Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Etiología:
Se desconoce la causa definitiva de la endometriosis, pero se han descrito varias
teorías con datos que las apoyan:
Menstruación retrógrada: La teoría más antigua y aceptada es la que menciona
como etiología a la menstruación retrógrada a través de las trompas de Falopio
con la diseminación del tejido endometrial hacia la cavidad peritoneal.
Diseminación linfática o vascular: También se ha demostrado que esta
patología es producto de la diseminación linfática o vascular del tejido
endometrial.
Metaplasia celómica: La teoría de la metaplasia celómica sugiere que el
peritoneo parietal es un tejido pluripotencial que puede sufrir transformación
metaplásica hasta convertirse en un tejido que es indistinguible del endometrio
normal desde el punto de vista histológico.
Teoría de la inducción: Propone que ciertos factores hormonales o biológicos
inducen la diferenciación de determinadas células para generar más tejido
endometrial
Dependencia Hormonal:
Los estrógenos guardan una relación causal con la endometriosis.
Factores de Riesgo:
Predisposición familiar: Se ha demostrado cierto patrón hereditario en la
endometriosis.
Mutaciones genéticas y polimorfismo: Sugieren un patrón de herencia
poligénica, por lo cual se han investigado diversos genes candidatos. El estudio
identifica una región en el cromosoma 10q26 que demuestra una conexión
significativa en estas hermanas con endometriosis.
Defectos anatómicos: La obstrucción del cuello uterino predispone a la
endometriosis, quizá al exacerbar la menstruación retrógrada. Así, se ha
observado la enfermedad en mujeres con un cuerno uterino no comunicante,
himen imperforado y un tabique vaginal transversal.
Toxinas ambientales: Se han realizado diversos estudios cuyos resultados
sugieren que el contacto con ciertas toxinas ambientales contribuye a la
endometriosis. Las toxinas que se mencionan con más frecuencia son las
2,3,7,8-tetraclorodibenzo-p-dioxina (TCDD, tetraclorodibenzo-pdioxin) y otros
compuestos similares a las dioxinas.
Clasificación:
El método primario de diagnóstico de la endometriosis es la visualización de las
lesiones características por medio de laparoscopia, con obtención de tejido para
confirmación histológica o sin ella.
La endometriosis se clasifica en: fase I (mínima); fase II (leve); fase III (moderada) y fase
IV (intensa).
Ubicación:
La endometriosis puede aparecer en cualquier sitio de la pelvis y otras superficies
peritoneales extra pélvicas. Con frecuencia se observa en los ovarios, el peritoneo
pélvico, el fondo de saco y los ligamentos uterosacros.
La endometriosis con frecuencia origina endometriomas ováricos. Estos quistes
ováricos de color café oscuro y de paredes lisas, contienen un líquido con aspecto
achocolatado.
Sintomatología:
Por lo general manifiestan dolor pélvico crónico y esterilidad.
Cambios menstruales tempranos.
Antecedentes de dismenorrea.
Menarquia después de los 14
Causa común de dolor pélvico
Dispareunia
Disuria (micción dolorosa).
Polaquiuria (micción cíclica repetitiva) y urgencia para la micción.
Disquecia (defecación dolorosa).
Esterilidad:
En la endometriosis moderada o grave (estadios III a IV), la morfología tubárica y la
ovárica se distorsionan, resultando en una fertilidad deficiente, la foliculogénesis es
deficiente.
La presencia de anomalías endometriales en mujeres con endometriosis confirma la
posibilidad de que algún defecto en la implantación sea la causa de la subfertilidad que
acompaña a esta enfermedad.
Las anormalidades en la actividad inflamatoria y de citosinas en mujeres con
endometriosis pudieran intervenir en la infecundidad vinculada con tal anormalidad.
Diagnóstico:
Exploración física: Inspección visual en donde por lo regular no se detectan
anormalidades durante la inspección visual. Algunas excepciones son las
lesiones en cicatrices de episiotomía u otra cicatriz quirúrgica, casi siempre de
una incisión de Pfannenstiel.
Exploración con espejo vaginal: La exploración de la vagina y el cuello uterino
con espejo no suele revelar signos de endometriosis. En algunos casos se
observan lesiones violáceas o rojizas en el cuello uterino o el fondo de saco
posterior de la vagina. Estas lesiones son dolorosas o sangran al contacto.
Exploración bimanual: La palpación de los órganos pélvicos a menudo revela
anomalías anatómicas sugestivas de endometriosis. La presencia de nódulos en
los ligamentos uterosacros y la hipersensibilidad refleja una endometriosis
activa o cicatrices a lo largo del ligamento.
La palpación de los órganos pélvicos ayuda al diagnóstico, pero la sensibilidad y
la especificidad de la hipersensibilidad pélvica focal en la detección del
padecimiento es muy variada.
Pruebas de laboratorio:
A menudo se emprenden estudios de laboratorio para descartar otras causas del dolor
pélvico.
CA125 en suero: El marcador que se ha estudiado con mayor detalle es el
antígeno cancerígeno 125 (CA125). Este marcador resultó ser la mejor prueba
para el diagnóstico de la patología en estadios III y IV.
Otros marcadores séricos:
Estudios diagnósticos de imagen:
Ecografía:
La ecografía transvaginal y la transabdominal.
Es el método principal para valorar los síntomas propios de la endometriosis. Es
una técnica exacta para detectar endometriomas y facilita descartar otras
causas de dolor pélvico.
Tomografía computarizada:
Se ha sugerido el uso de esta modalidad para el diagnóstico y la valoración de la
magnitud de la endometriosis intestinal.
Se describió el uso de la tomografía computarizada con múltiples cortes, en
combinación con la distensión del colon por medio de enteroclisis hídrica, para
identificar la presencia y la profundidad de las lesiones endometriósicas en el
intestino.
Tratamiento:
Tratamiento médico del dolor
Andrógenos:
Antes de que se contara con nuevos fármacos, los andrógenos
tenían una gran importancia en el tratamiento de la endometriosis.