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DESULFURACIÓN DE GASES POR VÍA HÚMEDA (LAVADO HÚMEDO)

Principio
Entre los agentes contaminantes, los compuestos de azufre, por su relativa abundancia, son los
más perjudiciales. La principal fuente de óxidos de azufre es la combustión del carbón y, en menor
cantidad, los aceites (fuelóleos) residuales. Su gran incidencia en la generación de lluvia ácida, la
consecuente irritación del sistema respiratorio humano y su impacto medioambiental (sobre aguas
superficiales y bosques) en los lugares cercanos a las centrales térmicas son algunos de sus
principales efectos.
La disminución de emisiones gaseosas de compuestos de azufre está recogida en todas las
legislaciones medio ambientales de los países del mundo, que establecen los niveles máximos
permitidos, actualmente, según el Instituto de Catálisis y Petroleoquímica, de unos 200 ppm.
La siguiente tabla presenta los mejores métodos disponibles para la reducción de SO2.

En los métodos por vía húmeda se suele utilizar la reacción química, generalmente de tipo ácido-
base, de un reactivo con el óxido de azufre formado en la combustión con el fin de descomponerlo.
Los reactivos más utilizados son caliza o cal (método más generalizado por su alta eficiencia y por
el bajo precio de la cal), óxido de calcio, carbonato sódico (preferida en ocasiones por las
industrias para evitar el manejo de fangos), hidróxido cálcico, óxido de magnesio o amoníaco y, en
algún caso, se ha llegado a utilizar agua de mar. Así, según el reactivo utilizado, el lavado húmedo
se clasifica en dos grupos: métodos que utilizan tipos de tecnología regenerativa (lavados con
MgO) o métodos que utilizan tipos de tecnología no regenerativa (lavado con CaO o CaO3)
El proceso químico de la desulfuración, puede representarse en forma general por las siguientes
reacciones:
Esquema
Esquema de un sistema de desulfuración de gases mediante depuración por vía húmeda

El proceso de desulfuración comienza con los gases de combustión entrando en el absorbedor. En


el momento en que el SO2 entra en contacto directo con éstos, es absorbido en un lodo que
contiene un compuesto de calcio; el lodo que tiene dióxido de sulfuro absorbido en el mismo, es
dioxidizado dando lugar a un lodo de yeso. Posteriormente el yeso es separado y recuperado del
lodo a través de un simple proceso. Se sumerge una parte de la superficie de filtro circulante de un
filtro de succión en el lodo de yeso para causar que el yeso se adhiera a la superficie de filtro. Así,
llevando la superficie de filtro que soporta el yeso por encima de la superficie del lodo de yeso, y
succionando la fase liquida a través de la superficie de filtro para formar una capa de yeso
deshidratada, se extrae la capa de yeso de la superficie de filtro. Tras finalizar todo el proceso, es
necesario llevar a cabo un conjunto de tratamientos químicos con el fin de eliminar los metales
pesados que llegan al agua y reajustar su pH.
Rendimiento
Se puede decir que los métodos por vía húmeda son muy eficaces porque permiten reducir las
emisiones hasta niveles más bajos. Hablamos de hecho, de un índice de reducción entre un 90%
y 95%
Ventajas
Además de la ya nombrada alta eficiencia, este tipo de procesos permite eliminar junto con los
óxidos de azufre el resto de los compuestos ácidos que pudieran formar parte del gas. También es
destacable que el producto final del proceso es el yeso, de gran interés comercial. Finalmente cabe
destacar la extensa variedad de tecnologías probadas para llevar a cabo este proceso.

Inconvenientes
Desde el punto de vista negativo, la desulfuración de gases por vía húmeda implica una
considerable inversión fruto del coste de la instalación, la cantidad de espacio requerido y la
generación de residuos en forma de lodos que provocan la contaminación del agua y su necesario
tratamiento.

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