería demasiado tarde para ellos.
Isaac se movió al borde del altar. Colocó ambas manos en las
caderas de Jory y lo jaló al borde de la plataforma. Los brazos de Jory 29
estaban estirados arriba de su cabeza. Su trasero en el borde del
altar. Isaac separó los muslos de Jory, exponiendo el duro pene del
hombre y su arrugado agujero a su hambrienta mirada.
—¡No cabrás! —dijo Jory a través de su lazo mental. —Tú me
matarás.
Isaac levantó la cabeza para ver a Jory viendo hacia su duro pene
con una mezcla de horror y lujuria. Isaac tenía que admitir que Jory
tenía razón para estar asustado, no solo su cuerpo era enorme con
cerca de ciento sesenta kilos y dos metros quince de altura sino que
también su pene era enorme, acorde con su tamaño.
Isaac se mordió el labio para evitar reírse. Tomó los tobillos de Jory
y mantuvo sus piernas separadas. Su largo eje estaba derecho y duro.
El altar que sostenía a Jory era lo suficientemente alto para que
simplemente diera un paso acercándose y la cabeza de su pene
estaría contra el tembloroso agujero.
Se movió adelante y atrás cubriendo la apretada entrada de Jory
con el presemen que escurría de la cabeza de su pene. Eso podría
preparar el camino para él, aflojar los músculos de Jory para
permitirle tomar al hombre sin lastimarlo.
Lo que la mayoría de la gente que le ofrecía un sacrificio a un
demonio no sabía era que las gotas del presemen del cuerpo del
demonio producía no solo un aumento de la excitación en el
sacrificio, sino que hacían que el sacrificio tuviera menos dolor.
—Estamos esperando, demonio. Tómalo.
Más rápido que la velocidad de la luz, Isaac tomó al sumo sacerdote
del cuello. Lo levantó varios centímetros del suelo y lo acercó hasta
que quedaron nariz con nariz.
—No creas que puedes darme órdenes antes de que nuestro pacto 30
esté completado, mortal. Hasta que yo acepte tu sacrificio, aún puedo
rehusar el convenio. No olvides eso.
—Pero… pero, el ritual ya… ya se ha iniciado —el sacerdote
declaró—. Morirías si te rehúsas.
—¿Y?
Isaac conocía los hechos. El sumo sacerdote y todos los seguidores
querían ver al demonio joder al sacrificio. Hombres como esos
disfrutaban ver. Isaac, empujó lejos al sumo sacerdote, gruñendo alto
cuando el hombre comenzó a toser y frotar su lastimado cuello.
Para apaciguar al sumo sacerdote y darle tiempo al cuerpo de Jory
para que aceptara su grueso pene, Isaac comenzó a acariciar su eje.
Por el rabillo del ojo vio al sumo sacerdote lamer sus labios mientras
veía.
¡Enfermo bastardo!
Isaac siguió pasando su mano arriba y abajo de su crecido pene.
Cada pocos momentos, empujaba la cabeza de su pene contra la
apretada entrada, sintiendo cómo se relajaba en cada ocasión hasta
que finalmente él fue capaz de atravesar el anillo de músculos sin
lastimar a Jory.
Cuando se empujó al interior, Jory gritó, su cuerpo se arqueó todo
lo que sus ataduras le permitían. Isaac gruñó y se empujó un poco
más. El dulce calor de Jory lo envolvía, apretándolo. Isaac se mordió
su labio inferior para evitar gemir y mostrarles a todos lo mucho que
estaba disfrutando joder al sacrificio.
Sin importar lo cautivante que era ver su largo eje hundirse dentro
del culo de Jory, Isaac realmente estaba consciente que había público
viéndolos. Él podía oírlos jadear, gemir de éxtasis ante su propia
culminación. Eso era una distracción que Isaac no necesitaba. 31
—¿Puedes tomarme ahora, pequeño?
Los ojos de Jory se abrieron de par en par para mirar a Isaac. El
verde de su iris era tan profundo, tan oscuro, tan profundamente
hermoso. Eran hechizantes y el silente mensaje incendió el alma de
Isaac. Nadie lo había visto de esa manera.
Isaac rugió mientras su demonio tomaba el control, quitándole lo
último del control a su humano. Se empujó contra Jory, el placer que
sintió con esa acción fue tan intenso que era casi deslumbrante. Jory
era perfecto.
Todos alrededor de él, los acólitos en sus batas negras gritaron
cuando llegaron a sus clímax, pero Isaac solo tenía ojos para el
hombre gimiendo debajo de él. La súplica de deseo y éxtasis que veía
en la cara de Jory le decía que era verdad lo que el hombre sentía y
que no era parte de la oscura poción que fue obligado a beber para
hacerlo más complaciente.
Isaac quería creer en los pequeños gritos que el hombre le daba, en
la manera en que su piel se ruborizaba y cómo se arqueaba dentro de
las caricias que las manos de Isaac le daban a su caliente piel. Incluso
si Jory no quería esto, no había manera en que Isaac pudiera
detenerse ahora. Él podía sentir su cuerpo listo para culminar. Su
orgasmo estaba a un momento.
—Es tiempo, pequeño, — Isaac murmuró mentalmente mientras se
inclinaba sobre Jory. Vio los ojos verdes del hombre cuidadosamente.
—¿Estás listo? ¿Te entregas a mí voluntariamente? Puedo detenerme
ahora y rehusarme a negociar, si así lo decides.
Isaac podía rehusarse a negociar en cualquier punto antes de
eyacular dentro de su sacrificio y tomar su sangre. Podría ser un dolor
de muerte para él si lo hacía, pero esa era una opción, una que Isaac
voluntariamente elegiría si Jory le decía que no. Él podría ser un 32
demonio, y ser considerado malo por muchos, pero él aún tenía
corazón.
Y Jory era su pareja, el único en el mundo por el que Isaac
voluntariamente moriría. De eso Isaac estaba seguro ahora. Nadie,
solo su pareja podría comunicarse en silencio con él. Nadie, solo su
pareja podía saciar a la bestia en su interior.
Para alegría de Isaac, Jory bajó la cabeza y arqueó el cuello, dando
su consentimiento en una forma que le decía mucho a Isaac incluso
de esa silenciosa manera. Cediendo su sangre voluntariamente y
aceptando la semilla dentro de su cuerpo, Jory se uniría a él en un
lazo más fuerte que cualquier invocación hecha por el sumo
sacerdote.
Jory podría liberar a Isaac por siempre.
—Mo chuisle, mo chroí, mo shíorghrá4, — Isaac murmuró en
silencio mientras hundía sus dientes en el cuello de Jory. Dulce y
caliente sangre cubría su lengua en el mismo momento que el

4
Mi pulso, mi corazón, mi eterno amor.
orgasmo de Isaac lo recorría. La semilla del demonio salió en grandes
chorros llenando el apretado culo de Jory.
Los gritos de la liberación de Jory llegaron a sus oídos mientras él se
empujaba a su interior. Isaac bombeaba sus caderas, abrumado por
las sensaciones de ser enlazado por primera vez en su vida. La
intensidad de las emociones iba más allá de lo que él creía que
sucedería cuando se enlazara.
Lágrimas hormigueaban en los ojos de Isaac ante las emociones que
lo recorrían y que él nunca había sentido antes. En su larga vida, Isaac
había sentido felicidad y placer. Él había sentido miseria,
remordimiento y culpa. Pero nunca había sentido esa abrumadora 33
necesidad de proteger y cuidar a alguien como repentinamente sentía
hacia el hombre que tenía en sus brazos.
El pulso de su corazón.
Capitulo tres

—El trato está formado, Oh Poderoso —dijo una voz al lado de


Isaac, recordándole de nuevo que ellos no estaban solos—. Por la
sangre de este sacrificio y tus votos, ahora tu voluntad está al servicio 34
de mis órdenes.
Isaac con renuencia sacó sus dientes del cuello de Jory. Lentamente
se apoyó sobre sus brazos, viendo hacia el hombre de cabello arena.
—No digas una palabra, mi dulce. Necesito hacer un trato con ese
idiota.
A Isaac no le extrañó el pequeño gesto de dolor de Jory cuando él
liberó el cuerpo del hombre. Se prometió asegurarse de que Jory
estuviera bien atendido en el minuto que lo llevara a su casa. Pero
primero, Isaac necesitaba asegurarse de que ellos llegaran a casa con
vida.
Mientras apartaba los ojos, Isaac logró captar el brillo del acero. Se
giró justo a tiempo para ver a una de las figuras en bata sostener una
daga en lo alto, lista para ser empujada al corazón de Jory. Los
sacrificios de sangre, usualmente terminaban muertos en rituales
como este. Isaac sabía eso.
—¡Suéltalo!— Isaac gritó mientras sacaba las garras de sus manos
para detener al entusiasta acólito.
El hombre se congeló ante la orden de Isaac. Con sus ojos bien
abiertos, él vio a Isaac un momento antes de girarse con una mirada
cuestionadora hacia el sumo sacerdote. Isaac sabía que sus ojos rojos
brillaban de ira cuando se giró a ver al sumo sacerdote y el hombre
dio un paso hacia atrás.
—Te ordeno que regreses al Círculo de Poder, Issachar.
Isaac giró los ojos.
—Tú no me ordenas una mierda.
—Nuestro pacto ha sido completado —dijo rápidamente el sumo
sacerdote. Sus ojos estaban llenos de pánico mientras se atrevía a ver
alrededor del cuarto—. Tú aceptaste el sacrificio y cimentaste la 35
invocación. Por las Leyes de la Oscuridad, tú no puedes retractarte de
un acuerdo. Eso puede significar tu muerte, demonio.
—Las Leyes de la oscuridad… —La fuerte carcajada de Isaac llenó el
cuarto—. ¿Qué sabes tú de las Leyes de la Oscuridad, mortal?
—No puedes rehusarte a las órdenes de quien te invoca una vez
que aceptaste los términos.
Isaac arqueó una ceja cuando el sumo sacerdote lo veía queriendo
salir corriendo. Bueno, al menos el hombre había dejado de usar el
‘vuestro’, ‘vos’ y ‘usted’.
Eso era algo.
A pesar de la rabieta, Isaac sabía que el hombre era peligroso. Él
había sido capaz de invocar a Isaac. Él podía invocar a otro demonio
fácilmente si supiera su real nombre. Isaac sabía que tendría que
cuidar sus pasos con el mortal.
Se mantuvo cerca viendo al sumo sacerdote mientras se inclinaba y
con sus garras cortaba la soga que sostenía a Jory en el altar. Antes de
que Jory pudiera levantarse, Isaac lo levantó y lo acunó cerca de su
pecho.
—¿Qué estás haciendo, demonio? —el sumo sacerdote gritó
mientras tomaba el brazo de Isaac y trataba de alejarlo de Jory. —
Bájalo. No hemos terminado con él. Aún tiene que ser sacrificado
para el Maestro.
—Tú no me das órdenes, mortal.
—Pero yo… el ritual, la invocación…
—Oh, la invocación está completa, mortal, pero tú la dijiste mal. —
Isaac se carcajeó de nuevo—. Por su fértil semilla, lo nutrirá. Por
vuestra esencia de la vida, que lo sustentará. Por vuestro juramento
de que obedecerás. Por esta declaración que yo he invocado y
vuestros juramentos serán sellados con la sangre de vuestro sacrificio 36
¿Recuerdas esas palabras?
—Esas son las palabras del ritual de invocación.
—Correcto. Te ganaste una galleta.
El sumo sacerdote se quedó con la boca abierta, pero Isaac lo
ignoró y bajó los escalones del altar. Cruzó el cuarto hacia los dos
hombres aun colgados del techo. Acurrucando a Jory en un brazo,
Isaac con su garra cortó las sogas. Isaac los atrapó antes de que
golpearan el suelo.
—¡Te ordeno que los dejes y regreses al Círculo de Poder, demonio!
Isaac sostuvo a los tres hombres contra su pecho mientras se giraba
para ver al sumo sacerdote y a los otros viéndolo. Podía ver el miedo
y el shock en sus caras. Isaac deseó que la gente no se interesara en el
poder si ellos no lo entendían. Ellos siempre la jodían.
—Yo no estoy a tus órdenes, mortal.
—Pero aceptaste el sacrifico. Completaste la invocación cuando
tomaste al sacrificio. Tienes que hacer lo que te ordene. Esa es la
manera en que esto funciona.
—Por vuestra esencia de la vida, que lo sustentará. Por vuestro
juramento de que obedecerás. Por esta declaración que yo he
invocado y vuestros juramentos serán sellados con la sangre de
vuestro sacrificio —Isaac se rió—. Yo le di a elegir al sacrificio mi
semilla. Yo acepté la sangre que él voluntariamente me daba, y yo
hice los votos. Sellé la unión con la sangre del sacrificio.
—Sí, sí, esa es la manera que dice el ritual. —El sumo sacerdote
rápidamente cruzó el cuarto cuidando de no romper el círculo de sal
en el suelo—. Eso significa que el trato está completo y que me
obedecerás.
—No, eso significa que tu sacrificio de sangre ahora me ordena. Él 37
me ha liberado. Él es mío y yo de él.

No importa el tiempo que vivió, Isaac nunca olvidaría el shock en


los ojos del sumo sacerdote. No se dio cuenta que estaba riéndose
mientras se transportaba a sí mismo, a Jory, y los hombres con Jory
de vuelta a su estudio hasta que vio la confusión en el rostro de
Manning, cuando se presentó ante el criado.
—Maestro? — Manning no había hecho nada sino aceptar la
naturaleza demoníaca de Isaac. Él podría estar confundido por la risa
derramándose de los labios de Isaac, pero eso de ninguna manera
impediría su dedicación a su deber como criado de Isaac. Manning
había estado con Isaac por casi medio siglo. El hombre nunca había
vacilado en su deber, ni una sola vez.
—Llama a mi doctor, Manning — dijo Isaac cuando el humo se
estableció alrededor de él. —Y ventila mi estudio. Huele aquí.
—Sí, Maestro, enseguida
—¿Existe una habitación disponible?
Manning casi se burló.
—Por supuesto, Maestro.
Isaac colocó cuidadosamente sus cargas en el suelo, manteniendo a
Jory en sus brazos.
—Consigue a alguien que te ayude a obtener estos dos a una
habitación y luego haz que mi médico les eche un vistazo.
—Y el otro, Maestro? — Manning hizo una señal para el hombre en
los brazos de Isaac.
—Jory se alojará conmigo, Manning —La respiración de Isaac quedó
atrapada sólo de pensar en las palabras que iba a pronunciar. —Él es 38
el achuislemochroí.
—Usted ha encontrado el pulso de su corazón? — Los labios de
Manning estallaron en una sonrisa, un hecho poco habitual para el
hombre. —Que la Diosa le bendiga, Maestro.
—Gracias, Manning.
Cuando Jory gruñó y trató de moverse más cerca, Isaac reajustó al
hombre en sus brazos para que la cabeza de Jory cayera contra su
cuello. Una aspiración y Jory se calmó inmediatamente,
estableciéndose a dormir una vez más.
—Voy a estar en mis habitaciones, Manning. Infórmame
inmediatamente cuando el médico llegue. Me gustaría echar un
vistazo a mochuisle también.
—Por supuesto, Maestro.
Isaac echó una mirada rápida a los otros dos hombres inconscientes
en el suelo antes de dirigirse a la puerta. Él sabía que los había dejado
en buenas manos. Manning nunca lo había defraudado antes. No
esperaba que suceda ahora.
Aún en su forma de demonio, Isaac cargó fácilmente a Jory arriba a
su suite privada de habitaciones. Como un demonio, él había vivido
muchos años, siglos. Esto le permitió reunir la riqueza suficiente para
proporcionarle lo mejor. Por una vez, estaba contento de eso. Su
compañero vinculado merecía sólo lo mejor.
Isaac cargó a Jory en sus habitaciones y lo acostó en su cama. Por
un momento, Isaac sólo podía estar allí y mirar a la perfecta la vista
delante de él. El cabello rubio arena de Jory y la piel bronceada
dorada fueron destacados por la blancura inmaculada del grueso
edredón de plumas de ganso.
Era una vista que Isaac nunca pensó ver. 39
Isaac se obligó a moverse. Levantó a Jory de nuevo en sus brazos y
luego sacó el edredón. Después de meter al hombre debajo de la
manta, Isaac acarició el dorso de sus nudillos por el lado de su dulce
rostro.
En un suave golpe en la puerta, Isaac se acercó y abrió la puerta.
Bueno, eso había sido rápido.
—Vamos adentro, Doctor.— Dio un paso hacia atrás y esperó a que
el hombre entrara. —Mi compañero vinculado fue utilizado como un
sacrificio en un ritual de magia negra. Me gustaría asegurarme de que
está bien.
—¿Él fue dejado por sangre?
Isaac hizo una mueca ante el sabor amargo que entró en su boca.
—Sí.
—Hmm.
Isaac apenas mantuvo su gruñido para sí mismo cuando el hombre
mayor se acercó y miró hacia abajo a Jory. No quería que nadie se
acerque a su compañero vinculado, aunque sabía que era en el mejor
interés de Jory.
El médico se volvió a mirarlo.
—¿Quieres que haga esto o no?
—Sí, — Isaac gruñó. —Solo... sólo date prisa.
El hombre asintió y volvió a comprobar otra vez a Jory sin decir una
palabra más. Isaac caminó al otro lado de la cama. Puso un poco más
de espacio entre él y estar envolviendo sus dedos alrededor de la
garganta del médico.
Aún así, en el momento en que el médico escarbó su pequeña bolsa
de cuero negro cerrada y se situó, Isaac estaba listo para desgarrar
algo. Cada toque de la mano del otro hombre en su compañero
vinculado carcomió en el alma de Isaac. Nadie debía tocar a Jory. 40
—Bueno, el joven está un poco deshidratado, pero no creo que
necesite atención médica. Dale mucha agua una vez que se despierte,
y asegúrate de que no lo hace demasiado rápido. Él necesita descanso
para recuperarse del ritual.
Isaac sintió que se le erizaba la piel cuando el médico le echó un
vistazo.
—Asumo que lo reclamaste?
—Sí.— El médico no era un demonio, pero él había trabajado para
demonios durante décadas. Él sabía lo que significaba reclamar a
alguien durante un ritual de invocación.
—El debe estar bien, — dijo el doctor mientras recogía su bolsa y se
dirigió a la puerta. —Si muestra cualquier comportamiento inusual,
dame una llamada.
Sobresaltado, Isaac se quedó mirando al médico.
—Qué consideras inusual?
El médico sonrió.
—Tú lo sabrás cuando lo veas.
Sí, Isaac no lo creía, pero la necesidad de tener al médico lejos de
su compañero vinculado se estaba convirtiendo en más abrumadora
que la necesidad de saber lo que significaba inusual.
—Gracias por venir, Doctor — dijo Isaac mientras escoltaba al
hombre a la puerta de la habitación. —Manning te mostrará a los
otros.
Las cejas del médico se levantaron.
—¿Otros?
Isaac asintió.
—Ellos me dieron a elegir.
—Mi palabra! — exclamó el médico. —¿Sabes quiénes eran? 41
—No.— Pero tenía la intención de averiguarlo. Él era el más
interesado en averiguar cómo habían sabido su nombre de demonio.
Nadie fuera de su familia lo sabía. No era algo que un demonio
compartió con sólo… con nadie.
En el momento en que Isaac abrió la puerta, Manning estaba de pie
ahí.
—Ah bueno, Manning. Por favor, muéstrale al médico a los demás y
a continuación, organiza una bandeja para estar preparada para mi
compañero vinculado. Me imagino que él tendrá hambre cuando se
despierte.
—El necesitará una gran cantidad de proteínas, — añadió el
médico.
—Veré que sea hecho, — respondió Manning.
Isaac observó a los dos hombres caminar lejos y luego cerró y
bloqueó la puerta de su dormitorio. Necesitaba una ducha y no quería
a cualquier persona entrando y consiguiendo a su compañero
vinculado mientras se encontraba en el baño.
Isaac se aseguró que Jory estaba todavía metido en todo y luego se
dirigió al cuarto de baño. Necesitaba cambiar de nuevo a su forma
humana, limpiarse y vestirse antes de que su compañero vinculado se
despertara. Jory iba a tener un montón de preguntas e Isaac estaba
bastante seguro de que él era el único que tenía las respuestas. Y si
era realmente afortunado, tal vez se le permitiría reclamar a su
compañero vinculado una vez más.

42
Capítulo cuatro

Jory parpadeó contra la brillante luz mientras lentamente abría los


ojos. Lo primero que notó fue el alto blanco techo. Definitivamente
no estaba en el cuarto del hotel local. 43
Se empujó contra la gran cantidad de almohadas detrás de él y se
frotó la cara. Bajando su mano hacia su regazo, vio alrededor. No,
esto no se parecía en nada a su pequeño cuarto que había rentado
por dos días.
Ese cuarto era opulento, enorme, para cualquier estándar. Tenía
altas paredes, grandes paneles de vidrio, y una muy grande y sólida
cama en una íntima área frente a la chimenea.
Todo en ese cuarto era enorme, incluyendo esa gran cama en la
que Jory estaba acostado. Era del perfecto tamaño para ese gran
cuarto. Podría fácilmente acomodar a cuatro personas.
Jory se agitó cuando oyó el ruido de una puerta a su izquierda. Vio a
un hombre alto con el cabello oscuro, entrar llevando una bandeja
con tazas, platos, cubiertos y una jarra de café. Jory parpadeó ante la
sonrisa de bienvenida que el hombre le dio cuando levantó la vista.
—Ah, Jory, ya despertaste —dijo el hombre mientras se acercaba y
colocaba la bandeja en la mesita de noche, haciendo que Jory se
preguntara, cómo ese tipo sabía su nombre—. ¿Cómo te sientes?
—Uh, bien. —Jory frunció el ceño mientras veía al hombre sentarse
a su lado. Wow… hablando acerca de hermosos. Su largo y negro
cabello caía en ondas por sus hombros bajando a su espalda. Jory
apretó los puños para evitar pasar sus dedos por ese hermoso largo
cabello—. ¿Quién eres?
—Soy Isaac Braden.
Jory esperó a que el hombre le dijera más, pero Isaac solo veía a
Jory como si tuviera hambre… de él. La expresión en los ojos del
hombre era extraña, pero no de mala manera. Eso hacía que la piel de
Jory hormigueara por tocarlo.
—¿Me conoces? 44
—Sí. —El hombre suavemente palmeó la pierna de Jory antes de
tomar la bandeja y colocarla frente a él, Jory imaginó que la bandeja
del desayuno era de plata, ¿Cuánta… opulencia? Come tu desayuno y
te explico.
Jory aceptó la taza de café que Isaac le ofrecía. A pesar de la
extraña situación, apreció el maravilloso sabor que llegó a sus labios
en el momento que le dio el primer trago. Aparentemente, sí era
bueno ser opulento. El café era excelente.
—Como te dije, mi nombre es Isaac Braden —el hombre comenzó
con una sonrisa en su cara, casi de indulgencia—. ¿Recuerdas algo de
anoche?
—¿Anoche?— Jory frunció el ceño mientras consideraba las
palabras de Isaac. Realmente no podía recordar nada más que
divertirse con sus amigos y un tipo realmente caliente que les compró
unas bebidas. Jory recordó querer llevarse al tipo a su cama.
Todo después de eso estaba nublado, con imágenes extrañas y
extraños ruidos de salmos.
—No, me temo que no.
—Pensé que ese podría ser el caso —Isaac asintió.
—¿Qué sucedió?— Jory exprimía su cerebro, tratando de recordar
algo inusual que hubiera sucedido la noche anterior, pero de nuevo
solo nubladas imágenes y extraños sonidos llenaban su mente.
—Tú y tus amigos fueron secuestrados para ser usados como
sacrificio de sangre en un ritual satánico.
Jory esperó por la parte final del chiste. Seguramente habría una. La
historia del hombre era solo demasiado extraña para ser verdad.
Cuando Isaac solo lo vio fijamente, Jory comenzó a ponerse nervioso.
Dejó la taza de café en la bandeja del desayuno y la levantó de sus
piernas. Isaac rápidamente la tomó de sus manos y la dejó en la 45
mesita de noche.
—Siento haberte asustado, Jory —dijo Isaac mientras regresaba a
su lado en la cama—. Esa no era mi intención.
—¿Cuál es tu intención?
—Solo tratar de explicarte cómo nos conocimos, eso es todo.
—¿Yo era el sacrificio en un ritual satánico? ¿Por qué? No es que
sea virgen ni nada de eso.
Las cejas de Isaac bajaron como si no le hubiera gustado esa
respuesta.
—Era un ritual de magia negra para invocar a un demonio.
La piel de Jory estalló en piel de gallina cuando un repentino aire
frío recorrió el cuarto. Él podía realmente ver cada vello erizado
cuando vio su brazo. Extraño, pero no tan alarmante como el hambre
que Jory podía ver en los ojos de Isaac cuando lo miraba.
Algo llegó a la memoria de Jory, y él tenía una repentina visión de
unos ojos rojos que lo veían fijamente. Tragó para pasar el repentino
nudo en su garganta mientras presionaba su mano contra su
palpitante corazón.
—¡D-demonio!
—Sí. —Isaac se acercó y tomó la mano de Jory llevándola a su
regazo—. ¿Me recuerdas, Jory? Por favor dime que me recuerdas.
—T-tú… —Jory inhaló profundamente—. Tú eres un demonio.
—Sí, lo soy.
Jory creyó ver tristeza en la cara de Isaac, pero fue rápidamente
reemplazado por un profundo ceño fruncido de ira.
—¿Eso te asusta?— Isaac preguntó.
Jory abrió la boca para decir que lo hacía, pero se dio cuenta que no
estaba asustado. Molesto, quizás, pero no asustado.
—No, no lo creo, pero… —movió la mano ante el muy humano y 46
totalmente caliente cuerpo sentado a su lado—. No te ves como te
veías anoche ¿verdad?
—No, esta es mi forma mortal. —Isaac vio hacia abajo hacia la
camisa blanca y los pantalones negros que usaba—. ¿Te molesta esta
forma?
—No, eres un hombre muy hermoso. —Jory sonrió cuando vio el
suave rubor que cubría totalmente la cara de Isaac—. Solo que no te
recordaba viéndote así.
—Puedo transformarme a mi forma de demonio si lo deseas —dijo
Isaac mientras empezaba a salir de la cama.
Jory rápidamente tomó su mano y lo detuvo.
—No, así estás bien.
—¿Mi demonio te asusta?— Isaac preguntó mientras regresaba a la
cama. Se rehusó a dejar la mano de Jory, su agarre era casi doloroso
en su intensidad.
—No, no lo creo. Aún hay unas cosas un poco confusas, pero no
recuerdo que me lastimaras anoche. —Jory sintió su cara ruborizarse
al recordar totalmente lo que Isaac le había hecho.
Solo no estaba seguro si era fantasía o realidad.
—¿Qué es lo que recuerdas de anoche? ¿Alguna otra cosa más?
Jory se encogió de hombros.
—No estoy seguro. Es que hay imágenes en mi mente de cuando
estaba tomando cerveza con mis amigos, y hay imágenes que no
estoy seguro que realmente sucedieron, cosas que se confunden al
unirlas.
—Si me dices lo que recuerdas, sin importar si fue por la cerveza o
algo más, yo puedo decirte lo que realmente sucedió y lo que no.
Jory se rió.
—¿No sería más fácil si me dices qué fue lo que sucedió anoche en 47
lugar de andar de puntillas a través de mis confundidos recuerdos?
Isaac parecía casi desesperado por evitar decirle a Jory lo que había
sucedido anoche. Su mirada se apartó de la de Jory como si no
pudiera verlo a los ojos. Para un hombre de su estatura, los nervios
que mostraba intrigaban y divertían a Jory.
—¿Isaac?
—Issachar es mi nombre real, mi nombre demoniaco. Isaac vio
fijamente a Jory, su cara se ruborizó—. Nosotros no compartimos
nuestro nombre de demonio con nadie. Realmente muy poca gente lo
sabe por el poder que conlleva.
—¿Entonces cómo le hizo el zalamero tipo con el mal disfraz para
conseguirlo?
—Ah, lo recuerdas. Bueno. No sé cómo consiguió mi nombre…
algunas veces eso sucede. —Isaac se encogió de hombros—. Esa es la
naturaleza de quién eres. De dónde eres, en algún momento, el
nombre fue pasado de mi familia inmediata y descubierto por alguien
que quería invocarme.
—¡Eso es horrible! —Jory bufó—. ¿Entonces puedes ser invocado
por cualquiera que decida decir las palabras del ritual, y tú tienes que
aceptar la invitación? ¿Eso sucede a menudo?
—No más. —La brillante sonrisa que Isaac le envió a Jory era
apabullante. Solo ligeramente menos radiante que el alegre brillo en
eso grises ojos del hombre—. Tú me liberaste de ser invocado
nuevamente en una práctica mágica.
—¿Yo?— Jory se quedó con la boca abierta.
—Cuando tú te entregaste a mí voluntariamente en sacrificio más
allá de la pócima que ellos te obligaron a beber, me diste la libertad y
nunca seré invocado de nuevo. Yo ya no puedo enlazarme a nadie 48
excepto a ti para toda la eternidad.
—¿A mí?— dijo Jory en un murmullo de asombro. Sentía la sangre
drenar de su cara cuando las imágenes que giraban en el interior de
su cabeza repentinamente comenzaron a tener sentido—. Tú… Yo…
—Jory tragó audiblemente—. Nosotros…
—Sí.
Jory alejó su mano del agarre de Isaac y se apoyó contra las
almohadas. Frotó sus manos en su cara cuando las imágenes de una
enorme y negra bestia mordiéndolo y llevándolo al más intenso
orgasmo de su vida llenaron su cabeza.
—Jesús —Jory murmuró recargándose en las almohadas y viendo al
techo—. Voy a dejar de beber.
—A pesar de las incorrectas palabras en el ritual, la pócima que
ellos te obligaron a beber era muy potente. No tengo duda de que la
influencia de eso se terminó y tú…
—No, no. —Jory movía su mano de adelante hacia atrás. Se rió
cuando vio los ojos de Isaac, en ellos había profunda preocupación—.
No estoy hablando acerca de la pócima, aunque estoy preocupado
acerca de los efectos que pudiera tener sobre mí. Yo estaba hablando
acerca de beber cerveza en el bar con mis amigos. Aparentemente
eso nos llevó a la noche más interesante de mi vida.
—La pócima ya está fuera de tu sistema. Eso solo te afectó durante
el ritual.
Ah, sí, el ritual.
—¿Me equivoco al pensar que tuvimos sexo y bebiste mi sangre?
—Eso era un requisito para completar el ritual.
Bien, ¡mierda!
—Entonces ¿si el ritual fue completado, por qué no estás haciendo
lo que te pida el loco director? 49
—¿El director?
—El loco tipo de la bata negra.
Isaac sonrió.
—Los mortales pueden ser muy estúpidos cuando buscan poder. Él
recitó las palabras de la invocación incorrectamente.
—¿Oh? —Jory arqueó una ceja, curioso por la cínica sonrisa de
Isaac—. Recuerdo mucho de los salmos y esa mierda, pero no puedo
recordar realmente las palabras. ¿Cómo la jodió?
—Vuestra esencia de la vida, que lo sustentará. Por vuestro
juramento de que obedecerás. Por esta declaración que yo he
invocado y vuestros juramentos, serán sellados con la sangre de
vuestro sacrificio.
—¿Y?— Jory no era un experto en rituales, pero eso se oía muy real
para él.
Isaac se rió.
—Llámalo una escapatoria del demonio. Al decir las palabras de la
manera que lo hizo, el sumo sacerdote me permitió hacer los votos
contigo en lugar de con él. No fue lo suficientemente específico, él
debió de haber dicho: Por esta declaración que yo he invocado, y la
sangre de tu sacrificio sellará el convenio.
Jory se frotó la sien, entonces bajó la mano a su regazo.
—Está bien, estoy totalmente perdido. ¿Cuál es la diferencia en lo
que dijo?
—Él dijo que yo juraría sellar la unión con la sangre del sacrificio,
entonces el sumo sacerdote estableció que yo jurara mis votos
contigo. Básicamente él dijo que sellara el trato con la sangre del
sacrificio, entonces cuando…
—¿Cuando yo voluntariamente te di mi sangre, permití que hicieras
los votos conmigo en lugar de con el sumo sacerdote? 50
—Sí. —Isaac asintió.
—¿Y eso qué significa, exactamente?— preguntó Jory.
—Soy tu demonio.
Capitulo cinco

Isaac trató de verse casual mientras se apoyaba en el marco de la


puerta viendo a Jory secarse con una toalla su cabello rubio—arena
que le llegaba al cuello. Él no pensó en apartarse cuando los ojos de 51
Jory repentinamente lo vieron a través del espejo.
Isaac sintió su cara ruborizarse y sabía que estaba rojo como un
betabel, otra nueva experiencia para él. Isaac ni siquiera podía
recordar haberse ruborizado en su vida anterior. Él siempre había
sido frío y confiado. Lo había sido desde que entró en la pubertad
hace muchos años.
Jory solo podía causar ese efecto en él, contra el que Isaac no
quería pelear. Jory era fascinante. Isaac quería conocer cada detalle
acerca del hombre, entonces quizás inventar algunos.
—¿Mis amigos siguen dormidos?
—Sí, los acabo de revisar hace poco, mientras estabas en la ducha.
Ambos duermen como bebés.
—Pero ellos están bien, ¿verdad?
Isaac asintió. Él podía ver la preocupación en la cara de Jory y
esperaba poder asegurarle al hombre que sus amigos estaban bien,
incluso si él estaba un poco preocupado.
—Ellos siguen dormidos, pero creo que es normal después de lo
que sufrieron.
Puedo pedirle al doctor que venga a verlos, si lo deseas.
Jory pareció pensarlo por un momento, su frente se arrugo un poco
antes de que negara con la cabeza.
—No, déjalos dormir. Si ellos no han despertado en la mañana,
nosotros podremos hablarle al doctor.
—Uh… Jory, yo no soy de mañanas.
—¿No eres una persona de mañanas, huh?— Jory se rió dejando la
toalla en el mostrador. Se giró apoyándose en el mostrador del
lavabo. Cruzó sus musculosos brazos sobre su incluso más musculoso
pecho.
Isaac luchó por no babear. 52
—No exactamente. —Isaac tragó y trató de recordar el hilo de la
conversación mientras veía las gotas de agua bajar por la clavícula de
Jory—. No salgo a la luz del sol.
—¿En serio?— Jory sonrió—. ¿No luz de sol? ¿Y eso por qué?
La voz de Jory bajaba con cada palabra, la voz del hombre era sexy.
Isaac estaba perdiendo la cabeza, el deseo nublaba sus pensamientos.
—Una de las maldiciones de ser un demonio, supongo. No puedo
exponerme a la luz de sol. Si está lo suficientemente nublado puedo
salir por pequeños periodos de tiempo, pero usualmente solo salgo
en la tarde o muy temprano en la mañana, de otra manera me
quemo.
Jory inclinó la cabeza de lado e Isaac casi gruñe.
—¿Como los vampiros?— Jory preguntó.
—Los vampiros son mitos, pero esencialmente eso es correcto.
Jory hizo un divertido sonido y sacudió la cabeza.
—¿Y el ajo?
—No soy un gran fan pero no me lastima.
—¿Una estaca en el corazón?
Isaac arqueó una ceja, y Jory se rió.
—Correcto, una estaca en el corazón mata a cualquiera. Lo
entiendo.
—No es siempre letal, dependiendo de cuán profunda sea, pero te
aseguro que duele como una perra.
—¿Qué acerca de beber sangre?
Isaac rápidamente vio el pequeño pulso que podía ver latir
suavemente en el cuello de Jory. Mientras lo veía, el pulso se aceleró.
Isaac tragó duro, entonces se lamió los secos labios.
Prácticamente podía saborear el dulce sabor de la sangre de Jory. El
recuerdo de beber del hombre, fue más que suficiente para ponerlo 53
duro, pero la firme mirada de Jory en dirección de Isaac, fue la que lo
hizo gemir.
—Solo la tuya.
Jory cruzó el cuarto de baño hasta llegar frente a Isaac, frotó sus
dedos suavemente en los labios de Isaac.
—¿Te gusta beber mi sangre, Isaac? ¿Tengo buen sabor?
Isaac gruñó y cerró los ojos contra la imagen que las palabras de
Jory crearon en su mente. Él sabía que Jory desconocía lo que era
estar enlazado a un demonio, y eso significaba que tenía que tomar
las cosas lentamente, pero él estaba seguro de querer arrastrar al
hombre a la recámara y joderlo sobre el colchón.
—¿No quieres otra probada, Issachar?— Jory murmuró las palabras
suavemente al oído de Isaac, entonces pasó su lengua por el lóbulo.
Isaac gimió, hundiendo sus uñas en sus palmas para mantenerse
alejado de Jory.
—Jory, por favor no sabes lo que me estás haciendo. Puedo verme
como humano, pero no lo soy. Soy un demonio, y estoy enlazado a ti.
Y no tengo tanto control en lo que a ti se refiere.
—¿Eso significa que no quieres mi sangre?
—Jory, por favor…
—¿No quieres probarme de nuevo, Isaac, saborear mi dulce sangre
en tus labios?— Los dedos de Jory seguían frotando los labios de Isaac
mientras murmuraba sus intoxicantes palabras.
Isaac gruñó y abrió su boca, chupando los dedos de Jory cuando el
hombre los presionó al interior de su boca. Él oyó un bajo gemido y
abrió los ojos para ver a Jory viendo su boca con una mirada que Isaac
podía describir de deseo.
—J-Jory.
La mirada de Jory fue a la de Isaac, y una sensual sonrisa cruzó 54
lentamente sobre los labios del hombre.
—¿Quieres saborear mi sangre de nuevo, Issachar?— Jory preguntó
de nuevo.
—Sabes que lo deseo. —¡Por favor! Isaac sabía que rogaría si
tuviera que hacerlo. Él necesitaba la sangre de Jory, no solo por el
dulce sabor del hombre que era como nada que hubiera tenido antes
en toda su existencia. Sino porque la sangre de Jory era el sustento
para él, Isaac podría morir. Esa era la naturaleza del lazo entre ellos.
—¿Si digo que sí y te doy mi sangre voluntariamente, me dejarías
joderte?
Isaac parpadeó.
—¿Quieres joderme?
A Isaac nunca lo habían jodido antes, pero cuando Jory asintió, el
brillo de lujuria en los ojos del hombre hicieron que el verde fuera
más oscuro en lugar de su usual color verde musgo.
La idea encendió a Isaac.
—¿Sabes que no tienes que preguntarme, verdad? Tú me ordenas.
Si quieres joderme, todo lo que tienes que hacer es ordenármelo para
que te lo permita.
Jory negó con la cabeza.
—Uh, quiero tu participación voluntaria. No quiero forzarte a tener
sexo conmigo.
Isaac estaba impactado ante las palabras de Jory, pero ¿podría
someterse voluntariamente para permitir que otro hombre lo
jodiera? Los demonios eran criaturas dominantes, les gustaba joder y
beber la sangre y controlar a quien ellos encontraran. La idea de que
Jory lo jodiera era… ¡realmente caliente! 55
—Está bien —Isaac murmuró.
Isaac no sabía qué esperar, pero seguramente no era la presión de
los labios de Jory contra los suyos. Tampoco esperaba la intensidad
del deseo que se movía a través de su cuerpo cuando sintió la lengua
de Jory rozar la suya.
Isaac había sido besado muchas veces en su vida, él incluso había
compartido besos con otros. Pero nunca había sido besado con la
intensidad y el hambre con la que Jory lo besaba. Eso hacía que las
puntas de los pies de Isaac se curvaran. Sentía como si Jory tratara de
devorarlo.
Isaac solo lo apartó cuando no había más aire en sus pulmones.
Jadeando vio a Jory, notando ahora que ellos estaban presionándose
pecho contra pecho. Jory era unos cuantos centímetros más alto que
él.
Cuando él reclamó a Jory la noche anterior, estaba en su forma de
demonio y era mucho más grande que Jory, el darse cuenta
repentinamente que era más pequeño que el otro hombre en
estatura y peso, lo intranquilizó.
—¿Tienes suplementos?
Isaac asintió y señaló hacia la recámara.
—En mi mesita de noche.
Sus ojos se abrieron más cuando los brazos de Jory rodearon su
cintura y empezó a caminar con él hacia atrás, hacia la recámara.
Abrió la boca en protesta solo para ser llenada de nuevo por la lengua
de Jory. Saboreó un tinte de sabor cobre cuando sus dientes chocaron
juntos. Él gruñó. La sensación de la lengua de Jory lamiendo sus
colmillos era casi más de lo que podía tomar.
Isaac envolvió sus brazos alrededor del cuello de Jory hundiendo
sus dedos en el largo cabello del hombre, él podría obsesionarse de 56
los besos de Jory. El hombre era un maestro en estimulación oral.
Jory repentinamente empujó a Isaac con demasiada fuerza, él cayó
hacia atrás. Isaac gritó aterrado, hasta que sintió la cama debajo de él
cuándo cayó.
Levantó la vista para ver a Jory en shock, justo a tiempo para ver al
hombre sonreír. Desabotonando los pantalones de Isaac, los deslizó
por las piernas. Le quitó la camisa a Isaac rápidamente, entonces
retiró los calcetines y boxers. Antes de darse cuenta, Isaac estaba
desnudo en la cama con un muy sexy hombre al final de la cama,
viéndolo.
—Ahora, esta es una linda vista.
Isaac arqueó una ceja preguntándose cómo la situación se había
salido de control tan rápidamente. Él pudo haber aceptado permitir
voluntariamente dejar que Jory lo jodiera, pero no recordaba haber
aceptado someterse totalmente al hombre, y así era exactamente
como se sentía.
Sumiso.
Él quería el desnudo cuello de Jory de la manera en que había
sucedido la noche anterior. Si eso no estuviera totalmente jodido,
también desearía la anticipación de sentir el pene de un hombre
empujándose dentro de su culo.
¡Ahora ya sé que perdí totalmente la cabeza!
Podía ver el pene de Jory levantarse tras la toalla que envolvía su
cintura. Él se lamió los labios al ver que la toalla se movía casi como si
danzara para el entretenimiento de quien lo viera. E Isaac estaba
totalmente entretenido.
Se sentó en el borde de la cama, viendo como Jory lentamente
desenrollaba la toalla de su cintura antes de dejarla caer al suelo. 57
—No cabrás —Isaac murmuró en shock cuando vio el pene de buen
tamaño de Jory, y se dio cuenta que el hombre quería empujar su
duro eje en su culo. Seguro que él había visto a Jory anoche pero en
ese momento estaba demasiado interesado en joderlo como para
realmente pensar en lo grande que Jory era.
—Divertido —Jory se rió—. Recuerdo haber dicho lo mismo
anoche, y encajaste muy bien.
—Sí, pero los demonios producimos un lubricante que facilita el
camino y no lastimamos a quienes tomamos. Eso te relaja
naturalmente y eleva la excitación —Isaac señaló hacia las gotas de
presemen en el pene de Jory—. Eso no es lo mismo.
Jory empujó sus caderas hacia adelante un par de veces. La cabeza
de su pene rozaba la cara de Isaac. Isaac sonrió y limpió las gotas de
semen de su mejilla. Se iba a limpiar el ofensivo fluido de los dedos en
el edredón cuando el líquido brilló con la luz.
Isaac vio las gotas por un momento, entonces lentamente se llevó
los dedos a la boca. Isaac gimió ante el caliente y picante sabor
totalmente masculino que explotó en su lengua.
¡Maldición!
El semen del hombre sabía tan bueno como su sangre. Isaac oyó a
Jory reírse y sabía que él estaba profundamente en la mierda. Entre
los dos fluidos dadores—de ida, Isaac repentinamente tenía la idea de
que estaría recibiendo el pene de Jory durante los muchos años por
venir.
En ese momento a Isaac no le importaba. Él se preocuparía de
cómo eso lo haría sentir después. Justo ahora, él quería más del
exquisito sabor de Jory en su boca de nuevo. Isaac se bajó de la cama
y se arrodilló en el suelo.
Él tenía sus labios alrededor de Jory un momento después, 58
chupando el grueso órgano profundamente en el interior de su boca.
La sensación de sabores se deslizaba por su garganta.
Isaac tragó duro, queriendo más.
—Joder, lindo, tu boca es perfecta.
Isaac levantó la vista, no estaba seguro si debería tomar como
ofensa las palabras de Jory o sentirse orgulloso de darle placer al
hombre. Cuando otra gota de presemen hizo explosión en su lengua,
Isaac decidió que aceptaría el placer de lo que estaba haciendo.
—Chúpame más duro, Issachar.
Isaac chupó más duro, ordeñando el pene de Jory tanto como el
hombre le permitió. Cuando eso ya no era suficiente, buscó las
pequeñas gotas pasando su lengua a través de la pequeña ranura en
la cabeza del pene de Jory.
—¡Joder!— Jory gritó.
Isaac sintió la mano del hombre agarrar su cabello, jalando la
cabeza hacia atrás. Al mismo tiempo, Jory alejaba su pene de la boca
de Isaac. Isaac desesperadamente alcanzaba a Jory.
—Espera, ¿qué…?
—Sigues con eso y no seré capaz de joder ese apretado pequeño
culo —Jory retiró sus dedos del cabello de Isaac—. Eres jodidamente
bueno en esto.
—¿Eso es algo malo?— Isaac se rió. Él no podía ver como algo
bueno, como una mamada, podría ser considerado malo.
—Sí, si lo que quiero es estar enterrado hasta las bolas en tu culo
cuando me corra.
Está bien, correcto.
Isaac tragó y repentinamente profundos e intensos nervios lo
recorrieron. Ahora que ellos iban realmente a actuar, Isaac se sintió
aprehensivo. De nuevo no podía dejar de pensar en que él nunca 59
había permitido a nadie que lo jodiera. Él era un demonio.
Los demonios no estaban abajo… ¡nunca!
—Vamos, lindo, sube a la cama.
Isaac vio hacia la cama, entonces lentamente se giró y subió,
moviéndose rápidamente hasta la cima. Se acostó sobre el colchón y
empezó a rodarse cuando sintió la mano de Jory en su baja espalda.
—Estás bien donde estás.
Correcto… de rodillas, con las piernas separadas y el culo al aire,
penes y bolas colgando entre sus muslos. Isaac nunca se había
sentido más incómodo en su vida. Se sentía expuesto. Se sentía
emocionalmente desnudo.
Sintió el colchón hundirse cuando Jory subió detrás de él.
—Jory, yo… —Isaac se mordió el labio. Él era un demonio,
maldición. Él no podía renunciar a los votos. Jory le ordenaba, y Jory
quería joderlo. Isaac aceptó eso. No podía retractarse ahora.
—Shh, lindo —Jory lo calmaba—. Esto va a estar bien, lo prometo.
Isaac no creía eso, pero ¿qué más podría hacer?
—Está bien. Solo hazlo.
—Oh, no, mi lindo, esto no es como lo acordamos.
Isaac estuvo cerca de salir de su piel cuando sintió la mano de Jory
en la mitad de su espalda, entonces lentamente bajó hacia la curva de
su trasero. Él no entró en pánico hasta que uno de los dedos de Jory
se movió a frotar su arrugado agujero.
—Te prometo que lo disfrutarás si solo te permites sentir esto.
—Jory esparció pequeños besos por la espalda baja de Isaac—.
Ciertamente disfruté cuando me jodiste.
—Sí, pero yo nunca… —Isaac presionó sus labios juntos para evitar
dar ese pequeño bocado de información. No era que fuera
vergonzoso, exactamente. Él era el que estaba arriba. Pero aún así, en 60
ese hecho se sentía inexperto.
—¿Nunca te han jodido antes? ¿Es lo que tratabas de decime,
lindo?
Isaac se rehusó a contestar. Se rehusó a hablar. Él solo no iba a…
—Oh jodido infierno, ¿estás lamiendo mi culo?
—¿Te gusta?
El cuerpo entero de Isaac se estremeció cuando Jory lo hizo de
nuevo. Isaac nunca había sentido nada como eso en su vida.
¿Dónde había estado el día que enseñaron Lamidas de Culo 101?
¿Dormido? Eso era glorioso. Isaac se empujaba hacia atrás cada vez
que sentía la lengua de Jory tensarse y presionarse contra su
apretado agujero.
—Creo que te gusta esto, ¿no es así, lindo?
Isaac gimió. Trataba de abrir su boca y decirle a Jory lo mucho que
le gustaba eso, pero el sentir la mano de Jory envolviéndose
alrededor de su pene le robó cada pensamiento coherente.
Isaac ni siquiera estaba seguro de que hubiera estado tan duro
antes. Su pene se sentía como si pudiera cortar el mármol.
Esa sensación solo fue amplificada cuando Jory tomó unas gotas del
presemen de Isaac y lo frotó sobre su pene.
El presemen que los demonios producen naturalmente incrementa
la excitación en sus sacrificios y facilita el camino para la reclamación
en ambos. Eso también incrementa la excitación en los demonios
cuando ellos la aplican… o la aplican en su piel como en este caso.
El pene de Isaac estaba hipersensible. Podía sentir el aire en el
cuarto rozar su caliente piel. El ligero toque de los dedos de Jory
mientras esparcía más presemen casi hacía que Isaac se corriera.
Gritó y su húmedo pene se presionó contra el colchón.
Estaba caliente y doloroso. Necesitaba aliviarse. 61
—Jory, por favor yo…
—Lo tendrás, lindo, lo prometo.
Isaac sintió que Jory tomaba más presemen de la cabeza de su
pene. Esperó a sentir las manos del hombre acariciar con el excitante
fluido su pene de nuevo. Su mente se fragmentó cuando sintió que
Jory frotaba el presemen sobre su arrugado agujero.
Isaac gritó. Él podía sentir a su cuerpo aceptar la potente semilla. Su
excitación lo golpeó, aumentando, su cuerpo entero se reducía con
cada toque del cuerpo de Jory sobre el suyo. Nada más importaba.
Cada movimiento que Jory hacía, cada toque, parecía estar
planeado expertamente para llevar a Isaac a la locura. Un suave
toque en su espalda baja, una caricia en la curva de su cadera, un
dedo bajando en la grieta de su trasero.
Con cada toque, la resistencia de Isaac ante la idea de ser jodido
por Jory se alejaba más y más. Si Jory no enterraba su pene en su
culo, atacaría al hombre y lo haría él mismo.
Isaac curvó sus manos en el edredón y se arqueó, empujando su
culo hacia arriba dentro del aire en un silente ruego para que Jory lo
poseyera. No sabía si realmente podría verbalizar lo que necesitaba.
¿Podría?
Pero Jory parecía tener otras ideas. Isaac sintió a Jory arrodillarse
detrás de él. Algo caliente y húmedo se presionó contra el sensible
agujero. El cuerpo de Isaac se relajó, permitiendo que la cabeza del
pene de Jory se presionara en el interior, pero unas manos se
aferraron a su trasero deteniendo el deseado movimiento.
—¡Jory!— Isaac gruñó.
—¿Quieres hacer esto, lindo?— Jory murmuró al oído de Isaac—.
Tienes que decirme que quieres esto. No te tomaré hasta saber que
lo quieres. No te forzaré, Issachar. 62
Isaac trató de empujarse hacia atrás, para empalarse en el duro
pene que se presionaba contra él, pero Jory aferraba fuerte sus
caderas manteniéndolo en su lugar. Isaac gruñó a través de sus
dientes bien cerrados. Él podía sentir el suave material entre sus
manos desgarrarse cuando sus agudas garras salieron de la punta de
sus dedos.
La bulbosa cabeza del pene de Jory, presionándose contra él,
empujándose un poco más al interior cada vez, entonces se apartó
antes de que Isaac fuera penetrado. Eso estaba llevando a la locura a
Isaac. Su cuerpo se sentía sobre estimulado; solo un pequeño toque
en su pene y sería enviado al borde.
Isaac dejó el edredón y llevó las manos bajo su cuerpo solo para
que Jory las tomara y las jalara hacia su espalda. La cara de Isaac
golpeó el colchón. Giró la cabeza y trató de ver a Jory.
Isaac empezaba a enojarse. Jory estaba jugando con él. Jory era
quien quería joderlo. Si él lo quería tan urgentemente, entonces, ¿por
qué solo no lo hacía? Jory era quien se lo ordenaba, no al revés. ¿Por
qué necesitaba que Isaac estuviera de acuerdo?
—¡Solo hazlo!— Isaac gritó.
—¡No!— Jory gritó en respuesta, con gran impacto de Isaac.
No muchos hombres eran lo suficientemente valientes para gritarle
a un demonio, especialmente cuando ellos conocían su real
naturaleza—. Mantén tus manos detrás de tu espalda hasta que yo
diga otra cosa, ¿Entendiste eso Issachar?
—Sí— Isaac gruñó.
Él sabía que Jory no podría durar mucho sin ordenarle. Nadie
podría. La gente parecía tener gran placer al tener poder sobre un
demonio. Isaac esperó por un momento que Jory fuera diferente.
Ahora él sabía que el hombre no lo era. Jory usaría lo que fuera 63
necesario para obtener lo que quisiera.
¿Que había esperado?
Isaac se preguntaba. Jory era un humano, tan susceptible a la
lujuria del poder como cualquier otro humano que hubiera conocido.
Isaac no podía ni comenzar a tratar con la decepción que sintió al
descubrir eso.Ardor de lágrimas se formaron en las esquinas de sus
ojos ante la fuerte tristeza que repentinamente sintió. Isaac solo
quería que eso terminara, que todo desapareciera, incluyendo Jory. Él
no sabía cómo tratar con las desconocidas emociones que gritaban a
través de él, y prefería tratar con ellas cuando estuviera solo.
—Acepto lo que sea que quieras— Isaac murmuró.
Isaac sintió el colchón hundirse cuando Jory se movió al lado de él.
Una mano tomó su cabello y jaló su cara hasta que veía directamente
hacia Jory. Isaac se sorprendió de ver la cara de Jory roja de ira.
—No funciona de esa manera, Isaac. Nunca funcionará de esa
manera entre nosotros.
Isaac estaba más que confundido cuando Jory soltó su cabello y se
movió al lado de la cama. Él también estaba muy confundido por el
dolor que sintió de que Jory le dijera Isaac.
Hasta ahora él había usado su verdadero nombre, Issachar, o
‘lindo’. ¿Por qué de repente le decía Isaac?
—Nunca he obligado a nadie a tener sexo conmigo en mi vida, y no
voy a empezar contigo. Es obvio que no quieres que te joda, está
bien. No importa lo que creas, no lo haré. —A pesar del hecho de que
Jory estaba obviamente furioso, Isaac no pudo evitar notar lo
hermoso que era el hombre de pie con sus manos en sus caderas y la
mirada como dagas. 64
Los ojos de Isaac se abrieron más cuando Jory movió sus manos en
el aire en un mal gesto.
—Pero lo justo es justo, Isaac. Si tú esperas joderme, yo espero ser
capaz de joderte. Entonces, en el futuro si quieres joder, busca un
pedazo de culo donde quieras.
Isaac parpadeó impactado y asombrando cuando Jory como
tormenta recorrió el cuarto y tomó la perilla de la puerta abriéndola
de un jalón. El hombre se detuvo en el marco, tomó varias profundas
respiraciones, antes de verlo sobre su hombro.
—¿Asumo que hay una habitación de huéspedes que puedo usar?
Isaac estúpidamente asintió.
—Bien, — Dijo Jory antes de estallar fuera de la habitación, la
puerta cerrándose con un ruido fuerte.
Isaac agarró la manta mientras se curvó hacia arriba, tirando de ella
por encima de su cuerpo. Se quedó mirando la puerta, deseando que
se abriera y Jory caminara de nuevo en la habitación. Necesitaba que
el hombre le explicara lo que acababa de suceder, porque él no tiene
ni idea.
Capítulo seis

Jory levantó la vista del periódico que estaba leyendo cuando oyó la
puerta del estudio abrirse. Al ver a Isaac, rápidamente bajó la vista y
trató de pretender que estaba inmerso en el periódico. 65
El no estaba.
Cada sentido que tenía estaba enfocado en el hermoso hombre que
se acercaba a él. Podía oír los pasos de Isaac, la manera en que las
piernas de su pantalón se rozaban cuando caminaba. Podía oír al
hombre respirando.
Jory había hecho su mejor esfuerzo para evitar a Isaac durante las
anteriores dos semanas. Él incluso se mantenía despierto durante el
día y dormía de noche, incluso cuando al hacer eso lo hacía sentirse
torpe. Él normalmente era un ave nocturna. Pero estar en el mismo
cuarto con Isaac hacía que sufriera de deseo, justo como ahora.
—Jory, ¿puedo…?
Jory tomó una jarra sellada con sangre y la colocó frente a Isaac.
—Tu desayuno. —Jory levantó la mano y señaló la venda en su
muñeca— Recién obtenido.
—Jesús, Jory, ¿podríamos solo…?
Se oyeron unos ligeros toques en la puerta. Isaac presionó sus
labios juntos, obviamente molesto ante la interrupción. Un momento
después, Manning, el mayordomo, entró.
—Amo Jordan, su vehículo ha llegado.
—Gracias, Manning, ahora voy —dijo Jory mientras se ponía de pie
y cuidadosamente doblaba el periódico. Lo dejó en la mesa y
entonces tocó la jarra de sangre.—No olvides comer. Te ves un poco
pálido.
—¿Que vehículo?— Isaac gruñó—. ¿A dónde vas?
—Afuera.
—¿Afuera dónde?
Jory negó con la cabeza mientras seguía a Manning a la puerta.
—Jory, maldición, ¿a dónde vas?
Jory se giró y señaló con su dedo a Isaac. 66
—No tengo que contestarte.
Isaac parecía que quería discutir eso, pero su cara se puso pálida y
metió las manos a sus bolsillos.
—No, claro que no. No impliqué que debieras. Solo pensé que
podríamos pasar algún tiempo juntos para conocernos mejor.
—¿Por qué?
—Solo… —Isaac se encogió de hombros.
—Tú dejaste tus sentimientos más que claros hace dos semanas,
Isaac. No creo que haya más razón por la que tengamos que ser
compañía, uno del otro, más de lo necesario.
Le dolió decir las palabras, pero Jory sabía que eran verdad. Se
rehusaba a estar en una relación en donde él fuera siempre el sumiso.
Había estado en una de esas y no le gustó. Prefería la igualdad en una
relación.
Entendía que él tenía que estar pegado alrededor, la vida de Isaac
dependía de beber su sangre, pero eso no quería decir que también
fueran amantes. Ni siquiera tenían que ser amigos.
—Si es tan malditamente importante para ti joder mi culo, Jory,
entonces hazlo.
—Isaac, esto no es acerca de joder tu culo.
—Si esto no es acerca de joderme, entonces ¿de qué infiernos es
esto? Dímelo porque no lo entiendo.
—No, supongo que no lo haces. —Y con eso la tristeza de Jory era
casi más que cualquier cosa. Se giró para alejarse, pero hizo una
pausa. No se giró para ver a Isaac, porque no creía que pudiera salir
del cuarto sin quebrarse si lo hacía—. Regresaré después.
—Jory, no te vayas —dijo Isaac rápidamente.—Nosotros podemos…
bueno, si tú quieres, nosotros podemos… 67
—Esto no va a funcionar, Isaac. No puedes hacer a un lado tu
naturaleza demoniaca lo suficiente para darme lo que necesito. No
tiene sentido que nosotros sigamos en algo juntos si no va a
funcionar, no importa cuánto lo queramos.
—¿Pero admites que es algo que quieres?
Había un mundo de necesidad en las palabras murmuradas por
Isaac, tanto que Jory no pudo evitar ver al hombre. Lo que vio hizo
que su corazón cayera a sus pies.
Isaac estaba de pie con sus manos dentro de los bolsillos de sus
pantalones negros. Se veía agobiado, oscuros círculos manchaban sus
perfectos rasgos. Su piel era pálida, como si no estuviera comiendo.
Jory vio la botella de sangre abandonada en la mesa y luego vio la
pálida piel de Isaac. Entre más lo veía más seguro estaba que Isaac se
veía más delgado.
—¿Has estado comiendo?
—He comido.
—No te atrevas a mentirme, Issachar —Jory frunció el ceño cuando
vio el brillo de lágrimas en los grises ojos de Isaac.
—He comido algo.
—Bueno, obviamente eso no ha sido suficiente.
—No es fácil comer de un vaso. —Isaac se encogió de hombros y
bajó la vista, moviendo sus pies sobre la alfombra—. Se siente
extraño.
—Seguramente has bebido de un vaso antes. No puedes haberte
alimentado de una fuente viva toda la vida.
—Claro que me he alimentado de un vaso. Mi madre nunca
permitió que una fuente viva estuviera presente en el comedor.
—Isaac giró los ojos—. Ella dice que eso es de mala educación y
burdo. 68
—¿Burdo?— Jory se rió, frotó su mano en su cara antes de ver de
nuevo a Isaac—. ¿Ella realmente usó la palabra burdo?
—Lo hizo.
—Me gustaría conocer a tu madre uno de estos días.
Apuesto que ella es genial.
—¿Quieres conocer a mi madre?
—Isaac, tú necesitas mi sangre para sobrevivir. ¿Esperas que solo
me dé la vuelta y me aleje y olvide todo esto? No puedo hacerlo, e
imagino que eso significa que vamos a estar juntos por mucho
tiempo. Encontrarme con tu madre en algún momento es la
conclusión obvia.
—Jory, tú no…
—Señor, usted no puede entrar ahí. ¡Señor!— La voz de Manning
elevándose llegó hasta el cuarto.
Jory levantó una ceja. En todo el tiempo que había estado ahí, él
nunca había oído a Manning gritar.
Sintiendo una amenaza, Jory inmediatamente se movió entre Isaac
y quien fuera que fuera a entrar por la puerta. Cerró las manos en un
puño y esperó. Cuando la puerta se abrió, Jory sintió un momento de
confusión cuando vio al atractivo hombre entrar.
—Desmond, ¿qué estás haciendo?— Jory preguntó—. Creo que te
pedí que me esperaras afuera.
—¿Conoces a mi primo?
—¿Tu primo?— Jory se giró a ver a Isaac en shock—. ¿Desmond es
tu primo?
—Sí.
Jory se giró y vio de nuevo al hombre parado casualmente en el
marco de la puerta, una cínica sonrisa en sus perfectos rasgos.
—Nunca me dijiste que eras primo de Isaac. 69
—Pero, cariño, tú nunca preguntaste.
Jory frunció el ceño ligeramente ante el ruido de respiración detrás
de él y correspondió con la gran sonrisa de Desmond que mostraba
todos sus dientes blancos. Repentinamente la tensión en el cuarto era
tan fuerte que Jory creía que podía verla.
No recordaba haberle dado a Desmond ni la más mínima pista de
que ellos pudieran tener algo serio, entonces, no entendía por qué el
hombre repentinamente le decía cariño, pero apostaría buen dinero a
que tenía que ver con Isaac.
—Si sabías que estaba viviendo con Isaac, ¿por qué me escondiste
tu relación con él?
Desmond se encogió de hombros.
—Isaac y yo perdimos el contacto hace años. Cuando me dijiste que
vivías con él, no sabía si debería decirlo o no. No quería que se
interpusiera entre nosotros.
En solo un minuto de estar en el mismo cuarto con los dos
hombres, Jory sabía que había más entre ellos. Sentía una profunda
animadversidad llegando de Isaac que decía mucho.
Jory podría ser nuevo en la escena, pero él se rehusaba a entrar en
lo que fuera el drama familiar que sucedía entre esos dos hombres.
—Desmond, no sé qué crees que estás haciendo aquí, pero tú
nunca podrías interponerte entre Isaac y yo.
—Oh, cariño, sé que no quieres que él lo averigüe de este modo
pero…
Jory cruzó sus brazos sobre su pecho y vio fijamente al hombre. Un
momento antes él creía que Desmond era atractivo, pero
repentinamente vio que la belleza era solo superficial.
Jory frunció el ceño. ¿Por qué no lo había visto antes? Él
usualmente era muy bueno leyendo a las personas. Esa fue la razón 70
por la que voluntariamente le dio su sangre a Isaac tan rápidamente.
Algo en el hombre le dijo que él era confiable.
—¿Averiguar, exactamente qué, Desmond?— le preguntó.
—Bueno… —Desmond movió las manos en el aire —acerca de
nosotros, cariño.
—No hay nada entre nosotros, Desmond, nunca ha habido nada.
La expresión de sorpresa en la cara de Desmond era cómica, pero
Jory estaba más interesado en la repentina presión de una mano en
su baja espalda. Era un toque tranquilizador, uno que Jory esperaba
que significara que Isaac le creía.
Desmond sonrió, y Jory sabía que el hombre no lo había hecho. La
sonrisa que cruzó los labios de Desmond era demasiado confiada. —
Cariño, seguro que Isaac entiende que esas cosas suceden. Además,
él es un niño grande. Él puede tomarlo.
—¿Tomar qué?— Jory vio cuando la expresión de Desmond se
cayó. El hombre era un consumado actor. Parecía ser capaz de
manejar cualquier falsa emoción. Ese hecho asustó a Jory.—Necesitas
ser más específico, Desmond.
—Cariño, solo quiero decir que Isaac es lo suficiente mayor para
saber cómo son las cosas entre la gente joven. —Desmond se inclinó
un poco, como si fuera a decir un profundo secreto.—Él ha estado
alrededor mucho tiempo, lo sabes. Ha tenido muchos amantes.
—Estoy totalmente consciente de los amantes que ha tenido Isaac,
y estoy agradecido de ser el último de ellos.
—¿Lo eres?
—Sí— dijo Isaac mientras se movía alrededor y veía a Jory en
shock.—¿Verdad?
—Claro, lindo. —Jory acarició con sus dedos un lado de la cara de
Isaac antes de tomar su mano—. Dudo que si hubieras sido virgen la 71
primera vez que estuvimos juntos hubieras sido capaz de joderme con
la maestría como lo hiciste.
—Bueno, sí, pero… ¿estás seguro de que eso no te molesta?
—Claro que no— Jory arqueó una ceja hacia Isaac.—Asumí que
tenías que haber aprendido en algún lado. Y dado que soy ahora
quien recibe toda esa experiencia, ¿por qué debería de molestarme
por eso?
—Sus anteriores amantes nunca lo entendieron como tú, cariño.
Jory alejó la vista de la cara de Isaac y vio a Desmond, deseando
que el hombre pudiera desaparecer.
—Desmond, yo no soy el anterior amante de Isaac. Soy el actual y
futuro amante.
Desmond se quedó con la boca abierta.
—Y no hay nada que puedas hacer para separarnos, así que puedes
dejar esta pequeña charada porque no va a funcionar.
No ha habido nada entre tú y yo, e Isaac lo sabe.
—¿Cómo puedes decir eso después de que pasamos la
noche juntos?
Jory se rehusó a dejar la mano de Isaac, cuando el hombre la jaló.
Sabía que las palabras de Desmond lastimaron a Isaac y él se ocuparía
de eso en un momento, pero primero necesitaba arreglar las cosas
con el hombre que causaba los problemas.
—Pasamos la noche en un bar, Desmond. No trates de hacerlo ver
como algo que no sucedió.
—Pero las cosas que me dijiste…
Buen Dios, ¿eran lágrimas lo que brillaba en los ojos azules de
Desmond? Maldición, el hombre merecía un premio de la academia.
Sin duda él tenía a Isaac preguntándose qué fue exactamente lo Jory
le había dicho. 72
—Dije muchas cosas, Desmond, pero todo eso fue antes de que
conociera a Isaac. —Jory se frotó el mentón con su mano libre—. Si
recuerdo correctamente, en el momento en que nos vimos de nuevo
ayer, te dije que estaba con alguien y que estaba en serio.
—Bueno, sí, pero después de las cosas que me dijiste yo
naturalmente asumí…
—¿Que estaba tratando de llevarte a mi cama, Desmond?
—Espera —dijo Isaac— ¿ustedes dos se conocieron antes de que
nosotros lo hiciéramos?
—Sí.
—¿Dónde?
—Nosotros nos conocimos en ese… —Jory inhaló profundamente y
se enderezó antes de dar un pequeño paso y colocarse de nuevo
entre Isaac y el hombre que ahora claramente veía como una
amenaza.—Nos conocimos en un bar, Isaac, el mismo maldito bar del
que fui secuestrado la noche en que nos conocimos. Desmond fue el
tipo que nos compró a todos bebidas.
Los ojos de Isaac se pusieron rojos cuando él los levantó para mirar
a Desmond.
—¿Qué hiciste?
Bueno, mierda! Esto iba cuesta abajo rápido.

73
Capítulo siete

Isaac se estremeció al ver el odio que llenaba la cara de su primo.


No entendía por qué Desmond lo odiaba tanto, pero ese era un hecho
en su vida desde que él era un niño pequeño. 74
Durante años, Desmond había hecho todo lo posible, para hacer
miserable la vida de Isaac, desde avergonzarlo frente a la familia
hasta robarle sus amantes. Isaac no estaba seguro si Desmond era
gay. Él solo parecía estar interesado en cualquier persona con la que
Isaac durmiera. Parecía que Jory no era la excepción de eso.
La conducta de Desmond había causado una grieta entre ellos,
hasta el punto que él evitaba al hombre todo lo posible. No veía que
la grieta fuera a cerrarse pronto. Demasiado tiempo había pasado y
demasiadas cosas habían sucedido.
Isaac no iba a dejar que Desmond tomara a su actual amante, si él
podía considerar a Jory su amante. Isaac no estaba exactamente
seguro lo que era su relación con Jory. Él sabía que el hombre se
sentía obligado a estar pegado a su alrededor a causa de su lazo, pero
esa no era exactamente la relación que quería con él.
Isaac se sentía como si estuviera nadando en aguas desconocidas.
Nunca había querido a un amante de la manera en que quería a Jory.
Nunca había sentido tanto y tan profundo como lo hacía con Jory. El
hombre lo confundía como el infierno.
Agregar a Desmond en esa mezcla solo hacía las cosas incluso más
confusas. Más de esas desconocidas emociones que lo llenaban
últimamente. La mayoría eran celos.
Lógicamente, Isaac sabía que Jory no era el tipo de persona que se
iría con otro hombre si algo se estaba desarrollando entre ellos. Isaac
podía sentir que algo se desarrollaba entre ellos. Pero su corazón, se
llenaba de rabia con solo ver a Jory viendo a otro hombre. Quería
apartar a Desmond, desgarrarlo, o al menos exigirle que se fuera y
nunca regresara.
Quería reclamar a Jory de nuevo, una y otra vez, hasta que el
hombre entendiera a quién pertenecía. El pensar que Jory tocara a 75
alguien además de él hacía que Isaac ardiera de rabia.
El feo monstruo de los celos asomaba su verde cabeza e Isaac
quería entrar en acción.
—Desmond, creo que es tiempo de que te vayas —dijo,
colocándose delante de Jory. Sonrió ante el hecho de que Jory
sintiera la necesidad de protegerlo. La idea de un humano
protegiendo a un demonio era casi risible. Aún así, eso llegó a su
corazón.
—Siempre eres tan sobreprotector con tus juguetes, Isaac.
—¡Jory no es un juguete!
—Solo sigue diciéndote eso, primo —Desmond se rió.
—¿Por qué haces esto, Desmond? Jory te ha dejado más que claro
que no está interesado en entrar en una relación contigo. ¿Por qué no
te vas mientras aún puedas?
—¿Quién dijo algo de una relación?— Desmond se carcajeó
pasando su mirada a través de todo el cuerpo de Jory, la lujuria
llenaba su expresión—. Solo quiero que el hombre me joda. He
soñado con ese gran pene empujándose dentro de mi culo desde el
momento en que lo conocí.
Isaac tomó una profunda respiración para tratar de mantener una
expresión neutral en su cara. Desmond le estaba ofreciendo a Jory la
única cosa que Isaac se rehusaba darle al hombre. ¿Podría eso ser un
factor decisivo en su relación o falta de relación con Jory?
—Imagino que es algo que ha faltado entre ustedes dos Desmond
sonrió cínicamente hacia Isaac.—Tú nunca cedes el control, ¿no es
así, primo?
Isaac sabía que Desmond estaba metiendo una cuña entre él y Jory.
Su primo lo conocía demasiado bien. Probablemente porque 76
Desmond conoció a la mayoría de los anteriores amantes de Isaac. Al
parecer ellos le dijeron que Isaac era estrictamente un activo, ¿Quién
sabría qué más le dijeron?
—Una relación tiene mucho más involucrado que quién jode,
Desmond.
Isaac vio a Jory, tratando de evitar el shock en su cara. Ni siquiera
podía describir el nivel de su confusión ante las palabras del hombre.
Si Jory realmente creía que una relación está basada en más que en el
sexo, entonces, ¿por qué infiernos lo había estado evitando durante
las últimas dos semanas?
Isaac deseó tener unos minutos para apartar a Jory y que ellos
pudieran hablar, realmente hablar. No todas esas evasiones que ellos
habían estado haciendo desde esa fatídica noche.
Porque aparentemente, ellos tenían mucho que decirse el uno al
otro, cosas que necesitaban ser dichas.
Isaac se giró hacia su primo y cruzó sus brazos sobre su pecho.
—Desmond, por favor, dale mis saludos a tus padres cuando los
veas, pero creo que es momento de que nos dejes.
—Creo que eso ya lo dijiste, lindo— Jory se rió.
Isaac se giró y le dio una sonrisa divertida a Jory, cuando vio que
abría más los ojos, su cuerpo se tensó. Isaac se giró a tiempo para ver
el puño de Desmond dirigirse hacia él, no fue lo suficientemente
rápido para evitar el golpe. Gruñó de dolor cuando el puño de
Desmond golpeó su mandíbula.
La vista de Isaac se nubló un momento y se cayó hacia atrás, apenas
pudo sostenerse de la orilla de la mesa del comedor. Él se frotó la
mandíbula lastimada antes de ir sobre Desmond y preguntarle qué
infiernos estaba haciendo, pero en lugar de ver a Desmond, vio a Jory
dirigirse hacia él. 77
—Jory, ¡no!— Isaac gritó mientras Jory iba tras Desmond.
Isaac repentinamente tuvo visiones de su amante en el piso
mientras la bestia de Desmond lo desgarraba. Desmond era un
demonio. Él podría hacerlo.
Isaac se puso de pie y se dirigió hacia donde Desmond y Jory
luchaban, sorprendido de ver que Jory lo sostenía. Él seguía en su
forma humana. En cualquier momento, Desmond podría derribarlo.
—Desmond, te diré, que si tú le dañas un solo cabello a Jory… —
Isaac gritó, tratando de detener los brazos de Desmond, pero
Desmond se apartó y golpeó a Jory. Isaac se adelantó y lo atrapo.—
¡Desmond!
—Lindo, su verdadero nombre, ¿cuál es?
Isaac se giró para ver a Jory, impactado de oír al hombre en su
cabeza, después de dos semanas de silencio. Se quedó ahí de pie en
shock hasta que vio las garras de Desmond sobre el pecho de Jory
desgarrándole la camisa.
Su respiración se quedó atorada en su garganta cuando se dio
cuenta que Desmond se estaba transformando en demonio.
Mientras Desmond estuviera en su forma humana, Jory al menos
tendría una oportunidad de sobrevivir. Con su primo en su forma de
demonio, Isaac no tenía duda de que Jory podría morir a manos de
Desmond.
—Maldición, Issachar, ¿cuál es su verdadero nombre?
—¡Desdimonous!— Isaac le gritó a Jory mientras se transformaba a
su forma de demonio. Tomó a Desmond por los hombros y lo alejó de
Jory. Levantándolo fácilmente lo lanzó a varios metros de distancia.
El pecho de Isaac se levantaba mientras se colocaba entre su primo
y su amante. Podía oír a Jory jadear detrás de él. Pero estaba más
interesado en el oscuro brillo en los ojos de Desmond mientras 78
lentamente se ponía de pie.
Su piel dorada se oscureció con el brillo negro, largas y negras
garras salían de los dedos de sus manos. Los músculos se estiraron al
igual que los huesos realineándose y Desmond creció a dos metros
quince.
Desmond cerró las manos en un puño, sus nudillos crujieron y él
sonrió.
—Mal movimiento, primo —dijo—. He esperado por este día desde
hace mucho tiempo. Quiero verte sufrir así sea lo último que haga.
Isaac gruñó y se colocó en cuclillas listo para defender a Jory. Dejó
que sus garras y colmillos se extendieran y un profundo gruñido salió
de su pecho. No quería desafiar a Desmond, pero quería que el
hombre supiera lo que significaban sus asuntos.
—No quieres hacer esto, Desmond. Termínalo ahora, y aléjate
antes de que las cosas se salgan de control.
La fuerte risa de Desmond llenó el cuarto y envió un escalofrió que
recorrió la espalda de Isaac. Viendo el brillo de anticipación en la
mirada de Desmond, Isaac se preguntaba si el hombre se había vuelto
loco.
—No tienes idea de lo que quiero hacer, primo.
—Para serte sincero, Desmond, me importa una jodida mierda.
Quiero que te vayas.
—Eso no va a suceder. Vine aquí por Jory y no planeo irme sin él —
Desmond se rió de nuevo.—Ahora, si me lo entregas de una linda y
pacífica manera, no tendremos problemas, pero si te metes en mi
camino te desgarraré miembro por miembro.
—Jory no quiere irse contigo.
—Eso no me importa. ¡Él será mío! 79
Las sospechas de Isaac aumentaron cuando algo en las palabras de
Desmond agitó algo en el fondo de su mente. Le faltaba una pieza
clave de información, y él no tenía ni idea de lo que eso era.
Desmond nunca había escondido el hecho de que no le agradaba
Isaac, pero él nunca había sido tan obvio en eso. Incluso los demonios
tenían su código de honor, uno prohibía a un demonio tratar de robar
el amante enlazado de otro. Eso podría causar la muerte del demonio
enlazado, y crear muchos problemas que los demonios no
necesitaban atraer. Quizás Desmond no entendía la situación.
—Desmond, no puedo dejar que tomes a Jory. Estamos enlazados.
—Estoy contando con eso —Desmond dijo una fracción de segundo
antes de lanzarse contra Isaac dando zarpazos. Isaac sintió las garras
de Desmond desgarrar su camisa cuando él saltó hacia atrás.
Isaac trató de tomar la mano de Desmond antes de que el hombre
pudiera golpearlo de nuevo, pero Desmond fue más rápido y le
golpeó en la cara con su otra mano. Isaac rugió cuando el dolor
explotó en su mejilla. Podía sentir la sangre bajar por su frente,
llenando sus ojos y casi cegándolo.
Se limpió rápidamente los ojos mientras trataba de evitar otro
golpe, dando patadas, Isaac sintió que conectó. Un alto gruñido le dijo
a Isaac que lo había golpeado y Desmond estaba cayendo.
Se limpió los ojos de nuevo, esta vez con su camisa desgarrada.
Cuando su visión se aclaró, Isaac vio a Desmond con sus manos y
rodillas en el suelo justo frente a él. Él hombre mostró sus dientes e
Isaac podía oír un profundo gruñido formándose en la garganta de
Desmond.
—Termina esto ahora, Desmond, antes de que alguien resulte
seriamente herido.
—¡Terminaré esto cuando tú te mueras!— Desmond gritó mientras 80
se lanzaba de nuevo contra Isaac. La total fuerza del cuerpo de
Desmond golpeó a Isaac como un tren descarrilado, cayendo al duro
suelo de madera.
Isaac gruñó de dolor. Desmond estaba sobre él, sus garras
peligrosamente cerca de la garganta de Isaac. Isaac colocó sus manos
frente a su cara y cuello para evitar que Desmond lo matara.
El dolor era agudísimo. Las garras de Desmond se clavaron
profundamente en los brazos de Isaac. Si Isaac no hacía algo pronto,
Desmond le haría el suficiente daño y él no podría seguir la pelea y
entonces, ¿qué sucedería con Jory?
Isaac no podía permitir que lastimaran a Jory. Con eso en mente la
siguiente vez que Desmond le lanzó un golpe, Isaac atrapó su brazo
tan duro como pudo. Desmond perdió el balance y se cayó hacia
atrás. Isaac aprovechó la caída de Desmond para tomar a su primo del
abdomen y la cabeza y lanzarlo.
El cuerpo del hombre voló, Isaac se giró. Subió arriba del hombre
antes de que Desmond tuviera oportunidad de recuperarse del
impacto de la caída. Levantó la mano en un puño listo para golpear a
Desmond, cuando oyó a Jory hablar detrás de él.

81
Capítulo ocho

—Espíritus de los antiguos ancestros levántense, oigan mi


invocación, oigan mi llamado. Préstenme su poder para amarrarlo,
lanzo este hechizo con su fuerza y poder. 82
Jory ignoró la expresión de shock de Isaac y cuidadosamente
empezó a atar el encantado cordón de la cortina alrededor de las
muñecas de Desmond. Necesitaba recitar el hechizo justo en el orden
correcto mientras ataba al demonio para que el hechizo no pudiera
ser roto.
—Yo te amarro a ti, Desdimonous, en esta noche de noches. Para
que no dañes a nadie, sea hecha tu voluntad, yo te declaro amarrado
a ti, Desdimonous.
Yo te ato para que no dañes a otros ni a ti mismo. Yo te ato para
que no dañes a otros ni a ti mismo. Yo te ato para que no dañes a
otros ni a ti mismo.
Jory cuidadosamente sacudió la sal de la mesa en el lazo y un
círculo alrededor de Desmond, otra fase del hechizo para lazarlo. La
otra parte involucró esparcir agua bendita con magia blanca en las
cuatro direcciones.
—Norte, Sur, Este, Oeste, Guardianes de las Antiguas Torres.
Concédanme ahora vuestros poderes sagrados. No permitan que
este espíritu se libere. Esa es mi voluntad y ¡so mote it be5!
El humo de velas rodeó el círculo sagrado que Jory había creado y el
dorado cordón con el que Jory había amarrado a Desmond brilló de
un blanco puro antes de regresar a su original dorado.
Jory tomó el brazo de Isaac y lo apartó en un silencioso gesto el
hombre le señaló que se separara de la sal sagrada y que no quebrara
el círculo. Desmond estaba acostado en el suelo, incapaz de mover
algo más que los ojos.
—¿Que le hiciste?— Isaac preguntó cuándo recuperó su forma
humana. 83
—Lo até para que no se haga daño ni a nadie más de nuevo.
—¿Puedes hacer eso?
—Puedo hacer muchas cosas —Jory se rió.
—¿Eres un brujo?
Jory mentalmente rodó los ojos cuando vio pánico en los ojos de
Isaac. Los demonios y los brujos usualmente no se llevaban bien en
los últimos años.
En tiempos antiguos, los demonios y los brujos trabajaban lado a
lado, ambos se ayudaban, unos a los otros. Los brujos les dieron a los
demonios una puerta para el mundo de los humanos y la capacidad
de ganarse su libertad.
Los demonios, por otro lado, a menudo proveían a los brujos de
protección, dándoles habilidades que ellos necesitaban para atender
sus villas sin miedo a persecuciones o represalia por su trabajo.
Fue solo hasta que algunos brujos y demonios comenzaron a
engolosinarse con el poder que la relación simbiótica entre los dos se
5
So mote it be, es una frase usada por los franco masones o masones al final de una plegaria. Puede significar
que así sea o que se haga la voluntad de dios, o Amen.
quebró. La esclavitud empezó seguido de tortura, asesinatos y
algunos actos que ni siquiera los registran los antiguos textos.
—¿Entonces?
—No, Isaac, no soy un brujo, aunque si recuerdas, te dije que mi
abuela lo es. Yo pasé gran parte de mi juventud aprendiendo de ella
—Jory señaló al demonio atado en el suelo.—Por lo tanto, hice un
hechizo para atarlo.
Isaac sonrió y vio a su primo.
—Entonces, ¿qué vamos a hacer ahora con él? No me gustaría que
lo dejemos ir para esperar lo mejor. En el minuto que estuviera libre
estaría tratando de matarnos de nuevo. 84
—A ti… él solo trata de matarte a ti —Jory se rió— Francamente, ni
siquiera creo que él planeara matarme, al menos no hasta que
hubiera terminado conmigo. Parecía muy interesado en sacarme de
aquí y alejarme de ti. —Jory frunció el ceño, su frente se arrugó.—A él
realmente no le agradas.
—No, nunca le agradé —Isaac contestó.—Ni siquiera sé por qué. No
es que nos agradáramos o fuéramos cercanos o algo así, pero no
recuerdo nada específico que hiciera para que me odiara a ese
extremo.
—Bueno, sugiero que lo descubramos antes de que él se recupere y
trate de matarte de nuevo. Puedo mantenerlo atado un tiempo, pero
hasta que su odio sea purgado él seguirá detrás de ti.
—¿Y qué sugieres? No sé nada de hechizos.
Jory podía sentir los inquisitivos ojos de Isaac siguiéndolo por el
cuarto mientras él se dirigía hacia el teléfono en el escritorio. Lo
ignoró por un momento, sabiendo que él podría darle una explicación
pronto. Justo ahora, tenía que encargase de un caprichoso demonio.
—Abuela, soy Jory, ¿cómo estás?— le dijo cuando el teléfono del
otro lado de la línea fue levantado. Él sabía que era su abuela porque
pudo oír el extraño ruido que siempre ocurría cuando había
demasiada energía en la línea. Eso siempre ocurría cuando hablaba
con su abuela.
—Jordan, sería lindo que llames a tu abuela para otra cosa aparte
de salvar tu pellejo.
Jory se rió.
—Sí abuela, intentaré hacerlo, pero en este momento…
—Estoy enviando a tu tío Roland para que se encargue de tu
demonio amarrado. Él ya está en camino, debe estar llegando en unas 85
horas. Dile a tu enlazado que lleve a su primo a la jaula de hierro del
sótano. Eso debe mantener al pequeño bribón contenido hasta que
llegue tu tío.
Jory no se molestó en preguntarle a su abuela cómo sabía que Isaac
tenía una jaula de hierro en el sótano, él ni siquiera sabía eso. Su
abuela solo sabía cosas como esa, siempre lo sabía.
Era un poco extraño en ocasiones.
—Espero que traigas a tu enlazado a conocerme antes de su
ceremonia de compromiso. ¿Qué te parece el fin de semana antes de
la luna llena? Puedes quedarte a celebrarlo.
—Ahí estaremos, abuela.
—Sé que lo harás, estoy haciendo galletas de jengibre.
Jory se rió.
—Te amo abuela.
—También te amo, Jordan. Sé bueno y cuida bien de tu demonio. Él
necesita de tu especial bondad y amor.
—Sí, abuela. —Jory se giró a ver a Isaac, con una ceja arqueada. Él
no se sorprendió ni un poco cuando la llamada terminó. Sabía que su
abuela decía lo que sentía que era necesario decir, y ahora lo había
hecho.
Aún así sus palabras hicieron que Jory se detuviera. Él sabía que el
lazo entre él e Isaac era permanente y eterno. Ellos nunca serían
capaces de estar separados por más de algunos días a lo mucho.
Hacerlo le costaría la vida a Isaac.
Jory sabía que necesitaba tiempo para considerar sus sentimientos
en lo que a Isaac concernía. Ellos de alguna manera tendrían que
salvar las distancias entre los dos. Jory no quería desperdiciar las
siguientes décadas donando su sangre a alguien que no le agradaba.
Ni siquiera quería dársela a alguien que le agradara. Él quería 86
dársela a alguien a quien él pudiera aprender a querer, a alguien que
él pudiera amar. El dar y tomar sangre era algo muy íntimo.
—¿Tienes una jaula de hierro en el sótano?
—Uh, sí.
Jory sonrió. Isaac se veía totalmente confundido y algo incómodo.
Jory no creía que eso fuera necesariamente algo malo. Si él pudiera
seguir el juego un poco más, podría descubrir algo más de él. Isaac no
parecía muy dado a compartir información acerca de sí mismo. Era
difícil conocer a alguien de esa manera.
—¿Por qué?— Jory preguntó mientras cruzaba los brazos sobre el
pecho.
—¿Cómo lo sabes?— Isaac frunció el ceño.—¿Has bajado ahí?
—No, no veía ninguna razón, bueno, hasta ahora, para ir a tu
sótano. Mi abuela dice que lleves a tu primo a la jaula hasta que
llegue el tío Roland por él.
—¿Cómo sabe ella sobre eso?
—Ella es bruja, tienen sus maneras para saber cosas. Yo aprendí a
no preguntar… hace que la cabeza me duela demasiado cuando lo
hago. —Jory se apoyó en el respaldo de la silla, viendo a Isaac
acercarse.—Pero tú evadiste la pregunta. ¿Por qué tienes una jaula
de hierro en tu sótano? ¿No son los demonios alérgicos al hierro o
algo así?
—Sí, el hierro puede matarnos. Sin embargo no toda la jaula es de
hierro. Solo las barras y la puerta. El resto está hecho de acero. Solo
nos lastimaría si tratáramos de salir.
Jory inclinó la cabeza de un lado como evaluando al hombre.
Sospechaba que el hierro mataba a los demonios por lo que encontró
en sus investigaciones, pero nunca fue capaz de confirmar su
sospecha. Ese no era un conocimiento común. 87
—Entonces, si tú eres demonio, ¿por qué tienes una jaula de hierro
en tu sótano? ¿Tratabas de cometer suicido?
—No exactamente.
—¿Entonces qué exactamente?— Jory sentía como si tratara de
arrancarle los dientes sin anestesia. Él estaba un poco sorprendido
cuando Isaac tomó una profunda respiración y se dejó caer en una de
las sillas del comedor. Se veía derrotado, resignado. Él no se veía
como un demonio en su forma humana. ¿Isaac?
—Bueno, los demonios son como tus mitológicos werelobos.
Nosotros, um, nos transformamos una vez al mes en luna llena.
Jory frunció el ceño. Su abuela dijo algo acerca de ir a visitarla el fin
de semana antes de la luna llena. ¿Sabría ella cosas acerca de los
demonios que él no sabía?
También recordó que ella dijo algo acerca de la ceremonia de
compromiso, pero él decidió que ellos podrían tratar ese tema en
otro momento. Necesitaba ver si había algún lazo entre él e Isaac
primero.
—Entonces te transformas en la luna llena, ¿y eso qué?
—Nosotros no tenemos exactamente control sobre nosotros
mismos durante ese periodo. La jaula es donde tengo que estar
cuando sea luna llena. Es seguro.
—¿Para quién?
—Para ti.

88
Capitulo nueve

Jory parpadeó varias veces, viéndose tan confundido como Isaac se


sentía hace un momento.
—¿Puedes explicarme esa declaración? 89
—Estamos vinculados.
—Sé eso —Jory bufó.—¿Por qué infiernos crees que estamos aquí
hablando? ¿Qué en el infierno tienen nuestros lazos que ver con que
te transformes en demonio una vez al mes?
—Porque cuando yo me transforme, mi naturaleza de demonio
puede hacer que te caze sin importar en dónde estés, maldición.
Tendré la necesidad de encontrarte y joderte. No tendré ningún
control sobre lo que haga y no podré detenerme.
—Isaac —Jory dijo mientras movía la mano entre ellos.—Si solo he
estado aquí dos semanas, ¿cómo es posible que sepas eso? No
estamos en luna llena.
Isaac resopló y giró los ojos. Él se sirvió una bebida y se la trago. El
líquido quemó en su garganta, pero tosió para evitar seguir hablando
con Jory mientras ordenaba sus pensamientos.
Isaac golpeó su pecho varias veces, entonces se giró de frente a
Jory solo para encontrar que el hombre estaba de pie a su lado. Isaac
casi salta de la sorpresa, pero se controló antes de hacer el ridículo.
—¿Necesitas un trago?
—No, y preferiría que tú tampoco bebieras ahora. No sé cuánto
tardará el tío Roland en llegar y puede ser útil que mantengamos un
ojo en el chico que trató de matarnos.
—O podemos llevarlo al sótano como tu abuela sugirió.
—Eso fue menos que una sugerencia y más una orden.
Jory se rió, su cara repentinamente formó una sonrisa—. La abuela
realmente no da sugerencias.
—Es bueno saberlo.
—Bajemos a Desmond, y entonces podremos terminar esta
conversación, sin que nadie nos oiga.
Isaac asintió y caminó hacia donde su primo estaba acostado en el 90
suelo viéndolos.
—Entonces primo, ¿estás listo para ir a jugar abajo, hasta que
llegue quien se encargará de ti?
Desmond gruñó, pero en ese momento era incapaz de hablar
debido al hechizo. A Isaac no le molestaría que se quedara de esa
manera. A él realmente no le interesaba nada que Desmond dijera.
—¿Puedes transformarte y levantarlo, o necesitaremos que alguien
nos ayude?— preguntó Jory llegando al lado de Isaac.
—Puedo levantarlo, pero si lo hago, ¿podría romperse el hechizo
que lo sostiene?
—Podría.
—¿Podría?— No era exactamente la respuesta que Isaac quería.
Jory se encogió de hombros.
—Te dije que no soy brujo. No soy experto en hechizos. Pero
imagino que si la abuela dijo que lo lleváramos al sótano, ella sabe lo
que dice.
—Bueno, espero que la abuela sepa lo que dijo, o nosotros
estaremos en un gran problema en el segundo que rompa el círculo
sagrado con Desmond.
Isaac no esperó la respuesta de Jory antes de cruzar el círculo de sal
y levantar a su primo en sus brazos. Levantó al demonio fácilmente y
lo lanzó a su hombro, entonces señaló con la cabeza hacia Jory.
—¿Listo?
Jory asintió.
Isaac cuidadosamente salió del círculo sagrado de sal.
Cuando nada sucedió, él siguió hacia la puerta del sótano. Isaac
podía oír a Jory seguir detrás de él mientras bajaba los escalones de 91
cemento que lo llevarían a la jaula de hierro en el sótano.
Cuando llegó a la puerta, Isaac se detuvo a cierta distancia y vio a
Jory.
—¿Te molestaría sostener la puerta?
La esquina de la boca de Jory se elevó en una cínica sonrisa
mientras abría la puerta de la jaula. Isaac levantó hacia Jory su dedo
medio mientras caminaba a su lado llevando a Desmond al interior de
la jaula.
Un momento después salió de la jaula sin Desmond y señaló hacia
la puerta.
—Ahora puedes cerrarla.
—El hierro realmente te daña, ¿no es así?— Jory preguntó mientras
cerraba la jaula.
—Un mínimo contacto con el hierro no puede matarme, pero me
lastima como un hijo de perra. Me toma días sanar una quemadura
por hierro. El total contacto con el hierro podría matar a un demonio.
—Siempre es bueno tener información en caso de que llegue otro
demonio.
—No es necesario. La mayoría de los demonios solo quieren que los
dejen en paz para vivir sus vidas. No nos gusta ser invocados. No nos
gusta que nuestra libertad sea tomada por alguien más.
—Pensé que el que estuvieras enlazado conmigo significaba que
nadie puede invocarte.
—Tú aún puedes invocarme.
—Oh.
Sí, ahí no había mucho qué decir. Isaac se giró y subió las escaleras.
Recorrió el pasillo hacia el estudio. Parecía ser el mejor lugar para su
conversación si ellos querían privacidad.
—¿Estás seguro de que no quieres una bebida?— Isaac preguntó 92
mientras entraban en el estudio.
—Quizás después. Justo ahora, creo que tenemos algo… ¿Qué es
eso?
Isaac se giró y vio el suelo en donde Jory señalaba. Vio una libreta
de piel café, tan pequeña como una rebanada de pan, bajo una silla.
Se inclinó y la levantó y empezó a recorrer las hojas.
—Es un tipo de libro.
—¿De Desmond?
—Esa sería mi suposición. No reconozco esto. —Pero Isaac
reconoció varias palabras escritas en las páginas y lo que vio hizo que
se le helara la sangre.
—Isaac, ¿qué sucede?
—Son todos los nombres —murmuró cuando sintió la mano de Jory
apretando su hombro.
—¿Nombres? ¿Qué nombres?
—Los verdaderos nombres de los demonios.
—Isaac, ¿para qué tendría tu primo un libro con los verdaderos
nombres de los demonios?
Isaac negó con la cabeza, no porque no supiera sino porque estaba
impactado por la conclusión a la que él había llegado.
Había solo una razón para que tuviera un libro lleno de los
verdaderos nombres de los demonios.
—Él está usando de algún modo esos nombres. —Isaac se encogió
de hombros desamparadamente—. Los está vendiendo,
entregándolos, comerciando con ellos, no sé, pero solo puedo pensar
en una razón para que él tenga esos nombres. Los usa para invocar a
los demonios.
—¿Crees que es por eso que fuiste invocado?
Buena pregunta. Isaac tomó el libro y pasó rápidamente las hojas 93
hasta que encontró su nombre. No estaba tachado pero tenía una
estrella a su lado. Isaac también reconoció varios nombres familiares,
algunos estaban tachados y otros además tenían una estrella y otros
solo tenían la estrella.
Isaac colocó el libro en la mano de Jory y se dirigió al bar por otra
bebida. Él no creía que Jory pudiera regañarle por tomar un trago una
vez que Isaac le dijera lo que había descubierto.
Dejando el vaso vacío en la barra, Isaac tomó una profunda
respiración y se giró hacia Jory. El hombre recorría el libro, página por
página. Se veía confundido, pero Isaac no creía que lo estuviera por
mucho tiempo.
—Esos nombres que están tachados en el libro… —dijo Isaac—.
Todos esos demonios están muertos, fueron invocados y murieron
durante el ritual.
—¿Qué?— Jory levantó la cabeza, su cara pálida, sus ojos más
abiertos.
Isaac asintió.
—Y los que tienen la estrella son demonios enlazados como yo.
—Entonces, ¿todo eso de Desmond atacándote no era realmente a
ti?
—No lo sé, pero si ese libro dice algo, él estaba tratando de
asegurarse de que estuviera muerto. Quizás su odio y sus celos
motivaron sus acciones, pero él me quería muerto.
—¿Pero cómo sabía que estábamos enlazados?
—Tú le dijiste, ¿recuerdas?
—¿Yo?
—Es obvio que si él fue quien te compró las cervezas la noche que
te secuestraron de algún modo estaba involucrado en el ritual, y
entonces le dijiste que estabas en serio con alguien, él 94
probablemente sumó dos más dos.
—¿Crees que él estaba ahí esa noche?
—Apostaría mi dinero en ello.
—¿Qué hacemos con esto?— Jory preguntó levantando el libro—.
No podemos dejar que esto caiga en manos de nadie, Isaac. Los
demonios podrían empezar a caer como moscas por todo el lugar.
Esto es como un quién es quién en el mundo de los demonios.
Isaac llevó las manos a su cabello, agitado y confundido.
—No sé.
Jory lo vio fijamente un momento. ¿Qué es lo que esperaba ver? Un
momento después, Jory asintió y se dirigió a la chimenea.
—¿Tienes cerillos?
—Tú… —Isaac tragó saliva.—¿Quieres quemarlo?
—¿Puedes pensar en una mejor manera de deshacerte de esto?
—Jory, ¿te das cuenta que en ese libro está el verdadero nombre
de virtualmente todos los demonios, verdad? Quien sea que controle
ese libro controlará a los demonios. Eso puede significar un enorme
poder y riqueza.
—Sí. —Jory se robó parte del corazón de Isaac, que no sabía que
tenía en ese momento cuando le sonrió.—Entonces, ¿tienes cerillos?
Isaac sonrió mientras se dirigía a la chimenea, abría una pequeña
caja y sacaba una caja de cerillos. Se colocó en cuclillas al lado de Jory
y le dio la caja.
Jory tomó el cerillo y lo encendió. Sostuvo el cerillo y el libro y se los
ofreció a Isaac.
—¿Quieres tener el honor?
Isaac tomó el cerillo e incendió la primera página. Antes de que la
flama terminara de incendiar la primera página, las otras fueron
atrapadas por el fuego. Humo negro se levantó en el aire mientras el 95
libro lentamente empezaba a consumirse.
Jory lanzó el libro a la chimenea, entonces se sentó en su culo.
Cerró sus manos alrededor de sus rodillas dobladas. Isaac se sentó al
lado de él viendo quemarse el libro de los demonios.
—¿Crees que Desmond sabía que estábamos enlazados?
Isaac se sobresaltó ante la repentina pregunta de Jory. Vio al
hombre viendo las flamas de la chimenea. No se veía preocupado. Su
cara de veía pálida pero no se veía confundido.
—Supongo que todo es posible.
—¿Lo sabías?
—No realmente. Quiero decir, sabía que me gustaba tu olor cuando
estabas colgado, pero no creí que estuviéramos enlazados hasta que
te oí hablarme en la mente. —Isaac se encogió de hombros—. Nunca
nadie me había hablado de esa manera.
—Yo te oí hablarme; es por eso que te contesté. Sentías tanta pena
por lo que ibas a hacer, y sabía por lo que mi abuela me había dicho,
que cuando alguien es invocado, no tienen elección. Solo me sentía
mal por ti.
—Y terminaste enlazándote. —Isaac se rió nervioso—. Apuesto que
no esperabas eso.
—Creo que un poco de mi abuela está en mí. Sabía cuando te vi a
los ojos que podía confiar en ti, que no me lastimarías sin importar lo
que te obligaran a hacer.
—¿Te arrepientes?— Isaac sostuvo la respiración esperando la
respuesta de Jory. El silencio entre ellos se extendió por un momento
antes de que Jory negara con la cabeza.
—Exactamente, no me arrepiento. Sabía en lo que me estaba
metiendo. Solo esperaba que las cosas entre nosotros fueran un poco
diferentes de lo que son. 96
Isaac tomó sus manos juntándolas y las apretó.
—¿Todo esto es por quién jode a quién?
Jory se rió y se inclinó hacia atrás apoyándose en sus manos.
—No creo que sea tan fácil. Quién jode a quién es solo la
manifestación del problema entre nosotros. Si no puedes tratarme
como igual, entonces vamos a pasar momentos difíciles estableciendo
cualquier tipo de relación entre nosotros.
Isaac dobló sus piernas y se inclinó hacia adelante.
—¿Qué te hace pensar que no te veo como igual?
—Porque tú esperas que yo sea el pasivo todo el tiempo. ¿Tengo
que darte mi sangre y mi culo? No me parece un intercambio muy
justo. Ya acepté renunciar a mi vida y vivir aquí contigo. ¿Qué más
quieres?
—Nunca te pedí que renunciaras a tu vida.
—Entonces qué, ¿te vas a mudar a mi departamento de una
recámara y vivir conmigo? ¿Dónde infiernos planeas instalar a
Manning? ¿En el armario?
—Si es lo que quieres hacer, entonces lo haremos. Me mudaré a
donde quieras.
Jory abrió más los ojos.
—¿Realmente quieres decir eso, no es así?
—Claro, solo porque estamos enlazados no significa que tenga
derecho a usurpar toda tu vida. Quiero que seas feliz.
—¿Entonces por qué no me dejaste joderte?

97
Capitulo diez

—Porque quieres controlarme!— Isaac gruñó, poniéndose de pie,


ante la gran sorpresa de Jory.
—¿De qué infiernos hablas?— Jory preguntó poniéndose de pie y 98
enfrentando a Isaac. —Nunca traté de controlarte.
—¡Lo hiciste!
—¿Cuando?— Jory preguntó extendiendo sus brazos.
—Cuando estábamos juntos en la cama, y me forzaste a colocar mis
manos en la espalda y me dijiste que no me moviera hasta que tú
dijeras.
—¿Y?
Jory vio cómo Isaac abría la boca y repentinamente la cerró y su
cara se ruborizó a rojo vivo. Jory tenía un mal presentimiento en la
boca de su estómago.
—Y supongo que no tenemos nada más que decir.
—¡Isaac!
La confusión de Jory luchaba con su ira cuando Isaac lo ignoró y se
dirigió a la puerta.
—Isaac, ¿a dónde vas?
Necesitamos seguir hablando.
Isaac siguió caminando.
—Isaac, detente.
Aún no hubo respuesta del hombre.
—Issachar, ¡detente!
Las cejas de Jory se elevaron cuando Isaac se detuvo donde estaba
como si se hubiera golpeado contra una pared invisible.
Jory lentamente caminó hacia el hombre, sin saber qué esperar.
Una mandíbula tensa no era eso.
—¿Y dices que no quieres controlarme?— Isaac bufó, en el
momento que Jory llegó frente a él.
—¿De qué estás hablando?
—Tú solo no puedes evitarlo, ¿no es así?— Isaac veía a Jory de
arriba abajo.—Eres un humano. Supongo que no debería esperar más 99
de ti. Todos los humanos son iguales. Ellos anhelan el poder como
una droga. No tienen idea de lo que se siente ser esclavo de los
caprichos de otra persona.
—¿Cómo infiernos te controlo? Sí, quiero hablar contigo. Sí, quiero
que esto funcione. Pero si tú estás tan jodidamente en contra de esto,
entonces déjalo. Te mandaré mi sangre embotellada regularmente y
nunca nos veremos el uno al otro de nuevo.
Las palabras quebraron el corazón de Jory, pero Isaac obviamente
no lo quería, y ningún ruego de su parte podría cambiar eso. Jory
cerró sus manos en un puño mientras se giraba y de dirigía a la puerta
para irse.
No había nada más que decir.
—Jory, espera —Isaac dijo suavemente.
Jory ignoró a Isaac como el hombre lo había ignorado a él y siguió
caminando hacia la puerta.
—¿Por favor?
Jory se detuvo con su mano en el pomo de la puerta y apoyó la
cabeza en la madera de la puerta. Esperó a que Isaac dijera su punto,
así él podría irse. Él no quería ver al hombre de nuevo. Eso podría ser
suficiente para que perdiera lo último de su control.
—Creo que ya sé dónde está nuestro problema.
Jory se giró, impactado ante las palabras.
—¿Qué quieres decir?
—¿Nosotros no hablamos de lo mismo?
—Estoy muy seguro de que lo hacemos. Tú no quieres tratarme
como un igual. Crees que yo quiero controlarte cuando lo único que
quiero de ti es la oportunidad de tener una relación contigo. No
quiero que mi sangre sea lo único entre nosotros.
—Por favor, escúchame. —Isaac lamió sus labios.—Cuando tú me 100
llamaste con mi nombre verdadero, ¿qué es lo que querías de mí?
Jory movió la cabeza hacia atrás mientras veía fijamente a Isaac.
—Quería que te detuvieras.
—¿Te das cuenta que cuando usas mi nombre verdadero, tengo
que obedecerte?
—¿Qué-qué?
—¿Recuerdas que te dije que soy tu demonio ahora?
Jory asintió.
—Eso significa que siendo tu demonio tengo que hacer
exactamente lo que tú me digas que haga cuando usas mi nombre de
demonio.
Jory caminó hacia atrás hasta que sintió el borde de una silla y se
sentó.
—Entonces, ¿me estás diciendo que todo el tiempo que usé tu
nombre de demonio yo te estaba obligando a seguir mis órdenes?
—Eso es exactamente lo que estoy diciendo.
Jory negó con la cabeza. Su boca estaba abierta, pero él no podía
lograr tener la fuerza necesaria para que saliera una sola palabra de
su boca. Sabía que estaba enlazado a Isaac. Incluso sabía que
necesitaba compartir su sangre con el hombre. Él no tenía idea de
que realmente estaba ordenándole a Isaac. Nunca hubiera utilizado el
nombre de demonio de Isaac si lo hubiera sabido.
—Oh, Isaac, yo… —Jory negó con la cabeza de nuevo viendo a
Isaac.
Isaac tomó sus manos, arrodillándose entre sus piernas.
—Lo siento tanto —dijo Jory—. No lo sabía. Lo juro. Solo trataba de
captar tu atención usando tu verdadero nombre. Yo nunca lo hubiera
hecho si…
—Estoy empezando a entender todo esto —dijo Isaac, colocando su 101
dedo sobre los labios de Jory—. Eso es por lo que yo estaba tan
enojado cuando estábamos en la cama. Pensé que tratabas de forzar
una respuesta de mí, especialmente cuando me ordenaste colocar las
manos detrás de mi espalda.
—No, solo no quería que tocaras tu pene. —Jory sintió su cara
ruborizarse un poco al recordar cuán maravilloso se sentía cuando él
le estaba haciendo el amor a Isaac—. Aunque yo quería que
respondieras, nunca te hubiera forzado a nada, necesitaba
asegurarme que lo que estábamos haciendo es lo que tú querías.
—Así era. Yo solo estaba asustado. No estaba listo para verbalizar
lo que quería y tú seguías exigiendo una respuesta…
—¿Tú lo querías?
—Para ser honesto, aún no estoy seguro qué sucedía. Solo sé que
nunca sentí las cosas que tú me hacías sentir. Aunque, eso era… era…
—Isaac se lamió los labios, entonces los presionó juntos como si
perdiera las palabras.
—¿Si yo te prometo no usar tu nombre de demonio, podrías
considerar intentarlo de nuevo?
La cara de Isaac se llenó de color.
—Sí —murmuró.
Jory no esperó a que Isaac dijera más. Envolvió su mano alrededor
del cuello del hombre y lo jaló más cerca. Su boca cubrió
hambrientamente la de Isaac. Con gran sorpresa de Jory, Isaac gimió y
se empujó dentro de los besos, su lengua fue hacia la de Jory. Los
labios de Isaac eran suaves y calientes, enviando espirales de éxtasis a
través de Jory.
Jory alejó la boca de la de Isaac y vio al hombre arrodillado entre
sus piernas. Pasó su dedo por la seda de la camisa de Isaac.
—¿Supongo que no puedo decirte que te quites la ropa? 102
Isaac sonrió.
—Creo que puedes decirme que me quite lo que sea.
A Jory se le quedó atrapado el aliento mientras jalaba a Isaac para
que se pusiera de pie y se apartara un paso. Él lo veía con el hambre
de la anticipación, mientras Isaac comenzaba a desabotonarse su
camisa. El suave y desnudo pecho revelado con cada botón abierto
hacía que Jory prácticamente babeara.
Su pene estaba tan duro que pensó que podría desgarrar los
pantalones. Sin quitar los ojos del festín que era revelado ante sus
ojos, Jory desabotonó su propia camisa y la bajó sobre sus hombros
justo al mismo tiempo que Isaac dejaba que la suya cayera al suelo.
—Eres jodidamente sexy, Isaac Braden.
—Me alegra que lo creas —Isaac dijo mientras alcanzaba el cierre
de sus pantalones. Isaac arqueó una ceja y una lenta sonrisa se formó
en sus labios.—Tú no estás tan mal, Jordan Daniels.
La mirada de Isaac taladraba la de Jory en silencio esperando a que
ambos bajaran el cierre de sus pantalones al mismo tiempo. Jory se
reía mientras se quitaba los zapatos y se retorcía para quitarse sus
pantalones. Isaac hacía lo mismo. Probablemente ellos se veían como
dos grandes tontos mientras trataban de quitarse la ropa sin quitar la
vista uno del otro. Ninguno quería alejar la mirada.
Finalmente ambos estaban desnudos, Jory aún sentado en la silla,
Isaac de pie a un paso de distancia. Jory le hizo señas con la mano.
—Ven aquí, lindo.
Isaac se acercó y colocó sus manos en los hombros de Jory.
—¿Te he dicho lo mucho que me gusta cuando me dices lindo?
—¿En serio?
Isaac asintió.
—¿No es demasiado de chicas para ti?— Jory se preocupó por eso. 103
—No.
—Entonces está bien.
Había un hormigueo en la punta del estómago de Jory cuando tomó
las caderas de Isaac y lo acercó un poco. Veía los ojos grises de Isaac
mientras abría la boca y envolvía la cabeza del pene del hombre.
Isaac gimió, entonces tensó sus labios, su cuerpo se estremeció un
poco, pero él no se atrevió a alejar la mirada de la de Jory.
—Maldición, tu boca se siente como caliente seda.
Jory hubiera podido sonreír, pero estaba demasiado ocupado
tragando el largo eje en su boca. Con lo mucho que pudiera gustarle
intentarlo, parte de Jory estaba agradecido de que Isaac no estuviera
en su forma de demonio ahora. Recordaba lo malditamente grande
que era el pene del hombre cuando estaba en su forma de demonio y
no creía que sus labios pudieran rodearlo.
Presemen escurrió del pene de Isaac y explotó en la lengua de Jory.
Se apartó y dejó que el pene del hombre saliera de sus labios. Isaac
gruñó en protesta y se empujó hacia adelante, su pene contra el
mentón de Jory.
—Abre tus piernas, lindo.
Isaac arqueó una ceja viendo hacia Jory, pero hizo lo que se le pidió.
Jory sonrió y pasó la punta de sus dedos sobre la cabeza del pene de
Isaac, tomó algunas gotas del presemen.
Jory sabía que Isaac captó la idea cuando la risa del hombre llenó el
cuarto. Jory solo sonrió y llevó entre las piernas de Isaac el lubricante
natural hacia la apretada entrada del hombre.
Jory repitió la acción varias veces, lamiendo el pene de Isaac entre
barridas de presemen. Cada vez que pasaba sus dedos por el agujero
de Isaac, presionaba un poco más hasta que sus dedos se deslizaron
en el interior sin esfuerzo. 104
Isaac empezó a moverse hacia él, empujándose sobre las puntas de
los pies y luego bajando. Jory no estaba seguro de que Isaac
realmente supiera que se estaba empalando, pero él no lo iba a
mencionar. Él solo siguió chupando el pene del hombre,
distrayéndolo de lo que sucedía hasta que pudo meter cuatro dedos
en el interior del culo de Isaac.
Jory finalmente se recargó en su silla y tomó el pene de Isaac entre
su mano. Acarició el duro eje queriendo más del lubricante natural.
Las caderas de Isaac se tensaron empujándose hacia atrás
empalándose en los dedos de Jory.
—Jory, por favor.
—Está bien, lindo, lo tendrás. —Jory rápidamente tomó una gran
cantidad de presemen de la cabeza del pene de Isaac y frotó el
lubricante sobre su propio eje. Podía sentir las afrodisiacas gotas del
semen inmediatamente incrementar su excitación.
Jory pensó que su cuerpo podría entrar en combustión.
Se deslizó hacia abajo un poco en su silla, agarrando el pene en su
mano.
—Ahorra sube, lindo.
Isaac pareció confundido un momento, entonces una gran sonrisa
se formó en sus labios. Se montó a horcajadas en los brazos de la silla
y se aferró al respaldo con sus manos. Jory guió la cabeza de su pene
al interior mientras Isaac bajaba lentamente.
—Tómate el tiempo que necesites, lindo. —Jory apretaba los
dientes mientras habló, pero él nunca haría nada que lastimara a
Isaac. Lo quería duro y rápido y lo quería ahora. La espera lo estaba
matando.
Por la manera en que Isaac se mordía los labios mientras la cabeza
del pene de Jory pasaba los anillos de músculos la espera valía la 105
pena. Isaac se movía lentamente, tomando centímetro a centímetro
del largo eje de Jory hasta que finalmente estuvo sentado, empalado,
totalmente, en el regazo de Jory. Isaac se congeló, su cabeza cayó
hacia atrás.
—Joder, esto es… esto es justo… —Isaac gimió.
Jory sonrió cuando Isaac lo vio.
—¿Estás listo?
Isaac asintió y Jory se movió. Lentamente levantó a Isaac, entonces
la gravedad se hizo cargo. Los gemidos de Isaac pasaron de bajos a
altos mientras se hundía en el pene de Jory. El sonido intensificó la
excitación de Jory.
La sensación del cuerpo de Isaac tomándolo envió a Jory casi al
borde la primera vez que se hundió en él. Para la tercera vez, Jory
olvidó que él iba a ir lento y se empujaba hacia Isaac cada vez que el
hombre se levantaba.
—Por favor, Jory, déjame… —Las palabras de Isaac se
interrumpieron pero su mirada estaba en su blanco, el cuello de Jory.
Jory sabía lo que el hombre quería, y él voluntariamente lo entregaba,
inclinó la cabeza a un lado.
Jory gritó, sus manos se aferraron a las caderas de Isaac mientras el
agudo dolor explotaba en su cuello. En el momento en que Isaac
comenzó a chupar el dolor desapareció, reemplazado por un placer
tan intenso que Jory sabía que solo lo había sentido una vez en su
vida… la última vez que Isaac había tomado su sangre de él.
—Por vuestra esencia de vida, vosotros se sustentarán, —Jory
murmuró en la mente de Isaac.
—Sí, Mo chuisle, mo chroí, mo shíorghrá, —Isaac contestó mientras
extrajo sus colmillos y cubría la boca de Jory con la suya. 106
Jory saboreó su propia sangre mezclada con el dulce y único sabor
de la esencia de Isaac. Profundizó esos besos, empujó su lengua
dentro de la boca de Isaac mientras su pene se empujaba en el
cuerpo de Isaac.
—Mi pulso, mi corazón, mi eterno amor, —Jory en silencio tradujo
las palabras que Isaac le envió y las repitió. —Por tus votos, sin
embargo yo los ordeno».
Isaac se detuvo ante las palabras de Jory. Jory no dudaba que el
hombre creía que iba a repetir las palabras del lazo. Isaac estaba
equivocado. Isaac estaba equivocado en muchas cosas.
Jory solo tendría que mostrárselo. Jory levantó a Isaac a sus brazos
y salió de la silla. Cuidadosamente lo acostó en la alfombra y lo cubrió
con su cuerpo. Acomodándose entre los muslos de Isaac, sus cuerpos
aún conectados, Jory comenzó a empujarse dentro del hombre.
Su hambre lo comía. Él necesitaba ver el placer de Isaac tanto como
necesitaba enterrar su pene en el apretado agujero del hombre.
Ambos eran tan imperativos como respirar. Los nublados ojos de
Isaac fijos en él, aferró sus manos en los hombros de Jory y se arqueó
para mostrarle lo que necesitaba.
—Por la fértil semilla que nutre, —dijo Jory. —Nútreme Isaac. Dame
lo que quiero.
Jory bien podría haber dicho el nombre de Issachar. Él gritó y su
cuerpo se manchó con el caliente chorro entre sus cuerpos. Jory
gimió cuando sintió los músculos internos de Isaac aferrarse a él,
hasta que casi no podía moverse.
Jory se inclinó hacia adelante y le mostró a Isaac otra cosa en la que
estaba equivocado. Él permitió que sus ojos se oscurecieran, el blanco
se desangró hasta volverse negro puro. Sus colmillos descendieron y 107
sonrió justo en el momento que oyó a Isaac inhalar antes de que él
encajara sus dientes en el cuello de Isaac.
Caliente y dulce sangre explotó en la lengua de Jory un segundo
antes de que él hiciera erupción en el interior del hombre, chorro tras
chorro de semen llenaron a Isaac. Jory siguió empujándose
profundamente dentro del apretado culo de Isaac hasta que las
últimas gotas de su liberación fueron exprimidas de su cuerpo por los
músculos internos del hombre.
Finalmente, sin saber qué esperar después de su gran declaración,
Jory levantó la cabeza y vio la cara del demonio con el que se había
enlazado. Isaac lo veía con muda sorpresa.
—Los vampiros no son mitos, Issachar.
Capitulo once

Isaac no podía dejar de mirar fijamente a los colmillos blancos


brillantes en la boca de Jory.
—Son de verdad? 108
—Por supuesto que son reales.— Jory rió mientras se salía de Isaac,
ambos se quejaron por la pérdida de conexión y rodó hasta el lado de
Isaac, apoyando su cabeza en su mano. —Acabas de sentirlos en el
cuello, ¿verdad?
Isaac se estiró y se frotó los dedos sobre los pinchazos gemelos en
la garganta. Se estremeció cuando él pasó los dedos por la marca de
picadura y sintió que su polla dio un tirón como si tratara de volver a
la vida. Eso fue interesante.
Jory se sentó allí mirándolo, calmado como podría estar mientras
Isaac sentía como si la base misma de su mundo estaba temblando. Él
tragó saliva y luego se acercó para deslizar un dedo por un reluciente
colmillo blanco.
Sí, eran reales.
—¿Cómo es que no supe de esto? — Susurró.
Jory se rió entre dientes.
—Probablemente por lo mismo que yo no sabía que podía
controlarte una vez vinculados. Falta de información —Jory se
encogió de hombros cuando Isaac se le quedó mirando. —Vampiros
tienden a permanecer en las sombras.
Isaac sonrió.
—Demonios viven en las sombras.
—Como que eso nos hace uno para el otro, ¿no es así?
Isaac estaba a favor de esa idea. Comenzó a inclinarse para besar a
Jory cuando alguien llamó a la puerta del estudio. Él gimió dejando
caer su cabeza hacia abajo contra el hombro de Jory. Él no quería ser
interrumpido en este momento. Además del hecho de que él tenía la
esperanza de tener sexo de nuevo, medio que sentía como que él y
Jory necesitan este tiempo para vincularse. 109
Tenían un montón de cosas para hablar como los acontecimientos
recientes habían demostrado.
Jory rió mientras dio un beso en la parte superior de la cabeza de
Isaac.
—Será mejor que vaya a responder antes de que Manning perfore
un agujero a través de la puerta.
Isaac tuvo el impulso extraño de hacer pucheros. De mala gana, se
incorporó y alcanzó por su ropa. La última cosa que quería hacer era
estar vestido, pero sabía que Jory tenía razón. Manning estaba
llamando a la puerta como si su vida dependiera de ello.
—Puede que desees vestirte, entonces — Isaac dijo mientras se
levantaba y tiró de sus pantalones por sus piernas. Se estremeció un
poco con el dolor de su culo, pero era un buen tipo de dolor. El
deslizamiento entre las mejillas de su culo, por otra parte, no era algo
por lo que estaba a favor.
Sosteniendo sus pantalones con una mano, Isaac se acercó al baño
privado fuera de su estudio. Mojó una toalla y alcanzó para pasarla
entre sus mejillas cuando la toallita fue quitada de su mano.
—Privilegio de Compañero vinculado, — dijo Jory cuando Isaac lo
miró con una ceja levantada.
A pesar de que acababa de tener el pene del hombre en su culo,
Isaac todavía se sonrojó cuando Jory le limpió. Como nunca había sido
fondo antes, él era el que por lo general limpiaba a su amante. Nunca
tuvo tenía a alguien que lo haga por él. Fue un poco desconcertante.
—No te preocupes, lindo — Jory dijo a través de su vínculo mental,
—Estoy seguro de que habrá momentos en los que harás esto por mí.
—Sí? — Isaac todavía no podía mirar al hombre a la cara. Él se
ocupó subiéndose los pantalones y comprimiéndolos hacia arriba.
Algo de la tensión desapareció de sus hombros cuando Jory aseguró 110
su camisa para a él. —Gracias.
—A cualquier hora, lindo.
Isaac dudaba que alguna vez fuera a acostumbrarse al cosquilleo
que se formó en la boca del estómago cuando Jory le llamó lindo.
Ninguno de sus amantes del pasado nunca se había preocupado lo
suficiente como para darle un nombre cariñoso como su compañero
vinculado lo hizo.
Le tomó cada onza de autocontrol a Isaac para salir del cuarto de
baño cuando los golpes de Manning se hicieron más fuertes en vez de
quedarse y sorprendido frente a Jory cuando el hombre terminó de
limpiarse a sí mismo. Era una cosa cercana. Jory era precioso.
Cuando llegó a la puerta del estudio, Isaac miró por encima del
hombro para asegurarse de que su compañero vinculado estaba
completamente vestido antes de girar y abrir la puerta.
—¿Qué es tan importante que debes interrumpirme cuando estoy
en unión con mi compañero?
—Por favor, perdone la interrupción, Maestro —respondió
Manning. —El tío Roland del Amo Jordan llegó.
—Cierto.— Maldición. —Gracias, Manning. Estaremos ahí.
Manning dio una pequeña inclinación de cabeza.
—Por supuesto, Maestro.
Isaac cerró la puerta antes de volverse para ver si Jory estaba listo
para salir.
—Tu Tío está aquí.
Jory sonrió.
—Oh, bien.
—Es un vampiro también?
—Sí. En mi familia, ya sea que se nace una bruja o naces un
vampiro. 111
Isaac ladeó la cabeza.
—¿De verdad?
Jory asintió.
—En la mayoría de los casos, si eres un chico, eres un vampiro. Si
eres una mujer, eres una bruja. No estoy diciendo que siempre
sucede de esa manera porque tengo este tío que no tiene siquiera un
indicio de colmillos, pero él puede asar tus nueces a través de toda
una habitación. Eso es sólo la forma en que por lo general va.
—Tú puedes lanzar hechizos, — Isaac señaló. —Pero tienes
colmillos.
—Sí, bueno, soy especial.
Isaac se rió entre dientes.
—Sí, lo eres.— Su compañero vinculado era muy especial. —Dime
de tu tío, — dijo mientras abría la puerta y luego la mantuvo abierta
para Jory. —Se puede confiar en él? — Tan rápido como Jory había
caminado más allá de él, se dio la vuelta, golpeó una mano en el
pecho de Isaac, y lo empujó contra el marco de la puerta.
—Nadie es de fiar con tu verdadero nombre, ¿entendido?
Con los ojos bien abiertos, Isaac asintió.
—Entendido.
—Mira.— Parte de la tensión desapareció del cuerpo de Jory, pero
no toda ella. —Yo confío en mi tío. Confío en la mayoría de los
miembros de mi familia. Salvo algunas excepciones, la mayoría de
ellos son buenas personas. Pero no estoy tomando ningún riesgo con
tu vida. Tu verdadero nombre permanece entre tú y yo.
Algo largamente congelado en el pecho de Isaac se rompió y
comenzó a calentarse con las palabras de Jory.
—Está bien, Jory. Vamos a mantenerlo entre nosotros.
—Bien. — Los ojos verdes de Jory brillaron con algo primal, algo 112
que hizo a Isaac tener serios pensamientos sobre volver hasta su
habitación en lugar de a su encuentro con el tío Roland.
Cuando el hombre lo agarró del cuello y lo tiró más cerca, Isaac
voluntariamente abrió la boca para la próxima invasión. Joder, que
era como besar un enchufe de luz. Isaac sintió un tirón a través de su
sistema, golpeando cada nervio y difundiendo el placer por todo su
cuerpo. Él podía sentir la dureza de la erección de Jory frotarse contra
él.
—Podría venirme de solo tus besos, mi chuisle, — Isaac murmuró
cuando Jory levantó la cabeza.
Jory inclinó la cabeza hacia un lado, un ceño interrogativo cruzó su
cara.
—¿Por qué me llamas tu pulso?
—Porque Eres mi Pulso, Jory. Recuerdas las palabras que te dije,
mochuisle, mochroí, moshíorghrá.
—Mi pulso, mi corazón, mi amor eterno, — Jory tradujo fácilmente.
—Debido a que se considera un vínculo de sangre sagrado, los
demonios se refieren a sus compañeros como mi chuislemochroí. El
Pulso de mi Corazón.— Isaac llevó la mano al pecho de Jory, justo
sobre el corazón. —Para un demonio, para mí, aquí es donde tú vives.
Como ahora estamos vinculados, tú eres lo único que mantiene mi
corazón bombeando. Sin ti, yo soy nada.
La respiración de Jory se enganchó y sus ojos se oscurecieron aún
más, brillando con una emoción sin nombre.
—Oh, las cosas que dices, lindo.
El estómago de Isaac se revolvió con esperanza nerviosa.
—Cosas buenas, espero?
Los ojos verdes de Jory brillaron.
—Muy buenas cosas. 113
Isaac se inclinó para conseguir otro beso, pero el sonido de alguien
despejando la garganta le detuvo en seco. Isaac puso los ojos.
—Estamos llegando, Manning.
—Muy bien, Maestro.
En contra de su mejor juicio, Isaac siguió a Manning por el pasillo,
Jory a su lado. Cuando llegó al vestíbulo, el grande, imponente
hombre de pie justo dentro de la puerta, lanzando un flagrante ceño
fruncido hacia él, tenía a Isaac dando un paso por delante de su
compañero. Todos sus instintos protectores se encendieron.
—Tío Roland.— Jory zumbó junto a él y en los brazos del
desconocido con la mueca en su rostro.
Isaac gruñó por lo bajo. ¿Cómo se suponía que debía proteger a su
pareja si su compañero no se quedaba en donde él podría ser
protegido?
—Isaac, — Jory dijo mientras se dio media vuelta y miró a Isaac. —
Vamos, ven a conocer a mi tío Roland.
Isaac se acercó a regañadientes para unirse a Jory y su Tío Roland.
Cuando Roland liberó a Jory y se volvió hacia él de frente, Isaac
tragó en el tamaño del hombre. Caray, el hombre comió camiones
para el desayuno? Sus brazos eran casi tan grandes como los muslos
de Isaac. Sus gruesos músculos pulsaban con el poder. Tan fuerte
como él era, este no era alguien a quien Isaac le hubiera gustado
conocer en un oscuro callejón, ni siquiera en su forma de demonio.
Hablando de eso…
Isaac no pudo dejar de notar la ligera curvatura de la parte superior
del labio de Roland cuando el hombre lo miró de arriba a abajo. El
flash de colmillos era inequívoco. Isaac sabía que no tenía una
mancha en su ropa o un pelo fuera de lugar. Hubo un ligero matiz, 114
decolorado de la lujuria en el aire, pero que era normal en las parejas
apareadas, especialmente cuando fueron recién vinculadas. Por lo
tanto, sólo queda una cosa más.
—Sí, — Dijo, mirando fijamente a la dura mirada de Roland. —Soy
un demonio.
Roland arqueó una ceja.
—Que desafortunado.
—Tío Roland! — Exclamó Jory.
La conducta del hombre mayor cambió en un instante. Al momento
en que apartó la vista de Isaac, sonrió. Bueno, un tipo de sonrisa. Eso
era como una sonrisa simulada, mitad mueca.
—Sólo es broma, sobrino. No puede tu demonio tomar una broma?
Cuando los ojos de Roland se trasladaron de nuevo a él, Isaac fue
sorprendido por el destello de odio en los ojos del hombre. Se había
ido tan rápido, que Isaac ni siquiera estaba seguro de que lo había
visto o si él había imaginado el odio del hombre.
Roland Daniels no era un hombre para tomar a la ligera, e Isaac no
tenía intención alguna de volver la espalda al hombre. Sólo esperaba
que los lazos familiares mantuvieran su cabeza unida a sus hombros.
—Desmond está abajo, — dijo Isaac cuando el silencio colgando en
el aire se hizo sofocante. Agitó la mano hacia el pasillo que condujo a
la escalera hasta el sótano. —Por favor, después de ti.
El destello en los ojos del hombre mayor dijo que sabía
exactamente lo que Isaac estaba haciendo y pensando. Aún así, Isaac
tuvo que darle crédito al hombre, empezó a caminar, dando la
espalda a Isaac. Tan fuerte como él sabía que era, Isaac no creía que
pudiera tener a Roland en una pelea, no en su forma humana. 115
Y además de eso, él nunca podría perjudicar a uno de los parientes
de Jory a menos que necesitara defenderse a sí mismo o a su pareja.
Un ataque provocado simplemente haría que se vea estúpido y débil.
Nunca quiso parecer estúpido o débil frente a su compañero.
Cuando llegaron abajo a la zona de las celdas, Isaac dio un paso
atrás y dejó que Jory y Roland recuperaran a su primo. Cuanto más
lejos de las barras de hierro se pudo conseguir, mejor.
Desmond todavía estaba atado por el hechizo de Jory, pero los ojos
del hombre tiraban dagas en Isaac, prometiendo retribución. Isaac no
tenía ninguna ilusión. Si Desmond se soltaba, iba a hacer todo dentro
de su poder para poner fin a la existencia de Isaac.
—Remueve el hechizo vinculante, Jory, — Roland instruyó.
—Debes considerar mantenerlo atado, tío — dijo Jory. —Desmond
no parece el tipo de entender el juego limpio.
Roland frunció el ceño.
—Creo que puedo manejar a un pequeño demonio.
Isaac se preguntó si Roland odiaba a todos los demonios o si la
familia de Isaac era especial.
—Está bien, — dijo Jory. —Has sido advertido.
Isaac se dio cuenta de que Jory dio un paso atrás cuando empezó a
cantar para deshacer el hechizo que había tejido antes. Isaac estaba
un poco sorprendido de que era todo lo que hizo. Él había esperado
que empezara a mover las manos y sacar hierbas y pociones como
Isaac había visto que otras brujas lo hacen.
El uso de Jory de la magia no se parecía a nada que Isaac había visto
nunca. Es cierto que el hombre todavía utilizó sal para círculos
sagrados y rogó a las fuerzas de la naturaleza y las cuatro torres de
poder, pero su magia parecía casi fluir sin esfuerzo de sus dedos.
Isaac estaba tan extasiado viendo a Jory, que él dejó pasar el 116
momento en que Desmond estaba libre. Su primo rugió mientras se
transformó y se abalanzó sobre Jory. El corazón de Isaac dejó de latir
al ver su peor pesadilla hecha realidad ante sus ojos.
Cuando Jory un salto hacia atrás, Isaac se movió. Agarró a su
compañero y le dio la vuelta, colocando su cuerpo entre Jory y
Desmond. Él pegó su cuerpo contra Jory cuando lo empujó en la
pared.
Isaac apretó los ojos cerrados cuando agonía caliente quemó abajo
por su espalda mientras las garras de Desmond arrancaron en su
carne. El dolor era insoportable, robando su capacidad para respirar.
El rugido en su cabeza fue una y otra vez y otra vez... y entonces, sólo
se detuvo.
Todo se detuvo.
Isaac abrió los ojos. Miró hacia abajo para encontrarse a sí mismo
mirando a los ojos verdes pálidos como la hierba de verano. Eran
brillantes con lágrimas contenidas. Isaac se limitó a Jory, ausente
preguntándose si el tiempo había parado. No había dolor, ni sonido,
ni nada. Fue como estar en una burbuja.
—Oh, lindo — Jory susurró mientras se estiró para acariciar el lado
del rostro de Isaac.
Isaac creció confundido cuando una lágrima se deslizó por la mejilla
del hombre.
—Qu-
—Necesita sangre, Jordan.
Cuando Isaac miró por encima del hombro a Roland, sus ojos
aterrizaron en el cuerpo caído de su primo en los brazos del hombre.
La sangre roja en las manos de Desmond se enfrentó con la blancura
de su piel, y le recordó a Isaac lo que el hombre había hecho.
La agonía que había estado ausente chocó contra Isaac como una 117
locomotora. Él gimió cuando se dejó caer contra Jory, agradecido que
el hombre tenía un asimiento de él. Si no lo hubiera hecho, Isaac
sabía que se hubiera deslizado al suelo en un montón lleno de dolor.
—Jory, — Isaac se quedó sin aliento.
—Te tengo, Isaac.
—Llévalo arriba, Jordan, — Roland gritó. —¡Ahora!
—Manning! — Gritó Jory.
Isaac no podía mantener la cabeza de rebotar contra el hombro de
Jory cuando el hombre más grande lo arrastró hacia las escaleras que
conducen al primer piso. Su cabeza rodó contra Jory, la agonía
quemando a través de la espalda demasiado para él hacer nada más
que permitir que Jory hiciera lo que quisiera.
Se sentía como si su espalda había sido extendida abierta con una
cuchilla de carne, el dolor iba desde los omóplatos y todo el camino
hasta la parte superior de su culo. Podía sentir la húmeda sustancia
caliente en la espalda enfriarse junto con su cuerpo.
—Tan… fr-fr-frío, J-Jory.— Joder, se estaba congelando.
—Lo sé, lindo. Sólo mantente conmigo.— Jory levantó la vista a la
parte superior del hueco de la escalera. —Manning! — Volvió a gritar,
pero sonaba lejos para Isaac, como si viniera a través de un largo
túnel. —Maldición, demonio, mejor mantén los ojos abiertos o voy a
encontrar el mayor tanque de sal que pueda encontrar y enterrarte
hasta tu cuello.
—S-Sal no lastima.
Mucho.
—Mantén los ojos abiertos, Issachar, — llegó una orden cantada a
través de su vínculo mental.
Los ojos de Isaac se abrieron. 118
—Jory, — Susurró de vuelta.
—Vas a mantener los ojos abiertos, Issachar, y vivirás. Yo lo exijo.
—O-Okay.— Isaac no podía hacer otra cosa que obedecer a una
orden dada a él por el Pulso de su Corazón. Tomó esfuerzo mantener
los ojos abiertos, pero Isaac lo hizo. El sabía que Jory no estaba
tratando de ser malo y ordenarle, simplemente trataba de salvar su
vida. Eso hace que sea un poco más fácil obedecer la orden del
hombre, incluso si él se molestó por ser mandado.
—Estamos casi allí, Isaac.
La luz en la parte superior de la escalera estaba creciendo más
brillante. Isaac rezó que no fuera el más allá. No estaba dispuesto a
morir, sin embargo, no justo cuando había encontrado a su alma
gemela. Había tantas cosas que él quería compartir con Jory, así como
muchas cosas que hacer ellos juntos.
—No... — Isaac se pasó la lengua por los labios secos. —No voy a
morir, mochuisle.
—Será mejor que no.— Había un tono de pánico leve en la voz de
Jory casi en un sollozo.
Cuando una sombra oscura apareció de repente, bloqueando la luz
en la parte superior de la escalera, Isaac siseó y empujó hacia atrás
contra los brazos tratando de llegar a subir las escaleras.
—Llamó, Amo Jordan?
—Manning, — Jory dijo mientras continuaba empujando a Isaac por
la escalera. —Ayúdame. Isaac ha sido atacado. Tenemos que llevarlo
arriba y conseguir un poco de sangre en él.
—Atacado? —Manning dijo gritando mientras corría por las
escaleras para ayudar a Jory.
—Mira su espalda, — Jory señaló. —El está sangrando demasiado.
—Lo siento... siento lo del piso, Manning. 119
—No piense nada de eso, Maestro Isaac — respondió Manning. —
Puedo tenerlo limpio en un segundo.
En el momento en que llegaron a la cima de la escalera, Isaac
apenas podía caminar. Jory y Manning eran prácticamente la única
cosa manteniéndolo, todavía. Ellos mitad lo llevaron, mitad lo
arrastraron hasta el comedor. Isaac hizo una mueca cuando lo
instalaron en la mesa del comedor. Un poco después, una almohada
fue colocada debajo de la cabeza.
—¿Cómo lo llevas allí, lindo?
—Estoy bien, — fue todo lo que Isaac pudo decir. El dolor quemaba
a través de su cuerpo creciendo peor y él no sabía cuánto tiempo más
podría aguantar, con orden o no.
—Sólo espera, Isaac.
Isaac dio el gesto de pulgar hacia arriba mientras sus ojos
comenzaron a deslizarse cerrados. Un momento más tarde, ellos
estaban en su espalda abierta y un sonoro grito de agonía fue
arrancado de su boca.
—¿Qué estás haciendo? —Él gritó mientras trataba de darse la
vuelta. Duras manos lo empujaron hacia abajo y luego lo sostuvieron
contra la mesa de madera. —¡Detente!
—Sólo aguanta, Isaac, — Jory dejó salir.
—Eso quema! — Las llamas quemaron a lo largo de su piel antes de
profundizarse y quemar sus músculos y el tejido interno.
—Lo sé, amor. Sólo aguanta un poco más.
Joder! Isaac no sabía lo que estaban haciendo pero podía sentir a su
demonio tratando de salir. Sus dedos se alargaron en garras, su vista
se apagó y luego destelló en blanco y negro. Sus colmillos cayeron.
Podía sentir los picos gemelos en la frente y sabía que sus cuernos 120
estaban tratando de emerger. Sus músculos empezaron a estirarse,
sus huesos estallando cuando su cuerpo se reformó a sí mismo y se
hizo más grande.
—Sólo un momento más, amor, — Jory dijo, pero el sonido llegó a
través de una niebla.
Todo estaba entrando a través de una niebla, una oscura, flameada
de combustible niebla.
Capítulo Doce

—Mierda! — Roland gritó. —El está transformándose!


—Váyanse, — Jory gritó mientras saltaba hacia atrás. —Dejen la
habitación. 121
Él no quería que nadie saliera herido si Isaac se convirtió en salvaje.
No estaba muy seguro de lo que sucedería. Su experiencia con los
demonios era una especie de limitada al hombre convirtiéndose en
un de siete pies, demonio de piel roja con cuernos.
—Mierda Santa.— Jory se pasó la mano por encima de su boca. La
primera vez que Isaac había cambiado, el hombre había sido
convocado. Él había estado ya en su forma de demonio. La segunda
vez, había sido para proteger a Jory. Esta vez fue totalmente
diferente. Había sufrido graves lesiones que amenazaban su vida.
Jory no pensó que él alguna vez terminaría de ver las heridas en la
espalda de Isaac causadas por las garras de Desmond. Ellas habían
sido profundas hasta el hueso, sangrando, la piel desgarrada abierta.
Pero mientras observaba el cuerpo de Isaac crecer y volverse rojo, las
abrasiones profundas se sellaron justo delante de sus ojos.
—Amo Jordan, — Manning dijo en voz baja mientras daba un paso
atrás. —Necesita correr.
Los ojos de Jory se partieron en la dirección del criado
—¿Qué?
¿Qué demonios estaba diciendo Manning?
—El Maestro Isaac está entrando en la sed de sangre, — explicó
Manning. —Yo no puedo garantizar su seguridad.
—Isaac no me hará daño.— Jory sabía eso en el fondo de su alma.
—Isaac no podría, — dijo Manning, sujetando a Jory con su mirada
inquisitiva, —pero ¿qué pasa con su demonio?
—El demonio de Isaac me ama tanto como el hombre lo hace.
—Es mejor que sea así, Amo Jordan.
El ensanchamiento de los ojos de Manning fue la única advertencia
que tuvo Jory de que Isaac fue a por él. Se volvió justo a tiempo para
ser arrastrado por los enormes brazos del demonio. El agarre era 122
firme, pero suave, casi cariñoso.
—Hay, chico grande.— Por mucho que habló con confianza, Jory
estaba todavía un poco nervioso. El sabía que el humano Isaac se
había vinculado con él, pero a pesar del ritual por el que habían
tenido que pasar, él no era positivo que esto daba una vuelta en la
parte de demonio del hombre. Ellos podrían haber sido vinculados
cuando Isaac había sido convocado, pero él todavía no entendía
mucho como esto trabajó en realidad. Ahora sería un tiempo
realmente bueno para averiguarlo.
Jory sonrió y llevó la mano a un lado de la cara de Isaac, siendo
consciente de los afilados cuernos del demonio.
—Hola, qué tal te sientes, lindo?
Los ojos de Jory se desorbitaron cuando Isaac se inclinó en su
mano.
—Mío, — el demonio ronroneó.
Él jodidamente ronroneó.
—Um, Manning, — Jory preguntó sin apartar la vista de la cara roja
de Isaac. —Es normal el ronroneo?
—No podría decirlo, Amo Jordan, — dijo Manning desde el lejano
lado de la habitación. Era evidente que no quería acercarse
demasiado. —Yo nunca había oído al Maestro Isaac ronronear antes.
—Estupendo.— Las mejillas de Jory iban a romperse si se mantenía
sonriente.
De acuerdo, los ojos rojos, probablemente no era bueno. El
retumbante gruñido ciertamente no lo era. Era profundo y
amenazante, sin dejar ninguna duda lo que haría Isaac si alguien se
acercaba demasiado.
—El que está tratando de acercarse más, necesita parar.— Jory
prácticamente podía oír su a tío rodar sus ojos, así que sabía que era 123
él. —Quiero decir, tío Roland. Isaac no quiere que alguien que se
acerque a nosotros en este momento, y él tiene todas las cartas.— En
unas estupendas grandes manos con garras.
—No te puedo dejar aquí con él, Jordan.
—Por supuesto que puedes.— Jory sonrió de verdad mientras
miraba por encima del hombro al hombre que estaba en la puerta. —
El es mi demonio.
—Mío, — Isaac gruñó.
Jory gruñó mientras los brazos del demonio apretaron a su
alrededor. Él palmeó el brazo de Isaac.
—Sí, lindo. Soy tuyo. — Sus ojos se arredondearon cuando sintió
una larga lengua húmeda lamer el lado de su cuello. Está bien,
entonces. El demonio le estaba probando, pero estaba todavía
ronroneando, así que era algo. Jory estaba bastante seguro de que no
iba a ser comido, al menos no en el mal sentido. El fuerte aroma que
provenía de Isaac estaba lleno de lujuria y necesidad.
Cuando las lamidas de Isaac comenzaron a ser un poco más
insistentes, Jory sabía que estaba en problemas.
—Uh, chicos, tal vez podríamos tener unos pocos minutos a solas?
Manning disparó fuera de la habitación, moviéndose más rápido de
lo que Jory había visto en su vida. Su tío Roland, por el contrario, se
cruzó de brazos y plantó sus pies como si él no tuviera ninguna
intención de ir a cualquier sitio.
—Jordan, — Tiró Roland, —No estoy dejándote aquí solo con un
pequeño demonio enloquecido.
Jory sonrió con satisfacción cuando él oyó el rasgón de tela y sintió
una brisa fresca soplar a través de sus nalgas desnudas. Un segundo
después, una mano acariciaba esas mismas nalgas desnudas.
—Entonces estás a punto de ver lo que un demonio le hace a su 124
alma gemela en medio de la lujuria de sangre-
—Jordan-
—Manning, — Jory llamó en voz alta.
—Sí, Amo Jordan, — fue la respuesta de más allá de la puerta.
—Por favor, cuida que mi tío se instale en alguna parte cómodo y
sírvele un refrigerio. Vamos a estar con él luego que Isaac vuelva a mí.
—Por supuesto, Amo Jordan —dijo Manning. —Señor, si quiere
venir conmigo?
—¿Qué acerca de ese pequeño demonio allá abajo? — Preguntó
Roland. —¿Qué quieres que haga con él mientras estás… ocupado?
—Él no está muerto? — Jory lo habría matado si su atención no se
hubiera centrado en Isaac.
—No, lo tiré de culo de nuevo en su celda.
—Mantenlo allí por ahora.— Jory apretó la mandíbula cuando la ira
surgió a través de él de nuevo. Preferiría moler a Desmond en
pequeñas partículas de polvo, pero eso en última instancia no era su
llamada. Su abuela, por el contrario... se aseguraría de que el
pequeño demonio deseara nunca haber nacido.
Los ojos de Jory apreciaron todo con un hambre desesperada - la
mandíbula cincelada, los profundos ojos rojos, el pelo negro
medianoche que enmarcaba la cara del hombre.
Él lamió sus labios, el hambre montándolo duro. Jory se inclinó y
empujó su cara en la curva del cuello del hombre, inhalando
profundamente. Se estremeció en el rico olor que lo llenó. Él acarició
su rostro contra la piel del hombre, frotándose el olor de Isaac en su
rostro. Él se bañaría en el aroma si pudiera.
—¡Mío!
—Tuyo, Isaac.
Jory gimió y se arqueó en el aire cuando sintió las manos de Isaac 125
deslizarse por su espalda. Se sentía tan bien al ser tocado, acariciado.
Él quería tocar así. El pecho desnudo de Isaac yacía debajo de él. Toda
esa piel suave combinada con un puñado de cabello en la parte
superior de su pecho, era increíblemente delicioso.
Jory se inclinó hacia abajo y siguió el rastro pequeño de cabello
castaño desde el borde del ombligo de Isaac y de su pecho para un
pezón de tono oscuro escondido en el pelo aún más rizado. Oyó a
Isaac gritar por debajo de él cuando suavemente mordió el pezón. Las
grandes manos se cerraron en su cabello, manteniéndolo allí.
Jory tomó eso como una invitación para más y suavemente mordió.
Una de las manos de Isaac se mantuvo en su cabello. La otra se movió
hacia abajo de Jory para volver a agarrar su culo. Jory gimió cuando el
calor lo llenó. La necesidad lo hacía sentir más roto cualquier control
que él podría haber tenido.
La necesidad de probar la sangre de Isaac era aún peor. Jory tenía
tanta sed, que parecía que él no había tenido ninguna sangre en
semanas. Él necesitaba.
—Necesidad! — Gruñó Jory.
Se deslizó por el cuerpo de Isaac y enterró su cara en la ingle del
hombre. La fuerte fragancia del hombre era abrumadora. Jory inhaló
una y otra vez, frotando su cara hacia atrás y adelante sobre Isaac. Él
gruñó cuando la polla erecta de Isaac le dio un golpe en la cara.
Maldición, que era un pene perfecto, demasiado agradable y grueso y
largo con caliente piel sedosa.
Jory quería. Quería sentir la sedosa polla dura en su boca, pero
ahora su agujero dolía ante la idea de ser reclamado por Isaac de
nuevo.
Jory envolvió su mano alrededor de la ancha circunferencia de Isaac
y lamió la punta, presionando su lengua en la pequeña hendidura en 126
la parte superior antes de arremolinar alrededor de la cabeza de seta.
Isaac gritó su nombre y resistió por debajo de él. Esperma caliente
llenó su boca. Jory se lo tragó y continuó lamiendo y chupando hasta
que Isaac estaba duro otra vez.
Él no había terminado con esa hermosa polla todavía.
Jory aulló cuando fue repentinamente agarrado y rodado por
debajo de Isaac. El demonio estaba encima de él, tan salvaje como se
sentía Jory. Sus bocas se unieron inmediatamente. Jory mantuvo los
labios apretados contra Isaac cuando levantó su culo y trató de
envolver sus piernas alrededor de la cintura de Isaac.
Jory se tensó cuando sus pollas se frotaron entre sí. Sus manos
apretaron contra los hombros de Isaac. Dolía. Palpitaba. Él sintió
como si su cabeza iba a soplarse, ambas de ellas. Inhaló bruscamente
cuando Isaac agarró su camisa y la rasgó aparte. Suave piel desnuda
se reunió con piel peluda muscular. Jory gimió cuando un
estremecimiento de puro éxtasis recorrió su cuerpo.
—Necesidad, — El declaró.
—Mío, — Isaac susurró.
Jory se tensó por un momento cuando sintió los dedos de Isaac
rastrear entre sus nalgas. Gritó cuando Isaac lo agarró por los brazos y
tiró de él por su pecho hasta que estaba a horcajadas sobre el rostro
de Isaac. Caliente aliento soplaba sobre sus bolas seguido
rápidamente por algo húmedo y frío y sedoso. Entonces Jory sintió la
larga lengua de Isaac correr sobre él. Se estremeció.
—Joder, Isaac, eso es... eso es... maldita sea!
Isaac lo levantó por sus muslos. Jory cayó hacia adelante,
capturándose a sí mismo por sus brazos. Ellos comenzaron a temblar
cuando la lengua de Isaac raspó a través de su agujero hambriento.
Podía sentir los dedos de Isaac excavar en sus nalgas. Los pulgares del 127
hombre estaban simplemente a un pelo lejos de su apertura, casi al
alcance de las caricias. La tomadura de pelo era casi la ruina de Jory.
Estar acoplado a un demonio sin duda tenía sus ventajas como Jory
pronto se dio cuenta. Isaac aparentemente tenía la capacidad de
cambiar sólo partes de su cuerpo, al igual que su lengua, por lo que
era más larga y más gruesa.
Todos los pensamientos coherentes fueron empujados de su
cabeza al momento que la lengua de Isaac comenzó a empujar contra
él. Jory inhaló profundamente y apretó el pequeño apretado anillo de
músculos. Isaac simplemente empujó directo a través y comenzó a
joder a Jory con su lengua.
En poco tiempo, Jory empezó a saltar, empalándose a sí mismo en
el órgano grueso. Sus brazos se estrecharon aun cuando su culo se
estremeció. No hubo palabra en el diccionario que Jory podría pensar
para describir el éxtasis fluyendo a través de su cuerpo. Se sentía
como si estuviera en llamas. Cada golpe de la lengua de Isaac
encendió otro fuego.
Podía sentir su cuerpo abriéndose, pidiendo más. Él no sabía
cuánto más podía tomar sin explotar en un millón de piezas. A Jory le
dolía tan mal que todo su cuerpo se estremeció.
—Isaac, por favor, — Jory rogó.
Jory sólo podía temblar en anticipación cuando Isaac tiró de él
hasta que estaba una vez más a horcajadas sobre él.
—Jory.
Le tomó a Jory un momento para comprender lo que Isaac deseaba.
Cuando lo hizo, sonrió y levantó su culo en el aire. Agarró la polla de
Isaac y colocó la cabeza en la entrada de su cuerpo.
Jory contuvo la respiración mientras lentamente se dejó caer hacia 128
abajo en el grueso pene de Isaac. Se encogió un poco de lo mucho
que estaba siendo estirado. Isaac era enorme. Por un momento, Jory
se preguntó si Isaac encajaría, y luego se deslizó las últimas pulgadas
hacia abajo.
Las manos de Isaac agarraron sus caderas. Los labios de Isaac se
retiraron apretando contra sus dientes. Jory podía ver los colmillos
del hombre amenazando descender. Si Jory no sabía mejor, él habría
pensado que Isaac estaba en el dolor.
—Muévete.
La reacción de Isaac a sus palabras tomó por sorpresa a Jory.
Exquisito placer disparó a través de Jory cuando Isaac de repente
comenzó a moverse, tirando sus caderas hacia abajo mientras
empujaba hacia arriba. Las sensaciones eran al principio un poco
abruptas, pero rápidamente se convirtió en algo que se mantuvo en
construcción y construcción hasta que Jory no pudo recuperar el
aliento.
—Isaac, — Él gimió. Jory ni siquiera tuvo tiempo de entrar en
pánico cuando Isaac de repente se incorporó, pero él se dio cuenta de
que había puesto sus caras contra el aliento del otro. —Isaac.
—Alimento.— La mano de Isaac se curvó alrededor de la nuca de su
cuello. Él inclinó la cabeza hacia un lado, dejando al descubierto su
cuello, y empujó la cara de Jory cerca.
Jory gimió y golpeó, hundiendo sus colmillos en el cuello de Isaac.
Dulce, caliente, sangre atacó a través de su lengua, llenando su
boca. Él lejanamente oyó gritar a Isaac, y luego el hombre golpeaba
frenético en él.
Isaac se puso rígido, y algo muy caliente llenó de repente el 129
apretado canal de Jory. Jory rasgó sus colmillos de la garganta de
Isaac y gritó cuando la semilla caliente llenándolo lo arrastró a su
propio orgasmo. Su cuerpo se sentía como si estuviera aprovechando,
temblando de pies a cabeza.
Jory se desplomó contra Isaac cuando su cuerpo finalmente se
detuvo palpitante. Jadeaba pesadamente. Podía oír el ruido sordo del
corazón de Isaac por debajo de la oreja. Cada pocos segundos, la polla
en su culo tenía espasmos, enviando pequeñas ondas de choque a
través de Jory.
—La próxima vez... — Isaac jadeaba mientras su cuerpo volvía a la
normalidad, — La próxima vez me lo haces tú.
Capítulo Trece

—Sí, Abuela, Isaac está bien.— Jory intentó no suspirar demasiado


profundamente. Estaba agradecido por el hecho de que su abuela
estaba preocupada por su compañero, pero la Inquisición lo estaba
volviendo loco. Él habría preferido pasar su tiempo trazando cada 130
pulgada del cuerpo de Isaac para asegurarse de que se había
recuperado totalmente en vez de hablar de ello.
—Trae a ese chico a casa, Jordan.
Jory sonrió.
—Lo haré, Abuela.
—Es necesario llevar a cabo la ceremonia de unión antes de
Samhain.
—¿Hay algo que sabes que no me estás diciendo? — Debido a que
absolutamente seguro sonaba como eso. De hecho, los pelos de los
brazos de Jory comenzaban a erizarse. —Está Isaac en peligro?
—Él es un demonio, nieto. Él está siempre en peligro.
—Ahora que se ha vinculado a mí, no puede ser convocado por
nadie.
—Por supuesto que no, querido, pero nada dice que no puede ser
utilizado para obligarte a hacer lo que alguien quiera. Es por eso que
ustedes dos tienen que ir a través de la ceremonia de unión. Tu
vínculo con tu demonio necesita ser irrompible, en esta vida y
cualquier otra.
Jory tragó cuando un temor frío del miedo se deslizó por su espina.
—Abuela.— Ella sabía algo. Él sabía que ella sabía alguna cosa.
Siempre sabía algo. La mujer tenía la visión y pudo ver cosas que
otros no podían.
—Sólo llegar a casa, Jordan, —dijo la abuela. —Tu tío Roland trajo a
Cooper y Philip en su camino para llevar a ese demonio detestable al
consejo. Ellos esperan que estés aquí para celebrar con ellos, al igual
que yo.
—Sí, Abuela, — Jory respondió simplemente porque sabía que no
tenía otra opción.
—Buen niño, — dijo la abuela antes de terminar la llamada. 131
La puerta del estudio se abrió cuando Jordan colgó, Isaac caminó
dentro. El hombre le echó una mirada y levantó una ceja
empíricamente.
—Problemas, mi amor?
Jory frunció el ceño, considerando cómo responder a su
compañero.
—La Abuela quiere que nosotros vayamos a casa y completemos
una ceremonia de unión antes de Samhain.
—Okay.— Jory amó la pequeña arruga que se formó en la piel entre
los ojos grises de Isaac. —No veo el problema.
—Creo que algo está pasando, — dijo Jory. —La Abuela esconde
algo, pero no puedo averiguar qué.
—¿Tienes algún problema vinculándote conmigo? — Las palabras
fueron habladas en una voz fuerte, pero Jory todavía podía oír la
vacilación de ellas.
—No claro que no. Voy a ir a través de cualquier acto que nos una
más cerca juntos.— Jory pasó una mano por la parte posterior de su
cuello, incapaz de dejar de lado sus pensamientos preocupantes. —
Siento como que hay más que ella no está diciéndome.
—Entonces.— Isaac sonrió mientras sacaba a Jory en sus brazos. —
Vamos a averiguar lo que realmente quiere y si tenemos una
ceremonia de unión en el camino, incluso mejor.
Jory se rió entre dientes mientras se inclinaba hacia su compañero.
—¿Crees que es fácil, verdad?
El hombre claramente no había conocido a la abuela de Jory.
—Creo que voy a tomarte de cualquier manera que pueda
conseguirte.
Jory abrió la boca para decirle a Isaac que podía contar con eso, 132
pero una llamada a la puerta lo detuvo. Él gimió en su lugar, dejando
caer su cabeza hacia abajo en contra de Isaac.
—Cinco minutos más. Eso es todo lo que necesitaba, cinco míseros
minutos.
—Muerde tu lengua.— Isaac rió mientras se desacoplaba a sí
mismo y se dirigió a la puerta. —Necesitamos al menos diez.
Jory se rió mientras la tensión en su cuerpo se desvaneció. Tal vez
estaba comprando problemas donde no había ninguno. A su abuela le
gustaba hablar en acertijos y mantener a todos en estado de alerta.
Ella probablemente sólo quería conocer a Isaac para asegurarse que
él era el más adecuado para Jory, y Jory volviéndose loco a lo largo de
la seguridad de Isaac fue la forma más rápida para llevar a Isaac a
casa.
—He traído el café, Maestro Isaac, — dijo Manning cuando Isaac
abrió la puerta.
—Maravilloso, Manning, — dijo Isaac mientras daba un paso hacia
atrás y mantuvo la puerta abierta. —Eficiente como siempre.
—Lo intento, Maestro Isaac.
Mientras observaba a Manning dejar la bandeja de café abajo en la
pequeña mesa de café cerca de la chimenea, se acordó del libro que
había quemado.
—Manning, la chimenea necesita-—Huh, el chico debe ya haberla
limpiado. No había nada en la chimenea, ni una sola ceniza.
—¿Qué acerca de la chimenea, Amo Jordan?
Jory sonrió al hombre.
—No era importante.
El criado le dio una mirada rara, pero no dijo nada.
—Vamos a estar saliendo por unos días, Manning, — dijo mientras 133
Isaac preparaba una taza de café y luego se la entregó a Jory. —Mi
compañero me está llevando a casa para encontrarme con su familia.
—Muy bien, Maestro Isaac. ¿Hay algo que necesite empacar
además de lo habitual?
—No, no creo eso.— Jory levantó una ceja cuando Isaac le lanzó
una mirada. —¿Hay algo específico que necesitaremos?
—Tienes tu propio smoking?
—Por supuesto.
—Sí, no lo lleves.— Jory sonrió con satisfacción mientras pensaba a
lo que Isaac se enfrentaría cuando se dirigía a un aquelarre justo
antes de Samhain. —¿Cómo te sientes acerca de bailar alrededor de
una fogata?

— Estás seguro que tu abuela quiere que esté en esa cosa?


—Por centésima vez, Isaac, ella te invitó. Ella me dijo que te llevara.
Isaac se frotó las manos en el regazo mientras veía por la ventana
del frente del carro. Sacudió la cabeza.
—¿Ella sabe que soy un demonio, verdad?
—Ella lo sabe, lindo.
—¿Aún así me invitó?
—Ya te dije. La abuela quiere que nos reunamos con ella antes de
nuestra ceremonia en la luna llena. —Jory palmeó la pierna de
Isaac.— Ella nos acepta, ella te acepta. Ella no puede estar más feliz
por nosotros.
—No creo que el resto de la familia se sienta de la misma manera
—Isaac bufó—. ¿No viste las miradas que tu tío Roland me dio cuando 134
fue por Desmond? Creo que no le agrado para nada.
—Al tío Roland no le agrada nadie.
—Perfecto.
—Relájate, lindo, me agradas y es todo lo que cuenta.
Isaac se derritió. Odiaba que Jory tuviera ese poder sobre él.
No era nada parecido al poder que él tenía sobre su forma de
demonio. No, eso era mucho peor.
Jory solo tenía que decir algo cursi, e Isaac se derretía en el lugar,
listo para complacer al chico de la manera que quisiera.
Una semana desde que dejó que Jory lo jodiera había causado esto.
Isaac estaba un poco avergonzado de lo mucho que le había gustado
ahora que lo había intentado. Él en ocasiones lo había iniciado.
Todos los demonios en el club de demonios se morirían de risa si
supieran lo mucho que Isaac amaba tener el pene de Jory en su culo.
En el pasado estaría con ellos si algún otro demonio les dijera que le
gustaba eso. Ahora él sabía que todo eso de que el demonio macho
está arriba era mierda.
—Sabes que te llevaré a casa de mi madre, cuando salgamos de
aquí, ¿verdad?
Jory lo vio fijamente.
—¿Estás realmente seguro que quieres hacer eso? ¿Cómo se siente
de que estés con un vampiro?
Isaac se rió.
—Imagino que ella se siente como yo lo es…
Jory arqueó una ceja preguntando.
—Hechizada, encantada y malditamente feliz de que eligiera el
sacrificio de sangre correcto.
Jory se sonrojó cuando Isaac le mostró una sonrisa. 135
—Dices las cosas más dulces, lindo.
Isaac comenzó a sonreír hasta que la limusina se desaceleró y se
volvió por un camino bordeado de árboles, y luego regresó su
nerviosismo como una venganza. Se frotó las manos por las piernas
de los pantalones de nuevo, con la esperanza de borrar la sensación
pegajosa en sus palmas.
—Tú no vas a compartir mi nombre de demonio con tu abuela,
¿verdad? — ser convocado por una bruja, bruja blanca o no, no había
sido su pasatiempo favorito. A pesar de que era una bruja blanca
infinitamente mejor que algunas de las personas que lo habían
convocado a través de los años.
—Por supuesto que no.— El tono de Jory era severo, como si el
hombre estaba enojado por la idea misma. —Nunca compartiría tu
verdadero nombre con nadie. Eso es para mí y solo mío.
—Sabía eso, — susurró Isaac. —Lo hacía.
Jory sonrió mientras pasaba el dorso de la mano por la mejilla de
Isaac.
—Eres mi demonio, y no comparto.
—Bueno saber.
—Vamos, tío grande, — dijo Jory cuando la limusina se detuvo. Se
bajó del coche cuando el conductor abrió la puerta y luego alcanzó de
nuevo y le tendió la mano. —Vamos a conocer a mi familia.
Isaac esperaba que la designación lo incluyera uno de estos días. Él
sabía que las cosas estaban bastante bien entre él y Jory ahora
mismo. El sexo era fenomenal y fueron incluso llegando a conocerse
fuera de la cama. Isaac había comenzado a esperar más, algo que no
se había permitido hacer en eones.
Isaac de mala gana tomó la mano de Jory y salió de la limusina. Él 136
asintió con la cabeza al conductor y luego se dirigió a través de una
puerta de piedra y hasta los grandes escalones que conducen a una
casita de campo bastante pintoresca. Considerando que esta era la
casa de la abuela de Jory, él medio que esperaba... más. Como
dragones enormes que guardaban la puerta en lugar de altos tallos de
lavanda.
Isaac tragó saliva cuando llegaron a la puerta de entrada y Jory
llamó. Trató de recordar que él era un demonio feroz que tenía más
de siete pies de altura cuando estaba en su otra forma. Era más
fuerte que la mayoría. Incluso otros demonios temían su poder.
No había ninguna razón para que sus rodillas estuvieran
temblando.
Intentó controlar su inhalación cuando se abrió la puerta, pero no
había manera de que pudiera mantener su mandíbula de caer cuando
se encontró cara a cara con una mujer baja, de pelo gris con los más
bondadosos ojos verdes que había visto nunca. Su sonrisa era tan
acogedora, que Isaac casi jadeó.
—Tú debes ser Isaac, — dijo la mujer.
—Sí, Señora, — Isaac respondió de forma automática.
—Llámame Abuela, Isaac, — dijo la mujer mientras se giraba y
entró de nuevo a través de la casa.
—Sí, Señora... quiero decir, Abuela.— Isaac disparó a Jory una
mirada cuando el hombre se rió detrás de su mano.
—Estoy en la cocina, muchachos, — abuela llamó al salir. —Vengan
y únanse a mí. Podemos hablar mientras termino de hacer estas
cookies.
—Ooh.— La cara de Jory se iluminó cuando empezó a caminar
hacia la cocina. —Cookies de Samhain. 137
—¿Qué son las cookies de Samhain?
—Oro de los dioses que se deshace en tu boca.
Había muchas maneras en que Isaac podría tomar esa declaración.
Teniendo en cuenta que estaba de pie en la casa de la abuela de su
compañero vinculado, estaba bastante seguro de que los
pensamientos morbosos que iluminaron su mente no eran
apropiados.
—Vamos, lindo — Jory llamó desde la entrada a otra habitación. —
Galletas de Samhain son mejores cuando están recién salidas del
horno.
Isaac siguió a Jory en lo que tenía que ser el sueño de cocina de un
cocinero. No sólo era enorme, tal vez incluso más grande que la sala
de estar, era brillante y alegre. Las paredes eran de un color amarillo
pálido, los mostradores de blanco inmaculado. Un fregadero de
granja se sentó frente a una masiva estufa de gas de ocho
quemadores. Un doble horno y nevera bajo cero coronaban los
aparatos.
El resto de la habitación estaba decorada con un pequeño comedor
redondo en un rincón del desayunador redondo, una despensa por la
que Manning salivaría, y un conjunto de puertas dobles que llevaron a
un invernadero de cristal lleno de todo tipo de plantas y hierbas.
—¿Quién es tu decorador? — Preguntó Isaac mientras echaba un
vistazo alrededor. —Yo podría tener que contratarlo para nuestra
casa.
—Mi difunto esposo, el abuelo de Jory, era una maravilla para
trabajar la madera. Él construyó esta cocina entera para mí para uno
de nuestros aniversarios.
—Es encantadora.— Isaac en realidad se sentía más en casa aquí 138
que en su propia casa, y él sólo había estado aquí un par de minutos.
—Siéntense, muchachos, — dijo la abuela. —Una vez que salga el
próximo lote de galletas del horno, voy a hacer té y nos podemos
sentar y hablar.
Isaac tomó el asiento junto a Jory en el mostrador. Ya que nunca
realmente había visto a nadie hacer galletas antes, vio con absoluta
fascinación como la abuela mezclaba todos los ingredientes juntos en
un recipiente grande y luego procedió a dejar caer cucharadas sobre
un molde de galletas. Parecía un proceso simple, pero dudaba que
pudiera reproducirlo exactamente. La cocina no era algo que sabía
cómo hacer.
La abuela tomó la bandeja de la masa de galletas y la colocó en uno
de los hornos. Ella agarró otra del horno alto, y la llevó al mostrador.
Usando una espátula, levantó las galletas calientes fuera de la
bandeja del horno y las puso sobre una rejilla para enfriarse.
Isaac se rió cuando Jory tomó una de las galletas, y su abuela le dio
un golpe con la espátula. Se inclinó hacia su compañero y le susurró al
oído:
—Olvidaste decir por favor.
Los ojos de Jory se agrandaron.
—Por favor, Abuela, ¿puedo tener una galleta?
—Por supuesto, querido.— Pura diversión en la voz de la Abuela.
Las cookies deben ser muy buenas. Jory arrebató una arriba como
si su vida dependiera de ello.
—Ve por delante y agarra una, Isaac, —dijo la abuela. —Yo sé que
quieres una.
—Gracias.— Isaac agarró una, con ganas de ver por qué todo el
alboroto. Una mordida, y él gemía en éxtasis por el buen gusto,
sabiendo porqué a Jory exactamente le gustaban las galletas de 139
Samhain tan malditamente demasiado.
—Utilizaste canela en ellas? — Preguntó después de que él
mordisqueó toda una galleta.
La abuela asintió.
—Canela, puré de manzanas, y sólo un toque de color de azúcar
negra.
—Son deliciosas.
—Todos sabores de la cosecha.
Por supuesto. Isaac asintió con la cabeza. La fiesta de Samhain fue
marcando el final de la temporada de cosecha y el comienzo del
invierno.
Después que la abuela terminó de poner las cookies a enfriarse, ella
puso una tetera a calentar. Una vez que se calentó, la puso en una
bandeja con tres tazas, azúcar y crema y luego dio la vuelta para
sentarse en el pequeño comedor.
—Vamos, únanse a mí, chicos.
Isaac tomó otra galleta y luego fue a unirse a ella, Jory justo detrás
de él. Él sabía que la Inquisición estaba a punto de empezar cuando
ella les sirvió toda una taza de té y luego se echó hacia atrás en su
silla.
—Entonces, ya están emparejados, pero ¿están listos para atarse?

Jory podía sentir la confusión de Isaac antes de que el hombre ni


siquiera viera en su dirección. El sabía que Isaac creía plenamente que
el ritual por el que ellos pasaron los había unido, pero había otro
ritual, uno practicado por su pueblo. Esa fue la ceremonia por la que
su abuela quería que ellos pasaran. No sólo sería un vínculo con 140
magia, sino con sangre.
No era tan diferente del ritual de sangre por el que ya habían
pasado, excepto que no habría sacrificios de sangre o tipos viejos en
espeluznantes ropas. Para tranquilizar a su compañero y quitar la
confusa, casi asustada mirada de su cara, Jory extendió la mano y
agarró la mano de Isaac.
—Piensa en ello como otra manera de unirnos, — sugirió.
Isaac parpadeó por un momento antes de decir,
—Okay.
— Oh, me gusta este chico, Jordan.
Jory se rió entre dientes mientras miraba a su abuela.
—A mí también.
—Entonces vamos a tener a los dos vinculados.
Jory estaba a favor de eso.
Capítulo Catorce

Frotándose las manos sudorosas por las piernas del pantalón, Jory
no pudo dejar de preguntarse si el nerviosismo de Isaac era
contagioso. Él había estado bien viniendo a visitar a la Abuela. Había 141
estado bien cuando discutieron la ceremonia para unirse entre sí en
la forma de la gente de Jory, vampiro y brujo. Incluso había estado
bien cuando dijo que el sumo sacerdote del aquelarre de la abuela iba
a realizar la ceremonia.
Al segundo que había sido dicho para ir a una de las habitaciones
solo, sin Isaac, los nervios de Jory se habían establecido. Él no tenía
ningún problema con la unión de su fuerza vital con la de Isaac así
que sabía que no era lo que estaba haciéndole tan nervioso. Se sentía
tan inquieto como una bolsa de palomitas de maíz en el microondas.
Y desde luego, no le gustaba ser separado de Isaac. Tener a su
compañero en otra habitación para que no se vean entre ellos antes
de la ceremonia era una tradición humana por la que Jory no estaba a
favor. Él quería a Isaac a su lado, sobre todo con el escalofrío que
estaba envolviéndose lentamente alrededor de su columna vertebral.
Algo maligno se estaba fraguando. Jory simplemente no podía
entender qué.
La casa de su abuela siempre había sido un lugar de calidez y
bienvenida. Jory tenía nada más que buenos recuerdos de su tiempo
aquí. Honestamente no creía que el sentimiento premonitorio que
brotaba en su interior vino de su abuela o su casa. Era más bien como
algo que iba a venir, algo que tenía el poder de romper su mundo
aparte.
Jory comenzó a pasearse, moviéndose lentamente al principio,
caminando de un lado de la habitación al otro. Pero mientras
caminaba, más su mente giraba, hasta que se encontró casi corriendo
en su lugar. Cuando él descubrió que estaba a punto de tener un
ataque de pánico, Jory se detuvo y se inclinó, apoyando las manos
sobre los muslos mientras tomaba un profundo aliento. Le dolía el
pecho, como si estuviera a punto de hiperventilar. 142
Esto tenía que parar.
A pesar del deseo de su abuela para él e Isaac tener una ceremonia
tradicional, Jory sabía que la única forma en que se iba a sentir mejor
era si tenía a Isaac entre sus brazos, o al menos a su lado. Sabiendo lo
que tenía que hacer si tenía alguna esperanza de prevenir dicho
ataque de pánico, Jory se dirigió a la puerta de la habitación. Agarró la
manija y trató de abrirla.
No se movía.
Lo intentó de nuevo.
Todavía no se movía.
Agarró la manija con las dos manos y trató de tirar de ella de
nuevo, pero mientras lo hacía, notó un débil resplandor. Lo siguió con
sus ojos hasta que había pasado todo el camino alrededor del marco
de la puerta. Le tomó a Jory un momento mirar con asombro aturdido
para darse cuenta de que alguien lo había sellado en su habitación
con un hechizo.
Con verdadero pánico tomando un asimiento de él, Jory utilizó el
enlace entre él e Isaac para llegar a su compañero.
—Isaac, ¿estás bien? — Él tragó saliva cuando no recibió ninguna
respuesta. —Isaac?
Nada. Ni siquiera un reflejo de conciencia.
Eso no era bueno.
Jory corrió a la ventana y trató de dar un tirón abierto. No cedió. Se
dio cuenta de una luz resplandeciente fina alrededor de los bordes y
se dio cuenta que había sido sellada cerrada también. A menos que
pudiera encontrar una manera para invocar un hacha, él estaba
atrapado.
A menos que pudiera conjurar a un demonio.
Jory casi gritó mientras sacaba los ingredientes de hechizos de la 143
pequeña bolsa que su abuela insistió que llevara a todas partes con
él. Eso fue una pequeña cantidad de ingredientes para que la bolsa
encaje fácilmente en su bolsillo. Se sirvió lo que necesitaría para un
hechizo y luego comenzó a hacer un círculo con sal.
—Por los elementos del aire, fuego, tierra y agua, y el divino poder
de la diosa, — Jory cantó —Concédeme el poder de conjurar y
ejecutar lo que deseo. Acepta el sacrificio de mi sangre, como mi
promesa de no dañar a nadie.
—Yo te conjuro a ti, Issachar, el demonio de mi corazón, para venir
y servirme como yo te ordeno. Tú estás obligado a seguir mi palabra,
mi voluntad, mi mando, hasta el momento en que te libere. Todos los
juramentos que hice serán hechos, que así sea!
Con sus últimas palabras, Jory arrojó un puñado de hierbas en el
círculo de invocación. Rápidamente trepó hacia atrás cuando un
disparo de humo negro subió en una espiral sobre el círculo de sal.
—Diosa, por favor, déjame haber hecho esto bien.— Tantas veces
como había realizado una invocación—una vez, incluyendo esta vez,
él podría haber convocado con mucha facilidad un puercoespín en
lugar de Isaac.
Nop.
La mandíbula de Jory cayó cuando el humo se disipó y un de siete
pies de altura demonio rojo se quedó allí mirándolo con los ojos
negros como medianoche.
—Isaac.
—Usted me convocó, maestro?
Jory parpadeó. Eso no estaba bien. La voz era de Isaac, pero no las
palabras. Isaac nunca lo llamaría maestro... a menos que estuviera
enojado. 144
—Isaac, — Dijo Jory con cautela poniéndose de pie, —Yo tenía que
hacer esto. Alguien me selló aquí y...
Isaac no estaba prestando atención. Él sólo estaba mirando
directamente para adelante como si estuviera esperando una orden.
Jory agitó la mano delante de los ojos de Isaac. El demonio ni siquiera
parpadeó.
¡Mierda!
Rezando para no estar yendo a tener la cabeza removida de sus
hombros, Jory abofeteó al demonio en la cara. Nada. Isaac todavía
miraba al frente.
Jory se frotó la barbilla mientras se puso a andar. Tenía que haber
algo que faltaba. Él sabía que había cantado las palabras ciertas.
Probablemente podría cantarlas en su sueño. Su abuela era muy
estricta en conseguir las palabras correctas. Él repasó los ingredientes
que había utilizado para el círculo y luego el hechizo. Él sabía que
estaban correctos también. Por lo tanto, qué estaba faltando?
Jory volvió a mirar a Isaac. Estudió al rojo demonio desde los
cuernos a las pezuñas. Isaac parecía como lo había hecho cuando Jory
lo había visto por primera vez. Alto, musculoso, de color rojo, y
totalmente lamible. La única diferencia era la mirada vacía en sus
ojos. Era como si Isaac estaba aquí físicamente, pero no
mentalmente, lo que planteaba la cuestión... ¿dónde estaba?
Jory tenía que encontrar la conciencia de Isaac y sólo había una
manera de hacer eso. Se acercó y se puso de pie directamente
delante de Isaac. Respirando calmamente, Jory utilizó su voz más
imponente.
—Issachar, escucha mi orden.— Hombre, Jory esperaba que esto
funcionara. Estaba medio improvisando. —Tu Único deber es
protegerme. Ningún hombre o bestia debe tocarme ya sea de 145
pensamiento o de obra. Está eso entendido?
— Sí, maestro — el demonio respondió con una voz monótona.
Usando su sal restante, Jory creó un círculo alrededor de sí mismo,
conectándolo al círculo que había creado para Isaac. Una vez que lo
había hecho, manchó la línea entre los dos círculos, creando un gran
círculo. Entró en el espacio justo enfrente de Isaac y se agarró sobre
él.
—Issachar, Te ordeno que me lleves a dónde estabas antes que te
convocara.— Jory no tenía ni idea de si esas palabras funcionarían
considerando que Isaac estaba aquí físicamente, pero él podía
esperar.
Cuando la habitación empezó a dar vueltas y se llenó de humo,
sabía que había conseguido al menos algunas de las cosas bien. En el
momento en que el humo se disipó, Jory deseaba desesperadamente
haberlo hecho mal. De alguna manera, habían terminado justo de
nuevo en el templo húmedo frío donde Jory había encontrado por
primera vez a Isaac.
Y ellos no estaban solos.
Truenos sonaron ruidosamente a través del alto techo de arco de
piedra. Teniendo en cuenta que estaban en una especie de cripta
subterránea, escuchar un trueno era alarmante. Pero no tan
alarmante como ver al tipo con la máscara dorada de cabeza de
carnero de pie en el altar en el otro extremo de la sala, rodeado por
todos sus fanáticos vestidos, Cooper y Philip colgando de cuerdas
detrás de él.
—Joder, estamos de nuevo donde empezamos.
Jory casi deseaba que nunca hubiera conjurado a Isaac, excepto
que necesitaba tener a su compañero bien cerca. La mitad de un
demonio no era de mucha utilidad para él. Jory inclinó la cabeza para 146
susurrar al demonio.
—Protégeme, Issachar.
—Sí, maestro.
Odiaba esa cosa de maestro. Se sentía mal en muchos niveles.
Nunca quiso controlar a Isaac, incluso cuando lo necesitaba. Tal vez
pudiera hablar con su abuela sobre algún tipo de hechizo que haría
que nadie pudiera ser capaz de conjurar a su compañero, ni siquiera
él. Tenía que hacer algo.
—Bienvenido, Jordan, — el tipo director llamó. —Estoy tan
contento de que pudieras unirte a nosotros.
Jory contuvo su respuesta. Antagonizar con el tipo podría no ser su
movimiento más brillante.
—Por qué estoy aquí? — Preguntó en su lugar. Él estaba haciendo
tiempo, para tal vez reunir un poco de información, mientras buscaba
la conciencia de Isaac. Un análisis rápido de la habitación no le mostró
nada que pudiera contener la esencia de Isaac.
Entonces, ¿dónde estaba?
—Es hora de darle la bienvenida a la familia.
¿Qué carajo?
Los ojos de Jory rompieron de nuevo al sacerdote principal.
—Yo tengo una familia.
No podía decir si el tipo estaba sonriendo o no a causa de la
máscara dorada en su rostro, pero Jory todavía tenía la impresión de
que al director le hizo gracia.
—Tu familia verdadera, Jordan.— El hombre hizo un gesto con la
mano y una sombra se movió.
Jory se quedó sin aliento cuando Desmond entró en la luz de la
antorcha en su forma de demonio... y luego otro hombre se acercó a
su lado, uno que Jory nunca pensó ver en estas catacumbas. 147
—Tío Roland?
El tío Roland juntó las manos delante de él, asintiendo.
—Sobrino.
Bien, eso fue extraño. El tío Roland era algo así como un ronco
emocional, pero nunca se había referido a Jory como sobrino antes.
—¿Qué estás haciendo aquí?
El director se rió mientras se acercaba para estar al lado de Roland.
—¿No te dijo? Roland es uno de mis más fieles discípulos. Ha sido
muy valioso para conseguir las cosas que necesito.
Jory odiaba a hacer la pregunta, pero tenía que preguntar.
—Necesidad de ¿qué?
—Reinar, querido muchacho, reinar.
Jory puso los ojos.
—Mira, esto no es un villano de película de bajo presupuesto y no
eres Caesar Bandello.
—¿Quién?
—Caesar Bandello... Little Ceasar, Edward G. Robinson y Douglas
Fairbanks, Jr.?— Cuando el director se limitó a mirarlo, Jory suspiró
antes de continuar, —Bandello es un pillo de poca monta que se
traslada a Chicago en busca de fortuna y termina por hacerse cargo
de Northside como su reino por medio de derramamiento de sangre y
la intimidación.— Él hizo un gesto con la mano a la multitud de
figuras con túnicas y luego al altar de piedra, que estaba siempre
manchado de sangre. —¿Algo de esto te suena familiar?
—No.
—Bueno, debería. La película fue hecha en mil novecientos treinta
y uno. —Jory sonrió. — Estabas vivo entonces, ¿verdad?
El director se puso rígido. Incluso con la máscara puesta, Jory podía
ver sus ojos estrechos. Sí, podría haberse sobrepasado con lo último 148
un poco, pero a Jory estaba empezando a no importarle. No podía ver
la esencia de Isaac en cualquier lugar y estaba bastante seguro de que
no iba a salir de allí con vida, por lo que planeó llevarse a tantos de
estos hijos de puta como pudiera.
—Vas a encontrarlo, Jordan, — el director comenzó mientras
caminaba lentamente alrededor del altar, —No soy un hombre que
perdona fácilmente a los que me son desleales.
—No recuerdo haber pedido perdón.— Y nunca lo haría, no a este
cabeza de culo.
Jory tenía que admitir que había algo diferente acerca de este tipo
de la última vez que lo había visto. Era como que el tipo había crecido
una columna. Estaba lleno de un exceso de autoestima. Si Jory no
sabía mejor, pensaría que este director y el último eran dos personas
diferentes.
—Es una lástima, — dijo el director. —Te habría dejado mantener a
tu pequeña mascota. Ahora, me temo, voy a tener que matarlos a
ambos.
—No! — Roland gritó mientras saltaba hacia adelante. Fue
capturado por Desmond antes de que él diera dos pasos. Se esforzó
por escapar, pero él no era rival contra el demonio más grande. —No!
— Gritó Roland de nuevo. —Prometiste romper su vínculo y luego
dejar ir a Jordan.— El pecho de Jory le dolía y apenas podía respirar.
—Estás tratando de quebrar mi vínculo con mi compañero? —
preguntó con voz angustiada. —¿Por qué harías eso?
—El es un demonio, Jordan! — Roland gritó. —Demonios y
vampiros no pertenecen juntos.
—El es mi compañero.
—Sólo hasta la próxima vez que alguien lo invoque y luego él 149
pertenecerá a ellos, y entonces qué sucede contigo?
Jory sintió lágrimas en los ojos, pero su mente le daba vueltas.
—Isaac no puede ser convocado por nadie más que yo, no ahora.—
Incluso mientras dijo las palabras, eso se hizo eco en su cabeza. Isaac
no podía ser convocado por nadie más que él, así que cómo el
director logró tenerlo?
La respuesta se clavó dolorosamente dentro de él. Mientras miraba
a su tío, una ardiente ira lenta se encendió en sus entrañas, creciendo
hasta que era un infierno.
—Tú hiciste esto, — susurró mientras el horror de la traición de su
tío le golpeó. — Entregaste a mi compañero a este monstruo.
—Él es el monstruo! — Roland gritó. —El es un demonio.
—El es mi alma gemela! — Jory gritó de vuelta. —Él es todo para
mí.
El director dio un paso adelante.
—Has unido tu alma con tu demonio? — preguntó con una avidez
que asustó a Jory. Cuando él juntó las manos, Jory saltó. —Oh, esto es
glorioso.
El hombre metió la mano en su túnica y sacó un libro de aspecto
viejo. Era pequeño, no más grande que el tamaño de la mano del
hombre, y... parecía familiar. Jory sabía que tenía que estar perdiendo
su mente. No había manera de que maldito libro podría ser el mismo
que había incendiado en la chimenea. Se había convertido en cenizas.
El director volvió algunas páginas.
—Ah, aquí estamos. Esto será agradable.
Jory sabía que tenían un problema cuando el hombre empezó a
cantar el mismo hechizo de invocación que había usado antes. No
podía luchar contra un demonio por sí mismo y no creía que Cooper o
Philip fueran a ser de alguna ayuda. Todavía estaban colgando del 150
techo.
Jory se volvió y enterró su cara en el pecho masivo de Isaac. Sus
ojos se cerraron mientras dijo su último adiós a su amante.
—Isaac, no sé si tú me puedes oír, pero te amo. Siempre te amaré,
en esta vida y más allá.
Los ojos de Jory se abrieron de golpe cuando sintió un parpadeo
largo del cordón que lo conectaba a su compañero.
—Isaac? ¿Puedes escucharme?
Nada. Tuvo que haberlo imaginando.
Cerró los ojos de nuevo, con la esperanza de detener el flujo de las
lágrimas amenazando con extenderse. Él sabía que no tenía mucho
tiempo. Jory tenía que probar y detener al loco de la máscara, y lo
más probable es que fuera asesinado.
—Habríamos sido felices juntos, mi demonio.
Otro parpadeo.
Jory se calmó.
—Isaac? ¿Puedes escucharme, lindo? — Hubo otro parpadeo, esta
vez un poco más fuerte. Se sentía como si una mariposa estaba
barriendo a través de su mente. —Vamos, amor, — Jory continuó. —
Ven de vuelta a mí.
Cuando el parpadeo se convirtió en un asalto total contra su mente,
Jory casi gritó de alegría.
—Puedo sentirte, lindo. Sigue viniendo. Estoy aquí.
—Jory! — La voz era un susurro, pero se convirtió en un grito en el
momento en que se hizo.
—Isaac.— Jory apretó su agarre sobre su compañero. —¿Dónde
estabas?
—Hechizo de Supresión.
Jory gruñó cuando comenzó a girar. Él sabía lo que un hechizo de 151
supresión era. Esto significaba que se había equivocado sobre Isaac
perdiendo su esencia. Un hechizo de supresión habría suprimido su
conciencia por lo que podía ver, oír y sentir todo lo que estaba
pasando. Simplemente no podía reaccionar a nada.
No había mucha gente lo suficientemente fuerte como para crear
un hechizo de supresión para reprimir la esencia de un demonio.
—No, amor.— Isaac no agarró a Jory para que dejara de girar. Él se
quedó allí como lo había estado antes, sin moverse. No reaccionó en
absoluto, a excepción de las palabras que pronunció en la cabeza de
Jory. —Ellos no pueden saber que estoy de vuelta, no todavía.
—Nunca vamos a salir de aquí.
—Oh sí, nosotros lo haremos.— Jory sintió una calma venir sobre él
cuando la fuerte confianza de Isaac resonaba en su cabeza. —Tengo
un plan.
Capítulo Quince

Isaac sabía que era fuerte, pero también sabía que no era fuerte lo
suficiente para luchar contra su primo, el tío de Jory, el idiota con la
máscara dorada, o la totalidad de las figuras vestidas como él. Ni 152
siquiera podía ganar si Jory le ayudó. Había demasiada gente para
luchar.
Necesitaba ayuda, y sólo había una manera de conseguirla.
A Jory no iba a gustarle.
—Te necesito para invocar a un demonio para mí.
Los ojos de Jory se agrandaron.
—En realidad, te necesito para convocar a tres demonios para mí.
Sus nombres verdaderos son Nicodemus, Dimitrije, y Árktos.
—Isaac, no puedo-
—Son mis hermanos, Jory. Ellos pueden ayudarnos.
—Pero, no tengo nada de sal o-
—Bebé, no necesitas sal. Una verdadera invocación no necesita de
toda esa basura. Eso es todo humo y espejos.
—Pero el círculo sagrado, — Jory insistió.
Isaac sabía que estaba rompiendo el protocolo demonio, regalando
un secreto que era estrechamente guardado, pero esta era su alma
gemela. Él confiaba en Jory más que en cualquier persona, en
cualquier lugar.
—No es necesario un círculo sagrado, amor. Sólo tienes que creer
en ti mismo. Tu poder proviene de dentro de ti, no de un manojo de
hierbas y palabras cantadas.
—No quiero controlar a nadie, Isaac.
—Y no lo harás. En el momento en que aparezcan mis hermanos,
sólo tienes que liberarlos.
Las cejas de Jory se dispararon.
—Y eso funcionará?
—Va a hacerlo.
—¿Por qué nunca mencionaste esto antes de ahora? Quisiera
haberte liberado hace mucho tiempo.— Jory sonaba indignado. 153
—Nosotros ya estaban unidos, mi amor. Era demasiado tarde para
que puedas darme la libertad. Tiene que suceder cuando el demonio
aparece.
Los ojos de Jory se estrecharon.
—Tú y yo vamos a tener una larga charla cuando todo esto termine.
Era todo lo que Isaac podía hacer para no sonreír abiertamente.
—Sí, querido.
—Ahora, ¿Cómo puedo hacer esto?
—Simplemente mira dentro de ti mismo. Tú tienes el poder dentro
de ti. Encuentra tu centro y luego llama a mis hermanos. Exige su
presencia.
—¿Qué vas a hacer?
Isaac alzó los ojos para mirar más allá de su compañero más
pequeño. El podía ver a su primo todavía aferrando al tío Roland. La
lucha parecía haber salido del vampiro. Él estaba de rodillas, mirando
el suelo con una caída abatida de los hombros.
El sumo sacerdote cantaba un hechizo de invocación. Isaac no tenía
idea de a quien el hombre estaba pensando en convocar, pero si el
nombre procedía de ese pequeño libro, no iba a ser bueno. Isaac no
tenía idea de cómo el libro había acabado en manos de ese idiota,
pero la siguiente vez que lo destruyera, se aseguraría de que quedó
destruido.
—Isaac?
—Voy a provocar una distracción.
—¿Qué?
—Invoca a mis hermanos, amor. Vamos a necesitarlos.
Con la esperanza de que Jory podría aprovechar sus poderes, Isaac
pasó junto a su compañero y se trasladó hacia el director. Él trató de
mantener sus movimientos lentos y mecánicos hasta que se acercó lo 154
suficiente para saltar sobre el hombre.
Justo cuando estaba a punto de saltar sobre el altar y agarrar al alto
sacerdote, Roland se levantó de un salto y se lanzó sobre el hombre.
El infierno se desató después de eso. El sumo sacerdote gritó
mientras trataba de escapar de Roland. Desmond rugió cuando fue
tras Roland. Y Roland luchaba como un hombre sin nada que perder.
Isaac utilizó el caos para despachar a tantos seguidores del sumo
sacerdote como pudo. Aquellos que evitaron sus garras corrieron
para sus vidas. Algunos de los braseros fueron atropellados, carbones
calientes y llamas vivas salían en tropel a través del embaldosado. El
humo llenó la cámara, oscureciendo la vista de Isaac de lo que estaba
pasando en la cabeza del altar.
Con la intención de conseguir al sumo sacerdote antes de que el
hombre pudiera terminar su hechizo de invocación, Isaac no se dio
cuenta que estaba luchando espalda con espalda contra Roland hasta
que se volvió a atacar al tipo con sus garras y vio la mirada frenética
en la cara del hombre.
—Lo siento, yo nunca quise que-
El resto de las palabras de Roland se perdieron en su grito cuando
fue arrancado por Desmond y arrojado al otro lado de la habitación.
Golpeó la pared del fondo con un golpe seco, cayó al suelo, y no se
movió.
Isaac oró por el amor de Jory que el vampiro viviera. A él realmente
no podría importarle menos. Lo sintiera o no, Roland había
traicionado a Jory y puso su vida en peligro. En lo que se refiere a
Isaac, podía pudrirse en el infierno.
—Hola primo.
Isaac se alejó del cuerpo tendido de Roland y miró a su primo.
—Desmond. 155
El demonio se rió entre dientes mientras miraba alrededor de la
escena caótica.
—Supongo que es sólo tú y yo, ¿verdad?
Teniendo en cuenta que el sumo sacerdote estaba acurrucado en la
esquina, todavía tratando de cantar su hechizo de invocación, Roland
estaba inconsciente, Phillip y Cooper aún estaban colgando del techo,
y Jory estaba arrodillado en el suelo al otro lado de la habitación, con
los ojos cerrados mientras se centraba en sí mismo, eran solo Isaac y
Desmond. Isaac no contaba a los acólitos corriendo como si en
realidad tuvieran una posibilidad de escapar de la ira de Isaac.
—Entonces, es esto.— Isaac observó al otro demonio
cuidadosamente, pesando lo que sabía de Desmond contra lo que
estaba viendo delante de él. —No te ves tan bien allí, primo. Los
deberes de demonio de succión de alma te están consiguiendo abajo?
La sonrisa de Desmond era todo dientes y maldad en estado puro.
—Sólo hay un alma que busco y cuando derrote tu culo, voy a
hacerte ver cómo lo dreno hasta que Jory no sea más que una cáscara
reseca.
Rabia pasó por Isaac más rápido que un incendio forestal sobre un
llano herboso en la época de verano. Apretó sus manos, sólo
pensando en envolverlas alrededor de la garganta de Desmond y
exprimir la vida fuera de él.
Justo cuando empezó a llegar a Desmond, captó un destello por la
esquina de su ojo. Volviéndose por instinto, el corazón de Isaac se
hundió cuando vio una columna de humo claro, revelando a otro
demonio, que él conocía como amigo. Abaddon estaba también sin
pareja, lo que significaba que estaba en tanto peligro como Isaac y
Jory.
¡Mierda! Las cosas eran ahora mucho más complicadas. 156
Para empeorar las cosas, Abaddon fue considerado el destructor de
los demonios. Su fuerza era legendaria. Él era el demonio de mayores
poderes enviado contra otros demonios cuando la cagaban. Para que
él sea convocado significaba que el sumo sacerdote tenía más poder
del que Isaac había dado crédito para el hombre.
No era bueno.
El director señaló a Isaac.
—¡Mátalo!
¡Mierda!
Antes de que Isaac pudiera tomar un paso de Abaddon, o incluso
pensar en tomar un paso de distancia, fue agarrado por detrás y
lanzado por el aire. Él gruñó cuando golpeó un muro de piedra y cayó
el suelo junto a Roland. Más o menos cada pulgada de su cuerpo le
dolía, y había una punzada en el costado izquierdo que hacía difícil la
respiración. Isaac estaba bastante seguro de que se había roto o por
lo menos una costilla fue fracturada.
Isaac se quedó sin aliento mientras trataba de incorporarse.
Envolvió su brazo alrededor de su costado herido y trató de ponerse
de rodillas. Necesitaba hacerlo antes de que Desmond o Abaddon
llegaran a él. Después de luchar a sus rodillas y luego levantarse, Isaac
se apoyó contra la pared un breve momento. Él tomó una respiración
entrecortada mientras inspeccionaba la cámara.
Tomó un simple momento para él para tomar algo.
El director estaba de pie, apuntando a Isaac, y gritando, exigiendo
su muerte. Desmond parecía tener una sonrisa casi ansiosa en su
rostro mientras avanzaba hacia Isaac. La cara de Abaddon se llenó
con dolor y tristeza, sus pasos sobre pilotes como si estuviera
luchando contra el comando del sumo sacerdote con cada paso que
daba. 157
Isaac no sintió ninguna mala voluntad hacia Abaddon. El demonio
estaba meramente siguiendo los dictados de la fuente del mal que lo
había convocado. Él no tenía ninguna opción en la materia. Desmond,
por otro lado, tenía pleno control de sí mismo y sus acciones.
Isaac sabía que tenía tres opciones. Podía luchar hasta que
Desmond el demonio estuviera muerto. Él podría golpear fuera a
Abaddon, y esperar que el hombre no se lastime demasiado mal. O
podría ir tras el sumo sacerdote y poner fin a todo esto ahora.
Isaac eligió al sacerdote.
Si pudiera matar al director, pondría fin a su control sobre
Abaddon. En conjunto, puede ser que tengan la oportunidad de
derrotar a Desmond y los acólitos que se estaban introduciendo de
nuevo en la habitación. Hasta que sus hermanos llegaran aquí, Isaac
no vio ninguna otra opción.
Isaac se inclinó cuando vio a su primo en dirección a él. Él tenía la
esperanza de dar la impresión de que había sido herido mucho más.
Concedido, las costillas duelen como el infierno, pero podía manejar
todo por ahora. No había mucho que no podía manejar si pensó que
podría darle una ventaja.
Cuando Desmond llegó hasta él, Isaac contuvo la respiración,
esperando la apertura perfecta. Una mano alrededor de su brazo era
toda la apertura que Isaac necesitaba. Él tiró de su brazo hacia atrás
mientras giraba su cuerpo alrededor, utilizando el propio peso del
cuerpo de Desmond y su ego en su contra. Como hizo un trompo,
Isaac puso la mano en la nuca de Desmond y empujó con toda la
fuerza que tenía.
Agonía estalló en su costado, pero Isaac empujó a través del dolor y
estrelló la cabeza de Desmond en el muro de piedra antes de que el 158
demonio pudiera detenerlo. Hubo un golpe seco y luego Desmond
cayó al suelo. Después de ver la mancha roja en la pared, Isaac estaba
bastante seguro de que Desmond no iba a levantarse en cualquier
momento pronto.
Aún quedaba Abaddon y los acólitos para pasar por delante y
pudiera matar al sumo sacerdote.
Isaac volvió a mirar al otro lado de la habitación. Abaddon estaba
lentamente haciendo su camino a través del cuarto, pero seguía
luchando a cada paso. Su mandíbula se apretó con tanta fuerza, que
Isaac se preguntó si iba a romperse.
Isaac se movió hacia él, pero se quedó claramente fuera del alcance
del brazo. Él realmente no quería tomarla sobre Abaddon si él no
tenía por qué.
—Mantente luchando, Abaddon.
Los ojos rojos se encontraron, el dolor y la angustia saliendo del
alma de Abaddon por sus ojos eran desgarradores.
—Mantente luchando, mi amigo.— Isaac miró hacia la esquina
donde el sumo sacerdote estaba gritando órdenes a sus acólitos. —Yo
tengo que ir a alimentar a alguien con su máscara dorada.—Isaac
pasó a Abaddon y salió hacia el sacerdote. Algunos acólitos que
trataron de detenerlo se reunieron rápidamente con un juego letal de
garras.
Isaac dejó un rastro de sangre y carnicería en su estela, y al mismo
tiempo que sentía dolor por la pérdida de la vida, él no sentía dolor
por desaparecer a los que intentaron dañar a él y a su alma gemela.
—Detente! — Gritó el sumo sacerdote cuando Isaac llegó
finalmente hasta él. —Te ordeno que te detengas.
Isaac inclinó la cabeza. De verdad?
—Te prohíbo explícitamente llegar mas cerca. 159
—Tú no me ordenas — dijo Isaac.
El hombre levantó la cabeza, mirando hacia abajo con la nariz a
Isaac.
—Yo soy el sumo sacerdote. No puedes tocarme.
Vaya, este tipo estaba delirando.
Isaac había tenido suficiente de su basura. Él quería que esto
terminara. Se acercó y agarró al sumo sacerdote de los brazos y lo
levantó hasta que estuvieron a la altura de los ojos y luego estrelló al
tipo en la pared detrás de él.
—Como he dicho, no me ordenas.
El hombre agarró a las manos que lo sujetaban contra la pared, su
rostro pálido desesperado.
—No me puedes hacer esto a mí. Soy el sumo sacerdote.
—Trataste de alejar a mi compañero de mí, — Isaac rompió. Nadie
tenía permitido poner en peligro a Jory. —Amenazaste la vida de
otros por tu pequeño intento torcido por el poder que no te
pertenece. Tú eres un monstruo sin alma que necesita ser destruido.
—Tú no puedes-— Los ojos del hombre se abrieron cuando se
establecieron en algo, o alguien, detrás de Isaac. —Roland. Sálvame,
Roland. Te lo ordeno.
Isaac se puso tenso cuando se dio cuenta que el tío de Jory estaba a
su espalda. El hombre había ido tras el sumo sacerdote hace unos
minutos, pero eso no quería decir que no cambiaría su mente dada la
oportunidad. Isaac bajó lentamente al sacerdote al suelo y luego se
volvió, sin soltar su agarre en el hombre repugnante.
—Roland.
El hombre parecía herido, con el rostro de un tono ceniciento de
blanco que lo hacía parecer como si estuviera al borde del colapso. 160
—Yo nunca pensé... Sólo quería salvar a Jordan. Nunca tuve la
intención de que todo esto ocurriera.
—¿Qué te pareció que iba a pasar? — Isaac rompió, perdiendo
rápidamente la paciencia con el hombre. —Traicionaste a tu sobrino y
lo entregaste a este monstruo—Isaac sacudió al sumo sacerdote
como una muñeca de trapo — en bandeja de plata. ¿Creías que justo
iban a sentarse y tomar el té?
—Cuando vi esas páginas quemadas de ese libro en la chimenea de
tu estudio, y me di cuenta de lo que eran, pensé que si llegaran al
sumo sacerdote, podía reconstruirlo y encontrar una manera de
mantener a Jordan a salvo de ti.
—Cuándo estuviste en mi estudio?
—La noche que fui a buscar a Desmond, — explicó Roland. —Tú te
habías transformado y te habías ido detrás de Jordan. Tenía que
llamar a casa y registrar la entrada, así que pedí a tu ayuda de cámara
para usar un teléfono. Él me mostró el estudio.
De acuerdo, eso tenía sentido, pero Isaac iba a tener que hablar con
Manning acerca de dejar entrar a la gente en su estudio. Él debería
haber llevado a Roland a uno de los otros numerosos teléfonos en la
casa.
Pero eso no venía al caso...
—¿Te das cuenta de que podrías haber matado a Jory si hubieras
ido a través con este plan loco tuyo?
—¿Qué? — Lo que quedaba de color en el rostro de Roland se
drenó lejos. —¿Cómo?
—Nosotros vinculamos nuestras almas, idiota. Si me matas, lo
matas a él.
—Pero... — La frente de Roland se arrugó con un profundo ceño
fruncido. Isaac podría ver que el hombre realmente estaba 161
confundido. —Vampiros y demonios no pueden formar enlaces de
alma. Eso es un mito.
—No, no lo es.— Los ojos de Isaac se estrecharon en la casi
silenciosa risa que salió de los labios del sumo sacerdote. Sacudió al
hombre duro lo suficiente para hacer que sus dientes traquetearan.
—Y este idiota lo sabía.
—Él está mintiendo, Roland, — dijo el sumo sacerdote. —El está
intentando manipularte. No le hagas caso. Tú sabes lo que es
correcto. No permitas que este engendro de Satanás te domine a
través de la duda.
Los ojos de Isaac quebraron cuando Roland jadeó. Él había pensado
en el trastorno del hombre antes pero no era nada comparado al
sufrimiento que sangró en la cara del hombre cuando él miró
fijamente en el sumo sacerdote. Isaac comenzó a obtener una muy
mala sensación en la boca del estómago.
—Roland?
Antes de que pudiera detener al chico, Roland saltó y agarró la
máscara dorada, arrancándomela del sumo sacerdote. El grito de
angustia que salió de los labios de Roland cuando vio el rostro del
sacerdote era uno que no pensaba que fuera a olvidar nunca. Viviría
en sus pesadillas hasta el día de su muerte.
—Se supone que estás muerto, — susurró Roland en una voz
atormentada. —Moriste en un accidente automovilístico hace más de
una década. ¿Cómo puedes estar aquí?
—Deja de ser excesivamente dramático, Roland, — gruñó el sumo
sacerdote. —Yo no puedo morir.
Creciendo más confundido por el momento, Isaac echó un vistazo
entre los dos hombres, uno la imagen rota de un hombre, el otro
soberbio y egoísta. 162
—Roland, ¿Conoces a este hombre?
—Sí, — Roland susurró con una voz llena de tristeza. —Él es mi
padre.
Capítulo dieciséis

Jory escuchó el grito angustiado de su tío, y él quería ver, pero


estaba demasiado ocupado tratando de mantenerse centrado
mientras llamó sucesivamente a los tres demonios que pidió su 163
compañero. Rezó para no recibir la cabeza entregada a él por
convocar a los tres demonios.
—Nicodemus, Dimitrije, Arktos, — Jory cantó en su cabeza. —Les
ordeno responder a mi llamada.— hombre, esperaba que estuviera
haciendo esto correcto. No seguir la rutina habitual del ritual hacía
esto aún más difícil. —Yo te convoco, Nicodemus, a mis órdenes. Te
convoco, Dimitrije, para hacer mi voluntad. Yo te llamo, Arktos, para
hacer mi pedido. Escuchen mi voz y vengan a mí.
Jory se revolvió de nuevo cuando el humo comenzó a arremolinarse
frente él. No hubo círculo sagrado de sal por lo que no estaba seguro
de qué tan lejos debía moverse. Ni siquiera había hecho dos pies atrás
antes de que el humo se disipara y tres de los más grandes demonios
rojos que había visto nunca se presentaron ante él.
Y no se veían felices.
—Tú llamaste? — El alto en el medio preguntó.
Jory señaló.
—Vayan a ayudar a su hermano.
Tres cabezas giraron como si estuvieran bajo el mismo poder. Tres
poderosos gruñidos llenaron el aire, haciendo que los pelos del brazo
de Jory se pusieran de punta. Jory rogó que hubiera hecho lo correcto
en convocar a éstos tres demonios. Si no lo hubiera hecho, no creía
que él e Isaac fueran a salir de la cámara ritual vivos.
Jory subió lentamente de pie mientras observaba a los tres
demonios hermanos avanzar en la escena de la pelea jugando fuera
en el otro lado de la habitación cuando los acólitos restantes
atacaron. Le tomó todo su control para no llamar a Isaac y advertirle
que venían.
Su mandíbula cayó cuando Isaac echó un vistazo a sus hermanos y 164
entonces, los cuatro de ellos empezaron a trabajar juntos como si
hubieran luchado contra legiones de malos juntos un millón de veces
antes. Sus movimientos eran malditamente impecables.
Cuando la pelea parecía disminuir, los acólitos, o bien sacrificados o
heridos, y el gran demonio que el director había convocado
inconsciente en el suelo, Jory sintió la imperiosa necesidad de estar
con su compañero.
Dio un paso, pero era un paso demasiado. Sintió una helada fría
hoja que cortaba en su piel de la garganta. El pequeño rastro de
sangre que sentía chorreando por su piel le dijo que moverse más
sería una muy mala idea.
—Um, Isaac, un poco de ayuda aquí, — dijo a través de su enlace.
Jory no sabía quién lo había mantenido a punta de cuchillo, pero un
resplandor a Isaac y sabía que quien sea tenía muy poco tiempo en el
mundo.
—Libera a mi compañero, Desmond, — Isaac gritó cuando empezó
a caminar a través de la cámara de piedra.
Bueno, eso explicaba quién.
—Quiero el libro, — dijo Desmond. —Dame el libro y voy a dejar a
Jory ir.
—No lo hagas! — Jory gritó, haciendo una mueca un momento
después, cuando sintió que la hoja del cuchillo cavaba en su piel.
—Cállate! — Gritó Desmond.
Sí, no va a suceder.
—Preferiría estar muerto que dejarte destruir a otro demonio.
—Eso puede ser arreglado.
—¿Qué pasa con ustedes y los malos de una sola línea? — Preguntó
Jory mientras inclinaba la cabeza lo suficiente para ver la cara de
Desmond. —Esto es no una jodida película de Hollywood y no eres el 165
cardenal Richelieu.
Desmond frunció el ceño.
—¿Quién?
—Oh, ya sabes, — dijo Jory cuando se volvió un poco más, —el
Cardenal Richelieu. Fue interpretado por Tim Curry en la película Los
tres mosqueteros?
—No.— Desmond sacudió la cabeza. —No creo que haya visto esa.
—Oh, realmente deberías. Tiene a Kiefer Sutherland y-
—Jory! — Isaac rompió.
—¿Qué? — Jory quebró de vuelta cuando se volvió de nuevo para
enfrentar a los otros.
—Ahora no es el momento para hablar de películas. Tenemos una
pequeña situación aquí.— Isaac agitó su mano hacia Jory y Desmond.
—Tiene un cuchillo en tu garganta, recuerdas?
Jory puso los ojos antes de golpear el talón de la bota hacia abajo
en la parte superior de la pezuña de Desmond. Cuando el hombre
gritó y se fue a agarrar su pata, movió el cuchillo de la garganta de
Jory. Jory atascó el codo hacia atrás en la garganta de Desmond
cuando el hombre se inclinó y después llevó el brazo hacia arriba,
golpeando su puño contra la cara de Desmond.
El demonio cayó como una roca.
Jory se inclinó y recogió el cuchillo de aspecto muy afilado que
Desmond había estado manteniendo en su garganta antes de mirar a
través de la habitación en los rostros aturdidos que le devolvían la
mirada.
—¿Te sientes mejor?
—Sí, — Respondió Isaac. —Mucho.
Jory hizo un análisis rápido de la cámara para asegurarse de que no
había nadie más listo para saltar hacia él con un cuchillo y luego 166
corrió a través del cuarto a los brazos de su compañero. Jory respiró
profundo, el mundo a su alrededor calmado cuando el potente aroma
de Isaac llenó sus pulmones.
—Estoy jodidamente cansado de tu primo, Isaac. Él decididamente
no está siendo invitado para Navidad.
—Sí, amor.
—¿Eso significa que no podemos venir para la Navidad?
Jory se aseguró de permanecer en el círculo de los brazos de Isaac
mientras se giraba para mirar al hombre que había hablado. Tenía un
poco de disculpa que hacer.
—Yo los libero y pido perdón por convocarlos contra su voluntad.
Por favor, sé que no lo habría hecho si no hubiera sido de vida o
muerte.
—Ah, no te preocupes, pequeño humano, — uno de los hombres
dijo en una jovial voz. —Tú eres el compañero de nuestro hermano.
Está todo bien.
—No soy humano. Soy un vampiro.— Jory se negó a esconderse de
la familia de Isaac. No pensaba en ocultar a Isaac de la suya. Todos
ellos mejor se animan y se acostumbran a los dos juntos porque Jory
no tenía intención de ser separado de Isaac por el resto de la
eternidad.
—Ninguna mierda? — Ojos tan oscuros como la medianoche
dispararon en Isaac, que era extraño teniendo en cuenta que habían
sido rojos cuando Jory convocó a los tres hermanos. —¿Es cierto,
hermano?
—Cada palabra, — Isaac respondió con una sonrisa. —Mi bebé
puede chupar como el mejor de ellos.

167
—¿Estás seguro de que tu madre quiere que vaya contigo?
—Por enésima vez, Jory, — Isaac respondió con un sentido de déjà
vu, —Ella te invitó. Ella me dijo que te llevara.
Observó a Jory frotarse las manos con nerviosismo en su regazo
mientras miraba por la ventana de la limusina.
—Ella sabe que soy vampiro, ¿verdad?
—Ella lo sabe, amor.
—Y ella todavía me invitó?
—Ella quiere conocerte. Al parecer, mis hermanos han estado
delirando sobre ti.
Las cejas de Jory se levantaron.
—Incluso después de que los convoqué?
—Les explicaron que yo te pedí que lo hicieras. Ellos no tienen
ninguna mala voluntad hacia ti. Entienden por qué lo hiciste. —Isaac
se encogió de hombros. —Además, ayudando a asegurarse de que el
maldito libro fuera destruido de una buena vez les mostró qué tipo de
persona eres.
Jory se quejó mientras inclinaba la cabeza hacia atrás contra el
asiento.
—Yo siento mucho que te vieras envuelto en todo esto. Todavía no
puedo creer que mi tío Roland devolvió el libro a ese monstruo o que
esperaba romper el vínculo entre nosotros.
—Creo que enterarse de que no sólo estaba su padre con vida, sino
que el hombre había fingido su muerte para que pudiera ir detrás de
la escena como sumo sacerdote de su aquelarre y empezar a hacer
sacrificios de sangre para alimentar su apetito enfermo por el poder
es suficiente castigo. Roland está pagando por sus crímenes en una
manera que nunca podría haber soñado. 168
—Todavía no puedo creer que el abuelo esté con vida. Recuerdo
estar sentado en su rodilla como un niño mientras él me contaba
historias de su juventud.
—Creo que ahí estuvo el principal problema.
—Yo sentado en su rodilla? — Jory preguntó en un tono de
sorpresa.
—No, la juventud. Tu abuelo estaba tratando de vivir por siempre.
La cara de Jory había palidecido.
—Sí, pero renunció a todo para conseguir eso. ¿Cuál sería el punto?
Sé que no quiero vivir un segundo más de tiempo que tú. La eterna
juventud no valdría la pena.
—Eso no habría sido un problema en absoluto si no hubiera
conseguido esas palabras rituales estúpidas equivocadas en primer
lugar. Yo hubiera sido su esclavo y tú probablemente habrías sido
muerto.— Isaac todavía se enfermaba del estómago cada vez que
pensaba en cómo las cosas podrían haber sido diferentes. Había
estado tan cerca de no tener a Jory.
—Quizás.— Jory volvió a mirar por la ventana por otro momento.
Isaac se acercó y cubrió la mano de Jory.
—Estamos a salvo, estamos juntos, y nada nos puede separar de
nuevo. Piensa en eso en lugar de lo que podría haber sucedido.
—Bueno, — Respondió Jory, —si no estamos vinculados por la
eternidad después de la ceremonia que mi abuela lanzó para
nosotros, entonces no hay fuerza capaz de traernos más cerca juntos.
Isaac se rió en silencio mientras recordaba la ceremonia de unión
en que habían participado en Samhain. Había sido una para el libro de
records, eso era seguro. Después de enterarse de lo que su marido
supuestamente muerto había tratado de hacer, la abuela de Jory
pareció tratar de compensarlo. Había tirado la mayor ceremonia de 169
unión en la historia del aquelarre, y eso decía alguna cosa.
—Oh bueno, — Jory dijo mientras miraba hacia arriba, con una
media sonrisa en los labios. —Escuché de Cooper y Philip.
—¿Cómo están? — Preguntó Isaac. Que apenas conocía a los dos
hombres, en realidad sólo de haberlos visto en la ceremonia de
unión. Después de lo que habían pasado, parecían un poco indecisos
gastando tanto tiempo con Isaac. Isaac no podía culparlos. Dos veces
habían sido ofrecidos como sacrificios de sangre. En lo personal,
Isaac, probablemente, habría corrido hacia las colinas en la primera
oportunidad. Cooper y Philip se habían pegado alrededor para mirarlo
y Jory consiguió engancharlos.
—Philip se está quedando con la abuela por un tiempo. Cooper
tiene decidido terminar nuestro viaje a través de Europa.
—¿Es eso realmente una buena idea?
Jory se encogió de hombros.
—Dijo que necesitaba despejar la cabeza un rato y ver las vistas era
la manera de hacerlo.
A Isaac no le gustó.
—La próxima vez que llame, averigua dónde está. Voy a tener a uno
de mis hermanos con un ojo en él.
—Oh, no estoy seguro-
—Relájate, Bebé, Cooper ni siquiera sabrá que está siendo
verificado. Mis hermanos pueden ser muy discretos cuando es
necesario. Son demonios después de todo.
—Cooper se va a cabrear cuando lo averigue.
—Entonces no le digas.
Los ojos de Jory rodaron.
—Cooper podría ser humano, pero es más listo que la mayoría. Se
dará cuenta. 170
Isaac se rió entre dientes mientras sacaba a Jory en sus brazos.
—Lo superará, amor.
—Espero que encuentre a alguien y descubra lo que nosotros
tenemos.
Isaac sonrió cuando Jory suspiró y todo el cuerpo del hombre se
relajó contra él.
—Y ¿Qué es lo que tenemos, mi amor?
—Todo, — Susurró Jory. —Tenemos todo aquí, ahora mismo.
Apenas los dos de nosotros. No necesito otra cosa en el mundo
excepto pasar el resto de mi vida aquí en tus brazos.
Isaac dio un beso en la parte superior de la cabeza de Jory.
—Puedo tener tu juramento sobre eso?

FIN
SOBRE EL AUTOR

Stormy Glenn cree que la única cosa más sexy que un hombre en
botas de vaquero son dos o tres hombres en botas de vaquero.
También cree en el amor a primera vista, compañeros del alma, amor
verdadero, y los finales felices. Generalmente, puedes encontrarla en
la cama con un libro en la mano y un perrito en su regazo o en su 171
computadora portátil, creando el próximo hombre sexy para uno de
sus cuentos. Stormy da la bienvenida a los comentarios de los
lectores. Puedes encontrar su sitio web en www.stormyglenn.com.
Para todos los títulos de Stormy Glenn, por favor visita
www.bookstrand.com/stormy―glenn
Búsqueda de lo nuevo: ANDREEA
Trad. de Sacrificio de Sangre: T. Ganimedes

Traducción, Corrección, Diseño y Edición


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VERSION EXTENDIDA
IPHI NO
FACEBOOK
ni ninguna
red social

Si lo ponen para descargar en su blog, agradezcan y


conserven el formato. Y Gracias por ponerlo
Es de fans para fans y no recibimos ninguna compensación
económica por las traducciones que realizamos.
Espero que les guste.
Y no olviden comprar a los autores, sin ellos no podríamos
disfrutar de estas maravillosas historias

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