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Con el objetivo de analizar la manera en la que opera lo sagrado en las distintas

etapas del hombre a través de la triada de diosas lunares griegas Artemisa, Deméter y
Hécate, no debemos dejar de lado el hecho de que nuestro enfoque radicará en el
análisis de lo sagrado como lo opuesto a lo profano, y cómo esto, además, encuentra
coincidencias en muchas ocasiones con los arquetipos de doncella-madre-abuela
presentados por Jung. Con tal ese fin, nos será de utilidad un conjunto de conceptos que
proporcione elementos de análisis provechosos a la hora de comprender más
apropiadamente el marco bajo el cual se desarrolla el objeto de investigación.
Por eso, es ineludible el explicitar, en primer término, la definición de “hierofanía”, la
cual será decisiva para determinar de qué forma se manifiesta el aspecto sagrado dentro
de la cuestión lunar de la religión griega. Siguiendo lo desarrollado por Mircea Elíade 1,
entendemos como “hierofanía” a la manifestación de algo que no pertenecería a nuestro
mundo, que, de alguna forma, podemos llegar a describir como sobrenatural, incluso,
dentro de nuestro mundo natural, es decir, la manifestación de lo sagrado dentro de lo
profano, entendiendo lo profano, dicho anteriormente, como aquello que no tiene
utilidad para lo sagrado. Para entenderlo más fácilmente, podemos recurrir a un
ejemplo, que podría ser, en el caso de los griegos, la luna. Esta, no vendría a ser
simplemente un satélite de la tierra, sino que lejos de eso, es una diosa, Selene, quien no
sólo personifica a esta, sino que además es la encargada de realizar los movimientos
lunares de la noche al día.

Además, la noción de “religiosidad” en ese marco en el que se expresan las


hierofanías, será decisiva para determinar la manera en que los griegos experimentan
eso que usualmente llamamos “religión griega”, pero que expuesto lisa y llanamente de
esa forma, puede que genere incertidumbres acerca de lo que estamos haciendo
referencia específicamente. Por “religiosidad”, acompañándonos de una serie de
definiciones dadas por la psicología de la religión y, brindadas por Leónides Fuentes2,la
coma va antes entendemos una serie de valores y creencias que marcan la pauta a la
hora de delimitar una forma concreta de vivir el día a día. Engloba también, ritos,
normas y comportamientos, logrando que quienes siguen esa forma de vida terminen
formando una comunidad, unida por los lazos tendidos por esa religiosidad.

1
ELÍADE, Mircea: Lo Sagrado y lo Profano, Barcelona, Paidós, 1999 p.p. 14 -– 16 no va en negrita el
nombre
2
FUENTES, Leónides: “La religiosidad y la espiritualidad ¿Son conceptos teóricos independientes?
Revista de Psicología. Año 2018. Vol. 14, Nº 28, pp. 110 - 112

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