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Tesis
Si bien es cierto que el citado derecho fundamental, reconocido en el artículo 4o., párrafo séptimo,
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, tuvo como origen el deseo de
satisfacer una necesidad colectiva, también lo es que no puede limitarse a ser un derecho exclusivo
de quienes son titulares de una vivienda popular o incluso carecen de ella; esto es, el derecho
fundamental a una vivienda digna y decorosa protege a todas las personas y, por tanto, no debe ser
excluyente. Ahora bien, lo que delimita su alcance es su contenido, pues lo que persigue es que los
ciudadanos obtengan lo que debe entenderse por una vivienda adecuada, lo cual no se satisface
con el mero hecho de que las personas tengan un lugar para habitar, cualquiera que éste sea; sino
que para que ese lugar pueda considerarse una vivienda adecuada, debe cumplir necesariamente
con un estándar mínimo, el cual ha sido definido por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales de la Organización de las Naciones Unidas en la Observación General No. 4 (1991)
(E/1992/23), al interpretar el artículo 11, numeral 1, del Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 12 de mayo de
1981, ya que en caso contrario no se daría efectividad al objetivo perseguido por el constituyente
permanente. De forma que lo que dispone el artículo 4o. de la Constitución Federal constituye un
derecho mínimo, sin que obste reconocer que los grupos más vulnerables requieren una protección
constitucional reforzada y, en ese tenor, es constitucionalmente válido que el Estado dedique
mayores recursos y programas a atender el problema de vivienda que aqueja a las clases más
necesitadas, sin que ello implique hacer excluyente el derecho a la vivienda adecuada.
Amparo directo en revisión 3516/2013. Ricardo Javier Moreno Padilla y otro. 22 de enero de 2014.
Mayoría de cuatro votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Alfredo Gutiérrez Ortiz
Mena, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Disidente: José
Ramón Cossío Díaz, quien reservó su derecho a formular voto particular. Ponente: Jorge Mario
Pardo Rebolledo. Secretaria: Rosa María Rojas Vértiz Contreras.
Esta tesis se publicó el viernes 11 de abril de 2014 a las 10:09 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.
Tesis
Amparo directo en revisión 3516/2013. Ricardo Javier Moreno Padilla y otro. 22 de enero de 2014.
Mayoría de cuatro votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Alfredo Gutiérrez Ortiz
Mena, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Disidente: José
Ramón Cossío Díaz, quien reservó su derecho a formular voto particular. Ponente: Jorge Mario
Pardo Rebolledo. Secretaria: Rosa María Rojas Vértiz Contreras.
Esta tesis se publicó el viernes 11 de abril de 2014 a las 10:09 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.
Tesis
El artículo 11, numeral 1, del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
publicado en el Diario Oficial de la Federación el 12 de mayo de 1981, establece el derecho de toda
persona a una vivienda adecuada, así como la obligación de los Estados Parte de tomar las
medidas apropiadas para asegurar su efectividad. Ahora bien, de la interpretación realizada por el
Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Organización de las Naciones Unidas
en la Observación General No. 4 (1991) (E/1992/23), a dicho numeral, así como de los
Lineamientos en Aspectos Prácticos respecto del Derecho Humano a la Vivienda Adecuada,
elaborados por el Comité de Asentamientos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, y
los Principios de Higiene de la Vivienda, emitidos por la Organización Mundial de la Salud, en
Ginebra en 1990, se concluye que el derecho fundamental a una vivienda digna y decorosa, tiene
las siguientes características: (a) debe garantizarse a todas las personas; (b) no debe interpretarse
en un sentido restrictivo; (c) para que una vivienda se considere "adecuada" requiere contar con los
elementos que garanticen un nivel mínimo de bienestar a quien la habite, esencialmente, una
infraestructura básica adecuada, que proteja de la humedad, la lluvia, el viento, así como riesgos
estructurales, con instalaciones sanitarias y de aseo, un espacio especial para preparar e ingerir los
alimentos, espacio adecuado para el descanso, iluminación y ventilación adecuadas, acceso al
agua potable, electricidad, y drenaje; y, (d) los Estados deben adoptar una estrategia nacional de
vivienda para alcanzar el objetivo establecido en el pacto internacional de referencia, así como
tomar e implementar las medidas legislativas, administrativas, presupuestarias y judiciales
adecuadas para la realización plena de dicho derecho, dentro de las cuales está asegurar a la
población recursos jurídicos y mecanismos judiciales para que los gobernados puedan reclamar su
incumplimiento, cuando las condiciones de las viviendas no sean adecuadas o sean insalubres. Así,
dichos aspectos constituyen los elementos básicos del derecho a una vivienda digna y decorosa
reconocido por el artículo 4o., párrafo séptimo, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, consistente en que todas las personas cuenten con una vivienda que tenga los
elementos mínimos necesarios para ser considerada como tal.
Amparo directo en revisión 3516/2013. Ricardo Javier Moreno Padilla y otro. 22 de enero de 2014.
Mayoría de cuatro votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Alfredo Gutiérrez Ortiz
Mena, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Disidente: José
Ramón Cossío Díaz, quien reservó su derecho a formular voto particular. Ponente: Jorge Mario
Pardo Rebolledo. Secretaria: Rosa María Rojas Vértiz Contreras.
Esta tesis se publicó el viernes 11 de abril de 2014 a las 10:09 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.
Tesis
El derecho a la vivienda digna y decorosa es un derecho social que se encuentra vinculado con
distintos elementos, dentro de los cuales se ubica la seguridad de la tenencia, a fin de que se
prevenga cualquier acto de terceros con la intención de perturbarla, tales como actos arbitrarios de
desocupación o la vulneración ilegal por parte de terceros de su título de propiedad. Sin embargo,
esa seguridad de la tenencia, como uno más de los elementos del derecho a la vivienda, no se viola
por virtud de que una persona pierda la propiedad o posesión sobre el inmueble que destine para su
habitación, al haber resultado adverso a sus intereses un juicio seguido ante tribunales facultados
para ello. Por el contrario, mediante la intervención de la autoridad, se desarrolla la función
jurisdiccional a fin de evitar, precisamente, la justicia privada que en nuestro régimen constitucional
está expresamente proscrita por el artículo 17 constitucional. Por lo mismo, se otorga seguridad
jurídica sobre el bien inmueble, incluido el destinado a la vivienda, pues se está protegiendo la
propiedad privada al mismo tiempo que el interés público, al procurar el respeto de los derechos
reales de terceros.
Esta tesis se publicó el viernes 19 de febrero de 2016 a las 10:15 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.
Tesis
La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis aislada 1a. CXLVIII/2014
(10a.), de título y subtítulo: "DERECHO FUNDAMENTAL A UNA VIVIENDA DIGNA Y DECOROSA.
SU CONTENIDO A LA LUZ DE LOS TRATADOS INTERNACIONALES.", estableció que ese
derecho fundamental, reconocido en el artículo 11, numeral 1, del Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, tiene las siguientes características: debe garantizarse a todas
las personas; no debe interpretarse en un sentido restrictivo; para que una vivienda se considere
"adecuada" requiere contar con los elementos que garanticen un nivel mínimo de bienestar a quien
la habite, esencialmente, una infraestructura básica que proteja de la humedad, la lluvia, el viento,
así como riesgos estructurales, con instalaciones sanitarias y de aseo, un espacio especial para
preparar e ingerir los alimentos, proporcionar descanso, iluminación y ventilación, así como acceso
al agua potable, electricidad y drenaje; por ello, el Estado debe adoptar una estrategia nacional de
vivienda para alcanzar el objetivo establecido en el pacto internacional de referencia, así como
implementar las medidas legislativas, administrativas, presupuestarias y judiciales adecuadas para
la realización plena de ese derecho, dentro de las cuales está el asegurar a la población recursos
jurídicos y mecanismos judiciales para que los gobernados puedan reclamar su incumplimiento. Así,
dichos aspectos constituyen los elementos básicos del derecho a una vivienda digna y decorosa
reconocido en el artículo 4o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
consistente en que todas las personas cuenten con una vivienda que tenga los elementos mínimos
necesarios para ser considerada como tal. Ante ello, cuando en el juicio oral ordinario civil se
ejercite la acción de rescisión del contrato de compraventa, por presentar la vivienda deficiencias en
la estructura de su obra y el dictamen pericial no cumpla con los parámetros adecuados para
dilucidar si la construcción del inmueble contiene los mínimos de seguridad y decoro a que se
refiere la norma constitucional, el juzgador debe ejercer la facultad en su vertiente reforzada,
prevista en el artículo 269 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Chihuahua, en
cuanto establece: "Para conocer la verdad sobre los puntos controvertidos, podrán los tribunales
valerse de cualquier persona, cosa o documento, sea de parte o tercero, sin más limitaciones que
las pruebas no estén prohibidas por la ley, ni sean contrarias a la ética; y podrán también en todo
tiempo, sea cual fuere la naturaleza del negocio, decretar el desahogo o ampliación de cualquier
diligencia probatoria, siempre que sea conducente para el conocimiento de la verdad sobre los
puntos cuestionados."; y llevar a cabo la práctica de diligencias para mejor proveer, lo que se
traduce en mandar optimizar la prueba pericial de referencia, y en su momento formular de oficio las
preguntas adecuadas para llegar al conocimiento real de la estructura que guarda el inmueble en
cuestión; de lo contrario, el Estado, o bien, los sectores privado o social que participen en la
promoción y desarrollo inmobiliario, estarían incumpliendo con su obligación de proporcionar a los
gobernados las condiciones para obtener una vivienda digna y decorosa.
Amparo directo 991/2018. Francisco Javier Rascón Morales. 4 de julio de 2019. Unanimidad de
votos. Ponente: Ignacio Cuenca Zamora. Secretaria: Guadalupe Rascón Chavira.
Amparo directo 958/2018. Mercedes Moncerrath Paredes Castillo. 10 de julio de 2019. Unanimidad
de votos. Ponente: José de Jesús González Ruiz. Secretaria: Coral Armendáriz Muñoz.
Nota: La tesis aislada 1a. CXLVIII/2014 (10a.) citada, aparece publicada en el Semanario Judicial de
la Federación del viernes 11 de abril de 2014 a las 10:09 horas y en la Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 5, Tomo I, abril de 2014, página 801, registro digital:
2006171.
Esta tesis se publicó el viernes 06 de diciembre de 2019 a las 10:18 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.
Tesis
Criterio jurídico: Este Tribunal Colegiado de Circuito determina que el derecho a una vivienda digna
no es oponible a las personas particulares, sino únicamente al Estado Mexicano, en tanto que es el
obligado a efectuar las acciones destinadas a satisfacer ese derecho, como la implementación de
medidas legislativas, administrativas, presupuestarias, judiciales, de promoción y de otro tipo,
siempre que esto sea legal y materialmente factible, dentro del contenido amplio del derecho a la
vivienda.
Justificación: Si bien conforme al artículo 4o. constitucional, las personas son titulares del derecho a
disfrutar de una vivienda digna y decorosa, ha de puntualizarse que correlativamente a ese derecho
surge una obligación fundamental, sólo que el titular de la misma –o sea, de ese deber
constitucional– no son las personas particulares –por regla general– sino el Estado Mexicano y,
siendo así, es inconcuso que la cuestión constitucional a examen debe desestimarse por cuanto
presenta un vicio de origen, precisamente porque el derecho a una vivienda digna que se aduce no
es oponible a la persona particular, sino al Estado Mexicano, en cuanto titular de esa obligación
constitucional; máxime cuando no se advierta justificación jurídica por la que la parte tercera
interesada deba sustituirse al Estado Mexicano en el cumplimiento de dicha obligación
constitucional.
Amparo directo 244/2020. 11 de noviembre de 2021. Unanimidad de votos. Ponente: Juan García
Orozco. Secretario: Humberto Salcedo Salcedo.
Amparo directo 247/2020. 11 de noviembre de 2021. Unanimidad de votos. Ponente: Juan García
Orozco. Secretaria: Denisse Fregoso Ramírez.
Esta tesis se publicó el viernes 17 de febrero de 2023 a las 10:19 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.