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Thorne es un playboy conocido.

Encontrar un hombre nunca ha sido un


reto. Sus parejas se sienten atraídos por su dinero y su estatus social.
Cuando Kip entra en su vida, todo cambia. La atracción es instantánea,
pero sus técnicas normales no funcionan, Kip no lo deja entrar.
Kip ha sido entrenado para proteger y guardar a su amigo, Trey.
Vendido en esclavitud por sus padres, Kip conoce su lugar. Él necesita
poco y pide nada. Cuando Trey encuentra a su compañero, Kip ya no
tiene un propósito. 2
Thorne intenta ayudar a Kip a seguir adelante y encontrar un lugar en
el mundo, pero Kip no sabe cómo soltarse y dejar que alguien lo ayude.
Él trata de empujar a Thorne a distancia, pero Thorne no se da por
vencido. Kip es suyo y Thorne está decidido a conquistarlo. ¿Kip aceptará
el amor de Thorne?
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13 El Primer Amor de Thorne


Capítulo Uno
Thorne se paseó por la calle irradiando confianza, como se esperaba
del Capitán de los guardias de la ciudad. Su espalda recta, el paso seguro,
y el resplandor frío que inspiraba miedo y, con suerte, respeto. Cuando se 4
acercó a sus hombres, un guerrero dio un paso atrás, pero ¿ese paso fue
peor que el intento fallido de otro guerrero de esconderse detrás de otro
hombre? Algunos podrían pensar que sí, pero Thorne pensaba que
ambos actos merecían el peor castigo, como fregar el cuartel de la
guardia de la ciudad con pequeños cepillos o nadar en el lodo para
buscar artículos perdidos. 12/2017
Los guardias patrullaban las calles y protegían la ciudad. Cuando se
acercaba el peligro, su trabajo era dirigirse hacia él, no encogerse detrás
de un hombre más grande.
En el mundo de Thorne, había dos tipos de guerreros: los oficiales
retirados de la Fuerza Espacial, que nunca retrocedieron, y los hombres
que nunca vieron una verdadera batalla. En las filas de los guardias de la
ciudad, los guerreros que no vieron una batalla superaban en número al
de los hombres endurecidos y experimentados, un hecho confirmado
cada vez que escribía un reporte de desempeño. Desde que asumió el
cargo de Capitán de la Guardia, la disminución en las evaluaciones
eficaces se había igualado. Ahora, si el desempeño laboral pudiera subir a
una calificación aceptable, podría ser menos que un asno.
Érase una vez, o eso oyó, los mejores guerreros fueron enviados a
proteger la ciudad. En algún lugar de los últimos siglos eso cambió, y los
mejores guerreros fueron llevados al espacio, dejando lo peor de lo peor
en su planeta natal. Thorne tenía que ser justo. Algunos de los hombres
usaban conexiones familiares y tiraban de cuerdas para quedarse atrás,
dejándolo preguntándose qué era peor, incompetencia o pereza. Cuando
entró en la sala del trono para discutir el asunto con el Rey Kwan, su
primo le informó a Thorne:
―No todos los hombres fueron hechos para ser soldados.
¿Qué diablos significaba eso? Todos los Warsarians eran obligados a
alistarse. En las batallas había un lugar para todos. Entonces vio a sus
hombres. Quizás Kwan tenía un punto. Estos hombres habrían muerto
antes de que levantaran un bláster. Tenían - descanse en paz - escrito 5
sobre ellos. Thorne solo tenía que enfrentar la verdad. La ciudad estaba
protegida por un gran grupo de hombres incompetentes. No era de
extrañar que la violencia y los crímenes no resueltos se hubieran
disparado.
Un guerrero dio un paso adelante. El pelo largo y rojo cayó sobre su
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ojo derecho, dejando al hombre incapaz de ganar la más fácil de las
peleas porque planeaba cargar medio ciego. Incapaz de leer la molestia
de Thorne, el guardia infló su pecho, exponiendo el único botón que
faltaba en su uniforme negro arrugado.
Thorne trató de recordar su nombre. ¿Era Gale? ¿Dale? Un hombre
incapaz de ganar una pelea callejera no merecía el esfuerzo necesario
para recordar su nombre. Hasta que él se probase a sí mismo en la
batalla, Thorne no estaba interesado en aprender nada más sobre él.
―Señor, nadie vio nada―, dijo Gale, o tal vez fue Dale. Thorne no tenía
tiempo de adivinar el nombre de este hombre, por lo que se decidió por
el apodo de Inútil, una descripción apropiada y precisa. Justo detrás de
Inútil, Mack, un guerrero que sirvió en la fuerza espacial con Thorne, negó
con la cabeza, probablemente preguntándose, como Thorne, si alguien
era tan tonto como Inútil, que ansiosamente rebotó sobre sus pies como
un niño todavía en la escuela primaria. Bueno, al menos Inútil lo intentó.
El resto de sus hombres estaban demasiado ocupados agachando la
cabeza, esperando que Thorne no los notara.
― ¿Y? ― Preguntó Thorne.
En lugar de saltar para responder a la pregunta de un oficial al mando,
Inútil se giró para mirar detrás de él como si Thorne le hubiera
preguntado a alguien más. Thorne resistió el impulso de poner los ojos
en blanco ante la absoluta falta de conciencia del hombre. Inútil, un
apodo demasiado amable para tal estúpido no duraría un día, no, no lo
conseguiría ni una hora en una nave espacial. Thorne tenía poca 6
paciencia para la incompetencia y ahora deseaba no haberse molestado
en darle un apodo al hombre. Él no se merecía la fracción de segundo
que se necesitaba para pensar en uno.
―Estoy informando, señor. ― El idiota empujó su pecho aún más
mientras se ponía más recto. Alguien necesitaba decirle a este chico que
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una postura perfecta no hacía que la información que fluía de su boca
fuera importante.
―En este momento, la vida de un hombre está en peligro. ― Thorne
miró a Inútil, quien asintió a su declaración. ―No me importa con quién
estés relacionado o qué cuerdas se tocaron para que consiguieras un
trabajo en la ciudad ―. La expresión de ojos abiertos enojó a Thorne aún
más. ¿No sabía este hombre cómo llegó hasta aquí? Thorne no tenía
tiempo para la actuación inocente y si no era una actuación, no tenía
tiempo para su estupidez. ― ¿Qué estás informando? ― El tono de
Thorne podría congelar una corriente de lava.
― ¿Lo qué descubrí, señor? ― El sudor se derramó por el tembloroso
guerrero.
Thorne lo fulminó con la mirada mientras esperaba más, pero no había
más.
― ¿Qué exactamente descubriste? ― ¿No quería compartir? ¿No era
esa la razón por la que Inútil lo detuvo? Thorne lanzó su mirada
alrededor, buscando cámaras ocultas. Tal vez esto era una broma, una
broma enfermiza en los últimos años de su vida.
Inútil se estremeció con el tono de Thorne, como si sus palabras fueran
un cubo de nitrógeno líquido que se derramase sobre su cabeza. Ahora,
esa era una idea que él estaba dispuesto a probar.
―Nadie vio nada, s-señor―, dijo, murmurando y el tartamudeo hizo
que perdiera toda la confianza en que el informe continuase. La cara de
Mack se puso roja mientras él reprimió una sonrisa. Su antiguo camarada
era el único hombre en el grupo con experiencia y habilidades 7
desarrolladas a partir de años de experiencia. ¿Qué pasaría si un criminal
llegase a uno de sus hombres con un bláster o un cuchillo? Quizás si se
encogieran lo suficiente, serían un objetivo más pequeño.
―Entonces. ― Thorne respiró hondo, tratando de evitar que su
temperamento explotase ―Me detuviste en mi camino para proteger a
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un hombre en peligro para informarme de nada. ¿Es correcto?
Inútil abrió la boca y luego la cerró. Repitió la acción cinco veces como
si practicar la respuesta idiota lo hiciera parecer inteligente, pero un tonto
con la boca abierta seguía siendo un tonto. Afortunadamente, no
pronunció ninguna palabra. Una gran mejora en la opinión de Thorne,
pero aún no había terminado.
― ¿Cuántos guerreros hay aquí? ― Preguntó Thorne.
Inútil se pasó el dorso de la mano por la frente sudorosa.
―Diez guerreros, s-señor. ― Genial, el hombre podría contar.
― ¿Es productivo para cada guerrero no informar de nada? ― Thorne
esperó por una respuesta. Ninguna llegó. ―La pregunta requiere una
respuesta.
―L-lo siento, s-señor. No, no es productivo.
―Finalmente, algo inteligente. ― Thorne se inclinó más cerca.
―Recuerda eso. La próxima vez, si me haces perder mi tiempo, pasarás
cincuenta años clasificando basura en un muelle de rescate mientras
buscas infractores a la ley de reciclaje.
Inútil dio un gran paso antinatural hacia atrás antes de inclinarse ante
Thorne. Esta vez, no tartamudeó una disculpa ni explicó sus acciones. Tal
vez hubiera esperanza para él después de todo.
― ¿Alguien más tiene que informar de algo? ― Preguntó Thorne.
Nadie se movió. La calle estaba silenciosa. Incluso la gente que pasaba se
mantenía callada. ―Entonces vuelvan al trabajo. Todos los que se
encuentren en un radio de media milla serán interrogados. Si toma toda 8
la noche, entonces trabajarán toda la noche. Si es preciso ir por la
mañana, trabajarán por la mañana. Toquen todas las puertas. Que nadie
escape al interrogatorio. ¿Entendido?
Un coro de - Sí, señor - revoloteó en el aire como una bandada de
pájaros agitando sus alas, desesperados por volar, pero incapaz de
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despegar del suelo.
Sacudió la cabeza. Demasiados guerreros sin habilidades. No era
extraño que las drogas se hubieran infiltrado en su ciudad. La mayoría de
sus hombres no reconocerían la sustancia en polvo blanco si aterrizase en
sus regazos. Esta noche un hombre inocente fue sacado de la calle y
nadie vio nada. Absurdo. Thorne quería que sus guerreros empujaran a
través de las mentiras y llegaran a la verdad, pero lamentablemente sabía
que eso no sucedería.
Él podía imaginar el interrogatorio.
― ¿Has visto algo? ― Un guerrero preguntaría.
―No he visto a cuatro hombres perseguir a un hombre de pelo oscuro
y rizado, ― un testigo potencial respondería.
―Bien, gracias por tu tiempo. No más preguntas.
El guerrero no cuestionaría la descripción exacta de la víctima de esta
noche. Esa llama masiva de palabras incriminatorias los quemaría, pero
estos hombres tendrían que prenderse fuego antes de darse cuenta. Le
recordaron a Thorne a sus citas de una noche que pensaron que el sexo
llevaba a una relación, incluso después de que Thorne les dijera que no
volvieran otra vez.
Thorne gimió. La noche se desperdiciaría. Mack no podía hacerlo todo
y nadie más en el grupo estaba a la altura de la tarea. Thorne negó con la
cabeza. Él tenía una tarea diferente, y no estaba sosteniendo las manos
de los guerreros durante una investigación simple, por lo que los dejó
buscando a tientas como un conjunto de artistas de circo, tropezando 9
con sus pies después de que la carpa se derrumbase y se dirigió hacia el
hogar del hombre al que había prometido proteger.
La pensión le recordó una estructura condenada que pedía ser
derribada. Él inclinó la cabeza. ¿Será que los edificios en esta sección de
la ciudad se hicieron inclinados hacia la derecha? Se centró en la puerta y
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miró el mecanismo de bloqueo. Eso no mantendría a la gente
desagradable afuera, no con la puerta de entrada colgando de las
bisagras.
Thorne entró al edificio. Él no podía cambiar la condición del lugar.
Solo un soplete o una bola de demolición ayudarían. Cuanto más
profundo él entró, más enojado se puso. La gente no debería vivir así. No
era extraño que tres hombres se escondieran en la oscuridad para
esperar a Trey. Fue muy fácil hacerlo. Thorne pensó en el hombre de
cabello oscuro. Trey se ajustaba a un perfil. Hombres que coincidían con
su descripción comenzaron a desaparecer semanas atrás. Este edificio era
como atar un arco alrededor del cuello de Trey con un mensaje -
secuestradme.
¿Cómo llegó aquí? Thorne se preguntó. Cuando le dijo a Byron, un ex
Capitán de la Fuerza Espacial y jefe de Trey, sobre las víctimas de pelo
oscuro, Byron intentó proteger a su compañero, pero Trey se escabulló.
Thorne podría haber estado allí también, pero él no era el compañero o
empleador de Trey. ¿Cómo se suponía que iba a saber que el hombre
planeaba deslizarse por la puerta en el momento en que le dieron la
espalda? Thorne daba órdenes y los hombres las seguían. Sus instintos le
dijeron que Trey sabía más acerca de la situación de lo que dejaba ver.
Ninguna de las otras víctimas había sido seguida a casa. Las diferencias
significaban algo. Trey era la clave para resolver el caso, pero en lugar de
exigir respuestas del humano, Thorne dejó que Byron se llevara a Trey.
Thorne suspiró. ¿Desde cuándo se había vuelto blando? Mañana sería
otro día, un recordatorio que hizo poco para aligerar su estado de ánimo. 10
Él le debía a Byron, otro bocado que no ayudaba. Permitir que un testigo
clave se fuera a casa después de un crimen simplemente no ocurría.
Incluso si Byron y Thorne hubieran sido capitanes de Fuerzas Espaciales
en la Tercera Flota, no le debía tanto al hombre. La razón de su inusual
comportamiento vino a él: Joff, el amante de Byron y amigo de Thorne,
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que murió en la batalla. Joff hubiera querido que ayudara a Byron a
encontrar la felicidad. Trey era la clave para la felicidad de Byron.
Arrugó la nariz al amargo hedor de sus pensamientos. ¿Clave para la
felicidad de Byron? ¿En qué diablos estaba pensando? Eso ni siquiera era
lo peor.
Dejar que Trey se fuera era una cosa, pero ofrecerse a proteger al
amigo de Trey era algo más. Eso se sintió como un favor, pero Thorne no
hacía favores. Él exigía las cosas, pero todavía tenía la sensación
incómoda de que era un favor.
Lo que lo dejó aún más confundido. ¿Cuándo comenzó a preocuparse
por los demás? La gente sufría. Trató de evitarlo, pero nunca dejó que los
horrores del universo lo afectasen. La mayoría de sus guerreros
consideraban a Thorne un tirano duro que exigía el cumplimiento
íntegro. Él estaba bien con eso. Cuantas menos personas jodieran con él,
mejor. Byron era diferente. De todos los capitanes de la Flota con los que
Thorne había servido, respetaba más a Byron y Joff lo amaba a él. Thorne
cerró los ojos. Pensar en Joff nunca lo dejó de buen humor.
Recordar a los muertos tomaba demasiado tiempo y no cambiaba
nada. Los muertos permanecían muertos. Alejando los recuerdos, Thorne
se adentró más en el edificio.
El piso crujió bajo sus botas de combate. Partes del metal debajo de
sus pies se pelaron, dejando la pasarela insegura. La habitación se
tambaleó. Thorne alcanzó la pared ¿Estaba temblando el piso o el
edificio?
Manchas negras manchaban la pared bajo su mano. El polvo se pegó al 11
techo.
Incluso los más pobres entre los pobres no vivirían aquí. Thorne respiró
profundamente.
Él estaba haciendo esto por Byron. Un favor. Él se estremeció ante la
idea.
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Al final del pasillo, buscó un ascensor. Los códigos de construcción
requerían que cada estructura de varios pisos tuviera al menos uno. A
menos que el ascensor estuviera escondido detrás de las paredes
cubiertas de tierra, este edificio violó esa regla. Él alejó esa pieza de
información. Para el momento en que terminara, este infierno cumpliría
las normas o él personalmente lo derribaría.
Él abrió una puerta y frunció el ceño. La escalera mal iluminada era
probablemente un refugio para delincuentes, el lugar perfecto para que
alguien saltara y robara.
Subió. Los pasos crujieron bajo sus pies, permitiendo que todos en el
edificio supieran que estaba subiendo las escaleras. Cuando pisó una
grieta, Thorne esperó que cediera, pero sorprendentemente, mantuvo su
peso.
Las paredes del tercer piso no eran mejores que el primer nivel.
Manchas marrones formaban una tira por un lado como si alguien
hubiera usado mierda en un intento de pintarlo. El olor confirmó su
teoría. El techo se inclinaba en un ángulo incómodo.
Fragmentos de vidrio rotos cubrían el piso. Thorne no pasó por encima
de los obstáculos. Él cargó a través de ellos. El vidrio crujió bajo sus pies,
rompiéndose en piezas más pequeñas.
Diez puertas llenaban el pasillo, cinco a cada lado. La esperanza que
tenía de que el lugar mejorara se desvaneció rápidamente cuando el piso
se hundió como una almohada, mientras caminaba por el pasillo. Llegó a
la puerta 304 e hizo una pausa. No era demasiado tarde. 12
Thorne podría darse la vuelta, salir y enviar a uno de sus guerreros a
ocuparse.
Luego pensó en los hombres que tropezaban con una simple
investigación.
Byron confiaba en él, pero él no confiaba en la mayoría de sus
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hombres.
Resuelto a su destino, Thorne presionó el botón. Las campanas
golpearon, llenando el pasillo con un sonido crudo que las paredes
delgadas no conseguían contener. Él esperó. Sin respuesta. Thorne
presionó el botón otra vez. Esta vez, él mantuvo su dedo sobre él y las
campanas continuaron sonando.
― ¿Quién está ahí? ― Preguntó una voz masculina vacilante desde
detrás de la puerta cerrada.
Inteligente, pensó Thorne. Solo un idiota abriría la puerta a un extraño.
―Thorne Garrison. Jefe de la Guardia de la ciudad. Estoy aquí para
protegerte. ―Esperó a que la puerta se abriera. No pasó nada. Él
presionó el botón otra vez. Nada. Él siguió presionando el botón una y
otra vez. Una mano se estrelló contra la puerta.
―Vete―. El miedo se había convertido en molestia.
―Ha habido un incidente fuera del edificio.
―No estoy interesado en lo que estás vendiendo, así que vete.
Thorne miró su uniforme negro de la Guardia de la ciudad. Ellos no
daban estos a los vendedores.
―Abre la puerta―. ¿Cómo se llamaba el amigo de Trey? Pipa. Kit. Karp.
Maldita sea, él no sabía. ―Tenemos que hablar. ― La voz de Thorne
sostuvo la autoridad de un hombre que estaba al mando. Cuando él dijo
–salta-, los hombres saltaban al aire. Él tiró del mango. El bloqueo era tan
malo como el trabajo puesto en la construcción de este agujero del
infierno. Tardaría menos de un minuto en abrirlo. Si patease la puerta,
tomaría incluso menos tiempo. 13
― ¿Por qué estás aquí?
―Ya te lo dije. Ha habido un incidente ―. La cautela y la desconfianza
merecieron el respeto de Thorne. Hasta ahora, este hombre era mucho
más inteligente que la mayoría de los hombres bajo su mando. Cuestionó
las palabras de Thorne, buscando mentiras. La precaución casi anuló la
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molestia de tener que esperar.
― ¿Incidente? No sé de lo que estás hablando.
―Tu amigo Trey fue atacado afuera del edificio. Tenemos razones para
creer que también estás en peligro.
La puerta se sacudió y luego se abrió. Un hombre lo empujó, tratando
de pasar alrededor de Thorne.
― ¿Dónde está Trey?
Thorne fue más rápido. Agarró el brazo del hombre, al instante
satisfecho con el bíceps duro como una roca.
―Cálmate. No vas a ninguna parte. Estoy aquí para mantenerte a salvo.
El amigo de Trey lo miró y Thorne se perdió en un océano de enojado
azul. Hubo una chispa de desafío antes de levantar una pierna y patear la
rodilla de Thorne. Thorne esquivó el asalto, manteniendo a su atacante
apretado.
― ¿Dónde está Trey? ¿Qué has hecho con él?
Un puño se movió hacia él y Thorne usó su mano libre para detener el
golpe en el aire. Luego torció el brazo y giró a su cautivo para que
quedara frente a la pared. Se le escapó un grito antes de comenzar a tirar
frenéticamente del agarre de Thorne.
―Compórtate, o esto va a doler―, advirtió Thorne.
Su cautivo luchó más fuerte, ignorando por completo la advertencia de
Thorne.
El desafío debería haberlo enojado, pero había pasado tanto tiempo
desde que alguien lo desafió. Thorne apretó su agarre y casi se
estremeció ante el gemido viniendo del hombre al que enviaron a 14
proteger. Se inclinó más para darle otra advertencia cuando un delicioso
aroma hizo que su corazón latiera más rápido.
Al principio Thorne no lo entendió. Él quería a este hombre con una
intensidad que nunca antes había sentido. Estaba acostumbrado a la
atracción, pero nunca como esta. Su cuerpo reaccionó a cada respiración.
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La intensidad lo emocionó y lo aterrorizó. Los colmillos de Thorne se
hicieron más largos y su vientre retumbó, exigiendo un sabor. La piel
donde sus manos se encontraron ardía. Un toque no era suficiente. La
necesidad era demasiado para negarla.
La verdad hizo que Thorne aflojara su agarre y su cautivo se liberara.
Ojos azules se lanzó hacia la izquierda, traicionando su próximo
movimiento hacia Thorne, un maestro leyendo el lenguaje corporal de los
oponentes. Cuando se volvió para correr, Thorne lo agarró. Él era fuerte,
pero Thorne nunca dejaría ir a este hombre. Pertenecían uno al otro. Este
hombre era su compañero.
Los movió a la habitación 304. Tomó menos de cinco segundos antes
de que Thorne lo tuviera inmovilizado en el suelo. Un gruñido dolido
rompió la necesidad de Thorne de proteger, pero él no se movió. El calor
atravesó el frío cuando el corazón del guerrero comenzó a derretirse. Esto
debía ser lo que se sentía al estar en la cima del paraíso.
―Quítate de encima―. Las caderas se resistieron, golpeándose contra
Thorne. Él mordió el gemido, pero mantuvo sus ingles juntas.
―No te lastimaré. Estoy aquí para mantenerte a salvo ―, dijo Thorne
mientras absorbía más del aroma seductor.
Su cautivo resopló antes de inclinar su cabeza hacia atrás para ver
mejor a Thorne.
―Ya me lastimaste. Deja de decir tonterías y dime lo que has hecho
con Trey. ― El brillo en sus ojos se intensificó. La necesidad de proteger a
su amigo lo hizo impulsivo y estúpido. Abrir la puerta después de 15
escuchar el nombre de Trey, y atacar verbal y físicamente a un hombre
que podría tener a su amigo, no era solo estúpido sino peligroso. La
sangre de Thorne hervía con el riesgo que este hombre tomó. La
honestidad detrás de la respuesta fue refrescante. Demasiados hombres
jugaban juegos. Algunos hombres fingían rendirse antes de empujar un
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cuchillo en la barriga del oponente ― ¿Se supone que debo creer que
Trey fue atacado y tú viniste aquí para protegerme? Yo no soy el que está
en peligro.
―Eres la debilidad de Trey. ― Thorne presionó más cerca. Los ojos
azules se ensancharon cuando Thorne se inclinó hacia su oreja. ―Estoy
aquí para mantenerte a salvo.
―Bájate.
Thorne olió el miedo. No disminuyó el dulce aroma de su compañero,
pero le rompió el corazón, entonces se puso de pie y se movió para
bloquear la puerta.
El amigo de Trey disparó al lado opuesto de la habitación.
―Este es el uniforme de un Guardia de la ciudad―, dijo Thorne,
señalando hacia los metales decorando su chaqueta. Dejó que el hilo de
oro sólido brillara en la luz.
―Un uniforme no significa nada.
Thorne negó con la cabeza y se obligó a apartar la leve sonrisa.
Hombres que lo desafiaban siempre le atrajeron.
―Ellos no dan esto. No puedo ir a la tienda y pedir un uniforme de
Guardia de la ciudad.
―Es falso. No se ve tan difícil de hacer. Lo único que prueba es que
puedes coser.
Thorne señaló las puntadas doradas y los botones dorados.
―Estos son reales―. Él extendió su gran mano. ―No puedo enhebrar
una aguja y coser algo junto ―. Sus manos eran demasiado grandes para
un trabajo delicado. Los ojos de su cautivo nunca ablandaron. Las 16
palabras de Thorne no significaban nada. ― ¿Eres siempre tan hostil y
desconfiado?
―Sí―. Él asintió con una leve sonrisa, claramente mostrando orgullo
por ser etiquetado como difícil. ―Mi amigo está perdido. Estás aquí y él
no. ¿Dónde está Trey?
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Thorne presionó el enlace de comunicación y marcó el número de
Byron.
―Sí―, dijo Byron, su voz profunda llenando la habitación desde el
pequeño altavoz. Los ojos azules se ensancharon. No había creído a
Thorne. No muchos hombres desconfiaban de él a primera vista.
―Estoy con el amigo de Trey. Él está tratando de salir corriendo por la
puerta. No quiere protección. ― No era como si a Thorne le importara. Él
protegería a su compañero del universo si fuera necesario.
―Kip, Trey está conmigo―, dijo Byron. Kip asintió mientras la tensión
disminuía de él. ―Está a salvo. Si te vas, Trey te buscará. Es peligroso ahí
fuera. ―Byron hizo una pausa, dejando pasar la posibilidad de que las
acciones de Kip pudieran herir a Trey hundirse. ―Deja que Thorne te
proteja.
Las manos de Kip se convirtieron en bolas apretadas, pero él asintió
mientras observaba a Thorne.
―Thorne, trae a Kip al bar mañana por la mañana―, ordenó Byron.
Thorne respiró profundamente. Él no obedecía las órdenes de Byron,
pero una mirada a Kip le mantuvo la boca cerrada. Kip confiaba en Byron,
no en él.
―Bien.
Kip cerró los ojos y respiró hondo un par de veces, dando a Thorne una
oportunidad de apreciar las características perfectamente cinceladas de
Kip. Kip era musculoso con un cuerpo tonificado logrado a partir de horas
de trabajo duro y entrenamiento. Para un ser humano, él era duro y 17
rápido. Si Kip se hubiera movido un poco más rápido, habría maniobrado
alrededor de Thorne. Entonces, en lugar de mirarse el uno al otro en esta
pequeña habitación, habrían estado jugando a perseguirse en la calle.
Thorne se lamió los labios. Perseguir un culo apretado habría sido una
excelente manera de terminar el día.
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El enlace de comunicación se cerró y estaban solos.
―Hablemos―, dijo Thorne. Hizo un gesto para que Kip se acercara.
Nada. Él estaba siendo ignorado. Thorne no podía recordar la última vez
que alguien se atrevió a ignorar su orden. En lugar de cargar y exigir
obediencia, lo cual habría hecho si Kip no fuera su compañero, Thorne
sofocó el tinte de rabia. Deberían estar besándose, no en lados opuestos
de la habitación.
El silencio le dio a Thorne tiempo para concentrarse en el espacio. Una
pequeña cama estrecha estaba apoyada contra la pared. Una pila de
mantas y una almohada estaban en el piso, diciéndole a Thorne que un
hombre dormía en la cama mientras que el otro estaba en el piso. Kip
siguió la mirada de Thorne hacia la cama.
―Creo que no vas a estar gimiendo encima del colchón. ― Kip siseó
antes de darle una mirada que silenciosamente amenazaba con cortar sus
bolas y quemarlas si Thorne intentaba algo. Quizás Thorne era
masoquista o realmente le gustaba un hombre con una columna
vertebral.
Ignoró la mirada helada y continuó su exploración visual. Una pequeña
cocina a su derecha no tenía aparatos modernos. La unidad de
refrigeración sonaba demasiado fuerte. ¿Cómo preparaban Trey y Kip la
comida?
―Si alguien me ataca, me ocuparé de ello. Después de que salga el sol,
iré al bar sin tu ayuda. 18
Thorne negó con la cabeza. Kip no podría ganar la discusión que
estaba tratando de comenzar. Thorne tenía la lógica y la fuerza de su lado
y no sabía cómo rendirse.
―Ya es tarde. Duerme. Yo haré guardia.
Kip miró la cama pequeña y luego al piso antes de sacudir su cabeza,
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caminó hacia la mesa, sacó una silla y se sentó.
Thorne suspiró ante la obstinada resistencia a confiar en él. Él se sentó
en la silla frente a Kip y se preparó para una larga noche tratando de
hacer que su pareja se relajase en su presencia.
La silla se tambaleó cuando cambió su peso. Su volumen apenas se
ajustaba. En vez de dejar que la tensión controlara la situación, Thorne se
relajó.
―Pasa la noche conmigo. Muchos hombres rogarían por el privilegio.
― Thorne casi se encogió al escuchar las palabras, pero eran verdad. Eso
era lo que él quería y en este momento el único que él quería estaba
sentado frente a él. Una parte suya reconoció que este hombre no era
como sus amantes anteriores. Se acostaba con hombres a los que les
gustaba follar. Como solo quería una noche, su promiscuidad no le
molestaba. Si el brillo en sus ojos era una indicación, Kip era diferente.
Los ojos azules vagaban lentamente por el cuerpo de Thorne.
―Los hombres caen a tus pies. Diciéndole a un hombre que quieres
joderlos, probablemente ellos gimen antes de deslizarse hacia abajo
frente de ti. No soy ese tipo de hombre.
Suspiró pesadamente.
―Trey está probablemente durmiendo con Byron en este momento.
Thorne intentó leer debajo de la superficie. ¿Kip estaba celoso?
―Si no están jodiendo, pronto lo estarán. ¿Eso te molesta?
―Claro que lo hace. A Trey le gusta Byron. Realmente le gusta. Pero
para Byron, es solo sexo. ―Los dedos de Kip golpearon contra la mesa, y
su pie golpeó el piso. ―Trey se sentirá herido cuando se dé cuenta de la 19
verdad.
―Tal vez tu amigo solo quiere un paseo rápido y no está interesado en
más. ―Kip negó vehementemente con la cabeza. Muchos hombres caían
en la cama de Thorne. El sexo no significaba nada para ellos. Kip no
estaba interesado en sentirse bien, sino más bien en hacer conexiones.
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―Trey no folla un cuerpo caliente y sigue adelante. Él está enamorado
de Byron. Dormir con Byron significa todo.
― ¿Qué hay de ti? ― A Thorne no le importaba si Trey pasaba las
noches escribiendo canciones de amor. Él quería saber sobre Kip. ―
¿Alguna vez has conocido un atractivo hombre que haga que tu sangre
hierva? Lo atrapaste con tu cuerpo sexy en una oscura esquina, donde en
unos minutos tus pantalones estaban fuera y tus piernas abiertas.
Mientras las caderas se estrellaban contra ti haciéndote suplicar por más,
tus dedos arañaban su espalda mientras gritabas de placer.
Kip farfulló ante la descripción gráfica del sexo salvaje. Su cara
enrojecida con una mezcla de vergüenza y deseo. Thorne sonrió con la
inocente respuesta. Solo pensar en Kip estar con otro hombre le hizo
hervir la sangre, pero Kip no era salvaje y confiado cuando se trataba de
sexo. Kip echó un vistazo a la cama mientras acurrucaba un brazo cerca
de su pecho. Thorne sabía que no iba a estar acurrucado entre las piernas
abiertas de Kip pronto, pero la inocencia de Kip era refrescante e hizo que
Thorne lo deseara aún más.

20

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Capitulo Dos
Dos semanas después

Con su pie, Kip empujó el uniforme de Guardia de la ciudad de Thorne. 21


Para un hombre que cuidaba de la gente, Thorne carecía de la capacidad
de tirar la ropa sucia en una máquina de lavar.
Cuando estaba al otro lado de la habitación, solo tres escalones y
menos de un segundo se necesitaba para bajar, no debería haber sido
difícil, pero Thorne no parecía captar el concepto. ¿Cómo se había
manejado el Guerrero antes de que Kip comenzara a quedarse aquí? 12/2017
Él negó con la cabeza para aclarar sus pensamientos. Tratar de
descubrir cómo terminó aquí lo llevaba a otros pensamientos,
obligándole a examinar su vida.
Nada tenía sentido. Pasó de compañero y protector de su mejor y
único amigo a un gorrón que recogía ropa sucia. Puesto que Trey había
terminado siendo perseguido por hombres con blásters y luego forzado a
apuñalar a uno de sus atacantes con Kip fuera de la vista, quizás la ropa
era todo lo que podía manejar.
Una oleada de tristeza casi lo derriba. Kip pasó su vida entrenando para
proteger y ayudar a Trey. Ahora se sentía como un vagabundo,
moviéndose de un día al próximo sin nada que decir en su vida. Thorne
había decidido que quedarse con él era la mejor y más segura opción
disponible. Byron y Trey estuvieron de acuerdo. ¿Será que no recordaban
que había sido entrenado para pelear? En lugar de recordárselo, Kip se
quedó callado. ¿Cuándo había perdido su voz? La esclavitud absorbía la
libertad de un hombre. En el momento en que fue vendido, Kip perdió la
capacidad de buscar sus necesidades.
¿Cuáles eran sus sueños? ¿Tenía siquiera alguno?
Se sentó en la cama deshecha y frotó los dedos sobre las arrugadas
sábanas, como si se deshicieran por el mero toque. El aroma cálido y
limpio de Thorne le llamó más cerca. Cerró los ojos y dejó que la fuerza
de Thorne lo llenara. Él inclinó la espalda, poniendo la cabeza en el lugar
donde Thorne dormía.
El calor fluyó por sus venas. Él no debería estar haciendo esto, pero su
corazón no quería escuchar. Ansiaba al guerrero fuerte y seguro de sí 22
mismo. Una parte de él quería tirarlo todo por la borda y meterse en la
cama con Thorne por una noche y solo sería por una noche. Thorne no
iba a por una segunda ronda. Él jodía y seguía adelante. ¿Quién
necesitaba autoestima cuando Thorne lo haría olvidar? ¿Una noche
valdría la pena?
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Su pulso se aceleró. Su corazón latió más rápido. Aferró el edredón
como si la tela azul celeste fuera lo único que mantenía su mente
firmemente plantada en la realidad.
Él respiró profundamente. Su corazón se estabilizó. El fuego en su
vientre chisporroteó.
Algo estaba mal con él. Él limpiaba todo el tiempo el cuarto de Trey,
hacía la cama de su amigo, pero nunca había estado a punto de perderse
a sí mismo con otro hombre.
¿Por qué era diferente Thorne? Trey era como un hermano. Él era de la
familia.
Thorne le hacía sentir.
La locura de sus pensamientos le alcanzó. Nada era diferente. A él le
gustaban las habitaciones limpias y las camas hechas. Tener que hacer
frente a este desastre le enervaba.
La verdad le incomodaba. Antes de que su padre lo vendiera, Kip había
limpiado la nave de carga. Sólo después de que las paredes brillaran
podía alimentarse. Se había negado una vez y exigió la cena. El dolor
fantasma de la fuerte bofetada contra su cara forzó un estremecimiento.
Empujó los recuerdos a distancia.
El padre de Trey lo compró, y eso significó que el tiempo antes de eso
ya no existía. Un esclavo sólo necesitaba vivir desde el momento en que
un maestro lo compraba.
Kip necesita levantarse y alejarse de la cama. En lugar de eso, su cuerpo
se derritió en la suavidad. Nadie nunca le había proporcionado una cama
para él. Dormía en una estera portátil junto a la cama de Trey. En la 23
pequeña casa de huéspedes degradada, él dormía en el suelo apoyando
la espalda contra la pared frente a la puerta.
Entonces Thorne entró en su vida, cambiando algunas cosas y dejando
algunas cosas igual. Kip aún dormía en el suelo con mantas envueltas
alrededor de él. Thorne había querido compartir su cama, pero la alarma
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de peligro de Kip zumbó.
No era la alarma normal de alguien-te-intenta-matar, sino un zumbido
de alguien podría romper-tu-corazón, que sacaba el aire de sus
pulmones.
Thorne aceptó su terquedad, mostrando tan claro como el sol en un
día despejado que él no entendía a Kip. Él quería que Thorne discutiera
con él y lo convenciera de compartir la cama, pero en cambio, pasó por
delante de un aturdido Kip en su camino hacia el armario.
Thorne arrojó las mantas en el sofá, pensando probablemente que Kip
dormiría allí, pero el sofá era para los huéspedes. Kip conocía su lugar. Era
un caso de caridad.
Después de que la habitación quedó a oscuras, Kip se curvó en la
esquina y se volvió lo más pequeño posible.
A la mañana siguiente Thorne no había estado satisfecho. Kip no pudo
averiguar por qué. Entonces Thorne hizo la pregunta,
― ¿Por qué te odias a ti mismo?
Kip se había sacudido con ira. El hecho de que conociera su lugar no
significaba que se odiara a sí mismo. En lugar de responder a la pregunta,
Kip se dio la vuelta. Thorne vivía en un mundo diferente. Era un guerrero
que tenía oportunidades y hacía elecciones. ¿Él se odiaba a sí mismo? La
pregunta de Thorne aún permanecía en su mente. Él volvió la cabeza y
dejó que el olor de Thorne lo calmase de nuevo. Sólo estar cerca del
guerrero lo calmaba. Podría ser inexperto, pero sabía lo que estaba
pasando dentro de él. La pared que Kip había construido para proteger 24
su corazón había comenzado a desmoronarse. Thorne no sólo era el tipo
que le dio un lugar seguro para dormir. Kip quería más de él. Él quería
una relación y eso era un problema. No le estaba permitido querer cosas
o pedir más.
Kip suspiró y se levantó. Soñar en la cama de otro hombre no
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cambiaba nada. Necesitaba mantenerse ocupado o sus pensamientos
errantes lo abrumarían. Además, si Thorne no tomaba su dinero por el
uso de Kip de su piso, él limpiaría por el derecho a estar aquí. Además,
Kip no tenía nada. Desde que Trey se había apareado con Byron, Kip
había perdido su casa. Hacía sólo dos semanas, él era compañero de Trey
o su esclavo, dependiendo de quién preguntase. Ahora, él no era ni
siquiera eso. Aparte de la limpieza y sofocar la atracción creciente por un
hombre tan por encima de él, su vida carecía de propósito.
―Mi cama es lo suficientemente grande para los dos―, dijo Thorne de
alguna parte detrás de él. ―En lugar de acurrucarte contra la pared,
duerme conmigo esta noche.
El corazón de Kip golpeó. ¿Cuánto tiempo Thorne había estado
observando? El cuerpo de Kip dolía mientras el guerrero cerró la distancia
entre ellos. Quería, no, necesitaba ser tocado. La sala de repente se sentía
más pequeña. Necesitaba aire. Kip trató de moverse más allá de Thorne.
Thorne siempre el perfecto caballero le ayudó. Kip pasó apresuradamente
y justo cuando pensaba que lo había conseguido su pie quedó atrapado
en el montón de ropa sucia. Kip se desplomó en los brazos de Thorne.
Sus pieles se tocaron. El calor lo inundó.
―Lo siento, yo...― Él bajó la cabeza no estando seguro de cuál sería su
explicación. Yo tropecé, le haría sonar como un tonto.
― ¿Qué ibas a decir? ― Preguntó Thorne. ―No huyas. Cuéntame.
―No iba a decir nada.
― ¿Te gusta mi cama? ― Preguntó Thorne con un brillo conocedor en
sus oscuros ojos castaños. 25
Los ojos de Kip se abrieron.
―Estaba limpiando. ― Para probar que sus palabras eran ciertas, Kip
se inclinó y recogió el montón de ropa sucia. ―Voy a salir de tu camino.
Thorne se interpuso entre Kip y la puerta.
―Me he ofrecido a compartir mi habitación y mi cama contigo. Para
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darte espacio, te ofrecí el sofá. ¿Por qué continúas torturándote
durmiendo en el suelo?
―Cuando trabajaba para Trey, dormía en el suelo. Es suficiente. No
necesito mucho y es a lo que estoy acostumbrado.
Thorne le dio una mirada con el ceño fruncido como si estuviera a
punto de hacer una pregunta, pero resistió, o tal vez le dolía la cabeza y
Kip estaba dándole demasiada importancia a la expresión. Entonces
Thorne abrió la boca y la cerró.
¿Por qué estaba Thorne censurando sus pensamientos? Al Jefe de la
Guardia de la ciudad no le importaba si sus palabras eran demasiado
duras. Thorne llamó a los hombres vagos perezosos. Esa honestidad
brutal le atrajo. Si Kip estaba actuando estúpidamente, alguien tenía que
decírselo.
El silencio era como una niebla densa en la que no podía ver. Él era un
ciego dando tumbos. Kip necesitaba a Thorne para ver. Tal vez Thorne
estaba tratando de decirle que se fuera. Él respiró profundamente.
―Tengo que trabajar. ― La mentira se sintió amarga en la boca, pero
tenía que prepararse para el rechazo final de Thorne. ―Yo no quiero
llegar tarde. ― Kip tenía horas antes de comenzar su turno. Podría
arrastrarse y todavía llegaría a tiempo.
―No tienes que trabajar en un bar si no quieres.
Kip tragó. Era como si Thorne pudiera ver en su alma. Nadie más sabía
lo mucho que odiaba a los hombres que servía. Ni siquiera Trey lo vio.
Thorne continuó diciéndole que no tenía que trabajar en un bar. No 26
importaba cuántas veces el guerrero lo dijera, la verdad no cambiaría. Lo
único que Kip sabía era cómo proteger a Trey. Él fue entrenado como
guardaespaldas y compañero. Incluso si él siguiera adelante, Kip
necesitaba proteger a alguien, pero estaba en un planeta lleno de los
guerreros más mortíferos y fuertes del universo. Los Warsarians viajaban
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a través del espacio, detenían las guerras e impedían que otros planetas
fueran destruidos y tomados. La mayoría de las personas respetaban y
temían a la raza guerrera. Los humanos entrenados no durarían contra un
fuerte guerrero más rápido.
―Tengo que trabajar.
―Kip, no necesitas dinero. Yo tengo suficiente. Quiero que te quedes
conmigo.
―No voy a ser tu mantenido. Mi dinero puede ni siquiera comenzar a
cubrir la mitad de los gastos, pero puedes quedarte con todo. Antes de
mudarme, yo estaba viviendo en un tugurio.
Thorne frotó el brazo desnudo de Kip, moviéndose lentamente hacia
arriba y hacia abajo. Kip se estremeció.
―No se trata de dinero. Tú mantienes el lugar limpio. Haces que sea
un hogar.
―Estupendo―. El sarcasmo se filtró. Cada chico quería ser un ama de
casa. Thorne sólo estaba siendo amable con un hombre inútil.
―Déjame terminar antes de que tu modo de pensar deprimente me
desanime.
Los dedos de Thorne se clavaron en los bíceps de Kip.
―Cuando llego a casa, estás aquí. Cuando vemos las noticias galácticas
o la última película, yo no estoy solo. Es divertido compartir cosas
normales contigo.
Kip tiró de su brazo antes de perder la compostura. La verdad que trató
de ignorar tiró de él.
― ¿Qué pasa con las citas? Los hombres llaman todo el tiempo. Tú no 27
les invitas aquí por mí. Estoy echando a perder tu vida. ― Le dolió, pero
Thorne era un tipo atractivo con una gran cantidad de compañeros de
cama.
―No estoy interesado en ellos. ― Thorne se acercó más. La respiración
cálida del guerrero vibró contra su oreja. ―Quiero conocerte. En lugar de
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ver una película, podemos salir. Tú has mencionado la necesidad de
alguna prenda de abrigo. Vamos de compras.
El sueño comenzó a elevarse, pero antes de que dejar que se quemara,
Kip lo sofocó él.
―Tú eres un hombre muy ocupado. Las compras llevan tiempo.
― ¿Cuándo fue la última vez que entraste en una tienda?
―Hace unas pocas semanas. Trey necesitaba zapatos.
― ¿Qué necesitabas tú? ¿Cuándo fue la última vez que compraste algo
para ti mismo?
―Mis zapatos estaban bien. ― Ambos miraron hacia sus botas
desgastadas.
La suela había comenzado a soltarse. Si él tirase hacia atrás, los
calcetines se verían. Trey quería conseguirle un nuevo par, pero Kip no vio
la necesidad de gastar dinero.
―Siguen pudiéndose usar.
―Pero ¿son cómodas?
― ¿Eso importa? No voy a comprar otros nuevos hasta que éstos se
caigan de mis pies. ― Kip no era libre. Lo que poseía pertenecía al padre
de Trey. Si no fuera por la ley contra la esclavitud del planeta, sería
arrojado sobre una lanzadera y enviado de vuelta.
Thorne extendió la mano y tiró de él en un apretado abrazo. Su
corazón aceleró. En lugar de empujar a Thorne a distancia, Kip se puso
rígido. Sería tan fácil aceptar lo que ofrecía el guerrero.
―Quiero mimarte―, confesó Thorne. ―Quiero comprarte cosas. Tú
das demasiado y no tomas nada. 28
Kip dio un paso atrás y Thorne lo dejó ir. Las palabras de Thorne
siempre lo confundían. Las paredes se acercaban a él. ¿Qué quería Thorne
de él?
―No te asustes. Todo el mundo debe ser mimado. Tú me mimas.
Kip necesitaba espacio.
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―Se me hace tarde para el trabajo―, le espetó en un tono a punto de
ruptura.
Thorne se hizo a un lado.
Kip pasó a Thorne y corrió como si la sala hubiera estallado en llamas.
―Hablaremos más tarde―, Thorne prometió, pero Kip siguió
caminando. Thorne estaba entrando más y más profundamente en su
interior, dejando al descubierto su alma maltratada. Kip tomó un
profundo aliento. No podía permitir que Thorne viera al verdadero él. La
decepción aplastaría a Kip. Ya era hora de seguir adelante.
El dolor lo atravesó, pero se negó a ser un peso muerto viviendo de la
generosidad de Thorne o depender de Trey y Byron para que le dieran un
puesto de trabajo. Era tiempo para irse, antes de arrastrar a todo el
mundo. Tenía que salir antes de que se cansaran de él y luego
comenzaran a odiarlo.
****
Thorne no estaba seguro de si ganó o perdió cuando Kip huyó como si
un toro Warsarian lo estuviera persiguiendo. ¿Y si hubiera empujado
demasiado duro? Thorne no tenía imaginación. Él, a menudo, empujaba
demasiado duro. No era más que un espectáculo-sin-piedad tipo de
persona. Kip no necesitaba un hombre que apresurara su relación. Si le
mencionara la palabra compañero, Kip iba a hiperventilar y luego huiría
hasta que las galaxias los separaran. Su vida había cambiado demasiado
en las últimas dos semanas y Kip necesitaba un hogar, un lugar seguro.
Aparte de un ocasional roce contra el brazo de Kip o inclinándose un
poco demasiado cerca durante las conversaciones, Thorne mantuvo 29
ambas manos fuera. El ver a Kip en su cama, oliendo sus sábanas y
pareciendo tan satisfecho como un gato rodando en la hierba gatera,
cambió todo. Thorne quería más, y ahora sabía que Kip también lo hacía,
pero el hombre obstinado no lo admitiría a Thorne o a él mismo.
La persecución había comenzado y Thorne era un perseguidor experto.
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Era rápido, pero la habilidad de huir de Kip no podría ser mejor. Si no
hubiera sabido del pasado de Kip, el ego de Thorne sería un gran
hematoma negro y azul. Nadie nunca lo había rechazado así, pero, por
otra parte, Thorne nunca tuvo que esforzarse tanto. Kip era diferente. Él
era su compañero, no una aventura de una noche o un compañero de
cama ocasional.
Kip le pertenecía a él y si el hombre arisco necesitaba tiempo, Thorne
quería dárselo, pero esta noche olió la necesidad de Kip y casi lo volvió
loco.
El guerrero había surgido y quería reclamar y conquistar a su
compañero.
La próxima vez que Kip rodara en su cama, sería con Thorne en la parte
superior. Thorne era un tipo de atacar y no tomar prisioneros. Joff una
vez, le advirtió que caería duro por alguien y nunca lo dejaría ir. Su amigo
había estado en lo cierto.
Thorne había estado pensando en Joff mucho últimamente. Joff había
sido un negociador de paz. Cuando los problemas surgieron, Thorne
contactaba con su amigo. Pensar en Joff no ayudó a su estado de ánimo.
Su amigo estaba muerto y Thorne tendría que descubrir las cosas por su
cuenta.
Él cerró ambos ojos, esperando que una intervención divina le
susurrara una respuesta al oído. Kip se parecía mucho a Joff. Ambos
hombres trabajaron duro y nunca bromeaban. Pero Joff luchó para evitar
la guerra con una pasión que no muchos hombres sintieron. Kip no era 30
así. Él luchaba en el presente sin mirar hacia el futuro.
Joff se centraba en un problema y bloqueaba el resto del mundo. Kip lo
observaba todo. Era un observador y no obsesionado como Joff, que
cargaba en una causa o pelea. La lucha de Kip era evitar que todos se
acercasen demasiado al peligro.
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La obsesión de Kip para proteger a Trey era un trabajo, no una pasión.
Thorne no estaba seguro de si Kip se dio cuenta de ello. No dudaba de
que Kip moriría para proteger a su amigo, pero Kip dejó a Trey vivir con
Byron con poco ruido.
Él pensó en eso. Kip confiaba en Byron, pero no confiaba en Thorne.
Cuando Kip se mudó, él tomó un pasatiempo interesante que incluía
numerosos suministros de limpieza. A Thorne le gustaban las cosas
limpias tanto como al que más, pero ¿por qué necesitaba veinte tipos
diferentes de productos de limpieza? Era como si una fregona, una
escoba, y la ropa sucia se interpusieran entre ellos. Mientras Kip limpiaba
su apartamento, usaría eso como una excusa para quedarse. Si Thorne se
lo quitara, Kip le dejaría. Kip necesitaba demostrar su valía y tener una
razón para quedarse. No creía que fuera digno de bondad.
Thorne trató de derribar el muro entre ellos. Nada funcionó. Se ofreció
a comprar alguna prenda de abrigo para Kip, pero eso ofendió al hombre.
Prefería encogerse con una camisa de manga corta que aceptar un
regalo, y los regalos eran la especialidad de Thorne. Él mimaba a sus citas.
Joyas caras banalizaban el sexo. Thorne nunca pagó por el culo de un
hombre, pero los regalos estuvieron cerca de hacer que las noches se
sintieran como una transacción comercial. Con Kip él quería mucho más,
para él las joyas o aparatos de tecnología no servían, pero incluso las
pequeñas cosas como una cálida chaqueta estaba fuera de los límites.
¿Cómo podía mimar a un hombre que no aceptaría una cama o un lugar
en el sofá? Thorne no podía hacer a Kip feliz si él no sabía lo que el otro 31
hombre quería. Temía que Kip no quería nada y que lo dejaría, sólo había
otra manera de conseguir a su compañero, sexo. Sexo combinaría sus
almas y las unirían, pero Kip ni siquiera quería abrazarlo.
Kip daba todo lo que podía. El calor seguía a Kip cuando se movía
desde una habitación a otra. Thorne ya no regresaba a una casa vacía.
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¿Qué estaba haciendo mal? Thorne había salido y durmió con una gran
cantidad de hombres, pero no sabía nada acerca de las relaciones. Su
historia más larga duró dos días porque el sexo fue muy bueno. Ahora,
tenía que construir una relación. ¿Por qué era tan difícil? Los compañeros
significaban más que una noche de jodida. Los Warsarians querían forjar
una conexión con su ser destinado y Kip era su único destinado.
Él respiró profundamente. Paciencia. Necesitaba más paciencia, pero no
era una virtud que Thorne poseyera. Cuando quería algo, los hombres
caían a sus pies para dárselo.
El comunicador de muñeca de Thorne zumbó. Él gimió y apretó el
botón para abrir un enlace de comunicación.
― ¿Qué? ― La irritación en su voz advirtió a la persona en el otro
extremo de ir con cuidado. Un hombre inteligente colgaría el teléfono y
volvería a intentarlo más tarde, pero la mayoría de los guardias de la
ciudad no lo eran.
―Señor, Gale Robins informando.
Thorne puso los ojos en blanco. En la última semana, dejó de pensar en
el Guardia Robins como Inútil, pero cuando el hombre hablaba con
Thorne, se deslizaba más por la escalera que conducía al cubo de la
basura.
― ¿Y? No me llamaste para decirme que has presentado un informe.
― Lamentablemente, Thorne no estaba seguro de que fuera cierto. El
esperó que el hombre no estuviera perdiendo el tiempo, pero Robins
necesitaba aprobación constante a cada paso del camino. Por lo menos él 32
no estaba recibiendo llamadas para preguntar sobre ir al baño. Había
algunas cosas que Robins podría hacer sin la aprobación de Thorne.
―N-no, señor, ― Gale tartamudeó, probablemente, recordando la
última vez que detuvo a Thorne para informarle de nada.
Thorne se tragó la observación antipática corriendo a los labios y
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esperó.
―Encontramos a uno de los desaparecidos.
Thorne esperó, pero después de un largo minuto, se puso de
manifiesto que más información no llegaba.
― ¿Interrogaste al hombre? ― Eso valía la pena reportar. Si Gale había
tomado declaración, Thorne quería saberlo. Aun así, no le gustaba tener
que sonsacar la información.
―No, señor.
Thorne cerró los ojos y contó hasta diez en silencio mientras trata de
evitar matar al oficial informando. Cuando pudo hablar sin duras
amenazas, Thorne pidió,
― ¿Por qué no?
―El hombre estaba muerto. Él no nos puede decir nada.
Muerto. Eso fue inesperado, pero Gale estaba equivocado. Los muertos
podrían contar mucho si uno hacía las preguntas correctas.
―Oficial Robins, repita después de mí. ― Thorne obligó a su voz a
mantener la calma. ―Señor, encontramos el cuerpo de uno de los
hombres desaparecidos. Él está muerto.
― ¿Señor? ― Preguntó el idiota incompetente como si las palabras
repita después de mí fueran dichas en un idioma diferente. Thorne siguió
esperando. Entonces, como ángeles cantando fuera de tono, Gale repitió
las palabras. Por fin, estaban hablando el mismo lenguaje.
―Cuando me informe, asegúrese de que las cosas importantes sean
dichas enseguida. Odio recibir pequeños fragmentos de información y 33
tener que adivinar el resto. Mi trabajo no es un juego. Las vidas de las
personas están en juego.
Gale tartamudeó y Thorne desconectó el enlace. No había nada más
que decir. La mejor manera de entrenar a un guerrero para ser eficiente
era modelar el comportamiento.
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El principal problema con los guardias era su falta de experiencia.
Tomar la ruta fácil los dejó sin horas de batallas que endurecieron a los
guerreros supervivientes. Una gran cantidad de Warsarians trataban a
algunos de los miembros de la Guardia como inútiles. Thorne se incluyó
en esa lista, pero era su trabajo ayudarles a convertirse en activos para la
ciudad. Entonces, un pensamiento lo golpeó con tanta fuerza que casi
tropezó.
Kip estaba buscando un propósito. Su fuerza y perspectiva podría
llenar un agujero dentro de los guardias de la ciudad, y tener a su
compañero trabajando con él fortalecería su relación. Thorne sonrió. Si
Kip fuera feliz, tal vez él mostraría su aprecio flexionándose sobre su
escritorio para un poco de diversión en el trabajo.
Capítulo Tres
Kip tomó el camino más largo al trabajo. Se detuvo para mirar por las
ventanas, tratando de averiguar para qué las personas necesitaban toda
la basura que se vendía. Él incluso se apoyó en un edificio, como si el 34
paseo fuera demasiado difícil de lograr sin interrupción, pero finalmente
llegó. Con un profundo suspiro, Kip se dirigió dentro.
Trey alzó la vista. Kip, al instante leyó la confusión y el baile de
curiosidad en el rostro de su amigo.
―Llegas temprano.
Kip se encogió de hombros como si su pronta llegada no significara 12/2017
nada. Lo último que quería era que Trey supiera la velocidad a la que él
había huido de la casa de Thorne. Si hubiera estado corriendo un
maratón, Kip estaba seguro de que habría ganado el primer premio.
―Tres horas más temprano es un récord. ― Trey hizo una pausa,
probablemente con la esperanza de que Kip llenaría el silencio, pero sabía
mejor. No decir nada significaba que no tenía que preocuparse por decir
demasiado. ―Sé que te gusta ser puntual. Treinta minutos es extremo.
No sé qué decir de tres horas. ― Los ojos de Trey se abrieron mientras
ponía una cara de fingida seriedad, como si realmente necesitara
encontrar las palabras para describir a un hombre que se presentaba tres
horas antes. ― ¿Es esta una nueva tendencia? ― Trey pasó un brazo por
encima del hombro.
Kip suavemente empujó el brazo de Trey, lo suficiente como para
empujar, pero no para tirarlo fuera.
―Puedes aprender de mis acciones. ― Trey apretó con más fuerza. Kip
mantuvo su cuerpo quieto. Cuando se consolaban uno al otro, no
significaba nada más que dos amigos ayudándose uno al otro o
mostrando que no estaban solos. Todo había cambiado. Trey estaba
acoplado y Byron rasgaría las bolas de Kip si se acercaba demasiado.
Tenía la sensación de que compartir el mismo aire que Trey podría poner
sus testículos en peligro.
― ¿Por qué tan temprano? No me des algo de mierda sobre
enseñarme puntualidad. Rodar fuera de la cama después de que el sol
iluminó el cielo o entrar en la clase después de que el profesor comenzó
nunca te molestó antes. 35
―Estoy aburrido― Kip mintió, esperando que su expresión no dijese
nada. Trey miró hacia atrás en el bar casi vacío. Empezar temprano no iba
a ocurrir. Él no era necesario. Además, mientras que no le gustaba mucho
el ruido, las peleas entre los clientes ebrios habrían mantenido su mente
enfocada en el presente.
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Sin locos ebrios derramando bebidas sobre sí mismos y entre sí, la
noche se arrastraría.
― ¿Aburrido? ― Trey preguntó un poco desafiante. ―Tú nunca te
aburres.
Kip se encogió de hombros. Había estado aburrido un montón de
veces, pero Trey tenía razón. El aburrimiento no llegaba a él como lo
hacía con su amigo. Después de pasar los últimos veinticinco años
creciendo juntos, Trey lo conocía demasiado bien. Todavía recordaba el
día en que el padre de Trey, Speedy Walker, compró a Kip. Speedy era su
tío, lo cual fue probablemente la razón por la que no vendió a Kip para
recuperar el dinero del préstamo que le había dado al padre de Kip.
Esclavizar a un sobrino estaba bien, pero venderlo no lo era. Kip todavía
no entendía la diferencia.
Convertirse en compañero y protector de Trey era mejor que la vida
que le habrían proporcionado sus padres. Y sólo tuvo que renunciar a su
libertad para conseguir un cálido lugar para dormir y comida. Trey nunca
lo trató como a un esclavo. Ellos eran amigos, casi hermanos. Kip dedicó
su vida a dominar las habilidades de combate necesarias para mantener a
Trey seguro. Speedy tenía un montón de dinero, y si a Kip no le gustaba
su tío, un gran porcentaje de los asociados de Speedy, probablemente, lo
odiaban y les encantaría vengarse en el hijo de Speedy.
Ellos podían haber sido amigos, pero nunca fueron iguales. Cuando
Trey tomó el examen de negocios intergaláctico, Kip esperó fuera del
centro de pruebas. Durante seis horas, él no bostezó o se estiró. Nada 36
había roto su enfoque. Trey tenía razón. Aburrido no estaba en su
vocabulario. En lugar de tratar de explicar que su corazón latía más
rápido cuando Thorne estaba a su lado, o la necesidad de más en la vida,
Kip acabó dando a Trey una pequeña sonrisa. Querer cambiar su vida no
lo hacía posible. Kip nunca se apartó de un problema, pero él corrió de
12/2017
Thorne. ¿Era Thorne un problema? Thorne le hizo sentir cosas, querer
cosas.
Trey se aclaró la garganta.
Kip puso los ojos en blanco por el intento obvio para llamar su
atención.
― ¿Cómo te está yendo, Trey? ― Las palabras le hicieron estremecerse.
Estaba tratando de cambiar de asunto y no hizo un buen trabajo en
ocultar ese hecho.
Trey rodó los ojos y Kip casi podía oír las palabras de su amigo en la
cabeza preguntarle, ¿En serio? ¿Eso es lo mejor que puedes hacer? Era lo
mejor, pero Kip guardó ese hecho para sí mismo. Prefería parecer
patético sin tener que confirmarlo.
El enfoque de Trey estaba de vuelta y Kip se sentía como una muestra
bajo un microscopio.
―Mi padre retiró las recompensas. No hay más cazadores tratando de
secuestrarme.
Tomó a Kip un momento antes de que las palabras fueran registradas y
otros pocos segundos para averiguar el ángulo de Trey. Estaba esperando
a que Kip hablara. La declaración casual, pero informativa, casi lo hizo,
pero las palabras añadidas habrían tenido la atención completa de Trey y
ya que cada palabra sería examinada y cuestionada, pronto caería presa
de la tenacidad de su amigo. Cuando Kip se mantuvo en silencio, Trey
continuó.
―Byron me dio más espacio para respirar. Nunca está lejos. Yo no
puedo trabajar sin sus ojos magníficos siguiéndome, pero hoy, fui a la 37
planta baja para hacer el inventario. Solo.
Kip contuvo el aliento.
― ¿Solo?
Trey dio una sonrisa de satisfacción como si acabara de descubrir una
superpotencia. Kip era ahora una parte de la conversación, pero había
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pasado años protegiendo a su amigo y cualquier percepción de peligro le
obligaba a reaccionar.
―El nivel inferior tiene una puerta que conduce a la zona de
almacenamiento. Byron no me dejó entrar en un cuarto oscuro y
espeluznante. Comprobó las cerraduras. Encendió los sensores de
movimiento. Buscó por todo el piso. Pero me dejó solo por veinte
minutos enteros.
Kip asintió. Se obligó a cerrar los labios para evitar que las palabras se
deslizasen fuera.
―Veinte minutos suena como un corto tiempo, pero se sentían como
horas, ― Byron dijo, llegando por detrás de ellos. Los rumores afirmaban
que un Warsarian podía escuchar la caída de un alfiler a través del cuarto.
Kip se puso rígido. ¿Si hubiera dicho algo entre dientes, Thorne podría
haberlo oído?
― ¿Lo ves? ― El tono lúdico de Trey tiró de él a la conversación. La
sonrisa de su amigo irradiaba felicidad y Kip suspiró. Trey se distrajo y fue
salvado de más intentos de conseguir informaciones de él.
Byron puso los ojos en blanco, haciendo que el guerrero duro pareciera
accesible. No era una tarea fácil para alguien tan grande. Trey agarró el
brazo de Byron y el guerrero se inclinó y lo besó. Kip apartó la mirada.
Tenía las mejillas enrojecidas por la exhibición de intimidad. Afecto nunca
había sido parte de su vida, pero él quería sentir el calor del contacto de
otro.
Tristeza, pérdida, y los celos empujaron a través de los escudos
debilitados de Kip. 38
Cuando sus padres lo vendieron a Speedy Walker, se convirtió en un
esclavo. Aunque Speedy era tío de Kip, la familia no significaba nada para
el hombre de negocios codicioso.
Speedy había pensado que, si fuera el dueño de Kip sus padres
volverían a pagar el préstamo, pero Kip lo sabía mejor. Nunca importó a
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sus padres. Dado que Kip nunca creyó en ellos, no esperó su regreso. A
medida que pasaban los años, la ira de Speedy comenzó a burbujear más
y Kip enterró sus sueños más profundamente dentro de sí. Él era un
esclavo. Servir a Trey y convertirse en su amigo salvó su alma. Trey era
más que un amigo, él era de la familia. Cuando Trey lo recibió con los
brazos abiertos, había salvado la vida de Kip. Entonces Trey encontró la
felicidad, obligando a Kip a examinar su vida.
No estaba muy seguro de que le gustaba lo que veía.
La habitación giró y Kip cogió una silla. Trey fue quien quiso
permanecer en Warsarian. Trey era el que quería trabajar para Byron. Kip
se limitó a seguirle. ¿Qué pasaría ahora? Trey ya no lo necesitaba. Byron
mantendría la escoria a distancia. Cuando Trey no pudiera dormir, él
cuidaría de su compañero. Los momentos felices, los momentos tristes,
las risas cotidianas, Byron sería el único al lado de Trey.
― ¿Qué pasa? ― Trey tocó el brazo de Kip.
―Nada. ― Él sabía que la respuesta instantánea hizo poco para
convencer a su amigo.
― ¿Es Thorne? ― Trey entrecerró los ojos. ―El hombre es imposible.
Nosotros tenemos un espacio extra arriba. Quédate con nosotros. El Sr.
Soy tan grande debe hacer que te quieras tirar de los pelos.
―No, vivir con Thorne no es un problema. ― Deseaba que vivir con
Thorne fuera el problema, pero compartir el espacio con el guerrero hizo
a Kip pensar y sentir.
Cuando tocaba la mano de Thorne, Kip quería más. Cuando Thorne se
acercaba con una toalla envuelta alrededor de su cintura, Kip quería tirar 39
la toalla fuera y disfrutar del cuerpo del guerrero. Por la noche, su pene se
endureció, pero no se atrevía tocarlo. Eso no estaba permitido para
alguien como él. Kip no había sido, ni siquiera, un invitado en la vida de
Thorne, sino una obligación. ¿Cuánto tiempo pasaría hasta que Thorne le
dijera que se fuera?
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―Es hora de que yo busque mi propio lugar. ― Trey tenía a Byron y él
no podría obligar a Thorne a mantenerlo.
―Vas en serio. No puedes dejar Warsarian. ― Trey miró a Byron como
si necesitara al guerrero para rescatarlo.
―La esclavitud no se permite en Warsarian. Si te vas, alguien va a
devolverte al padre de Trey. Speedy Walker es un bastardo que vendió a
su hijo al mejor postor. Él va a disfrutar de hacerte sufrir por ayudar a
Trey a escapar.
Kip se encogió de hombros sin estar seguro de si vivir con Thorne y no
ser capaz de tocarlo era peor que ser propiedad de un hombre cuyo
segundo nombre era malo.
―No estoy dejando el planeta. Tengo un trabajo. ― El bar era el sueño
de Byron y de Trey, pero para Kip se sentía como una prisión. Fue
entrenado para luchar y proteger a Trey, pero ningún Warsarian iba a
contratar a un humano para un trabajo de seguridad. ―Voy a encontrar
un lugar cercano.
Si él accediese a quedarse en el barrio, Trey no pelearía con Kip.
―La pensión en la que vivíamos no servirá. ― Trey sacudió la cabeza.
Hacía unas semanas, el edificio degradado, con el alquiler barato, había
sido perfecto. Ahora Trey ni siquiera podía pensar en vivir en ese
vertedero. Las cosas habían cambiado rápidamente.
―Es barato y es un lugar para dormir. No puedo descartarlo.
―De ninguna manera. Cuando estuvimos allí, cuidábamos el uno al
otro. No te voy a permitir vivir allí solo.
― ¿Permitir? ― Preguntó Kip. Trey bajó la cabeza. En el pasado, Trey 40
nunca lo trató como a un esclavo.
Byron se aclaró la garganta.
―La casa de huéspedes es peligrosa. Después de que la investigación
haya terminado y esté seguro de que todos los cazadores de
recompensas se han rendido, voy a ayudarte a encontrar un lugar seguro
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para que te traslades.
―No es necesario. ― La mortificación ni siquiera empezaba a cubrir lo
que estaba sintiendo. La última vez que se miró en un espejo un hombre
adulto estaba devolviéndole la mirada. ―La pensión era seca. ― Trató de
pensar en otras palabras como cálida y segura, pero él no podía describir
el lugar como cualquiera de esas cosas. Si no podía vivir con Thorne, no
importaba en qué agujero durmiera, pero no iba a decirle a Trey eso.
Trey comenzó a enumerar sus objeciones. Cuando llegó sombrío, al
número siete u ocho en la lista, Byron puso una mano en el hombro de su
compañero.
Trey se fundió en el toque y Byron continuó enumerando las razones
por las que Kip no podía volver allí.
―Thorne está investigando el edificio. En este momento está cerrado.
Yo dudo que volverá a abrirse. Cuando llegue el momento, voy a
encontrar un lugar limpio y seguro para que vivas.
¿Es que Kip necesitaba un guardián? La respuesta hería. Sí. Nunca se
preocupó de dónde dormiría. Incluso cuando vivían en la pensión, Trey
pagó las facturas y el alquiler. Dio a Trey su dinero y dejó que su amigo
manejase todo. Ahora Kip tenía una cuenta con dinero en ella y no tenía
idea de cómo usarlo. Sólo en Warsarian un esclavo podía vivir como un
hombre libre. Las leyes de este planeta negaban la esclavitud de los
hombres, lo que significaba que podía ganar dinero y cuidar de los
elementos esenciales para su supervivencia. Sólo le faltaban instrucciones 41
detalladas sobre cómo hacer eso.
―Está bien. ― Sonaba ingrato, pero admitir que era un inútil fue duro.
Conforme la noche se arrastró, como un hombre tratando de caminar
con dos piernas rotas, Kip vagó de una mesa a otra, que consistía en sólo
dos mesas con personas y siete bien fregadas que no habían visto
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ninguna acción durante toda la noche. Él echó un vistazo a Byron, a quien
no parecía importarle que su negocio estuviera perdiendo dinero, pero
Trey, por el contrario, se mordió el labio inferior y miró a las vacías mesas
como si el mundo estuviera llegando a su fin. Kip contuvo el aliento. Esto
era su culpa. La noticia de los desaparecidos se había extendido y cada
relato informó que el puerto espacial era el epicentro de todos los
secuestros.
Durante la primera semana, el puerto espacial se convirtió en un centro
de actividad cuando reporteros llegaron a obtener una historia. La
Guardia de la ciudad envió más patrullas para evitar que los reporteros
victimizaran a las personas que trabajaban en el puerto espacial.
Incluso uno había sido detenido. Las preguntas absurdas hicieron
parecer que Kip quería que los hombres desaparecieran, porque cuantas
menos personas hubiera, más fácil era para otros seres humanos obtener
uno de los puestos de trabajo de baja categoría. Después de una semana
sin relatos de víctimas y una matanza a través del espacio que tenía a los
reporteros salivando, el grupo de animales hambrientos hizo las maletas
y se largó. La tranquilidad volvió, pero las personas se mantuvieron
alejadas.
El ajetreo regresó cuando tres hombres entraron en el bar. Su risa se
hizo eco a través del espacio vacío. Algunos de los invitados se pusieron
rígidos mientras que otros se relajaron con el animado sonido. Kip se
encogió ante la frialdad detrás del tono de los hombres. Le recordó risa
oscura de Speedy cuando destruía la vida de un hombre.
Byron miró por encima antes de centrarse en Trey. El guerrero se tensó 42
cuando su compañero se acercó al peligro evidente. Byron era como él.
No tomaba a la gente por su apariencia. Estos hombres eran peligrosos.
Kip levantó una mano y se acercó a los recién llegados, cortando a Trey.
―Yo me ocupo de esa.
Trey empezó a discutir, pero se detuvo cuando Kip lo fulminó con la
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mirada.
―Bien. La mesa es tuya.
La risa se hizo más fuerte y más desagradable. Estas personas eran del
tipo de las que se reían después de que un transbordador explotase,
matando a una familia entera. Si ellos pudieran ver la reacción de la
familia justo antes de la explosión, estarían llenos de alegría.
Ellos se alimentaban de las desgracias de los demás. Estos hombres
recordaban a Kip a su padre.
Se tragó los recuerdos. Hacía años que no pensaba en el hombre.
¿Cuántos hombres había matado su padre? Cada vez que alguien
murió, su padre reía, al igual que estos hombres.
― ¿Qué puedo hacer por ustedes? ― Kip mantuvo su incomodidad y
el miedo fuera de su cara y de su tono. Estos hombres se alimentarían de
él.
Fríos ojos azules lo miraron, como si no entendieran el lenguaje
universal. No, no era eso. No podían leerle.
― ¿Qué puedo hacer por ustedes? ― El más viejo de los tres hombres
repitió. ― ¿Qué tal traer una copa? Esto es un bar.
La ira comenzó a correr a través de Kip, pero él era bueno en ocultarla.
Estos hombres querían una reacción, pero Kip no iba a darles una.
― ¿Ofreces algo más que las bebidas? ― La mueca en el rostro del
hombre feo casi le hizo vomitar. El más viejo de los tres no era feo, pero
la sonrisa lasciva le hizo horrible. Se echó hacia atrás el pelo largo canoso.
― ¿Cuánto por una noche?
Los otros dos rieron, llamando la atención de Kip. Por un momento, él 43
olvidó que este hombre no estaba solo. El parecido familiar era
inquietante. Las tres caras eran casi idénticas. La única diferencia era el
color del cabello y la edad.
El hombre mayor era el jefe de los otros dos y el más peligroso.
―Solo estoy vendiendo elementos del menú. ― La ira corría a través
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de su tono. Los tres hombres sonrieron como si sólo les hubiera ofrecido
oro. Kip nunca entendió a los hombres que se alimentaban del dolor, la
ira, el malestar. Se puso rígido. Años de entrenamiento llegaron a la
superficie. Él podría estar desarmado, pero Kip era fuerte. Podía romper
sus muñecas antes de que lo tocaran.
―Te he ofrecido una noche inolvidable con el dinero suficiente para
hacerlo digno de tu tiempo. ― El hombre mayor miró a su alrededor,
centrándose en las mesas vacías. ―Mucho más gratificante que esto. No
puedes ser exigente. Perdedores sin futuro necesitan aprovechar las
oportunidades. ¿Tu orgullo vale la pena pasar hambre?
―Usted ha dicho estas palabras a una gran cantidad de hombres.
Algunos probablemente aceptaron su oferta. A los que no,
probablemente les quitó su elección. ― Fue un pálpito, pero conocía a
este tipo de hombres. No estaban acostumbrados a aceptar un no.
Cuando un hombre se acercó a apretar su culo, Kip agarró la muñeca del
hombre y le rompió el hueso. El chillido de dolor le hizo sonreír. El
hombre mayor se puso de pie. Kip se hizo a un lado. Necesitaba espacio
para atacar. El peligro trajo de vuelta su formación. Speedy necesitaba
que fuera un asesino. Su hijo significaba mucho. Kip dudaba de que fuera
amor. Speedy era incapaz de amar. Kip no eligió el camino de su vida,
pero lo aceptó. El hombre de la muñeca rota gimió. Sus compañeros lo
miraron porque el dolor necesitaba estar oculto.
El hombre mayor sacó una pistola. Kip no estaba armado. Retrocedió.
Una sombra cayó sobre él. Se volvió, esperando ver a Byron, pero Thorne
estaba detrás de él con el uniforme de Guardia de la ciudad. Su presencia 44
dominante hizo que los otros hombres se detuvieran. El de la muñeca
rota continuó gimiendo mientras se agarraba la mano. El hombre mayor
colocó el arma en el suelo. El tercer hombre retrocedió hasta que se
presionó contra Byron.
― ¿Hay algún problema? ― Thorne dirigió la pregunta hacia Kip. La
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cara del hombre mayor se volvió roja. La gente como él odiaba ser
ignorado.
Miró a Thorne y al instante supo que una palabra de Kip y estos
hombres estarían muertos. Byron se acercó más, probablemente, notando
la misma cosa.
―No hay problema. Estos hombres estaban saliendo ―, dijo Kip.
Esperaba que Byron lo perdonara por tirar a los clientes, pero no quería
que estos hombres murieran por insultarlo. Él no valía la pena.
―Eres lindo cuando mientes. ― Thorne se acercó más. ― ¿Ellos te
tocaron?
―Se están yendo. ― Kip no mentiría, pero trataría de evitar la
situación.
―Entonces, los hombres que ofrecen dinero por sexo no te molestan.
― Thorne miró a Kip cuando el guerrero extendió la mano y tiró al
hombre más viejo contra la pared con tanta fuerza que esta se quebró
bajo su cuerpo.
―No es un gran problema. ― Kip volvió la cabeza. Nunca había
vendido su cuerpo, pero él era un esclavo. Si Speedy hubiera querido
ofrecerle a otro hombre, se habría visto obligado a dormir con él. Eso
podría haber sido su pasado, pero su presente no era mucho mejor. Kip
no tenía casi ningún historial de trabajo. ¿Cuánto tiempo pasaría hasta
que se tuviera que acostar con hombres como estos? Sin el trabajo de
Byron y de Trey, Kip no tenía nada.
Byron agarró al hombre con la muñeca rota. Un fuerte grito hizo a Kip
contraerse de dolor. Los guardias de la ciudad entraron en el bar y 45
rodearon la mesa.
―Thorne, ― dijo Kip. Estos hombres lo insultaron, pero eso no era un
crimen.
Byron miró hacia el hombre mayor colgando del agarre de Thorne.
―No solicites sexo en mi bar.
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El hombre mayor se volvió de idiota arrogante a un niño suplicante
cuando finalmente se dio cuenta del peligro que corría.
―No es como si él nunca lo hubiera hecho antes. Mi dinero le dará la
oportunidad de una vida mejor.
Kip tragó. No era cierto, pero no podía negarlo. Algo profundo en su
interior no le permitía defenderse verbalmente. Él podía manejar golpes,
pero no palabras.
―Él no ha pagado lo suficiente para vivir en este planeta. Es probable
que folle algunos hombres a la semana.
Thorne apretó la garganta del hombre y el hombre mayor optó por
respirar en vez de calumniar a Kip.
Byron colocó una mano sobre el hombro de Thorne.
―No lo mates. Él huele a asesinato. Cavaremos más profundo y
expondremos sus crímenes. Eso será peor que una rápida muerte.
―Quiero arrancarle la lengua.
Trey tiró del tembloroso brazo de Kip.
―Vámonos. No necesitamos ver esto. ― Trey lo apartó de la violencia.
Kip no pudo encontrar su voz. Dejó que Trey lo condujera como un
niño perdido. Ellos pasaron la barra y se dirigieron a la oficina.
― ¿Estás bien? ― Preguntó Trey.
―Trey, lo siento. Tal vez Speedy tenía razón. Sin dolor, no puedo
aprender. Yo debería haber manejado esto mejor.
―Para.
―Este es tu negocio, Kip. Expulsé a clientes y Thorne y Byron
intervinieron porque no pude manejar la situación. 46
―Puedes expulsar a cualquier persona que desees sin nuestro permiso,
porque sabes que no vas hacerlo sin una buena razón. Además, estoy
feliz de que los hayas expulsado. No quiero hombres como esos aquí. Un
amigo es más importante que el dinero. ¿Verdad, Kip?
―Es cierto, ― estuvo de acuerdo Kip. Speedy les enseñó lo contrario.
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Amigos, familia y dignidad no eran tan importantes como el dinero.
―Te hicieron sentir sucio.
Kip asintió.
― ¿Cómo supiste?
Trey se acercó más.
―Porque así es como me he sentido. En algunas formas somos igual.
Los dos queremos más, pero no sabemos cómo conseguirlo. Encontré a
Byron. Tú todavía estás buscando.
―Soy un esclavo. ― Trey no entendía. Kip nunca sería libre de seguir
un camino diferente.
―Ya no eres un esclavo. En este planeta, eres libre.
Kip no creía esas palabras.
―Yo era libre, pero mi padre me mantuvo en una jaula. Cuando nos
fuimos, lo hicimos juntos ―, dijo Trey.
― ¿Ahora qué? ― Kip rápidamente cerró la boca antes de que algo
más absurdo saliera.
― ¿Qué deseas? ― Preguntó Trey cuando la puerta se abrió.
―Buena pregunta. Me gustaría saber la respuesta a esa pregunta. ―
Thorne estaba en la puerta, con las manos cruzadas sobre el pecho,
pareciendo como un dios. Byron estaba detrás de él y tendió una mano.
Trey se dirigió hacia su compañero, agarrando a Byron con fuerza. Kip
bajó la cabeza. La soledad casi lo abrumó, pero él era bueno en encerrar
a sus sentimientos.
―Vamos arriba. ― Byron tiró del brazo de Trey, pero su amigo se negó
a moverse. 47
―Kip y yo estamos hablando―, dijo Trey. Thorne se interpuso entre
ellos.
―Trey, Kip es un adulto. Puede manejar una conversación con Thorne.
Kip reconoció la mirada desafiante en el rostro de Trey. La última vez
que Kip la vio, Trey había drogado a sus guardias y estaban corriendo
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hacia un transbordador espacial.
―Trey, no pasa nada. Thorne es un amigo.
Trey asintió, creyendo las palabras de Kip. Quería evitar a Thorne, pero
vivían juntos. Sus caminos se cruzaban. La mano de Thorne frotó la
espalda de Kip. Tembló bajo el íntimo toque.
―Si te quedas mirando, la vida pasará de largo. ― Thorne apretó su
cuello. ―Dejar a todos tomar decisiones, mientras finges que todo está
bien no es vivir. ¿Quieres que Trey nos deje? ¿Quieres hablar conmigo? ―
Thorne susurró, y sólo Kip y tal vez Byron lo oyeron.
―Trey, necesito hablar con Thorne. ― Su amigo no quería irse, pero él
asintió y dejó que Byron tirara de él fuera la sala.
― ¿Ves? Puedes pedir las cosas.
Kip miró a Thorne.
―Ver mi entorno no significa que no estoy viviendo. No quiero nada.
Es por eso por lo que no pido.
―Bueno, voy a concederte eso ―. Thorne le frotó la mejilla. ―No he
oído tu respuesta. ¿Qué quieres hacer con tu vida? ― Quería evitar la
pregunta, pero no creía que esa fuera la respuesta que Thorne quería oír.
Además, su danza de la verdad no duraría para siempre.
― ¿Quieres que me mude? Cuando me arrastraste a tu casa, te seguí.
Han pasado semanas. Los ataques contra Trey han terminado. No hay
más hombres que falten.
―No lo entiendes. ― Thorne se inclinó y sus labios se tocaron. Kip
parpadeó. Se besaban. Soñaba con esto, pero nunca se imaginó el calor 48
cubriendo su cuerpo. Cerró los ojos para saborear el tacto y el gusto. Su
mente siguió gritando - Estamos besándonos. Kip inclinó la cabeza hacia
atrás y la lengua de Thorne se frotó contra sus labios.
Se abrió a la demanda silenciosa. Thorne exploró con delicadeza. Kip
había besado a un hombre antes y no había sido por elección. Su corazón
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latía más rápido mientras su cuerpo respondió. Movió las manos por el
pecho de Thorne, frotando las líneas de músculos duros. Thorne se
apartó. Kip comenzó a seguirle, pero se detuvo antes de llegar a los
labios del guerrero. Su respiración pesada llenó el pequeño espacio.
Thorne empujó hacia atrás su cabello y miró los ojos de Kip.
―Quédate conmigo―. Thorne le frotó la mejilla. ―No tienes opción
porque no te dejaré ir.
El corazón de Kip golpeó aún más rápido. Quería a Thorne, pero no a
costa de su libertad.
―No vas a dejar que me vaya si quiero salir. ¿Es porque soy un
esclavo?
Thorne siseó entre dientes.
―No eres un esclavo. Nunca te llames a ti mismo eso. Me gusta
tenerte conmigo. Quiero ayudarte a encontrar tu camino. Trabajar en este
bar no te hace feliz. Mantenerte alejado de mí no te hará feliz.
―Ayudarme a encontrar mi camino―, dijo Kip. Thorne no quería oír la
verdad, pero no pudo detener las palabras. ―Me entrenaron para
proteger a Trey, pero ya no puedo hacer eso. ¿Qué queda ahora? Sólo he
sido enseñado a luchar. ―Dejó escapar una risa que no contenía ninguna
alegría. ―Soy un guardaespaldas entrenado en un planeta de guerreros.
Soy un esclavo que no puede salir. Entonces, ¿qué se supone que debo
hacer? ¿Qué sentido tiene mi vida?
―Nunca has sido tan honesto antes. ― La sonrisa en el rostro de 49
Thorne obligó a Kip a levantar el brazo para darle una palmada. Se
detuvo antes de que su mano lo alcanzara y se limitó a darle una mirada.
¿Qué estaba haciendo? ―No estás solo. Te ayudaré a encontrar tu lugar,
pero tienes que darme una oportunidad. ― La fuerte mano de Thorne
tiró de su brazo y sacó a Kip del bar.
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― ¿A dónde vamos? ― Preguntó Kip.
―A casa. ― Casa. ¿El apartamento de Thorne era su casa? No
habiendo tenido nunca una casa, no sabía la respuesta. Si tuviera que
elegir un lugar para ir, un lugar en el que se sintiera seguro, sería el
apartamento en el piso superior de Thorne. ¿Eso lo convertía en su casa?
Kip simplemente no lo sabía.
Capítulo Cuatro
Thorne condujo a hombres en zonas de guerra. Animó ideas, alabando
a los buenos, y en esos días, escuchó un montón de buenas ideas.
Entonces, se hizo cargo como Capitán de los guardias de la ciudad y 50
Thorne dejó de escuchar. Una idea mala siguió a otra. Los guerreros de la
Fuerza Espacial sabían cómo luchar. Invadían el territorio enemigo,
abordaban barcos de contrabandistas, y combatían al Consejo por el
control de los planetas ya tomados. Los guardias de la ciudad apenas
podían manejar una investigación. Ellos no entendían que las malas
decisiones conducían a manos manchadas de sangre y montones de 12/2017
cuerpos. Ellos no sólo carecían de experiencia, sino que también carecían
de talento.
Tal vez Kip consiguiera ayudar. Se encogió cuando Thorne castigó la
estupidez. ¿Esa era la razón de la pared entre ellos? ¿La impaciencia de
Thorne con los tontos inútiles empujó a Kip a distancia?
No se dio cuenta de inmediato, pero Kip no compartía sus
pensamientos. Cuando observaban las noticias, Thorne hablaba de las
historias y Kip estaba de acuerdo. La última noche dijo algo extraño
acerca de todos los niños en el universo aprendiendo a luchar y matar.
Algo en lo que no creía, pero cuando Kip asintió, no verbalmente, pero
sin estar en desacuerdo, Thorne no pudo ignorar la tristeza. Atrajo a Kip
en un abrazo apretado y susurró que era una broma. Alivio inundó a Kip y
por primera vez Thorne se dio cuenta de que su compañero era un
manojo de tensos nervios.
¿Cómo se había perdido eso? Reconstruyó las pistas. Kip trataba de
controlar sus expresiones faciales, sus palabras, la forma en que su
cuerpo se movía, pero durante los últimos pocos días, la máscara había
empezado a deslizarse. Hacía dos semanas, él no habría cogido a Kip
mirando su cama, y mucho menos lo habría encontrado en ella. Thorne
sonrió. Sólo era una cuestión de tiempo hasta que Kip disfrutara de todo
lo que su cama tenía que ofrecer.
Thorne se desaceleró al llegar a casa.
―Al crecer, ¿qué te preocupaba? ―Estaba pensando mucho en eso.
Kip no compartiría los temores de hoy en día, pero los antiguos podrían
ser informativos. 51
Kip parpadeó. Sus ojos se movían alrededor, como buscando una
forma de escapar.
― ¿Eso importa?
―Sí. Todo en ti importa. Quiero saber tus preocupaciones y temores.
―Thorne sabía que su petición era egoísta. Estaba pidiendo sin
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compartir.
Kip cerró los ojos y respiró hondo. Él recordó a Thorne un hombre que
había intentado salvar. Sus palabras tuvieron el efecto contrario.
―Me preocupaba fallar. ― Kip hizo una pausa. Sus ojos perdieron el
enfoque como si ya no estuviera en la habitación. ―Yo quería ser lo
suficientemente bueno.
―No eres apenas lo suficientemente bueno. Eres brillante ―, dijo
Thorne, manteniendo su ira escondida.
―Nunca he tenido un hogar. Nací en una nave oscura y fría. Mis
padres apenas me vieron, y mucho menos me dieron de comer. Speedy
podría haberme despojado de mi libertad y convertido en un esclavo.
Pero también me dio tres comidas al día. Él me entrenó para ser fuerte. Es
un poco triste que un hombre que tomó mi libertad me dio más que las
dos personas que me crearon. Cuando me dio a Trey, yo estaba contento.
Trey tenía mi edad y él no trató de lastimarme. Trey quería que fuéramos
amigos. Yo quería mantener a Trey a salvo porque sin él, no tenía nada.
Esos no son los actos de un hombre 'brillante', sino de un egoísta. ―Kip
lo miró. ―Solía pensar que Trey era mi propósito de vida.
Thorne movió la cabeza.
―Tu tío es un pedazo de mierda. Te dio las necesidades básicas, pero
también te hizo cuestionar tu valía. ― Thorne frotó los dedos a lo largo
de la mejilla de Kip. ―Un deseo de proteger a alguien no te hace egoísta.
―Kip abrió la boca. Thorne reconoció la terquedad y que argumentarían
hasta que accediera, así que cortó a Kip. ―Quiero proteger a mis amigos
ya que son importantes para mí. Trey es tu amigo. No es malo el deseo 52
de que estén a salvo.
―Pensé que tío Speedy estaba tan por encima de mí que yo no tenía
derecho a hablar con él. Más tarde me di cuenta de que era tan arrogante
que su cabeza podía volar a través del universo sin una nave. ―Kip miró a
los ojos de Thorne. ―Pero tío Speedy no tenía por qué quedarse
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conmigo. Era familia, pero veía a mi padre cuando él me miraba. Familia o
no, los esclavos inútiles se venden. Mientras que a Speedy yo no le
importaba, quería a Trey, no como persona, sino como una posesión. Si
Trey se mantenía tranquilo y sonriente no me pasaba nada. Cuando Trey
quería más, todavía mantenía silencio, para que el tío Speedy no me
hiciera daño. Me convertí en una cadena alrededor del cuello de Trey. Yo
no valía la pena. Trey podría haberle dejado antes si no estuviera tan
preocupado por mí. ― Kip suspiró, dejando que el peso del pasado
forzara a sus hombros a hundirse. ―Tantos juegos estaban siendo
jugados y nunca quise formar parte de ninguno de ellos.
Thorne casi pudo ver al chico de cabello rubio que Kip había sido
mientras trataba de ser el mejor. Thorne sabía lo que era. Él también
necesitaba ser el mejor para demostrar que valía la pena las cosas que le
fueron dadas, pero si fallaba, no tenía que preocuparse de que fueran a
venderle. El mayor temor de Thorne era que la gente pensara que entró
en la mejor academia porque tenía sangre real. Si Kip hubiera fallado, su
vida hubiera pasado de mala a insoportable.
―Tú eres una buena persona.
Kip puso los ojos en blanco, claramente no creyendo las palabras de
Thorne. No muchos hombres lo desafiaron. Si Thorne decía que el cielo
era de color púrpura, la mayor parte de sus guardias asentía y la próxima
vez que se fijaran bien, podrían incluso ver un cielo púrpura.
―Thorne, yo no he hecho nada con mi vida. Tú eras un Capitán en la
Fuerza Espacial. Ahora eres el Jefe de los guardias de la ciudad.
―No soy perfecto. ― Kip puso a Thorne en un pedestal y necesitaba 53
descender de él. Una gran cantidad de hombres cayeron de rodillas sólo
para estar más cerca del dinero y el estatus de Thorne. Sus amantes
siempre querían cosas. Después de un tiempo, el sexo se convirtió en
nada más que un alivio físico. Thorne no sabía cómo conectar más que
sus cuerpos.
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―Nadie es perfecto―, estuvo de acuerdo Kip. ―Pero eres un buen
hombre.
¿Buen hombre? Kip no había hablado con los guardias de la ciudad.
Bueno no era una palabra que usarían. Imposible, tal vez. Un tirano,
probablemente. Thorne se volvió y abrió la puerta del apartamento. Dio
un paso atrás e hizo pasar a Kip al interior. Su compañero se detuvo y
miró hacia él desde la puerta. Los esclavos fueron entrenados para
caminar detrás de los hombres libres. La mano de Kip se sacudió a su
lado, pero él entró en el apartamento antes de Thorne.
―En Warsarian la esclavitud está prohibida. Eres libre aquí ―, Thorne
recordó.
Kip negó con la cabeza.
―Es una ilusión. Libre significa que puedo hacer lo que quiero, o ir a
cualquier parte que quiera. ― Las palabras deberían haber sido más
amargas, pero no lo eran. Kip podría haber estado hablando del clima, no
recapitulando sobre su falta de libertad.
Dio un paso más cerca.
―En mi caso, yo te quiero como mi igual.
Cuando Kip miraba a Trey, Thorne vio el anhelo en los ojos de su
compañero. Cuando Trey se apoyó en los brazos de Byron, no había celos
en la cara de Kip, sino derrota total. Kip había vivido para servir a Trey,
pero Trey tenía a Byron. Su compañero no tenía a nadie para proteger y
cada día que pasaba, Kip parecía menos seguro y más perdido. Él sólo
necesitaba aferrarse a él. Guiaría a Kip de regreso.
― ¿Igual? ― Kip interrogó como si nunca esperara oír esa palabra. 54
Thorne asintió.
―No sólo eres mi igual. Eres especial ―. Thorne dejó que su voz se
hiciera más profunda y se volviera sensual. Durante los últimos días luchó
contra el cambio, no queriendo asustar a Kip, pero entonces Kip
retrocedió.
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― ¿Especial? Duermo en tu suelo porque no puedo encontrar un lugar
para vivir. Hoy me di cuenta de que no sé cómo alquilar un apartamento.
Alguien siempre me proporcionó un lugar para dormir ―. Kip miraba la
pila de mantas en la pared.
Thorne se acercó más. Sus narices estaban a menos de una pulgada de
distancia.
―Eso no es nada. Puedes aprender cualquier cosa. Puedo enseñarte
paso a paso y la próxima vez, lo harás por tu cuenta. No debes confundir
no ser capaz de hacer algo con la falta de inteligencia. Eres especial. No
importa lo que Speedy Walker te hizo, tú no lo odias. Fuiste obligado a
proteger a tu primo y aprendiste a no pedir más. Cuando ofendo a mis
guardias, tú les ofreces palabras amables. Una gran cantidad de personas
te respetan.
Kip comenzó a hablar, pero se detuvo. Se apartó de Thorne, pero él
emparejó el paso del hombre en retirada.
―Tengo que limpiar. ― Kip, de nuevo, trató de alejarse.
―La habitación está impecable. La mesa brilla. Los pisos nunca han
estado más limpios. ―Se estiró y frotó los dedos por la mejilla de Kip y
debajo de la mandíbula. Kip se relajó con el toque. Thorne se adelantó y
Kip dio un paso atrás, un paso tras otro, hasta que retrocedió hasta la
pared. No había ningún sitio para él ir. Thorne frotó los dedos sobre los
músculos duros antes de inclinarse aún más cerca.
―Thorne, no me puedo mover. ― La voz de Kip era más profunda,
ronca, cuando el aroma del deseo perverso se filtró de sus poros. 55
―Bien. Me gusta cuando no te puedes escapar. ― Kip tembló mientras
trataba de apartarse. ―No voy a dejarte ir esta noche. ― Era demasiado
pronto. Thorne sabía eso, pero la sangre de Kip casi lo volvía loco. Los
ojos azules vidriosos por la necesidad. Ambos querían más y él era el tipo
de persona a la que le gustaba dar. Thorne se inclinó hacia delante.
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Colocó una cadena de besos a lo largo del cuello de Kip, dejando que sus
labios cepillaran sobre los puntos sensibles. La piel de Kip latía bajo sus
labios. Él esperó, dando a Kip la oportunidad de apartarse, pero en vez de
huir, Kip levantó la barbilla hacia los toques de Thorne.
Esperar ya no era posible. Durante semanas Thorne había mantenido
su deseo enterrado dentro. Kip no estaba preparado. Las necesidades de
su pareja eran más importantes que el voraz incendio en su interior, pero
una inclinación de cabeza lo atrajo más cerca. Los colmillos de Thorne
crecieron mientras se preparaba para la deliciosa fiesta delante de él, y
entonces él estaba besando a Kip. El calor se convirtió en un infierno.
Llevó a Kip a través del apartamento mientras su lengua frotaba contra
los labios de su pareja. Su cuerpo apretó más cerca cuando Kip movió sus
dedos debajo de la camisa de Thorne. Siseó entre dientes cuando recibió
suaves caricias a lo largo de su vientre desnudo. Kip se congeló. Luego
empezó a alejar su mano, pero Thorne no le dejó ir. Se movió, y arrancó
la camisa de Kip. Los toques vacilantes fueron reemplazados por algo
más necesitado, más primitivo. Thorne imitaba los dedos de Kip en el
cuerpo de su compañero. Cuando Kip trazó una línea a lo largo de su
abdomen, la mano de Thorne trazó una línea por el pecho tonificado de
Kip.
Moverse lentamente era imposible. Los ojos de Kip suplicaban más.
Ambos habían querido esto demasiado como para negarlo. Thorne se
movió con una velocidad que ningún humano podría jamás igualar. Tiró
de los pantalones y la ropa interior de Kip abajo. El material descansó
alrededor de las rodillas de su pareja. Kip miró hacia abajo. Su cara se 56
puso roja de vergüenza mientras se movía para cubrir su erección.
A Thorne no le gustaba jugar bonito. Se inclinó y movió la mano de
Kip. Disfrutó de la visión. Kip tragó saliva y Thorne se movió, lamiendo el
muslo derecho de su pareja.
―Eres hermoso. ― Él había susurrado esas palabras a otros amantes,
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pero nunca fueron más verdaderas de lo que eran ahora. Lamentó haber
dado a sus parejas sexuales las palabras que querían oír. Esas palabras
pertenecían a un solo hombre. El pulso de Kip corrió debajo de sus labios.
Él se acercó más a la erección de su compañero. Un rubor se extendió
hacia abajo por la piel de Kip mientras se movía sobre el lugar sobre el
que su compañero necesitaba la mayor atención. ― Quiero mimarte. ―
Mimarle ni siquiera comenzaba a describir todas las cosas que quería. Si
Thorne pudiera envolver el universo y entregárselo, lo haría.
El rojo que cubría el rostro de Kip viajó por su cuello. Kip jadeó y volvió
la cabeza lejos de él. Thorne se tragó un gruñido. Kip solo necesitaba
mirarlo a él.
―Yo no nací para ser mimado, ― susurró Kip, probablemente no
estaba destinado a ser oído, pero los Warsarians oían hasta los sonidos
más suaves.
―Tú has nacido para ser mío. Y yo voy a mimarte. ― Las palabras eran
simples y verdaderas, pero Kip iba a luchar con él mientras cumplía su
promesa. Kip no esperaba nada. No quería ser difícil, pero la vida había
decepcionado a Kip demasiadas veces. Thorne no podía simplemente
decírselo a Kip. Necesitaba demostrárselo.
Kip se mordió el labio mientras Thorne soplaba sobre su polla dura. La
luz acentuaba los rasgos fuertes y perfectos de Kip. Una pequeña barba
de pelo descansaba a lo largo de su barbilla. El color rubio la hizo apenas
perceptible, pero Thorne estudió cada pulgada expuesta de carne.
―Eres lindo.
¿Lindo? Los dos eran hombres, y Kip no sólo era lindo. Él era 57
impresionante.
Kip comenzó a oponerse al comentario de lindo. Thorne usó sus labios
para silenciarlo, no porque no quisiera escuchar los temores de Kip. Él
quería conocerlos todos, pero no quería que Kip le dijera las razones por
las que no era lindo. Hablando, las palabras daban vida a las
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inseguridades. Esta noche pertenecía a la pasión y a las promesas de
amor.
Thorne empujó a Kip sobre la cama. Él bajó la mirada hacia su precioso
premio. La polla dura de Kip brillaba con la humedad. Separó las rodillas
de Kip y se trasladó entre ellas. El único mundo que existía estaba dentro
de estas cuatro paredes. Ellos dos eran lo único que importaba. Kip se
abrió a él y él aceptó la invitación. Se tumbó sobre su compañero, usando
su peso para confortarlo. Un temblor recorrió el cuerpo de Kip, pero en
vez de empujarlo fuera, Kip agarró a Thorne como si fuera un salvavidas
en un mar de confusión e incertidumbre.
Esta vez Kip le dio un beso. La torpeza le hizo desear más. Thorne
empujó su lengua dentro, profundizando el beso. Era imposible escapar.
Kip nunca iba a alejarse de él.
La mano de Thorne vagó sobre el pecho de Kip, apretando y estirando
de sus pezones. Las protuberancias duras pidieron más. Apretó y tiró y
sonrió con el jadeo de Kip. No dando a su compañero tiempo de pensar,
Thorne besó una línea hacia abajo del cuello de Kip, dando un beso y un
chupón tras otro. Mañana, la piel de Kip estaría cubierta con la prueba de
su amor. Cuando el universo mirara a su compañero, todo el mundo
sabría que pertenecía a Thorne. La intensidad y la necesidad de poseerlo
le sorprendió. El sexo nunca había sido más que duro, y malditamente
rápido, pero esto era tan diferente. Esta vez quería que su amante gritara
el nombre de Thorne y rogara por más. Quería empujar a Kip al borde de
la locura y traerlo de regreso por más. 58
Sus labios alcanzaron los pezones de Kip. Él tiró de uno con sus dientes
mientras con la otra mano se agachó y cogió las bolas de Kip. Él apretó.
Kip arqueó la espalda. Jadeaba mientras Thorne seguía torturando las
duras protuberancias. Kip elevó sus caderas, pero Thorne mantuvo su
espalda contra la cama. Un mal pensamiento obligó a su mano a
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descender y tomó las bolas de Kip.
Kip agarró su cabello. El agarre apretado lo acercó más. Thorne
continuó chupando una dura protuberancia mientras sus dedos
apretaron y tiraron de los testículos de Kip.
―Debemos parar―, dijo Kip entre gemidos. Esas palabras lo golpearon
como agua fría en un día caluroso y húmedo.
― ¿Por qué? ― Preguntó Thorne. Frotó los dedos a través de la verga
de Kip, empujando contra la punta. Kip se tragó un gemido. ― Estás
disfrutando de mis toques. ―Thorne presionó el eje duro de Kip
dejándole sentir su excitación. ―Estás llorando por más.
―Sí, pero…― Thorne miró a los ojos llenos de lujuria de Kip. No había,
pero.
―Suéltalo.
―No deberías hacer esto conmigo.
Las palabras de Kip pusieron a Thorne triste y luego enojado.
― ¿Por qué no?
―Soy un esclavo. No soy un hombre que encaja en la categoría de
amante.
La parte de esclavo humano siempre le irritó, pero cuando Kip dijo la
palabra amante, el corazón de Thorne latió más rápido. Kip no estaba
viendo esto como una noche de sexo. Después de semanas de pasar sus
tardes juntos, explorar la ciudad y hablar, Kip tenía que saber que esto no
iba a terminar con una noche de unir sus cuerpos. Sopló en el oído de Kip
antes de tirar suavemente del lóbulo de la oreja.
―Dejarme amarte. 59
―Me gustaría eso.
Thorne encontró los puntos que evitaban que Kip pensara demasiado.
Él se movió a través de la piel, tocando y explorado. Rara vez el sexo
terminaba en la cama. Él jodió de pie, frente a un escritorio, sobre una
mesa, pero nunca en su cama. Alargó la mano hasta el aceite que
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comenzó a mantener cerca. La sensación resbaladiza en los dedos, el olor
de lubricante y el sexo, hizo saltar a su polla con entusiasmo. Sus
pantalones empujaron contra su necesidad, haciendo la situación más
difícil, pero no pararía hasta que estuviera en el interior del paraíso. Tal
vez era egoísta por tomar sin decir a Kip toda la verdad, pero nunca
dejaría a este hombre irse. Esta era sólo la primera noche de muchas.
Thorne tenía tiempo.
Kip deslizó la mano por la camisa de Thorne. Se detuvo el tiempo
suficiente para que Kip se la quitara. Thorne continuó hacia el lugar que
pronto conocería mejor que cualquier hombre. Frotó un dedo a lo largo
del pliegue del culo de Kip. Su amante se tapó la boca mientras trataba
de sofocar los gemidos. Por ahora, iba a dejarle, pero Thorne quería
escuchar todos los sonidos lindos. Presionó la entrada de Kip. Kip tensó
los músculos de los muslos antes de apretar las mejillas juntas.
―Tranquilo amor. Déjame entrar. Necesito prepararte.
Kip tomó una respiración profunda antes de extender las piernas más
ampliamente. Luego se relajó y la rigidez de los músculos se aflojó,
demostrando que Kip le confiaba su corazón y su cuerpo.

****

Kip estaba caliente y su piel hormigueaba. Su corazón latía en el pecho.


Entonces Thorne se movió. Él quería más. La promesa de la conexión de
sus cuerpos lo dejó emocionado y aterrorizado. El dedo de Thorne frotó a
lo largo del pliegue entre las nalgas, agitando el voraz incendio en su 60
interior.
Kip empujó hacia abajo. Echó la cabeza hacia atrás cuando los dedos
de la otra mano de Thorne se deslizaron desde un punto sensible al
siguiente. El ataque de Thorne lo dejó vulnerable y listo para rendirse. Él
gimió y Thorne sonrió. El guerrero no sólo estaba explorando su cuerpo.
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Saboreó cada descubrimiento mientras él atacaba los puntos débiles de
Kip. Debería haber estado mortificado por revelar tanto, pero no podía
pensar. Las ansias y la necesidad empujaban cada pensamiento a
distancia. Kip sólo se centraba en querer más.
La mecánica del sexo no era un misterio, pero nunca había estado tan
cerca de otro hombre. Cuando un hombre se acercó, Kip huyó. El guardia
que intentó besarle o el tutor de Trey que quería pasar más tiempo con él
habían puesto su piel de gallina. Sus toques se sentían como un millar de
hormigas a través de su piel. No los quería, pero era peor que eso. Él no
estaba en condiciones de aceptar o rechazar su atención. Ahora, tenía el
control. Los toques de Thorne le ataban a la tierra, dándole un lugar en el
universo.
Besos presionaban a lo largo de la cara interna de su muslo. Un pellizco
suave trajo sus pensamientos al presente. Él arqueó su espalda y siseó
con el dulce dolor de cada bocado. Él miró a los ojos rojos de sangre de
Thorne y parpadeó. La intensidad lo forzó a estremecerse.
―Voy hundirme profundamente dentro de ti y hacerte mío.
Kip asintió. Entonces, la mano despareció. Él gimió por la pérdida,
preocupado de que su reacción hubiera alejado a Thorne.
―Necesito conseguir el lubricante. Se cayó al suelo. No voy lejos ―,
Thorne lo calmó.
Kip parpadeó y asintió. ¿Desde cuándo las meras palabras lo habían
calmado? Entonces lo supo. Él confiaba en Thorne.
La cama se hundió cuando Thorne se reunió con él. Una botella larga y
delgada yacía junto al muslo de Kip. Se dio la vuelta, sabiendo lo que 61
contenía la botella. Era esto.
Thorne empujó sus piernas abiertas y las apretó contra el pecho de Kip.
Él agarró la sábana, con la esperanza de calmar su corazón latiendo. El
aire frío bailaba a través de las partes más íntimas de su cuerpo. Si no
estuviera tan ido, Kip hubiera estado mortificado por su posición
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expuesta.
Thorne sopló a lo largo de su eje. Kip arqueó su espalda. Él dejó
escapar un gemido y trató de cubrir el sonido con las manos. Thorne
nunca se detuvo. Su lengua se movió hasta la parte inferior de su pene. Él
lamió y chupó la punta.
―Sujeta tus piernas, ― ordenó Thorne y Kip ansiosamente obedeció.
Tomó justo por debajo de las piernas y las mantuvo cerca de su pecho.
Thorne frotó a lo largo del pliegue de su culo antes de que un dedo se
sumergiera dentro de su entrada. Kip mordió cuando un dedo lubricado
empujó dentro de él.
Esperó el placer, pero la intrusión se sentía rara, no incómoda. Se relajó
y Thorne se hundió más profundamente en él. Sólo cuando empezó a
disfrutar, un segundo dedo se unió al primero. Un ligero ardor vino sobre
él cuando los gruesos y poderosos dedos le estiraron y le aflojaron.
El dolor se desvaneció cuando los dedos se movieron dentro y fuera.
Necesidad se agitó dentro de él.
Entonces, golpeó el punto del placer. Él arqueó su espalda y empujó
hacia abajo, tratando de recuperar la sensación. Thorne sonrió a su
perdición, pero ya no le importaba. Sentir más era demasiado importante.
Thorne se apiadó de él y dio en el punto mágico de nuevo. Esta vez,
estrellas danzaron ante su cara. Un gemido escapó. Él estaba emergiendo
en el nuevo mundo de los sentidos. Con razón la gente buscaba el sexo.
Thorne le dio un beso. Respirar se hizo más difícil. La mano libre del
guerrero frotó su pene. Él trató de concentrarse, pero no estaba
funcionando. Thorne se apartó, dejándolo en un desastre jadeante. Su 62
piel se estremeció y de pronto, necesitaba más.
― ¿Estás listo?
―Listo―. Él quería decir eso como una pregunta, pero Thorne abrió su
pantalón. Su eje duro saltó libre. Era grueso y apuntando hacia él. Se
estremeció cuando la necesidad y la preocupación pasaron por él. Esta
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era su oportunidad de detenerlo, pero no pudo.
Él quería más. El pene de Thorne se contrajo de necesidad. A Kip ya no
le importaba nada fuera de esta sala. Más tarde, no importaba.
Necesitaba ser reclamado. Kip liberó las piernas y las extendió más
ampliamente, invitando a Thorne más cerca.
El guerrero se movió entre sus piernas. La tela áspera de los pantalones
de Thorne se frotó contra sus piernas, pero Kip se centró en la verga del
guerrero. El calor se frotó contra su muslo. Y presionó contra su eje. Kip
tragó. Cerró los ojos y trató de calmar su corazón antes de que se
escapara de su pecho. Thorne cogió el lubricante abierto. Él, poco a poco,
extendió una cantidad generosa en su pene que brillaba en la penumbra.
Thorne se acercó más, empujando toda la resistencia y descansando
contra su apretada abertura. Kip echó atrás la cabeza, sabiendo lo que
vendría después, pero sin realmente comprender el dolor. Entonces
Thorne empujó en él. Se mordió el grito cuando el calor le rasgó en dos.
―Relájate―, ordenó Thorne.
Él trató de escuchar, pero sabía que estaba siendo separado. Los dedos
de Thorne se envolvieron alrededor de su pene y lo acariciaron. Echó la
cabeza hacia atrás y dejó que el instinto se hiciera cargo. En lugar de
luchar, se abrió a la cálida invasión y Thorne se hundió más
profundamente en él, calentando el frío interior.
Nunca nadie lo hizo sentir tan vulnerable. No sólo estaba desnudo con
Thorne entre las piernas. Su cuerpo y su corazón estaban expuestos al
guerrero. Él no quería una noche. Kip quería pertenecer a Thorne. Las 63
caderas fuertes empujaron contra él y Kip dejó escapar un grito. Cada
impulso empujó más adentro. Él alargó la mano hacia Thorne,
necesitando tocar y sentir. Kip atrajo a Thorne más cerca.
Thorne lo sostuvo mientras se movía en su interior. El placer se mezcló
con un poco de dolor. El calor continuó dividiéndolo por la mitad, pero
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estaba empalado en el paraíso. El lento balanceo no era suficiente. Él
apretó los muslos juntos, como un hombre montado en un caballo.
Thorne se movió más rápido. Gemidos llenaron la habitación mientras la
cama se sacudió debajo de ellos. Le tomó un minuto para darse cuenta
de que los sonidos de placer estaban viniendo de él. Las caderas
golpeando más duro, como un martillo golpeando un clavo.
Pensamientos del mañana fueron olvidados y Kip estaba viviendo en el
momento, tratando de mantener la cabeza erguida antes de ahogarse en
un mar de pasión. La mano de Thorne se inclinó y acarició su pene
mientras el guerrero apretó los labios contra su cuello. El placer continuó
construyéndose. Él no iba a durar mucho más tiempo. Los dientes le
mordieron. Sentía la sangre que salía de su cuerpo, pero aún quería más.
Thorne lamió su cuello y se movió hacia su oreja. Sopló aire caliente
por encima de su lóbulo de la oreja. Esa parte de su cuerpo era
demasiado sensible. Él trató de alejarse, pero Thorne lo siguió. No había
escapatoria.
―Sé mío―, dijo Thorne con una voz que Kip no pudo rechazar o
responder, por lo que asintió. ―Bebe de mí.
El intercambio de sangre con un Warsarian significaba algo, pero no
pudo recordar. Incluso apenas recordaba su nombre. Era algo especial.
Eso fue todo lo que necesitaba saber.
―Sí―, Kip gritó mientras empujaba hacia abajo en el eje de Thorne.
El dedo de Thorne goteó sangre en su boca. El guerrero extendió la
sangre a lo largo de sus labios antes de empujar su dedo en la boca de
Kip. Se centró en cómo acarició su lengua. Thorne empujó más profundo, 64
golpeando el punto que lo dejó gritando. Casi mordió, cortando el grito.
Thorne le dio una sonrisa conocedora y golpeó contra él de nuevo. Una y
otra vez Thorne golpeó el punto de placer mientras la sangre goteaba
por su garganta. Entonces, el dedo se había ido y fue reemplazado con la
lengua del guerrero. Él exploró su boca, frotándose contra la sangre.
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Las caderas se movieron más y Kip trató de cumplir con cada empuje.
La mano de Thorne acarició su pene y sintió el fuego en su vientre
pidiendo más. Él iba a estallar. Como si leyera su mente, Thorne movió su
mano más rápido mientras sus caderas chocaron con él, empujando a Kip
hasta la cama. Gritó, pero la boca de Thorne capturó el sonido. La mano
de Thorne se movió aún más rápido y sintió su pene endurecer. El calor
cayó sobre el estómago de Kip. Apretó el cerco sobre el eje de Thorne y
calor recubrió su interior. Thorne rompió el beso mientras se mecía
suavemente hacia atrás y hacia adelante.
―Eres increíble―, dijo Thorne mientras lamía el semen de Kip de sus
dedos.
La intensidad de los ojos de Thorne mantuvo a Kip clavado a la cama.
Thorne salió de Kip y él nunca se sintió más frío. Observó cómo el
guerrero se subió los pantalones.
¿Había llegado el momento de que se fuera? Kip no lo sabía, pero
ahora mismo no se podía mover. Sentía su cuerpo dolorido. Sus músculos
nunca antes utilizados habían recibido un entrenamiento duro. Se
encogió, pensando en el duro suelo en la sala esperándole.
―Todavía estoy aquí. ― Thorne le tocó la mejilla. Kip nunca se sintió
tan aliviado al sentir el calor de esa mano. ―Relájate. Voy a entrar en el
cuarto de baño para conseguir algo para limpiarte.
―No me puedo mover―, confesó Kip.
Los ojos de Thorne se iluminaron y formaron una sonrisa como si
estuviera satisfecho con la incapacidad de moverse de Kip.
―Eso quiere decir que te amé a fondo. Tengo la intención de 65
mantenerte así durante toda la noche.
Kip contuvo el aliento.
―Me puedo quedar.
Thorne parecía enojado y Kip lamentó haber hablado.
―Vas a dormir a mi lado todas las noches. ¿Entiendes?
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Kip asintió mientras Thorne se alejaba. Observó el movimiento del
guerrero través de la habitación. Los ojos de Kip se cerraron cuando el
agua del baño fue encendida. Él escuchó mientras su cuerpo,
deliciosamente dolorido, le recordaba lo que habían compartido.
Los pensamientos se desvanecieron cuando Kip cayó en un sueño
profundo.
Capítulo Cinco
Kip paseaba arriba y abajo. Thorne estaba por ahí, probablemente
escuchando cada paso cobarde. Ese pensamiento lo empujó hacia
adelante. Era un luchador entrenado, no alguien que se ocultaba de una 66
situación incómoda. Si Thorne estaba escuchando, Kip necesitaba
enterrar la cabeza para esconder la mortificación. Era el momento de
hacerse cargo. Él respiró profundamente. Tal vez si se enfrentaba a
Thorne con confianza, ambos podían pretender que los últimos cinco
minutos no habían sucedido.
Su corazón latía más rápido mientras se acercaba a la puerta. ¿Por qué 12/2017
estaba tan nervioso? Pasaron de compañeros de cuarto a amantes, con
nada entre ellos. ¿Era por eso? Sin embargo, muchos hombres se
conocían una noche y veinte minutos más tarde estaban follando contra
una superficie plana. Thorne era así. Kip había hablado con algunos de los
compañeros anteriores de Thorne. El rayo era más lento que la velocidad
con la que Thorne sedujo a los hombres. Todos los días, los mensajes
llegaban de amantes desechados.
Algunos hombres pedían otra oportunidad. Los menos desesperados
querían otra noche. Dos de las citas de Thorne habían amenazado a Kip.
Aquellos mensajes no le llegaron a Thorne. ¿Tenía él ese derecho? ¿Qué
pasaría si Thorne lo odiara por mantenerlos apartados de él?
Empujó los pensamientos oscuros a distancia y se centró en la
situación. En el fondo, sabía cuál era el problema. Thorne tenía parejas
sexuales, no amantes. Kip tenía miedo de oír la verdad, pero más miedo
de convertirse en uno de los hombres que continuaban pidiendo otra
oportunidad.
La puerta fue abierta. Kip se congeló.
―Buenos días. ― Thorne se apoyó en el marco de la puerta como un
hombre volviendo a casa de la batalla con un pecho lleno de metales. La
frialdad confiada secó la garganta de Kip, dejándolo sin aliento para
poder hablar. ― ¿Cuánto tiempo te vas a esconder aquí?
Kip tragó, en realidad sin oír a Thorne.
―Voy a estar fuera de tu camino en un segundo ―. Su tono seco,
áspero, traicionándolo. Necesitaba escapar, pero Thorne bloqueaba la
puerta. Kip se decidió a mirar a su alrededor para evitar tener que hacer 67
frente al guerrero, pero eso no era mucho mejor. Al menos todo había
vuelto a su lugar. La cama estaba hecha. Después de que Thorne salió, él
quitó las sábanas y las puso para lavar, pero en este momento, el
edredón pesado ocultaba la verdad. El lubricante estaba escondido en el
cajón superior. Kip sentía como si estuviera sujetando un cadáver y
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fingiendo que todo estaba bien.
Thorne miró hacia la cama. Sus cejas gruesas se arquearon. Entonces el
guerrero lo estudió como si él hubiera encontrado la respuesta a la
creación del universo.
―Estás evitando anoche, tratando de fingir que nunca sucedió.
Kip lanzó sus ojos por la habitación antes de centrarse en el botón
superior de la camisa de Thorne. Era negro con manchas blancas y no
valía su atención. El cuerpo de Kip temblaba de tan cerca que estaba de
Thorne. Miró hacia arriba. Oscuros ojos encontraron los suyos. El corazón
de Kip casi golpeó fuera de su pecho. No era sólo la mirada peligrosa la
que envió un escalofrío por la columna de Kip. Thorne brillaba bajo el sol
matutino. Se tragó las palabras. Si alguien le dijera a Kip que él brillaba y
resplandecía, él se apartaría del mentiroso. Nadie brillaba, pero Kip
estaba equivocado. Thorne irradiaba confianza. Su lugar no estaba al lado
de un hombre que rebosaba energía por todos los poros de su cuerpo
perfecto.
―Ayer por la noche, dejamos de jugar a perseguirnos, pero esta
mañana todavía estás escondiéndote de mí. ¿Por qué?
Kip balanceó la cabeza, negándose a admitir la verdad.
―Dime lo que está mal. ― La voz de Thorne le ordenó y Kip respondió
sin pensar.
―No sé cómo enfrentarte. ― Se rio de su estupidez. Una vez un
esclavo, siempre un esclavo. Dale una orden y él prácticamente caería al
suelo a obedecer. ―Soy un cobarde. Un hombre que se esconde en tu
habitación. 68
―Nuestra habitación, ― corrigió Thorne. ―Ayer por la noche te
convertiste en mi amante. Basta de esconderte para dormir en la esquina.
Fue invitado a volver a la cama de Thorne.
― ¿No tienes otros, ―hizo una pausa y tragó antes de continuar, ―
amigos en mente?
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Thorne se dirigió hacia él tan rápido que Kip dio un paso atrás cuando
el guerrero apareció frente a él.
― ¿Celoso?
―Probablemente, ― Kip admitió. ―Soy ese tipo de persona. No me
gusta tomar sus llamadas. Incluso borré un par de mensajes. ―Esperó a
que Thorne empezara a gritar, pero el guerrero se limitó a asentir,
incitando a Kip para continuar. ―Ahora soy igual que los hombres
desesperados por tu atención.
Thorne apoyó una mano firme en el hombro de Kip. El calor de la
respiración del guerrero le hizo cosquillas en la oreja. Su cara se calentó
al recordar la sensación del calor por todo el cuerpo.
―No eres para nada como los hombres que llaman. Yo los tomé y
luego los deseché. A ti, te hice el amor. A ti, te voy a amar. Esta noche, yo
pasaré la noche explorando cada pulgada de tu cuerpo y mañana toda
duda desaparecerá. Si no lo hace, entonces la próxima noche voy a seguir
amándote.
El corazón de Kip se derritió, pero su mente se quedó con la duda.
Empujó el pecho de Thorne. Las piernas de Kip se tambalearon. Él oró en
silencio que Thorne no notara el deseo corriendo por sus venas.
― ¿Por qué yo? ― De todos los hombres que Thorne podía elegir, Kip
no era nadie.
―Porque eres mi amante. ― Como para enfatizar el punto, Thorne
besó ligeramente sus labios. Colocó otro beso en la frente de Kip antes
de tirar de él en un abrazo. ―Quiero quedarme contigo toda la tarde,
pero tengo que ir a trabajar. ― Thorne le frotó la espalda. ―Relájate. 69
Tienes el día libre. Sumérgete en un baño. Ordena un gran almuerzo. Ve
algunas películas.
Kip no quería estar solo. Algunas personas soñaban con cosas felices. Él
era lo opuesto. Tranquilidad daba tiempo a su mente para trabajar.
Cuando su mente trabajaba, la duda y la inseguridad absorbían su valor.
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Necesitaba a alguien para darle una lista de cosas que hacer. Su lavado y
limpieza normales no funcionarían.
― ¿Tienes que irte? ― ¿Qué estaba diciendo? Kip nunca actuó en
impulsos egoístas. ― No quería decir eso. Eres responsable de la Guardia
de la ciudad. Es un trabajo importante. Por supuesto, que tienes que irte.
Thorne apoyó una mano en su hombro.
―Deja de hacer eso. ― Hizo una pausa y Kip tuvo que mirar hacia
arriba. ―Me gusta cuando me dices lo que necesitas y deseas. Si pudiera,
me gustaría quedarme, pero uno de los hombres que desaparecieron
apareció muerto. Mis hombres no podrían encontrar a un asesino ni
aunque él sostuviera el cuchillo ensangrentado. Si no fuera necesario allí,
te tendría en la cama.
Si se le diera la opción, él caería en la cama con Thorne y nunca
volvería a levantarse. Al menos, entonces, no tendría que hablar. Thorne
movió su mano hacia abajo del brazo de Kip. A continuación, un
ordenador portátil fue envuelto alrededor de su muñeca. Él intentó
quitárselo.
―Déjalo, ― ordenó Thorne. ―Si te sientes solo, llámame.
― ¿Solo? ― Preguntó Kip, no estando seguro de lo que eso
significaba. ¿Estaba él solo? Él parpadeó. Desde que Trey se había
apareado con Byron, se sintió perdido. Thorne llenaba ese hueco, pero el
miedo le impidió cerrarlo. Thorne revolvió el pelo a Kip antes de volver a
caminar hacia la puerta.
― ¿Puedo ayudar con la investigación? ― La desesperación en su voz
dejó a Kip encogiéndose, pero no podía quedarse aquí solo. No cuando 70
sus pensamientos le volvían loco.
Thorne llegó para él.
― ¿Vas a estar bien siguiéndome con marcas de besos cubriendo tu
cuello?
Kip se frotó el cuello. La piel se sentía suave, pero se acordó de las
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manchas de color púrpura. Todos esos ojos mirando y sabiendo lo que
pasó anoche casi lo enviaron corriendo a la habitación. ¿Era la manera de
Thorne de decirle a Kip que no era bienvenido?
―Me encantaría que el mundo las viera, pero tú no estás listo―.
Thorne se inclinó hacia él. ― ¿Tienes una camisa de cuello alto?
―No. Tengo cuatro camisas y tres de ellas son camisas de trabajo.
―Tengo algo que puedes usar. Va a ser demasiado grande y el cuello
será flojo, pero debe cubrir la mayor parte de las marcas. ―Thorne abrió
un cajón y sacó una camisa azul.
― ¿Puedo ir contigo? ― Era obvio, pero Kip todavía necesitaba
confirmación.
―Va a ser aburrido, pero me gustaría tenerte conmigo.
―No voy a estar en el camino. He sido entrenado para la seguridad y
protección personal. Yo sé cómo encajar.
Thorne tiró de la camisa de Kip y la sacó de encima. Sus dedos se
movieron por el cuerpo de Kip.
―Dejé un montón de marcas. La próxima vez, no vamos a ocultarlas.
Quiero que el universo sepa que eres mío.
Kip miró hacia abajo. Marcas diminutas de besos estropeaban su
estómago. Miró sus brazos. Las mismas manchas de color púrpura
cubrían ambos brazos. Kip tiró de la camisa de Thorne hacia abajo.
―Listo.
―Tú estás más que listo.
Kip se volvió para ver cómo Thorne salió de la habitación. No estaba
seguro de que estaba - más que listo - para eso. 71
****

Los amantes de Thorne estaban siempre insatisfechos con sus bonitos


regalos. Ellos se quejaban hasta que algo extraño aterrizaba en sus
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manos codiciosas. Nadie necesitaba una taza con más joyas que una
corona. Nadie necesitaba zapatos que cambiaran de color basándose en
la humedad en el aire. Sólo de pensar en las botas de color marrón, que
nunca se volvían azul o rojo en Warsarian, le hizo encogerse.
Sólo alguien daltónico gozaría del matiz y tono sucio, lo que explicaba
el - Ohhh - de la excitación del hombre que recibió el regalo horrible. Al
menos la deslumbrante y demasiado cara copa era, de una manera
llamativa, agradable a la vista.
Nunca se imaginó un hombre incapaz de pedir cosas. Nadie rechazó el
dinero de Thorne. Eso había sido así desde que entró en el campo de las
citas. Las manos extendidas de sus parejas sexuales le molestaban y, a
menudo alejaban a Thorne. En estos días, sus citas nunca duraban más
allá de su primera vez. Entonces, Kip entró en su vida.
Su compañero no pedía nada. Incluso se negó a tomar prestado el
sofá. La actitud obstinada e indiferencia total por el confort habían
molestado a Thorne. Nadie le rechazaba. Si él ofrecía algo, Thorne
esperaba que el receptor de su regalo fuera feliz con ello. Entonces,
Thorne se dio cuenta de que Kip no era capaz de aceptar la amabilidad.
La vida de Kip había sido acerca de la necesidad y de tomar lo poco que
le había sido provisto. Nunca buscó más. ¿Por qué dormir en un sofá
cuando el piso servía? A través de las acciones de Kip, Thorne sabía que
su compañero lo quería sólo a él, no al dinero o el estatus que un rollo
rápido en la cama proporcionaría.
Al salir del edificio, Kip subió el cuello de su camisa prestada. Thorne 72
quería cubrir a su compañero con su ropa. La camisa azul colgaba
libremente en el cuerpo de Kip, diciéndole al mundo que pertenecía a
otra persona. Kip estaba preocupado por las marcas visibles, pero nunca
leyó la pista sutil que la ropa prestada ofrecía a aquellos que buscaban en
su mundo. Kip inclinó la cabeza hacia abajo cuando una multitud de
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personas pasaron, como si mirarlos les dejaría ver las marcas que Thorne
había presionado con amor en su piel.
― ¿Qué importa si el universo sabe? ― Preguntó Thorne mientras
daba un paso más cerca de lo que cualquier amigo habría hecho. ―Cada
marca que besé sobre tu piel dice mucho más que una noche de sexo.
Eres mío. No me importa que lo sepan.
―No es asunto de ellos―, dijo Kip un poco demasiado enérgicamente
y luego suspiró. ―No sé lo que somos o a dónde va esto. Antes de que el
universo lo sepa, tengo que averiguarlo yo. Si mañana no quieres tener
nada más que ver conmigo, no me sentiré como un perdedor.
―Mañana, todavía te querré. La semana que viene me sentiré de la
misma forma ―. Thorne dejó que las palabras se hundieran en él. Incluso
a través de la duda, Thorne se calentaba al escuchar la petición sutil de
Kip, no como la solicitud directa que Kip había hecho cuando le pidió
acompañarle. ― Puedes tener todo el tiempo que necesites, Kip. Me
gusta pasar la noche viendo películas mientras me froto contra ti o
caminar a casa contigo después de que termine tu turno. No pienso
renunciar a esas cosas.
Kip arrugó la nariz.
―Nuestras vidas suenan aburridas.
Thorne presionó un dedo en los labios de Kip, sin querer escuchar lo
que venía después.
―Pasamos tiempo juntos porque se siente bien. ― Kip asintió,
confirmando las palabras de Thorne. Para él, se sentía más que bien. Para
Kip se había convertido en su hogar. El lugar en el que quería asentarse. 73
―Durante las tardes y noches, te tengo todo para mí. Podemos hablar sin
interrupciones y simplemente estar juntos.
―A mí también me gusta. Cuando estoy contigo, estoy relajado. Me
siento a salvo. Me gusta pensar que nada ni nadie me hará daño.
―Nadie te hará daño de nuevo. Van a tener que pasar por mí para
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tocarte y eso no va a suceder.
Kip asintió, aceptando las palabras de Thorne sin discutir.
Él fue erosionando las defensas de Kip. Cada vez que su pareja
compartió sus gustos, aversiones y miedos, Thorne ganó una batalla.
Cada pequeña confesión era un regalo precioso de un hombre que nunca
actuó en sus necesidades.
Capítulo Seis
Kip observó a los guardias de la ciudad con el afán de un niño. Ellos se
acercaron a los posibles testigos. Golpeó el pie, listo para participar. Los
guardias en sus uniformes negros tenían autoridad, pero no tanto como 74
Thorne, y él no estaba pensando que había visto cada pulgada del cuerpo
de Thorne.
Esa información sólo lo hacía un experto, no un juez imparcial.
Otro guardia se volvió hacia un testigo y Kip esperaba que su boca no
estuviera abierta. Tenía que haber un punto a estas preguntas, algo que
explicara la estupidez detrás de cada una. ¿Qué importaba si estaban 12/2017
trabajando, durmiendo o comiendo en el momento del descubrimiento?
Deberían preguntar a la gente si vieron algo inusual o si se dieron cuenta
de extraños en la zona. Cuando el interrogatorio comenzó, Kip pensó que
le faltaba algo. Tal vez los guardias estaban tratando de encontrar a una
persona, pero después de verlos alejarse de otro testigo, Kip sabía que no
era el caso. Estaban investigando, pero no se dedicaban a eso realmente
como debían.
La escena del crimen tenía una gran cantidad de pistas. Alguien había
dejado el cuerpo allí.
Este hombre no había muerto aquí. Cuando los testigos se encogieron
de hombros como si ese pequeño movimiento del cuerpo proporcionara
una respuesta real, esperó que los guardias exigieran más, algo verbal,
pero los guardias de la ciudad asentían con la cabeza a la respuesta y
seguían adelante. ¿No podían leer las expresiones faciales? Mirar hacia
otro lado era un signo de que estaban mintiendo. Estas personas estaban
ocultando algo.
Kip estudió las paredes con la esperanza de encontrar cámaras ocultas.
Tenía que ser eso. Estaban siendo filmados. ¿De qué otra manera podría
explicarse tal incompetencia?
Estos eran guerreros Warsarian, capaces de escuchar los latidos del
corazón a unos pocos pies de distancia, ¿y no podían saber si alguien
estaba mintiendo? No tenía sentido.
Thorne suspiró después de ver al grupo que Kip había estado
siguiendo a pie hasta una tienda de pan. Trataron de interrogar al dueño,
pero sonaban igual que los reporteros entrevistando a una celebridad, 75
tratando desesperadamente de no ofender, mientras intentaban obtener
respuestas a un homicidio. Kip quería sacudirlos. No importaba a qué
hora abría la tienda. Ellos debían preguntar si el hombre se dio cuenta de
algo extraño. Cuanto más estúpidas eran las preguntas, menos respeto el
dueño de la tienda de pan demostraba a los guardias. A este ritmo,
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pasarían siglos antes de que cualquiera de estos hombres encontrara
suficientes pistas para resolver el caso.
Kip se acercó a la escena del crimen. Hologramas generados por
ordenador recreaban la escena antes de que el cuerpo hubiera sido
eliminado. Se estremeció. El hombre de rizado cabello oscuro parecía
Trey. La mente de Kip transformó al hombre en su amigo. La sangre
empapaba a través de los rizos oscuros, formando un charco debajo de la
cabeza del hombre, pero los ojos muertos que miraban hacia él eran
demasiado familiares. Este podría haber sido su amigo. Kip se metió en
un callejón diferente y tomó un profundo aliento. Trey estaba a salvo con
Byron. Tomó otra respiración profunda. Si Thorne sabía que la escena casi
le había hecho vomitar el contenido de su estómago, Kip no sería
invitado a otra escena del crimen, y con una buena razón. No sabía lo que
era peor, no tener la habilidad para investigar un crimen o vomitar por
toda la evidencia.
Algo sobre la escena le molestaba. La sangre bajaba por el callejón,
pero un golpe en la cabeza como el que este hombre había sufrido
habría dejado inconsciente a un humano o lo habría matado al instante.
¿Los hombres de Thorne sabían que los humanos eran más frágiles que
un Warsarian? La víctima fue arrastrada aquí. Él no había muerto en el
callejón. Rastros de sangre teñían el suelo que conducía al lugar,
contando a Kip que este hombre no murió lejos. Había demasiada sangre
bajo la cabeza. Él murió poco antes de su cuerpo fuera descargado aquí.
Kip estudió las tiendas en la calle. Tenía sentido si el hombre había sido 76
mantenido o muerto en una de ellas. Un hombre huyendo gritando
hubiera sido notado, parecía que había sido muerto mientras escapaba. Si
él no supiera que su asesino estaba siguiéndole, la víctima podría haber
tratado de escapar sin ser visto. Kip hubiera hecho eso. No confiaría en
extraños para salvarlo.
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Este hombre no era él. Sus reacciones al peligro podrían no ser las
mismas. Kip se centró en los hechos. La víctima había desaparecido más
de tres semanas atrás. Él no era el único hombre que faltaba, pero Thorne
había estado buscando en las naves espaciales, eso tenía sentido. El
secuestro de hombres en este planeta era una sentencia de muerte
instantánea, por lo que un criminal inteligente se habría ido hace mucho
tiempo.
Tal vez este hombre no fue secuestrado con los otros. Si el asesino
sabía que los guardias de la ciudad estaban buscando a hombres con una
descripción específica, entonces era posible que alguien tomara un
hombre que encajara en la descripción para que achacaran el delito a una
persona diferente.
Kip negó con la cabeza. Él no tenía ninguna prueba. Sus instintos eran
buenos y él entendía a los seres humanos, sobre todo, el mal que existía
en algunos de ellos.
La zona no era como el lugar en el que él y Trey había vivido. Era un
barrio de clase alta que no sólo atendía a los seres humanos, sino
también a otra gente no Warsarian. Se sentó en un banco y estudió la
zona. Thorne se acercó y se sentó junto a él. Su mente vagaba hasta el
guerrero. Anhelaba que Thorne extendiera la mano y lo tocara. Su piel se
estremeció ante la posibilidad.
― ¿Estás bien? ― Preguntó Thorne.
Kip asintió, sin saber si la escena del crimen estaba como debía. 77
― ¿Qué tipo de lesiones tenía la víctima? ― La mirada de Thorne le
envió un escalofrío, pero Kip continuó con sus preguntas. ― ¿La víctima
fue abusada sexualmente?
―Probablemente. Sus lesiones encajan con actividad sexual reciente.
Tenía las muñecas muy magulladas y también lo estaba su espalda. Fue
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atado y azotado. Algunos hombres gustan del sexo duro por lo que no se
puede descartar el sexo consensual, pero este hombre ha desaparecido
durante semanas.
―Y él está muerto―, agregó Kip. ―Él es una víctima. ― El trabajo de
Thorne era estudiar todos los ángulos, pero a Kip no le importaba. Nadie
dejaba que alguien le mantuviera atado durante semanas mientras lo
golpeaba. ― ¿Qué pasa con su cara? El holograma mostró que estaba sin
tocar. ¿Es correcto?
Thorne asintió. El brillo de sus ojos dijo a Kip que el guerrero estaba
impresionado con sus preguntas.
―La víctima estaba cubierta de moretones, excepto su cara que estaba
intacta.
De todos los hombres que los guardias habían entrevistado, el dueño
de la tienda de pan era el que más le molestaba. El hombre no actuaba
extraño o mal, pero él estaba ocultando algo.
La tienda de arte al lado de la tienda estaba vacía. ¿No debería alguien
estar trabajando en la mitad de la tarde?
― ¿Thorne, puedo leer el informe? Me falta algo.
― ¿Qué estás pensando?
Kip sonrió. Thorne no le dijo que el caso no era su problema o se rio de
Kip por pensar en ello, por lo que respondió a la pregunta de Thorne con
honestidad.
―Yo no creo que este caso esté relacionado con los otros secuestros. 78
Los otros hombres desaparecidos se fueron. Este hombre era diferente. Él
fue mantenido en algún lugar cercano. Fue muerto allí y luego arrastrado
aquí. Creo que se escapó.
― ¿Lo mataron porque se escapó? ¿Por qué piensas eso?
―Golpear a alguien con tanta fuerza significa que el asesino estaba
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enojado. Ató a la víctima para controlarlo. Pero perdió el control. Después
de matarlo, arrastró el cuerpo aquí. Si el asesino mató a la víctima donde
estaba reteniéndole, el plan para deshacerse del cuerpo no hubiera sido
tan apresurado.
―Buena observación.
Kip sintió que sus mejillas enrojecían.
―En realidad no.― Odiaba los elogios.
―No seas modesto ―. Una mano se deslizó por su espalda y los
pensamientos de Kip lo dejaron mientras se concentraba en la mano que
se movía a lo largo de su espina. ―Creo que tienes razón. Este caso no
está relacionado con los otros. ―Thorne se inclinó más cerca y susurró en
el oído de Kip, ―Sólo tú llegaste a esa conclusión.
―Los guardias no saben cómo ver debajo de la superficie. No hacen
las preguntas correctas. Y ninguno de ellos se acordó de que la víctima
era humana.
―Ellos nunca hacen las preguntas correctas, pero tus observaciones
son brillantes. Eso no tiene nada que ver con ellos.
Las mejillas de Kip se calentaron.
―No tengo educación formal, pero forma parte de mi entrenamiento
entender a la gente. ¿Qué los motiva? De esa manera, si algo pasaba,
podría proteger a Trey. ―Miró a Thorne. ―La víctima no murió aquí. El
golpe habría causado más sangre de la que hay aquí. El charco debajo de
la cabeza de la víctima significa que él fue retenido y muerto cerca. Fue 79
arrastrado aquí porque el asesino no tenía tiempo para deshacerse del
cuerpo.
―Piensas que la víctima fue retenida en uno de estos edificios.
Kip asintió.
―El asesino no tuvo tiempo para limpiar el cuerpo. Podría haber harina
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o pintura sobre la víctima. Algo que lo vinculase a uno de estos lugares.
― ¿El asesino está tan cerca? ― Preguntó Thorne en un tono que no
dudaba de él, sino que sólo quería más información.
―Si la víctima hubiera llegado lo suficientemente lejos, habría alertado
a alguien. Él escapó, pero no llegó muy lejos ―. Kip se tensó. Él estaba
diciendo demasiado. Thorne sabía cómo hacer su trabajo. Él no
necesitaba ni quería observaciones de un aficionado. ―Lo siento. No
debería interferir.
―No te disculpes por compartir tus pensamientos. Quiero oírlos.
―Thorne, una cosa es compartir y otra interferir. Esto es interferir. Tú
no necesitas que te diga lo que creo que pasó.
Thorne puso un brazo por encima del hombro.
―No vuelvas a pensar que eres entrometido. Esto se llama compartir.
Kip sacudió la cabeza, resignado a perder este argumento. Fue
agradable ver que Thorne estaba tratando de hacer que se sintiera
importante.
―Cuando miro a la víctima, veo a Trey. Este podría haber sido él. ―Él
apretó el brazo de Thorne. ―Por favor encuentra al asesino y hazle pagar.
Este hombre no merecía morir. ―Thorne tiró de Kip más cerca. Los
guardias de la ciudad estaban mirando, pero no le importaba. Necesitaba
el calor del cuerpo de Thorne. ―Lo siento. No soy por lo general tan
exigente.
Los brazos de Thorne se apretaron a su alrededor.
―No hay nada egoísta en ti. Querer consuelo no te hace codicioso. 80
Relájate. Yo me encargo de todo.
En ese momento, Kip creyó que alguien quisiera hacerse cargo de él. Él
se relajó contra el poderoso pecho de Thorne y dejó que el guerrero se
hiciera cargo de hacerlo todo bien.
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Capítulo Siete
Kip se sentó en el sofá, cerró los ojos y escuchó a Thorne moverse
alrededor del apartamento. El sonido le dejó en un estado relajado. Una
ola de calma lo invadió. Él siempre estaba alerta y listo, especialmente 81
con alguien más fuerte tan cerca, pero Thorne había cambiado eso al
sostenerlo con delicadeza y al escuchar sus miedos. Kip no era
inteligente. Era bueno protegiendo a la gente. Thorne comprendió y
alentó eso.
Thorne se sentó junto a él, apoyando una mano en las piernas de Kip.
Un incendio quemó en su vientre mientras los dedos de Thorne se 12/2017
deslizaron por la parte interior de su muslo.
―Has estado muy bien hoy ―, dijo Thorne, repitiendo lo que ya había
dicho a Kip en numerosas ocasiones.
―Mis observaciones son probablemente erróneas, pero me gusta
compartirlas contigo.
―Tendremos que esperar y ver. Sin embargo, sospecho que no serán
tan lejos de lo que tú piensas. ―La mano de Thorne descansaba sobre su
muslo. ― ¿Qué vas a hacer ahora?
Kip se tensó. ¿Era esta la manera de Thorne de pedirle que se fuera? su
garganta se sentía seca y no podía hablar. En su lugar, Kip hizo su poca
atractiva impresión de un pez, con los ojos muy saltones y la boca
abierta. Si Thorne le dijera que tenía que dejarlo, lo haría con toda la
dignidad que pudiera reunir.
―Si no tienes ningún plan, ¿deseas unirte a los guardias de la ciudad?
― Thorne preguntó, como si unirse a los guardias fuera una posibilidad
real.
Kip parpadeó. No sólo no le estaba pidiendo que se fuera, sino que
Thorne estaba ofreciéndole un trabajo ideal. Tal vez había algo malo en
sus oídos. Eso era más probable que las palabras que acababa de oír.
― ¿Qué dijiste?
―Quiero a alguien como tú en mi equipo.
― ¿Alguien como yo? ― Kip no sabía muy bien lo que eso significaba.
― ¿Un humano o un esclavo?
Thorne gruñó. 82
―Los guardias de la ciudad necesitan alguien que piense. Tú eres
humano. Yo lo sé y no lo cambiaría, pero no es por eso por lo que eres
perfecto para el trabajo. ―Los dedos de Thorne agarraron su barbilla y
posicionaron la cabeza de Kip para que estuviera mirando a los ojos de
color rojo sangre de Thorne. Su corazón dio un vuelco. ―Nunca te
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refieras a ti mismo como un esclavo. Ese es tu pasado no tu presente o tu
futuro.
Kip se estremeció bajo la firmeza del tono de Thorne. Nadie podía
rechazar a un hombre cuyas palabras y su presencia eran más mortales
que un bláster.
― ¿El ser humano no me descalifica? ― Él sacudió el sueño de
distancia. ―Hay reglas. ― Y estaba seguro de que a los seres humanos
no se les permitía, pero mientras lo dijo, Kip no pudo evitar que la
emoción estallase libre. Thorne estaba ofreciéndole la oportunidad de
hacer la única cosa que quería Kip. Esta vez no iba a proteger a un
hombre, sino que velaría por toda la ciudad.
―Ningún ser humano ha sido miembro de la Guardia de la ciudad.
Serías el primero.
Thorne estaba soñando si pensaba que Kip solo podía entrar en la sede
y ponerse a trabajar. Sería tan bienvenido como una plaga.
―Yo no sé. ―A pesar de que dijo las palabras, Kip sabía que quería
probar, incluso si todos los miembros de la Guardia de la ciudad lo
odiaban.
― ¿Crees en mí? ― Preguntó Thorne y Kip asintió sin vacilación. La
confianza no era fácil para un hombre que no creía en las personas. Todo
el mundo en la vida de Kip lo había traicionado. Aparte de Trey y ahora
Thorne, Kip pensaba que la gente, en su mayoría, era una mierda.
Kip frotó la pierna de Thorne, necesitando tocar y ser tocado. Thorne
apoyó la mano más grande sobre sus dedos. Fue subido al regazo del 83
guerrero. Sus muslos se posaron en los lados de Thorne mientras el
guerrero frotó un dedo a lo largo de la oreja de Kip. Se inclinó y se fundió
en el toque. No era suficiente. Él quería más. Su confianza se elevó y Kip
dejó que fluyera a través de él. Le temblaba la mano, pero Kip se agachó
y desabrochó la parte superior de la camisa de Thorne. Deshizo otro
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botón hasta que sus dedos se deslizaron a lo largo de los músculos
abdominales duros y tonificados.
―Eso es. Tócame.
Kip se acercó más. Se lamió los labios, ávidos de otro beso. No dejando
que las dudas le impidiesen actuar, Kip presionó sus labios contra los de
Thorne. El beso era torpe y lleno de incertidumbre. La lengua de Thorne
se deslizó en el interior y el guerrero tomó el control. Kip gimió cuando
Thorne agarró y luego apretó su culo. Sus besos se volvieron tan
esenciales como respirar. Era un montón de baba, necesitando más, y
Thorne no lo defraudó. El guerrero se apartó y colocó una línea de besos
por su cuello, deteniéndose en las zonas sensibles que lo empujaron más
cerca de perder el control. Kip agarró la camisa de Thorne, necesitando
algo a lo que aferrarse. Todo era demasiado.
Kip tuvo que retirarse. Se apartó, jadeando, pero Thorne no le dio una
pulgada de espacio. Los besos no dejaron de llegar. El vientre de Kip se
agitaba bajo los toques. Su piel se estremeció bajo cada caricia. Thorne
empujó su camisa hacia arriba. El aire frío sopló contra la piel de Kip, pero
no hizo nada para apagar la necesidad ardiendo.
Kip quería más. Su cuerpo ansiaba los toques de Thorne. Levantó los
brazos y Thorne le subió la camisa. El algodón se deslizó sobre su piel.
Kip iba a ser desnudado. Agarró el extremo de la camisa de Thorne y la
empujó como un hombre desesperado por más. Un gemido escapó de
sus pechos desnudos frotándose juntos.
Thorne tiró de la hebilla de su pantalón. Se tragó un gemido cuando 84
frotó los dedos sobre su cintura, alcanzando hacia abajo en sus
pantalones. Un dedo rozó su pene cubierto. Kip no podía esperar. Él
empujó hacia abajo sus pantalones, llevando su ropa interior con ellos. La
tela frotó sobre la piel sensible, solamente haciéndole querer más. La tela
se agrupó a sus pies y Thorne le ayudó a pasar por encima de su ropa.
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―Eres perfecto, ― susurró Thorne.
Kip no quería palabras. Necesitaba toques y besos. Desabrochó a
Thorne los pantalones y poco a poco bajaron por las piernas del
guerrero, dejando que su polla dura rozara contra su mejilla. Kip se lamió
los labios antes de acercarse. Fijó su mirada en Thorne antes de lanzar su
lengua sobre la punta. El sabor de almizcle agitó el deseo en su interior.
―Eso es. Llévame en tu boca, ―ordenó Thorne y Kip obedeció, como
una mascota tratando de complacer a su amo. Él chupó la punta antes de
dejar su lengua a lo largo de la parte inferior. ―Eso es.
Kip saboreó el control. Tomó tanto como pudo de Thorne sin ahogarse,
deslizando su lengua a lo largo del eje duro, caliente, de Thorne. Él
balanceaba la cabeza hacia atrás y hacia delante, pero el ritmo no era
correcto. Los dedos de Thorne se entrelazaron en su pelo y el guerrero le
ayudó a encontrar el ritmo adecuado. Kip lo tomó más profundo mientras
usaba sus dedos para frotar las bolas de Thorne. Un gemido escapó y
Thorne se tragó todo el sonido, pero Kip no estaba satisfecho. Los
gemidos eran como una canción que quería escuchar una y otra vez.
―Necesitas parar.
Kip se apartó. ¿Qué había hecho mal? Thorne le dio una sonrisa
reconfortante y apuntó a sus pantalones.
―Introduce la mano en mis pantalones. El lubricante está en el bolsillo.
―Kip entendió la cruda necesidad. Thorne estaba a punto de perder el
control. Kip buscó a tientas el tubo que estaba atascado en el bolsillo de
Thorne. Sus dedos temblaban. Su cuerpo temblaba. Finalmente, el tubo
se liberó de su prisión de tejido. Kip se inclinó para prepararse para lo 85
que venía después, pero Thorne arrancó el tubo de su mano y tiró de Kip
en su regazo. Besos fueron colocados en su cuello mientras un dedo
presionaba su abertura.
―Vamos a tener que comprar juguetes. Juguetes que te dejarán
gimiendo y listo para mí. Voy a buscar una gran caja sólo para ti. ¿Vas a
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aceptar a esos regalos?
Kip asintió, no muy seguro de lo que estaba aceptando. Algo sobre
juguetes y una caja. Una mano le tocó el muslo y Kip abrió más las
piernas. Él se acercó más, con necesidad de probar a Thorne. Sus labios
se encontraron y el hambre explotó entre ellos. La lengua de Thorne se
deslizó dentro y se paseó a lo largo del techo de su boca. Kip lo empujó
hacia adelante y Thorne le dejó controlar el beso. La confianza de Kip
aumentó. Él tenía el control. Un dedo manchado empujó dentro. Se
relajó, mientras el intruso se hundió más en el interior. El beso mantuvo
su mente enfocada. Entonces otro dedo se deslizó dentro de él. La ligera
quemadura se volvió rápidamente placer. Él sabía lo que venía a
continuación. Kip quería ser llenado y reivindicado. Se apartó para exigir
más cuando el tubo fue prensado en su mano.
―Prepárame para lo que viene. ― Kip asintió. No podía conseguir el
material fuera del tubo lo suficientemente rápido. Cuando el fresco gel
transparente chorreó en sus dedos, Kip utilizó una cantidad generosa
para cubrir el eje duro de Thorne. Lo frotó lento pero constante,
preparando y burlándose. Thorne le dio una mirada que le hizo apretar
ligeramente los dedos en su erección. Thorne soltó un gruñido gutural.
―Suficiente―, Thorne medio ordenó y medio advirtió.
Kip se volvió y se inclinó sobre el sofá, empujando su culo. Un cuerpo
duro presionó en su espalda y casi se funde por el calor. La erección de
Thorne fue presionada con fuerza contra su culo, frotando a lo largo del
pliegue antes de empujar en su interior. 86
Pulgada a pulgada sintió el ardor deslizarse en él. El dolor se mezclaba
con el placer, como viejos amigos que se juntan, pero no fue suficiente.
Sus rodillas se doblaron bajo el placer y Kip utilizó el sofá para
mantenerse de pie. Thorne le dio lo que necesitaba. Kip quería pertenecer
y ser poseído. Las bolas de Thorne presionaron contra su culo. El guerrero
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se congeló, dando a Kip tiempo para adaptarse. Luego, lentamente, el
suave balanceo comenzó. Cuando se acostumbró al movimiento, Thorne
empujó más adentro. El paseo lento le abrió. ¿Por qué había esperado
tanto tiempo para tener relaciones sexuales? Entonces se acordó de la
razón. El sexo significaba revelar demasiado, pero Thorne no había
tomado su poder. Él lo construyó.
Thorne movió sus caderas hacia arriba y hacia abajo, acariciando la
zona interior profundamente. El fuego se extendió tan rápido, nada
podría extinguirlo. Entonces Thorne empujó más rápido, acariciando la
llama. Manos agarraron su cintura y Kip estaba seguro de que estaría
luciendo moretones, pero al igual que las marcas en el cuello, iría a
apreciarlas.
Sus cuerpos chocaron, llenando la habitación con un sonido de
palmadas. El dulce punto enterrado en lo profundo fue golpeado una y
otra vez. Kip se hundía, pero Thorne lo sostuvo, llevándolo como a un
ciego.
Gemidos y carne golpeando carne hicieron que el pelo en el cuerpo de
Kip se erizara. Esto no era sexo. Kip se estaba enamorando. Thorne le
devolvió la voz y un trabajo. El poder que Kip había perdido hacía mucho
tiempo había regresado.
Las caderas de Thorne se movían más rápido, pero no era lo
suficientemente rápido. Kip empujó hacia atrás correspondiendo al ritmo
de Thorne. El fuego en su vientre se volvió demasiado. El pene de Kip
rogó por alivio. Se agachó y comenzó a frotar su eje, mientras Thorne le
montaba. Él se echó hacia atrás y Kip descansó sobre el pecho musculoso 87
de Thorne.
Los dientes pellizcaron a lo largo de su cuello. Kip inclinó la cabeza
hacia el hombro, exponiendo el área donde Thorne había mordido
anoche. Dientes empujaron en él, rompiendo la piel. El placer lo atravesó
mientras Thorne bebió de su cuerpo.
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Kip se quejó. La pasión y la necesidad se hicieron cargo. Su mano
estaba cubierta de esperma. Kip apretó hacia abajo y luego calor líquido
le llenó, manchando su interior. Kip se volvió y miró a los ojos rojo
sangre. Su respiración se niveló. Thorne descansaba encima de él, pero
Kip sabía que no duraría. Pronto estaría vacío de nuevo.
Quería quedarse así para siempre. El guerrero debía haber oído sus
pensamientos, porque él tiró a Kip en un fuerte abrazo.
Capítulo Ocho
Kip se acurrucó en su lado y acarició la nariz en la almohada. Thorne
sabía que esto era un momento, algo que no daría por hecho. Para Kip,
comodidad y dormir con ambos ojos cerrados eran una novedad. Kip 88
había sido entrenado para proteger y los protectores solitarios nunca se
relajaban. La austera expresión con los labios apretados de Kip se había
suavizado, convirtiéndolo de un adulto agotado a un hombre inocente.
Inocente. La palabra no pertenecía al vocabulario de Thorne. De matanzas
en masa a hombres esclavizando a todo un planeta, Thorne había visto lo
peor. 12/2017
El enlace de comunicación alrededor de su muñeca sonó. Thorne
maldijo cuando Kip se disparó en una posición sentada. Los ojos azules
salvajes buscado peligro, músculos endurecidos listos para la acción.
―Está bien. ― Thorne no sabía qué pesadilla plagaba el subconsciente
de Kip, pero avanzó su mano más cerca para proporcionar comodidad.
Sólo cuando su mano estaba a punto de llegar a su destino, el enlace de
comunicación sonó de nuevo. Kip saltó ante el sonido molesto al lado de
su oreja. Trajo a Kip de vuelta al presente y los últimos vestigios de sueño
se desvanecieron.
―Deberías contestar―, dijo Kip, pero Thorne hizo caso omiso del
consejo y siguió ofreciendo consuelo. Tal vez estaba haciendo algo mal,
pero su respuesta normal de jódete, no iba a suceder. No quería que Kip
ocultase sus miedos, sino que los compartiera. Saber lo que quería y
tratar de conseguirlo eran dos cosas diferentes.
―No es importante. La persona que llama puede intentarlo más tarde.
¿Quieres hablar al respecto?
Kip parpadeó un par de veces y con cada aleteo continuó
desapareciendo la somnolencia.
―No hay nada de qué hablar. Por lo general no duermo tan
profundamente que un sonido me hace saltar.
―Parecía más como una pesadilla interrumpida.
―Sí―, admitió Kip, no compartió ningún otro detalle mientras miraba
a la pared como si nunca la hubiera visto antes. Después de segundos de
silencio con el zumbido como ruido de fondo, Kip se volvió a Thorne.
―Lo siento. No debería haber saltado de esa forma. 89
―No te disculpes. No hiciste nada mal. ¿Entendido?
Kip asintió. El enlace de comunicación sonó de nuevo. Si la cosa no se
detuviera él iba a hacer algo que era un poco mejor que rastrear a la
persona que llamaba y romperle algunos huesos.
―Sí―, Kip repitió. Obtener respuestas de más de una palabra a una
12/2017
simple pregunta era tan probable como que Thorne comprara una nave
espacial de color rosa, y sólo para que conste, Thorne despreciaba ese
color. Se estiró. No importaba si Kip no podía compartir. Su compañero
se despertó a su lado. Por ahora, eso era todo lo que necesitaba.
Thorne frotó el brazo de Kip. El enlace sonó de nuevo. Kip miró el
molesto dispositivo antes de levantar una ceja en un intento silencioso de
hacer que Thorne respondiera.
A Thorne no le importaba nada ni nadie fuera de esta sala. Incluso si
era su trabajo, Thorne quería que el resto del universo retrocediera. El
zumbido continuó. Él gruñó. Ya era suficiente. Thorne golpeó el botón del
enlace, que lo conectaba con el hombre al que estaba pensando
seriamente en matar.
―Sí.
Kip movió la cabeza de un modo desaprobador. Bueno, tal vez su tono
era demasiado duro, pero un hombre de modales y un tono suave no
tenían éxito en su mundo.
―Soy Mack. Siento interrumpir, pero vas a querer escuchar mi informe.
―Mack hizo una pausa, dando tiempo a Thorne que se calmara. Si
hubiera sido alguien que no fuera Mack, Thorne hubiera estado tramando
su muerte, pero no podía matar a uno de los guardias más competentes
de la ciudad.
―Dime―. Thorne frotó la capa delgada de piel a lo largo del interior
de la muñeca de Kip, trazando la vena azul claro. El pulso de Kip se
aceleró mientras sus toques se volvieron más íntimos. 90
―De acuerdo con tu sugerencia, se examinó el cuerpo de la víctima, en
busca de pruebas que lo vinculasen a una tienda cercana.
Los ojos de Kip se abrieron. Thorne le dio al hombre sorprendido una
media sonrisa.
―Fue sugerencia de Kip, no mía.
12/2017
Kip balanceó la cabeza hacia un lado y el otro tan rápido que tuvo que
sentirse mareado.
―No se lo digas.
Thorne ignoró la petición.
―Si Kip ha descubierto la verdad mirando la escena del crimen, es que
es bueno. Mejor que la mayoría de los guardias. Kip tiene buenos
instintos. Ahora tenemos una pista.
Mack se detuvo. Thorne luchó para no soltar un gruñido. Odiaba
esperar.
―Restos de aceite usado para fabricar pinturas fueron encontrados en
la ropa de la víctima. ― Él se detuvo de nuevo. Kip tomó una respiración
profunda mientras esperaba para más información.
Thorne sabía por la forma en que Mack demoró para contar la historia
que la información debía ser buena. El hombre podría ser un buen
soldado, pero le encantaba el espectáculo.
―Situado al lado de la tienda de pan hay una tienda de arte.
Thorne miró a Kip. Sus ojos estaban muy abiertos como si no pudiera
creer lo que Mack estaba diciendo.
― ¿Alguien ha interrogado al dueño de la tienda? ― Preguntó Thorne.
―Algunos de los guardias trataron de investigar más, pero yo sabía
que querrías llevar la investigación.
Thorne tenía una decisión difícil de hacer. Mack tenía razón. Él era el
tipo de persona que cargaba de frente, pero ¿estaba Kip listo para ver lo 91
peor que existía en el universo? La guarida de un asesino no sería
agradable. Thorne estaba dividido entre hacer su trabajo y evitar que Kip
viera un lugar que tenía el hedor de la muerte.
Kip saltó de la cama y empezó a vestirse. Thorne ya no tenía elección.
Había ofrecido a Kip un trabajo. Su compañero estaría rodeado por
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violencia y sangre. Al menos esta vez, lo verían juntos.
No pasó mucho tiempo para llegar a la tienda de arte, que no sólo
exhibía y vendía arte, sino que también enseñaba los fundamentos del
dibujo. Kip se movió por delante de él. Thorne se mostró satisfecho por el
cambio de posición. La necesidad de ser protector aliviada entre ellos
cuando Kip se relajó en su presencia.
― ¿Crees que será malo dentro? ― Preguntó Kip. El rápido ritmo no
era de emoción, sino la energía nerviosa de un hombre tratando
demasiado duro para sacar adelante el miedo.
Mack subió las escaleras primero. Los otros guardias esperaron en la
parte inferior de los escalones. Ellos nunca tomaban la iniciativa. Kip, que
acaba de estar de acuerdo en unirse a la guardia, había mostrado más
talento en unas pocas horas que la mayoría de los otros guardias había
demostrado después de meses o, para algunos, años de servicio.
Un hombre de la altura de Kip con el pelo oscuro y aceitoso abrió la
puerta. Pintura manchaba la parte delantera de su camisa. Parecía
aturdido como si su mente estuviera nublada con medicamentos, que
podría haber sido el caso. Le temblaba la mano y Thorne podía oír el
corazón acelerado.
―Estamos investigando un asesinato. ¿Te importa si pasamos dentro?
― Preguntó Mack.
Thorne se mantuvo cerca de Kip. Observó el intercambio, listo para
saltar más cerca para proteger a su compañero si el hombre se lanzaba a
por Kip.
El sospechoso negó con la cabeza la petición muy sutil de Mack. Kip 92
subió el resto de las escaleras.
Thorne agarró el hombro de Kip.
―Mi agente estaba siendo amable. En este planeta, usted no tiene el
derecho de negarse a la Guardia de la ciudad.
Oscuros ojos crueles se abrieron.
12/2017
―Tengo derechos.
Kip apretó el puño. Thorne frotó pequeños círculos en la espalda de su
compañero.
―No durante una investigación de asesinato. ― Thorne no esperó una
respuesta. Empujó a Kip a su lado y pasó por delante del hombre. El
hombre estaba a punto de alcanzar y agarrar a Thorne, pero su mirada y
el paso de Mack hacia adelante fueron suficientes para advertirle que se
alejara.
Mack cogió el brazo del sospechoso y lo condujo por las escaleras,
lejos de la investigación.
Kip y Thorne entraron en la casa y llegaron a la sala de estar. Kip dio un
vistazo a la habitación.
―Es muy sencilla.
Thorne tuvo que estar de acuerdo. No era un vertedero, pero la falta de
color, fotografías o arte hizo que el lugar pareciera triste.
―La habitación de un artista debe ser brillante, con una gran cantidad
de pinturas. Esto es incorrecto.
Ahora que Kip se lo señaló, Thorne tuvo que concordar.
Siguieron a través de la casa con Kip a la cabeza. Thorne picaba para
asumir el control, pero quería que su compañero manejara el caso. Su
certeza en esa decisión se desvaneció cuando Kip abrió una puerta que
conducía a un nivel más bajo.
Thorne se acercó. Los niveles más bajos guardaban generalmente
secretos sucios. 93
―Puedo enviar a alguien más, o puedes esperar con Mack mientras
voy allá abajo.
Kip negó con la cabeza.
―Este será mi trabajo. ― Su compañero levantó la barbilla y encabezó
el descenso por las escaleras.
12/2017
Kip trató de recuperar el aliento mientras miraba la mesa de
instrumentos de tortura.
Todo, desde látigos y cadenas, a palos que enviaban corriente eléctrica
por su extremo puntiagudo, descansaba sobre una mesa al lado de una
pared llena de cadenas. Esa visión no era la peor parte. Fue el hedor de la
sangre, la orina y la muerte. Kip cubrió su nariz mientras se inclinaba más
cerca de una mancha de sangre salpicada en la pared.
―No me puedo quedar aquí. ― Kip se dio la vuelta y se dirigió al piso
de arriba.
Thorne no detuvo a Kip hasta que estuvieron fuera, de vuelta en las
calles.
― ¿Estás bien?
Kip asintió, pero era obvio que no estaba bien. Sus pupilas estaban
dilatadas y sus manos temblaban.
―No estoy haciendo un buen trabajo.
Thorne movió la cabeza. Se inclinó más cerca, dejando que el calor de
su cuerpo ofreciera comodidad.
―Estás haciendo un gran trabajo. Tú nos has llevado a esa habitación.
Kip resopló.
―Corrí de esa habitación.
Thorne movió la cabeza.
―Tú sabías dónde mirar. ― Él dejó que las palabras se hundieran.
―Tener razón no traerá a un hombre muerto a la vida. Nada puede hacer
eso, pero encontrar la verdad ayudará a los muertos a descansar en paz.
―Ni siquiera podía quedarme y reconstruir sus últimos días. 94
Thorne asintió.
―Bien.
― ¿Bien? ― Cuestionó Kip.
―Esto significa que te preocupas. Si el dolor de la víctima te hace
sentir de esa manera entonces, eso es bueno. Los hombres tienen
12/2017
diferentes puestos de trabajo. No todas las escenas de crímenes son
procesadas por guardias. No se puede hacer todo.
Kip cerró los ojos.
―Ese podría haber sido yo.
Thorne esperó que Kip diera más detalles. Algo más estaba pasando, y
Kip necesitaba poner sus pensamientos en palabras.
―Si mi tío hubiera querido venderme, podría haberme enviado a un
hombre que hubiera hecho cosas peores para mí. Y habría sido legal.
―Kip cerró los ojos. ―Yo me vi en esa habitación, no a la víctima. Eso es
algo de mierda que pensar cuando alguien está muerto. Soy tan egoísta.
Thorne tiró de Kip en un abrazo.
―No digas esas cosas. ― Su voz era un poco demasiado dura, por lo
que calmó su tono. ―Algunos de mis hombres no entenderían cómo se
siente al estar atado e impotente. No me gusta que tú sepas lo que se
siente, pero la capacidad de relacionarse con eso es un punto fuerte.
―Kip comenzó a relajarse en sus brazos. ―No te enojes por sentirte mal
por algo que está errado.
Mack se dirigió hacia ellos. Se detuvo y esperó hasta que Thorne dejó a
Kip apartarse.
―Voy a enviar guardias para catalogar la escena.
―Envíame la información después de que termines. Yo la veré más
tarde. ―Thorne pensó en otra cosa que Kip había dicho. ―Haz que los
guardias verifiquen la estación espacial de nuevo. Esta víctima no tiene
nada que ver con los otros hombres desaparecidos. La solución de este
crimen no nos ayudará a encontrar a los otros. ―Thorne no lo dijo, pero 95
todos sabían que los otros hombres desaparecidos habían sido llevados
fuera. Demasiado tiempo había pasado.
Después de que cogieron a uno de los miembros de la banda de
secuestradores, sus socios habían puesto planetas entre ellos y la
investigación.
12/2017
―Entendido, señor. ― Mack dio la vuelta y se dirigió de nuevo a la
escena del crimen.
― ¿Sin adiós? ― Preguntó Kip.
―Un guardia eficiente no pierde el tiempo con palabras inútiles. Yo lo
veré más tarde. Eso es suficiente.
―Frío―. Kip se estremeció. ― ¿Puedo decir adiós? No quiero terminar
una conversación de esa manera. ―La preocupación llenó los ojos de Kip,
pero también necesidad. Él quería centrarse en algo más que la escena
brutal en el sótano. ―Pero puedo intentarlo. Me podría tomar un tiempo,
pero soy entrenable.
― ¿Entrenable? ― Thorne recordó los látigos, cadenas, y la sangre.
―He cometido errores, pero nunca el mismo error dos veces. Voy a
aprender lo que es aceptable. Despedirse no es tan importante.
―No me digas lo que quiero oír. ― Podía leer algunos de los
pensamientos que cruzaron el rostro de Kip. ¿Había más en aquel cuarto
de lo que Thorne pensaba? ¿Kip había sido castigado en una habitación
así?
Kip parecía aún más dolido y confuso.
― ¿Cómo aprendiste a corregir los errores? ― Thorne mantuvo su
temperamento bajo un control estricto.
―A través de castigos. ― Kip envolvió con sus brazos alrededor de su
cuerpo. ―Cuando era más joven, comenzó con golpes y aislamiento
forzado. Cuando Trey lo descubrió, puso fin a eso. Desde entonces, casi
nunca estuve alejado demasiado de él. 96
― ¿Por qué tolerabas eso? ― Nunca entendió por qué aceptaban los
hombres ese tipo de tratamiento. Pensó en el cuerpo en el callejón y el
daño hecho.
Kip le dio una sonrisa triste.
―Mis padres me vendieron. Era el esclavo de Speedy Walker. Los
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esclavos no se oponen a su tratamiento. Podría haber sido peor. Tuve a
Trey. Nos hemos ayudado el uno al otro.
Kip nunca pidió cosas porque no sabía cómo hacerlo. Si no le fuera
dado a él, Kip no esperaba nada.
―Ahora es diferente. Eres libre, y Trey está apareado. ¿Qué deseas?
―No importa.
―Por supuesto, es importante. Te ofrecí un lugar con los guardias de la
ciudad, pero tiene que ser algo que quieras. Acabas de ver algo del lado
oscuro ―. Él estaba dando a Kip una salida.
―Me gustaría unirme a la guardia. ― El brillo en los ojos de Kip dijo a
Thorne mucho más. Kip no estaba retrocediendo. Él quería este trabajo.
―Entonces, dices que sí a mi oferta.
―Tengo que dejar a Byron saber que estoy saliendo. ― Kip hizo una
pausa. ―Entonces tengo que decírselo a Trey.
Kip se agarró a la oportunidad como a un salvavidas que lo mantuvo a
flote. El pensamiento de decírselo a Trey lo aterrorizaba.
―Iré contigo.
―Necesito hacer esto por sí solo. Tienes trabajo.
―No estás solo―. A Thorne no le importaba como Kip se ganaba la
vida. Él sólo quería feliz a su pareja. ―En cuanto al trabajo, el caso de
asesinato ha sido resuelto. Tengo tiempo.
Kip tomó una respiración profunda.
―Odio trabajar en el bar. Estaba bien cuando protegía a Trey, pero
tiene a Byron ahora. Yo no encajo allí. Me siento como una pieza
masticada en el rompecabezas, que no encaja, pero puede ser obligada a 97
encajar. Me entrenaron para la seguridad. ―Hubo una ligera vacilación,
pero Kip continuó: ―Quiero proteger a las personas demasiado para
permanecer encerrado en un bar.
Thorne conocía la sensación. Era un guerrero que protegía a la ciudad.
Si Kip quería lo mismo, eso los hacía aún más perfectos juntos.
12/2017

****

Mucha gente pensó que Kip era fácil de llevar. Siempre decía que sí a
las peticiones, pero no era como si tuviera una opción. A veces quería
decir a los criados para fregar el suelo o llevar las bolsas. Nunca lo hizo.
No importaba lo mucho que le molestaba, él se tragó las palabras duras.
Trey era diferente. Kip quería ayudarlo. Él quería proteger a su amigo, y a
pesar de todo, Trey era su amigo. ¿Cómo se suponía que iba a decir adiós
a Trey? No era adiós, se recordó. Estarían viviendo en la misma ciudad,
pero las cosas no iban a ser las mismas. Tal vez las cosas eran ya
diferentes.
Haciendo acopio de todo su valor, Kip entró por la puerta del bar.
Estaba lleno. Desde los secuestros en el puerto espacial, los seres
humanos que frecuentaban el lugar habían permanecido lejos. Kip se
preguntó si el arresto reciente tuvo algo que ver con el aumento en los
negocios. No había muchos secretos en este planeta y si los había, los
secretos estaban tan bien ocultos que nadie los susurraba.
Trey sonrió en el momento en que sus ojos se encontraron. Su amigo
se acercó a él y Kip pensó en darse la vuelta y correr hacia la puerta. La
mano apretada en su espalda lo estabilizó. Thorne estaba con él. Su
fuerza lo ayudaría a través de esto.
Kip tomó la mano de Trey y los años se desvanecieron. Se sentía como
si tuvieran de nuevo diez años de edad. Recordó el día en que se
sentaron en el suelo y planificaron su futuro. Trey quería iniciar un 98
negocio. Kip no tenía un sueño. Trey nunca entendió que los esclavos no
hacían planes para el futuro. Los esclavos seguían el plan establecido para
ellos. Le dijo a Trey que su sueño era ayudar a su amigo.
Ahora, Kip quería más. Ya no quería ayudar a alguien a vivir su vida. Kip
quería labrarse un camino sólo para poder seguirlo.
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Trey cogió el brazo de Kip y tiró de él más profundamente en el bar.
Sus recuerdos se deslizaron aún más atrás. Trey lo encontró encerrado en
un cuarto oscuro y frío. Durante días, el frío hizo que le dolieran los pies y
manos. Le castañeteaban los dientes y después de un tiempo él no podía
sentir sus manos. Además, el estómago le dolía por falta de alimentos.
Le dieron agua, pero no era fresca. Su mente había comenzado a
evocar monstruos con brazos largos, dientes puntiagudos y brillantes
ojos verdes. No lloró. En aquel momento no tenía lágrimas. Entonces Trey
abrió la puerta. La luz le hizo daño. Él gimió y luego lloró de alivio. ¿Qué
había hecho para merecer ese castigo? Nada, no se trató de él. Trey dejó
la mansión y entró en la ciudad. Tenía ocho años y ninguna
preocupación. Ambos fueron atrapados, pero Trey no era un esclavo, al
menos no legalmente.
―Te perdiste el turno de la mañana. Byron ha llamado a Thorne.
Aparte de un “Está bien” que no fue útil para nada, no sabía nada. ¿Estás
bien? Thorne no trató de comerte?
Casi se rio ante el ligero comentario sobre la necesidad Warsarians de
beber sangre. En cierto sentido, Thorne le había comido.
―Normalmente soy el único que se preocupa. ―Eso era verdad. Él
vigilaba a Trey, pero ese trabajo había terminado. ―Nada malo sucedió.
― ¿Él parecía amargo? Sonaba así, pero este era Trey.
Trey soltó la mano de Kip.
―Me preocupo, también. Quiero evitar que el universo te haga daño.
Hice todo lo que mi padre me dijo que hiciera, para que nadie te hiriera. 99
Al final, tú me protegiste más.
Kip se congeló. No había esperado que hubiera un acuerdo secreto con
Kip como premio.
Byron colocó un vaso de agua delante de él. Se lo bebió sin pensar.
― ¿Qué quieres decir? ― Preguntó Kip.
12/2017
Trey se encogió de hombros.
―Para mantenerte a salvo, yo estuve de acuerdo en seguir las órdenes
de mi padre. No fue un gran problema. Hasta que me vendió a ese
hombre horrible, no pedía mucho.
El brazo de Kip se sacudió. Trey nunca trató de salir. Incluso después de
que él fuera lo suficientemente viejo para sobrevivir por su cuenta, Trey
continuó estudiando.
―Te lastré. Evité que te escaparas. ¿Por qué te quedaste?
Trey lo miró.
―Porque tú eres mi amigo. Ellos te hicieron daño porque no me
comporté. No podía permitirlo. Además, tener un amigo me salvó. Tú
hacías los días más fáciles.
¿Cómo podía dejar a Trey después de todo lo que su amigo había
hecho? Incluso si vigilaba a Trey siempre y nunca hacía nada más, no
sería suficiente.
―Ofrecí a Kip un puesto de guardia de la ciudad―, dijo Thorne
mientras descansaba una mano en el hombro de Kip.
Los ojos de Byron se abrieron. Trey derramó la copa que sostenía.
Ambos estaban teniendo dificultades para entender con claridad las
palabras de Thorne.
― ¿Qué? Eso suena peligroso ―, dijo Trey después de que encontró su
voz.
―Probablemente, ― estuvo de acuerdo Kip. A él le gustaba eso sobre 100
el trabajo. Poner su vida entre el peligro y los inocentes. ―Quiero aceptar
el trabajo. ― Nunca había sido egoísta con Trey. ―Pero si me necesitas
aquí, me quedo.
―Un puesto de guardia es un gran asunto. Si eso es lo que quieres,
nadie te detendrá―, dijo Byron.
12/2017
Trey se apartó de Byron.
―Thorne es astuto. Podría estar llevándose a Kip lejos.
― ¿Astuto? ― Preguntó Kip, no seguro de lo que significaba. Nadie
mayor de cinco años usaba la palabra astuto.
―Thorne guarda secretos. Él sabía hacía semanas que los hombres
estaban siendo secuestrados, pero no dijo nada. He visto a los hombres
tropezando para llamar su atención. He escuchado conversaciones.
Thorne convence a los hombres con sus ofertas indecentes. No voy a
confiar a mi amigo a un hombre que se acuesta con cualquiera.
Kip bajó la cabeza. Él era uno de los hombres en la cama de Thorne.
―Confío en Thorne. Él es un buen tipo. ―Incluso si no funcionara con
Thorne, Kip quería limpiar la reputación de su amante. ―Thorne no es así.
―Él es un buen tipo y un guerrero honorable. ―Trey miró a Kip.
―Pero no me fío de él con mi amigo.
―Vivo con Thorne. Somos amigos. Me gusta estar con él. ―Él aspiró
aire. Eso fue lo más cerca que había estado de declarar sus verdaderos
sentimientos.
―Tal vez es hora de que dejes de vivir con él.
El corazón de Kip casi dejó de latir.
― ¿Quieres que me quede aquí? ― Toda emoción dejó su tono. Si Trey
le pidiera que se quedara con él, él se quedaría. ¿Cómo podía decir que
no a un amigo que había sufrido y abandonado tanto por él?
―No quiero que te vayas―, dijo Trey, y así, el bar se convirtió en su
nueva prisión.
101

12/2017
Capítulo Nueve
Thorne agarró el brazo de Kip cuando pasaron el bar hacia la oficina
privada de Byron. Esta conversación iba a suceder sin audiencia.
Byron debió sentir la ira de Thorne, lo que no era difícil. Él podría casi
sentir el vapor saliendo por las orejas. Coincidieron los pasos como si
fueran a la batalla en una arena. Trey miró a Thorne como si fuera el malo
de la película. En el libro de Thorne, alguien que intentaba evitar que un
hombre viviera su vida no era exactamente un héroe. 102
―Thorne, vamos. Volveremos más adelante ―, dijo Kip. ―Después
hablamos.
Thorne podía leer entre líneas. Más tarde significaba nunca. Kip quería
evitar una confrontación y si pudiera, su compañero trataría de
desaparecer.
―Tenemos que hablar―, dijo Thorne en el tono más frío y más glacial 12/2017
posible. Miró a Byron antes de centrarse en Trey. El hombre ni se inmutó,
pero Kip lo hizo. Byron puso los ojos como si hubiera oído ese tono de
voz todo el tiempo. Ahora que Thorne pensó en ello, era el que usaba
cuando se enfrentó a las unidades militares enemigas.
―Tú no vas a utilizar a Kip―, dijo Trey y dio un paso más cerca de
Thorne, mientras Byron, que actuaba como la sombra perfecta, se movió
con él. ―Él es una buena persona.
Como si Thorne fuera a hacer daño a Kip, el hombre le pertenecía.
Mataría para mantener a Kip seguro. No, no sólo seguro. Mataría para
mantener a Kip feliz. Desafortunadamente, matando a Trey haría a Kip
infeliz. Lástima que la solución más fácil estuviera fuera de los límites.
Byron se aclaró la garganta y Thorne pensó en la situación. No importaba
lo molesto que Trey podía ser, pensaba que estaba protegiendo a su
amigo.
No había nada egoísta detrás de sus acciones. Trey no quería que su
amigo permaneciera en una relación siervo-maestro. Él estaba tratando
de proteger a alguien que amaba. Kip estaba haciendo lo mismo. Estos
dos habían aprendido a sobrevivir juntos y dejar de lado ese vínculo era
difícil de hacer. Thorne se relajó. Ellos no podrían hablar si él sólo quería
matar.
― ¿Qué te parece que estoy planeando? ― Preguntó Thorne,
finalmente listo para escuchar la trama creada por una imaginación
demasiado activa.
―Vamos a parar por hoy―, dijo Kip, tratando desesperadamente de
evitar una pelea. 103
―Demasiado tarde para eso, Kip, ― dijo Byron. ―Trey no dejará que
te hagan daño, y Thorne...―El guerrero lo estudió. ―No estoy seguro de
lo que está haciendo Thorne.
Thorne puso los ojos.
―Estoy aquí para Kip. ― ¿No lo había dejado claro?
12/2017
Trey se acercó más.
―No peleéis―, declaró Kip.
―Sin peleas, ― estuvo de acuerdo Thorne. ―No voy a lastimar a tus
amigos.
Kip se relajó. Thorne nunca mentía. Se le calentaba el interior sabiendo
que Kip le creyó.
Byron se aclaró la garganta.
―Necesitamos preguntar a Kip lo que quiere.
Trey miró a su compañero.
―No confío en él.
Thorne atrajo a Kip más cerca de él.
―No voy a poner Kip en el punto de mira. ― Byron no entendía que
Kip no expresaba lo que quería.
― ¿Por qué? ― Desafió Trey. ― ¿Miedo de que te diga que te vayas?
― ¿Por qué no te gusto? ― Ellos no tenían que ser amigos, pero ser
capaces de respirar el mismo aire era un buen comienzo.
―Utilizas a los hombres. No me importa con quién has dormido, pero
Kip es mi amigo. Quieres arrastrarle en tu sórdido mundo oscuro. Kip es
un buen chico. Él va a seguirte y luego se hará daño.
Las palabras no dolieron tanto como que Kip no lo defendiera.
―No le voy a hacer daño. Él es mío.
Trey puso los ojos en blanco, sin entender el significado, pero Byron
entendería. Reivindicar a alguien frente a un grupo significaba una cosa.
Él simplemente les dijo que Kip era su compañero.
―Estoy cabreado de que su amigo no lo apoye. ¿Le has preguntado a 104
Kip lo que quiere o te has parado a pensar por qué él no te lo dirá?
¿Crees que no tiene ningún sueño?
―Thorne, ya es suficiente. ― Kip tiró de su camisa. ―No importa.
Thorne ignoró a Kip. Sus palabras fueron para Trey.
―Él ha estado sirviéndote durante tanto tiempo que tus necesidades
12/2017
son más importantes. Si tú le dices que Kip tiene que trabajar para ti por
el resto de su vida, eso es lo que hará. Incluso si lo odia.
Los ojos de Trey se abrieron. Finalmente entendió su poder.
―Kip, ¿es cierto? ― Preguntó Trey.
Esta era la oportunidad de Kip. Thorne asintió tratando de dar a su
compañero el valor.
―Está pidiendo la verdad.
―Me gusta trabajar con vosotros, pero estoy cansado de servir a la
gente―, dijo Kip solo en un susurro.
―Nunca te traté como a un sirviente, ― Se defendió Trey.
Kip asintió.
―Siempre has sido un amigo, pero no soy un sirviente. Sirvientes
pueden salir y encontrar otros empleos. Soy un esclavo que no debe
tener una opinión o querer cosas. Me trataron decentemente porque tú
te portaste bien, pero yo no quiero servir bebidas. No quiero recibir
órdenes.
Trey asintió. Se centró sólo en Kip.
―Puedo entender eso. Si tú no quieres trabajar conmigo, entonces
¿qué quieres? ― preguntó.
―Yo... ― Kip se detuvo. Decir lo que uno no quería era más fácil que
contar a alguien lo que quería. Kip no era diferente. ―No importa.
Trey se acercó. Él extendió la mano y tiró de la camisa de Kip.
―Esto es importante. ¿Quieres trabajar con los guardias de la ciudad?
Kip asintió. No fue realmente una confesión verbal, pero para Kip fue
un gran paso adelante. 105
―Está bien. ― Trey miró a Byron. ―No confío en él―. Señaló a
Thorne.
―Trey, Thorne hará todo lo posible para mantener seguro a Kip y
hacerlo feliz. Kip le pertenece.
Los ojos oscuros se ensancharon mientras las palabras de Thorne,
12/2017
finalmente tuvieron sentido para Trey.
―Ya entiendo. ―Se echó hacia atrás el pelo rizado. ―Entonces no
tengo nada que decir. Además, Kip será un excelente guardia de la
ciudad, pero trabaja muy duro. Asegúrate de que él toma tiempo libre.
―Lo haré―, dijo Thorne, entendiendo que Trey estaba renunciando a
su pretensión como protector de Kip.
―Trey, lo siento. Prometí ayudarte a iniciar un negocio y hacer que tus
sueños se hicieran realidad.
―Sin disculpas. Ahora es el momento para que tú sigas tus sueños.
Sólo promete que vas a estar a salvo.
Kip asintió mientras miraba hacia Thorne.
―Vamos a dejar estos dos para hablar. ― Byron llevó Trey a la puerta.
―La puerta tiene una cerradura. Utilizad la oficina para lo que necesitéis
―. La puerta se cerró y estaban solos.
― ¿Por qué? ― Preguntó Kip. Thorne esperó más. Por qué, podría
significar muchas cosas y en este momento, no quería responder a las
preguntas que no estaban siendo hechas. ― ¿Por qué te importa?
Allí estaba. La pregunta que Kip había estado tratando de preguntar.
―Eres especial.
―No soy estúpido. No te quedas con un hombre por mucho tiempo.
―Eres mío. Es lo que acordaste en nuestra primera noche juntos.
Los ojos de Kip se abrieron.
―Estabas hablando en serio.
―Ser compañeros significa que estamos atados. No por un día o una
semana, sino para siempre. No habrá nadie más. Tu felicidad es mi 106
prioridad. Quiero dejar bien claro. Nunca te alojarás aquí. No importa lo
que Trey dijo, yo no iba a dejarte ir.
Kip negó con la cabeza.
―Eso es imposible. Soy un esclavo, no tu compañero.
Thorne resopló.
12/2017
―Eres un Warsarian. Cada compañero de mi pueblo se convierte en
uno de nosotros. Los Warsarians nunca son esclavos. Tienes opciones.
Puedes tomar decisiones. Voy a ayudarte a aprender cómo pedir las cosas
que quieres. ―Kip lo miraba con una expresión confusa. ―Todo esto
podría haber sido evitado si le hubieras dicho a Trey la verdad. Él no sabía
lo que querías. Trey es tu amigo. Él te estaba ayudando, adivinando tus
necesidades. Es agotador tratar de averiguar lo que alguien quiere.
―No sé cómo―, confesó Kip. ―Dejé de pedir cosas hace largo
tiempo.
Thorne tiró de Kip más cerca.
―No soy bueno escuchando. Nunca he querido intentarlo. Vamos a
tener que trabajar juntos en ello.
Thorne se inclinó. Sus labios se encontraron. El beso fue profundo y
sensual. Eso no eran sus cuerpos conectándose sino sus almas. Era todo
lo que Thorne había querido y más. Kip respondió con entusiasmo. Su
lengua se deslizó a través de los labios de Thorne antes de precipitarse en
su interior. La torpeza de antes desapareció cuando la confianza de Kip
creció.
La provocación fue demasiado. El cuerpo de Thorne ardía de
necesidad. Él empujó a Kip contra la pared. Kip se quejó, pero siguió
besándolo. Sus dedos se deslizaron por el costado de Kip, llegando al
final de su camisa. Él tiró de la tela, exponiendo los músculos duros. La
mano de Thorne se deslizó suavemente a través de la piel expuesta,
empujando en los puntos de amor que descubrió anteriormente. Cuando
Kip tembló bajo su toque, Thorne presionó aún más. Si Kip todavía podía 107
pensar, él no estaba haciendo bien su trabajo.
Thorne se congeló. Los dedos de Kip tiraron de la cintura de sus
pantalones. Esta vez, él estaba siendo empujado hacia atrás. Kip le
desabrochó los pantalones. Buscó en el interior, frotando sobre su eje.
Entonces la mano se había ido. Kip agarró los lados y los bajó. El aire frío
12/2017
rozó su piel caliente. Thorne no era un amante pasivo. Él se inclinó hacia
delante y tiró de los pantalones de Kip. No fue despacio. Estaba más
cerca de rasgar la ropa, tirando de los pantalones de su compañero. Los
pantalones de Kip se agruparon alrededor de los tobillos. Giró a su
compañero de espaldas y le dio una ligera palmada en el culo. Kip
empujó de nuevo hacia la mano en una desesperada necesidad de más
contacto. Thorne se agachó y sacó un paquete de lubricante de sus
pantalones. Nunca salía de casa sin él.
Trabajó con el dedo a lo largo del pliegue del culo de Kip. Kip empujó
hacia atrás. Él abrió el lubricante y lo extendió a lo largo de los dedos.
Trabajó con un dedo a su compañero mientras con la otra mano se
movió para jugar con el eje de Kip. En el momento en que lo tocó, Kip se
echó hacia atrás y se fundió en él. Gemidos y jadeos llenaron la
habitación, pero Thorne era codicioso. Él quería más. Quería oír los gritos
y la unión de sus cuerpos.
―Voy a reclamarte aquí mismo. No voy a ser suave esta vez. Te deseo
tanto.
Kip asintió con entusiasmo.
―Sí, quiero eso, también.
Él sacó sus dedos y se extendió el aceite sobre su pene. Brillaba cuando
las luces interiores cayeron sobre él. Kip volvió la cabeza y con un ojo lo
observó mientras empujaba dos dedos dentro. Joder duro necesitaba una
preparación adecuada. La calidez hizo que su polla diera un tirón. Lo
quería dentro. Kip se movió de nuevo, librándose de los dedos duros. Su 108
compañero estaba listo.
Con un fuerte empujón, se encontró en el paraíso. Kip echó la cabeza
hacia atrás y gimió por la intrusión. Thorne no se movió, dando a Kip
tiempo para adaptarse a su tamaño. Era más grande que la mayoría de
los hombres. Kip se movió y apretó su pene.
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Thorne trató de mantener el control, pero quería más. El calor no era
suficiente.
―Muévete ―, Kip ordenó. ―Lo juro. Estoy listo.
Thorne rodó sus caderas antes de sacar y empujar. Buscó dolor, pero la
cara de Kip mostraba felicidad y satisfacción total. Estaba calentándose
de placer. Kip empujó hacia atrás, con ganas de más. Su eje fue empujado
más adentro y Kip se apretó alrededor de él. El calor lo obligó a moverse
más rápido. Ningún amante se había sentido alguna vez tan perfecto. Era
como volver a casa después de un largo viaje. Sus cuerpos se movían uno
contra el otro. Las piernas de Kip comenzaron a tambalearse y Thorne los
movió a los dos al escritorio. Tenía a Kip inclinándose con el culo al aire.
Él saqueó el calor apretado. Kip le pertenecía. Él quería que su
compañero sintiera todo de él. Thorne no pudo dejar de empujar hacia
adelante. Los gritos de placer de Kip solamente lo incentivaron a ir más
rápido. Una embestida empujó la mesa hacia adelante. La respiración
fuerte y jadeante de Thorne sólo se volvió más. Se inclinó y lamió el
cuello de Kip.
―Quiero probar todo de ti.
Kip tembló.
―Oh, sí―, dijo, tratando de empujar hacia atrás, pero Thorne estaba al
mando. Kip colocó su pecho contra la mesa mientras una mano
acariciaba su pene. ―Date prisa, Thorne. No voy a durar.
Thorne no necesitaba que se lo dijera dos veces. Movió sus caderas
más rápido. Él mordisqueó el cuello de Kip. Se movían como bailarines a
través de la pista de baile. La presión apretó alrededor de él. Él tiró dentro109
y fuera antes de inclinarse hacia abajo. Sus dientes se hundieron en él y
bebió. Kip gritó. Thorne no había terminado. Se estrelló contra él,
clavándose en su lugar de placer. El grito de placer era mejor que la
música. Se movieron así por segundos, tal vez minutos. Infierno, hasta
podrían haber sido horas. El tiempo pareció detenerse, mientras sus
12/2017
cuerpos estaban conectados. Entonces, Kip arqueó su espalda y semen
brotó de su pene. Se inclinó contra Thorne empujando el escritorio.
―Te amo, ― dijo Thorne, palabras que nunca había pronunciado
antes, pero todo sobre Kip era hermoso. Empujó una vez y luego otra y
derramó su calor en el cuerpo dispuesto de Kip.
Kip trató de recuperar el aliento mientras se hundían en el suelo. Se
apartó lentamente y al instante perdió el calor.
―Thorne, ― dijo Kip un poco vacilante.
―No tienes que decirme que me amas, también. Solo quería que
supieras lo especial que eres para mí.
― ¿Por qué? ― Preguntó Kip, como si tener a alguien que le amara,
fuera tan imposible que no podía ser verdad.
―Me encanta que siempre estés dispuesto a dar. Compartimos la
misma pasión por combatir y proteger a los demás. Todavía estás
aprendiendo lo que significa ser libre. Mi plan es ayudarte en cada paso
del camino. ―Se necesitaría tiempo antes de que Kip tomase el control
completo sobre su vida, pero no tenían nada más que tiempo.
―Quiero trabajar contigo―, confesó Kip. ―Quiero ayudar a detener la
delincuencia y proteger a las personas incapaces de valerse por sí
mismas. ―Su compañero dejó fuera las palabras que conectaban su vida
a la gente impotente que quería proteger, pero no tenía que decirlo para
que los dos lo supieran. Tenían los mismos objetivos y los mismos
sueños. Juntos iban a trabajar para conseguir lo que querían.
Thorne, se dio cuenta ahora de lo que había estado ausente en su vida.
Durante años había querido un compañero. Ahora, Kip había llenado el 110
papel. Juntos, se ayudarían uno al otro.
―Thorne, Te amo, también. No estoy diciendo eso porque tú ya lo has
dicho. ―Kip respiró hondo. ―Quiero trabajar contigo, pero más que eso,
quiero estar contigo.
Thorne tiró de Kip contra él, en un abrazo aplastante que a ninguno de
12/2017
ellos le importó.
―Te daré cualquier cosa que desees. Eso me incluye, envuelto con un
lazo atado alrededor de mi cuello.
Kip se rio. El sonido llenó la habitación. La vida al otro lado de la puerta
no le importaba. Sólo estar con Kip importaba y él tenía el resto de sus
vidas para disfrutarlas. Eran un equipo imparable, listo para tomar el
universo.

FIN
01 El Compañero del Capitán
02 El Compañero del Rey
03 El Gatito de Theo 111
04 El Inteligente Compañero de Jonan
05 El Compañero del Almirante
06 El Compañero del Comandante
07 El Doctor de Marek
08 El Vengador de Caleb 12/2017
09 El Asistente de Jarred
10 El Científico de Jace
11 El Bar de Dragon
12 La Segunda Oportunidad de Byron
13 El Primer Amor de Thorne
Sobre el autor

Sydney nació y se crió en el noreste de los Estados Unidos. Le encanta


leer fantasía, contemporánea, y las novelas románticas paranormales.
Después de años de devorar un libro tras otro, Sydney comenzó a escribir
sus propias historias. A ella le gusta crear personajes complejos y tirarlos
juntos y dejar que la historia se escriba a sí misma. Sydney se conseguirá
a menudo hasta horas antes del amanecer para escribir otro capítulo o
leer el capítulo escrito el día anterior. Ella tiene una agenda muy ocupada, 112
pero se pone creativa cuando se busca el tiempo en el día para escribir
por momentos.

Q: ¿Cuál es tu día de escritura?


A: me levanto muy temprano. Me despierto alrededor de las 3:30 am a
12/2017
4:00 am. Esto me da tiempo para escribir antes de trabajar. Ya que soy
una persona de mañana, me parece tiempo productivo. Mi unidad de
trabajo es de aproximadamente una hora. A veces hablo la historia para
ver si tiene sentido. Al final del día, trato de pasar una hora o dos de
escritura y la revisión, pero no soy tan exitosa. Sigo este horario durante
los días de semana, pero los fines de semana, trato de escribir más.

Mi sitio web en www.sydneylain.com para obtener información


reciente y la información de contacto. Actualizo mi feed de Twitter al
menos una vez a la semana. Que está situado en
https://twitter.com/Sydney_Lain.
Me encantaría saber de mis lectores.
Traducción y Corrección
LORETO

Diseño y Edición
IPHI

EPUB NO 113
FACEBOOK
MARA
ni ninguna
red social
12/2017

Es de fans para fans y no recibimos


ninguna compensación económica
por las traducciones que realizamos.
Espero que les guste.
Y no olviden comprar a los autores,
sin ellos no podríamos disfrutar de
estas maravillosas historias

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