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TÉCNICAS DE ESTUDIO.

TECNOLOGÍA
TEORÍA:
- En clase: Atiende bien y sigue las indicaciones del profesor, copiando lo que escribe en la pizarra, que
suelen ser lo más importante. Atender a reglas mnemotécnicas que mencione para retener más fácilmente
los contenidos, especialmente las fórmulas. Preguntar siempre las dudas que se tengan, por tontas que
parezcan, en el momento o al final de la clase. No tener miedo a equivocarse (estamos aprendiendo).
- En casa: Hacer esquemas y resúmenes de los contenidos y estudiar por ellos. Repasar todos los días
(incluso aunque sea sólo una lectura) la materia que se ha visto en clase para asegurarse de que se ha
entendido todo; si surgen dudas, preguntar al día siguiente. Tratar de que la lectura sirva para ir
memorizando contenidos; si estos son más complicados, dedicar más tiempo, para irlos reteniendo y no
darse un atracón el día antes del examen. Relacionar todos los conceptos que se estudian con situaciones
reales, estudiar razonando, para que tengan sentido. Cuando sea necesario memorizar contenidos difíciles
o fórmulas, usar las reglas mnemotécnicas dadas por el profesor, o crear las nuestras propias.

CONTENIDOS PRÁCTICOS:
- Leer la teoría y asegurarse de que se ha entendido. Hacer un esquema con las fórmulas que puedan
necesitarse para resolver problemas o ejercicios, asegurándose de que se tiene claro qué significa cada
concepto y cuándo hay que aplicar cada una de ellas, escribiéndolo junto a la fórmula. Tenerlas siempre
delante cuando se trabaje, al final, de tanto usarlas nos las habremos aprendido.
- Hacer primero los ejercicios que ya estén resueltos, por ejemplo los que el profesor haya utilizado en su
explicación, asegurándose de que se entienden todos los pasos. No conviene precipitarse ni tratar de ir
demasiado rápido; si corremos mucho, tendremos que volver a empezar. Hacer después otros ejercicios
resueltos pero leyendo sólo el enunciado, sin mirar la solución, para comprobar que sabemos hacerlo. Si
nos surge alguna duda, mirar la solución, pero sólo después de haber intentado resolverlo y de tener algo
escrito, no con la hoja en blanco. Empezar siempre por los ejercicios más fáciles, para ir consolidando lo
aprendido y avanzar poco a poco, dejando para el final los difíciles, cuando dominamos lo anterior. Recurrir
al profesor siempre que se tengan dudas.

ANTES DEL EXAMEN


- Si se han hecho esquemas completos, bastarán para repasar la teoría para el examen.
- Repasar las fórmulas, tratando de repetir de memoria una tabla con todas ellas. Hacer lo mismo con los
conceptos complejos y usar reglas mnemotécnicas para los que se nos resistan.
- Al hacer los ejercicios, poner marcas personales en ellos para que al repasar sepamos cuáles nos
resultaron fáciles y cuáles hemos de repasar con cuidado. Hacer siempre los ejercicios tapando la solución,
y consultándola sólo después de haber intentado en serio, y resuelto, el ejercicio.

EN EL EXAMEN
- Leer bien todas las preguntas antes de comenzar y pensar brevemente cuál puede ser la solución de cada
una (después nuestra cabeza sigue pensando sola). Calcular aproximadamente el tiempo que tenemos para
responder a cada una de ellas. Contestar primero a las que nos resulten más fáciles, luego a las medias, y
dejar para el final las más difíciles, pero no dedicar a ninguna más tiempo del calculado, a no ser que sea la
última. No conviene atascarse en una, es mejor dejarla y volver a intentarla en una segunda vuelta.
- Recurrir siempre a lo que uno ya sabe, a la lógica o a lo que recordemos de proyectos o de la vida
cotidiana. Casi siempre sabemos más de lo que creemos.
- Reservar siempre unos cinco minutos al final para revisar el examen y la ortografía. No dejar nada en
blanco.

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