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Religión del Antiguo Egipto

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La religión del Antiguo Egipto era un complejo sistema de creencias que formaban
parte integral de la sociedad egipcia antigua. Se centraba en la interacción de los
egipcios con varias deidades quienes se creía tenían el control de las fuerzas y
elementos de la naturaleza. Las prácticas de la religión egipcia eran esfuerzos
para proveer a los dioses y ganar su favor. La práctica formal religiosa se centró
en el faraón, rey de Egipto, quien se creía que poseía un poder divino por virtud
de su posición. Este era considerado como la encarnación del dios Horus, y estaba
obligado a sostener a los dioses a través de rituales y ofrendas para que
mantuvieran el orden universal. El Estado dedicaba una gran cantidad de recursos
para los rituales y la construcción de templos.

Los individuos podían interactuar con los dioses para sus propios propósitos,
apelando por su ayuda a través del rezo o hacerlos actuar a través de la magia
negra . Estas prácticas eran distintas, pero cercanamente relacionadas con los
rituales e instituciones formales. La tradición popular religiosa creció de manera
prominente en el curso de la historia egipcia mientras el estatus del faraón
declinaba. Otro aspecto importante era la creencia en el más allá y las prácticas
funerarias. Los egipcios realizaron grandes esfuerzos para asegurar la
supervivencia del alma después de la muerte, proveyendo tumbas, ajuares, y ofrendas
para preservar los cuerpos y espíritus de los fallecidos.

La religión tuvo sus raíces en la prehistoria egipcia y duró más de 3000 años.

Índice
1 Teología
1.1 Deidades
1.2 Asociación entre deidades
1.3 Atonismo
2 Otros conceptos importantes
2.1 Faraón
2.2 Vida después de la muerte
2.3 Juicio
3 Escritos
3.1 Mitología
3.2 Textos rituales y mágicos
3.3 Himnos y rezos
3.4 Textos funerarios
4 Prácticas
4.1 Templos
4.2 Rituales y festivales oficiales
4.3 Animales de culto
4.4 Oráculos
4.5 Religión popular
4.6 Magia
4.7 Prácticas funerarias
5 Historia
5.1 Periodos predinástico y dinástico temprano
5.2 Imperio Antiguo y Medio
5.3 Imperio Nuevo
5.4 Periodos posteriores
5.5 Legado
5.5.1 Tiempos modernos
6 Véase también
7 Referencias
8 Bibliografía utilizada
Teología
Las creencias y rituales fueron integrales con cada aspecto de la cultura egipcia.
Su lenguaje no poseyó ningún término correspondiente al concepto moderno europeo de
religión. La religión del Antiguo Egipto no era una institución monolítica,
consistía en un vasto y variado conjunto de creencias y prácticas, enlazadas por su
enfoque común en la interacción entre el mundo de los humanos y el mundo de lo
divino. Las características de los dioses que poblaban el reino divino estaban
inexplicablemente relacionadas con el entendimiento egipcio de las propiedades del
mundo en el que vivían.1

Deidades
Artículo principal: Dioses egipcios

Los dioses Osiris, Anubis, y Horus, en orden de izquierda a derecha.


Los egipcios creían que los fenómenos de la naturaleza eran fuerzas divinas en sí
mismas.2 Estas fuerzas deificadas incluían los elementos, características animales,
o fuerzas abstractas. También creían en un panteón de dioses, quienes estaban
involucrados en todos los aspectos de la naturaleza y la sociedad humana. Las
prácticas religiosas eran esfuerzos para mantener y aplacar estos fenómenos y
hacerlos ventajosos para los humanos.3 Este sistema politeísta era muy complejo,
pues se creía que algunas deidades existían en diferentes manifestaciones, y
algunas tenían múltiples roles mitológicos. A la inversa, muchas fuerzas naturales,
como el sol, estaban asociadas con múltiples deidades. La diversidad del panteón
iba desde dioses con roles vitales en el universo hasta deidades menores o con
funciones muy limitadas o locales.4 Podía incluir dioses adoptados de culturas
foráneas, y a veces humanos: se consideraba a los faraones fallecidos como divinos,
y ocasionalmente, distinguidos plebeyos como Imhotep también fueron deificados.5

Las representaciones de los dioses en el arte no tenían la intención de ser


representaciones literales de su apariencia, en el caso que de que fueran reales,
pues se creía que la verdadera naturaleza de los dioses era misteriosa. En lugar de
ello, estas representaciones dieron formas reconocibles a deidades abstractas al
usar imágenes simbólicas para indicar el rol de cada dios en la naturaleza.6 Así,
por ejemplo, el dios funerario Anubis era representado como un chacal, una criatura
cuyos hábitos carroñeros amenazaban la preservación del cuerpo, en un esfuerzo para
contrarrestar esta amenaza y emplearla para su protección. Su piel negra era
símbolo del color de la carne momificada y el fértil suelo negro que los egipcios
veían como símbolo de resurrección. Esta iconografía no estaba fija, y muchos de
los dioses podían ser representados en más de una forma.7

Muchos dioses eran asociados con regiones particulares de Egipto donde sus cultos
eran los más importantes. Sin embargo, estas asociaciones cambiaron con el tiempo,
por lo que el que un dios se asocie a un lugar no significa que su culto se haya
originado ahí. Por lo tanto, el dios Monthu era el patrón de la ciudad de Tebas. A
lo largo del periodo del Imperio Medio, sin embargo, fue desplazado en ese rol por
Amón, quien tal vez surgió en otro lado. La popularidad nacional e importancia de
dioses individuales fluctuó en una manera similar.8

Amun-Ra kamutef, usando el tocado de plumas de Amón y el disco solar representando


a Ra.
Asociación entre deidades
Los dioses egipcios tenían interrelaciones complejas, que en parte reflejaba la
interacción de las fuerzas que representaban. Los egipcios a menudo agrupaban
dioses para reflejar estas relaciones. Algunos grupos de deidades eran de tamaño
indeterminado, y estaban relacionadas por sus funciones similares. Estos a menudo
consistían en deidades menores con poca identidad individual. Otras combinaciones
relacionaban deidades independientes basadas en el significado simbólico de los
números en la mitología egipcia; por lo tanto, pares de deidades usualmente
representan la dualidad de fenómenos opuestos. Una de las combinaciones más comunes
era la tríada familiar que consistía en un padre, madre e hijo, quienes eran
adorados juntos. Algunos grupos tenían una importancia superior. Uno de tales
grupos, la Enéada, el cual reunía nueve deidades en un sistema teológico que
involucraba las áreas mitológicas de la creación, reinado, y vida después de la
muerte.9

Las relaciones entre las deidades también podían ser expresadas en el proceso de
sincretismo, en el cual dos o más diferentes dioses se enlazaban para formar una
deidad compuesta. Este proceso era un reconocimiento de la presencia de un dios
"en" otro, cuando el segundo dios tomó un rol que pertenecía al primero. Estos
enlaces entre deidades eran fluidos, y no representaban la fusión permanente de dos
dioses en uno; por lo tanto, algunos dioses podían desarrollar múltiples conexiones
sincréticas.10 A veces, el sincretismo combinaba deidades con características
similares. En otras ocasiones, se unían dioses de diferente naturaleza, como cuando
Amón, dios del poder escondido, estuvo relacionado con Ra, el dios del sol. El dios
resultante, Amón-Ra (Amun-Ra), unió el poder que permanecía detrás de todas las
cosas con la gran fuerza visible de la naturaleza.11

Atonismo
Artículo principal: Atonismo
Durante el Nuevo Imperio, el faraón Akenatón abolió el culto oficial a otros dioses
en favor del disco solar Atón. Esto es a menudo visto como el primer vistazo al
verdadero monoteísmo en la historia, aunque los detalles de la teología atonista
siguen siendo poco claros y la sugerencia de que era monoteísta está en disputa. La
exclusión de todos excepto un dios del culto era una desviación radical de la
tradición egipcia y algunos ven a Akenatón como un practicante de la monolatría más
que del monoteísmo,1213 pues no negó activamente la existencia de otros dioses;
simplemente se abstuvo de adorar a otros dioses que no fueran Atón. Bajo los
sucesores de Akenatón, Egipto regresó a su tradicional religión, y Akenatón mismo
fue denostado como hereje.1415

Otros conceptos importantes


El universo se centró en Ma'at, una palabra que engloba varios conceptos del
español, incluyendo "verdad", "justicia", y "orden". Era el orden fijo y eterno del
universo, tanto en el cosmos como en la sociedad humana. Existió desde la creación
del mundo, y sin él, el mundo perdería su cohesión. En la creencia egipcia, el
Ma'at estaba bajo constante amenaza de fuerzas del desorden, así que se requería
que toda la sociedad lo mantuviera. En el nivel humano esto significaba que todos
los miembros de la sociedad debían cooperar y coexistir; a nivel cósmico
significaba que todas las fuerzas de la naturaleza—los dioses—debían continuar
funcionando en balance.16 Esta última meta era central en la religión egipcia. Los
egipcios debían mantener al Ma'at en el cosmos al sustentar a los dioses a través
de ofrendas y realizando rituales que apartaban al desorden y perpetuaban los
ciclos de la naturaleza.1718

La parte más importante del punto de vista egipcio del cosmos era la concepción del
tiempo, la cual estaba en gran parte preocupada con el mantenimiento del Ma'at. A
través del pasaje lineal del tiempo, un patrón cíclico que se repetía, en el cual
el Ma'at era renovado por eventos periódicos que hacían eco de la creación
original. Entre estos eventos estaba la inundación anual del Nilo y la sucesión de
un rey a otro, pero el más importante era el viaje diario del dios sol Ra.1920

Al concebir la forma del cosmos, los egipcios veían al mundo como una plana
extensión de tierra, personificada por el dios Geb, sobre la cual se arqueaba la
diosa del cielo, Nut. Los dos estaban separados por Shu, el dios del aire. Bajo la
tierra existía un inframundo e infracielo paralelos, y más allá de los cielos
estaba la infinita expansión de Nu, el caos que había existido antes de la
creación.2122 Los egipcios también creían en un lugar llamado Duat, una misteriosa
región asociada con la muerte y renacimiento, que posiblemente se ubicaba en el
inframundo o en el cielo. Cada día, Ra viajaba sobre la tierra a través del reverso
del cielo, y en la noche pasaba a través del Duat para renacer al amanecer.23

En la creencia egipcia, este cosmos estaba habitado por tres tipos de seres
sensibles. Uno eran los dioses; otro eran los espíritus de los humanos fallecidos,
quienes existían en el reino divino y poseían muchas de las habilidades de los
dioses. Los seres humanos eran la tercera categoría, y el más importante entre
ellos era el faraón, quien era un puente entre los reinos humano y divino.24

Faraón

Estatua colosal del faraón Ramsés II.


Véase también: Faraón
Los egiptólogos han debatido por largo tiempo el grado en el que un faraón era
considerado dios. Parece probable que los egipcios veían a la autoridad real misma
como una fuerza divina. Por lo tanto, aunque reconocían que el faraón era humano y
estaba sujeto a la debilidad humana, simultáneamente lo veían como un dios, porque
el poder divino de la monarquía era encarnado en él. En consecuencia, éste actuaba
como intermediario entre la gente de Egipto y los dioses.25 Era clave para sostener
el Ma'at, tanto para mantener justicia y armonía en la sociedad humana como para
sostener a los dioses con templos y ofrendas. Por estas razones, el faraón
supervisaba todas las actividades religiosas del estado.26 Sin embargo, la
influencia de la vida real y prestigio del faraón podían diferir de lo descrito en
escritos oficiales y representaciones, y a partir de finales del Imperio Nuevo su
importancia religiosa declinó drásticamente.2728

El rey estaba también asociado con muchas deidades específicas. Se le identificaba


directamente con Horus, quien representaba a la monarquía misma, y era visto como
hijo de Ra, quien gobernaba y regulaba la naturaleza de la misma manera en que el
faraón gobernaba y regulaba la sociedad. En el Imperio Nuevo también era asociado
con Amón, la fuerza suprema del cosmos.29 A su muerte, el rey se volvía
completamente deificado. En este estado, era directamente identificado con Ra, y
también estaba asociado con Osiris, dios de la muerte y renacimiento y el padre
mitológico de Horus.30 Muchos templos mortuorios estaban dedicados a la adoración
de faraones fallecidos en calidad de dioses.18

Vida después de la muerte


Véanse también: Antiguas creencias egipcias del más allá y Ritos funerarios del
Antiguo Egipto.
Los egipcios habían elaborado creencias sobre la muerte y el más allá. Creían que
los humanos poseían un ka, o fuerza vital, que dejaba el cuerpo en el momento de la
muerte. En vida, el ka recibía su sustento de la comida y bebida, así que se creía
que, para perdurar después de la muerte, el ka debía continuar recibiendo ofrendas
de comida, cuya esencia espiritual podía ser consumida. Cada persona también tenía
un ba, el conjunto de características espirituales únicas de cada individuo.31 A
diferencia del ka, el ba permanecía unido al cuerpo después de muerte. Rituales
funerarios egipcios tenían la intención de liberar el ba del cuerpo para que
pudiera moverse libremente, y reunirlo con el ka para que pudiera seguir viviendo
como un akh. No obstante, también era importante que el cuerpo del fallecido fuera
preservado, pues los egipcios creían que el ba regresaba a su cuerpo cada noche
para recibir vida nueva, antes de emerger en la mañana como un akh.32

Originalmente, sin embargo, los egipcios creían que sólo el faraón tenía un ba,33 y
sólo él podía volverse uno con los dioses; los plebeyos muertos pasaban a un reino
oscuro y desolado que representaba lo opuesto de la vida.34 Los nobles recibían
tumbas y los recursos para su mantenimiento como regalos del rey, y se creía que su
habilidad para entrar al más allá dependía de estos favores reales.35 En tiempos
tempranos, se creía que los faraones fallecidos ascendían al cielo y habitaban
entre las estrellas.36 En el curso del Imperio Antiguo (c. 2686-2181 a. C.), sin
embargo, la figura del faraón se volvió estrechamente asociada con el diario
renacer del dios sol Ra y con el gobernante del inframundo Osiris, pues la
importancia de estas deidades creció.37

Juicio
A finales del Imperio Antiguo (2686-2181 a. C.) y el Primer Periodo Intermedio (c.
2181-2055 a. C.), los egipcios gradualmente comenzaron a creer que la posesión de
un ba y la posibilidad de un más allá paradisíaco se extendía para todos.3338 En
las completamente desarrolladas creencias de la vida después de la muerte en el
Nuevo Imperio, el alma debía evitar una variedad de peligros sobrenaturales en el
Duat, antes de someterse a un juicio final conocido como el "Peso del corazón". En
este juicio, los dioses comparaban las acciones del fallecido mientras estaba vivo
(simbolizadas por el corazón) con el Ma'at, para determinar si él o ella se habían
comportado de acuerdo al Ma'at. A menudo se decía que los muertos habitaban en el
reino de Osiris, una lozana y agradable tierra en el inframundo.39 La visión solar
de la vida después de la muerte, en la cual las almas de los fallecidos viajaban
con Ra en su camino diario, era aún principalmente asociada con la realeza, pero se
podía extender a otras personas. Durante el curso del los reinos Medio y Nuevo, la
noción de que el akh podía también viajar en el mundo de los vivos, y a cierto
grado afectar mágicamente los eventos de éste, se volvió cada vez más frecuente.40

Escritos
Véase también: Literatura del Antiguo Egipto
A pesar de que los egipcios no tenían escrituras religiosas unificadas, produjeron
muchos textos religiosos de varios tipos. Juntos, los textos dispares proveen un
entendimiento extenso, pero aún incompleto, de las prácticas y creencias religiosas
egipcias.41

Mitología
Artículo principal: Mitología egipcia

Ra (en el centro) viaja a través del inframundo en su barca, acompañado por otros
dioses.42
Los mitos egipcios eran historias metafóricas que tenían la intención de ilustrar y
explicar las acciones y roles de los dioses en la naturaleza. Los detalles de
eventos que contaban podían cambiar para transmitir diferentes perspectivas
simbólicas de los misteriosos eventos divinos que describían, así que muchos mitos
existen en diferentes y conflictivas versiones.43 Las narrativas míticas raramente
eran escritas por completo, y a menudo los textos contenían episodios de alusiones
a un mito más grande.44 Por lo tanto, el conocimiento de la mitología egipcia es
derivado en su mayoría de himnos que especifican el rol de ciertas deidades, de
textos rituales y mágicos que describen acciones relacionadas con eventos míticos,
y de textos funerarios que mencionan los roles de muchas deidades en el más allá.
Algo de información también es proveída por alusiones en textos seculares.41
Finalmente, griegos y romanos como Plutarco grabaron algunos de los mitos
existentes a finales de la historia egipcia.45

Entre los mitos egipcios significativos están los mitos de la creación. De acuerdo
con estas historias, el mundo emergió como un espacio seco en el primordial océano
de caos. Como el sol es esencial para la vida en la tierra, el primer ascenso de Ra
marcó el momento de esta emergencia. Diferentes formas del mito describen el
proceso de creación en diferentes maneras: una transformación del dios primordial
Atum en los elementos que forman el mundo, como el discurso creativo del dios
intelectual Ptah, y como un acto del poder oculto de Amón.46 Sin importar estas
variaciones, el acto de creación representa el establecimiento inicial del Ma'at y
del patrón para los subsecuentes ciclos de tiempo.18

El más importante de todos los mitos egipcios era el mito de Osiris e Isis.47 Habla
del gobernante divino Osiris, quien fue asesinado por su celoso hermano Seth, un
dios a menudo asociado con el caos.48 La hermana y esposa de Osiris, Isis, lo
revivió para que pudiera concebir a su heredero, Horus. Osiris entonces entró al
inframundo y se volvió el gobernante de los muertos. Cuando creció, Horus peleó con
y derrotó a Seth para volverse rey.49 La asociación de Seth con el caos y la
identificación de Osiris y Horus como los gobernantes legítimos, proveyó una base
lógica para la sucesión faraónica y retrató a los faraones como los mantenedores
del orden. Al mismo tiempo, la muerte y resurrección de Osiris estaba relacionada
con el ciclo agrícola egipcio, en el que los cultivos crecían con la inundación del
Nilo, y proveían un modelo para la resurrección de las almas humanas después de la
muerte.50

Otro importante motivo mítico era el viaje de Ra a través del Duat cada noche. En
el curso de su viaje, Ra conoció a Osiris, quien de nuevo actuó como agente de
regeneración, así su vida era renovada. También peleó cada noche con Apofis, un
dios serpentino que representaba el caos. La derrota de Apofis y la reunión con
Osiris aseguraba el ascenso del sol la mañana siguiente, un evento que representa
el renacimiento de la victoria del orden sobre el caos.51

Textos rituales y mágicos


Los procedimientos para rituales religiosos eran frecuentemente escritos en papiro
y eran usados como instrucciones para aquellos que realizaban el ritual. Estos
textos rituales eran mantenidos principalmente en librerías de templos. Los templos
mismos también están inscritos con tales textos, a menudo acompañados por
ilustraciones. A diferencia del papiro ritual, estas inscripciones no tenían la
intención de ser instrucciones, sino que estaban destinadas a perpetuar
simbólicamente los rituales incluso si, en realidad, la gente dejara de
realizarlos.52 Asimismo, los textos mágicos describían rituales, aunque éstos eran
parte de los conjuros usados para metas específicas en la vida diaria. A pesar de
su propósito mundano, muchos de estos textos también originados en templos, más
tarde se diseminaron entre la población general.53

Himnos y rezos
Los egipcios concibieron numerosos rezos e himnos, escritos en forma de poesía.
Estos seguían una estructura similar y se distinguían principalmente por el
propósito al que servía. Los himnos eran escritos para alabar a ciertas deidades.54
Así como los textos rituales, estaban escritos en papiro y en los muros de los
templos, y probablemente eran recitados como parte de los rituales a los que
acompañaban en las inscripciones de los templos.55 La mayoría están estructurados
de acuerdo con un conjunto de fórmulas literarias, diseñadas para exponer la
naturaleza, aspectos, y funciones mitológicas de una deidad dada.54 Tendían a
hablar más explícitamente sobre teología fundamental que cualquier otro escrito
egipcio, y se volvieron particularmente importantes en el Imperio Nuevo, periodo de
un particular discurso activo teológico.56 Los rezos seguían el patrón general de
los himnos, pero abordaban al dios relevante en una manera más personal, pidiendo
bendiciones, ayuda, o perdón por marcha mala. Tales rezos son raros antes del
Imperio Nuevo, indicando que en periodos tempranos tal interacción directa y
personal con una deidad no se creía posible, o por lo menos era menos probable que
se expresara por escrito. Estos rezos son conocidos principalmente por estar
inscritos en estatuas y estelas dejadas en sitios sagrados como ofrenda votivas.57

Textos funerarios
Artículo principal: Textos funerarios del Antiguo Egipto

Sección del Libro de los muertos por el escriba Hunefer, representando al Peso del
corazón.
Entre los escritos egipcios más significativa y extensamente preservados están los
textos funerarios diseñados para asegurar que las almas de los fallecidos alcancen
un más allá placentero.58 Los primeros de este tipo son los Textos de las
Pirámides, una colección de cientos de conjuros inscritos en los muros de las
pirámides reales durante el Imperio Antiguo, destinados para mágicamente proveer a
los faraones con los medios para unirse a la compañía de los dioses en el más
allá.59 Los conjuros aparecen en diferentes arreglos y combinaciones, y algunos de
ellos aparecen en toda la pirámide.60

Al final del Imperio Antiguo un nuevo cuerpo de conjuros funerarios, los cuales
incluían material de los Textos de las Pirámides, comenzó a aparecer en tumbas,
inscritos principalmente en los sarcófagos. Esta colección de escritos es conocida
como los Textos de los sarcófagos, y no estaba reservada para la realeza, sino que
aparecía en tumbas de oficiales no reales.61 En el Imperio Nuevo, varios nuevos
textos funerarios emergieron, de los cuales el mejor conocido es el Libro de los
muertos. A diferencia de los primeros libros, a menudo contiene extensivas
ilustraciones, o viñetas.62 El libro fue copiado en papiro y vendido a plebeyos
para ser colocado en sus tumbas.63

Los Textos de los sarcófagos incluían secciones con descripciones detalladas del
inframundo e instrucciones de cómo superar sus peligros. En el Imperio Nuevo, este
material dio pie a varios "libros del inframundo", incluyendo el Libro de las
puertas, el Libro de las cavernas, y el Amduat.64 A diferencia de las colecciones
sueltas de conjuros, estos libros del inframundo son representaciones estructuradas
del paso de Ra a través del Duat, y por analogía, el viaje del alma de la persona
fallecida a través del reino de los muertos. Estaban originalmente restringidos a
las tumbas faraónicas, pero en el Tercer Periodo Intermedio su uso se amplió.65

A medida que Egipto se modernizaba, sus prácticas arcaicas fueron sustituidas con
nuevas y eficientes técnicas científicas. Algunos de estos avances científicos
estaban relacionados con el desarrollo de la momificación. Al mejorar su avanzada
práctica de la momificación, los egipcios fueron capaces de alcanzar un nuevo nivel
de excelencia respecto al más allá.

Prácticas

Primer pilono y columnata del Templo de Isis en File.


Templos
Artículo principal: Templo egipcio
Los templos existieron desde el principio de la historia egipcia, y en el pico de
la civilización estaban presentes en la mayoría de los pueblos. Incluían templos
mortuorios para servir a los espíritus de los faraones fallecidos y templos
dedicados a los dioses patrones, aunque la distinción era borrosa debido a que la
divinidad y la monarquía estaban cercanamente entrelazadas.18 Los templos no
estaban principalmente destinados como lugares de adoración por la población
general, y la gente común tenía un complejo conjunto de prácticas religiosas
propias. En lugar de ello, los templos (patrocinados por el estado) servían como
casas para los dioses, en los cuales las imágenes físicas que servían como
intermediarios eran cuidadas y se encontraban proveídas de ofrendas. Se creía que
este servicio era necesario para mantener a los dioses, y así éstos mantuvieran a
su vez al universo mismo.66 De esta manera, los templos eran centrales para la
sociedad egipcia, y vastos recursos eran destinados para su mantenimiento,
incluyendo donativos de la monarquía y de grandes estados. Los faraones a menudo
los expandían como parte de su obligación para honrar a los dioses, por lo cual
muchos templos son de enorme tamaño.67 Sin embargo, no a todos los dioses se les
dedicaban templos, muchos dioses importantes en la teología oficial recibían mínima
adoración, mientras que varios dioses de la casa eran el foco de veneración
popular, no de rituales de templo.68

Los primeros templos egipcios eran pequeñas, impermanentes estructuras, tanto en


los Imperios Antiguo y Medio sus diseños se volvieron más elaborados, y cada vez
más eran construidos con piedra. En el Imperio Nuevo, un diseño básico de templo
surgió, el cual había evolucionado de elementos comunes en los templos de los
Imperios Antiguo y Medio. Con variaciones, este plan fue usado para la mayoría de
los templos construidos a partir de entonces, y la mayoría de los que sobrevivieron
hasta la actualidad se adhieren a él. En este plan estándar, el templo era
construido junto con un camino central procesional que llevaba a través de una
serie de cortes y salas al santuario, el cual tenía una estatua del dios del
templo. El acceso a esta parte del templo estaba restringido al faraón y al
sacerdote de más alto rango. El viaje del la entrada del templo al santuario era
visto como un viaje del mundo humano al reino divino, un punto enfatizado por el
complejo simbolismo mitológico presente en la arquitectura del templo.69 Más allá
del edificio del templo estaba en muro exterior. En el espacio entre los dos había
muchos edificios subsidiarios, incluyendo talleres y áreas de almacenamiento para
suministrar las necesidades del templo, y la librería donde los escritos sagrados
del templo y registros mundanos eran guardados, y que servía como un centro de
aprendizaje sobre multitud de temas.70

Teóricamente era el deber del faraón llevar a cabo los rituales del templo, pues
era el representante oficial de Egipto ante los dioses. En realidad, los deberes
rituales eran casi siempre llevados a cabo por los sacerdotes. Durante los Imperios
Antiguo y Medio, no había una clase separada de sacerdotes; en lugar de ello,
muchos oficiales del gobierno servían en esta capacidad por varios meses del año
antes de regresar a sus deberes seculares. Sólo en el Imperio Nuevo el sacerdocio
profesional se generalizó, aunque la mayoría de los sacerdotes de rangos bajos eran
aún de medio tiempo. Todos estaban aún empleados por el estado, y el faraón tenía
el veredicto final en su mobiliario.71 Sin embargo, a medida que la riqueza de los
templos creció, la influencia de sus sacerdotes también lo hizo, hasta rivalizar la
del faraón. En la fragmentación política del Tercer Periodo Intermedio (c. 1070-664
a. C.), los altos sacerdotes de Amón, en Karnak, incluso se volvieron gobernantes
efectivos del Alto Egipto.72 El personal del templo también incluía a mucha gente
ajena al sacerdocio, como músicos y cantantes de las ceremonias. Fuera del templo
estaban los artesanos y otros trabajadores que ayudaban a cubrir las necesidades
del templo, así como granjeros que trabajaban en las fincas del templo. Todos eran
pagados con porciones de los ingresos del templo. Grandes templos eran, por lo
tanto, importantes centros de actividad económica, a veces empleando a miles de
personas.73

Rituales y festivales oficiales


Entre las prácticas religiosas del estado, se llevaban a cabo en el templo rituales
de culto de alguna deidad y ceremonias relacionadas con la monarquía divina. Entre
estas últimas estaban la ceremonia de coronación y la Fiesta Sed, un ritual de
renovación de la fuerza del faraón que tomaba lugar periódicamente durante su
reinado.74 Había numerosos rituales del templo, incluyendo ritos que tomaban lugar
a través del país y ritos limitados a un solo templo o los templos dedicados a un
solo dios. Algunos eran realizados diariamente, mientras que otros tenían lugar
anualmente o en raras ocasiones.75 El ritual de templo más común era la ceremonia
matutina de ofrecimiento, realizada diariamente en los templos de todo Egipto. En
ella, un sacerdote de alto rango, u ocasionalmente el faraón, lavaba, ungía, y
elaboradamente vestía a las estatuas de los dioses antes de presentarle ofrendas.
Después, cuando el dios había consumido la esencia espiritual de las ofrendas, los
objetos mismos eran llevados para ser distribuidos entre los sacerdotes.74

Los rituales menos frecuentes, o festivales, eran aún numerosos, con docenas
ocurriendo cada año. Estos festivales a menudo implicaban acciones más allá de
simples ofrendas a los dioses, tales como recreaciones de mitos particulares o la
destrucción simbólica de aquellas fuerzas del desorden.76 La mayoría de estos
eventos probablemente eran celebrados solo por los sacerdotes y tomaban lugar
dentro del templo.75 Sin embargo, los festivales más importantes, como el festival
de Opet celebrado en Karnak, usualmente involucraban una procesión cargando la
imagen del dios fuera del santuario en una barca modelo para visitar otros sitios
significativos, tales como el templo de una deidad relacionada. Los plebeyos se
reunían para mirar la procesión y a veces recibían porciones de la inusualmente
grandes ofrendas dadas a los dioses en estas ocasiones.77

Animales de culto

El toro Apis.
En muchos sitios sagrados, los egipcios adoraban a animales individuales que creían
eran manifestaciones de ciertas deidades. Estos animales eran seleccionados
basándose en específicas marcas sagradas que se creía indicaban su idoneidad para
el rol. Algunos de estos animales de culto mantuvieron sus posiciones por el resto
de sus vidas, como el toro Apis adorado en Menfis como una manifestación de Ptah.
Otros animales fueron selecciones durante periodos mucho más cortos. La popularidad
de estos cultos creció en tiempos posteriores, y muchos templos comenzaron a
aumentar la existencia de tales animales para elegir una nueva manifestación
divina.78 Una práctica separada se desarrolló en la dinastía XXVI, cuando la gente
comenzó a momificar a cualquier miembro de una especie en particular como una
ofrenda al dios que esas especies representaban. Millones de gatos, aves, y otras
criaturas momificadas fueron enterradas en los templos que honraban a esas
deidades.7980 Los adoradores pagaban a los sacerdotes de cierta deidad para obtener
y momificar un animal asociado con esa deidad, y la momia era colocada en un
cementerio cerca del centro de culto de ese dios.

Oráculos
Los egipcios usaban oráculos para pedir a los dioses por conocimiento y guía. Los
oráculos egipcios eran conocidos principalmente a partir del Imperio Nuevo y
tiempos posteriores, aunque probablemente aparecieron mucho antes. Gente de todas
las clases, incluyendo el rey, hacían preguntas a los oráculos, y, especialmente a
finales del Imperio Nuevo sus respuestas podían ser usadas para arreglar disputas
legales o informar decisiones reales.81 Los medios más comunes de consulta de un
oráculo era plantear una pregunta a la imagen divina mientras era cargada en una
procesión de festival, e interpretar una respuesta del movimiento de la barca.
Otros métodos incluían interpretar el comportamiento de animales de culto, sortear,
o consultar estatuas a través de las cuales un sacerdote aparentemente hablaba. Los
medios para discernir la voluntad de los dioses le dio gran influencia a los
sacerdotes que hablaban e interpretaban el mensaje de los dioses.82

Religión popular
Mientras que los cultos de estado se destinaban a preservar la estabilidad del
mundo egipcio, individuos legos tenían sus propias prácticas religiosas que se
relacionaban de manera más directa con la vida diaria.83 Esta religión popular dejó
menos evidencia que los cultos oficiales, y debido a que esta evidencia era
principalmente producida por la porción más rica de la población egipcia, es
incierto hasta qué grado refleja las prácticas de la población como un todo.84

Prácticas religiosas populares incluían ceremonias donde se hacían importantes


transiciones en la vida. Estas incluían al nacimiento, por el peligro involucrado
en el proceso, y el nombramiento, porque se consideraba que el nombre era una parte
crucial para la identidad de una persona. La ceremonias más importante de este
grupo eran aquellas que rodeaban a la muerte (ver "Prácticas funerarias" abajo),
porque aseguraban la supervivencia del alma en el más allá.85 Otras prácticas
religiosas buscaron discernir la voluntad de los dioses o buscar su conocimiento.
Estas incluían la interpretación de sueños, los cuales podían ser vistos como
mensajes del reino divino, y la consulta de oráculos. La gente también buscó
afectar el comportamiento de los dioses para su propio beneficio a través de
rituales mágicos (ver sección «Magia», más adelante).86

Individuos egipcios también rezaban a dioses y les daban ofrendas privadas.


Evidencia de este tipo de piedad personal es escasa antes del Imperios Nuevo. Esto
se debe probablemente a restricciones culturales en la representación de
actividades religiosas no relacionadas con la realeza, las cuales se relajaron
durante los Imperios Medio y Nuevo. La piedad personal se volvió aún más prominente
a finales del Imperio Nuevo, cuando se creía que los dioses intervenían
directamente en las vidas de individuos, castigando a los que hacían mal y salvando
a los piadosos del desastre.57 Templos oficiales eran importantes lugares para
rezos y ofrendas privadas, a pesar de que sus actividades centrales excluían a las
personas legas. Los egipcios frecuentemente donaban bienes a los dioses para ser
ofrecidos a la deidad del templo y objetos inscritos con rezos para ser colocados
en las cortes del templo. A menudo se colocaban en persona ante las estatuas del
templo o en santuarios puestos aparte para su uso.84 Aun así, en adición a los
templos, la población también usó capillas locales separadas, más pequeñas pero
también más accesibles que los templos formales. Estas capillas eran muy numerosas,
y probablemente el personal eran miembros de la comunidad.87 Los hogares también a
menudo tenían sus propios santuarios pequeños para ofrendar a los dioses o
familiares fallecidos.88

Las deidades invocadas en estas situaciones diferían algún tanto de aquellas en el


centro de cultos de estado. Muchas de estas importantes deidades populares, tales
como diosa de la fertilidad Taweret y el protector del hogar Bes, no tenían templos
propios. Sin embargo, muchos otros dioses, incluyendo a Amón y Osiris, eran muy
importantes tanto para la religión popular como para la oficial.89 Algunos
individuos podían ser particularmente devotos a un solo dios. A menudo favorecían
deidades afiliadas a su propia región, o con su rol en la vida. El dios Ptah, por
ejemplo, era particularmente importante en su centro de culto de Menfis, pero como
el patrón de los artesanos, recibió la veneración nacional de muchos en esa
ocupación.90

Magia
Artículo principal: Heka
La palabra "magia" es usada para traducir el término egipcio heka, quiere decir,
como James P. Allen lo pone, "la habilidad para hacer que sucedan cosas por medios
indirectos".91 Se creía que la heka era un fenómeno natural, la fuerza que fue
usada para crear el universo y que los dioses emplearon para ejercer su voluntad.92
Los humanos también podían usarla, sin embargo, y prácticas mágicas estaban
cercanamente entrelazadas con la religión. De hecho, incluso los rituales regulares
realizados en templos eran contados como magia.93 Los individuos también empleaban
técnicas mágicas frecuentemente con propósitos personales. Aunque estos fines
podían ser dañinos para otras personas, ninguna forma de magia era considerada
hostil por sí misma. En lugar de ello, la magia era vista principalmente como una
forma para los humanos de prevenir o superar eventos negativos.94

Amuleto en forma del Ojo de Horus, un símbolo mágico común.


La magia estaba estrechamente asociada con el sacerdocio. Debido a que las
librerías contenían numerosos textos mágicos, el gran conocimiento mágico estaba
adscrito a los sacerdotes lectores que estudiaban estos textos. Estos sacerdotes a
menudo trabajaban fuera de sus templos, contratando sus servicios mágicos a los
hombre legos. Otras profesiones también comúnmente empleaban magia como parte de su
trabajo, incluyendo los doctores, encantadores de escorpiones, y fabricantes de
amuletos mágicos. También es probable que el campesinado usara magia simple para
sus propios propósitos, pero debido a que este conocimiento mágico habría sido
transmitido oralmente, hay limitada evidencia de su existencia.95

El lenguaje estaba estrechamente ligado con el heka, a tal grado que se decía que
Tot, el dios de la escritura, era el inventor del heka.96 Por lo tanto, la magia
frecuentemente involucraba encantamientos escritos o hablados, aunque estos eran
usualmente acompañados por acciones rituales. A menudo estos rituales invocaban el
poder una deidad apropiada para realizar la acción deseada, usando el poder del
heka para incitarla a actuar. A veces esto implicaba usar al practicante o sujeto
de un ritual en el rol de un personaje mitológico, induciendo así al dios para que
actuara hacia la persona que tenía el mito. Los rituales también empleaban magia
empática, usando objetos que se creía poseían una mágica semejanza significativo
con el sujeto del rito. Comúnmente también se usaban objetos que se creía estaban
imbuidos con heka, como los mágicamente protectores amuletos usados en gran número
por egipcios ordinarios.97

Prácticas funerarias
Artículo principal: Ritos funerarios del Antiguo Egipto
Debido a que se consideraba necesario para la supervivencia del alma, la
preservación del cuerpo era una parte central de las prácticas funerarias egipcias.
Originalmente los egipcios enterraban a sus muertos en el desierto, donde las
áridas condiciones momificaban al cuerpo naturalmente. En el Periodo Temprano
Dinástico, sin embargo, comenzaron a usar tumbas para mayor protección, y el cuerpo
era aislado del efecto desecante de la arena y era sujeto al decaimiento natural.
Así, los egipcios desarrollaron su elaboradas prácticas de embalsamamiento, en
donde el cadáver era artificialmente desecado y envuelto para ser colocada en su
ataúd.98 La calidad del proceso varió de acuerdo al costo, no obstante, y aquellos
que no podían pagarlo eran aún enterrados en sepulturas del desierto.99

La ceremonia de la Apertura de la boca siendo realizada ante la tumba.


Una vez que el proceso de momificación estaba completo, la momia era llevada de la
casa del fallecido a la tumba en una procesión funeraria que incluía a sus amigos y
familiares, junto con una variedad de sacerdotes. Antes del entierro, estos
sacerdotes realizaban varios rituales, incluida la ceremonia de la Apertura de la
boca destinada a restaurar los sentidos de la persona muerta y darle la habilidad
de recibir ofrendas. Entonces la momia era enterrada y la tumba era sellada.100 Más
tarde, los parientes o sacerdotes contratados daban ofrendas de comida a los
fallecidos en una capilla mortuoria cercana en intervalos regulares. Con el tiempo,
las familias inevitablemente abandonaban esta práctica hacia sus parientes que
habían muerto hace mucho tiempo, así que los cultos mortuorios sólo duraban una o
dos generaciones.101 Sin embargo, mientras el culto se llevaba a cabo, los vivos a
veces escribían cartas pidiendo ayuda a los familiares fallecidos, en la creencia
de que los muertos podían afectar al mundo de los vivos al igual que los dioses.102

Las primeras tumbas egipcias eran mastabas, estructuras rectangulares hechas de


ladrillos donde los reyes y nobles eran sepultados. Cada una de ellas contenía una
cámara mortuorio subterránea y una capilla separada a nivel del suelo para rituales
mortuorios. En el Imperio Antiguo la mastaba se convirtió en la pirámide, que
simbolizaba el montículo primigenio del mito egipcio. Las pirámides eran reservadas
para la realeza, y estaba acompañadas de grandes templos mortuorios sentados en su
base. Los faraones del Imperio Medio continuaron construyendo pirámides, pero la
popularidad de las mastabas menguó. De manera creciente, los plebeyos con
suficientes medios eran enterrados en tumbas excavadas en roca con capillas
mortuorios separadas y cercanas, una propuesta que era menos vulnerable al robo de
tumbas. A principios del Imperio Nuevo incluso los faraones eran enterrados en
tales tumbas, y continuaron siendo usadas hasta el declive de la religión misma.103

Las tumbas podían contener una gran variedad de otros objetos, incluyendo estatuas
de los fallecidos para servir como sustitutos del cuerpo en caso de que fuera
dañado.104 Como se creía que los fallecidos tendrían que trabajar en el más allá,
justo como en la vida, los entierros a menudo incluían pequeños modelos de humanos
trabajando en lugar de los difuntos.105 Las tumbas de los individuos ricos podían
también contener mobiliario, vestimenta, y otros objetos cotidianos destinados para
su uso en el más allá, junto con amuletos y otros objetos destinados a proveer
protección mágica contra los peligros del mundo espiritual.106 Protección posterior
era proveída por textos funerarios incluidos en el entierro. Los muros de la tumba
también portaban arte, incluyendo imágenes de los difuntos comiendo que se creía le
permitían recibir mágicamente el sustento incluso después de que las ofrendas
mortuorios hubieran cesado.107

Historia
Periodos predinástico y dinástico temprano

Narmer, un gobernante predinástico, acompañado por hombres llevando los estandartes


de varios dioses locales.
Los inicios de la religión egipcia se extienden hasta la prehistoria, y evidencia
de ello viene sólo de escasos y ambiguos registros arqueológicos. Entierros
cuidadosos durante el periodo predinástico implican que la gente de este tiempo
creía en una especie de más allá. Al mismo tiempo, los animales eran enterrados con
rituales, una práctica que tal vez refleja el desarrollo de deidades zoomorfas como
aquellos encontradas en la religión posterior.108 La evidencia es menos clara para
los dioses en forma humana, y este tipo de deidad pudo haber emergido con mayor
lentitud que la de forma animal. Cada región de Egipto originalmente tenía su
propia deidad patrón, pero es probable que a medida que estas pequeñas comunidades
se conquistaban o absorbían unas a otras, el dios del área derrotada no era
incorporado a la mitología de los otros dioses ni enteramente subsumido por
ella.109110 Con el paso del tiempo y la sucesión de imperios como el medio, nuevo,
y antiguo, usualmente la religión se quedó dentro de la frontera de ese territorio.

El periodo dinástico temprano comenzó con la unificación de Egipto alrededor del


3000 a. C.. Este evento transformó la religión egipcia, pues algunas deidades
ascendieron a importancia nacional y el culto del faraón divino se volvió el foco
central de la actividad religiosa.111 Horus era identificado con el rey, y su
centro de culto la ciudad Nejen del Alto Egipto estaba entre los sitios religiosos
más importantes del periodo. Otro importante centro era Abidos, donde los primero
gobernantes construyeron grandes complejos funerarios.112

Imperio Antiguo y Medio


Durante el Imperio Antiguo, los sacerdocios de grandes deidades intentaron
organizar al complicado panteón en grupos relacionados por su mitología y adorados
en un solo centro de culto, como la Enéada de Heliópolis que ligaba a importantes
deidades como Atum, Ra, Osiris, y Seth en un solo mito de la creación.113 Mientras
tanto, pirámides acompañadas de grandes templos mortuorios reemplazaron a las
mastabas como la tumba de los faraones. En contraste con el gran tamaño de los
complejos de las pirámides, los templos de los dioses permanecían relativamente
pequeños, sugiriendo que la religión oficial en este periodo enfatizaba el culto
del rey divino más que la adoración directa de los dioses. Los rituales funerarios
y la arquitectura de este tiempo influenciaron enormemente a los templos y rituales
más elaborados usados para la adoración de dioses en periodos posteriores.114

Complejo piramidal de Dyedkara Isesi.


A inicios del Imperio Antiguo, Ra creció en influencia, y su centro de culto en
Heliópolis se volvió el sitio religioso más importante de la nación.115 Para la
quinta dinastía, Ra era el dios más prominente en Egipto, y había desarrollado
cercanos lazos con la monarquía y el más allá que conservaría en el resto de la
historia egipcia.116 Alrededor del mismo tiempo, Osiris se volvió una importante
deidad del más allá. Los textos de las pirámides, escritos por primera vez en este
tiempo, reflejaron la prominencia de conceptos solares y osirianos en el más allá,
aunque también contenían remanentes de tradiciones mucho más antiguas.117 Los
textos son una fuente extremadamente importante para el entendimiento de la
teología egipcia temprana.118

En siglo XXII a. C., el Imperio Antiguo colapsó en el desorden del Primer Periodo
Intermedio, con importantes consecuencias para la religión egipcia. Los oficiales
del Imperio Antiguo ya habían empezado a adoptar los ritos funerarios originalmente
reservados para la realeza,38 pero ahora, barreras menos rígidas entre clases
sociales significaba que estas prácticas y las creencias que las acompañaban
gradualmente se extendieron a todos los egipcios, un proceso llamado la
"democratización del más allá".119 El punto de vista osiriano del más allá tenía
una gran atracción para los plebeyos, y así Osiris se volvió uno de los dioses más
importantes.120

Eventualmente, gobernantes de Tebas reunificaron a la nación egipcia en el Imperio


Medio (c. 2055-1650 a. C.). Estos tebanos inicialmente promovieron a su dios patrón
Monthu a una importancia nacional, pero durante el Imperio Medio, fue eclipsado por
la ascendente popularidad de Amón.121 En este nuevo estado egipcio, la piedad
personal se volvió más importante y era expresada más libremente en escritos, una
tendencia que continuaría en el Imperio Nuevo.33

Imperio Nuevo
El Imperio Medio se derrumbó en el Segundo periodo intermedio (c. 1650-1550 a. C.),
pero el país fue nuevamente reunido por gobernantes tebanos, quienes se volvieron
los primeros faraones del Imperio Nuevo. Bajo el nuevo régimen, Amón se volvió el
dios supremo del estado. Fue sincretizado con Ra, el antiguo patrón establecido de
la monarquía, y su templo en Karnak, Tebas, se volvió el centro religioso egipcios
más importante. La elevación de Amón era en parte debido a la gran importancia de
Tebas. pero fue también debido al creciente sacerdocio profesional. Su sofisticada
discusión teológica produjo detalladas descripciones del poder universal de
Amón.122123

Creciente contacto con gente del exterior en este periodo llevó a la adopción de
muchas deidades del Cercano Este en el panteón. Al mismo tiempo, los nubios
subyugados absorbieron las creencias religiosas de Egipto, y en particular,
adoptaron a Amón como suyo.124

Akenatón y su familia adorando a Atón.


El orden religioso del Imperio Nuevo fue interrumpido cuando Akenatón accedió, y
reemplazó a Amón con Atón como el dios del estado. Eventualmente eliminó el culto
oficial de la mayoría de los dioses, y movió la capital de Egipto a una nueva
ciudad en Amarna. Esta parte de la historia egipcia, al periodo amarniense, es
nombrado a partir de este evento. Al hacer eso, Akenatón reclamó un estatus sin
precedentes: sólo él podía adorar a Atón, y la población dirigía su adoración hacia
él. El sistema atenista careció de mitología y creencias del más allá bien
desarrolladas, y parecía distante e impersonal, así que el nuevo orden no apeló a
los egipcios ordinarios.125 Así, muchos probablemente continuaron adorando a dioses
tradicionales en privado. Sin embargo, la retirada del apoyo del estado a las otras
deidades quebrantó severamente a la sociedad egipcia.126 Los sucesores de Akenatón
restauró el tradicional sistema religioso, y eventualmente desmantelaron todos los
monumentos atenistas.127

Antes del periodo amarniense, la religión popular había tendido hacia relaciones
más personales entre los adoradores y sus dioses. Los cambios de Akenatón habían
revertido esta tendencia, pero una vez que la religión tradicional se restauró,
hubo contragolpe. La población comenzó a creer que los dioses estaban muchos más
directamente involucrados en la vida cotidiana. Amón, el dios supremo, era cada vez
más visto como el árbitro final del destino humano, el verdadero gobernante de
Egipto. El faraón era en correspondencia más humano y menos divino. La importancia
de los oráculos como medios de toma de decisiones creció, así como la riqueza e
influencia de los intérpretes de oráculos, el sacerdocio. Estas tendencias minaron
la tradicional estructura de la sociedad y contribuyeron al colapso del Imperio
Nuevo.128129
Periodos posteriores
En el primer milenio a. C., Egipto era significativamente más débil que en sus
primeros tiempos, y en varios periodos, foráneos se apoderaron del país y asumieron
la posición de faraón. La importancia del faraón continuó declinando, y el énfasis
en la piedad popular continuó incrementando. El culto a animales, una
característica de la forma de adoración egipcia, se volvió cada vez más popular en
este periodo, posiblemente como respuestas a la incertidumbre y la influencia
foráneo de ese tiempo.130 Isis se volvió más popular como diosa de la protección,
magia, y salvación personal, y se volvió la diosa más importante en Egipto.131

Serapis
En el siglo IV a. C., Egipto se volvió un reino helenístico bajo la dinastía
ptolemaica (305-30 a. C.), la cual asumió el rol faraónico, manteniendo la religión
tradicional y construyendo o reconstruyendo muchos templos. La clase griega
dominante del reino identificaba a las deidades egipcias como propias.132 De este
sincretismo intercultural emergió Serapis, un dios que combinó a Osiris y Apis con
características de deidades griegas, y quien se volvió muy popular entre la
población griega. No obstante, en gran medida los dos sistemas de creencias
permanecieron separados, y las deidades egipcias permanecieron siendo egipcias.133

La era ptolemaica de creencias cambió un poco después de que Egipto se volviera


provincia del Imperio romano en el 30 a. C., con los reyes ptolemaicos siendo
reemplazados por emperadores distantes.132 El culto de Isis apeló incluso a griegos
y romanos fuera de Egipto, y en forma helenizada difundió a lo largo del
imperio.134 En Egipto mismo, a medida que el imperio se debilitaba, los templos
oficiales cayeron en decadencia, y sin su influencia centralizante la práctica
religiosa se volvió fragmentada y local. Mientras tanto, el cristianismo se propagó
por Egipto, y en el tercer y cuarto siglo d. C., edictos de emperadores cristianos
e iconoclasia por cristianos locales erosionaron creencias tradicionales. Mientras
persistió entre la población por un tiempo, la religión egipcia lentamente se
desvaneció.135

Legado

Altar a Thoth de un seguidor kermético


La religión egipcia produjo templos y tumbas que son los monumentos más duraderos
del Antiguo Egipto, pero también influenció a otras culturas. En tiempos faraónicos
muchos de sus símbolos, como la esfinge y el disco solar alado, fueron adoptados
por otras culturas a lo largo del Mediterráneo y el Cercano Este, así como algunas
de sus deidades, como Bes. Algunas de estas conexiones son difíciles de rastrear.
El concepto griego de los Campos Elíseos pudo haber derivado de la visión egipcia
del más allá.136 En la antigüedad tardía, la concepción cristiana del infierno
probablemente estaba influenciada por parte de las imágenes del Duat. Relatos
bíblicos de Jesús y María pudieron haber sido influenciados por las figuras de Isis
e Osiris.137 Las creencias egipcias también influenciaron o dieron ascenso a varios
sistemas de creencias esotéricas desarrollados por griegos y romanos, quienes
consideraban a Egipto como fuente de sabiduría mística. El hermetismo, por ejemplo,
derivó de la tradición de conocimiento mágico secreto asociado con Tot.138

Tiempos modernos
Rastros de creencias antiguas permanecen en las tradiciones folclóricas egipcias de
tiempos modernos, pero su influencia en las sociedades modernas ha disminuido
enormemente con la Campaña napoleónica en Egipto y Siria en 1798 y su punto de
vista de monumentos e imágenes. Como resultado de ello, los occidentales comenzaron
a estudiar las creencias egipcias de primera mano, y los motivos religiosos
egipcios fueron adoptados en el arte occidental.139140 La religión egipcia desde
entonces ha tenido una influencia significativa en la cultura popular. Debido al
continuo interés en la creencia egipcia, a finales del siglo XX, varias nuevos
grupos religiosos han formado bases en diferentes reconstrucciones de la antigua
religión egipcia.141

Véase también
Componentes del ser humano en el Antiguo Egipto
Dioses egipcios
Kemetismo
Anexo:Deidades egipcias
Religiones del Medio Oriente antiguo
Religiones tradicionales africanas
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