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Caso de Estudio Argentina: El aporte de la GIRH a través de las organizaciones de

usuarios en Ordenamiento Territorial y Desarrollo Estratégico de la Provincia de Mendoza,


República Argentina.

1. Descripción de la problemática.

La administración de los recursos hídricos en la Provincia de Mendoza, Argentina, se efectúa


a través del Departamento General de Irrigación (DGI) como organismo público, y por medio
de las Inspecciones de Cauces (IC), comunidades básicas de usuarios. El DGI se ocupa del
manejo de ríos, diques y canales primarios, mientras que las IC administran la red secundaria o
minorista, de acuerdo a lo establecido por la Constitución Provincial.

Entre los Principios Jurídicos Hídricos que consagra la Ley General de Aguas, y también la
CP de 1916, se destacan especialmente los siguientes:

La inherencia: El agua es inherente a los predios, a los cuales se otorga en concesión. Es


inseparable el agua de la tierra, siendo imposible su enajenación por separado. Este principio,
que tiende hoy a flexibilizarse, permitió sin embargo la valorización de la tierra y el desarrollo
productivo local, generando los actuales “oasis productivos” en la Provincia, a la vera de cada
uno de sus cinco ríos. El uso del agua es inescindible de la actividad que se efectúa.

La administración autónoma: La Ley crea el llamado “Departamento de Aguas”, ente estatal


descentralizado del gobierno provincial, que la Constitución rebautiza con la denominación de
“Departamento General de Irrigación”, organismo dotado de autarquía funcional y financiera,
cuya función es la administración general de las aguas.

La participación de los usuarios: Asimismo, se crean los organismos de usuarios -


Inspecciones de Cauce- con autarquía del DGI, y facultados para administrar sus propias rentas
y elegir a sus autoridades. Su función específica es la administración de red derivada, con
facultades de control y sancionatorias.

Estos principios fueron respetados durante décadas, hasta que un Estado centralista avanzó
sobre las Inspecciones de Cauce mediante la aplicación de políticas intervencionistas; que
afectaron la génesis del modelo e imposibilitaron el manejo directo del recurso hídrico a través
de sus propios usuarios. En la década de 1970, había más de 700 comunidades de usuarios
atomizadas, que no cumplían su rol de administración en la red hídrica secundaria. Baja calidad
de prestaciones, una gran estructura de costos e ineficiencia en el uso y conservación del agua
fueron los lamentables resultados.

En 1993 se impulsó la descentralización administrativa del DGI, mediante la creación de las


Asociaciones de Inspecciones de Cauces (ASIC), como comunidades de usuarios de 2º grado
para fortalecer institucionalmente el manejo del agua. El proceso de descentralización se
realizó, entre otros motivos, para:

• Fortalecer los mecanismos de participación de los usuarios en la gestión.


• Optimizar la prestación del servicio, transfiriendo información, recursos humanos y
materiales, evitando la burocracia en la que estaba inmerso el sistema.
• Lograr el equipamiento básico necesario y la disponibilidad de recursos humanos para
cumplir mejor sus funciones.
• Mejorar la preservación de la calidad del recurso hídrico.
• Implementar programas de capacitación y asistencia técnica hacia usuarios y
productores.

Se trataba de esta manera, de conjugar la fuerza de la institucionalidad pública con la


flexibilidad y dinamismo del sector privado, a través de estructuras mixtas. Así, surgieron las
ASIC como organismos públicos no estatales y que administran la propiedad pública con
sentido empresarial, y de prestación de servicios al usuario de aguas. La vieja figura del modelo
de administración de aguas, se adaptaba a los nuevos tiempos.

Si bien ha existido una consolidación administrativa de las organizaciones de usuarios que


ha posibilitado mejorar la eficacia en la operación, al no existir una coordinación institucional
de todas las políticas hídricas no se ha logrado alcanzar los principios establecidos por la GIRH,
siendo esta la principal problemática actual. Así, la Cuenca del Río Mendoza presenta fuertes
desequilibrios territoriales que se expresan en concentraciones poblacionales por desborde
residencial; con perdidas de tierras productivas e instalaciones urbanas en sitios no aptos.
Mientras que estos procesos desertifican el oasis original, se advierte la ampliación de las
fronteras agrarias sobre los piedemontes naturales, bajo la iniciativa de intereses privados, y no
en el marco de una política pública para el bien común promovida y regulada por el Estado.

Entre 1986 y 1999 las áreas periféricas del Área Metropolitana de Mendoza (AMM)
sufrieron un incremento periurbano del 11,5% (2.798 ha), las que se ubican principalmente en
la zona norte y sur de la misma. En tanto el uso urbano se incrementó en un 27,7% (6714,7 ha)
distribuidas en los alrededores de las áreas consolidadas de las cabeceras municipales,
(Salvatierra, 2003). Hoy la zona urbanizada del AMM que tiene una superficie de 30.437 ha,
sufre un progresivo proceso de transformación territorial por importantes cambios en el uso del
suelo. La proximidad a la ciudad de Mendoza y demás localidades que forman el AMM, con
una densidad poblacional urbana de 110 habitantes/km2, impactan en el uso del suelo y del
agua tanto en cantidad como calidad. Actualmente, se produce un gradiente de urbanización
descontrolado en aumento hacia la periferia, que se refleja en la invasión de terrenos que antes
eran destinados a la agricultura. El uso recreativo del agua destinado a parques, jardines y
arbolado público crece sostenidamente sobre el resto, al igual que la demanda de agua cruda
para potabilización que tiene valores alarmantes de consumo y derroche (710 l/hab/día). El
AMM se ve afectada por fenómenos aluvionales de alto impacto que no han podido ser
contrarrestados eficazmente, al no existir una planificación hidrológica integral. El principal
inconveniente para concretarla radica en las competencias sectoriales y jurisdicciones
compartidas. La magnitud de los aluviones se agudiza por la construcción de asentamientos e
infraestructuras en sitios no habilitados, sobre cursos naturales y cambios del uso de suelo no
fiscalizados adecuadamente. Las actividades derivadas de los asentamientos humanos sin
control tienen también consecuencias sobre los recursos hídricos, principalmente por los
residuos sólidos y la contaminación con líquidos cloacales que se produce por la filtración de
los pozos sépticos y por la inadecuada disposición de efluentes sanitarios

2. Acciones desarrolladas

El rol de las organizaciones de usuarios en el Ordenamiento Territorial y la Gestión Integral


del Recurso Hídrico
Después de 17 años de iniciado el proceso de descentralización mencionado, resultó
necesario formular nuevas líneas de acción para consolidar la gestión hídrica, desde las propias
organizaciones de usuarios. Entre ellas, se destacan:

• Sugerir propuestas para ser incorporadas en el Proyecto de Ley de Ordenamiento


Territorial y Usos del Suelo, en cuanto al desarrollo, protección y promoción de las áreas
administradas por los usuarios. Este proyecto de ley venía siendo discutido hace casi dos
décadas por los legisladores.
• Establecer dentro del Plan Estratégico de la provincia de Mendoza los requerimientos
ambientales/territoriales, económicos/productivos y sociales/humanos relacionados con la
administración hídrica descentralizada, teniendo en cuenta a la gestión por cuencas.
• Definir y establecer una política de promoción y asistencia desde el Estado a las
organizaciones de usuarios afectadas por la Aglomeración urbana de la ciudad de
Mendoza, en la cuenca del río del mismo nombre.
• Cuantificar pérdidas y costos derivados producidos por efectos de la contaminación y
agua torrencial, y determinar otras externalidades que deberá asumir el resto del sistema.
• Promover la realización de actividades afines, que posibiliten diversificar el
financiamiento de las organizaciones, obteniendo nuevos recursos para ser aplicados en el
mejoramiento del sistema, y ampliar las facultades de recaudación de tasas y tarifas.
• Modernización de la infraestructura de riego y agua `potable, y mejora en la gestión de
los diversos sistemas.
• Adecuar las tarifas por servicios prestados a los verdaderos costos de garantía,
oportunidad y eficiencia.
• Actualización de los padrones de usuarios y saneamiento registral.
• Elaboración de convenios con organismos de investigación
• Conformación y modernización de las comunidades de usuarios como organizaciones de
prestación de servicios al usuario y la comunidad en general.
• Establecer como política de estado la necesaria realización de los balances hídricos de
cada cuenca, como instrumento esencial de planificación territorial.
• Descentralizar hacia las organizaciones de usuarios la gestión del agua subterránea, del
catastro y el control de la contaminación.

De las directrices planteadas, se dio mayor énfasis a aquellas vinculadas con el territorio, el
agua y la gestión para un desarrollo estratégico. Estas han quedado plasmadas a través de la
participación de las organizaciones de usuarios en las instancias previas que el Gobierno
Provincial facilitó para llevar a cabo el proceso de discusión y sanción de la Ley Nº 8051 de
Ordenamiento Territorial y Usos del Suelo.

Implementación de Acciones

El aporte de las organizaciones de usuarios al Plan de Ordenamiento Territorial se realizó


mediante la participación y el trabajo realizado por las organizaciones de Usuarios en las
Comisiones Legislativas de Medio Ambiente, a través de entrevistas, reuniones, y jornadas de
discusión con legisladores de los distintos partidos políticos. Durante 2008 y 2009, se revisó y
analizó la versión del texto del Proyecto de Ley de Ordenamiento Territorial y de Usos del
Suelo.
Dado que el articulado original del proyecto había sido redactado con el aporte de distintas
organizaciones, e instituciones como las universidades provinciales, el trabajo de los
representantes de las comunidades de usuarios consistió en el previo análisis crítico del texto,
en aquellos asuntos vinculados a la gestión y administración hídrica en el contexto territorial de
la Provincia de Mendoza.

De esta manera, se plantearon observaciones a aquellos contenidos que afectaban al cuidado


del ambiente, a los intereses de los usuarios de agua, a la integración coordinada de los distintos
usos, y a la gestión de los recursos hídricos en general, y que como estaban planteados,
limitaban el desarrollo sostenible y estratégico del territorio.

Asimismo, se realizaron aportes específicos en varios aspectos, que se concretaron en


propuestas de redacción del texto legal, acompañadas de la fundamentación pertinente de las
mismas.

Luego de incorporadas estas propuestas al proyecto de ley, y sancionada y aprobada la


misma por el Poder Legislativo, se participó activamente del Consejo de Estado, organismo
creado por la norma, y cuya función es la elaboración del Plan Estratégico de Desarrollo (PED)
durante los años 2009 y 2010. Este proceso de participación incluyó la realización de diversos
Foros y Talleres departamentales y sectoriales temáticos, en cada una de las siguientes Fases:

• Fase 1: Diagnóstico participativo sobre la realidad provincial


• Fase 2: Elaboración de la visión compartida y del “modelo deseado” de provincia
• Fase 3: Acuerdo sobre los “ejes estratégicos de desarrollo” a implementar.

La labor de las organizaciones de usuarios se concretó en el trabajo realizado en las


instancias participativas del Plan y en la elaboración de los Ejes Estratégicos para el año 2030,
consensuados por más de 140 organizaciones actuantes, representantes de los diversos sectores
de la sociedad.

A la fecha se está desarrollando la Fase 4 de este proceso, que corresponde a la


implementación gradual y consensuada de la estrategia de desarrollo de la Provincia y al
funcionamiento del Consejo Provincial de Ordenamiento Territorial (CPOT), órgano
participativo creado por la ley, y cuya misión es la elaboración del Plan de Ordenamiento
Territorial para Mendoza. En esta última estructura las ASIC del Río Mendoza, participan
activamente a través de sus Representantes propuestos por las mismas organizaciones de
usuarios y establecidos por Ley 8051.

3. Resultados obtenidos

Aspectos propuestos incorporados a la Ley de Ordenamiento Territorial y Usos de Suelo

Se procedió a incorporar textos complementarios y alternativos al Proyecto de Ley. En la


mayoría de los casos se tuvo en cuenta como concepto central la gestión integral del agua,
incluyendo el uso agrícola bajo riego por su predominio e importancia del área irrigada. La
gestión intersectorial de los usos se puede definir cómo los elementos, relaciones y acciones que
se establecen en su conjunto para un aprovechamiento adecuado del recurso hídrico.
Los aspectos que finalmente fueron aprobados e incorporados al texto legal, a instancia de
las organizaciones de usuarios fueron los siguientes:

• Objetivos Generales: el desarrollo sostenible del territorio debe tener en cuenta la


disponibilidad del agua, con determinación previa del balance hídrico de cada cuenca.
Asimismo, debe conciliarse desarrollo socio-económico y conservación del ambiente,
especialmente en relación a las cuencas hídricas y al suelo.
• Principios de aplicación: se ratifican los principios hídricos constitucionales de
inherencia del agua al suelo, concesión legal de uso de agua, participación de los
usuarios, y gestión integral y descentralizada.
• Diagnóstico: se incorpora en su elaboración el análisis de la ocupación del suelo en
relación a las cuencas hidrológicas, y los aspectos relativos al uso del agua.
• Clasificación y Gestión del Territorio: se distingue entre “oasis” (con uso de agua e
infraestructura sistematizada) y zonas “no irrigadas”, sin factibilidad de agua.
• Contenidos básicos del Plan de Ordenamiento: establece políticas de desarrollo y
autonomía de las cuencas hidrográficas.
• Planes municipales: incorporan medidas de prevención para el control de la
contaminación hídrica.
• Consejo Provincial de Ordenamiento Territorial: Se integra con un representante de las
comunidades de usuarios por cada una de las cuencas hidrográficas.

Fundamentos planteados para los aspectos propuestos

En la provincia de Mendoza, la asignación del agua depende exclusivamente del balance


hídrico que se realice de cada una de sus cuencas hidrológicas. Esa relación dinámica entre
oferta y demanda hídrica actual y futura es la que posibilitará contar con la disponibilidad
específica resultante, que debe respetar derechos y concesiones otorgadas por Ley. Este
principio conductor, refrendado por la Constitución Provincial, debe ser incluido explícitamente
para evitar conflictos de uso. También en el balance deberá tenerse en cuenta la caducidad de
aquellos derechos que por modificación del objeto concesible o por no cumplir con las
obligaciones de uso y tributación que establece la Ley de Aguas aún se encuentran activos.
Además debe cumplimentarse con la publicidad de todos los derechos que aún mantengan el
status de “privados”, o que no estén registrados, como es el caso de numerosos arroyos y
vertientes que erróneamente se consideran que nacen y mueren dentro de una misma propiedad,
debiendo realizarse o actualizarse los estudios hidrológicos del caso. En este último caso, se
impulsó en la década de los 90 su declaración de bienes públicos.

Se amplía el concepto de oasis no solo en relación al uso agrícola, sino a la concentración


poblacional y urbana complementaria. Existen diferentes tipos de aprovechamientos, como
abastecimiento poblacional y otros usos consuntivos: recreativos, riego de parques y arbolado
público, y no consuntivos como el energético y de refrigeración industrial.

Se aconseja suplantar el término “secano” por el de “zonas no irrigadas” ya que de


reconocerse como secano al ambiente no irrigado de Mendoza, que es árido por naturaleza, se
dará un status erróneo al territorio provincial. Esta situación, puede afectar la posibilidad de
acceder a programas o subsidios nacionales e internacionales para tierras secas degradadas o en
proceso de desertificación, que representan casi el 97% de la superficie provincial.
Se sugiere reemplazar el acápite referido a “Áreas de ocupación ocasional” por “Áreas de
aprovechamiento extractivo, energético y uso estratégico de recursos”, ya que se trata de sitios
con potencial desarrollo estratégico que no puede clasificarse como de ocupación ocasional.
Debe considerarse que las concesiones mineras o hidroeléctricas en algunos casos son de muy
largo plazo.

De acuerdo a la Ley de Aguas y Constitución Provincial de Mendoza, cada cuenca puede


administrarse en forma autónoma. Las organizaciones de usuarios pueden direccionalizar sus
acciones en forma autárquica. Este modelo de descentralización administrativa, se estableció
como el instrumento de desarrollo del territorio.

En lo que respecta a las concesiones o autorizaciones de uso de agua superficial y


subterránea debe cumplimentarse con las normas de la Constitución Provincial (CP) y las leyes
específicas, y considerarse además su manejo integrado. Previo al otorgamiento, debe
elaborarse informe de disponibilidad hídrica para poder otorgar la concesión legal. Por otra
parte, la CP establece la ampliación de los usos del agua y del área irrigada, a partir de la
determinación del balance hídrico, con fuerte incidencia en la planificación territorial.

Se sugiere incorporar un Representante de las Organizaciones de Usuarios por Cuenca al


Consejo de Ordenamiento Territorial CPOT, en un total de cinco (5). Esta estructura es
necesaria para garantizar la participación de los diversos actores involucrados. La
administración del agua en Mendoza, se encuentra descentralizada del Estado Provincial, a
través de un Departamento General de Irrigación que maneja la red primaria como un
organismo autárquico, y por las organizaciones de usuarios que administran el recurso a nivel
minorista. Originalmente, el proyecto sólo preveía la representación del DGI como órgano de la
administración, pero omitiendo la representación de los usuarios como actores fundamentales
en la cuenca. Esta participación garantiza la visión y gestión integral, y neutraliza las decisiones
discrecionales y unilaterales de las administraciones de turno.

Propuestas de GIRH en las Fases del Plan Estratégico de Desarrollo

Diagnóstico participativo

En esta fase se definió un panorama general de la situación actual del territorio provincial
denominado diagnóstico participativo, elaborado a partir de la realización de dieciocho (18)
foros locales (Mendoza cuenta con el mismo número de municipios), y 20 talleres de
contenidos temáticos o sectoriales. De esta instancia se captaron las inquietudes de
funcionarios, técnicos, productores, usuarios, regantes, docentes, representantes de las
organizaciones civiles, vecinos y también la opinión de expertos que realizaron sus
apreciaciones sobre los procesos críticos desde miradas profundas.

De este proceso, se destacan a continuación aquellos tópicos vinculados al agua y la GIRH,


que se transcriben:

“No se observa una GIRH. Las indefiniciones respecto a la implementación del balance
hídrico, junto al saneamiento de los derechos de agua (concesiones para tal fin) a través de la
caducidad y reasignaciones de las concesiones, obstaculizan su disponibilidad equitativa y
sustentable.
“El predominio de la irrigación en desmedro de otros usos estratégicos, el manejo
desarticulado del agua superficial y subterránea, la insuficiente participación y
representatividad de los distintos usos y actores, impiden la implementación de la GIRH”
“Fuertes desequilibrios territoriales que se expresan en concentraciones en la distribución
de la población, las infraestructuras y servicios, los aparatos productivos y en la apropiación
del agua, en detrimento de zonas adyacentes, que –progresivamente debilitadas- no logran los
dinamismos necesarios para salir de los espirales de éxodo y pobreza”
“Descreimiento y desconfianza de la población acerca del rol estatal en materia de
conservación de los bienes comunes, en particular respecto del agua y en cuanto a la
explotación de los demás recursos naturales”
“Las políticas y las intervenciones no consideran a oasis y zonas no irrigadas como partes
de un mismo sistema, manifestándose como procesos de desertificación en las zonas no
irrigadas”
“Acceso diferencial, contaminación y/o degradación y deficiente uso de los bienes comunes
naturales: agua, suelo, aire y los recursos solar y eólico y los bienes comunes culturales:
patrimonios tangibles e intangibles, los paisajes”)
“La institucionalidad del agua se ve frecuentemente desvinculada de la ambiental, de otros
sectores relacionados con su uso y de muchas iniciativas departamentales la Ley de Aguas
(1884) y la Constitución Provincial (1916) no consideran tópicos tales como los servicios
ecológicos, las necesidades de la conservación de los ecosistemas (caudales ecológicos,
protección de cuencas) y principios de GIRH que satisfagan los requerimientos de las
transformaciones territoriales estratégicas del Siglo XXI”
“Mendoza se ve afectada por fenómenos aluvionales de alto impacto que no han podido ser
contrarrestados eficazmente, al no existir una planificación hidrológica integral. El principal
inconveniente para concretarla radica en las competencias y jurisdicciones compartidas. La
magnitud de los aluviones se agudiza en gran medida por la construcción de asentamientos e
infraestructuras en sitios no habilitados, sobre cursos naturales y cambios del uso de suelo no
controlados”.
“A pesar de los esfuerzos realizados para direccionar la inversión pública en un sentido
integrador, la ausencia de visión estratégica y las necesidades coyunturales tienden a
reproducir una dinámica no proactiva al cambio en lo económico y en lo territorial. Ello
resultaría esencial para el logro de objetivos productivos y de prestación de servicios:
infraestructuras viales y ferroviarias, riego y agua potable, energía, entre las principales”

Ejes y sub-ejes estratégicos de desarrollo vinculados a la administración hídrica

A partir del diagnóstico participativo y de la visión compartida sobre la situación futura de la


provincia en la que se integraron y expresaron todos los valores, anhelos y expectativas se
elaboró una fórmula de la “visión” de Mendoza, que considera que: “…El agua se distribuye de
forma equitativa y eficiente, asumiendo solidariamente los desafíos propios de vivir en tierras
secas, lo que refuerza nuestro compromiso con el desarrollo sustentable…”

Las organizaciones de usuarios acordaron y consensuaron activamente junto a otros actores


la definición de los principales lineamientos para orientar las acciones públicas y privadas de la
provincia. En Mayo de 2010, el Gobierno de Mendoza suscribió con más de 120 entidades el
llamado Compromiso del Bicentenario, el cual fue refrendado por las organizaciones de
usuarios del Río Mendoza y por GWP Argentina (Foro Argentino del Agua FADA). Se trató de
un Acuerdo sobre 12 Ejes estratégicos de Desarrollo que deben formar parte de las próximas
Políticas de Estado. De estos ejes se destaca el identificado como Eje 11, porque posibilitará la
aplicación de estrategias de administración y principios de gobernanza para la planificación y
GIRH, logrando satisfacer los nuevos requerimientos productivos y elementales de la sociedad

Eje 11: Enfocar la política provincial a la gestión integral del recurso hídrico como
herramienta básica para el desarrollo estratégico y ordenamiento territorial, reconociendo el
dominio público de las aguas y el derecho humano al agua

En función de este gran eje estratégico se formularon sub-ejes vinculados, que permitieron
desagregar los alcances de este acuerdo alcanzado en materia hídrica y que se detallan
seguidamente:

• Garantizar el agua como un bien público, con valor social y carácter estratégico
• Fortalecer el sistema de administración participativa de los usuarios.
• Asegurar el acceso al agua potable para todos en forma equitativa, distribuyéndola con
criterios de universalidad y solidaridad.
• Adoptar la gestión integral de los recursos hídricos superficiales y subterráneos y la
aplicación de criterios de equidad y eficacia en el uso, preservando su calidad y la
sustentabilidad para todo el territorio provincial y sus habitantes
• Revisar las funciones, alcances, competencias y formas de relaciones institucionales para
alcanzar la gestión integral del recurso hídrico
• Reformular de manera consensuada los principales instrumentos legales que generan
disfuncionalidades en la gestión integral del recurso hídrico, asegurando la protección
del recurso y de los servicios ecológicos de los distintos ecosistemas de nuestra
provincia, apoyado en los principios que rigen su gestión.
• Articular la gestión integral del recurso hídrico con otras políticas sectoriales.
• Implementar los mecanismos necesarios para optimizar la asignación del recurso:
balance hídrico, saneamiento de los derechos, reasignación de usos, entrega a la
demanda.

Metas acordadas vinculadas a la GIRH

El Plan Estratégico de Desarrollo (PED) ha definido sus metas consensuadas por el Consejo
de Estado (CE) y las ASIC, que deben ser implementadas en el Plan de Ordenamiento
Provincial, destacándose para las diversas dimensiones las siguientes:

• Elaboración de la Ley Provincial de Gestión Integral de los Recursos Hídricos con un


Modelo de Administración Provincial que considere e integre el manejo de todos los
usos en un plazo máximo de 2 (dos) años.
• Efectivizar el aprovechamiento integral del agua en toda la red de distribución para
todos los usos: poblacional, agrícola, ambiental, residencial, arbolado público,
industrial, minero, petrolero y turístico, hasta el nivel de usuario final. Incluir la
medición de los caudales requeridos que permite distribuir volumétricamente y en
función de las demandas y las prioridades de los usos de referencia.
• Implementar un plan que garantice la provisión de agua segura a la totalidad de la
población, cualquiera sea su lugar de residencia, con metas temporales, completándose
hacia 2020
• Iniciar a partir del año 2011-2012 el balance hídrico, considerando todos los recursos
hídricos provinciales, superficiales y subterráneos. Informar anualmente sus resultados
a la Legislatura Provincial junto con las asignaciones de derechos y otorgamientos de
permisos
• Ejecutar el relevamiento de tierras con y sin derechos de riego para su saneamiento
registral y/o caducidad bajo un único catastro. Con la evaluación de sus aptitudes de
uso incorporarla estas tierras al Sistema Productivo vinculados a los Programas de
Ordenamiento Territorial Provincial y Municipal.

Reflexiones finales

El proceso llevado a cabo ha sido positivo para las organizaciones de usuarios, dado que los
aportes realizados en el texto de la Ley de Ordenamiento Territorial y Usos del Suelo
promulgada como Ley 8051 y sancionada por unanimidad fueron considerados en su mayoría, e
incorporados puntualmente. Debe destacarse que este instrumento legal –único en su tipo en las
provincias argentinas-, fue aprobado después de más de diecisiete (17) años de indefiniciones y
desencuentros.

Con relación al PED de Mendoza, cabe indicar que la participación de los Representantes de
los Usuarios en los distintos foros y talleres ha sido significativa en las diferentes fases de su
elaboración. A la fecha se están ejecutando las fases 4 y 5, que tiene que ver con la
implementación gradual de las estrategias y su revisión y actualización permanente.

En este contexto las organizaciones de usuarios de la cuenca del Río Mendoza, han realizado
importantes aportes a estos instrumentos de ordenación y desarrollo. Entre ellos se destaca la
realización efectiva del balance hídrico, el saneamiento de los derechos inscriptos y/o su
recategorización, el respeto de las autonomías y unidad de las cuencas hidrográficas, la
representación de los diversos usos del agua y la formulación consensuada de los instrumentos
que promueven la GIRH.

La experiencia adquirida por las organizaciones de usuarios ha sido única en nuestro país,
siendo destacada por la Global Water Partnership (GWP) y el Foro Argentino del Agua
(FADA-GWP Argentina) como un ejemplo participativo para lograr los principios de buena
gobernanza del agua y la GIRH.

4. Contactos y referencias

El presente trabajo ha sido realizado en base a las acciones que vienen implementándose
desde el Consejo de Asociaciones de Inspecciones de Cauces del Río Mendoza (CASIC) en
forma orgánica. Se destaca entre ellas la de promover un ámbito de discusión genérico,
confluyente y común sobre aspectos relacionados con la administración del recurso hídrico
representando genuinamente los intereses de los usuarios en la cuenca del Río Mendoza.

Salomón Mario Alberto, Gerente General ASIC, Investigador Asociado al Laboratorio de


Desertificación y Ordenamiento Territorial (LADyOT), Profesor Titular de la Maestría en
Ingeniería Ambiental y la Maestría de Ordenamiento Territorial y Planificación Estratégica
(UNcuyo), Ex - Miembro del Equipo Técnico del PED Mendoza.
salomonmario@yahoo.com.ar

Abreviaturas utilizadas

Área Metropolitana de Mendoza (AMM)


Asociaciones de Inspecciones de Cauces (ASIC)
Consejo de Asociaciones de Inspecciones de Cauces del Río Mendoza (CASIC)
Consejo de Estado (CE)
Consejo Provincial de Ordenamiento Territorial (CPOT)
Constitución Provincial (CP)
Departamento General de Irrigación (DGI)
Foro Argentino del Agua (FADA)
Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (GIRH)
Global Water Partnership (GWP)
Inspecciones de Cauces (IC)
Laboratorio de Desertificación y Ordenamiento Territorial (LADyOT)
Plan de Ordenamiento Territorial (CPOT)
Plan Estratégico de Desarrollo (PED)

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