El Activity Based Costing o ABC, es una metodología de Costeo
Estratégico, que se basa en la asignación de costos en varias etapas, primero identifica el costo de los recursos con los que cuenta la empresa, éstos recursos pueden ser humanos, edificios, equipos, materiales, entre otros y en siguientes pasos asignar los recursos a las actividades que realiza el negocio en función a su consumo real.
En una tercera etapa asigna el costo de las actividades tanto a
los productos o servicios como a los clientes en función a la demanda que tiene cada producto de cada actividad. Esto permite un costeo más preciso de los productos y servicios y genera información relevante del negocio que permite capturar beneficios que posteriormente se detallan.
La siguiente imagen ilustra de forma general un modelo ABC,
donde al relacionar los ingresos con los costos detallados por Cliente y Producto y cualquiera de sus dimensiones como Canal, Zona, Región, Tipo para Clientes o bien División, Familia, Marca, Tamaño, Empaque para Productos se obtienen Estados de Resultados operativos con cualquier corte de información.
El ABC se desarrolló como una herramienta práctica con la
intención de resolver un problema existente en la mayoría de las empresas. Los ERP y Sistemas de Costeo tradicionales cumplen con el registro de transacciones operativas con el fin de obtener los resultados globales de la empresa, la valuación de inventarios y la determinación de los impuestos a pagar para cumplir con los requisitos fiscales.
Sin embargo, estos sistemas tradicionales no son adecuados cuando
se utilizan para solucionar problemas de gestión interna, ya que no permiten calcular con precisión los costos de cada producto, servicio o cliente en forma individual y no proporcionan información útil que sirva a la dirección para tomar decisiones.
Como consecuencia, se vende la gama de productos y servicios
tomando decisiones sobre precios, mix de productos y tecnología de procesos basándose en información de costos inexacta e inadecuada. Los sistemas de costeo tradicionales asumen que los productos y clientes consumen costos en proporción a la cantidad producida o vendida, por lo que utilizan el volumen para prorratear los costos indirectos. El prorrateo por volumen fracasa cuando en la producción, venta, distribución y servicio de los productos y clientes existe diversidad en tamaño, manejo, complejidad sin existir relación directa entre el volumen y el costo asignado.
Lo anterior se puede entender con la gráfica de la curva que muestra
que clientes o productos complejos pueden absorber costos mucho mayores al promedio unitario:
El costeo ABC es aún más útil en empresas cuyo número de
segmentos de negocio es mayor y requieren actividades específicas para atender a cada uno de ellos, ya que reconoce las diferencias en las actividades que requiere cada producto para su elaboración y cliente para su atención proporcionando costos y por lo tanto rentabilidad exactos.
Otra distinción muy importante entre los sistemas tradicionales y el
ABC es el alcance de las operaciones. Los sistemas tradicionales, se preocupan principalmente de la valoración de inventarios considerando exclusivamente los costos de producción y teniendo en cuenta únicamente los costos que ocurren dentro de la planta. El costeo ABC postula que, como virtualmente todas las actividades de la Empresa existen para apoyar tanto la producción como la entrega de los productos y servicio a clientes, los costos de estos procesos deben ser incluidos como costos del producto.
Ejemplos de costos de fabricación y soporte que deben ser repartidos
y asignados a productos individuales o familias de productos son:
• Logística
• Producción
• Marketing y Ventas
• Servicios
• Administración Financiera • Administración General
• Distribución
• Sistemas
Teorías económicas convencionales y los sistemas de contabilidad de
gestión tratan los costos como variables sólo si cambian con fluctuaciones de producción a corto plazo. La teoría ABC propone que muchas categorías importantes de costo varían no con cambios a corto plazo, sino con cambios en el diseño, gama y variedad de productos y por tipo de cliente. Estos costos, aunque complejos, deben ser identificados y asignados a los productos.
¿Qué originó el ABC ?
Muchos gerentes intuyen que sus sistemas de contabilidad
distorsionan los costos del producto, sin embargo, pocos pueden predecir la magnitud e impacto de los cambios que se deben hacer.
ABC fue desarrollado en los años 90 como solución a estos problemas
por Robin Cooper y Robert Kaplan, profesores de la Universidad de Hardvard, quienes identificaron tres factores independientes como razones fundamentales que justifican la necesidad de poner en práctica un modelo ABC:
1.) La estructura del proceso ha cambiado dramáticamente. A
principios del siglo pasado, el costo de la mano de obra directa representaba el 50% de los costos totales del producto, la materia prima el 35% y los gastos generales el 15%. En la actualidad, los gastos generales consumen más o menos el 60% de los costos de producto, la materia prima el 30% y la mano de obra directa menos del 10%. Obviamente, usando las horas de mano de obra directa como una base de reparto tenía sentido hace 100 años, pero ahora no tiene validez alguna teniendo en cuenta el cambio en la estructura de costos. 2.) El nivel de competencia de las Empresas ha aumentado dramáticamente. El vertiginoso ritmo de cambio permanente y la competencia global no son utopías, es una problemática real para muchas empresas. El conocimiento de los costos reales de cada producto y cliente es fundamental para sobrevivir en esta situación competitiva.
3.) El costo de medir ha disminuido al mejorar la tecnología utilizada
en los Sistemas de Información. Hace veinte años era muy caro almacenar, procesar y analizar los datos necesarios para poner en marcha un sistema ABC, sin embargo, hoy en día, existen soluciones tecnológicas especializadas incluso para la mediana empresa y existe accesibilidad a los datos dentro de la propia organización.
En un siguiente artículo los compartiré los beneficios de implantar ABC
y su interacción con la gestión y planeación estratégica y financiera de la empresa con el objetivo de crear valor.