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SIGNIFIC ADOS COLECTIVOS: PROCESO S Y REFLEXIO NES TEÓRICAS

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SIGNIFICADOS COLECTIVOS:
PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS

Marco Antonio González Pérez / Jorge Mendoza García


Compiladores
Presentación: Gracia Domingo

Pablo Fernández Christlieb / María de la Luz Javiedes Romero


Salvador Arciga Bernal / Olga Bustos Romero

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.•..,.,,.,
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C-.fflaOOllll...a,
CIIACSO

1
INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS SUPERIORF.S DE MONTERREY
CUADERNOS DEL CENTRO INTERDISCIPLINARIO CAMPUS ESI'ADO DE MÉXICO
DE INVESTIGACIÓN EN ADMINISTRACIÓN Y CIENCIAS SOCIALES MÉXICO, 2001
ÍNDICE

PRESENTACIÓN
GRACIA DOMINGO IBÁÑEZ . . ................. 7

EL LENGUAJE: VERSIÓN CALLADA


PABLO FERNÁNDEZ CHRISTLIEB . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

LA REALIDAD FORMALIZADA
MARIA DE LA Luz JAVIEDES ROMERO ................. 47

MEMORIA COLECTIVA
JORGE MENDOZA GARCIA . . . . . . . 67

LA TEORÍA DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES


MARCO ANTONIO GoNZÁLEZ PÉREZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127
Prohibida la reproducción parcial
o total de esta obra, por cualquier LA TEORÍA DE LAS RELACIONES INTERGRUPALES
medio o método, sin autorización MARCO ANTONIO GoNZÁLEZ PÉREZ . . . . . . . . 155
por escrito del editor.

Primera edición: 2001. INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA


JORGE MENDOZA GARCIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193
D.R. © 2001, INS'ITIUl'OTECNOI..ÓCICO
Y DE ESTUDIOS SUPERIORES DE MOl'(fERREY,
CAMPUS FSfADO DE MWCO. LA PSICOLOGÍA DE LAS MULTITUDES
SALVADOR ARCIGA BERNAL . . . . . . . . . . . . . . . . 263
CIIACSO. CENTRO INTERDISClrLINARIO
DE INVESTIGACIÓN EN ADMINISTRACIÓN
Y CIENCIAS SOCIALES. GÉNERO Y SOCIALIZACIÓN: FAMILIA, ESCUELA
Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Correo electrónico: ciincso@campus.cem.itesm.mx
OLGA Busros ROMERO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 289
Impreso y hecho en México.
INTRODUCCIÓN Y NOTAS A UNA PSICOLOGÍA PERDIDA
ISBN 968.a91-047-3
PABLO FERNÁNDEZ CHRIS'fLIEB . . . . . 359

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PRESENTACIÓN

La psicología social de corte construccionista se caracteriza por ser un e ~


foque en el que el análisis social se realiza a partir de la comunicación,J'_/
diálogo, la crítica y la deconstrucción; aborda diversos aspectos de la reali-
dad como la construcción del significado y la generación de los sentidos so-
ciales. Efectivamente, la psicología social considera al lenguaje no sólo
como el instrumento fundamental a partir del cual se construyen las ideas-
y los pensamientos que conforman la vida cotidiana y los significados co-
lectivos, sino también la propia comprensión y reflexión de éstos, de ahí la
importancia de la crítica y la deconstrucción.
Un parteaguas en el desarrollo de la psicología social contemporánea
ha sido el interés por el estudio de la cotidianidad la cual había sido poco
estudiada por las ciencias sociales. Tomar como objeto de estudio el mun-
do cotidiano genera la posibilidad de alejarse del pensamiento teórico y
acádemicista, y dirigirse al conocimiento que ocurre en la calle. En este
sentido, la psicología social enfatiza los significados colectivos o sociales
que se recrean en las propias interacciones sociales, el sentido común o,
como algunos teóricos le denominan, la representación social, rescatándo-
se de la misma manera la resignificación de las tradiciones, las creencias
locales y minoritarias.
La psicología social de corte construccionista genera las bases para com-
prender la realidad construida colectivamente, para lo cual pone especial
atención en los mecanismos y procesos por medio de los cuales se produce,
se reproduce y transforma la realidad social. ~n embargo, e ~
· to de que el estudio la investigación de c u ~ l i n a forma·
~ construcción de la realid~<!°estahlCccnlno de.lOs p;ob1eíií'as,"a-·
mi parecer, más mteresantes que erurenta la p~~.Q!!temporá-
~nstrucción de nuevos sigmficadÜ~--aTrav"és~ la comprensión y
~licacióu del s~f1cado. Aí centrar el interés en la comprensión de los
significados colectivos, así como en los procesos y mecanismos que los pro-
ducen, reproducen y transforman, se generan significados que a su vez for-
man parte de la realidad social, significados de significados.

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PRF.SENTACIÓN 9

Un segundo problema importante que, creemos, enfrenta la psicología lo que considera las tres formas básicas del lenguaje: el lenguaje poético o
social tiene que ver con el carácter histórico de los fenómenos que ésta es- mimético, el lenguaje especular o conceptual y, finalmente, el lenguaje téc-
tudia. No obstante que la psicología social que aquí se expone reconoce el nico o útil. Tres formas de lenguaje que expresan diferentes manifestacio-
carácter histórico de los fenómenos colectivos, habría que señalar que la nes del mundo contemporán eo y que, sin embargo, expresan de manera
mayoría de los temas que aquí se desarrollan nos permiten hacer una re- más clara -pensando en la historia de larga duración- la historia de la so-
flexión que nos ayuda a ubicar la dimensión de los procesos colectivos y su
ciedad occidental.
temporalidad ; en este sentido vale la pena recordar lo que en 1983 escri-
( bía Octavio Paz en Tiempo Nublado: "A la manera de los antiguos mayas,
Un elemento muy importante en el análisis y comprensión de la psicología
tenían dos maneras de medir el tiempo, la ,cuenta corta• y la ,cuenta social son las diferentes concepciones de realidad que subyacen a los dife-
a•, los historiadores franceses han introducido la distinción entre la rentes enfoques que la conforman, ya que estas proveen parámetros de
ación larga• y la ,cona, en los procesos históricos. La primera designa
análisis entre la persona y la sociedad.
os grandes ritmos que, a través de modificacion es al principio impercep-
Tradicionalm ente la realidad ha sido uno de los puntos de contraste
tibles, alteran las viejas estructuras, crean otras y así llevan a cabo las len- con la psicología social de corte individuocen trista al enfatizar el carácter
tas pero irreversibles transformaci ones sociales. [... ] La ,duración corta• es simbólico subjetivo que se expresa en la comunicació n. La realidad no es
el dominio por excelencia del acontecimien to: imperios que se derrumban, algo dado, invariable igual para todos, la realidad se construye en un pro-
Estados que nacen, revoluciones, guerras, presidentes que renuncian ... " En
ceso activo de resignificació n de ésta.
contraste con los ejemplos que Paz menciona para la ,duración corta•,
María de la Luz Javiedes en su artículo La Realidad Formalizada anali-
existe uno particularme nte que llama nuestra atención cuando ejemplifica za cómo distintos enfoques teóricos han abordado la realidad desde sus
los procesos que pertenecen a la ,duración larga•: "las transformacio nes propios modelos epistemológicos. Resalta la orientación empirista y la po-
de las mentalidades y los sentimientos" . De esta maneraL_91 UUÍa-qu~n- sitivista, la orientación del materialismo didáctico y su interpretació n en la
~_p~o~~~ -~·foº-º-~~~ que -~~di~~~~n _lit p~f.;;1 o~e- Escuela de Frankfurt, así como la realidad desde la fenomenología y del
~-l~ur- ªc1~ larga• y cuaf~~..! !illru! ~~~., interaccionis mo simbólico, hasta las posiciones más posmodemas que ven
Todos estos problemas, aunados al interés en la construcción del signifi- a la· realidad como construcción cultural.
cado colectivo y la cotidianeida d expresados anteriorment e, además del Sin duda, la riqueza del artículo está en ir aclarando y analizando sin
cuestionamie nto de los paradigmas cientificistas, la ruptura con la dicoto- dogmatismos , precisamente estas distintas concepciones que se tienen de
mía sujeto-objeto y, por lo tanto, con la idea tradicional que supone que la la realidad, invitando al lector al análisis y reflexión metateórica de un
realid11d es independien te de la persona {la metáfora del espejo), así como concepto fundamental de la ciencia social.
el rechazo a la idea dominante en la psicología tradicional del sujeto pasi-
vo o ser reactivo, junto con el presupuesto de leyes universales y ahistóri- En esta misma idea de la importancia que tiene para la vida social la rela-
cas, son temas que comparten los autores de este libro. ción simbólica con el mundo, está el artículo de Jorge Mendoza denomina-
Para pasar propiamente a la presentación de cada uno de los arúculos
do Memoria Colectwa.
que componen este libro, es importante señalar que sólo mencionaré aque- En la psicología "oficial", cuando se hace referencia a la memoria se
llos aspectos centrales que en mi opinión resultan importantes para la psi- evocan procesos internos que no provienen de la cultura, más bien de aso-
cología social interesada en el significado colectivo. ciaciones, de semejanzas de conexiones y de sinapsis, esto es, se concibe a
la memoria como un proceso depositario de información y que se encuen-
El trabajo de Pablo Femández Christlieb, El Lenguaje: versión calla.da, ex- tra dentro de la cabeza, nunca en estrecho contacto derivado de la cultura.
pone desde una perspectiva psico-colectiva una manera diferente de ver a Por otro lado, se encuentra la aproximación cultural que ha sido denomi-
la sociedad: la forma del lenguaje es en sentido estricto la forma de la so- nada "Memoria Colectiva", en donde se habla de la memoria como un
ciedad. A partir del silencio lingüístico, que "no es el silencio de las vacas o mundo de significados sociales, históricos, efectivos que están fuera del in-
de las piedras ni el de la noche", y que podría ser, a nuestro entender, lo dividuo y que median su interacción con los demás. El artículo presentado
c:omún a toda sociedad en todo momento, Femández Christlieb desarrolla expone analíticamen te este espacio colectivo iniciado por el teórico francés
to SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS
PRESENTACIÓN 11

Maurice Halbwachs y cuya influencia se encuentra en varias disciplinas in- procesos relacionados con ella, suceso que ni remotamente parecía del in-
cluyendo _la psicología. terés de una psicología centrada en el experimento o en la explicación del
Resulta muy interesante revisar los marcos de la memoria colectiva comportamie nto individual. Aunado a esto hay que recordar también que
como esa construcción de significados cotidianos que los grupos, las mino- en esta época el Marxismo y la Teoría Social comenzaron a discutir la idea
rías o el propio individuo otorga a su vida social. Nuevamente en este ar- de la emergencia de nuevos sujetos sociales de transformació n social, de-
tículo aflora la importancia de la construcción social del significado de jando a un lado la clase social como único actor en este cambio.
sucesos cotidianos que los grupos generan en su interacción socinl. El ar- En este clima, autores como Tajfel, Moscovici, Doise y Billig, entre otros,
tículo nos permite trascender la idea de temporalidad como una cuestión van u proponer el estudio del grupo, de las minorías como agentes de cam-
biológica y planteamos la posibilidad de entender el paso del tiempo co- bio de las formas de pensamiento social y de las formas de interacción en-
mo vivencias significativas culturales que van más allá de las personas. tre los grupos. Los artículos de Marco A. González sobre La Teoría de Las
Relaciones lntergrupales, y de Jorge Mendoza sobre la Influencia Social Mi-
El significado social que los individuos o grupos construyen de su cotidia- noritaria dan, en sus respectivas áreas, una panorámica muy interesante de
nidad compartiénd ola se llama representació n social, y su estudio ha sido la develación desde la psicología social, de la ideología, de la acción social
esencialment e sociológico y europeo. Fue Durkheim el primero en acuñar y del cambio.
el término de representacio nes colectivas para distinguir el pensamiento Hablar, en este sentido, de la posibilidad del ~mbio en la construcción
colectivo del pensamiento individual y darle de esa manera continuidad a colectiva de nuevas formas de pensamiento social, supone el estudio de los
la polémica de la diferenciació n entre la psicología y la sociología de prin- grupos y la influencia social como teorías que toman posiciones ante
cipios de siglo XX. los cambios que vive la sociedad actual.
En el estudio de las representacio nes sociales se cristaliza y adquiere
tono la polémica centrada en el cientificismo de la época y la necesidad de Un elemento fundamental en la construcción histórica de esta psicología
romper con toda una idea de conceptuar al sujeto y al objeto. El ámbito social de corte colectivo, es la irrupción de las masas o de las multitudes en
del sentido común o el estudio de lo cotidiano que, como mencionamo s el escenario social. Lo importante de la psicología de las multitudes es,
anteriorment e, caracteriza a la psicología de corte construccionista, encon- en· mi opinión, la posibilidad de pensar el fenómeno colectivo como senti-
tró un interlocutor legítimo en la teoría de las representaciones sociales al miento, como emoción, como psique colectiva. La Psicología de las Multitu-
centrarse en el sentido común, en donde el conocimiento es creado a partir des, de Salvador Arciga, da cuenta profundamen te de estos sentimientos
del saber de otros ámbitos, por ejemplo el de la ciencia. (Moscovici: El Psi.- colectivos que generan el alma de la multitud.
coanálisis, su imagen y su público). Este artículo resulta muy interesante en el sentido de que propone una
Como toda teoría socinl, la teoría de las representaciones sociales se ha nueva forma histórica de abordar la psicología de las multitudes, tradicio-
venido transforman do y ampliando en estas últimas tres décadas, de allí la nalmente conceptualiz ada como el estudio de un fenómeno sin control,
importancia del texto que nos presenta Marco A. González: La Teoría de criminal, al abordarlo como un fenómeno con vida propia que le da signi-
las Representaciones Sociales, en el cual se propone hacer un análisis de la ficado y expresión a todo un sentir colectivo de un pueblo como, por ejem-
evolución conceptual y crítica que ésta ha tenido. plo, el carácter, la tradición, el folclor o el espíritu religioso.
El estudio de las representacio nes sociales se vuelve un tópico obligado Un elemento que llama la atención en este artículo es el papel que jue-
en todo discurso psicosocial; en este sentido creo que resulta muy apropia- gan tanto las generaciones como la cultura -fenómenos de corta y larga
do incluirlo en un texto sobre significados colectivos actuales. duración, respectivam ent-, factores que se expresan en creencias, lengua-
je, inventiva, etcétera, y que se imponen en las multitudes y los individuos
Cuando Harré postula que la psicología social era una ciencia autónoma (por ejemplo, la idea de self de crianza como patrones subjetivos que here-
para contrastarla con la idea predominant e en la década de los 70's de dan los grupos, obedece a esta misma idea).
"Autómata", estaba haciendo referencia a la aplicación de ésta en los pro-
cesos políticos y sociales que vivía la sociedad. Esta toma de posición lleva- El reconocimiento del papel activo y creativo del sujeto de la psicología so-
ría a la psicología a participar en la explicación de la ideología y de los cial permite reconocer la importancia que tienen tanto los factores "objeti-
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vos" -medios de comunicación y mecanismos de socialización-, como los


"subjetivos" -la comunicación y el espacio de la vida cotidiana.
En este sentido, Oiga Bustos nos plantea en su artículo Género y sociali-
zación: familia, escuela y medias de comurúcación, que el género es la cons-
trucción social de lo femenino y lo masculino; es decir, el espacio de comu-
nicación entre los géneros. Así,, los mecanismos de la socialización como
los medios, la escuela y la familia a través de la comunicación, la cultu- EL LENGUAJE: VERSIÓN CALLADA
ra, los roles y el currículo oculto reproducen las diferencias de género.
Un elemento que resalta en este trabajo es el análisis que la autora hace PABLO FERNÁNDEZ CHRISfLIEB11-
desde la epistemología a los paradigmas cientificistas que adolecen u obs-
curecen las relaciones inherentes al poder que perpetúan la dominación INTRODUCCIÓN: EL ESTILO
de la mujer. Es evidente que el discurso de la ciencia como el de otras ins-
tituciones han influido enormemente en que los estudios sobre la mujer Hablamos muy bien, es decir, utilizamos metáforas, tartamudeos, repeti-
sean relegados; sin embargo, los grupos feministas al incursionar en el ám- ciones, barbarismos de varias clases, adjetivos, balbuceos, repeticiones otra
bito de la ciencia han logrado contrarrestar este dominio. Para concluir, vez, equivocaciones, diciendo una cosa por otra, levantando la voz, baján-
Oiga Bustos propone distintas acciones o estrategias para lograr cambios dola, a veces muy rápido, luego despacito, con gestos, manoteos, adema-
en la estmctura social, de tal manera que se logre la equidad entre los gé- nes, que pueden ser hablados, o escritos. Los puntos suspensivos en un tex-
neros. to son un gesto puesto por escrito, de hecho un poco sobreactuado; las
comillas parecen levantar las cejas entre irónicas e incrédulas. Hablamos y
Finalmente, en Introducción y notas a WU1 psicología perdida, Pablo Femán- escribimos muy bien, sacrificando la gramática y la lógica y la dicción, o
dez Christlieb nos remite nuevamente a la afirmación de Octavio Paz cuan- sea, con estilo. Todos estos incidentes del lenguaje son lo que constituye el
do ejemplifica los procesos históricos de larga duración: las transformacio- estilo peculiar e interesante de lo que la gente dice, para fortuna de quien
nes de las mentalidades y los sentimientos. En este trabajo, Femández lo oye, porque un lenguaje correctísimo y sin sobresaltos sería muy aburri-
Christlieb rescata una psicología del significado, no de cualquier significa- do, como cuando se oye a un abogado leer un acta de constitución de una
do sino de los significados "intensos" -emociones, afectos, el conocimiento empresa. Lo interesante del que habla o escribe radica más en el estilo,
sensible-- que la psicología académica y cientificista han expulsado de su más en el modo de decir las cosas que en las cosas que dice, aunque, evi-
parcela. dentemente, si no tiene nada que decir, el modo de decirlo será igual de
A través de un recorrido que se inicia con In teoría psicológica de Susan- vano. El estilo es esa cualidad del lenguaje por la cual el que habla queda
ne Langer, desconocida por los psicólogos académicos, la cual propone como implicado en lo que dice, atrapado y comprometido en sus pala-
como elemento fundamental de la mente al sentimiento, pasa por la psico- bras, como pasando a formar parte del lenguaje que pronuncia; uno está
logía de la Gestalt y las reflexiones de William James sobre la conversión, dentro de lo que dice, y por eso aparecen en el lenguaje cosas suyas, como
lo que le permite recuperar la noción de forma y sus implicaciones moná- prisas,. pausas, musicalidades, que no están en las palabras. Flaubert dice
dicas. Al continuar con el análisis de la empatía -otro término proscrito que "el estilo es la vida: es la sangre misma del pensamiento". Por el con-
por el cientificismo- a través de la noción hergsoniana de duración, y con trario, un lenguaje sin estilo está deshabitado, como si lo emitiera una gua-
las reflexiones de Rossi sobre las multitudes, Femández Christlieb muestra camaya mecánica.
el carácter colectivo o cultural de la sensibilidad, las emociones, afectos; es
decir, el carácter histórico de los sentimientos. .. Doctorado en Ciencias Sociales por el Colegio de Michoacán. Profesor de tiempo com-
pleto del Departamento de Psicología de la UNAM. Línea de trabajo: psicología colectiva. Ha
GRACIA DOMINGO IBÁÑEZ publicado, entre otras obras, El upírilu de la calle. Psicología polúica de la cultura cotidiana.
(U. de G, 1991); La Psicolog(a colectiva unftn de siglo más tarde (Anthropos, 1994); La afectivi-
dad colectiva (Tawus, 2000), así como artículos en diversos libros y revistas nacionales e inter-
nacionales, y colaboraciones en diarios de circulación nacional.

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14 SIGNIFICAD OS COLECTIVO S: PROCESOS Y REFLEXION ES TEÓRICAS
EL LENGUAJE: VERSIÓN CALLADA 15

Como puede advertirse, estos gestos del lenguaje no contienen ninguna cación, ni símbolo de las cosas, ni ninguna otra definición que lo reduzca:
informació n constatable , por lo cual, en rigor, no son un modo de decir, el ~ a este contexto, es a ella arte de la realidad que puede
sino más bien un modo de callarse a medida que se va hablando: los titu- fiííblars~,2 de modo que se excluyen la notación musical, la clave Mors~ y
beos, las alteracione s o las comas y saltos de párrafo son como silencios similares, o el lenguaje matemático . Y por el momento, tampoco tiene caso
que se van repartiendo aquí y allá por el lenguaje. Como muletilla, como distinguir entre palabra, nombre, frase, sentencia, oración, enunciado, dis-
estribillo, este silencio rodea e interrumpe las palabras, y asimismo, pare-
curso, etc., porque tales distincione s no vienen al caso, ya que existen
cería que las palabras exudan o secretan silencios. 1 Sin embargo, este si- enunciado s univerbale s, monofrásti cos, de una sola palabra, y, por el con-
lencio inscrito en el lenguaje es un modo de callar o de no decir que mues-
trario, existen nombres hechos de muchas palabras; se supone que todo el
tra sin nombrar todo aquello que queda por ser dicho cada vez que se Antiguo Testament o no alcanza ni siquiera a pronunciar el nombre de
habla. El estilo es un silencio elocuente.
Dios. Cuando se dice, por ejemplo, "creo en tu palabra", por lo común se di-
De lo que se trata, efectivame nte, es de revisar al lenguaje desde el pun-
jeron muchas. 3 Las distincione s del lenguaje están en los modos de decirlo.
to de vista de este silencio, porque es en él donde, al parecer, está la gente
que habla, la vida del vocabulari o, lo que siente y lo que sabe, y entonces,
en suma, está la realidad del lenguaje, que sólo es real cuando está habita- 2 Parece que la "oralidad" del lenguaje es inexorable, no así la escritura,
por lo cual un
do, es ~ecir, cuando tiene a la sociedad dentro. sistema sígnico que no "se diga", sino s61o se escriba, no es lenguaje. Desde su punto de vista
cognoscitivo, Gardner dice que "el lenguaje escrito 'cabalga' sobre el lenguaje oral, en el senti-
do de que no es posible seguir leyendo normalmente si se han destruido las áreas del lenguaje
EL LENGUAJ E EN GENERAL oralauditivo" (1993, p. 125).
Hay dos cuestiones que conviene precisar respecto el lenguaje:
En general y por lo com~n, el lenguaje es lo que el lector está leyendo y lo na: el lenguaje proviene de sí mismo, o sea, que no debe buscarse una causa que lo pro-
que necesita para entenderlo . Ni sistema de signos, ni vehículo de comuni- ca ni una función que cumpla: no proviene de las necesidades de la evolución, con el ar-
gumento de que con la adquisición del lenguaje la especie pudo dominar y controlar mejor su
medio ambiente y ampliar así sus expectativas de sobrevivencia; tampoco proviene de las ne-
1 El silencio tiene alguna forma,
cesidades de cooperación y comunicación entre los individuos. Como dice Susanne Langer,
y de hecho, puede plantearse que el lenguaje tiene la for- "la hipótesis utilitaria del lenguaje es equivocada" (1941, p. 142). El lenguaje no se hizo fun-
ma del silencio; además de esto, pueden mencionarse otros dos silencios específicos mayores,
damentalmen te ni pare hacer planes de sobrevivencie ni tampoco pera decírselo a los demás:
que están presentes cada vez que se habla:
ambas actividades son secundarias con respecto a le esencia del lenguaje: el lenguaje se hizo
a) La Sintaxis, esto es, la estructura global del lenguaje que ordeno y organiza, desde arri-
para sí mismo y por el puro gusto de crear le realidad lingüística, por la necesidad inmanente
ba, por decirlo así, todo lo que puede decirse y que sin embargo, ella misma no queda dicha a
de que el mundo sea una realidad nombrada. En apoyo de esto, Susanne Langer cita dos vie-
la hora de hablar. Por esto dice Gadamer que "la esencia del lenguaje implica una incons-
jos artículos de J. Donovan de 1891 y 1892 en le Revista Mind:
ciencia realmente abismal del mismo" (1986, p. 147), "es el auto-olvido esencial que corres-
La teoría de Donovan consiste en que el sonido se halla peculiarment e bien adaptado
ponde al lenguaje. Su propia estructura, gramática, sintaxis, etc." (!bid., p. 150). Visto como
para tornarse simbólico debido a que la atención que le prestamos no requiere ningún moti-
sintaxis, el lenguaje es una forma hecha de materia vocabularia.
vo utilitario. "La pasividad del oído permitió que las impresiones auditivas se abrieran cami-
b) Hay otro silencio que miÍ.S bien le subyace al lenguaje, como por debajo de M, y que es
no hacia la conciencie en toda ocasión, indiscriminad amente, fueren o no interesantes; éstas
igualmente inmencionab le a la hora de hablar. Si se imagina al lenguaje como un tren de pa-
penetraron en la conciencia más hondamente de lo que fue posible a las impresiones que po-
labras que corre, que "discurre•, cabe preguntarse sobre cuál vía va dicho tren. En efecto,
dían desbaratarse cerrando los ojos o volviendo le cabeza". Puesto que los ruidos tienen ese
cuando alguien empieza a hablar, puede saber más o menos qué va diciendo, pero lo que no
interés intrínseco o imperativo y puesto que el oído no puede clausurarse, las sensaciones au-
puede sttber el mismo hablante es adónde va a ir a parar, en dónde va a terminar au discurso:
ditivas se hallaban peculiarment e adaptadas para transformarse en elementos "libres" toda
quien habla no puede ir pensando, diciéndose a sí mismo qué es lo siguiente y lo siguiente
vez que carecían de valor biol6gico y para ser utilizadas por la imaginación en un puro juego
que va a decir, y mucho menos su conclusión. El tren se m_ueve, pero es la vía la que lo lleva a
(1941, p. 153).
su destino; pareciera entonces que hay otro pensamiento que va guiando al pensamiento
Dos: el lenguaje no puede ser puesto en oposición a la afectividad, o dicho en otros térmi-
para llevarlo a alguna parte, una especie de pensamiento detrás del pensamiento, alguien
nos, el pensamiento no es lo contrario del sentimiento. El cientificismo de las ciencias socia-
que ya sabe el discurso antes de ser pronunciado. Puesto que este otro pensamiento no puede
les y humanas puso de moda para buena parte del siglo XX la idee de que el lenguaje tiende
pensarse, entonces debe sentirse, de modo que este pensamiento debajo del pensamiento es
a la completa racionalidad, a la absoluta lógica, razón por le cual las matemáticas tendrían
la afectividad, o que el lenguaje tiene una forma, como riel, sobre la cual corre y gracias e la
que ser el modelo de todo lenguaje inteligente y científico, y razón por la cual la psicología, le
cual va hacia un destino aunque no lo sepa. Los pragmatistas norteamerica nos opinaban que
sociología o la antropología, entre otras, se dedicaron a ponerle numeritos a todo lo que en-
es este destino o conclusión lo que aparece desde el principio, y que va jalando hacia al la su-
contraban. La idea de la lógica es que el lenguaje, para ser correcto y pare decir le "verdad",
cesión del pensamiento. i solamente puede ser dicho de una manera, mientras que todas las otras maneras constituí-
f

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16 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS
EL LENGUAJE: VERSIÓN CALLADA
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EL SILENCIO LINGÜÍSTICO
que ahí ~y~~ ~~n~!lje rero que todavía no_i;~.t~--~~i<:_u!!~en
rafaorás..falgo así como un cierto compás mudó, como..si ya estuviera la ca:-
Bueno, pues este lenguaje comienza con un silencio. Sería un poco tonto
deñcía~-el tono, la medida de las palabras, pero todavía no anclara en pa-
opinar que l~iños de.la..p ~ainfan cia,utr minuto antes ~~ _el~.!!!,
labras de verdad. El balbuceo charlatán de estos niños de pocos meses,
prim~~-- palabra, no tie.!!~-~ ~ a nQgQ~~ _lenguaj e, o que_ }'ll ~~en como diría Howard Gardner (1993, p. 115), que semejan conversaciones, o
nahlar percnm-1 odicen: ni la una °!_la_otra; parece más sensato supQner
-- --- ...~- --··...
.
cuando alguien imita idiomas que no conoce, tienen, al parecer, los rasgos
del lenguaje, las formas del lenguaje, con excepción de las palabras. Lo
rían pensamient os defectuosos, plagados de emocionali dad o, como a veces se dice, que hay aquí es en rigor y meramen te silencio, pero no es el silencio de las
subjeti-
vos, por oposición al lenguaje objetivo de las gentes racionales. Pasando por alto el
pequeño vacas o de las piedras ni el de la noche, sino un silencio lingüístico, esto es,
detalle de que tal lenguaje es imposible, un lenguaje totalmente racional serla aquel
que ex-
cluyera al hablante, con lo cual ya no se tendría lenguaje sino un sistema de señales el silencio con que comienza el lenguaje y que ya es parte del lenguaje mis-
de opera-
ción para máquinas, respecto al cual uno quisiera opinar que podría ser muy interesante, mo: un silencio que ya está hecho del material del lenguaje}
pero no puede, porque si interesara, uno ya se habría incluido dentro de él, lo cual automáti- Es este silencio de cuando uno tiene la palabra en la punta de la len-
camente le quita lo racional y le añade lo emocional. En mma, la dicotomía entre lenguaje
afectividad es errónea, y todo pensamien to es necesariam ente emocional, porque
y gua, y efectivam ente, sabe lo que quiere decir pero no sabe cómo hacerlo, y
de otro mientras tanto, gesticula., hace muecas, ademanes y pronunci a sílabas in-
modo no pensarla.
Esto conecta puntualmen te con otra dicotomia equivocada: la de forma y contenido,
y las conexas como si estuviera dibujand o en el aire y tarareand o a capela lo
que le siguen, forma y esencia, forma y sustancia, forma y material, forma y fondo, que todavía no puede ser dicho. 5 El interlocut or no tiene la menor idea de
porque,
por una parte, la instancia afectiva, inclusiva, del lenguaje, está constituida por su forma,
por
las formas de decir algo, y por otra parte, se supone que ese algo es el contenido, lo
que se función, como en el caso de las pelotas o la arquitectura ; cuando la forma es también
dice verídicame nte, de modo que se supone que el contenido o sustancia es el pensamient su ma-
o, y terial, como en la Torre Eiffel; cuando la forma es también su contenido, como en
de donde se concluye que no importa la forma de decirlo, con tal de que se transmita el arte,
el con- cuyo contenido es su forma. En wi articulo cientificista, el exterior (la revista, el título,
tenido. Pero eso no es cierto. Todo material tiene ipsofacto forma, y toda forma es asimismo el for-
mato) y el interior no coinciden: por fuera es ciencia, por dentro cascajo. La solidez/supe
un material: la forma es en sí misma contenido, de la misma manera que la afectividad rfi-
es en cialidad de las formas no es una dicotomía, sino que acepta infinitas gradaciones , y
sí misma pensamient o: si se altera el tono de lo dicho o se sustituyen unas palabras por además
sus si- puede utilizarse como criterio de, precisamen te, la solidez de las diferentes formas de
nónimos, el mensaje de lo que se dijo, y la inteligencia de lo que se dice, también se lengua-
alteran. je. Las formas sólidas son lo que Kandinsky llama "el sonido interno de la palabra"
AJ lenguaje cientificista de las ciencias sociales le sucede que, puesto que éstas son (1910,
pura racio- p. 29), o cuando Guy Debord dice que "la palabra coincide con su acontecimie nto", y
nalidad, intentan transmitir solamente contenidos, pensamient os sustanciales , y sin embargo, cuando
William S. Burroughs dice que "el que escribe debería hacer que las cosas ocurran".
eso mismo tiene una forma, que es sin adjetivos, sin prosodia, sin gracia, y como resulta "Que el
que lenguaje sea uno con su sentido", dice Cortázar. Las formas superficiales es lo que se
la forma era el contenido, el resultado son artículos científicos que no dicen nada. A deno-
la inver- mina "frases huecas", "palabras gastadas", que, en efecto, alguna vez tuvieron resonancia
in-
sa sucede lo mismo: wia serie de palabras, bonitas, musicales, escogidas, que sin embargo
no terna, pero se les fue vaciando.
tienen nada que decir, están faltas de contenido, y terminan siendo formas ampulosas,
gran- 4 La diferencia fwidamenta l entre el silencio lingüístico y
los silencios más crudos, que
dilocuentes y ridículas. En efecto, el pensamient o, la inteligencia, los mensajes, también
tie- son simplement e ausencia de sonido, consiste precisamente en que el silencio lingüístico
nen forma, y si la forma falla, el pensamien to se equivoca, la inteligencia es tonta, los se
mensa- experimenta como teniendo una cierta "corporeida d", o en otras palabras, por la presencia
jes son incorrectos. En suma, no existe la dicotomía entre forma y contenido,
materia, de un ritmo. A Gadamer le parece así: "Un fenómeno que constituye a su vez un momento
función, sustancia o esencia. Ello significa que una forma no es sólo lo que está en la es-
superfi- tructural de todo lo lingüístico: el ritmo. Como ya señalara Richard Honiswald
cie, sino que alcanza el núcleo de las cosas, porque es parte de la forma su peso, su densidad, en su análisis
de psicología del pensamiento, la esencia del ritmo está en su ámbito intermedio entre
su resonancia, etc. El interior se les nota al exterior, como a una cara triste. el ser
alma"(198 6,p. 78).
La distinción entre forma y materia resulta artificial e inadecuada ; el lenguaje es una
dad indisoluble que no puede ser dividida en dos factores independie ntes y aislados,
ma y materia (Cassirer, 1944, p. 188).
·
uni-
en for-

Podría entonces hablarse tal vez de formas sólidas y superficiales: los ejemplos del artícu-
f 5 En efecto, la musicalidad intrínseca del lenguaje, que se manifiesta
incluso cuando no \
y palabras, como en los tarareos o las porras, ha permitido argumentar que el lenguaje
inicia con cantos: "Sepultados muy lejos en los principios de la evolución, la música y
se
el len-
-

lo científico y de la prosa bonita lo son de fomu:u au¡,e,fo:ialea, porque el material que guaje pueden haber surgido de Wl medio expresivo común" (Cardner, 1993, p. 136).
está en /
la superficie, en su apariencia, no llega al fondo del objeto verbal, no alcanza a ocupar El canto, organización del juego vocal, probableme nte precedió al lenguaje. HtJOO una
el nú- época en que toda habla era canto, o -mejor aún- en que esas dos actividades todavía
cleo, sino que ahí se encuentra algwta otra materia extraña, puro aire por ejemplo. no se
Las for- diferenciab an (S. Langer, 1941, p. 152).
mas aólida, son aquellas en donde lo que se muestra hacia el exterior también
puede ser en- Los cantos rítmicos de los miembros de las primeras sociedades homínidas los acompaña-
contrado a través de todo el objeto hasta su núcleo: una manzana es una forma
sólida, ban mientras trabajaban juntos (Danesi, 1995, p. 314).
porque desde la piel hasta el corazón es toda y siempre manzana: el exterior y el interior
coin- Por otra parte, Sir Herbert Read (1955) y Giorgio Fano (reseñado por Danesi, 1995), plan-
ciden en su calidad de manzana. Formas sólidas también son cuando la forma es también
su tean que el lenguaje se inicia como un gesto gráfico, un ademán pintado, o si se quiere,
como

1
18 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS EL LENGUAJE: VERSIÓN CALLADA 19

lo que el presunto hablante va a decir, pero en cambio puede darse perfec- cio: lo que_quieren decir l~ palabras es lo ~e está call~do, y ciertamente)
ta cuenta de la intensidad con que busca en el silencio la palabra que cuando eXISten palabras dichas que ya no tienen la razon de ser del silen- ,
quiere decir: es un silencio inflamado. En suma, y en genera~ el lenguaje, cio, que ya están más bien como desconectadas del silencio, ya están has- /
sea el de los niños, el de un conversador en apuros, el del zoon politikon tante muertas, y se les nota. _/
(que significa aquél capaz de discurso), o el del Horno Sapiens, comienza Este silencio es ya lenguaje, es la fonna callada del lenguaje. Se trata de
con un silencio. Sobra decir, pero por si acaso, que no es el silencio del que un lenguaje en donde no se puede distinguir ninguna palabra porque to-
está pensando, porque es obvio que quien está pensando está simplemente davía están fundidas las unas con las otras, y no se pueden distinguir entre
hablando en voz baja, muy baja, y lo está haciendo consigo mismo. sí, de manera que todas las palabras son un mero titubeo ansioso e incom-
· El silencio es la forma del lenguaje que está por el momento más allá de petente, que es lo primero que se le oye a todo aquel que empieza a hablar
lo que puede decirse, y no tiene la fonna del mutismo o la mudez, sino la de improviso. Es como si todas las palabras que todavía no existen esruvie-
forma del pasmo y la sorpresa de cuando algo tiene que ser dicho, de que ran amasadas, compactadas, derretidas en una sola inmensa palabra del
\
) eso de ahí enfrente tiene que tener un nombre que debe ser pronunciado tamaño de todo el lenguaje, y que ya por eso mismo es absolutamente im-
) necesariamente, pero el nombre que debe ser pronunciado tarda en apare- pronunciable. Para decir algo finalmente habría como que ir separando
\ ceref a los niños que todavía no han hablado se les nota a menudo que es- partículas de aquella mole lingüística callada. Al mismo tiempo, pareciera
~ trabajando con esa. maravilla, y por eso andan con sus caritas asom- que el lenguaje se encuentra disuelto, desparramado en el resto del mun-
bradas, pero igual a cualquiera en el proceso de pensar o de escribir, que do, confundido con el secreto de las cosas, con la chispa del tiempo y con
están moviéndose dentro de las cadencias del silencio, que ya están dentro el vacío del espacio que también andan flotando por ahí en el mismo esta-
de la forma del lenguaje aun cuando todavía no dentro de las palabras. do de disolución, y por lo cual, no es del todo correcto aseverar que el si-
Eso dice Gorostiza en Muerte sin Fin: "oh-inteligencia, soledad en llamas, lencio del lenguaje sea solamente acústico; a lo mejor, como presupuso la
que escucha ya en la estepa de sus tímpanos, retumbar el gemido del len- Teoría de la Gestalt, también es visual y táctil, !cinético y olfativo; el silen-
guaje. Y no lo emite". Este pasmo es, por ejemplo, el lapso que se da entre cio es un sabor de la vida que no puede pronunciarse. En rigor, el silencio
una pregunta y una respuesta: a cualquiera que se le pregunta la hora en vendría a ser el punto de contacto del lenguaje con todo lo que no es len-
la calle, por un instante pone cara de que está viendo a Dios, y casi: está guaJe.
viendo venir las palabras que va a proferir.
Como decía Eliot en su Miércoles de Ceniza M, la palabra que no está EL LENGUAJE POÉTICO: EL NOMBRE DEL SILENCIO
dicha ni escuchada de todos modos es palabra, "la palabra sin palabra",
"la palabra silente", y algo le debe haber dolido a Eliot porque después de Si el silencio dura lo suficiente, aparecen las palabras. El primer lenguaj~
,,,-eso dice: "oh pueblo mío, qué te he hecho". Y tiene razón, porque, en efec- que aparece reproduce, por la vía de las palabras, las cualidades formale~ ~.
_/ to, el silencio es un momento tréD?-ulo del lenguaje, es, por decirlo así, del silencio: su ritmo, cadencia, vaivén, y es entonces como una especie de l
j cuando existe la mayor fascinación por la realidad y la mayor necesidad resonancia, o tintineo, del silencio que le antecede. 6 Es que en rigor en ge- )
•1 de ser nombrada, de decir cómo se llama el mundo, qué nombre tiene la ,.--
) vida, y es justo cuando no se puede, pero, al mismo tiempo, es la razón
6 Este trabajo plantea que da lo mismo, que
no importa si este lenguaje se aparece en un
permanente de ser del lenguaje; el silencio es la vitalidad del lenguaje,
grupo que está conversando, en un escritor que está escribiendo, en un niño que está apren-
, aquello que lo mantiene vivo una vez que se articula en palabras; porque diendo a hablar, o en la especie humana que está 81lll!Íendo, pero en todo caso este tipo de te-
' el lenguaje y las palabras solamente están hechos para hablar de ese silen- mas siempre remiten a la cuestión del origen del lenguaje, sobre lo cual ninguna hipótesis
C- puede corroborarse, y para muchos, como Wilhem Von Humboldt, es una hipótesis implan-
teable, y sin embargo resulta un misterio fascinante y recurrente: para 1974 había una biblio-
un tipo de escritura, no alfabética, sino icónica o pictórica, que no se lee, sino que existe en grafía de diez mil útulos BObre el asunto. Es tan ocioso este agradable y popular ejercicio que,
silencio, y sólo ya más tarde es pronunciada: ·Antes de la palabra fue la imagen, y los prime- en 1860, la Sociedad Lingüística de París prohibió a sus afiliados ocuparse del tema del ori-
ros esfuerzos registrados del hombre son esfuerzos pictóricos, imágenes raspadas, picadas o gen del lenguaje, y en 1911 la Sociedad Filológica de Londres hizo otro tanto (M. Yaguello,
pintadas en las superficies de las rocas o de las cavernas" (p. 16), ,¡ cita, como ejemplo, pintu- 1994, p. 141; K. Mandoki, 1994); al parecer, esta prohibición se levanta hacia 1970. De cual-
ras rupestres en Pech-Merle y Lascaux, en Francia, de Morella, Alhacete y Altamira, en Espa-
ña, y de Nswatugi, en White Waters, Rhodesia (Ibid., Lams. 1 a 9).
--------·
quier manera, las distintas teorías r~eecto a l - º ~ esencia del lenguaje pueden clasificar-
~ en tres: 1) las t~.ri_as del le~aje como convención, según las cuafesro--~e--se-p"iiede
---. ·-···· - ........ -···· ·······-----·---·-··-----------·---~-- -
20 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONE.S TEÓRICAS EL LENGUAJE: VERSIÓN CALLADA 21

neral el lenguaje no surge, al parecer, para la comunicación, pero tampoco que pertenece a su dimensión, y por eso, en verdad, lo que nombra el len-
surge para nombrar muebles, herramientas, democracias, plantas ni pla- guaje son silencios, o sea, algo que en sí mismo forma parte del lenguaje.7
~
netas, ya que nada de esto, sea lo que sea, puede ser tocado con el leogua-
\J? porque no está hecho de lenguaje: el lenguaje solamente puede tocar lo
Lo que hace el primer lenguaje es _c!.ª!.~-ilencio, y como di-
~~~!lcio no_<:~:mt~ningiín-mensaj~ ni ninguna i n q ~ c i ~ e - ·
~-ún~ca~~_ri_t~ ~~.-~dencia mu~a y atractiva, entonces el ~e~~
n o m b ~ ~ - ~ ! . m l«? -e. dice-sirio-en cómctlodice, en-~;-;:;¡0-
i decir de algo es su nombre, y que argumentan que este nombre es arbitrario, razón por la
'jcual siempre es correcto, con tal de que se entienda, y cuyo ejemplo serían los juegos de len- ciaacf, armonía, consonancia, gravedades, etc. Es una mimesis dclsuencro:
aje de Wittgenstein; 2) la teoría del lenguaje como instrumento, según la cual el lenguaje va es un lengua1e munétíco.~ruiios que acaban de aprender a hablar se la
etenninando su significado por su uso, y 3) las teorías del lenguaje como naturaleza, según pueden pasar cantaleteando, repitiendo frases, profiriendo vocablos que
) las cuales existe una relación entre el lenguaje y su objeto: el lenguaje es apofántico, co~o di-
no entienden e incluso no existen, con esa "hambre de nombres que apare-
/ ría Aristóteles, esto es, revela su objeto. Éstas se pueden enumerar como sigue:
· _/ a) La teoría de la interjección, que Max Müeller, en 1861, denomina "teoría pol;i-pooh", ce a cierta edad", como dice Cassirer (1944, p. 199), y en general diciendo
cuya.traducción posible sería "ay-ay", según la cual el lenguaje proviene de las exclamaciones cosas sin sentido por el simple hecho de que suenan bonito, porque, efecti-
espontáneas, donde la voz corresponde a las emociones de espanto, alegría, etc., que como vamente, a esas palabras es a lo que suena el silencio: por eso dicen que los
dice Rousseau, es "el grito de la naturaleza".
niños están locos, exactamente tan locos como los poetas, esqs niños que
b) La teoría de la onomatopeya, llamada por Müeller "teorías bow-bow", aunque en cast&
llano todo el mundo les diría teorías "pío-pío", que es nuestra onomatopeya favorita, según la de adultos siguen haciendo lo mismo, 8 tratando de decir lo indecible y de
cual las raíces del lenguaje son imitación de los sonidos de la naturaleza.
crLa "teoría ding-don¡(, o teoría de la metáfora, cuyo título viene de la resonancia de la
7
naturaleza en el lenguaje, que es lo que serían las metáforas, y donde el lenguaje ya no es uni- En efecto, en sentido riguroso, lo único que puede nombrar el lenguaje es lenguaje, o si-
tación sino creación -según Ahbagnano-, o se compone de respuestas instintivas orales, lencio lingüístico: ése es su único referente verdadero. Sin embargo, hablar en este sentido
como la palabra "mamá" -eegún Danesi. riguroso restringiría demasiado la posibilidad del argumento, y por ello para el silencio se uti-
d) Al parecer, Otto Iaspersen, en 1922, añade la "teoría ya-h&ho", o de cantos comunita- lizan sinónimos o metáforas, tales como precisamente "referencia" (Ricoeur) o "cosa" (Gada-
rios, donde el lenguaje surge cantando, cuya denominación se parece sospechosa pero ad& mer} u objeto, porque, en efecto, hay que hablar de algo, pero, como coinciden todos los auto-
cuadamente a la canción de los enanitos de Blanca Nieves según Walt Disney, quienes, en res, siempre se dice más de lo que se enuncia:
efecto, cantaban mientras trabajaban para acompañar el golpeteo de sus zapapicos para ali- Lo dicho remite a lo no dicho (Gadamer, 1986, p. 151). El lenguaje apunta siempre más
gerar la jornada. allá de sí mismo (Ibid., p. 174).
e) Finalmente, la teoría ic6nica o pictórica, sin sobrenombre alguno por razones eviden- La poesía dice más que lo que enuncia (Pfeiffer, 1936, p. 53).
tes, en donde el lenguaje es una especie de retrato o correspondencia 1:1 con el objeto-!ICSÚII El lenguaje se dirige más allá de sí mismo. La referencia expresa el movimiento en que el
Abbagnano-, como en el caso del lenguaje matemático, y preconizada por Russell y el positi- lenguaje se trasciende a sí mismo (Ricoeur, 1976, p. 34).
vismo lógico, o bien como una escritura ic6nica, que después se lee, o una visión de la reali- El poema dice más, no menos, que lo que el lenguaje ordinario puede comunicar (Eliot,
dad, que después se pronuncia (datos de las diversas teorías tomados de Ahbagnano, 1961, citado por S. Langer, 1967, p. 114).
y/o Danesi, 1995). 8 Por esto Gardner (1993) plantea
que la inteligencia lingüística tiene que ver más con el
Según el grueso de las diversas teorías del lenguaje como naturaleza, habría una especie sonido de las palabras que con el mensaje o utilidad de las mismas: "Algunos distintivos del
de ósmosis óptico-audio-oral, merced a la cual lo que se ve y se oye se puede reproducir en el futuro poeta son la fascinación con el lenguaje, la facilidad técnica con las palabras, más que
habla, o como diría la Teoría de la Gestalt, hay cualidades visuales y cualidades auditivas el deseo de expresar ideas (p. 113). La sintaxis y la fonología están cerca de la médula de la
que tienen la misma forma que cualidades orales o vocales o lingüísticas, de suerte que se inteligencia lingüística, en tanto que la semántica y la pragmática incluyen entradas de
está hablando de una onomatopeya tanto acústica como visual. Danesi cita dos ejemplos de otras inteligencias (p. 117). Muchos infantes retrasados mentales despliegan una habilidad
esta ósmosis; por una parte, el de las vocales: en la pronunciación de la "i", los labios se acer- sorprendente para dominar el lenguaje -en particular sus aspectos fonológico y sintáctico
can, y dicha letra se usa para palabras que expresan cercanía, como "aquí" en español, medulares- aunque tengan relativamente poco que enunciar de importancia" (p. 121).
"here" en inglés, e "ici" en francés; por el contrario, en palabras que expresan lejanía, como Un ejemplo extremo lo da J. M. Briceño Guerrero, filósofo y filólogo venezolano, en una
"allá", "far" o "la-bá", se usa la "a", donde los labios se distancian al pronunciarla. Respecto novela que se llama, ni más ni menos, Amor y Terror de laa Pal.abras:
a los gestos sucede algo similar: el enojo, por ejemplo, emplea volumen alto, y concuerda con El encanto estaba sobre todo en las palabras mismas, en su sonido, en las relaciones de
las cejas en alto y los brazos en alto; la urgencia, la necesidad de que se haga algo rápido, se sus sonidos, en el parentesco oculto de las letras, en la secreta correspondencia de las silabas,
expresa mediante la aceleración de la dicción y el incremento de la taza de habla, como si di- cómplices en un juego clandestino, de espalda a los significados . . . En la infancia aprendí
ciendo mucho en poco tiempo equivaliera a hacer algo, y pronto; asimismo, los gestos manua- con placer nombres y proverbios de cuyo significado no quiero acordarme. Me gustaban los
les son copiados ecoicamente con la voz: si las manos se abren para expresar algo grande, la trabalenguas más que las golosinas. Paladeaba hechizos y conjuros gloslálicos como si fueran
voz también se prolonga: "graaande"; la boca se hace grande; con lo pequeño, se hace chiqui- caramelos. Mi juego favorito era hablar en una lengua inventada sobre la marcha: astrapalún
ta, con "i", como los diminutivos en castellano. galabir decía un compañero y yo le respondía de inmediato paslacatar iniciando así un diálo-

l
22 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS EL LENGUAJE: VERSIÓN CALLADA 23

escribir lo innombrable, como decía la Nóbel sudafricana Nadine Gordi- come lagañas - cómelas tú porque me engañas", "qué te importa/ come
mer; dialogando con eso oscuro, como dicen múltiples poetas. Asimismo, el torta", "voy derecho y no me quito/ si me pegan me desquito", "no respon-
lenguaje religioso, como el que se usa en las misas, blancas o negras, al do chipote con sangre/ sea chico o sea grande". Al menos en el castellano
igual que los lenguajes llamados primitivos, por ser justamente el primer de la Ciudad de México, estos argumentos son irrebatibles, y el perdedor lo
rlenguaje que aparece, también son denominaciones del silencio. Por eso, reconoce y se queda hundido en su derrota, porque no se basan en la lógi-
\ el primer lenguaje es un lenguaje poético, aquél cuyo contenido es su for- ca, sino en la rimo. y la métrica. Los adultos lo siguen haciendo, porque tam-
ma y cuya forma es su contenido, o, puesto de otro modo, que lo único que bién ganan argumentos o convencen a sus interlocutores con frases como
-·<, dice es la manera en que lo dice, o, como define a la poesía un poema de "el que calla otorga", "a Dios rogando/ y con el mazo dando", "soy total-
¡ Haroldo de Campos: "poesía, no tienes mensajes, tu contenido es tu fonna, mente Palacio", "Coca Cola es así" o "y sin embargo se mueve", 10 que no
{_ya sabes contar ninguna historia, y por eso eres poesía". son verdaderas porque digan algo, sino por la forma en que suenan, y di-
1')Quizá la manera de notar que un lenguaje es poético es que sus pala- chas de otra manera ya no funcionan: los doblajes de las películas mues-
Jjras no pueden ser sustituidas por otras; el orden en que están dichas no tran esta imposibilidad. Palabras como Hosanna, Aleluya, Eureka, y la lis-
puede cambiarse, y en general es intraducible, 9 porque lo que dice radica ta de palabrotas que tiene cada idioma, que son palabras "fuertes", no por
estrictamente en la forma de decirlo, y decirlo de otra manera es decir otra · lo que dicen, sino porque usan letras fuertes como la "p", la "t", la "k", son
cosa: cuando lo que alguien dice sólo podía ·ser dicho así y no existe otra todas poéticas por musicales e intraducibles, y porque contienen exacta-
manera de decirlo. mente lo que dicen de suerte que eso nunca podrá ser dicho de otra manera.
Ejemplo de lo anterior son ciertos argumentos de los niños ya mayorci- La razón por la cual este lenguaje es intraducible es porque no son pa-'---- ,
tos que usan para ganar sus debates, y son del tipo de "cómo te llamas/ labras que quieran decir algo, sino que ese algo es ya de por sí la palabra: /
un poema no dice cosas, sino que la cosa que dice es el poema mismo. Si
se le cambia una palabra, una coma o lo que seo., se altera la cosa, es de-
go como nunca he tenido mejores; decíamos que era francés o turco o chino según el parecido
cir, deja de nombrar el silencio que estaba nombrando, un silencio que es
con el habla de esos extranjeros, a quienes por cierto ponía yo más cuidado sin entender, que exacto. Por ello a un niño no se le debe preguntar qué quiso decir en su SCL..
al maestro, entendiendo. Oir conversaciones de lejos era tranquilizante como el ruido de la lilóquio o cantaleta. Se entiende que el lenguaje poético no pueda ser divi-
lluvia y yo intentaba siempre oir regaños y discursos como quien oye llover. Pero lo que más dido en sus palabras, y de hecho no está en rigor compuesto de palabras,
me agradaba era quedarme a solas, sin testigos, para desatar las palabras de su significado,
sino que es, todo él, junto e inseparable, "la palabra", una especie de úni-
para soltarlas; repetía en voz alta una palabra cualquiera y la seguía repitiendo, a veces en
grito pleno, a veces en susurro, hasta que perdla todo contenido, toda referencia a las cosas. ca conjunta palabra que, por lo demás, al no ser substituible, no es, tampo-
En un primer momento de liberación la palabra pelicano podla agredirme como una serpien- ·co, interpretable, porque es lo que es y ninguna otra cosa. Por eso a un
te enfurecida y la palabra serpiente acariciarme las sienes como el viento veranero. Pero una poeta nunca se le debe preguntar qué quiso decir con su poema. Si se ob-
vez en libertad completa, la voz repetida rompía las estructuras de mi mundo y abría un ám-
serva la forma de un poema, que es conciso y carece en lo posible de pala-
bito misterioso de inminente peligro indefinible donde resollaba el sagrado terror de la locu-
ra. Hula yo entonces y esperaba horas, días o semanas hasta reunir el suliciente valor para bras que sirven para conectar, modular, especificar, graduar, etc., esto es,
volver (1987, pp. 15, 16, 17, 18). carece de todas las palabritas que sirven para ir aclarando lo que se dice,
9 Esta intraducibilidad contiene en sí el grueso de las cualidades del lenguaje poético: su implica que el lenguaje poético no contiene claves o códigos para su inter-
unidad o identidad con respecto a lo que enuncia, el hecho de que el hablante o poeta sea pretación, cosa que, ciertamente, ni el lenguaje infantil ni el religioso los
como interior al lenguaje, el papel no comunicativo que juegan las palabras, y la oorrespon-
dencia o no-arbitrariedad de tal lenguaje; ciertamente, como dice Gardner, "no podemos tole-
tienen tampoco.
rar ningún sustituto para loe versos de T. S. Eliot":
La prueba infalible para distinguir la poesla de la no poesía es la imposibilidad de tradu-
cir la poesla (Pfeiffer, 1936, p. 39). El objeto sólo se nos da con el lenguaje, en el lenguaje y
por medio de él: buscar algo tras la expresión verbal es buscar en el vacío. Es intraducible. El to Este tipo de frases suelen ser de ocho sílabas (aunque de siete, once y doce, también
contenido no puede darse sino justamente en tal forma y de tal modo (!bid., p. 16). son usuales), acentuadas en la tercera o en la segunda y cuarta sílabas, es decir, respetan la
Al final queda patente un ideal semántico que en un determinado contexto sólo reconoce métrica de los versos menores del castellano, de modo que resultan atractivas por su propio
una expresión y ninguna otra como correcta, como acertada. El lenguaje poético podría estar ritmo, independientemente de lo que digan. Puede notarse que muchos títulos de películas
aqul en la cima (Gadamer, 1986, p. 172). exitosas como "Al Este del Paraíso" o "Lo que el Viento se Llevó", al igual que slogans publi-
El significado del poema sigue estando inherente en sus palabras (Gardner, 1993, p. 135). citarios, son atractivos porque utilizan esta métrica.
r
24 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCF.SOS Y REFLEXIONF.S TEÓRICAS EL LENGUAJE: VERSIÓN CALLADA 25

Y asimismo, para entender un poema no se necesita un diccionario, por- 29). Borges tiene razón, "en las letras de rosa está la rosa, y todo el Nilo en
que aquí las palabras se utilizan como quieren, y si alguien, ~mo Octavio la palabra Nilo".
Paz, dice "un surtidor de luz, un chopo de agua", ciertamente, la defini-
ción de "chopo" no va a servir de mucho, porque no está diciendo eso. En La Familiarización del Lenguaje Poético
efecto, el lenguaje poético es un idioma nublado, indefinido, en donde
cada palabra se traslapa con las demás, porque lo que está diciendo en úl- El lenguaje poético es acuciante; es algo así como el lenguaje en carne
tima instancia es el lenguaje completo, el vocabulario completo que se en- viva; pero no se puede andar así todo el tiempo, como tampoco un raspón
cuentra en el silencio: cada palabra es todas las palabras y por eso se pue- se la puede pasar ardiendo de por vida: termina por dejar de arder aun-
den mover, colocar independientemente de la Real Academia de la que siga ahí, y termina por salirle costra; y así con todo. Si a uno le gusta'.
( Lengua. Podría decirse que lo que describe el primer lenguaje que surge mucho un poema cualquiera, y lo anda repite y repite y hasta se lo apren- ,
) del silencio es el estado de ánimo del mundo, o más bien, en el lenguaje de, llega bastante pronto el momento en que se pierde la razón por la cual ,
\.e_oético el mundo es un estado de ánimo. le gustó tanto, aunque ahora se lo sepa mejor: el poema perdió el encan- ·
Y en efecto, en este ambiente de bruma, o "aroma", como lo llaman to de nombrar el silencio. En efecto, si al lenguaje poético se le deja durar......,,
Greimas y Fontanille (1991, p. 21), el que habla todavía se encuentra con- lo suficiente, sufre una especie de fatiga en la sensibilidad: se acostumbra,
fundido, mezclado con lo que dice y con lo dicho, como si no hubiera de- y es como si le saliera una suerte de costra, de cáscara, a la carne viva de
marcaciones o fronteras claras entre el hablante, el lenguaje y el silencio sus vocablos, y como en toda costra o caparazón, está más duro pero se
que se llama mundo: el ritmo del lenguaje envuelve a quien lo habla, y con siente menos, lo cual es necesario para que así, cada vez que se mencione,
eso se logra participar en el ánimo de las cosas. Por eso a mucha gente le por ejemplo, la muerte, uno no tenga que andar sintiendo que se muere.
gusta recitar en voz alta, porque, en su sentido más genuino, el lenguaje Es como si las palabras, a fuerza de acompañamos, empezaran a volverse
poético es el que establece un contacto más estrecho con la realidad lin- como de la familia, a familiarizarse, y uno ya puede así decir "me muero
gualizada: toca más directamente lo que pronuncia; ahí, el conocedor to- de hambre" o "me dan ganas de matarte", sin que verdaderamente haya
davía se revuelve con lo cognoscible: logra decir lo que se siente el silencio. que irse preparando para el funeral. _filJenguaje.. poético,--euando dµra ~~
Puede advertirse en los que recitan, cantaletean o rezan, que el lenguaje suficiente, se convierte en~~aje familia~
poético no se le dice a nadie, sino a sí mismo: no es un lenguaje de comu- ' ~ i l i a r utilizalaspalabras creadas originalmente por el
nicación sino de nominación; es como si uno hablara con las cosas que
nombra, como sucede con los niños que preguntan el nombre de las cosas,
lengííaíe poético, en espec~al_
las metáforas, 11 y ya luego las metonimias, si-

nada más para decírselo a las cosas.


Pero, a fin de cuentas, el silencio sigue y seguirá callado, y por lo tanto ~ La metáfora es un tema en si mismo; hay quien ~pina que es el alma d~l le~aje, "la
el lenguaje poético no reproduce o representa una realidad ya existente, ley de la vida del lenguaje" (S. Langer, 1941, p. 166). S, los tropos en el lengua1e conslSten en
el empleo de palabras en sentido distinto al que propiamente corresponden, el tropo_ d~ la
sino que, por el hecho mismo de haberla nombrado, crea, estrictamente, la metáfora consistiría en describir un objeto con palabras que corresponderían a la descnpc1ón
realidad que nombra, que es una nueva forma de la realidad, que no esta- de otro objeto distinto, por ejemplo, describir al sol como si se estuviera d'."".'"hiendo una
' ha ni antes ni en otra parte: se trata de una realidad de la cual su nombre sonrisa describir un baile como si fuera una guerra; el depone como una rehg1ón, la compu-
~ forma parte, de una realidad que está hecha de su nombre. Así que sola- tación ::Omo una epopeya, la sociedad como un animal, el universo como una máquina, e~.
Lo esencial es que, por virtud de la metáfora, se puede decir lo indecible, nominar lo innomi-
'-m.ente desde una posición exterior al lenguaje, como de burócrata de la nado, pronunciar lo impronunciable, toda vez que se trata del recurso de darle a algo el nom-
lengua, es que se puede admitir que el lenguaje sea arbitrario, o como dice bre de otra cosa. "La metáfora consiste en 'la presentación de los hechos de una categoría
Eusebio Rubalcaba, "ese equívoco terrible en el que se funda la lingüística con la expresión apropiada de otra categoría'" (Turbayoe, 1962, P·. 2~,. citando a Gilbert Ry-
contemppránea, el de la arbitrariedad de la lengua", porque, como dice le) y los demás tropos derivan de ella. Esta es ya de por si una defm1c1ón manoseada, gasta-
da: de la metáfora porque, para empezar, para ser la ley de la vida del le~aje, ~ta.muy
Gadamer (1960, p. 501): "Uno busca la palabra.adecuada, esto es, la pala-
poco poética. En efecto, el desarrollo de la metáfora_ m~estra bien el s~ces1vo endurec1m1~to
bra que realmente pertenezca a la cosa, de manera que ésta adquiere así del lenguaje. Ciertamente, las metáforas, en su surgumento, no son n'. asuntos comparauvos,
la palabra". Kandinsky dice que "la palabra es un sonido interno que sur- ni son concientes, ni constan de un elemento literal y otro figurado, smo que aparecen como
ge parcial, o quizás esencialmente, del objeto al cual designa" (1910, p. una unidad indisoluble y nueva, que hace surgir formas de la realidad que nunca hablan
existido antes. Según dice Pfeiffer, en el lenguaje poético, "en realidad las dos series repre-
26 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS
EL LENGUAJE: VERSIÓN CALLADA 27

nécdoques, catacresis y otros tropos, pero ahora sin la intención de nom- ludos, despedidas y comentarios, que aprovechan cualquier pretexto para
brar el silencio, sino con la sola intención de decir las palabras, por puro iniciarse,~ re los cuales el más tradicional consiste en hablar del clima,)
gusto, porque hablar es sencillamente bueno. El lenguaje familiar no tiene en especial el clima político, al grado de que no se habla de política para
pretensión alguna de decir nada ni de decírselo a nadie, ni de entablar co- cambiar el mundo, sino que se habla de política nada más para hablar,
municación ni de establecer acuerdos intersubjetivos, ni de construir sim- que es lo que importa, y además, por alguna razón, puede constatarse que,
bólicamente la realidad,12 porque el solo hecho de hablar es ya su propio las críticas y las quejas son mejores dispositivos de arranque del lenguaj~
significado, de modo que parece que nada más se usa para divertirse, y en familiar que los encomios y los cumplidos: debe ser simplemente porqu~·
efecto, se usa para celebrar la simple existencia del lenguaje. Lo que verda- una queja produce siempre más lenguaje que un cumplido, y de lo que se'
deramente hace que esta sociedad sea tan vocinglera y parlanchina, es la trata es de hablar. Se entiende que, al revés del lenguaje poético que ~.
presencia festiva del lenguaje familiar, que convoca los chismes o cotilleos, conciso, el lenguaje familiar es expansivo: no se ahorra, no regatea, no
los interminable s parloteos por todas partes, en las esquinas, tiendas, ele- guarda ni mide jamás sus palabras; hable y hable todo el tiempo. El len-
vadores, sobremesas, pasillos y autobuses, y suscita los intercambios de sa- guaje familiar es el idioma oficial de los pericos.
El lenguaje familiar es más fijo, esto es, menos nebuloso que el lenguaje
sentativas se van transformando gradualmente en una sola, se van fundiendo cada vez más,
poético, por lo que ya presenta alguna convenciona lidad -un cierto acuer-
hasta convertirse en una unidad radicalmente nueva e indestructible. De lo que no se trata es do de cómo·se deben de decir las cosas-, pero ésta es mínima y por ende
precisamente de una yuxtaposición de dos contenidos objetivos, que se han ligado luego por todavía se desarrolla con alegre imprecisión, y ciertamente, está lleno de
una comparación, por un "tal oomo", sino que uno de los oontenidos únicamente existe en, equivocaciones, muletillas, frases hechas, ambigüedade s y palabras gasta-
con y por medio del otro. La auténtica metáfora jamás surge sólo de una comparación cons-
ciente" (1936, pp. 36-37).
das, y asimismo, emplea generosamen te interjeccione s usuales o espontá-
Y as(, es solamente hasta que una metáfora está suficientemente instalada y repetida en el neas, onomatopeya s, frases inconclusas, gestos, señalamiento s, ostensivida-
lenguaje, que pierde su carácter unitario y empieza a ser vista oomo una comparación, es do- des y adjetivos y adverbios, es decir, emplea todo aquello que no aporta
cir, como si constara de dos elementos separados que alguien llega y los pega y junta, pero descripciones del mundo, sino que solamente manifiesta la sensación del
para entonces el lenguaje construye a la metáfora por puras razones didácticas, para que algo
"se entienda• aunque "no sea cierto". Hasta aquí, al menos, todavía hay una actividad lin-
lenguaje.
güística, pero si dicha metáfora dividida se sigue instalando y repitiendo en el idioma, termi- Puesto que no dice gran cosa y por lo mismo carece de algo que se po-
na por ya no ser ni siquiera comparación, sino únicamente algo literal, que elimina la figura- dría denominar trabajo lingüístico, y que consistiría en el esfuerzo de no-
ción o que toma lo figurado como si fuera lo literal, y esto es a lo que se denomina metáforas minación, el lenguaje familiar vive con un pie en el silencio, siempre a
"muertas• o "marchitas", de las cuales está hecha In mayor parte del lenguaje ordinario. punto de quedarse callado, y además, entre los chistes, modismos y giros
Lo que muestra la evolución de la metáfora es que el lenguaje oomienza siendo lenguaje
poético, y no de otra índole, como supone la propia definición de la metáfora. Pero cuando
que profiere, de repente aparecen cuestiones que no hay que celebrar, si-
llegó su definición, la metáfora ya estaba desde antes. Por eso dice Susanne Langer que "el no que hay que indagar, o sea que, entre plática y plática, aparecen silen-
enfoque poético de la semántica se presenta má.s promisor que el enfoque semántico de la cios intensos que hacen que la fiesta del lenguaje se interrumpa por un
esía" (1941, p. 149). instante, como cuando se· roza algún tema verdaderame nte delicado o al-
2 El Construccionism o Social
. en psioologfa (vgr. Shotter, 1992; Cergen, 1994) parte de la guien sale herido de algún chiste o se vislumbra algo muy novedoso. En-
central e interesante de que la realidad es una construcción simbólica llevada a cabo por
el lenguaje, mediante el cual se construyen acuerdos intersubjetivos respecto a qué va a ser tonces el len~aje familiar puede volverse poético de nuevo. En el lenguaje
denominado como realidad, como verdad, como conocimiento, oomo rosa, oomo ciencia, etc. siempre hay un camino de regreso· hacia el silencio.
Esta corriente psicosocial considera al lenguaje desde el punto de rista de sus contenidos, del
mensaje que aporta o la información que transmite, razón por la cual no le presta mayor
Las Canciones: entre lo Poético y fu Familiar
atención al lenguaje poético. Lo que aquí importa resaltar es que no alcanza a percibir la
presencia de un lenguaje familiar, el cual tampoco aporta oontenidos ni mensajes, sino que
tiene como esencia y como sustancia su forma. Ahora bien, lo que se denomina lenguaje or- Si verdaderame nte se hace caso al origen músico-poético del lenguaje, y al
dinario, que es má.s o menos el que habla la gente a diario, y que s( está considerado por ªlas carácter abarcalotodo de su forma familiar, entonces, las canciones13 son
teorías del giro lingüístico", no coincide puntualmente con un lenguaje familiar, toda vez que
tiene momentos utilitarios, conceptuales, interactivos, pollticos, y también, en efecto, poéticos
y familiares, los cuales, probablemente, serían aquellos descartados en u.n análisis de conteni- 13 Mientras que el modo oral del discurso es hablado, el modo oral de las canciones es
do o de discurso. cantado y, atendiendo a la lógica, debiera ser harto extraño y además ridículo el hecho de
'
28 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS EL LENGUAJE: VERSIÓN CALLADA 29

parte del lenguaje, por ejemplo las canciones populares o tradicionales y, aunque es justo decir que más nefastos han resultado los intentos de Mario
en las últimas décadas del siglo XX, la canción comercial, que en el idioma Benedetti por versificar sus poemas, no obstante ser buen poeta. Como-
castellano resulta uno de los mejores negocios del consumismo cultural, quiera, se pueden encontrar, ya sin buscar en libros, canciones que son
dado su alto número de hablantes. A la canción suele estudiársele como fe- esencialment e poéticas, como las de Luis Eduardo Auté, repletas de len-
nómeno sociológico o mercadotécni co, pero no como acontecimien to lin- guaje brumoso y con escasas frases familiares, como su canción más famo-
güístico, porque a los académicos les falta la sencillez de Gabriel Zaid para sa, que llegó a ser casi himno de una generación hispanoparla nte y com-
darse cuenta. 14 Como formas del lenguaje, las canciones son una interfase pleto éxito comercial, de nombre Aleluya: "un reloj con treinta horas/ el
entre lo poético y lo familiar, ya sea por el procedimient o de familiarizar el cartel de no funciona/ una piedra en el vacío/ otra piedra en el sentido/
lenguaje poético o por el de poetizar el lenguaje familiar, por lo cual su ca- un acorde disonante/ nueve infiernos sin el Dante/ unas flores en mi tum-
racterística es que contienen enunciados de ambos lados, por lo demás en ba/ siempre nunca nunca nunca", sobre la cual, el mismo cantautor decla-
muy diferentes grados, de modo que uno puede encontrarse canciones que ra que cuando la escribió "no estaba claro lo que quería decir; ahora está
eran originalment e poemas, de Martí, de Nervo, de Neruda, de León Feli- claro que no quiere decir nada", y esto precisamente , la falta de un mensa-
pe de Ernesto Cardenal, de Alberti, y de Antonio Machado o de Miguel je, es característico de la poesía, y por eso Proust le hace decir a un perso-
H;mández, como le hace· loan Manuel Serrat: "llegó con tres heridas/ la naje suyo "el mayor de los méritos de un verso es no significar absoluta-
de la muerte/ la del amor/ la de la vida", que sori, .en efecto, los tres temas mente nada" (1913, p. 93).
únicos y recurrentes de toda poesía. En cambio, las que ya son plenamente canciones son aquellas donde
Por razones, por así decir, orquestales, los poemas que pueden ser can- aparece inopinadame nte tanto lo poético como lo familiar, como si lleva-
tados deben seguir las reglas de la métrica clásica de los versos; is por eso, ran o trajeran lo uno a lo otro y sorprenden por la capacidad poética del
por ejemplo, los intentos de m~~calizar los ~emas de Benedetti, no obs- lenguaje familiar y viceversa, como las de Joaquín Sabina, que tanto es im-
tante la cantidad de frases familiares que utiliza, han resultado nefastos, preso en libros de poesía como cantado en la regadera. Capaz, como Bor-
ges, de enumeracion es insólitas, da lo mismo cuál canción suya; puede
ser la de "los perros del amanecer" - "los pájaros de la ansiedad, los gri-
que alguien hable con la voz torcida, alargada y forzada, diciendo amooor en vez de amor, lí-
ber-taaad en vez de libertad, como si el canto fuera una especie de oligofrenia del discurso. llos ·de la depresión"- que suelen ladrar a la misma hora en que "marca
Pero lo extraño es que sucede todo lo contrario, que la gente no sólo lo acepta como natural, las cartas el tahúr/ y rompe el músico su partitura/ y vuelve Nosferatu al
sino que además admira como modelos a los cantantes profesionales que se presentan en pú- ataúd/ y pasa el camión de la basura".
blico y que por estas fech'."' ya úenen ribe~ de mito, e incluso 1~ ~ente se la pasa cantando Es evidente que las canciones que mejor ejecutan la interfase entre lo-,
en público y en privado sm mayor rubor y sm temor por su prestigio. En efecto, puede hipo-
teúzar.;e que la realidad es a la inven;a, que el canto es la forma natural y primigenia de la
poético y lo familiar son aquellas cuya rima está tan perfectament e estruc-·-.·'
oralidad lingüística, estando presente desde los primeros rituales (S. Langer, 1941, p. 166), turada que ni siquiera se nota que ahí hay un trabajo de versificació.n-,
mientra& que el habla es una modalidad secundaria, como si fuera un canto cortado, un can- sino que parece que se están emitiendo enunciados casuales con tod~
to aprisa, un canto codificado o, como se dice de las metáforas que dejan de serlo, un canto familiaridad, como las de Ignacio y José Maria Cano: "otro muerto, otro
muerto O marchito. Por eso Wilhem Von Humboldt decía que "el ser humano es una criatura
muerto/ pero qué bonitos/ son/ calladitos/ sin querer tener razón"; y ya en
que canta" (citado por Ibid., p. 152).
14 Hay fonnas de poesía que ni siquiera se consideran poesía, y por io mismo no reciben
el cementerio explican que "aunque hay buenas tumbas/ son mejor los ni-
la menor atención. Cuando pensamos que a la gente no le interesa la poesía, pensamos en los chos/ porque cuestan menos/ y casi no hay bichos". Puede advertirse que
libros de poemas que no venden más que cientos de ejemplares. No en los millones de apara- este último ejemplo ya está más cerca del lenguaje familiar que el primero,
tos de radio donde se escucha a todas horas poesía (cantada); ni en los millones de discos y de que estaba más cerca del poético. Y en efecto, como en los alcoholes, hay
cintaS; ni en los millones que cantan a solas o en grupos; ni en los novios que ªúenen su can-
ción•. ni en todos los que ven algo de su experiencia de la vida en unos versos populares, que gradaciones poéticas, y entre las más leves, que siguen siendo plenamente
dice ~l dicho, la oración o la canción (Zaid, 1999, p.119). canciones, injustamente desdeñadas por la cultttra, existen piezas afortu-
1s y de hecho, puede bien decirse que todo lo que se conoce como poema que está versifi- nadas, no pocas en realidad, como las de Rafael Pérez Botija, quien puede
cado canónicamente -y a los que se les suelen llamar "poesías" y no poemas- como lo de hacer la belleza siempre poética de una rima entre una palabra grave y
Juan de Dios Peza, lo de Gustavo Adolfo Becquer o lo de Evaristo Carriego, pertenece verda-
una esdníjula, al describir a una coqueta que usa "faldas cortas/ piernas
deramente a la categoría de las canciones, e incluso, puede hacerse la hipótesis de que la mé-
trica en la poesía proviene de lo que se cantaba. largas/ maquillada para él/ maniquí de porcelana/ provocándole" (canta
30 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS EL LENGUAJE: VERSIÓN CALLADA 31

Rocío Banquells). Hay en esto cierto humor, cosa que es tal vez lo más poé- ca"- abarcara todo el lenguaje, en cambio, al familiarizarse y hacerse fes-
tico del lenguaje familiar: "porque yo soy dama sin tu ayuda/ y aunque tivo, la palabra ya no es una cosa singular, sino que ya son "palabras", en
siembres duda/ nadie te creerá/ porque fui gigante como amante/ para plural, multitudes de ellas diciéndose las unas a las otras por puro afán de
qué contarte/ si lo sabes ya" (canta Dulce). celebración. En efecto, el lenguaje poético termina familiarizándose, y esto~·\
deja al lenguaje en la siguiente situación: por un lado, de tanto hablar y de- i
Los RIPIOS: LA BIBLIA EN VERSO cirse, más por gusto que por urgencia, el lenguaje acaba por desentenderse
del silencio que pretendía nombrar originalmente, como si se sacudiera su .
Pero la enorme mayoría de lo que se canta por el radio y similares ni si- carga para sólo dedicarse a hablar libremente, como sucede en cualquier 1.
quiera alcanza a ser lenguaje, sino ripio. Los ripios, palabra que viene de plática amistosa sin objeto alguno. Y por otro lado, se quedan establecidas, .
la albañilería y que refiere al. escombro o cascajo que se utilizaba para re- instituidas, grandes cantidades de palabras hechas y usadas. Es como si el
llenar algún agujero en el terreno, son aquellos versos, frases, rimas, que se lenguaje dejara de ser una creación y se convirtiera en un hábito, cómodo,
meten a fuerzas con tal de· terminar otra canción más sobre pedido, y de que por costumbre parece que menciona algo real, sin reparar en que ya /
los cuales el más famoso fue el intento de un señor muy devoto de poner la no dice en verdad casi nada. .-/,,
Biblia en verso, 16 que ya sirve como expresión para denotar cualquier esto- Si al lenguaje poético ya muy familiarizado se le deja durar lo suficien>.
lidez muy ambiciosa. Los ripios son, estrictamente, palabras que se salen t~, se convierte en otra éQsa. Ciertamente, con tantas palabra en su haber y )
dél lenguaje, que no significan lenguaje para nada, sino que sólo se usan sm nada que nombrar, el lenguaje comienza a emitirse como eco y se
en lugar de él, como cascajo vocal para rellenar un hueco. Aunque parez- atiende y se responde como tal, es decir, el lenguaje comienza a hablar de
_J;Jln palabras y estén en el diccionario, no lo son. Concretamente, la señal sí mismo consigo mismo: las palabras ya no pueden referirse al silencio y
clara de la presencia de un ripio en una canción es cuando la palabra por ende solamente pueden referirse a sí mismas. Entonces sucede como~
amor rima con dolor, corazón con pasión, botellas con ellas, ellas con es- el lenguaje se desdoblara, se convirtiera en dos, a saber, el lenguaje éste
trellas, 17 y así sucesivamente, como ésa que dice: "te extraño/ como se ex- que habla, y el lenguaje aquél sobre el cual habla; este renglón que se lee
trañan/ las noches sin estrellas/ como se extrañan/ las mañanas bellas", en este momento está haciendo justamente eso: son palabras que hablan
cuyos autor e intérprete no tiene caso desenmascarar. sobre las palabras. El eco es un espejo auditivo: se refleja, las palabras se
refieren a sí mismas, como en un espejo, y esto es precisamente lo que se
denomina reflexión, que es lo que producen los espejos, los specula, en la-
EL LENGUAJE ESPECULAR: EL NOMBRE DE LOS NOMBRES tín, de modo que se trata de un lenguaje especular, especulativo, que ya no
nombra silencios como hacía el lenguaje poético, sino que nombra nom-
Si en el lenguaje poético se podía hablar de todo el lenguaje como siendo bres: le pone nombre a las palabras, esto es, se dedica a averiguar qué se
"la palabra", como si una enorme e ilimitada palabra -"la palabra poéti- quiso decir con tal frase, a qué se refería cuando dijo eso, por qué esto
se dice de este modo, etcétera, lo cual, si bien se ve, es una actividad muy
recurrente y socorrida, y cada vez que algo no queda claro en una conver-
16 El señor se llamaba losé Garulla., "laborioso y fecundo, muy católico y pé;imo poeta"
sación, la gente interpela: "¿qué me estas queriendo decir con eso?", "no
(Vega, 1952), que versificó el Génesis, el Éxodo, el Libro de Tobías y el Libro de Judith, y fue entiendo lo que me tratas de decir", o se defiende: "eso no es lo que yo
objeto de condecoración por la Santa Sede y objeto de burla por el resto de la gente quien re- quería decir", "yo estaba diciendo otra cosa", y asimismo muletillas como
petía divertidísima estrofas tales como "vivió Jacobo en tiendas/ y evitaba sencillo las contien- "en otras palabras", "por así decir", "dicho de otro modo", "es decir", etc.
das", al grado de que se acuñó popularmente la expresión "la Biblia en verso".
Antes sí se sabía lo que se quería decir pero no se sabía cómo decirlo; aho-
17 Ripios quizá peores, y que de hecho están prohibidos por la gramática, son aquellos
versos en los que se riman verbos de la misma terminación, como caminar y estar, salir y vi- ra ya se sabe decir pero no se sabe qué quiere decir. Cuando se habla de
vir, comer y correr, y asimismo, por supuesto, en 8U8 diferentes tiempos y modos, como hi- esto, que es muy seguido, la gente está haciendo reflexión y usando lengua-
cisteis y vestisteis; lo mismo aplica para terminaciones reglamentadas, como casamiento y re- je especulativo, y en rigor, el trabajo de la filosofía consiste en hacer esto;
finamiento, espejismo y cataclismo, etc. Por otra parte, existen diccionarios de rimas (vgr. según Susanne Langer, "la filosofía consiste en averiguar el sentido de lo
Landa., 1980) que en realidad son diccionarios de ripios, toda vez que una manera tan forza-
da y mecánica de hacer congeniar dos frases no promete buenos resultados.
'
32 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS
EL LENGUAJE: VERSIÓN CALLADA 33
que decimos". Por ello acusan a los filósofos de "especulativos", que, según
símil decir respecto a las palabras "democracia ", "cronopio", "violencia",
Gadamer, significa sobre todo no ser dogmático. 18
"saltimbanqu i", "maquillaje" , "jitanjáfora" , "psicología", como buscando
,- Si en el lenguaje poético uno está envuelto por lo que dice, con el desdo-
el sonido interno del lenguaje, como entrando hasta el fondo de las pala-
ble del lenguaje especulativo, el hablante adquiere cierta corta distancia
bras para sacar de cada una de ellas discursos completos. Casi debería de-
prudente de lo que dice, porque al hablar de ellas ya puede poner las pala-
cirse que los conceptos tienen su poesía. Así visto, no está mal que concep-
bras enfrente, y aunque todavía el hablante pertenece a lo que pronuncia,
to y concepción provengan de concebir, de dar a luz, y a su vez, el concepto
ya no le ocurre lo que dice: puede hablar de la crueldad sin resentida.
de luz vale para el nacimiento, para la comprensión y para el sol. Un con-
Esta separación mínima y suficiente entre el habla y lo dicho es la que
cepto es una definición muy larga, y una definición es un concepto muy
produce la ilusión de que la función fundamental del lenguaje es la comu-
corto. Por lo tanto, las definiciones determinan, por el contrario, todo lo
nicación, de que el lenguaje es un medio, un vehículo para contactarnos
que se pueda excluir de una palabra, 20 fincando y fijando sus límites de tal
con los demás, para establecer acuerdos, resolver conflictos o conjuntar in-
manera que no puedan entrar en ella cosas que no le quepan, y la defini-
, tenciones, y que de paso hace que el lenguaje parezca un modo de descri-
ción física de luz, por ejemplo, ya no le deja entrar versiones sobre el naci-
) bir y comunicar la realidad, pero que él mismo no sea esa realidad, sino
miento o la comprensión , sino solamente ondas y partículas. "Puede ser'
en efecto, como criticaría Rorty, su espejo, pero creyendo que los espejos
( no están en el mundo, sino a un considerada definición toda restricción o limitación del uso de un término
ladito. Los espejos están dentro de la rea- en un contexto determinado " (Abbagnano, 1961). Así pues, se entiende/1
',,lidad, a pesar de su apariencia. De cualquier manera, así como.el lenguaje
que "definición" se refiera a todo lo que ya está finalizado, acabado, fini-
se desdobla y separa a quien habla de lo que dice, asimismo su reflexión
quitado y terminado; por eso lo que es definitivo es terminante, y por eso
va distinguiend o y distanciando unas palabras de las otras, de manera que
las palabras del diccionario son términos, algo así como "acabóses"; un vo-
no ya cualquier palabra refiera a la totalidad del mundo, sino que cada
una refiera a un aspecto puntual y particular del mismo, quii es lo que
cabulario es una terminología. -~X'\
El lenguaje especulativo se mueve entre estas dos fuerzas: por un ladotF>
significa ir dándoles nombre a las palabras, lo cual se logra mediante los
enriquecer cada palabra con muchas otras, y por el otro, rigidizar cada
conceptos y las defmici.ones. Los conceptos determinan todo lo que puede
una para que ya no se vuelva a mezclar con las demás. Aquí se puede en-
incluir una palabra, o sea, todos los discursos, frases, definiciones, enun-
tender por qué el lenguaje especulativo es mucho más largo que el lengua-
ciados, sinónimos, etc., que se pueden agrupar, organizar y clasificar como
je poético; mientras que un poema sobre la luz puede ser de media página,
perteneciente s a una categoría, 19 por ejemplo, todo lo que es válido y vero-
un tratado sobre la luz puede llevarse quinientas -el de Leonardo es de
18 Hans Georg Gadamer, quien el 11 de febrero del 2000 cumplió cien años, y quien sue-
602- llenas de multitud de palabritas breves y combinables con las que se
le rastrear la etimología de los términos que utiliza para refrescarles su sentido, reivindica el va especificando, matizando, aclarando, ejemplificand o lo que se quiere
concepto de la especulación: decir para que se vaya entendiendo, 21 mientras que el poema no tiene pre-
Cuando empleamos la palabra "especulativo", como la acuñó la filosofía hacia 1800, esto
es, diciendo de alguien que es una cabeza especulativa o encontrando que una idea resulta
muy especulativa, a este uso de la palabra le subyace la idea de reflejo. Especulativo es lo 20 En las definiciones de
la palabra definición se advierte muy claramente la autorrefe-
contrario del dogmatismo de la experiencia cotidiana. Es especulativo el que no se entrega di-
rencia del lenguaje especulativo, el hecho de que nombre nombres:
recta e inmediatament e a la solidez de los fenómenos o a la determinación fija de lo que se
La definición no puede ser otra cosa que la explicación de un nombre mediante un dis-
opina en cada caso, sino que sabe reflexionar; hegelianamente hablando, que reconoce el "en curso (Hobbes). Una definición no es sino mostrar el sentido de una palabra por otros varios
sf" como un "para sí". Y una idea es especulativa cuando la relación que se enuncia en ella términos que no sean sinónimos (Loclre). Una definición es una proposición declarativa del
no puede pensarse como atribución inequívoca de una determinación a un sujeto, de una significado de una palabra (Stuart Mili) (citados por Abbagnano, 1961).
propiedad a una cosa dada, sino que hay que pensarla como una relación refleja en la que lo
21 En efecto, el lenguaje se desarrolla partiendo de enunciados sucintos a enunciados ex-
que refleja es, por su parte, pura apariencia de lo reflejado, igual que lo uno es lo uno de
tendidos. Otto Jaspersen, el último lingüista moderno -a decir de Cassirer- interesado en el
lo otro y lo otro es lo otro de lo uno (1961, p. 558).
origen del lenguaje, planteó lo siguiente:
19 La referencia del concepto al lenguaje mismo puede advertirse en la función primor-
La evolución del lenguaje muestra una tendencia progresiva que va de los conglomerados
dial que le adscribe Abbagnano: "el alegado carácter de universalidad subjetiva o la validez inseparables a los elementos breves, combinables en forma espontánea y regular {citado por
intersubjetiva del concepto es en realidad simplemente su comunicabilidad de signo lingüísti- S. Langer, 1941, p. 167).
co, y la función primordial y fundamental del concepto, al ser la misma que la del lenguaje, Para explicar esto, Philip Wegener proeuso, a finales del siglo XIX, el mecanismo de en-
es la comunicación" (1961). mendación del lenguaje, que Susanne Langer describe así:
EL LENGUAJE: VERSIÓN CALLADA 35
34 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS

tensión de aclarar ni de que se entienda; con que se entienda él a solas le bre algún objeto de la realidad, cualquiera, desde los datos inmediatos de·,
,,,basta, Así, al revés del lenguaje poético, el lenguaje especular contiene en la conciencia (Bergson, 1888) hasta los tacones de los zapatos de mujer
\ sí mismo las claves de su propia interpretació n, trae dentro las instrnccio- (Rubalcaba, 1998), invirtiendo en él hechos, investigacion es, experimentos ,
esta~ísticas, e~mologías, recortes de periódico, historias, frases oídas al pa-
"1.~es para entender lo que se dice o se lee; basta con saber el idi?~ª·
la reso- sar, mtrospecc1ones y lo que haga falta, y al mismo tiempo, exprimiendo
i- · : El lenguaje especular tiene al mismo tiempo que reconstJ.tmr
darles la fijeza y estabilidad que las haga los recursos interiores del lenguaje para presentar dicho objeto de una ma- ,
-~ncia interior de las palabras y
en esto hay muchas r~tas fa~as y nera que no es sólo correcta sino bonita, esto es, más novedosa, interesante:·
comprensible s y comunicable s, y como
ninguna receta segura, la única posibilidad es intentarlo. Las h1pótes1S, los y profunda que el objeto mismo, con lo cual, paradójicame nte, el ensayo le
agrega al objeto de su estudio una cualidad más que no tenía y que consis-
modelos teóricos, el pensamiento sistemático, las interpretacion es, las refle-
te en el lenguaje con el .cual se le describió. Por ello, los poetas pueden ser
xiones personales o grnpales, se den en ciencia, academia o vida cot!dian~,
buenos ensayistas, como Octavio Paz o Gabriel Zaid o Alfonso Reyes. Ei
realizan este tipo de lenguaje, cuyo ejemplo sintético es el género hterano
objeto que aparece en el ensayo no está hecho solamente de sus datos sino
del ensayo, "el género entre los géneros", dice Eusebio Rubalcaba (1997, p.
107): un ensayo es la conjunción de ciencia y literatura, o "el centauro de de la forma con que se le describe, porque la forma de su descripción pasa
a formar parte del objeto descrito, y por lo tanto, ahora se sabe algo más y
los géneros", según Alfonso Reyes;2'l es una disquisición o perquisición so-
algo mejor sobre ese objeto. Puede ~.Y_gJl.IS.e..qv..~ _tQ<;iº P~!l!5ªajento siste-
má_tic,<>,. !~Q!'..Íf.~ cieQtíf.ico,. 5.~'ªjsf_ip!it !.ar~g, ~5 verdadera~~ m~ J.!erisa-
Para entender algo que se expresa con una oración univerbal, se requiere cierto grado de
buena voluntad y de afinidad mental. Cada vez se necesitan más vocablos para modificar la
~~ y puesto que está constrnido de cierta fo~a que lo im-
expresión originaria y para acompañar y s'.11'rayar gestos y a~tudes; ~e tal modo, la estrnctu- plica a uno, que le gusta o le disgusta a uno, puede entonces también
ra gramatical se desarrolla por enmendación de una expresión ambigua y, naturalmente, si- aseverarse que el pensamiento que no siente no es pensamiento,23 sino
gue muy de cerca el esquema relacional de la situación que la ~voca: D~ ~ manera, el con- mera máquina procesadora de datos. Finalmente puede aseverarse que en
tenido de la primitiva oración univerbal es expresado en términos lmgulstioos cada vez más las instituciones académicas y científicas actuales, cada vez está menos
adecuadamente (Ibid., pp. 161-162).
22 Tomando a Reyes como pretexto, Gabriel Zaid hace precisamente una defensa del en-
permitido pensar.
SllYO como "un género literario de creación intelectual", y citándolo in eDelUII, dice
también Es curioso que cuando una definición no se entiende, se tenga que ex-
lo que sigue: . . . . . plicar en lenguaje familiar, y que cuando un concepto sigue oscuro, se re-
Un ensayo no es un informe de mvestigactones realizadas en _el labo':8to'"'..º' ~ el labor~t<: curra al lenguaje poético para iluminarlo. Es notorio que en la lejanía y en
río mismo, donde se ensaya la vida en un texto, donde se despliega la imagmac1ón, creativi-
. .
la última instancia siga presente el silencio básico del lenguaje. Por ello,
dad, experimentación , sentido critico, del autor.
El en6 ayo es arte y ciencia, pero su ciencia principal no es la del profesor: su c1enc1B es la Adorno, al tratar de averiguar el sentido de lo que decimos, se da cuenta
del artista que sabe experimentar, combinar, buscar, imaginar, construir, criticar'. 1~ que quie- de que la filosofía es "el esfuerzo permanente e incluso desesperado de de-
re decir antes de saberlo. El saber importante en un ensayo es el logrado al escribirlo: el que cir lo que no puede propiamente decirse", que es exactamente lo que opi-
no exis¡{a antes, aunque el autor tuviera antes muchos otros saberes, propios o ajenos, que le naban los poetas de su trabajo: decir lo indecible.24
sirvieron para ensayar.
Es posible que el ensayista llegue a descubrir no sólo t~o~ inéditos importantes ':1'1e sa-
len de su ser, su cabezo, sus manos, sino cosas que los especialistas no hablan descubierto, y
que deberlan aprovechar. Desgraciadamen te, no pueden ~a~rlo sin ~rriesgar su legitimidad.
Se supone que, f1.1era del gremio, no puede ~ descubnmient~s válidos.
El lector incapaz de recrearse, de reconstrtu1rse, de reorganizarse, en la lectura de un en-
sayo que realmente ensaya, es un lector empobrecido por la cultura tecn~ti~. .
Dentro de la psicología, por ejemplo, quienes han utilizado el ensayo como forma de su
Es posible y deseable que el especialista_ sea mu~o más q~e ~ e s ~ : un esp!ntu ciencia, han sido, entre otros, Sigmund Freud, William James, Wilhem Wundt, Henri Berg-
ensayante, un escritor de verdad. Ha sucedido con filósofos, h1Stonadoffll, Junstas, méd1_cos. son, Erich Fromm, Sergc Moscovici, Maurice Merleau-Ponty.
Pero, con el auge de la universidad como centro de formación de tecnócra~ la cultura libre 23 S. Langer, 1967, p. 149: "la gran discrepancia entre razón y sentimiento podrla ser
(frente a la cultura asalariada), la ~ultura _de autor (frente a la cul~ autonzada por los trá-
irreal; no es improbable que el intelecto sea una forma superior del sentimiento".
mites y el creder¡cialismo ), la creación de id~ metáfo~, persp~1vas, _fo"'.1as de ver las co- 24 Y sigue, en su Terminología Filosófica: "[la verdadera filosoHa sería) el intento de salvar
sas, parecen nada, frente a la solidez del traba10 académico. La 1erarqwzaaón correcta es la
o recobrar con los medios del concepto aquel momento mimético [que) en verdad está profun-
contraria. El ensayo es tan difícil que los escritores mediocres no deberlan ensayar: deberlan
damente conexionado con el amor".
limitarse al trabajo académico (Zaid, 1999, pp. 11>-20).
r

36 SIGNIF1CAD0S COLECTIVOS: PROCF.SOS Y REFLEXIONF.S TEÓRICAS EL LENGUAJE: VERSIÓN CALLADA


37

EL LENGUA JE TÉCNICO: ÚTIL no se usan para crear y !,~~!_eª!. al lenguaje, sino para hacer que el mundo
~ mate~~l o}:¡e~. Ciertame nte, las palabras técnicas· ño ~o-~b~~
Sin embargo, nadie puede andar filosofando a deshoras por la vida: ta~e algo, sino que dan órdenes, indicacio nes, instrucciones, señalizac iones
o temprano tendrá que ir a comprar mantequilla,_ cobrar un cheque,_ decir- ~mo solicitar un estado de cuenta en el banco, estipular qué es lo que s~
le al de junto que no lo moleste o leer las instrucc10nes de los sobrec1tos de nene que hacer -<Orno en los manuales de operación , los reglamen tos, las
sopa para ver cómo se prepara. Dicho de otro modo, si el lenguaje concep- constituc iones o los decreto&-, describir los procedim ientos que han de lle-
tual dura lo suficiente , se convierte en lenguaje técnico, aquel que se usa varse a cabo -<0mo en un programa de computad ora, una fórmula de ál-
para propósito s prácticos. . gebra, una receta de cocina, el método científico -, o plantear las caracte-
~ Si el lenguaje especular dura lo suficiente, va constituy endo una especie rísticas que debe tener un objeto para que cumpla sus funciones , tales
-.!ele depósito de palabras "ya terminad as", suficiente mente definidas y aco- como tener talla 36 en la ropa, 1/4 de pulgada en un tomillo, un precio
tadas, que pueden conservar se estables y sin cambios de concepto, al pun- accesible en un restauran te, etcétera. Todo esto puede prescindi r de len-
to de que pueden ser llevadas y traídas sin que se altere aquello que que- guaje y sustituirs e con señalizac iones, ostensividades, o con flechitas, gráfi-
rían decir. Son como el glosario de palabras que todos pueden conocer cos y cuadros en el caso de lo escrito. "'
pero que ya no están a discusión , que es lo que le pasa a cada palabra que Como puede advertirse, el lenguaje técnico concibe al vocabula rio como
se pronunci a con mucha frecuenci ~ para variedad de ~otivos s~n qu~ su una serie de piezas utilizable s para diversos fines, esto es, concibe a las pa-
significad o esté a debate, como la libertad, la democrac ia, la ps1cologia o labras como si éstas no fueran lenguaje, sino, estrictam ente; como si fue- ..,
el "lenguaje ". Da la impresión de que a estas palabras les ha brotado ~na ran cosas, útiles, herramie ntas, que no sirven para hablar, sino para ejecu-
costra, una cáscara, una pátina, que las mannene encerrada s y protegida s tar operacion es variadas. En el lenguaje técnico, las palabras se salen del>
de las demás palabras y por lo tanto ya no se mezclan con el resto del len- lenguaje y entran al territorio de la naturalez a. Es precisam ente la pretep-
guaje. No tienen nada de difusas, son más bien muy precisas. ~s concep- ~ ~ e L r a ! e . ~ ! ! ~ ~ ~ - < ? ! <Í~ que_ t~~o_len ~aje_deb a as-
tos y las definicio nes que han sido producida s por la especulación, se usan P~en gl!!ll e ~cmco, ~!-~~ ha -~echo ~e~ª!.T1 e. el lengua¡e- de6e
tanto y se vuelven tan corriente s que llega un momento en que se pronun- se~_!!" Jaii !~glas c;l~"]a lógica, y de que lengu~¡e que no sea lóg¡co es_mco=-
cian sin pensarlos, como el sociólogo que dice y dice sociología, dando por he- rrecto o primiti!Q: El lenguaje técnico auténtico debe ser ciertamen te lógi-
cho que se conoce su concepto y definición, pero que por el momento, para ci>,porgÜeTa-Íógica es inherente a laJQ~ª- ª~ los disposit iwS:-í~á qui-
no interrum pirse de lo que está diciendo, no los menciona , porque está ha- n~Jos aparf!.t.2~ y_las orgaaj~_ac_i?ne.5, lfU! j~~~~ía.s-olOs~~~fíÉJi~as~
blando de otra cosa como, por ejemplo, cuántos libros de sociología hay en porque en todos ellos har~l~gi entos que-debe n ir arites o ~después, arriba o
la biblioteca . Para comprar mantequi lla exitosame nte en la tienda, hace abajo, de mayoram enor, etc., para que el aparataje· funcione, sea.nna.li-.
falta no ponerse a especular con el tendero sobre su noción y significa~~- ~ora o l a ~ a de ~!..§.geni eros, La lógi~_ lingüísti~~-~..SJJL.~~-
.Jlil~-Y~l=_ gu~ 1~ pall!Q!ª5 adqu_iere~ __el!ll f~ez_~ que l e _ s ~ ~ ó n C!ee que todo el lengua1e ~ un aparato de descripción de la natur~.~- a...y_
~ que ya no sirve para averiguar el ~nn~o d~ la mantequi lla s~o ~ l o tanto se <.i_~comportaisegun-sllldeyes-;-y""C"Cianao-ñoio hace,
para comprarl a en la tienda, ni el de la soc10logia m el de la demo~rac1a ~~ e~~cop.~ tQa:l_i!~ ~~?~~~P iQ~ $Í~ ~f~p~to
ni la paz, a las palabras les acontece el extraño fenómeno de que ~e¡~ de está descomp~ ~-~~ y 9!-1~?~ _gu~_lia):>l~l!.. ~(~9n irraciona les..26 La lógica
usarse para propósito s lingüístic os, que eran los de nombrar el silencio y
nombrar los nombres, y pueden así empezar a utilizarse para asunto's ex- la verdadera vida del lenguaje. Y sin embargo es esencial para esas expresiones técnicas
de de-
teriores al lenguaje como, por ejemplo, obtener cosas, fabricar artefactos, finición unívoca incorporada s en la comunicaci ón viva a la vida del lenguaje, que
enriquez-
realizar actividad es, producir comporta mientos, ejecutar funciones, o sea, can su fuerza aclaratoria, reducida por la univocidad, con la fuerza comunicati va del
lengua-
hechos que no forman parte de la dimensió n del lenguaje, sino, específica- je vago e imprecisow (1986, p. 173).
mente, de la dimensió n de los objetos de la naturalez a:~ l~E.~ J'~ ¡:;¡p;Lo que ~qui se d~~omina ~ógica lingüística_ es 1~ que más p~piament e se conoce como
~ o lógico o empuumo lógico, fuertemente mflmdo por la lógica de Alfred Whitehead
y
de Bertrand Russell, y que proviene de la escuela filosófica denominad a El Círculo
25 Gadamer igualmente nota esta falta de ªvida lingüística"
de Viena,
de la terminologí a técnica: la cual pretendió elaborar un lenguaje formal para la realidad empírica, y falló estrepitosa-
ªun fenómeno familiar no sólo al estudioso, sino sobre todo al profano culto es que mente. La siguiente cita enensa del psicólogo chileno Carlos Pérez Soto, habla bonitament
las expre- e
siones técnicas resultan poco manejables . Poseen un perfil especial que rehúsa del asunto:
integrarse en
f

38 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS EL LENGUAJE: VERSIÓN CALLADA 39

lingüística es una física del lenguaje, pero no una psíquica. Como dice Su- lo que mencionan, a su referente, sino que fungen como simples etiquetas
sanne Langer, "el pensamiento puede ser lógico, pero la lógica no es el que se colocan sobre dichos referentes, sin confundirse con ellos. Para el
pensamiento" (1967, p. 148), "la lógica es una cosa, y el pensamiento es otra". lenguaje técnico, el referente es lo que constituye lo "real", lo importante,
Puesto que ya no se está tratando con lenguaje genuinamente, en la for- mientras que el lenguaje es únicamente su etiqueta. Por eso es tan difícil
ma del lenguaje técnico se advierte un descuido incontrito de la gramática, encontrar un tecnócrata que hable con propiedad.
la sintaxis, la prosodia, o sea, un descuido generalizdo con respecto a lo El lenguaje técnico se da en cualquier asunto que dure lo suficiente, sea
que sí es propiamente lenguaje, y así, siempre y cuando se entiendan las el futbol, donde se habla técnicamente de tiro de esquina, fuera de lugar,
indicaciones necesarias, lo demás es irrelevante, toda vez que no se trata, saque de meta; sea de cocina, donde los vocablos "una pizquita de sal" y
como los conceptos o los argumentos, de un lenguaje interpretable que re- "pimienta al gusto" son cabalmente términos técnicos, y quien conoce la
quiere claves de comprensión, sino que es meramente obedecible. Sin em-. disciplina gastronómica sabe bien qué cantidad es eso; sea la política, con
bargo, la más importante característica y diferencia con respecto a los len- terminología del tipo de coalición, mayoriteo, grupos de presión; sea el ar-
guajes previos es que aquí se da una separación y una distancia e~tre el te, con vocabulario compuesto de minimalismo, estridentismo, ultraísmo;
hablante y lo que dice; el hablante ya no pertenece a las palabras m tam- sea el doméstico, como decir "medio baño", "sala de estar", "puerta de ser-
poco está involucrado en ellas, sino que las palabras técnicas ya son obje- vicio"; aunque sin duda, el más técnico de los lenguajes técnicos es el len-
tos que se pueden poner, como las pinzas o el lápiz, afuera y lejanas del guaje científico, porque todas las ciencias, para su propio desarroll~-y co-
que las pronuncia o las utiliza, y por eso no le importan gran cosa a condi- municación, han debido construir una terminología de palabras usuales
ción de que cumplan su cometido: son herramientas, no palabras. Por esta cuyo sentido se dé por sabido y que se utiliza para seguir hablando, con
misma razón de separación las palabras técnicas tampoco están ligadas a esas palabras, de otros temas de la ciencia, o para realizar aplicaciones di-
versas, o para enterarse de lo que están trabajando los colegas: en física se-
rán términos como materia, energía, átomo, electrón, onda, partícula; en
~ Ya el filósofo inglés George Moore, desde principios de este siglo, habla tenido la idea de
·,~e la mayoría de los problemas filosóficos no ~n sino confusiones en el lenguaje.-~• filóso-
psicología serán conducta, mente, conciencia, inconsciente, cognición, sen-
fos creen que tienen un gran problema y en realidad lo que pasa es que no han defm,do com- sopercepción, emoción, Freud, Piaget, Skinner, Wundt. Supuestamente, las
pletamente sus términos y de esa ambigüedad surge la apariencia de que hay un problema. revístas científicas se escriben en lenguaje técnico. \
Los filósofos no se ponen de acuerdo nunca porque nunca están hablando de lo mismo. Los Se sabe que forma y contenido es lo mismo, pero el lenguaje técnico nó
matemáticos, en cambio, se pondrían de acuerdo siempre, y la diferencia tendría que ver con
lo sabe, porque al salirse del lenguaje y no obstante usar palabras, conside-
ra que éstas son algo que no es real, mientras que lo real es únicamente ~
la formalidad del lenguaje. Dados los axiomas y las nociones comunes una linea recta es una
linea recta y un triángulo es un triángulo, y cuando haremos, a partir de estas nociones, la de-
mostración de un teorema, no hay controversia, y no la hay porque en el lenguaje artificial de lo que remiten, su contenido, que es material o físico o natural, pero nCl
las matemáticas no hay ambigüedad. Esto, para los empiristas lógicos, es un modelo. La idea lingüístico. Por eso, por ejemplo, hay un pavor científico a los adjetivos, los
sería poder formalizar el lenguaje de la ciencia emplrica de tal manera de reducir las ambi-
adverbios y a veces hasta a los verbos, ya que se considera que éstos no tie'.'.'
güedades que se producen en la interpretación de los resultados de los exp~rimentos, o ~n la
formulación general de las hipótesis. Pero el problema es que las matemáttcas no se refieren nen contenido, es decir, que son puramente palabras, solamente lingüísti-
a lo real. Son útiles pero, justamente, no son emplricas. No existen los triángulos, existe la no- cos, meras formas, y en cambio, hay un furor científico por los sustantivos,
ción de triángulo, hay cosas que se parecen a los triángulos, pero los triángulos no existen, no porque éstos parecen más "cosa", o sea, tener contenido. Por esto, en ef'',.,
son un hecho, no hay referente emplrico para la idea de triángulo. Las matemáticas son, pre- lenguaje técnico, científico, práctico y útil, hay un especial interés por mos- ,/
cisamente, formales e indiscutibles en la misma medida en que no se refieren a la realidad. Y
trar que no interesa la forma en que queda dicho algo: es el intento de\
el problema., en cambio, es que el lenguaje de 1~ ciencia emplri':" no es ':'n lenguaje comple~-
mente formal. El intento de los empiristas lógicos sería formalizarlo. S, los ténrunos estuvte- transmitir puro contenido, sin nada de forma, o dicho de otra manera, hay~
ran completamente especificados no podría ocurrir que los cienúficos digan que se les ha olvi- un intento de falta de estilo. ~
dado algún detalle, ni podrían especificar libremente sus hipótesis, con nuevas interpretaciones
ad hoc, cada vez que se enfrenten a fallos experimentales. Un primer intento puede ser defi-
nir los términos, un intento más ambicioso puede ser el de crear todo un lenguaje formaliza-
Jergas Tecnoides: Ruido Verbal
do con el cual expresar las ciencias emplricas. En el primer caso el intento que más se discu-
tió es el de la definición operacional de los términos. El intento mó.s general es crear un
lenguaje formal para la ciencia empírica, algo asl como el lenguaje artificial de las matemáti-
cas, para algo que no es artificial, que tiene que ver con los hechos (Pérez Soto, 1998, p. 84).
40 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS f EL LENGUAJE: VERSIÓN CALLA.DA 41

Idas sus intenciones, puede defenderse su correctitud. Pero aquí sucede rrido, tanto por las ciencias que no son cuantitativas como por los depor-
( ;lgo perverso, y es que si la falta de forma es su contenido, empieza tarde o tistas que declaran-a la prensa que se encuentran al 87% de su capacidad
) temprano a aparecer un lenguaje cuya única intención es que se note que ~e anotació~, aunq~e_sin duda, el idioma inglés ha alcanzado el rango de
( no tiene forma, y una vez logrado esto que lo hace parecer lenguaje técni- 1erga, de la Jerga of1c1al del planeta Tierra: cualquier simpleza parece la
( co, tampoco le intere~a que tenga contenido: en suma, no dice nada, pero vanguardia del conocimiento si está dicha en inglés: "just do it".
! ~ í , lo dice muy técnicamente. Es lo que puede denominarse jerga: un ~n suma, la jerg!_tecnoide consiste en el uso de términos especializados
lenguaje que es más técnico que las ideas que expresa (S. Langer, 1967, p. P_I!:~ª c:uestiones _a110_~!~8.l',. ~n pªJabras profundas para. asuntos superfiéia-
36).27 En un mundo cada vez menos productor de cosas, pero cada vez más l~abr~i!~ _,<f()m~~g<>__ e_n_~~é_rcoles, y dicho más culni.ralmente, e~ ·el
mediático, más informático, en donde existe, por ejemplo para los científi- empleo de frases dramáticas o _h~rc,icas para referirse a acontecimientos
cos, el deber de publicar aunque sean obviedades, pero publicar, y para el t@!l~; se oye habTíirclecos~-como "prOiñovér 1a: c~ltu~~ del ~~idado ·ae1
resto de la gente el deber de manejar mucha información, aunque sea es- calzado". Se oyen corrientemente en la vida política, civil y laboral decla-
púrea y anodina, pero mucha información, y así parecer experta, lo único raciones verdaderamente épicas, como "enfrentar los nuevos retos", "acep-
que se requiere es proferir palabras técnicas, aunque no vengan al caso, tar el desafío", "continuar en la lucha", "lanzarse a la aventura", y uno
pero palabras t~nicas, y si el siglo XX fue el siglo de la técnica, el XXI es el creería que está en el Desfiladero de las Termópilas, pero no, nada más
siglo de la palabl"ería tecnoide, no sólo carente de forma, sino también va- está en una junta de gerentes. Para decorar sus banalidades, los oficinis-
cía de contenido. tas, en lugar de decir que luego se hablan, pronuncian: "estamos en con-
~tro d~!!!§~as pseudotécnicas, la más co~icua ~-.!'..~-~q.tell!e!}~e tacto", lo cual suena más extraterrestre, amén de otras grandes palabritas
la jerga ci 'ficista, que utiliza desencajadamente enunciados como "cien- miserables como "gran auge", "mucha trascendencia". Asimismo se oyen
tí 1 mente comprobado en pruebas de laboratorio", "agentes activos", términos como "estado represor", "guerra sucia", "autoridades tiránicas y
"partículas de alto poder", y que no sólo emplean los anunciantes de de- dictatoriales", que verdaderamente le quedan demasiado grandes a ciertos
tergentes, sino también los académicos al escribir sus artículos y dar sus descuerdos políticos. Es lo mismo que sucede en los ámbitos del status y la
lecciones, que tienen el mismo valor que el detergente. En general, cualquier exclusividad, en donde a cualquier nuevo lote de casas habitación le lla-
tipo de jerga que emite sus pseudotecnicismos parece ser el ocultamiento man "rinconada del bosque", a cualquier restaurante le ponen "el mesón
de la incapacidad de hacer algo realmente práctico o decir algo realmente lin- del trovador", para que parezca que allí dentro se cocina alguna tradición
güístico, y por eso actualmente aparece en todas partes, no importa si es que seguramente probó el mismo Don Quijote.29
gimnasia donde dicen "tono muscular", o ventas cuya "filosofía" es la "aten-
ción centrada en el cliente"; en los círculos esotéricos se habla de "la ener-
tismo estaba bien mueno, pero hacia mediados del siglo en que vivimos, después de dos siglos
gía", y en psicología de "autoestima", "inteligencia emocional", "asertivi-
de eclipse, asistimos e su retomo ofensivo, y tanto más agresivo cuanto que parece mejor ar-
dad", "terapistas", "cognitivos", "conductuales" y de "creatividad", palabra mado para dar la ilusión de un imperialismo de la ciencia (1985, p. 17).
que se pronuncia mucho para no tener que decir nada. El matematismo,28 29
En tanto derivados menores de un lenguaje mayor, y debido e que ambos carecen de
o la muletilla de ponerle a todo apariencia numérica es sumamente soco- intención que los trascienda, el lenguaje jerga! parece coincidir con el lenguaje familiar, y en
efecto, en ciertas circunstancias de la vida cotidiana, ambos se usan más o menos indistin-
tamente, pero presentan sus diferencias: la diferencie está en el gesto propio del lenguaje fa-
27 Como lenguaje, es un término de distinta etimología que la palabra jerga, que significa miliar, y en el rictus grandilocuente del lenguaje jerga!, en le espontaneidad de 1.mo y la ar-
trepo o tela gruesa. "Jerga", aparecido en castellano es 1734, significa jerigonza y es derivada tificialidad del otro. Cuando una conversación se anima y se acelera en panicipaciones y
de la raíz onomatopéyica GARG, que expresa la idea de hablar confusamente y tragar, y otras cantidad de palabras, el lenguaje se ha familiarizado; en cambio, cuando le conversación se
relacionadas con la garganta (Corominas, 1973). desanima y se desarticula, el lenguaje se ha jergalizado. Y más teóricamente, mientras que el
28 El caso de las matemáticas muestra claramente como, apenas surge un lenguaje cientí- lenguaje familiar es festivo, y por ende participativo, el lenguaje jerga! es competitivo -a ver
fico, éste no tarda en jergalizarse, como lo refiere A. Giuculesco: quién parece más "experto"-, y por ende excluyente y fragmentodor del grupo. Por otro lado,
El caso se produce por primera vez hacia finales del siglo XVII con le etiqueta de "mate- el lenguaje familiar se da en una fase de plena efetvescencia del lenguaje, no está cansado y
matismo", si debemos creer a las crónicas. El éxito innegable de la ciencia galileana desenca- por ende tiene continuidad hacia otro tipo de lenguaje, como si fuera la preparación para el
denó en ciertos medios un entusiasmo contagioso por la matematización, no solamente en las lenguaje especular, mientras que el lenguaje jerga! se da en fase de agotamiento, cuando ya es
ciencias de la naturaleza, sino de la ética, de la economía política ¡y hasta de la filosofía! El extralingüístico, y de ahí su sonido de canón. Lo que sí puede decirse es que los ripios son la
racionalismo de las luces intentó precisar la situación. Podía creerse entonces que el materna- jerga poetizoide de las canciones.
'
42 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS EL LENGUAJE: VERSIÓN CALLADA 43

SII.LNClO LINGÜÍSTICO LENGUAJE POÉTICO: MIMÉTICO LENGUAJE ESPECULAR: TEÓRICO LENGUAJE TÉCNICO: ÚTIL

- el lenguaje que está más allá de lo que - el lenguaje que nombra al silencio: - nombra al lenguaje mismo: - las palabras salen del lenguaje: entran
puede decirse decir lo que no puede decirse al mundo físico de la naturaleza
- es una masa lingüística de una sola pieza - borroso y ambiguo: los significados de - habla de sí mismo: reflexión - las palabras son fijas
las palabras se mezclan unos con otros - las palabras están establecidas - lenguaje unívoco
- no contiene palabras, sino un ritmo - es un lenguaje rítmico, armonioso: la - delimita y precisa al lenguaje mediante - el hablante, lo que dice y el lenguaje
métrica conceptos y definiciones están distantes y son indiferentes entre sí
- el hablante, lo que dice, el lenguaje, y el - el hablante, lo que dice y el mundo - el hablante, lo que dice, y el lenguaje, es- - las palabras dejan de ser palabras y se
mundo, son una misma instancia fusio- están involucrados entre sí tán diferenciados y separados pero rela- vuelven cosas
nada cionados
- es el punto de contacto con lo que no es - es símbolo de sí mismo: es su propio - las palabras son el símbolo de otra cosa - no es interpretable, sino obedecible
lenguaje significado - contiene las claves de su propia interpre- - es preciso
ejemplos: el niño a punto de su primera pa- - no contiene claves de su propia taci6n: basta conocer el idioma para po-
labra; la palabra en la punta de la lengua; interpretaci6n: es lo que dice derlo entender ·
el lapso entre pregunta y respuesta; la nece- - es conciso: carece de conectores; habla - es idóneo: amplio y justo: habla exacta- - es arbitrario
sidad de describir algo indescriptible. menos de lo que dice mente lo que dice
- es intraducible: dicho de otro modo es - nombre y objeto son cosas distintas - emite órdenes: es instrumental o
otra cosa herramental
- el nombre es el objeto y el objeto es su - es convencional pero no arbitrario ejemplos: lenguaje cienúfico; lenguaje
nombre: la palabra pertenece al objeto utilitario cotidiano; lenguaje
y viceversa computacional; lenguajes competitivos
- es indivisible: cada poema es como una intra e intergrupales
sola plabra - se le dice a un interlocutor
- no es arbitrario: es necesario ejemplos: lenguaje teórico y conceptual; la
- crea la realidad que menciona: el objeto filosofía; metalenguajes y metaconversacio-
con ~ombre es otro que el mismo objeto nes; discusiones significativas; el ensayo
sin nombre
- no se le dice a nadie: s6lo le habla al
silencio
ejemplos: la poesía; el lenguaje religioso,
sagrado, primitivo; lenguaje infantil;
lenguaje de comprensión
r,

SIGNIFIC ADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEX IONES


TEÓRICAS EL LENGUAJE: VERSIÓN CALLADA 45

Danesi, M. ~ 1~95 ): The Questio n of Langua ge Origins in Contem porary


Fo-
\ RESUM EN Y CONCLUSIÓN: OTRA VEZ EL SILENCIO
~
1
s:--Sermoti_0!-:_ New York. Vol. 103, 3/4.
' Jon esto, en fin, se acaba de describ ir la estructu ra general del
lenguaje, mer, H. G. ~960): Verdad y Método. Salama nca; Sígueme. 1984.
pero tambié n se acaba de narrar su historia, toda vez que el silencio lin- m_e2 ~Ú98 6): Verdad y Método 1/: Salama nca; Sígueme. 1992
· ·
güístico puede encontr arse expand ido en la Alta Edad Media, que por du- Gardñe r,H. \1983): Estructuras de La Mente. La Teoría de Las fntet;~ "t5encias
'l · L ·
M u tip es. México; Fondo de Cultura Económ ica. 1995.
poético , religios o, mágico, al-
rar lo suficien te, se convirt ió en el lenguaje Construc-
químico , herméti co, caballe resco y juglar de la Baja Edad Media que, de Ger~en, K.. (1994 ): Realidades y Relaciones. Aproximaciones a La
el Qui- ción Social. Barcelo na; Paidós. 1996.
durar lo suficien te, se hace celebra cional en el Renacim iento, como Diógenes
jote o el teatro de Shakes peare, que, al durar lo suficien te, se vuelve el len- Giuculesco, A. (1985 ): La Arquite ctónica del Saber Científico. .
ativo de la Ilustrac ión, que es la época en la que México. UNAM. No. 131.
guaje concep tual y especul s
se plantea el problem a del origen del lenguaj e (Gadam er, 1961, p. 65) y Greimas, A. J. y Fontanille, J. (1991): Semiótica de Las Pasiones. México . .
y las enciclo pedias, y que, al durar lo su- XXI. 1994.
cuando aparece n los diccion arios
1994.
ficiente, puede aplicars e técnica mente en las revoluciones industri
al y elec- Kandinsky, W. (191 O): De Lo Espiritual en el Arte. México; Coyoacán.
en el siglo XXI con la pala- Landa, J. (1980): Diccionario de La Rima. México; Porrúa.
trónica , pero que, de tanto emplea rse, termina
dice nada. Langer, Susann e K. (1941): Nueva Clál.le de la Filosofía . Buenos Aires· Sur
brería tecnologicista que nunca para de hablar y que nunca 1958. 'J' ' .
do tanto, y
Nunca, como hoy, como hoy, se había hablado , escrito, publica re·
nunca se había dicho tan poco. Y tan feo. Langer, Susann e K. (1967): Mínd: An Essay on Human Feeling. Baltimo '
más Iohn Hopkin s. Vol. 1.
Hay razones para asevera r que esto de hoy ya no es lenguaje, sino o
bien una especie de ruido verbal, cuyo único objetivo es tapar el silencio . Mandoki, Katya (1994): Prosaica. Introducción a La Estética de Lo Cotidian ·
hacia el siglo XIX, se ha México; Grijalb o.
En efecto, desde la aparici ón del lenguaje técnico, o· AR-
ido gestand o históric amente un silencio en la socieda d occidental,
es decir, Pérez Soto, C. (1998): Sobre un Concepto Histórico de Ciencia. Santiag '
todavía no puede ser nombra da. La CIS.LOM.
una nueva especie de la realida d que 1983.
presenc ia incesan te de la parafer nalia del ruido verbal muestra que la for- Pfeiffer, J. (1936): La Poesía. México; Fondo de Cultura Económ ica.
Tiempo Perdido : Por el Camino de Swann
ma actual de la cultura está agotada , y una próxim a forma de la cultura se Proust, M. (1913): En Busca del ·
del que nos quieren distraer . Buenos Aires; Rueda. s.f.
encuen tra dentro de ese silencio ica.
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na. Madrid ; Credos.

i\
.
. !
LA REALIDAD FORMALIZADA

MARfA DE LA Luz JAVIEDES ROMERO*

Existen conc.epciones, conc.eptualizaciones generadas en el propio conocimiento


científico o en los sistemas de ideas que dan lugar a una cosmovisión, que
se convierten en determinante s del razonamiento , del pensamiento y la ac-
ción. Esto, junto con la ontologización, a la que somos al parecer tan pro-
clives, tiene consecuencia s serias en el ámbito de la docencia y la investiga-
ción en tanto se convierten en cárceles de la razón. Hay otros efectos que se
pueden mencionar: la intolerancia, el dogmatismo, la imposición de un
punto de vista como verdadero y único, la descalificació n de quien no lo
comparte ... , en fin. Esto ha sido documentado por diversos autores desde
la sociología del conocimiento , la psicología, la filosofía y la historia de la
ciencia. Pero hay un punto más. En gran medida estos referentes son de
orden implícito y se convierten en un presupuesto, un a priori que opera
sin importar si nos damos cuenta o no. Se convierten en conocirrúento táci-
to que se integra a la cultura científica.
En este trabajo se privilegia como objeto de análisis el conc.epto de reali-
dad. La razón es evidente: la apelación a la realidad está presente en la
práctica científica y en la vida social. En el espacio de la cotidianidad, del
pensamiento social, de la epistemología ingenua, la realidad es referencia
constante y su definición también está en disputa. Se perfila entonces otrlt,,
problemática : la relación vida cotidiana y ciencia o, dicho de otra forma, ',
la relación entre pensamiento social y pensamiento científico. Una forma /
de aproximarse al análisis de esta relación, sin predetermina r su direccio-(
nalidad, es a través del análisis de parámetros comunes, entre ellos la rea--<
lidad. La complejidad de esta relación está fuera de los límites del presen- 1j
te trabajo, pero resulta ineludible, por lo menos, enunciarla. Se plant~

* Maestría en Psicología Social por la Facultad de Psicología de la UNAM, y profesora e


investigadora de la misma. Línea de trabajo: construcción social del conocimiento: pensa-
miento social y pensamiento cienúfico. Ha publicado diversos artículos en la revista de la
Asociación Mexicana de Psicología Social (AMEPSO) y la revista de Psicología Social Comuni-
taria de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

47
r
48 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA REALIDAD FORMALIZADA 49

entonces, la apertura del concepto realidad a sus contenidos ~osibles, des- mo; la interacción relaciona estos tres mundos. León-Portilla en su libro
cribir algunas de sus configuracio nes ya estructur~das , e~ ~ecll", las ~e_orías Tiempo y realidad en el mundo maya (1986) ofrece lo que se concibe como
formales acerca de la realidad que hacen distinguibles dtStmtas posiciones realidad primordial: una concepción integral de un universo en que lo es-
presentes en el campo de la ciencia. pacial, lo viviente y lo humano deriva de kinh, el tiempo, ilimitado, recu-
- Históricamen te, la concepción de realidad está ligada a la búsqueda de rrente, variante, conjunciones de fuerzas, realidad una y múltiple a la vez.
, sentido de la propia existencia del hombre y la naturale~~- Está profund~- A esto se conjunta la representació n cuatripartita del universo, horizontal
mente imbricada en la historia de la ciencia, de las religiones, en la cotl- y vertical, que aún se encuentra en la cultura maya. Como enésimo y últi-
' diana distinción de verdad y falsedad, en la conciencia de sí y en la visión mo ejemplo, piénsese en la realidad trascendental , esencial, armoniosa y
i del mundo cosmos O universo, como quiera que se le denomine para ilus- coherente, creada perfecta porque perfecto es su creador. Con esta concep-
~ la limi~ción o amplitud que puede tener la concep~ión ~ma. Dicho ción tuvo que romperse para que se impusiera una racionalidad diferente,
brevemente la concepción de realidad está atada a la htStona del hombre una racionalidad científica. Se plantea entonces la separación entre fe y"- .,
y sus viscisi~des. Y no sólo esto: está marcada por la c~tur~ particul~r del r~z~n, entre con~ci~iento co_mo práctica human~ y revelación, su reconci- )
grupo humano. Lo anterior se constata_ ya se~ ~n la htStona. de ~a filoso- bación o contradicción . Y es mnegable que esta dtSputa continúa y no que-
fí de la ciencia, de la cultura, de la vida coudiana, en la htStona de las dó en el pasado de la escolástica. En fin, lo que se pretende esbozar es la
id~as ... , y de la psicología también. Una bibliografía básica d~ referencia existeocia de teorías formalizadas y no formalizadas acerca de la realidad (
enorme e incluso la tarea articuladora de las transformacio nes de la que se desarrollan en diferentes ámbitos, épocas y con diferentes propósi-
:ncepción de realidad está por hacerse. 1 El mero título de un lib~, por tos, con autoría individual y como producto cultural, e interrogarse acerca \
ejemplo, Del mundo cerrado al universo infuuto (Koyré, A. 1986) contlene ya de lo valioso que sería lograr una perspectiva total y relativa de las teoriza- · ,
el cambio en la concepción de realidad y en la forma de apropiarse de ella. ciones que ha construido el hombre acerca de la realidad, y justificar así (
Joseph Needham (1975), bioquímioo e historiador de la ciencia, refiere por qué este artículo se limita a la presentación de posiciones desarrolla-
que entre los siglos XI al XIII d.C, la escuela neocon~cian a reduce el m~- das en la ciencia y que, además, son vigentes. J
do natural a dos entidades fundamentale s: la matena-energ ía y la orgam- En el campo de la ciencia la concepción de la realidad está incluida en : :
zación. Es decir, dos entidades fundamentale s constituyente s de una teoría todos los paradigmas identüicable s y parte de la polémica actual está cen-
de la realidad en la ciencia moderna, señala el autor, estaban ya desarro- trada en la forma de concebirla. La corresponden cia conocimiento-reali-
lladas en esa cultura y en esa época, sin la ayuda de la ciencia experime~- dad es, además de problema, duda constante, al igual que las condiciones
tal posrenacenti sta. Esto es sólo un ej~mplo de supuestos acerca de la reab- de posibilidad de conocimiento, su racionalidad, su legalidad. La relación
(élad que se organizan e~ ~a con~pctón ace~ de ella. ~ l P_opper (1977), con la realidad ha estado mediada por la explicación, la comprensión, la
1 reconocido por su posición crítica, deductlVISta y f~aciomsta, formula transformaci ón, para evocar así algunas posiciones.
\ una construcción triádica acerca del mundo y la realidad: el mundo con- Afirmar que toda posición epistemológica y metodológica presupone
siste en tres mundos ontológicamente distintos: el primero es lo físico o mun- una concepción de realidad, es un lugar común. Sin embargo, localizada
¡ do de los estados físicos; al segundo corresponde lo mental, y el tercero es esta concepción usualmente a nivel ontológico, de supuesto básico, su dis-
·,) el mundo de las ideas, de los objetos de pensamiento posible, de las teorías cusión abierta y explícita queda reservada y circunscrita a las teorías del
y sus relaciones lógicas, en suma, en el ~e~r mun_do están todos los pro- conocimiento . Pensar en ello pareciera un ejercicio ingenuo e inútil, sea en
1
: duetos del hombre, incluyendo al oonocmnento ousmo. Es un mundo de la práctica de investigación, docente o profesional; resulta paradójico que
~tividad ya que en él hay cont~nidos materiales e inmateriales que se la realidad, en tanto objeto privilegiado de conocimiento se haya convert-
hacen independient es del pensamiento humano y su desarrollo es autóno- ido en un sobrentendid o, en concepto tácito que, al igual que otros presu-
puestos, guían la cotidianidad del investigador y el lego. Es decir, en un
parámetro del razonamiento en la vida cotidiana y en la ciencia.
1 En El espacio de Einstein y el cielo de Yan Gogh, de LeShan y ~argenau (~~) se en- En las ciencias sociales es visible la disputa por la definición de reali-
cuentra un esfuerzo en este sentido. Asimismo en Loa ~ne., del unwerao, IU1a ~na de la&
idea& del C08trlOS (1996) de M. L. Levinas. Segunun':°te ~sten m~ pero la_cuest1ón es la refo·
dad. En este siglo se da la gran polémica entre explicación y comprensión,
rencia expresa a la concepción de realidad oomo histona Ycambio de IU1a idea. apelación a concepciones diferentes de realidad en tanto igual o diferente
LA REALlDAD FORMALIZADA 51
Y REFLEXIONES TEÓRICAS
50 SIGN IFICA DOS COLECTIVOS: PROC ESOS
social, el cual Gergen {19 96 )
natur ales. Al ahor a llam ado "pa- hay que difer encia d~ del const_~ccionismo
a la reali dad enten dida desde las cienc ias opon e como alter nativ a al empirISmo y al racio · '6
nalis mo · La d'istinc i n no
ricid ad de lo social que conv ierte a la
radig ma here dado " se opus o la histo es meno r ya que la teorí a evolucioni sta del cono cimie nto se as
ume como
relac ión sujeto-conocimiento-ob-
reali dad en sui generis:, se inter puso en la ~º.
d l
e o re-co nstru
. .
ctlVI sta-p royec tivo, es decir, repre senta cioni sta y c
, la inter subje tivid ad. El ~pro un ~ns-
jeto, la medi ación del lengu aje, lo simb ólico tructlVIsta most rand o así su .afini dad con la
teorí a evolucion 15· ta d 1
e a cien-
imie nto, _en_p__~i:!icular el
~.'. '.__ y_ la de~ !<:_ i~n socia l -~el ~~~c 3)
. (U ' 19 9 . Cons truct ivista es tamb ién un nuevo parad
cia · rsua,
i'gm l
a, e cons-
~ l ~ g í a cognitiv_a;tÍSí . .
~~- ftte rte- -de- la~u ~~~ ~i-~ 9W J1!g ti:uc~':sm~ radic al (Watzlawi ck, 1994 ), dond e confl uyen distin tos camp os
tuado el atrib uto construido de
como la tradi ción fenomenológica, han acen dISciplmanos_ y qu_e influ encia a su vez a una
teorí a de la socie dad que in-
tados de la reflexión que las
la reali dad socia l. Impo sible exclu ir los resul cluye su prop ia epist emol ogía (Luh man, 1996 ).
as; tamb ién ahí está en juego la
cienc ias natu rales han hech o sobre sí mism ~s diversos parad igma s, ciert amen te en form
a simp lifica da, se pued en~
llegado, una vez más, a las cien- .
conc epció n de reali dad y su influ encia ha localizar a l~ !argo de ~n conti nuo dond e
uno de los extremos corre spon de
cías sociales. indep endie nte del sujeto, exter- 1
das, presc riptiv as, que de- a la conc epcio n de re1~.hdad no cons truid a,
En la actu alida d existen form as difer encia za en su cono cimie nto, hasta í
los resul tados . ~..c áne ftes 11e han na, que se va descu bnen do_ conforme se avan
finen la inves tigac ión y valid ez de el otro ~unto , dond e la reali dad es cons truid
a por el obser vado r, aunq ue el\
Il heg el_! l~ri a. Por
co~f<>rnta.dQ. e!!- pll.r a~~ -q~i : al_!~r-ª- ~~~
~n En punto s inter medi os púed en/
estos ontol ógico s, epis t~~ ?l6g ico~ c61:°o e mcluso ~l ~6nd e es~én a discusión.
pára ~igm a nos refer imos a !os supu fenom enoló gica dond e la reali dad es·,.
. A<í1!J se les cons idera íTo '?onjun- ubicars~ la tradi ci~n _maI'XlSta y la
todo lógicos· que lo sus te~ y distin guen c_onstruid~ pero obJe hvad a, con lo que adqu
iere una indep ende ncia rela- ·
n tamb ién una
toaecreencias que~·aeltcuerdooo_n_ Cun a (1994), repre senta
le~ ~~r @;e · ocup·a ~riii- t'.va del SUJe_to. Se asum e aquí que cada una
de estas posiciones pued e con- ,
vísi6n del mimd ¿- e11_ tllllí_? ~~!!Ilen ;;;a iura dad, que al estar integrada---y- _
ece n entre ambo s. Apela_r a s,_d er~ como una t~oría acerca de la reali
<!_ividuo y el géne ro d~ ~~ ~-- -g- estab lece y comp arte la norm a-
acer caae la1ü ñoam enta ci6n difer encia da en los difer entes parad igma s '
la reali dad como 1Uñd amen to o la discu sl6n · 'd d
tlVI a ~e conll ev~n e im_po_nen. Este es el
criter io, un princ ipio de orde n,
ejemplo, form a parte del deba te
'1 últim a o penú ltima del cono cimie nto, por que perm ite c_umphr el ~bJehvo de este traba
jo: prese ntar la confi gurac ión
•' . . . , . . as posiciones vigentes en el
~ a l inter para di~a s.
e v~rla segu n cn~e~~· époc a y de la concepci6~ de_ reali dad privativa en algun
igma s p~ed en distm gwrs decir que a su vez form an parte
, ')-:::_~uántos parad
) anali za cuatro: positlVlsmo, post- mund o d~ las cien~ias, lo que equivale a t l a 1·imi-·
Jil:Útor. Por ejem plo, el propi o Cuba (1994 n en su práct ica cotid iana. Es eVI"de ne
ivism o. Si el nivel analí tico se ubica de su. realid . .
ad y se intro. duce
.
posit ivism o, teorí a critic a y cons truct tación: desc. nptiv a y limit ada a lo que se enun
cia acerca de la reali dad, no
Dávi la Aldás (1996), tenem os esencia- aci·ones O comb 'inac1· 0nes.
en visió n del mun do, como lo hace d l
a to o e siste ma en que se gene ra ni sus deriv
dan lugar a las tradi cione s filo- .
listas, reali stas y esencialistas-realistas que T~atar de ir más allá o aspir ar a su caba l
delim itació n está fuera de los lí-
mo y dialé ctica , de las cuales
sóficas cono cidas como idealismo, mate rialis nu~es tanto del pr~~ nte °:aha jo como de las
capa cidad es personales. Al in-
o-formalismo, empirismo-posi- encias,2 pero aquí se atien de a
se deriv an tres estilos cognitivos: subjetivism tenor de cada po~ici6n eXISten matices, d~fer
ín Serra no (1978) en relac ión a
tivismo y dialé ctica y herm enéu tica. Mart l~ que sería el nucleo duro de la conc epció
n de realid ad. La únic a prete n-
paradigmas: el durk heim iano, el
las cienc ias socia les defin e cuatr o gran des sión es marc ar el conto rno, ofrecer el esboz
o de marcos de refer encia vi-
Mardones y Ursú a (1988) refie-
neop ositiv ista, el webe riano y el marx ista. gentes ~ara pens ar la reali dad y prese ntarl
as como opciones ante las cua-
galileana, aún vivas, en tanto es-
ren dos gran des tradi cione s, aristo télica y ~es, ~e~iber~damente o no, se toma posición.
Tan evidente la dific ultad e
ias sociales como la dispu ta ex-
cena rio de las gran des dispu tas en las cienc msuficiencia de cualq uier sistema de clasi
ficac ión como evide nte la difi-
mism a como ciencias. Estos autores o de reduc ir el camp o y-· _
plica ción- comp rensi ón y su legal idad culta_d ~e 1~ tarea , por más que se acote. Con objet
analí tica, fenomenológica, hermenéu- descriptivo se va a centr ar en /
nos plan tean tres posturas: empí rico por lurutaciones de toda índole, este ejercicio
utica .
tica y lingü ística y dialéctica o critic a-her mené la concepción de real~dad en el empi rismo
lógico, la tradi ción crític a y tres .~
la varie dad de posic iones posibles de
La comb inaci ón e inter secci ón de la prem isa reali dad cons truid a,)
ejemplo, al inter ior del realismo concepc10nes de reali dad que comp arten
asum ir da luga r a múltiples "ism os". Por
una teorí a social de la cienc ia y nan las referencias utiliza das para con&--·
se discu te la perti nenc ia o no de inclu ir
2
_ Por esla razón , en cada descripción se consig
hasta qué punt o (Cfr. Olivé, L., 1988 , 1994
) y respecto del constructivismo, truu el texto respec tivo.
1

J
52 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS
1
1 LA REALIDAD FORMALIZADA 53

si bien la argumentación es diferente. La influencia que han tenido y tie- Una proposición posee un significado enunciable sólo cuando muestra
nen en las visiones del mundo y en el quehacer cotidiano queda fuera de una diferencia comprobable entre la situación en que es verdadera y la si-
toda duda. tuación en la que es falsa y sólo se tiene una diferencia verificable cuando
ésta se realiza en lo dado. Verificable significa: capaz de ser exhibido en lo
dado. La presencia o ausencia de datos indicará la verdad o falsedad de la
LA REALIDAD COMO PSEUDOPROBLEMA. LA REALIDAD COMO LO DADO. proposición, esto es, la respuesta sólo puede referirse a la presencia de de-
EI,EMENI'OS, HECHOS Y DADO COMO REAL. LA EXPERIENCIA COMO CRITERIO terminados datos, de ciertas impresiones sensoriales. La verificación es
DE REALIDAD. REALIDAD Y MUNDO EXTERIOR. REALIDAD INDEPENDIENTE lógicamente posible aunque se carezcan de medios técnicos para compro-
DEL SUJETO. LEGALIDAD Y REALIDAD. REALIDAD Y OBJETIVIDAD. barla; pero si es lógicamente imposible es contradictoria y por tanto im-
pensable. La enunciación de las circunstancias en que una propo§icioo-
~ tradición empirista y la positivista convergen en el empirismo lógico. resulta verdadera tendrán que ser descubiertas en lo dado. Condiciones di-
' / Los integrantes del Círculo de Viena van a adoptar del positivismo l~ posi- ferentes significarán diferencias en lo dado. Entonces, el significado de
ción radical antimetafísica, la teoría del verdadero ser, de las esenCias, lo toda proposición tendrá que ser determinado por lo dado y no por cosa
trascendente; de la tradición empirista van a conservar las categorías d~ alguna distinta. Esto constituye la realidad nuclear. Hay identidad, enton-
causa y experiencia como exigencias del conocimiento o~jeti~o y l~ _expli- ces, entre significado del enunciado y verificación. El dato significa la exis-
cación. En el Círculo de Viena se trabajó a favor de una ciencia unificada, tencia en el mundo exterior de un hecho definido.
del simbolismo lógico y el lenguaje científico como vía para lograr una La verdad de las proposiciones compuestas depende únicamente de la
concepción científica del mundo. Su filosofía, entendida como filosofí~ y verdad de las proposiciones simples; la verdad de un enunciado general es,
lógica de la ciencia, traspasó a las ~ien~ias de_la naturale~a y pas:ron a in- por tanto, una función de la verdad de todos sus enunciados singulares y
fluir en forma determinante a las ciencias soCiales y la psicología. que están determinados por una verdad directa. Esto es así porque sólo las
.:TI Una realidad no empírica, trascendente, no pue~e ser objet~ ?e conoci- proposiciones elementales pueden ser comparadas inmediatamente con la
Afiento. Respecto a una realidad absoluta no hay ninguna dec1Sión, es un realidad, lo dado de la experiencia: están determinadas por una condición
pseudoproblema . El filósofo y el científi~ siempre debe pennan~r den- de ·verdad directa y el lenguaje tiene relación con lo real, con los hechos
tro de lo dado, ir más allá carece de senudo. Lo dado es una expresión que que representa.
designa lo más elemental y por tanto queda fuera de toda duda. Lo dad~ La verificación no se considera realizada con una experiencia aislada,
es la negación de una realidad trascendente: sól? lo dado es. real. lnvesn- sola; el interés radica en el establecimiento de uniformidades, en conexio-
gar qué significa, asegurar que algo es real se decide sólo medi~t~ la expe- nes que concuerden con las leyes naturales ya que la esencia del conoci-
riencia: el significado de una interrogante sólo se encuentra definido cuan- miento es la generalización. '!'odas las leyes son genera~..!!~,-~ ffiJ,1:.§an
do se enuncian con exactitud las condiciones que permiten que esta se que un cierto núme~ di?_ imphcacion~ son váhdas E!_~todos los obj~s
conteste afirmativa o negativamente; es decir, al expresar un estado defini- d ~ d a . La generalización es la esencia ID1Sma del cono-
do de cosas se describe el hecho que debería existir si el enunciado fuese c~_Ló qUese quiere decir coneiplicar unñeclío observado es-;;~
cierto. Si el hecho no existe entonces el enunciado es falso. El significado se mcorpora ese hecho a una ley general. Se puede llegar a la explicación
tendrá que ser mostrado, deberá ser dado. Los enunciados deben transfor- por la suposición de un hecho que no se observa o no puede ser observado,
marse hasta que las palabras ya no puedan ser definidas y los significados pero el hecho no observado es explicativo sólo porque demuestra que lo
puedan ser directamente señalados. Los_ enunciados deben referirse a cues- observado es manifestación de una ley general. Así, las leyes generales se
tiones reales, fácticas. Se trata de enunciados observables. utilizan para deducciones que descubran hechos nuevos y la explicación
se convierte en instrumento que completa el mundo de la experiencia di-
3 Texto con base en: Reichenbach, H. (1951). La Fi/o$0fla aemf[wa. México: Fondo de recta con objetos y hechos deducidos.
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8'JL~lli método de la cienci~Pilraser válida, la causa debe regir
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SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA REALIDAD FORMALIZADA 55
54

implicaciones generales permiten hacer predicciones y estas implicaciones . La realidad noyene una estruc~ra ontológica, no es absoluta; es depen~)
se verifican también sólo por la observación; si no se creyera en 11! _causa diente de las cond1c1ones de determmadas fases de desarrollo de la realidad y
no habría ciencia. Hay otr~__c!<>.s pr~IllÍsas que guían l ~ : de su función en totalidades reales en desarrollo. La realidad es un todo en
toda cosa es idénticaa-símu;ma y todo juicloesverda<íero o falso. Son pre- desarrollo: es procesual, no sustancia fija. La cualidad sustancial de estos
misas"incuestíonables~_!:_egJas para 1alté8cñpción del mundo. procesos esenciales es históricamente relativa y también relativa respecto
y
·-----itea[iéiad exÍS~cia n¿c¿rutituyen predicados, lo que se puede probar de su función, respecto del contexto general de las totalidades en proceso.
es el atributo de real: existe o no. La realidad se verifica por el hecho de La relacionalidad se funda en la concepción procesual-relacional de lo
que, como resultado de determinadas manipulaciones, se obtienen ciertas intrínseco. No se trata de una fuente externa sino en cierto sentido idénti-
sensaciones táctiles o visuales, o por medio de los enunciados de otros que ca con ella. La articulación interna de un objeto no es estática, existe sólo
tuvieron percepciones análogas. La afirmación de la realidad de una cosa en el movimiento, es devenir sobre la base de forma devenida y conduce a
es un enunciado relativo a experiencias en una conexión regular, la reali- la génesis y devenir de otra forma. Esta articulación procesual en la forma
dad se refiere a las experiencias, no es indepeniente de ellas. Ser real signi- devenida posee conexiones internas con la historia y se trata de conexiones
fica siempre hallarse en una relación definida con lo dado y lo dado cons- simultáneas entre procesos. Lo histórico, entonces, no se agota en la mera
tituye el único mundo exterior. sucesión empírica de los fenómenos, acontecimientos y situaciones de la
El mundo exterior no es otro que el mundo empírico, tiene un sentido realidad objetiva: contiene toda la multiplicidad de formas de los procesos
sensible, susceptible de ser bien establecido y para verificar se poseen crite- objetivos. Todo lo que existe actúa · ~ s actuar. El es-
e~~o
'
:¡. rios empíricos, plenamente definidos; esas cosas existen independiente-
mente de uno y son distinguibles de las cosas subjetivas internas, depen-
tado a
en proceso
uto e
de trans
as cos
ormación.
e os
-·---
fenómenos es hallarse
- - - -'
dientes del sujeto. Así, real y verdad sólo existen en tanto el enunciado -"En la miiltipii~aa de cteíerminaciones pueden distinguirse: la trasposi-
concuerda con su objeto, sólo así el conocimiento es objetivo: procede del ción de lo condicionador en condicionado; de lo formado en formador; la
desaparición en el desarrollo del objeto de las condiciones presentes en su
objeto y no del sujeto.
génesis; las que siguen siendo momento de la existencia del objeto dado,
devenido. En el objeto devenido, los fenómenos estudiados son a la vez cau-
REALIDAD y MOVIMIENTO. REALIDAD PROCESUAL REALIDAD Y RELACIONES. sa y efecto, es momento de interacción, unidad de muchos momentos en el
SIMULTANEIDAD Y MULTIPLICIDAD DE PROCF.SOS Y RELACIONES. proceso de desarrollo del objeto. En esta interacción, en esta procesualidad
REALIDAD ARTICULADA, DETERMINADA E INDETERMINADA, LO DADO esencial está dándose la contraposición, la existencia de determinaciones
y EL DEVENIR. REALIDAD Y PRAXIS. REALIDAD OBJETIVADA. contrapuestas y contradictorias con sus muy variadas relaciones. Esto per-
REALIDAD PROYECTO E HISTORICIDAD.
tenece a la esencia más propia del objeto. Esta concepción conduce a la

f indubitable el alcance e impacto del materialismo dialéctico. Se trata


de conocer y hacer para el desarrollo del hombre y su emancipación. Anti-
contradicción como rasgo más esencial de esta realidad procesual relacio-
nal, es el movimiento mismo. La contradicción se desarrolla en la cosa
misma, es una circunstancia problemática del mundo; se le debe concebir-
dogmático y convertido también en dogma, recupera el movimiento en la incluso como necesaria y extender a ella la racionalidad. La experiencia
Escuela de Frankfurt; sus participantes y fundadores hacen suya la tarea del carácter contradictorio de la realidad social no puede ser considerada
crítica: develar lo oculto, ir más allá de lo dado, negar la positividad y asu- un punto de partida más entre·otros posibles: es motivo constituyente.
mir la no identidad.~
La esencia no es algo fijo y sin diferenciaciones, es históricamente pere-
cedera, atraviesa estadios evolutivos y transfor:rnaciones. Las propiedades
de una cosa no nacen de su relación con otras cosas sino que se actúan en
esa relación; los atributos nacen en determinadas fases de la evolución hu-
~ Texto con base en: Zeleny, J. (1974). La utructura l6gica de "El Capital" de Man. Bar<»
lona: Grijalbo. Adorno, Tb. W. (1990) Dialéctico Negativo.. Madrid: Tauros. Kosik, K. (1967) mana, en determinadas condiciones, es una determinada relación entre
Dialécti.ca de lo concreto (Estudio aobre lo& problemas del hombre y del mundo). México: Grijal- los hombres y su praxis. Es concebir al ser como no ser, en su devenir y en
bo. Martin, J. (1989), La imaginación dialéctica. Una hútoria de la escuela de Frankfurt. Ma- su historicidad. No es el hombre ya producido sino como acto de génesis,
drid: Taurns.
r LA REALIDAD FORMALIZADA
56 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS 57

de autoproducci ón. La actividad humana, la praxis, produce no sólo cosas talidad. La visión d~ la sociedad como totalidad exige, entonces, que todos
sµio todo el medio -rital; la p ~ z a c i ó n ~!@ad delh~. - los momentos efectivos en dicha totalidad, irreductibles unos a otros en-
~ h o i ñ b ~ ~ o s e explicailñiecliiííite la rela- tren en el conocimiento y la conciencia del hombre y convierta la refle~ón
•;ión de los individuos y las situaciones sociales y materiales concretas: los sobr,e sí_ mismo en en:ian~ipación. La praxis entonces no es opuesta a la
modos de existencia y actuación de la cualidad social de los hombres. Las teona smo la determmac1ó n de la existencia humana como transforma-
condiciones, las circunstancia s, siempre son obra de la actividad de los in- ción de la realidad.
dividuos. En todo momento el hombre parte de sí mismo; no son únicos en P,n el curso de la praxis, en la objetivación, el hombre configura el pre-
el sentido de no necesitar ninguna relación entre ellos, sus necesidades y el \~e con base en sus proyectos para el futuro y así presente y futuro se for-
modo de satisfacerlas los relacionan entre sí. Los individuos entran en re- man sobre la base de algo que todavía no existe, descubre el futuro como
lación situados en un determinado estadio de desarrollo de sus fuerzas dimensión de su propia existencia, del proceso mismo de objetivación. Es
productivas y sus necesidades; ese estadio en el que entran determina ade- la capacidad de imaginar lo no existente y sus condiciones de posibilidad
más la producción y las necesidades. Ha sido, entonces, el hombre mismo capacidad de convertir en problema lo presente y dar una dirección a l~
quien ha creado las condiciones y relaciones existentes y las vuelve a crear praxis, dar un sentido a la sociedad. De esta forma al hombre, en virtud de
cada día. El movimiento se refiere, entonces, al movimiento de la práctica lo que no es, se le hace patente lo que es. Pero también es historia, con-
humana. Ningún contexto de movimiento está predetermina do por leyes y ciencia histórica en tanto despliegue de su potencialidad como humano·
principios eternos e invariables; todo cambio se produce por la transforma- antes de la historia e independient e de la historia no sabe de sí. Sólo en l~
ción humana de los resultados conseguidos anteriorment e. La actividad relación práctica, historia y proyecto, se da la posibilidad de confrontar, de
humana crea en la historia contenidos y formas también nuevas que no cono~er ~as diferenci~ de las condiciones y de vida. Esto hace surgir la
han existido previamente. Los hombres son al mismo tiempo actores y au- conciencia y lo potencial, lo nuevo, lo que no ha existido previamente.
tores de su historia, se transforman ellos mismos y transforman las cosas y
condiciones.
El hombre, como sujeto histórico real, crea en el proceso de producción REALIDAD COMO MUNDO DE VIDA COTIDIANA. REALIDAD COMO
y reproducción social, a la realidad social como totalidad de relaciones so- CONTENIDOS DE LA CONCIENCIA. REALIDAD COMO INTERSUBJET MDAD.
ciales, instituciones e ideas y en esta creación objetiva se crea a sí mismo REALIDAD COMO ACTIVIDAD HUMANA OBJETIVADA.
como ser histórico social, lleno de sentido y potencialidad . REALIDAD COMO UNIVERSO SIMBÓLICO.
Los sujetos no están sólo influidos por la realidad social, la sociedad,
vienen configurados por ella hasta lo más profundo. El entorno social efec- ~inada en la fenomen2!2gfa, esta coocepc!QDJl.ega...a.J~ ciencias socia-
tivo es producido a su vez, todo lo mediata e irreconocible mente que se
quiera, por hombres, por la sociedad organizada. La autonomía de los pro-
cesos sociales no es algo en sí, se basa en la cosificación; en virtud de su
------
a -
es través de la obra de Alfred Schutz; iJ.mto con el intera~ionis mo sim-
bólico se va a convertir en una de las posiciones más influyentes en la mi-
crosociología y la psicología social. La tesis básica es: la realidad social es
propia dinámica los procesos sociales se han automatizado , enajenado res- socialmente c~nstruida y no hay ~ay realidades múltiples. ·
pecto de los hombres, a tal punto que parecen independient es. La praxis &ítre las málnplcs ,caltttailes ~!:.':!l~~-s e _presenraéoi ñolá rgalidgg .,,
pOr excelencia: la vida cot1díáiüí:s- · --~.,-.,~ ·-· -
objetivante y objetivada, su continuidad, hace parecer más real el produc-
to que el proceso y oculta que existe en relación con la actividad de los Los m1eíñ:6ros de una s~~d dan por establecido como realidad el
hombres; en esto se basa la posibilidad de transformar al sujeto en objeto, mundo de la vida cotidiana; se origina en sus pensamientos y acciones y se
en considerar a la realidad más real en tanto se eliminan de ella el hom- sustenta como real. Está "ahí" como facticidad evidente, no requiere verifi-
bre y los significados humanos. La realidad entonces se presenta sólo cación. La duda está fuera de la actitud natural. El problema de la validez
como lo dado y hace depender al sujeto de poderes hipostasiados. Pero en
esta misma praxis se realiza la apertura y comprensión de la realidad; crea
5
Texto con base en: Schutz, A. (1974) El problema de la realidad aocial. Argentina: Amo-
rrortu. Schultz, A. (1974) &tudios aobre teoría aocial. Buenos Aires: Amorrortu. Berger, P. y
la capacidad y posibilidad para el hombre de ir más allá de sí y en sí mis-
Luclcman, T. (1979) La construcción aocial de la realidad. Buenos Aires: Amorrortu. Berger, P.
mo, de superar la clausura y establecer la relación con el mundo como to- L (1969) El dosel sagrado. Elementru para una aociologín de la religión. Argentina: Amorrortu.
58 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA REALIDAD FORMALIZADA 59

para los marcos de interpretación, el sen~do común, el saber compa~ido, nificados. La producción humana de signos, la significación, es un caso es-
/no existe como tal, es la pertinencia prácnca la q~e prevalece. La realidad pecial de objetivación y el lenguaje, en tanto sistema de signos, trasciende
/ de la vida cotidiana se aprehende como una realidad ordenada y cohere_n- el aquí y ahora, y al conectar esferas diferentes de la realidad las integra
\ te se trata de una realidad ya objetivada constituida por un orden de ob¡e- en un todo significativo. Sin embargo, la totalidad de ese mundo no puede
, to~ precedente al actor. Se nace en un orden ~oci~l dado e instituido,_ reali- conocerse, el saber es parcial para el actor.
zado por el hombre en su continua e~emalización .. Este orden social no Esferas de la realidad pueden resultar incomprensibles pero no elimina\
)
. forma parte de la naturaleza, ni se denva de ella. Existe sólo como produc- su objetividad. Es el caso del mundo institucional: no obstante producción )
c ; ; e la actividad humana. . . . . . humana tienen el carácter de externalidad, es realidad objetiva que coac- (
Los objetos constitutivos de la conciencia constltu!en _también las ~ife- ciona y controla al individuo y su facticidad no depende de la compren-)\
rentes esferas de la realidad, ésta depende de la conciencia. Está orgamza- sión de su propósito o forma de operar, tampoco de la voluntad del actor.
da la realidad alrededor de la conciencia, en el "aquí" del Yo, y en el La independencia de los fenómenos es una cualidad propia de esta reali-
"ah' " del tie,mpo presente: es el reafusimum de la conciencia. La con- dad. A pesar de esta objetividad no adquiere un status ontológico separado
ora r .
ciencia transita por otras realidades que aparecen como zonas imita as
d
de la actividad h~man~ que lo produi_o: La relación productor-producto s~ ·
de significado y desvían la atención de la vi~ cotidiana ~ero ésta nunca resuelve en una dialéctica que se mamfiesta en tres momentos: externaliza-
pierde supremacía. La vida cotidiana se expenmenta con diferentes grados ción, objetivación e internalización. Componente fundamental en este pro-
de proximidad tanto temporal como es~acial ~onde el ~e!erente const~nte ceso es la existencia de universos simbólicos que dan sentido tanto al indi-
es la perspectiva que le da al actor la smgulandad, umcidad, de su situa- viduo como a las instituciones al concebirlos como incluyentes de todos los
ción biográfica. . . . . . significados objetivados socialmente y subjetivamente reales, dotan de sen-
- Si la realidad es subjetividad también es mtersub¡et1V1dad. La _mters~ tido a la realidad propia y son capaces de integrar todas las esferas de rea-
~vidad, cualidad de lo social, i~p~i~ comunalida~ de persp~cn:~ Y sig- lidad, entendida ahora como realidad significativa, cotidiana, ordenada y
nificados. Sus condiciones de posibilidad son: 1) la mtercambiabilidad _de estable. La realidad es así el universo simbólico en que se vive cotidiana-
lugar con el otro y ver un horizonte que no~ e_l ~ro~io, ver la_perspec~v~ mente.
del otro, y 2) la congruencia del sistema de s~ificaciones. _La mters~¡eti-
vidad es origen del sentido común, de los códigos compartid?s e~ la ~nte~-
acción, que junto con las tipificaciones y ~efiniciones de la situación impi- LA REALIDAD COMO CONSTRUCCIÓN CULTURAL. INTERACCIÓN Y PRÁCTICAS
den ver una la realidad fragmentada, caónca, desordenada. El s_aber que _se SOCIALES. LA REALIDAD COMO CONVENCIÓN. REALIDAD CONTINGENTE
· n otros en un mundo común, donde hay correspondencia entre sig- Y RELATIVA. REALIDAD EN LOS SISTEMAS DE SIGNIFICACIÓN Y SISTEMAS
~e oo . ~.
nificados, organiza la realidad, la interacción, la vida so?al, la con am- DE INTELIGIBILIDAD. LO SIMBÓLICO COMO FUENTE DE CONSTITUCIÓN
~d. Evita la duda sobre la realidad en tanto sea compartida por l~s otros. DE LA REALIDAD. REALIDAD CONSTRUIDA EN EL DISCURSO. REALIDADES
'(JI La realidad de la vida cotidiana no es totalmente aproblemánca. Una RELATIVAS A NÚCLEOS DE RELACIÓN Y SIGNIFICACIÓN.
acción insólita, la presencia de un problema, interrumpen la rutina. En-
tonces, lo nuevo, la esfera problemática, se interpreta de acuerdo ~~ los Enmarcado por la posmodernidad e iniciado hacia 1980, antifundacion~a
marcos de significación establecidos, esto es, lo extraño se vuelve familiar Y lista y antijustificacionista, así como antirepresentacionista, con haberes
se soluciona de la manera como se ha solucionado antes, a menos que esos en el pragmatismo, la teoría critica, el interaccionismo simbólico, la filoso-
objetos O acontecimientos co~espondan a. un~ realidad ?°mple~ente fía del lenguaje, la hermenéutica, la sociología del conocimiento, la teoría (
distinta e impida su reintegración a la contmmda~ d_e la Vida co~diana Y literaria y la retórica, el construccionismo sociafes hoy una de las posicv
de la conciencia. Esta es la forma de generar conocimiento y cambios en la
realidad de la vida cotidiana.
La · tividad inaccesible se vuelve a · le por medio del le . je. 6 Texto con base en: Gergen, IC. (1996). Realidades y relacione.,. Aproximaciones
a la cona-
y el lenguaje toma como referencia a la vida cotidiana y ~e ~a ~ara mt~r- lnlcción 80cial. Barcelona: Paidós. lbáñez, T. (1994). Psicolog(n Social Construccionista. México:
_Uni.-er.;idad de Guadalajara. Potter, J. (1998). La Representación de la Realidad. Di.scur:,o, retó-
pretar y compartir experiencias; proporciona también ob¡et1vac1ones y sig-
rico y construcción social. Barcelona: Paidós.
60 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA REALIDAD FORMALIZADA 61

nes más debatidas e influyentes. Su impacto en la psicología, en la psicolo- es una forma de ser en el mundo que atraviesa todos los comportamie ntos.
gía ·social y psicoterapia ha sido fuerte, aunque desde luego el movimierúo Lo que es, lo es porque es pensable y es pensable porque es significable.
construccionista no se reduce a este ámbito. Todo lo es en tanto_ significa. Los significados, los códigos simbólicos, sG
Las tesis fuertes son: la realidad no existe con independenc ia del sujeto, construyen en relación con los demás: la dimensión hermenéutic a atra-
es una realidad interpretada. El acceso a la realidad es el propio conoci- vi~~a las operaciones de todas las ciencias, de todos los lenguajes. Lo sim-
miento, sólo se puede conocer aquello elaborado por el conocimiento mis- bohco es tan real como cualquier objeto real y posee la capacidad de ser
mo; en consecuencia , la realidad conocida es construida ya que los conoci- fuente de producción de la realidad.
Los fenómenos sociales no s · ientes de st1,/é~:a:¡~- de las
mientos pasan a ser constitutivos de la realidad misma y no es posible
· os situarlos l
saber si corresponden con Una Realidad. Ua decisión sobre la validez de rela
un enunciado resulta de una convenció~ tas convenciones , estas catego- ~~-i~-~ -~~E.!~ de sus E!Qce~!.,_~~~!!~.!!Y2~i procesos y efectos
nas no son arbitrarias, se han ido fonnhndo en las prácticas sociales. La son mdISOciables, están marcados por opciones, prácticas y resultados, son
deliberación , el debate pone límites a lo que se puede enunciar, a m8l'Cllr contingentes, no tienen el carácter de necesidad, siempre son particulares
los atributos de un enunciado plausible y este sistema de convenciones y las genealogías cambian a medida que transcurre su propia historia, de
constriñe las decisiones sobre la verdad. Así, la verdad es producto de la ahí que el conocimiento y la significación de la realidad sea cambiante el
coordinación microsocial, no de la corresponden cia mente-mundo . La uni- conocimiento sea incompleto y limitado a su propia historicidad, a su c~n-
dad de elaboración de la realidad es un núcleo relacional, un núcleo de texto sociohistórico.
inteligibilida d, esto es, el conjunto de proposiciones interrelacion adas com- Objetos y he~h~s son resultado de las prácticas de objetivación que in-
partidas por los participantes que están incorporadas a una gama de acti- cl":yen el conocimiento , las convenciones y el lenguaje; así se instituyen los
vidades pautadas. La verdad es un acuerdo, una construcción cultural pro- ob1etos de los que está hecha la realidad y la representació n del objeto se
ducto de las relaciones sociales. gene~a en las p~ácticas que ~e articulan para representarlo . Estas prácticas
¡; · ,.r El ser humano es capaz de tomarse a sí mismo como objeto de referen- son, igual, contmgentes, sociales e históricas, esto es, relativas a una cultu-
'I•
,¡_: cia, de construirse como espacio de significaciones compartidas, intersub- ra particular. Las cosas no existen por sí mismas, toman existencia en vir-
\ jetividad que permite reconocerse, anticipar y completar las relaciones de ~d ·de ~as categorías ~rico conceptuales , recursos retóricos y prácticas
j sentido con el otro, hacerse inteligible y entenderse con los otros. Esta rela- ~':1rsivas. El que lengua1e y prácticas discursivas sean condiciones de po-
'1 ción consigo mismo y con el otro, la reflexividad, es el núcleo mismo
de lo s~l)lhdad par~ la construcción no implica una ontología, no equivale a de-
¡ No ~ o el cir que el ob¡eto sea de naturaleza lingüística. Lo que se da como propie-
\ social, tan constitutivo del hombre como lo biológico.

~ m . , ~ utilice la categorí~me nte o sub"e'fiviclad. sin~a ;¡;- dades de las cosas son propiedades del discurso sobre las cosas no son
. S i . ~ a que'geñe ~to el lengu-;je como a comprensi n: es la in~nsecas.~L os o~etos no pas;n a se;~e la misma n~-~r~-4?..~!l-~~ las ope-
participación común en un sistema de comprensión . Así, no hay posibili- ~ones ~ h a n construi. o, res !an..~~J~ fr!§ti.cas_y_e_o! tamo:§~
1
dad de existencia de un lenguaje privado porque no existe un lenguaje se-
parado de los objetos o de sí mismo. Las narraciones, los relatos son re-
so~ un .P~ efecto del t;~ti.e, no est~. he~~-~~.~~.!~r~ __per?~~~n
co~n-:uidos con ellas._ realidad está en sus sigmficaciones. En conse-
d
cursos culturales, comunitarios , que crean el sentido de los que es verdad, cuencia, no hay una replll§entaC?.Lón ~rdad~ra 1 obietiva de la realidad,
; l
'.
se trata de un acto de inteligibilida d. La coordinación relacional genera lo q~e hays';? ~últiples núcleos relacionales, ~-a; ~o ·&;~~---;;--;o-
el lenguaje y con él la capacidad de hacerse inteligible, incluso para sí tencialmente urucas de construir la realidad que pueden ser excluyentes
m1Smo. pero igualmente ciertas, una proliferación de realidades, laminaciones de
realidad.
En tanto seres sociales se está constituido por historicidad y hermenéu-
tica; esto es: significaciones cambiantes. Se es en tanto concreción del len-
guaje. El lenguaje, lo que vehicula y produce, se encuentra en todos los as-
pectos y al interactuar con una construcción lingüística afecta a la
realidad, lo que acennía su carácter construido. No se pueden naturalizar
las construccion es culturales. No se es libre de significar o no; interpretar
SIGNIFICADOS COLECTNOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA REALIDAD FORMALIZADA 63
62

REALIDAD COMO CONSTRUCCIÓN DEL OBSERVADOR. REALIDAD COMO dad objetiva sino capacitar para obrar y lograr objetivos en el mundo de la
DISTINCIÓN. REALIDAD COMO MUNDO ÓNTICO PROYECTADO. REALIDAD
experiencia humana. .
COMO MUNDO DE EXPERIENCIAS DETERMINADAS POR LA CUALIDAD El objeto, como se ha llamado en las teorías tradicionales del conoc~·-?
DEL SISTEMA ORGÁNICO DEL OBSERVADOR. REALIDAD PROYECTADA. miento, en tanto _integrado yor varias percepciones sensoriales se integr
REALIDAD CARENTE DE FSfRUCTURA. REALIDAD SIN CONTENIDO. en la representación y de nmguna manera se puede considerar preforma- .
do. Esta construcción sólo puede ser proyectada en el mundo "óntico" la \1
REALIDAD CONSTRUIDA.
"realidad"_- Las cualidades de los órganos sensoriales humanos dete~
&ra constructivismo radicaF se plantea la comprensión de la interdepen- nan la cahdad de la percepción. La indiferenciación de la codificación en
,;~~ncia del observador y lo observado. Se puede decir que es una teoría del el sistema nervioso es una confirmación de que todo conocimiento en el
conocimiento de profunda raigambre en la reflexión y conocimien_t~ cie~- mundo de la experiencia debe ser construido y no puede tener pretensio-
tífico contemporáneos y al mismo tiempo identificada con la tradición fi- nes ontológicas de objetividad. Es un conocimiento posible y determinado
losófica relativista, escéptica y constructivista. Su influencia en varios cam- por la estrnctura biológica humana, es lo que se puede experimentar. Toda
pos de las humanidades y la psicología es ya notable. La . teoría de la realidad, todas las realidades son percibidas y toda percepción depende de
sociedad, elaborada por Nildas Luhman, comparte este paradigma. manera inevitable de complejos procesos cognitivos y sociales, donde se de-
El punto de partida de un cálculo es el planteo de. una distinción. Impo- nomina "realidad real" a una realidad percibida, se estabiliza y se acepta
ner una distincion hace surgir un mundo fuera del observador. Con esta como viable y se convierte así en el criterio de otras percepciones. El prin-
separación se diferencian, se distinguen unas de otras, formas de manifes- cipio de causalidad es un supuesto de regularidad de todos los fenómenos
tación que luego se sostienen que son del mundo y no del observador.. El de _la naturaleza; es el propio sistema del observador el que genera la regu-
observador tiene así primacía, la distinción que realiza es acto primordial, landad aun de eventos que carecen de ella, es decir, que se presentan al
es una operación que crea el mundo; sus descripciones se refieren más a azar. Espacio y tiempo son una construcción conceptual. No son hechos
las características del observador que a una consistencia verdadera del del mundo objetivo. Este principio de continuidad de la realidad no es
mundo. Así, la realidad es la construcción de quienes se esfuerzan por des- atributo de ella. Orden y caos son valores o dimensiones que dependen del
cubrirla e investigarla, no depende de lo que es exterior al observador sino observador. Sólo alguien que mirara el mundo desde afuera, que no lo ex-
de la distinción que él hace. La presunta realidad exterior, objetiva y es~- perimentara, es decir, que lo experimentara sin condiciones, podría hablar
blecida se aborda desde supuestos acerca de ella que se asumen como atn- de un mundo "objetivo".
butos sin ver que son sólo consecuencias de un modo de indagar. En con- Este mundo de experiencia es el único mundo al que se tiene acceso, es
el mundo de los fenómenos que se viven. Es en esta praxis donde los mo-
secuencia, se trata de una realidad inventada.
El valor de un saber, del conocimiento, no es su coincidencia con una delos constrnidos deben probar su eficacia, su viabilidad, no en la corres-
realidad imposible de profundizar; el saber consiste en modelos que per- pondencia con una realidad que se asume independiente y que la ciencia
miten orientarse en el mundo de la experiencia, prever situaciones y en ha considerado isomorfa al conocimiento. La adecuación de los modos de
ocasiones determinar las experiencias. Su función no es reflejar una reali- pensar y de los lenguajes no reflejan una estructura de la realidad, siempre
se trata de una adecuación; su viabilidad está condicionada y construida
por los fines y modelos particulares del observador y por sus particulares
7 Texto con base en: Ceruti, M. El mito de la omnisciencia y el ojo del observador. En:
recortes metodológicos. Las construcciones de la realidad, científicas o no,
Watzlawick, P., Krieg, P. (Comps) (1994) El ojo del obaervador. Con~uciofle6 a l ~
mo Barcelona: Gedisa. Foerster, H. von. Construyendo una realidad. En: Watzlawick, P. son valiosas en tanto la información que aportan y la información que
(C~mp.) (1995) La realidnd inventada.. Barcelona: Gedisa. _Giasersfeld, E. von. lntrodu~ón al puede lograse por medio de ellas son útiles para la sobrevivencia. La rela-
\1. constructivismo radical. En: Watzlawick, P. (1995) Op. Cll. Glasersfeld, E. von. Despedida de ción entre estructuras orgánicas para vivir en su medio y la relación entre
la objetividad. En: Watzlawick, P., Krieg, P. (Comps)_ (1~4) Op. cit. Ma~':8°a, R. H. (1996) La
estructuras cognitivas utilizables y el mundo de experiencia del sujeto pen-
realidad: ¿objetwa O construida? ll. Fundamentos bwlógrcos del co~'."°· Bar~lona:. ~-
thropos, Universidad Iberoamericana, ITF.'iO. Maturana, R. ~-, La cae~caa y la Y1da cot1d1a- sante, son similares. Ambas "encajan": las primeras porque el accidente
na: la ontología de las explicaciones científicas. En: Watzlawick, P., Krieg: ~- (Comps) (1994) natural de las mutaciones les dio la forma que ahora tienen; las segundas
Op. ci.l. Varela, F. El círculo c~eativo. Esbozo históriconatural de 1~ reflexmdad. En: Watzla- porque el propósito humano las formó para cumplir fines que efectiva-
wick, P. (Comp.) (1995) Op. ci.l. Watzlawick, P. (1994) ¿Es real la realidad? Barcelona: Herder.
64 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCFBOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA REALIDAD FORMALIZADA
65

Í mente cumple. En este sentido, la viabil~dad se refiere a ~e es posible so- miento, dándose. ~o _hasta predicar que cambia, de construir merament~ !)
1 brevivir con modelos completamen te diferentes de realidad. Nunca hay hay que darle movimiento a la razón para seguir el movimiento de lo real··
) una verdadera y correcta descripción de la ~ealid~d sino _m_uchas y di~eren- sólo así es posible la emancipació n. No basta acentuar la responsabilid ad
~ - Sólo se puede hablar de dominios de existencia, donumos de realidad. en el ho~re en tanto creador, acentuar la dimensión ética, lo debe mover
un propósito, una utopía y así ser capaz de dar direccionalid ad a los pro-
***** cesos.
Pero enfocándose directamente al problema central ' la realidad ' est"'e \ \
Lo anterior concluye este ejercicio inacabado. Las descripciones presenta- l . .
1onzonte de concepciones, cada una con categorías propias, permite pre- ·
das son a todas luces insuficientes pero cumplen el propósito de mostrar gunta~e acerca de cuál o cuáles se encontrarían de realizarse un estudio }
las posiciones vigentes que por serlo se convierten en posiciones e~ conflic- empínco. Porque además revisten otra peculiaridad: su origen no es simi- /
to antagónicas e inconmensur ables, como es usual e~tre los parad~gmas. . lar au_n~ue las ~inco teorías corresponda n al campo de la ciencia. Unas (
,it;Ñ0 obstante, se pueden expresar algunos pensamientos . Enunciar real1- -empmsmo lógico y constructivis mo radical- tienen su razón de ser en las \
· ~ . construida exige aclarar a qué género de construcción se refiere. Res- ciencias naturales, aunque rebasen este ámbito. En cambio, materialism o/
pecto a la realidad, en la teoría el~rada desde el p ~ ~ a de l~ feno- dialéct_ico y teoría crítica, construccion ismo social y construcción social di .
menología, la realidad antecede al su1eto. En el cons_truct1.V1Sm? radical, el la realidad es_tán ancl,a~as en las ciencias sociales y sostienen la especifici\
sujeto observador precede a la realidad en construcción . La pnmera, feno- d~d de lo social. Un último punto por destacar es que su impacto ha sido:
menológica, pese a centrarse en el mundo de vida co~dian~ y_plantear la d1fere~te, ~to en grado como en momento histórico; aunque el peso ~
e~tencia de múltiples realidades, éstas son perspectivas ~últiples que se ha temdo Y_ ~e~e aún la concepción que se origina en el empirismo lógico
toman como real en la conciencia del actor. Hay otra realidad además de y el neo~os1tiV1Smo es cuasihegemó nica, la polémica sigue abierta, tan in-
esas realidades: la realidad externa, el mundo externo, que se le exige al tensa qw.. á como el debate clásico entre comprensión y explicación.
investigador poner entre paréntesis. La reducción fenomenoló~ ca ex~luye Entonces y frente a este campo problemático apenas evocado, cabe pre-
lo exterior para centrarse en la conciencia, pero no anula la eX1Stenc1a de ~ntai:5e: cuando se apela a la realidad ¿a qué se refiere uno?, ¿qué conte-
objetos independient es. En interlocuci?~ con el ~ealismo, ~unque se tr~te m~os ~nclu~e?, ¿en relación a qué se piensa la realidad?, ¿el marcaje disci-
del realismo hipotético, en el constructmsm o radical la realidad se predica plmano defme el concepto asumido de realidad? Su ausencia ·resulta en
en su negatividad. Esto hace una gran difere~ci~ con la epist~mol?gía na- una conceptualiz ación diferente?, ¿depende la concepción de r~alidad de
turalizada de la teoría evolucionista del conoc1m1ento y de la c1enc1a. los marc~s epistemológicos?, ¿hay una o varias concepciones de realidad?
O n sí, para el constructivis mo radical, el problema de la _realidad pue- ~ara ~ec1~lo en breve: ~~ la cotidianidad de nuestra práctica docente y de
¡?e ser hasta inexistente si se considera que el problema pemnente está en mvestigac1ón, ¿qué pos1c1ón asumimos?
las condiciones de posibilidad del conocimiento . Maturana recuerda la ex-
presión de Einstein al afirmar que las teorías son creaciones libres de la
mente humana y su asombro ante el reconocimien to de que con ellas se
pudiera comprender el universo. El asombro, dice Maturana, proviene del
supuesto de una realidad independient e y, ~ega, ~e no ~ay ~ada. de REFER EN~°""
asombroso en ello a pesar de la validez de la afirmación de Einstem. 81 se
1
piensa en esto bajo el supuesto de realidad construida, el asombro que ;;:'" ª Aldas, F. (1996) Tec/fa, ciencia y metodología en la era de la moder-
y~oca resulta mayor. . ~ - México; footanf~ra.
Pf'./'ara el construccion ismo social el lengua1e es fundamental, aunque se Gerge~ K. (1996). Realidades y relaciones. Aproximaciones a la construcci6n
'i1ponga a la fundamentac ión; se crean realidades en Y_ ':°n el len~~je; ial.JJ~ : Paidós.
comparte con la teoría crítica, continuadore s ~e la_ ~ad1c1ón matenal1Sta a, E., Li_~ Y. (1994) Competing paradigms in qualitative research.
dialéctica, la hermenéutic a, lo procesual y la h1Stonc1dad, pero para estos :·Deozing, U., Lincoln, Y. (eds.) (1984) Handbook o/ qualitati.ve re-
últimos lo esencial es ir más allá de lo dado y pensar a la realidad en movi- search. Newbury Parle: Sage Publications.
66 SIGNIFlCADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONF.8 TEÓRICAS

León-Portilla, M. (1986) Tiempo y realidad en el pensamiento maya. México:


UN~. ·
Luhman, N_.J199..6)!ntroducción a la te~r(a de sistemas. Lecciones p ubl"1ca-
. das.,pói Javier To~Nafarrate . México: ~-1:ESO-Anth ropos..
iMar&ones, J. M. y Ursú~ N. Filoso/la de las ciencias humanas Y sociale,. Mé-

\,~a~:= : : : : ~ : ; 7 8 ) Métodos actuales de irwestigación social España:


MEMORIA COLECTIVA
Akal Editor:
Needham, J. (1975) El diálogo entre oriente y occidente, dentro de los cuatro JORGE MENDOZA GARCÍA*

mares. Madrid: Siglo XXI Editores. . . .


Olivé, L. (Comp) (1994) La explicación ,ocial del conocuruento. México:
CONCEPCIÓN DE MEMORIA COLECTIVA
UN~. .. d l análisis
Olivé, L. (1988) Conocimiento, Sociedad y ~ : problemas e
LA TE.sis
del conocúniento y el realismo cien.tífico. México: Fondo de Cultura Eco-
nómica. U · · Para Maurice Halhwachs (1924) la memoria se contiene en marcos socia-
P opper, K ., Eccles, J. (1985) Elyo y su cerebro. Barcelona: Labor ruvers1- les; en éstos no hay separación estricta entre el individuo y la sociedad, al
u=~N. (1993) Cerebro y conocúniento: un enfoque evolucionista. Barcelo- contrario, se unen, de forma tal que devienen en un "proceso constituido
socioculturalme nte" y de ello trata de dar cuenta la memoria colectiva. Los
na: Anthropos-Univ ersidad del País Vasco.
antecedentes teóricos de la memoria colectiva se pueden encontrar en el
Watzlawick, P. (1994) ¿Es real la realidad? Barcelona: Herder.
francés Durkheim, en el británico Frederick Bartlett, en el ruso Lev S.
Vygotsky y en el norteamericano George Herbert Mead (Middleton y Ed-
wards, 1990b). No obstante que el concepto se atribuye al sociólogo fran- /
cés Maurice Halbwachs, quien bautizó así a uno de sus libros, cuyas notas j
datan de inicios de los cuarenta, pero que se publica póstumamente en ,
1950 (Femández Christlieb, 1991). ~ara este autor la memoria ~ectiva; \
" ~ s o social de reconstrucción del_pasado v1V1do_Leqen me~~º--ll.~
un deteñnl:nado grueo, comunidaQ.__<:)_ sociedad"_(p. 98). Es el mismo tono
en que se manifiesta el antropólogo mexicano ~ e Florescano (1999),
e n aeunta: "el pasado, antes ~-<..Q~c irni~!1.! °.~~l
d ~ e los seres humanos, fue memo!!~-P!"!ct i~ di::_!!?. ~:"11~.Y-~~!?"
dado, apliciiaa""ala§"0Drevivenc1a deÍgrµpg_ (p. 13); y añade que, además
de_j!{_im!l!!"_),!. identidad como funcióp.i!!i._t;:!~ ~~-~~ memoria, és-~~P!.~.!~e
~JY:Ji.!!... ~~!1- Florescano afirma que ~ é l i s ~ i 92.i). fue el
primero en argumentar que l~!l,_Jlo..es.iüdiridu~!! lº soci!,l, y lo
hizo en su obra Los cuadros sociales de la memoria, en la que argumentaba

* Maestría en Psicología Social por la Facultad de Psicología de la UNAM. Profesor de la


Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM y del Instituto Tecnológico y de Estudios Su-
periores de Monterrey, Campus Estado de México. Línea de trabajo: psicología política y mo-
vimientos sociales.

67

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~.¡ '
68 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS MEMORIA COLECTNA 69

que la memoria era un producto .!º!!i~ un lenguaje y, po_r !anto,_ ~ a -


ción .colectiva; enfatfzana lá- ínfluencia .d~·-Ii!~~giOii, Ge ía~ij_los.
S-l"!!P.9S_ sociales en la conformación de este tipo Je·~~i'lió"ria. Así, en su tex-
to Halhw~~hs afirma: · ···· --------
~ dentro de la sociedad donde normalmente el hombre adquiere sus recuer-
¼l'dos, donde los manifiesta y, como se suele decir, donde los reconoce y los si-
túa. Es en este sentido que existe una memoria colectiva. No es suficiente,
sin embargo, decir que los individuos, cuando recuerdan, lo hacen emplean-
do un marco social; es la perspectiva de grupo o de los grupos donde es pre- DELIMITACIÓN
ciso ubicar el recuerdo. Se puede decir que el individuo recuerda cuando
está inmerso en el punto de vista del grupo, y que la memoria del grupo se La me~oria colect~va_ tiene dos f~onteras c_on 1~ cuales, en ocasiones, se Ie-q;)
realiza y se manifiesta en las memorias individuales (p. vi-vii). ha equiparado o diluido para negar su eXIStencia o para no realizar la ta-
Pero todo esto parece haber pasado de largo para los estudiosos de la rea, para algunos engorrosa, de dar cuenta de ella: por un lado se encuen-
memoria, que desde la psicología han insistido en que ésta no es otra cosa tra I_a m~moria individual, que ha sido más bien su antítesis y, por el otro,
que un proceso que ocurre de manera individual y mediante proceso~ in- la hIStona, ~e al aparecer cercana a la memoria colectiva, se ha pretendi-
ternos. De ahí que para Middleton y Edwards (1990h) cuando se estudia la do _la expulsión de la segunda del campo de estudio de la disciplina psico-
memoria se le aborda de manera individual, y a lo sumo se pone la "in- lógica. Pero,. como hemos de ver, la memoria colectiva se puede explicar por
fluencia" del contexto en tomo a lo que se recuerda; esto es, los factores so- cuenta propia, a pesar de compartir algunos elementos con la una y la otra.
ciales de la memoria son los "contextos", el "fondo físico" para los recuer-
dos individuales. En última instancia, lo que ocurre es que se pone a lo Memoria colectiva y memoria individual
social como situacional o facilitador de la memoria, lo que deviene en un
enfoque simplista. A pesar de que esta_ e,~rspécti;;-ha sido ~_uestionado Si ya a inicios del siglo XX estaba presente la perspectiva de la memoria co-
desde la segunda década del siglo xx@_albwachs, 1924; 81~~28), lectiva, y se impo~e la versión de la memoria individu~abrá que revisar
las críticas quedaron en el olvido social y académico, Pero-tío sólo lo había cómo es que 1~ p~mera trata de dar cuenta de la segunda, toda vez que Iá'
hecho Halbwachs y Blondel, pues también estaba en una sintonía similar segunda desdibu1a del mapa de la investigación a la primera. Halhwachs <
Bartlett (1932) para quien la memoria t~nía Ull-anclaje co_~}a.vid~coti~ia- (1968) en su obra intitulada simplemente como Memoria colectiva afiriilii<
na; pero también estaba el norteamericano rge .e" Mea , qmen que las_ pos~ilidades d~l recuerdo se presentan a partir de que nosotros y ·. ¡
después de haber pasado por Europa y los· cursos e·· __llll _ r e f ~ a los testunomantes que 1unto, a nosotros recuerdan, formamos parte de un 1
también la memoria colectiva; y también estaba el ruso: _ ~~yY~, mismo grupo y se piensa en común por ciertas relaciones que se han esta-',,
~e culturizab~ los procesos psicológicos su~erior~..ena:e~Ios l~ memo- ~lecido y po~ el ~o.tacto que permanece en su seno, y de esta forma somos¡'·
na; pero también estaba uno de sus compatnotas'f~l_?~l!illov, quien se re- capaces de identificamos con él y confundir nuestro pasado con el suyo"
fiere al recuerdo como una lectura del pasado, toda vez que "nuestros (p. 5). Los recuerdos del grupo no pueden distinguirse del todo de los re-
recuerdos son el producto de habilidades de interpretación sociales en na- cuerdos individuales, puesto que los recuerdos individuales forman parte
turaleza y origen" (Bakhurst, 1990, p. 222). de las rememoraciones de la colectividad. De hecho, los recuerdos que d ~
Cuando menos estos antecedentes, y la reactivación en los noventa de la forma tradicional se nos han pretendido mostrado como puramente indivi- )
1
teoría de la memoria colectiva, permiten a Middleton y Edwards {1990b) duales, Halhwachs aduce que éstos sólo se distingiien de los que denomi-
asegurar que la psicología, "con su tradición teórica y metodológica deriva- namos colectivos por el grado de complejidad de las condiciones en que
da del estudio experimental de la memoria individual, ya no posee el mo- son evocados; es decir, los primeros, los denominados individuales, no se
nopolio del interés por el tema" (pp. 18-19). &!_aumento en el i n ~ a encuentran de forma tan fácil a nuestro alcance, puesto que nuestras rela-
naturaleza social de la memoria puede f u n ~ ~ ~ m o ciones y contactos con los grupos en los que permanece la memoria es muy
"J..~iriii:sé~rélóri"a eJahistoñ~~r-~'el!.ol ~~~~ ~ ( ) 5 - ~ volátil, intermitente, por lo tanto su accesibilidad no es tan sencilla; hay /
/

..- .;;·~..
70 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEX IONES TEÓRICA
S
1 MEMORIA COLECTIVA 71

os están más a tituido sociocu lturalm ente" en donde se unen lo m · d' 'd al
\ltiert a lejanía con ~l ~po. En ca~io , los recuer_dos colectiv ivi u y lo social,
es relativa mente sencilla dado que _permanece- como tratand o de cqncilia r .
.¡')a mano, su accesib ilidad
ada la me- muestra
. ,, mos en contact o y relació n con los grupos en donde está deposit Una refle~ó n de alto interés que realiza Halbwa chs (1968) se
ridad a e indi-
moria, el pensam iento colectivo ahí se encuen tra, debido a la familia c~ando expl~ca más claram ente la relación entre memor ia colectiv
. n" al fincarse en un conjunt o
con la que nos seguim os tratand o en una colectiv idad. vidual: la pnmera_ tiene "su fuerza y duració
mcluso an pero en un marco gru-
En todo caso, al experim entar cambio s en la forma de recorda r, de hombr~ s y mu¡eres que son quienes recuerd
ente
en lo que se denom ina memor ia individ ual, lo que está ocu~en do es que pal, colectivo: hay recuerd os comune s y otros que se apoyan mutuam
s relacion e~ con los de los particip antes de la agru:
se present an cambio s que son produci dos por ~uestra y ~e varían d~ in~ensidad_ para ~da. ~o
sobre la
medios colectivos en que nos movemos, pues dichas transfor macion es de pación._ Pues b1~n cada miemb ro mdivid ual es un punto de vista
y, en consecu encia, los recuerd os y punto de vista se transfo rma de acuerdo con el lu-
los medios transfo rman las relacion es memor ia colectiva, este
ahí que Halbwa chs (1968) llegue incluso a este mismo lugar cambia de acuerdo con las relacion es
· la forma de llegar a ellos. De gar que ocupó, y
el punto de
aceptar que existen dos tipos de memori as, como un presupu esto
para dar- q_ue se establec en con otros medios sociales" (p. 33). En efecto,
: la individ ual y la colectiv a, por lo que se asu- de la. memor ia persona l forma parte de una memor ia más amplia,
le forma a la argume ntación vista
y la para rememo -
me que el individ uo particip a en dos tipos de memori as, la individ ual que ha registra do los acontec imiento s: la colectiva, aunque
no es un es físicam ente, por ello
colectiva. En la "primer a, dice el francés, hay que reconocer que rarse, el resto de sus particip antes no estén present
encuen tra
tipo de memor ia cerrada y aislada , al contrar io, el indivi~uo ~ara evocar es q_ue H_albwachs asevera : nunca estamos solos, aunque no se
os de otros l, ahí están los otros. Ya lo había
su pasado tiene necesid ad de apelar a los re?uerd os y tesh~?m nadie ba¡o una forma sensibl e y materia
y explicit ar puntos de años después que Halbwa chs: los recuerd os
miembr os del grupo o con quien se ha relacion ado, dicho Blonde l (1928) cuatro
propiam ente_ indivi~ uales, y detalles , no se conserv an almace nados
referen cia que existen fuera de él y que no son persona les, con todo y sus fechas
concien cia.
más bien son sociales; tal es el caso de la palabra , el lengua1 e, las ideas y en cualqui er sitio para reapare cer tales como si se tratara de la
_ Sin ell~ no _hay memo- Para recorda r, afirma el autor,
las imágen es, que son constru idas colectiv amente.
ma-
-··-·-·----- .. ______.____ _
ria, ni siquier a individ ual. La segunda , la_ memon a colectiva, mcluye 'f· a los cuales
yor constru cción cultura l dados sus contem dos y proceso s. ;' J:,'(}artimos de nocione s y de conocim ientos comune s a los grupos
¡: la me- pertenec ido, de marcos experim entales establec idos
~- Halbwa chs (1968) quiere salvar la discusió n que se plantea sobre ··. >Perten ecemos o hemos
sido o lo
ual y colectiv a propon iendo que hay una memori a interior y Y asegura dos por esos grupos, a fin de rencont rar lo que hemos
moria individ los marcos
e his- que hemos hecho o visto, operació n que se realiza en el seno de
otra exterior , o una memor ia persona l y otra social, o autobio gráfica sociales P?r medio de una conjunc ión original de conocim ientos y de nocio-
s de !odo
tórica. La primer a echa mano de la ~~u esto qu~, "d~pué nes colectivas. Nuestro s recuerdo s no son reproduc ciones, sino reconstru
ccio-
general (p.
. . . . : d i c ~ t r a ñ í s ~ parte de la histona nes y reconstr ucciones del pasado en función de la experien cia y de la lógica
ello, h~y u~ algo
37). Y la segund a es más extensa que la prime~a . P~ a colectivas (p. 157).
a en
que rescata r de la primer a memori a, y que a diferen cia de la hIStónc
da y esquem á~ca, la persona l Memori a colectiva e histon'a
donde el pasado se present a de forma resumi
context o más contmu o y de~o, _lo
es una memor ia que se present a en un
la hIStona .
cual le da vida a la memor ia colectiva. La segund a se ancla en Si la memor ia colectiva es el proceso social median te el cual se reconstru
ye-----...
chs es clara: "Los acontec imiento s y las fechas que por una colectiv idad, este
La reflexió n de Halbwa el pasado que se ha vivenci ado y experim entado
ia misma de la vida de un grupo no pue~en ser para ial con respecto a la historia como
constitu yen la sustanc elemen to constituye la diferen cia sustanc
frente a los cuales relacion arse sólo (versión
el individ uo más que signos exterior es, suceso. En efecto, la memor ia colectiv a se diferen cia de la historia
Bakhur st
a condici ón de salirse de sí mismo" (p. 40). Por ello es que para domina nte) en que a esta última no le interesa si alguien vivenció los acon-
l~",
(1990) hay una noción de "constru cción social de la memo~ a indi~dm tecimie ntos, y a la memor ia sí (Halbw achs, 1924; 1968). Y mientra s la his-
e hIStona .
en la que se hace uso de nocione s como socieda d, comum dad to~u enta de l_<>s_c~~]>~oS_! )nJ~-~':_~ _!d2__la memori a-<cofe ctiv;-~Í Ste
~~~-~el
a autores como Vygotsk: y, Bar- ;taa,,
Década s más tarde Cole (1990), retoma ndo tiempo y la hoñíoge ñe'iclacl de la
la memor ia es un "proces o cons- nada ha
tlett y el propio Halbwa chs, apuntar á que como en un intento por mostra r que el pasado perman ece, que
72 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS
r MEMORIA COLECTIVA 73

cambiado dentro del grupo y, por ende, junto con el pasado, la identidad nificativo y que permanece con cierta "viveza", aquello que es "capaz de
de ese grupo también .permanece, así como sus proyectos" (Femández Chris- vivir en la conciencia del grupo que la cultiva. Por definición ella no reba-
tlieb, 1991, p. 98). Así lo había hecho ver H_albwachs. (1968J~__Ekl_yy:ar_-eJ sa los límites del grupo" (Halbwachs, 1968, p. 70). Este razonamiento r~-
r~do como una recoI1Strucción del pasad?.2..~ n.~j~~IC=. ... sulta clarificador a la hora de señalar los olvidos en un momento histórico
sénte, -d~iiae; po~ ~~p;esto, -~-Ím~~n-ongfu ~_res_!".~-~!e~ 9:~- Un cl~o determinado. Ahí Halbwachs argumenta que no se trata de la memoria en
déSprendimient o que reswiá ·aeCplariieamiento d~ ~ª memoria ~lecava, un solo grupo, sino de dos o más, que se producen en diferentes momen-
es que los grupos pequeños, por su cohesión y afecnvidad y cercama, guar- tos, como dos tramos que se encuentran en contacto, pero que nunca se
dan mejor y más estrechamente los recuerdos: no se ~luyen _como en las unen, y los acontecimientos que para el primero resultaban de importan-
grandes urbes, como propuso Halbwachs, al asegurar: es fácil hacerse ol- cia no lo son para el segundo, luego entonces, en tal caso, no puede haber
vidar en una gran ciudad", a diferencia de los habitantes de ~ pue~lo olvido, sino falta de referencia. De hecho, no hay fronteras claramente es-
quienes "no dejan de observarse, y la memoria de su grupo registra fiel- tablecidas para delimitar a la memoria colectiva como ocurre en la histo-
:! mente todo lo que pueda conseguir de actos y gestos ~e cada uno de_ ellos, ria, los límites son irregulares e inciertos. Desde esta perspectiva, entonces,
dado que así actúan y modifican a esta pequeña sociedad. En ,medios so- el presente no es oposición del pasado, toda vez que la memoria de una so-
ciales de este tipo, los individuos piensan y recuerdan en ".°mun" (p. 68~, ciedad se extiende hasta donde alcanza la memoria de los grupos que la
lo que resulta más complejo en situa~io~es citadinas con millones d~ habi- componen; así:
tantes y tanta movilidad, lo cual no mdica que no se conforme un upo de No es por mala voluntad, antipatía, repulsión o indiferencia que la memoria:
memoria colectiva. colectiva olvida una gran cantidad de eventos o personajes. Sucede que los
· De lo anterior se derivan varios razonamientos distintivos sobre la hist_o- grupos que guardaban el recuerdo han desaparecido. Es difícil decir en qué
ria. Una primera diferencia que marca Halbw~chs con respecto a ~a his- momento ha desaparecido un recuerdo colectivo, y si ha salido definitiva-
toria es que para esta última sólo hay una versió_n, la que ~redomma ~n mente de la memoria del grupo, precisamente porque es suficiente que se
un grupo, comunidad, colectividad o sociedad, e mcluso a mvel de ~ac~~ conserve en una parte limitada del cuerpo social para que se le pueda reen-
nes; y en el caso de la memoria puede haber tan~ como grupos y signifi- contrar (p. 73).
. caciones existan. Y es que al interior de una sociedad se pueden desarro- No ocurre así con la historia, ésta tiene divisiones claras, por periodos y
·-_.- "tantas memorias colectivas originales que llegan a conservar por es sólo una la que importa a la nación o sociedad; Jaques Le Goff (1977) lo
uar
algún tiempo el recuerdo de sucesos que ~icamente guard ~ importanci!
· ·
pone en claro: "Así como el pasado no es la historia, sino su objeto, la me-
para ellos, y que son más importantes mientras más peque~o es ~l_grupo moria no es la historia, sino al mismo tiempo uno de sus objetos y un nivel
(p. 68). En el caso de la historia, ésta es una y y~:. la versi~n of1C18:', ~e elemental de elaboración histórica" (pp. 50-51). No obstante, en la recupe-
bien lo saben los historiadores al momento de enocar los aconteclllllen- ración que se hace de la historia, el pasado es el objeto, y la memoria sólo
t "que han "marcado" a la humanidad; esto es, sólo las rupturas se recu- un elemento, pero en tanto que vivido, permanece con cierta viveza, y por
0:ran en detrimentos de otras, cuando menos hasta mediados del siglo XX.1 tanto no se encuentra en estado de defunción (Halbwachs, 1924; 1968; Blon-
fi...e Goff, 1977). El propio Moscovici, sesenta años después, ~ecuperando el del, 1928) como ocurre con el objeto de la historia, por ello es que Le Goff
lanteamiento original, en su tratado de La era de las multitudes apuntará afirma que el historiador "anima lo que está muerto" (1977, p. 41). En t~\
p . . .
que no hay memona, smo memonas. . . . . do caso, lo que marca la diferencia entre memoria colectiva e historia es '.
( Una segunda diferencia radica en su connnwdad. A diferen~ia de ~a que en la primera hay una continuidad y una retención del pasado que in- ·,
1
~. historia, la memoria colectiva retiene del pasado aquello que considera sig- cide y permanece en la conciencia colectiva, y que le da sentido a la vida /
L de un grupo, y no es una sucesión de datos oficiales como la historia (Du~-~
1 El proyecto más cercano a la memoria colectiva lo oonstituye_ la oorriente histórica deno- det, 1989). j

. d "Historia de las mentalidades", que trata de los pensanuentos lentos, de poco_cam- Una tercera diferencia es que mientras la historia retiene distinciones,
m1na a
. se ancla no en los grandes acontecimientos y camb",os, smo· la
en permanenaa, en la memoria colectiva retiene semejanzas (Halbwachs, 1968). En la memo-
b 'º• Y que · · · que d e 1as escue1as h'~~ ·
• · • Al ~ se puede analizar la revJ&lÓn u,wncas
lo que no es V1Stoso - ·-r-·· ria, las semejanzas pasan a un primer plano, mientras la historia no quie-
( ncesas ha hecho Peter Burlu: en La revolución historiogrófica fronceaa, Yla propuesta elabo-
r:da por Femé.ndez Christlieh: Pácolog(o. de la hütora. re recuperar los intervalos de tiempo en que "aparentemente no pasa na-

,!.

i
74 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS MEMORIA COLECTIVA 75

da" o en q~~ es_repetitivo el acontecer. En efecto, "la memoria colectiva es perpetuo movimien~o. Toda memoria, incluso la individual, se gesta y se
u~ m.;ia:1 de semejanzas y·es iiaturitlque el grupo se persuada que perma- apoya en el pensamiento y la comunicación del grupo (Femández Christlieb
1991, p. 99). '
nece, y además que permanece siendo el mismo; ello ocurre dado que la
memoria fija su atención sobre el grupo, lo que ha cambiado son las rela-
CONTENIDOS, PROCESOS Y PRODUCTOS
ciones o el contacto con otros grupos" (p. 77), motivo por el cual, en ocasio-
nes, cambian las percepciones de los acontecimientos. Este razonamiento
se ve reforzado cuando se reflexiona sobre los cambios de lugares que tie- Para un grupo de psicólogos sociales mexicanos que se congregaban alre-
nen las personas: dejan a sus grupos y recuerdos y al llegar al nuevo sitio dedor del proyecto de La revista de cultura psicológi.ca (1992), "La memoria
hay que ajustarse, adaptarse a las nuevas referencias. Es así que los grupos es un hecho y un proceso colectivo". Pero no sólo eso, sino que la memoria,
que no se mueven, tienen la impresión de que nada cambia, pero es en la por lo que han escrito Halbwachs (1924; 1968) y Blondel (1928), deviene
medida en que el ambiente que lo rodea permanece idéntico a sí mismo. en un proceso y contenido colectivos. Y si se revisa a otros autores (Radley,
"Las costumbres locales resisten a las fuerzas que tienden a transformar- 1990) también se puede considerar a la memoria colectiva como un pro-
\ las, y esta resistencia permite ver mejor hasta qué punto en dichos grupos ducto. Veamos.
\ la memoria colectiva se apoya sobre imágenes espaciales" (p. 136).
- Cuando un grupo vive durante mucho tiempo en algún sitio hay una es- Contenidos
pecie de adaptación de los movimientos, de los pensamientos y de los rit-
mos; por eso se dice que "se va con el lugar"; los recuerdos se construyen y Al momento de tratar de dar cuenta de lo que contiene la memoria, sea
depositan ahí. Cuando este lugar es remodelado, puede que los materiales ésta individual o colectiva, la interrogante que surge es si sus contenidos
no opongan resistencia al cambio, pero no ocurre lo mismo con los grupos. son colectivos, es decir, compartidos, de un grupo o colectividad, o son ex-
Por eso se pueden entender, psicosocialmente, las protestas a los nuevos clusividad de una entidad empírica individual. Middleton y Edwards (1990b)
asentamientos en lugares con tradición, lo cual saben perfectamente las al abordar tal cuestión indican que no se parte del presupuesto de que el
culturas prehispánicas sometidas durante la conquista española (Floresca- recuerdo o la memoria individual no sirvan o sean incoherentes, sino de
no, 1999). que dichos recuerdos no pueden ser explicados únicamente a partir de fac-
Por otro lado, existen colectivos que han permanecido, convivido y cons- tores mentales, pues los "contenidos, procesos y experiencias sólo tienen
truido durante cierto tiempo su identidad en lugares públicos y que al ser sentido en el contexto de la ideología y la acción social, la colectividad y la
éstos destruidos o transformados, se está atentando contra tal identidad, cultura y la pragmática cotidiana de la comunicación" (p. 34). Esto es, que
contra su tradición que es lo que los certifica como grupo y su única razón la memoria, en tanto elaboraciones colectivas, pertenecientes a una agni-
de ser: por eso hay tanta reticencia al cambio de las calles, al derrumbe del pación o sociedad, contienen elementos que dan cuenta de acontecimien-
muro de la esquina, a las transformaciones en los edificios y a los lugares tos colectivos (Billig, 1990), y cuando se pretende que éstos sean individua-
q~_ esparcimiento les basta con evocar a Halbwachs para argumentar que, en todo caso, lo
{" Con estos elementos, bien se puede argumentar que mientras la historia que se muestra con el recuerdo individual no es otra cosa que una posi-
és informativa, la memoria colectiva es comunicativa (Femández .Chris- ción al interior de un grupo, el recuerdo pertenece a una colectividad, y lo
tlieb, 1991), toda vez que la primera se ha acartonado, ha permanecido que se recuerda es sobre el grupo mismo. Y si ese argumento no fuera sufi-
"muerta" y hay que metaforizar al respecto (Le Goff, 1977), en tanto que ciente, entonces se señalaría que para que el recuerdo pueda ser comuni-
la segunda ha permanecido con vida en el imaginario colectivo de la gen- cado tiene que ser puesto en lenguaje, y en tanto que éste precede al sujeto
te. De ahí que, siguiendo este razonamiento, se plantee que: mismo, a la individualidad esgrimida, puesto que es una creación social,
los grupos tienen necesidad de reconstruir permanentemente sus recuerdos a
tiene que cruzar por los caminos de la cultura. En última instancia, los re-'·
través de sus conversaciones, contactos, rememoraciones, efemérides, usos y cuerdos que se contienen en la memoria, si se quieren transmitir habrán
costumbres, conservación de sus objetos y pertenencias y permanencia en los de ser puestos en códigos de creación cultural, colectiva; y si se pretende
lugares en donde se ha desarrollado su vida, porque la memoria es la única que el recuerdo se quede únicamente en el espacio del individuo, que no .
garantía de que el grupo sigue siendo el mismo, en medio de un mundo en ¡;e comunique a otra persona, que no se haga público, entonces se tiene /,.
T'"

[
1

76 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS MEMORIA COLECTIVA 77

que evocar la dinámica psicosocial del_ pensamien~o ~e consiste en una res vivos -siendo los primeros los más perfectos, los ángeles- a partir del
conversación interior; y toda conversación, así sea mtenor como el pensa- caos de la materia 'espesa e indigesta', sin recurrir a la intervención divina
(pp. 108-109).
miento, contiene lenguaje, si no exclusivamente, es uno de sus componen-
.tes primordiales (Femández Christlieb, 1991). . . Esta analogía se toma de un mito antiquísimo que se ancla en la cultura
Un buen ejemplo de lo mencionado, como convei:5ación mtema, dentro ~~ú, en donde la creación del cosmos se explica mediante la coagulación,
incluso de una sociedad, lo hacen explícito los estud10s rusos que muestran similar al de la leche, de las aguas del mar primordial, batidas por los
cómo se mantuvo en la tradición oral, pese a la prohibición staliniana que creadores. Lo cual retoma Menocchio y se lo apropio.
cayó en tomo a las obras de Lev S. Vygotsky: muchos de sus _pos_tul~dos y Lo i~portante de este pasaje es la reflexión que muestra que, para que
sus obras fueron mantenidas entre 1936 y 1956 fuera de las msntuciones, se manifestara el caso Menocchio debió presentarse el fenómeno de la im-
ero no así en lo que se ha denominado la "organización retórica del re- prenta y la Reforma, presionada, sobre todo, por los protestantes. De tal
~uerdo y el olvido" como actividad colectiva (Bakhurts, 1990). Lo que~ man- form_a que lo segu~~o permitió a un humilde campesino tomar la palabra y
tuvo en el pensamiento social, pese al empecinamiento de las autondad~ manifestar sus opm10nes sobre la Iglesia y el mundo; y por la primera dis-
oviéticas fueron construcciones teóricas que pertenecían ya a una soc1e- puso de palabras para expresar las ideas y su visión del mundo: "En las
s ' .
dad oprimida y que, no obstante poder considerar tal memon~ co~o pe~- frases o retazos de frases arrancadas a los libros encontró los instrumentos
teneciente a una privacidad por no estar e°: el terreno de la d~ió~ pu- para formular y defender durante años sus propias ideas, primero ante sus
blica. sus contenidos eran tremendamente SOC1ales, cul~rales, de lo púhli~. paisan?s, luego ante los jueces armados de doctrina y de poder" (p. 111).
Los contenidos colectivos de las rememoraciones, mcluso las den?mi~a- El molinero de ese siglo italiano intentaba dar cuenta de lo que se incuba-
das individuales, las ha iluminado y desarrollado, entre otros, el histona- ba ya en el pensamiento social de ciertos sectores rurales de ese país: "Con
·dor italiano Carlo Ginzburg (1976), quien en una de sus obras, El q~ Y una terminología embebida de cristianismo, de neoplatonismo, de filosofía
los gusanos, muestra a uno de sus ~ersonajes: Domenico Scandella., me1or escolástica., Menocchio intentaba expresar el materialismo elemental, ins-
conocido como Menocchio, un molinero nacido en 1532, casado y padre tintivo, de generaciones y generaciones de campesinos" (p. 114).
de siete hijos, que fue llevado a juicio acusado de herejía. Menocchio reali- En sentido estricto, lo que puede verse en este caso es que el contenido
zaba una lectura original de los pocos textos que caían en sus manos, los del" pensamiento de un molinero, Menocchio, da cuenta de un sentir, de
interpretaba y los relaboraba: exalt~a algunos pasaj~ y ocultaba otros, una forma de pensar que trasciende las fronteras de la individualidad, que
los llevaba al pensamiento campesino de la época: a1Slaba del contexto se encontraba en múltiples grupos, en una sociedad deseosa de emerger
ciertas palabras y las introducía en otro, lo cual "actuaba sobre la ~emo- del oscurantismo al que se le había sometido por una religión que todo
ria de Menocchio deformando la propia lectura del texto. Y este taouz, esta pretendía dominar; los contenidos de la memoria de un molinero no eran
clave de lectura., nos remite continuamente a una cultura distint~ ~e la ex- otros que sociales, compartidos, culturales, colectivos.
presada por la página impresa: una cultura oral" (p. 78), de tradición cam-
pesina por ese entonces. A lo largo del_ ~roceso qu~ la Iglesia le s~ó ~or Procesos
"delitos" el molinero italiano modificaba sus d1SCursos pero de1aha m-
sus ' l .
tacta su cosmovisión, una visión de un campesino del sig o XVI que mtro- Middleton y Edwards (1990b), nuevamente, son puntuales al interrogarse:
yectó la cultura a través de las narraci~nes que escuchó, y ~é después p~- "¿se trata sólo de que los contenidos de la memoria pueden ser sociales, de
lió con lecturas del naciente protestantismo, lo cual, a los OJOS de la Iglesia que recordamos ocasiones y acontecimientos sociales, mientras los proce-
Católica, constituía su pecado mayor. Carlo Ginzburg apunta: sos de la memoria (su organización) son en esencia psicológicos e indivi-
no era de los libros de donde Menocchio había extraído su propia C08m?go- duales? ¿Se extiende la naturaleza social de la memoria más allá, hasta el
propio proceso de recordar?" (p. 23). Una de las posibles respuestas la
{ 'De la más perfecta sustancia del mundo los ángeles fueron producidos
nL
por la natura, a semejanza de un quao en el que &e producen ~ s ·
'La" constituye el hecho de que "las personas comparten recuerdos y objetos
m-
sistente alusión al queso y los gusanos desempeñaba una función puramente que, en su origen, son sociales" (ídem). Así, cuando se recuerda algo sobre
analógico-explicativa. La experiencia cotidiana del .nacimien~ ~e gusanos una fotografía familiar, "lo que se recuerda o conmemora es más que la
en el queso putrefacto servía a Menocchio para explicar el nacimiento de se- suma de las perspectivas individuales de los participantes: se convierte en

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78 SlGNlFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS MEMORIA COLECTIVA 79

la base de futuras reminiscencias. Mediante el proceso de evocar distintas en ciencias sociales de la retórica, que había sido mandada al cajón de la
experiencias compartidas, la gente reinterpreta y descubre rasgos del pasa- palabrería, de l_o secundario, con respecto al conocimiento, a pesar de que
do que devienen contexto y contenido de lo que recordarán y conmemora- es uno de los pilares de éste y de su difusión y posterior transmisión -Fer-
rán juntos en ocasiones futuras" (p. 23), lo cual ya muestra que lo_s meca- nández Christlieb, 1991 ).
nismos o proceso generadores de la memoria, desde esta perspectiva, son Billig (1990) para fundamentar sus señalamientos de que la noción d~
también colectivos. Y es que tanto la reconstrucción conjunta del pasado, memoria deviene de un proceso cuyos mecanismos le dan forma de colecti- /
como lo es el recordar cosas juntos, como el proceso general de conmemo- va, apunta que existe una memoria como proceso pero no objeto de pensd-,
ración "pueden interpretarse como formas de aportar marcos de ref~re~~ia miento, cuando se_evoca algo o se _rememora una situación. Sucede cuand~-)
1 en los que los niños y a4iultos aprenden a recordar y lo que esto sigmfica se emplean, por e1emplo, proverbios: en ese momento más que inventar se\
1
1 como parte de un acto social" {p. 24). . está rememorando, se está recreando no creando. Billig indica que el s e ~
1
El proceso por el cual Menocchio, por citar otra vez el caso_ del moline- do común lo que hace es reproducir mucho, pero inventar poco, y reprodu- )
\
j ro le da forma a los contenidos de lo que devendrá en memona, son cons- ce mucho los temas compartidos, los lugares comunes. Esto por sí mismo\
tn'.icciones sociales, no solamente porque se fusionan dos formas cultural~ es memoria como proceso psicológico, no como objeto del pensamiento. Y (
del conocimiento, la oral y la escrita, sino por las formas subyacentes: epIS- a pesar de que la rememoración se consigue con la actividad del discurs~ .
temologías del mundo que tratan de dar cuenta de _cierto o~denamiento y los hablantes no pueden ·reconocer que están efectuando rememoración, si ·
de ciertos fenómenos que, anclaBos en una perspectiva dommante o popu- el tema del discurso no pertenece al pasado; esto es, no hay conciencia de
lar fundamentarán el pensamiento social de diversos grupos en un mo- que sólo se es un eco. Asimismo, se encuentra lo que denomina la memoria .
m¡nto histórico determinado (Ginzburg, 1976). De ahí que Middleton y como proceso mediante el cual se reconstruyen hechos pasados, en donde los ·
Edwards (1990b) aduzcan que no es tanto el interés por los procesos men- hechos se reconstruyen conjuntamente y quienes lo hacen se supondríá ·
ta.les internos para representarse experiencias pasadas, sino "cómo la gen- que han participado en tales acontecimientos. Aquí, "el discurso toma el'')
te construye ciertas versiones de los hechos y de su propios procesos menta- pasado como tema y la memoria resulta ser tanto el proceso como el objetcí'~
les en la práctica de la conversación cotidiana" (p. 27), y como ~tos del pensamiento" (p. 79), esto es: los hechos pasados se rememoran y~-,/
procesos construye~ a la memoria ~ma, ~e es lo que finalmente le mte- memoran juntos, que bien puede ser posarse frente a una fotografía y re-
1
\ resará a la perspectiva de la memona colectiva. construir las vacaciones pasadas o llegar hasta las fechas en que se han
'T Partiendo de este razonamiento Middleton y Edwards proponen tres te- consumado "grandes eventos", que "realizamos" o "realizaron" los héroes
ª!
mas en la agenda de la memoria o recuerdo colectivo. El contexto, ~e de nuestro país: independencia, revolución, tomas, etcétera, y en ambos ca-
no es visto como el "fondo físico", sino como la sustancia de la memona, sos "la reconstrucción implica el recurso a temas de sentido común o ideo-
que se establece vía conversación; b) la metacognición, o lo~ discursos ~obre logías compartidas, de modo que la conmemoración del pasado se consi-
los procesos mentales, que no son vistos como ~na reflexión sobre dic:os gue como objeto de pensamiento mediante el proceso de rememoración"
procesos, sino como producto de la conversa~ió~,. de forma_ t~ que los (ídem). Pero también se encuentra lo que el autor denomina como la con-
conceptos sobre dichos procesos se formulan, 1usnfican y socializan al ha- memoración del pasado en sí mismo en el lugar de reconstrucción de un hecho
'· blar sobre ellos" (p. 27); c) se examinan "la inferencia y la discusión en la pasado, i. e., que para un grupo, sociedad o colectividad el pasado en sí es
construcción de versiones conjuntas de los hechos, en las que el recuerdo el objeto de conmemoración, y no un hecho en concreto. Lo que se conme-
es producto de versiones aceptabl~ e? la. lfedida en ~e se i~pongan a mora es, precisamente, tener un pasado, una historia, lo cual implica
otras posibles, predecibles o reales (ídem)/ en la que bien a bien puede "compartir colectivamente una filosofía de la historia o un sentido del pa-
~ e el análisis de discurso, n~ co~o una f~rma ~e ~entana del ~n- sado" (idem), que puede ser el caso de los habitantes de la tercera edad en
cionamiento cognitivo de la memona, smo como descnpc10nes que vanan bloque: las personas mayores tienen como objeto de su existencia la recu-
según para qué finalidad pragmática y retó~ca están diseñadas, de forma peración del pasado y mantener con vida la memoria; lo cual le otorga sen-
que ninguna versión simple y d~,ntextuahzada P'!,~e tom~ como re- tido a su vida.
flejo del 'contenido' de la 'memona de una p~rsona (~), smo ~mo _un
acto social. (En este último punto es de especial relevancia la reactivación
80 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCEEOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS MEMORIA COLECTIVA 81

El mismo Bartlett otro de los estudiosos de la memoria social, encontra- Productos


ba los procesos de ia memoria, en los referent~ de selección de qué y
cómo recordar, en la cotidianida d; al respecto escnbía: Para Radley (1990) el creciente interés, a últimas fechas, sobre los aspectos
Todo grupo social se organiza y mantiene unido debido a alguna tendencia del lengiiaje y la cuestión sociocultur al del pensamien to en ciencias socia-
psicológica específica O a un grupo de ellas, que genera en él un sesgo ~ en- les han permitido ampliar la perspectiva del recuerdo, considerán dolo
frentarse a circunstanc ias externas. El sesgo construye los rasgos especiales ahora "como algo que las personas llevan a cabo conjuntam ente, rememo-
persistentes en la cultura del grupo y esto determina in°'.ediatam ente qué rando y conmemor ando experienci as que han acometido juntas" (p. 63).
observará el individuo en su entorno y qué aspectos de su Vida pasada conec- Así, siguiendo a Bartlett, a quien atribuye la noción de memoria comparti-
tará con esta respuesta directa. Esto se da de forma evidente en dos formas. da, puntualiza que ésta no es el almacenam iento de informació n, sino más
Primero, aportando ese entorno de interés, excitación y emoción que favore-
bien "la creación de una afirmación sobre estados de cosas pasadas, por
ce el desarrollo de imágenes específicas y, segundo, aportando un entoi:no
medio de un marco compartid o de comprensió n cultural" (ídem). Y es que
persistente de institucione s y costumbres que actúa como base esquemátlca
de la memoria constructiva (citado en Shotter, 1990, p. 145). a decir de estos estudiosos de la memoria, ésta se construye colectivamente,
no sólo en marcos sociales como lo advertía Halbwachs (1924), sino entre
.- Pero también se podría argüir la mediatizac ión de herramient as en la la propia gente, entre los propios eventos y acontecimi entos, correspond e a
construcció ~ ·de la memoria colectiva, y proponer a los procesos de la me- ciertos momentos del presente que luego se vuelve pasado y hay que traer-
moria colectiva, entonces, desde un marco vygotskyano. En efecto, Ba_k- lo para no dejarlo morir; la memoria, entonces, no es un acto espontáneo ,
hurst (1990), siguiendo la tradición ~e Vygotsky, señala ~e el ~ácter dJ.S- no se presenta por decreto, sino que por medio de la lúdica, de la interac-
tintivo de la memoria humana consl.Ste en que ésta está _mediatizada !'ºr ción, de la intersubjet ividad, de los acuerdos, de las experiencia s comparti-
factores simbólicos que son los fenómenos culturales; el mño sólo adquiere das, de lo vivido se va alimentand o, se va formando, se va construyendo.
las funciones mentales superiores de la memoria en la me~da en ~e los Por ello la memoria se plantea como un producto de una actividad y de
. miembros adultos de la comunidad le conducen a apropiarse de dichos una experienci a (Halbwach s, 1968).
~ o s culturales" (p. 230). Este mismo autor, ahora reto~an~o a otro Desde esta reflexión, Radley se posiciona para afirmar que la memoria
ruso. Voloshinov jlSevera que la esenci!!._s_ocial-<ie la m,emona,.mc_~us_o la coléctiva es un producto discursivo, toda vez que de la narración, oral o es-
den~~acfa T~rlivi~~i tl, "se sigué simple~~n te de la constitución SOC!a.! ~: crita, que de los acontecimi entos se haga puede o no mantenerse como re-
tod~s--¡;;;- ~Uld~-men tales", en tanto que "recordar es siempre dar ~a lec- cuerdo de ciertos sucesos; del grado y complejida d de manutenci ón de
turaal·p~ ;do, una lectura que requiere habilidade s lingüísticas denvadas eventos anteriores, y de su transmisió n discursiva depende, a su vez, que el
de las tradiciones de explicación y narración de la cultura, y que se basa pasado perdure en ciertos grupos: de no transmitirs e, la memoria se achi-
en una narrativa que debe su significado en último té~ino ª. las prácticas ca, el recuerdo se olvida, los acontecimi entos dejan de suceder desde el
interpretat ivas de la comunidad de hablantes. Esto es cierto mcluso cuan- marco presentista , y entonces la memoria se diluye, como se han borrado
do se recuerda la propia experiencia pasada" (p. 237). Como se ve, ~to múltiples acontecimi entos por no haber quién los pueda narrar o contra-
para Vygotsky como para Voloshinov, la ~emoria no puede ~r entendida poner su versión a la de otros. Ello ocurre especialme nte en donde se
como "una relación inmediata entre el su1eto pensante y una imagen men- pretende imponer, por citar un caso, una sola versión del pasado, pero
tal privada del pasado". La imagen, _afirma Voloshinov, "deviene un fe~ó- también está el caso de las múltiples memorias, como lo ha señalado Halb-
meno de conciencia sólo cuando se V1Ste con palabras, y éstas deben su sig- wachs (1968), donde los acontecimi entos se van alejando en la medida en
, ·nificado a las prácticas sociales de comunicac ión" (ídem).~ con~lusió~ a que ya no se forma parte del grupo en el que han ocurrido dichos sucesos,
que llega Bakhurst es que "primero, la memoria es una función psicológica de ahí que se crea que el olvido ha hecho presa de los acontecimientos,
esencialme nte social en origen; segundo, que los recuerdos son estados pero lo que está ocurriendo es que ya no hay posibilidad de ser narrados,
esencialme nte constituido s; y tercero, que ciertas formas de actividad co- se ha ido alejando tal eventualid ad toda vez que sus participant es se han
Íectiva representa n una forma de memoria s_ocial, irreductih~e a_los hechos ido distanciand o, y lo vivido, lo experiment ado no puede ser narrado, no
de cualquier mente individual, pero esencial para la conbnmda d de la puede ser expresado; el producto se ha quedado ya sin productore s que ex-
vida mental de cada individuo" (p. 240). pandan lo fecundado.
r
/

MEMORIA COLECTIVA 83
ESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS
82 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROC
o y el cont exto d .
diseños expe rime ntale s, el significad se ef1nen como varia-
nian , y entonces se dan a la tare a os sobr e la exac t"t d d I
No obst ante , hay quie nes se las inge bles, facto res cuyo s efect
al- i ~ le r~u_ e~o resu ltan man ipu-
cajo nes deºl a cabeza, como pien san d.
lables. En el estu dio del recuerdo 1scurs1vo, a significac1·ó n Y e1 contexto
de "alm acen ar" la mem oria , no en que se depo sita en . , t " ... : . d . . ll
de la mem oria , sino son mtnn seco s a la activida...u, co...,utut1vos e. y dcons tituido
gun os psicólogos y psicofisiólogos sitio s, en edif icac ione s, nte influ yent es sobr e algo d ' . s por e a, más
(idem).
, en luga res, en que casu alme enom ma o mem ona'
artefactos, en objetos, en pint uras que aque llos que han . .
e esta pers pect iva, ards mue stra n
razó n por la cual se enti ende , desd ura, ,,P,o r eso es que Midd.leton y Edw sibi lida d la anhtes1~ de la form a
one r su pun to de vista , su vers ión de la historia, su cult expe rime ntal , y afirm an, desd e otra
quer ido imp (Fer - ' que el estud10 del recuer-
stra s de lo que el pasa do ha sido do med iant e la conversación:
po
arra sen con todo vestigio que dé mue tos coti-
para Rad ley (1990) "Lo s obje
nán dez Chr istli eb, 1991). De aW que
en en colecciones (sea a mod o de 'recu er- únic a para ente nder lo . .
dian os, cuan do se apa rtan o reún o , ~nst ituy e una opor tuni dad acon . como acción socia l orga-
den emp lear para evocar un ciert sobr e te .
dos' info rma les o en museos) se pue
·- mza da Los info nnes c1m1entos pasa. dos. .se p ued en estud.1ar co-
d
enec en" (p. 64); así, mo versiones pragm· ática s ocas·iona as, cuya vana bihd ª d no sól o se debe a
sent ido del tiem po y luga r al que pert ralez a y las vicis itude s de la .. ó . . . · l f .
la natu cogn1c1l n .md1V1dual • Smo a a unci ón
ta- r __ .
cios de la com unid ad (cate drale s, ayun conversacional que cum plen · .,..,, versiones co ecttvas de hechos pasad os pued en
los muse os, al igua l que otros e<µfi acto s es- . 'ó
mien tos, castillos) son alma cene s
de obje tos que exist en com o artef servir de base para 1·ustificar la a cci n pres ente y futur a Y, d ad O que son tan
preta r y ente nder las épo- ,, . ante nonn al que
peciales y en refer enci a a los cual es
se pued en inter utde s', es bast se reco nstru yan o deba tan (p. 59).
hechos
gent e no recu erda una serie de
cas pasa das. En estos casos, la uta de 'un senti do
ia vida sino que disfr
pers onal es que afec taron a su prop que pare ce habe r sido
de una histo ria ECTIVA
del pasa do' med iante la com pren sión LOS MARCOS DE LA MEMORIA COL
crea da por otro s (p. 64). .
wachs (1924) .
e crea objetos o inst ala artefactos La mem oria colectiva, a deci r de Halh I d ' m~ nen e un senn do
Y es que a deci r de este auto r, "la gent sob
de cont inui dad y de irreversibilidad . re e pasa o, y s1 son tant as memo-
orad o en el futuro. El mun do de los rias como grup os exis ten (1968) ' lo cierto es que tam bién se d r
para que algo sea reco rdad o o con mem ible esp iega n en
esen ta, por lo tant o, el registro tang . ,
s se s 't uan
objetos com o cult ura mat eria l repr ucto s. mar cos sociales: "Nu estro s recuerdo 1 en un marco qu ll 1
de los logros hum ano s" (p. 65). Esos
tam bién son prod
y
.
tent ~s para com plet ar", afirm ará Blondel (1928 p 14~ ) ;s s~ os
argu men tado en el caso del contenido, del proceso son/ mpo
toda vez que se h d, . . . n
e ec-
Su estudio. Por lo gi- to, a mem ona para ser evocada,
(1990c) hab lan de una vali dez ecoló r de Halb wac hs (1 ~24 :pt; ~:t: o:hí '. re-
del prod ucto , Mid dlet on y Edwards tal quie,re. de m~rco.s, los ~uales, a deci
part ida: "el estudio del recu erdo temporales y los espaciale s Fern ás1d no
ca en los estu dios de mem oria com cion es y los ~m.cos, si pnm ord1 alm ente los
, ocup ándo se de las preo cupa (192 8) "' ( n ez
com o la gent e lo prac tica en real idad com o lo ex- indi ca Blondel
Chn sthe b, 1991). En tales marcos, p od 'd mse rtan " los
incl uyen do tant o lo norm al son ' se
dific ulta des de la vida coti dian a e acontecimient os al tiem po que r uc1 os, y en tales mar c os " conti-
.
le que ence rrar lo en el labo rato rio psicológi- ' . y en el seno del
trao rdin ario " resu lta más viab nua n adhe ndo s una vez desa pare cido s
gua rdan muy poca simi litud con las tam bién l rdos ~u(ales efectua-
co con mat eria les e instrucciones que i- mos no solamente la localización, sino e recue O p . 146) . y es
ente . De hecho, pue de que "la cant d . d
situ acio nes en las que se da norm alm es se cons iga sólo a T1e, a _ec1r e este auto r, tant o la
expe rien cia asad
/
dios expe rime ntal ! de las noc i:ne s a e:: \:n p~esente /
dad de cont rol factible en los estu algo irrec ono cibl e en la s~ ~onsigue a través de los mar cos' sido su-
conv ertir lo en qu
hose de alte rar el fenómeno hast a rrumstrados por la colectividad" (p.
158).
a" (p. 58). Arg ume nto por el cual estos auto res reflexio-
prác tica coti dian por
, el enfo que expe rime ntal "con duce
nan que para la mem oria colectiva facto res EL TIEMPO
erdo como algo que imp lica
sí mismo a una concepción del recu facu ltade s
y sepa rabl es sobre ciertas .... és•~~e edºfº
discretos con influ enci as causales men taci ón que En el caso d~-=== -=:=-=- or,.1~ des,
mar cos temp s i ican, por ejemplo con fe-
si se recu erda la argu -h d tos, aniversari~s. cam -
men tales disc reta s" (idem). Y es que, ~¡ as e con.memorac1one s, festivida naci mten
car los estu dios sobr e cult ura desd e la lógica del tos de referencia com o h.
se ha esgr imid o para criti 05 die estación, etcé tera , y
funcionan como pun =-~ i-
_nir dar l --:- --~ ien
positivismo, por ejemplo, en los: ----
que se debe
tos a os --·- ---- --
recu
---· -- ~ - - con os recuerdo~; tale sfec hash
-·--
.{..

r~

·,
j .'

SIGNIF1CADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIO NES TEÓRICAS MEMORIA COLECTIVA 85
84

( pueden ser las que apunta el grnpo o colectividad en conjunto y a la cual tuado, pero, como han mostrado los historiado res, no en todas las latitudes
~ le resulta de trascende ncia, o bien las que interesan a alguna persona en esto sucede así, com_o no ocurre con la designaci ón de la infancia, la cual
- ~cular , pero ambas indican y ~itúan el p~ado o lo~ re_c~e~os. De ~í a decir de Ariés tiene sus primeras huellas en el siglo XIX. En consecuenci~
que se diga que las conmemo raciones considera das sigmficatlvas social- Blondel asegura, siguiendo a Halbwach s, que la memoria colectiva constitu-
mente están cargadas de un recuerdo construid o (Femánd ez Christlieb, ye el medio por el cual la memoria personal, que no individua l, toma su
1991). Esto porque, como dice el camarada de andanzas de Halbwachs, continuid ad y consisten~ia: es el ~terreno estable sobre el cual han de apo-
Blondel (1924), el establecim iento de calendari os y la determina ción de in- yarse los recuerdo~ propiame nte dichos para cobrar fuerzas y vida" (p. 153).
dicar un punto de partida, como podría ser el fechar el nacimiento de Eso lo saben bien los españoles que han trabajado en las dos últimas
Cristo, devienen en "convenc iones arbitraria s" que son aceptadas por una décadas la reconstru cción de los acontecim ientos que ocurriero n durante
colectivid ad o sociedad, y un "sistema cronológico, una vez adoptado es ca- la guerra civil (1936-1939) y que necesitan arrojar luz sobre tales sucesos,
paz de abarcar el conjunto del pasado y del porvenir" (p. 147); e~llc;ua - puesto que de ello depende en múltiples casos la imperturb abilidad perso-
di~ la im~~ ~de los m ~ ! ! . . _ ~ ~~- ~~.mane ra se J;!U~ nal ! social que requiere una sociedad que ha estado convulsio nada y so-
de 8següriu que los recuerdos están más en ~E!.~1:.cos y en laA fechas que metida a lustros de dictadura militar y que ahora se vanaglori a de un trán-
en Iospeñ saimen tos,loc üaroCl irre~en te· Cuállai[ aJguiei_i~ sito a la democrac ia que un pequeño grupo se arroga, pero que es
-;;_~--¡;rda-de t1n~~b ligació n_p~-e s-~a (Fe~e:i:- C'hristli eb, 1991). producto de diversas colectividades que actuaron en un tiempo y espacio
En sentido estricto: "En el tiempo está depositad a la memoria, como si la histórico (Iñiguez, Valencia y Vázquez, 1998). Agregado a esto, se encuen-
memoria fuera un objeto y el tiempo fuera un lugar, y si faltan estos luga- tra el hecho de que otro pequeño grupo ha intentado a toda costa imponer
res, el recuerdo que contenían no puede ser devuelto" (p. 99), así sucede un ~unto de ~ta (oficial) sobre tales sucesos, lo cual no es otra cosa que
cuando uno no recordó que tenía que hacer tal cosa porque nunca se ente- achicar la realidad, sobre todo reflexion ando que la memoria tiende a am-
ró que era sábado. Por eso Blondel (1924) asegura que el marco temporal pliar las versiones sobre el mundo antes que encogerlas (Halbwac hs, 1968;
"viene a ser para nosotros el receptácu lo de acontecim ientos a la vez pasa- Fernánde z Christlieb , 1991). En tales sucesos, el marco temporal de la me-
dos o futuros, de los que no sabemos absolutam ente nada" (p. 147). moria tiene mucho que decir, literalme nte.
• --~ Y si se recupera la disputa memoria individua l versus colectiva, Halli-
EL ESPACIO
\ wachs (1924) dirá que los acontecim ientos individua les están enmarcad os
~ los sociales;, f lo explicará ~londel (1924): "la fecha de n~estro, na~i-
miento: es la que conocemos me1or entre todas las de nuestra biografia, sm Si los acontecim ientos que se depositan en la memoria se despliega n en un
que sea obstáculo para ello el que no tengamos de nuestro nacimiento ab- momento determin ado, en un tiempo establecid o, y de él se dejan marcas
solutame nte ningún recuerdo, circunsta ncia ésta que hace más bien de como las fechas, tales acontecim ientos que devienen en recuerdos , en me-
ella un acontecim iento histórico que personal" (p. 150). Y esto ocurre gra- moria, ocurren también en un espacio determina do, por lo que si la tem-,
cias a que los grupos o las colectivid ades van construye ndo las fechas de ~r~idad es uno de los marcos de la memoria, el otro lo constituy e la espa-['
acontecim ientos que considera n relevantes, a las que les otorgan significa- cialidad, coordena das éstas que estabiliza n lo acontecid o (Ramos, 198~'
do, a las que cargan con especial énfasis para luego conmemo rarlas, que estos marcos resultan necesarios para la memoria colectiva, pues de lo oon-
bien pueden ser los nacimien tos, los matrimonios, las graduacio nes escola- trario ocurriría que la memoria no lograría diferencia rse de alguna inven-
res, las muertes de amigos, el día de la primera borrache ra o del ingreso al ción: "una memoria 4U:e careciera de marcos carecería de fronteras ciertas
grnpo doble A., cualquier a que sea: "lo que determin a la elección de estas con la fantasía; nunca se p o d r l a . . s a b ~ ~ n recuerdo o ante
fechas entre todas, por relación a los acontecimientos a los que se refieren, ~ c l e m e n t e ima.gioam os"jpp. 72-73); y peor aón, sin ~;;Dilrecí¿
es siempre la importan cia que la colectividad les atribuye y que nos invita sociales "los recuerdos se volatiliza rían y la memoria no podría operar"
150). En efecto, las fechas de los naci- (p. 73).
0 nos obliga a atribuirle s a ella" (p.
mientos se festejan en nuestra sociedad toda vez que se ha construido una Los marcos sociales como el tiempo y el espacio no actúan uno indepen-
idea de conmemo ración del nacimien to, como lo hay de la muerte, y ello diente del otro (Halbwachs, 1924), sino que con uno viene el otro, de ahí
se debe a que culturalm ente así se ha designado y se ha ejecutado y perpe- que cuando se evoca una fecha o un acontecim iento, se trae al mismo
86 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS
T MEMORIA COLECIWA 87

tiempo el lugar, el sitio donde se desplegó el suceso o evento rememorado. Visto así, los espacios con sus objetos construidos se pueden concebir
El esp~cio_,__al igual qu~ e_l_ !_ie_'!1Pº'- ~_§..O..!!iaj,y:>cia vez qu~_~Lesp~al" como "templos de la memoria", en tanto que éstos "invitan" a hablar y a
es uña construcción, y lo es poraos cuestiones:
.. ·-. . ..-- .. - .
~-~ ----------- - recordar (Ramos, 1989), consecuentemente con esta idea, y en contraparte
Lo es, en un sentido más inmediato y trivial porque es el resultado de la ac- con la pérdida de espacios y rincones, se puede afirmar que "la permanen-
ción práctica de los hombres hasta tal punto que resulta muy difícil, cuando cia de una edificación significa para los interesados la permanencia de sus
no imposible, trazar una frontera entre espacio humanamente construido y recuerdos, porque en efecto, como se dice cotidianamente 'las cosas traen
espacio natural (y) Lo es porque no se limita a ser un mudo orden de rela- recuerdos'" (Femández Christlieb, 1991, p. 99). Lo cual había señalado Hal-
ción entre cosas, sino que se manifiestan como un denso bosque de símbolos bwachs (1968) al afirmar que hay sociedades que fragmentan el espacio
sociales (p. 75). para constituir marcos fijos en los que se guardan y encuentran sus recuer-
Los espacios que retendrían memoria, por su uso público, bien podrían dos, claro ejemplo de ello lo representan las iglesias o lugares sagrados que
ser las plazas públicas, como la utilizada en Atenas por los retóricos (ver delimitan la entrada de ciertos grupos y de otros no, y es ahí donde se de-
Fernández Christlieb, 1991), o los jardines, parques y ciudadelas, como las positan sus tradiciones; lo cual, por lo demás, lo sabían bien los a~J.tepasa-
de la Ciudad de México, donde la gente se concentra y hasta tiene su pri- dos aztecas que edificaban pirámides y templos de adoración donde depo-
mer beso o su primer amor: ahí se deja el recuerdo para luego volver, y sitaban memorias y gente para que fueran recordados (Florescano, 1999),
ante el abandon·o., suspirar; o de plano remplazarlo por otro más nuevo si razón por la cual los conquistadores se dedicaron a destruir y edificar so-
la sociedad de dos se ha disuelto después de la monotonía. Efectivamente, bre los espacios antes aztecamente ocupados, nuevas construcciones y er-
si la memoria temporal se encuentra en fechas, hitos y conmemoraciones, mitas para que no se mantuviera la memoria prehispánica, y de esta for-
la memoria espacial se estructura con lugares, construcciones y objetos que ma someter cultural e ideológicamente a la población del nuevo continente.
de tanto vivir en y con ellos, se ha depositado ahí la memoria de los gru- El argumento del espacio como marco de la memoria Halbwachs lo sin-
pos; resultando así que tal lugar, esquina, calle, bar, entre otros, "evocan el tetiza en los términos siguientes:
recuerdo de la vida social que fue vivida ahí, y su ausencia, pérdida o des-
trucción impide la reconstrucción de la memoria; con cada edificio que se no es exacto que para poder recordar haya que transportarse con el pensa-
derrumba, un trocito de pensamiento colectivo se rompe, queda inconclu- miento por fuera del espacio, puesto que, al contrario, es la sola imagen del
so" (.p. 99) y provoca, incluso, deseos de vindicación; cuestión de preguntar- espacio la que, en razón de su estabilidad, da la impresión de no cambiar a
través del tiempo, y de encontrar el pasado dentro del presente, que es preci-
le a Joaquín Sabina, quien después de un encuentro amoroso en cierto si-
samente la forma en que puede definirse la memoria; sólo el espacio es tan
tio, regresa al año siguiente con la esperanza de encontrar a la mujer y la sensible que puede durar sin envejecer ni perder algunas de sus partes (cita-
barra del bar donde ésta se encontraba, pero no atina ni con la mujer ni do en Femández Christlieb, 1991, p. 167).
con la barra del bar donde había vivenciado los acontecimientos tiempo
atrás; no le queda de otra que saldar cuentas con el lugar, y espetar: "pare-
ciera como si nos quisiera gastar el destino una broma macabra/no había LOS RECURSOS DE LA MEMORIA COLECTIVA
¡: nadie detrás de la barra del otro verano/y en lugar de tu bar me encontré
una sucursal del banco hispanoamericano/tu memoria vengué a pedradas Así como la memoria tiene sus coordenadas, sus marcos sociales con los \ '
contra los cristales/ -'se que no lo soñé'- protestaba mientras me esposa- cuales se desenvuelve y tiene estabilidad y le permiten clarificarse con res- )
ban los municipales". Eso mismo, pero en situaciones extremas, lo han ex- pecto a otros procesos, asimismo tiene recursos, instrumentos de los cuales/
perimentado las personas que han tenido que exiliarse en un país distinto
al propio cuando los militares han tomado el poder, anormalidad normal
echa mano para mantenerse con vida, para trasmitirse a otros grupos y Z
otras generaciones, razón por la cual los grupos y colectividades se dan a 1~ ·
en pasadas décadas en nuestro continente: los recuerdos, el pasado, se han tarea de "almacenar" en tales instrumentos o recursos sus acontecimient~
quedado en las tierras amadas, no se han podido transportar con el exilio, a manera de registro, que después serán recuperados por aquellos a quie-
por eso psicosocialmente se puede explicar el regreso, el eterno retomo a la nes les resulte de interés, les otorgue algún sentido o les sea de alguna utili-
nación extraviada. dad, utilidad en tanto ayude al mantenimiento o recuperación del pasado.

,\;
,¡.

ii¡
L1
88 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS MEMORIA COLECTIVA 89

Los instromentos y objetos gro mayor de estos pueblos fue haber resumido esas tradiciones en una
suerte de enciclopedia básica que aseguró su traspaso efectivo a sus des-
,<'~ra Engestrom et al. (1990) hay wia presencia permanente de instrumen- cendientes" (p. 15). Todo lo cual deviene, a decir de Middleton y Edwards
~ s o artefactos mediadores en la actividad humana, de tal forma se crean (1990b), en "temas básicos en los estudios sobre la memoria desde un pun-
estos artefactos que hasta la denominada memoria individual se encuen- to de vista social" (p. 20).
tra atravesada por instrumentos sociales, por artefactos de creación cultu- Pero si hay "colecciones de artefactos" que son ordenados intencional--'~\
ral, de ahí que Engestrom y colaboradores apunten que: "Incluso las accio- mente para que después se pueda consumir lo que contienen, como ocu- /,J
nes internas de recuerdo vienen mediatizadas por artefactos culturales. rría con las construcciones que fueron destruidas por intervenciones mili-
Podemos intentar describirlos y entenderlos como representaciones socia- tares, y después reconstruidas para su exhibición, también existen los
les o como modelos mentales. Incluso wia palabra o wia imagen es un ar- objetos que en apariencia "se presentan a sí mismos de modo inesperado y
tefacto cultural, no reductible a Wl origen puramente individual o biológi- 'evocan recuerdos', pero también son parte de un mundo material ordena-
H co" (p. 159), como la escuela culturalista rusa, en especial Vygotslcy, ya do de forma que mantenga ciertos mitos e ideologías acerca de la gente
había mostrado, y el propio Halhwachs (1968) había expresado y estudia- como individuos y de ciertas culturas concretas" (Radley, 1990, p. 68).
-~n una de sus obras. . Para el primer caso ya se han mencionado los museos, las galerías, las
(~ª!'-ª----fu!g~q~ a_f.J.199!l).~rd~~ ~!'Ya.~8:!g_o, al tiempo que se bibliotecas, y otro tipo de instrumentos que a posteriori se han arreglado
~ede recuperar, por e1emplo vía textos mmecl.iatos, como ocurre en el tra- p~ra que transmitan la memoria de sucesos y/o culturas, lo mismo que las
bajo médico con los expedientes de los pacientes; entonces, la acción de pmturas rupestres de culturas antiguas, pergaminos, y escrituras que te-
preservar y luego recuperar se denomina recuerdo primario; y a la acción nían el propósito intencional de dar cuenta en un futuro, cercano o distan-
de recuperar (como se hacían las cosas en el pasado, otra vez en el caso médi- te, de los sucesos que consideraban de importancia o que tenían que ser
co), y luego preservar (llenar el expediente) se le denomina recuerdo secwi- recordados por generaciones futuras. Pero también los hay para los casos
dario, y para ello hacen uso de elementos internos y externos de la memo- que en "apariencia se presentan por sí mismos" como vasijas de recuerdos,
ria, esto es "conocimiento en el mwido" y "conocimiento en la cabeza". De y que "inintencionalmente" transmiten acontecimientos, sucesos, batallas,
esta forma, en este caso, el acto de recordar es "esencialmente un mov,~ encuentros, desencuentros, identidades, formas, adoraciones, hábitos y for-
miento recíproco entre los polos de los dos ejes" (p. 160), es decir, entre recu- mas de sus habitantes; que son presas de los acontecimientos, testigos invo-
perar y preservar, y entre lo externo y lo interno. La frontera de ambos pro- luntarios; tal es el caso, por citar algunos, de pirámides, escalones, edifi-
cesos, por lo demás, es sólo expositiva, toda vez que el uno conlleva al otro. cios, esquinas, esculturas, pedacería de cerámica, instrumentos de trabajo,
Pero si lo externo y lo interno para ejemplificar la ejecución de la me- herramientas de construcción, etc.
moria para un caso concreto como el ejercicio de la medicina, resulta poco En todo caso, para ambas formas, la intencionada y la inintencionada,
menos que claro y contundente, no lo es lo expresado por Middleton y Ed- existen a la fecha muestras palpables de su subsistencia, y que en toda cul-
wards (1990b) para quienes Wl elemento de reavivación de la memoria co- tura se presentan en bloque, en paquete, como la realidad. Quizá por ser
lectiva lo constituyen "las colecciones de artefactos que se reúnen intencio- un pasado medianamente distante y recuperable, la cultura prehispánica
nadamente como celebración, conmemoración o por motivos de archivo en en América constituye un buen ejemplo. El antropólogo Enrique Floresca-
espacios públicos, galerías, museos y bibliotecas" (p. 20), lo cual tenían no (1999), quien se ha dedicado a estudiar la memoria en la cultura indí-
perfectamente claro las culturas prehispánicas en Mesoamérica, y a su gena, al señalar que el pasado se recuperaba como "memoria práctica de
modo crearon, también, quizá menos duros y más tradicionales, sus arte- lo vivido y heredado, aplicada a la sobrevivencia del grupo" (p. 13), afirma
factos memorables: el mensaje que de wia generación a otra transmiúan que de esa "dura experiencia vital nacieron las artes dedicadas a recolec-
los pueblos indígenas tenía como núcleo la historia del propio pueblo: va- tar la memoria del grupo, los procedimientos para almacenarla en medios
lores que lo constituían como nación, la relación que mantenían con los perdurables y los artefactos para heredarla a las generaciones futuras"
dioses, con el cosmos, con la naturaleza y los pueblos vecinos; y sus meca- (idem). Florescano habla de "recipientes" en los cuales se depositaba la me-
nismos de transmisión fueron el mito, los anales históricos, los cantos, la moria que se quería perpetuar en la cultura mesoamericana:
arquitectura de los centros ceremoniales (Florescano, 1999): "Quizá el lo-
T'

1
S
90 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXI ONES TEÓRICA MEMORIA COLECTIVA 91

de-
La experienc ia que se almacenó en esos recipiente s era lo que el grupo del mundo y la memori a indígena : su calendar io instrume nto que permi-·
los creadore s de estos artefac- · · d. · . . '
seaba y necesitab a recordar. Al mismo tiempo, '
tía re1V1n 1car ciertos acontec1m1entos claves incluso para su sobrevivenci ª
tos envolvier on sus mensajes en el atracúvo lenguaje del movimiento corpo- (Floresc ano, 1999).
ral, lo iluminar on con las luces de la escenografía y la danza, y le agregaron - _
el sonido de la música. En este sentido la memoria mesoame ricana es tam-
Un ejemplo más cercano lo constitu ye el caso de la guerra civil esp ano
1 .
1 d u'l timas ha sido objeto de la memoria cole t.
bién una memoria artificial , un artefacto ejercitado para ordenar y propagar a, que en as os h · décadas c 1va,
· · o
la experienc ia colectiva (pp. 222-223). Ycuyo testimon io a sido recupera do por los psicólogos sociales. Partiend
del presupu esto _de que la existenc i~ de artefacto s culrurale s retienen pro-
Pero también están los cantos, que más allá de presenta r cronológica-
del cesos de memona , y generan el cultivo de creencia s y actitude s Igartua
mente los eventos o sucesos que quiere narrar, lo hace sobre la base
de los eventos, presenta n- Páez (19_98) abordan la confront ación armada de España a tca~és de peli-
análisis, la superpo sición y el amalgam amiento
ta en la cultura oral. culas y filmes que_ dan cuenta de la época de la guerra civil. En tales cintas
do una visión totalizad ora como se represen las posturas de los "buenos " y "malos" o " VIcmas ' 0· ,,
se . . . . .n lo,, mismo
presenta
-;<J5 El efecto ~nmediato,. por ejemplo, como ~nsecue ncia de la con~isttoa laron en la década de 1
:{-:;)dro pea en tierra amenca na sobre la memona , fue el desmant elannen
· del sistema estatal que recogía y propaga ba su versión sobre aconteci mien-
y _Vlchmanos , y situacion es que se desarrol
tre~ta en el país ibérico. La gente ante tales artefacto s culturale s to:::
, la partida y en buena medida tiende a generar una idea de los aconteci mien-
1 tos pasados por medio de los códices, el canto, las ceremon ias colectiva ,
ones que antes almacen aban tos, y toda ~ez que es un periodo un tanto oscuro y que aún debe aclararse
/ arquitec tura, y "al desapar ecer las instituci Pero también se encuent ra
su a ell~ ~ontribu ye, en este caso, la obra artística.
1 memori a se perdiero n también los instrume ntos que asegurab an tu-
por el cual la mus1ca de esa etapa, la obra plástica, los escritos, los exilios, arquitec
smisión de una generac ión a la siguiente" (p. 232), motivo ra subterrá nea, entre otras tantas cosas que , VIS. tos desde 1a memona · co1ec-
r tó reprimid a la antigua memoria , y la transmis ión del pasado, de los . es-
tlva, ~ardan aconteci mientos listos para ser sigriificados por quienes
ahora dominad os, se dificultó ; por ello, y por las circunst ancias inhibito- pasado de
tán d1~~uestos a encontra rle algún sentido, y no dejar morir el
rias "los modos indígena s de preserva r y transmit ir el pasado se transfor- su nac1on.
maron en práctica s ocultas, se encerrar on en códigos secretos o se disfraza-
la
ron con ropajes cristiano s" (ídem); haciendo coincidi r dos visiones, Los.DIFE RENTES LENGUAJES
europea y la indígena . De ahí que, incluso con la imposic ión de la visión
del mundo que pregona ban los conquist adores, los indígena s y sus pueblos
"actualiz ar.on sus mecanis mos orales y visuales para recordar el pasado,
adquirie ron algunas de las técnicas europeas para registrar los hechos his-
tóricos e inventar on nuevas formas de conmem orar sus tradicion es y here-
darlas a sus descend ientes" (p. 235). Y si bien ahora la memoria indígena
no era la predomi nante, de forma marginal era transmit ida, por eso nunca
se acabó.
Peor aún, los conquis tadores dedicaro n sus esfuerzo s a desapare cer a
los ídolos y dioses indígena s, y en lugar de los templos y de los cultos ances-
tros, a colocar y realizar los cristiano s; así "destruy eron y derribar on" ído-
la
los, y mantuvi eron algunos templos grandios os (pirámid e del Sol y de
Luna) como muestra de la civilizac ión vencida. No obstante , los primeros
frailes que llegaron al continen te se dedicaro n a quemar todo lo que pu-
el
diera desafiar su religión, y a colocar en esos sitios ermitas cristiana s con
claro afán de eliminar práctica s culturale s ancestra les y borrar la memo-
de
ria, y construi rles otra, como lo harían tiempo después en varios países
Europa (Kunder a, 1978). Para ello hubo que modific ar un artefacto clave

~11.i

n
92 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS
MEMORIA COLECTIVA 93

es ei,pres1on~s.
----
nera ara que ello suceda ···--- - -------
es,. segµgJliU!a visto, el lenguaje.---
--···
en_~us diferen-
---,. ___ ____ También se ensayaron otras formas de comunicación de eventos pasa-
dos, de darlos a conocer, y esto se realizó por medio del cuerpo, por ejem-
/..--1:a'.ñiemona colectiva para mantenerse con vida, como hemos visto, plo con la danza y el teatro (Florescano, 1999). Mediante estas formas la

<
: crea artefactos en los cuales deposita la memoria para una lectura poste-
rior, siendo el lenguaje una parte importante de estos artef~ctos memoria-
les (Engestrom, et al.), y son cuatro básicamente los lengua1es con los que
cultura prehispánica sometida por los conquistadores transmitió su visión
del sometimiento; en obras de teatro la cultura indíge~a intercalaba ele-
mentos de las costumbres que iban imponiendo al paso del tiempo los via-
~perado la memoria: lo visual.' lo corporal, lo escrito y lo_ oral. Primera- jeros del viejo continente, con tradiciones de las culturas de Mesoamérica,
mente se debieron crear memonas, formas de almacenamiento, y en los elementos estos últimos que no alcanzaban a percibir ni ver los conquis-
tiempos en que no existía aún la imprenta, ni el papel para la escritura, y tadores, puesto que no compartían ciertos códigos propios del mundo ame-
,'
¡ dejar para la posteridad la memoria de los pueblos .se tuvo que echar
mano de lo que se denomina "memoria educada", i. e., que a través de la
ricano.
t memoria se recogían las experiencias humanas para heredar a las genera-
Per:o no sólo eso, pues existían otros mecanismos para que la historia y
la memoria de los pueblos quedara registrada, un tipo de lenguaje oral
ciones futuras, memoria que impidió que el conocimiento que se había de- que se plasmaba en, por citar un caso, la poesía. En efecto, la poesía, más
sarrollado hasta entonces y que se había adquirido se perdiera, para lo allá de tener una función de entretenimiento, se constituía en un arte o un
cual se crearon técnicas y procedimientos muy complejos y se formaron so- método para almacenar los acontecimientos ne~arios para la preserva-
cialmente a individuos con memorias prodigiosas (Florescano, 1999). A de- ción del grupo. Por ello Havelozck asegura, refiriéndose a otra cultura de
cir de un estudioso de la memoria, Yates, ésta se fundó sobre dos bases: el otra latitud, pero igualmente extensible, que el lenguaje homérico "es el
lugar y la inclusión de imágenes; razón por la cual señala Florescano: conocimiento almacenado oralmente para asegurar la supervivencia de la
comunidad que lo produjo". Esta forma de depósito duradero de los re-
De Homero a Giordano Bruno, pasando por Santo Tomás de Aquino y los
cuerdos devenía en una forma de enciclopedia que sintetizaba los conoci-
bardos populares, los maestros del arte memorioso guardaron en lugares de-
finidos los hechos que deseaban conservar. A menudo construyeron edificios mientos de un grupo. Por consiguiente Florescano (1999) afirma que "Aun-
nemotécnicos imaginarios dotados de múltiples pisos, decenas de recámaras que intangible, la memoria oral y visual también es una memoria de larga
y cientos de gavetas donde ordenadamente almacenaron los asuntos que les duración" (p. 222).
importaba recordar, y apropiadamente llamaron a estos espacios 'arcas, al- Este antropólogo apunta que para transmitir los mensajes de un grupo
macenes, castillos o templos de la memoria'. Por otra parte, para representar a otro, hubo de inventarse una variedad de lenguajes, sobre todo orales.
1
.1
los acontecimientos que deseaban recordar se sirvieron de símbolos inolvida- Los métodos orales fueron los primeros transmisores de experiencias colec-
:I
11
bles: acudieron a imágenes fantásticas, inventaron escenas que causaban
pasmo y crearon figuras maravillosas o monstruosas, con la sola intención
tivas y un medio eficaz para heredar conocimientos. De acuerdo con este
i planteamiento, la memoria indígena en Mesoamérica siguió las pautas de
i de grabarlas indeleblemente en la memoria. En todos estos casos se aigue la otras memorias como una creación colectiva cuya función consiste en reco-
regla de que para recordar es preciso 'pensar cosas memorables' (p. 221).
ger y ordenar el conocimiento para la sobrevivencia del grupo, en tanto
que acumula experiencia y la transmite a las siguientes generaciones. Y en
En la perspectiva visual, las imágenes que dan cuenta de acontecimien-
lo que bien podría ser una buena síntesis anticipada, el autor explica:
tos diversos se plasmaron en los muros de las ciudades, de las casas y más
"Para cumplir ese cometido la memoria de los pueblos de Mesoamérica
remotamente de las cuevas; por imágenes de ese tipo es que ahora sabe-
envolvió su mensaje en la sencillez del lenguaje oral, en la belleza del len-
mos cómo es que realizaban sus actividades de cacería los antiguos habi-
guaje corporal, en las luces de la escenografía y el sonido de la música,
tantes de la Tierra; por imágenes representacionales de otros tiempos es
hasta componer en todo ello un canto y una escritura que invariablemente
que ahora conocemos la relación que las primeras culturas mantenían con
transmitían el mensaje escrito" (p. 15).
la naturaleza, las jerarquías que desarrollaban y que intentaban perpe-
Ahora bien, habrá que precisar algunas cuestiones. Por ejemplo, la divi-
tuar, el comercio que se establecía, las relaciones entre los diferentes pue-
sión que en la práctica se presentaba del lenguaje escrito y el lenguaje oral,
blos, etc.
puesto que existía en el mundo prehispánico, como en toda sociedad ine-
quitativa, una división social que posibilitaba, permitía y alentaba que al-

1,
7T"
1
1

94 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS MEMORIA COLECTIVA 95

gunos, los de la clase gobernante, se educaran en las letras escritas, que ac- lectuales: su pertenencia a una clase popular y, por tanto, la interioriza-
cedieran a la lectura de los textos y que incluso plasmaran en ellos su ción de los elementos que alimentan a esa cultura, como por ejemplo la
visión de los acontecimientos presentes y de sucesos del pasado; incluso lle- tradición oral. "Menocchio articuló el lenguaje de que históricamente dis-
gar a modificar la historia de su reino. Y si existía una marcada in~lina- ponía. Por ello en sus confesiones (ante la inquisición) podemos rastrear,
ción para que un pequeño sector se adentrara e~ las artes de la escn~ra, con una facilidad casi exasperante, una serie de elementos convergentes,
existía, a su vez, una inclinación acentuada a de1ar fuera de tal práctica a que en una documentación análoga contemporánea o algo posterior apa-
una gruesa capa de la población, la cual tuvo que cultivar el conocimiento recen dispersos o apenas mencionados. Ciertos sondeos confirman la exis-
del pasado mediante la tradición del lenguaje oral, los relatos hablados, tencia de indicios que nos llevan a una cultura rural común" (p. 25). Y en
las narraciones de viva voz; almacenar las experiencias y protegerlas en este caso, como en muchos otros, la tradición oral no llega sola, puesto que
la gente que las transmitiría, por lo que había que cui~ar a esa ge~te, a la se acompaña de la lectura, acto sui géneris para un molinero de esa época:
que tenía mayor experiencia, la de ma!or edad: los ancuu~os; de ahi que se
entienda la autoridad moral que en diversas culturas se nene para con es- El desfase entre los textos leídos por Menocchio y la manera en que los asi-
miló y refirió a sus inquisidores, indica que sus actitudes no son imputables
tos personajes que son la historia misma, la memoria colectiva encarna~~-
o reductibles a tal o cual libro. Por una parte, nos remiten a una tradición
Umberto Eco lo expresa así: "Desde que la raza humana empezó a e~inr
oral probablemente muy antigua. Por otra, reclaman una serie de temas ela-
los primeros sonidos con significa~o, familias y tribus_ ~~eron necesid~d borados por los grupos heréticos de formación humanista: tolerancia, ten-
de los ancianos (y con el paso del nempo) con la adqu1Sición del lengua1e, dencia a reducir la religión a concepto moral, etcétera (p. 27),
los ancianos se volvieron la memoria de la especie" (en Comte, 2000, p. 6);
cultivaron una especie de memoria social. Por lo que, en los tiempos mo- de los que se alimentó, también, Menocchio y por lo cual estaba siendo
dernos, "para un hombre joven era como si hubiera vivido cinco mil años. procesado.
Los hechos que se habían producido antes de él como todo lo que los ~~ Al igual que ocurrió con las culturas prehispánicas, en donde los meca-
cianos habían llegado a saber venían a formar parte de su memona nismos de traspaso de los conocimientos almacenados en la memoria se
(ídem). Efectivamente, ellos, los anciano~, eran y son quienes construyen des~rrollaron en una mezcla de continuidad entre lo escrito y lo hablado,
enormes edificios con pisos y cuartos y ca1ones en donde almacenan los co- pues había un grupo de gente que tenía "a su cargo pintar todas las cien-
nocimientos experimentados y/o que les han narrados otros antepasados cias que sabían", y otro grupo que tenía a su cargo "enseñar de memoria
sobre la vida e identidad de su grupo, de su pueblo, y si muere uno de es- todos los cantos que transmitían el saber acumulado de sus ciencias e his-
''¡ tos personajes claves para la vida y continuidad del grupo-pueblo, también torias", lo que indica que no había independencia total de una forma con
:¡ ha de irse un trozo del pasado de la colectividad, a menos que se haya pre- respecto a la otra (Florescano, 1999), Menocchio practicó el mismo proce-
''1 ,, parado a un sucesor en tales artes, lo cual parece muy probable, pues de lo so: realizaba una lectura original de los pocos textos que caían en sus ma-
contrario se habría ya borrado el pasado distante de estos pueblos que aún nos, los interpretaba y los relaboraba: exaltaba algunos pasajes y ocultaba
f.1
¡: sobrevive. otros, los llevaba al pensamiento campesino de la época: aislaba del con-
j Ahora bien, en la cultura oral, no es del todo exclusividad de los viejos, texto ciertas palabras y las introducía en otro, lo cual "actuaba sobre la
aunque sí en buena medida, el almacenamiento de la memo~a, de los co- memoria de Menocchio deformando la propia lectura del texto"; esta mar-
•¡, nocimientos que se tienen de una cultura. Baste traer a ~lación el caso_ de cación, esta peculiaridad, "nos remite continuamente a una cultura distin-
Menocchio, el molinero de Carlo Ginzburg (1976). Partiendo de la noción ta de la expresada por la página impresa: una cultura oral" (Ginzburg,
bajtiniana de la existencia de "una cultura r~cíproca en_tre las cul~as de 1976, p. 78).
las clases subalternas y la cultura dominante (p. 22), Gmzburg se mterro- En sentido estricto, como ocurre con diversas culturas, con especial én-
ga sobre cómo es que llegó a formarse el punto de vis~ ~~ manifies~ ese fasis en las originarias, cuando la memoria colectiva despliega sus ~ursos
molinero allá por el siglo XVI, cómo es que llegan a comcidir las reflexiones para perpetuar el conocimiento pasado mediante sus lenguajes, hay una
del campesino italiano, Menocchio, con las de "refinados i~tele~tuales",. en combinación de la tradición oral con el lenguaje escrito, a pesar de su
el sentido del cuestionamiento a los presupuestos de la iglesia católica. práctica marcada, lo cual, por supuesto, se plasma en sus integrantes, en
Pero Menocchio tiene una peculiaridad que lo hace diferente a estos inte- su gente, en sus participantes, por muy singulares que éstos sean, y cuando
96 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS MEMORIA COLECTIVA 97

estas singularidades se manifiestan y se estudian, se muestra tal continui- ~ r a el Occi~ente es obvia la ~endarización de la historia: creemos que lo
dad de lo oral con lo escrito. Ginzburg explica en los siguientes términos la que ha ocurrido una vez ocumó sólo en ese momento y_que nada tiene que
estructuración del conocimiento y la memoria colectiva interiorizada en el ver con el momento siguiente. Para la cultura indígena el tiempo tiene otra
naturaleza, otra rapidez (u otra lentitud., quizás), y es uno de los secretos de
caso ilustrativo de su personaje: Menocchio:
la resistencia cultural y de la capacidad combativa de esos pueblos. Para
ellos el pasado se encuentra en otra dimensión que sigue coexistiendo con el
$iiía vivido en primera persona el salto histórico_ de alcance_ incalculable,
-'-que separa el lenguaje gesticulado, murmurado, chillado, propio de la cultu- presente. La memoria indígena es un proceso de revitalización del pasado.
ra oral, de aquel otro, carente de entonación y cristalizado sobre el pape~ Las festividades, las danzas, los rezos, la tradición oral, son la fuerza de una
propio de la cultura escrita. El primero es casi una prolongación del cuerpo, memoria que se comunica con esa otra dimensión en que las cosas siguen vi-
el otro es 'una cosa mental'. La hegemonía de la cultura escrita sobre la cul- vas. Por ello cuando hablan de Emiliano Zapata, o de héroes de la remota
tura oral fue fundamentalment e una victoria de la abstracción sobre el em- Conquista, de la Independencia o del siglo XIX, están hablando de una fuer-
pirismo. En la posibilidad de emanciparse de las situaciones particulares ra- za que se mantiene viva. En esa otra dimensión del mundo el tiempo no
dica el vínculo que ha ligado siempre inexplicablemente la escritura al transcurre, o es simultáneo, y por ello el pasado convive con lo que estamos
poder. Casos como el de Egipto y China, en donde castas sacerdotales y bu- viviendo ahora. Así sucede con la memoria de sus luchas agrarias (p. 36).
rocráticas respectivamente monopolizaron durante siglos la escritura jeroglí-
fica e ideográfica, hablan por sí mismos. La invención del alfabeto, que Razones suficientes que permiten entender su resistencia.
quince siglos antes de Cristo rompió por vez primera este monopolio, no bas-
tó aún para poner la palabra escrita al alcance de todos. Sólo la imprenta
hizo más concreta esta posibilidad (p. 111 ). FUNCIÓN DE LA MEMORIA COLECTIVA

Y ello ocurriría a mediados del segundo milenio en Europa. En América ( ~ memoria, vista psicosocialment e, tiene ciertas funciones que le son in-
se presentarla algo más tarde, motivo por el cual la tradición oral perma- . fherentes a su propio desarrollo. As~ por citar un caso, Halbwachs (1924)
neció más sólidamente por estas latitudes. habló de la cimentación de la identidad de los integrantes de una colectivi-
Finalmente, habrá que mencionar un elemento social sobre la tradición dad; la memoria les permitía forjar una identidad en tomo a su grupo me-
oral, y que a pesar de tener todas las señales de Halbwachs, son palabras diante las vivencias experimentadas y significadas por sus miembros. Pero
de Ginzburg; en las sociedades fundadas sobre la tradición oral: no es sólo la asignación de identidad donde se agota la funcionalidad de
l.a memoria colectiva., toda vez que también distribuye y asigna lugares y
~-~la memoria de la comunidad tiende involuntariamente a enmascarar y a in- espacios, y cohesiona a una colectividad (Dudet, 1989); pero todo esto vie-
' '! tegrar los cambios. A la relativa plasticidad de la vida material, corresponde
ne adherido a los procesos mismos de la memoria. No obstante, hay fun-
una acentuada inmovilidad de la imagen del pasado. Las cosas siempre han
ciones que se desprenden de la memoria colectiva y de los cuales hacen
sido así; el mundo es lo que es. Sólo en los periodos de transfonnación social
profunda surge la imagen, generalmente mítica, de un pasado distinto y me- uso determinados grupos, éste seria el caso de la permanencia del pasado,
jor; un modelo de perfección, frente al cual el presente aparece como una del olvido social o de la construcción del futuro, por citar algunos casos.
¡•¡ decadencia, una degeneración. La lucha por transformar el orden social se Dependiendo del resultado de la confrontación que en ocasiones se pre-
¡,'
convierte, en tal caso, en un intento consciente de volver al mítico pasado senta entre estas posibilidades, se construirán las sociedades.
(p. 136).
LA FUNCIÓN SOCIAL: UNA DISPlITA
~)un razonamient~ análog~ había exp_resa~o Halbwa_chs (1968) pa~a dife-
renciar a la memona colectiva de la h1Stona. Y este Upo de memoria per- La memoria colectiva se adapta a las exigenci as.-r-las ~
manece aún en la tradición de emancipación de los pueblos originarios de - ~ adveriía1talbwa clls11968), por lo que concebía a ésta no como un
México, lo cual sintetiza en el siguiente párrafo Carlos Montemayor (1999) conjunto de recuerdos y nostalgias que provenían del pasado, sino como el
quien también, con nociones involuntarias sobre Halbwachs, sabe del mismo acontecer que ha permanecido debido al significado que tienen
tema: para una colectividad una serie de sucesos que les han acontecido o que
r
98 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS MEMORIA COLECTIVA
99

les han heredado, pero que de alguna manera han estado presentes, sea ~o par~ develar la relación entre lo que la gente recuerda y los dilemas
por lo vi.vido, por la memoria vivencial, o por el sentido y el significado de 1deológ1cos de sus circunstancias socioeconómicas y políticas pasad
los acontecimientos pasados; en última instancia, desde la perspectiva
de la memoria colectiva no hay una frontera clara entre ambos procesos.
prese~~es" (_ídem); de t~ forma que, si~e!l_g_Q _con. Telen: "la lucha po~ 1:
poses1on e mterpretac1ón c!_e la memoria está enraizada en el conflicto
/ ·De ahí que para Middleton y Edwards (1990b) los recuerdos, y también el
/ olvido, deban "interpretarse como actividades encarnadas y constituidas
·~~~s.r°i!l~res socialés, políticos ·y c"ulturales en e1
presente" (p. 19). Lo cual se entiende fíerl'ectflmente··~ ia luz de" los suces~~ -
( en el seno de la pragmática de las prácticas sociales y comunicativas nor- del presente, donde todo mundo afirma tener la razón para con aconteci-
\ males y la significación simbólica del mundo natural o construido por el mientos distantes o próximos del pasado, máxime cuando se trata de salir
hombre" (p. 26). Es interesante que, siguiendo con la reflexión de Halb- del atolladero de problemas que se generan en la actualidad, y sobre los
/ wachs, los autores planteen que el recuerdo colectivo cobra relevancia en cuale~ pueden arrojar luz acontecimientos del pasado, por ejemplo, la re-
el sentido de que "determina la continuidad en el mantenimiento del pa- solución de un conflicto bélico: si una determinada fórmula funcionó en el
_sado y, al mismo tiempo, lo altera en función de los intereses del presente" pasad~, ~o importando los_ costos humanos y materiales, lo cual se procu-
/ (p. 28). Así, por citar un caso, "el recuerdo social de la reputación de un rará ehmmar de la memona, se pretenderá poner en práctica en situacio-
'- político se considera construido en las prácticas discursivas orales y cara a nes similares en el presente; ya lo había escrito el interaccionista nortea-
cara con ~na subcultura política" (p. 30), que se puede aplicar a estudios ~ericano Mead· e1e~do_ es un~ c::onstrucció!l_S<>cÍal _determ~nada p~r lQs
sobre dirigentes de naciones en diversos momentos de la historia, como ha mtereses del presente, est~l!S~ SI! _cons_~ye "d~<!_e el punto de vis~ del
ocurrido con el trabajo realizado sobre la reputación de Ronald Reagan en ~ ~ ' J ~ i t a d o en Lowenthal, 1990; p:98): · ·
el recuerdo de los norteamericanos (Schudson, 1990).
\J
! Así, cuando se está participando del presente y se trae a cuentas el pasa- Permanencia del pasado versus
:---~ de existir diversas versiones sobre esto último, como prácticamente ocu-
,~; en todo momento, se intentará imponer un punto de vista, que no ne- De lo que se trata, vista la memoria colectiva desde las posibilidades de .;-
cesariamente corresponderá a lo vivenciado por un grupo o que genere justeza social en una nación, e incluso en el mundo, es de la recuperación
~ sentido a una colectividad del presente. En todo caso tal versión y visión de aquello que ha permitido una sana convivencia entre los humanos
\--aetpasado corresponde a una perspectiva mediada por intereses grupales, aquello que ha facultado a la humanidad caminar hacia delante, y no I~
colectivos, de clase, de raza, de etnia, de género, de preferencias, etcétera, y que la ha llevado a un estado primitivo de destrucción. Dichos sucesos se
que, como ya lo había dicho Halbwachs, "adaptarán la imagen de hechos almacenan en la memoria, por ejemplo, de los grupos que han resistido·;
remotos a las creencias y necesidades espintuales del presente", que es lo lo -largo de su historia a la destrucción a la que se les ha querido supeditar.
que en varias naciones anteriores y modernas ocurre con frecuencia Pero no sólo se almacena ese tipo de memoria, puesto que también se da
Billig (1990) lo ha indicado claramente en el momento en que insiste en ~e,11~j~~~C::4:'..~5. _qu~- posibilit;!lifo. l!l ~trucción de lacmli~tí,"
que alguna situación que se entiende como una "verdad" del pasado, es al como la caída de sistemas al>solutistas y totalita~·yelsúrgimiento siste-
menos potencialmente cuestionable, puesto que la práctica lleva a legiti- mas más justos, más equitativos, más democráticos. De ello también da
mar o deslegitimar algunos aspectos del pasado que deben ser recordados cuenta la memoria. Pero no sólo se trata de sucesos que atraviesan a las so-
u olvidados en las circunstancias actuales (ver Middleton y Edwards, c~ed~ra!!,_Jme.s ~én,-~rii·o-1as·mve_!!..iis...iiielliru:i.~ _qÚe seiiala
1990b). Quizá por ello Humberto Eco afirma que "La verdad es conjetural t!alli~achs, h~_!!COntecimientos locales-:-a.e grupos pequeños que IDB.nbe-
e hipotética" (Comte, 2000, p. 6); y por lo mismo es que, como afirma Da- nen su cultura, que logran que.permañezcan sus tradiciones, sus usos, sus
vid Telen en un estudio sobre memoria: "lo importante no es hasta qué costumbres, sus relaciones armónicas con la naturaleza, su cosmovisión
punto un recuerdo encaja exactamente con un fragmento de la realidad con otra interpretación de la creación del mundo, de sus dioses, de sus fes-
pasada, sino por qué los actores históricos construyen sus recuerdos de una tividades y que bien pueden cohabitar con otras epistemologías sobre el
cierta forma en un momento dado", y no de otra manera (citado en Midd- orbe (ver Florescano, 1999). Eso es lo que han visto en ciertos momentos
leton y Edwards, 1990d, p. 19). Luego entonces, esta variabilidad no devie- de la historia y en ciertos grupos, pensadores como Shils y Durkheim, por
ne en un problema metodológico, sino más bien se convierte en "un recur- lo que exponen que para ellos en ciertas culturas hay continuidad, en el
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100 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS


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MEMORIA COLECTIVA 101

sentido de que tanto los ritos como otras prácticas tienen como finalidad dades, ahora tan puestas de moda y tan nombradas en distintos lugares y
revivir tal como fue equis evento, y no transformarlo para adaptarlo al pre- en otros tantos continentes. De acuerdo con este planteamiento, a manera
sente. La sociedad, propone Durkheim, "renueva el sentido que tiene de sí de ejemplo, para el mexicano César Cisneros (1990) la memoria colectiva
misma y de su unidad" (citado en Lowenthal, 1990, p. 98). tiene repercusiones en la cultura democrática, pues se traduce como:
Y es que si hay ~~-~decuación del pasado a ~ . . d ~ l pre-
sente, ocurretaIDJ:5.1~~ ~~!_ pasado c o n d u ~ - ~ - le pone prácti- el proceso de intemalización de aquellas normas sociales constitutivas del
cas; ·reglas, ritos, eventos, fechrui;·1ugares.que hay que observar tranquila- comportamiento ciudadano en cualesquier escenario, desde el agrupamiento
mente desde fuera, y otros en los que pueden adentrarse; el pasado, los y el sindicato hasta la vida en la calle. Donde sus estructuras profundas se
identifican por la construcción de las subjetividades que validan y justifican
acontecimientos decantan en la memoria y marcan el presente. Shotter
dichos comportamientos (pp. 114-115).
(1990) lo explica claramente: mucho de la práctica humana y la forma en
que· la humanidad habla, reproduce y mantiene un cierto orden social que Vista entonces la memoria colectiva como un recurso social, Cisneros !Q:·
viene del pasado que, cuando menos, nos antecede en el- tiempo, y que por distingue dos tipos de memorias, las artificiales y las naturales. En las arti-
ejemplo, están reguladas por la organización retórica del lenguaje, el cual ficiales se encuentra aquello que no es sentido ni recuperado por los gru-
a su vez no es independiente de nuestras actividades comunicativas que pos, sino que es impuestas por la oficialidad, por el grupo dominante, por
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ejercemos para con los demás. Bartlett lo había manifestado en estos tér- · . el poder. En tal memoria se puede encontrar, empíricamente, las nociones
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minos: "La organización social aporta un marco persistente en el que debe de identidad nacional y su posible reconstitución, a la par de recuperar al-
encajar toda evocación e influye muy poderosamente tanto en la forma gunas figuras para legitimación de sus discursos, que bien pueden ser los
como en el fondo del recuerdo" (citado en p. 145); ahora se puede también casos de algunos caudillos que contribuyeron con su lucha a forjar una
decir que tales marcos sociales nos preceden, se construyeron en común nación progresist_a. La memoria artificial, asegura el autor, es totalitaria e
anteriormente y ahora nos están determinando; el lenguaje es un caso sin- inquisitorial. Desde esta perspectiva, en el caso de las democracias, la me-
gular y categórico. Pero no sólo es el lenguaje, pues un marco más amplio moria se plantea sólo como forma de gobierno, como resultado positivo de
como la cultura da muestra de ello: la cultura, tal cual la definen los antro- una historia reciente, cuyo escenario básico es la institución y sus represen-
pólogos, no es otra cosa que una forma de la memoria, pues es el conoci- tantes y, finalmente, con horizontes posibles que excluyen su apropiación
miento de ciertos códigos de comportamiento y la capacidad de hacer uso social de las prácticas cotidianas mínimas. De ahí que tenga razón Cisne-
de ellos (Todorov, 1995); así "un ser desprovisto de cultura es aquel que no ros cuando acusa que la memoria histórica en México tiene una sola fuen-
: ha adquirido jamás la cultura de sus antepasados, o que la ha olvidado y te: el Estado, y es la única y verdadera voz del sujeto, toda vez que se adue-
' ~ d o " (p. 22). ñó de acontecimientos y versiones sobre el pasado y las ha impuesto, sea
1, \ El presente, en tal caso, es la continuidad del pasado, de sus prácticas, por la vía del convencimiento, del manipuleo o por imposición mediante
<.' de sus aconteceres, de sus tradiciones, de sus ritos, de sus ejercicios que no la fuerza: "algunas memorias históricas tienden a convertirse en teatro o
, ~ n más que una diferencia con el presente: que ya ocurriero?/pero historias de bronce. Y como historia oficial, ellas pretenden fundar a los na-
cuya huella es la existencia de prácticas actuales que tiene su ongen en cionalismos hechos de identidad colectiva impuesta sobre cualquier dife-
ese pasado que más bien parece presente. En todo caso habrá que. dejar rencia o expresión de particularidad" (p. 119), como el propio Halbwachs
que el pasado permanezca, pero sobre todo aquel que aporte, toda vez que lo había expresado. l

continúa con vida la memoria, sustancia para que el presente sea más Pero si existe una memoria artificial, con todo y su caracterización, exis,.- f
bondadoso, que ayude a construir un mundo donde vivir no sea cuestión te a su vez una memoria natural, que Cisneros (1990) reivindica como co- '
de sobrevivencia, sino más bien den ganas de estar. Ello puede ir, como se lectivas y que se pueden localizar con base en su capacidad de adaptación;
indicaba al inicio de este apartado, desde las prácticas de resistencia hasta que guían la lógica del sentido común. Este tipo de memoria también
los denumbes de sistemas totalitarios; pero no sólo eso, pues también se emerge como una forma alternativa contra la memoria artificial, con una
encuentran las prácticas que pueden aportar a la colectividad algunos ele- práctica que socializa subjetividades en otro momento silenciadas por el
mentos que ayuden a las relaciones de la vida en sociedad sin la exclusión oficialismo, y que ahora hacen hablar a la "otra historia", la que tiene que
de sus miembros, por ejemplo en la construcción democrática de las socie- ver con lo vivo, con la cotidianidad, y cuya presencia ensancha lo civil ante
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102 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCF.SOS Y REFLEXIONF.S TEÓRICAS


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una cultura política restrictiva y retrógrada. Frente a la historia y memoria Si se mira bien a bien esta especie de agenda del ejercicio de la memo-
oficial, que se intenta erigir como única, se le puede enfrentar la memo- ria colectiva, se notará la continuidad de un pasado no muy remoto con
ria colectiva o las memorias colectivas propiamente dicho. En estas ..se re- un presente que no termina de concluir, pero que ya insinúa el futuro (Fer-
conoce" variadas formas de pensamiento colectivo que .. poseen una conti- nández Christlieb, 1991 ), y las memorias colectivas persisten, y persisten
nuidad capaz de revivir en las conciencias grupales que las soportan en mantener y crear a la vez realidades, en una lucha constante contra la
pasados próximos o remotos. Por ellas se establece, sin necesidad de series pretensión que algunos grupos quieren imponer: el olvido, que sería una
temporales, la experiencia de tiempos colectivos cuyos componentes bási- forma que adquiere la memoria artificial.
cos toman la forma no sólo de imágenes y significados sino también de
comportamie ntos y cotidianidade s que se alientan por dicho contenido im- Olvido social
personal del pensamiento para elaborar las prolongadas resonancias de
subjetividade s hechas historia y prácticas vivas. En tanto que toda memo- Si la memoria puede mantener el pasado con vigencia en la actualidad, si
ria colectiva implica permanencia de puntos de vista grupales, mediante la historia puede hacerse presente, también puede, por artificios de grupo,
ella podemos dar cuenta, por ejemplo, de la formación espontánea de gru- diluirse, desarticulars e, ideologizarse, ser mandada al olvido. En efecto, la
pos que de factum aparecen en lo que se ha dado en llamar nuevos movi- memoria colect~~ ~~r,.)é..R _Elra ello hay varias razo~~-Una
mientos sociales que, construidos sobre esos fragmentos de subjetividad so- de ~~líalbw achs (19@)...y.que en ap~riencia no es_ ·_t_a,11·:a:m;nazante
cial calificados como memoria, ponen al descubierto formas no verticales d_~ ~ni~téridona lidadtcuando un recuerd?_ ~e. p_~~i:_c!~..e_s__p_-;;~~e ~~ce
de organización y dirección cuyo rechazo de todo concepto instrumentali s- mucho tiemp'o que.no se esta en el"grupoºen cuya memoria se conservan
ta de política los coloca al margen de la cultura política con pretensiones
de ser memoria histórica de la democracia" (p. 120).
tal~~u:enlo s: .. Pára que- núestra me~oria se ayud~ cÍ-~-la de-~tros nÓ ~
strlicient~ ·que estos nos proporcionen sus testimonios: hace falta que no
, 1 Estas memorias colectivas que coexisten en un tiempo, deben ser capa- hayan cesado de relacionarse con sus recuerdos y que tengan bastantes
~ de traducirse en cotidianidad para enfrentar la historia oficial, para puntos de contacto entre unos y otros para que el recuerdo evocado pueda
confrontar a la memoria artificial. Y en todo caso, se le debe apostar a la ser construido bajo un fundamento común" (p. 12). El_ autor señala que no
aparición de memorias colectivas que violenten los estrechos marcos de la ~fil!Íi_ciente-recQ.DStruir pi~_ZEl por pieza la image1í" d~~paiad o
cultura política dominante, de ahí que en 1990 Cisneros propusiera una para obtener un recuerdo, pues falta que la reconstrucció~-opé're-a partir
protoagenda para tal caso. Así, ante el agravio nacional, 1) bien se podían de nociones comiiiies .que· se albergan ·en nuestro espíritu RUI!.~do al. del
construir memorias colectivas de participación y defensa ciudadana que grupo-En última instancia, en esta forma de olvido no hay de;apariciórÍ
dieran contenido humano a sus acciones, siendo un claro ejemplo las ca- por decreto de la memoria, pues lo que ocurre es un distanciamie nto de
tástrofes que se han vivido en el país, lo cual no hace más que expresar los participantes de los acontecimien tos de la memoria, del grupo, y en
que es más democrática la solidaridad experimentad a que el ejercicio for- tanto éstos no estén presentes la memoria tampoco lo estará, pero ésta se
'i mal del voto; al lenguaje autoritario de la memoria oficial y única, 2) con-
:i podrá recuperar en el momento en que los integrantes del grupo o colecti-
traponer la multivocidad de las diferentes memorias colectivas que actúan vidad hagan acto de presencia y reconstruyan lo que en el pasado se expe-
en la vida civil de la sociedad y que no se subordinan a la primera; a par- rimentó: la memoria, se podría decir, está latente, como se ha indicado, en
tir de estas memorias, 3) rescatar las formas novedosas y originales de la los sitios, en los lugares, en las fechas, en las festividades, en las conmemo-
actuación para ampliar la realidad y, en consecuencia, a las diferentes me- raciones, esperando a ser recuperada. No obstante se corre el riesgo, con-·
morias, potenciarlas (Femández Christlieb, 1991); y 4) .. ante la exigencia trariamente a lo que ocurre con el almacenamie nto de la memoria en los
del pluralismo democrático como rescate civil del espacio público, las me- viejos de las comunidade s tradicionales, de que ocurra lo que advierte
morias han de reconocerse como intersubjetivi dades que no se pretenden
Kundera (1%7):
estructuras únicas y absolutas de racionalidad , por el contrario, han de rea-
lizar, en tanto necesaria, la tolerancia como principio básico del discurso y Ya hoy la historia no es más que la estrecha hebra de lo recordado sobre el
océano de lo olvidado, pero el tiempo sigue su marcha y llegará la época en
la acción" (Cisneros, 1990, p. 123).
que 108 años tengan muchas cifras, y la memoria del individuo, que habrá
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permanecido igual en su extensión no será capaz de abarcarlos; por eso irán
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104 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS MEMORIA COLECTIVA 105

desapareciendo de ella siglos y milenios enteros, siglos de cuadros y música, saber de los códices, tenía conocimiento vía discurso oral, mitos, ceremo-
siglos de descubrinúentos, batallas, libros, y eso será grave, porque el hom- nias y escenificaciones rituales, que transmitían el mensaje de los textos
bre perderá la conciencia de si mismo y su historia, inconceptuable, inconte- que la clase gobernante dictaba. Aunque con el paso del tiempo se estable-
nible, se encogerá en unas cuantas abreviaturas carentes de sentido (p. 302).
ció una clara diferencia entre los escribas de la historia, los que se encar-
En todo caso, éste no es el olvido que resulta más peligroso para una so- gaban de que la memoria se perpetuara; se distinguía entre un escriba que
ciedad, toda vez que es involuntario, no es deliberado, y está latente la me- se consagraba a legitimar a la familia gobernante y un escriba que se dedi-
moria; pero sí lo es aquel olvido que por intención, por omisión voluntaria, caba a crear una memoria más histórica que contemplaba a la etnia, al
por intencionalidad, por intereses y por afanes de predominio se establece reino o al estado; era esta última una memoria más amplia y plural; una
en una sociedad, y que por lo mismo se ha denominado este tipo olvido memoria que almacenaba memorias. Este segundo tipo de memoria se de-
como social o institucional, éste último debido a que se impone desde las sarrolla con la "apertura política" del reino en la cultura indígena, pues ya
~eras de los gobiernos por parte de los grupos que detentan el poder. Los se involucran en las decisiones a guerreros, sacerdotes, comerciantes, que
rusos saben mucho de tales procesos, pues sus pocos gobernantes, sobre deciden en política interior y exterior, lo cual se manifiesta también en la
todo uno de ellos, Stalin, mandó al olvido a políticos influyentes, contem- forma de "registro histórico" que puede denominarse más "estatal" y me-
poráneos suyos, para tener el espacio libre de figuras con las _cual~ com- nos personalista, pues ya se trata del registro de hechos vinculados "al rei-
partir un trozo de historia, situación que no es tolerable para un dictador no", independiente, o más allá, de la persona del poder en tumo. Aún así,
que por "naturaleza" acapara la realidad, y él y sus acciones son la reali- se puede observar que la memoria que se plasmaba en los escritos y en los
dad. Este autócrata no sólo envió al campo del olvido institucional a políti- gráficos, por citar dos casos, no era más que la versión oficial de los acon-
cos, también lo hizo con científicos sociales como Lev S. Vygotsk.y, y el con- tecimientos, y a lo sumo una perspectiva pactada con un selecto grupo de
texto también envolvió la figura del semiótico culturalista Mijail Bajtin, y participantes en las decisiones de gobierno; sigue siendo una memoria
así pueden encontrarse numerosos casos, razón por la cual los rusos han muy de élite, limitada, que deja fuera a gruesas capas de la población,
trabajado los factores del olvido social, a través de lo que denominan "si- quienes tienen que guardar y trasmitir su memoria mediante la cultura
lencio" y "soledad institucional" (Middleton y Edwards, 1990b}. oral y otras formas más alternativas y colaterales.
Tal proceso de olvido social e institucional no es exclusividad de los ru- Pero el olvido social e institucional no es exclusividad tampoco de los
sos ni de los tiempos modernos, puesto que se practicaba en culturas ante- mexicas ni de los tiempos pasados, toda vez que en la Alemania hitleriana
riores, como la prehispánica. En efecto, en tiempos anteriores a la conquis- se practicó y después se ha intentado borrar el crudo periodo por el que
ta, en América "la recuperación y explicación del pasado eran funciones atravesó el pueblo judío a manos del fascismo, y específicamente de los na-
del grupo gobernante. Quienes determinaban qué recuperar del pasado y zis; se ha pretendido, a manera de ilustración, negar la existencia de cam-
para qué recuperarlo eran los más altos dirigentes del esta~o" (~lorescano, pos de concentración, que éstos no fueron más que propaganda de los alia-
1999, p. 211). Y quienes contribuían desde su arte o experiencia a recons- dos de Occidente para desprestigiar a la Alemania de los cuarenta. Pero si
truir, los "escriba mexica", eran considerados únicamente como funciona- ésta es una postura excesiva sobre el proceso del olvido institucional, existe
rios, como en la antigua China o en Babilonia.; servían al gobernante en una versión más Light que pregona el olvido social como fórmula para evi-
tumo. Como los gobernantes de otras culturas, en la antepasada nuestra el tarse conflictos en la actualidad, tanto a nivel personal como a nivel de so-
jerarca mayor, "El tlatoani ejercía una censura inapelable sobre el conteni- ciedad. Uno de sus exponentes es el también ruso Tzvetan Todorov (1995).
do de los textos históricos y sus formas de expresión pictográfica o simbóli- Este autor, antes de defender el olvido social, realiza una crítica:
ca, el tlatoani de los mexicas reconstruía periódicamente la interpretación
del pasado hecha por sus antecesores y la acomodaba a la situación pre- Los regímenes totalitarios del siglo XX han revelado la existencia de un peli-
sente. Muchos de los textos históricos que nos legaron los pueblos de Me- gro antes insospechado: la supresión de la memoria. Y no es que la ignoran-
soamérica no son más que cruda propaganda política" (p. 212). Y es que, cia no pertenezca a cualquier tiempo, al igual que la destrucción sistemática
de documentos y monumentos: se sabe, por utilizar un ejemplo alejado de
como ya lo habíamos señalado, la mexica como cualquier otra cultura divi-
nosotros en el tiempo y el espacio, que el emperador azteca Itzcoatl, a princi-
dida por funciones sociales o por clases, tenía una marcada diferencia en- pios del siglo XV, habla ordenado la destrucción de todas las estelas y de to-
tre gobernantes y gobernados; la población llana no tenía acceso directo al dos los libros para poder recomponer la tradición a su manera; un siglo des-
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106 SIGNIFIC ADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEX IONFB


TEÓRICAS MEMOR IA COLECTIVA
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pués los conquis tadores españole s se dedicar.on a su vez a retirar al olvidar , según el autor, lo que experim entaron en los campos
y qu~mar
todos los vestigios que testimon easen la antigua grandez a de l~ de concen-
vencidos. tración y de extermi nio se "curaro n" del trauma al que se encontr
Sin embargo , al no ser totalitar ios, tales ~~mene s _sólo eran hos~1les aban so-
~ los s~ metidos . Aquí se cimenta la defensa del olvido en el plano persona
dimento s oficiales de la memori a, perm1ue ndo a esta su supel'Vlv
enc1a ba¡o l. En el
otras formas; por ejemplo , los relatos orales y la poesía. Tras plano social, cultura l, señala los constan tes enfrent amiento s que
comp~ender han exis-
que la conquis ta de las tierras y de los_hombres P8:5aba por la i_:onqu 15 tido entre los múltipl es pueblos en siglos pasados y en el present
_ta de e, en nom-
la informa ción y la comunic ación, las uranías del siglo XX han s1Stem~t bre de odios y rencilla s antigua s que no han podido borrars e. Así,
1zado el autor
· 1"6 d la memon· a y han aspirado a controla r hasta sus nncones
su aprop1ac expresa : "¿no debería mos desear que tales poblaci ones olvidar
n e an un poco
más recóndit os (pp. 11-12). el odio para poder vivir en paz, que dejaran de lado su rencor
y hallara n
Esto, que ya se podía definir como un atentad o contra la me~on un mejor uso para la energía así liberad a?" (pp. 26-27). Y tratand
:, Pri- o de justi-
mo Levi lo expone crudam ente para con los ensayos de la exclusió ficar su razonam iento da cuenta de la llegada de Améric o Vespuc
n: Toda cio al
la historia del 'Reich milena rio' puede ser releída como una gue~ra nuevo contine nte en el que encontr ó guerras interna s que eran
explica das
con~a por un odio que databa de tiempo atrás (omitien do que en ocasion
la memor ia" (citado en p. 12). Au_nque esos~ puede hacer extensib es los
le, sena- gobern antes casaba n a sus hijos con las hijas del gobern ante contrin
la Todoro v, para la URSS y la Chma comum sta: cante
para pacific ar y unir sus reinos, -Flores cano, 1999-); o el caso
Las huellas de lo que ha existido son o bien suprimi das, o bien de los ser-
maquillad8:5 bios que explica n su agresió n sobre los pueblos de la ex Yugosla
y transfor madas; las mentira s y las invencio nes ocupan via por la
el ~ugar d~ la reali- historia que traen a cuestas: "los sufrimi entos que ellos han causado
dad; se prohibe la búsqued a y difusión de la verdad; cualqwe r medio no se-
es b_~e- rían más que un desquit e por lo que los serbios han sufrido en
no para lograr este objetivo. Los cadávere s de los camp~s de concentr el pasado "
ac~on (Todorov, 1995, p. 27). Por lo que concluy e que "en el mundo modern
mados para quemarl os y dispersa r luego las cemzas; las fotograf1 o el
son exhu . . l d
as, culto a la memor ia no siempre sirve para las buenas causas" (p.
que supuesta mente revelan la verdad, son háb~lme nte mampu f d 28).
a ~a m e La propue sta de Todoro v sobre el olvido social e instituc ional parece
evitar recuerdo s molestos; la Historia se reescribe con cada cambio
del cua-
dro dirigent e (p. 12). sustent arse y argume ntase sobre la base de "dolores" y "sufrim ientos"
que
no agotan los ejercicios de tal olvido; baste recorda r los olvidos
Planteá ndolo como queja, Todoro v argume nta que "bajo la ~~enc que se han
ia pretend ido estable cer para adecua r la historia a los fines de un
de algunos escritor es de talento que han vivido ~n países totahtar_ persona je
1os, el (dictado r) o de un grupo (clase goberna nte), que acarrea no solame
ecio por la memor ia y la recrimi nación del olV1do se han extendi nte el
do es- sometim iento de la poblaci ón, sino la elimina ción de un pasado
;:sr últimos años más allá de su context o original " (p. 15). No , de suce-
le parece a sos que dieron forma a un pueblo entero; se elimina , en última
este autor que el pasado se recuper e d~l ~odo, y mucho menos ~~ instanci a,
se le res- la cultura de una socieda d; se le deja fuera de la memor ia en nombre
pete al present e que ciertos acontec1m1entos cru~os han ~ndo del
en su porveni r, del progres o, de la armoní a, de la nación (Lira, 1997;
seno, toda vez que Todoro v asegura que la memor ia es _selecnva, 2000), que
pues co~- no es otra cosa que los interese s propios , los privado s (Fernán
serva deliber adamen te algunos sucesos y otros los margm a para dez Chris-
luego olV1- tlieb, 1991). Eso olvida Todorov. Por otro lado, habrá que introdu
cir un
darlos. coment ario: es mejor resignif icar el pasado que olvidarlo; desecha
rlo impli-
, ':\Conse rvar sin elegir no es tarea de la memoria . Lo qu~ reprochamos a los caría borrar un buen trozo de la historia , lo cual es muy difícil
··; -/i. .erdugos hitlerianos y estalinistas no «:5 que retengan de lograr y
ciertos elementos d~~ resulta peligroso; una posibili dad sería que los acontec imiento
l · · pasado antes que otros -de nosotros mJSmos no se puede esperar
miento diferent«>--, sino que se arroguen el derecho de controla r
un P ~
la ~ecc16n
san dolor o inciden negativ amente en el present e pudiera n ser
lorados en su dimens ión justa como acontec imiento s que no deberán
s que cau-
vistos y va-
1 de element os que deben ser conservados los individu os y los gru~
tl':°en_el tirse para evitar daños, y buscar la manera de interpre tarlos a
repe-
' la luz del
f!' derecho de saber, y por tanto de conocer y dar a co~ocer su propia
h1Stona; present e que nutra, en todo caso, la imposib ilidad de su reincide
}l
,;:·
no correspo nde al poder central prohibír selo o permitír selo (pp. 16-17).
no se les embele zca. A!í, sí se le puede otorgar la razón a Todoro
ncia; que
Pese a estos plantea mientos , y ahí rad_ica el ~ero, para Todoro~ v cuando
'' hay lí- o.punta "que no todos los recuerd os del pasado son igualme nte
mites para la recuper ación de la memon a, deb1~~ a que en ocas1~n admira-
es se bles; cualqu iera que aliment e el espíritu de venganz a o de desquit
· e suscita,
tiene que o lv1·dar. Narra el caso de varios sobreV1v1entes de los n8.ZlS, que en todos los casos, ciertas reserva s" (p. 29). Lo cual plantea una
situació n
·¡:
111.1,i

i·¡!
1
108 SIGNIFICADOS COLECTIVOS, PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS MEMORIA COLECTIVA 109

diferente: no deviene en lo mismo dejar de enaltecer un suceso o un pasa- do puede desembocar en un olvido social costoso para las sociedades, toda
do que mandarlo al olvido. De alú que resulte sensato su comentario: "to- vez, que no _se aterror!zaría ya con sucesos antes experimentados y que han
dos tienen derecho a recuperar su pasado, pero no hay razón para erigir tra1do cons1g? tragedias humanas. Es una especie de sentimiento pesimista
un culto a la memoria por la memoria; sacralizar la memoria es otro modo de la memona, que Kundera (1967) lo pone en los siguientes términos: "la
de hacerla estéril. Una vez restablecido el pasado, la pregunta debe ser: mayoría de la gente se engaña mediante una doble creencia errónea: cree
¿para qué puede servir, y con qué fin?" (p. 33). en el eterno recuerdo (de la gente, de las cosas, de los actos, de las naciones)
Consecuente con esta propuesta, el autor reflexiona que a la fecha, si y en la posi!1~d~. de reparaci6n (de los actos, de los errores, de los peca-
bien no se presentan redadas contra los judíos ni campos de exterminio, dos, de las m1ust1c1as). Ambas creencias son falsas. La realidad es precisa-
debemos, en esta situación, conservar viva la memoria del pasado. Esta mente ~l contrario~ todo será olvidado y nada será reparado. El papel de la
memoria debe conservarse no para pedir una reparación por el daño sufri- reparación (de la venganza y del perdón) lo lleva a cabo el olvido. Nadie
do como lo demandan otros autores válidamente (Lira, 1997): reparará las injusticias que se cometieron, pero todas las injusticias serán
' olvidadas" "(p. 303). No obstante, vale también la siguiente ·aclaración que
sino para estar alerta frente a situaciones nuevas y sin embargo análogas. El un historiador hace: "Nada bueno se alza sobre el rencor, pero nada sólido
racismo, la xenofol:lia, la exclusión que sufren los otros hoy en día no son se construye sobre el olvido" (Gilly, 1995, p. 66). ·
iguales que hace cincuenta, cien o doscientos años; precisamente, en nomh~e
de ese pasado no debemos actuar en menor medida sobre el presente. Hoy
LA FUNCIÓN SOCIAL: LOS MEDIOS
mismo la memoria de la Segunda Guerra Mundial permanece viva en Euro-
pa, conservada mediante innumerables conmemoraciones, publicaciones y
emisiones de radio o televisión; pero la repetición ritual del 'no hay que olvi- Efectivamente, la memoria colectiva entra en disputa en el momento en
dar' no repercute con ninguna consecuencia visible sobre los procesos de que los diferentes grupos o colectivos pertenecientes a una sociedad pre-
limpieza étnica, de torturas y de ejecuciones en masa que &e producen al tenden que su punto de vista sobre sucesos pasados se impongan, y enton-
mismo tiempo, dentro de la propia Europa (Todorov, 1995, pp. 58-59). ces tener el monopolio de los recuerdos y manejar eventos, personajes, rela-
tos, artefactos a su antojo para que se acoplen a sus intereses; es una
El autor le pone límites y acotaciones a la presencia de la memoria, lo forma de manipulación de la memoria que pretende acomodar los recuer-
cual no parece sensato desde otras perspectivas, que aducen reparación de los dos y el pasado para ciertos propósitos en el presente. Para ello entran en
daños causados en el pasado, pues de lo contrario se corre el riesgo de que escena las posiciones que se tiene en una colectividad o sociedad; así, por
quede inmune el agravio causado, y sobre todo los causantes de tales acon- citar un caso, si en el grupo gobernante se desarrolla el deseo de que su
~e_cimientos (Lira, 1997; 2000). versión domine, se impondrán más fácilmente sus puntos de vista, que si
~Ya hemos visto que se presenta un tipo de olvido algo involun~rio de la visión que se desea domine proviene de quienes forman parte de los gru-
' tci's grupos debido al alejamiento de sus participantes, y o~ deliberado po en franca desventaja y que más bien tienen que dotarse de recursos li-
que proviene incluso de las instituciones y que algunos abng~. Entre ~ mitados para construir y expandir su versión del pasado, y buscar canales
tos dos tipos de olvido social, a medio camino se encuentra un upo de olvi- alternativos de ex.presión. El dominio de una determinada versión sobre eÍ ,
do que interioriza lo volitivo y lo inintencional; que no tiene pretensiones pasado, la imposición de una memoria dependerá en buena medida de los ·
ex.presas, pero tampoco es involuntario, que es un tipo de olvido que por recursos con los que se cuente; recursos que se magnifican o minimizan en
tradición, por sentimientos de cultura interiorizada se practica incluso el ejercicio del poder: no· es lo mismo tener al alcance medios electrónicos,
contra voluntad. Cario Ginzburg advierte sobre este tipo de olvido que ejércitos, libros, recursos materiales y económicos, que sólo el discurso ha-
puede provocarse por situaciones extraordinarias que se han ejercido des- blado para ex.presar una visión del pasado. /
de el poder, tal sería el caso, nuevamente, de los alemanes, después de la
segunda guerra mundial. El también autor de Mitos, emblemaa, ~os, El poder
dice: "la necesidad de superación por parte de los alemanes del sentmuen-
to de culpa (se) relaciona con la imposibilidad de recordar l a s ~ com? Si como lo ha señalado H'albwachs, y después Mead, que la memoria colec-
eran verdaderamente" (en Codacci-Pisanelli, 2000, p. 5). Este bpo de olvi- tiva deviene en construcción social det~rminada por los intereses del pre-

t
110 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS MEMORIA COLECTIVA 111

sente, e incluso hay un ensayo desde el manipuleo partiendo del aquí y d~nominar ~ la ~erra~~ África como una 'guerra colonial' estaba prohi-
ahora (Lowenthal, 1990), bien se puede argumentar que existe una estre- bido. ~a designación_oficial era la de 'Guerra de Ultramar', porque, según
cha relación entre la memoria y el poder (Cole, 1990), recordando expresa- e~ régimen, las coloruas tenían el estatus no de colonias, sino de 'provin-
mente lo que en su momento George Orwell manifestó: "Quien controla el cias de ultramar' " (p. 307). Las naciones africanas, entonces, se encon-
~d~~~ntr()~~ ~ul!~!".º1 (Jlli~!Lé-ºntrol!l_ e!_p~nte ~o_ntrola ~•. pasado~ traban sometidas no sólo militarmente, sino ideológicamente, lo cual difi-
(citacto en p: 13). Cuestión de preguntarle a quienes vmeron ba10 e~ régi- cultaba aún más su andar sobre el camino de la independencia y la
men de socialismo real en Europa del Este, toda vez que ellos expenmen- autonomía.
taron en carne propia el ejercicio del poder que no permitía la más míni- Pero esto también lo experimentaban aquellos que se encontraban vi-
ma disidencia, ni siquiera del pasado: la única versión que se dotaba de vie~do en los ~ejos sistemas sociales de la primera mitad del segundo mi-
veracidad, de justeza y dominaba era la expuesta por el poder; así, se sacó lemo enAménca. Florescano (1999) explica que la división social marcada
del pasado inmediato a más de un personaje, aún contra las pruebas em- en la antigüedad, en dond~ se pretendía vincular, mediante ritos, mitos,
píricas que existían, como las fotografías de _que t~les personajes sí ~abían cultos, etcétera, la cercanía de la fanúlia gobernante con los dioses, o la des-
existido y habían desempeñado un papel pnmordial en la construcció~ de cendencia de aquellos, y la mortalidad del resto de la población, lo cual se
sus naciones. Y ante tal predominio de la univocidad de las perspectivas traducía también en las prácticas: los códices y las pinturas que se realiza-
del pasado, no quedó de otra a quienes eran partidarios de versiones dis- ron por aquel entonces narran la vida y el ascenso de las familias podero-
tintas, que construir canales alternativos de cultivación de la memoria, sas a los tronos respectivos, sus hazañas guerreras y sus triunfos políticos,
como la oral, so pena de ser recluido tras las rejas, mandado a un campo entre otras cosas. Y lo explica así: "La historia registrada en los códices
de trabajo forzado o de ser desaparecido. Fue tan real ese socialismo, mixtecos es en este sentido una recordación de los ancestros: la memoria
como reales esas situaciones. que legitimaba la antigüedad del linaje mediante el relato de las hazañas
Pero no sólo es éste el exceso que se comete, puesto que también quie- y logros de la estirpe gobernante. Es decir, el culto a los ancestros y el regis-
nes conquistan el poder se posicionan en una especie de altar, como _una tro de su memoria se tomaron funciones exclusivas de la dinastía en el po-
especie aparte que ha sido elegida, si no por Dios, sí ~or !ª humamdad der"_ (p. 192). La escritura, artefacto que sistematizó y perpetuó el lenguaje
del poder, nace en Mesoamérica con la aparición de los reinos, pues sin
para ser sus redentores; y para ~llo echan mano de l~ hist~na, de una par-
te, omitiendo, cambiando u olvidando otras tantas, situaciones que se han poder es casi imposible imaginarse la unificación de diversos conocimien-
presentado en diversos momentos y lugares. De ~ane~a más clara lo_ pla~- tos: astronomía, arquitectura, calendarios, agricultura, religión, arte, histo-
tea,la venezolana Maritza Montero (1990): la distorsión de la conciencia ria. De esta forma, aparece la escritura en UD ámbito de rivalidad entre los
his~órica que practican quienes detentan el poder, al mostrar el pasado distintos reinos y cacicazgos; así la aparición del reino es simultáneo al ad-
como unas cuantas hazañas gloriosas, lo vuelven lejano, se pierde como le- venimiento de una cosmovisión unificada, que se perpetúa con el ritual, el
yenda, se le transforma en una especie de ~tología ~por lo T1e tiene de mito, el calendario, la arquitectura urbana, que son transmisores de la me-
irreal, de acción inalcanzable, de culto religioso y alienante (p. 68). La moria. Y tenían cánones: la enciclopedia o el códice que se pintaba con je-
manipulación del pasado y el olvido social, en tal caso, van tomados de la roglíficos: éste fue el libro que, por ejemplo, "desde el principio del reino
mano con el ejercicio del poder. hasta su desaparición relató cómo se había derrotado al caos y organizado
' - y si eso lo sabían quienes vivieron en los diferentes socialismos reales, el cosmos, cómo nacieron los seres humanos y cómo se crearon los reinos y

[ también se ha experimentado en situaciones que se presenta en los siste-


mas donde un país ejerce dominio sobre otra nación, tal es el caso de los
llamados sistemas coloniales. Así, por ejemplo, cuando algunos de los paí-
comenzó la vida civilizada" (p. 198). Pero este conocimiento está escrito en
UD lenguaje restringido, al que sólo accedía el grupo gobernante, por lo
que se concluye que los medios para la transmisión y reproducción de esa
t
\ ses de África intentaban sacudirse del sometimiento de los países europeos memoria pertenecen al grupo en el poder. Y es que desde la creación de los
'I les caía encima no sólo un arsenal de armas y balas y ejércitos, sino tam- reinos en Mesoamérica hubo un empeño en no exhibir de manera pública
bién la concepción que de tales sucesos construían y expandían las nacio- el conocimiento de la escritura. Especial énfasis merece la cultura teoti-
nes dominadoras. Ese fue el caso de Portugal, país que no quiso reconocer ~;;,' huacana que acentuó milimétricamente, y de forma muy planeada, esa di-

~f.\·.

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guerras coloniales (Marques, Páez y Serra, 1998). "Durante la dictadura, visión social entre lo público y lo privado. A fines del siglo XV en nuestro

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112 SIGNIFICADOS COLECTlVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS


MEMORIA COLECTIVA 113

continent e, advierte Florescano, la escritura se constituía en el instrumen- ,1,;deológicos más amplios" (ídem). Visto así, el autor afirma que un buen tra-
to que transmití a las principal es fun?iones del _poder. . . . 7 bajo debería abocarse a "localizar en qué
forma las fuerzas ideológicas
- En todo caso, y sintetizan do, en diferentes tiempos y !~ares, el e1erc1c~o afectan y constituy en los procesos psicológicos de la memoria" (idem).
del poder ha reconstru ido el pasado de acuerdo a sus mtereses; a~ntua Es!e mism·o llutq_r insiste en que la ideología deviene en una forma de
aquello que le será útil para imponer reglas, ~ormas y ~omportamientos, ~~~rí_! _s~cial, col_ecti~a,_ l!I!__ la. me9ida en que determin a aquello que
incluso tradicion es, y manda al olvido lo que le resulta mcongrue nte a su debe recordars e colectivamente, y también lo que ha de mandarse al olvi-
visión; así, retomand o lo expuesto, en aquellos sitios o países "~onde las ~o, "o qué aspectos de la historia de la sociedad siguen siendo conmemo-
·- catástrofe s y represiones colectivas han tenido lugar, como por e1emplo_ en rados o cuáles son relegados a los archivos del olvido. De esta forma, la
Alemania , Italia, Francia, España, Argentina, Chile y Urugua~, por citar f!lemoria_ será a la vez una parte de las ideologías y un proceso mediante el
algunos solament e, la respuesta institucio nal ha sido la de 0IV1d_";1" y neu-
tralizar lo que pasó" (Marques, Páez y Serra, 1998). P~rC) _ta~-1~~ -~Jia
c~L~~2 _ipor..!_~~ las rel~ciones de poder en la sociedad, se reprodu-
~-Íf>:..2?)1 _razón por la cual, si se miran detenidam ente. ciertos suces9s;
hecho..~ _de lo que se ha ~tituid ~ como_ norma, debido ta~1én ~l los gobiernos en turno de diferente signo ideológico tenderán a modificar y
~anejo de i;mettmrÍlf f del pasado, como ocurrió con las culturas preh1s- acentuar algunos acontecimientos del pasado y a ocultar otros. Así, si en
· as como lo ha advertido Florescan oiH es que el hecho de que los an- México el primer presidente del tercer milenio, Vicente Fox, resalta más a
p á me , T..
tiguos pueblos tuvieran una nobleza heréditan. a y una ma~cada di·· v:151ón un Francisco l. Madero en detrimen to de un Benemérito de las Américas,
social en ese sentido, permitió a los gobernan tes la elaboraci ón de mitos y Benito Iuárez, o de un Emiliano Zapata que cobija más la historia en el
cepciones que tendían a legitimar su ascenden cia y su orden sobre el país, sus razones tendrá, por ejemplo, el restablecimiento de las relaciones
con
to de los mortales, situación que los sociólogos han d enomma · d
o como Iglesia-Estado con las que rompió Iuárez, o la simbolización que tiene Ma-
~:der ideológico: "Se trata del p?der que establecía los significados ~e dero para con las tareas reformistas de un México que desde abajo recla-
hacían perceptib le el mundo, definía !as regl~ que normaba n las relac10- ma, ayer con Zapata, ahora con los neozapati stas, Tierra y Libertad. Pero
nes sociales y producía los ritos, los mitos, las imágenes y, en una palabra, no sólo en México eso se puede vislumbr ar, ha ocurrido, otra vez, en la ex-
eJ_lenguaje que sustentab a esas creencias " (Florescano, 1999, p. 179). tint9: Unión Soviética, donde por razones ideológicas se desvirtuó su figura
o se dejó fuera del escenario de la construcc ión de la nación a participan -
La ideología tes claves como Trotsky, Bujarín, Kameviev, Zinoviev, etcétera, motivos por
los que Bakhurst (1990) recupera la noción de "contexto sociopolítico" en
/si el olvido social ha sido producto del ejercicio desmedid o del poder, su que se producen los eventos; así, las propias circunstancias sociales y polí-
· vehículo bien puede ser la ideología. Efectivamente, la ideología no se pue- ticas determin an en generaciones posteriores lo que se recuerda y se con-
de desligar del olvido social o institucio nal, ':°mo tampoc~ lo pu~de hacer memora, y lo que se olvida. Por la misma ilación para Kundera (1978) la
del poder. Esa podría ser la trilogía: poder, i~eología, ol:1do social, desde memoria está ligada a procesos sociales, culturales y políticos que marcan
la cual ha operado la destrucción de la memona en _cualquie~ momento de la el andar de las sociedades, y lo testifica crudamen te: "El asesinato de
historia y en cualquier sitio donde ésta se haya fo11ado. _La ideolo~a puede Allende el! Chile eclipsó rápidame nte el recuerdo de la invasión de Bohe-
ser definida psicosoci almente como patrones de creencias y prácticas de la mia por los rusos, la sangrient a masacre de Bangladesh hizo olvidar a
sociedad que aseguran la reproduc ción de las relacione s de ~er, razón Allende, el estruendo de la guerra del desierto del Sinaí ocultó el llanto de
cual Billig (1990) analiza a la ideología como un factor importan te Bangladesh, la masacre de Camboya hizo olvidar al Sinaí, etcétera, etcéte-
por la . .
en el estudio de la memona colectiva, puesto que al reprod ucuse
. l l
as re a- ra, etcétera, hasta el más completo olvido de todo por todos" (p. 16). ~
\ ciones de poder en la sociedad, ésta presenta sesgos en los aspectos del p~- e~11_! ll que, como y~ lo_hl!hía expresado Femánde z .Christlieb (1991),
l
1
·. igu:to que se ignoran o recuerdan . Y a la inversa: "El conce~to de m~mona
lectiva resulta potencial mente importan te para el estud10 de la 1deolo-
la ideología tiende~psioosocial.mente, al achicamiento de las meinoniís co-
-----
---,...___, ,:,----'
l~v_~)_pr.e~endien~_?_'l'!~.JWUOla sea lfl que rij~ l!i vi_cl~ <I.e una socie~
;a" (p. 77). Pensando sobre tod? en ~e, si la memoria es el resultado de ,Sobre estaoase descansa lo que Cole (1990), retomand o a·"l(Ündera,
la colectivid ad "también lo será ideológicamente, dado que los procesos co- afirma: "el problema del olvido socialmen te organizado resulta especial-
lectivos que permiten que se dé la memorización son parte de patrones •., mente agudo hoy en día, dado que los acontecimientos históricos se suce-

1

MEMORIA COLECTIVA 115


114 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS
wald" (p. 9). Luego, la imagen fue difundida: el líder comunista con una
den con tanta rapidez y a tan gran escala que no pueden asimilarse de f~r- gorra en la cabeza transmitiendo un mensaje a la nación. Ahí iniciaba la
ma adecuada en la experiencia cotidiana" (pp. 13-14). Y es que la propia historia de la Bohemia comunista. "Hasta el último niño conocía aquella
ideología pone y determina la naturaleza de los argumen~~s y la forma re- fotografía que aparecía en los carteles de propaganda, en los manuales es-
tórica que adquieren para esgrimir razones de recuperacion del pasado y colares y en los museos" (idem). Pero si el poder se ejerce y no se comparte,
del olvido social, por lo que se reconoce que hay ciertos elementos retóricos tampoco dosifica los espacios, los acapara; y los actos que no son desafío a
constituidos ideológicamente que se encuentran involucrados en el proceso tal ejercicio, pero que así se les mira desde el poder, se cobran, por lo que:
de memorización u olvido colectivo (Billig, 1990).
Cuatro años más tarde a Clemenris lo acusaron de traición y lo colgaron. El
LAs EXPERIENCIAS DE LA MEMORIA departamento de propaganda lo borró inmediatamente de la historia y, por
supuesto, de todas las fotografías. Desde entonces Gottwald está solo en el
En las épocas en las que la historia avanzaba aún lentament~, lo~ escasos balcón. En el sitio en el que esta- ba Clementis aparece sólo la pared vacía
acontecimientos eran fáciles de recordar y formaban un e8CeTKU"IO bien cono- del palacio. Lo único que quedó de Clementis fue el gorro en la cabeza de
cido delante del cual se desarrollaba el palpitante teatro de las aventuras Gottwald (p. 9).
priv~das de cada cual. Hoy el tiempo va ª. paso ligero. Un acontecimie~to Ello constituye una experiencia de la memoria, tan cruda como otras
histórico, que cayó en el olvido al cabo de la- noche, respland~ a la mana-
tantas.
na siguiente con el rocío de la novedad, de modo que no consotuye en la ver-
sión del narrador un escenario sino una sorprendente aventura que se desa-
La historia se repite, diría la vida cotidiana, pues la anterior es también
rrolla en el escenario de la bien conocida banalidad de la vida privada de la una vieja narración de los años veinte del siglo XX, cuando el soviético José
gente (Kundera, 1978, p. 16).
Stalin mandó borrar personajes no sólo de las fotografías sino de la histo-
ria. En una de las imágenes gráficas aparece, a su regreso del exilio, el lí-
Efectivamente. Kundera tiene-razón, los acontecimientos ~da v:ez son _IIl_ás der Vladimir llich Lenin dirigiendo un discurso a los campesinos n1Sos
difíciles de asimilar y de ret.en~r._ para una.p<>st~ridad_~go.vol@l_Este a~- prestos para la revolución y el asalto al poder. En esa fotografía que reco-
to~ che~~lovaco, que desde su profesión literaria ha trabajado la memoria rrió. el mundo, aparece a su lado un joven de nombre Trotsky, quien creó
colectiva, recuerda el pasado de su país y el diferente dominio a que fue el famoso Ejército Rojo y, después de la muerte del líder fundador de la
sometido, y con él su memoria: "Ningún acontecimiento histórico puede primera república socialista, fue declarado traidor a la causa; el artífice de
ser considerado como bien conocido", lo que le da argumentos para narrar tal maniobra fue Stalin, razón por la cual al también llamado profeta des-
acontecimientos que si bien sucedieron poco tiempo atrás, pareciera que: terrado se le persiguió hasta su muerte. Lo mismo que a Clementis, a
Trotsky se le borró de la fotografía.
hubieran transcurrido hace más de mil: En el año 1939 el ejército alemán Pero si el olvido hace presas a los personajes públicos, también lo hace
entró en Bohemia y el estado checo dejó de existir. En el año 1945 entró en con sitios igual de públicos, como las ciudades, las plazas, los diferentes si-
Bohemia el ejército ruso y el país volvió a llamarse república independiente. tios, las calles. A estos espacios, donde según Halbwachs (1924; 1968} la
La gente estaba entusiasmada con Rusia, que había exp~d~ del país a l_os memoria se almacena, los gobernantes en tumo les cambian los nombres
alemanes, y como veía en el partido comunista checo el fiel aliado de Rusia, con la intención de que en ellas no transiten los recuerdos ni los aconteci-
le traspasó sus simpatías (p. 16). mientos. Ello se puede ver más claramente cuando wi grupo determinado
Pero si estos sucesos se vertieron a nivel de nación, también se coronaron arriba al poder por vías no pacíficas, sea ésta la vía revolucionaria o el gol-
en personificaciones, sin que por ello tales sucesos dejaran ~e mar~ a la pe de estado por parte de los militares: el palacio de gobierno pasa a ser el
memoria colectiva; así, relata cómo se desplaza la memona y refiere un palacio de la revolución, o a la inversa, y su zócalo se denomina plaza de
caso: en febrero de 1948 el líder comunista Klement Gottwald salió al ~al- la revolución o a la inversa. Aunque también ocurre que quienes toman
cón de un palacio barroco de Praga a dirigir un mensaj~ a cient~s de miles las riendas de un país por vías legales, como las elecciones, modifican la
de personas, "y justo a su lado se encontraba Clem~ntis. La mev~ re~olo- nomenclatura intentando borrar el pasado; así, cuando en Nicaragua
teaba, hacía frío y Gottwald tenía la cabeza descubierta. Clement1S, siem- toma el poder en 1990 la Unión Nacional Opositora, se cambia la versión
pre tan atento, se quitó su gorro de pieles y se lo colocó en la cabeza a Gott-
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116 SIGNIFICADOS COLECITVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS MEMORIA COLECTIVA 117

de la historia de ese país, y se modifica el nombre de su ejército: ya no po- arrojó la memoria indígena al nebuloso desván de las leyendas y los mitos.
drá ser nombrado Popular Sandinista pues esa es una adscripción de los Desde entonces la memoria de las élites y la memoria de los indígenas que-
que han dejado el gobierno, y evoca un humus revolucionario. Más micro- daron divorciadas. Sólo cuando ocurrieron acontecimientos de significación
socialmente, ocurre por todos lados que se cambia de nombre a las calles, nacional ambas memorias encontraron puntos de confluencia, pero mante-
y con ello se pretende desreferenciar, siquiera por los nombres, lo que pue- niendo cada una sus peculiaridades irreductibles (Florescano, 1999, p. 269).
de despertar la sola designación de una palabra que tiene una carga
social: no es lo mismo poner a una colonia, barrio o calle el nombre de Za- Que la visión y la memoria de los europeos se impusiera en tierras ame~-
pata o Juárez2 que el de López Portillo o Díaz Ordaz; representan momen- ricanas trajo consigo que se señalara a los indígenas como "enemigos del
tos y procesos diferenciados, e incluso opuestos. La memoria, si le hacemos progreso", o que se les culpara del "atraso y los fracasos del país", lo que:
caso a Halbwachs, también se guarda en estos espacios, por lo menos por
puso en movimiento una campaña insidiosa que terminó por configurar una
su designación. En última instancia, lo que asevera Kundera, es aplicable
imagen negativa del indígena. La prensa, los libros, los discursos, la pintura
también para los sitios: "las gentes que no tienen pasado son gentes sin y los medios más diversos difundieron una imagen degradada y salvaje de
nombre". Y cual si fuera un psicólogo social estudioso de la memoria colec- los indígenas que se generalizó en el siglo (XX) y se adentró en las partes más
tiva, Kundera asegura: "¡La persona que quiere recordar no puede quedar- profundas de la conciencia nacional. Una consecuencia de esa campaña fue
se sentado en un sitio y esperar que los recuerdos lleguen solos! ¡Los re- la desvalorización 1e la historia y la memoria indígenas. El desprecio de los
cuerdos se han desperdigado por todo el mundo y uno tiene que viajar pueblos indígenas produjo como primera reacción una concepción negativa
para encontrarlos y hacerlos salir de sus escondrijos!" (1978, p. 239). de su memoria histórica. Durante el siglo X1X los testimonios indígenas fue-
· Todo lo cual nos lleva de regreso a la esfera macrosocial cuando Kunde- ron considerados meras leyendas sin consistencia histórica. Otros autores ne-
ra acusa que el séptimo presidente de su país, Svoboda, es conocido como garon la existencia de una memoria histórica mesoamericana, principalmen-
el Presidente del oloido. A este presidente los rusos lo instalaron en el poder te porque sus testimonios no se ajustaban al canon establecido por la
tradición occidental (p. 281).
en 1969, y desde entonces se dedicó, más allá de acabar con sus opositores
políticos, a "masacrar la cultura". Así, de forma muy elocuente, expulsó a
La versión que se presenta desde entonces sobre el mundo indígena, es'f)
145 historiadores checos de universidades e institutos científicos, y fueron
una versión atravesada por la ideologización que el poder ha hecho circu-
sustituidos por una estatua de Lenin. Uno de los historiadores afectados,
lar, y no muy pocos han reproducido sagazmente; pero la memoria de los
Milan Hübl, diría: "Para liquidar a las naciones, lo primero que se hace es
pueblos antiguos, como los denominan algunos (ver subcomandante Mar-
quitarles la memoria. Se destruyen sus libros, su cultura, su historia. Y lue-
cos, 1995), pese a tales imposiciones se ha mantenido un tanto aislada
go viene alguien y les escribe otros libros, les da otra cultura y les inventa
pero con una proyección impresionante. Florescano centra bien la cues-
otra historia. Entonces la nación comienza lentamente a olvidar lo que es
tión: "¿Cómo se explica que al cabo de 500 años de imposición de nuevos
y lo que ha sido. Y el mundo circundante lo olvida aún mucho antes" (cita-
dioses, cultos y regímenes políticos, el estado español, la iglesia católica y
do en pp. 227-228). El escritor chileno José Donoso lo ponía sintéticamen-
los gobiernos nacionales no pudieran cambiar las antiguas creencias de los
te así: "No temo a la muerte, sino al olvido. Es como si con quien muere,
indígenas?" (p. 313). Y se aventura con una replica posible:
muriera también la memoria y, con ella, tantas cosas que uno ha amado".
Este tipo de experiencias de la memoria se puede rastrear, cuando me- Creo que la respuesta se encuentra en las estructuras internas sobre las qu~
nos desde el siglo XVI cuando la conquista de América, toda vez que en reposan estos pueblos. Se trata de colectividades unidas por prácticas agríco-
esos tiempos el rechazo a las tradiciones y costumbres de los habitantes in- las dedicadas a la sobrevivencia del grupo. Los antropólogos y los historiado-
dígenas por parte de los viajantes europeos: res, al sobrevalorar las ideologías, olvidaron que las identidades son resulta-
do de prácticas sociales repetidas a través de los siglos (ídem),
2 Valga este párrafo para poner una queja. Las calles en donde vive quien esto escribe te- donde ju~a U!l_p~p~l i111_p_ortante !a m,«;mQria colectiva, .tQ.Q.a_y~~ 91!e ~lla
nían anteriormente el nombre de algún personaje o suceso que mostraba el carácter de lucha
que se desarrolló en México. Las calles tenían nombres como "Zapataw, "Francisco l. Made-
es quien forja la identi~.grup.~l; y en la transmisión de esa memoria
row, "Revoluciónw, etcétera. Se modificaron por denominaciones de cuentos de hadas; ahora iltentitaña, en esteeaso, han jugado un papel primordial y determinante
se llaman: "La cenicientaw, "Flauta mágicaw, etcétera, por lo que vale el descontento. los diferentes tipos de lenguajes.
118 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS MEMORIA COLECTIVA 119

Así lo hace saber Florescano, quien critica a aquellos que han tratado memoria que intenta someter, y la presuntamente sometida es más anti-
de encontrar la memoria de los pueblos indígenas en los "repositorios don- gua, de ahí que sus formas de guarda~ y cobijar su memoria no se exponga
de la tradición occidental suele conservarla y transmitirla: en los textos es- para su eliminación. Así, con prácticas si no iguales, sí alternativas y de re-
critos" lo cual no es del todo practicable por estas latitudes y en estos pue- sistencia, en la Unión Soviética se mantuvo el pensamiento de Bajtin, de
blos, c~mo ocurrió en otras culturas, con otros pueblos de otros sitios en Vygotsky; no del todo se impuso la versión de que el diablo se llamaba
momentos también diferentes (Ginzburg, 1976; 1995; Gilly, 1995). En con- Trotsky; en Checoslovaquia cobraron la factura contra la desmemoria tres
tra de esa presunción, asegura Florescano, se puede afirmar que fueron cuatro décadas más tarde; y en América la razón indígena cada día cobr~
otros los instrumentos que los pueblos indígenas utilizaron como vehículos más relevancia en distintos países donde los indígenas representan un sec-
para transmitir su memoria colectiva, tales fueron: el rito, el calendario so- tor importante de la población, y donde no tanto, como en México, con el
lar y el religioso, los mitos y la tradición oral. . 10 u 11% del total de habitantes, han demandado, y fuerte, tener un espa-
cio en la nación.
Estos instrumentos casi nunca han figurado en los estudios históricos como Pery si en estos casos las correas alternativas de transmisión de la me-
almacenadores y conductores de la memoria, y aún hoy no son reconocidos moria colectiva han posibilitado que ésta se mantenga con vida al paso de
como portadores eminentes de la memoria campesina. Y sin embargo, las décadas, incluso de siglos, hay casos en los que la memoria se va borrando
evidencias disponil:¡les no mienten: en la tradición campesina estos fueron
con todo y sus posibles transmisores: su gente, los integrantes de la colecti-
los principales conductores de lá memoria colectiva (p. 318).
vidad; si los participantes no están ni para interpretar sus recuerdos a tra-
En el caso de los rilas, éstos actualizaban la creación del cosmos _al co- vés de sus instrumentos, no hay recuerdos ni pasado posible o se minimi-
menzar el año agrícola, los ritos que celebraban al santo patrono del pue- za. Es el caso de los Ocoroni. El antropólogo mexicano Roger Bartra (1999)
blo se constituían en actos que congregaban a la población, transmitían la narra así el olvido de un pueblo. Eran considerados buenos cristianos y se
memoria étnica y fortalecían la identidad colectiva; los ritos, en suma, prestaron para catequizar y pacificar a los mayos y a los yaquis, quienes se
eran "una cápsula de la memoria ancestral. Por medio de ~a escenif~ca- rebelaban a los españoles y no muy pocas veces guerreaban entre sí. Los
ción, la música, la danza, el canto y la actuación corporal el nto actualiza- colonizadores españoles los explotaban. Para 1601 los españoles contaron
ba y dramatizaba la historia de los orígenes del cosmos, revivía a los ances- 26 pueblos en la cuenca de los ríos Ocoroni y Sinaloa. Ahí intentaban con-
tros fundadores y recordaba los valores que habían fortalecido al ~~o" centrar a esa población indígena. Sesenta años después sólo habían ya
(p. 319). No obstante, el rito tenía algunos límites, como lo era la religión. nueve pueblos, pues en la medida en que se concentraba a los Ocoroni en
Por su parte los calendarios recogían "las fechas sagradas y las profanas, aldeas y misiones fueron atacados por plagas y epidemias. Luego, la tribu
conmemoraba los hechos sobrenaturales, registraba los cambios observa- Ocoroni fue concentrada en tan sólo un pueblo. Después fueron despoja-
dos en el mundo natural y las acciones humanas e incorporó en sus efemé- dos de sus tierras, motivo por el cual se sublevaron en varias ocasiones y,
rides los fastos del estado, las hazañas de los gobernantes y los aconteci- por lo mismo, fueron reprimidos de manera intensa y violenta por el go-
mientos que forjaban la unidad del grupo" (ídem). En el caso de la bierno.
tradición oral, ésta y "la costumbre de mirar el cielo proporcionaron a los
·ndígenas un acontecimiento preciso de los movimientos del sol, las divi-
1
Ocoroni., en los diccionarios, es hoy el nombre de una batalla, ocurrida los

siones estacionales del año y las fechas calendáricas. Y sobre esos aconteci- días 24 y 25 de octubre de 1865. Las tropas republicanas llegaron para com-
mientos asentaron su memoria histórica" (p. 320). batir a los indios que se habían sublevado en apoyo de los franceses que les
En última instancia, la sobrevivencia de algunas prácticas y rasgos de la parecieron una opción para liberarse de sus opresores. El general republica-
no Ángel Martínez, con fervor nacionalista, ordenó al comandante militar en
memoria indígena no hacen sino mostrar que muy a_pe_sar del ejercicio d~l
el Mayo que reprimiera la sublevación. Este general, más de veinte años des-
oder de tratar de eliminar ciertas formas de conocimiento y sus respecn-
pués, tuvo el dudoso honor de aprehender y fusilar a Cajeme, el gran caudi-
~as memorias para imponer su cosmovisión, su epistemología, su versión llo yaqui. El gobierno porfirista, a principios del siglo XX, auspició la captura
de la historia, las memorias colectivas contra las que se ha atentado logran de indios cahitas para enviarlos a trabajar a las haciendas de Oaxaca y Yu-
permanecer mediante artificios que no son del todo accesible a la cultura catán. En medio del caos, en algún momento que no podemos ubicar, los
dominante, toda vez que ésta casi siempre es nueva y ajena a la cultura y ocoronis dejaron de existir. En la tercera década del siglo XX Ocoroni era
120 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXION ES TEÓRICAS MEMORIA COLECTIVA 121

una triste ranchería de 417 habitantes. Y así, estos indígenas reposan en el en la Tierra, y de una visión, de una memoria que en su nombre se im-
olvido, viven solamente en el nombre de un lugar, arrullados por las aguas ponía.
del río Ocoroni. Su memoria quedó esparcida en los textos de algunos cronis- El futuro, co~o se ve, viene de la mano de las prácticas del presente. y ·· '!
tas y en las viejas fotografías de sus lejanos descendientes. Los actuales habi- de la recuperació n del pasado; con el material de la memoria vigente se
tantes de Ocoroni sólo recuerdan que no los pueden recordar (p. 126). construye el futuro. Por eso es tanta la insistencia de algunos estudiosos de
que ~l pasado, sea_ cual sea, no se olvide, no sea arrojado al cajón de algún
LA CONSTRUCCIÓN DEL FUI'URO archivo muerto (Lira, 1997). ·
Si en otras latitudes los eventos traumático s como las guerras las d" t _
'1,a organización retórica del recuerdo y el olvido también aporta pistas so- d d · · , ic a
uras, e izquierda o de derecha no importa el signo, han sido rebasadas
,·bre el contexto social institucional dentro del cual se cuestiona la ortodoxia ~ . d r
del pasado para cambiar el futuro. En la organización social del olvido tene- puestas en eVI _enci~ me iante trabajos que recuperan la memoria colecti-
mos la base para reconstruir de nuevo aquello que fue cuestionado y debati- va de _los que VIvenciaron tales sucesos, y que algunos pretenden se olviden
do. La prohibición ofrece pistas sobre el contenido y el contexto de lo que Y se impongan otras_ versiones para evito.r abrir heridas (cfr. Todorov,
fue prohibido (Middleton y Edwards, 1990, p. 25), 1999), l? ~~!_~ ~uestionad~J><>r _otros ~tudiosos que afirman que hay que
recuperar taj~ a~~~ci~~~~tos para aprender de éstos y entonces ~ctu~r
y en esa medido. aclara el presente y permite vislumbrar el futuro. Efectiva- e_n ~n~c-~e_i_:t~_!-~Vlt~r-~°: la. medida ~e !o_ p9sible ~e se repi~. .(~a,
mente, el futuro está atado al presente y también al pasado, toda vez que 2000), lo _que parece sensato, entonces, su aplicación, la forma empírica'
lo que se ha recuperado del pasado, la versión que se imponga en la actua- que adqmerc_ l~ ~emo¿a colectiv~ en estos caso es la recuperació n del pa-. '
lidad, o la manipulac ión que del pasado se haga sobre el pasado, delinea s~do que posibilite me1oras colectivas importando también las consecuen- \
de alguna manera lo que vendrá: posibilitar á lo próximo, lo que aún no c~as que ello acarrea. En Francia, por citar un caso, para no dejar en el ol-
_llega pero ya se está construyen do. Así, cuando en una sociedad determina- vido el holocausto de los judíos, varias agrupacion es se han dedicado a·
da se eliminan de la memoria oficial los acontecimi entos que tienen tintes re~u~erar la _me~oria de los ~nmolados. Así, mientras los verdugos nazis
de rebeldía, de disidencia, lo que se está anunciand o es que en el futuro quisieron amquilar a sus víctimas sin dejar rastro de ellas, incluso elimi-
este tipo de manifestac iones no se permitirán ; cuando se encumbran en el nando sus cu~rp_os, ahora el memorial recupera los nombres propios, las
presente figuras conservado ras del pasado, en detrimento de las liberales, fechas de nac1miento y el momento en que las víctimas fueron llevadas a
se muestra que en la proximidad no será posible actuar con el segundo los campos de exterminio (ver Todorov, 1995). De esta manera, la memoria
tipo de pensamien to; cuando una sociedad permite que sus sitios donde se "restablece a los desapareci dos en su dignidad humana. La vida ha su-
almacenab a memoria sean destruidos, le está apostando al olvido de cier- cumbido ante la muerte, pero la memoria sale victoriosa en su combate
contra la nada" (p. 18).
tos acontecimi entos, ciertos sucesos que no jugarán en el presente, pero
peor aún, que no posibilita un futuro con diferentes perspectivas, sino las ~a recupera~i~n del pasado por sí mismo es ya un triunfo, en tanto que
que el modelo dominante impone. Así, ilustrativam ente, cuando los espa- ennquece la V1Sión de la realidad; la realidad se amplía, por ello es
ñoles destruían sitios de adoración de las culturas prehispánic as no sólo se que Umberto Eco afirma que ""El hecho de oír historias prolonga la vida"
estaba echando a andar en su presente la avalancha del cristianism o, sino (en Comte, 2000, p. 6), y esta prolongaci ón de la existencia de la memoria
que se anunciaba que en el futuro no se permitirían cultos que no encaja- no hace sino mostrar las diferentes posibilidad es para el f~turo que se an:
ran con la visión de la religión que ya se estaba imponiendo , so pena de h~la; y que en el caso de las situaciones traumática s, bien podría mini-
ser considerad os "primitivos ", "retrograda s" o enemigos del "progreso" ; mizarlas. Por este solo hecho la memoria tiene, desde donde se le vea más
peor aún, ser condenado s por practicar hechicería, como ocurría con las vigencia, toda vez que puede posibilitar un futuro más humano, una 'reali-
mujeres a quienes se les acusaba de ser brujas, y se les arrojaba, con todo y dad donde puedan coexistir las diferentes agrupacion es con todo y sus vi-
bola de metal atada al pie, a un lago del cual no podían emerger, pues si siones, sin ánimo de imposición , sino de sana coexistenci a, en democracia ,
pues en ella caben todos.
lo hacían corroborab an la acusación, y si se ahogaban pues ya ni modo, se
había cometido un error, pero era en nombre de la representac ión de Dios El achicamien to de la memoria, su muerte, ha implicado en diversos
momentos la búsqueda de la justicia y de la igualdad por vías no pacíficas,
l
'

122 SIGNIF1CAD0S COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS


MEMORIA COLECTIVA 123

vías a las que han sido orillados diversos grupos en distintos momentos de
la historia de la humanidad, producto del olvido institucional, porque no Bakhurs~, David (1990). "La memoria social en el pensamiento soviético".
se ha querido entender que estos mecanismos han sido utilizados en otros En M1ddleton, David y Edwards, Derek (comp.) Memoria compartida. La
momentos para construir un futuro más promisorio, y que al arribar al po- naturaleza social del recuerdo y el olvido, pp. 221-243. Barcelona: Paidós
1992. '
der ciertos grupos se han dedicado a olvidar los reclamos de sociedades,
Bartlett, Frederick (1932). Remembering. A study in experimental and social
naciones, pueblos, continentes enteros. Al respecto quien puede clarificar
tal hecho es un subcomadante de nombre Marcos que explica: "Se heredan psychology. Cambridge: Cambridge University Press.
las historias y el que las hereda las agarra como propias" (en Gilly et al, Bartra, Roger (1999). La sangre y la tinta. Ensayos sobre la condición post-
mexicana. México: Océano.
1995, p. 134). La recuper!l:~Q!J. d~~moria permite, a su vez, ~m.olo
erEütúro,cuesbón de pregun- Billig, Michael (1990). "Memoria colectiva, ideología y la familia real brité.-
-~~~~i~;~ge.! 1~!'~~ i<l:~ntidad e~
tarle a quienes seguramente no han leído a Halbwachs, pero que de haber- ~ica". En Middleton, ~avid y Edwards, Derek (comp.) Memoria compar-
lo hecho serían buenos discípulos: Paco Ignacio Taibo II y Rogelio Vizcaí- tida. La naturaleza ,ocia[ del recuerdo y el olvido, pp. 77-96. Barcelona:
Paidós, 1992.
no, que al momento de escribir la biografía de un luchador social de
principios del siglo XX aseguran que ese es "un testimonio que busca re- Blondel (1928). Psicología colectiva. México: Editorial América, 1945.
frescar la memoria colectiva, con el deliberado propósito de recuperar el Burke, Peter (1990). La revolución hi.storiográficafrancesa. La Escµela de los
'santoral de los jodidos y los descontentos, de los pobres y de los rebeldes' Annales: 1929-1989. Barcelona: Gedisa, 1999.
que la historia oficial y las oficinas de la historia han lapidado a base de Cisneros Puebla, César (1990). "México: memorias colectivas y democracia
ponerles losas, libros, imágenes y monumentos encima" (1990, p. 7). Y ad- política". En Mota Botello (coord.) Cuestiones de psicología. política en
vierten, con toda certeza, que están "Convencidos de que no hay futuro po- México, pp. 113-124. México: UNAM.
sible sin la asimilación de la herencia del combate del pasado" (p. 8). Codacci-Pisanelli (2000)... Palabra de historiador. Entrevista con Cado
Se puede concluir el presente trabajo con una solicitud, la realizada por Ginzburg". En La/ornada Semanal, 252, (02/01/00), p. 5.
Todorov (1995): Cole, Michael (1990). "Prefacio". En Middleton, David y Edwards, Derek
(comp.) Memoria compartida. La naturaleza social del recuerdo y el olv,,'-
Aquellos que, por una u otra razón, conocen el horror del pasado tienen el do, pp. 13-15. Barcelona: Paidós, 1992.
deber de alzar su voz contra otro horror, muy presente, que se desarrolla a Comte Le, Boguac (2000)...Entrevista con Umberto Eco. El escritor y el fi-
unos cientos de kilómetros, incluso a unas pocas decenas de metros de sus lósofo 11. En La/ornada Semanal, 253, (09/01/00), pp. 6-7.
hogares. Lejos de seguir siendo prisioneros del pasado, lo habremos puesto Dudet, Claudette (1989) ...Una aproximación teórica al estudio de la me-
al servicio del presente, como la memoria -y el olvido- se han de poner al moria colectiva". En Femé.ndez Christlieb, Pablo (comp.) Psicología. co-
servicio de la justicia (p. 59) lectiva y cultura cotidiana, pp. 33-52. México: Facultad de Psicología,
UNAM.
.d=Tal solicitud debe tapiarse con la sugerencia de Jacques Le Goff: "La
Engestrom; Brown; Engestrom y Koistinen (1990). "Olvido organizacional:
~moria intenta preservar el pasado sólo para que le sea útil al presente y perspectiva de la teoría de la actividad". En Middleton, David y Ed-
a los tiempos venideros. Procuremos que la memoria colectiva sirva para
wards, Derek (comp.) Memoria compartida. La naturaleza social del re-
la liberación de los hombres y no para su sometimiento". cuerdo y el olvido, pp. 157-186. Barcelona: Paidós, 1992.
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LA TEORÍA DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES

MARCO ANToNIO GONZÁLEZ PÉREZ*

A lo largo de este artículo, nos introduciremos en una de las


más impor-
tantes y activas corrientes de investigación desarrolladas por la
psicosocio-
logía europea. Nos referimos a la teoría de las representaciones
sociales.
Antes que nada, y a maner a de preámbulo, sería justo hacer un
recono-
cimiento al import ante papel que el psicólogo rumano-francé
s Serge Mos-
covici ha tenido como teórico principal y como impulsador incans
able de
la teoría de las representaciones sociales. Su interés por constr
uir una psi-
cología social europe a que superase el reduccionismo individualista
, carac-
terístico de la psicología social norteamericana, lo ha llevado
a elaborar
teorías donde se recupera la dimensión social, analizando las
condiciones
sociales en las que surgen los fenómenos psicosociales, ponien
do énfasis en
el cambio social, observando cómo se construye socialmente
la realidad,
investigando los procesos de influencia social que producen los
grupos mi-
noritarios, etc.
Hacien do a un lado el protagonismo de Moscovici, podríamos
convenir
con Farr (1987) que a pesar del evidente auge de los estudio
s de repre-
sentación social en varios países europeos, la teoría de la represe
ntación
social debe ser considerada como una tradición francesa de investi
gación
que se remon ta a los últimos años de la década de los cincuenta.
Con el objetivo de tener una idea completa de la complejidad
y riqueza
conceptual inherentes al estudio de esta teoría, intentaremos, en
primer lu-
gar, definir el concepto de representación social, señalando las
funciones
sociales que desempeda. Posteriormente indagaremos sobre
sus orígenes,
sus principales influencias teóricas y los precursores intelectuales
que esta-
blecieron los· fundamentos de su desarrollo posterior. Será necesa
rio además
presentar, en la exposición de la teoría, tres diferentes niveles
de aproxi-
• Doctorado en Psicología Social por la Univenidad Autónom
a de Madrid. Profesor de
tiempo completo del Departamento de Comportamiento Organiza
cional del Instituto Tecno-
lógico y de Esrudi0t1 Superioree de Monterrey, Campus ütado
de Mwco. Línea de trabajo:
pncología política, cultural organizacional, y psicología aplicada
al ámbito laboral.

127
r
128 SIGN IFICA DOS COLECTIVOS: PROC
ESOS Y REFLEXIONES TEÓR ICAS
LA TEOR ÍA DEI.A S REPRESENTACI
ONES SOCIALES
mac ión al estu dio de las repre senta cion 129
es sociales: un prim er nivel en el_qt,iJ:
las repr esen tªcio nes sociales form an En esta larg a defi nició n se desc riben
P~!'íe_ 9:ctiva de una episte~o)~_g:í!_g.el algu nos de los procesos que inter -
sent ido com ún. Un segu ndo nive lque . vien en en la elab orac ión de repr esen
hace hiné apié en lósp~<>_C~~()S so~i()- tacio nes sociales, que post erio rmen te
cogm uvos pres ente s en la cons truc desa rroll arem os con más detalle. Quiz
ción de repre sen! ~~i~ iies ~01:ialesOy.!-fi- á un elem ento que es impo rtan te re)
nafr nent e, u1_1a aproximaé_!.QJ1que estu salta r y tene r siem pre pres ente es el
dia a las repr esen tacio nes sociales hech o de que las repr esen tacio nes s°;
co~ ~_p rodu cto. P~ra term inar el ciale s se cons truy en a través de una /
capí tulo seña larem os las críti cas más form a part icula r de cono cimi ento : el
·agud as que ha recib ido esta teor ía sent ido com ún, el cual se gene ra a
y la defe nsa hech a por Moscovici, así travé s de una activ idad com unic ativ
com o los nuev os enfo ques y meto dolo en la que la inter acci ón cons tante de a\
gías para estu diar las repr esen tacio - indi vidu os y grup os cons truy en, com
nes socia les. part en y dota n de sent ido a la reali dad - \
socia l. ~
De acue rdo con Jode let (1991) las part '
icula rida des sobr esali ente s de las '
repr esen tacio nes soci ales son: su vital
idad , su trans vers alida d y su com ple-
DEF INIC IÓN DEL CONCEPTO DE jidad . La vital idad se expr esa en el
REPRESENTACIÓN SOCIAL hech o de que los estud ios sobr e repr
sent ació n soci al está n en auge, pudi e-
éndo se apre ciar esta situa ción en la
Una de las críti cas más severas que cant idad y calid ad de los traba jos,
ha recib ido el conc epto de represen- en las múlt iples apro xima cion es teóri
tació n soci al es la que Moscovici se cas y meto doló gica s y en la dive rsida -
haya nega do a dar, hast a la fech a, una d geog ráfic a en las que se lleva n a
defi nició n ineq uívo ca del sign ifica cabo las inve stiga cion es (es impo rtan
do de este concepto. Moscovici (198 te men cion ar que en la actu alid ad se
sust enta dich a nega tiva volu ntar ia 8) impa rte, vía inte met, un diplo mad o
en el razo nam iento de que una defin euro peo en repr esen tació n social). La
ción oper acio nal resu ltarí a perj udic i- trans vers alida d hace refer enci a a la
ial para la evolución de la teorí a, ya inter disc iplin aried ad que prov oca el
que restr ingi ría la com pren sión de conc epto de repr esen tació n social, ya
un cons truct o cuyo sign i!ica do reba que se ubic a en un punt o artic ulad or
por muc ho cual quie r inten to de defi sa de diversos cam pos de investigación
nició n. Al no estar enca silla do, el con- en el que conf luye n la antro polo gía,
cept o de repr esen tació n social tiene sociología, la cien cia polít ica, la psico la
la posi bilid ad de pode r desa rroll arse logía social, etc. La com pleji dad de
forta lecer se. y la teorí a se hace pate nte al obse rvar
los disti ntos enfo ques para abor dar
Sin emb argo , el perju icio que podr ía estud io: desd e la apro xima ción a las su
prov ocar la amb igüe dad y la incer- repr esen tacio nes a través del ariál isis
tidu mbr e de trab ajar con un conc epto de procesos prop iame nte sociocognitivo
cuyo sign ifica do se nos escu rre entre s, hast a el impa cto de las repr esen -
las man os, ha lleva do a que algu nos tacio nes en el func iona mien to del siste
auto res haya n pres enta do definicio- ma socia l.
nes que acla rase n el sent ido del conc Sobr e las fina lidad es y funciones que
epto . cum plen las repr esen tacio nes s~:-
~en ise Jode let prop one una defi nició ciale s podr íamo s enum erar , sin ser
n gene ral que por su com plitu d ci- exha ustiv os, las siguientes: de acue rdo
tamo s aquí : con Moscovici (1984), las repr esen tacio
nes socia les part icipa n en la inte-
grac ión de conc epto s nuev os en nues
('µEl concepto de represen~ción soc~al tra red de cono cimi ento s previos, ha-
designa una ~orma de _c~nocimiento es- cien do fami liar lo extr año. Según Di
pecífico, el sabe r del sentido comun, cuyo Giac omo (1987) las repr esen tacio nes
s contemdos maruf1estan la opera- socia les se erig en com o mod elos de
ción de procesos generativos y funcional inter pret ació n que guíari las acci ones
es socialmente caracterizados. En de los indiv iduo s. Por su parte , Páez
sentido más amplio, designa una forma (1987) nos dice que las repr esen tacio -
de pensamiento social.
Las representaciones sociales constituy nes cum plen func ione s de clasificac
en modalidades de pensamiento ión, orie ntac ión, inter pret ació n y justi
práctico orientadas a_la comunicación, ficac ión de los com port amie ntos , y -
la comprensión y el dominio del_en- Jode let (1991) indi ca que las repre
tomo social, material e ideal. En tanto sent acio nes part icip an en la difu sión -
que tales, presentan características de cono cimi ento s, en el desa rroll o de
específicas a nivel de organización de los los indiv iduo s y las cole ctivi dade s, en
contenidos, las operaciones menta- el forta lecim iento de las iden tidad es
les y la lógica. indiv idua les y soci ales, en la expr esión
La caracterización de los contenidos o de los grup os y en la tran sfor ma-
de los procesos de representación ción de la soci edad .
ha de referirse a las condiciones y a los
contextos en los que surgen las repre- Mar tínez y Ga rcí~ n elab orad o una
sentaciones, a las comunicaciones med sínte sis de los prin cipa les rasgos
iante las que circulan y a las funcio- d e ~ e s socia les que
nes a las que sirven dentro de la inter reto mam os aquí , toda vez que nos será
acción con el mundo y los demás útil para reco noce r lo disti ntivo de este

¡
(Iodelet, 1984). cons truct o. Para dichos auto res las
prin cipa les cara cterí stica s son:
.

.
130 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA TEORÍA DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES 131

f Las representaciones sociales son una expresión del pensamiento natural, no ORÍGENES DE LA TEORÍA DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES
formalizado ni institucionalizado, y diferente, por tanto, de las ideologías y de
las ciencias. E:8. en el. año de 1961 con la publicación del libro de Moscovici EL psicoan;
Para que una creencia se determine en representación social debe centrarse en
Ll.818, su imagen Y ~u púb~o, c~ando se ~resenta por vez primera el concep- '
objetos sociales.
to de representación social. D1ch~ térmmo, como señala Mciscovici (1984),'
Una representación es social si es compartida por un grupo. Este lo incorpora a
su realidad, previa categorización y explicación de sus características. ~ue retomado del e&;m~º de la soc10logía y más específicamente del trabajo,
La representación social incluye como elemento intrínseco una guía para las in- mtele~tual de ~urkheim. El constructo durkheimniano de representación , ,
teracciones. Closifica, explica y dispone afectiva y actitudinalmente a loe 1ujetos c~yll_~f~_l1._I1l~~!ó, en la relnboración de Moscovici, una sensible modr-
respecto al objeto al que se refiere (Marúnez y García, 1992). ficac.1ón qu.e condujo al nacimiento de un constructo híbrido, ubicado a
medio cam~no entre la sociología y la psicología social, y bautizado como
Antes de pasar al siguiente apartado, sería conveniente presentar las ti- representación social.
pologías existentes de las representacione s sociales. MQscovici (1988i se re- Moscovici, quien considera a Durkheim como el principal precursor in-
fiere a ~ tipos de rep~esentaciones social~ que varían según el tipo de telec~al de su ~eoría, cambió el término "colectivo" por el de "social" no
relación que predomine ~ e l grupo. Ést~ pueden ser: 1) por s1m~le ~apncho o buscando una aparente originalidad que disfrazara
i:epre11el)tacio1u~s.heg~m,.Qºic;:~,__gu~.A-ª~carácter c~ercitivo y predQJni- un ~lagio, sino que en verdad dotó al nuevo concepto -de cualidades dife-
nante se asemejan a las repres~ntaciones colecfi'vu:-Su ras_J~_p,rincip@l_~ renciadoras. Según Moscovici (1984) Durkheim había concebido el térmi-
que son ampli11.1!1enti_i::º-niP~r:!!<!as. p~r los m,j~mbro_s de-~11~0 altam_en- no de representación colectiva para dar cuenta de una serie de formas in-
t~turad~ ~lLas !_!lpresent~-~~ !?~ip11.ci~~o1_ 1_~quellas que s_on telectuales que comprendían la religión, los mitos, la ciencia e inclusive las
compartide.s .P2! 11ubgrupQ.s que t!e11en up. ~ntacto m~ o menos cercano y creencias, las. e~~iones .Y las ideas. Estas representaciones, que tenían
~~ pQ~~~I?,__un __ ~~!'..~~-¡rado de a_uton?míEl_~e _los elementos - ~ ~ c - como rasgo d1stmt1vo su inmutabilidad, se imponían inexorablemente so-·
tlian en la sociedad. Dada su autonomía, estas representaciones~eden bre l~s sujetos hac~endo pre:alecer sus contenidos. Las representaciones
llega~ a ser complementaria s. 3) Finalm~nte, se encuentran las ~.P~~ta- colectivas, así consideradas, poseen un carácter si no trascendental al
menos supraindividual " (Moscovici, 1988b). '
ciones polémicas que surgen de las relaciones conflictivas y pola~11-i:fa_s__e_n-
tre diversos grupo_s d_e J_e. _sociedad. La forma que adquieren estas repre- . Las representaciones sociales, a diferencia de las representaciones coieC-:
la
áentacíóneses de diálogosconcret os o imaginarios. Por su parte Sperber tivas, c~rec~n de ese carácter coercitivo, rígido y trascendente del concepto
(1988) desde una óptica antropológica distingue tres tipos de represe~ta- durkheimru.ano, ya que son móviles, circulan libremente, poseen plastici-
ciones: a ) ~ i ~ ~ . . @ l i c a s , que toman la forma de relatos sus- dad .Y su or1~en es clai;_amente identificable, ya que son construidas y com-
ceptibles de registrarse, pero que sólo pueden comprenderse a la luz del se- partidas socialmente. Las representaciones sociales son aquellas que per-
gundo tipo de representaciones llamadas: b )_ representa~~~~ mentales, ~nece~ a nuestra sociedad actual, que están en nuestro terreno político,
que se remiten a historias exteriorizadas. La permáneiiclá durante genera- ci~~tíf1co y hum~no y <I':1e no han tenido el tiempo suficiente que les per-
ciones.. de -Ía ~adena repreiiéríiacíoñeé "públicas-representaciones mentales- mitiera una sed1mentac1ón adecuada para convertirse en tradiciones in-
representacione s públicas, es el origen de las denominadas (?) ~_p~nta- mutables" (Moscovici, 1984).
ciones culturales. ·· Una vez. que h~mos. señalado la ascendencia directa del concepto de
- Hasta aquí h~mos intentado introducir el concepto de representación representación social, bien podríamos indagar la posible existencia de otras
social, definiendo sus principales características y su tipología. E:sta pre- raíces genealógicas. Sobre este punto, además de reconocer a Durkheim
sentación nos servirá como punto de referencia para comprender con ma- ~mo antecesor, .?,foscovici (198~b) iúil'!Jla l~ irifluencia que en él tuvieron
yor precisión los procesos sociales y psicosociales que intervienen en la ~-~reud. La epistemología genética fue pionera en el estudi~ de l~
construcción de representaciones sociales, que abordaremos posteriormen- estructurasmtel ectuales como representaciones mentales, desarrollando'
te. A continuación nos referiremos a los orígenes de la teoría de las repre- un método que utilizaba las verbalizaciones como la vía de acceso a la
sentaciones sociales. comprensión de los orígenes y el desarrollo de dichas estructuras. Por su
.i parte, el psicoanálisis explicaba cómo una serie de eventos traumáticos eñ'J

í
1

132 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES 1


TEÓRICAS LA TEORÍA DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES
133
· el desarro llo sexual se conver tían en represe ntacion es simból
icas enraiza - pueda n ser verificadas o falsificadas por cualqu ier investi
das colecti vamen te a través del mecan ismo de interio rizació gador. Jodele t
n. La teoría de (1991) señala que el paulat ino avance del concep to de represe
la represe ntación social aprove chó los camino s abierto s por ntación so-
ambas teorías. cial se relacio na con el declive del conduc tismo y del cognos
De los estudio s de Piaget se retomó la posibil idad de estudia citivismo ocu-
r la estruct ura rridos en los años setenta y ochent a, respectivamente, y al interés
intelec tual, y de Freud el hecho de poder accede r a las represe por parte
ntacion es in- de la marxis ta escuela althuss eriana en explica r los fenóme
terioriz adas. nos ideológicos
tradici onalme nte consid erados como idealistas.
( Para Issac Deutch er (1984) la escuela franc~ a o los_neodurkhei
mnia':10.s
'i (como se refiere a los teórico s de la represe ntación
social) compa rten afmi-
~ dades con los intera ccioni s~ simbólicos como Mead y Blume
r, y con ~os NfVEL ES DE APROXIMACIÓN AL FSI'UD IO
~tnom etodól ogos como Garfin kel. Jodelet (1991) encuen
tra convergencias DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES
con la sociología del conoci miento de ~ r y Luckm an,
con la metodolo-
gía d~hu tz y con la etnome todolo gía de C i ~ z
(1988) añade a Como ya hemos visto anterio rmente , la teoría de las represe
esta lis~ ceso s conver sacion ales estudia dos por Tarde ntacion es so-
y la psicolo- ciales tiene como una caracte rística distintiva su comple jidad.
gía ingenu a de Heider . Jahoda (1988) encuen tra similit udes Una vez ad-
con las ideas vertido s de este rasgo, hemos decid ido~l osau. ste...
de Bartle tt sobr~ nsam iento cotidia no y con los antrop6 ..!lpa rta~d o
logos kf--*-1: a los~ soe- -ias :~[C S(o~ ione s social e~irié
Stuchl ik que desarr ollan los llamad os "folk models ". Parker ndono s a
(1987), desde 1osdis tintos niveles de aproxi mación a su ~o:-- Esnr- divisió
üííapo sición crítica, halla a s ~ c o m ~ sociolo n, aunqu e
gía individualis- artifici al, respon de a una necesi dad de clarific ación exposi
ta de Weber . Finalm ente,M 9s~.Jic l consid era que en la constru tiva.
cción de la
teoríác teliis represe ntacion es sociales, sus princip ales influen
cias intelec- LA REPRESENTACIÓN SOCIAL COMO UNA TEORÍA SOCIAL DEL CONOC
tuales fueron: IMIENTO
Í 1. Vico y Marx, para quienes la gente conoce la sociedad porque la Es import ante tener siempr e en mente que, dentro del terreno
ha creado.
( 2. ~ para quien el princip io de incertid umbre enseña que la teoría de las represe ntacion es sociales "constituye la única
psicosocial,
1 cirnien el cono- tentafrva-teóc
tooelos fenóme nos natural es depend e del observa dor ... y
ñca si ' . lobal . tente hasta . riuesfrcís días"-(fo:0élii,_19.9Jj.__Mar-
3. La experie ncia del mundo del sentido común definid a
por algunos feno- ova y Wilkie sostienen que la de las rep~~t acíoffe s''s~ci ales
\ menólogos, Heider incluid o. (Moscovici, 1997). es ante todo
~- ···-·-___, una teoría social del conoci miento que "a~o.e_ta u ~
ó n so-
Antes de conclu ir nuestr a exposición sobre el origen de la ~ ~ c t o a la natura leza de la m_e_n!~',--{Markova
teoría de la y Wilkie, 1987):
repres entació n social, cabría destac ar las razone s por las Moscovici, porsüp arte;vi :sluiñl ira... qúe -"I .. esenta ciones socia ¡me-
cuales su presen - den llevarn os haci,,:'#1~ psi~~!o_gía social del conoc ·
cia en el ámbito académ ico interna cional no se dejó sentir n_g_s_Jlll...rmi-
sino hasta vein-
te años despué s, es decir, iniciad a ya la década de los ~ o s i la.s.r ui~~c i~~?~ ~I, 19~8L
ochenta. lbáñez Sep~e de so~te-
(1988) identif ica como causas princip ales de esa atrofia las ner, pues, de lo anterio rmente expresado, que la teoría de las
siguientes: en representaciones
primer lugar el hecho de que el conduc tismo, aunqu e en sociale s es una teoría social del conocimiento, que va más
declive, era una allá de los pro-
corrien te domin ante que rechaz aba cualqu ier aproxi mación cesos psicosociales que partici pan en la constru cción de represe
mental ista a ntacion es y
los fenóm enos psicosociales. La segund a causa fue la percep que estable ce un marco de dimens iones simból icas, proces
ción nortea- os generativos
merica na de los trabajo s de Moscovici, los cuales eran consid y funcio nes de índole más social. A este aspecto es al que
erados como nos referiremos
poco científicos y verbali stas. La última razón fue que mucho ahora.
s investigado-
res perma necier an escépti cos a los alcances del concep to de
represe ntación La socieda d pensante
social, ya que se encon traban cómodos utiliza ndo el concep
to de actitud .
Moscovici (1997) sostien e que la "furia de silenci o" que recibió
por parte A despec ho de haber recibid o alguna s críticas, como la de
de un sector de la comun idad académ ica se puede explica Jahoda (1988)
r, en parte, por-
que la teoría es comple ja y no da facilidades para que sus quien ha visto en el concep to de sociedad pensan te un constru
proposiciones cto muy cer-
cano al de la mente de grupo acuñad a por Le Bon, Moscovici
(1984) elabo-
l
1

134 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA TEORÍA DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES 135

r~ó este concepto con la intención de clarificar la naturaleza de la sociedad


.t)
poseer una credencial de experto, ya que los sujetos que se perciben a'.ii
P~e su teoría analiza. A diferencia de otras teorías que niegan la existencia
1

mismos.como iguales, tienen libertad para expresar cualquier pensamien-


del pensamiento en la sociedad, ya sea conceptualizando a ésta como una to. Así, las personas pueden jugar el papel de psicólogos, politólogos, médi-
caja negra cuyo vacío es llenado con información, o concibiéndola como cos o psicoanalistas "amateurs". La importante actividad conversacional
una entidad sumisa al designio de les ideologías, la teoría de las repre- que se lleva a cabo en este universo se remite constantemente a un fondo
sentaciones sociales observa una sociedad cuyos miembros comunican sus común de significados, los que una vez presentes en la conversación actua-
pensamientos constante e incesantemente. Los individuos son sujetos pen- lizan las representaciones sociales. En el universo consensual se produce el
santes -racionales- que intentan resolver sus problemas cotidianos utili- sentido común y su forma de conocimiento: las representaciones sociales.
zando las representaciones que crean y comparten a través de interactuar
comunicativamente con otros individuos. LA ERA DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES
Los escenarios públicos tales como los cafés, los vagones del tren, las pa-
radas de autobús, los puestos del mercado, las salas de espera en los hospi- Doise señala que las representaciones sociales están encargadas de estukjf
tales, las oficinas de trabajo, el intemet, son lugares donde la gente, en su diar "la diversidad y la pluralidad de las relaciones simbólicas de nuestras
vida diaria, intercambian una serie de ideas y representaciones que mode- sociedades modernas" (Doise, 1991b), Por su parte, Farr (1987) entiende
lan su-propia concepción del mundo y que impactan fuertemente en sus que el estudio de las representaciones sociales constituye la antropología
relaciones sociales. de la vida moderna. Iodelet (1991) nos dice que los incesantes cambios,
el desarrollo de las comunicaciones y la ciencia, y la movilidad y la plurali-
De la ciencia al sentido común dad de las sociedades contemporáneas, hacen necesario el estudio de las
representaciones ya que, en su opinión, nunca antes se había alcanzado
, -~~s teóricos de las representaciones sociales sostienen la existencia de dos un nivel tan alto de actividad comunicativa como el que ahora existe. Es
,::-::>'universos de conocimiento diferenciados: el llamado universo reificado y menester, en este sentido, identificar a aquellos profesionales que elaboran
el universo consensual. Esta división tiene la función de situar el ámbito y difunden representaciones, entre los que se deben "incluir a todos aque-
en el que se desarrollan, respectivamente, el conocimiento científico y el llos que tienen la tarea de difundir el conocimiento artístico, los doctores y
conocimiento del sentido común. los trabajadores sociales, los especialistas de los mass media y del marke-
, ,. Moscovici (1984) y (1988) nos dice que el universo reificado es aquel en ting político. Dichos profesionales son, en muchos aspectos, los modernos
',, el que el conocimiento acerca de los eventos sociales y las personas es inte- equivalentes a los hacedores de mitos de las sociedades antiguas" (Moscovi-
/ grado en una estructura comprensiva, sistemática y jerarquizada, en las c:i, 1988).
·"¡ que las entidades constituyentes se insertan en una serie de categorías in- Remitiéndonos al apartado anterior en el que diferenciábamos al cono-
ariantes. Los sistemas de pensamiento que se desenvuelven en este uni- cimiento científico del conocimiento del sentido común, es pertinente acla-
rs.o imponen, apoyándose en la autoridad de sus razonamientos y su ex- rar que~e uI\iyersoa.d&ooIUUtLI!!!_~nto di~!~!l~.; ~~-E~iere ~ -
riencia, los criterios de verdad que configuran la "realidad oficial". ~ n de relación alguna. La teoríiicfe las representaciones social~
El universo reificado es excluyente, ya que no todos los sujetos poseen nos dice-queTa-i!i-etretaei'l;ir·añngüedad tenía el objetivo de hacer del sen-\
los méritos suficientes para poder pertenecer a él. Tienen cabida, sin em- tido común un conocimiento menos común, y que en la actualidad, en la J
bargo, las personas que han adquirido una competencia determinada, de era de las representaciones sociales, el sentido común es el conocimiento"
tal forma que pueden presentarse como médicos, físicos, psicólogos, neuró- científico hecho común. Lo anterior significa que ahora, dado el nivel 4

,
logos, etc, Su actividad la despliegan en organizaciones que cuentan con desarrollo de la ciencia, las personas necesitan hacer uso de los sofistica/
canales propios de comunicación, además de que comparten un repertorio dos conocimientos científicos para poder comprender y manejarse en un~·
lingüístico y conceptual particular. La ciencia es, como se habrá advertido

e
mundo cada vez más complejo. Los clones, el VIH, la democracia y el mi-
el inquilino que habita en este universo de conocimiento. crochip son construcciones científicas que han experimentado un proces
El universo consensual es el espacio donde fluyen las representaciones de transformación que ha devenido en ·representaciones sociales compar-
roducidas por la sociedad pensante. Para participar en él no es necesario tidas.
136 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA TEORÍA DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES 137

~ é n de considerar a la ciencia como principal provedora de represen- nes sociales que en ~eterm~nado mo~ento se están const~yendo colectivaJ{;:\
~ones sociales, se han identificado otras fuentes importantes (algunas ya mente y que están siendo mtercambiadas por grupos sociales que consen~
mencionadas). Jodelet (1991) menciona a los sistemas ideológicos, a los sis- san el significado que para ellos tendrán tales representaciones, pueden,
temas culturales, a las experiencias previas de los sujetos, a sus afectos y a en el transcurso del tiempo, emanciparse de los sujetos que las generaron y
su condición social. Moscovici (1984) incluye los eventos actuales y el cono- adquirir una vida en sí mismas, circulando en un medio que comparten
cimiento objetivo que poseen los grupos para controlar su propio mundo. con otras representaciones autónomas. Es evidente la existencia de este
lbáñez (1988) considera como fuentes de determinación de las represen- medio ya que, como señala Moscovici (1984), todos nosotros nos vemos ro-
taciones a las condiciones sociales, económicas e históricas y a los siste- deados de informaciones, pensamientos, palabras e imágenes, que circu-
mas de creencias y de valores que predominan en la sociedad. Moscovici lan imperceptiblemente adentrándose en nosotros sin pedir permiso algu-
(1988b) amplía la lista agregando la religión y las representaciones sociales no. Las representaciones autónomas, que en realidad son representaciones
previas. hegemónicas, pasan a formar parte, simbólicamente, del "mundo intersub-
/- La comunicación ~· pues, un proceso_ cardinal en la consti:ucción de las jetivo que media entre los sujetos . . . con dimensión propia, con sus pro-
/ representaciones sociales. El papel que Juegan los mass media en nuestra pios contenidos, estructura, sistema y dinámica que se crean y sostienen en
iedad es el de divulgar y hacer parte de la vida cotidiana los conoci- las relaciones sociales" (Femández, 1989). Las representaciones que están
entos provenien~es ~~l universo reificado. Los.sujetos están ligados~ los presentes en este mundo intersubjetivo responden tanto a su naturaleza
dios de comurucac10n, ya que éstos son el sustento que proporc10na prescriptiva como a su naturaleza convencionalizadora.
los elementos necesarios para reconstruir o actualizar el sentido común.
Doise (1991b) identifica tres modalidades distintas de comunicación pre- Naturalezas prescriptiva y convencionalizadora de la representación social.
sentes en la prensa escrita: en primer lugar se encuentra la difusión, en la
Una vez que han obtenido su autonomía, las representaciones sociales;·P
que el articulista, que recaba información de las fuentes científicas o direc-
cumplen los roles de convencionalizar los objetos y de prescribir una serie
tamente con los especialistas, hace las veces de divulgador científico inten-
de características sobre ellos. La naturaleza convencionalizadora consiste
tando popularizar las teorías y/o los conceptos entre el público lector. La
en. incluir los objetos, personas o conceptos nuevos dentro de categorías
propagación es la segunda modalidad de comunicación. A través de ella
predefinidas ya conocidas. Este mecanismo, que permite simplificar los
los grupos organizados intentan influir en los demás presentando persuasi-
procesos de comprensión de objetos novedosos, está ampliamente difundi-
vamente sus creencias y visiones particulares sobre asuntos determinados.
do en nuestra cultura, hasta el punto de que es prácticamente imposible el
La propaganda es el tercer y último tipo de comunicación. Esta se inscribe
poder liberamos totalmente de él. Algunos ejemplos de convenciones sim-
dentro de una situación intergrupal conflictiva y se presenta en forma dia-
bólicas y prototípicas son: el color rojo, que era asociado con el comunis-
lógica en la que se intenta falsear la argumentación del exogrupo, mien-
mo; la música rock. y el pelo largo de algunos jóvenes, que se les relaciona
tras que se hace resaltar la veracidad y justeza de la argumentación del en-
con la drogadicción, y la raza gitana, a la cual se le atribuyen conductas
dogrupo. La primera modalidad produce opiniones; la segunda, actitudes
delictivas.
y la tercera, estereotipos.
La naturaleza prescriptiva impone sobre nosotros, con irresistible f]ur-
Una vez que hemos identificado tanto el universo en el que habitan las
za normativa, los contenidos de la representación social. Este influjo se
representaciones sociales y su vinculación con el sentido común, así como
~poya en estructuras o sistemas de pensamiento presentes aún antes de
las fuentes que las producen y la importancia de la comunicación, pasare-
nuestro nacimiento y en tradiciones culturales fuertemente arraigadas.
mos a ver cómo se independizan estas representaciones tomando vida pro-
representaciones sociales hegemónicas (que tienen un poder de coerción si-)
pia y cómo circulan en un estado de autonomía.
milar al de las representaciones colectivas) son el producto de la elabora-\
ción de varias generaciones en el devenir del tiempo. Un ejemplo int~
La representación social como medio
sante de esta naturaleza prescriptiva está descrito en el trabajo de Duveen
y Lloyd (1986) en el que se muestra cómo la identidad de género es im-
.· Las representaciones sociales se hallan tanto dentro de nuestras cabezas
puesta en los infantes por las representaciones sociales que de la masculi-
\ como fuera de ellas. Esta aseveración da a entender que las representacio-
\..--

J
.,

138 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA TEORÍA DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES 139

nidad y la feminidad poseen los progenitores, de tal suerte que los proce- de sus representaciones sociales un elemento fundamental en la teoría
sos de socialización están determinados por esas representaciones sociales. científica del psicoanálisis como es la libido.

PROCESOS SOCIOCOGNITIVOS PARTICIPANTES EN LA CONSTRUCCIÓN La esquematización estructurante


DE REPRESENTACIONES SOCIALES En la fase de la esquematización estructurante se construye, con todos los··· ,
conceptos seleccionados del concepto a representar, un esquema figurativo /
A continuación abordaremos los dos mecanismos sociocognitivos que inter- que expresa gráficamente y de manera sintetizada las relaciones que enta-
vienen en la generación de representaciones sociales. Nos referimos a la ob- blan los componentes principales de la representación social, con el fin de
jetivación y el anclaje. Moscovici (1984 y 1988), Páez (1987), Iháñez (1988), Jo- facilitar su uso y expresión. Un ejemplo bien conocido es el esquema figu- _,
delet (1984 y 1989), Herzlich (1985) y Doise (1991b) son algunos de los rativo de la representación social del psicoanálisis, en el que se presentañ
autores que se han abocado a explicar el funcionamiento de ambos proce- el consciente y el inconsciente en conflicto, produciéndose una represión
sos y de los que aquí retomamos buena parte de sus planteamientos. que da lugar a un complejo. Moscovici (1988) señala que en la época ac-
tual hay una tendencia a transformar las ideas en pensamiento figurativo,
La objetivación cuya producción se realiza con intensidad en los medios masivos de comu-
nicación y en los lugares donde ocurre la conversación.
--~ proceso de obj~tivación se activa para dotar de materialidad a un con-
cepto abstracto. Es, podemos decir, encarnar el pensamiento, otorgarle una La naturalización
imagen a una entidad intangible para hacerla real. Infinidad de conceptos La naturalización consiste en "humanizar" el esquema figurativo que ha
científicos o ideológicos que circulan como representaciones sociales en sido adquirido por un determinado grupo social. Este proceso imprime en
nuestra vida cotidiana, recibieron su soplo de vida al ser objetivadas. El los elementos de la representación una existencia fáctica, de tal forma que
conflicto neurótico en el psicoanálisis, la estructura social del marxismo o se les dota de una naturaleza particular. Es así como se llega a concluir
los procesos infecciosos del VlH son algunos ejemplos de la objetivación. que los complejos son "agresivos" o que el inconsciente es "inquieto". Con
La objetivación cumple también un importante papel en la producción la ·naturalización los conceptos originalmente abstractos culminan su
simbólica. "La objetivación descansa en la producción de símbolos, siendo transformación en representaciones sociales tangibles y por lo tanto reales.
estos esenciales para la comunicación social" (Domingo, 1985). El proceso Una vez que se ha objetivado el concepto, el siguiente paso consiste en
de objetivación comprende tres fases: la construcción selectiva, la esque- ubicarlo dentro de alguna categoría establecida dentro de nuestra red de
matización estructurante y la naturalización. representaciones sociales que determinan el significado del concepto re-
cién integrado. Este mecanismo es el denominado anclaje .
.La construcción selectiva
/ La construcción selectiva es el proceso a través del cual los grupos sociales El anclaje
criban el nuevo concepto a representar. Su función principal es la de fil-
trar todos los rasgos del concepto que sean admisibles a las normas y a la El proceso de anclaje tiene como finalidal integrar el concepto objetivado'//
cultura del grupo, apartando, al mismo tiempo, a los elementos incómodos dentro de nuestra red de conocimientos previos, ya que ninguna represen-"
0 desagradables. Páez (1987) señala que en este proceso se sucede una des- tación social puede existir si no está anclada en un sistema de representa-
contextualización del discurso o concepto, en el que "éste se abstrae de sus ciones sociales que le otorga un sentido determinado. En el anclaje, es im-
, . condiciones de producción, del aparato ideológico y del supuesto emisor, portante decirlo, se observa una constante dinámica de modificación de
/ de las características del objeto-contenido de la información y de las carac- las representaciones sociales ya que los conceptos a representar son someti-
\ terísticas del receptor "víctima" del discurso" (Páez, 1987). Un caso de dos a transformaciones de ajuste a las categorías que les darán alojamien-
~rucción selectiva, ampliamente conocido, es el reseñado por Moscovi- to, pero también las representaciones sociales prexistentes se modifican
ci en su investigación sobre la representación social del psicoanálisis en con la nueva inserción. En el proceso de anclaje intervienen dos mecanis-
Francia, en el que se observa que los distintos grupos estudiados apartan mos activos: la clasificación y el nombramiento.
1

140 SIGNIF1CADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA TEORÍA DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES 141

\ La clasificación consiste en insertar el concepto objetivado en una cate- ción una valoración determinada. Este anclaje tendrá la importante fun-
; goría previamente establecida. La prototipicalidad es el criterio que sigue ción de regular las relaciones intergrupales que ocurren en la realidad
\ toda categorización, de tal forma que el concepto a integrar es comparado social.
~.
~el prototipo que representa a la categoría. Algunos ejemplos de prototi-
pos sociales muy demandados son los siguientes: de un magnicidio, el ase- Atribución social y representaciones sociales
sinato de J. F. Kennedy; de un pacifista, Gandhi; de un científico, Einstein
y de un dictador, Stalin. La clasificación, como podría suponerse, no es un Hemos decidido incluir en este apartado dedicado a los procesos sociocog-
mecanismo ideológicamente neutro, sino que la inclusión de una repre- nitivos el tema de la atribución y su relación con las representaciones so-
sentación dentro de una categoría protoúpica lleva implícita una valora- ciales, dada la estrecha relación que tiene con los procesos de objetivación
ción positiva o negativa de esa nueva representación, además que "revela y andaje.
nuestra teoría de la sociedad y la naturaleza humana ... una teoría que la A diferencia de lo establecido por la teoría de la atribución, quien ve en
define y la especifica (a la nueva representación) y que especifica su uso". los individuos a seres racionales que piensan y actúan como "estadísticos",
(Moscovici, 1984). (Lo que está entre paréntesis, es nuestro). buscando siempre la coherencia al establecer la causa de los fenómenos, la
~La clasificación puede realizarse siguiendo dos caminos diferentes: la teoría de las representaciones sociales intenta descubrir cómo los indivi-.
g~heralización y la particularización. A través de la primera se reducen duos y los grupos sociales, más allá de su diversidad, construyen un mundo
distancias entre el prototipo y el concepto y se elige una característica que estable y predecible. El pensamiento social, a través de las representaci; ,
es utilizada como categoría general. De esa forma se activan categorías nes, pretende llegar hasta la causa original de aquellos fenómenos que tie-,
como el ser negro, comunista, católico, etc. De haber ajuste se acepta la nen dificultades para anclarse dentro de alguna categoría previamente es-
clasificación, si no se rechaza. En la particularización se mantiene una dis- tablecida, dado que no se ajustan a los criterios exigidos por el prototipo. __
tancia entre el prototipo y el concepto, poniendo a este último bajo escruti- Un sacerdote católico que apoye la utilización de métodos anticonceptivos,
nio. Se intenta determinar la singularidad que hace al nuevo concepto a un comunista que aplauda la política neoliberal a ultranza de su gobier-
representar diferente del prototipo. La elec.ción de uno u otro camino de- no, un torero que se niegue a estoquear a un toro, etc., son casos que exi-
nota un interés por considerar a la nueva representación como normal o gen una explicación, que la teoría de las representaciones sociales conside-
e.orno desviada. ra como bicausal.
El nombramiento consiste en proporcionar una etiqueta o membrete a La bicausalidad está comprendida por la causalidad primaria y la cau~
la nueva representación social. Esta actividad no se reduce al mero acto salidad secundaria. La causalidad primaria es aquella que busca las razo-
bautismal sino que, al dotar de un nombre al concepto, se le está confi- nes de un fenómeno en las supuestas intenciones, motivaciones o propósi-
riendo un sentido y una genealogía que la ubica dentro del fondo común tos ocultos del protagonista de la acción. Existe la tendencia generalizada
. de representaciones al que todos podemos ac.ceder. Al nombrar, sacamos a creer que los actos de los otros siguen un plan general con motivaciones
cief anonimato a aquel concepto abstracto o no familiar que nos intriga escondidas. La causalidad primaria intenta, precisamente, develar las in- 1
· dada la imposibilidad de poder referirnos a él. Una vez que lo hemos eti- tenciones que subyacen a los actos de las personas. La causalidad secunda- '
quetado, el concepto a representar adquiere una serie de características y ria es la forma de atribución que hemos aprendido en la escuela, estudian- .
tendencias que lo distinguirán. El concepto nombrado pasa a ser compar- do el razonamiento científico que despoja a los fenómenos analizados de (
tido por los grupos que lo valoran de la misma forma y hacia el que ten- cualquier motivación subjetiva. Bajo esta causalidad escrutamos minucio- )
drán una actitud social similar. samente las características del evento para determinar, después de un-if-'
Para concluir con este apartado nos referiremos a las reflexiones de lbá- guroso análisis, en cuál categoría incorporarlo. De ese modo, una vez que
ñez (1988), Páez (1987) y Doise (1991b) sobre el hecho de que el anclaje de hemos clasificado a alguien como "neurótico", las causas de su comporta-
la representación social está determinado por la posición ideológica del miento nos serán transparentes, ya que están determinadas por la misma
grupo social y por las características de la relación intergrupal. La ideolo- categoría. Para Moscovici (1984) ~l primer tipo de causalidad constituiría
~ del grupo definirá las categorías que se abrirán a determinados con-
ceptos y cuáles permanecerán cerradas, confiriendo a la nueva representa-
-----
una inferencia y el segundo una atribución.
--
--·
142 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA TEORÍA DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES 143

La teoría de les representaciones sociales es muy clara al afirmar que LA REPRESENTACIÓN SOCIAL COMO PRODUCTO
cualquier atribución de causalidad está determinada por la idea que tene-
mos de la realidad, y más específicamente de les representaciones sociales Como ya hemos señalado, las representaciones sociales son tanto un proce-
. preexistentes. Moscovici (1984) también es tajante al considerar que en la so como un producto. Hasta ahora hemos hecho hincapié en el primer as-
·. átribución de cawalidad social existen tanto causalidades de izquierda pecto desde los enfoques epistemológico y sociocognitivo, por lo que proce-
como causalidades de derecha. La primera se distingue en que para expli- deremos a describir las características que tienen las representaciones
car algún evento social, recurre a razones que son externas al individuo, sociales una vez construidas. Como productos socioculturales las represen-
entre las que se encuentran su condición social, económica, política, cultu- taciones, y más concretamente sus contenidos, pueden analizarse, de acuer-
ral, etc., mientras que la segunda fundamenta sus explicaciones en razones do con Herzlich (1975), acudiendo a tres dimensiones: la actitud, la infor-
de índole individual como la personalidad, les actitudes, la motivación, las mación y el campo de representación.
aptitudes, etc. A este respecto es interesante analizar las diversas explica-
ciones que se generaron en los medios de comunicación para explicar el le- La actitud
vantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, en . .¡
Chiapas, el primero de enero de 1994 y cómo éstas se ajustaron a los tipos La acá.tu~ puede ser co~iderada como la evaluación positiva o negativa''i{ ·
de causalidad antes descritos. Para algunos, la pobreza extrema, la ausen- que el su1eto o el grupo nene del objeto a representar. Esta es, dentro de·.V
cia de un cabal sistema democrático, la alta tasa de mortalidad en la re- las tres dimensiones señaladas, la primera y la más estable, ya que sola-
gión, los abusos de los caciques y la inexistente reforma agraria, fueron las mente después de que los sujetos o los grupos han tomado una posición
causas que sustentaron la insurrección. Para otros observadores los oríge- evaluativa y afectiva con respecto del objeto, es posible esperar que se
nes, en cambio, se encontraron en lo. manipulación que algunos irrespon- construya una representación social. Es por eso que los objetos o conceptos
sables ejercieron sobre los indígenas, les intenciones de un grupúsculo no polémicos y debatibles y que dividen las opiniones de los diversos grupos
identifico.do con el fin de desestabilizar al país y de desacreditar la gestión sociales, son más factibles de tomarse en representaciones sociales.
del presidente Salinas y la existencia de una formación ideológica maoísta.
Resulta evidente que la primer11 interpretación de los hechos corresponde La· información
a una causalidad de izquierda y la segunda a una causalidad de derecha.
Z; Hnciendo una recapitulación de lo expuesto en este apartado, podemos
decir que la objetivación es el mecanismo a través del cual hacemos con-
La información que poseen los grupos del objeto de la representación J.
posible analizarla en términos de calidad y cantidad. lbáñez (1988) consi.\
creto lo abstracto, ya que es por medio de esta actividad que los complejos dera que el grado de información que un grupo tiene de la representación \
conceptos científicos devienen en representaciones sociales comprensibles social está estrechamente relacionado con su inserción social, ya que según .
y, sobre todo, comunicables. La objetivación, como se ha señalado, está im- el nivel socioeconómico se facilita o dificulta el acceso a los diversos me./
plicada en la construcción simbólica de las representaciones. El mecanis- dios de comunicación social. Otro factor que incide sobre la cantidad y ca~
mo de anclaje, por su parte, se activa durante la inserción de les nueves lidad del conocimiento presente en la representación, es la forma comotl
representaciones sociales en nuestra red de pensamiento preexistente. Este grupo social se aproxima al objeto a representar, ya sea a través de un m .
mecanismo hace que predominen les representaciones sociales conocidas y dio de comunicación o de un contacto directo. A este respecto, Orellá
ya establecidas, sobre lo novedoso de las nueves representaciones; sin em- González (1991) encontraron diferentes representaciones sociales del SIDA
bargo, la innovación ocurre siempre, ya que es inevitable la modificación entre jóvenes provenientes de distintas clases sociales, unos de clase baja y
tnnto del nuevo concepto a representar, como de la red de pensamiento otros de clase media alta. Los primeros, que no tenían acceso ni a campa-
preexistente. Es importante tener en cuenta que la actitud que los grupos ñas preventivas ni a fuentes de información científica, construyeron una
sociales tienen sobre la representación recién construida, está determinada representación social más apegada a su realidad social y a su vida cotidia-
por el anclaje y más específicamente por la categorización interviniente. na, mientras que los otros, que habían sido permeados por campañas pre-
Finalizado este apartado, daremos inicio a la exposición que aborda la ventivas, elaboraron una representación más cercana a la información
representación social como un producto sociocultural. científica.
144 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA TEORÍA DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES 145

El campo de representación cular. El segundo punto se refiere a la invari~ble p~esuposición de que det)
tro de los grupos se da un consenso que umform1za la representación, lá
hJ:1 campo de representación hace referencia a la manera como se integran cual es asegurada a través de una serie de dispositivos metodológicos. El
"-f'¡erárquicamente los elementos de la representación. Aquí también la ideo- tercer punto critica el hecho de que las representaciones sean consideradas
logía de los grupos determina la composición y la organización de los ele- como entidades estáticas y proponen el análisis del contexto en el que és-
mentos y define cuál estará en el núcleo central. La tesis del núcleo central tas se generan, ya que resulta evidente que los individuos modifican sus
es, por cierto, de gran valor para el conocimiento de las representaciones representaciones según las exigencias que les impone la situación en la
sociales y de sus posibilidades de modificación. Doise (1991b) nos dice que que interactúan. Finalmente, los autores sugieren que las representaciones
existen, en tomo al núcleo central, una serie de elementos periféricos o es- sociales sean entendidas como repertorios lingüísticos (los que vendrían
quemas que, sin tener que apelar al núcleo central, dictan el comporta- siendo sistemas de términos constituidos por una gramática, un léxico y un
miento de un sujeto en una situación dada. Estos esquemas pueden modi- estilo particulares) que caracterizan a diversos ev~ntos, acciones y otros fe-
ficarse, pero si llegan a entrar en una contradicción insalvable .con el nómenos. Mediante esta reconceptualización, se afirma, se rompería con
núcleo central sobrevendría la desaparición de esa representación y la es- la circularidad grupo-representación social, ya que la utilización de un re-
tructuración de una nueva .. El conocimiento del núcleo central tiene im- pertorio lingüístico no compromete la identidad social del grupo que lo ha
. portantes implicaciones en el terreno aplicado, ya que esto hace posible el elegido.
intentar establecer estrategias de modificación de representaciones sociales Por su parte, Harré (1984) cuestiona la conceptualización de lo social
arraigadas cuya permanencia constituye un problema social (tal es el caso en la teoría de las representaciones sociales. Desde su punto de vista, los
del racismo, la xenofobia, el machismo, la estigmatización del SIDA, etc.). investigadores en representación, para afirmar el carácter social de ésta, se
Continuamos ahora haciendo un recuento de las principales críticas que han guiado por el criterio impuesto por la pluralidad distributiva de las
se han enarbolado en contra de esta teoría y finalizaremos con la exposi- opiniones, en la que se asume que todos y cada uno de los miembros del
ción de los nuevos enfoque en el estudio de las representaciones sociales. grupo comparten una similar representación del objeto en cuestión. Esta
concepción, afirma el autor, reduce el concepto de representación social a
la suma de las representaciones individuales similares que poseen los suje-
CRÍTICAS A LA TEORÍA DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES tos pertenecientes al grupo. En contraste, Harré contrapone la pluralida<!_
colectiva, en la que lo social es una propiedad que va más allá de la simple
Al ser relativamente nueva, incompleta y en proceso de expansión, la teo- suma de las similaridades compartidas por los miembros del grupo. La
ría de las representaciones sociales ha recibido una serie de críticas, mu- pluralidad colectiva está presente en los grupos estructurados reales, en los
chas de ellas severas y agudas, que han producido cambios teóricos y meto- que, dado el rol que juega cada individuo dentro de su organización,
dológicos. La mayor parte de los críticos coincide en definir a la teoría de los miembros constituyentes tienen representaciones diferenciadas, y el
las representaciones sociales como novedosa y fructífera, y sus señalamien- grupo posee una representación social distinta a la que tienen sus afiliados
tos buscan más bien su adecuación que su fatal eliminación. individualmente.
.:."'l)Potter y Litton (1985) han señalado una serie de problemas contenidos Una interesante crítica a la tajante división moscoviciana entre el cono-
·in la teoría de las representaciones sociales que incluyen los siguientes: el cimiento científico y el conocimiento del sentido común es sostenida por
problema de la circularidad del grupo y la.representación social, el proble- Ursúa y Páez (1987). Estos autores ponen en duda los rasgos que la teoría
ma del consenso y el grado en el que las representaciones deben ser com- ha considerado como distintivos del conocimiento ordinario (racionalidad
partidas, el problema de las representaciones sociales en contextos particu- limitada, simplismo y lógica egocéntrica) y del conocimiento científico (ra-
lares de uso y el papel del lenguaje en las representaciones sociales. Sobre zonamiento hipotético-deductivo, sistematización y verificación rigurosa).
el primer punto, estos autores señalan que los grupos son tratados en los La ciencia, aunque conceptualmente diferente de la representación social,
estudios de representación social como entidades indiferenciadas que nie- guarda importantes coincidencias con esta última y esto puede apreciarse
gan las variaciones intragrupales, de tal forma que siempre se manifiesta en las siguientes características: preeminencia del carácter figurativo de las
una coextensión entre el grupo y su representación social, que resulta cir- teorías científicas, el carácter conservador de la ciencia impuesto por los
146 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS
LA TEORÍA DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES 147

marcos de conocimiento predominantes considerados como válidos, la bús-


dotar de existencia tangible a un concepto inmaterial, convirtiendo los he-
queda de confirmación de esquemas y el falsacionismo, el mecanismo del chos fácticos en conceptos abstractos. Por último, este autor propone estu-
cambio de paradigmas en la ciencia a través de la modificación del núcleo
diar las representaciones sociales en cuanto actitudes diferenciadas de te-
~ntral y, finalmente, el criterio consensuado de la realidad.
mas que poseen un intrínseco carácter polémico y debatible, y que se
_;,-... Por su parte, Jahoda (1988) hace una severa crítica general a la teoría
expresan a través de argumentaciones y contraargumentaciones que defi-
· de las representaciones sociales, compendiando todas sus supuestas incon-
nen posiciones específicas. De esta forma se superaría el estaticismo en el
sistencias internas. Algunas inadecuaciones mencionadas son las siguien-
que han caído las investigaciones sobre representación social.
tes: las representaciones sociales reviven el superado concepto de "mente
Potter y Edwards (1999) consideran que los problemas más evidentes de
grupal"; hay solapamiento en lo que la teoría entiende por representación
la teoría de las representaciones sociales, al compararla con la psicología
social, sentido común, cultura e ideología; es errónea la posición de Mosco- discursiva, son:
, vici al negar la activación de importantes procesos cognitivos en la cons-
/ trucción de las representaciones sociales, ya que su teoría no puede avan-
<.j;;t. La acción, ya que los investigadores en representaciones sociales igno-
zar sin ellos; es equivocado el sostener que no hay representaciones
;~n la importancia que tienen las tareas o actividades desarrolladas por
' sociales sin anclaje, ya que se excluye absurdamente a los niños de la posi-
los sujetos en sus vidas cotidianas, en la construcción del pensamiento so-
bilidad de tenerlas, y concluye que no hay un reconocimient_o completo de cial.
los predecesores intelectuales de la teoría de las representaciones sociales.
,..,/2. La representación, ya que las representaciones sociales son estudiadas
·ras propuestas que Jahoda presenta para reconstruir el concepto de re-
principalmente como fenómenos cognitivos, cuando sería más correcto es-
presentación social pueden tomar dos caminos distintos, uno al que deno-
tudiarlas como objetos discursivos que la gente construye en textos y con-
mina "suave", y que consiste en despojarse de todos los supuestos que no
versaciones.
encuentran respaldo suficiente y limitarse a contar con un área de investi-
gación descriptiva que permita el desarrollo de diversas teorías y enfoques.
i} 3. La com~icación, habi~a c_uenta ~e- para la te_oría de l_as repre-
fentaciones sociales la comumcac1ón esta onentada hacia la función de fa-
El camino "duro" es el ahondar en la opción "suave", realizando modifi- cilitar la relación intragrupal, cuando lo importante sería hacer un análi-
caciones teóricas y metodológicas que forzosamente incluirían la defini- sis de contenido de las mismas conversaciones.
ción rigurosa del concepto de representación social, la adopción de los de-
sarrollos teóricos alcanzados en el área de la cognición social y la
j) 4. La cognición, tode vez que las representaciones sociales son tratadas
como estructuras cognitivas que hacen familiar lo extraño, ignorando que
~ilización de metodolo~_as más rigurosas. . las prácticas de los sujetos son las que definen los procesos generadores de
{'1:/ Billig (1989) ha mamfiestado su ~escont~nto con el sentido 'IU:e se le ha ·representaciones.
·-0torgado al concepto de representación social, llamando la atención de los f ~ . La epistemología, toda vez que la teoría de las representaciones socia-
investigadores hacia la relevancia de los aspectos retóricos que él preconi- ld se ha establecido como una teoría social del conocimiento, cuando se-
za. Sobre este punto, Billig hace hincapié en la dimensión argumentativa ría más correcto establecer una aproximación más relativista y reflexiva
del pensamiento, es decir la retórica, que ejerce la sociedad pensante, por hacia el conocimiento.
lo que, concluye, los investigadores en representación social deben ahon- :1.')6. La construcción, ya que aunque las teoría de las representaciones so-
dar seriamente en su estudio. El autor propone enfrentar a los procesos de cfáles y la psicología discursiva son constructivistas, difieren en los proce-
anclaje y objetivación los contraprocesos retóricos que los complementan. sos toda· vez que la primera es perceptual-(:()gnitiva y la última acude a los
El anclaje y la retórica tienen en común su universalidad, pero es difícil textos y las conversaciones como elementos constructivos y, finalmente:
aceptar que los sujetos integran pasivamente los nuevos conceptos en su
red preestablecida de conocimiento, por lo que es necesario contar con el
&17. El uso de metodologías de investigación como las encuestas, las entre-
~tas, los experimentos y la etnografía, haciendo a un lado metodologías
proceso de particularización, que en una situación de debate permite ne- provenientes de la sociología y antropología que son más correctas para
gar la categorización impuesta por el anclaje y considerar al concepto analizar el lenguaje y las representaciones -es importante la crítica que
como un caso único. Por otro lado, a la objetivación le contrapone el pro- hace Harré (2000) en el sentido de que la metodología no es un instrumen-
ceso de trascendentalización que, a diferencia de la primera, consiste en to neutral ya que impone una lógica occidental de razonamiento-.

1;,J
1.
148 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA TEORÍA DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES 149

En la respuesta dirigida a la profesora Marisa Zavaloni de la Universi- Conocido el carácter multimetodológico de la teoría de las representa-
dad de Montreal a críticas vertidas por Keneth Gergen hacia la teoría de la ciones sociales, veamos ahora los aspectos novedosos que se desprenden de
representación social, Moscovici (1997) señala lo siguiente: algunos estudios recientes. Hraba, Hagendoom y Hagendoom (1989) lleva-
ron a cabo una investigación en los Países Bajos en la que estudiaron la
1. Que la teoría de la representación social no puede considerarse como distancia social percibida que sobre los colectivos de inmigrantes ·tenían
cognitiva ya que no se fundamenta en el procesamiento humano de infor- los entrevistados oriundos. La conclusión a la que llegaron fue que la dis-
mación que en esencia sigue una tradición asociacionista. tancia social toma la forma de una representación social jerarquizada, en
2. La mayoría de los psicólogos sociales cognitivos se orientan hacia las la que los grupos europeos están en la cabeza de la cadena, mientras que
representaciones individuales ignorando las representaciones sociales, y los grupos árabes y africanos se encuentran hasta el final. En este estudio
3. El paradigma de la cognición social es un paradigma de esterotipos se integraron los conceptos de representación social, distancia social y c.on-
sociales impuestos, mientras que la teoría de las representaciones sociales textos de uso.
presuponen la existencia de gente racional que participa en la construc- En otro artículo, Augoustinos e Innes (1990) sostienen la necesidad de
ción de representaciones. integración entre las teorías de los esquemas y la de las representaciones
, -·~ Marková (2000) delinea los elementos que debería tener una teoría psi- sociales. Llegan a esta conclusión después de observar que la teoría de las
~lógica que incorpore al individuo y la sociedad, y sostiene que la teoría representaciones sociales se enriquecería al contar con mode1os probados
de la representación social es importante -y superior a otras aproximacio- que abordan de una manera efectiva los fenómenos cognitivos, mientras
nes, entre las que se encuentra el constructivismo-, en la medida en que que, a su vez, la teoría de los esquemas se beneficiaría al ser proveída de
reconoce el conflicto social como motor del cambio. un enfoque social del cual carece.
Hasta este punto hemos presentado una serie de señalamientos que in- Por su parte, Cutts Dougherty, Eisenhart y Webley (1992) realizaron
dican algunos puntos débiles que están siendo superados; sin embargo, una investigación que tenía como fin descubrir la representación que so-
creemos que es menester recordar que esta teoría es relativamente joven y bre su identidad nacional poseían niños y adolescentes ingleses y argenti-
que su propia evolución pulirá las inadecuaciones más sobresalientes, nos, así como la representación territorial de sus propios países. Ellos en-
como se podrá observar en lo expuesto en el siguiente epígrafe. co·ntraron que la socialización política escolarizada incidía directamente
en esta representación, y que la población argentina tenía una representa-
ción social de su identidad nacional más socializada, histórica y épica que
NUEVOS ENFOQUES EN EL ESTUDIO la que compartían los ingleses, más individualista y basada en concep-
DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES ·tos abstractos como la democracia, el respeto a la propiedad, etc. Conclu-
yeron, además, que los argentinos se representaban con mayor precisión a
;~··.· · Antes de iniciar el recuento de estudios empíricos sobre representaciones su país que lo que lo hacían los ingleses. En este estudio se vincularon la
·... , sociales, quizá sea necesario establecer como anteceden!e fundamental de teoría de las representaciones sociales, la de la identidad social y la sociali-
su auge la orientación multimetodológica que ha predominado entre los zación política.
) investigadores adscritos a esta corriente psicosocial. Martínez y García En el estudio sobre representación social y agresión, Campbell, Muncer
( (1992) mencionan como metodologías más recurridas: la aplicación de y Gorman (1993) encontraron que la representación social que los hom-
cuestionarios y entrevistas, las técnicas de asociación libre de palabras, el bres tenían de la agresión difería de la que poseían las mujeres. Los prime-
análisis del discurso, las técnicas de clasificación y el uso de escalas de me- ros compartían un modelo de agresión instrumental por medio del cual se
dic "ón. Es también evidente el incremento que está tomando la utilización busca ejercer el poder, alcanzar un status o recibir alguna recompensa,
de pruebas estadísticas multivariadas, tanto las descriptivas, como el análi- mientras que las segundas ven en la agresión una vía para descargar sus
sis de cluster, el de correspondencias, el de componentes principales, el tensiones, aunque con una importante pérdida del control emocional. Los
factorial y las de tipo INDSCAL o MDSCAL, y las inferenciales, como resultados de esta investigación empírica señalan una fuerte correlación
el análisis de la función discriminante, el MANOVA y MANCOVA, el CHI entre género y representación social de la agresión.
cuadrado, la T cuadrada de Hottleing y el coeficiente RP de Catell.
150 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA TEORÍA DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES 151

Otra investigación interesante es la llevada a cabo por Echebarría, Fer- tema conjuntamente con Denise Jodelet, y Fátima Flores, de la UNAM, pu-
nández, San Juan y Valencia (1992) sobre la representación social de las blicó en el 2001 un libro sobre representación social y estudios de género.
drogas. Ellos encontraron tres tipos de representaciones sociales que esta- Recapitularemo s un poco para concluir este artículo dedicado a la teo-
ban ancladas en diferentes categorías sociales que se definían por su acer- ría de las representacione s sociales. Al inicio señalamos la inexistencia de
camiento o lejanía del mundo de las drogas. Es relevante descubrir que el una definición única del término de representación social, pero hemos in-
grupo con experiencia más próxima a las drogas poseía una representa- tentado acotarlo esbozando una definición general y refiriéndonos a las
ción socializada en la que había una mayor comprensión de los factores funciones que muchos autores le otorgan. Posteriormente indagamos sobre
económicos y sociales de este problema, mientras que los grupos más aleja- sus orígenes y sus precursores intelectuales. Después hicimos un desglose
dos compartían una representación de rechazo en la que se atribuían las tripartito de los niveles de aproximación al estudio de las representaciones
causas de la drogadicción a las malas relaciones familiares y al bajo rendi- sociales, en el que se incluyeron: la representación social como una teoría
miento escolar. De este estudio destaca su intento de integrar la teoría de social del conocimiento, la representación social estudiada a través de los
las representacione s sociales y la teoría de las relaciones intergrupales. procesos sociocognitivos y la representación social como producto. Conclui-
Por su parte, Echebarría y Páez (1989) realizaron una investigación en mos este artículo mencionando algunas críticas que se le han hecho a la
la que vincularon la teoría de las representaciones sociales y los procesos teoría y expusimos algunos estudios que manifiestan la diversidad metodo-
de memoria. Este estudio consistió en entrevistar a una serie de sujetos, los lógica y teórica de esta corriente psicosocial en expansión.
cuales eran interrogados acerca de las causas del SIDA, los modos de trans-
misión y los grupos afectados, para después darles una charla técnica so-
bre la enfermedad. En esta fase se conformaron, de acuerdo con sus res-
puestas y sus representaciones , dos grupos, uno conservador y el otro BIBLIOGRAFÍA
liberal. Después de un par de semanas se les convocó a una nueva entrevis-
ta, en la que se pudo observar que las representaciones sociales preexisten- Augoustinos, M. e Innes, J. M. (1990) Towards lntegration of Social Repre-
tes imponen sobre la memoria un proceso de selección del conocimiento sentations and Social Schema Theory, en British Journal o/ Social.
congruente con los valores predominantes de ese grupo social. Psychology, 29, 213-231.
Guimelli (1993), por su parte, propone un método para localizar el nú- Billig, M. (1989) Studying the Thinking Society: Social Representation, Rheto-
cleo central de las representaciones sociales a través de relaciones asociati- ric and Attitudes (manuscrito), Loughborough, Loughborough University.
vas. Dado el carácter generativo y organizacional de las representaciones y Campbell, A., Muncer, S. y Gorman, B. (1993) Sex and Social Repre-
su función en el cambió inducido en éstas, la nueva metodología se erige . sentations of Aggresion: a Comunal - Agentic Analysis, en Aggresive Be-
como una importante alternativa a considerar. haviour, 19, 125-135.
Para finalizar, es importante mencionar que en México la investigación Cutts Dougherty, K., Eisenhart, M. y Webley, P. (1992) The Role of Social
b~ada en la teorí~esen taciones sociales p ~ . ·entándose Representations and National ldentities in the Developments of Territo-
constantemente fCra~ia _J?-~...!lli!lgO, de la UDLA ?d. (ae México ~s una de rial Knowledge: a Study of Political Socialization in Argentina and En-
las profesoras p1on€:fas rea..)'..!~ferente obli¡ado ámbito acadé- gland, en American Educational. Research Journal, 29, 809-835.
~ ~ r a ces se encuentr~ en la Facultad de ~logia de la ONAM. Deutcher, l. ( 1984) Choosing Ancestors: Sorne Consequences of the Selec-
Ella h-;rungiao-rñliñ idad de tesis y ha estimulado la formación académica tion from Intellectual Traditions, en Farr, R y Moscovici, S. Social. Repre-
de varias generaciones de psicólogos sociales. Los profesores-investigadores sentatiorl$, Cambridge, Cambridge University Press.
de la UAM, como Javier Uribe, Ma. Teresa Acosta y Manuel González, en- Di Giacomo, J. P. (1987) Teoría y Métodos de Análisis de las Representa-
tre otros, han sido impulsores de la teoría y han jugado un papel muy im- ciones Sociales, en Páez, D. y cols. Pensamiento, Individuo y Sociedad:
portante en el intercambio de experiencias internacionales, principalmen- Cognición Social. y Representación Social, Madrid, Fundamentos.
te con Europa; baste recordar que Serge Moscovici fue nombrado Doctor Doise, W. (1991b) Las Representacione s Sociales: Presentación de un Cam-
Honoris Causa por la UAM, a propuesta de este grupo de profesores. Alfre- po de Investigación, en Suplementos Antropos. Monografíns Temáticas. El
do Guerrero, de la UNAM, publicó en el 2000 un importante libro sobre el
152 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA TEORÍA DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES 153

Conflicto Estructurante. Veinte Años de Psicologín Social Experimental de Marková, l. y Wilkie, P. (1987) Representations , Concepts and Social Chan-
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LA TEORÍA DE LAS RELACIONES INTERGRU PALES

MARCO ANTONIO GoNZÁLEZ PÉREZ

En este capítulo nos introducirem os en la teoría de las relaciones inter~, ~ '/


pales entendiéndol a como el cuerpo de conocimiento s psicosociales qu';
provienen de distintas teorías o corrientes de investigación , que tienen
como característica común el hacer explícita la diferencia entre conductas
interindividu ales e intergrupales , ubicando sus investigacion es en este últi-
mo ámbito. La teoría de la categorizació n-identidad-c omparación social, la
teoría del conflicto realista y la teoría de la categorizació n del yo, son parte
de esta teoría general.
La teoría de las relaciones intergrupales nos proporciona un poderoso
marco analítico para revelar los procesos psicosociales que surgen cuando
los individuos comienzan a actuar como miembros de sus grupos. La bús-
queda de una identidad social positiva, el establecimien to de sesgos o favo-
ritismos endogrupales , las estrategias de comparación social y las percep-
ciones de ilegitimidad e inestabililida d de las relaciones intergrupales son
algunos de los procesos que se generan en las relaciones entre grupos, y de
los que a continuación daremos cuenta.

PERSPECTIVA HISTÓRICA EN EL ESTUDIO


DE LAS RELACIONES INTERGRUPALES

Los progenitores de la psicología social creyeron que lo que definía un nuevo


rol para la nueva disciplina era el enfoque hacia los fenómenos colectivos ta-
les como la cultura, los mitos, la religión, las masas, la sociedad y las relacio-
nes entre grupos y categorías en In sociedad. El estudio de los individuos era
el terreno de la psicología experimental, mientras que el estudio de los fenó-

155
156 SIGNIFICADOS COLECTNOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA TEORÍA DE LAS RELACIONES INTERGRUPALES 157

menos colectivos era el área de la psicología social .. La psicología que redu- otros y establecen una relación libidinal, pero, dado que a los sentimientos
cía las relaciones intergrupales a los procesos individuales tendió a prevale- de ~mor siempre les v~ unidos sentimientos de odio, los sujetos deben ca-
cer, aun cuando... la psicología enfocada a la formación y efectos de las rep- nalizar todas esas pulsiones agresivas hacia objetos que estén fuera de su
resentaciones colectivas. .. , probablemente ha realizado contribuciones más
propio grupo, por lo que eligen a un exogrupo para ser blanco de esas car-
significativas para la comprensión de las relaciones intergrupales (Hogg y
gas pulsionales negativas. Esta es la forma como Freud entiende las rela-
AhraIIIB, 2001).
ciones entre grupos.
Antes de presentar las características de las relaciones intergrupales, se El e~tudio de las relaciones entre grupos desde el marco psicoanalítico
hará una breve exposición de algunos de los modelos teóricos que, en dis- aportó importantes conocimientos sobre la cohesión endogrupal y la cana-
tintos momentos y a través de diversos enfoques, han intentado explicar lización de los impulsos agresivos hacia el exogrupo, conocimientos que tu-
los fundamentos de la conducta intergrupal. vieron fuerte influencia en las posteriores aproximaciones al tema desde la
psicología social experimental (como es el caso de la teoría de la frustra-
EL F.SrUDIO DE LAS RELACIONES INTERGRUPALES ción-agresión que después abordaremos).
DESDE DISCIPLINAS AFINES A LA PSICOLOGÍA ~a.etolegía,def inida_e2mQ_ la ciencia que_ C§tµdia el compor-
tamiento ~mmal y que se ubi_~a,_ Rr«:cis~.11:~1!--~e.;_~ñ el.ter.r!,,!l<>_ggnd~_se
Siendo éste un capítulo dedicado a presentar las características de las rela- s~p~rp.OO!;_ll: la _!>iol~colog i~ desarrolló una aproximación enca-
ciones entre grupos, no podemos dejar de mencionar la importancia que bezada por el cieñtificoaiisfiiacoy ganador del premio Nóbel Konrad Lo-
históricamente han tenido las aproximaciones a este tema realizadas por renz, quien en su libro Sobre la agresión partió de un enfoque neodarwinis-
disciplinas distintas a la psicología.]JQu.eferiroos a las~-~-.,'UU~.abo-PQ!_~l ta para explicamos la conducta humana agresiva como el resultado de la
psicoanálisis, 113: e_tologí~ y _eJ_In~~.!!!.º· · evolución filogenética que ha experimentado la especie.
-irilliidi976), Doise (1978) y Sherif y Sherif (1960) han analizado en sus Pa!a.,~~-..Al.ú.QJ.".., ___e:iertas expresiones congiJ.Ctl!M~~ hi,mu:mas tienen su
respectivas revisiones la psicología de las relaciones intergrupales que pro- o~en_~~-ª~~-~s riti:ia.les co·mportamentales de las e_sp~cies infe_l"io_res._Al-
pone el marco psicoanalítico. gunas conductas éar"aé:terlsticas de los animales, como la defensa del terri-
Billig (1976) comenta que Freud tenía la finne intención de dotar a las tooo,. pueden observarse en los seres humanos ~ares tan-ooñdíañ:¿~
ciencias sociales de un marco teórico holista que sirviera para abordar como el vagón de un tren, donde los viajeros hacen esfuerzos, más o menos
cualquier tipo de fenómeno o proceso psicológico independientemente del corteses, por hacer respetar el espacio que consideran suyo.
nivel de análisis que éste requiriera. Freud estaba interesado en contar con Lorenz analizó las relaciones intergrupales humanas y concluyó, to-
una formulación teórica que explicara fenómenos de índole más social, mando como referencia los graznidos emitidos por los gansos grises para
p,ir.o las relaciones entre grupos . ahuyentar en los vuelos migratorios a las aves de otras especies, que en los
. 1J"reud aporta una i~porta~te conceptualización del grupo social, ya seres humanos ocurre un mecanismo similar y que la agresión hacia los ex-
que para este autor, la vtda social en grupos se conforma en tomo al líder. traños y los lazos de unión del endogrupo se incrementan mutuamente.
El líder es, desde esta perspectiva, tanto una figura amada como un objeto A pesar de que este enfoque representó una aproximación novedosa y
de deseo para sus seguidores. La imposibilidad de los miembros del grupo coherente para estudiar la conducta humana desde un punto de vista evo-
para poseerlo sexualmente, obliga a los sujetos a buscar una salida que les lutivo, es evidente que, tal como señala Doise (1978), la limitación del mo-
permita superar la frustración ·generada y ésta la encuentran en la intro- delo etológico recayó en que no tomó en cuenta que las estructuras más de-
yección del líder en ellos mismos. Dicha introyecci6n genera un fuerte lazo sarrolladas adquieren, en el proceso de evolución, nuevas cualidades que
psicológico entre el líder y los yo de sus seguidores. A esta identificación las diferencian de estructuras inferiores. Los seres humanos, por lo tanto,
llamada primaria, le sigue una identificación secundaria que consiste en poseen capacidades intelectuales y cognoscitivas que les permiten dar sig-
el reconocimiento mutuo entre los miembros del grupo de sus similarida- nificados diversos a las situaciones con las que se enfrentan.
des psíquicas, formándose así el grupo psicológico. El marxismo como teoría sociológica no tiene un origen psicosocial; sin
El proceso de cohesión grupal propuesto por el psicoanálisis se da de la embargo, resulta innegable su gran influencia en el posterior desarrollo de
siguiente manera: los miembros del endogrupo se sienten atraídos unos a las diversas ciencias sociales en su conjunto. Billig (1976) acudiendo a las
/
158 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA TEORÍA DE LAS RELACIONES INTERGRUPALES 159

fuentes originales:_ Ma.rx y EJJ.g~ls, y Doise (1978) ~e_vi~a.ndo Alfüusser,


a. mos la teoría de la frustración-agresión postulada por Dollard y después
coinciden en señalar que e! co~~ptcl_!narxisw fundaIIl~nta! (P.le ¡¡e r~l~cio- revisaremos la de Sherif denominada del conflicto realista, haciendo hin-
na estrecha~ente con l!!- te_ori.a_ imp!!_cita de las relaciones intergrupales-es capié en la influencia que tuvo ésta última en otras formulaciones teóricas,
el de ii:fooÍogí~'.- - principalmente la teoría de la categorización-i dentidad-compa ración social
esquero¡
-: ' 'El conceptual que presentan estos dos psicólogos sociales euro- de Tajfel.
peos, y donde se descubre la concepción marxista de las relaciones inter-
grupales, se podría sintetizar de la siguiente fonna: en el marco de la lu- EL MODELO DE LA TEORÍA DE LA FRUSTRACIÓN-AGRESIÓN
cha de clases, las clases dirigentes imponen, en cada época de la historia,
sus propias ideas, su visión del mundo, es decir, su ideología. Para este fin La teoría de la frustración-agre sión fue por primera vez expuesta por D0
cuentan con especialistas cuyo trabajo consiste en elaborar justificaciones llard en 1939. La herencia de los conceptos freudianos se deja ver con clá-
que mantengan el dominio de la clase en el poder, a través de presentar ridad en la formulación de esta nueva teoría, sólo que trasladados a un
las ideas de las clases dominantes como las únicas razonables y universal- ámbito de experimentación conductista.
mente válidas. El sistema de pensamiento dominante es ideológico en In La teoría puede ser descrita, a grandes rasgos, de la siguiente manera:;_ )¡ •
medida en que se presenta como ajeno a las condiciones sociales existen- toda frustración, entendida ésta como el bloqueo y la posterior imposibili- '
tes. Pero las clases dominantes no se contentan -!¡Ólo con construir una dad por parte del sujeto de alcanzar una meta produce, invariablemente ,
ideología que les asegure la permanencia del status quo a través de una se- agresión. A su vez, toda agresión es resultado de una frustración en el obje-
rie de instituciones (colegios, familia, iglesias, medios masivos de comuni- tivo de lograr una meta. Sin embargo, como el mismo Dollard sostenía, no
cación, sistema legal, entre otros), mejor conocidas como aparatos ideológi- toda frustración produce directamente una respuesta agresiva, ya que su
cos del Estado, sino que en ciertas circunstancias elaboran una fonna de inmediatez puede verse controlada por factores tales como el poder que
pensamiento que atribuyen como propia a la clase dominada, esto es, una fal- posee el agente frustrante o algunas presiones morales que, internamente,
sa conciencia. La lucha intergrupal (la lucha de clases) encuentra una for- sancionan la conducta del sujeto frustrado. El producto inmediato a la
ma de expresión en la confrontación de sistemas de pensamiento, es decir, frustración es la instigación a la agresión, que bien puede suscitar una
entre la ideología dominante y la conciencia de clase, liberada de la falsa agresión frontal contra el agente frustrante o, debido a su imposibilidad,
conciencia. Los postulados marxistas aseguran que el triunfo de la revolu- desplazarse hacia algún otro objeto, las características de la agresión son:
ción proletaria traerá como consecuencia la desaparición de la ideología. la ya expresada propiedad de desplazamiento hacia objetos distintos y el
La teoría marxista, resulta sumamente interesante para la aproxima- poder catártico que produce su descarga.
ción psicosocial al estudio de las relaciones intergrupales, ya que la con- Las ideas contenidas en esta teoría fueron acogidas favorablemente por
cepción materialista de la construcción de las ideologías, y de la lucha en- los psicólogos sociales de su época, dadas las posibilidades que ofrecían
tre sistemas de pensamiento antagónicos como formas de expresión de para poner a prueba sus hipótesis, de un modo experimental (a diferencia
relaciones sociales concretas, nos es útil como indicativo para realizar estu- de los postulados psicoanalíticos que eran producto de inferencias deducti-
dios que consideren las condiciones sociales en las que surgen los fenóme- vas). Pero tal influencia no se limitó a la psicología social, ya que como in-
nos psicosociales a estudiar. . dica Billig (1976), un número importante de politólogos asumieron este
En este partado se han reseñado de forma sintetizada los aportes con- marco teórico para abordar el estudio de las relaciones sociales a una esca-
ceptuales de tres relevantes modelos teóricos que desde fuera de la psicolo- Ia más amplia. Entre los politólogos citados se encuentran a Lupsha, Ho-
gía han abordado como objeto de estudio a las relaciones intergrupales. El rowitz, Feieraben y Gurr.
objetivo de su presentación no ha sido el de agotar la temática de cada Aunque en la gran mayoría de investigadores dentro de la teoría de la
una de ellas (ya que esta labor sería imposible) sino más bien el darles el frustración-agresión se restrinjan a estudiar relaciones a nivel interindivi-
crédito que se merecen como antecedentes influyentes en los posteriores dual, es posible encontrar referencias a las relaciones entre grupos. Do-
acercamientos teóricos desde la psicología social. llard concebía a las frustraciones como parte integral en la vida de los se-
Pasaremos ahora a presentar dos importantes teorías psicosociales que res humanos. La libre expresión de los impulsos agresivos producidos por
estudian en diversos grados las relaciones entre grupos. Primero abordare- tales frustraciones podía poner en peligro la estabilidad y armonía de la
160 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA TEORÍA DE LAS RELACIONES INTERGRUPALES 161

vida en la comunidad, por lo que se hace necesario implantar una serie de área y tienen la virtud de ser las primeras que utilizaron un enfoque no re-
controles sociales que limiten su manifestación. De esta forma se obliga a duccionista para aproximarse al fenómeno de estudio. Quizá este hecho se
los mismos grupos a que ejerzan una fuerte presión social para reprimir deba a que Sherif tenía muy clara la distinción entre conducta interper-
entre ellos la manifestación de esa agresión, obligando su desplazamiento sonal y conducta propiamente intergrupal. Esto se hace patente en la si-
/ hacia los miembros del exogrupo (es evidente la similitud de esta concep- guiente definición: "En cualquier momento en que los individuos pertene-
<~ón de las relaciones intergrupales con la sostenida por Freud). . cientes a un grupo interactúan colectiva o individualmente con otro grupo
/~cm varias las críticas que se le han hecho a esta teoría. Una muy 1m- o miembros de ese grupo en términos de su identificación grupal, nos en-
, r{ortante es que es imposible sostener que toda conducta agresiva tenga su contramos frente a un ejemplo de conducta intergrupal" (Sherif 1966, cita-
origen en un evento frustrante. Los teóricos del a p ~ - - do en Tajfel 1982).
ellos Bandura y Walters, descub~íeroñerr-susíñvestigaciones que el com- Sherif realizó tres estudios experimentales de campo, el primero en Con-
~rtami~nt~siv0-·puede manifestarse como un patrón aprendido de necticut en 1949, el segundo en Nueva York en 1953 y el último en Rob-
conducta, y que no requiere de una condición frustrante para su ocurren- bers Cave, Oklahoma, en 1954. Lo que él pretendía investigar eran los pro-
cia. Sherif y Sherif (1960) enumeran algunos postulados de la teoría que cesos de formación del grupo, la aparición del conflicto intergrupal y, en el
no encuentran apoyo empírico. Ellos concluyen que es difícil demostrar estudio de Robbers Cave, la resolución del conflicto intergrupal. Los estu-
que la agresión sea una respuesta invariable a la frustración, ya que, por ·dios tenían las siguientes características: en ellos participaban entre veinte
un lado, se han documentado casos en los que un evento frustrante produ- y veinticinco niños cuyas edades rondaban los doce años de edad. Los ni-
ce otras reacciones tales como regresiones, sumisiones, apatías o evasiones ños seleccionados debían cumplir un perfil previamente definido con la
de la realidad, y por otro lado, no toda conducta es determinada por la intención de uniformizar las características de los sujetos, evitando as{ la
frustración, tal como ocurre en la guerra. De igual manera, la teoría ha en- aparición de prejuicios o de conductas discriminatorias. Los niños eran
contrado dificultades en mantener la premisa de que los individuos más similares en cuanto edad {doce años), clase social (clase media), religión
agresivos son a su vez los más frustrados. Un ejemplo de lo anterior lo (protestante), sexo (masculino) y raza (blanca). Provenían además de fami-
constituyen algunos países subdesarrollados de los que se podría esperar lias unidas. Los sujetos, que por supuesto desconocían su implicación en
que debido a su escasez de recursos manifestaran mayor agresividad que un experimento, creían participar en un campamento de verano.
otros países que gozan de un mayor bienestar económico, ocurriendo, sin fil_equipQ Jie_investigación. de_SJ:i~tj{ _h_i;2_ ~Q..de_QQª-~!'.Y~.C.!..Ones__~~emá-
embargo, lo contrario. ~...Y.Jk..S.0{:.!9_gr~~ para dar cuenta de los procesos que surgían en los
Es posible concluir que la teoría de la frustración-agresión aborda de grupos. En el análisis de los procesos de formación de grupos se encontró
una manera limitada las relaciones entre grupos, ya que ubica los fenóme- que éstos se constituían de manera natural y espontánea, y que no subsis-
nos que ocurren en un contexto interpersonal a un ámbito intergrupal. tían cuando se reorganizaban y se restablecían por los investigadores, de
Los mismos Sherif (1960) dan cuenta de esta debilidad de la teoría y seña- tal manera que los anteriores lazos de unión se disolvían para dar paso a
lan la falta de apoyo empírico en el proceso de desplazamiento de la agre- los recién adquiridos.
sión hacia el exogrupo. El problema, según estos autores, es que se ha El estudio de los efectos de la aparición del conflicto intergrupal repre-
puesto muy poca atención a la especificación _de r¿,mo es~ determin~d~ ~ senta la etapa central de las investigaciones, ya que es a través de la intro-
situación para el individuo frustrado, es decir, s1 la concibe como mdivi- ducción experimental del conflicto cuando se produce la conducta inter-
dual o al contrario, la comparte con otros miembros de su grupo. grupal propiamente dicha. Se reorganiza 'la estructura de los endogrupos,
se evalúan los acontecimientos de manera sesgada y favorable al propio
grupo y se realizan acciones concretas contra el exogrupo.
LA IMPORTANCIA DE LOS ESTUDIOS DE SHERIF En la investigación, el conflicto se estableció a través de la competición
y SU TEORÍA DEL CONFLICTO REALISTA de los dos grupos formados por los investigadores en una serie de juegos
tales como el béisbol, el fútbol, los juegos de guerra y la búsqueda del teso-
Las investigaciones sobre relaciones entre grupos realizadas por el psicólo-
go turco, emigrado a Estados Unidos, Muzafer Sherif son pioneras en este
-------
ro, entre otros. El conflicto resultaba inevitable por el hecho de que sól9
uno de los gru pos~~P~!l!l<:> ~~ensas ae aerr~~ al_º~
-·------·-··--··-···· ----------· ------·-- -----·
162 SIGNIFlCADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA TEORÍA DE LAS RELACIONES INTERGRUPALES 163

ración social , en pa Ia-


1 -:Como era de esperarse, diferentes fenómenos ocurrieron en el transcurso pos. La teoría
. . categorización-identidad-compa
de la
de la competición: surgieron imágenes y actitudes negativas hacia el exo- b ras del mismo Ta1fel (1975), cumple con este objetivo.
grupo (con la intención de asegurar una distancia social que diferenciase a
uno de otro grupo), se mostraron mayores niveles de solidaridad y cohe-
sión intragrupal, se sucedieron cambios en la organización de los endogru- EL PARADIGMA DEL GRUPO MÍNIMO (P.G.M.)
pos, asumiendo el liderazgo los sujetos más agresivos y competitivos. Se
hizo evidente también la sobrevaloración de los éxitos del endogrupo, al A principio de la década de los setenta Henri Tajfel y sus colaboradores"!~,
mismo tiempo que se despreciaban los logros de los miembros del exogru- iniciaron sus investigaciones dentro del P.G.M. con la intención de deter-
po. El incremento de la hostilidad hacia formas de expresión más violen- minar las condiciones mínimas en las que se produce la discriminación in-
tas en la relación intergrupal fue un hecho registrado, de tal manera que tergrupal. Para alcanzar tal objetivo fue necesario eliminar de la situación
de acciones agresivas clandestinas (como el robo y posteriormente quema experimental todos aquellos factores que de una u otra forma inducían Iu
de banderas), pronto se pasó al insulto verbal y de ahí a· la agresión física aparición de conductas intergrupales discriminatorias, tales como: el con-
(asalto al dormitorio del exogrupo y peleas en el comedor con lanzamiento flicto de intereses, la interacción cara a cara y los antecedentes de agresión
comida). entre los miembros de los _grupos que participaban en la investigación.
{
! Llegando a este punto, Sherif abordó la posibilidad de implementar di-
erentes estrategias para resolver el conflicto intergrupal. En el estudio de
Robbers Cave se probaron algunas, entre ellas el enfrentamiento ante un
En el experimento clásieo del P.G.M. (Tajfel y cols., 1971) intervinieron
estudiantes ingleses de nivel secundaria. Su primera tarea consistía en
emitir un juicio sobre sus preferencias estéticas y elegir entre un cuadro de
enemigo común y la mediación de un grupo de adultos en el conflicto, am- Kandinsky y otro de Klee. Posteriormente se solicitó a los sujetos que ayu-
bas con resultados negativos. Finalmente se introdujo la presentación de daran a los investigadores a distribuir cierta cantidad de dinero entre dos
metas supraordenadas. Las metas supraordenadas eran compartidas por de los participantes de la investigación. Se utilizaban, para tal fin, matri-
los grupos en conflicto, y surgían en situaciones difíciles en las que los suje- ces en las que aparecían dos series de números que indicaban la cantidad
tos se veían obligados a actuar en conjunto y cooperativamente para satis- de dinero que debería otorgarse a cada uno de los sujetos implicados. En
facer el objetivo común. Actividades tales como la búsqueda para identifi- cada serie, y a través de un código de identificación, el sujeto reconocería
car una avería en el suministro de agua en el campamento, el participar los grupos de pertenencia de los individuos a quienes tenía que proporcio-
en el desatascamiento de una camioneta atorada en el barro y el recolectar narles el dinero. Éstos podían ser dos miembros de su grupo, dos del exo-
el dinero suficiente para poder alquilar una película, fueron introducidas grupo o uno de cada grupo.
experimentalmente como las metas supraordenadas a alcanzar. El proceso · A través del análisis de la distribución del dinero hecha por los sujetos
para conseguir la reducción del conflicto intergrupal fue largo y difícil, se podía observar con claridad las estrategias utilizadas por ellos, ·entre las·
pero las metas supraordenadas lograron finalmente reducir las actitudes que se encontraban: la Máxima Ganancia Conjunta, que es cuando el suje-
negativas hacia los miembros del exogrupo y establecieron una relación ar- to elegía la opción por la que obtenía la mayor cantidad del dinero dis-
moniosa entre los sujetos. puesto por el investigador; la Máxima Ganancia Endogrupal, en la que el
La teoría de Sherif tiene la virtud de explicar, tal como señalan Kelly sujeto decidía seleccionar la opción que le proporcionaba una mayor ga-
(1988) y Brown (1990), la generación y exacerbación de la hostilidad inter- nancia absoluta al miembro del endogrupo; la Máxima Diferencia, que es
grupal en una situación competitiva en la que existe un recurso escaso y cuando el sujeto elegía la opción por la que el miembro del endogrupo se
que únicamente puede ser alcanzado por uno de los grupos que contien- aseguraba una mayor cantidad relativa de dinero en comparación con la
den por él. Sin embargo, la teoría del conflicto realista, tal como afirma recibida por el miembro del exogrupo, y Justicia, que ocurría cuando el su-
Van Knippenberg (1978), no demuestra que el conflicto de intereses sea jeto otorgaba una cantidad idéntica a los miembros del exogrupo y endo-
una condición necesaria para la emergencia de la hostilidad intergrupal, grupo.
sino que es una condición suficiente. Se hace indispensable, por lo tanto, Los resultados obtenidos en esta investigación (y que se han corrobora-··
el contar con una aproximación complementaria que explique las condi- do ampliamente en posteriores estudios) es que los individuos optaban por /
ciones necesarias que deben existir en una situación de conflicto entre gru- elegir la opción en la que se aseguraban una máxima diferencia favore-
SlGNIFlCA DOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA TEORÍA DE LAS RELACIONES INTERGRUPALES 165
164

la teoría de la categorización-identidad~m_
~~~~~~-~~~.Pº· Es interesan te el hecho de que los . . ión se abordará
A continuac
que _bas~ sus fundamen tos en el P.G.M., pero que amplía
sujetos prefiriera n marcar claras diferencia s entre el endogrup o y el exo- paración_ social,
grupo, aun a expensas de perder dinero en términos absolutos. Estos resul- su capacidad de explicaci ón a fenómeno s intergrup ales más complejos .
tados pueden interpreta rse psicosoci almente considera ndo que la simple
categoriz ación de los sujetos dentro de dos grupos diferencia dos, cuyos
miembro s no se conocen, y con ausencia tanto de interacció n como de la- LA TEORÍA DE LA CATEGORIZACIÓN-IDENTIDAD-COMPARACIÓN
SOCIAL (C.I.C.)
zos afectivos de unión, produce la aparición de favoritismo endogrup al y
discrimin ación exogrupa l.
Los estudios dentro del P.G.M. lograron identifica r los procesos psicoso- El psicólogo inglés Henri Tajfel tenía el objetivo de desarrolla r, junto con
ciales básicos que subyacen a la conducta intergrup al. Sin embargo, exis- sus colaborad ores y discípulos , una teoría psicosocia l de las relaciones in-
ten explicaci ones diversas sobre el cómo y el porqué surgen estos procesos, tergrupal es que se erigiese como alternativ a a las aproxima ciones indivi-
que van más allá ~e la simple descripci ón del hecho evidente. Tajfel (1975) dualistas ~e los psicólogos sociales norteame ricanos. Esta teoría debía
defiende una explicaci ón normativ a y afirma que la situación social confi- orientarse hacia los determin antes sociales de los fenómenos estudiado s
gurada en el experime nto evoca una norma social que prevalece en el com- de acuerdo con los postulado s de la corriente europea de psicología social'.
. -portamie nto intergrup al. Brown (1990) señala, siguiendo a Tajfel, que la Es así, bajo estos preceptos , como se formula la teoría de la C.I.C .
pertenenc ia a un grupo determina do, ya sea el de los "Klees" o el de los Antes de adentram os en las particula ridades de esta teoría, es menester
"Kandinskys", activa, en la situación experime ntal, una norma similar a definir los conceptos psicosocia les de grupo psicológico y al continuo inter-
aquella que se da en los juegos de equipo. Tumer (1975) prefiere dar una personal- intergrup al de la conducta social, los cuales son entendido s de
explicaci ón motivacio nal a los resultado s del P.G.M. Su análisis parte de la una manera particula r por los investigad ores de esta corriente.
afirmació n de que la inclusión de los sujetos a distintas categorías sociales
despierta en los individuo s procesos de identifica ción grupal. Este senti- LA FORMACIÓN DEL GRUPO PSICOLÓGICO
miento de pertenenc ia genera la necesidad de comparar se positivam ente,
ya que la situación experime ntal provoca la aparición de mecanism os de A lo largo de este escrito se ha hecho referenci a constante a las relacione s
competic ión social. La explicació n propuesta por Doise (1991) posee un intergrup ales, pero parece necesario desarroll ar un poco más el concepto
de grupo que poseen los teóricos de la C.I.C. ·
carácter más cognitivo . Desde el punto de vista de este autor, la categoriza - ~
El grupo es una entidad fundamen tal en los estudios de psicología so-· J. ·
.
ción produce en los individuo s la necesidad de incremen tar tanto las dife-
rencias intercateg oriales como las semejanz as intracateg oriales. Estos me- cial, ya que muchos investigad ores, independ ientemen te de la corriente
canismos cognitivo s producen la aparición de la discrimin ación exogrupa l. psicosocial a la que se adhieran, sea ésta norteame ricana o europea, lo
Los estudios en esta línea de investigación, tal como afirma Doise (1991), toma como objeto de estudio. Sin embargo, y a pesar de que nadie niega la
resultaro n de un gran valor para la posterior comprens ión teórica de las existencia material del grupo, no todos conciben a éste y a sus determin an-
relacione s entre grupos. Los objetivos del P.G.M. fueron, en buena medida, tes de la misma manera.
satisfecho s, ya que lograron identifica r las condicion es necesaria s que cau- Tumer (1990) identifica tres explicacio nes distintas sobre los procesos , , ,
san la diferenci ación intergrup al (aunque no exista todavía consenso en de formación del grupo: el de la estructura social, el de interdepe ndencia y
los mecanism os que expliquen estos resultados ). Sin embargo, al poco tiem- el de identidad . La primera explicació n analiza al grupo a partir de su es-
po se hizo indispens able ampliar el alcance de estas conclusio nes y consi- tructura social, la cual es vista como el producto de las relaciones entre los
derar los aspectos, a los que Spears y Manstead (1989) se refieren como las individuo s en el devenir del tiempo. Se observan los sistemas de roles, las
complejid ades del contexto social, tales como las propiedad es emergent es creencias y las normas sociales que se generan dentro del grupo y la con-
de la categoriz ación social, la complejid ad de las comparac iones multidi- ducta que determin an. El grupo y sus caracterís ticas son el resultado de la
mensiona les y el material contextua l existente (temas que revisarem os pos- organizac ión social interindiv idual (la serie de estudios de Sherif y Sherif
teriormen te ). (1960) se orientaro n bajo esta óptica). La segunda explicación de la génesis
del grupo es la que enfoca su análisis hacia los lazos de dependen cia inte-
166 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA TEORÍA DE LAS RELACIONES INTERGRUPALES 167
~ ,.
·; rindividual. Desde este punto de vista, el grupo es concebido como el pro- po en la conducta. de lC>~~~j~_!C>~_g__u,~ E.!:!ede analizarse ésta, seQª1a Brown
ducto de las relaciones afectivas entre los sujetos. La cohesión resultante, (1990), como un prov,~-~?r de ideologías i_1nt~_qi~etacione~ ~-la realic;l~·d.,
es decir, las fuerzas de unión endogrupal, se genera por diversos procesos T~.1983+~ _que1as-conCli'i:iones suficientes para la formación psi-
psicosociales, tales como la atracción interpersonal y la simpatía mutua. ~lógi~~~el g~p~ es laarep~~ión por parte del indivi_clu,Q~_d.dás caracte-
Asch, Festinger, Homans, Horowitz y Rabbie, Deutsh y Lewin son algunos rí~~cas propias de fa_ C~tegorÍáSOCÍW que fo aüfodefinen y lo _ElUtQeJ[.cluyen
importantes psicólogos sociales que representan esta postura. La tercera ex- d_~-q~~ categor!_~fill~-_-l>or ofra-parié; Tajfél (1982) y}Í983) hare hin-
plicación se enfoca hacia la identidad social como condición necesaria pa- capié enláºímportancia de la situación social como generadora de identifi-
ra la constitución del grupo. Esta aproximación es la que asumen los teóri- caciones (que quizá antes no se preveían o estaban en estado latente) que
cos de la C.I.C., la cual sostiene que los individuos que han adquirido una generan nuevos grupos o que impelen a los sujetos a actuar en función de
conciencia de ellos mismos como pertenecientes a una categoría social o su pertenencia grupal. La conducta intergrupal no puede ser totalmente
grupo social, tienden a desarrollar, y posteriormente a mantener, una iden- entendida si no se consideran las características y naturaleza de la situa-
_tidad social compartida que los distingue como un grupo en particular. ción en la que entablan su relación los diversos grupos interactuantes. ,,-,
. f:)Esta breve descripción de las diversas concepciones de grupo nos dará Como puede apreciarse, la concepción psicológica del grupo que mane-.
'pie para ahondar un poco más en su definición desde el punto de vista de jan estos autores nos da la posibilidad de estudiarlo desde una perspectiva·
la identidad social. A diferencia de las otras dos explicaciones desctitas, más amplia, ya que no se limita a analizar sus propiedades estructurales.
desde la C.I.C. se ve al grupo no sólo como una realidad social tangible, -º..ID:J.LPO--PSicglógico, indican Hogg y Turner ( 1 9 8 7 l ~ a en~_yo
sino también como un proceso psicológico. Es decir, el grupo no se limita a de los sujetos, en su autoconcepfo, y.esta- dimensión sociocognitiva del gru-
su presencia externa, en el sentido de que posee una estructura social de- p~e-1os1rulíviéÍuos actúen como miembros de grupo, aun en situa-
terminada y que existen ciertos lazos afectivos entre sus miembros. El gru- ciones donde éste no se encuentre presente físicamente.
po es, además, un proceso psicológico interno, ya que los individuos pue- Pasaremos ahora a exponer lo que Tajfel denomina como continuo in-
den actuar bajo el sentido de pertenencia de grupo, aun con la ausencia terpersonal-intergrupal de la conducta social, ya que es un concepto funda-
física de éste. El grupo psicológico funciona internamente como un meca- mental para comprender más a fondo las relaciones entre grupos.
nismo de adaptación y genera toda conducta colectiva. "Un grupo psicoló-
gico es definido como una colección de personas que comparten la misma EL CONTINUO.INTERPERSONAL-INTERCRUPAL DE LA CONDUCTA SOCIAL
identificación social, o se definen a sí mismos en términos de la categoría
social compartida de membresía" (Turner, 1983). Los miembros del grupo Para Tajfel (1984) toda situación social en la que se encuentran los indivi-1'
.. '
psicológico se aplican a sí mismos, apuntan Hogg y Turner (1987), las nor- duos es interpretada y ubicada por ellos en algún polo del constructo de-
~as de conducta y comportamiento propias de su categoría social. nominado continuo interpersonal-intergrupal. Las situaciones posiciona-
. La identificación es un importante proceso para la formación del gru- das en el polo interpersonal alientan en el sujeto conductas que responden
po. Tajfel (1982) y (1984) señala que existen tres componentes necesarios únicamente a las características personales de los individuos participantes
para su consecución. Uno de ellos es el aspecto cognitivo, que se refiere a en una relación. Por el contrario, las situaciones, ya sean naturales o expe-
la conciencia de pertenencia; otro es el aspecto evaluativo, que está relacio- rimentales, que son interpretadas por los individuos como pertenecientes
nado con el valor que los individuos le otorgan al grupo o categoría social al polo intergrupal, provocan en ellos conductas hacia el exogrupo que re-
y el tercer componente es el factor emocional que producen el aspecto cog- flejan una fuerte identificación endogrupal. Los sujetos actúan, pues,
nitivo y el evaluativo. · como miembros de grupo.
La importancia de los grupos sociales puede observarse en la afirma- La diferenciación entre las conductas interpersonales e intergrupales es
ción de Turner (19831 en el sentido de que, salvo en raras excepciones, la pertinente ya que, como se puede observar, un análisis de una relación in-
vida de los seres humanos no transcurre dentro de grupos y sus conductas tergrupal que sea abordada a través de un enfoque interpersonal produci-
no son determinadas- por esta pertenencia. La conducta individual, como rá conclusiones que tengan que ver sólo con las percepciones, evaluacio-
un hecho ajeno a los ~pos o categorías soci-;Jes~~ de~_este punto_j_e nes, motivaciones o interpretaciones en un plano individual. Deducir de
-~ui, ~a abst~acción~came-iiie~ilri_i> os~~A_iiil~ado influye el gru:_ aquí una posición grupal es una conclusión errónea. Cuando los sujetos
168 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA TEORÍA DE LAS RELACIONES INTERGRUPALES 169

actúan como miembros de su categoría o grupo social, es decir, cuando su otros para la acción, las intenciones o las actitudes de un individuo" (Tajfel,
pertenencia grupal se hace saliente, entonces sí que es posible obtener con-. 1975).
clusiones que reflejan la posición grupal. El proceso de categorización posee una importancia fundamental para
· :.~, Ahora bien, ¿cuáles son los factores que en situacio~es concretas ubican la supervivencia del ser humano ya que gracias al agrupamiento de ele-
las conductas sociales en uno o en otro polo del contmuo? Brown (1990), mentos, dentro de diversas categorías diferenciadas, es posible organizar el
retomando a Tajfel, nos enumera los siguientes: el primer factor es la clari- entorno de tal manera que los individuos y los grupos puedan adaptarse a
dad existente para poder identificar a los grupos o categorías sociales pre- los acontecimientos que enfrentan. Doise (1978) nos dice que es a través de
sentes en una situación. El segundo factor es el nivel de uniformidad o va- la categorización como las personas adquieren una posición más o menos
riabilidad de las. actitudes y de las conductas endogrupales, y el tercer estable que les permite manejar las situaciones ambiguas e inciertas.
factor es el grado en que las actitudes hacia el exogrupo son idiosincrási- Turner (1983) y Deschamps (1983) hacen hincapié en la importancia
cas, compartidas y previsibles. La conducta social intergrupal tiene como que tienen la similaridad y el efecto de contraste como factores determi-
principales características a la afiliación endogrupal y a la interpretación nantes en la inclusión de los elementos a una misma categoría o a otra dis-
compartida de las relaciones entre el endo y exogrupo, en una situación so- tinta. Por su parte, Arcuri (1988) sostiene que los elementos pertenecientes
cial particular ci en una serie de situaciones. a una determinada categoría se agrupan en tomo a ésta con base en una
Turner (1990) nos proporciona, desde una perspectiva sociocognitiva, cantidad reducida de criterios necesarios y suficientes que los identifican.
otro idea que complementa el continuo interpersonal-intergrupal de Taj- Existen, según este autor, diversos criterios de organización categorial. Uno
fel. Desde la teoría de la categorización del yo, Turner afirma que el auto- de ellos se da a través de la integración de categorías alrededor de un pro-
concepto es el componente cognitivo del yo, y que éste está formado por totipo. Este ejemplar prototípico posee una gran cantidad de atributos que
. múltiples representaciones cognitivas o categorizaciones del yo. Los niveles le son comunes a la mayoría de los demás elementos pertenecientes a la
personal y social de la categorización del yo están contenidos en un conti- categoría. Otro criterio de categorización es el que se basa en el agrupa-
nuo cuyos polos son: el de la máxima identidad intrapersonal y el de la miento de los elementos considerando no un conjunto único de caracterís-
máxima identidad endogrupal. Existen factores que hacen saliente, que ticas idénticas, sino una amplia red de semejanzas.
activan las categorías endogrupo-exogrupo, incrementándose el nivel de Tajfel (1975) describe los aspectos inductivo y deductivo del proceso de
identidad percibida entre el yo y los miembros del grupo de pertenencia. categorización. El aspecto deductivo se refiere a la utilización de la perte-
Se genera así un proceso de despersonalización en el que los miembros del nencia categorial de un elemento para atribuirle a éste, con un mínimo de
endogrupo se ven a sí mismos, dado que poseen idénticas características, comprobación, el total de características que detenta la propia categoría.
como mutuamente intercambiables. El proceso de despersonalización es El aspecto inductivo, por otro lado, consiste en ubicar a un elemento den-
sumamente importante ya que hace posible la aparición de diversos fenó- tro de una categoría tomando en cuenta sólo algunas características, y ob-
menos de grupo. viando otras que pudieran parecer divergentes a la misma categoría.
Una vez que hemos descrito los procesos que hacen posible tanto la for- Este proceso psicológico básico que, como hemos ya mencionado, orde-
mación del grupo psicológico como de la conducta propiamente intergru- na nuestras percepciones y fundamenta nuestros juicios, tiene aplicabili-
pal, pasaremos ahora a abordar el proceso de la categorización social, con dad también en el terreno de lo social. El mismo Tajfel (1975) afirma que
el que iniciamos la exposición de la teoría de la C.I.C. la comprensión del entorno a través de un sistema de categorías sociales,
es una de las formas más elementales de entender la significación de las si-
LA CATEGORIZACIÓN SOCIAL tuaciones sociales. Para Tumer (1975) los individuos se definen a sí m¡;;
mos y a los otros tomando como punto de partida las distintas categorías
~La categorización la entenderemos aquí según la siguiente definición: sociales a las que ellos pertenecen, siendo la identidad social el resultado
·· "Son los procesos que tienden a ordenar el entorno en términos de catego- de la posición que cada sujeto guarda dentro de ese sistema de categorÍ85-_ .
rías: grupos de personas, de objetos, de acontecimientos (o grupos de algu- sociales.
nos de sus atributos) en tanto que ora semejantes, ora equivalentes unos a Doise (1975) dice, refiriéndose a este proceso, que todas las personas"
compartimos siempre una serie de pertenencias a categorías sociales con

l '

1:
170 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS
LA TEORfA DE LAS RELACIONES INTERGRUPALES
171

~algunos sujetos, mientras que nos diferenciamo s de ?tro~ indi~duos por so para la formación del grupo social, la diferenciació n intergrupal, la
esas mismas pertenencias . Para este autor, la categonzació n social estru~- identidad social, !os estereotipos y los prejuicios, entre otros fenómenos.
tura la realidad social, ya que explica la conducta de los grupos, sus posi-
bles convergencia s y separaciones . Van Knippenberg (1983) opina, en este LA IDENTIDAD SOCIAL
mismo sentido, que las· categorías sociales facilitan la _aparici~n _de_ repre-
sentaciones colectivas intemalizada s, que son comparndas y distmuvas de t.~;,
Se puede entender a la identidad social como el proceso central de la teo-,'f
los grupos que las poseen. . . ría de la C.I.C., ya que, como hemos señalado anteriorment e y ampliare-
Es conveniente recordar ahora la importancia que nene la categonza- mos a continuación , la búsqueda de una identidad social positiva es el fac-
ción social como condición necesaria para explicar la conducta intergru- tor motivacional que dirige la conducta intergrupal.
pal, tal como se pudo observar en el apartado dedicado ~l paradigma del La identidad social es definida como "la parte del autoconcepto indivi- ·
grupo mínimo. El mismo Tajfel (1984) lle_va est~ razonami~nto del terreno dual que se deriva del conocimiento de la membresía a un grupo social (o
experimenta l al social y concluye que es imposible concebir que una rela- grupos) junto con los valores y la significación emocional relacionada con
ción interpersona l cualquiera esté exenta de ser afectada, de alguna mane- dicha membresía" (Brown y Williams, 1984, citando a Tajfel, 1978). Des-
ra, por la pertenencia de los sujetos a ciertas categorías sociales. Ca~egorías champs (1983) nos indica que esta identidad social sólo puede alcanzarse,
~~ alientan ~n ellos _ex~ectativas y cond~ct~ que le_ son característica s. . de manera positiva, siempre y cuando el endogrupo pueda compararse fa-
· [',Una ampha descnpción de la categonzació n social es expuesta en TaJ- vorablemente con otros grupos. Tumer (1975), por su parte, sostiene que la
fel (1975). Allí este autor menciona la existencia de dos ~pectos de 1~ cat~- idéntidad social es un asunto de comparacion es intergrup.ales conjuntas
gorización que son propiamente sociales. Uno es la relación entre la id~nh- en las que se intenta alcanzar una mutua diferenciació n positiva.
dad social y la categorizació n (aspecto al que ya hemos hecho referencia) y Como se ha podido observar, el grupo juega un papel determinante en
otro es el vínculo entre la categorizació n y los valores. Para este autor, la ca- el logro de una identidad social positiva. Doise (1978) y Tajfel (1982) sos-
tegorización de los sujetos, de los grupos de sujeto~ y d~ los eventos sociales tienen que la pertenencia a un grupo social puede tanto proteger como
con base en criterios valorativos es un aspecto pnmano y fundamental de contribuir a desarrollar una identidad social positiva únicamente cuando
la categorizació n social. Los individuos se agrupan en tomo_ a categorías existe la posibilidad de compararse y diferenciarse favorablemen te de otros
que representan distintos valores. Estas categorías c_rean un. s15tema de ca- grupos sociales. La distintividad alcanzada se basa, entonces, en dimefl5io-
tegorías sociales donde la diversidad de _v~ores pers1Ste. El sistema de cate- nes salientes que para el grupo tienen un importante valor diferencial.
gorías resulta accesible para su uso ~~tidiano, ya que_ es _sumamente ~l~ro Podría pensarse, considerando lo antes expuesto, que todos los grupos
para los sujetos, pero presenta la dificultad de ser difícilmente _mo~ca- sociales o poseen una identidad social positiva o están en su búsqueda. ·
ble. Cualquier feedback informativo que contenga_datos contradicton os ~ Sin embargo, hay registros en la literatura sobre el tema de la existencia
manipulado y transformado con el fin de despoJarlo de toda contradic- de grupos que tienen una identidad social negativa. Según Brown (1990)
ción. los grupos de bajo status que se encuentran en desventaja, tanto material
Para ejemplificar esta manipulació n cognitiva nos debemos referir a los como psicológica, y que ven confirmada su inferioridad a través de una se-
dos tipos de errores que se presentan en la categorizació~. Uno se da c~an- rie de comparacion es sociales intergrupales , son los grupos que muy pro-
do un elemento que en realidad no pertenece a determmada categona es bablemente tendrán una identidad y una autoestima negativa.
incluido en ésta, y el otro ocurre cuando perteneciendo de verdad a la cate- La investigadora venezolana Maritza Montero (1984) define la existen-·
goría, se le excluye. Tajfel (1975) concluye que en cuanto se preserve_a la cia de un fenómeno psicosocial al que denomina altercentrismo; el cual se
categoría de una amenaza valorativa, se optará por cometer el pnmer caracteriza por la hipervaloraci ón del exogrupo en detrimiento del propio
error (la inclusión equivocada) en vez del segundo. grupo. La referida profesora cofl5idera que el desarrollo de la teoría de la
Es evidente que el contenido de este apartado no agota el extenso tema C.I.C. no ha podidio dar cuenta de los casos en los que el endogrupo no
de la categorizació n y de la categorizació n social_- No obs~te, esta síntesis manifiesta favoritismo hacia el propio grupo. "La teoría no da cuenta de
puede suscitar una serie de reflexiones sobre la importancia de este proce- cuatro condiciones que están influyendo en la cor15trucción de esa identi0
PALEs
Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA TEORiA DE LAs RELACIONES INTERGRU 173
172 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS

su cará cter cultu ral, la mediación significa qu~ siem pre que exist an dime
nsio nes evalu ativa s com unes a los J
dad. Ellas son: su cará cter histó rico, enci a a com para rse y difer encia rse bus- ',
afect iva y la pres enci a de la ideo logía "
(Mon tero, 1996): grup os re~acionados, habr á la tend .
de la dime nsión .
cons idera ció~ la cit~ del pá1:afo ante- cand o ubic ar al grup o en el polo positivo
_, Resu lta impr escin dible toma r en que existe cons enso entre los inves-')
tidad so_cial _esta dete mu~ ada po,r . En térm inos gene rales pued e decir se
rior, ya que la conf orma ción de la iden ivo fund amen tal del proceso de/
ién históricos, económicos, poh- tigadores ~n cuai_ito a acep tar como objet
fenó men os no sólo psicosociales, sino tamb distinguirse favo rable men te utili-)
ticos, antro poló gico s, etc. com par~ ción ~ocia! a la búsq ueda por
prod ucto inmu table ya que, como ficativas. No obst ante , el proc es0
;:{: Pero la iden tidad social no es un zand ? dimensi_one~ de co~p araci ón_ signi
camb ia segú n varía el _resultado de vien en, tal como seña lan Spears ·y
Brow n y Will iams (1984) seña lan, ésta es mas comple10 aun, debi do a que inter
cont extu ales como el statu s de los
las com para cion es entre los grup os. Exis
ten, tamb ién, una sene de perc e~ Man stead (1989), u~a serie de factores l.
com para ción socia
fica ~en te d~ los si:u:pos de ba10 grup os y las estra tegia s de
cion es inter grup ales que (hab land o es~í
iden uda~ social positiva. Hewsto-
statu s) inten sific an la búsq ueda de una social intergrupal
r~fer encia_a ~gun os aspectos ~e Productos psicosociales de la comp arac ión
ne, Jasp ars y Lallj e (1982) com enta n, _en
iden tidad social _insegura (es_ decir,
la perc epci ón inter grup al, que una busc an -establecer una diferencia-
dond e se perc iben alter nanv as al ¿!od as las com para cion es inter grup ales
aque lla que se gene ra en una situa ción de la com para ción social es el favo-
entre los grupos. ~u~ er _Y Bro ~ c~~n entre los grupos? ¿Todo prod ucto
statu s quo) incre men ta el anta goni smo idén tico en todos los procesos de
statu s busc arán d1:5ung_w~ posi- ritismo e~do gru~ al? ¿Existe un resu ltado
(1978) conf irma n que los grup os de bajo en este apar tado el dar respues-
siem pre y cuan do su mf~n on~a d no com para ci?n social? Es nues tra inten ción
tivam ente de los grup os de alto statu s, tas a estas inter roga ntes.
imo e ~er ente a la situa~ión. Es
sea perc ibida como algo inmutable,_ legít parte de la teorí a está orien ta:
tes tamb ién pued en expe nme ntar Par~ce evid ente que, dado que la may or
men ester deci r que los grup os dom inan al, hay una tend enci a a anal izar los
inten tarán impl emen tar algu na da haci a el conf licto social inter grup
una iden tidad social inseg ura, ante la cual los <Jl:le parti cipa n grup os que se..
estra tegia que les asegure el man tenim iento
d~l sta~ s quo .. resul tado s que ~rovi~~en de estudi?~ en
social. De esta form a se h a h ech o
Hem os intro duci do, pues , e ~
~ a halla n en una ·fsitua cion de com petic ión
es difícil dedicarle ' f' · ¡ dado que es el prod ucto de una si-
iden tific ado como el conceet.<?.~!!tral de
!~ a . Pero en ~lS en a di _e~enciación inter grup al,
que _expon~emos 9) observan, en este sentido, que
un apar tado íi esre teÍii a sin refer irnos
a otros aspe ctos tua~ión co~p ~titi ~a. Tajfel y Tum er (197
ción soci ~ los ivo el aseg urar la supe riori dad del endo-
con may or amp litud post erior men te, como ~on l~ com para la difer enci ació n tiene como objet
pciones inter grup ales. La dificul- nsion es relevantes dent ro de una
difer enci ales de statu s y pode r y las perce ~po _ sobr e el exog rupo en algu nas dime ..
integ ran la teorí a de la C.I.C. ra- situa ción de com petic ión inter grup al.
tad en la expo sició n de los conc epto s que l que más se han estud iado son/'i'; · ;
e linea lmen te, dado ~~ no hay ~n- Los_ produ~to~ de la com para ción socia
dica en que ésta no pued e com pren ders se como "un térm ino que deno-i' •
ni efectos en un ngid o senu do a) la difer ~nci ación , la que pued e ente nder
teced ente s ni consecuentes, ni caus as s con el estab lecim iento de una dis- '°
bien como _un ~pl io proceso glo- ta una vane dad de fenómenos asoc iado
temp oral. La teorí a está expr esad a más com o el favoritismo endo grup al, la
menos psico~ociales están fuerte- ti~ti ~i~d v~lo rada posi tiva~ ente , tal
bal en el que los diversos aspe ctos o fenó las difer encia cion es perc eptu ales y
men te inter relac iona dos, resu ltand o ser
com plem enta nos. discn mina ción exogrupal, al igual que
os de com para ción " (Van Knip-
de valores entre el prop io grup o y los grup
?) que, según Tum er (1978), es un tér-
LA COMPARACIÓN SOCIAL p~nberg, 1978): El sesgo endo grup al
ritismo endo grup al en situa cion es
mino _que se utili za para desc ribir el favo
objetivo princ ipal el ~le - endo grup al y el sesgo endo grup al, que
La com para ción social inter grup al tiene como expe nme ntale s, y c) ~l favoritismo
(
favorezca al endo grup o en detnlDlento idera n como conc epto s similares,
\ cer una disti ntivi dad posit iva que Mum me~ dey y ~chr eihe r (1984 b) cons
segú n Marques, Yzerbyt y Leyens
existencia de ~imens~ones de ~m- con la difer e~ci a de que el prim ero,
1 del exog rupo . Este proceso requ iere la
grup os pued a~ di_ferenciarse poslt lva- (1988), se entie nde como cual quie r incli
naci ón a favorecer a los miem bros
/ para ción a travé s de las cuale s los en los terre nos de la percepción,
en un fa~t~r indis pens able para que del prop!o grup o sobr e los del exog rupo
\___mente. Turn er (1978) hace hinc apié tras que el últim o se refiere a los
¡ se activ e este proceso. Se refie re
a la com para bihd ad entre los grupos. Esto de la actit ud y del com porta mien to, mien
LA TEORÍA DE LAS RELACIONES INTERCRU PALES 175
174 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIO NES TEÓRICAS

juicios "automát icos" que tienen los miembros del endogrup o de su grupo grupos interactua ntes es escaso. La competición social surge según Turner
<!~ pertenenc ia, aunque no se exista justificación alguna. ( 1975 ), en una situación intergrup al en la que los miembro s 'de ambos gru-
., No obstante lo anterior, hay muchos investigad ores que han reportado pos está~ en condicion es de comparar se mutuame nte a través de valores
resultado s contrario s a los conceptos antes descritos. Así, Turner y Brown con:ipartidos. Queda claro _que l~ aparición de un proceso de competic ión
(1978) indican que diversos grupos sociales, como los negros de Inglaterra social no de~ende de la existencia de un conflicto tangible, sino que se ob-
y_ los Estados Unidos, y los francófonos canadiens es, dan muestras de una se~a una d1Sputa por obtener mayor status, prestigio o poder, que como
f orientaci ón favorable al exogrupo dominant e. Tajfel y Turner (1979) expli- 1:ªJfel ~ Tumer (1979) sostienen , son el resultado de una serie de compara-
ciones mtergrupa les relevantes.
\, can que con frecuenci a los grupos de bajo status internaliz an una evalua-
/ ción de sí mismos como inferiores y desarroll an una imagen que puede al- ~as cond_icio°:':5 ~ara que surja la competic ión social son: que se haga
\ canzar un amplio consenso y que genera un sentimien to de autodesprecio. sahente la ~1tuac1on mte~g_rupal y la ~osibilida d de comparar se y valorarse
Skevington (1980), en un estudio con enfermeras británicas, encontró que en sobre el mismo polo pos1nvo de la dimensió n relevante . La tendencia ha-
una situación de cambio social los grupos subordin ados aumentab an su cia la competici ón social se da de una manera unilatera l.
favoritism o hacia el exogrupo . Esta autora señala el vacío existente en la Tumer (1975) ha recurrido al concepto de competic ión social para dar
teoría que explique los mecanism os que actúan para mantener vigente c_uenta de los resultado s obtenido s en los experime ntos del P.G.M. (cues-
la inferiorid ad subjetiva del grupo de bajo status, a través de un prolonga- t~ón ~ue s~ abordó en ~u o~o~nid ad). Para este autor, la competic ión so-
~() y autoperp etuado ciclo de comparacio_nes desven~j ?sas. . cial tiene important es 1mphcac1ones para la identidad social, ya que sirve
·· ~ iLas posibles razones que puedan exphcar la apanc1ón de cualquier a de co~o base para la identifica ción con una determin ada categoría social.
~tos dos productos tan disímiles de la comparac ión intergrup al (el sesgo ~01se (1978): ~or su parte, señala que la caracterís tica principal de la rela-
endogrup al o el favoritism o exogrupal) la proporcio nan Roux, Mugny, Sán- ción competih va es la acentuac ión de diferencia s perceptiv as, afectivas y
chez-Maz as y Pérez (1991), por un lado, y Mummen dey y Schreiber (1983), con:iportamentales. De todo lo anterior se puede concluir que la competición
por otro. Los primeros afirman que la comparac ión social intergrup al no s~c.1al es un proceso fundamen talmente psicosocial, que se activa sociocog-
busca siempre el logro de una identidad social positiva, ya que las dimen- mtlvamen te y que surge en un contexto de comparac iones sociales mutuas.
siones de comparac ión pueden ser complem entarias u ortogonales, de tal
Los diferenciales de status en las relaciones Úúergrupales
manera que permitan favorecer a uno u otro grupo en dimensiones especí-
ficas operándo se un proceso de validació n social mutua. Los segundos sos-
tienen que la discrimin ación exogrupal sucederá siempre, mientras no Como ya se dijo, cada uno de los grupos sociales posee un status que es el
exista alguna otra alternativ a que asegure la identidad social positiva que ·producto de las comparac iones sociales intergrup ales, de tal forma que po-
no sea la devaluaci ón del exogrupo. Existiendo las condiciones reales para demos encontrar en el medio ambiente social, tanto grupos "superior es"
que ambos grupos puedan alcanzar una distintivi dad social positiva, las c?mo "inferiores", "dominan tes" o "subordin ados", de acuerdo a la posi-
comparac iones intergrup ales se orientará n bajo un sentido de justicia. ción que ocupan en la estructur a socioeconómica y política. Estas son las
diferenci as de status.
Factores contextuales en la comparación social intergrupal Siguiendo las reflexiones de Tumer (1978) se concluye que cuando los':>
grupos perciben las diferenci as de status como estables, se reduce la com- ·
El surgimiento de la competic wn social patabilid ad entre los grupos y la diferencia ción intergrup al. Pero cuando
En este escrito ya hemos hecho mención del concepto de competición so- son vistas como inestables, es decir, como señala Van Knippenb erg (1983)
Q{al, pero es en el apartado siguiente en donde se ampliará su definición. que existe la certeza de que la situación dada no es inmutabl e y que en
,>· -Lo importan te es, antes que nada, plantear las diferencias entre la com- uno o "X" años se modificar á, entonces aumenta rá el sesgo endogrup al
petición social y el conflicto realista, ya que son conceptos que pudier~n por el incremen to del nivel de comparab ilidad. Los factores que determi-
prestarse a confusión . El conflicto realista ocurre cuando la competen cia nan la presencia de inestabili dad pueden ser políticos, económicos o de
por obtener una meta sólo puede ser lograda a expensas del otro grupo. La otro tipo, pero siempre implican un rechazo a la aceptació n de los valores
contiend a está institucio nalizada y el bien o recurso ambicion ado por los ya establecid os y presentan una alternativ a a la situación .
176 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA TEORÍA DE LAS RELACIONES INTERGRUPALES 177

A la evaluación sobre la __estapilidad de la relación se le _aun~~!nál!§,is en relación con el grupo superior, mientras que éste es más proclive a
sobre la percep<;:i?~-d__e jú--~-~~dad. Los grupos ~etermina~, e~ ~ste pr~- acentuar las diferencias y a buscar divergencias en su relación con el gru-
ceso- lií v"alidez de las relaciones de status en térmmos de SU JUStlCia, equi- po de bajo status. ·
dad: transparencia y reconocimiento, entr~ o~r'.15 _dime~iones de v'."?~· Quizá la característic~ p_r_i!!_C:~pal de los sistemas c!~Ji!B:tus consensuado,'-'
Tajfel (1984) expresa que la percepción de ilegitimid~~ brmda la posibili- ~~-~p_os_ii~¡>erÍ~re_:;__~ie_~~~~(~~~!r~~~áy~~_!_~:,:<>;~isrno endogru{
dad de pasar de la no comparahilidad a la comp~rahihdad, ~rovocando el pal que Tos g~os_ mfenores, sobre todo en aquellas dimensiones de com-
surgimiento de nuevas dimensiones de comparación_que defmen más ~m- paración qlle se relacionan directamente con el status. El grupo de alto
pliamente la ideología del grupo que las sustenta. Ta1fel (1984) ve en la ile- ~!._inc~e_mentará sus diferencias en relación con el grupo de bajo status,
gitimidad percibida la palanca que pone en marcha la acción social para
producir el cambio social en la relación entre grup?s. . . . ~!-:;it~i1:Í!Ía~:~:::!;:l:/:!!f!7!1!set~~ª~:~:e::
Tajfel (1984), surgen por dos razones: primero, por la ya mencionada ame-
,,O)La aparición tanto d~ la in~_ilidad y/o de la il~tu~udad, provoca un
f"fentimiento de insegundad subJetiva que afecta de distmtas formas a ~os naza proveniente de los grupos de bajo status y, segundo, porque dentro
;\ grupos de bajo y alto status y que los lle:~ a idear una serie de estrategias del mismo grupo superior se ha posicionado un fuerte conflicto de valores
~ comparación con el objetivo de modificar o de so~tener el status quo. que expresa la opinión de algunos miembros del endogrupo en el sentido
Todo esto es posible, señalan Turner y Brown (1978), siempre y cu~ndo l?s de que su status privilegiado está basado en injusticias, explotación, atro-
grupos involucrados perciban alternativas cogni~ivas al orden soci9:1 exis- pellos o en otras formas igualmente ilegítimas. El conflicto de valores se
tente. Las alternativas cognitivas emergen también cuando se ha visto la manifiesta en algunas de las siguientes consecuencias: el grupo superior
posibilidad de intercambiar las posiciones de status entre los grupos. Mum- puede disolverse por la imposibilidad de alimentar con valores positivos su
mendey y Schreiber (1984) afirman que es ú~icame~t~ cuan~o e~st~ esta identidad social. Otra posibilidad es que la afiliación endogrupal sea lo su-
inseguridad provocada por la percepción de mestahilidad e ilegitimidad, ficientemente poderosa y contimíe determinando actitudes y conductas. El
que puede esperarse un sesgo endogrupal en la comparación entre grupos. conflicto de valores, en este caso, será la condición para el surgimiento de
Resulta indudable que en sociedades estratificadas como las nuestras, ideologías nuevas de tipo justificatorio, y finalmente, puede suceder que el
las relaciones entre grupos de status diferentes son un hecho cotidiano. Su conflicto de valores sea evaluado como poco relevante, ya que ocurre en un
estudio nos ayudará a comprender las variables psicosociales presentes ~n contexto en el que el grupo inferior no da muestras de amenazar de forma
el conflicto intergrupal. Es necesario conocer, por lo tanto, las perce~cio- importante el status quo.
nes de los grupos de ambas j~rarquías. Tajf~l y Turner (1979) nos di.cen Pasaremos ahora a analizar la manera como bs grupos superior e infe-
, que, en términos generales, mientr~ más ba!o se~ el sta~ de d~t~rmma- rior, que han percibido la inestabilidad e ilegitimidad de la relación inter-
"-1 do grupo social, menor será la cantidad de iden~~ad ~ocial positiva que grupal, afrontan la inseguridad resultante y planean sus estrategias de
\ posea, ya que el bajo status no favorece 1~ c?~p~tición ~ter~~al que de- comparación social.
\ ~:~boque en el establecimiento de una distmtividad social positiva. . .
"<' Una alternativa que tiene el grupo para no perder o recuperar su identl- Estrategias de comparación social
,s~d positiva es la de percibir al exogrupo _como mu~ diferente para poder
comparársele, recuperando así la autoestima perdida por una compara- Al entrar en esta punto debemos tener en cuenta la importancia de los fac-
ción que ya no opera. Turner (1?75) in~ica_ q_ue el ahan~ono del grupo de tores contextuales: la percepción de inestabilidad e ilegitimidad de las re-
bajo status es una opción que tiene el mdividuo _P~. ~erarse ~e la ~~­ laciones intergrupales y el reconocimiento del status grupal para el estable-
toestima negativa provocada por la falta de una distin~1V1dad social positi- cimiento de diversas estrategias comparativas. Las estrategias que ahora
va. Pero ante la imposibilidad de dejar el grupo, sus nuembros puede~ ele- reseñaremos son aplicadas por los grupos con el fin de obtener identidad
gir por intentar modificar los aspectos que le son desfavorables, o qui~á se social positiva.
comprometan a emprender una acción social que produzca un cambio en Son Tumer y Brown (1978), Tajfel y Tumer (1979), y Brown (1990),
la situación intergrupal. Doise (1978) señala que como regla general los quienes exponen las estrategias generales de comparación social para al-~
grupos inferiores tenderán a buscar la convergencia y a reducir diferencias canzar la distintividad positiva. La primera estrategia es la de la movili-
ES
XIONE S TEÓRICAS LA TEORÍ A DE LAS RELACIONES INTERG RUPAL 179
178 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLE

s sostien en qu 1,<··
un indivi duo que aban- una distint ividad valua da positiv ament e. Estos autore
~ad social. Esta se refiere a la acción tomad a por a al exogru po en dimen siones ~e
de un status más ele- dotar ~e alguna identi dad social positiv
_, dona a su grupo de bajo status para ingres ar a otro para el endog rupo, no se pone en ri esgo
ser consid erada princi pal- le son mocua s o de segun do orden
vado. La estrate gia de movil idad social debe el t tus l , ., 'vil . (1989) se-
l. La segun da estrate gia es _ sa quo y a posici on pn egiada del grupo superi or. Huici
mente como indivi dualis ta más que como grupa de alto status accede n a otorga rle a los grupos de b ·
manif estars e de tres formas dis- nala que los grupo s ªIº
conoc ida como creati vidad social y puede al ·ó · · relacio nadas con
inferio res o con pocos recurs os intent a- statu.s una v oraci n positiv a en ciertas dimen siones
tintas. En el prime r caso los grupo s s las dimen siones
las nueva s dimen siones de compa ra- cuah~ ades human as, mient ras se reservan para sí mismo
rán hacer que les sean recono cidas son más valora das
situac ión, con el objetiv o de compe nsar su que tienen que ver con el nivel de compe tencia , que
ción que han introd ucido en la se le conoce con el nomb
distin tivida d positiv a (aquí cabe record ar la inves- desde un punto de vista social. A esta estrate gia re
desve ntaja y lograr una d "dife~en_te pero me1or · " y, como hemos apunt ado, consiste en recono cer
, en la que los niños perten ecient es al grupo de e
tigació n de Lema ine (1966) consid eradas como
cabañ a exigid a, de- la supen ondad del exogr upo en alguna s dimen siones
escasos recursos edific aron una choza en lugar de la la identi dad social del endog ru-·
rio~e nte, el recono cimien to de las nueva s dimen siones poco rel~vante~ desde el punto de vista de
mand ando, poste el recono cimien to de la mayor compe -
de la invers ión de los po, ~l mISmo tiemp o que se reclam a
de compa ración presen tadas) . El segun do caso trata dimen siones que evalúa como realm ente im-
las compa racion es pre- tencia del endog rupo en las
valore s negativos del endog rupo, de tal forma. que portan tes.
El tercer y último caso hace
viame nte negati vas result en ahora positivas. tar son la que im-
ración por parte del endog ru- Las estrategias de compa ración que restan por presen
refere ncia al cambi o del exogru po de compa (1984), puede n tomar
está en condic iones de poder recob rar pulsan los gr~p?s de bajo status. Estas, según Tajfel
po. Así, el endog rupo de bajo status r puede intent ar pa-
compa rarse con grupo s de status simila ro tres formas dIStm ~: en prime r lugar, el grupo inferio
su identi dad positiv a al elegir la acción social y/o
es la tercer a estrate gia de compa tación e re?erse lo más posibl e al grupo superi or a través de
inferio r. La compe tición social rupo; una segun da estra-
n abiert a con el exogru po superi or, tenien do como rei':1terpretando o modif icando el perfil del endog
implic a la confro ntació erístic as negati vas del
tegia. es la de trasto car la valora ción de las caract
objetiv o el cambi o social , político o económico. as, con el fin de difere nciar-
ente bajo cier- propio grupo para que aparez can como positiv
Mumm endey y Schre iber (1983) conclu yen que es únicam gia consis te en la creaci ón de
nciars positiv ament e
e se del grupo de alto status , y la tercera estrate
tas condic iones que los endog rupos tiende n a difere rupo a través de la acción social y
zas y Pérez (1991) se- nueva s características positiv as del endog
devalu ando al exogru po. Roux, Mugny, Sánch ez-Ma de la difusió n ideoló gica.
menta les sobre las
ñalan como factor determ inante , en los estudi os experi ociales que inter-
do, ya sea éste mul- . Concluimos aquí la. descri ~ci~n de los proces os psicos
relacio nes entre grupo s, al tipo de compa ración utiliza mterg rupal. A contin uación nos introd uci-
ración unidim ension al hace vienen en la compa ración social
tidime nsiona l o unidim ension al. La compa de índole más social presen tes en las relaciones en-
ógica de los miemb ros de los gru- remos en dimen siones
que se muest re la incom patibi lidad psicol ias y la tipolo gía
olos sin otra altern ativa que no sea la tre grupos, es decir, el contin uo de estruc turas de creenc
pos en cuanto a sus intere ses, dejánd del conflicto social.
Por el contra rio, la compa ración mul-
de manif estar un sesgo endog rupal.
los sujeto s sean menos compe titivos, más
tidime nsiona l hace posibl e que socia/.-<;ambío social.
. La multid imens ionali dad abre la posibili- El conflic to social. y el contin uo de creencias movili dad
genero sos y conde scend ientes
del exogrupo. Sin em-
dad de compl ement ar proyec tos con la partic ipació n contin uo de creenc ias
b), la aparic ión de Tajfel (1984) enunc ia la existe ncia de un impor tante
bargo y de acuerd o con Mumm endey y Schre iber (1984 inante para la aparic ión de la con-
endog rupal no sig- movil i?ad social-cambio social determ
cierto favoritismo exogr upal o la dismin ución de sesgo el po!o _CO_r,!:_~p_ondi~~.:W;i
nifica que el grupo que experi menta estos proces os
no esté encon trando , ducta m~e~ upal. -~v iduo s que se ubica n en
~ §gciaj, están peisu adido nle tjuéla · situac ión socjal ;tá con-
por esta vía, una identi dad social positiva. tirá pasar, dada la flexibi lidad y per~
, Huici (1989), !8ur~~.ª de tal forma que le pemii
Son varios los autore s que, como Spears y Manst ed (1989) relacio nal, de su grupo origin al a otro que le
Knipp enberg (1983) , han visto en '._Ileabilidad de la estruc tura
, Mumm endey y Schre iber (1984 b) y Van posició~--soeiaI:-'& t~
al exogru po de bajo status una estrate gia -tea ~ convern~l!!_e y que le asegure una mejor
¡ la atribu ción de rasgos positivos cta emine nteme nte indivi dual. P~r-otr~·1;-ic;:
endog rupo de alto status está adqui riendo ~cia _pro dll~u na condu
'. de compa ración en la que el
"--
180 SIGNIF1CADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA TEORÍA DE LAS RELACIONES INTERCRUPALES 181

se ubican en el extremo de cambio social los sujetos que poseen la certi- la ob~ención d~l tr~u~fo ~~ la competición, mientras que el segundo caso
dumbre de que la. estructura social es sumamente rígida y que es práctica- se ref1_ere a la d1scnmmac1on exogrupal por medio de la elaboración de es-
mente imposible mudar individualmente de grupo. Los individuos creen, tereotipos negativos que funcionan como diferenciadores entre el endo y el
entonces, que la única forma de traspasar las fronteras grupales y ascender e.x:ogrupo.
socialmente es por la vía de la acción grupal conjunta. Los sujetos posicio- El conflicto implícito es aquel que a pesar de no estar institucionalizado
nados en este polo del continuo, presentan una conducta típicamente in- y de que algunas veces los mismos grupos nieguen su existencia ésta se
., tergrupal. hace evidente. La competición social, tal como la definimos anteri~rmente
'--"Tajfel (1984) nos recuerda que el continuo movilidad social-<:ambio so- es un caso particular de este tipo de conflicto. '
cial funciona a nivel general y nos advierte sobre las simplificaciones en Una última consideración es n~cesaria. Dado que la creencia en el cam-
las que podríamos caer, si no consideramos otras variantes presentes en la bio social ocurre cuando hay una concientización grupal de que la acción
realidad social. Este autor encuentra tres variantes que son las siguientes: conjunta es indispensable, se puede afirmar que la realización del cambio
existe una primera situación en la que hay una creencia de cambio social social se buscará por la vía del movimiento social. Por movimiento social
en la que los individuos no perciben una rígida estratificación social que se entiende "desde el punto de vista de la psicología social, como los es-
facilitaría que los individuos pudieran pasar, si así lo desearan, de un gru- fuerzos de grandes masas de personas, que se definen a sí mismas y a me-
po social a otro -el sentimiento de pertenencia de un veracruzano en nudo son definidos por otros como grupo, por resolver colectivamente un
cuanto a ser miembro de su estado o ser parte de la ciudadanía del país, es prob~ema que sienten que les es común y que se percibe que surge de sus
un ejemplo de esto-; una segunda variante la constituyen algunos indivi- relac10nes con otros grupos" (Tajfel, 1984). Las características que distin-
duos que por diversas razones, sean éstas emocionales, afectivas o ideológi- guen a los movimientos sociales son: una cierta duración, la participación
cas, están interesados en construir artificialmente una estratificación con de un número significativo de sujetos y la existencia de un sistema de
grupos sociales claramente diferenciados -el ejemplo prototípico de esta creencias compartido. Esta última debe incluir una serie de objetivos con
variante se podría encontrar en la ideología nazi promovida por Hitler y relación al exogrupo que denoten el deseo de cambiar la situación social
en el trato que recibieron los exogrupos odiados: los judíos, los gitanos y intergrupal (entrando en conflicto con el grupo que desea preservarla) 0
los comunistas-, y la tercera variante es un conflicto de intereses entre gru- manifestando la necesidad de mantener el status quo intergrupal (conflic-
pos en la que la relación de status es poco relevante y en la que se muestra tuándose con los grupos que promueven el cambio social).
una.total conducta intergrupal -un partido de fútbol, en el que es impro- Con este punto concluimos la exposición de los aspectos teóricos relati-
bable que los sujetos intenten súbitamente una estrategia de movilidad so- vos a la conducta intergrupal. Pasaremos ahora a abordar una serie de
cial y se cambien de equipo a mitad del encuentro, es un ejemplo de esta procesos intragrupales que inciden directamente sobre la conducta inter-
variable. grupal, tales como la cohesión grupal, la despersonalización y el "efecto de
Ahora bien, la existencia de un sistema de creencias de cambio social la oveja negra".
supone, como ya hemos indicado, tanto el establecimiento de una situa-
ción social estratificada en grupos, de acuerdo con la situación económica, LA IMPORTANCIA DE LOS PROCESOS INTRAGRUPALES
racial, social, religiosa, étnica, etc., como la imposibilidad tangible de cam- PARA LA CONFIGURACIÓN DE LAS RELACIONES INTERGRUPALES
biarse de un grupo de bajo status a otro de alto status debido a diversas le-
yes, normas sociales y sanciones impuestas por el grupo dominante. Es de es- Revisaremos ahora diversos procesos intragrupales y su impacto en las re-
~ r en estas condiciones, la existencia de un fuerte conflicto intergrupal. laciones entre grupos. Nos remitiremos principalmente a la teoría de la
\~l ,conflicto, según Tajfel y Tumer (1~7~), puede ser explí~tº.º ~plíc~- categorización del yo desarrollada por el profesor John C. Turner y sus co-
to. El conflicto explícito es un hecho ob1envo y puede estar mstltuc1onal1- laboradores, y daremos cuenta, además, de otro proceso intragrupal parti-
zado y legitimado, y puede ser aceptado consensuadamente por los grupos cularmente interesante denominado el "efecto de la oveja negra", investi-
interactuantes. Este tipo de conflicto puede plantearse con relación al exo- gado por J. M. Marqués y colaboradores.
grupo, de una forma instrumental u otra no instrumental. El primer caso
contiene toda la serie de acciones que están relacionadas directamente con
182 SIGNIFICAD OS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA TEORÍA DE LAS RELACIONE S INTERGRUPALES 183

Los procesos intragrupales investigados ellos es menor que las diferencias percibidas entre ellos mismos y el resto
por la teoría de la categorización del yo de las personas.
. L~ _saliencia de las categorías del yo es un proceso que se refiere a la ac-
Para conocer la importanc ia que tienen los procesos estudiados por la teo- tJ.vac1un de una categoría de pertenenci a grupal que se hace cognitivam en-
ría de la categoriza ción del yo para las relaciones intergrupal es, podemos te prepotente . La saliencia se integra por dos procesos fundament ales: la
remitirnos a la cita del propio Tumer: accesibilid ad y el ajuste. La accesibilid ad es la rapidez con la que un es-
tí~ulo determina~ o se codifica e integra dentro de una categoría del yo;
~a teoría de la categorización del yo es, así mismo, el producto de una distin- m1entr~ _que el a1uste «:5 el grado de concordan cia entre un estímulo y los
' guida tradición europea de investigación sobre los procesos de categoriza- requenm1e ntos necesanos para pertenecer a esa categoría.
ción social y sobre la identidad social iniciada por Henri Tajfel en su última Una vez que se han mostrado salientes las categorías endogrupa les y
época. En muchos aspectos, la teoría trata de poner explícitamente de mani- exogrupale s y que a través de la razón de metacontra ste el individuo ha es-
fiesto los supuestos sobre la formación del grupo psicológico necesarios para tructurado la situación como intergrupa l (dando paso a la formación del
entender los resultados de los estudios de categorización social en la conduc-
endogru~o) , entonces es posible que surja la despersona lización y que se
ta intergrupal que comenzó Henri (Tumer, 1990).
haga umforme la conducta endogrupal . La despersona lización, como he-
mos afirmado antes, subyace a todos los fenómenos grupales.
Queda claro, pues, que hay un objetivo particular en la teoría que es co-
nocer los procesos intragrupa les que posibilitan la formación del endogru-
La cohesión grupal
po y que dan pie al establecim iento de las relaciones intergrupal es. Nos in-
La cohesión grupal es vista por los teóricos de la categorizac ión del yo":,)
troducirem os, ahora, en el proceso más general que causa la conducta
como un subproceso dependient e de la despersona lización. La cohesión
endogrupa l, es decir, la despersona lización.
grupal se entiende, simple y llanamente , como la atracción mutua que los
miembros del endogrupo sienten entre sí. Las causas de esta atracción no
La despersonalizaci6n
son de tipo afectivo, sino que responden a factores meramente evaluativos ,
~ n el apartado dedicado al continuo interperson al-intergru pal de la con-
de tal manera que los miembros del endogrupo serán evaluados más posi-
ducta social, hicimos mención del proceso de despersona lización y lo iden-
tivamente mientras más se les perciba como prototípico s (representa tivos)
tificamos como el mecanismo que permite la aparición de los fenómenos
del propio grupo. La cohesión es, podríamos resumir, el producto de seme-
de grupo. Aquí ahondarem os en este concepto. Así pues, la despersona liza-
janzas o identidade s compartida s entre los miembros de un endogrupo de-
ción es el proceso a través del cual los sujetos se perciben a sí mismos
terminado. La cohesión grupal no es el resultado de la atracción interper-
como mutuamen te intercambi ables en el seno del propio grupo. Podemos
sonal, sino de la atracción intragrupal (tal como señala Hogg, 1990). Esto
referimos a este proceso como el de la estereotipa ción del yo, ya que el in-
significa que la identificac ión con el endogrupo antecede a la aparición de
dividuo asume las característi cas propias que norman la conducta endo-
grupal. La despersona lización no implica, de ningún modo, una pérdida
la cohesión grupal, a diferencia de lo que sostienen muchos psicólogos so-
ciales norteameri canos teóricos de la cohesivida d del grupo, en el sentido
de identidad ni un retroceso, en el sentido de la desindivid uación utili-
de que la atracción interperson al y la cohesión grupal resultante sentaban
zada por Le Bon para explicar el comportam iento de las masas, sino que
las bases para la emergencia del grupo social. Desde el punto de vista de
supone un cambio de la identidad personal a la identidad social. La des-
los teóricos de la categorizac ión del yo, el grado de cohesión social es resul-
personaliz ación se hace posible al hacerse salientes las categorías endogru-
tado del nivel de formación del endogrupo .
po-exogrup o que determinan la pertenenci a endogrupal .
Los antecedent es de la despersona lización son: la formación de las cate- El enfoque propuesto por la teoría de la categorizac ión del yo nos per-
mite reconocer la importanci a de los procesos endogrupal es (formación del
gorías endogrupa les y la saliencia de las categorías del yo. El primero se re-
grupo psicológico, despersona lización, cohesión grupal, etc.) que posibili-
fiere a la génesis del grupo y se rige por el principio de metacontra ste, que
tan y determinan las relaciones intergrupal es. Para concluir con este capí-
surge cuando un conjunto de individuos muestra la tendencia a categori-
tulo dedicado a la teoría de las relaciones entre grupos, revisaremo s un
zarse a sí mismo como un grupo, ya que las diferencias percibidas entre
184 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS

proceso psicosoci al recientem ente estudiado : nos referimos al "efecto de la


oveja negra".

El "efecto de la oveja negra"


ri Este proceso psicosocial (intragrupal e intergrupal al mismo tiempo) se ob-
de lo agradable y de-
serva en la siguiente hipótesis: "que los juicios acerca
ANEXO
sagradab le de los miembros del endogrup o debe producir evaluacio nes po-
sitivas y negativas más extremas , que los juicios sobre lo agradable y
desagrad able de los miembro s del exogrupo " (Marques, Yzerbyt y Leyens, LA VINCULACIÓN ENTRE LA TEORÍA
1988). Esta hipótesis ha recibido suficiente apoyo empírico en los estudios DE LAS RELACIONES INTERGRUPALES
experime ntales de estos autores.
Y LA TEORÍA DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES
Lo que llama realmente la atención de los resultados no es que los miem-
bros del endogrup o sean valorados de manera más positiva que los del
exogrupo , sino precisam ente lo contrario , que los miembros del propio gru-
El objetivo del presente anexo es el de encontrar y hacer evidentes los pun-
po que reciben una evaluació n negativa en aquellas dimensio nes relevan-
tos de contacto entre dos de las más importan tes teorías psicosociales con~
tes para la propia identidad social endogrup al, sean rechazado s de una
temporán ~as com~ lo son: la de las relacione s intergrup ales y la de las re-
for.ma más extrema que los miembro s del grupo rival. presentac10nes sociales.
,¡Í)Este proceso psicosocial está determin ado por distintos factores de índo-
Es interesan te observar tanto las coincidencias como los aspectos com~
.Mmotivaci onal y cognitivo y se vincula estrechamente con las normas so- plementario~ que exist~n entre ambas teorías. Como puntos comunes po-
ciales de grupo. "El efecto de la oveja negra", señalan los autores, está en
d~mos menc10na r el ongen geográfico en el que surgen, ya que ambas son
concorda ncia con los presupue stos de la teoría de la C.I.C., ya que la deva-
e1emplos de desarrollo~ teóri~os eur?peos, y el objetivo que persiguen , que
luación de los miembros desagrad ables del endogrup o puede considera rse
es el de recuperar_ la ~1m~~s1ón ~ocia! en una disciplina donde es prepon-
como una estrategia sofisticad a de favoritismo endogrup al que preserva la ·
md1v1dual1sta, tanto teórica como metodolo' g1ca. El
derante la reducción
· . . .
identidad social positiva. · ¡d también a ambas teorías ya q
mve e anáhs1s es algo que d1stmgue ' ~se
Como último punto de este capítulo, deseamos afirmar que resulta con- ~- .
_1can, 1~equívocamente, en los niveles intergrup al e ideológico, en el que
veniente tener siempre en considera ción que, como sostiene Deschamps
p_nma el mterés por los procesos psicosociales generados en los grupos so-
{1977), no existe contradic ción alguna entre los procesos de diferencia ción
ciales. Por otro lado, la complem entarieda d a la que hacíamos referencia
intergrup al con los procesos de diferencia ción intragrup al. Sobre este pun-
se observa e~ el hecho ~e que, si bien la teoría de las relacione s intergru-
to en particula r, el autor acude a la hipótesis de covarianz a para señalar la
pales está onentada hacia los procesos grupales y su definició n estructura l
interdepe ndencia entre ambos fenómeno s. El autor consigna diversos estu-
Y la teo~a de las. repre~e~taciones sociales se enfoca hacia los aspecto~
dios en los que se ha observad o que en las relaciones intergrup ales inten-
const~ct~vos y soc10cogmt1vos de los grupos, es muy difícil pensar que pue-
samente conflictiv as, los grupos participa ntes tienden a conforma r organi-
dan ~XIS~lr represent aciones sociales que no estén determin adas por una
zaciones intragrup ales jerárquic as. También se ha constatad o el hecho de
relación mtergrup al con~reta, y que, inversamente, una relación intergru-
que los miembro s de grupos de alto status buscan una distintivi dad inter-
pal pueda ser comprend ida abstrayén dola de una red de represent aciones
personal que es totalment e compatib le con una alta identifica ción grupal. sociales prexisten tes.
Podemos sostener, pues, que en las relacione s intergrup ales las partes invo-
_Tanto Tajfel co~o Moscovici han hecho referencias explícitas a la proxf..12)
lucradas no son estructura s monolític as, sino que siempre se da una diná-
m1dad de_ las teon~ que a~os represent an. En su escrito póstumo Tajfel' ·,
mica interna que está ligada y que determin a en buena medida las carac-
(1983) senalab~ la 1mport~nc1a_ de la estructur a de las relacione s entre gru-
terísticas de ese tipo de relacione s.

-
pos_ en la creación de la diversida d de las representaciones sociales (mitos
sociales, según su propia denomina ción) de los endo y exogrupos. Las re-

185
186 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA TEORÍA DE LAS RELACIONES INTERGRUPALES 187

( presentaciones sociales dentro de la teoría de las relaciones intergrupal~ endogrupal que reconocía sus ventajas sobre el grupo comprensivo, quien
\ cumplen las siguientes funciones: "las explicaciones socialmente compartl- construía su representación con base en la negación o rechazo de las carac-
< das de eventos sociales complejos, una diferenciación de otros grupos rele- terísticas del grupo superior. La atribución de éxito por parte del grupo públi-
j vantes y una justificación de las acciones planteadas o cometidas contra co se remitió al esfuerzo realizado por ellos, mientras que en el grupo com-
( otros grnpos" (Tajfel, 1983). · . . prensivo se lo explicaba en términos de suerte. La identidad social era
' - Por su p8.[!~, t,f_q~~vici (1984) considera que las representac10nes~_?Cta- positiva en ambos casos aunque existía una mayor necesidad del grupo in-
les son una dimcmi,i.9~ específica de los grupos, al igual que elg§~ro ola ferior por alcanzar una valoración más positiva.
cfase· sócril.."Moscovici (Í988) describe que las representaciones sociales La relevancia de estos estudios empíricos, es evidente, no agota los es-.V
son cr~das dentro de un ambiente grupal similar al existente en asam- fuerzos de vinculación realizados hasta ahora, por lo que es necesario í ·
bleas o reuniones, en la que después de haberse expuesto argumentaciones apuntar otras importantes reflexiones teóricas. lbáñez (1988) al señalar las
y contrargumentacione s, y de habers_e sucedid? algunos _cambi?s ~e opi~ funciones de la representación social, hace hincapié en su determinación
nión, la representación final no refle1a necesanamente m unamm1d~d. m en la construcción de las identidades personales y sociales, al igual que en
consenso, ya que puede definirse como una corriente grupal de opm1ón la configuración de los grnpos y en su sentido de pertenencia grupal, por
que incluye, además, divergencias individuales. Para Moscovici, ~ene lo que considera que las representaciones cumplen una importante fun-
recordar, las r_ep.resentaciones social~ son -~im.e.parª1:>les de ~ o s ~e ción en la estructuración de las relaciones intergrupales. Jodelet (1991)
l_~,2_bjeiiv~~ de l~ misma f~~ma que la Nación se confunae con el territo- también ubica el origen de las representaciones sociales dentro de las rela-
rio que ella ocupa (Moscov1C1, 1990). . . . . . ciones entre grupos. Ella sostiene que las representaciones están estrecha-
· · Las posibilidades de vincular en las mvestigac10nes ps1cosoc1ales a am- mente ligadas con el mantenimiento de la identidad social, ya que los indi-
bas teorías no ha pasado desapercibida por muchos autores. Es así como, viduos que comparten una afiliación grupal tienen en común una forma
acudiendo a la literatura disponible, se pueden citar algunos ejemplos in- de pensamiento (conjunto de representaciones) que los vincula estrecha-
teresantes. Doise, Csepelli, Dann, Gouge, Larsen y Ostell (1972) realizaron mente. "Estas definiciones compartidas por los miembros de un mismo
un estudio pionero en esta búsqueda de integración teórica, en la que se grupo constituyen una visión consensuada de la realidad. Esta visión, que
) intentaba conocer las características de las representaciones sociales del puede entrar en conflicto con la de otros grupos, es una guía para las ac-
:,\ !,Jldo y el exogrupo en un contexto de relación intergrupal. En dicha inves- ciones y cambios cotidianos" (Jodelet, 1991). Finalmente, otro académico
.tigación se encontró que las representaciones sociales del exogrupo, en una que ha reflexionado sobre la integración de las teorías es, como ya dijimos,
situación en la que se anticipaba una interacción conflictiva, tendría un Di Giacomo, quien afirma que "los grnpos humanos construyen sobre ellos
carácter justificatorio de la conducta intencional del endogrupo. En otro mismos, los otros y los eventos que viven, explicaciones cuyo objetivo no es
estudio Di Giacomo (1980) analizó un movimiento universitario de protes- científico, sino práctico: ayudar a la regulación de comportamientos intra
ta en ei que indagó las representaciones sociales que los participantes te- e intergrnpales" (Di Giacomo, 1987). Este autor llega a concluir que si lo
nían del principal grupo promotor, tomándolo como predictor de una po- que se quiere es reconocer grupos ideológicos diferenciados es menester es-
sible alianza o rechazo con la comunidad estudiantil. El resultado fue que tudiar las representaciones sociales que definen esa distintividad.
a pesar de que los estudiantes justificaban las razones de la movilización, Haremos referencia ahora al importante trabajo de vinculación teórica
rechazaron completamente al grnpo promotor del que tenían una negativa que desarrollan en la actualidad los profesores de psicología social de la
representación social, por lo cual las protes~as no tuvier?n éxi~o. ~inalmen- Universidad del País Vasco (UPV). Es interesante observar cómo los estu-
te, Hewstone, Jaspars y Lallje (1982) realizaron una mvestigac1ón en la dios de representación social sobre el SIDA, el alcohol, el nacionalismo, las
que integraron la teoría de las representaciones sociales, la de la atribu- drogas, los grupos, etc., están ubicados siempre dentro de un contexto de
ción social y la de la identidad social. Ellos encontraron que las repre- relaciones entre grupos donde se define la identidad social. Para Páez
sentaciones que los jóvenes de dos sistemas educativos distintos (el público (1987), las representaciones sociales se focalizan siempre sobre los objetos
y el comprensivo) tenían del endogrupo y el exogrupo estaba en la base de sociales que son relevantes para el grupo que las posee. Este autor sostiene
la atribución de la causalidad y de la identidad social. Tanto fue ~í, que que "el pensamiento social de sentido común está determinado por una je-
el grupo de status superior, es decir el público, tenía una representación rarquía de normas evaluativas que dependen de las relaciones entre los
188 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS LA TEORL\ DE LAS RELACIONES INTERGRUPAL ES 189

grupos. La defensa de la posición del grupo de pertenencia y la diferencia- Se puede concluir de lo expuesto en este capítulo, que se están dando im-
ción con los grupos de referencia negativos regulan las representaciones so- po~antes esfuerzos de vinculación entre la teoría de las representacio nes
ciales" (Páez, 1987). Páez (1992) y Echebarría (1991) señalan que un rasgo sociales y la teoría de las relac_i~nes intergr:upales, lo que sin duda configu-
distintivo de las representacio nes sociales es que surgen en situación de ra un poderoso marco de anáhs1s y de explicación de la conducta grupa.l
.
conflicto intergrupal para justificar, explicar o negar esa realidad conflicti-
va. Páez y Ayestarán (1987) afirman que no es necesario un conflicto entre
grupos para que se erijan representacio nes favorables al endogrupo y des-
BIBLIOGRAFÍA
favorables al exogrupo, pero consideran que el conflicto intergrupal es la
condición suficiente como generadora de representacio nes, hostiles para el
grupo ajeno y comprensiva s para el propio .. Es ese conflicto el que fomenta Arcuri, L. (1988) Conocimiento Social y Procesos Psicológicos (Biblioteca de
la polarización y el extremismo que caracteriza a las representaciones so- Psicología No. 17), Barcelona, Herder.
ciales estereotipada s. Los autores concluyen que la representació n social Ayestarán, S., Arróspide, J. y Martínez de Taboada, C. (1992) Nuevas Téc-
tiene un origen que refleja las posiciones sociales de los individuos y gru- n~cas en el Estudio de Grupos, en Clemente, M. (comp.) Psicología So-
~ que las construyen. cial. Métodos y Técnicas de Investigación, Madrid, EUDEBA.
rJtfA continuación se presentan las conclusiones de una serie de estudios Ayestarán, S. y Martínez de Taboada, C. (1992) Posición Social y Salud
que un grupo de investigadore s de la UPV han realizado en tomo a la re- ~ental, e~ Al:a~o, J., Torregrosa, J. y Garrido, A. (comps.) Influencias So-
ciales y Psicológicas de la Salud Mental, Madrid, Siglo XXI. ·
presentación social del grupo. Ayestarán (1987) considera que la represen-
tación del grupo es el elemento nuclear que determina los otros tipos de Ayestarán, S. (1~87) Las ~~presentaci ones Sociales del Grupo, en Páez D. y
representacio nes tales como el grupo de uno mismo, el de los otros y el sis- cols. Pensamiento, Individuo y Sociedad: Cognición Social y Representa-
tema atributivo del grupo. Ayestarán y Martínez de Taboada (1992) seña- ción Social, Madrid, Fundamento s.
lan que la determinació n de un grupo social se fundamenta no sólo en la Billig, M. {1976) Social Aychology and lntergroup Relations, London Aca-
demic Press. '
identificació n grupal, sino además en la construcción de una representa-
ción social endogrupal que muestra el grado de compromiso por el cambio Brown, R. {1990). Relaciones Intergrupales, en Hewstone, M., Stroebe, W.,
social y su ubicación en la jerarquía social. Esta representació n contiene C_odol, J. P. y Ste~henson, G. M. (comps.) Introducción a la Psicología So-
elementos que dejan ver la posición intergrupal y la identidad social del cial. Una Perspectiva Europea, Barcelona, Ariel.
grupo, permitiendo observar los procesos de comparación social entre los Brown, R. y Williams, J. (1984) Group ldentification ; The Same Thing to
grupos. La representació n social está constituida también por contenidos · Ali People?, en Human Relation, 37, No. 7, 547-564.
de distintos niveles de análisis (interpersona l, intragrupal, intergrupal e Deschamps, J. C. (1977) L'Attribution et la Categorisation Sociale, Berna, Pe-
ter Lang.
ideológico). Ayestarán, Arróspide_y Martínez de Taboada (1992) concluyen
que toda representació n del grupo se desenvuelve en dos ejes o continuos: Deschamps, J. C. (1983) The Social Psychology of lntergroup Relations and
el eje jerarquizació n-igualdad y el de aceptación-re chazo, que es entendido Categorical Differentatio ns, en Tajfel, H. (comp.), The Social Dimension
por los autores como semejante al continuo movilidad social-cambio social (European Developments in Social Psychology), Cambridge, Cambridge
introducido por Tajfel. El primer continuo señala el anclaje del grupo den- U niversity Press.
tro de la estructura social y el segundo muestra la dimensión ideológica, Di Giacomo, J. P. (1980) lntergroup Alliances and Rejections Within a Pro-
cultural y simbólica de la representació n social endogrupal. Los autores test Movement (Analysis of Social Representations), en European Journal
concluyen que "la construcción de la representació n social de un grupo es of Social Psychology, 10, 329-344.
inseparable del contexto intergrupal de la realidad social. Por tanto, cuan- Di Giacomo, J. P. (1987) Teoría y Métodos de Análisis de las Representa-
do un individuo se identifica con un grupo social, asume una determinada ciones Sociales, en Páez, D. y cols. Pensamiento, Individuo y Sociedad:
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con el objetivo común de buscnr,
pects for ·Intergroup Relations, en European Journal of Social Psycho- en mapas que no existen,
logy, 5, pp 5-34. los caminos que tampoco existen
Turner, J. C. (1978) Social Comparison, Similarity and Ingroup Favouri- pero sin embargo conducen a ese ancho territorio imaginario
tism, en Tajfel, H. (comp.), Differentati.on Between Social Groups, Lon- que se llama ·'el futuro de la humanidad'
y ante cuyas puertas, pavorosamente fortificadas,
don, Academic Press. la estupidez que hoy por hoy asfixia In vida en el planeta
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Van Knnipenberg, A. (1983) lntergroup Differences in Group Perceptions, pos, siendo un aspecto importante la forma en que sus miembros llegan a '>
1
en Tajfel, H. The Socicú Dimenaion (European Developments in Social formarse juicios u opiniones que, en muchos de los casos, chocan con las )
Psychology}, Cambridge, Cambridge University Press. ideas ya existentes usadas para explicar ciertos fenómenos sociales. ~./
Hasta hace algunas décadas, los estudiosos de la psicología social se in-
teresaban por los procesos y las razones por las que la gente tendía a la
conformidad, así como por los medios con los cuales se lograba esto. Ante
este fenómeno eran necesarias respuestas a preguntas tales como: ¿por qué
y cómo intenta un grupo imponer sus puntos de vista a un individuo o a
un subgrupo?, ¿por qué y cómo adopta el individuo o el subgrupo los pun-
tos de vista del grupo? (Moscovici, 1981). Partiendo de estas preguntas es

193
INFLUENClA SOCIAL MINORITARIA 195
194 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS
Según este modelo mayoritario, "el líder es la autoridad posible, los
como se comienza a descifrar la manera en que la teoría tradicional en miembros del grupo dependen en la elaboración de sus juicios de la pers-
psicología social concibe el fenómeno de la influencia socia_l. · pectiva de aquél" (Juárez, 1995, p. 93), toda vez que ahí ven al poder en-
Las explicaciones de la influencia van desde las más sunples, co~o el camado, razón que lleva a reflexionar a Tomás lbáñez (1987) que "el po-
tratar de demostrar que ésta es posible existiendo elementos :Uímmos der ha sido concebido como una característica o propiedad de la fuente de
como una fuente (emisor) y un blanco (receptor), hasta las más elabora- influencia, de modo que podía modular los efectos ejercidos sobre el recep-
das" en las que se plantea el elemento de las jerarquías que_ señala_ ~e tor de influencia" (p. 263). De esta manera., "el punto de vista que se mani-
aquella persona que tiene más estatus es quien está en me1or pos1~1ón fiesta a partir de una posición de poder goza de muchas posibilidades
-para 1n · Más au' n , en algunos de estos estudios se. parte de la idea
· fl mr. para engendrar un automatismo comportamental por el que el sujeto se
de que "la influencia como la transmisión de información se produce de alinea con el discurso de la fuente" (ídem). Luego entonces, según esta lógi-
mo d o as1m· étn" co " (p . 34), ya que ésta puede ir de la fuente al blanco, pero. ca de la influencia mayoritaria, "sería la dependencia que une el receptor a
no a la inversa, siendo la fuente de influencia la ma!oría_y e~ blanco la mi- la fuente lo que explicaría que se produzcan los efectos de influencia" (p.
noría. Moscovici aplica el término de "modelo func1onal1sta a esta forma 264), por lo que también se puede concluir que "una fuente desprovista de
de explicar la influencia. , . . poder no puede influir, sólo puede ser influida" (ídem).
, n n este modelo "el punto de vista de la mayoría es la umca opción
~~ta normativa; el punto de vista de la minoría no es simplement~ o~ro EL CONTROL Y LA CONFORMIDAD
unt~ de vista es un vacío, una no-Opinión, definida como no mayontana,
p O anómi~ (y por tanto, contraria a la evidencia)" (p. 35). En este mo- Dentro de este modelo funcional es explicable la imposición de cierto tipo
com ' .d. . al l
delo la relación de influencia se concibe de manera un_1 . irecc1on pues e de normas sociales, si se toma en cuenta que "una sociedad, una organiza-
ayoritario fuente de influencia, toma las dec1S1ones con base en ción, una familia o un grupo no podrían existir o preservar su integridad
grup O m ' . . l cód"
1gos y es-
las propias que él ha instaurado, decidiendo además os sin imponer a todos sus miembros reglas comunes y convenciones bien de-
tímulos del blanco de influencia (nunorías o m 1V1 uos . "Parece ser q_ue
reg · · · d" "d ) finidas, normas que deben compartir y disposiciones que deben obedecer"
el consenso, la sumisión a las normas, la supresión de fuertes P':!eren~1as (Doms y Moscovici, 1984, p. 72), con la clara finalidad de tener conformi-
s la necesidad de dirección y de aprobación, son condiciones 1m- dad entre sus miembros y asegurar de esta forma la existencia del propio
pers Onale , . . ·d (l" " (
prescindibles para toda interacción coordinada y exenta e con 1cto . p. grupo.
123), mecanismos mediante los cuales actúan las mayorías sobre las mino- De presentarse la "desviación" de uno o varios integrantes del grupo, la
rías al interior de un grupo. mayoría tiene sus herramientas o procesos tendientes a la recuperación de
Para el modelo funcionalista, los desviantes, claro ejemplo de ello es la cohesión y atracción que generan
,-~).l comportamiento del individuo o del grupo tiene por funció_n asegurar su para reducir la distancia entre los miembros del grupo que pueden tener
'/¡nserción en el sistema o en el ambiente social. En consecuencia, puesto que puntos de vista diferentes. En el mismo nivel de acción se encuentran la
las condiciones a las que debe adaptarse el individuo o e~ ~po están dadas, identificación, la desindividualización, donde entran en juego nociones
la realidad se describe como algo uniforme[...] La d~ac1ón representa_el como el "nosotros" o "el grupo", anteponiendo la mayoría o totalidad de
fracaso en la inserción dentro del sistema, una carencia de recUIIIOS o d~ m- una colectividad al individuo o subgrupo, desplazando de esta manera la
formación en lo concerniente al medio social[... ] Desde este p':'°to de VLSta, opinión desviante hacia la emitida por el grupo. Vista así, la influencia
· do, e1 pr
pn·vileg1a . la des-
. . . la reducción de
· oceso de influencia. tiene por ob1"eto mayoritaria trata de impedir la disminución de la actividad de variación, y
viación, la estabilización de las relaciones entre mdiV1duos y de los intercam- pretende imponer el control para otorgarle una mayor vida al grupo. Se
bios con el mundo exterior (p. 25). podría asegurar que esa es su función esencial.
Así, desde el planteamiento funcionalista., la conformidad es práctica- En el terreno de la cultura política., por ejemplo, hay que señalar que
.
mente una exigencia ·
· d e l os slStemas . alguna forma
soc1"ales. Se ilustra de . en bajo el dominio del autoritarismo o de la mayoría, regularmente impera la
lo que Pérez y Mugny (1987) señalan: "los grupos y los s1Stemas ~1ales ha- lógica de la inmovilidad como forma de conservar el status quo. Así,
n todo cuanto está a su alcance para oponerse a la difusión de ideas y de
:eencias que van contra la que ellos mantienen" (p. 190).
r
196 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA 197

las relaciones y las interacciones sociales están mediadas la mayoría de las para 'contar para algo' y 'ser tenidos en cuenta'. De este modo se realiza un
veces, por formas autoritarias e imperativas, que pone el acento en la obe- objetivo común: el de ser identificados, escuchados e individualizados (pp.
diencia y en una cierta form11 de 'pasividad social' y que se nos habla más 246-247). ·
de obligaciones que de derechos. Los conflictos que generan este tipo de rela-
ciones sociales oscilan entre el conformismo real, supuesto o impuesto, la su- Es justamente en esta interacción en que el antes no visto, el no percibi-
misión y la desviación, la marginalidad, la inconformidad y la disiden~ia do se da a notar, toma visibilidad y es reconocido: "La necesidad que co-
(Uribe, 1995, p. 12). rresponde a este proceso de evaluación de los propios recursos o del dere-
cho a obrar y dejar su importancia en el entorno social y material, es la
Si a ello agregamos que, como señala Moscovici (1981), hay una atrac- necesidad de recorwcimiento sociaf' (p. 247).
ción por lo similar, que "Somos atraídos por los que se nos asemejan; tal es Siguiendo con este razonamiento, y para dar al traste con la concepción
en resumen el principio que sustentan todas las teorías y las experiencias lineal de que sólo quienes tienen estatus pueden ser fuente de influencia,
existentes" (p. 235) y, que Ibáñez (1987) plantea que la influencia social no es exclusividad de fuen-
tes que ocupan una posición socialmente dominante o que gozan de cier-
En razón de su carácter particular, una minoría no puede ni servir de crite-
tos atributos de poder, pues
rio de comparación ni ofrecer aprobación social; carece del poder de atraer.
Por otra parte, la 'simpatía' es correlativa a la atracción. En consecuencia,
el hecho mismo de ocupar o no una posición de poder va a determinar la
una minoría está condenada a ser rechazada y detestada. Todo desviante en
naturaleza de los efectos de influencia producidos sobre el sujeto: una fuente
potencia sabe esto (ídem).
dotada de poder engendra una conformidad superficial, o una complacen-
cia, como resultado de la relación de dependencia que logra establecer; por
El escenario, como se ve, no es muy promisorio. el contrario, una fuente desprovista de poder en ciertas condiciones engen-
dra un cambio profundo, una conversión implícita, fruto del trabajo cogniti-
CRÍTICA AL MODELO MAYORITARIO DE INFLUENCIA vo al que se ve abocado el sujeto (p. 264).

La influencia social vista desde el modelo mayoritario, desactiva la posibi- . En consecuencia, bajo esta perspectiva, "cuando somos minoritarios, des-
lidad de una influencia distinta a la que ella plantea; desde el marco de viados, dominados, nos mostramos aquiescentes, pero no nos convertimos.
esta influencia, la unidireccionalidad, el control, la uniformidad, la finali- Por el contrario, cuando somos mayoritarios, normales, dominantes, rehu-
dad, etcétera, terminará por imponerse en la dinámica grupal, que es lo samos mostrarnos aquiescentes, pero nos dejamos convertir" (ídem). En
que se pretende hacer extensivo en un marco más amplio, por ejemplo, a todo caso, si la mayoría genera cierta influencia, la minoría posibilita otra,
nivel social. Desde esta perspectiva la desviación, lo "anormal", lo diferen- con sus propias formas, lo que ya plantea de suyo una alternativa para
te, lo diverso, es mal visto, razón por la cual Moscovici (1981) llega a plan- abordar tal proceso, lo cual se revisará.
tear que, a un nivel social, se desarrolla una cierta alarma por parte de las
mayorías, cuando las minorías sobresalen en escenarios que se consideran
no son los propios de estos grupos o subgrupos. Estas sorpresas: DESVIACIÓN Y RECONOCIMIENTO SOCIAL:
TRÁNSITO A LA INFLUENCIA
no son puramente accidentales: aparecen al contrario como el punto culmi-
nante de largos esfuerzos perseguidos de forma obstinada para provocarlas, LA DESVIACIÓN
para hacerlas perceptibles a quienes rehusaban verlas hasta entonces. Estos
esfuerzos son particularmente intensos en aquellos que creen poseer los re-
La mirada que percibía que el proceso de influencia social se presentaba
cursos antes mencionados y cuya única oportunidad de preservarlos consiste
en la posibilidad de comunicar con los demás individuos o grupos e influir
cuando había, en un inicio, atracción, simpatía, agrado, dejaba fuera de
en su comportamiento, sus creencias y su manera de pensar. Su propio valor este proceso a los grupos marginales o diferentes, a los que comúnmente se
y el valor de lo que ellos han producido encuentran así confirmación y ratifi- les denomina desviados. Y si tomamos como válido el planteamiento de
cación por su aptitud para obrar y hacer algo frente a los otros; en suma, que somos atraídos por aquellos que se nos asemejan, una minoría no po-
TEÓRICAS INFLUE NCIA SOCIAL MINORITARIA 199
198 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCFBOS Y REFLEXIONF.S

dría servir de referen te para la atracci ón que se debe experim


entar y, en ca~~~ h~-~~- ~~to de presen ~ia con los deseos de individu~~- e> _los
Para estos gru-
consec uencia , ejercer influen cia, y en menor medid a resulta
rá simpát ica o s~~f :'~-~ ~~-ª1 ~ .qu~ pl~nt~ an posiciones diferen te~
los psicó- las 1nstitu c10nes estable cidas y las discrim inacion es
,ra.gra dable, por sus posicio nes desviantes. Según Moscov ici (1981) pos la l~cha contra
idad y el respeto de las
, logos sociale s tienen razón cuando asever an que una
minorí a desvia nte de todo tipo prevalece sobre la necesi dad de estabil
todos los terreno s, pues van
/ abre las posibil idades del rechaz o o, por lo menos , ser consid erada con norm~ " (p. 125). Y s1;1 lucha se extend erá en
la univer sidad, a las luchas con-
~ierta indifer encia por parte de la mayoría. Pero comete n un error: desde las confrontac10nes en el seno de
generaciones y
tra el colonia lismo y el racism o y a los conflictos entre las
atadur as mora-
.~<:Ji deducir de ahí que 'el no conformista puede ser glorificado por los histo-
do en las películas, pero no es estimado gran cosa en su
entre los sexos" (idemk_En esta
.minor
lucha
ías-con
por la
rue1~
rupl!!r:
cicio
a de
-¡~~~is
las
te-~t¡d ; ~~-bio ,
.' riadores o idealiza les, Pº!~t~?~.li_Q<;.i~le.s,Jas
cer a ".cúarid o sé.apo-
época por la gente, a cuyas exigencias él rehusa conformarse' ... Compla según Kaiser y Mug!!:> '.(~987) , tendrá n resulta dos positiv os
o decir la verdad y arriesga rse a fracasa r es a menudo la alternat i- que legitim an su discurs o" (p. 137). ·
los demás yen en los hec~<>s
o un grupo, y es también el caso minorí as
va a la que debe hacer frente un individuo
han sido Acleñúís, habrá que apunta r que los grupos desviados, o las
de un gran número de artistas o incluso de científicos cuando no no ~asan d~apercih_idas; al contra rio, son objeto de atenció
n. Despué s d;
s por el público o por sus colegas. En todos estos casos el respeto se le dedica una
bien acogido
a', del afec- realiza r vanos estudio s Anne Maass (1987) concluye que
y la estima se adquieren muchas veces a expensa s de la 'simpaú
gran ~ t e ~ § : c ! ó deºun-gru1io;-y10-m1SmQ.
au~eae'cón
to, del calor (p.,243).
las mmo ~, por ejempl o un grupo de.. mujeres aislada s
en una c~lectivi-
negros en un grupo de blancos. Por
una desventa- diia donde predom inan los hombr es, o
De hecho, estar margin ado no necesa riamen te represe nta mayor relevan cia, la minorí a atraerí a
pero tampoc o el ser detes- lo que apunta que "a causa de su
ja, aunqu e tampoc o es una situaci ón agrada ble, n sobre su mensa je que la mayorí a. ~
influ encia .~~-- - ~utom áticam ente más la atenció
tado implic a forzosa mente un obstáculo para ejercer que sus mensa jes sean mejor reteni-
minorí a a asumir el ri_~g? 1~al modo, no sorpr~I?-<:!!:_ta_mpoco
debe saber, en todo ~o, e!!_-911-~ impuls a a una de la minorí a
de ser aetesra d~-réC hazada , y ~pco n-eil o~~s covíc l-ií'l1 .rma dos en .la.m.e1P2.~~= _w'.l~~J. Y es que el carácte r distint ivo
l~ cu~f~y u-
que "para ser querid o, es preci.s~-·wsür"" y-ser
p~rcih1do como existente" a u ~ - la a~ció n ~e~e_J >~esta
vez
·al
desem
mensaj
peña
e
un
que ésta
papel
emite,
import ante en la in-
s person as o grupos esto represe nta un da .a record arlo, lo que a su
(p. 245). Sin embarg o, para mucha actitud a largo
s étnicos y sociale s, nacion es, individuos crea- fluenc ia de las minorías: "puede facilita r los cambio s de
serio proble ma, pues "Grupo hecho de obtene r
desean y espera n ver recono cida su existencia y sus plazo" (154). Luego entonc es, es válido plante ar que el
dores, niños, etc., todos de ser categoriza-
no percibi mos, un caráct er distintivo repres enta ya una ventaja , a pesar
mérito s" (ídem). Y ademá s existen person as o grupos que n que antes no se tenía.
salvo ocasio- dos como desviados; cuando menos ya hay atenció
que no vemos o que poseen poca existencia a nuestro s ojos, relació n que se estable ce e ~
onal e instru- Asimis mo, Moscovici (1981) expres a que la
nalme nte, y sólo cobran existen cia en funció n del uso impers ambiva lente. Resalt a el hecho de que
amos, no les ha- tre una mayor ía y una minorí a es
menta l que de ellos hacem os. No los vemos, no los escuch desvian te devien en en uno de los polos
, los pobres para ahora el individ uo o el subgru po
blamos : tal es el caso de "los viejos para mucho s jóvenes la minorí a
s para los civiliza dos, los del grupo y, por tanto, del cambi o social. Pero al mismo tiempo
los ricos, los negros para los blancos, los salvaje es obliga da perma necer "en la perifer ia de la so-
artista s bien situado s: multitu d es mante nida a distanc ia,
princip iantes para los científicos o para los sus cualida des, sus méritos y sus contrib ucione s, sin
reducid os, de muy diversa s formas , a ciedad ; se recono cen
de individ uos o de grupos que están ad los acepta ra
demás individ uos o grupos " (ídem), lo admiti rlos ni aproba rlos abierta mente. Es como si la socied
la invisib ilidad a los ojos de los al respect o
podemos encon- y los desapr obara a la vez" (pp. 243-244). De ahí que Heider
que repres enta por sí mismo una carga. Debido a ello, person a cuando se le
como la familia , el ejército , la iglesia, la escuela tra- mencio nara: "Se profesa una fría admira ción hacia una
trar que ciertos grupos situación se
s polític os hacen todo lo posible por manten er un con- admira pero no se le quiere mucho " (citado en p. 242). Esta
dicion al, los partido resiste ncia a las ideas minorita-
de preserv ar los puede entend er como una estrate gia de
trol social como forma de domini o. En estos grupos la idea influen cia (Papas tamou , 1987).
en una vigilan - rias, lo cual dismin uye su poder de
mismo s valores y mante ner las prácticas jerárqu icas, impon se ha pre-
con la pretens ión de eli- Esta ambiva lencia hacia los grupos minori tarios o desvia ntes
cia rígida del compo rtamie nto individ ual y social Por ejempl o, hay socied ades donde ciertas profe-
. f~- ~ _t::fü>_,_ ~l sentad o históri camen te.
minar la desviación, incluso por anticip ado, previn iéndola
200 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS
'
t

INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA 201

siones son a la vez segregadas y sagradas (Moscovici, 1981). Lo mismo pasa Después de realizar varios estudios, Moscovici llega a la conclusión de
con ciertas poblaciones, como los judíos: se les considera una raza funda- que las minorías en una sociedad son estimadas y detestadas al mismo
dora de nuestra civilización y al mismo tiempo se les excluye (si no habría tiempo. De esta forma se puede percibir que una minoría "se impone a los
que revisar la posición de los nazis); los indígenas, en abstracto, en nuestro ojos de la mayoría, unas veces como uno de los términos lejanos de la rela-
continente son vistos como aquellos que construyeron una gran cultura, ción social y otras como un término próximo y familiar de esta relación"
pero en la práctica actual son excluidos. Lo mismo pasa con los científicos (p. 258).
y los artistas que pueden ser respetados y glorificados, pero no se les con-
fían "puestos de responsabilidad social y política, que quedan reservados HACIA EL RECONOCIMIENTO SOCIAL
para los hombres de negocios, para los funcionarios, para el clero y los mi-
litares" (p. 244). Esto, al parecer, tiene ya una larga tradición, incluso en Para Moscovici muchos de los eventos, como las luchas económicas, socia-
las llamadas civilizaciones occidentales: les, políticas y científicas, tienden también a la conquista de este reconoci-
miento social. Según el autor, una de las primeras preocupaciones de una
Los romanos expresaban esta actitud fundamental en términos claros: admi- nación nueva, de una clase que surge, de un científico que acaba de hacer
rad la obra, pero desconfiad del artista. Desde entonces quizá se ha suaviza-
un descubrimiento o de un artista, y bien podríamos agregar de un movi-
do, pero la mentalidad subyacei;ite no ha desaparecido. Podemos incluso
ampliarla: admirad la idea o el acto desviante pero detestad a su autor. Esta miento soci!3-l, no es existir de hecho, sino ser reconocidos con sus cualida-
ambivalencia o doble pensamiento es una constante de los comportamientos des específicas por las otras naciones, las otras clases, los otros científicos,
sociales para con las minorías (ídem). artistas u otros movimientos sociales, planteamiento que se hace extensivo
a otras esferas:
Quizá un elemento que refuerce esta noción la constituyan los senti- ('f)rodo representante de estos grupos tiene la sensación de haber sido recono-
mientos que se experimentan en el momento que emergen ciertos movi- '1.j cido cuando, y sólo cuando, tiene razones para considerar que él y los suyos
mientos sociales o armados, como el zapatismo. Por un lado, se experimen- han iniciado un cambio que se produce en las otras naciones o las otras cla-
taba ciertas sensaciones de afiliación, ciertas atracciones y seducciones; se ses y, para un científico o un artista, cuando su obra ejerce una influencia
"entendía" y se "comprendía" el porqué, las razones de su levantamiento; sobre los trabajos de los otros científicos o artistas. Muchos rituales, símbo-
de hecho se presentó cierto grado de admiración (de ahí que se portaran los, honores, títulos, ceremonias y cumplidos de todo tipo tienen fundamen-
pancartas y playeras con imágenes de zapatistas). Pero, al mismo tiempo, talmente por objeto, en la mayor parte de las sociedades, facilitar la evalua-
también se experimentaba cierta dosis de rechazo, debido al método por el ción de tal influencia (1981, p. 247).
que se habían presentado: las armas. Esta especie de sentimientos encon- Y esta necesidad del reconocimiento social tiene su origen:
trados no han dejado de extemarse en diferentes momentos del proceso en el supuesto de que el individuo o el subgrupo dispone de un excedente de
zapatista en México. recursos intelectuales o materiales, y se expresa por la sensación subjetiva ex-
~ Pero, cómo o por qué se presenta este fenómeno. Una de las posibles perimentada de certeza y de legitimidad acerca de la capacidad del indivi-
respuestas la expone Moscovici al plantear que el hecho de estar de acuer- duo o del subgrupo para influir a los otros según sus propias tendencias y sus
do con otras personas, el estar dispuesto a aceptar su punto de vista y que propias aspiraciones. Esta necesidad alcanza su apogeo en las minorías: su
se las admire, nÓ quiere decir necesariamente que se desee convivir ni comportamiento y sus estrategias miran esencialmente a satisfacerla. Obte-
identificarse con ellas. Al contrario, "el individuo tenderá a evitarlas, a re- ner la visibilidad, conservarla o acrecentarla es, pues, un índice de cambio
sistir su influencia y levantar barreras" (p. 256). Y ejemplifica que ha suce- producido (ídem).
dido que en algún momento alguien que "descubre una verdad o infringe De esta forma, la necesidad de reconocimiento social conducirá a: 1) acre(!)
una ley injusta es admirado por haber corregido el error o por haberse es- centar las actividades o iniciativas que tienda a influir en las creencias u
forzado en liberamos de la injusticia. Al mismo tiempo, existe un deseo opiniones de los otros; 2) se tratará de establecer contacto con esos otros;
irresistible de reconvenirle por haber liquidado una verdad o por haber 3) la inclinación a establecer contacto con el distante, con el distinto, tiene
quebrantado la ley" (p. 257), nociones encontradas, producto de la cultura, que ver con la necesidad de tratar de convertir a quien no mantiene una
de lo que ya está anclado, y de lo novedoso, lo que está llegando. opinión igual o similar a la propia; 4) "La voluntad de medirse con otros,
202 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS
INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA
203

(J)obre todo cuando surgen ,,rroblemas di~íciles _que exigen recurs?s singula-
to social aparecen unas veces unidos y otras separados, según la estructura
res o soluciones originales (249); 5) la mtenc1ón de crear conflicto ~n la
de las relaciones sociales y según la posición que se ocupe en esta estructu-
pretensión de demostrar los recursos e ideas propias, y tratar de influir; y ra (p. 258).
6) "La percepción de la interacción social en una perspectiva a largo pla-
zo" (p. 250). Estas proposiciones explican en gran medida por qué las mi- De hecho podemos encontrar que muchos de los movimientos sociales
norías, tratando de encontrar el reconocimiento social para su existencia y se inscriben en esta línea: la visibilidad y el reconocimiento, para luego pa-
mostrar sus capacidades, asumen riesgos y permanecen mucho tiempo en sar al terreno de la influencia propiamente dicho.
situaciones inconfortables, incluso soportando la impopularidad.
Efectivamente, la visibilidad y atracción, admiración y simpatía, son la
base de muchas relaciones sociales, a las que no escapan las minorías; más INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA
bien ocurre lo contrario, echan mano de esos mecanismos, motivo por el
cual la psicología social debe poner atención en ese conjunto de situacio- NUEVA CONCEPCIÓN DE LAS MINORiAs
nes, toda vez que, como indica el autor, resulta grato ser admirado y queri-
r,,
do por alguien cercano, pero "vale más aún ser amado y admirado por Si bien para el modelo funcionalista la desviación es un acto indeseable e{)
quien es diferente" (p. 252). :Y~~í...e~~~~j~n i~~_rp_e!"8~~1ll_y.so- intolerable pues da al traste con la uniformidad y la supuesta armonía del'
cia~ h~ lliem_p~e _dos asp~ct~s_ qu~_~t~n pr~~~s.:_}a visib_ilid11<! y 11! !ltm~. grupo, para el modelo genético propuesto por Moscovici (1981) ésta se con-
ción, siendo la primera co.~~j~i-~11._ pr~via_ d~ l11_segunda. Los grupos o las vierte en un elemento nodal de la influencia: los desviados ya no son so-
pe~onas están én bii.~ca de aprobación social, a lo cual no escapan las mi- lamente desviados, ahora son fuente de influencia. De acuerdo con los ele-
norías, por lo que, incluso con sacrificios, "su primera preocupación es ha- mentos que hasta aquí se han revisado, la influencia ya no puede ser vista
cerse visibles, obtener el pleno reconocimiento de su existencia a los ojos como un proceso exclusivo de las mayorías, que se ejerza sólo de arriba ha-
de la mayoría y en la mente de quienes la componen" (p. 245). cia abajo. La influencia, según hemos venido revisando, también se pre-
Podemos decir, incluso, que la relación de la aprobación social, la atrac- senta de abajo hacia arriba i. e., de las minorías a las mayorías. Paradóji-
ción y la visibilidad se resume en dos propuestas: camente, los que tradicionalmente habían sido sometidos a la imposición,
ahora tendrán el "poder" de ejercer influencia. Ahora los seres individua-
1) La atracción representa el aspecto pasivo y la visibilidad el aspecto activo
les o los suhgrupos están del otro lado de la escena, ya no son sólo blanco
de las relaciones interpersonales y sociales, y 2) la aprobación, o compara-
ción social, "expresa la necesidad de las minorías o de los grupos que son o de influencia, pues también son fuente de la misma.
se sienten dependientes, mientras que el reconocimiento social expresa la nece- Para esta concepción diferente de la psicología social, "la adaptación de:,
sidad de las minorías o de los grupos que son o se sienten independientes los individuos y grupos a un medio determinado ya no puede ser vista
(p.258). como la única función del comportamiento individual y social, ésta no es
más que la contrapartida de la adaptación del medio a los individuos y
Al respecto hay que señalar que un incremento en el reconocimiento so-
grupos" (Doms y Moscovici, 1984, p. 74), y al mismo tiempo la influencia
cial no implica un aumento correlativo de la aprobación social.
social puede modificar tal medio y organización, posibilitando que "un
En suma, para quienes piensan que la sociedad es adaptación pura-
grupo persiga sus fines o se transforme echando mano de los recursos de
mente pasiva y de_ dependencia, todo es cuestión de atracción y de compa-
todos los miembros, incluyendo los desviados" (p. 75). En esta perspectiva
ración social (aprobación). Y para quienes piensan que la sociedad es de-
genética de la influencia social, se rompe con la unidireccionalidad de es-
sarrollo activo y medio para afirmar la propia independencia, todo es
te proceso, se deja atrás lo asimétrico para darle entrada a lo simétrico. La
cuestión de visibilidad y reconocimiento social. En efecto, evadiendo el es-
dependencia ya no es el factor principal del éxito de la influencia; ahora
píritu dicotómico,
todos los individuos y subgrupos son fuente potencial de ésta; poten-
11sociedad es una mezcla de ambas cosas, de desarrollo impuesto y de desa- cia mente todos son blanco y fuente. En efecto, pues mientras que la psico-
rrollo buscado, de afirmación y de negación de la independencia personal. logía social había considerado la influencia social como un proceso asimé-
Por eso la atracción y la visibilidad, la comparación social y el reconocimien- trico que descansaba en una forma u otra de dependencia, "Moscovici
r
204 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA 205

Qpropone enfocarlo como un proceso simétrico que se desarrolla en una si- cer a las mayorías de la certeza de su posición, y estas tentativas agudizan
tuación de interacción social caracterizada, esencialmente, por la presen- ciertos procesos, como la actividad cognoscitiva, ya que favorece que se to-
cia de un conflicto social y cognitivo que ha de ser negociado por cada una men en consideración múltiples perspectivas, las cuales ayudan a descu-
de las partes en conflicto" (Doms, 1987, p. 195). brir mejores caminos.
. Ahora se plantea que la fuente de influencia no está depositada exclusi- No obstante, los trabajos de influencia minoritaria no surgieron de la
{ :amente_ en el grupo,, sino ~l s~~grupo o en los indiv_iduos; el blanco de la noche a la mañana, ni tampoco el reconocimiento de éstos, lo que bien
~fluencia ya no es solo el md1V1duo o el subgrupo, smo el grupo como tal. podía constituirse en evidencia empírica de la actuación minoritaria. Ha si-
, De esta forma se da un giro de conformidad a inconformidad, mostrándo- do una larga travesía de los psicólogos dispuestos a demostrar que el cam-
., nos que la influencia social, aparte de ser utilizada para el control, funcio- bio social está presente y va impulsado por los que antes eran segregados o
\~,-?ara el cambio social. Es aquí en donde entra a escena el grupo minori- cuya existencia se desconocía. Para Moscovici, Pérez y Mugny (1987) los es-
tario que tradicionalmente era concebido como una pequeña fracción o un tudios sobre la influencia social de las minorías surgen a finales de los
pequeño número (inferior a la mitad del total) de individuos, unidos por sesenta; en 1967 para ser exactos, y dos años después, en 1969, "Moscovici
las ideas, las actitudes o los intereses y que difieren en opinión con respec- presentó el esbozo de una nueva posición teórica que abría la posibilidad
to a la fracción más numerosa, la mayoría. Razón _por la cual Doms indica de explicar mejor los procesos de influencia social en general y de la in-
que "toda persona, todo subgrupo o grupo que defienda activamente una fluencia minoritaria en particular" (Doms, 1969, p. 195). Como lo expre-
posición diferente de la posición generalmente admitida en una sociedad, san algunos, no ha sido una actividad sencilla, pues hay que enfrentar a la
debe ser considerado como una fuente potencial de influencia minorita- vieja guardia de psicólogos que no logran o no quieren entender esta for-
ria" (p. 198). Ya no se puede seguir interpretando la influencia a la sombra ma diferente de explicar las relaciones sociales. Y es que a decir de varios
de las mayorías, del poder, de la dependencia, del líder. No. lbáñez (1987) estudiosos del tema, la psicología social norteamericana cobijó (y sigue co-
da un certero golpe a la vieja tradición de influencia cuando plantea que bijando) durante mucho tiempo a la influencia mayoritaria. Y como si se
"no toda influencia implica la existencia de una relación de dependencia y tratara de un conflicto similar al de la guerra fría, en las ciencias sociales
que las minorías también ejercen una influencia, aunque los mecanismos tuvo que surgir una explicación diferente de la influencia social provenien-
que activan y los efectos que producen son distintos y específicos" (p. 284). te del viejo continente. lbáñez (1987) lo acotaría así: "El vuelo espectacu-
Desde hace tiempo, se señala los mediados del siglo XX, que el control y lar que un grupo de psicosociólogos, esencialmente europeos, han impreso
la conformidad dejaron de monopolizar la influencia: "es un hecho que el a las concepciones de la influencia, constituía una necesidad teórica de
cambio social es más importante que el control social en ciertas esferas de primer orden" (p. 284), lo cual se ha ido cubriendo.
actividad y que las comunicaciones, los procesos de influencia y la organi- Desde la interpretación de estudios experimentales se han realizado mu-
zación de las relaciones entre los individuos y los subgrupos están profun- chas contribuciones a este tema Mugny y Pérez (1987), dos de los que han
damente marcados por esta situación" (Moscovici 1981, p. 124-125). Ahora trabajado el tema, plantean:
se tiene más claridad, en el sentido de concebir "que el cambio soci~l
~ t i - ~ ! influeñc1a·-ernruirmm üestacio~~~ suele ser raro que un experimento sea de por sí decisivo (lo que no excluye
lectivas" (p. 126). Paraeráu1or·ae üña-·de·lasooras nrás 1lustrahv::este que unos lo sean más que otros) y, en última instancia, la fuerza de una hi-
~vo" fenómenü:" Psicología de las Minorlas Activas, las minorías práctica- pótesis no reside tanto en su capacidad concreta de prevenir los resultados
mente obligan a las mayorías a tomar en cuenta su visión, sus argumentos, del experimento en juego, cuanto en cómo integra y explica una parte cada
vez más sustantiva de los efectos conocidos, se haya llegado a éstos por vía
y no la hacen "en razón de alguna competencia especial, sino porque pro-
experimental u otra (p. 83).
ponen su punto de vista con coherencia y firmeza. Estas cualidades no ha-
J cen necesariamente atrayente a la minoría; pero si faltan, ésta es rechaza- Ello muestra que los resultados obtenidos en uno o varios estudios no
da sin lugar a dudas" (p. 239). Se ha dado un gran paso al reconocer este son definitivos, aunque sí dirigentes, y los estudiosos de las minorías han
elemento en la influencia social. Nemeth (1987) reflexiona que se ha co- sido consistentes en su exploración sobre los mecanismos de influencia
menzado a comprender la importancia de las tentativas de la influencia para fundamentar aún más sus postulados. En suma, "Ha sido necesario
minoritaria, importancia que reside parcialmente en el hecho de conven- _un vuelco como el dado por el paradigma de influencia minoritario para
206 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA 207

que el cambio social pudiese ser reintegrado en los fenómenos estudia- ser tomado rígidamente, puesto que se pueden agregar otras característi-'f~)
dos por la psicología social" (Ibáñez, 1987, p. 281}, el cual había sido rele- cas. _De entrad~ desde _las minorías: a) se carece del poder y de la compe- ' ~
gado por los estudiosos de la conformidad. tenc~~ necesanas p~ra imponer, simplemente, su punto de vista a una po-
Tres décadas después de iniciados los estudios minoritarios los resulta- blacion de mayor importancia; b) en múltiples ocasiones se carece de la
dos son alentadores. Pero surge una interrogante: ¿acaso las minorías no fuerza numérica; c) la minoría desea introducir un elemento nuevo O per-
existían antes?, ¿cómo es que surge este fenómeno de las minorías? Mosco- turbador en el grupo;_ d) la minoría es despreciada y puesta en ridículo; e)
vici (1983) plantea toda una serie de condiciones que le dan origen, y las no se !es presta otención cuando exponen sus ideas; f) todo parece indicar
remite a fines del siglo XIX con el arribo de la sociedad de masas (ahí están qu~ d1Sgustan Y por ~nto fra~arán; g) generan conflicto; h) presentan un
obras de Le Bon, Rossi, Tarde y Freud; más tarde Ortega y Gasset), la pren- estilo de ~~~ortamiento consistente; i) desarrollan una persuasión oculta.
sa, los sindicatos, la organización, entre otros. Este es un fenómeno que . :ºr defimción, para Anne_,!!fl!!iSS~19&7) ."una minoría no puede ~!: .Q~~
irrumpe a fines del siglo XIX y principios del XX. Es entonces que se desa- fmid~ como ~..!. ~ _n~~J!riq ~!!!Pl!!..8.!'l_a__C,Oil la may~ría" (p. __162), puesto
rrolla la "psicología de las masas" y, con ello, los grupos más o menos defi- que s1 una mmon~ _g<;f1_en..de cu~rto punto de vista, "l.o hace .en contra.de
nidos de dominio, los que tienen que ser explicados, en parte, por la psico- ~a mayo~a cons~~er@J~ ~_!s importan_te y _más podei:ol?I)" (ídem). Ade-
logía. La sociedad se sigue desarrollando, no puede quedarse en la m~, la ~moría difiere de la mayoría no sólo por el estilo de comporta-
rebelión de las masas aducida por Le Bon. No, en tanto que se presenta miento, smo por otras tres dimensiones. 1) La minoría, por definición, so-- '"'-
una nueva rebelión: la de las mirwrías: bresale más y es más distintiva; 2) a priori es una fuente de influencia 1
Hace unos veinte años -expresa Moscovici en 1983-, se observó una ruptu- me~os creíble, pues la razón, por lo regular, se asocia a las mayorías; la mi- /
ra y un cambio de tendencia. Poco a poco, ciertos grupos de edad y de sexo nona, en este caso, aparece como una fuente de información menos váli- ,
(mujeres, jóvenes, estudiantes) y otros calificados antaño de 'desviantes' (ho- ~a, y 3) es _más probable que la minoría esté expuesta a determinadas pre- /
mosexuales, presos) comenzaron a abandonar su papel de espectadores para si~nes sociales. Además. ~e la relación expresada, para Doms (1987) ' ,
transformarse en actores sociales y afirmarse en el mundo político y cultural. existen al menos dos posiciones cuyas perspectivas permiten identificar a-··/
Grupos que rechazan el anonimato y que tienen voluntad de edificar una _mi_noría. La prime~a re~iere que es "el contenido del mensaje" lo que
una solución de recambio en la sociedad. Su rebelión no es pasajera pues determma el carácter mmontario o mayoritario de la fuente, pasando a un
"sus causas no radican en circunstancias cambiantes sino en la estructura terreno secundario el asunto de la fuerza numérica: "en una situación
de la sociedad", por lo que en su contexto es que se deben abordar. Y a de- dada apenas es considerada como informativa del estatus de la fuente" (p.
cir de la historia, han escenificado innumerables procesos de influencia en 198). La segunda postura define a la minoría como "una pequeña fracción
este siglo. Claro ejemplo de ello son los grupos de izquierda que con su o u~ pequeño_ número (lo inferior a la mitad del total) de individuos que
perseverancia lograron penetrar con sus planteamientos democráticos; lo defienden ~tivamente una posición diferente a la posición compartida
mismo ocurre con los llamados grupos verdes o ecologistas que han impac- ~or la fracción más numerosa (la mayoría) de algún grupo de referencia
tado a más de una sociedad ya sea en el tercer o el primer mundo; y qué rmportante" (p. 198). Ambos señalamientos se incluirán en la caracteriza-
decir de los movimientos juveniles y estudiantiles, como los de 1968, tam- ción minoritaria, según sea el proceso que desarrolle, toda vez que para el
bién en sitios diversos, cuyos ideales o procesos son recordados y rescata- artífice d~ la teoría, l~determina a una mir:1?:.!.ª ~.§1! !lJ;tuac½,i, esto
. dos hoy día. Y así una serie de movimientos que han dejado huella y cam- es, su estilo de comportamiento,el-e onflictoqüe crean, la innovación que
bio en un terreno micro o macro, como el feminista de los setenta, cuyas despliegan y la persuasión que se logra, entre otras cosas (Moscovici, 1981;
1982).
secuelas se están ahora viviendo.
~~ sería, en cie~?l:~!9!!. la..caracterjz~ción de ~~!l!~oorías que se ha
dactoen denominar activas, que con cierto tipo a¡; 'procesos -(estilod~--~;~-
CARACTERÍSTICAS DE LAS MINORÍAS ~-- --;~----------~--· .
portamiento, mnovación, conflicto, persuasión oculta, etcétera) impactará
Ahora bien, habrá que especificar cuáles son los rasgos que caracterizan a en las mayorías y logrará influirlas. Y "para que una minoría sea conside-]
una minoría o a un individuo que desencadena un proceso de influencia rada como una f~ente potencial de influencia, es necesario que disponga
social. La lista siguiente es un intento por aclarar tal cuestión, que no debe de un punto de VISta coherente, bien definido, que esté en desacuerdo con

\
208 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA 209

la norma dominan te de forma moderad a o extrema" (Doms y Moscovici . Para Moscovici (1981) la innovació n transita tomada de la mano de las
1984, p. 79). n:imorías. Más aún, es una caracterís tica esencial de los grupos minorita-
nos, pues aunque reconoce que puede existir innovació n ejercida desde las
CÓMO OPERAN LAS MINORÍAS mayorías, ésta se traduce en meras imposici_ones de los líderes o del grupo
que deten~a el poder. Y en el caso de las minorías, "la innovació n equivale
Una_!llgL Oría.tra~ rá primero de hacerse notar, es decir, que se reconozca a la creación de nuevas actitudes " (p. 206), lo cual muestra claramen te en
su :xis;~ci~ , y luego lograr -~ñ' reronociiriient<> social ( ~ 9 8 1 ) múltiples movimien tos sociales y de resistenci a en América Latina, toda
paro p¿der así"íníltiir en el pensamié rifo y comportá íiiíento de los demás, vez que ha~ tenido que ingeniárs elas con pocos recursos materiale s y con-
sea el blanco de influenci a una mayoría en un grupo o la sociedad misma. t~a los _medio~ con que o~era el grupo dominant e, para hacerse
escuchar y
,1'Para ello se vale de múltiples recursos, de los cuales tres son de especial difundu sus ideas; empíncam ente se pueden nombrar dos de ellos: el mo-
vimiento feminista y la guerrilla zapatista en México. .
', importan cia: la innovació n, la creación de conflicto y el estilo de compor-
Por otro lado, en la influenci a social minoritar ia, nos dice Doms (1987),
~. tamiento.
_/ "un proceso de innovació n no está meramen te determin ado por la fuente ,
Jnrwvaci6n de influencia , sino que también depende del grupo de referencia del blan- ·
(:í), rno de los elemento s que utilizan las minorías es la iruwvaci6n. Esta de- coy del estilo de comporta miento adoptado por los miembros de éste" (p;_)
.''-V:ene en un proceso de la influencia social, "que generalme nte tiene por 197). En efecto, retomand o argument os de Moscovici, menciona que "en
fuente a una minoría o un individuo que intenta ya sea introduci r o crear una situación de innovació n aparecen dos tipos de grupos mayoritar ios:
nuevas ideas, nuevos modos de pensamie nto o comporta miento, o bien mo- un~ en e~ que ningún miembro es influido por la minoría; y otro en el que
dificar ideas recibidas , actitudes tradicion ales, antiguos modos de pensa- vanos miembros lo son" (p. 200), y es que en una situación de innovació n
miento o comporta miento" (Doms y Moscovici, 1984, p. 76). A decir de Mos- los blancos serán sensibles en diferente grado a las tentativas de influenci a
covici (1981; 1987) uno de los elementos sustancial es en una minoría activa min~ritar ia; concretam ente, "los blancos que han de emitir sus juicios in-
es su capacida d para ser originales y proponer cosas nuevas al interior de mediatamente después de la minoría consisten te, serán más vulnerabl es a
un grupo en donde, al parecer, la monoton ía o lo rutinario se ha apodera- las: t~ntati:~ ~e ,,la influenci a de ésta que aquellos otros que tengan que
do de su dinámica . En este sentido, emitir sus JWCios (p. 202) después de otros blancos de influencia . Moscovi-
ci ( 1981) ya lo había hecho ver: el primero en manifesta r una conducta di-
La innovación se refiere a la proposición y a la adopción de un modelo de
ferente a la emitida hasta ese momento desempe ña "el papel de innova-
respuesta que, ya sea que vuelve caducas las reglas o los códigos sociales pre-
dominantes, ya sea que influya en su dirección la producción de estas reglas dor", mientras que el segundo, al suscribir ese mismo punto de vista,
o de estos códigos sociales. Claro está que toda innovación, toda influencia aparece "como seguidor. Pero, mientras que la iniciativa del cambio perte-
que conduce a generalizarla, suponen una minoría que, contrariamente a lo nece al presunto innovado r, es el seguidor el que hace posible esta influen-
que sucede a propósito de la normalización o de la conformidad induce y cia. El comporta miento del seguidor confiere una dimensió n social a la
determina el comportamiento de la mayoría {Faucheux y Moscovici citados respuesta minoritar ia" (p. 239), en tanto que se percibe como ya influen-
en Acosta Ávila, 1995, p. 28). ciada, y ya son mucho más que dos los que expresan ese punto de vista.
y es que con la introducc ión de elemento s nuevos en el comporta miento y Este razonami ento se puede poner en los siguiente s términos: "el proceso
de innovació n producid o por una minoría consisten te y unánime, y mode-
los juicios del grupo, habrá más puntos a tomar en considera ción, lo cual
lada por los estilos de comporta miento adoptado s por los miembros mayo-
ya constituy e una aportació n de la minoría. Tal innovació n se puede pre-
ritarios, será difundido de modo excepcion al por el blanco 'más próximo'
sentar en varios terrenos, como es el social, el cultural o el académic o, por
citar algunos casos. En tal condición , las innovacio nes, como todo producto a la fuente minoritar ia" (Doms, 1987, p. 208), proclive a ser influenci ada
por la minoría actuante.
de uso, caducan: lo que es novedoso hoy quizá no lo será mañana, y a la
Para la psicología social esto es de suma importan cia, pues cuando un
inversa, razón por la cual lbáñez (1987) afirma que las innovacio nes teóri-
grupo es innovado r y original, concebida la originalid ad como una combi-
cas son siempre herederas de su tiempo y tienden a acentuar los contraste s
nación de lo nuevo y el origen (Gómez de Silva, 1985), en su actuar y en su
con las posicione s instituida s de las que se diferencia n de manera explícita.
l~~

,Ji,
INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA 211
TEÓRICAS
210 SIGNIFICADOS COLECITVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES
ori inalida d
ar en la inte- Ahora bien, h~b~á ~e recono cer que la innova ción y la
proced er, tiende a ser mejor visto y se le permit irá penetr encuen tran una hm1tac1ón fuerte, lo ya estable cido lo ya dad gl .
0 , o 1ncues-
o que se tiene en la pobla- ó •
riorida d de la gente. En este sentido , el impact t' d "
1ona o: en rnz n de los prejuic ios arraiga dos de la gente y de s . .
ción es mayor con referen cia a la actuac ión repetit iva y carente de nove- de d h · d. ·d uales o colectivos, los hechos nuevos pasa u .1nercrn d '
que se preten de . sus e~ec os m IVI n 1na ver-
dad, toda vez que los sujetos pertene cientes al grupo udos n n 1veI d e eva1uac1on · , d e los otros y las nuevas relac· .
con el mensaj e minori tario · · d ' 10nes se Juzgan
influen ciar parece n estar "más de acuerd o os. Por ello se produc e 1a 1nV1s1 · · "b"l'd d y al mismo ·
con cnteno s esfasad
. 1 1 a
a una posible . 1
cuando se resalta la norma de origina lidad, la cual da paso tiempo , a necesid ad de supera rla" (Moscovici ' 1981 • · p 246)
·
1,o' · ·
VIeJo atra-
a, mientr as que, por el contra rio al centrar los sujetos a J l de al na
identif icación positiv
el alegato minori tario, se P a o nuevo, as estruct uras anterio res absorb en, por decirlo
sobre la desviac ión supues tamen te implic ada en ntacion es s~a-
otras palabr as, lo forma, a lo novedoso (ese pudier a ser el caso de las represe
induce una resiste ncia" (Mugny y Pérez, 1987, p. 90). En les, para 1~ cual s~ remite al lector al capítul o corresp ondien
te). Efectiva-
minori tario los
que se intenta demos trar es que en el discurs o de un grupo mente, la m~ov~c1ón puede encont rase con resiste ncias de parte de los
la origina lidad e inno-
sujetos -blanco de influen cia ven de maner a positiv a grupos mayon tanos (Doms , 1987), abrien do la posibil idad a " ·
vación del discurs o minori tario, y negativ amente la desviac
ión. La primer a t¡ l l d d b . . ras de su
que se 1nsta-
tiempo " (Ibá-
, "positi vo", mientr as que la des- _e a nove a so re v1e1as concep ciones ya herede
es vista como algo "nuevo ", "constr uctivo"
1
a se opaque lo que inicial mente tendía a
nez, 1987, p. 284) y de esta maner
viación es relacio nada con el "recha zo". acentu ar los contras tes con las posicio nes institu idas de las
que se emar-
d
y proces os
La influen cia minori taria, en tanto que provoc a respue stas 1
b l' · 'ó
cn an exp 1c1tam. ente,, y se minim ice• entonc es , l a persuas1 n que se pudie-
·
de la siguien te maner a según Michae l Billig:
nuevos , se podría explic ar 1
r~ ograr. Las mmon as, no obstan te, han de salir avante
con la combin a-
, las situaci ones nuevas , pueden crear respue stas 1 to.
"Los argum entos nuevos ción de otros elemen tos, como por ejempl o la creació n de conflic
no sorpre nde
nuevas aún no formu ladas hasta ese momen to. De este modo
en las actitud es
que las opinio nes minori tarias extrem as pueda n influir Creación de conflicto
el punto de vista
mayor itarias " (citado en Doise, 1987, p. 35), puesto que
debatir , contra decir o
de la minorí a introdu ce temas nuevos que se puede n La creació n del conflicto es definid a como la introdu cci·ón e un JUICIO 1-
d. · · · d. ·
examin ar, y eso se hace con nuevos argume ntos: ferente a l plantea do por la mayorí a, rompie ndo el ne uerd o h asta entonc es
.
. · d
ello deja- presen te y ocas1onando, mcluso , la genera ción. de . una espe . c1e e contra-
Así, aunque las posiciones minoritarias sean rechazadas, no por norma al interio r del grupo. D e esta forma, s1 la mfluen c1a se ejerce con
habrán con- .
rían completamente intactas las actitudes mayoritarias, ya que ble. Desde el
este sentido, pretens 10nes de provoca~ cambio s, "el desacu erdo es inevita
tribuido a que se formen nuevos repertorios de argumentos. En el que se de1a sentir el desacu erdo es p ib'd
a nosotro s mismos al vemos desarro llar determina- momen to en , ere I o como un esta-
podemos sorprendemos d
ia. Indica que el frágil pa t d 1as re 1a-
durante un debate dado; por esto, la actitud, más que de- o amena zante, creado r de angust eo e
dos puntos de vista · l · · · 1981
ser puesta c10nes, as creenci as y el consen so va a ser cuestio nado" (Mo
terminar de manera estricta lo que es dicho, en realidad no puede p. 127).
SCOVICI, '
es a través de la argume ntación . O, de hecho, podemos
de manifiesto si no
unos adversa rios incomp atibles
descubrir que alegamos de una determinada manera con Cuand o_se emiten dos juicios diferentes, diverge ntes y/o
temas opuesto s con otroa; por ejemplo , gente to que, de resolve rse para
y de pronto hallam<>(I evocando a~te _un _m1s~o _fenómeno, se genera un conflic
sus padres,
de edad media podría recurrir a argumentos progresistas ante dis~m mr pnnc1p alment e el desacu erdo, la tensión y la incerti dumbr e, se
pero utilizar un lenguaje conservador ante sus propios hijos (ídem). aunque lo ideal fuese
hanal en el terreno de lo, privad o que se presen tara
, . . '
trae a cola- en e .plano ~úbhco . ~!~ ~I!f li.~ ~~_ !::I~ condic ión _g~-
Efectiv amente , el recUl'So de la innova ción y la origina lidad
en ciertas circun stancia s que en otras condic iones ~~~n s!! pu~cle señala r qu~ ~ea ---·-- ----
ción nuevos argum entos establecer nu~ -{.~-.
no serían enume rados; y si se mencio na el caso de las pugnas genera ciona- el punto ~e partida y el medio para cambiar a los otros, para
ambigüedad
cuánta s veces no vas relaciones o consolidar las antiguas. La incertidumbre y la
les, se puede hablar tambié n de los movim ientos sociales: . La duda nace del encuentro
filas del grupo son conceptos Y estados que derivan del conflicto
se ha visto a un viejo luchad or social engros ar despué s las con otro que es diferen te y, en la mayor parte de las experie ncias, la duda no
social, preten diendo
al que decía comba tir, y entonc es evocar su pasado aparece como un dato sino como producto de la influen cia. Determ inados

r
1
conser var el actual estado de cosas.
212 SIGNIFIC ADOS COLECTIVOS: PROCESO S Y REFLEXIO NES TEÓRICA
S
' INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA 213

son incompatibles en eI marco d e una re-.-:LJ


· ,·1>bjetos que pertenecen al mundo físico están evidentemente más estructu- . de dos
coexistencia . creencias que ,.
presentación monista de la verdad: 'estoy convencido d e que tengo buenas
rados que otros. Aun en este caso, es posible hacer volver psicológicamente .
para sostener mt punto de vista, y además gozo del apoyo d e 1ama-
ambiguo un objeto fuertemente estructurado, poniendo de relieve dimen- razones
, . · •
embargo, debo admitir que el 'otro' está en Ja m1Sma
siones desconocidas o desatendidas y provocando una divergencia de juicios · , pero ... , sm
yona,
y se muestra disp
s1tua-
t
c1on queI yo· y tendrá. sus razones, ya que insiste ues o a
(p. 133). detonad d
aceptar os mconvem entes de la disidenci a'. Esto constituye un or e
d ·· . de )a disonanc ia
?r en cogmt1vo, no muy ale1ado del postulado por la teoría
El caso más claro pudiera ser cuando un individu o nombra los colores
le mclu_so p~se a ~e el que introduce el elemento contradictorio aquí no es ei
sin vacilar. Ve una diaposit iva azul y dice que es azul; mientras que otro propio su1eto, sino algún otro (p. 272).
obligado a mi-
dice que es verde. El primero, entonces , se "sentirá entonces
iva
rar de nuevo, a fin de ver si hay en realidad algo de verde en la diaposit Si a ello se le agrega que el conflicto introduc ido es muy violento , suce-
y, de hecho, hallará un matiz de verde. El azul se ha vuelto azul verdoso"
que, de lo que ya asegura ba -~ea~: "el con~icto es un acto social que provoca
(p. 134). Si esto llega a ocurrir ante fenómen os físicos estructu rados y como respuest a el cambw (cttado en Moscovici , 1981 , p · 131) . p ero prevw ·
de lo objetivo, qué sucederá con los .
al parecer de algunos, son del ámbito al cambw se presenta un conflicto intraper sonal, porque si la persona , 0
el
eventos de carácter estrictam ente social, como el fenómen o de la guerra, a la otra persona y su-
grupo en este caso, cede'. "signific ará que se somete
.
por citar un caso. fre, por tanto, una_ pérdtd~ en términos de identida d y de estima propia"
da con la lógica psicosoc ial de que. en un modelo tradicio- per-
( Esto concuer (p. 131). Y en senttdo estncto, ~molas minoría s no tienen nada que
\ nal de influenc ia, el conflicto es algo indesead o, rechazad o evitado a toda poniend o
que- der, pues ~o poseen na~a~ se megan a entrar en comprom isos
costa, con la clara idea de que se manteng a cierta estabilid ad y no se
1
)
a la mayona en una postctón de concesió n para restablec er el consenso
que "parece ser que
\~nten las normas. El propio Moscovici nos recuerda de lo contrario , quedars e un buen tiempo con la crisis encima· argume
n:
de fuertes preferen cias
el consenso , la sumisió n a las nonnas, la supresió n p~r el cual se afirma que "cuanto más fuerte sea la convicci ó~ de la mino-
im-
personal es, la necesida d de direcció n y de aprobac ión, son condicio nes ria, mayor será el cambio que se exige de los individu os que
pertenec en a
ada y exenta de conflicto " (p.
prescind ibles para toda interacc ión coorden la mayoría para reducir el conflicto y restaura r el consenso " (Dorns M _
y os.
ión, colectivi dad, sociedad o na- .. 19
123) y que, en el caso de alguna agrupac cov1ct, 8~, p. 81): De ~sta_for~a~ como señala Papastam ou (1987) en el
in-
ción!-~}~_ d~sea~ o~~i~·i e~~ dete~ ~min ~lpod er. Fara ~a c~so de _la mfluen~ ta mmonta na no es tanto el conflicto lo que importa
na, entonces , es un hecho que el cambio soctal es · "
fluencta socml mtnonta smo su mterpre tactón o su resolución por parte del blanco de influe
más importa nte que el control social en ciertas esferas de activida d y que
~-~ ~
re-
las comunic aciones, los procesos de influenc ia y la organiza ción de las · C~mo, consecu encia se _pu~ ~espr e~IU r~~~n flictiv a
sea
laciones entre los individu os y los subgrup os están profund amente marca- constan -
la mmona será l fluencta que provoqu ~mante nienclo
o
dos por esta situació n" (p. 124-125). Pero vamos con calma. El estudios e el grado de objetivid ad, la minona menos 7onflicti va, la de la condició n
de los grupos minorita rios plantea que, a diferenc ia de las explicac iones
y de ~nsisten cia sincróni ca, no produce este efecto de conversi ón ... (y) man-
tradicion ales de la influenc ia, la cual se ejerce de arriba hacia abajo, temendo constant e el grado de conflicto , la minoría sale ganando si
se
genético de influenc ia
cuya finalida d es mantene r el control, el modelo apoya en la realidad , dado que desenca dena de este modo una activida d
propone como uno de sus puntos neurales la generaci ón de uno o varios de validació n" (Kaiser y Mugny, 1987, p. 135). En efecto, si el conflicto "im-
conflicto s que introduz can juicios diferent es o antagóni cos a los ya plan- ~ncert idumQ re y si es una condició n ,erevra- para la in~enci a, enton-
mi-
teados con anterior idad. Y, precisam ente, este juicio es emitido por las
es con el actual estado de co- e~~~ la influenc ra...:fMosco-
norías, puesto que las mayoría s están conform
s quienes vic';:_ 1981, P: 13?), ~azón por la cual Kaiser y Mugny( I987fas eguran que
una sociedad . Entonce s, son las minoría la
sas, sea de un grupo o de la mfluenc ta dtfenda más pronunc iada aparece en la condició n en
rompen con el consenso que hasta ese moment o había. que la minoría comienz a y termina con una afirmaci ón tajante de sus pos-
una
gb~ñ~ z (1987) l? expresa ~í'. lo que crea el conflicto al interior de turas" (p. 139), es decir, se muestra firmeza y dureza que se traduce
en
colect1V1dad, y a mvel cognoscthvo en las personas una vez que se ha emiti- conflicti vidad fuerte. A una conclusi ón similar llega Papasta mou ( 1987),
do un element o diferente al hasta ese moment o conocido, es la: cuando apunta que en determin ados casos "manten er un conflicto que
214 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCF.SOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA
215

oponga blanco de influencia y fuente minoritaria favorecerá la influencia es el conflicto que se genera en una colectividad, así lo han hecho ver Kai-
. de ésta" (p. 245). ser y Mugny (1987): "los estilos de comportamiento, que en su sentido más
. Por último, Doms y Moscovici (1984) plantean que el conflicto que se amplio constituyen el medio por el cual las minorías son capaces de indu-
genera a partir de los dos juicios divergent~ o ~ncompatibles ante ~n sol~ cir un fuerte conflicto" (pp. 128-129), juegan un papel medular en el pro-
fenómeno, como ya se indicaba, puede dismmmrse o resolverse a mvel pri- ceso de la persuasión. \
vado si se trata de una sola persona, y mediante una negociación si se Ahora bien, el estilo de comportamie nto ofrece dos aspectos, uno instru-'
trata de un grupo, colectividad o sociedad. En todo caso, en el proceso de mental que define a su objeto y provee informacione s relativas a éste; y el
influencia el primer proceso deriva en el segundo. En el primer caso va in- otro simbólico, que otorga informacione s sobre el estado del agente, de la"\
volucrada mucha de la disputa intrapersona l que se genera a partir de la fuente de los comportamie ntos, y lo define (Moscovici, 1981). De esta for- '
ofensiva de las minorías al introducir sus puntos de vista divergentes, ya ma, cuando en un experimento en laboratorio un sujeto ingenuo oye a urra:
que, como se ha señalado, "para el individuo, el problema no consiste tan- persona repetir veinte veces que una línea "A", a pesar de su diferencia,
to en reducir su incertidumbr e como en disminuir el desacuerdo subyacen- ti1,ne la misma longitud que la línea "B", o que la diapositiva que él ve
te O en persuadir al otro de que tiene la razón. La reducción del desacuer- azul es en realidad verde,
do se realiza cuando el individuo consigue el apoyo de algún otro, y la
disminución de la i"ucertidumbre se produce cuando el sujeto cede" (Mos- infiere de ello dos órdenes de cosas diferentes: de una parte, que posible-
covici; 1981, p. 130), que sería la situación del segundo caso. El conflicto, mente la línea A sea de la misma longitud que la línea B ó que la diaposi-
entonces, se resolverá mediante una negociación entre la minoría y la m~- tiva azul sea verde; y de otra, que la persona que emite estas afirmaciones
yoría, teniendo la primera una posición diferente a la inicialmente asumi- posee una certeza e intenta quizá influirle. Así, pues, los estilos de comporta-
da, después de haber innovado e introducido el conflicto, a lo que se suma miento suelen tener a la vez un aspecto simbólico y un aspecto instrumental,
que se relaciona con el agente por su forma y con el objeto de la acción por
el estilo de comportamie nto.
su contenido (p. 140).

Estilo de comportamiento En suma, el estilo de comportamie nto es una noción "cuya importancia
para la comprensión de los fenómenos en psicología social comienza aho-
No sólo el conflicto es punta de lanza de las minorías, pues está presente
Í ra a ser reconocida" (p. 141).
t' como parte sustancial del proceso de influencia el estilo de comportamie n-
1 Pero no basta tener un estilo propio para seducir, pues si a quien va di-
\ to, que a decir de Moscovici (1981) "es un concepto nuevo y, sin embargo,
rigido el comportamie nto no se percata de éste, el impacto se ve aminora-
familiar. Hace referencia a la organización de los comportamie ntos y las
do, razón por la cual Moscovici plantea que si un grupo pretende que su
' opiniones, al desenvolvimi ento y a la intensidad de su expresión; en una
estilo de comportamie nto sea reconocido e identificado socialmente, debe
• palabra, a la 'retórica' del comportamie nto y de la opinión" (p. 139). El es-
cumplir tres requisitos: 1) tener conciencia de la relación que existe entre
'-fíf~ de comportamie nto de las minorías reúne una serie de elementos pro- el estado interior y los signos externos que se utilizan. Ejemplo de ello es la
pios que, operando conjuntamen te con otra serie de característica s de intención de no hacer concesiones, que expresa en la firmeza del compor-
estos grupos, como la innovación y la cr~ción de conflic~o y "según _las in- tamiento adecuado. Su certeza se manifiesta en su tono afirmativo y con-
tenciones del individuo o del grupo emisor, o según la mterpretació n de fiado; 2) el uso de señales de modo sistemático y consistente, a fin de evitar
r
aquellos a los que van dirigidos, pueden tener un significado ~uscitar
una reacción" (ídem), y llegan a influir en el pensar y actuar cotidiano de
un mal entendido por parte del receptor, y 3) conservar las mismas relacio-
nes entre los comportamie ntos y las significacion es a lo largo de una inte-
la población, muchas de las veces sin que las personas se percaten ~e ~e racción, esto es, asegurar que las palabras no cambien de significado en el
han recibido cierto influjo. Estos elementos llevan a plantear que la in- curso de la relación. Vista así, la influencia de laJIÚnQría se debe sobre
fluencia más pronunciada de la minoría se debe probablemen te a su com- todo a "la consistencia aesii'Mmj!Ó rt;;i;~¡;,-; la confi~~a qué lo;·;~¡e:
portamiento consistente" (Doms y Moscovici, 1984, p. 85), toda vez_ que el tos le prestan a partir a e s u ~ u c ~ r i d a d que los sujetos le atri-
estilo de comportamie nto en ocasiones es el antecedente del conflicto'. en buyen por este comportamie nto consistente" (p. 238). En efecto, porque la
tanto que dependiendo del estilo asumido por la minoría en su actuación, consistencia en el comportamie nto se interpreta como "una señal de certe-
r
SIGNIF ICADO S COLECTIVOS: PROCE SOS Y REFLEX
IONES TEÓRICAS INFLUE NCIA SOCIAL MINORITARIA 217
216

rantab lemen te a iesta no sola _


za, como la afirma ción de la volun tad de atener se inqueb sistent e, ~ebido a su compo rtamie nto y su actitu d manif ' men
por una opción co- te es admir ada, y
un punto de vista dado y como reflejo del compr omiso
es, es una señal de ·
herent e e inflex ible" (p. 151 ). La consis tencia , entonc considerada. como segura . .
y digna de fe lo que indica un cieno
'
·
reconoc1-
y activa: la convic ción en · n en el grupo ' sino que goza tarnbi"é n d · ,
certez a que se manif iesta por una volun tad firme m1ento social
,
de su pos1c1ó
. e s1mpatia
tencia que se d ·a1
la respue sta, la absolu ta seguri dad de su exacti tud, la compe Y ed a1gun modo es considerada como más digna de aprobación SOCI que
respue sta incorr ecta, etc. l . ás . Para que la minorí a consist ente adqu·
le conced e, el que se tome en consid eració n la os _em miembros 1delb grupo ... iera
esta im .. conocer su
Ahora bien, si consid eramo s que cada indivi duo o
cada grupo intent a . ~gen pos1ti~~· e asta simplemente con ser activa y dar a
o mater ial y social, de confir mar el existencia (Moscov1c1, 1981, p. 240).
impon er "una organ izació n al entorn
de reforz ar las reglas que ha adopt ado para
conoc imient o que tiene de él y ía ejerce influe ncia)
tratar con él" (ídem), notare mos que la consis tencia desem peña un papel " Jbáñez (~ 987), por otra parte, apunt a que la minor
ación que no dé lugar a ningu na duda en cuanto a su resolu -)
,, clave en el proces o de adquis ición y organi zación de la inform ~n la medid a en que
a de su p · ·, n ,, . \ ,
a una consis tencia in- c1ón de no ·ceder . (consi stencia ) y en cuanto a la firmez os1c1o
: provie ne del medio . "Este papel corres ponde o bien As' l rechaz o al consen so'·'
terna, intrain dividu al (consi stencia en el tiempo ), o
bien una consis tencia 1, . a c~ns1Stenc1a de una minor ía da testim onio del
propia s bases, y mues-
interin dividu al, social (consenso)" (p. 152). Así pues,
la consis tencia en el preV10'. s1_empre qu"e éste _no _se establ ezca sobre sus
posici ón tenazm ente tomad ,,
expres a, por un lado, una tra, as1m1smo, un ancla1 e f1rme sobre una
\ compo rtamie nto ejerce influe ncia, toda vez que pues "tiene la opción ~~ O
/ firme convic ción en condic iones en que las opinio
nes emitid as puede n ser E~t~nces, la mayor ía entra en una encruc ijada
a veces arriesg ado, 0
e~immar ~ l~ fuente de protes ta, lo que
de vista, como puede ser es costos o y
mal recibi das, o que puede n valida r a otro punto
obliga rá a desarr ollar perma nentem ente
; el domin ante. Por otro lado, quien manif iesta un compo rtamie nto consis- bien coeXIStlr con ella, lo que le
ción" (p. 277). Vemos pues que, al
tente no sólo parece más seguro <;le sí mismo , sino que deja percib ir que un ~n poder de co~ten ~ión de la desvia
f
expres ando una diverg encia, tambi én manifi es-
toda seguri dad, en un consen so sólido y du- tiempo que la mmon a está
( . acuerd o con ést~ deri:a rá, _co~ el costo, implic acione s
'----eadero. La cons1Stenc1a, as1m1Smo, ta que po~ee el pod~r ~e _hacerle pagar a la mayor ía
domin ante: "Este
que atra".1esan el e1erc1c10 de poder que ejerce el grupo
relativamente cla- to y es para evitarl o 0
responde al deseo general de adoptar opiniones y juicios es el sentid o en el que la minor ía instau ra un conflic
las que un indivi- toma de consid eració n
ros y simples y de definir sin ambig üedad las realidades a para resolver!~ por lo que se engran a un proces o de
debe ordina riamen te hacer frente. Puede parecer que requiere demasia- del punto de Vista minor itario" (ídem).
duo
, pero puede n Kaiser y Mugny
da atención, que entraña un comportamiento extremo o extraño Por último, una aclara ción pertin ente que la realiza
uir un punto de conexi ón para tenden- a la pura y sim-
(1987). P~~~ este par de_au tores la consis tencia
también ejercer un atractiv o y constit "no implic
cias de grupo latentes (p.153). s variac iones son tolera das, 0
~le repet1c1on de una misma posición. Cierta
de que se dé una corres pon-
con la originali- mclu_so deseab les, aunqu e'. ~so ~í, a condic ión
De ahí que al combi nar el estilo de compo rtamie nto dencia clara con las modif icacio nes del ambie nte" (p . 136) E · no
. s d ec1r,
acto de presen cia y ganen adepto s. Y .
dad, la seduc ción y atracc ión hagan tiene_ que m~nte nerse idénti co el discur so y el compo rtamie nto, sino bajo
(1987) , con un compo rtamie nto consis tente insis-
es que a decir de Papas tamou la misma l~gica y con cohere ncia, de tal forma que se percib a como
a la poblac ión a reexam inar sus propio s
la minor ía obliga de cierta forma Neme th aduzc a que
en parte, las tesis mi- tente y _persis_tente y no co_mo mera réplica . De ahí que
punto s de vista e inclus o a modifi carlos , adopta ndo, la ~ns1Ste~c~a puede denva r en dos formas, y ser percib
ida entonc es como
son propue stas, de tal forma que la poblac ión a la que se s totalm ente difere n-
norita rias que le flexible o ngida Y de ese modo "llevar a consec uencia
ía en "algún senti-
dirige el compo rtamie nto, llega a pensa r que la minor tes a la hora de acepta r los punto s de vista de la minor
ía" (1987, p. 289).
to sea interp retado en
do" tiene razón, pero "a condic ión de que el conflic
cuand o la poblac ión es lle-
la dimen sión de la diverg encia de opinió n. Así, Las cine-0 formas del estilo
lo olvidem os) a centra rse en el
vada (por la consis tencia minor itaria, no existen cinco esti-
conten ido del mensa je persuasivo, entonc es es cuand o se puede llegar a re- Según los estudi osos de la influe ncia social minor itaria
, 2) el esfuer zo, 3) la autono mía,
conoc erle cierto funda mento " (p. 243). Razón por la cual la minor ía con- los de compo rtamie nto: 1) la consis tencia
1981; Doms y Mosco vici, 1984). De
4) la equida d y 5) la rigide z (Moscovici,
218 SIGNIFICADOS COLECTNOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS
INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA 219

éstas, la que ha sido más atendida, tal vez por considerarla fundamental,
es la consistencia. A continuación se referirán las cuatro restantes. i,Equidad. Cuando una persona o grupo minoritario trata de influir yno
, ·d ·
·.-_:{) Esfuerzo. Sobre esta forma de estilo· de comportamiento se asevera: "Si toma en cons1 e~ac1ón a los demás puede irse al fracaso, lo que representa
'im individuo o un grupo se sacrifica mucho para llevar a buen término al- u~ problem~ seno .P°rque cada agente social, aunque tenga en mente cam-
biar en algun senado, espera ser también capaz de operar un cambio en
gún plan concreto, los demás sacarán dos conclusiones: 1) que pone una
los demás. "Las personas pueden muy bien estar dispuestas a reconocer
gran confianza en la elección que ha hecho; 2) que posee una gran capaci-
que a veces se equivocan, pero no que se equivocan siempre. Se puede de-
dad de autorrefuerzo" (Moscovici, 1981, p.141); razón por la cual se cree que
"influirán en los procesos sociales aquellos estilos de comportamiento que sear ~e los demás tengan razón, pero es duro tener que creer que la razón
pongan de manifiesto que el grupo o el individuo implicado está fuerte- está siempre e~ la o~a parte" (Moscovici, 1981, p. 171); se requiere, pues,
tomar _en cons1derac1ón a los otros, mostrarse con interés. Para ello existe
mente comprometido por una libre opción, y que el fin perseguido se tiene
un _estilo de com~rtamiento que escapa a la apreciación de obstinado y
en gran estima, hasta el punto de hacer aceptar voluntariamente sacrifi-
ale1ndo de la realidad . se puede tener de alguna fuente minorita na,
que ·
cios personales" (p. 142). .
<~ Autonomía. Por su parte la autonomía contiene tres elementos: 1) la in-
el cual s~ denom1~a equidad, y de él se mencionan dos cuestiones. La pri-
mera refiere la solidez del estilo, que permite vislumbrar la posición de la
dependencia de juicio y de actitud, reflejada en la actitud de obrar con
base en principios propios; 2) la objetividad, vista como la capacidad de te- minoría en el campo de la acción social. Desde esta perspectiva, "este esti-
ner en cuenta todos los factores pertinentes y sacar conclusiones sin dejar- lo es próximo a la consistencia e interpretado como tal". La segunda ex-
presa la preocupación por tener en cuenta la postura de los otros:
se llevar por intereses subjetivos, y 3) el extremismo, un elemento importan-
te en la medida en que implica una actitud consistente e intransigente.
En la int~racci6n con los_ demás, produce el efecto de un deseo de reciproci-
"Un individuo que parece profesar opiniones y juicios autónomos y no es
dad y ~e ·~~erdependencia, de una voluntad de entablar un diálogo auténti-
'!
dominador ni particularmente inclinado al compromiso será considerado, c?. El md1;1duo o ~I grup~ se presenta como una mente abierta; puede, en
y probablemente tratado, como defensor de un modelo o de un conjunto cierta medida, sufrir una mfluencia y puede también influir en los demás.
especial de valores. Dará, en consecuencia, la impresión de ser dueño de La ~usenci~ con_ ellos no engendra, en este individuo o en este grupo, ni ani-
su propio comportamiento. En cierto modo, es el iniciador de una serie mosidad m sentido de fracaso, y no excluye otros contactos. No intenta for-
de acciones" (p. 143), y este individuo o subgrupo a la par de hacerse escu- z~r, aunque ~pr~e claramente sus preferencias, sus convicciones y sus opi-
char, ejercerá un poder sobre los otros individuos que carecen de ese grado 11'.ones. No es md1ferente ni busca necesariamente un compromiso, o no está
de autonomía, en tanto que "el comportamiento autónomo, al igual que dISpuesto a alcanzarlo; está abierto a todas las posibilidades. Dicho de otro
el que implica esfuerzo psicológico, no se percibe como un comportamien- m~do, todos ti~nen una probabilidad de ser comprendidos y el juego queda
abierto hasta cierto punto. En estas condiciones, los individuos están mejor
to que tenga por meta influir a otros" (ídem). Argumento que faculta al in-
preparados para someterse a una influencia, a cambiar, porque saben que
dividuo, subgrupo o grupo al interior de una colectividad a adquirir ascen- no son los únicos en hacerlo (p. 172).
dencia sobre los demás, por lo que sus opiniones y juicios tienen mayor
peso. En sentido estricto la equidad significa simuháneamente la expresión de
Si está presente a la hora de alcanzar un consenso, en el curso de una reu-
un punto de vista particular, el de la minoría, y la preocupación por la re-
nión por ejemplo, o de un trabajo en equipo, o cuando hay que expresar una
c~procidad en la expresión de las opiniones de los otros, la mayoría por
opinión sobre un tema de controversia, y se comporta de formo que da la
impresión de dominar muchos elementos pertinentes y bien analizados, ejer- ~plo.
cerá probablemente una gran influencia sobre el resultado colectivo. Su re- t:jl)'Rigidez. Dentro de esta categoría de estilo de comportamiento se pue-
flexión y su independencia, según se manifiestan en el comportamiento, ins- den diferenciar dos formas de proceder, una vez desencadenado el conflic-
pirarán respeto y encontrarán apoyo {p. 144). to, el estilo propiamente rígidci y el flexible. El estilo rígido se concibe como
aquel en el que las concesiones son muy poco probables y se percibe co-
En sentido estricto, la autonomía deviene en "un valor que, cuando se mo duro, incapaz de ceder pero con sustento y argumentos, estando de por
manifiesta, suscita reacciones positivas. Está considerada como una acti- medio la creación de conflicto. Con el estilo de comportamiento rígido se
tud ejemplar que favorece la emulación" (p. 142). tiende a bloquear la influencia directa, pero no la indirecta, esto es, lo aso-
220 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA 221

'{ 1ciado al mensaje. Para Mugny y Pérez (1987) "la rigidez, al hacer que se hay más sentimiento de comunalidad, es decir, de pertenecer a un grupo,
'' · · asignen a la minoría un conjunto de características negativamente conno- saberse como categoría intragrupo, el asumir un estilo rígido beneficia la
tadas ... supondría una identificación psicosocial más difícil que la flexibi- influencia, lo que no ocurre cuando se echa mano del estilo flexible.
lidad, puesto que sería menos compatible con la búsqueda (o el manteni- El estilo flexible se ha propuesto como la contraparte del estilo rígido.
miento) de una identidad positiva por parte del blanco de influencia" (p. En el estilo flexible está considerada la posibilidad de ceder y de manejar,
87). Los mismos autores, después de haber realizado varios experimentos, en el caso de cuestiones sociales, un discurso humanitario más que uno
llegan a la conclusión de que la influencia es mayor cuando los pertene- frontal o de exigencia. En este caso, un estilo flexible trataría de crear un
cientes al blanco de influencia se identificaban más con la fuente, que sentimiento de comunidad, de pertenencia de una minoría a una agrupa-
cuando los primeros sentían menos pertenencia común con los segundos. ción y, por otra parte, resaltaría los atributos más positivos de ésta, condu-
Es decir, "la influencia aumenta al acrecentar la pertenencia categorial ciendo a una mayor influencia. La rigidez, siguiendo con esta reflexión, no
común entre el blanco y la fuente de influencia" (p. 88), y un estilo de ne- está sólo en función del comportamiento de las minorías, sino también en
gociación rígido "induciría un menor sentimiento de comunidad de perte- función del modo como los otros llegan a percibir tal rigidez. Ésta no es
nencia con la minoría y resaltará atributos más negativos, lo que termina- equiparable con la cerrazón y la actuación unilateral, no obstante en los
ría generando una influencia minoritaria menor" (p. 97). Aquí cabe aclarar hechos se le llegue a equiparar, toda vez que se asemeja más a la insisten-
que el estilo rígido es menos viable cuando una minoría que pretende ejer- cia y persistencia que una minoría muestra al momento de plantear sus
cer influencia es percibida o se posiciona por fuera del blanco de influen- exigencias, sus puntos de vista y sus expectativas para con ciertas situacio-
cia, esto es, que la minoría se percibe como e.1:ogrupo, como no pertene- nes. El estilo de comportamiento rígido lleva, en ocasiones, a la modifica-
ciente al grupo o colectividad, de ahí que no se encuentren elementos en ción de situaciones, de posiciones al interior de una agrupación, pero en
común entre la fuente y el blanco de influencia, lo que tiende a disminuir otras resulta contraproducente (lo cual se expondrá el apartado del estilo
las posibilidades del impacto minoritario. de negociación rígido/flexible).
Es por eso que Moscovici (1981) asegura que el comportamiento rígido
puede ser una causa de la influencia, pero puede ser también un obstácu- PROCESOS MINORITARIOS
lo. El comportamiento rígido puede ser síntoma de la existencia de un con-
flicto, de una negación a aceptar un compromiso o a hacer concesiones, e Las minorías activas desencadenan una serie de proceso con su actuar, al
incluso de la persistencia en imponer el propio punto de vista a cualquier tiempo que se genera influencia en esferas no previstas en la influencia
costo. l .a rigidez_. asimismo,y~e atribuirse en ocasiones "a la incapaci~ad mayoritaria, es el caso de la influencia indirecta y la esfera privada, Pero,
de un individuo o n po para apreci~_rtos aspectos de la ~~li- para que ello se presente primero ha de desencadenar una actividad cog-
da o para abandon~Üñmntevistalimita . se ha im !J.le_~to. noscitiva compleja y amplia, desplegar un estilo de negociación acorde con
Siri~rg~J~demos que el comportamiento rígido puede ser simple los requerimientos de la situación y con su posición, ya sea dentro o fuera
resultado de una situación en la que la concesión y el comportamiento son del grupo. Veamos.
en realidad imposibles" (p. 158). En este último caso se expresa la defensa
por parte de las minorías activas, de los derechos de poblaciones vulnera- Actividad cognoscitioa
bles socialmente, como aquellos grupos que al salir de sus países se ven en
la necesidad de introducirse en un territorio ajeno y buscar conquistar El fenómeno de influencia minoritaria transita por una serie de procesos,
ciertos derechos que a todo humano corresponden, pero pueden encontrar- entre los que se encuentra el cognoscitivo ya que la influencia no se pre-
se con reticencias en ciertos sectores que consideran deben permanecer sin senta de manera mecánica en sus blancos potenciales y que, a decir de
tales garantías; en esos casos, las minorías tienden a lograr mayor impacto Ibáñez (1987), hay toda una actividad constructiva que se da en los suje-
si su estilo es rígido: no hay concesión alguna sobre los derechos de los in- tos, impulsada por las minorías. La tesis central consiste en que la influen-
migrantes en Europa, rezaría el lema. Algo similar se podría mencionar cia minoritaria provoca más actividad cognoscitiva (ya sea en términos
para el caso de los grupos indígenas en América Latina: deben ser recono- cualitativos o cuantitativos) que la provocada por la influencia de corte,.,,..
cidos sus derechos. De ahí que Mugny y Pérez (1987) afirmen que cuando
222 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA
223

mayoritaria.¡Es esto precisamente lo que, con el sustento de varios estu- r~~ ~l~- me~~~a ~-IJ!!e ·ªll~~nta el _n~~ero de personas que coinciden
~ r á de demostrar en este apartado. · e~~se punto ~e ~st~<>r lo que, de entrada, se otorga mayor credibilidad
- ~ entrada, Nemeth (1987) sostiene que los puntos de vista adversos aly.!!rff_9.l'.ll.lVlSfa efe la m~y~?!-~~-~ ~~113._m.inoría. Por otra P~J:.....ge ha
que provienen ya sea de una mayoría o de una minoría producen efectos d1~<?_ qu~ ª-ni!-5 al~~~~~1fül!_d_~~!i_ax_~ás ~nteriotjzación deímensaje.~Sin
diferentes en la forma como los sujetos reciben la información y reflexio- embargo, para MoscoVIc1, retomado por Maass (1987), se presenta una re-
nan sobre el problema planteado: dependiendo de la posición donde esté lación inversa entre la credibilidad y la conversión, pues "una fuente me-
situada la actuación, o el punto de vista, se puede facilitar o dificultar la nos creíble motivará en mayor grado a los sujetos a concentrarse atenta-
creatividad y la calidad de la toma de decisiones. Esta autora, retomando mente sobre el estímulo" (P_- ~~4) mientras que, en el caso de la mayoría
a Moscovici, menciona que las mayorías producen generalmente sumisión por su antecedente de cred1b1hdad, el mensaje es menos examinado. De
y las minorías son fuente potencial de conversión. Para ello, nos explica hecho, ."los sujetos expuestos a la influencia de una mayoría están más in-
que "los sujetos se implican en procesos de comparación social cuando se clinados a fiarse de la información que les dé la comparación social, mien-
ven opuestos a una mayoría. Se centran, pues, en la relación. Confronta- • tras que los expuestos a la influencia de una minoría tienen más motivos
dos a la minoría, los sujetos se centrarían, por el contrario, en el problema para evaluar sus opiniones y sus percepciones por medios 'objetivos' no
en cuestión. Reflexionan sobre la cuestión en juego y se convencen de la sociales" (pp. 154-155). Visto así, mientras que con el mensaje O estí~ulo
verdad del punto de vista de la minoría" (pp. 291-192). d~ la ma!oría los sujetos son más propens~s a dar por verdadera una opi-
' .. · Pero, ¿a qué se debe el hecho de que se presente esta diferencia entre lo món de esta, se ocupan de ese punto de VISta y no buscan otras alternati-
; provocado por una minoría y lo provocado por una mayoría? Anne Maass vas o soluciones, lo que sí ocurre con las minorías: "Hay pruebas que nos
(1987), retomando algunos planteamientos de Chaiken, trata de responder hacen pensar que los sujetos examinan con más ahínco el mensaje menos
planteando que el "modelo heurístico" puede dar cuenta de algunos proce- creíble y, en concreto, que la baja credibilidad facilita a) la concentraóón
sos de la influencia minoritaria. Según este modelo, la gente utiliza reglas sobre el estímulo, b) el pensamiento divergente y c) la conversión" (p. 155).
de decisión simples a la hora de evaluar la validez de un mensaje, como Eso es lo que dejan ver los resultados de un experimento que reporta la au-
por ejemplo "los argumentos numerosos son los mejores". Así, en lugar de tora, realizado en 1983 por Tesser, pues se encontró que "los sujetos pres-
analizar el contenido del mensaje, las personas recurren a un método heu- taban un poco más de atención al estímulo cuando estaban expuestos a
rístico que exige poco esfuerzo cognoscitivo. Una de estas formas es el una fuente de influencia de una persona que cuando eran expuestos a una
"heurístico del consenso", según el cual un mensaje es juzgado más válido fuente, supuestamente más creíble, compuesta por tres personas" (idem).
cuanto mayor es el número de personas que está de acuerdo con él. De Moscovici, por su parte, ha argumentado que "un juicio sostenido por
esta manera, se puede indicar que los sujetos confían en el "heurístico del una minoría es más propenso a suscitar argumentos y contraargumentos
consenso" cuando se encuentran expuestos a la influencia de la mayoría, que el sostenido por una mayoría" (citado en p. 147), motivo por el cual
mientras que "examinarían de modo más sistemático el contenido del provoca más actividad cognoscitiva. Retomando los resultados de estudios
mensaje cuando estén expuestos a la influencia de la minoría" (p. 157). de Nemeth, Anne Maass refiere que los sujetos confrontados a un punto de
Esto es, hay más actividad, en sí misma, cuando se presenta un argumento vista mayoritario centraban su atención y reflexión en el mensaje de la ma-
de la minoría, toda vez que se plantean propuestas o visiones divergentes a yoría, sin plantearse otras soluciones o alternativas, en tanto que los suje-
las del consenso, a las ya establecidas. Siguiendo sobre lo mismo, "El mo- tos expuestos a una minoría dirigen su reflexión al problema, es decir, van
delo heurístico prevé, además, que sólo un proceso sistemático desemboca más allá del mensaje concreto de la minoría: las mayorías "suscitan un
en cambios de actitud duraderos; y, por el contrario, de un procesamiento pensamiento convergente-, su influencia se reduce a 'predominar', es decir,
por heurísticos sólo se espera un acuerdo temporal con la fuente de in- a que se adopte inmediatamente el punto de vista que proponen. Por el
fluencia" (p. 157). (Esto nos podría explicar en parte, sólo en parte, por contrario, las minorías inducen un pensamiento divergente; hacen que se
qué la influencia de las minorías se presenta más en el terreno latente que descubran soluciones nuevas, es decir, soluciones no propuestas anterior-
en el manifiesto). mente por ella" (p. 148). De lo que se trata es mostrar que "las minorías in-
La____autQ!a, al referirse a la credibilidad, menciona q u ~ ~ t o que ducen procesos de pensamiento cualitativamente diferentes de los induci-

-------
1.Ul8--QP-iniónoº·pereepeión tiene mé.sposihilulades de ser juzgada como co-
·----- ---- ---.
r
!
SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCE.50S Y REFLEXIONES TEÓRICAS INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA 225
224
1
dos por las mayorías", al tiempo que "desencadenan una reflexión menos Lo sostenido por los partidarios de la influencia social minoritaria se
defensiva y más divergente" (p. 148-149).. . . .. sustenta con estudios empíricos que han arrojado resultados que permiten
1
Ante esto, Anne Maass propone una hipótesIS comp_lementan~ que ~fir- ¡
exponer la incidencia de las posiciones mayoritarias versus las posiciones
ma que la actividad cognosciri_va determina lo~ camb~os de,ac~tud pnv~- i1 minoritarias en el desempeño de la actividad cognoscitiva. Anne Maass
dos O latentes sin que necesanamente se refle1en a mvel púhhco o mani- (1987) da cuenta de un estudio que realizaron en 1983 Guillon y Person-
fiesto, puesto que pueden presentarse a nivel privado. Esta hipótesis se..ve nnz, en el que se grabó la discusión de una sesión cuyos sujetos eran con-
reforzada cuando, después de varios experimentos, se encuentra que la frontados con una mayoría y una minoría: el análisis de contenido puso
actividad cognitiva (referida aquí a los pensamientos escritos u orales) muy en claro que los sujetos de la condición de influencia mayoritaria "sentían
probablemente es capaz de dete~~ !ª
actitud, sin por ello tener que
manifestarse necesariamente en público (p. 150), lo cual, como veremos
un conflicto interpersonal que iba aumentando a medida que transcurría
la discusión, mientras que los sujetos de la condición de influencia minori-
más adelante, tendría sus costos. De forma sintética y ordenada se puede taria testimoniaban un aumento del conflicto cognitivo" (p. 146). Como
presentar así: los sujetos expuestos a la influencia minoritaria desarrollan consecuencia de esta condición se podría argumentar lo que Nemeth
diversos procesos de pensamiento: 1) es más ~robable ~e se concentren (198_7) ha encontrado: el hecho de oponerse a las mayorías genera mayor
en el estímulo; 2) su reflexión es menos defensiva y más divergente, y 3) su tensión que el oponerse a las minorías, sosteniendo la posibilidad de que
actividad cognoscitiva tiende n desembocar en un cambio de actitud, ya "la tensión provocada en una situación de influencia por una minoría sea
sea privado o latente, y no en un cambio público o manif~esto; Después de 'la óptima', y por ello facilite la ejecución de la tarea; mientras que la ele-
lo cual surge la interrogante: ¿qué es lo que hay en una mmona que provo- vada tensión provocada por la situación de influencia mayoritaria la po-
ca un pensamiento no defensivo y divergente? ~a misma autora_r':5~onde dría dificultar" (p. 293). Luego entonces, parece que se tiene un elemento
e "una fuente de comparación poco creíble tiene grandes posibilidades desfavorable por la tensión experimentada alrededor de una mayoría (a la
de producir una búsqueda de validación no social" (p. 161). Otra parte_ de que no se está predispuesto), que a una minoría (a la que sí se está predis-
puesto) pero que con su consistencia provoca conflictos tanto externos
la respuesta se encuentra en lo que nos dice Nemeth (1987) en el sentido
como internos a nivel cognoscitivos.
de que:
Continuando con la discusión, Nemeth argumenta que frente a una ma-
el conflicto engendrado por los puntos de vista adversos, ~t~ si estos ~~a- yoría adversa, los sujetos tienden a presuponer que a ésta le asiste la razón
nan de una mayoría como de una minoría, estimulan la actiVIdad cogmtiva. y que son ellos personalmente los que se equivocan. Si a esto le añadimos
Al oponerse a los puntos de vista que emanan de una ~norí~ se estim~a el que se acepta el punto de vista de la mayoría pero no el de la minoría, a
que se preste atención a una gama de hechos más amplia; se mduce un pen- fin de evitar las posibles consecuencias de descrédito e incluso de ridículo
samiento divergente', que supone una toma en consideración de esos h_echos que se darían en caso de no actuar de ese modo, es posible plantear que
desde diversas perspectivas; y, en última instancia, se favorece una meJor re-
"frente a una minoría adversa, los sujetos comienzan descartando ese pun-
alización de la tarea y una mejor calidad en la decisión tomada (pp. 287-
to de vista. Suponen que la minoría está equivocada. Además, se encontra-
288) rían motivados para juzgarla así, porque con ello evitan suscribirse a esta
y en el caso de la oposición a un punto de vista de una mayoría se ~ula posición y a las consecuencias que implica" (p. 294). Luego, como conse-
un pensamiento "convergente", pues la atención y los procesos ,cognoscitivos cuencia de tales percepciones y motivaciones los individuos expuestos a la
adoptan una perspectiva idéntica a la adoptada por la mayona: posición adversa de la mayoría estarían en posibilidades de evaluar la ve-
racidad o falsedad de esta posición, abordando el problema únicamente
Estos procesos de pensamiento convergente pueden favorecer el logro si 1~
desde ese punto de vista. Del otro lado, los expuestos a la posición de la
perspectiva es adecuada, pero, a fu:1 de cue~tas, estos p ~ hacen más di-
minoría adversa, de entrada ya tienden a descartar esta posición. De ahí
fícil la realización de la tarea y ba1a la calidad de la decisión tom~d~:·· (así)
1 valor de los puntos de vista de la minoría no se sitúa en las posibilidades que se exponga que:
~e tengan de prevalecer, sino en el hecho de _que, dado ~l tipo de proc".5os a la larga cuando la minoría se muestra consistente y autoconfiada, los suje-
cognitivos que estimulan, sean capaces de me1orar la calidad de la realiza- tos se ven incitados a intentar comprender por qué la minoría está mante-
ción de la tarea y de la toma de decisión (p. 288). niendo una posición tan errónea. Durante este proceso reevalúa el problema
r
1
INFLUEN CIA SOCIAL MINORITARIA
S 227
226 SIGNIFIC ADOS COLECTIVOS: PROCES OS Y REFLEXIONES TEÓRICA

nen en todos los procesos de influenc ia, in e1u1·d a 1a 1n- ·


estimu- poder .que . intervie
. . .
teniendo en cuenta diversas alternati vas. Así, las mayoría s deberían fl uencrn m1nont ana, mcluso. si es cierto que no adoptan e 1
n ese caso a ,orma
,
posici6n que propone n, mientra s que las mino- d 1 · 't"J ·
lar la converg encia sobre la e re ac1ones de depende ncia. En consecu encia • podría resultar u I reinte-
n estimula r una reevalua ci6n partiend o de diversos puntos de . teoría de la con ·ó
rías debería grar plename nte .el fenómen o del poder en la vers1 n, concre-
atención y tales procesos .
vista. La conversi ón debería producir se cuando tal tamente con la. d1mens1 ón de los costes sociales en los que caen 1as m1nor · í
as,
294-295). . . . .
de pensam iento permita n que se adopte la posición propues ta (pp. Y poner más hmcap1 é en la dimensi ón social del conflicto que e
n su
d"
1men-
· .
Sin s1·ó n cogn1t1va (pp. 284-285).
Vista así, los dos tipos de procesos pueden conduc ir a la conversión.
de nuevas solucion es correcta s, la toma en
embarg o, el descub rimient o mayor
conside ración de puntos variado s y la promoc ión de la creativ idad parecen . Como s~ puede ver, el ámbito de lo social, de lo relacional cobra
español , otorgán dole menor trascen dencia a la act· ·_
ser del domini o de la actuaci ón de la influen cia minorit aria. Ademá
s está importa ncia para el . . !VI

minoría s "parece n produc ir estos d a d "ºmtema ,, en l as persona s su¡etos de la mfluen cia.


el hecho de que los puntos de vista de las
incluso cuando la posició n que defiend en es errónea . Así, aunque
efectos
cognitivos Esti"lo de negocia ción: rígido/f lexible
su posició n no sea adoptad a, la confron tación moviliza procesos
y la calidad de la deci-
que son muy propici os para favorecer la creativi dad concien -
sión adopta da" (p. 295). Después de insistir en que la influen cia minorit a- ~ara que una minorí a logre impact ar y, por tanto, influir en la
acto de presenc ia y de
ria favorece la creativi dad, mientra s que la influen cia mayori taria puede cia de los demás es ne~esario que, además de hacer
en clara confron ac n con rñ'a-
impedi rla, la autora afirma que la influen cia de la minoría facilita
la me- desenca denar un conflict o cuando entra 1
onfl· o, m r el cual d;¡;e
morizac ión y puede incluso contrib uir al uso de estrateg ias sutiles como yoría, debe tratar de reso
~ mir na osición en la . l ! , ! c i ó n . , . ~0 ~ i a -
por ejemplo de categor ización .
la in- ción,, toda vez ~e no puede impone rse su punto de vista, P ~ l o
Con todo esto, y con las implica ciones que tiene el sostene r que
el terreno privado y no en el ·espacio públi- est~n_a reprodu ciendo las formas de la influen cia mayoritaria. Así pues, la
fluencia sólo se present ará en
erse p~sición que se asuma en la "negoci ación", es decir, el estilo que se des-
co, Nemeth reflexio na que las persona s hacen mucho más que convenc el grado de influen cia que
d de las posicio nes minorit arias, ya que "entabl an pliegue ante ésta, determ inará en cierta medida
en privado de la exactitu
nte es que se obtendr á y el nivel de la misma.
una reflexió n más amplia sobre el problem a. Y lo más importa las mi-
su 'pensam iento' adopta una forma diverge nte" (239). Esto es, ahora
ya se Existen dos formas en que, una vez desenc adenad o el conflicto,
a con mayor número n la negocia ción: el estilo flexible y el rígido, y que no es otra
tienen en cuenta más hechos, se examin a el problem norías afronta
del pro-
de perspec tivas que la única propue sta por la minoría (o por la
mayoría). cosa qu~ el estil~ de compor tami~nt o despleg ado en este momen to
negocia ción, Mugny
La consecu encia de este modo de funcion amiento del pensam iento es que ces~ de mfluen cia. P~ra los estudiosos de los estilos de
a ser mejor". La autora ase- y Perez (1987), un estilo flexible:
la conclus ión adopta da, sea cual sea, "tiende
que de otro modo habrían pasado
gura que se descub ren nuevas versiones la minoría
d de es- inducirí a un sentimie nto de una comuni dad de pertenen cia con
inadver tidas. Se encuen tran solucio nes median te toda una varieda endo a una
de la forma de resolver el pro- y, por otra parte, resaltará los atributo s más positivos, conduci
trategia s y, en última instanc ia, la calidad senti-
aunque en ello va de por me- mayor influenc ia. El estilo de negociac ión rígido inducirí a un menor
blema y de la decisió n adoptad as es superio r, pertenen cia con la minoría y resaltará atributo s
miento de comuni dad de
negocia ción que adquie ran las minoría s para resolver el ria me-
dio el estilo de más negativos, lo que termina ría generan do una influenc ia minorita
interno.
conflicto que han generad o, tanto en el terreno externo como en el nor (p. 97).
Ahora bien, cabe acotar la magnif icación que se pueda hacer sobre
la Q.")
activida d cognosc itiva asociad a a los mensaje s de las minoría s, y quien lok 1)/
Esto es.' qu~ p~ra lograr una mayor eficacia en la influen cia social,
rígido) en la
la realiza es lbáñez (1987), quien mencio na que: grupo~ ~mont anos deben adoptar una posició n flexible (vs.
una identifi cación
el papel del 'conflict o cognitivo' y de la 'validaci ón cognitiv a'
es probable - negociación, ya que los blancos de influen cia sienten
parte del
mente sobreest imado en relación al papel del conflicto social y de las nor- con alguno o varios elemen tos de la minoría y se percibe n como
complac en- que el proceso flexible resulta mejor
mas sociales que intervien en en los procesos de conversión y de grupo; podríam os decir, en este caso,
es de
cia... [y] en una cierta subestim ación de la importan cia de las relacion
f
i

SIGNIFIC ADOS COLECTIVOS: PROCESO S Y REFLEXIO NES TEÓRICA


S INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA 229
228

cuando a la minoría se o o al que pretende in- minoría, menos i~fluenc ia ejer~e so?re las opinione s directam ente expre-
las
uenciar, esto es intrmrryp o, por sentir una identific ación con el grupo. Al sa~8:' en el me~a1e ; pero también e1erce tanto mayor influenc ia sobre
(con una aclaració n· 1 ·
~ e l estilo flexible, cuando se impone un estilo de negociac ión rí- opimone s asociada s con el mensaje " (p. 696) . a in-
· d
fl uenc1a · de manera más acentua d 1
gido los individu os que son el blanco de la influenc ia se sienten como en e las minoría s se presenta a en a
con el · fl · · d. a saber: se influye ás 1
una categorí a exogrupo , excluido s, como si no tuvieran nada que ver m . uencia
. m irecta más que en la directa, , m en as
lo
grupo minorita rio. Como resultad o de varios experim entos, estos autores opinione s ~ue ~stán asociada s al mensaje , que sobre el mensaje mismo
los ). Efectiva mente, en el estiJ.!Lií gido se ªJ>re-
han postulad o que la influenc ia minorita ria puede facilitars e cuando c~al se revtsara más adelante
--
blancos de influenc ia "mantie nen un sentimie nto de pertenen cia común ~n ~nas caracter ísticas de resistenc ia:
con la minoría , efecto que se acentúa tanto más cuanto más positiva mente
connota dos aparezc an los atributo s asociado s a la minoría " (p. 91). Y
es ~or_ una parte, la rigid_ez inducirí~ en. el sujeto-blanco de influencia, un se@
al crear un lazo privilegi ado en- t1m1ento de sobrexclus1ón categonal vmculada a la percepción de la minoría
que la influenc ia de una minoría aumenta ; mientras que la flexibilidad daría lugar a qu e se
una como claramente exogrupo
tre el sujeto y la fuente, es decir, cuando se genera el sentiuúe nto de ·b· · · .
a la uúsma entidad, a la misma co- perc1 ~era una cierta identidad común entre la minoría y los blancos de in-
identida d común, como pertenec ientes
fluencia, a pesar de la divergencia ideológica (Mugny y Pérez, 1987, p. 87),
lectivida d:
pFoducié ndose ~-í un :umento en la influenc ia del estilo flexible y mos-
En la misma medida en que ésta suponga una autoatribución de las caracte-
trando que la ngidez, al hacer que se asignen a la minoría un conjunto
rísticas de la fuente que han sido resaltadas durante la relación de influen- a-
de caracterí sticas negativa mente connota das... supondr ía una identific
cia, y en la medida en que los sujetos tiendan a adquirir o a preservar una dad, puesto que sería menos
identida d social positiva, se puede entonces suponer que se preferirán aque- ción ps~cosocial más difícil que la flexibili
llas identificaciones con las fuentes a las que les están asociadas atributos compati ble con la búsqued a (o el manteni miento) de una identida d positi-
connotados positivamente (pp. 88-89). va por parte del blanco de influenc ia" (ídem).
Pero com~ y~ hab~amo s vi~to, existen posibilid ades de que el estilo rígi-
Ello se debe, en parte, a que es menos complejo asumir el costo psicoló- do genere asimism o mfluenc ia, con la acotació n del anclaje que se tenga
gico que implica ser identific ado con un grupo desviado (con todo y lo
que sobre sus posturas . Kaiser y Mugny (1987) plantean que en el caso del com-
acarrea su comport amiento rígido), que ser identific ado con uno más flexi- ~~rtamien~o.' "_el paso de un estilo flexible a uno rígido dará una impre-
ble (Ibáñez, 1987). s1on de legitu~ud~~ cuando la fuente se apoye en aconteci mientos objetivos
de
Ahora bien, el hecho de que haya identific ación con aspectos positivos a la hora de 1ustifica r sus puntos de vista" (p. 136), como los derechos
de ·los inmigr~~ tes, de los gr_upos desfavor ecidos o excluido s como los indíge-
de las minoría s y esto permita que se dé la influenci a, no agota los estilos
negociac ión. En este sentido, Kaiser y Mugny (1987) ya en el plano concre- nas en Mexico. En seme1antes casos la acentuac ión del conflicto se verá
to, advierte n que en un contexto de tensione s intergru pales no resulta
há- plename nte justifica da por el contexto , "lo que no sucederá cuando preva-
efi-
bil por parte de las minorías mostrars e intransig entes, toda vez que baja su lezca el contexto de tensione s sociales" (p. 137). Además, se puede ser
ad, la referenc ia a un caz a largo plazo:
potencia l influenc iable, y en el contexto de objetivid
acto colectivo extremo como podría ser la defensa de inmigran tes en algún
país fronteriz o, ante una actitud xenófob a, no autoriza a la minoría
a c_uand~ la minoría co~enza mostrándose transigente, negociadora, y a con-
transigir , o sea a ser flexible, toda vez que se están defendie ndo los dere- tmuac1ón se muestra mtransigente. La minoría podría mostrarse dura en la
a- relación intergrupal, a condición de que no haga sino replicar a una crítica
chos de los extranje ros, lo cual resulta irrenunc iable. Aquí, el comport
o, y se ha mostrad o que funciona . En el primer que se le ha dirigido. Esta condición contrasta con las dos condiciones en las
miento rígido es el adecuad
que la minoría se muestra desde el principio intransigente. En este caso, e
caso, Mugny y Pérez (1987) apuntan ventajas para el estilo flexible cuando independientemente del estilo posterior, su dureza inicial no aparecería jus-
se trata de la influenc ia directa, es decir, sobre el mensaje mismo y su con- tificada por el contexto intergrupal, sino al revés, justificando los ataques
tenido; así lo ha expresad o también el propio Moscovici (1983), quien des- (p. 140).
pués de analizar los resultad os de varios experim entos llega a la conclu-
sión, para el segundo caso, de que "mientra s más extrema o rígida es una
230 SIGNIFICA DOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIO NES TEÓRICAS INFLUENC IA SOCIAL MINORITARIA
231

En esta discusión entra Doise (1987) al exponer los resultado s de experi- que la influenci a en los grupos minoritar ios se presenta de manera más
mentos que realizaro n en 1983 Mugny, Kaiser y Papastam ou. En dichos eficaz cuando hay un proceso de identifica ción por parte del blanco (ma-
experime ntos se emitía un mensaje basado en el principio de cc:>mpartir los yoría) con la fuente (minoría), pues la influenci a que se ejerce de una per-
derechos humanos , y otro en invocar los derechos de los traba1adores. Los 'na a otra, o de un grupo hacia otro, descansa en buena medida en el
argument os eran atribuido s a una fuent~ autóctona o a una_ fue.?te extran- /grado de ide_ntificación con ella. Si nos identifica mos con nuestro grupo~~ \
jera. Los sujetos experime ntales eran swzos. En ~ales estudi~s no r~ult~ con nuestro Jefe, aceptamo s fácilment e sus opiniones... (así) el conflicto .1
extraño que la condición experime ntal que produ!o la mayor mflue~cia di- provocado por alguien al que nos sentimos próximos, o que nos es similar3
ferida fuera aquella en la que una fuente extran1era presentó un discurso se encuentra atenuado . E in~edia_ta_mente nos ~ostramo s dispuesto s a de-
de tipo humanita rio" (p. 37), esto es, más conciliador, más flexible, toda fenderle y a rechazar cualquier opmión susceptib le de dañarle" (p. 316).
vez que era una fuente percibida como exogrupo. Y en _el caso de la fuente En otro de los aspectos que se ha estudiado de la relación intragru-
ubicada como intragrup o, el estilo rígido resultó más eficaz. po/exogru po, Anne Maass (1987), retomand o trabajos desarrolla dos por
Mugny, argumen ta que la minoría exogrupo y desvalori zada es la que ejer-
Influencia intragrupo/exogrupo ce el mayor impacto (influencia) a nivel privado, mientras que la minoría
más creíble dentro del propio grupo se muestra más influyente a nivel pú-
tra de las esferas en que se presenta el impacto de la conjugaci ón de los blico:
estilos de negociaci ón, de la cual ya menciona mos algunos elementos, es l_a estos resultados sugieren ~e la localizació n sobre el estímulo, el pensamien -
que se refiere a los llamados intragrup os y exogrupos, en los que, a decu to divergente y la conversión, tienen más posibilidad es de producirse cuando
de Mugny y Pérez (1987), para los grupos ~noritari os con un ~rácter ~e la fuente de influencia goza de poca credibilida d (merece señalarse de pasa-
intragrup o, es decir, perteneci entes al propio grupo. blanco ~e mfluencia., da que la credibilida d de la fuente también puede explicar por qué los suje-
presenta una mayor eficacia el estilo de comporta miento rígido o la acen- tos examinan el mensaje de la mayoría de una· forma más defensiva que el
tuación del conflicto, mientras que en los de carácter exogrupo, cuando la mensaje de la minoría menos creíble). Dado que se.supone que las mayorías
son correctas, todo desacuerdo con ellas exige un mayor número de justifica-
fuente de influenci a es externa al grupo, se debe presentar una atenuació n
ciones (p. 156).
del conflicto, esto es, un estilo de comporta miento más negociador o fle-
xible. En el mismo tenor están las conclusio nes a las que llega Robin Martin
/ Siguiend o con este razonami ento estos autores plantean . que "para lo- (1987) después de varios experimentos, al asegurar que "las minorías intra-
Í grar una mayor influenc~a., ~na mi~oría categorizada como mtragrup~ de- grupo obtienen más influencia que las minorías exogrupo cuando las res-
! hería recurrir a un estilo mtransige nte, debería aumentar el conflicto, · puestas tienen un carácter público" (p. 117). Asimismo señala que en un

u
\ mientras que una minoría categoriz ada como exogrupo obtendría una ma- estudio se encontró que, en el caso de la influencia intragrup o, ese efecto
or influenci a en caso de recurrir a un ';'tilo más negociado r, at_enuando el sólo aparece cuando los sujetos creen que hay similitud entre ellos y los
conflicto O al menos no aumentán dolo (p. 99). Algunos traba1os desarro- otros miembros de su grupo, ya que cuando creen que son diferentes , efec-
lados por estos investigadores arrojan los siguientes resultados: en un ex- tivamente, el efecto desaparece. "Estos resultado s apoyan la interpreta ción
periment o en el que se compartí an más elementos (cinco de ocho catego- de los procesos de influenci a en términos de identifica ción social, según la
rías), la fuente fue percibida como más "intragru po" y ob_tuvo mayor cual se supone que los individuos son más influidos por una fuente perci-
influenci a al adoptar un estilo de tipo rígido en lugar de flexible. Al con- bida como similar a ellos que por una fuente percibida como diferente, ya
trario, cuando la fuente fue percibida más bien como exogrupo (una sola que el hecho de ser influido por esa última implica un coste psicológico más
pertenenc ia común) entonces obtuvo más influencia cuando se mostró fle- elevado" (p. 122). Lo cual también es señalado por lbáñez (1987).
xible y no rígida. De ahí que se concluya que la fuente intragrup o "puede Para finalizar, sólo se ha de menciona r un estudio realizado por M.awi,s
(debe) mostrarse más conflictiva, míen~ que l~ mino~a exogrupo debe !..Clark {referido en Martín, ~ . en donde la minoría intragrup o y exo-

_____ _________
recurrir a una negociación de naturalez a ideológica, a fm de no acentuar grupo al variar en cierto grado adquieren una denomina ción algo diferen-
aún más el conflicto que de por sí ya induce con su identidad de exogru- te, pero en esencia es la misma. Los autores proponen la distinción
po" (p. 102). A la misma conclusió n ha llegado Moscovici (1981) al afirmar e
...:_
una "minoría simple", definida como "indiVI uos que sólo se desvían de la
232 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA 233

mayoría en funció creencias", y or otro lado la "minoría~, contenidos no explícitamente abordados por la fuente (influencia indirec-
~ ID!_a como aquella "que no s o difieren < ! ~ J . ~ y 9 ~ e ta)" (p. 171 ).
s.us...cn:..~cias, sino tarñliién por pertenecer a~,.E_ategoría di~~ Je: En el caso de la influencia indirecta intervienen procesos que de alguna
1Q7J Un e1eiñp1o-ae-estetipo de minodas seda un grupo de no socíafíst_as manera intentan detener el impacto de los mensajes, y que se ejercen des-
defendiendo una posición socialista (minorÍa simple) y un grupo de socia- de las mayorías quienes tratan de impedir los cambios que se demandan.
listas defendiendo una posición socialista (minoría doble)-Ahora bien, los Tales procesos son la psicologización, la sociologización, la denegación y la
.r.,~ul!!9illi más enc.2,ntrado~ dice el auto.x:..Jll.lJ~~~-~noría s sim- validación (de los cuales se dará cuenta más adelante). Estos mecanismos
p~m_ayor influ~~ que. las minori81'. dobles. Así 1~ muestra el es- de resistencia pretenden restarle credibilidad y legitimidad al proceso de-
tudio que realizaron Mass y Clark en 1983 (citado en Martm, 1987), en el sencadenado por las minorías. Al respecto, Pérez y Mugny apuntan que la
que sujetos heterosexuales recibían un mensaje a favor de los derecho~ de resistencia a dejarse influir por una minoría se explica en buena parte por
los homosexuales; dos eran las fuentes del mensaje, por un lado una mmo- el "proceso de comparación social', que refiere que la atención del blanco
ria de estudiantes heterosexuales (minoría simple), y por el otro un grupo de influencia se centra en la relación que mantiene:
de homosexuales (minoría doble). Los resultados dejan en claro que "una
minoría simple obtenía mayor influencia que una minoría doble" (p. 108). con las entidades sociales que sobresalen en la situación de influencia y,
más concretamente, con los atributos que definen cada una de ellas. Consi-
Influencia directa/indirecta guientemente, la influencia directa de la minoría a menudo encuentra los
obstáculos propios de la indeseabilidad social asociada a sus características
~orno ya se ha insinuado en algunos casos y señalado en otros, la influen- por un contexto intergrupal conflictivo en el que cualquier acercamiento a
ella supondría, casi automáticamente, un cuestionamiento de la identidad
cia que las minorías ejercen es más de corte ind_irecto que directo. La in-
social del individuo (p. 169).
fluencia directa se define como aquella que se ejerce sobre el mensaje y el
contenido que se ha emitido, a saber, que si se ha expresado un menaje en Doms (1987), por su parte, refiere otro elemento: la resistencia de un s i )
contra de la guerra, la población cambie su posición con respecto a la gue- jeto a las tentativas de influencia de una fuente dada, sobre todo cuando
rra misma y lo que ella significa; y en el caso de la influencia indirecta, se 'trata de una minoría, y que aumentan cuando, de uno u otro modo, ese
ésta se lleva a cabo sobre cuestiones asociadas al mensaje, es decir, para sujeto adquiere conciencia de su pertenencia a un grupo de referencia que
nuestro ejemplo, que se cambie la actitud sobre el servicio militar, la carre- comparte una opinión diferente de la defendida por esa fuente.
ra armamentista, su presupuesto, etcétera. En todo caso, lo que se ha mos- La influencia indirecta tiene también un s11Stento cuya actividad es cons-
trado con diversos estudios es que el impacto más fuerte que una minoría tructiva y que se procesa de manera interna con la actividad cognoscitiva,
ejerce en el corto y mediano plazos se despliega más en la influencia indi- y se manifiesta a manera de influencia indirecta (Ibáñez, 1987; Pérez y
recta. Mugny, 1987). Para este último equipo, la actividad constructivista del su-
Moscovici 1983 enta que el im acto de o inión de las minorías jeto, combinada con el actuar de las minorías excluyen de facto una expli-
es enor al deseado te a , aunque se influye más en cación en términos de imitación o de aprendizaje social (que a lo sumo se
as "vecinos" cQil el easo del tiemp~IDe hecho, as ~no~as mo i 1~an presentaría en el terreno directo), puesto que la influencia minoritaria, en
uestras ideas y nuestros comportamientos de manera mdirecta, precISa- la medida que sea indirecta, presupone un constructivismo social: "la in-
mente ahí donde no tenían intenciones de hacerlo y nos dejan desarm¡i- fluencia indirecta es fruto de una actividad sociocognitiva compleja, activi-

Ü os, no teniendo la libertad de elegir, presentándose así el fenómeno de la


nfluencia oculta. Por eso Pérez y Mugny (1987) advierten que lo más pro-
bable es que el impacto minoritario "sea nulo a nivel directo (o incluso
negativo), pero positivo a nivel indirecto" (p. 170), influencia ':{'1e "versa s~
dad que por nuestra parte queda conceptualizada por el llamado proceso
de validación" (p. 171). Sobre este punto, los autores plantean que esa acti-
vidad constructivista se desarrolla, en parte, por el conflicto que induce la
minoría. Dicho constructivismo se puede ubicar en tres niveles. En: primer
bre los contenidos actitudinales, comportamentales u otros directa y explí- lugar, el carácter innovador de la posición minoritaria provoca que los
citamente abordados por la fuente (influencia directa) y la referida a otros blancos de influencia reconstruyan cognoscitivamente nuevas categoriza-
ciones del campo social, de tal forma que no son las mismas categorizacio-
1
234 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS
INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA 235

nes antes y después de la intervenció n minoritaria . En segundo lugar, y de-


cia directa, no ~ucediendo _lo mismo con la postura flexible, pero se puede
bido a la intervenció n de estilos de comportam iento y de negociació n de la
llegar a producir una considerab le influencia indirecta o diferida. Sin em-
minoría, el blanco de influencia puede elaborar nuevos significado s y des-
bargo,_ "l~ minorías rígidas, pese a la resistencia que inducen sobre su in-
cubrir o imaginar nuevos atributos que redefinen la imagen inicial de la
~uencia directa (quizá también a causa de ello), parecen facilitar la apari-
minoría y otras entidades diferenciad as en el campo social recategoriz ado.
ci~n del fenómeno de conversión ". Lo que parece ocurrir también con las
Un ejemplo que clarifica esto es proporcion ado por los mismos autores
mmorl~ que son categorizad as como exogrupos: "En un primer momento
cuando mencionan un experiment o en el que se lee un texto de una fuente
Y e~pec1almente a niv~L directo, impiden la adhesión de la población a l~
minoritaria conflictiva que abogaba por la igualdad de los derechos políti-
teslS ~~r ellas defendidas . Pero a nivel diferido, cuando se cumplen ciertas
cos entre autóctonos y extranjeros . El blanco de influencia, sujetos cristia-
co~dicion~ , esas minorías exogrupos liberan una influencia tanto sobre
nos, rechazaba n al inicio la postura por considerarl a muy extrema. Sin
actitudes di~tamen te relacionad as con su posición, como sobre otras úni-
embargo, el efecto de construccio nismo se encuentra cuando, al mismo camente relacionada s de forma indirecta" (p. 247).
tiempo de rechazar tal postura, los cristianos reconocen que la posición es
Ah~ra. b_ien,. Pé~ez y Mugny (1987) apuntan que el hecho de que la in-
muy generosa e inspirada en los textos bíblicos, que representan dos di-
flu~ncia mmontana se ~é en el terreno diferido e indirecto, no puede con-
mensiones específicas de la identidad del blanco de influencia y valoradas
cebirse com? una e~pecie de concesión mínima por parte de los sujetos
por éstos. De ello se concluye que "después de un primer rechazo inicial de
(bl~n~~s de influencia) , pensando en que ceden en cosas sin importanci a 0
la fuente, tras este constructiv ismo de nuevos atributos de la fuente, los su-
penfencas con respecto a la minoría, pues en la medida en que el conflicto
jetos terminaron viéndose 'moralmen te obligados' a redefinir sus propias
prov_ocado por las minorías aumenta, son más fundament ales las transfor-
posiciones, incluso sus sistemas de valores, en términos más xenófilos" (Pé-
maciones que se _Presenta~, e~ ta~to que se producen sobre el principio
rez y Mugny, 1987, p. 172). En tercer lugar, los blancos que son confronta-
que subyace al discurso mmontano y, por ende, son susceptibles de plas-
dos a una minoría pueden, en ocasiones,
marse en ~n m~yo_r ?onjunto de ~ctitudes o tomas de postura; luego enton-
(} llegar a inferir los principios organizadorf!4 de la posición minoritaria, prin- ces, e~ la confüct1V1d~d. de la mmoría y la actividad cognitiva (en lo que
cipios que podrán adoptar en otros momentos (influencia diferida} o apli- ést~ ti~ne de constructlVISta) lo que es responsabl e de su impacto indirecto
carlos a otros comportamientos y actitudes distintos de los referidos directa- y difendo. Y será precisamen te en las condicione s más conflictivas donde
mente por la fuente (influencia indirecta). Esta actividad de validación, que se presenciará un auténtico cambio de norma" (p. 191). Estos mismos au-
consiste en que la posición minoritaria sea reconocida como alternativa (vá- tores proponen cuatro hipótesis que tratan de dar cuenta de la diversidad
lida o valedera, pese a ser desaprobada), es esencial para que aparezca el de la influencia minoritaria . Primero, cuando una situación de influencia
efecto de conversión y para poder explicar que, aunque los sujetos no se ad- induce un conflicto de identificac ión muy intenso e impide que se instaure
hieran a los contenidos directamente minoritarios, puedan, no obstante, ins- ~n proceso de validación, no se producirá ni influencia directa ni conver-
pirarse de sus principios organizadores y cambiar a nivel indirecto, es decir, sión. Segundo, cuando una situación de influencia induce un conflicto de
sobre otros contenidos (pp. 171-172).
ide~tificac ión moderado, pero se impide que aparezca un proceso de vali-
dación, se observará influencia directa pero no conversión. Tercero cuan-
Y este tipo de procesos se presentan en muchos fenómenos sociales tales
como movimient os a favor del aborto, los ecologistas, los partidos de iz-
~º una situación ~e i~fluen?ia induce un conflicto de identificació'n muy
intenso, pero también interviene un proceso de validación no se observará
quierda, etcétera. Pero también hay que señalar que se ha encontrado que
infl~encia directa, pero sí un efecto de conversión . Cuart~, cuando una si-
"una minoría cuyo mensaje se juzga como inverosímil, obtiene más in-
tuación de infl~encia induce un conflicto de identificac ión moderado, y
fluencia indirecta o diferida que una minoría no denegada o incluso que
además se permite un proceso de validación, se observará tanto influencia
su mensaje es juzgado de verosímil" (p. 175), esto es, que cuando tienen
directa como conversión . Hay que señalar que algunos resultados dan
m_J:nos credi.E_ilidad los mensajes de las minor ías~ más ~ -
torga más veracidad. cuenta de ciertas variaciones en lo propuesto en estos cuatro puntos, sin
fluencia indirecta ·
en una situación embargo, no se refuta la idea central.
or su parte, Papastamo u (1987) asegura que cuando
Finalmente , es válido señalar algunos puntos que tratan de sintetizar
de negociació n la minoría despliega un estilo rígido, se debilita la influen-
los resultados de diferentes trabajos en el sentido de la influencia minori-
SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA 237
236

taria y su impacto en el terreno indirecto. Primero, si las minorías quieren me~anismos propios que no suelen tener nada que ver con la aprobación"
ser percibidas como alternativas, deben mostrarse consiste~tes, _ser rec~n~- (Kaiser y Mugny, 1987, p. 130).
cidas v categorizadas como tales. Procediendo de ese modo impiden o limi- Así: surgen varias interrogantes ":¿qué es lo que motiva a los sujetos a
tan s~ influencia directa, pero por ello también pueden llegar a generar aproximarse a una minoría en privado? ¿Por qué no se aproximan a una
u~a influencia indirecta o diferida. Segundo, la influencia indirecta de- mayoría que se _muestra i~almente consistente? Parece, pues, que el mis-
pende del conflicto y de la actividad cognosciti:a que éste s~scita. T_ercero, mo ?~mport~miento co~istente adquiere una significación diferente en
para lograr una influencia indirecta es necesario que, consciente o mcons- funcion de si es un_a mmoría o una mayoría la que lo adopta" (Maas,
cientemente, el sujeto realice la inferencia adecuada para pasar de las po- 1987, p. ~52). ~-decir de Ibáñez {1987), el hecho de que alguna persona 0
siciones expuestas por la fuente a los contenido~ indirectos, es decir, ~o gmpo se identifique de manera pública con una minoría desviante tiene
mencionadas en· el mensaje minoritario, aunque hgados a éste por el prin- un alto costo social, y resulta menor el costo de la identificación a un nivel
cipio organizador. Cuarto, para facilitar la aparición de la i~uencia indi- privado, toda vez que sólo es interno, a nivel cognoscitivo. Al respecto vale
recta, habrá que centrar la actividad cognoscitiva de los su1etos en este la pena traer a c~enta un estudio referido por Anne Maass (1987) que se
principio organizador. Aquí, el principio organizador es visto como u~a desarrolló en ltaha. En 1985 se realizó el Festival Nacional Homosexual·
manera en que el sujeto se está representando a la fuente o el mensa1e la mayoría de la población se opuso a dicho evento, y una minoría estab~
a favor. La autora examinó lo que se conoce como situaciones tentativas
(Mugny y Pérez; 1987).
d~ influ~ncia simultáneas (en donde intervienen la minoría y la mayoría al
mismo tiempo, sobre los sujetos) que operó en el caso referido, y los resul-
Influencia pública/privada
t~dos muestran que la teoría de influencia social minoritaria opera tam-
(y La influencia que ejerce una min~ría ac~v~ se presenta en el t~rreno p~i-
, vado más que en el público, espacio este último vedado para la mfluenci~
bién para casos como éste, en donde opera la influencia social simultánea:
"Los sujetos s~ ap_roximan en privado a la posición minoritaria, y en públi-
j
l minoritaria en el corto plazo. Las razones de por qué se presenta en la pn- co a _la mayontana, y, recuérdese, ello ocurre pese a haber estado expues-
'' vacidad el impacto minoritario la dan varios autores. De entrada Kaiser y tos simultáneamente a una mayoría y a una minoría ambas consistentes"
(p. 151). No o~stan~e, este estudio fue cuestionado bajo el argumento de-
Mugny (1987) plantean:
que la acepta~ión pn_vnda d~ la op~ón minoritaria podría no estar reflejan-
/rl\.uando una minoría defiende con consistencia un punto de vista diferente do la conversión hacia la mmoría, SlDO la reactancia hacia la mayoría. Ra-
1
~ 1 de la mayoría, y por poco que su punto de vista sea considerado algo vá- ~ón por la cual posteriormente se hizo una réplica parcial en la que los su-
lido, objetivo o atrayente, pero que se le aplique una censura col~ctiva, el ¡e~os eran expuestos a la influencia simultánea de una mayoría y de una
sujeto va a sentir un conflicto intrapsíquico -unque esté detennmado so- mmoría o sólo a la fu~nte mayo~taria. En congruencia y como lo anticipa
cialmente-- ya que no puede aprobarlo abierta y públicamente. Esta es la ra- la teoría de la conversión, los su1etos sólo se alejaron de la mayoría en pri-
zón por la cual los fenómenos de conversión minoritaria se manifiestan de vado y cuando estaba una minoría consistente; y en ausencia de la mino-
forma oculta, desplazada, y aparecen ante el observador de forma camufla-
ría los sujetos se acercaban más a la mayoría. Por ello se puede concluir
da (p. 127). q_ue "las minorías producen el efecto de conversión incluso ante la presen-
cia de una mayoría adversa y, por otra parte este efecto de conversión no
puede explicarse por la teoría de la reactancia" (p. 152). _. · ·
(1987 ien a mfluencia re osa so re una "rede mición de la
En suma, las minorías lograban atraer, en privado, a ciertos sector; so-
Jgswridad soci de los individuos , obtenien o ~mo res~ta~o de ésta un
cambio en la forma en que los su1etos se categonzan a si mismos. Pero, Y ci8:1es que en público no manifestaban su adhesión a la reunión de homo-
esto es lo que hay que observar, "el coste psicológico que sienten los sujetos sexuales, pues estaba presente el costo social que debían asumir ante tal
cuando son influidos determina el nivel de aparición de la influencia; a sa- 11impatía, como el ser vistos como aliados de un grupo de "desviados", "de-
ber, que cuanto mayor sea el coste psicológico, mayor influenci_a a~arecerá \ generados", "contranatura", el ser objeto de la condena, la categorización
r~e ,ser también ellos homosexuales, etcétera. En contraparte, cuando la
a nivel latente que a nivel manifiesto" (p. 125), de ahí que se mdique que
patía o la adhesión se presentan a un nivel privado, como ésta no se
la influencia minoritaria "no suele ser pública sino oculta, y se guía por
INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA
238 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS 239

·
es especialmente apropiado a las exigencias de la situación Yes necesano
muestra, la acusación, los señalamien tos y la condena, por ejemplo, no se pue- end · · · ul de los aparatos de poder para un
urec1m1ento paruc ar · l
que me uso este
den presentar. Y es que a decir de la autora, el aumento de la presión so- . · d"
ca mb 10 m irecto sea bloqueado (pp. 283-284).
cial hará que el acuerdo público con la minoría sea más difícil. Entonces,
en la medida que la presión social aumenta es más probable que los suje- Extendi~nd o este planteamie nto el investigado r español afirma ¡fu,
tos concedan una mayor veracidad a la minoría consistente , y la perciban que hace diferente a un ejercicio mayoritario de influenci·a de uno ~e
minon-
~
como más implicada. Al mismo tiempo, proporcion almente los sujetos de- · " · l la presión social que se · b
tano. es ,, esencia mente la naturaleza de e1erce so re
berían sentirse más motivados a examinar el mensaje de la minoría, dán- el su1eto ,
dose con ello mayores posibilidad es de que se modifiquen las actitudes pri-
vadas en la dirección del subgrupo desviante. Sin embargo, ocurre que al da_do que "las normas sociales empujan al sujeto a ceder públicamente en e l e
incrementa rse la presión social hay pnn:ier ~ Ya no ceder en el segundo. Que uno se alinee en un caso O qu~· ·
se distancie en el otro, lo que priva, en ambos casos, es una exigencia idéntica
menos probabilida des de que los sujetos adopten en público el punto de vis- d~ conformarse a las normas sociales cuya transgresión está sancionada so-
ta minoritario... la presión social debería facilitar la conversión, al mismo cialmente. Una vez mostrada. su conformidad con las normas, aunque uno
h
tiempo que impedir la sumisión. En resumen, la presión social no sólo pue- se aya conformado mecámcamente, se mantiene o se modifica el propio
de explicar por qué las minorías producen más conversión que las mayorías, credo. ,personal en función -'~--• 01· d e o rden
de factores que no son , tampoco caw...,
. .
aunque eso sí, sólo en el supuesto de que se muestren consistentes; también cogn1t1vo m mdividual, sino de orden social (p. 278).
puede dar cuenta de que las minorías tengan menos impacto público (pp.
164-165) Pero cóm~ es que este proceso de "incubació n de la influencia" se pre-
y más en el terreno privado. Ello se puede ver claramente , guardando las se~ta, _es ~ecu, cómo se _va pasando de una etapa de rechazo a un grupo
proporcion es, en el caso del levantamie nto zapatista en México: su recono- mmontano a una especie de reflexión y luego de aceptación , privada por
cimiento público era costoso, pues implicaba simpatizar en las primeras supuesto, esto es, cómo un grupo se aleja de la resistencia que solía tener
horas y días del levantamie nto, ser caracteriza dos de "apologista s de la vio- frente a l?s desviados. Kaiser y Mugny (1987), reportan un experiment o en el
lencia" en el mejor de los casos, cuando no engrosar la filas de los deteni- q~~ se discutían los der~~hos que se debían otorgar a los extranjeros en
dos, de los reprimidos o de los desaparecid os. Ibáñez (1987) habla de un Suiza. Las personas _partic~pantes en el experimen to leían un texto muy fa-
coste social que deben pagar los que se identifique n de manera abierta vor~le a los extran1eros , ideas que se atribuía a una minoría suiza O ex-
con una minoría, como pudiera ser el caso de una guerrilla. Todavía más, tr~1era. El texto p~esen~a u~~ argumenta ción de tipo humanitari o (o
Moscovici (1983) señala que la identificac ión más fuerte con una mayoría _fleXI~le~ y otra" de _upo soc~o~ohtic ~ (o conflictivo). Los resultados fueron
los si~entes: la mflu~nc1a mmediata da lugar a un sesgo: las minorías
tiene un efecto inmediato, pues es menos conflictiva que tenerla con una
extran1eras son menos influyentes que las minorías autóctonas . En este
minoría, y de esta manera se sigue apostando a la salud, más que a la per-
turbación mental, de la persona o del grupo. caso, la identida~ intr~grupo fa"."orece, pues'. a la minoría" (pp. 131-132).
Pero luego de qumce días se volvieron a medir las actitudes de los sujetos y
Tomás lháñez (1987) extrema este razonamie nto cuando se pregunta
se observó que había:
qué es lo que lleva a ciertas personas o grupos a no reconocer de manera
abierta y directa al autor y fuente de nuevos argumento s o de posiciones ~n~ vuelta a_trás, hacia pos1c10nes menos xenófilas {o más xenófobas). La
desviadas, y responde: umca ~cepci~n se da en el caso de la minoría extranjera que ha atenuado
el conflicto al interpelar a los sujetos en términos humanitario s ... Esta mino-
si fuera la incomodida d del conflicto social lo que motiva el cambio de la ría es !'1e~te de conve~i~n ,en la medida en que su posición sea interpretada
mayoría, ¿por qué este cambio se efectúa a un nivel implícito que, do.do que como soc1al~en~e ob1et1va . En efecto, los sujetos se explican las razones por
es invisible para la minoría, no puede contribuir a resolver el conflicto so- las que la mmon~ defiende sus ideas y la manera como las formula, dicien-
cial? La respuesta es clara. El cambio latente, y sobre todo el cambio sobre do ~e se debe simplemente a que 'tienen razón, son objetivos', que la 'si-
las dimensiones indirectas, permite a los partidarios de la mayoría no ser tuación actual de crisis les obliga a ello' y 'expresan el valor de su cultura
identificados y no identificarse con la minoría, al mismo tiempo que reper- nacional' (p. 132).
cute sobre las posiciones de ésta. El cambio sobre las dimensiones indirectas
240 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA 241

Ignorancia pluralista. En todo caso, como bien lo señalan Mugny y Pérez


cad~ en el terren~ ~rivado, toda vez que adherirse de manera abierta e in-
(1987) la influencia minoritaria:
mediata a l~ posiciones desviantes acarrean costos para los simpatizante s·
no se deriva simplemente de un sesgo unívoco de favoritismo intragrupal, ·
con todo este aparato desplegándos e , se podría consi"derar en un pnmer '
sino más bien de una dinámica del conflicto, caracterizado éste por una am- ~oment? que las minorías tienen ya ganada la batalla en el proceso de la
bivalencia en la que más allá de la denegación inicial de la que es objeto la m~uencia, pero _las mayorías y/o los grupos cuya visión de los aconteci-
minoría, ésta llega a imponer su contenido como una alternativa ante la mientos predomina y ha estado imponiéndos e, tambi"én ech an mano d e
cual n los sujetos no les queda otro remedio que inspirarse y reformular en .
ciertos rec~os que tratan d~ imposibilitar o disminuir el grado de impac-
consecuencia sus propias posiciones personales (p. 105)
to que el discurso y la actuación de las minorías puede tener. Los procesos
Posiciones que, como plantea Moscovici (1981) tienen que atravesar por qu~ destacan'. y q~e p~icosocialmente se pueden abordar, son: la psicologi-
zación, la sociologizaci ón y la denegación.
una serie de negociaciones, implícitas o explícitas, pensando en que debe
haber "confrontaci ón de los puntos de vista y la eventual búsqueda de una Psicologización
solución aceptable para todos" (p. 138). Puede ocurrir, incluso, que a la
negociación de opiniones, posturas, puntos de vista, visiones sobre una si-
tuación .o el mundo, una colectividad llegue ya con un acuerdo implícito, La _psicologización es quizá el proceso más defensivo que utilizan las ma-
un acuerdo no reconocido abierta, públicamente ; puede ocurrir que se pre- yonas para tratar de _detener a las minorías; una vez que éstas pretenden
sente lo que Moscovici (1983) denomina ignorancia pluralista, fase ésta en d_arse a conocer y activan su maquinaria de influencia, aquéllas (la mayo-
i' la que las personas se percatarían de sus "nuevas" actitudes y percepcio- na º. el grupo en el poder) buscan desprestigiar a los desviantes. Robin
nes, y al no percatarse de que los otros sujetos también han sido influidos, Martin_ (1987)_ ha~la, en ese sentido, de la existencia de varios tipos de "ba-
rreras ~deológicas en los procesos de influencia, que "reducen el impacto
\:¡,

manifestará su comportamie nto "desviado" de manera privada: "Los efec-


i''

tos de la influencia oculta no se manifiestan para todos sino cuando termi- potenci~l d~ las minorías. Entre éstas podemos distingiiir los procesos de
na la fase de incubación. Entonces salen bruscamente a la superficie las naturalizació n que corroen la credibilidad de la minoría, imputa n d o su
· 'al
comport~mie nto a gunas característica s naturales'. Una de las formas
ideas y los modos de comportamie nto nuevos, a una velocidad que sorpren-
m~ corrientes de naturalizació n es la psicologización. Ésta consiste en atri-
de a todo el mundo, hombres de Estado, público y científicos." (p. 700).
~mr la causa del comportamie nto de la minoría a factores de naturaleza
La influencia de las minorías, bien a bien, se presenta primero en el
corto plazo y a un nivel indirecto; pero a largo plazo la influencia de las i~tema a ella, propios de su personalidad " (p. 108). En efecto, para estu-
minorías se expresa en el terreno público, e incluso en el plano directo. dioso~ como Mugny y Pérez (1987), las mayorías tratarán de descalificar a
Cuestión de revisar el desarrollo de movimientos como el feminista, el eco- las minorías _con la u~ización negativa de una parte de sus aspectos perso-
logista o el propio proceso que ha seguido el zapatismo en México y en al- nales, es decir, de los .atributos" o rasgos de las personas que forman par_
d l .
gunas partes del mundo; su impacto ha sido el del ejercicio de una mino- te e os grupos mmontarios: son sucios, malos, feos, etcétera, más que en-
ría activa. frentar o atacar los argumentos o propuestas de la minoría, a pesar de que
los ele~entos que provocan la influencia radican en su capacidad de argu-
MECANISMOS DE LA MAYORÍA mentación m~ qu~ en_ sus aspectos personales. Papastamou (1987) plan-
tea que la psicologizaci ón forma parte de una resistencia al cambi"o ' que
" . li
Pero si las minorías activas que tratan de generar iiifluencia tiene sus pro- ':°~iste en exp car el contenido ideológico del discurso minoritario con-
pias característica s, diversas formas de operar, a través de la innovación, flictivo dad_a su ruptura con las nonnas dominantes atribuyendo a la mino-
de la creación de conflicto, del estilo de comportamie nto, generando cier- ría una sene de característica s psicológicas" (p. 240).
tos procesos y una actividad cognoscitiva compleja; desarrolland o un estilo . La ps~cologización, se entiende, pretende contrarrestar la posibili4ad de
de negociación en ocasiones rígido y en otras flexible, lo cual en buena me- mfl,uencia y gen~ración de cambios en la gente, de manera tal que la ma-
dida depende de su situación, de la forma en que son percibidas, sean Y?~ o la población pensará que si una minoría defiende posiciones mino-
como intragrupos o como exogrupos, y por tanto su influencia es mAs mar- n~~. co1?"o las de los grupo~ ecologistas, defensivas de los extranjeros,
antimilitarist as, entre otras, existe una razón sencilla: "No es porque trate
242 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCE.50S Y REFLEXIONES TEÓRICAS INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA 243

de proponer otra visión de la realidad s~ial, sino qu~, ps~colog_izada, la dicho y quién lo ha dicho, se disminuirá tanto el impacto minoritario a ni-
minoría aparece como desequilibrada, ríg¡da o dogmática, irrealista y ab- vel directo, manifiesto e inmediato, como también su influencia a nivel di-
solutamente carente de objetividad, incluso inestable e incoherente" (p. recto, latente y diferido" (p. 262). No obstante este razonamiento, hay quie-
261); y, siguiendo con este razonamiento, lo que la "minoría defi~nde lo nes afirman que a nivel latente y diferido sí hay impacto (Moscovici, 1987).
hace por móviles intrínsecos, obedeciendo de alguna manera a los impera- Varios elementos parecen indicar que la idea negativa que se tiene de
tivos de sus particularidades psicológicas" (ídem), razón por la cual se les las minorías atenúa la percepción de éstas como una alternativa diferente
psicologiza y no se contraargumenta sus posicion~. ~ autor se_ pi:egunta a la mayoría; se presenta una mayor atención a las características psicoló-
por qué el discurso de la minoría tiene que ser pe11udicado a P'?'°"
con la gicas de la fuente y se "desobjetivizan" las tesis minoritarias defendidas en
justificación de que es un reflejo psicológico de sus autores, sie~d~ que el mensaje persuasivo. De ahí que Papastamou (1987) sea tajante cuando
. la psicologización no afecta la influencia de la mayoría, al contrano hende plantea que:
n aumentarla. En efecto, en el caso de la influencia mayoritaria, el juicio la psicologización, contrariamente a otros tipos de resistencia a la influencia
emitido por ésta de antemano es verdadero por el poder mismo que ejerce, minoritaria, parece producir el efecto de contrarrestar, o al menos debilitar,
y se presupone que tienen la "razón", pues son muchos los que compai:ien la producción del fenómeno de comrersión, que constituye la especificidad
el juicio; se pretexta el consenso y la norma, lo que no sucede con la mmo- mayor de las minorías acti\·as. El efecto de resistencia de la psicologización
ría (Maass, 1987). Ahora bien, lo que habrá qu~ tratar de co_~pren~~r _es no se limita sólo a la influencia directa, ni se desvanece o se atenúa con el
que, en el caso de las minorías, sie~do estas ~esvia~as y al em~tir ~ 1wcio, paso del tiempo. Más aún, la aprehensión psicologizante de una minoría ac-
éste debe presuponerse "desviante , por obvia. lógica, por denvación. Esto tiva parece contrarrestar en la población esta restructuración del campo so-
es de sentido común: un desviado sólo puede emitir juicios acordes con su ciocognitivo que constituye uno de los principales motores de la influencia
minoritaria (p. 259).
situación psicológica, o sea, desviados. Así lo concibe Papastamou (1987)
cuando puntualiza que la psicologización: La psicologización, entonces, "constituye una especie de rejilla de apre-
hensión convencionalizada de los comportamientos minoritarios" que re-
establece un lazo de causalidad entre el discurso ideológico de las minorías salta "diversos contextos normativos con los que la población juzga e inter-
activas y sus características psicológicas... la psicologización establece explí- preta el discurso y el comportamiento de la minoría". De esta forma,
citamente un lazo específico entre lo que se dice y quién lo dice. Y como este
último (en nuestro caso) es minoritario, es decir, objeto de procesos de com- la psicologización opera sobre la norma de objetividad. Así cuando se esta-
paración social que avalan una norma de objetividad que n~ es la de dicha blece un determinismo psicológico del contenido innovador de la minoría se
minoría, todo quedaría dicho. Se rechaza el discurso de la mmoría (p. 261) niega, por una parte, la objetividad o el realismo de sus posiciones y, por
otra parte, se enmascara su carácter alternativo; y al mismo tiempo se exa-
tratando de reducirlo y de eliminar las posibilidades de influir a corto y cerba la percepción de su rigidez y se pone en cuestionamiento su coheren-
largo plazo, lo mismo sobre el mensaje emitido que sobre las cuestiones cia y estabilidad... (así] el punto de vista de la minoría es reducido a una se-
asociadas al propio mensaje. rie de particularidades psicológicas de ésta. En cierta manera, se podría
Sobre el proceso de psicologización Papastamou ha ubicado tres mo- decir que, una vez psicologizados, los comportamientos minoritarios dejan
mentos: 1) cuando se trata de prohibir a una minoría expresar su punto de de ser lo que eran (o debían ser): la consistencia se percibe como rigidez, la
vista (por ejemplo, mediante la aplicación de :;1°ª ce~~a ;adical), se pro- flexibilidad como inconsistencia y así sucesivamente (p. 241 ).
duciría, a largo plazo, uno de los efectos más paradó11cos : en el momen-
to en que desaparezca la censura, la minoría podrá decir "lo que desee";
La psicologización, a la luz de una norma expUcitamente reconocida
como dominante, parece adquirir ahí su "fuerza disuasiva" contra las mi-
su discurso tendrá un alto impacto por el hecho de haber sido censurado
norías, y es en nombre de un "principio democrático de igualdad, que su-
previamente. 2) Cuando se niegue a una minoría su derecho a tene~ razón,
puestamente subyace a todo consenso social, como aquella norma abre ca-
se disminuirá su impactó directo sobre la población, pero en cambio se fa-
mino para que el determinismo psicológico sea erigido a título de criterio
cilitará más su influencia indirecta e incluso diferida. 3) Por último, cuan-
único y 'verdadero' de explicación de las producciones ideológicas minori-
do se brinde a la minoría la posibilidad de decir todo lo que quiera, pero
"se establezca una relación causal por medio de la psicologización entre lo tarias" (p. 241-242).
244 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA 245

No obstante todo esto, debe considerarse que los efectos de resistencia este último (1987) se encuentra que se logra más influencia cuando se cate-
que trae consigo la psicologización, requiere aún que ésta sea fruto de un goriza a la fuente como parte del mismo grupo (intragrupo) y se discrimina
consenso, que se resalte el carácter desviado de 111 minoría, y que se im- a la minoría que no es parte del grupo sino más bien externo (exogrupo).
pregne de esto el sentir de la colectividad. Vamos, no resulta tan sencilla la En el caso de la influencia directa la sociologización acentúa la discrimi-
pretensión de borrar del mapa social la actuación de una m~noría ~ blo- nación del exogrupo y favorece a la intragrupo. Así, la sociologización es
quear así su impacto; se puede intentar, por todos los med10s posibles, eficaz para generar una resistencia a la influencia minoritaria cuando la
pero eso no garantiza que se tenga éxito. Es en ese tono que se expresa minoría no forma parte del mismo grupo que los sujetos blanco de la in-
Moscovici (1987) para quien el hecho de que el ataque se centre en aspec- fluencia (intragrupo). En el caso de la influencia a un nivel indirecto, lo
tos personales y no en el discurso, disminuye las probabilidades del blo- que se ha encontrado es que la sociologización continúa acentuando el
queo de la influencia minoritaria, pues "afirmar que un disi?e~te es un efecto de la categorización (intragrupo y exogrupo), aunque en menor can-
'anormal', 'loco' o 'traidor', no es lo mismo que afirmar que sus ideas son tidad, cuando la influencia es directa. No ocurre así con la psicologización,
'falsas', 'utópicas', 'increíbles' etc." (p. 307), lo cual no tiene el mismo efec- pues "por una parte 'rompe' el sesgo de favoritismo del inti:agrupo: la in-
to, y es que "la imagen de una minoría, aún cuando es negativa, no consti- fluencia de la minoría intragrupo psicologizada no difiere de la obtenida
tuye un obstáculo para una influencia significativa" (1983, p. 694). A esto por la minoría exogrupo también psicologizada. Por otra parte, compara-
se le agrega que aunque los individuos desviantes, o de un grupo minorita- da a la sociologización, la psicologización en parte impide a la minoría in-
rio, no gocen de mucha simpatía, provocan la admiración y son juzgados tragrupo ejercer plenamente su influencia indirecta" (p. 251). La sociologi-
mejor que la mayoría que es conformista. zación opera, entonces, más en el plano externo, en las minorías que no
Así pues, el panorama resulta menos dramático cuando Pérez y Mugny pertenecen al grupo blanco de influencia, a manera de un cierto localis-
(1987) argumentan que: mo, y por lo tanto disminuye sus posibilidades de impacto.
a pesar de estas resistencias iniciales al cambio, las minorías llegan, indirec-
Denegación
tamente y con el paso del tiempo, a ejercer un claro impacto social. En efec-
to, a pesar de todas estas resistencias al cambio promulgado por las mino-
rías éste, tarde o temprano, acaba por producirse ... (así] el constructivismo Ahora bien, no sólo el recurso de la psicologización y la sociologización
social inducido por las minorías a menudo es latente y a duras penas obser- bloquean la influencia de las minorías. Papastamou (1987) argumenta que
vable. De hecho, se suele traducir en cambios colectivos inconscientes, y por "existe otra estrategia de resistencia a las ideas minoritarias, la denega-
lo tanto no son imputados a su fuente original: las minorías (p. 190). ción, que también produce este mismo efecto, es decir desciende la in-
fluencia minoritaria inmediata" (p. 247). Este proceso es definido por Mos-
y es que, como diría lbáñez (1987), no resulta sencillo asimilar que a un covici (1987) como:
sujeto considerado "normal", dentro de la lógica de la mayoría, se le consi-
dere también partidario de la minoría, y por tanto desviado. el medio que permite al mismo tiempo afirmar, por un lado, la convicción
de la mayoría en la rectitud de sus ideas, de sus creencias, e infundir, por
Sociologización otro, la duda sobre las ideas, las creencias de la minoría... (y) consiste en una
oposición a concederle la mínima verosimilitud a un hecho o a una aserción
Empero, existe otro proceso que al igual que la psicologización tiene cómo expresada por esta última. Lo que en verdad se le rechaza es reconocer que
esté ajustada a la razón o a la realidad tal como lo define la sociedad en su
objetivo bloquear la influencia de las m~orías lo más pronto posible: 1~
conjunto (p. 306).
"sociologización" de la cual se puede decir que es una forma de categon-
zar en el "localismo" a las minorías. Se es menos reticente a las minorías Esto es, no se le otorga veracidad a los planteamientos de las minorías,
que pertenecen al propio grupo que a las minorías que pretenden ejercer pues se le descalifica desde un inicio, incluso antes de ser emitidos, tratan-
influencia desde fuera de la agrupación o colectividad. Este proceso de do con ello de impedir el avance de las posiciones contrapuestas a la ma-
bloqueo de la influencia minoritaria corre a la par de la psicologización. yoría con la finalidad de no permitir la influencia inmediata ni diferida.
En un estudio realizado por Mugny, Pérez y Papastamou, reportado por
246 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA 247

Papastamou {1987) acota que el proceso de denegación impide cierta EL ACTO DE LA CONVERSIÓN
influencia, inmediata o manifiesta, pero no logra impedir la de otro tipo,
la latente o diferida, pues "se rechaza en principio toda posición que se CONVERSIÓN
aproxime a los puntos de vista preconizados por las minorías activas. Pero,
en lo que concierne a opiniones menos claramente relacionadas con las te- Según Moscovici, Mugny y Pércz (1987) el fenómeno de la conversión se
sis minoritarias aparece con el paso del tiempo que, en lugar de contrarres- presenta cuando:
tar la influencia indirecta o retardada de la minoría, la denegación lo que sin darse cuenta, una persona expuesta frecuentemente a una publicidad 0
hace es aumentarla" (p. 248), e incluso propiciarla (Moscovici, 1987). Vista a una propaganda dada, puede impregnarse de su mensaje y tender a adop-
así, la finalidad de la denegación consiste en frenar la influencia directa tarlo para sí. Tod~ esto sin_ t~ner conciencia de ello ... a todos nos sucede que
del mensaje de la minoría, pero no sucede así con la influencia indirecta. llegamos a cambiar de opm1ones y de comportamientos por vías sombrías
En este sentido, se dice que "un mensaje atribuido a una minoría ejercerá que escapan e la rezón. Por lo tanto, el fenómeno de conversión se refiere a
una influencia indirecta mayor cuando sea calificada de 'inverosímil' o de todos aquellos cambios de los que, una vez acontecidos, uno sólo se percata
'irrazonable'" (p. 308), toda vez que cuando se descalifica al mensaje de de ellos posteriormente, después de haber sido influido (p. 13).
:, las minorías, se logra de manera abierta el objetivo inmediato que es obs-
taculizar la influencia directa, pero el mismo mensaje de manera oculta, La conversión, entonces, opera sin que nos demos por enterados y frente a
ante la imposibilidad de hacerlo directo, provoca lo que se quiere evitar: la una minoría activa. Eso es lo que señala Doise (1987) cuando menciona
influencia aunque sea de manera indirecta. Al no otorgarle una mínima que la conversión "puede designar a la vez un cambio de opinión O de
verdad al discurso minoritario, se logra meter conflicto e introducir un de- creencia, es decir, el paso de una creencia considerada como falsa a otra
bate de nuevos procesos en la gente. que se presupone verdadera, y un cambio de conducta que consiste en
Ahora bien, la denegación actúa como arma de defensa que las mayo- abandonar un conjunto de prácticas consideradas como condenables para
rías esgrimen ante el embate de las minorías, a fin de asegurar la tranqui- adoptar otras mejor enjuiciadas" (pp. 28-29). Pero la conversión tiene un
lidad del grupo y su supervivencia. Por lo tanto, la denegación "permite a antece~e~te: el .~n_ibio a nivel de ideas y actitudes; cambios por los que
un grupo combatir las ideas y las creencias a las que se opone. No obstan- dos op1rnones, 1mc10s, representaciones o percepciones se encuentran en
te, como todos los medios de acción social, tiene sus efectos perversos. En- conflicto cognoscitivo sin que la gente sea necesariamente consciente de
tre otros el de facilitar la difusión de las opiniones o de las creencias disi- ello. Dicho proceso se percibe cuando hay una oposición entre las respues-
dentes que se quieren obstaculizar a toda costa. Eso sí, no sin dejar de tas públicas de una persona, esto es, manifiestas, y las privadas o latentes
desviarlos un poco y de retardarlos en su progreso" (p. 315). A manera de {Personnaz B. y Personnaz M., 1987).
ilustración Moscovici (1983) presenta a muchos personajes en la historia Tal fenómeno de conversión tiene un proceso similar en la psicopatolo-
del conocimiento, que a propósito han asumido el riesgo de desagradar y gía, en el proceso denominado criptomnesia, en cuyo estado el individuo
ser detestados con tal de difundir sus ideas, las cuales consideraban justas, olvida el origen de una idea, pero sigue recordando su contenido (Moscovi-
j:'
para que fuesen aceptadas. Entre los célebres se pueden evocar a Catón, ci, Mugny y Pérez, 1987). El sujeto en cuestión piensa que la idea ha surgi-
,,,
i 1
do de sí mismo, aunque le había sido sugerida por otra persona o la había
Galileo y a otros autores de inventos revolucionarios. Y si se quisiera ejem-
plificar en un movimiento social en el caso mexicano, se podría exponer el encontrado en algún libro, o en algún lado. A saber, se hace propio algo
caso del zapatismo cuyo discurso al inicio fue psicologizado, sociologizado que pertenece a otro: "El robo de ideas constituye aquí la propiedad" (p.
y denegado, y al paso del tiempo los impactos se vieron reflejados a tal gra- 13). Aunque queda algo qué explicar: por qué se olvida el "quién" del
do de considerar legítimas sus aspiraciones, que se ha dicho representan mensaje y se conserva el "qué". En primer término, los autores plantean
las de millones de mexicanos; ahí se podría ubicar el proceso de influencia que es una forma de identificarse, aunque sea de manera encubierta, y asi-
minoritaria. milar a ese "quién", ya sea persona o grupo, pero que permanece vedado
para nosotros. En segundo término, es una vía por la:
que uno se convierte e las ideas de alguien sin por ello someterse a su autor
y por consiguiente verse obligado e reconocerle alguna superioridad. Me-
S INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA
248 SIGNIFIC ADOS COLECTIVOS: PROCESO S Y REFLEXI ONES TEÓRICA 249

diante un sutil trabajo psíquico se acepta la sugestión, pero se rechaza la su- situación de in~uencia mayoritaria... (e incluso) Al explicitarse e intensificar-
jeción ... Nos dejamos convencer, pero no por ello ~aemos _bajo la depen_den- se los costes sociales generados por la diferencia pueden bloquears e los proce-
cia del que nos convence. Todo esto recobra un aire particularmente cierto sos de conversió n (p. 275).
cuando uno se enfrenta a una minoría (pp. 13-14).
. No obs~ante , si los costos sociales disminu yen, si el poder de la influen-
Así pues, se ha plantead o que el fenómen o de conversi ón: cia se extiende más allá de un pequeño núcleo, si impregn a a una capa
gruesa del grupo, de la colectivi dad o de la sociedad , los costos se verán
abarca todas las formas de cambio de opinión o de representación. Se pre- dis~inui d~s~ ~enderá n a aminora rse y el proceso de conversi ón ya no se
ve
sente de forma involuntaria, diferida o indirecta, necesariamente ese cambio tan i'.11pos~lnht~do; se puede, incluso, expresar una simpatía que puede
es el resultado de una influencia, la cual, si no es exclusiva de las minorías
ser.,sm~ bien VIst_a, tampoco rechazad a. Pero para ello se requiere tiempo,
activas, al menos a ellas está asociada frecuentemente. Ah! reside la razón
pacienci a y traba10 argumen tativo y comport amental de las minorías · cues-
por la que cuando las minorías no tienen ningún impacto, se comprueba,
después de un lapso de tiempo, que de hecho han ~arcado el m°?~ de pen- tión ~e ver a l~s movimie ntos sociales, intelectu ales y artístico s de la ~egun-
de
samiento y la sensibilidad de una sociedad determinada (MoscoVJc1, Mugny da mitad del siglo XX, cuyo impacto se vi.venció como "natural " a fines
ese siglo y principi os del tercer milenio.
y Pérez, 1987, p. 14);
Ahora bien, la aclaració n que aquí cabe es no deposita r como exclusivo
basta con pensar, aseguran , en la resonanc ia del movimie nto ecologis~
ao de las minoría s las posibilid ades del proceso de conversi ón (Maass, 1987;
del movimie nto feminist a en las últimas tres décadas , o de las teorías cien- Personn az B. y Personn az M., 1987), toda vez que si una mayoría adquiere
tíficas que cuestion an viejos presupu estos en las ciencias y después se
ope- y desplieg a cierto tipo de actuar, generar á este proceso. Así, Anne Maass
ra desde ahí. (1987) reconoce que una mayoría tiene posibilid ades de produci r conver-
-
Previo al proceso de conversi ón habrá que consider ar algunos elemen- siones bajo ciertas circunsta ncias. Primero , cuando tenga poca credibili
y segundo ,
tos señalad os con anterior idad y que juegan un rol importa nte en el proce- dad, por ejemplo , un estatus poco elevado o poca compete ncia;
es cuando esté expuesta a la presión social, en concreto , por parte del "po-
so de influenc ia, como lo es la adhesió n privada antes que la pública,
decir antes que se produzc a el acto de conversi ón. Al respecto se debe
con- ~er". De esta ma~era, nos dice la autora., se puede concebir que la pobla-
un
tempÍar lo señalado por lbáñez (1987) quien consider a que existe un
cier- ción negra de Áfnca del Sur sea una mayoría de este tipo, pues posee
conlleva (o con- presión social del poder. Esto, en
to "miedo a la diferencia", pues si la fuente minorita ria no estatus poco elevado y está expuesta a la
"mie~~" · El n a las caracterí sticas minorita -
lleva poca) adhesión explícita , eso se debe a que suscita cierto pocas palabras , quiere decir que se acerque
y de tener que adqumr en ·nas, sobre todo si se piensa en que una minoría activa no necesari amente
miedo de ser categori zado como "diferen te"
consecu encia aspectos negativo s que se atribuye n a la identida d minorita - lo es numéric amente, como lo es, en tal caso, la població n negra en Sudá-
ria. Y buena parte de la explicac ión de esto se encuent ra en que el hecho f?ca. Al referirse al mismo punto, Personn az B. y Personn az M. (1987) con-
res-
de ser "diferen te" va acompa ñado de un cierto costo social, lo que provoca sideran que la conversi ón mayorita ria presenta ciertas diferenc ias con
pecto a la conversi ón minorita ria, al menos en dos aspectos. Por un lado,
una cierta "heterof obia". El temor a la "diferen cia", por tanto, sólo existe
di-
porque ésta se encuent ra sancion ada socialme nte, prueba de ello lo ~nsti- se trata de una conversi ón lenta y que supone un proceso de naturale za
aparece al final del
tuye el hecho de que lo que importa al sujeto no es tanto "saberse diferen- ferente, ya que en los estudios por ellos realizad os sólo
en
te" cuanto "mostrar se diferent e". En efecto, estudio, cuando la fuente ya no está, y se manifies ta simultán eamente
amente a lo que sucede en la
los dos niveles perceptiv os utilizado s, contrari
Si la heterofobia no tuviera una base social que se pudiera expresar en tér- conversi ón minorita ria la cual aparece ría en etapas sucesiva s. Por otra
minos de costes sociales, el hecho de 'saberse diferente' debería engendrar parte, la conversi ón minorita ria se produce cuando la intensid ad del con-
los mismos efectos que el miedo de 'mostrarse diferente' y debería entonces flicto es alta y la conversi ón mayorita ria se produce con baja la intensid
ad
producirse un cambio profundo, incluso cuando el sujeto se encuentre _con- del conflicto. Tratánd ose de una minoría, si es poco el conflicto que provo-
frontado a una fuente mayoritaria. Sólo la referencia a los costes sociales ~ en la mayoría., la conve.rsión y la toma de concienc ia de la misma pue-
permite explicar la diferencia entre 'mostrarse diferente' y 'saberse diferen- se
den no manifes tarse. Por el contrario , cuando el blanco de influenc ia
te', y dar cuenta, por consiguiente, de la ausencia de cambio profundo en la
INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA 251
250 SIGNIF1CADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS

fuertes del eje~cicio minoritario de influencia, se encuentre en su capaci-


enfrenta a una mayoría que representa la norma generalmen te admitida,
dad de producir el fenómeno de conversión (Papastamo u, 1987).
una disminució n de la intensidad del conflicto conduce a la minoría a una
El fenómeno de conversión no sólo se ha encontrado en el laboratorio
conversión simultánea con la ausencia de la fuente. Por el contrario, si
en los estudios de campo, sino en los procesos y movimient os sociales ,:
existe un conflicto muy intenso, la minoría tiende a percibir más bien lo
contrario de lo defendido por la mayoría, sin que forzosamen te sea cons- que por cierto es muy importante y trascenden tal, toda vez que se consíde-
ra que los movimient os sociales tienden en su lucha n la transforma ción
ciente de ello. En última instancia, el desencaden amiento de la conversión
se presenta en diferentes grados y sucesiones, pero siempre bajo la lógica de_ la. s~ciedad,_ proy~tánd ose a lo macrosocial (Doise, 1987). Hay tres
prmc1p1os que mtervienen en la definición de un movimient o social: el
de la caracteriza ción minoritaria . De ahí que se afirme que para que las
principio de identidad, el principio de oposición y el principio de totali-
mayorías alcancen el proceso de conversión debe ocurrir en éstas una espe-
dad. Estos tres principios deben ser concebidos y definidos de forma rela-
cie de mirwriatización, razón que hace necesario volver a las minorías pro-
piamente dichas. ciona~ e_ i~tegral. El primero, el principio de identidad no es otra cosa que
.i
Anne Maass (1987), después de realizar diversos estudios, llega a varias la defm1c1ón que el actor da de sí mismo; un movimient o social sólo puede
organizars e si esta definición se hace consciente, aun cuando la formación
conclusion es. Primero, el efecto de conversión abarca un amplio espectro
de fenómenos relacionad os entre sí, como son las diferentes operaciona li- del movimient o precede en gran parte a esta conciencia. Visto así, el con-
zaciones que se dan para concluir en el cambio, que van desde la activi- flict.o es el que constituye y organiza al actor. Bajo el segundo principio, el
de oposición, el movimient o sólo se organiza si logra nombrar a su adver-
dad cognoscitiv a hasta la resolución del conflicto. Segundo, el hecho de
,·. sario, pero su acción no presupone esta identificaci ón. De la misma forma
que los efectos de conversión sean producidos más fácilmente por las mi-
i/' que el principio anterior, el conflicto hace surgir al adversario, formando
norías que por las mayorías no puede explicarse únicament e por la consis-
la conciencia de los actores en presencia. Por último, plantea el autor, no
,,, tencia, sino también por el conflicto, la innovación , etcétera. Tercero, las
·'t
minorías difieren de las mayorías en tres dimensione s pertinentes , a saber: existe ningún movimient o social que se defina únicament e por el conflicto,
pues todos poseen un principio de totalidad. Por ejemplo, el movimiento
a) las minorías son más distintivas, por lo que se les presta más atención,
.¡ obrero en pasadas décadas se desarrolló porque no se quedó meramente
son juzgadas de forma más extrema y su mensaje es recordado durante
más tiempo y con mayor exactitud; b) las minorías tienen, a priori, menor en _consi~erar la industrializ ación como un instrument o de ganancia capi-
talista, smo porque además trató de construir una sociedad industrial no
credibilidad:, y partiendo del supuesto de que las minorías se equivocan, los
capitalista, anticapital ista, liberada de la apropiació n privada de los me-
sujetos parecen motivados a prestar más atención al estímulo a fin de con-
seguir una validación no social de su opinión. De esta forma, como se ha dios de producción y capaz de alcanzar un desarrollo superior. El princi-
. pio de totalidad es ni más ni menos que el sistema de acción histórica por
visto, las minorías tienen menos probabilid ad de suscitar un proce-
cuya dominació n luchan los adversarios , situados en la doble dialéctica de
samiento heurístico. Además, el desacuerdo con una fuente de poca credi-
los opositores sociales. Estos tres principios quizá ayuden a entender por
bilidad produce menos tensión y los sujetos blanco de influencia parecen
qué el sociólogo Alain Touraine expresa que "los movimient os sociales pue-
estudiar el mensaje de la minoría de una forma no defensiva, ya que el de-
den ser considerad os como movimient os minoritario s" (citado en p. 33).
sacuerdo con la fuente menos creíble exige menos justificaciones; y c) las
Con el mismo planteamie nto, y de una forma un poco más concreta,
minorías están expuestas a una presi.ón sodal considerab le por parte de la
Moscovici, Mugny y Pérez (1987) ponen como ejemplo el caso del accidente
mayoría; puesto que se mantienen consistentes a pesar de esta presión del
grupo, los sujetos se verían motivados a examinar atentament e su mensaje. nuclear en la ex URSS, tratando de dar cuenta del fenómeno de conver-
Así, la presión social, en este momento, parece facilitar la conversión, al sión a nivel de movimientos sociales. "Después del accidente de Chemóbil,
mismo tiempo que impide la sumisión. Cuarto, como ya se había revisado, mucha gente ha tomado conciencia del peligro nuclear", y si antes no ca-
en vista de sus rasgos distintivos las minorías suscitan una mayor focaliza- bía la posibilidad , en algunas personas, de apoyar a los ecologistas que so-
ción sobre el estímulo; desencade nan también procesos de pensamien to licitaban el cierre de las centrales nucleares y demandab an la exploración
más divergentes y menos defensivos, lo cual ayuda a provocar una mayor y recuperaci ón de vías alternativa s para generar energía, ahora se puede
percibir que "han cambiado sus ideas frente a la peligrosida d de lo nu-
y más duradera conversión . De ahí que se advierta que uno de los aspectos
clear, frente a la manera de llevar a cabo la política en este campo, por no
252 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA 253

decir que han cambiado sus ideas acerca del medio ambiente en general. En efecto, para Pérez y Mugny (1987) la validación representa un poten-
Al hacer esto, sin necesariamente saberlo, se han aproximado a los ecolo- cial amplio para las minorías, toda vez que esto no es simplemente una
gistas" (p. 14). Lo mismo ocurrió, en su momento, con los movimientos f~- "focalización cognoscitiva sobre el objeto" que llevaría por sí misma a la
ministas, democráticos y los movimientos de liberación nacional. Para el aprobación del mensaje o visión de la minoría, pues se
caso de México es ilustrativo el movimiento indígena que se potenció a fi-
nes del siglo XX: antes de 1994, los indígenas eran "materia" de museos, el trata de una actividad constructiva del sujeto confrontado a un mensaje con-
flictivo. Mediante esta actividad el sujeto organiza o reorganiza la totalidad
indígena en abstracto era vanagloriado, se refería ~l pasado prehispánico,
del campo categorial y los significados asociados a las entidades que apare-
pero al indígena de carne y hueso se le orillaba, se le aislaba; se puede de-
cen en la situación ... esta actividad proviene no de un intento de confirma-
cir que para algunos sectores sociales, como las élites empresariales, no ción (de 'validación', a fin de cuentas) de las posturas minoritarias, sino más
existían; después del levantamiento armado de 1994 los indígenas se con- bien de una denegación (de una 'invalidación') social y cognitiva de los pos-
vierten en sujetos sociales, dignos de discusiones que atraviesan por el tulados minoritarios (pp. 175-176).
cambio cultural y constitucional de nuestro país.
Es en este momento en el que ya se puede hablar del paso de lo latente De ahí que estos mismos autores propongan una hipótesis que consisten
... ···Í· a lo manifiesto, lo que Moscovici (1983) denomina la "tercera fase" de la en que:
influencia minoritaria, que consiste en la expansión súbita y la difusión de
opiniones que antes eran minoritarias. Este paso lo explica Anne Mass el proceso de validación que facilita la influencia de la minoría (principal-
(1987) de la siguiente forma: las minorías, en un inicio, producen cambios mente a nivel directo) se dará cuando se reconozcan los atributos específicos
de actitud privados, pero que estimulan a los sujetos y grupos o colectivida- de la minoría que fundamentan su distintividad como alternativa. Para esto
des blancos de influencia a buscar nuevas soluciones. Puede ocurrir que es necesario que la minoría y la mayoría sean juzgadas en términos indepen-
dientes sobre una matriz multidimensional de identidades y de atributos
"estos dos aspectos de la conversión privada operen, el primero de ellos,
(pp. 183-184).
por la resistencia a la presión del grupo, la atribución de la certeza y la re-
flexión no defensiva sobre el mensaje de la minoría; mientras que el descu-
INFLUENCIA MINORITARIA: UN ESTUDIO DE CAMPO
brimiento de nuevas soluciones podrían ser el resultado de una baja credi-
bilidad, de una estimulación moderada y de un pensamiento divergente"
En este punto se dará cuenta de un estudio de campo de la influencia so-
(p. 168). Más adelante la autora se pregunta: cuándo aparece la conversión
cial minoritaria. 1 El trabajo fue realizado por Mucchi Faina (1987) en la
de manera pública, y responde: en términos generales, la conversión pro-
segunda mitad del siglo XX en Italia. La investigación versó sobre el impac-
ducida por la minoría no se hace manifiesta en lo inmediato, "Sin embar-
to del movimiento feminista en dicho territorio.
go, desde el punto de vista de las aplicaciones, es muchas veces el compor-
Como ya hemos visto, la influencia que produce la acción de una mino-
tamiento público o manifiesto lo más pertinente" (ídem). De esta forma,
ría se manifiesta inicial y frecuentemente en un nivel subterráneo, latente,
por citar dos casos, se puede pensar que el impacto de una minoría ecolo-
y por ello el proceso de conversión a que da lugar difícilmente es visible o
gista apenas tiene importancia mientras intervenga sobre las actitudes pri-
1: perceptible desde el exterior, sólo al paso del tiempo esto se puede per-
vadas. En el caso de una minoría feminista no se estaría satisfecho si ésta
cibir.
quedara a un nivel privado, toda vez que en la esfera abierta es donde se
Con este presupuesto la investigadora se cuestionó en qué condiciones y
desarrollan los acontecimientos que dan vida social. Por tanto, salir del es-
por qué medios o modalidades se puede manifestar la conversión, y de qué
pacio privado y asaltar el espacio público requerirá de una estrategia fir-
forma puede ser aceptado abiertamente el cambio introducido por la mi-
me de parte de la minoría, uno de cuyos elementos expresan Kaiser y
noría. Estas interrogantes son claves, sobre todo si se piensa que se han
Mugny (1987): la minoría es blanco del rechazo debido a su acción conflic-
realizado diversos estudios en el laboratorio sobre la influencia minorita-
tiva, y para que una conversión tenga lugar, "es necesario que este descré-
dito relacional no persista, por lo menos en su forma inicial. Para ello tie-
ne que producirse también una focalización sobre la lógica del contenido
1 Un trabajo de campo sobre In influencio minoritaria en México puede encontrarse en
Jorge Mendoza García, Un análuú psicoaocial del EZLN: una visión dade la influencia rocial
minoritario alternativo, es decir, iniciarse un proceso de validación" (p. 130). minoritaria. Tesis de Licenciatura, 1997, Facultad de Psicología, UNAM.
254 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCFBOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS INFLUENCIA SOClAL MINORITARIA
255

ria y su impacto en el terreno privado más que en el público. C~n. este an- te manera: minoría: movimiento feminista ; mayoría: unión de mujeres ita-
tecedente a cuestas Mucchi Faina se propuso explorar las condiciones en lianas, y poder: partido comunista. Gráficam ente quedaría así:
las qu~ se puede (y debe) manifest ~ e! i~pacto de las m~o~as activas.
Para esta autora, si la influenci a mmontan a no puede extenonz arse, esto (C) poder
es, aparecer públicam ente, su efecto innovado r ~ed:ría forzosam~nte

""
reducido; incluso podría limitarse a una "recupera ción de lo~ contemdos
expresad os por la minoría, por parte de la ~ayo ría,. que ~s quien
poder O cuya visión domina en una colectmd ad; dicha r~cup~r~ ión ~i
~P! e~ (A) minoría - (B) mayoría
no se explícita de donde proviene, esto es, de una fuente mmontan a, obli- Muchi Faina da cuenta de la historia de la Unione Donne Italiane
ga al sumergim iento en lo oscuro del grupo que la provoca, en este ~o a (UDI), que históricam ente ha cumplido un papel de apoyo al Partido Co-
la minoría; debido a esto es que se piensa que los lo~~s de los m~~en - munista Italiano (PCI), pues "ha funcionad o como estructur a de enlace en-
tos minoritar ios se muestran limitados . Para ejemplifi car esta situación, tre el partido y el electorad o femenino , tradicion almente católico" (p. 223).
Mucchi Faina señala el caso de las elecciones en Europa, en donde los mo- El ámbito en el que se movía la UDI era lo que se conocía en la izquierda
vimiento s políticos de los años sesenta tuvieron poco impacto a la hora de como la "cuestión femenina " o la "emancip ación de la mujer". Y así, sólo
las eleccione s: no se pudieron "capitaliz ar" las propuesta s que ellos se_m- de palabra el PCI le daba mucha importan cia a estas problemá ticas, pero
braron impulsar on y trabajaro n, y otros recolectaron sus frutos. Y quizá al momento de las decisiones pasaban a un terreno secundari o, incluso
parte de la respuesta se encuentr e en una cita que hacen Paicheler y Mos- con el apoyo de las mismas mujeres que participa ban en política. Además,
covici quienes apuntan que en el caso de la influenci a minoritar ia, "Adop- la actividad de la UDI se presentab a fundamen talmente en el terreno de
tar la' opinión de otro sería reconoce r públicam ente _una _debilidad o una las reivindica ciones económicas, dejando en un segundo plano los recla-
incompet encia, dada la predispos ición a ceder, a ser mflmdo. Se compren- mos de las mujeres. Su estructura era similar a la de un partido: Dirección,
de inmediat amente que el individuo lo repugne" (citados en p. 220). . Consejo Nacional , Representantes, etcétera. Y tenían un Congreso Nacio-
Consecue ntemente , la autora italiana se pregunta "¿Cómo es posi~le nal cada tres años. El financiam iento provenía del PCI. Quizá por ello las
transform ar la hostilidad en predispos ición, que se abandone n explícita- decisiones quedaba n en un pequeño grupo muy vinculado al partido, per-
mente valores antiguos en favor de otros nuevos, adherirse a la posición diendo aún más la autonomí a que se requería.
minorita ria sin retractars e públicam ente, mantenie ndo así una imagen po- Del otro lado se encontrab a el Movimien to Feminista (MF), que surge
sitiva de sí mismo?" (ídem). La respuesta , nos dice Muchi Faina, atravesa- en Italia a finales de los sesenta aunado al movimiento estudiant il, y se
' "por la mediació n de una pertenencia supraordenada punto de referen- · componía esencialm ente por mujeres provenien tes de la izquierda extra-
na
cia de una nueva identidad colectiva, como podría tener lugar 1a transici . "ó
n parlarnen taria. El MF era diferente de otras organizac iones porque coloca-
mesurad a hacia el campo minoritar io" (p. 221). De esta fonn "así la mino- ba:
ría muestra una dosis suficiente de flexibilidad aceptand o esta nueva lec- en el centro del debate el problema de la subjetividad y la esfera de lo 'perso-
tura de la situación , entonces el éxito será total y manifiest o" (idem). nal', reconociendo en el aeparati.smo la forma coherente y necesaria para la
· Entrando ya en el ejemplo, el estudio de campo realizado ~r Mucc~i lucha, y en la 110ci.edad palriarcaL el origen de la opresión de las mujeres. El
Faina (1987) analiza el avance del movimiento feminista en Italia, a partir movimiento actuaba de modo conflictivo y rechazaba el 'diálogo' con las ins-
del modelo de la influenci a social minoritar ia, aportand o elementos Y pro- tituciones, consideradas como el símbolo del poder masculino. Desde el pun-
oniendo marcos para abordar distintos movimientos sociales. En el traba- to de vista de la organización, el MF aparecía como un agregado espontáneo
¡0 la autora dibuja el panoram a al ubicar su ~ogía actu~~e: por~ l~~o y multiforme, en el cual cada sujeto estaba implicado personalmente de for-
ma directa, donde no se delegaba nada y se alegaba por la ausencia de roles
está el (A) Movimiento Feminist a (mi?oría activa), ~e dmge_su e1erc1C10
dirigistas (p. 225).
influenci al a (B) la Unione Donne Italiane (blanco de m~uencia ), que a su
vez está vinculada principal mente (C) al Partido Comums ta y en ~ d o
Cuando el MF comenzó a entrar en escena, ocurría lo que Moscovici
término al Partido Socialista. La relación quedaría, entonces, de la siguien-
(1983) denomin a la primera etapa de la influencia: el rechazo a la mino-
ría, pues:

l:
'
'


256 SIGNIF1CADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA 257
las feministas eran vistas 'con una ironía despectiva ' y como 'presuntuo sas'. nal es político", premisa que se constituye en el núcleo integrado r del mo-
Fueron objeto de sarcasmos y se les confería muy poca. considerac i?n: La vimiento en su totalidad.
UD1 en sintonía con el juicio expresado por el PCI, considera el femm1smo
Mucchi Faina plantea la etapa de la ruptura de la unanimid ad, cuando
com~ un fenómeno elitista de importació n, una 'puerta de salida veleidosa
en 1975 la UDI comienza a distanciarse de la postura inicial del PCI con
ante la realidad de la mujer y la sociedad italiana' ... y, por tanto un fenóme-
no condenad o a ser un episodio pasajero y marginal (p. 226).
relación a la cuestión del aborto, y logra que este problema se planteara en
el parlamen to, y que el Partido Comunist a tomara postura. En octubre del
As' esta primera fase se caracteriz ó por presentar una descalific ación mismo año, "al término de una larga reflexión y de una 'consulta popu-
de la ~inoría, a la cual se le negaba el reconocimiento. Ante la actitud de lar', por primera vez, la UDI se declara oficialme nte a favor de la autode-
desdeño y desconoc imiento que sufría el MF, éste acrecentó la rigidez ~e terminaci ón de la mujer, aunque sigue mantenie ndo sus distancias con
su comporta miento, lo que fue percibido especial'.11~nte co'.110 molesto e m- respecto al análisis feminista " (p. 228). La autora expresa que la consisten-
trusivo po~ parte de la UDI. En esta fase las fem1D1Stas mir~an ~ la UDI cia y fuerza que mantenía el MF surte efecto, cuando, ante la actitud de re-
.. -~.
con suspicaci a y desconfia nza, señalánd olas como una organizac ión sup~- chazo y de cierre que caracteriz aba a la UDI, le sigue un proceso de valida-
1 ditada a los hombres y al PCI, reprochán doles que abordara~ la p~oblem~- ci6n:
tica de las mujeres con un enfoque imperson al y una mentalid ad 1erárqw-
r\
ca y de comprom iso. También ocurrió que la i:wde~ asumida por el MF
provocó que en la UDl se incremen taran las res1Stencias y se adoptase una
que tiende a verificar directamen te el peso y la importanc ia de los conteni-
·c!,os expresados por el MF. La UDI busca esta confirmac ión, en sintonía con
su propia historia, en la franja de la base femenina de la asociación. El pri-
actitud de desdeño. mer tema que ha sido evocado es el del aborto, que sin la menor duda es el
! ·\·
'1
Como en todo buen proceso de influenci a social minoritar ia, la mayoría más pragmátic o y por tanto el más cercano a las luchas tradiciona les de rei-
i
.l tiende a maximiza rse en comparac ión con otra agrupación ante qui~nes vindicació n (p. 229).
l puedan percibirse como mejor ~ ~ás de ava~a~a . Durante este_ penodo Luego, la influenci a que el movimiento ejerce empieza a introduci rse
·¡'
una organizac ión demócrata-enstJ.ana (CIF) slIVlÓ de_ comparac ión a la desde la cúpula de la organizac ión hasta el nivel más personal, pasando
'
;,
1~ . UDI de tal manera que esta última se sentía progres1Sta y preparad a al por la cotidiani dad de la forma de hacer política. Consecue ntemente , la
:J ' lado' de la CIF. Esta estrategia usada "tiende a evitar y a desplazar la com- problemá tica femenina "de encontrarse marginad a, empieza ahora a ser
-í· paraci6n social [y] tiene por meta el mantenim iento de una im~e~ pos~tiva un factor para agregarse y participar " (p. 230). Es más, durante la fase de
1 del grupo, imagen que parecía amenaza da por el nuevo moV1miento (p.
i validació n coexistían en el interior de la UDI dos formas de concebir la
i práctica de la política, que era también un conflicto generacional, pues
i 227).
No obstante esto, el embate de las feministas persistió y su impacto se "las militantes de más edad comprend ían difícilme nte las nuevas exigen-
l empiezó a sentir en algunas integrante s de la organización de mujeres del
1 cias y los nuevos puntos de interés. Tenían reticencia s para renunciar a
partido comunist a italiano, a tal grado que pa~ 1973, fec~a en que se ~ea- una identidad y a una vía política consolida da. Al contrario, las nuevas
1 lizó el Congreso Nacional de la UDI, se les abnó un espaci~ ~ los co!ectivos militantes tenían la intención de rejuvenecer la organización, de organizar
'i1 ¡ feministas. Así, por vez primera la UDI escuchab a un análi_s~ polínco que luchas diferentes, de discutir temas que las interpela ban más directame n-
\ 1 1

!l.' testimoni aba una "experiencia personal" . Incluso las femllllStas expresa- te" (ídem).
, · ··1:l ron su posición en relación con el aborto y criticaron a la UDI quien, al Otro giro que se presenta es el que asumen a principio s de 1976 los par-
igual que el PCI, se mantenía sin abordar ~l tema de frente'. cuando estab~ tidos de izquierda , cuando "por el empuje de la disidenci a femenina apa-
j
candente la situación : el aborto era penalizad o, pero practicad o clandesn- recido en el seno de sus estructura s, presentab an un nuevo proyecto de ley
namente en numeroso s casos. . sobre el aborto, que preveía un aumento del poder de decisión de la mu-
A partir de 1974 el Movimie~to Feminis~ . crece. Nacen colecnvos por jer" (p. 231). Asimismo, a un nivel de identidad grupal, la UDI presenta un
toda Italia y su impacto se comienza a percibir en la prensa. Es entonces nuevo examen de su organizac ión y de sus posiciones con respecto al PCI,
que la parte más militante (dura) del Movimiento centra las baterías de la producto del empuje feminista. Asimismo, entre 1977-78 se presenta lo
organizac ión en la demanda de un aborto "libre y gratuit~"· A~emás co- que Mucchi Faina denomin a la búsqueda del compromiso, pues después de
mienza a sonar, y se extiende, una campaña en la que se afirma: lo perso- un nuevo rechazo sobre la ley del-aborto, la UDI se traslada al local del

,~.
·,;r
.·¡,,

d,i:
258 SICMF ICADO S COLECTIVOS: PROCF.SOS Y REFLE
XIONE S TEÓRICAS INFLUENCIA SOCIAL MINORITARIA
259
MF paro. acord ar una manif estaci ón (aquí habrá
que señal ar que tiemp o tificó en esta ocasió n la deses tructu ración de sus
atrás por evitar confli ctos con el partid o, la UDI órgan os, fundi éndos e en
no asistió a la march a so- el nacie nte Movim iento de las Mujeres.
bre el abort o en diciem bre del 1975 en la que partic
iparo n veinte mil mu-
jeres). &te acont ecimi ento "marc ó un giro funda
menta l" en las relaci ones Corwersión y perten encia supra orden ada
de ambo s grupo s. "La prese ncia de la UDI en ese
conte xto es en sí impor -
tante y signif icativ a ya que indica una intenc ión
de busca r un lazo, des- Mucchi Faina (1987) acota que cuand o la UDI
truir las barre ras territo riales hasta ahora bien apoya ba la lucha a favor
delim itadas " (p. 232). Des- del aborto , conve rgiend o en ese mome nto con
pués de esto, "se inició un intens o trabaj o para la meta del MF, al mism o
exam inar las posib ilidad es tiemp o se echar on a andar "meca nismo s de difere
de funda r un movim iento supra orden ado con nciaci ón, a fin de reafir-
respec to a los argum entos mar su divers idad. Es única mente con la forma
existe ntes, basad o en la perten encia al mism o ción del 'Movi mient o de
sexo, que sería llama do el Mujeres' perten encia supra orden ada, como las
'Movi mient o de Mujer es' (pp. 234). tende ncias comp etitiva s se
reduje ron y come nzó una colab oració n durad era"
Llega enton ces la llama da conversión explf.cita, (p. 237).
que no es tan comú n su La invest igado ra, despu és de realiz ar su estudio,
recon ocimi ento explíc ito, y que en este caso, "en consi dera que no sola-
el transc urso de los años mente la perten encia supra orden ada, catego ría
siguie ntes, las relaci ones, antañ o conflictivas y espor en que se incluy e tanto a
ádica s, llegan a ser au- la minor ía como a la mayo ría despu és del ejercic
téntic as relaci ones de colab oració n y de trabaj o io minor itario , estim ula
en equip o. Este trabaj o co- la coope ración y reduc e el conflicto, sino que "tamb
mún justam ente perm itía un mejor conoc imien ién facilit a la adapt a-
to mutu o y, en nume rosos ción de un grupo a otro, la adhes ión de la 'pobla
casos , romp er las barre ras de la incom unica ción" ción' a la posici ón de la
(p. 235). Sin embar go, minor ía que, por su interv enció n activa , ha sabid
no todo era felicid ad, afortu nadam ente, pues "si o cómo hacer para que se
en lo sucesivo el diálog o, acepte su visión de la realid ad" (ídem), lo cual ha
la comu nicac ión y la colab oració n const ituían permi tido a las mujer es
una prácti ca cotidi ana en perten ecient es a la UDI defen der posici ones antes
las relaci ones, no por ello dejab an de existi r zonas consi derad as del MF,
de recha zo y de catego- "sin por ello sentir se vencidas". No obsta nte, se
rizaci ón: la ruptu ra de las barre ras no había elimi debe aclara r que la perte-
nado comp letam ente los nenci a supra orden ada no está despr ovista de todo
prejui cios y la animo sidad " (ídem). Como en todo probl ema; esto es, ha-
buen movimiento social brá que exam inar su eficac ia a largo plazo . En
progr esista y demo crátic o, las difere ncias en el este caso, por ejemp lo, "el
seno de la organ izació n ha- nacim iento de un nuevo 'deseo de organ izació n',
ce~ acto de presen cia, pero no al grado de desac obser vado en varias oca-
tivar a la organ izació n siones entre las mujer es que han traba jado en la
mism a. UDI, podía dar a pensa r
que el femin ismo ha dado lugar más bien a un
Mucc hi Faina asegu ra que la conve rsión en acto efecto mome ntáne o y fu-
ya era impar able y se gaz que a una conve rsión real y profu nda" (p. 238).
hizo explíc ito en 1982, cuand o en el XI Congr Así, concl uye.M ucchi
eso Nacio nal de la UDI las · Faina , "la perten encia supra orden ada permi te
relaci ones entab ladas ahí: a la pobla ción en cuesti ón
vivir y prese ntar su cambi o como un síntom a de
fuerza y no como una de-
revelan sin equívoco que se habían franqueado las bilida d, como el fruto de una elabo ración propi
barreras: se abordaron a y no como una simpl e
las dificultades encontradas al tratar de hacer compa adapt ación a la posici ón minor itaria " (p. 238). A
tible el hecho de ser saber, cero impos icione s.
mujer con las formas de la organización, y se manifestó
la intención de nun-
ca más someterse a esos lazos. Se declaró la especificidad
de la lucha femeni-
na. la necesidad del separatismo, la conflictividad
con las instituciones, el
antagonismo entre sexos, proponiendo como objetiv BIBLIOGRAFÍA
o prioritario la libera-
ción de la mujer. Se proclamó abiertamente la auton
omía con respecto a los
partidos, así como el rechazo de cualquier apoyo de su Acosta, Ma. Teres a (1995). "La influe ncia en el univer
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psicología social experimental, pp. 219-238. Barcelona: Anthropos, 1991.
LA PSICOLOGÍA DE LAS MULT ITUDE S

SALVADOR ARCIGA BERNAL *

Un elemen to fundam ental en el desarro llo de la psicología social


ha sido
las multitu des. En el present e trabajo se present a un esbozo de la
historia
del concep to y de la constru cción de la psicología que la sustentó .
La inves-
tigacióJ! se ubica entre 1840 y 1940, respeta ndo los concep tos y las
formas
de desarro llo dei_fenómen o.

LA PSICOLOGÍA DE LAS MULTI TUDES

En la fase espontá nea, la concien cia colectiva no deliber a, sus accione


s son
automá ticas, respues tas proporc ionadas a los estimul antes, siendo
las cir-
cunstan cias externa s las que princip almente dirigen los movimi
entos del
cuerpo social. Entre sus procesos figuran el reflejo y la sugestió n.
El reflejo es un proceso que sucede cuando un grupo de hombre s,
domi-
nados por un mismo sentimi ento o interés, colocados en la misma
disposi-
ción de ánimo, reciben una fuerte emoció n y respond en instantá neamen
te
a ella con una actitud determ inada, de arrojo o de fuga, de agresió
n o de
defensa , el aplauso espontá neo, el pánico, sin darse cuenta de lo
que ha-
cen (16)
Lo son tambié n, aunque conteni endo mayor número de elemen tos men-
tales, los estados de concien cia que provoca n los símbolo s, tales
como los
tótems de las tribus, los himnos naciona les, las bander as de las ciudade
sy
nacione s; ciertas palabra s o frases, dios, patria, rey en tiempos
pasados;
igualda d, libertad , solidar idad en los corrientes. Signos de unidad
colecti-
va, tribal, ciudad ana o naciona l, estos objetos evocan en la ·concien
cia, los

* Maestría en Psicología Social por la Benemér ita Universidad Autónom a de Puebla. Pro-
fesor de tiempo completo de la Universid ad Autónom a Metropol
itana, lztapalap a. Miembro
del Área de Investigación de Psicología Política e Identidades. Línea
de trabajo: psicología
política, psicología colectiva, psicología social de las organizaciones.
Publicaci ones: La cú,do.-
danfa: estudios de p6ÜxJlogía po/ÍlÚxJ y representación .JOCial (coord. ); El dolor
colectivo, en la R1>-
vista Internaci onal de Psicología Social., y La representación aocial,
en CRIPS.

263
264 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES LA PSICOLOGÍA DE LAS MULTITUDES 265

elementos mentales comunes a todos los asociados -tradiciones, creencias, comparten en un mismo lugar a un tiempo. Por el contrario, a superior
glorias, aspiraciones- y determinan en ellos las mismas actitudes. El refle- gr~do de_ cultura, sugestión más débil, pudiendo formularse esta otra ley:
jo social está constituido por sensaciones, ideas y sentimientos que deter- la mtensidad de la sugestión está en razón inversa del grado de cultura de
minan la actitud o el movimiento; es la impulsividad social que traspasa el los individuos que la experimenta. ¿Hasta dónde puede llegar esta intensi-
umbral de la conciencia. dad? Por el camino del bien, hasta el heroísmo, por el camino del mal
El reflejo es la respuesta automática a una sensación; la sugestión es hasta el linchamiento. '
la respuesta impulsiva a una idea. Porque la idea, del mismo modo que la La acción social impulsiva depende de varias circunstancias:
sensación, no es solamente un estado de conciencia, es también un impul- De la constitución étnica: proviene de la especial fisonomía que afecta
so a obrar. Fouillée llama fuerza a las ideas; se repite hace tiempo que ~as ~-ultitudes de cada país; la razón de esto la da Tarde, diciendo que los
pensar una cosa es empezar a ejecutarla. La idea, en efecto, es el comienzo mdiVIduos aportan a la multitud sus semejanzas étnicas que se adicionan
i de la acción. Este impulso a obrar inherente a toda idea, sólo puede ser no sus diferencias que se neutralizan, y que en el rodar de la multitud lo~
contenido por la presencia de otra idea opuesta. Prestar atención a varias ángulos de la individualidad se embotan en beneficio del tipo nacional
ideas es reflexionar, deliberar, criticar. Mas cuando la idea contrariante no que se desprende (27). Y así, nos muestra el rostro del alma de la multitud.
1
+ se presenta o, en caso de presentarse, no es atendida, lo que se halla en po- . De las cond~cion~ mentales: hay dos muy influyentes, la ignorancia y el
1 sesión de la conciencia se realiza impulsivamente, entonces se obra por su- miedo. La sociedad ignorante se mueve impulsivamente a merced de los
1
gestión (31). instintos, reflejos y sugestiones. Iguales efectos produce el miedo, aquel es-
1
·,,1 La eficacia y frecuencia de la sugestión varían al tenor del temperamen- tado del ánimo que turba la razón, paraliza la voluntad y entrega al hom-
,¡ to y de la educación de los individuos. El proceso impulsivo propiamente bre a merced de los impulsos.
colectivo es la sugestión social o contagio, consistente en el influjo que mu- Las multitudes son, en las sociedades modernas, el asiento de la con-
tuamente ejercen los individuos reunidos, tendiendo cada uno a pensar y ciencia social espontánea. Llamamos multitud al grupo más o menos nu-
obrar al tenor que los demás piensan y obran. Todo grupo social, transito- meroso de personas, de diferentes clases y condiciones, que se reúnen en
rio O permanente, tiende a unificarse en uno o varios aspectos de la vida determinado sitio movidos por un impulso semejante y en disposición de
psíquica, acabando cada individuo por ser, en los respectivos aspectos, lo ejecutar un mismo acto, sea protestar de un agravio o expresar un deseo.
que los demás son. Las respuestas de cada individuo al mismo estimulante El sentimiento suscitado por este deseo o este agravio es el alma de la mul-
se avivan con las respuestas análogas de los demás, y se debilitan con la titud.
censura callada o ruidosa. Las multitudes pueden ser regulares o irregulares.
En la sugestión hay dos elementos que considerar: la extensión y la in- Las regulares proceden reflexivamente, con conocimiento de causa y de
tensidad. fin. bajo la dirección de un jefe o varios, por ejemplo los manifestantes,
En cuanto a la extensión, la sugestión social ejerce su imperio sobre to- que se forman previa convocatoria, formulan su protesta o expresan su de-
dos los ámbitos de la sociedad, desde el grupo de dos personas hasta la seo ordenadamente y se disuelven en paz. Estas multitudes llaman la aten-
más grande multitud, desde las frías compañías mercantiles hasta las apa- ción por el expresivo simbolismo de su lenguaje y la pobreza de su imagi-
sionadas asambleas políticas. Toda la vida intelectual, afirma Tarde: con- nación inventiva para diversificarlo. Verdad es que compensan esta
siderada en su causa primera y desde el punto de vista social, es una suges- pobreza de ideas con la tenacidad en repetirlos, no cansándose nunca de
tión de persona a persona. Ninguna agrupación, cualquiera que sean su proferir los mismo gritos, entonar los mismo cánticos, comenzar de nuevo
clase y sus elementos, efímera o duradera, antigua o reciente, sin excep- la misma procesión (20).
tuar las corporaciones doctas ni las congregaciones religiosas, deja de estar Las irregulares son aquellas cuyos individuos se reúnen sin convocato-
sometida a este proceso (). ria y sin pensamiento fijo de lo que han de hacer; una vez reunidos, se ex-
En cuanto a la intensidad de la sugestión, depende ésta del número de citan progresivamente mediante la conversación; de pronto se ponen en
individuos agrupados y del grado de su cultura. Cuanto más numeroso es movimiento hacia el sitio que a uno de ellos se le ocurre proponer, y desde
el grupo, más fuerte la sugestión, pudiendo formularse esta ley: la intensi- este instante marchan al azar, pudiendo lo mismo cometer crímenes, que
.,
dad de la sugestión crece en razón directa del número de individuos que la ejecutar acciones heroicas.

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266 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES LA PSICOLOG{A DE LAS MULTITUDES 267

¿Cómo se forman? Una subida repentina en el precio de los víveres, la E~ númer~, la masa ~nfunde en la multitud un sentimiento de omnipo-
insuficiencia de los salarios, un abuso de autoridad, la noticia de una de- tencia, que e¡erce rompiendo todo lo que encuentra al paso. De este senti-
'1 rrota u otro suceso semejante, soliviantan los ánimos de una clase o de una miento. d~ _omnipotenci_a deriva un amor propio colectivo exagerado, una
1 población entera, y miles de personas se reúnen ya en el lugar de costum- susceptibilid ad y una mtolerancia extrema, que no consiente contradic-
í bre, fábrica o universidad, ya en un sitio público, plaza, mercado o paseo, ción ni censura. Inaccesible a la reflexión, su versatilidad es extraordina-


. !

'i'
unas veces espontáneam ente, empujado cada uno por la necesidad de co-
municar su emoción o averiguar los pormenores del suceso, otros por invi-
tación oral o escrita de unos cuantos que toman la iniciativa. Los reuni-
ria, una palabra, un gesto, una actitud bastan para llevarla a la cólera O a
la risa, de la crueldad a la compasión (2; 14;18).
La multitud es un movimiento espontáneo, automático, correspondie n-
t~ a los ciclones y huracanes en la naturaleza, que puede causar grandes
:.¡ dos, que van ya medio sugestionado s, llevando dominada su conciencia
! 1
1 por una idea fija, forman bola, hablan, comentan el suceso; con la conver- bienes y grandes males a la sociedad, pero que de suyo no es bueno ni
1 sación se caldean y se enardecen. malo, porque es resultado necesario, indefectible, de precedentes, que ya
1
son los atropellos de los gobernantes o los abusos de los rieos, o las descon-

l
¿Qué harán? No se sabe, pueden hacer mucho o nada. Cuando aquella
multitud se pone en movimiento; desde el instante en que se ubica el obje- sideraciones de los empresarios. Y digo atropellos, abusos, desconsiderac io-
tivo, la sugestión llegada a su máximo grado de intensidad se apodera nes en plural, porque no basta uno solo de estos hechos para causar el mo-
como soberana de la conciencia de todos y surge un nuevo ser social: la vimiento, se necesita toda una serie, todo un sistema. de conducta; porque
:1
l multitud. El individuo desaparece; pierde la facultad de pensar y de deli- los agravios se acumulan en el alma del pueblo, determinand o una tensión
berar, la conciencia y la voluntad; deja de ser persona, transformánd ose en cada vez más fuerte del espíritu hasta llegar al punto crítico en que un
instrumento ciego de las ideas que le sugieren los demás; los actos que eje- agravio reaparece vivo en la conciencia, sus pechos se inflaman y surge el
ser social, la multitud, que pega fuego a... .
cuta no son suyos, son de la multitud.
¿Cómo se efectúa esta transformaci ón? Tiene su explicación en la ley Las multitudes son producto de desequilibrio s, de injusticias sociales,
que nos dice, la vida psíquica normal puede ser paralizada por un estimu- concientes o inconscientes , y que la responsabilid ad, caso de haberla, hay
lante excesivo cualquiera, la emoción de la sociabilidad tiene su excitante que buscarla en los antecedentes , en las causas que los provocan.
normal, que es la presencia de otras personas, y cuando este excitante llega ·Hasta aquí la glosa de las multitudes; ahora un poco de la psicología
a su grado máximo de intensidad, que es el caso de la multitud, la emo- que la gesta. Las multitudes son el sujeto social creado por la psicología co-
ción consiguiente se señorea de la conciencia y paraliza la vida del pensa- lectiva para explicar la manifestació n del pensamiento de la gente común.
¡,p
miento. Esta idea es presentada por Le Bon en su libro sobre las multitudes, pero
\! ~ nadie lo recuerda; en este entendido vamos a intentar construirlo con el
El individuo como tal muere, transformánd ose en ejecutor inconsciente
1

·! 1l~
r
1 de la idea social. La multitud no entiende de medios indirectos, camina material de la época, así puede intentar recobrarse el sustento de la psico-
derecho a su fin. No piensa, no razona; para ella no hay pasado ni futuro, logía de las multitudes.
altura ni profundidad ; sólo hay, como dice Baldwin (2), un dentro y un
fuera, un dentro donde recibir, un fuera donde obrar, y es receptiva a to- LAS FORMACIONES HISTÓRICO-SOCIALES
dos los vientos, activa hasta la demencia. Por esto, si es capaz de elevarse
por el camino de la moralidad hasta el heroísmo, es incapaz de producir Estas tienen en sí mismas el origen y las razones de su propio ser y las de
nada en el terreno de la inteligencia, no porque los actos de la virtud sólo su propio futuro histórico. Nacen en un tiempo dado, bajo un determina-
difieran en grado y los de la inteligencia en grado y naturaleza, como dice do clima, y mueren cuando han cumplido su misión. En este sentido, exis-
Tarde, sino sencillament e porque no razona. te un determinismo colectivo, histórico-social que quita a los acontecimien -
Fuerte pura obrar e incapaz de razonar, la multitud es una fuerza que tos humanos la acción de la providencia.
marcha al azar de las circunstancia s. Como la ola que corre mansa por la El determinismo moderno ni es el hecho superior a los hombres y a los
mar profunda y se encrespa en los bajíos, así la multitud se calma con las dioses, ni es la providencia, sino las formas naturales y humanas que se
facilidades y se embravece con los obstáculos. condicionan a sí mismas para futuros desenvolvimientos. Por lo que la ci-
vilización y la educación atienden a una gran preparación de lo porvenir,
SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES LA PSICOLOG(A DE LAS MULTITUDES 269
268

con arreglo a un tipo que nos hemos formado y que hemos ido producien- transmite socialm~nte. Algo_ que vamos formando con nuevas ideas, ideas
do colectivamente. qu~ ~ vuelve':1 pasión, y pas10nes que pueden convertirse en ideas (19). Las
Las formaciones histórico-sociales son, por otra parte, los productos más muluples pasiones que poseemos, si no encuentran alguna idea que se les
complejos de la psiquis colectiva, en las que colaboraron varias generacio- sobreponga, permanecen en estado primigenio, sin futuro que las desarro-
nes y se mezclaron. Algunas tienen tendencia a petrificarse, adopt_and~ for- lle; por eso cuando se manifiestan, sólo nos enseñan su potencia.
mas estables que perduran tiempo después del estado de conciencia de d El carácter se refiere al modo de proceder en las contingencias de la vi-
que nacieron. A Ribot se debe la imagen ~e tan perfect_amente responde ª•. con una noi:-1°ª: ~· por lo tanto, de aquellas posesiones que en la vida
a la petrificación de ciertos productos psíqwcos, no menci~nando como tal ac~va de todo mdividuo, en circunstancias difíciles o extraordinarias es
más que una sola especie: la de las palabras y los proverbios. En ello~ hay esUmado como cualidad preciosa. Carácter quiere decir: algo que perdu,ra.
una historia étnica, hay derivaciones y parentescos de los pueblos, ah1 está ~l carácter pertenece a los producto_s histórico-sociales que tienen la fi-
como trazada a grandes rasgos la evolución humana (19). nalidad de aten~ar la ~daptación del hombre al ambiente, sustituyéndola
El hombre ha intentado oponerse a la fugacidad de las impresiones, y por una adaptación activa. El hombre resiste al ambiente sin doblegársele,
lo ha intentado con la escritura cuneiforme, jeroglífica, pictográfica, alfa- para lo cual ha creado las obras, productos histórico sociales: trajes, casas,
bética; pero la psiquis colectiva, en tanto, se ha confiado por mucho tiem- caract~res, todo aquello que provee su conservación en la lucha contra la
po a la memoria psíquica, no se ha servido hasta mucho más tarde de la adversidad y el destino, la pasión por la idea (23).
escritura. Así pues, la psiquis colectiva es en sus recuerdos fugaz y mengua- . Así'. el ambiente natural es sucedido por la creación del ambiente socio-
da, por lo que en la narración de sus fábulas,º se calla el t~emp~ y el lugar, histó~co, que se caracteriza por la posibilidad de transmitir la experiencia
país lejano, a un 'El dorado verdadero o imagmado. pro~1a, l~ de la razón y la de la especie, no ya por el frágil medio de la me-
0 los relega a un
Perduran ciertos símbolos de supervivencia en la psiquis colectiva, refe- mona, smo por aquel más cierto y seguro de los productos sociales las
obras y las instituciones. '
rentes a hechos y a circunstancias, a acontecimientos cuyo recuerdo se ha
perdido y la supervivencia ha estratificado, por l~ ~e de una com~let_a El ambi~nte so~ial está formado por el propio grupo social y por aque-
formación psíquica no se conserva más que una reliqwa. Hay en la psiqws llo_s con q_u1enes tiene contacto. En el grupo y por el grupo se forman las
colectiva una reducción, una simplificación por cuyo efecto desaparecen pnmeras ideologías, los primeros conceptos del universo; de ahí brotan el
las circunstancias de tiempo y de lugar, y los diversos contenidos intelecti- culto ~ _los muertos y las religiones, las tradiciones y las leyendas, las artes y
vos que han sido cuajados en diversos tiempos y civilizaciones. Así, pues, se l~s _of1c1os. El ~po so~ial es el laboratorio de todas las leyes morales y tra-
toma como en un archivo histórico en el que muchos documentos se han d1c1ones; de la vida social que forma el carácter.
extraviado y no queda de ellos más que el título. La razón de estas mez- · El carácter -eomo todas las formaciones socio-históricas- obedece a
clas estratificaciones y supervivencias de los ciclos intelectivos descansa una creciente diferenciación y se forma del encuentro de los caracteres de
sieu'ipre en aquella ley asentada por Ferrero par~ desentraña_r los ~ímbo- l~s diversos grupos, de los cuales surge el carácter regional, nacional y por
los esto es la abreviatura de trabajo mental: él dice que hubiera sido un fm el carácter humano (12). A la forma social del carácter sucede la forma
trabajo im~robable para la psiquis colectiva mantener juntas las vicisitu- int~rsocial, determ~ada por el choque con los caracteres de otros grupos
des históricas, por lo que en cambio se retiene del vasto mundo de aconte- ~oc1ales; por la vecmdad con otros pueblos, los enlaces, la importación de
cimientos lo escaso, lo etéreo; la parte fantástica, ideal, legendaria mezcla- ideas nuevas, el aislamiento, etc., que son las diversas modalidades del ca-
da con las otras que se poseen o poseyeron. Así es como la muchedumbre, rácter intersocial. Es decir, de la manera como los grupos sociales se influ-
mediante la memoria, conserva los acontecimientos históricos: la leyenda y yen mutuamente. Contribuye al enaltecimiento del carácter colectivo la
densidad de la población, que intensificándose en las ciudades hace de és-
la fábula {5; 8)
tas laboratorios de la civilización.
EL CARÁCTER

El carácter está formado por una parte estática y por otra dinámica, por una
idea que dirige y una pasión que mueve. Es un organismo dinámico que se
270 SIGNIFICA DOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES
T LA PSICOLOG iA DE LAS MULTITUD ES 271

LA TRADICIÓN la herencia de todos sus antecesor es y los móviles de su cond ucta. L a ma-
, . . ,
yona posee siempre cierto numero de caractere s psicolóuic os co
bl Es · o· munes esta-
Al estudiar el carácter de un pueblo es importan te conocer su dinámica y . de~. 'd te cdon1unto de elemento s psicológic os observabl es entre todos los
su estática psíquica, su modo de sentir y de pensar; conocer sus estratifica - m IVI uos e una raza forman lo que se llama carácter nacional.
ciones viejas y recientes. Observar de qué modo, sobre el fondo común del . La ra~a es como el gran depósito de energías y de caracteres que dan la
carácter de la especie, se van asentando las estratificaciones recientes, las Í1Sonorma a un. pu.eblo. En cuanto que una raza sea suficientemente anti-
que consolidá ndose forman el carácter social. gua Y por consigwe nte homogén ea, su tipo medio es lo bastante com '
Por eso es importan te conocer esa parte del ambiente social que se lla- como para ser distinguid o. Cada individuo, en efecto, no es solamente u;;
ma tradición (véase más adelante), la cual obra sobre el carácter no sólo p~oducto de sus padres, sino el de su estirpe, el de toda una serie de ascen-
como predispos ición conforma da lentamen te por las generaciones pasadas dientes (19).
y transmiti da a las nuevas, sino también mantenie ndo vivas y presentes las Las influencia s a que se halla sometido el individuo y que dirigen su
estratifica ciones del carácter (19). conducta son de tres clases:
Del mismo modo el carácter está en lo porvenir, en aquello que persigue 1. La influencia de los antepasad os
el ideal colectivo, ya que como se dijo, el carácter es algo formado por una 2. La influencia de los parientes inmediato s
estática y una dinámica . Y, por lo tanto, la ilusión del pasado se ~ncreta 3. La influencia del porvenir
en lo porvenir, y así quien refleja el ambiente social de hoy, lleva en sí mis-
mo un nuevo sentido humano. . El ho~re es, ante todo, el represent ante de su propia raza, del con-
1unto de ideas ~ se_n~mientos que todos los individuo s de un mismo país
LA VIDA PÚBLICA aportan. c.ª!ͪ mdiVIduo de una raza tiene una vida individua l breve y
otra cole~tlva muy larga. Esta última es la de la raza de que ha nacido,
Otra de las dotes del carácter moderno es una más amplia participa ción que contribuy e a perpetua r y de la cual depende siempre (13; 19; 27).
en la vida pública; el conjunto de las ideas y sentimientos que se disputan . La raza debe considera rse como un ser permanen te, por encima del
la dirección de la vida social, en donde la vida pública es más amplia, más tiempo, c?mpuest a por los individuo s que la integran y también de la ex-
intensam ente vivida, allí, la generació n social está más garantiza da, ya que tensa sene de sus antepasad os. Para comprend er la significación de la
las varias tendencia s y direcciones de la vida social encuentra n en la vida raza es. necesario considera rla prolongán dose a la vez en el pasado y en el
pública la más alta corrección. Por lo tanto, el carácter de un pueblo se porvemr com~. dos proyeccio.nes _simultáneas, lanzadas desde el presente.
apoya sobre el valor de la multitud. En un pueblo basado sobre la geniali- . La formacion de la constituc ión mental de un pueblo necesita un tiem-
\¡' dad de los pocos, faltan aquellas emulacio nes y contrastes sociales que son po largo para constituir la comunid ad de pensamie ntos y sentimientos que
la vida y el motor del progreso colectivo. forman su alma. Hay tres bases fundamen tales del alma de un pueblo:
¡1: 1. Sentimien tos comunes
;J
1 111\
LAsRAZAS 2. Intereses comunes y
ii 3. Creencias comunes.
rn Los elemento s de clasificac ión que la anatomía , las lenguas, el medio, las
·" Esta comunida d d_e sentimien tos, de intereses y de creencias, formadas
agrupacio nes políticas no suministr en, nos los da la psicología. Ésta ense-
por acum~acio_nes hereditar ias, da a la constituc ión mental de un pueblo
ña que en el fondo de las instituciones, las creencias, las artes y los trastor-
una gran 1dent1dad y permanen cia. Siempre ha existido entre todos los
nos políticos de cada pueblo, se encuentr an ciertos caracteres sentimen ta-
les, morales e intelectua les de los que deriva su evolución; caractere s cuyo puebl~s y en to~. las edades ese complejo de ideas, de tradiciones y de
cr.ee~c1as ~ereditan as que forman el alma de una colectividad (7; 8). Res-
conjunto forma lo que se llama el alma de una raza (12).
tnng1da primeram ente en la familia y gradualm ente propagad a a la aldea,
Cada raza posee una constitución mental permanen te como su constitu-
a la ciudad, a la provincia , el alma colectiva no se extiende a todos los ha-
ción anatómic a. Los caracteres morales e intelectuales de cuya asociació n
bitantes de un país, hasta una época muy reciente.
se forma el alma de un pueblo, represent an la síntesis de todo su pasado,
·i '

272 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES

En nuestra constitu ción mental poseemo s todos cienas posibilid ades de


T LA PSICOLOGÍA DE LAS MULTITUDES
273

los sentimie ntos, en la cual se elaboran los motivos de nuestras acciones


,, carácter a las que las circunst ancias no dan siempre ocasión de manifes- .
! . Entonces es cuando constiruyen element os de nuestro carácter y pueden
! t~rse. Cuando ellas aparecen , una nueva personal idad surge de rr.tanera
obrar sobre nuestra conduct a. El carácter está, pues, formado de una estra-
efímera. Por esto, en las épocas de grandes c_rj¡¡is religiosas y políticas
se tificación de ideas inconsci entes (27).
observa que se realizan cambios de carácter : tal parece que las cos~~br es,
Cuando las ideas han experim entado esta elaborac ión, adquier en un
las ideas, en fin, todo ha cambiad o. Lo que sucede es que aconteci mientos
poder consider able, porque la razón no tiene ya imperio alguno sobre
extraord inarios revoluci onan las células del cerebro colectivo, que estaban
ellas. Esto nos permite compren der con cuán intensa lentitud deben trans-
latentes, y forman con ellas figuras que la posterid ad no alcanza a com-
formarse, y por qué las ideas directivas de toda civilización son tan poco
prender (13). numeros as y necesita n para evolucio nar tanto tiempo; esto debe alegrar-
nos, de otro modo las civilizaciones no podrían adquirir ninguna perma-
EL PATRIMO NIO SOCIAL nencia (14).
Es al mismo tiempo satisfactorio que las ideas nuevas acaben a la larga
Los descubr imiento s de la inteligen cia se transmit en fácilmen te de un pue-
por hacerse aceptar, pues si las antiguas fueran inmutab les, las civilizacio-
blo a otro; las cualidad es del carácter no se pueden transmit ir. Los descu-
nes no realizarí an progreso alguno. Los pueblos más civilizados son aque-
brimien tos debidos a la inteligen cia son el patrimon io común de la huma-
llos cuyas ideas directiva s se han sabido mantene r a una igual distanci a de
nidad; las excelenc ias y los defectos del carácter constituy en el patrimon io la versatilidad y de la inmutab ilidad. Por ejemplo , la Edad Media se apoyó
exclusiv amente de cada pueblo. De la constirución mental de las razas en dos ideas fundame ntales: la religiosa y la feudal. De estas dos ideas fun-
es
de lo que se deriva su concepc ión del mundo y de la vida, por consiguiente
damenta les surgiero n sus artes, su literatur a y la concepción de todas las
su conduct a. manifestaciones de la vida. Al alborear el Renacim iento, comienz an aque-
El carácter es el que hace a los pueblos sentir y los mueve a ejecutar. llas dos ideas a alterarse ; el ideal resurge del viejo mundo grecolat ino y se
Por eso, para operar cambios en la lengua, su constitución, sus creenci~ impone a la Europa; en seguida, la concepc ión de la vida, las artes, la fi-
o
sus artes es necesari o transfor mar el alma de los pueblos. Una de las pnn- losofía comienz an a transform arse. Luego, la autorida d tradicio nal se
cipales c~nsecu encias de la civilizac ión es, de una _parte, diferen? iar a las quebran ta, las verdade s científicas van sustituye ndo gradualm ente a las
razas por el trabajo intelectu al, cada vez más consider able, que im~one reveladas, y de nuevo la civilización se transfor ma. Hoy las viejas ideas re-
a
los pueblos que han llegado a un alto grado de cultura y, de otra, diferen- ligiosas parece que han perdido definitiv amente la mayor parte de su anti-
ciar más y más las diversas capas que compon en cada pueblo. . guo poder, y por esto la mayor parte de las instituci ones sociales que se
Para estudiar una raza debemo s consider arla desde dos puntos de VISta apoyan en ellas están amenaza das de muerte (11; 19).
diferente s: desde el intelectu al, referido al hecho de que la raza no es más
que la élite a la cual son debidos los progresos científicos, literario s e in- LA PROPAGACIÓN
dustriale s de una civilización.
Desde el punto de vista del carácter , para el cual es el promedi o soci~ La historia del origen de las ideas, su predomi nio, su uso, sus transfor ma-
lo que importa conocer para formar el exacto concepto de la raza. Del ?i- ciones y su desapar ición es algo que se habrá de hacer. Cualqui er idea, sea
vel de este promed io es de lo que depende el poder de los pueblos. Los ID- científica, religiosa, filosófica o artística , su propaga ción se efectúa siempre
dividuos de una raza se diferenc ian intelectu almente, más a través de los por el siguiente mecanis mo: es necesario que sea desde luego adoptad a por
siglos; pero tienden siempre a oscilar en tomo al tipo medio de la raza en un pequeño número de apóstoles, de los cuales la intensid ad de la fe o su
lo que atañe al carácter . Es a este tipo medí~ que se eleva le?tame nte e_n la autorida d persona l presta a la idea, por ellos acogida, un gran prestigio.
escala de la civilización, al que pertenec e la 1Dmensa mayona de los miem-
Cuando aquellos primero s apóstoles han conseguido convenc er a algu-
bros de una nación (9; 12). . nos adeptos y formar así otro número de apóstoles, la idea nueva comien-
Las ideas no tienen acción alguna sobre el alma de los pueblos, SIDO
za a entrar en el dominio de la discusión. Ella levanta entonces por do-
cuando a consecu encia de una lentísim a elaborac ión han descend ido de
quier una oposició n general, porque hiere muchas cosas establec idas de
las móviles regiones del pensami ento, a la región estable e inconsciente de antiguo. La nueva idea es entonces más y más discutida , es decir, en reali-
r
1
1

274 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES LA PSICOLOGIA. DE LAS MULTIWD ES 275

dad aceptada en bloque por los unos y rechazad a en bloque por los otros. El Folklore debe su nombre al escritor inglés William John Th
Gracias a tales debates, siempre apasionad os, la idea progresa, aunque (1846). El tema es importan te y los alemanes le opusieron el término ,;;;;:.
lentamen te. Las generacio nes nuevas que la encuentr an discutida propen- ku~de, pero la ~alabra folklore termina por imponers e en la mayoría de los
den a adoptarla sólo porque se la discute. Así, la idea prosigue, ampliánd o- pa1ses para designar todo lo concernie nte a la 'vida popular en el seno de
se en la concienci a general y pronto no necesitar á del apoyo apostólico de las s?ciedade s civiliz~das_'. En Inglaterra , la Sociedad Folklórica publicó
los convencidos. Ella va mientras tanto extendién dose por doquier por una 1mp_ortante comp1lac1ón sobre el folklore campesin o a partir de 1895.
efecto de la imitación por contagio. El traba10 es fecundo y lo pueden documen tar las obras de Paul Sebill t,
Desde que el mecanism o del contagio interviene , la idea entra en la fase de P. Saintyves, hay que destacar los de Amol Van Gennep y de Andre .;8 _
de difusión total. La opinión la acepta enseguida , adquiere una fuerza pe- ragnac. Estos _au~ores proponen una concepción más amplia del Folklore
netrante y sutil, crea una manera de atmósfera mental, un modo general ~e-!ª n_o _se hm1ta a la trasmisió n oral, sino que se enriquece con la tras-
1 de pensar; así, la nueva idea cristaliza en todas las conciencias, palpita en m1s10n vivtda y eleva su estudio hasta la categoría de una psicología de las
' todas las produccio nes de una época. Entonces la idea ha triunfado y ha tradicion es (30).
entrado en los dominios del sentimien to, donde se mantendr á por largo La difi~ulta~ que existe para establece r una absoluta separació n entre
tiempo al abrigo de cualquier a (3; 11; 18; 27). e~ saber científico y el saber vulgar se manifiest a plenamen te en el domi-
mo del folklore, ya que éste, como ciencia, es un saber sistemátic o sobre el
EL ESPÍRITU RELIGIOSO saber popular, su punto de partida es la esencia del saber cotidiano . Es un
tipo de c~nocimiento que es obra del sentido común, producido por una
Las creencias religiosas han constituid o siempre el principal elemento de lenta sed1m~ntación y la creación inconsciente de la vida misma (24). En
la vida de los pueblos, los acontecim ientos históricos más importan tes han la c~nstrucc1ón de este saber intervien en las influenci as personale s, las su-
sido los preceden tes del nacimien to y de la muerte de los dioses. Con una gestiones, el poder de imaginac ión, las supersticiones, etc., que le dan una
idea religiosa nueva nace necesaria mente una civilización. . tonalidad metafísica y le sirven como elementos de valoració n objetiva.
Se puede decir que todas las instituciones políticas y sociales han s1~0 El folklore es una clase de conocimi ento que no es exclusivo de un redu-
fundadas sobre creencias religiosas y que en la escena del mundo, los dio- cido círculo de individuos, de investigadores o de elegidos que colectiva-
ses han represent ado los primeros papeles. Solament e las creencias religio- mente forman las élites del pensamie nto. Es el patrimon io de todos la obra
sas tienen el poder de obrar de forma rápida sobre el carácter. Ejercen un ~esindivi dualizada _Y anónima del grupo, que pertenece a cualqui;r sujeto
influjo permanen te tan intenso, que toda la constituc ión mental es profun- mtegrant e de la sociedad. Es el saber colectivo por excelenci a.
damente transform ada. Los dioses son hijos de la esperanza , le han here- En cuanto propiedad de todos es, en el orden del conocimi ento, el ori-
dado un estado de ánimo importad or de la dicha, cosa que ninguna filoso- gen y el anteceden te primero de toda investigación, ya que de su saber se
fía ha conseguido. nutre la sustancia del conocimi ento, su traducció n real es el saber social
El fin de todas las civilizaciones, de todas las filosofías, de todas las reli- de carácter popular. Su contenido ha llamado la atención del hombre de
giones es engendra r ciertos estados de espíritu, su manera de concebir y t?dos los tiempos; su ámbito abarca la imaginac ión popular que se mani-
por tanto de pensar y de obrar. Las creencias religiosas constituyen el úni- fiesta en relatos, leyendas, superstici ones, mitos, en todo aquello que cons-
co factor que puede al momento dar a un pueblo comunida d de intereses, tituye el alma de las multitude s.
sentimien tos y pensamie ntos, esto quiere decir que los dioses no son in- Nace con la creación de la palabra, que es una expresión compuest a, el
mortales, sino que el espíritu religioso es eterno (7; 8; 11; 17). 22 de agosto de 1846, en la revista The Ateneum de Londres. Es el arqueó-
logo inglés William John Thoms (1803-1885) quien la utilizó para desper-
EL CONOCIMIENI'O SOCIAL tar el interés y la preocupa ción por la recolección y publicaci ón de los ma-
teriales de la antigua literatura popular.
Dentro del conocimi ento social destaca uno por derecho propio, el folklo- La palabra está compuest a de dos substantivos; folk, gente, pueblo, y
re, que además nos permite abordar algo que es la base de la psicología de lore, conocimi ento, saber. Lore designa el saber no científico, el tradicio-
las masas: el conocimi ento popular.
276 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES

nal. La expresión , por lo tanto, significa en su traducció n literal el saber


del pueblo, y de un modo más amplio, el saber vulgar del pueblo (21).
1 LA PSICOLOGÍA DE LAS MULTITIJDES

Podemos decir que para que un hecho sea folklórico necesita:


277

· l. Transform arse en anónimo, mediante el proceso de desaparic ión del


Esto plantea dos grandes líneas de conocimiento:
sujeto y la conversió n en algo comunita rio. La memoria colectiva es el fac-
"Lore" saber; precisar qué hechos, qué saber es el que forma su con- tor que produce el efecto social de hacer que el hecho se transform e. Este
tenido, y proceso se cumple por obra del tiempo, y sus elementos se sintetizan en la
"Folk" pueblo; el sujeto al que pertenece n esos hechos. opinión pública de varias generacio nes, a saber, la tradición.
Con ello se quería designar aquel sector del estudio de la antigüeda d 11. Ser un conjunto de hechos actuales, vivientes que lleven la condición
y la arqueolo gía que abarca el saber tradiciona l de las clases popula~es de sacar su fuerza de aquello que se desea conservar y que constituy e el pa-
de las naciones civilizadas. El saber tradicion al consiste en todo lo relativo sado.
a las prácticas y costumbr es, a las nociones, creencias , tradicion es, supers- 111. Que este proceso se desarrolle fuera del ámbito del conocimi ento
institucio nal, del saber reificado.
ticiones y prejuicio s de la gente común.
El concepto se extiende por países de habla no inglesa y se llena de sig- Los hechos folklóricos son hechos colectivos que pertenece n al tipo de
nificado; continúa significan do "la sabiduría de la gente del pue~lo", pero los fenómeno s espiritual es propios de una determin ada sociedad. Son ma-
además todo lo que ha perdurad o larvado en la memoria colectiva, en la nifestaciones naturales que se expresan en forma oral o escrita. De ahí que
retentiv~ de la gente, guardado por la tradición oral, por la capacida d de no es posible estudiar la vida de la gente, sin estudiar la vida social, por-
conservar lo fundame ntal de la muchedu mbre (22). que lo popular no es más que una forma particula r de lo social. Dentro
Los hechos que integran su objeto son las expresion es de la vida cultu- del conjunto de los hechos colectivos represent a el aspecto conservad or del
ral que se manifiest an y llevan el sello de la tradición. Su conocimi ento es grupo, su misión es vivir hoy pero mirando al pasado; recoger los hechos
un saber, formado por una reflexión colectiva inconscie nte sobre los he- del pasado para revivificarlos en el presente.
chos mismos. Es la cultura empírica de las sociedades humanas (15). En este sentido, es la expresión de la vida en común, la manifesta ción
Al hablar de la gente, indicamo s que lo individua l queda alojado den- del aspecto natural -auténtic o y espontán eo- de la sociedad, en el que se
tro del campo de lo colectivo, cuyo campo es el dominio de la vida de los manifiest an las condicion es elemental es del grupo. Es el fiel reflejo del
grupos, de los hechos que pertenece n al mundo de lo colectivo, aquel en alma de la multitud y su estudio permite comprend er los fenómeno s de la
que se ha borrado _la marca del i~dividuo misi:11~· o en el q~e. se concreta. vida colectiva, "la semejanz a de la vida popular, de un siglo a otro, las so-
De este modo el remo de lo colectivo es el donumo de lo anommo, en don- brevivencias milenaria s, la continuid ad de usos y costumbr es, ligan al
de Jo social es una forma de vida que no es de nadie, sino que pertenece a hombre a su suelo y a todo el pasado de su raza" (21).
todos, a la gente común; es la cristaliza ción u objetivac ión despersonaliza- Los hechos folklóricos se clasifican de acuerdo al modo como se trans-
da por excelenci a (19). miten (24):
Es popular todo lo que se practica o transmi~e en la com~da d, fuera
1) por medio de la palabra
de Jo que se impone o es enseñado por las autondad es constituid as; creen-
2) por medio de la acción
cias O fórmulas recomend adas por prácticas sancionad as por la costumbre.
Pertenece al dominio de la sociedad in status nascens, como decía Georg Los hechos que se transmite por medio de la palabra son:
Simmel, al mundo de lo social no regulado. 1. El conjunto de nociones referentes a las leyendas, a los mitos, a las
Así Jo Folk está ubicado en el ámbito de la sociedad viviente, pertenece
tradiciones.
al do~inio del proceso social diario, que crece, aumenta o disminuy e de . 2. Los hechos del habla popular, el mundo de los refranes, de los di-
acuerdo a dos grandes principios : chos, de las adivinanz as, y por último,
3. El sistema de ideas referentes a las creencias populares, a las supersti-
1) Se mueve dentro del mundo de lo colectivo y, . . . ciones, a las adivinaci ones, constituye el folklore científico.
2) Dentro de lo colectivo se opone a todo lo que sea oficial, lo no erudi-
to, en el sentido que se forma de manera natural y espontán ea.
278 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES
T LA PSICOLOGfA DE LAS MULTITIJDES 279

Los hechos que se transmite por medio de la imitación se relacionan colectividad. Son lo~ pequeños hábitos, de toda hora y de todo momento.
con los tipos llamados de acción, vinculados al movimiento mismo, la mú- Son elementos arraigados profundamente en la vida del pueblo; se les co-
sica, el baile; los juegos, los usos, los gestos, las caricias. noce como usos y costumbres.
El conjunto de las manifestaciones intelectuales en la vida del pue- Son especies de mandatos colectivos, anónimos, reglas fijadas en ningu-
blo(48) como: na parte de un. modo concreto, que sirven para encausar la vida común.
Las leyendas se distinguen no sólo por los temas que trata, sino también Sumner en su libro Folkways (25) ha estudiado el problema de los usos y
por las creencias que ellos suponen y por las cualidades que se atribuyen a las costu~res del grupo y la función social que ellos llenan en la colectivi-
los personajes. La leyenda supone ya un lugar preciso y personajes perfec- dad, Ysostiene que el objeto principal es fabricar usos y.crear costumbres.
tamente determinados; su fundamento tiene apariencia histórica y los per-
sonajes obran dotados de cualidades heroicas. EL PSIQUISMO COLECTIVO
El mito es una leyenda localizada en un lugar y un tiempo que se en-
cuentra fuera del alcance de la inteligencia humana, y sus personajes son Las representacione s colectivas más elevadas sólo tienen existencia y son
de origen y naturaleza divinas. verdaderamente ellas en la medida en que imponen los actos. La fe no es
La leyenda y el mito son narraciones que contienen un fundamento de nada sin las obras; existe la necesidad de recordar su influencia en la vida
autenticidad y verdad social, que permite ordeRar y dirigir el comporta- religios~ y ~n la vida s~cial mediante actos, gestos, ritos y costumbres.
miento de colectividades. El ps 1~,1Smo colectivo no está hecho sólo de ideas y de sentimientos, lo
Van Gennep sostiene que hay tres principios fundamentales que mar- está tamb1er_i, y tal v~z más que nada de actos, de prácticas, de conductas.
can el desenvolvimient o de la leyenda: Un acto_ social está siempre inspirado en la conciencia colectiva; en tanto
La ley de los orígenes; los pueblos de igual capacidad mental desarro- que social, un hecho es casi siempre un acto: la paz constituye una cosa;
llan una imaginación más o menos idéntica, y por lo tanto, producen un tabú, una regla de etiqueta, finalmente son actos.
creaciones de leyendas semejantes. . Los. caracteres del psiquismo colectivo tienen en general un carácter
La ley de las transposiciones: a medida que se debilita el recuerdo de simbólico. Las represent_aciones tienden a esquematizarse, en especial en
un héroe, la leyenda lo abandona y se transfiere a otro héroe más fa- formulas verbales. Lo m15mo ocurre con los ideales e incluso con los senti-
moso mientos colectivos: éstos, como ha demostrado Blondel, se cristalizan bajo
La ley de las adaptaciones, si la leyenda cambia de medio, se trans- la forma de verdaderos clichés afectivos (4). Cada uno de esos actos tien-
forma y se adapta de acuerdo a las condiciones etnográficas y socia- den a encamarse en símbolos materiales que los vuelve sensibles a todos.
Esos símbolos comprenden:
les del nuevo medio.
Principios que se corresponden con los de la psicología de los pueblos. a) El _lenguaje y co~ él, los mitos, leyendas, fórmulas dogmáticas, ritua-
De acuerdo a las funciones generales del espíritu, el sentimiento es el les, máximas, sentencia~, ~receptos ~e toda clase, proverbios y slogans.
elemento que acompaña a la inteligencia y a la actividad. La música se b) Los em~lemas religiosos, nacionales, corporativos, políticos, etc., en
concibe como el hecho fundamental del orden del sentinúento popular. Se los qu_e un ob1eto material, un dibujo, una figura alegórica, una insignia,
dice que es característica propia de cada tipo de sociedad, de cada grupo transfigurados de alguna manera por la imaginación colectiva adquieren
como símbolos del grupo o de los ideales de ese grupo un valor ;agrado, y
humano, ya que la música forma cancioneros que son reflejo de la vida del
grupo, y éstos representan el conjunto de las expresiones que se encuentra c) Los actos o costumbres simbólicos, como los gestos, rituales, actitudes
consolidado con respecto al tiempo y a zonas sociales deternúnadas. En de veneración y de respeto, formas de saludo, ritos de iniciación, formas de
contrato. La vida social bajo todos sus aspectos y en todos los momentos
este sentido existe la relación de la música como expresión de la sociedad,
de su historia, sólo es posible gracias a un amplio simbolismo (1).
de aquélla como expresión natural de esta última.
ABí, es en el dominio de las manifestaciones prácticas de la vida misma, El pensamiento colectivo metamorfosea todo lo que toca: mezcla los rei-
que se traducen los usos y costumbre sociales. En todo grupo humano exis- nos, confunde a los contrarios, da vuelta a lo que podría considerarse la je-
te un conjunto de reglas que regulan las conductas de los individuos en la rarquía natural de los seres, nivela las desigualdades, diferencia a los que
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280 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES
T LA PSICOLOGÍA DE LAS MULTITUDES 281

son similares. Siendo una lógica de naturaleza distinta a la individual, a guajes, en los sistemas de numeración, en los procedimientos de razona-
menudo se ha exagerado su carácter irracional (Le Bon, Pareto). miento y en todo el conjunto del conocimiento científico.
El pensamiento colectivo esta constituido por: representacio nes, ideales, La tradición se impone porque representa la autoridad, un sistema de
símbolos, conductas estereotipada s que tienen un carácter preestablecido. valores que el grupo ha constituido en el tiempo.
El individuo las encuentra delante de él, y en ese sentido, se le imponen, La tradición representa el legado de un pasado lejano, la fuente de va-
constituyend o moldes preexistentes. Mauss dice que, existe sociedad cuan- lores espirituales comunes que se han atado con gusto y aprecio.
'
do hay un conjunto de ideas ligadas con anterioridad; son 'las prevencio- La tradición es el depósito de aquello trascendente para la colectividad,
(
!
i nes, las anticipacione s que la vida social nos impone frente a nuestras la transmisión de ese depósito asegura la solidaridad del presente con el
u
l;'
emociones y sentimientos ' (7), el conjunto de esas formas o modelos, de
esos valores y de esas representacio nes ya establecidas, constituyen lo que
pasado, lo cual le da carácter de continuidad y se opone a las rupturas de-
masiado bruscas.
ciertos sociólogos en Estados Unidos denominan situación. La tradición significa también homogeneida d del grupo en el espacio.
Ese carácter previamente establecido se encuentra en los símbolos; éstos El papel de las celebracione s religiosas, nacionales, corporativas y de cual-
y de manera muy especial el lenguaje, constituyen el canal por el que las quier tipo es conmemorar el ideal y los recuerdos compartidos. La tradi-
nuevas generaciones reciben de las precedentes las representacio nes y los ción quiebra el aislamiento de las conciencias y las hace participar en un
ideales colectivos; son el instrumento de la memoria colectiva. Existe un ideal común. · .
: : !:;. modelado colectivo del comportamie nto Znanieclci dice: 'de la misma for- Es la tradición la que caracteriza al grupo, le confiere su personalidad y
:1,:
ma que nuestras actividades técnicas, la acción social tiene sus patrones, su originalidad. De ahí nace la unión del culto de las tradiciones con el na-
sus conductas tradicionales , ya se trate de dar limosna o hacer la corte a cionalismo, el regionalismo y la memoria grupal (3).
una joven'. Son esas formas de civilización (Maclver) las que otorgan la La opinión. Entendemos por ésta una realidad más concreta y, al mismo
unidad a una sociedad, y mantienen cierta continuidad a través de las tiempo, más fugaz, de orden intelectual. La opinión es el resultado de la
transformaci ones sociales; ellas son también las que informan y estructu- agresión que siente un grupo cuando se pone en peligro su sistema de valo-
ran la psicología del individuo. res. Tiene, por tanto, su fundamento en la mentalidad general, pero se dis-
tingue de ella por la particularizac ión que la caracteriza. Supone, además
LAs MENTALIDADES, LA TRADICIÓN Y LA OPINIÓN de las creencias fundamental es y las costumbres, los juicios de hecho, los
juicios de valor expresados por las palabras o por medio de las actitudes.
La palabra mentalidad en su misma vaguedad sirve de etiqueta a una rea- La opinión parece oponerse a la tradición, es un fenómeno mucho más
lidad fluida, indefinible y con frecuencia inascible, pero que no por eso se tardío, que sólo aparece en las sociedades en las que el individuo goza de
impone con menos fuerza, como un complejo de creencias, de valores, de una mayor libertad de pensamiento. Tarde decía: 'mucho antes de tener
actitudes y de conductas que caracterizan a los miembros de grupos deter- una opinión general y sentida como tal, los individuos que componen una
minados. Esto quiere decir que todo grupo origina su psicología propia, y nación tienen conciencia de poseer una tradición común y, a sabiendas, se
por consiguiente su mentalidad. someten a las decisiones de una razón juzgada superior' (27).
Tradici6n en su sentido etimológico equivale a transmisión por vía so- La opinión implica:
cial. Supone siempre un grupo organizado y, en el interior de él, una conti- l. Una personalidad colectiva al menos virtual, con su sustrato social, el
nuidad a través de las generaciones . La tradición se aplica a todos los do- público, un grupo difuso, inestable, desorganizad o, un grupo que sólo tie-
minios de la vida social. En religión designa todo lo que se ha transmitido ne una existencia implícita.
por una vía distinta de la de los libros, por ejemplo, las creencias de los fie- II. La manifestació n que consiste en la adhesión a ciertas fórmulas, de
les. En la vida nacional, son las costumbres y recuerdos comunes que cons- determinada<; tendencias previamente establecidas
tituyen el alma de una nación. En la vida profesional, cada corporación de III. Una permanencia y una duración que sobrepasa las fluctuaciones ,
trabajo tiene sus tradiciones que se remite al origen, en un pasado lejano. las apariciones y desaparicione s individuales.
El arte tienen sus tradiciones técnicas, sus modelos, sus cánones, sus estili- IV. Que ejerce una presión social.
zaciones y sus vulgaridades. En la vida intelectual se manifiesta en los len-
282 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES
T LA PSICOLOGÍA DE LAS MULTITUDES 283

La tradición resulta ser una cristalización de la opinión, 'tradición es el las peculiares circunstancias que los rodean desde antes de su nacimiento
extracto condensado y acumulado de lo que fue la opinión de los lllllertos' desde el primer instante de su formación, y así se crean nuevos caractere;
(27). y se producen las variaciones que cada generación ofrece respecto a la pre-
cedente. Leve en la primera generación, sensiblemente en las siguientes,
LAs CONDUG"TAS Y LAS COSTUMBRES más marcada en las ulteriores, y así se llega a un punto en que las modifi-
caciones empiezan a transmitirse. La herencia tiende a crecer indefinida-
De las representaciones colectivas surgen las conductas comunes, las activi- mente, al compás de las variaciones que lenta pero incesantemente ocu-
dades y los comportamientos. El ritual de la urbanidad, por ejemplo, en- rren en el medio circundante. El término de este proce.50 es la diferenciación
cierra sutiles relaciones con las ideas que se forman los hombres sobre el de los grupos (4). .
hombre, la hospitalidad, los grados de subordinación; varían de una época La ~cción de la cul~ra es el conjunto de fuerzas morales colectivas por
0
de una civilización a otra conservando ciertos rasgos. Las convenciones la acción de la cual viven y prosperan bajo todos los climas. La acción
que suponen, ocupan precisamente la encrucijada de lo personal, lo inter- de la_cul~a puede considerarse desde el punto de vista social, a largo pla-
personal y lo social; y se expresan por el vestido, las actitudes, las palabras zo, e1erc1éndose sobre una serie indefinida de generaciones, o desde el
y los tabúes. punto de vista individual, a corto plazo, ejerciéndose en una generación.
M
Cuando los comportamientos se difunden entre grupos numerosos, en- En el primer caso sus efectos son profundos, en el segundo superficiales.
tran a formar las costumbres; el término designa el conjunto de conductas Según Ribot:
comunes y corrientes de una colectividad. Las costumbres son lo que anta-
ño se llamaban usos, lo que se debe o no hacer (25). La educación desarrolla, no crea. Obra sobre los individuos medios más que
sobre los altos o bajos; viene a ser a modo de vestido, que cuLre lo que posee-
Se les puede clasificar en dos grandes categorías:
mos por herencia. No lo es extendido a la acción de la cultura sobre larga se-
La costumbre imita en el tiempo, por referencia a las precedentes del
rie de generaciones, en que pasa a ser elemento interno y hereditario, que
pasado. La costumbre reina con una fuerza particular e~_ las sociedades ! destruye hábitos, quebranta instintos y determina la formación de nuevos
en las civilizaciones tradicionales, en las que la trans_m1s1ón y los conoci- ideales sociales. Los adelantos en las letras, las artes y la riqueza valen y se
mientos se realizan por medio de la tradición oral. La costumbre es a la so- estiman únicamente en cuanto condicionan el progreso del sentimiento y la
ciedad, lo que el hábito a la persona. consideración entre los hombres (5).
La moda: imita no en el tiempo, sino en el espacio; es esencialmente pa-
sajera y efímera, llevada al límite, nacería, se extendería y desaparecería Las formas sociales son condensaciones de lo que hay de común en el
en el instante; mientras que la costumbre es una corriente de fondo, la ·modo de pensar y obrar de los individuos que componen un mismo grupo
moda es una ola superficial. En las civilizaciones urbanas, la moda tiende social. Este elemento común se da en la conciencia de cada individuo
a superar la costumbre sin que ésta desaparezca (26). pero modificado, teñido, si vale la palabra, por el sello individual. Un~
creencia profesada por varios es pensada por cada uno de manera pecu-
LA CULTURA SOCIAL liar; la creencia está presente en la conciencia de todos, pero en cada uno
de manera distinta. Una palabra cada cual la pronuncia de modo espe-
Conjunto de creencias y normas de conducta que cada generación transmi- cial, con su voz, con su acento, con su gesto; pura, libre de toda determina-
te a la siguiente y cuya adquisición es indispensable para poder vivir en so- ción., la palabra no existe en ningún individuo, sólo existe fuera, en el len-
ciedad. Herencia que se ha fijado en la memoria de las generaciones, y guaje (28).
que funciona como un poderoso instrumento de acumulación, reserva y Las formas sociales son producto de los estados mentales individuales,
condensación. Son los caracteres y energías que persisten en el curso de las son objetivas, externas a los individuos y existen por sí. Cierto es que, care-
generaciones. ciendo de actividad propia, sacan la que ostentan de la adhesión de las
Sometidos los grupos a condiciones temporales distintas que en la gene- conciencias individuales y en este aspecto dependen de ellas; pero el hecho
ración anterior, los caracteres que en ésta hubiesen contraído se van modi· '.~ de expresar lo común a todas, las emancipa de aquella dependencia, se
ficando ligeramente. Más o menos se modifican notablemente en virtud de 1:: "'erigen en poderes sustantivos, que se mueven en una esfera superior al in-

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284 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIO NES
T
1
LA PSICOLOGÍA DE LAS MULTITIJDES 285

dividuo, la esfera social, y sustentad as por todos, gozan de una vitalidad za cuando la herencia produce la aptitud y la social contiene condiciones
para desarrolla rla.
extraordi naria que fortalece la adhesión de cada individuo con la influen-
cia que mutuame nte ejercen todos en el trato social (4). La suma de pensamie ntos y de modos de actividad que el medio soci~l
Creadas por un "proceso natural", no por un acto de voluntad, los que ofrece al individuo y que éste se va apropian do a medida que se desarro-
crearon las formas sociales no pueden querer destruirla s o modificarlas, y lla, es lo que se llama herencia social. Se nace en un sistema dado de rela-
si alguno deja de profesarl as o practicarl as, corre el peligro inminent e de ciones sociales como se nace en una determin ada atmósfera , y de la misma
ser excluido de la sociedad. suerte que el cuerpo se desarrolla aspirando el aire de la atmósfera , se de-
Este poder, con ser de suyo grande, aumenta todavía con el transcurso sarrolla el espíritu asimilánd ose al sistema de relaciones sociales.
del tiempo, con cada generació n que pasa, a causa de la veneración con La herencia social del individuo es propieda d común de la colectividad,
que guardan los vivos lo que les trasmitier on los muertos. ya se trate de los conocimi entos y actividad es útiles o bellos, pero no indis-
Con el poder que les otorga la adhesión de la colectividad, las formas pensables para la comunica ción social, como la literatura , el arte, la filo-
sociales "reobran " sobre la concienci a de cada individuo trazándol e la ór- sofía o las formas de organizac ión; ya de los modos de actividad que con
bita en que ha de mover su pensamie nto y su actividad . Cuando los esta- razón se llaman esenciales, porque su falta incapacit a para vivir en socie-
dad (10).
dos psíquicos cambian por una de las dos únicas causas que pueden ha-
cerlo, mediante la creación de nuevos intereses o por la importaci ón de Hay en toda sociedad un sistema general de valores, contenido en las
creencias o procedim ientos nuevos, aun entonces las formas sociales man- c~ee~cias, en la.s instituciones, en las leyes, en las costumbr es, y cuando
tienen su imperio regulando los cambios en dos aspectos: por una lado, so- e1erc1tamos nuestro entendim iento con arreglo a estos valores, el juicio que
metiéndo los a medida, y por otro, marcando la dirección en que han de formamos es un juicio social, que es de todos, de la sociedad.
efectuars e. Respecto del límite, en vano se pedirá a una sociedad que dé Debemos considera r al hombre, no como una unidad, sino como un
un paso más allá de lo que consiente n sus ideas, costumbr es e institucio- producto social, hechura de la sociedad, en la que nace, en la que se forma
nes. y a la que debe lo que es. Sus modos de pensar y de obrar son suyos, por-
que pertenece n a la sociedad.
En cuanto n la dirección , tampoco admite la sociedad todas las innova-
· La sociedad ofrece dos aspectos:
ciones que puedan ocurrírseles: acepta solamente aquellas que están en ar-
monía con la orientació n que trae, en concierto lógico con su pasado. Las El subjetivo comprend e el caudal de ideas, afectos y deseos existentes en
la concienci a de los individuos.
personas que se proponen influir en la sociedad modifican do algunas de
sus ideas o costumbres, tienen que empezar por aceptar esas creencias y El aspecto objetivo, los producto s sociales de índole mental y material,
costumbr es y acomoda r a ellas sus planes (4). · elaborado s por las generaciones pasadas e impuestos a las vivientes (6).
La sociedad se nos presenta como un todo sustantivo , constituido no Ambos aspectos, subjetivo y objetivo, son inseparab les y están trabados
sólo por la generació n viviente, sino también por todas las pasadas, me- entre sí. Los pensamie ntos y deseos de los individuo s dependen de los pro-
diante la herencia, y aun por las venideras mediante el ideal de base psí- ductos sociales y, a su vez, estos productos subsisten por virtud de los mo-
quica, el cual tiene su punto de apoyo en las concienci as individuales, y dos de pensar y obrar de los individuo s, y desaparec en el día en que este
.. por contenido aquello en que estas conciencias comulgan , expresado en
sostén les falta.
Su influjo es manifiesto: hablamos la lengua que nuestros padres nos
·1t•
l¡II¡.
:Ji¡ creencias , lenguaje, costumbr es e instituciones (6).
i i1 Un hombre se desenvuelve conforme a la ley que subordin a los intereses enseñaron ; profesam os como verdadera s las creencias y principio s que
1:¡¡¡,¡ de lo presente a los de lo futuro, y en la dirección que le traza lo pasado. nuestros maestros nos han inculcado ; reputamo s buenas o malas las accio-
Ciertame nte las causas de los cambios sociales son los pensamie ntos indi- nes conforme al criterio que la sociedad nos ha imbuido. He aquí el influ-
jo de lo objetivo sobre lo subjetivo.
':11¡11:. viduales en lo que tienen de original, los inventos; mas obsérvese que los
inventos se construyen con los materiale s sociales y deben armoniza r con Observam os que la lengua y la literatura se modifican , que las leyes
caen en desuso, que las costumbr es dejan de practicars e al tenor que los
1 J.1 todo el pasado de la sociedad, teniendo tanto más de sociales que de indi-
individuo s cambian de modo de pensar y obrar. He aquí el influjo de lo
viduales. No se realiza un invento cuando los individuo s quieren; se reali-
¡¡¡I¡' subjetivo sobre lo objetivo. Lo objetivo supera en fuerza e influjo a lo suh-

1~
286 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES
T LA PSICOLOGÍA DE LAS MULTITIJDES 287

jetivo en la misma proporción que el número y consiguiente autoridad de dividuales concurren par~ mantenerlo y practicarlo. Entonces, hay por am-
las generaciones muertas supera a las de las vivientes. Ambos aspectos son, bas partes corresponden cia y mutua condicionalid ad.
sin embargo, indispensable s, de lo objetivo depende la conservación de la La presión e~pieza en el instante que, agotado el ideal, nuevas ideas se
sociedad; de lo subjetivo su progreso. p_ropagan conquistando la adhesión de un número mayor O menor de indi-
El hecho social tiene forzosamente por punto de partida un estado psí- VIduos, y sob_re los c~ale~ ejerce presión el hecho social. Los modos de pen-
quico, el cual pasa a ser social cuando propagándos e de un individuo a sar y de sentir_camb1a, sm saberlo ni quererlo la persona, a medida que se
otro, adquiere, sin dejar de ser un estado interno, valor objetivo y la virtud crean nuevos mtereses o que se transmiten de una sociedad a otra creen-
de imponerse a nuestra voluntad. cias o procedimient os. He aquí las energías transformado ras de la socie-
¿Cómo un estado subjetivo y personal, por el hecho de comunicarse a dad, la voluntad humana interviene y cada vez con mayor eficacia al tenor
que la sociedad progresa (4). ·
varios o a todos los asociados, puede transformars e en objetivo y externo?
Podríamos terminar tomando como referente la vigencia del pensamien-
Perdiendo lo que en cada sujeto tiene de singular, de individual, y conser-
vando lo general y común a t~os. La idea cunde, formulada en la palabra to contemporán eo de principio de siglo y decir que:
i.í¡ o en la escritura, y la lanza a los vientos, se transmite de una persona a
l d
...... ¡.• otra y en poco tiempo cuenta por millares el número de adeptos. La propa- c?~tituye el corpus de una veteropsicología, esto es, una psicología antigua,
V1eJ11, veterana ... un depósito vasto de ideas y de ideas frescas, o refrescadas
l.,, gación surte efecto singular, a saber: que la idea, a medida que se difunde,
por la sombra del olvido, porque, paradójicamen te, en una actualidad cada
I'
va perdiendo los matices hasta depurarse de ellos por completo, y enton- vez más esc~gida en la sobreespeciali zación, que hace que las investigacio-
ces, cristaliza en un programa, ley, uso, institución y comienza su vida in- ~es más recientes no pasen de ser la revisión acuciosa del pormenor de otra
dependiente de hecho social. idea ya gastada; lo más novedoso se encuentra, no en el Journal que aparece-
Recién- nacido es débil, vago, inestable, tiene que acomodarse al pensa- rá mañana en la mañana, sino perdido en algún texto irreditable de cuando
miento de sus adeptos más caracterizado s. Pero las mismas circunstancia s la psicología gustaba de especular y se divertía con la polémica o sea en al-
. ' '
que le dan nacimiento -las ventajas que aporta a la vida- se van vigori- gún texto de veteropsicología (32).
zando y fortaleciendo , con cada generación se consolidan adquiriendo un
nuevo grado de intensidad. Valorado con la adhesión de las generaciones,
se impone como algo fundamental , y es entonces que se nos aparece como
una realidad existente por sí misma, autónoma y soberana, animada y vi- BIBLIOGRAFÍA
viente, con la vida y el alma de las generaciones muertas.
Al combinarse los componentes en lo que tiene de común, crean una 1 Alpert, H. (1945): Dwkheún. Ed. FCE., México.
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1 :¡ la influencia y la percepción social, estrechamente vinculadas con el proce-
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19 Rossi, Pascuale (1906): El alma de la muchedumbre. Ed. Henrich, Barce- so de socialización. Precisamente este último es el tema central que aquí se
desarrolla desde una perspectiva de género, analizándose tres de las ins-
lona.
tancias o instituciones sociales que participan fuertemente en este proceso:
20 Rossi, Pascuale (1907): Lo& sugestionadores y las multitudes. Ed. Hen-
la familia, la escuela y los medios de comunicación.
rich, Barcelona.
La incorporación de la categoría de género en la psicología, si bien ya
21 Saintyves, P. (1936): Manual de Folklore. Libraire Emile Nourry, París.
se hace referencia a ella desde finales de 1960, cobra fuerza en la década
22 Sebillot, Paul (1913): Le Folk-lore. Ed. Doin, París. de· los ochenta, incrementándos e todavía más en la de los noventa y hasta
23 Shand, A. (1926): Thefundati.on o/ carácter. Ed. Me Millan, Londres. nuestros días. En una buena parte de la literatura psicológica, en las sec-
24 Stelle Boggs, R (1948): El folklore, defuiición, ciencia y arte. Ed. Impren- ciones dedicadas al área de influencia social, roles y estereotipos, se en-
ta Universitaria, México. cuentran temas o capítulos sobre género, o bien específicamente libros re-
25 Sumner, W (1906): Folkwaya, Ed. Ginn and Co., Bostón. ferentes a psicología y género.
El concepto de género ha resultado ser muy valioso, porque es una nue-
26 Tarde, Gabriel (1903): The laws imitation. Ed. Henry Holt.
va manera de mirar viejos problemas y cuestionar cómo ha sido análizada
27 Tarde, Gabriel (1912): L'opinion et lafoule. Ed. Tauros, España, 1985.
la problemática femenina y masculina, es decir, se ha constituido en una
28 Tarde, Gabriel (1925): Inlroduction et pages clwicis; per ses fils. Ed. herramienta teórica y metodológica que permite explicaciones novedosas.
Louis Michaud, París. De este modo, la diferenciación sexual no es vista ya, como antaño, en el
29 Van Gennep, A. (1943): Laformación de las leyendas. Ed. Futuro, Bue- terreno puramente biológico, el cual aporta poco a su entendimiento; más
nos Aires. bien se ubica en el campo de lo psicológico (lo simbólico) y lo cultural,
30 Varagnac, Andres (1915): Cwi/.isation tradicionnelle et genres de vie. Ed. rompiéndose así con la "naturalidad" de los papeles de género.
Albin Michel, París.
* Doctorado en Psicología Social. Profesora e investigadora de la Facuhad de Psicologla,
31 Ward, L. (1915): FactoresJJ6ÚIUÍcos de la civil.ización. Ed. La España Mo- UNAM. Línea de investigación: género, socialización y medios de comunicación y educación;
derna, Madrid. y género, democracia y ciudadanía. Ha publicado en varias revistas especializadas y en libros
32 Fernández, P. (1999): La afectividad colectiva. Ed. Tauros, México. recientes como: Psicolog(a aocial: inveatigoción y aplicaciona en Mh:ico. México, FCE; y La
ruñez, la violencia y la& aeriea infanlÜes en la Televúi6n. México, Reincorporación Social, A.C.
E-mail olga@servidor.unam.mx

289

1/
l
TEÓRIC AS
290 SIGNIFI CADOS COLEC TNOS: PROCES OS Y REFLEX IONES GÉNER O Y SOCIALlZACIÓN: FAMILIA, F.SCUELA Y MEDIOS 291

EL SISTE MA SEXO-GÉNERO l, por gestar


mujer ~a puesto a esta última cerca de la biologí a o lo natura
a los h11os, y ha puesto al hombr e en lo cultura l.
o la catego-
Parece ser que es la psicología la discip~ ina qu_e utiliza prime_r Varios autore s se h~ abocad o a ~studi ar la diferen cia entre
sexo y gé-
cción social de lo femen m? y lo mas- do, 1985) y aun-
ría de género , en el sentido de constru nero (Oaldey , 1972; Rubm, 1975; Ble1ch mar, 1985; Izquier
hecho fue Stoller quien estable ce amplia menteG, la que se observ a en
cul.100 (L am as , 1986)· De . .
, e- que se encuen tran diversas definic iones, una consta nte
mente en su libro titulad o Sexo! ltural, mien-
diferen cia entre sexo y género , precisa cuanto al género es que éste alude a una constru cción sociocu
t~s casos don~e eXIStla n a (cuestio-
nero (Sex and Gender), en 1968. Al estu~i ~ ~iferen
ana-
tras que el sexo se refiere a caracte rísticas deriva das de la biologí
del sexo b1olog1 co, debido a alterac iones icas, hormo nales y cromos ómicas ).
proble mas de identif icación nes anatóm icas, fisiológ
r que_ el hecho
tómica s O cromos ómicas , este autor fue el primer o en señala
person a de acuerd o a uno de los sexos,
. conduc irá a que
d e e ducar a una
. DE LOS ESTUD IOS SOBRE LA MUJER
tal person a adopte la identid ad de género que se le asigne.
·
S.1gu1en d o con este análisi s ' aunqu e sexo y género
. son ddiferen · tes, ·for- A LOS ESTUD IOS DE GÉNERO
. eno.~m a SISte-
man parte de un sistem a al que justam ente Rubm (1975)
de d1Spos 1c1on~ por s Unidos de
ma sexo-g énero, quien lo define como: " ... el conjun to Los llamad os "estud ios sobre la mujer" surgier on en Estado
en produc tos de actiVId ad amente en todos
el que una socied ad transfo rma la sexual ida~ Nortea mérica , a mediad os de 1960 y prolife raron práctic
necesid ades human as transfo rma- cuyo porcen -
human a, y en la cual se satisfa cen esas los países del orbe. Su impulso se debe a mujere s académ icas
, . nunca antes. De
das" (Rubin , op. cit.). . . .
la ps1- taje en las univer sidade s se había increm entado como
s d1Sc1p lmas como la antrop ologia y facilita rán la refle-
El debate surgido en alguna este modo empie zan a crearse e impart irse cursos que
de si existía o no una
l gí desde los años sesenta , se centró en ·el hecho · soc1ocu· l turalD xión sobre la experi encia femeni na y la cuestió n feminis ta.
cooa ,n entre la diferen cia biológ ica y la diferen cia . e ma- idos por
relació
s sexua- Estos cursos por lo regular contar on con el apoyo o eran impart
a más específ ica, la discus ión se orientó a qué tanto los papele n con frecuen cia activis tas políti-
n~ , t mujere s femini stas, partici pando tambié
les (de género ) eran constru ccione s sociocu lturale s º, que
tanto es os pape- el sexism o de que habían sido ob-
de que se cas que buscab an entend er y confro ntar
caso
les eran determ inados biológ icamen te. Pero adema s, en jeto en ~ovim ientos por la liberac ión de otros grupos oprimi dos (Boxer ,
e~cluía siempr e mu-
tratara de lo primer o, por qué entonc es a l~ mujer ': ~e les 1988). Sm embarg o, como destaca Lagard e (1996), "La reunió n de las
y s1 se trataba de en su transfo r-
del poder públic o y se les relegab a al ámbito domestico; jeres para pensar el mundo , entend erlo, critica rlo e incidir
s? (Lama s, 1986).
l o segundo , G·qué posibil idades había de transfo rmarlo l ºó d mación lleva ya dos siglos".
Dentro del debate natura leza-cu ltura, se ha llegado a l~ conc us1 n e el proces o de
· De acuerd o a esto, ya en 1983 Marta Lamas señala ba que
biolog ía de cada
que la diferen ciación sexual, supues tamen te basad~ en la cuestio namien to y reflexión (que desem bocaba en la creació
n de los "Estu-
lares depend iendo de latícultura
· de do desde el princi-
· enta caracte rísticas particu
sexo, pres dios de la Mujer" ) se encuen tra estrech amente vincula
1978; Lamas , 1986). As~ 1 o p1came nte la subord inación de las
que se trate (Spenc e y Helmr eich, pio a una clara intenci ón política: termin ar con
mucho s es-
femen ino en un lugar, no lo es en otro. A este res~ct o ensten mujeres en la socieda d. En otras palabr as, los "Estud ios sobre la Mujer"
como los realiza dos po~ Mead y Mur- femini sta. "En
tudios donde tal cosa se demue stra, son produc to de la activid ad y el trabajo del movimiento
Lamas , 1986), que ~legan a la concl~ 1ón de c:iue la dichos estudio s lleva implíci to un inte-
dock (referi dos por
- ese sentido, el interés feminista por
es lo que exphca las . d1feren tir la explota -
·
as1gnac 1·ó n de tareas hechas a niñas y mños . rés mayor: la búsque da de una estrate gia polític a para comba
asigna ción de ta- estudio s
cias entre los sexos. Tambi én se encont ró que aunqu e la ción y la opresió n sexista " (p. 2). Ésta sería la diferen cia con otros
s y hombr es cambi e de cultura a cultura , parece ser que_ l? ejempl o, los funcio nalista s o neodar winista s que, aun-
reas a mujere sobre la mujer, por
que se otorga a las actiVI- sesgos sexistas,
que sí se mantie ne consta nte es el est~tus mayor que intenta n correg ir una visión androc éntrica o de evitar
. no son estudio s feinini stas.
dades mascu linas respecto a las femem nas.
asigna d~ a
Lo mascu lino y lo femeni no son construcciones cultura les El interés y el impact o que han tenido los Estudios sobre
la Mujer (al
erlas puesto que son l?s com~o rtaouen - superio r) han sido im-
las person as, quiene s deben aprend
hombre- menos en las univer sidade s o centros de educac ión
dos dentro de la socieda d. La d1feren c1a que tan sólo entre 1970 y 1980 se
tos cons1.d erados adecua presion antes. Boxer (op. cit) comen ta
T

292 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCF.SOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS GÉNERO Y SOCIALIZACIÓN: FAMILIA, ESCUELA Y MEDIOS 293

crearon en Estados Unidos 300 programas de estudios sobre la mujer; LA CRÍTICA EPISTEMOLÓGICA A LOS PARADIGMAS
1

!1 30,000 cursos en colegios y universidades, una docena de revistas naciona- DE LAS CIENCIAS Y LOS ESTUDIOS SOBRE LA MUJER
les e internacionales, así como incontables boletines en agrupaciones y
centros, realizándose también numerosas conferencias y programas alrede- Por otra parte, dentro del campo de los Estudios de la Mujer, un aspecto
dor de todo el mundo. esencial ha sido la revisión epistemológica de los paradigmas de las cien-
También en América Latina esta corriente denominada como "Estudios cias. La ciencia es un producto social e histórico, que se articula con las
de la Mujer" o "Estudios sobre la condición Femenina,.,, y más reciente- relaciones de poder sociales, contribuyendo a sostenerlas, y en muchas oca-
mente "Estudios de Género,.,, ha tenido un fuerte impacto. Es en la segun- siones a perpetuarlas. De hecho, "la forma en que una sociedad seleccio-
da mitad de 1970 cuando se establece como campo de estudio. Su desarro- na, clasifica, distribuye, transmite y evalúa el conocimiento, refleja la ·dis-
llo ha sido impulsado por los programas de investigación y de acción que tribución del poder y los dispositivos de control social" (Bonder, 1984, p. 31).
I_\ comenzaron a trabajar en la creación de centros dedicados a la temática
de la mujer, abocándose a la tarea de investigar críticamente y reconcep-
De este modo, una lectura critica de los paradigmas de las ciencias ne-
cesita encuadrarse dentro de una "política del conocimiento", como le lla-
tualizar el conocimiento existente sobre las mujeres, así como las maneras ma Spender (1980), en la que se hace necesario analizar las bases del po-
en que éste ha sido construido y transmitido socialmente. der y las relaciones de poder inherentes a la codificación del conocimiento,
Ha habido pues, una verdadera proliferación de trabajos de investiga- aunque esto no siempre sea visto como una actividad legítima. Las relacio-
ción y análisis sobre los mecanismos que sostienen la subordinación de las nes entre saber y poder constituyen uno de los nudos centrales que ha en-
mujeres. Al respecto, se señala que (Rivera, 1984), al menos en América carado la revisión epistemológica de los paradigmas de la ciencia en el
Latina, a principios de los setenta este tipo de estudios rara vez formaba campo de los estudios de la mujer.
parte de los temas de investigación. Y sin emb~rgo, ya en ~os ?chenta se ~o- Los paradigmas tienen un lugar privilegiado en la "política de la deno-
gró dar "validez" académica a esta problemáhca y contribwr a un me¡or minación" (Spender, 1980 b). A su vez, las teorías científicas y sus prácti-
entendimiento de la situación de las mujeres. En la mayoría de los países cas son las que en el mundo moderno constituyen uno de los baluartes
de América Latina, desde entonces, se crearon centros de investigación so- fundamentales de sujeción de la realidad a los dispositivos de poder. En
bre Ja situación de las mujeres y las relaciones entre los géneros; existiendo este sentido, se vuelve imprescindible dilucidar cómo las ciencias han re-
asimismo cursos y programas en las universidades, desde donde se estable- presentado a las mujeres y las diferencias entre los sexos, ya que de su pre-
ció también un importante intercambio de experiencias entre los centros sencia o ausencia y de las cualidades de estas representaciones depende-
de distintos países. rán verdades científicas corrientemente utilizadas en los ordenamientos
En ese contexto, quizás Jo más importante fue la formulación de un · sociales.
nuevo tipo de investigación que realizaron las mujeres. De esta crítica epistemológica a los paradigmas de las ciencias humanas
han surgido distintos cuestionamientos. Aquí retomamos tres preguntas
Ésta se dio directamente ligada a su objeto de estudio, integrando la expe- fundamentales propuestas por Martha Mednick (referida por Bonder, op.
riencia personal a la investigación, contribuyendo sustancialmente al desa- cit.) que, a su juicio, los estudios sobre la mujer deberían formular a la
rrollo de un análisis totalizante de nuestra realidad. Cabe destacar, en ese
c1enc1a:
sentido, el gran aporte que ha sido colocar en un lugar central del análisis a
¿Cuáles son las premisas fundamentales de las disciplinas, como la Psi-
nuestro cuerpo, algo absolutamente ausente de las ciencias sociales tradicio-
cología, respecto a la mujer, y cómo esas premisas han afectado la metodo-
nales. (Rivera, op. cit., p. 8).
logía, conceptualización y aplicación del conocimiento?
Se ha logrado también hacer avances importantes en la divulgación del · ¿Qué áreas sustantivas han sido descuidadas y cómo esto ha afectado
conocimiento adquirido a través de la investigación, ayudando a sensibili- nuestro conocimiento de las mujeres y de los hombres?
zar a otras mujeres y apoyando el desarrollo de un movimiento feminista ¿Cómo ha afectado a las disciplinas en general el descuido de\ estudio
más amplio y de base popular. Esto ha resultado en una visibilidad n:iu~? de las mujeres?
mayor de la problemática femenina que históricamente permanecía mV1S1- De hecho estas preguntas pueden ser extrapoladas a todas las discipli-
nas en los Estudios de la Mujer, como ya ha ocurrido en la actualidad (eco-
ble.
294 SIGNIFICA DOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIO NES TEÓRICAS
T GÉNERO Y SOCIALIZACIÓN: FAMILIA, ESCUELA Y MEDIOS
295

logía, biología, ingenierí a, etc.) y no únicamen te en el campo de las cien- gatividad o ausencias respecto del modelo. Como muestra véanse los ar-
cias sociales. Tal proceso de cuestiona miento y el gradual hallazgo de res- tículos de Freud escritos en 1925, 1931 y 1933, acerca de las bases e in-
puestas ha generado lo que se conoce como "la crítica epistemol ógica a los terpretac ión psicoanal ítica de la sexualida d femenina . Todo esto también
1
paradigm as de todas las ciencias sociales y humanas " (Smith, 1970). confirma y profundiz a en cada disciplina lo ya expresado por Simone de
¡! Kuhn (1971), en su reconocid a obra La Estructura de las Revoluciones Beauvoir en 1958, en ·su obra El segundo Sexo.
Científicas, señala que existen periodos de crisis en la historia de la ciencia, Una síntesis de los avances en diferentes aspectos y dentro de distintas
\' que son determina dos por factores de índole social, económic a y política, que disciplina s que permitier on o se derivaron de los "Estudios de la Mujer",
socavan los supuestos básicos- de la ciencia dominant e. Asimismo, se pro-
I¡ duce un periodo de transición en el cual viejos paradigm as son puestos en
es la proporcio nada por Bonder (op. cit., pp. 32 y 33), como puede verse a
continuac ión:
cuestión, y comienza n a esbozarse otros nuevos paradigm as científico s. La
1 han descubierto y analizado la equivalencia humano-masculino en el campo
revolució n científica consiste precisame nte en la creación de un nuevo pa-
i del lenguaje (Dale Spender: M<UI Made L<U1guage ); en las teorías sociológicas y
··rt
: 1
radigma epistemol ógico y a partir de éste empiezan a elaborars e nuevas
en las ciencias políticas (Dorothy Smith y Jean Elashtain: The Prism of Sex); en
teorías científica s. la teoría psicoanalítica acerca de la sexualidad femenina (Luce Irigaray: Specu-
Cada paradigm a constituy e una visión del mundo para el científico . Lum de L'aulre Fenune); en la lingüística y en la lógica (Heléne Cixous en New
En los momento s de cambio de paradigm a, lo que antes era invisible pasa French Feminist: An Anthology); en el discurso filosófico (Simone de Beauvoir: EL
ser visible, lo innombra ble adquiere nombre, se reordenan las relacione s Segundo Sexo), etc.
entre los compone ntes elemental es de la realidad. Una nueva ontología y Han puntualizado las consecuencias de esta equivalencia en los discursos cien-
nuevas formas de conocimi ento incluyen, y es a partir de éstas que pasan a tíficos con respecto al lugar que la mujer ocupa en ellos: está omitida, distorsio-
crearse nuevos instrumen tos. Puede decirse que los paradigm as determi- nada, silenciada, se le atribuyen cualidades y funciones a partir del conoci-
nan los limites de lo expresabl e, de lo conceptu alizable y de la facticidad . miento masculino, es el doble desjer~rquizado del hombre, etc.
Han denunciado y analizado las consecuencias de este tipo de discurso científi-
En otras palabras instauran el dominio cognitivo para la actividad científi-
co en las prácticas científico-técnicas: educación, ginecología, obstetricia, psico-
ca. (Bonder, op. cit.) terapia (v. gr: Susan Sturdivant en Therapy with Women; Phills Chesler en Wo-
De este modo, dentro de los Estudios de la Mujer, la primera y compleja inen <U1d Madness:, Ann Oaldey en P<Vadigm of Women as Maternity Cases; Dale
tarea ha sido hacer visibles los supuestos predomin antes en cada discipli- Spender en M<UI Made Language, etc.)
na con respecto a la condición de la mujer y las diferencia s y semejanz as Han evaluado la dimensión de poder de esta equivalencia en el discurso cientí-
entre los sexos, para pasar luego a someterlo s a un escrutinio riguroso. Es- fico.
tos supuestos se han debatido a través de diversos enfoques como: sociolo- Han correlacionado el discurso de la ciencia basado en este ordenamiento del
gía del conocimi ento, historia del conocimi ento, ideología y ciencia, etc., y poder, con los otros discursos producidos por otras instituciones de poder social
se ha buscado compren der los enfoques de los supuestos básicos subyacen - y con la distribución de poder entre los sexos.
tes en el terreno conceptu al y metodológ ico. A partir de la investigac ión Han analizado los fundamentos subjetivos que contribuyen a perpetuar esta
·equivalencia en ambos sexos y sus consecuencias específicas sobre todo para la
¡; epistemol ógica, se ha derivado un nuevo camino: desde las teorías a los pa-
mujer.
1,1 radigmas y desde éstos a las teorías. Han denunciado el criterio de objetividad científica como uno de los argumen-
Los resultado s de la investigac ión en torno a la critica epistemol ógica a
r'," ,, los paradi11mas de las ciencias, han confirma do la existencia de la equiva-
tos utilizados por la investigación positivista para ocultar el compromiso de la
i·I investigación social con supuestos básicos sobre la inferioridad.de la mujer.
lencia hm:ano-m asculino y su contrapar tida masculino -humano, como su-
puesto básico subyacen te a todo el conocimi ento científico occidenta l. So- Con base en lo antes señalado, se concluye que los Estudios sobre la Mu-
bra decir que se trata de una posición claramen te androcént rica. Esta jer han iniciado una revolución epistemológica en el terreno de los paradig-
equivalen cia ontológic a asume la forma de una lógica binari~, jerárquic a Y mas de la ciencia. Mas alió. de los aspectos puntuales que la investigac ión
atributiva , ya que instituye a uno de los dos sexos, el masculino , com~ mo- provenien te de los mismos han realizado en cada disciplina , ellos se han
delo positivo del comporta miento humano y desde este modelo configura constituid o fundamen talmente en una " ... instancia de vigilancia epistemo-
el otro sexo, el femenino , sobre la base de atribucion es en términos de ne- lógica de los discursos científico s acerca del ser humano y la realidad so-
296 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS
T GÉNERO Y SOCIALIZACIÓN: FAMILIA, ESCUELA Y MEDIOS
297

cial" (Bonder op. cit. p. 33). Y en consecuencia, como precursores de una Desde el paradigma feminista, lo primordial es el desarrollo de cada
revolución científica. mujer concebido como la construcción de los derechos humanos de las
Aunque su foco inicial es el sujeto femenino y el lugar que las mujeres mujeres en la vida propia. Implica continuar la más radical de las revolu-
ocupan en los conocimientos científicos, su derrotero abarca la concepción ciones históricas: la transformación compleja de la sociedad y la cultura
general del ser humano, relaciones entre los géneros (femenino y masculi- para ?onstruir la convivencia de mujeres y hombres sin supremacía y sin
no), así como la ~econceptualización de la organización social y la cultura. opresión (L~garde, 2000). Se trata pues de una revolución radical, porque
;

1 ¡ su perspectiva es la de trastocar el orden del mundo patriarcal, derribar


! sus estructuras (el androcentrismo), desmantelar sus relaciones jerárquicas
'.t
LA PERSPECTIVA DE GÉNERO y construir un nicho social que acoja a todos los sujetos en condiciones de
equiparación. Por eso esta construcción ha llevado varios siglos y llevará
Dentro del feminismo se afirma qqe el género es una categoría fundamen- más tiempo aún.
tal en la que el significado y el valor están asignados a cualquier cosa exis- De acuerdo a Keller ( 1989), una discusión crítica que enfrentan hoy los
tente en el mundo; se trata de una forma de organizar las relaciones socia- estudios feministas es, por un lado, el relacionado con el significado del gé-
les humanas. Si consideramos a la ciencia como una actividad social nero, su relación con el sexo biol~gico, y por otra parte, el lugar que ocupa
totalizadora, podríamos empezar por entender la diversidad de formas en con respecto a otras variables como raza, clase, etnia y la relación de éstas
que se le estructura a la ciencia, a partir del concepto de género. con el género y el sexo.
El análisis de género es la síntesis entre la teoría de género y la llamada Los antecedentes respecto al concepto de género como categoría de aná-
perspectiva de género derivada de la concepción feminista del mundo y de lisis en los Estudios sobre la Mujer y al interior del feminismo, pueden ubi-
la vida. La estructura de esta perspectiva parte de la ética y conduce a una carse desde los sesentas. El debate en algunas disciplinas (i. e.: antropolo-
filosofía posthumanista, derivada de su crítica a la concepción androcén- gía, psicología, etc.) se centró en el hecho de si existía o no una relación
trica de humanidad que dejó fuera a la mitad del género humano: a las entre la diferencia biológica y la diferencia sociocultural.
mujeres (Lagarde, 1996). La perspectiva de género reconoce la div~rsi?~ Específicamente la discusión se orientó en la cuestión de qué tanto los
de géneros y la existencia de las mujeres y los hombres como un pnnc1p10 papeles sexuales eran construcciones socioculturales o qué tanto esos pape-
· esencial en la construcción de una humanidad diversa y democrática. les eran determinados biológicamente.
La perspectiva de género es la visión científica, analítica ! política c~- Fue justamente la feminista Evelyn Sullerot (1979) quien propuso estu-
da desde el feminismo. Esto ha permitido que en la academia, en los movi- diar el "hecho femenino" desde una perspectiva que incluyera lo biológico,
mientos y organizaciones feministas, y ahora en los ámbitos de las políti- · lo psicológico y lo social. Las conclusiones derivadas de ese amplio trabajo
cas públicas, se haya desarrollado una visión crítica, explicativa y echan abajo la argumentación biologicista, pues aunque la autora recono-
alternativa a lo que acontece en el orden de géneros (op. cit.). Ya es amplia- ce que es perfectamente plausible que existan diferencias sexuales, éstas
mente reconocido que cuando se usa el concepto perspectiva de género, se no implican superioridad de un sexo sobre el otro.
hace referencia a la concepción académica, ilustrada y científica, que sin- Los hallazgos anteriores llevaron a un siguiente cuestionamiento.¿Si la
tetiza la teoría y la filosofía liberadora, creadas por las mujeres y forma hipótesis de la diferencia biológica estaba descartada como la constante
parte de la cultura feminista. que explicaba las otras constantes de la marginación femenina y la domi-
nación política patriarcal, entonces qué explicación viable existía? Pues
La perspectiva de género permite analizar y comprender las características bien, la constante encontrada fue: división de la vida en esferas fe menina y
que definen a las mujeres y a los homb~ de manera espec!fica, así ~~~ masculina, es decir, en géneros. En otras palabras, se estaba hablando ya de
sus semejanzas y diferencias. Esta perspectiva de género analiza las posibili- una diui,swn del trabajo o fwzciones, determinada por factores culturales y no
dades vitales de las mujeres y los hombres: el sentido de sus vidas, sus expec- ·biológicos.
tativas y oportunidades, las complejas y diversas relaciones sociales que se
A este respecto Lamas (1986) menciona que a pesar de que la posición
dan entre ambos géneros, así como los conflictos institucionales y cotidianos
de las mujeres, sus actividades, sus limitaciones y sus posibilidades varían
que deben enfrentar y las maneras en que lo hacen ... (op. cit., p. 15).
de cultura a cultura, parece ser que lo que sí se mantiene constante es la
T
298 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS GÉNERO Y SOCIALIZACIÓN: FAMILIA, ESCUELA y MEDIOS 299

diferencia entre lo concebido como masculino y lo concebido como feme- Por_su parte Benería y Roldán (1987) sostienen que género es la red de
L nino, pero de manera especial el valor y/o estatus superior que se asigna a creenci~, rasg~s de personalidad , actitudes, sentimientos, valores y activi-
hombres y mu1'eres , a través de un proceso d e
lo primero en relación con lo segundo. Así pues los papeles o roles sexua- . s entre.
dades diferenciada
.
les son asignados en función de la pertenencia a uno u otro género (es de- construcción social que llene una serie de elementos distintivos. L a cons-
r
1 cir, femenino o masculino). Estaríamos hablando pues de los roles de gé-
· d
trucción el género es un fenómeno histórico, que ocurre dentro de las
nero femeninos y masculinos, instalándose generalmente los primeros en esferas macro y. microsociales como el Estado , el mercado de traba·JO, l a es-
.
cuerpo de mujer y los segundos en cuerpo de hombre. cuel~, los ~edios masivos de comunicación , las leyes, la casa-familia y las
El ejemplo que proporciona esta misma autora resulta ser muy esclare- relac10nes mterpers~nal es. Involucra también el conjunto de actividades
cedor: si en determinada cultura hacer canastas es un trabajo de mujeres que cuando son realizadas por los hombres, se les otorga mayor valor y es-
(justificado por la mayor destreza manual) y en otra se considera un traba- tat~s. Esto conduce a l~ formación de jerarquías, donde la posición de la
,h jo exclusivo de varones (utilizando la misma explicación, es decir, mayor mu1er aparece desvalorizad a y/o subordinada en la mayoría de las socie-
•j-¡! destreza manual), entonces resulta obvio que el trabajo de hacer canastas dades, po~ lo que tal situación resulta ser un complemento intrínseco de la
no está determinado por lo biológico (el sexo), sino por lo que culturalmen- construcción del género.
1
te se define como propio para ese sexo, o sea, por el género. Esto indica De acuerdo a Scott (1996), el género es una forma de denotar las "cons-
··1·
; J.
que la posición de las mujeres y los hombres no está determinada biológi- trucci~nes culturales", la creación totalmente social de ideas sobre los roles
ca sino culturalment e. En consecuencia , la supuesta división "natural" del apropiados para las mujeres y hombres. Es una forma de referirse a los
trabajo· resulta ser completamen te arbitraria. Se trata mát; bien de una di- orígenes exclusivame~ te so~iales de las identidades subjetivas de mujeres y
visión del trabajo por géneros -con actividades femeninas asignadas a las hombres. En ese sentido, genero es una categoría social impuesta sobre un
mujeres y actividades masculinas que corresponder ían a los hombres- de- cuerpo sex:iado. Para esta autora la definición de género tiene dos partes:
terminada por factores sociocultural es y no biológicos. 1) El genero como un elemento constitutivo de las relaciones sociales
Varias(os) autoras(es) se han abocado a estudiar diferencias entre sexo y basadas en las diferencias percibidas que distinguen los sexos. Aquí, a su
género y aunque existen varias definiciones, una constante que se observa vez, se encuentran cuatro elementos interrelacion ados: a) símbolos cultura-
en cuanto al género es que éste alude a una construcción sociocultural, les, _b)_conceptos normativos, c) el sistema de parentesco y d) la identidad
mientras que el sexo se refiere a las característica s derivadas de la biología sub1et1va.
(anatómicas y fisiológicas). Como se mencionó al inicio de este trabajo, si 2) El gé~ero como una forma primaria de relaciones significantes de po-
bien Simone de Beauvoir se considera como pionera en este campo, es Ro- der. Es decir, es el campo primario dentro del cual O por medio del cual se
bert Stoller quien aporta datos precisos dentro de esta área, precisamente articula el poder.
en su libro titulado Sexo y Género ( 1968). Fue a partir del análisis de cier- En la categoría de género, de acuerdo a Bleichmar (1985) y Lamas
tos trastornos de la identidad sexual reportados en esta obra, lo que ayudó (1986), se articulan tres instancias:
a definir con precisión la categoría de género, en el sentido de construc-
ción social de lo femenino y lo masculino, y como algo separado de lo bio- La asignación, atribución o rotulación de género. Ésta se refiere a la "eti-
lógico. queta" que médicos/ as y familiares asignan a la criatura al nacer. Usual-
Por su parte Oaldey (1972) define género como un término cultural que mente se realiza con base en la apariencia externa de los genitales. Existen
alude a la clasificación social entre masculino y femenino, en tanto que la casos e~ qu~ de~ido_ a una :pariencia poco definida de los genitales hay
palabra sexo se refiere a las diferencias biológicas entre varón y hembra: u_n: atribución equivocada del género y posteriormen te hay que "corre-
las visibles de los órganos genitales y las relativas a la procreación. ~ . Algunos _de estos casos que le tocaron a Stoller atender en su práctica
Recientemen te encontramos a Bleichmar (1985), psicoanalista femi- psicoterapéu aca y como psicólogo social, lo llevaron a confirmar lo que Si-
nista, quien define género como la categoría donde se agrupan todos los mone ~e B~auv~ir había sostenido casi dos décadas atrás, cuya tesis queda
aspectos psicológicos, sociales y culturales de la feminidad/ masculinidad , muy bien smtetlzada en su frase célebre "No se nace mujer... Una llega a
reservándose sexo para los componentes biológicos, anatómicos y para de- serlo".
signar el intercambio sexual en sí mismo.
l~
1

300 SIGNIFI CADOS COLECTIVOS: PROCES OS Y REFLEXIONF.S


TEÓRIC AS GÉNER O Y SOCIAUZACIÓN: FAMILIA, ESCUELA y MEDIOS 301

La identid ad de género. 2 Se estable ce cuando los niños/ as adquie


ren el El modelo bipolar de la masculinidad-feminidad
. ¡ ondien do al~ ~pe-
lengua je (antes de su conoci miento anatóm ico) corresp
',!I: Frente ..ªl sup,,uesto ~~ que ,la división del trabajo según el sexo
cual se estruct uran senum ien- es "natura l,,
riencia de sabers e niña o niño, a partir de la
tos, actitud es, compo rtamie ntos y juegos. Stoller (1986) afirma que esta ~ algo dado .a .la ÍlSlolog
l t tu ra f emims al"
ia de la mujer y a su papel en la reprod ucc·ó
sub
i n, a
d
l
género se determ ina cultura lmente a i era ta an iza la subord inació n de las mu ·eres
identid ad se desarro lla como sigue: el l d · 1 , rayan o
través de un proces o que se inicia con el nacimi ento y forma parte de la es- que ~ esigua ldades sociales son el resulta do de factores suscep tibles de
s en feme-
tructur ación del yo; el papel de las fuerzas biológicas es
el de reforza r o ~mhio . Por t~nto, se cuestio naba tambié n la división de género
linidad y Ja femini-
pertur bar la identid ad de género estruct ur~da _por el int~rc a~io human o; runo Y mascu lm~ y en_ cons~cuencia tambié n la mascu
ad de géne- que mascul ino era sinóni mo de a-
la identif icación daría cuenta de la organi zación de la idenud dad como una dimen sión bipola r en la v
. rón Y femeni no de mujer.
ro; la identid ad de género se estable ce antes de la etapa fálica.
diseña dos
El rol de género. Es el conjun to de norma s o prescri pcione s que dicta l~ Durant ~ mucho s años, la mayor parte de los iruitrumentos
acuerd o a Blei- mascu linos y femeni nos incluía n una
socied ad y la cultura sobre lo femenino-masculino. De par~ medir _rasgos de person alidad
es e In-
fé~eam ente el caso de escalas como la de Actitud
chmar (op. cit), esta tipifica ción es anónim a y abs~ac ta, pero noción de bipola ridad. Tal fue
de Mascu-
de estereo tlpos. Este de Interés Vocaci onal de Strong , la
estable cida y norma tizada, que llega a la genera ción t~r~es de T~rm_an y Miles, la
Femin eidad de
· . rol, como cualqu ier otro, encier ra un alto grado de juicios de valor en sí hrudad -Femm eidad (MMPI) de Minne sota, la Escala de
antú, 1993). El
mismos. El estereo tipo del rol femen ino en nuestra socied ad, se caracte riza Gough Y la de Mascu linidad de Guilfo rd (citada s en Lara.C
era que se con-

porque las conduc tas que son adecua das a él_ poseen una baja estima s<: proble ~a con la concep ción que subyac ía a estas escalas
se les reducí a única-
~'
cial (pasivi dad, temor, delicad eza, depend encia); e~ tanto que e~ estereo ti- ceptua lizaba a las person as a partir del sexo, es decir,
,,'' po del rol mascu lino se caracte riza po~e los a~uto s ª~1:'pi ados a él mente a lo biológico. Esta bipola ridad supon ía que a mayor mascu linidad
'
sa.
'
~ tienen una alta estima o estatus social (mdep endenc
tencia toma de decisiones). Estos estereo tipos están tan honda
ia, asertiV Idad, compe-
mente arrai-
menor femini dad y vicever

l¡,
11
gados.' que se han consid erado erróne amente como la expres
ión de los La androgínia
"funda mento s biológicos" del género.
piado y alejado
í En términ os generales, la fuerza y la cohere ncia en lo que
atañe a la El anteri~ r modelo bipola r se puso en duda al ver lo inapro
¡ existen cia de distinc iones ,_ lo que trajo como consec uencia que los con-
\ identid ad de género (Lamas, 1986), obedec e a la de la realida d de_ t~ enfoque
iones orto-
s; empero , no hay que per- hrudad y femini dad se plante aran como dimens
socialm ente acepta das entre hombr es y mujere ceptos de mascu
sujeto pudier a
der de vista que, el hecho de que el género sea una distinc ión signific ativa gonales_ i_n<lependi~ntes (op. cit), hacien do posible que un
s, es decir, que
en una cantid ad consid erable de situaci ones, es un hecho
social, no bioló- ser ~lasificado segun su balanc e relativo en ambos aspecto
las diferen ~as sexual es se h~ to~a- pudier a presen tar rasgos tanto mascu linos como femeni nos.
gico. Es cierto que, tradici onalme nte,
ón que incor-
do como base para la distrib ución de papele s sociale s, pero esta asignación De este mod~, .aparec ieron nuevos instrum entos de medici
un hecho so- de Papele s Sexuales"
no se despre nde "natur alment e" de la biologí a, sino que es poraro n esta VIsión. Éstos fueron el "Inven tario
tos Person ales" (PAQ) de
cial. (BSRI) de Bem (~974) y el "Cuest ionario de Atribu
instrum entos parecid os son los
Spence, Helmr eich y Stapp (1974). Otros
Heilbr un (1976), William y Best
elabora dos por Berzin s y cols. (1978),
2 Convien e aquí la diferencia entre identidad de pro, que se
refiere al juici~ de ~utocla- (1975) y Bauco m (1976).
que, histónca men· nar
sificación como hombre o mujer, basándo se tal juicio en aquellos aspectos
como por ejemplo: las activi-
Más recient emente -y por lo que toca a Méxic o- podem os mencio
t han ido conform ando cultural mente al hombre y a la mujer, dos instrum entos más:
nte, los atributo s, cualidad es, forma de vestir, arreglo personal, etc.,
d:des asignad as socialme , 1981), ver-
y que se ven reflejado s en los roles llama~o s "_femini
nos•. Esta identida ~ se a~~i~" : entre los . MEPA ? (Díaz-Loving, Díaz-Guerrero, Helmr eich y Spence
ales (EPAQ),
2 4 a - os de edad. Por lo que toca a la identida
d MlZllOl, ésta hace alUSJón al ¡u1c10 ·
80f hom·
b;..1.t...; sión m~ca na del cuestio nario extend ido de atribut os person
decir, en las caracter ísticas """'11.- nes transcu lturale s entre
y
bre" 0
n
"soy mujer", basado en la propia figura corporal , es
, etc. Este
donde el mterés se centró en estudia r si las cuestio
, la figura corporal cias sustan-
cas, anatómi cas y fisiológicas, como por ejemplo: los genitales México Y Estado s Unidos de Nortea mérica marcab an diferen
después de los 7 años de edad.
tipo de identida d se adquiere o se reconoce
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¡j 302 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXI ONES TEÓRICAS
GÉNERO Y SOCIALIZACIÓN: FAMILIA, ESCUELA y MEDIOS
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ciales en cuanto a los resultad os obtenido s, demostr ando los datos que Según Bem (1972), conside rada como la pionera de los "teóricos de la
i! la
!,I nueva concept ualizaci ón es válida en la cultura mexican a; las diferenc androgi nia", la masculi nidad y la feminida d deberían suavizar se mutua-
1 ias
en~ontr adas se explican en términos de diferenc ias c':1lturales demostr a~as mente e integrars e en una persona lidad más equilibr ada, más completa
en previos estudios compara tivos de las culturas meXJcana y norteam erica- , es
decir, más "andróg ina", para poder obtener un funciona miento efectivo
y
na, Y saludab le. Las personas andrógi nas serían aquellas que sobrepa sarían
1·i El IMAFE (Lara-C antú, 1993), Inventar io de Mascuh· m·da d y F emme1- · · expectat ivas de que su conduct a debe ajustarse a los estereoti pos del rol
las
i dad, cuyo propósit o al diseñars e fue medir los papeles de géne~ de m~ne- de
género, al exhibir comport amiento s, tanto masculin os como femenin
ra confiabl e y válida en México y, sujeto a prueba, en otros pa1ses. El mte- os
tanto instrume ntales como expresiv os, dependi endo de lo apropiad o a
rés de este instrum ento se orientó a medir caracter ísticas ~asculin as l~
1
femenin as de la persona lidad, incluyen do aspectos_ de mach1Smo y s~m1-
! situació n. De este modo, el rol de género andrógin o se caracter iza por
te-
1. ner más libertad de opción en situacio nes que demand an comport amien-
s1.ó no mana · IllS. mo As 1ºm15· mo se basó en los aspectos más represen tativos
. , tos tipificad os.
' ¿.
de los papeles y estereot ipos en la cultura mexican a y, a la vez, se contem- Sin embargo , numeros as investiga ciones realizad as no corrobor aron
'1
plan algunos explorad os en otros países. . muchas de las virtudes que inicialm ente se le habían atribuid o a las perso-
.
Una consider able parte de la investiga ción a parar de estos nuevos ms- nas andrógin as. Por ejemplo , dentro del campo de la salud mental, la
trument os de medició n estuvo centrada en probar las hipótesis plantead hi-
as pótesis relacion ada con que aquellas personas · Qndrógi nas, más que aque-
por Bem (1974; 1976; 1977; citadas en Lara-Ca n~, 1993): . llas orientad as a su género, mantend rían un mejor ajuste persona l y una
,
Que muchos individu os podrían ser "andróg mos~, es ~ecu, _podnan mejor salud mental, sólo fue probada parcialm ente. Son dos conclusi ones
comport arse de manera tanto mas?ulin a como feme~m a, af1rm~t1va -~ a las que esas investiga ciones arribaro n en torno a la hipótesi s plantead
fle- a:
xible, práctica y expresiv a, dependi endo de lo ~prop1a do de la s1~ac10n
,y Que las personas andróginas (A) muestran mayor flexibilidad conducta! y ma-
que individu os tipificad os como muy masculm os o muy ~emenu~os
p~- yor autoestima, así como mejor integración y ajuste personal, que aquellos indi-
drían estar seriame nte limitado s en el rango de comport armento s d1spom-
viduos orientados hacia el estereotipo de su sexo, y
bles al moverse de una situació n a otra. que los individuos masculinos (M), y no los andróginos, son los que muestran
Varios autores, al cuestion ar el carácter dicotóm ico del género, defen- una mayor adaptación psicosocial. "Al considerar un buen número de estos es-
dieron como tal el concept o de androgin ia (Kessler y McKenn a, 1978; ~ho- tudios se puede observar que, si bien los individuos andróginos muestran un
978·
d orow, 1 . , Bem., 1981 ). La defensa de este nuevo concepto fue mamfes- mejor ajuste emocional que los femeninos (F) y los indiferenciados (1), sólo en
tada de manera muy contund ente y emotiva por autoras _como Caro 1· ocasiones se muestran superiores a los individuos masculinos" (Lara-Cantú, op.
me
Heilbru n, quien ya en 1973 señalaba : "Creo que la salvac1~n.... puede cit., p. 37).
ve-
nir únicame nte de un movimie nto que reniegue de la polariza ción sexua~, De hecho, desde su aparició n, la androgin ia ha recibido severas críticas
que sepa liberarse de las cadenas del género masculi no y feme~o , Y~ y cuestion amiento s a nivel concept ual, teórico y metodol ógico. Por ejem-
di-
rija hacia un mundo en donde los roles individu ales sean elegidos_ libre- plo, se argumen ta que el concept o de androgin ia es teorizad o en un nivel
mente" (p. 145). Se estaba habland o de la androgin ia, de ~a que He1lb_ru muy privado y personal , desligán dolo de cualquie r valoraci ón política. Y
n se
estaba convenc ida de que debería converti rse en el nuevo ideal que guiara sostiene que la eliminac ión de las desigual dades de género requiere n
de
a la sociedad . cambios instituci onales (es decir, eliminar el androce ntrismo) y no única-
La androgi nia es conside rada como una realidad intrapsíq uica, que se mente cambios personal es. Por lo tanto, si la androgi nia se centra en
constitu ye a partir de una permanente_ interacc ión ~e opuestos, y que tras- la
persona más que en el patriarc ado, entonces no provee un análisis concep-
ciende la mera dualida d hacia la umón de los m1Smos. Al traspasa r tual o político de la desigual dad entre los géneros, desviand o de hecho
las la
frontera s del género, el sujeto andrógin o pod~a relaci~~~rse de manera atención de tal análisis (para un análisis más detallad o, véase Bem, 1993).
más complet a y efectiva con su medio (Sebast1 án y Aguiñig~ 1988). ~to Ahora bien, es importa nte reconoce r que las limitacio nes al modelo de
es, precisam ente, lo que ha sucedido con las_ persona s, creativas de cierta la androgi nia fueron advertid as desde los primeros años por quienes
relevanc ia, que han trascend ido las reglas sociales del genero. lo
propusie ron. En 1977 Bem (Bem, 1977), señalaba que para convenir con
más fuerza el que la masculi nidad y la feminida d son lentes culturale s que
T
1.

11 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS


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1~
304 '
1 GÉNERO Y SOCIALIZACIÓN: FAMILIA, ESCUELA y MEDIOS 305
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polarizan la realidad, ella había cambiado el enfo~ue de su ~rop~a investi- deben a una construcción social que alude a aspectos culturales y sociales
gación del concepto de androginia al concepto de esquematizac1ón de_g~- asignados de mane~a diferenciada a unas y otros, por medio de los cuales
nero". Al hacer esto, lo que Bem trataba de establecer es que la mascuhm- adquieren y desarrollan ciertas característica s, rasgos y atributos desde
dad y la feminidad son, desde su punto de vista, construccion es culturales. donde se construye la feminidad y la masculinidad , derivándose de esto
Bem (1979, 1981), partiendo de la ~eoria_ del es~~~a de género,r_sus los llamados roles y estereotipos de género.
hallazgos sobre la personalidad andrógma (hbre de ¡u1c1os y cara~~nstica s Recuperando lo antes expuesto, el género se refiere a la construcción
tipificadas), destaca que quienes tienen ~ esquema de géne~ ngido per- cultural de la diferencia sexual y representa una forma primaria de rela-
ciben, sienten, piensan y actúan dependiendo de éste, y ~1enes, .por el ciones significantes de poder. Grosso modo, el género se define como la red
contrario, han llegado a trascender los roles asignados, perciben, sienten, de creencias, rasgos de personalidad , actitudes, sentimientos, valores, con-
piensan y actúan con libertad. Esta independenc ia de_ los rol~ _de ~énero ductas y actividades que diferencian a las mujeres y los hombres, como
asignados no supone la desaparición de este esquema, smo su hID1tac1ón a: producto de un proceso histórico de construcción social (Benería y R9ldán,
Saberse con una identidad sexual, y 1987). Esto último implica la transmisión y aprendizaje de normas que in-
Reconocer que hay roles de género socialmente establecidos. forman a la persona acerca de lo obligado, lo prohibido y lo permitido. La
asignación o rotulación de género se hace tomando como referente los ge-
Éstos, sin embargo, no son aceptados. En consecuencia , esta misma au- nitales externos del recién nacido (que es una diferencia sexual biológica),
tora argumenta ·que si el niño viviera en una sociedad en la ~e ~os roles pero deriva o se traduce en una serie de inequidades sociales, que impli-
de género fueran abolidos, este esquema se reduciría al_ reCQnoc1ID1ento_ de can subordinació n de un género (el femenino) frente al otro (el masculino).
la identidad sexual (la anatomía corporal básica. espec1alme.nte lo~ geru~- En la transmisión de las normas, prescripcione s y proscripcione s, esta-
les) sin que necesariamen te, como podría suponerse en la ps1cologia cogm- blecidas por la sociedad, a las que anteriorment e se hizo alusión, la sociali-
tiv~ esta identidad "rotulará" las percepciones, sentimientos y conductas zación juega un papel importante. Se trata de un proceso por el que atra-
de los niños. vesamos todas las personas, iniciándose desde el momento mismo del
Para finalizar el tema de género, conviene señalar que Lamas (1986) nacimiento. De hecho las sociedades generan en su propio seno las vías y
propone que la categoría de género es un conce~to valioso, po~e es un~ los vehículos para efectuar la actividad socializadora . Se trata, pues, de un
nueva manera de mirar viejos problemas y cuestionar cómo ha sido anali- fenómeno emergente de la estructura social y cumple con los objetivos que
1 zada la problemática femenina, contándose rues con una nueva f?rma. de
'l
! ésta le asigna.
explicarlos. La diferenciació n sexual no es V1Sta ya en el terreno biológico, Se puede identificar la socialización con el proceso de ideologizació n de
1I
t' el cual aporta poco a su entendimien to; más bi_en, se ubi<:8' en el :;ampo d~ una sociedad. La ideología se manifiesta a través de un sistema de repre-
~:
lo psicológico (lo simbólico) y lo cultural, rompiéndose as1 ~n la naturali- sentaciones, imágenes y actitudes concretas, que tienden a procurar la co-
dad" de los papeles de género. Surgen, entonces, un~ serie de preguntas: hesión social. Aunque serla de esperarse, que se encontraran representados
" ... ¿Qué es lo que significan el género y la sexualidad en una cultura los distintos niveles, clases y capas sociales de la estructura, esa representa-
dada? Símbolos, productos o construccion es culturales. Por~º- t~to, el.gé- ción es relativa, ya que se refiere o es exclusiva de ciertos grupos. A pesar
nero y la sexualidad son materia de interpretació n y análisis simbólico, de ello, la socialización , al igual que la ideología, tiene como uno de sus
materia que se relaciona con otros símbolos y con las formas concretas de objetivos la "homogeneiz ación" de los miembros de una sociedad.
la vida social, económica y política." (p. 193) Con base en lo anterior, la socialización ha sido definida como tocias y
cada una de las instancias a través de las cuales un sujeto humano integra
e incorpora las consignas y determinacio nes de la estructura social en la
1 SOCIALIZA CIÓN Y GÉNERO que interactúa. Dentro de estas instancias se encuentran: la familia, la es-
1
cuela, la religión, los medios masivos de comunicación , entre otras. Éstas
1!'. La perspectiva de género ha permitido fundamen~ el cuestionamie1:1to de tienen una importante contribución en el modo de conformar, transmitir,
\,
que las percepciones formas de pensar, de sentir y los comportaone ntos mantener y perpetuar valores, creencias y actitudes que influyen y en cier-
de mujeres y de hombres más que tener una base natural e invariable, se

1
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306 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONF.8 TEÓRICAS GÉNERO Y SOCIALlZACIÓN: FAMILIA, ESCUELA y MEDIOS
307

to modo determinan el modo de pensar y actuar de la gente, conformando ca, dando la posibilidad de que trascienda a los roles prescritos cultural-
así los roles de género (Bustos, 1988). mente.
Por su parte, Eccles (1991) se refiere a la socialización como todos los Así pues, aunque hay variaciones de acuerdo con la cultura, la clase so-
procesos por los que los individuos son moldeados por el sistema social en cial, el grupo étnico (consúltese a Bebería y Roldán, op. cit.), e incluso el
el que crecen y se desarrollan. . . . nivel generacional de las personas, lo que se encuentra todavía es una divi-
Se sostiene que la condición humana es resultado de la soc1al1zac1ón. sión básica que corresponde a la división sexual del trabajo más primitiva
Esto supone la intemalización de normas y valores sociales históricamente bajo la siguiente "lógica": las mujeres tienen a los hijos y "por lo tanto" lo~
determinados; en este sentido, contribuye a la cohesión social, es decir, el cuidan. De aquí que lo femenino es maternal y "en consecuencia" también
individuo regula su conducta en función de un sistema de ideas que co_ns- lo doméstico; esto se contrapone con lo masculino, que es lo público. Esta
. tituvcn las ideas dominantes, representativas del grupo o la clase que e1er- construcción social dicotómica de lo masculino-feme nino marca estereoti-
ce ~l poder y que como destaca Aranda (1976; citada en Jiménez, 1990), pos las más de las veces rígidos, condicionando roles, limitando las poten-
,,,¡ no sólo se refiere ni poder material, sino que es al mismo tiempo el poder cialidades humanas de las personas, al tener que ajustarse a comporta-
espiritual dominante. mientos "adecuados" al género respectivo.
Debe señalarse que la socialización no es un proceso unidireccional o li- El estudio de la socialización involucra la investigación de las formas
1 neal. La personalidad se va formando desde que nace la niña o niño, ha-
ciéndolo a través de una relación activa con el medio. De este modo, el sis-
por las cuales las características de personalidad de la gente, los valores y
los co~portamiento s se moldean y cambian a lo largo del tiempo. Los an-
tema de ideas o significaciones sociales que llamamos ideología, no opera tropólogos y sociólogos consideran la socialización como el proceso me-
con una eficacia absoluta. La percepción de la realidad es distinta, depen- diante el cual los individuos adquieren las conductas y valores asociados a
diendo ele las prácticas específicas y ciertas características de los sujetos so- sus roles culturalmente asignados. Por su parte los psicólogos han amplia-
ciales. do esta definición al incluir todos los procesos asociados con la adquisi-
Al respecto se argumenta que la cuestión de quién es socializado y ción de comportamiento s y características personales, incluyendo el auto-
quién socializa, depende de las distintas perspectivas que se adopten. Los concepto (self-schema).
padres emprenden la tarea de socializar al niño (a}, a~terando su conducta · De esta forma, en contraste con los sociólogos y antropólogos que empie-
para ajustarla a las normas del grupo, pe~o la presencia de éste (_aJ en l~ f~- zan su análisis de la socialización del género a partir de la estructura so-
milia también altera profundamente la VIda de los adultos. El mno soc1al1- cial, los psicólogos empiezan su análisis a partir de las expectativas de los
za a los padres en su nuevo rol, de la misma manera que los padres inten- estereotipos de género de los adultos que forman la estructura social.
tan socializar al niño dentro de la cultura (Gracia, Musiti y Escarti, 1988). En consecuencia, dentro de la psicología, la socialización se refiere a
Se trata pues de un proceso interactivo en el que cada persona participa, aquellos procesos que permiten a la gente intemalizar y conformar los ro-
actuando al mismo tiempo como agente y objeto del proceso. les prescritos culturalmente, como son los relacionados con el género. Pero
La antropología, la sociología y la psicología son disciplinas que se han también incluye aquellos procesos que hacen a la persona única, dando la
encargado de estudiar la socialización, aunque poniendo énfasis en distin- posibilidad de que trascienda a los roles prescritos culturalmente.
tos aspectos. Así, mientras la antropología y la sociología consideran la so- Ahora bien, aunque rebasa el objetivo del presente trabajo, vale la pena
cialización como el proceso mediante el cual los individuos adquieren las mencionar que generalmente las teorías que se han abocado al estudio de
conductas y valores asociados a sus roles culturalmente asignados, la psico- la socialización pueden agruparse en: teorías del aprendizaje, teorías cog-
logía ha ampliado esta definición al contemplar todos l~s procesos asoc~a- noscitivistas y teorías con enfoque dinámico. En mayor o menor medida, el
dos con la adquisición de comportamiento s y caracterísncas personales, m- énfasis está puesto en la participación de factores culturales en el proceso
cluyendo el autoconcepto. de socialización.
Por lo tanto, la socialización desde el punto de vista de la psicología se Más recientemente los teóricos de la estructura social no ven la cultura
refiere a aquellos procesos que permiten a la gente intemalizar y confor- como la principal responsable de un impacto profundo y duradero en la
mar los roles prescritos culturalmente, como son los relacionados con el, g~ . psique y en el desarrollo del niño/a. Más bien, ven al niño/a y al adulto
nero. Pero también incluye aquellos procesos que hacen a la persona um- como constreñidos por las situaciones (Bem, 1993). Y agregan que, no es la
T
1

308 SIGN1FICAD0S COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS GÉNERO Y SOCIALlZACIÓN: FAMILIA, ESCUELA Y MEDIOS 309

socialización la responsable de la construcción convencional de los géneros LA FAMILIA COMO INSTANCIA DE SOCIALIZACIÓN
asignados a mujeres y hombres, sino la asignación diferenciada de muje_res
y hombres a posiciones diferentes e inequitativas en la estructura social, En este apartado se describen y discuten las formas en que ocurre el
poniendo en desventaja a las mujeres frente a los hombres. aprendizaje de los roles estereotipados de género y el papel que juega la fa-
Con base en lo anterior, lo que se necesita cambiar es la estructura so- milia al dar un trato diferenciado a niñas y niños, a nivel de lenguaje, co-
cial androcéntrica que opera sistemáticamente en el aquí y ahora, preser- municación no verbal, juegos, juguetes, tareas asignadas, etc., en la forma-
vando el poder masculino. El androcentrismo considera al ser humano de ción e introyección de esos roles, así como las repercusiones de esto en
sexo masculino como el centro del universo, como la medida de todas las unas y otros. Se aborda también la perspectiva feminista de familia, desa-
cosas, como el único observador válido de cuanto sucede en nuestro mun- rrollada por investigadoras en terapia familiar, que cuestionan el modelo
do, como el único capaz de dictar leyes, de imponer justicia, de gobernar el patriarcal de familia, basada en la jerarquía masculina. Se propone la si-
mundo. Generalmente se cree que la visión androcéntrica del mundo es la metría de roles en hombres y mujeres, tanto en tareas instrumentales como
que poseen únicamente los hombres, pero esto no es así; en realidad ésta expresivas, en lo laboral y en lo afectivo, lo que representa un enfoque más
puede también ser compartida por muchas mujeres, pues hay que recordar democrático y consensual de la crianza de los hijos. A manera de reflexión
que la estructura patriarcal atraviesa tanto a hombres como a mujeres. se destaca la importancia de rescatar experiencias de familias donde ha
Sin embargo, cada vez son más las mujeres que no sólo han tenido la sido exitosa la simetría de roles, así como promover el nuevo campo de los
oportunidad de sensibilizarse sobre la necesidad de que este androcentris- estudios del varón y la masculinidad, pues desde la perspectiva de género
mo y el sistema patriarcal deben eliminarse, sino que también desde sus resulta igualmente importante y necesaria la participación de mujeres y
diferentes espacios: familia, trabajo, escuela, participación política, etc., reali- hombres para aspirar a una sociedad libre de sexismo.
zan un trabajo cotidiano para que desaparezca esta visión. Por lo que toca En términos generales, la familia es la primera institución con la que
a la inserción de los hombres en esta cruzada, hay que reconocer que aun- cualquier ser humano tiene contacto y es en ella donde se inicia fuerte-
que ésta ha sido lenta, ha surgido ya un movimiento de hombres que em- mente la transmisión de valores y creencias que irán conformando actitu-
pezó a cobrar fuerza en la segunda mitad de los ochenta., planteándose y des y pautas de comportamiento. Es pertinente mencionar que es aquí so-
replanteándose una serie de cuestionamientos y estudios acerca de esas bre todo donde la mujer, como responsable directa del cuidado y la
masculinidades construidas, que también los han entrampado en estereoti- crianza de los hijos (debido a las funciones que le ha asignado la sociedad)
pos y roles de género, y que ahora se están dando a la tarea de deconstruir, va a jugar un papel muy importante como transmisora de valores y pautas
a fin de contribuir al logro de relaciones más equitativas entre mujeres y de comportamiento.
f De hecho, desde el instante mismo en que nace una persona, el trato

!
hombres.
Para comprender de qué manera el proceso de socialización interviene
en la formación, promoción y mantenimiento de estos roles y estereotipos
que se le da es distinto, dependiendo de si es niña o niño. Al recién naci-
do(a) no sólo se le clasifica inmediatamente según su sexo, sino que tam-
¡,
de género, que sobre todo colocan en desventaja a las mujeres, en térmi- bién se le asigna un género. Oakley (1972) nos comenta que en la mayoría

! nos de estatus y jerarquía, es decir, relaciones de poder desiguales (aunque


también deriva en limitaciones para los hombres, por ejemplo: el estereoti-
po de género masculino reprime la parte afectiva y muchas de las emocio-
de los hospitales de maternidad se hacen comentarios de tipo sexual des-
pués del parto, sobre la conducta y el aspecto de los recién nacidos. Si un
niño tiene una erección mientras se le pesa, se dice bromeando que es "un
nes en ellos), en los siguientes apartados se revisarán tres de las instancias pequeño mujeriego", y si una niña con los cabellos rizados se asegura que
0
instituciones sociales que contribuyen fuertemente en este proceso. Éstas es muy atractiva; incluso en algunos hospitales tienen sábanas rosas y azu-
son: familia, escuela (educación formal) y medios de comunicación. les para niñas y niños respectivamente. Estos hechos marcan el comienzo
de un proceso de aprendizaje del género que resulta de vital importancia
para el niño (a).
Con respecto a lo anterior, existen diversas investigaciones abocadas a
estudiar si las madres y padres perciben y tratan de manera diferente al re-
cién 'nacido (a), dependiendo del sexo. Destaca en este sentido la investiga-
1
310 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS GÉNERO Y SOCIALIZACIÓN: FAMILIA, ESCUELA Y MEDIOS 311

ción realizada por Rubin, Provenzano y Luria (1974), quienes se plantea- las niñas las cosas deben ser similares, aunque de alguna forma tienen que
ron las siguientes hipótesis: ser, no obstante, diferentes".
Padres y madres ven a sus hijos recién nacidos de forma diferente en Chodorow (1978) considera que el periodo preedípico tiene una dura-
función del sexo asignado, y ción distinta para las niñas que para los niños, aunque las diferencias de
Se espera que los padres emitan juicios más estereotipados que las ma- género -que después influirán en la duración de esta fase- se originan
dres con respecto a dichos hijos. precisamente en ella y dependen del carácter que tengan las relaciones
Para tal efecto, entrevistaron y aplicaron una escala a 30 parejas (pa- madre-hijo/ a.
dres y madres), 15 que acababan de tener niñas y 15 con niños. Esto se
realizó dentro de las primeras 24 horas después de haber nacido los ni- EL APRENDIZAJE DE LOS ROLES DE GÉNERO
ños/ as, pidiéndoseles en la entrevista que describieran a su hijo o hija de
la misma manera como lo harían si estuvieran contándole a un familiar Se ha encontrado que las madres se comportan de distinta forma con los
cercano o a un amigo acerco del recién nacido, niño o niña. - niños que con las niñas incluso de recién nacidos. H. A. Moss (citado por
Las descripciones expresadas fueron grabadas y se analizaron posterior- Oaldey, op. cit.) señala que a las tres semanas las madres cargan a los ni-
mente junto con las respuestas de la escala. A pesar de que no hubo dife- ños "veintisiete minutos más que a las niñas, en cada ocho horas; y a los
rencias en talla, peso y puntajes del APGAR en el momento de nacer, los tres meses,.catorce minutos más". (p. 206). Incluso en el caso de bebés que
resultados apoyaron, de alguna forma, las hipótesis establecidas. Las niñas estaban en el mismo estado (despiertos o dormidos, llorando o callados),
fueron descritas como "más suaves, más pequeñas, de rasgos más delica- las madres tendían a estimular más a los niños, táctil y visualmente. Por el
dos, más distraídas", mientras que a los niños se les consideró como "más contrario, respondían más a las niñas que a los niños por medio de la imi-
fuertes, duros, con una mejor coordinación, más robustos, de rasgos más tación, es decir, repitiendo para sí mismas las acciones y ruidos que sus hi-
bastos", sobre todo por parte de los padres, aunque ambos, madres y pa- jas realizaban. Esto constituye una prueba directa de la tendencia de las
dres, mostraron un acuerdo en la dirección de las diferencias. La conclu- madres a reforzar de distinta manera la conducta de cada sexo y quizás
sión de los autores es que estos hallazgos sugieren que la socialización de puede contribuir a explicar la superioridad verbal de la mujer: si las niñas
los roles de género ya ha comenzado en el momento del nacimiento. (Y reciben más estimulación respecto a sus primeros ruidos, ello puede contri-
conviene agregar a lo señalado por los autores, que en la actualidad esto buir a una mayor relación verbal con las madres (op. cit).
ocurre incluso antes del nacimiento, en aquellos casos en que el sexo se co- Por lo que se refiere al descubrimiento de que los niños reciben mayor
noce a partir de los resultados del ultrasonido, por ejemplo.) estimulación, hay que señalar que este hecho puede producir también di-
De acuerdo a lo anterior, la estructura familiar juega un papel de cru- ferencias entre los sexos; el tipo de estimulación que se recibe durante los
cial importancia para que uno y otro sexo amplíen las diferencias median- primeros meses puede tener una gran influencia en muchos aspectos del
te los géneros. Al ser la madre la principal responsable de la función nutri- desarrollo.
cia y el padre el que, en sus contactos con el exterior, provee lo necesario Así pues, mientras que en los niños se pone énfasis en la libertad, auda-
para la supervivencia de la familia, el tipo de vínculo que se establecen cia, inteligencia, se fomentan y promueven sus capacidades físicas, la re-
con la uno y el otro son marcadamente distintos y ahondan las diferencias beldía y la agresividad y se le proporcionan juguetes que le ·ayuden a desa-
entre la niña y el niño cuando éstas eligen su objeto de identificación. (Iz- rrollar su imaginación; a las niñas se les educa en forma tal que se den en
quierdo, 1983). ellas les "cualidades femeninas más apreciadas" como: abnegación, auto-
Al respecto Freud sostiene que la identificación del niño con el padre es sacrificio por los demás, sumisión, docilidad, seducción (Femández, 1980).
i
1 1: a través del complejo de Edipo y su resolución. Y aunque este autor consi- Por otro lado se les limita el desarrollo físico, advirtiéndoles que deben evi-
¡\ deró inicialmente que existía una simetría perfecta entre el complejo de Edi- tar juegos bruscos (por ejemplo, la conducta de treparse a un árbol es bien
po del niño y el de la niña, posteriormente reconoció la dificultad de pro- vista o aceptada en un niño, pero en una niña es más bien desaprobada o
!
\ fundizar en la versión femenina del complejo, como se desprende de la desalentada). Atributos como inteligencia, iniciativa, capacidad para to-
siguiente cita: " ... Nos hemos acostumbrando a tomar como sujetos de nues- mar decisiones, asertividad para resolver problemas, son características
tras investigaciones al niño del sexo masculino... Hemos l!Upuesto que con que comúnmente los padres no creen que resulten ser de importancia en
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SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS GÉNERO Y SOCIALIZACIÓN: FAMILIA, ESCUELA Y MEDIOS 313
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312
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:.li ellas y que por lo tanto esto influirá en el n~vel de edu<:9-ció~ for_mal que al- ños se ha jugado con muñecas, máquinas de lavar de miniatura o juguetes
¡¡¡ cancen. Aquí el razonamiento (o mejor dicho la racionalización) que se de tr~po, o por el contrario con pistolas, coches y ladrillos, los objetos de
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hace es que tarde o temprano se casarán, tendrán hijos y por suyuesto un este upo tendrán una ventaja emocional. Los objetos tipificados en razón
¡:! marido "proveedor" que será el encargado de los gastos familiares, les del sexo, que desempeñan una importante función en el "ensayo" que rea-
:·1 dará .. protección" y será él quien resuelva los problemas .. i~portantes". . liza el niño o la niña de identificarse con el papel de su género, serán pre-
De este modo, con tristeza hay que reconocer que todaVIa a muchas m- feridos en el futuro si se aprueba o apremia la respuesta que el pequeño
1 ¡¡¡1
ñas se les hace creer (y también hay muchas que así lo introyectan}, que son da ante ellos, lo que ocurre casi siempre.
1:1·
1, inferiores física e intelectualmente a los hombres. Por supuesto que esta si- Al aconsejar a sus hijos en la elección de juguetes, los padres pueden ex-
,·ill teriorizar explícitamente sus intenciones de fomentar el desarrollo de los
\il tuación no se presenta únicamente en la familia. La educación formal,
1fl como otra forma o instancia de socialización, también fomenta, refuerza y papeles apropiados al género de que se trate o no darse cuenta de que lo
mantiene valores y pautas de comportamiento que la familia se encargó de están haciendo. En un estudio realizado por Meyer Rabban (citado en
iniciar ya su transmisión, o bien, otras nuevas. Oakley, op. cit.} una de las madres decía: "le animo a que juegue como un
Los juegos y juguetes permitirán a las niñas ~a aceptación .. no~al" niño y quito de enmedio las muñecas". Otras de ellas le decía a su hijo:
de los papeles o roles, puesto que a través de los Juegos se ensayan incur- "las muñecas son para las niñas, no para los niños. Si tienes muñecas,
siones prematuras en el rol de madre.' esposa y encargada_de los quehace- todo el mundo pensará que eres mariquita. Debes jugar con coches y ca-
res domésticos. "Los juguetes se convierten en uno de los instrumentos de miones", y añadió dirigiéndose al entrevistador: "le compramos un camión
penetración ideológica al servicio de la clase domin~te ! sirve~ par~ im~ en Navidades". Sin embargo, también se observaron a algunas madres a
plantar la división del trabajo por sexos desde la mas nema infancia ... las que no les preocupaba o no le daban importancia si el niño participa-
ba en juegos de niñas. .
(Aranda, et al., 1976).
Sin embargo, debe decirse que muchos juguetes pueden ser elementos Un aspecto que resulta importante destacar es que si las madres cuen-
canalizadores de las destrezas y que la realización de las tareas no tiene tan con un trabajo remunerado, es de esperar que se altere el balance de
ninguna vinculación con el sexo de los individuos. Ta~ién es ~po~~te poder, y por lo tanto, que las identidades del género de los niños y niñas se
aclarar el hecho de que los juguetes, per se, no determinan, m condicio- vean afectadas. De hecho se ha comprobado en cierta medida, que las hi-
nan, la posterior identificación sexual de los niños. Este comentario es p~r- jas de madres que trabajan puntúan más bajo en un índice de feminidad
tinente hacerlo porque aún en la actualidad se observa una marcada resJS- tradicional (es decir, son menos sumisas, dóciles, obedientes, pasivas, etc.).
tencia por parte de padres y madres de fainilia (así como de maestra~ ! Los niños y las niñas de las familias en las que ambos miembros de la pa-
maestros} a que los juguetes tradicionalmente asignados a niñas sean utili- reja trabajan fuera del hogar pueden tender a ver los papeles de género de los
zados por niños y viceversa, ya que existe el prejuicio de que esto va a te- adultos menos diferenciados. Ello puede deberse en parte al hecho de que
ner una incidencia directa en las preferencias sexuales. cuando la esposa trabaja, el marido participa más que antes en las tareas
Retomando el tema de los juguetes, hay que señalar que se da un proce- del hogar, aunque las investigaciones sugieren que esto no sucede en la
so de canalización, que consiste en dirigir la atención del niño a la niña medida en que sería de esperarse.
hacia determinados objetos o aspectos de esos objetos. Por ejemplo, los ju-
guetes diferenciados según los sexos co~tituyen desde m~y tempr~a edad LA PERSPECTIVA FEMINISTA DE FAMILIA
una característica del mundo de los mños y la oportumdad de Jugar con
ellos (y ser recompensados por jugar con ellos en forma con:ecta} contribu- En su interesante libro La red invisible. Pautas vinculadas al género en las
yen a crear la afición del adulto por las cosas que estos Juguetes repre- relaciones familiares, Walters y cols. (1991) destacan que los presupuestos
sentan. Así pues, parte de la llamada respuesta maternal puede muy bien en los que se funda el modelo patriarcal predominante de la familia, se
tener su origen en el placer anticipado que sienten las mujeres al reprodu- han dado por sentados durante mucho tiempo. Veamos uno de ellos: el de
cir siendo madres, el placer que durante su infancia sintieron jugando la complementariedad de los roles. Este es uno de los conceptos principa-
co~ muñecas. Piaget ha indicado cómo la familiarización con un objeto les para la organización familiar patriarcal, que establece que las tareas
puede actuar por sí misma para provocar respuestas positivas. Si de peque- instrumentales como las de ganar dinero a través del trabajo corresponden
,, 1 i
'
314 SlGNIFlCADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS GÉNERO Y SOCIALIZACIÓN: FAMILIA, ESCUELA y MEDIOS 315

a los hombres; y las tareas emocionales, tales como fomentar, crear y man- ten en que las mujeres han ingresado al mercado del trabajo y se hacen
!!
11 tener las relaciones, así como criar a los hijos, pertenecen a la mujer. ca_r~o en forma permanente de una parte de la carga económica de la fa.
!
Como puede verse, la organización del poder está basada en la jerarquía m1ha. Pero ¿qué ha pasado con los hombres? De acuerdo 8 Walters y co Is .
. )l
(op. cit.
masculina (p. 33). os cambios no han sido significativos en la posición de los hom-
\i' 1
Ante tal situación, las mismas autoras proponen un modelo feminista bres respecto de la vida familiar, ni ningún cambio verdadero en las acti-
1,
de familia, que se caracteriza por la simetría de los roles, en la cual ambos tudes básicas de la mayoría de los hombres y las mujeres en tomo a la or-
sexos desempeñan tareas instrumentales como expresivas, en lo laboral y g~nización de la familia, aunque sí hay que reconocer que existen casos
en lo afectivo. Este modelo refleja un criterio igualitario de poder entre va- aislados de reparto de roles en mayor número que antes.
i¡ rón y mujer y un enfoque más democrático y consensual de la crianza de Por otra parte, el androcentrismo de las instituciones económicas, socia-
¡, les ! legales e~ la sociedad, no propician los cambios que permitirán a las
los hijos.
11 Aunque muchas personas reconocen que el modelo feminista de la fa. mu¡eres traba¡ar más afuera del hogar, y a los hombres trabajar más den-
milia sería más satisfactorio, desde el punto de vista humano, para ambos tro de éste,.ª ~ravés de arreglos convenientes para el cuidado de los niños y
sexos es evidente que para los hombres disminuiría el poder, lo que impli- de darle pnondad y estatus social al trabajo de criar a los hijos.
ca estatus y a menudo también dinero, a cambio de recompensas menos En otro orden de ideas, algo que en los últimos años también se ha ve-
tangibles, y con suma frecuencia no están dispuestos a hacerlo. También n~do discu~endo es acerca del concepto único de familia, que en gran me-
es difícil para algunas mujeres renunciar a la idea de que deberían ser eco- d_1da cont~uye a ~ort~ecer las estructuras patriarcales. En contraposi-
nómicamente mantenidas por los hombres y que necesitan un hombre pa- ción, se atribuyen sigmf1cados negativos a otros tipos de familia. En este
ra que sus vidas sean satisfactorias, económica, social y emocionalmente. sentido, Ahramovitz (1991) argumenta que el uso de la palabra "familia"
El punto de vista sistémico sobre las relaciones hombre-mujer e interge- en singular, cuando nos estamos refiriendo a varios tipos de familia, impli-
neracional es que son interdependientes. En este contexto, la madurez de- ca que sólo una estructura familiar es legítima. En otras palabras, todavía
bería definirse, idealmente, como autonomía con vinculación. Esta con- el término "familia" evoca al padre, a la madre e hijos (hijo e hija prefe-
cepción contrasta con la noción patriarcal que divide estos atributos, rentemente), siendo el padre el proveedor y cabeza del hogar, dentro de un
asignándole "autonomía" (en realidad, separación) a los hombres, y "vin- modelo heterosexual. Por tanto, decir "familias", cuando nos estamos refi-
culación" (en realidad, dependencia) a las mujeres. De hecho, esa división riendo a un cierto rango de tipo de familias, resulta ser más acertado, más
nos lleva a confundir separación o desvinculación con autonomía, un sig- acorde con la situación actual y nada complaciente con las estructuras pa-
no de madurez valorado, mientras que la "vinculación" se equipara con triarcales.
dependencia, señal de inmadurez y por consiguiente desvalorizada. En México, al igual que en la mayoría de los países del mundo, tradicio-
Todavía se encuentra muy arraigada la falsa creencia de que rasgos nalmente ha recaído en las madres (u otras mujeres) la responsabilidad de
como "autonomía" o "dependencia", son inherentes a la persona de los la crianza de niñas y niños, con las implicaciones que ello conlleva. En re-
hombres y las mujeres, respectivamente; y no que son adjudicados a éstos lación a esto, Nancy Chodorow (investigadora de la Universidad de Berke-
por parte de una sociedad patriaIT.al, sobre la base del género. A los hom- ley) comenta: el hecho de que niños y !1,iñas sean criados al principio por
bres se les asigna "autonomía", con el poder y la desvinculación emocional mujeres, tiene un efecto decisivo. Las niñas se identifican con su madre
consiguientes, mientras que-a las mujeres se les asigna "dependencia", tan- desde los primeros años hasta la adolescencia; alcanzan la edad adulta de-
to con la vinculación emocional como con la falta de poder que la acom- finiéndose con respecto a los demás y ese mantenimiento de las relaciones
pañan. Si bien, estar desconectado y ser dependiente son ambas situacio- humanas es esencial para ellas. Los niños, por su parte, se inclinan en un
nes desventajosas, resulta evidente que la de ser dependiente significa una momento dado más por el padre para definirse y, al hacer esto, deben "re-
amenaza mucho más grave a la posibilidad de supervivencia. primir" los lazos creados en su primera infancia con la madre y, a través
Ahora bien, estamos viviendo un periodo de transición social en donde de ella, con la feminidad.
la rigidez de la estructura patriarcal tradicional de la familia ha sido cues- Tal vez el nuevo reparto del papel familiar, vinculado con el trabajo de
tionada y se han introducido cambios dentro de ese sistema. Sin embargo, la madre fuera de la casa e inclusive con su carrera, con la repartición más
hay que dejar muy claro que esos cambios han sido conductuales y consis-
GÉNER O Y SOCIALIZACIÓN: FAMILIA, ESCUELA
y MEDIOS 317
XIONES TEÓRICAS
316 SIGNIF ICADO S COLECTIVOS: PROCE SOS Y REFLE

comun icació n insatis -


ará las cosas en un relaci~nes pa~res /madre s-hijos (as) (incon gruenc ias,
frecue nte de las tareas domés ticas y educa tivas, cambi facton a, ambiv alenci as, etc.).
sentid o que no podem os evalua r aún. a como se percib en ·mu 1·eres y homb res em-
de Yale (citado por Asimismo, .si bien la maner
Al respecto, Kyle Pruett , investigador de la Universidad . .
los estere otipos de
a cabo observ acione s muy intere santes , pero p'.eza a cambi ar, en el sentid o de estar rompi endo con
Franco is Girón , 1990), llevó n con sus forma s
valide z extern a. Pruett , hasta 1990, llevab a genero , en mucho s casos tales cambi os no se corres ponde
que requie ren de una mayor nidad puede n re-
cuales -por razone s de. actuar o de pensa r. Las escalas de femin idad-m asculi
estudi ando por ocho años a diecisé is famili as en las al mome nto de explo-
a tiemp o compl eto fle1ar en mucho s casos cambi os consid erable s, pero
divers as, especi almen te econó micas - la madre trabaj se siguen observ ando los este-
ción de los niños. tar formas de actuar , de pensa r y de sentir ,
fuera de casa y el padre se ocupa de ln casa y de la educa reotipo s de género .
que los papás más
Lo que ha ocurri do en las famili as tradic ionale s es ya empie zan a ocu-
linos y femen inos. . Sin embar go: hay que recono cer que aunqu e lentos,
que las mamá s, tiende n a resalta r los estere otipos mascu determ inados grupos , aunqu e no de ma-
es o a las activid ades mr estos ':1rnbios, sobre todo en
Por ejemp lo, induc en a sus hijos varon es a los deport tarea debier a encam inarse a indaga r en los e-
niñas les celebr an el. vestido nera cons1Stente. Aquí la p
consid eradas mascu linas; en cambi o a las - s grupos, f ami·1·1as o person as, qué factor es o estrate gias favore cen 0
"femin idad". queno
nuevo y se regoci jan con su "dulzu ra" o su estereo tipos de género ,
según compr ueba facilit an estos cambi os orient ados a rompe r con los
Sin embar go, los padres de estas diecisé is familias, actitud es, etc., a
bien se condú cen en funció n de la perso- s?bre todo e~ cuanto a forma s de actuar , pensa r, sentir,
Kyle Pruett , no actúa n así. Más ) dichas estrate gias de
fm de poder instru menta rse (con los debido s ajustes
nalida d de cada cual. as.
cambi o en otros grupo s, famili as o person
relaci onada con los
Estamos lejos de los estereotipos acostumbrados. Resultado:
las niñas tienen Por otra parte, un área que deberá fortale cerse es la
ningún te- la mascu linida d. Con base en la
imágenes muy activas del mundo exterio r y los niños no tienen estudi os del varón y la constr ucción de
con un bebé y no que ocurri r no sólo en las muje-
mor a 'actua r como niña'. Saben lo que hay que hacer pers~e ctiva de_ ~énero , los cambi os tienen
como un trabajo femeni no, sino como es. Los estudi os de mujere s han prolif erado
consideran el cuidado de los bebés res, smo tambi en en los hombr
En este sentido -menc iona Pruett -, si los padres les ha incidi do en la toma de concie ncia y al-
una tarea 'huma na'. duran te vari_as décad as, lo cual_
n benefic iarse tanto os del varón y
dedica ran un poco más de tiempo a sus hijos, podría gunos ca~~o s en mucha s muiere s; no obstan te, los estudi
s hombres se
como sus hijos, de ese incremento de responsabilidades. Mucho las masculmid_ades es un área nueva (cobra fuerza a finales de los ochen ta)
de las relaciones de compe tencia, pero muy poco
manej an muy bien dentro los estudi os de géne-
y muy necesa i:ª· De hecho , una nueva área dentro de
dentro de las relaciones de intimidad. nte a las "Nego ciacio -
ro, que se percib e como muy prome tedora es la refere
es una pieza clave, ya
nes de Género en la Pareja ". Sin lugar a dudas esto
A MANERA DE REFLE XIÓN en la famili a como
que el proceso de social izació n y resoci alizac ión tanto
a en hombr es y en muje-
partic ipan en el pro- en las otras instan cias, debe recaer de igual maner
El tema de la famili a, como una de las instan cias que res, si aspira mos a una socied ad libre de estere otipos de género y con equi-
y, por lo tanto, en la transm isión y
ceso de social izació n de niñas y niños dad.
femen inos y mascu linos, resulta del
forma ción de estere otipos de género
mayor interés .
merca do labora l se
A pesar de que la partic ipació n de las mujer es en el . LA ESCUELA COMO INSTANCIA DE SOCIALIZAC
IÓN
ras que en 1970 el
ha duplic ado al menos en los último s 30 años (mient
madam ente), los cam-
porcen taje era del 16%, en 2000 pasó al 35% aproxi Otra de las instan cias de social izació n a que se hizo
alusió n y que result a
sabilid ades sobre el
bios que han ocurri do en cuanto a compa rtir respon tambi én de la mayor impor tancia es la educa ción formal
, es decir, aquell a
de la pareja (homb re
trabaj o del hogar y cuidad o de los hijos(as), por parte acuerd o con Hierro
&to merec e la pena con- que se lleva a cabo en escena rios escola res, que de
y mujer ) no se ha dado en la misma propo rción. (1984) se refiere a" ... la adquis ición y transm isión de conoc imient os, habi-
consec uencia s en divers as áreas,
sidera rlo y estudi arlo en términ os de sus lidade s y actitud es valios as, adquir idas consci entem ente por medio de la
ón, agresió n, separa ciones , divor-
v. gr.: relaci ones de pareja (insati sfacci enseñ anza y el aprend izaje" .
ión, desgas te físico y emoci onal, etc.),
cios, etc.), salud (autoe stima, depres
318 SIGNI FICAD OS COLECTIVOS: PROCESOS
Y REFLEXIONES TEÓRICAS
GÉNE RO Y S0CW 1ZAC IÓN: FAMILIA, ESCUE
LA y MEDIOS
319
Como se revisó en el apart ado anter ior, el estud
io de Moss (citado en con respecto a los homb res, que garan tice su
Oakley, 1972 ) señal a que indep endie ntem ente sometimiento a la procr ea-
del estad o en que se encon- ción y al traba jo doméstico. Su prepa ració n
trara n los bebés (despiertos o dorm idos, lloran inferi or, en todos los ámbi tos,
do o callados), las madres es la garan tía de perpe tuaci ón de este estad o
tendí an a estim ular y excit ar más a los niños de cosas (Hierro, op. cit. pp.
, táctil y visua lmen te. Por el 110 y 111).
contr ario, respo ndían más a las niñas que a
los niños por medi o de la imi- A pesar de lo anter ior, ahora sabem os que a
tació n, es decir , repiti endo para sí mism as las lo largo de la histo ria de la
acciones y ruido s que sus hi- hum~ nidad las mujer_e~ han est~do ahí, inteli
jas realiz aban , lo que quizá s, se señal a, pued gente s, activas, comp asiva s y
a contr ibuir a expli car la su- creativas, pero tal activ idad se d1Solvía en la
perio ridad verba l de la mujer. masc ulina , es decir , el mérit o
De cualq uier form a hay que desta car el hecho y los logros se atrib uían al homb re. Hast a que
de que si los niños reci- nos dimos cuent a, como se-
ben mayo r estim ulaci ón que las niñas , ello puede ñala Hierr o (1989), de que "hom bres" no signi
contr ibuir a las diferen- fica "mujeres", que "hum a-
cias entre unos y otras. En conse cuenc ia, el tipo nidad " no éram os nosot ras. Y así se inició la
de estim ulaci ón que se re- revolución de la vida cotid ia-
cibe duran te los prime ros meses pued e tener na de las mujeres. En una voz que se escuc
una gran influe ncia en ha, en una actitu d que se
much os aspec tos del desarrollo. descubre, en una form a de vivir la vida que
se hace patente: las muje res
¿A qué obed ece este trato difer encia do a mujer habla n, siente n, actúa n, viven en "voz alta". El
es y homb res? Aquí, nece- gran reto ahora es logra r la
saria ment e, hay que remitirse a la divisi ón de creac ión de una educa ción para perso nas, sin
géneros (feme nino y masculi- distin ción de género.
no) que existe n en las sociedades. En este sentid
o, los estere otipo s tan hon- EDUCACIÓN FORMAL
dame nte arraig ados acerc a de la femin idad y
masc ulinid ad, propi cian que
a niñas y niños se les conce ptual ice de mane
ra distin ta. El estere otipo del Este tipo de educa ción lo constituye propi amen
rol feme nino en la mayoría de las sociedades te la escuela. En ella -al
, sanci ona como pertin entes igual que, o adem ás de las otras insta ncia& -
al géner o, es decir , lo "apro piado ", una serie tamb ién se fome ntan, refue r-
de cond uctas que al mismo zan y mant ienen valores y pauta s de comp ortam
tiemp o posee n baja estim ación socia l (depe ndenc iento , que la familia, sobre
ia, pasiv idad, temor, etc.), todo, y los medi os masivos de comu nicac ión o
en tanto que el rol masc ulino alude a condu ctas cierta s situaciones del entor -
a las que se les asign a un no social, se encar garon de inicia r su trans misió
estatu s super ior (actividad, auda cia, indep enden n, así como otras nueva s.
cia, etc). De este modo, desde el jardí n de niños (y más
Al respe cto, Hierr o (1985) desta ca que la socia aún desde la estan cia infan -
lización feme nina que se til) hasta la educa ción unive rsitar ia, se conti núa
inicia en el hoga r y se conti núa en los colegios, reforzando la conce pción
no estim ula el deseo latente de femin idad y masc ulinid ad y por tanto , de
de auton omía en las niñas. Por el contr ario, los roles de género asign ados
más bien incita sus fantasías a mujeres y homb res. Esto lo hace la educ ación
sexua les de satisf acció n de deseos en forma vicari forma l de difere ntes mane -
a: a través de un hombre. ras: por un lado, a través de los mater iales, juego
Será a travé s de la relación que ella entab le s y otras activ idade s, así
con un homb re, que tendr á el como de los textos utiliz ados; y por otro lado,
estatu s econó mico y social y aún más, su propi a parti r de las actitu des, pre-
a ident idad. ferencias y modo s de dirigi rse a las/lo s estud iante
La meta últim a de esta educa ción no hace hinca s. En todas estas situacio-
pié en el crecimiento nes se observa un marc ado sexismo y andro centr
intele ctual. .., sino en su ajuste, en su adapt ación ismo .
a su pape l sexua l ances- Cabe señal ar aquí que la edad a la que las niñas
tral de madr e y comp añera de un homb re. Esto y niños entra n a la es-
es lo que se conoc e con el cuela , en much os casos se inicia a edad es muy
título de "educ ación para la femin idad" . La temp ranas , debid o a que
esencia de esta femin idad ra- cada vez va en aume nto el porcentaje de muje
dica funda ment alme nte en aspec tos negativos: res madr es que realiz an tra-
debil idad y torpe za del bajo remu nerad o y por tanto , de existir la oport
cuerp o, nulo desar rollo ment al, incap acida d unida d y condi cione s, los
para el traba jo productivo y niños acude n a estan cias infantiles desde los prime
some timie nto absol uto a las órden es e intereses ros meses de edad.
masculinos. Desde la asiste ncia a estancias infan tiles y/o
En suma , nos señal a la autor a, la educa ción jardines de niños, las acti-
tradic ional feme nina bus- vidad es y práct icas todav ía siguen impr egna das
ca el objet ivo primo rdial de confo rmar (a las de un contenido sexÍ$ ta (si-
mujeres) para que desempe- tuaci ón dond e se privil egia uno de los sexos
ñen el pape l secun dario que les fue asign ado por encim a del otro, qued an-
dentro del traba jo creativo y do este último en una condi ción de subor dinac
dentr o de las jerarq uías de pode r en la socie ión). Aquí los elem entos
dad. La educa ción femenina princ ipale s por medi o de los cuales se mane ja
sirve para segui r mant enien do a las muje res esta diferenciación de roles,
en un estad o de depen denci a son los juguetes (adem ás del trato físico, por
supuesto). Éstos perm itirán a
T
1

SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS GÉNERO Y SOCIALIZACIÓN: FAMILIA, ESCUELA Y MEDIOS 321
320

niñas y niños una aceptación "normal" de los papeles o roles. Por lo que tudes, los ¡~~lícitos, los gestos, actúan de la misma manera que la propa-
toca a las niñas, esta división de juguetes y juegos femeninos les permitirán ganda subhmmal, usada a veces de manera subrepticia en el cine y la tele-
incursionar prematuramente en el rol de madre, esposa y encargada de los visión, emitiendo mensajes de los que no somos conscientes pero que son
mucho más eficaces que los explicitados y tienen la ventaja de que no ne-
quehaceres domésticos.
Esta diferencia en los juegos y juguetes se va acentuando cada vez más cesitan ser razonados ni justificados.
con la edad. Resulta interesante el dato proporcionado por la Comisión de En ese sentido, maestras y maestros están contribuyendo, en cualquiera
las Comunidades Europeas (Sutherland, 1988) respecto a cómo van va- de los niveles educativos, a fomentar y reforzar la diferenciación de roles
riando las preferencias infantiles en los juegos. El dato se refiere a niños y femeninos y masculinos; esta situación se da a través de lo que se conoce
niñas de Manchester, Inglaterra. Mientras que en el jardín de niños (tres a como curriculum oculto: trato diferenciado a mujeres y hombres por medio
cinco años, edad que de acuerdo con Bleichmar, ya se ha intemalizado en del lenguaje, los gestos, el tono de la voz, la frecuencia y la duración en la
el niño/a la identidad de género) el 46% de los niños y el 54% de las niñas atención proporcionada a unas y a otros, etcétera. Esto tiene, posterior-
juegan a la casa de muñecas; sin embargo, en el nivel de primaria (cinco mente, serias repercusiones en las preferencias por ciertas carreras profe-
años en adelante), la composición de los porcentajes cambia de manera sionales y en las formas como las mujeres y los hombres se incorporan a la
drástica (22% para niños y 78% para niñas). Nuevamente, pues, esto es un educación superior y, sobre todo, a las expectativas e inserción de ambos
reflejo de cómo este tipo de juegos o juguetes es más fomentado y premia- en la fuerza de trabajo asalariada.
En relación con lo anterior; Subirats Martori (1991) señala que:
do para las niñas que para los niños.
Antes de continuar, hay que precisar que los juguetes per se no tienen
... las diferencias en el trato dado a las niñas y a los niños, a través del currí-
sexo. Es la sociedad, dividida en géneros, la que define o determina la fe-
culum oculto, hace que aquéllas adquieran una personalidad más depen-
minidad o masculinidad de los mismos. También hay que reiterar, como diente e insegura, que las conduce a unas elecciones profesionales devalua-
ya se apuntó previamente, que los juguetes pueden ser elementos canaliza- das y a una menor exigencia en el mercado de trabajo. La transmisión del
dores de las destrezas y potencialidades (sin distinción de sexo) y que los género femenino, en las aulas, pasa precisamente por la creación de esta ac-
juegos y tareas no deberían vincularse con el sexo del individuo. titud dependiente en las muchachas, así como la transmisión del género
Por otra parte, debe dejarse bien claro que los juguetes por sí solos no masculino pasa por la creación de personalidades capaces de mayor autono-
determinan ni condicionan la posterior identificación o preferencia sexual mía (p. 44).
de los niños. Este comentario resulta conveniente hacerlo porque en la ac-
tualidad todavía se observa una marcada resistencia por parte de maes- Así pues, en la educación de nivel elemental es notorio el hecho de que
tros/ as y padres/madres de familia (sobre todo los padres) para que los la imagen femenina está expuesta a un deterioro progresivo y constante re-
juguetes tradicionalmente asignados a niñas sean utilizados por niños y vi- forzado por los maestros, el material visual y finalmente por el contenido
ceversa, ya que existe el prejuicio de que esto va a tener una incidencia di- ideológico de los textos (Guzmán, 1978).
recta en las preferencias sexuales (Bustos, 1988). Al respecto es necesario reconocer con suma preocupación que a pesar
Cuando la niña o niño ingresa al jardín de niños o a la escuela prima- de los cambios y los esfuerzos para operar modificaciones en el Libro de
ria, ya tiene intemalizada su identidad de género (ya se mencionó que de Texto Gratuito en México, así como en otra literatura escolar, todavía se
acuerdo con Bleichmar, 1985, esto ocurre entre los 2 y 4 años de edad), es encuentran matizados por elementos sexistas, destacando la superioridad
decir, ya sabe qué actividades o roles son "propios" de mujeres y cuáles masculina sobre la femenina.
son de hombres y que al realizarlas o no, tendrá la aprobación o rechazo. Los resultados del estudio realizado por Delgado (1991), en que analizó
La escuela, en estos niveles, contribuirá eficazmente a fomentar y mante- imágenes, lenguaje y mensajes contenidos en estos Libros de Texto Gratui-
ner esta diferenciación de lo que es "ser niña" o "ser niño". to de nuestro país, de 111 a 62 años, muestran la evidencia de que existe un
Pero como señala Monserrat Moreno (1986), no lo hará necesariamente sexismo tanto en las ilustraciones utilizadas como en el uso de adjetivos ca-
de forma abierta o clara, sino que en la mayoría de las veces de forma so- lificativos al referirse a un hombre o a una mujer, en el texto escrito (libros
lapada o con la seguridad de aquello que por considerarse tan evidente, de 111 y 211 años).
no necesita siquiera ser mencionado ni mucho menos explicado. Las acti-
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' Asimismo, la autora destaca que respecto a las ilustraciones, en la ma-
yoría de las láminas la niña o la mujer tiene una posición pasiva en com-
paración con el hombre, especialmente cuando aparecen ambos en la ima-
res simplemente no han estado presentes en el acontecer histórico-social,
según se desprende de estos textos {aunque muchas otras evidencias de-
muestran lo contrario).
:¡ gen. Igualmente, menciona que es de llamar la atención el porcentaje tan Como puede verse, el sexismo y androcentrismo que padece la sociedad,
!! bajo de láminas donde las mujeres tienen un papel activo. El caso extremo· también atraviesa la educación formal. Y por supuesto, ello se refleja en el
es en el libro de 62 de primaria donde sólo el 16.6% de las ilustraciones se pensamiento científico, el filosófico, el religioso y el político desde hace mi-
:i\:, refieren a mujeres realizando una actividad, pero encasillándola al este- lenios. Esto se abordó de manera crítica en el primer apartado de este tra-
reotipo femenino, es decir, cumpliendo con los roles tradicionalmente asig- bajo.
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nados como: madre, maestra, enfermera o IKlCretaria. En el caso de los li- El reflejo de esa concepción diferenciada para mujeres y hombres, don-
11 bros de Ciencias Naturales, donde aparecen láminas que muestran el de a las primeras se les asigna un papel subordinado y de menor estatus e
,:¡ desarrollo de algún experimento, se encuentra que en la mayoría de las importancia respecto a las actividades o roles que desempeña en nuestra
ocasiones, la niña es representada como observadora del fenómeno o como sociedad, evidentemente que también influye respecto a su incorporación
auxiliar en la realización de la experiencia. en los distintos niveles de educación formal.
Estos resultados encontrados en México, coinciden con lo expresado por Sin embargo, evaluar o realizar un análisis a partir únicamente de la
Marcia Rivera (1985) del Centro de Estudios de la Realidad Puertorrique- categoría anterior (la incorporación a los niveles de educación formal) y so-
ña, quien precisa que los primeros análisis que se hicieron del contenido bre todo tomando en cuenta sólo el dato cuantitativo, sería simplificar y
de los textos fueron bastante sencillos, por no decir simplistas. parcializar el problema. De este modo, resulta necesario trascender el dato
De primera instancia enfocamos y nos sacudió descubrir lo dramático cuantitativo y poner más énfasis en aspectos de tipo cualitativo.
del desbalance entre la representación de las mujeres y de los hombres en Con base en lo antes dicho, si bien es cierto que en nuestro país, hasta
los textos. Se constató que indistintamente de si se trataba de Pení, Puerto principios de la década anterior (de los ochenta), todavía podía afirmarse
Rico, Inglaterra o Estados Unidos, las imágenes visuales y los textos de los que mientras más alto el nivel educativo, había menos mujeres, sobre todo
libros presentaban casi homogéneamente un mismo contenido: los perso- en el nivel de educación superior, en la actualidad parece que los porcen-
najes femeninos subrepresentados en relación con los varones; la cantidad tajes de mujeres y hombres tienden a nivelarse; incluso en el nivel superior
y la calidad de las ocupaciones desempeñadas por los hombres era mayor; la brecha tiende a angostarse. Veamos los siguientes datos: mientras que
esto es, las mujeres se presentaban generalmente en roles pasivos y mayori- en 1969 el 82.7% del ingreso a la educación superior eran hombres y el
tariamente como amas de casa, y la adjetivación utilizada para describir a 17.3% mujeres; para el año 2000 la distribución porcentual pasó a aproxi-
uno u otro sexo era distinta. Las niñas aparecen como "dóciles, tiernas, re- madamente 50 y 50% respectivamente. (Anuarios Estadísticos de ANUIES.)
ligiosas, enfermizas, hacendosas, soñadoras, miedosas, humildes o sacrifi- Sin embargo, estos datos per se no aportan mucha información, son
cadas", mientras que los varones son "inquietos, creativos, exploradores, lí- muy generales y, por tanto, merecen ser analizados con mayor cuidado. Es
deres, valientes, desafiantes, perseverantes, aventureros". El mundo de los decir, hay que trascender el dato cuantitativo y pasar al análisis cualitati-
varones es pues, según los textos escolares, el de la acción y la energía, vo. Algunas observaciones se discuten a continuación:
mientras que el de las niñas, el de la pasividad y la docilidad (pp. 2 y 3). En primer lugar, se refieren únicamente a la matrícula nacional, es
Del mismo modo, Rivera {op. cit.) argumenta que tan importante como decir, al número de estudiantes que iniciaron en el nivel de educación su-
el análisis de esas representaciones diferenciadas, lo fue el análisis de las perior, pero no infonnan acerca de la eficiencia terminal, o sea, qué por-
omisiones del papel de las mujeres en muchos procesos sociales. Muchas centaje del total que inició estos estudios, concluyó cada ciclo. Todavía
de las investigaciones realizadas en la primera mitad de los años setenta persiste la idea, en especial en el medio rural, que si en una familia alguno
(Brody, 1973; Eaton, S.A.; Frazier y Sadker, 1973; McLure y Gail; Citrón y de los integrantes debe suspender la escuela para dedicarse a otras labo-
River, 1974; citadas por Rivera, 1975), revelaban que el papel de las muje- res, muchas veces se elige precisamente a las mujeres, porque existe la
res en ciertos procesos sociales no era calibrado en los textos. Fue de parti- creencia de que éstas no se verán muy afectadas, ya que la norma social
cular importancia reconocer cómo se perpetuaba una visión generalizada dicta que ,el "futuro" de ellas será casarse y tener un hombre que será el
de la historia, donde el motor de los cambios es un líder varón. Las muje-
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324 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS GÉNERO Y SOCIALIZACIÓN: FAMILIA, ESCUELA Y MEDIOS 325

"proveedor". Por tal razón, siguiendo este estereotipo, el hombre es el que el _mundo que nos ro~ea. Por eje1?plo, el cambio e~ los libros de texto gra-
debe prepararse asistiendo a la escuela. tuitos, respecto al se:nsmo que e:nste en sus contemdos, resulta inminente.
En segundo lugar, estos datos no dan cuenta de cómo están distribuidos A partir del debate que desde finales de 1992 se suscitó, acerca de los con-
estos porcentajes en las distintas áreas del conocimiento. Sin menoscabo tenidos de los libros de texto gratuitos de Historia de México, y que están
del avance que representan los datos anteriores, todavía el grueso de este elaborándose los nuevos para sustituir a los anteriores, resulta pertinente
porcentaje de mujeres sigue eligiendo carreras dentro de las áreas sociales preguntarse qué tanto está en los planes de los encargados de la política y
y humanística s y más específicame nte aquéllas consideradas como "apro- programas de educación, eliminar el sexismo que aún existe en tales li-
piadas para la mujer" o "carreras femeninas" (enfermería, trabajo social, bros. Más aún, cabría la pregunta: ¿se está consciente de tal sexismo? Y por
pedagogía, psicología, etcétera) y en consecuencia el porcentaje de hom- supuesto, es aquí espacio propicio para manifestarse por la total elimina-
bres en estas carreras es bajo. A su vez, es todavía muy bajo el porcentaje ción del sexismo en los mismos.
de mujeres en aquellas carreras denominada s como ciencias duras: física, Lo antes expuesto resulta de la mayor relevancia, pues hay que des~car
matemáticas , ingeniería, metalurgia, entre otras; y en estas mismas carre- aquí que las pautas y modelos de conducta no se pueden modificar con
ras, los porcentajes altos los ocupan los hombres. Más adelante se hacen una simple ley o decreto. Es decir, ello no garantiza, para nada, que el cam-
algunas observacione s respecto a este punto. bio se dé automáticam ente en las mentalidades , en las actitudes, en la for-
En tercer lugar, a partir de esos datos no puede deducirse cuántas muje- ma de concebir el mundo; digamos, para el caso que_nos ocupa, en la forma
res o qué porcentaje de las que ingresan a una carrera, la ejercerán, esto de concebir lo que es ser mujer u hombre.
es, cuántas se involucrarán en el mercado de trabajo. Aquí habría que con- En este sentido, la escuela podría ser un lugar privilegiado (aunque no
siderar y discutir ampliamente lo que sostiene Subirats Martori (1991), en el único) para contribuir a estos cambios. Para hacer viable tal cosa, se re-
el sentido de que sigue existiendo discriminació n en el sistema educativo, quiere antes que nada tomar conciencia de los mecanismos inconscientes
pero esta discriminaci ón no incide en los niveles de éxito escolar (general- de transmisión del modelo que queremos modificar. Dentro del campo de
mente las niñas obtienen mejores calificaciones que los niños), sino en el la educación, significa reconocer en primer término que al presente, la
nivel de formación del género, devaluando la personalidad femenina de transmisión de ese modelo sexista se transmite (como ya se mencionó al
manera tal que las niñas interiorizan su papel secundario (realizar tareas inicio de este apartado), a través de: materiales, juegos y textos utilizados,
en el ámbito privado como esposas, madres y amas de casa), y su inseguri- pero también y de manera muy importante, por las actitudes, preferencias
dad en el mundo público, y esto incluso en el caso de que sean alumnas y modos de dirigirse a las/los estudiantes, es decir, por medio del currícu-
extraordinar iamente brillantes. lum oculto.
Ante tal situación, desde hace varios años han surgido fuertes críticas Afortunadam ente, esta toma de conciencia a que hizo referencia ya se
por este estado de cosas. Moreno (op. cit.) destaca que hasta ahora la escue- está dando en algunos países, en los que ciertos grupos, conformados en su
la tiene una doble función: la fonnación intelectual y la formación social mayoría por mujeres, han impulsado y elaborado propuestas que las están
de los individuos, o sea, su adiestramien to en las propias pautas culturales. llevando a la práctica. Algunos esfuerzos, de los más conocidos, son los ca-
Y agrega la autora: sos de Puerto Rico y España, donde a partir de serios y fundamentad os
cuestionamie ntos a la educación formal, se han diseñado y puesto en mar-
Pero si se limita a esto, habrá hecho un pobre favor a la sociedad. No pasará cha a nivel piloto (en algunas escuelas) programas alternativos de educa-
de ser un aparato reproductor de vicios y virtudes, de sabidurías y de estupi- ción no sexista. En ellos se rescata el enfoque de género por lo que los ma-
deces. Su misión puede ser muy distinta. En lugar de enseñar lo que otros teriales, textos y la fonnación al personal docente en cuanto a actitudes en
han pensado, puede enseñar a pensar, en lugar de enseñar a obedecer puede el trato de mujeres y hombres, promueven y transmiten la concepción de
enseñar a cuestionar, a buscar los porqués de cada cosa, a iniciar nuevas que pueden y deben desarrollarse las capacidades, habilidades y participa-
vías, nuevas formas de interpretar el mundo y de organizarlo (p. 10). ción de las personas, independient emente del sexo al que se pertenezca.
En efecto, la educación formal (como una de las instancias de socializa-
ción) podría jugar un papel muy importante en la transformaci ón de los
modelos de comportamie nto, que guían las actitudes y manera de concebir
326 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIO NES TEÓRICAS
GÉNERO Y SOCIALIZACIÓN: FAMILIA, ESCUELA Y MEDIOS
327
A MANERA DE REFLEXIO NES Y PROPUFSf AS
el que las mujeres estudien carreras que tradicion almente se han conside-
rado masculin as (ingeniería, física, etcétera), pero también -y esto es muy
De cara a los cambios que se están viviendo en nuestro país, resulta nece-
importan te- el que los hombres estudien carreras comúnme nte conceptua-
sario el que se incorpore la categoría de género dentro del proceso educati-
lizadas como femenina s (enferme ría, trabajo social, educador (a), pedago-
vo. Estos cambios tienen que darse tanto a nivel de currlculo formal como
gía, psicología, etcétera). Esto supone, asimismo, que una parte de estos
de currículo oculto. Puesto que los textos escolares se encuentra n constan-
programa s vaya orientada a la revaloriza ción social y profesion al de estas
temente impregna dos de elemento s sexistas, que ante todo son discrimina-
últimas carreras. Esto tendería a la eliminaci ón de carreras "femenin as" y
torios o colocan en una situación de subordin ación o inferiorid ad a las
carreras "masculin as".
mujeres, es importan te y urgente que se diseñen políticas públicas para
Resulta también imposterg able que, mientras no ocurra este proceso de
que los textos escolares estén libres de sexismo, es decir que se eliminen
sensibiliz ación hacia el sexismo en la educación formal, se incluya en el
contenido s, lenguaje, imágenes y mensajes que privilegie n a un sexo sobre
currículu m de las diferentes carreras, una materia relaciona da con la pers-
el otro y, en lugar de eso, se promuev a la equidad en las relaciones y repre-
pectiva de género, a fin de que las y los estudiant es tomen ·conciencia y
sentación de mujeres y hombres. En otras palabras que se eliminen los ro-
compren dan cómo lo femenino y lo masculino son construcc iones sociocul-
les estereotip ados de género. Esto implica, por ejemplo, que igual puede
turales, que por lo tanto sí son susceptib les de cambio. Podría empezarse
aparecer una niña o un niño realizand o la tarea más important e, y evitar
el que siempre sea el niño quien realice éstas y las niñas aparezcan de ob- .! por lo menos en carreras como pedagogía , maestra(o) normalist a, psicolo-
gía, educador ( a), en fin todas aquellas involucra das en el proceso educati-
servadora s. O bien, cuando se trate de ilustrar tareas del hogar, que éstas
vo, incluyénd ose pues en los curricula la materia a que se ha hecho refe-
se lleven a cabo tanto por mujeres como por hombres y que no únicamen te
rencia. Esto también implica sensibiliz ar a quienes toman decisiones para
aparezca n la mamá y/o la hija haciendo estas actividad es. Pero además de
instaurar .políticas educativas y capacitar al personal académic o de las dis-
que se eliminen aquellos contenido s o imágenes que sean denigrant es o
tintas disciplina s, en lo referente al enfoque de género.
nocivas para las personas, sean hombres o mujeres. Específicamente esto
se referiría a situacione s que tienen que ver, por ejemplo, con sumisión, A MANERA DE CONCLUSIÓN
agresión, prepotenc ia, entre otras. Esto necesaria mente requiere que las
personas encargad as de elaborar estos materiales, deben contempl ar en el El análisis realizado a lo largo de este trabajo da cuenta de cómo al dividir
diseño, redacción de los contenido s, lenguaje utilizado, así como en la se- el mundo en esferas masculin a y femenina , se determin a también la forma
lección de las imágenes, el enfoque de género. en que serán socializados de manera diferente niñas y niños, con las consi-
Al mismo tiempo que se esté trabajand o en los materiale s impresos, es guientes limitacion es, sobre todo para las mujeres, como se evidenció en el
requisito indispens able que maestras y maestros que se encargará n de con- desarrollo de este apartado.
ducir el proceso de enseñanz a-aprendi zaje cuenten también con la capaci- Por otra parte, queda claro que la "polariza ción de género" (lo masculi-
tación y sensibiliz ación en tomo al enfoque de género. Esto contribui ría a no y lo femenino ) son construcc iones socioculturales y si bien hay que pro-
que, como responsab les de la enseñanz a, se evite que a través del currícu- mover cambios individuales, lo que también resulta indispens able es dise-
lum oculto, se transmita al sexismo, lo que ocurre de diferentes maneras ñar las estrategia s para que se operen cambios en la estructur a social
como ya fue expresado: trato diferenci ado a mujeres y hombres por medio androcén trica, que todavía preserva el poder masculino , situando a las
de verbaliza ciones, gestos, tono de voz, tipo de preguntas que se formulan mujeres en posiciones de inequida d y desventaja.
a unas y a otros, atención diferenci ada, etcétera.
Con base en la realidad que a diario observamos y los datos aportados
por los Anuarios estadísticos de ANUIF.S, respecto a la desproporción de
hombres y mujeres en determin adas carreras {especialmente las áreas hu-
manística , de ingeniería, ciencias "exactas", etcétera), se hace indispensa-
ble impulsar mediante cursos en escuelas, folletos y diversos medios masi-
vos de comunica ción, programa s de orientación vocacional que promueva n
\' 328
SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS GÉNERO Y SOCIALIZACIÓN: FAMILIA, ESCUELA Y MEDIOS 329
',1I
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN3 INSTANCIA DE SOCIALIZACIÓN IMÁGENES Y CONTENIDOS SEXISTAS EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Históricamente las funciones o papeles asignados a las muj~res por _p~rte Los medios masivos de difusión constituyen al presente una de las instan-
de la sociedad, han sido los de esposa-madre-ama de casa, circunscribién- cias de socialización más importantes. El desarrollo tecnológico trajo como
dolas en gran medida al ámbito del hog~r,. en tanto que ~ los hombres se consecuencia el surgimiento de estos medios, que van desde los impresos
les atribuyen funciones y actividades distmtas a las senaladas,. esto es, (periódicos, revistas, fotonovelas, folletines, etc.), hasta los electrónicos (te-
se les ubica dentro del llamado "ámbito público". . . levisión, radio, videos, cine y más recientemente, producto de las nuevas
A pesar de que en los últimos años se han operado var~os cambios, p~o- tecnologías, la internet, los videojuegos, etc.). Así, la tecnología comunica-
ducto de la actividad y lucha de diferentes grupos de muieres, ~n es~ecial cional es considerada como uno de los cambios que han tenido un fuerte
del movimiento feminista, así como de los acuerdos y convenciones mter- impacto en la conciencia y el comportamiento humano.
acionales en materia de eliminación de la discriminación hacia las muje- De acuerdo a Esteinou (1983), si bien durante mucho tiempo la educa-
:s y la erradicación de estereotipos de género y el sexismo·, t?davía persis- ción estuvo considerada como el aparato ideológico número uno de estado,
te esta concepción de roles tradicionales, por lo que tal reahdad ~loca a en la actualidad los medios de difusión compiten fuertemente por ese lu-
las mujeres en una situación de desigualdad en cuanto a oportumd~des y gar. Al respecto, cabe señalar que, sobre todo el alcance que tienen los me-
derechos fundamentales que cualquier se~ h~ma~o. de~e tener ~ e1erce~ dios electrónicos es cada día mayor y concretamente por lo que toca al
como son: la educación, acceso al empleo sm discnmmación, salanos equ~- avance vertiginoso de la intemet, así como la televisión, éstas empiezan a
tativos, participación política, acceso a cargos ~onde se d~ la toma de deci- tener un fuerte impacto en las personas, desde su más tierna infancia.
siones, así como al ejercicio y goce de la sexualidad, por citar algunos. Por su parte, Mattelart y Schmucler (1979) mencionan que la contribu-
· Esta diferenciación de funciones, papeles o roles de género entre hom- ción más relevante de los medios masivos de difusión, dentro del contexto
bres y mujeres empieza a ocurrir desde el instante mism? del n~cimien~o, de una sociedad en la fase de capitalismo monopólico, es su infatigable
a se revisó en apartados anteriores, a través de diversas instancias propósito de fabricar consumidores. Aquí cabe adelantar que estos medios
como y ·d l ·
de socialización (denominadas por Althusser como aparatos i eo ~gicos utilizan la imagen de la mujer de manera distorsionada y degradante,
d l Estado 1978· 0 aparatos ideosocializadores, como los llama Kaminsky, para inducir el consumo de una amplia diversidad de productos super-
1;81), ent;e los ~e están: la familia, la educación (escue!a), la religión y fluos.
los medios masivos de comunicación, y que son, en su con1unto, los encar- Por otro lado, aunque aparentemente los mensajes que transmiten es-
gados de conformar, transmitir, mantener y perpetuar valores, normas, tos medios tratan de dar la impresión de que están desprovistos de ideolo-
creencias y actitudes que van a influir en el modo de pensar y actuar ~e la -gía, es decir, apelan a la neutralidad ideológica, vale la pena destacar que
gente, acorde con un sistema social d~term~do, que obedece a _cierta " ... desde lo más banal hasta lo más trascendente, contiene los principios y
ideología dominante. Como ya se analizó preV1amente, la perspectiva de valores del grupo dominante" (Mattelart, 1980). Dentro de este contexto
género ha sido una herramienta teórica y metodológica para entender y Marx (referido por Mattelart, op. cit) expresa que:
analizar este estado de cosas, dando la posibilidad también de formular las ideas de clase dominante son en cada época las ideas dominantes; es de-
propuestas que contribuyan a la elimina?i?n de estere?tipos y roles de_ gé- cir, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad, es al mis-
nero, que a su vez llevarían a la desapanción_de relaciones ~e subordma- mo tiempo la fuerza espiritual dominante. La clase que controla los medios
ción entre hombres y mujeres, y por lo tanto, impulsar relaciones de géne- de producción material controla también los medios de producción intelec-
ro entre mujeres y hombres dentro del marco de la equidad. tual de tal manera que en general las ideas de los que no disponen de los
medios de producción intelectual, son sometidos a las ideas de la clase domi-
nante.
~ Aunque existe una polémica acerca de si nombrar a los medios como ·~edi~s m~iv~s Sin embargo, con respecto a las audiencias o receptores de los mensajes
de Difusión", en Jugar de "medios masivos de co_municación", ya que esto úlnmo 1mp~~na de los distintos medios masivos, resulta pertinente hacer algunos señala-
otro tipo de interrelación entre audiencias y medios -"f al presente resulta _algo muy ~mdi~ mientos: existen posiciones encontradas respecto a la forma de concebir y
cional-, en este trabajo se utilizará indistintamente medios de comunicación y medios de di-
explicar cómo perciben los receptores los mensajes transmitidos por los
fusión.
330 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS GÉNERO Y SOCIALIZACIÓN: FAMILIA, ESCUELA y MEDIOS 331

medios de difusión. Si bien la intención o el propósito de estos medios es Pareciera ser que la falta de veracidad atribuida a los estereotipos se
que el receptor asuma sin cuestionamiento alguno los mensajes proyecta, desprende de uno de los elementos que algunas definiciones contemplan:
dos, pues como apunta Mattelart (1980) el control ejercido por los medios que todas las personas de una clase poseen los rasgos asignados a la mis-
no es coercitivo (o evidente) sino que se da en el terreno de una "domina- ma.
ción pacífica", también es cierto de que siempre existe la posibilidad de te- La verdad es que los estereotipos son producto de tradiciones históricas
ner máo;; conocimiento acerca de algo, a través de la confrontación de los modismos, historia cultural, marginación social, crisis o conflictos sociale~
mensajes con el referente empírico, por lo que la posibilidad de una deco- o de la "imaginación" de quienes tienen el poder y los medios para crear-
dificación no es automática, sino que puede llegar a ser crítica, echando los y difundirlos. Si bien no puede negarse que muchos estereotipos tengan
mano de la comprensión en la lectura de los mensajes independiente- algo de verdad en ellos, o que lo hayan tenido en parte en algún momento
mente de si ocurre más de lo primero que de lo segundo, o a la inversa, histórico, también es cierto que exageran, magnifican y distorsionan esa
consideramos que lo importante aquí es la posición que se asuma con res- parte de la realidad que están describiendo. Pero tal vez lo más serio es su
pecto a la participación o concepción que se tenga del receptor. carácter fijo, estático, anquilosado y por lo tanto reaccionario; desconocen
De este modo, en el presente trabajo se parte del supuesto de que las au- el carácter cambiante y dinámico de la realidad, algo que evoluciona cons-
diencias o los/las receptores/ as son sujetos activos,4 capaces de recibir, tantemente.
pero también de procesar y transformar la información, o incluso dese- Antes de pasar a describir los estereotipos, conviene aclarar que no son
charla. E.s decir, se discrepa de las posiciones mecanicistas-funcionalistas los medios de masas los que han inventado o creado esos estereotipos, ni
que adjudican un papel pasivo al receptor, ya que supone que existe una tampoco son ellos los que directamente han impuesto a la mujer situación
equivalencia entre los mensajes transmitidos por los medios y el comporta- de subordinación y discriminación, asignándoles tareas y funciones que la
. miento del receptor, planteando una relación directa de causa-efecto. confinan al ámbito doméstico, o labores con poco o nulo reconocimiento 0
estatus. Más bien, refuerzan o contribuyen a perpetuar el patrón de com-
Esl'EREOTIPOS PROYECTADOS POR LOS MEDIOS DE DIFUSIÓN portamiento que la mujer "debe aceptar" en cada época según los linea-
mientos que la misma sociedad establece.
La imagen de la mujer en los medios masivos aparece estereotipada de ·Puede decirse entonces que los estereotipos de género, sobre todo los fe-
muy diversas maneras, pero en muy contadas ocasiones estos estereotipos meninos, adquieren dos funciones importantes dentro de los medios de co-
le son favorables. municación: promover la venta de innumerables artículos y servir de apo-
Los estereotipos son rasgos comunes atribuidos a un grupo humano Y? al statu q":°, pues reflejan y refuerzan las imágenes de mujeres que el
(Tajfel, 1980). Varios autores se han cuestionado la verdad o falsedad de és- S1Stema requiere para el logro de estos objetivos. Por ejemplo, como pro-
tos. Por ejemplo, Klineberg (1975) señala que pueden deformar (como de he-- ducto de la incorporación de la mujer al trabajo asalariado, ciertas revistas
cho lo hacen) considerablemente los juicios; Lindgren (1982) apunta que femeninas empezaron a abordar este tema, pero sin cuestionar nunca la
se desarrollan sin ninguna base en la realidad objetiva o en la experiencia estructura social dominante. Así, podían encontrarse títulos como el si-
válida; Aronson (1975), por su parte, dice que regularmente son exagera- guiente: "Mujer que trabaja fuera del hogar sin descuidar su casa, a su ma-
ciones o son totalmente falsos "que se apoyan en rumores o imágenes dis- rido y a sus hijos" (desde aquí la crítica es que esos mensajes promueven e
tribuidos por los medios de masas o que se generan en nosotros como una impulsan la doble jornada de trabajo en las mujeres). Qué diferente sería
manera de justificar nuestra crueldad o nuestros propios prejuicios" (p. si el título dijera: "Mujer que trabaja fuera del hogar, compartiendo labo-
199). Quizás este comentario lo hace porque muchos de los estereotipos en- res domésticas y cuidado de los hijos con su pareja u otros miembros de la
cierran bastante ironía; al respecto Gómezjara y Dios (1973) destacan que familia". Sin embargo, algunos cambios incipientes empezaron a ocurrir
son "imágenes falseadas de una realidad material o valorativa que en la desde la década de los ochenta. Jennifer Foote, en un artículo publicado
mente popular o de grandes masas de población se convierten en modelos en la revista Newsweek (enero, 1988) presenta, entre otras, dos fotografías:
de interpretación o de acción... " (p. 130). En una de ellas aparecen dos hombres, uno cargando a un bebé de cin-
co meses y otro preparándole la comida a éste. Corresponde a la película
• Para ampliar la información relacionada con este punto, véanse a Pascuali (1980); Prie-
"Tres Hombres y un Bebé". La otra fotografía es un anuncio de Kodak, en
to (1981); Esteinou (1984) y Nethol y Piccini (1984).
r
332 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCF.SOS Y REFLEXIONES TEÓnICAS GÉNERO Y SOCIALIZACIÓN: FAMILIA, ESCUELA Y MEDIOS 333

el que, según se interpreta, el papá tiene en brazos a su hijo de aproxima- tal en la mujer, junto con la de "colaborar a la expulsión de los excesos ce-
damente ocho meses y le está dando un beso. lulares del hombre, de un modo natural" (Rascón, 1980).
A pesar de los cambios que empiezan a operarse, todavía por lo que res- Se ha dicho que el cerebro de la mujer es más pequeño y su capacidad
pecta a la mujer, los estereotipos más difundidos p~r los medios masivos de abstracción inferior, que son infantiles, emocionales, sin originalidad
son: a) la mujer como sexo débil; b) el lugar de la mu1er: el hogar; c) la mu- que p~esentan severas limitaciones en cuanto a su capacidad de atención;
jer como objeto sexual y consumidora; d) la mujer "liberada" y e) la mujer retención. De hecho, diversos estudios psicológicos y sociológicos parten de
asalariada (Bustos, 1985 ). las premisas prejuiciadas de las diferencias biológicas entre sexos, centra-
das en la función reproductiva, como seudoexplicación para la inferiori-
a) La mujer como sexo débil . . dad de la mujer. EstB.1! posiciones sin lugar a dudas reflejan una posición
Como ya se mencionó en el primer apartado de este traba10, los estudios extremadamente misógina hacia las mujeres. 5 Veamos algunos ejemplos
de Evelyne Sullerot sobre "el hecho femenino", que se realizaron desde (citados en Femández, op. cit.).
una perspectiva que incluyó lo biológico, lo psicológico y lo social, e~lum Para Erik Erikson, el diseño somático de la mujer "abriga un espacio in-
abajo la argumentación biologicista, pues a~que se reconoce que ens~en terior destinado a dar luz a la progenie de los hombres elegidos y, con él,
diferencias sexuales de comportamiento asociadas a un programa genético un compromiso biológico, psicológico, y ético para cuidar de la infancia
de diferenciación sexual, éstas son mínimas y no implican superioridad de humana".
un sexo sobre el otro. También se señaló que si hace miles de años las dife- Joseph Rheingold sostiene, " ... la anatomía determina la vida de la mu-
rencias biológicas, lo referente a la maternidad biológica, pudieron haber jer... Cuando las mujeres se desarrollen sin temer sus funciones biológicas
sido la causa de la división sexual del trabajo, propiciando la dominación y sin subversión de la doctrina feminista, y en consecuencia lleguen a la
de un sexo sobre otro, debido a la repartición de ciertas tareas y funciones maternidad con un sentimiento de realización y un sentimiento altruista,
sociales, en la actualidad esto ya no es vigente de ninguna manera. Las habremos alcanzado una vida buena y un mundo seguro en el cual vivir-
mujeres pueden decir si se embarazan o no, además que su inserción en la la". Seguramente que este autor se refería a "sentimiento altruista" como
fuerza de trabajo puede darse en cualquiera de los renglones de la econo- sinónimo de abnegación y autosacrificio por los demás.
mía. ·Otto Wininger es uno de los más destacados exponentes de la psicología
No obstante lo anterior, todavía prevalece la concepción de definir a la sexista. De acuerdo con este autor, "la mujer se consume en la vida sexual,
mujer no por su condición de individuo inte~~· sino p~r s~ condición re- en la esfera de la cópula y la multiplicación, es decir, en sus relaciones
productora, desprendiéndose de ésta sus actividades pnncipales: procrea- como esposa y madre ... La mujer no es otra cosa que "sexualidad"; el hom-
ción o reproducción, socialización-cuidado de los hijos y la ejecución de las bre es un ser sexual, pero también es algo más ... Las mujeres no tienen
labores domésticas. existencia ni esencia, son la nada. Se es hombre o mujer, según se sea o no
Por otra parte, " ... dado que las dos últimas funciones señaladas se han se sea".
considerado como económicamente improductivas, secundarias o de sim- El psicoanálisis, aunque teóricamente analiza fenómenos sociales, en la
ple apoyo al proceso de producción -dominio reserv~do ~ homb~e-- se. ha práctica terapéutica se limita a un individualismo fuera de contexto. Sin
caracterizado a la mujer en sí misma, como un ser biológ¡ca y psicológ¡ca- embargo, hay que aclarar aquí que esto ha cambiado, por lo que sería in-
mente inferior" (Femández, 1984, p. 64). justo generalizar, ya que existen, tanto en la práctica profesional como a
Lo anterior ha propiciado que la subordinación de la mujer no se perci- nivel de investigación, psicoanalistas (sobre todo mujeres) que luchan por
ba -por hombres y mujeres- como un hecho cultural, impues~o y, ~n con- combatir la ideología sexista imperante. Como un ejemplo de ello, consul-
secuencia, modificable, sino como un orden natural y por lo 1D1Smo mcues- te la obra de Beichmar (op. cit.) y de Mabel Burín (1996). Hecha esta acla-
tionable. ración, hay que decir que la concepción de mujer, desde el psicoanálisis
Existen diversas seudoexplicaciones "teóricas" sobre la inferioridad de la más ortodoxo, presupone que su frustración se debe a fenómenos de adap-
mujer: por ejemplo, en nuestro país durante la época del porfiriat~, ~l or-
5 Para consultar otras barbaridades en este
ganicismo o biologicismo social, justificó "científicamente" la infenondad mismo tema, con frases ªcélebres" de varios
personajes notables de la historia, véase a: Monsalvo, Sergio (1989). Del Perfecto Manual Misó-
de la mujer "descubriendo" que la función reproductiva era la fundamen-
gino. MéJ<ico: Tinta Negra Editores.
r
334 SIGNIF1CADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS GÉNERO Y SOCIALIZACIÓN: FAMILIA, ESCUELA Y MEDIOS 335

tación y aceptación de su papel como mujer. No analiza ni cuestiona pa- partiendo labores de hogar, pero si en alguna ocasión lo hacen, general-
trones socioculturales que definen ese papel, ni condiciones histórico-socia- m~nte son objeto de ridículo. Si a las mujeres se les presenta en algún tra-
les que lo determinan y sustentan. Busca los orígenes de esta frustración ba10 fuera de su casa, en general son ocupaciones subordinadas al hom-
en sus relaciones infantiles con el padre, hermano, etc., pero nunca en las bre, o con bajo estatus y remuneración.
relaciones con una sociedad patriarcal, represiva y discriminatoria en la Eitzen (1980) realizó un estudio en el que se analizaron 134 libros de
que la frustración femenina sólo puede ser un signo de salud mental. Al 12 _editoriales distintas, encontrando que la propo~ción de biografías mas-
pretender que sus pacientes se adapten al medio social en que viven, psicó- culmas respecto a las femeninas era de 6 por 1. Unicamente aparecieron
logos y psiquiatras contribuyen al sometimiento y explotación ~e la mujer, 33 niñas inteligentes en comparación con 131 niños inteligentes. Los li-
reafirmando los prejuicios que la sostienen (Ibid., 67). bros señalaron 40 ocupaciones para mujeres y 215 para hombres. La mu-
Los anteriores ejemplos son muestra clara de que la condición de opre- jer adulta es casi siempre madre y está en la casa.
sión de la mujer ha podido sostenerse gracias al reforzamiento continuo de M_edina-Pichardo et al. (1982) realizaron una investigación en la que
una ideología patriarcal-sexista, la cual como ya se ha visto, es impuesta y analizaron _2_0 programas de televisión (13 americanos y 7 mexicanos, to-
reforzada a través de las instituciones, las leyes, la familia, la educación y los dos transm1ndos en México), con el fin de identificar el grado de sexismo
medios masivos de difusión. que se presen~a en dichos programas. Los resultados revelan que a pesar
Existen diversos estudios e investigaciones que evidencian la forma en de que hay seX1Smo en los programas de ambos países, éste es más acen-
que los medios masivos de difusión en cualesquiera de sus distintas for- tuado en M~xico. El porcentaje de personajes con rasgos sexistas en pro-
mas, confirman a la persona que se pone en contacto con ellos, sea de uno gramas mexicanos fue de 62%, en tanto que en los americanos correspon-
u otro sexo, el estereotipo de la mujer como un ser inferior en la relación dió a un 34%. Al analizar el tipo de ocupaciones con las que aparecen los
al hombre. Algunos ejemplos son los siguientes: personajes, se observó que la mujer, en los programas mexicanos, nunca
Courtney y Lockeretz (1971) analizaron anuncios impresos, en ocho re- aparecía como profesional o técnica, ni como funcionaria o ejecutiva (esto
vistas, concluyendo que presentan los siguientes estereotipos sobre la mu- e~, el porcentaj~ fue 0%), mientras que los hombres aparecen como profe-
jer: a) las mujeres son dependientes y necesitan la protección de los hom- s10nales o técmcos en un 14.3%. En los programas de Estados Unidos se
bres; b) las mujeres no toman decisiones importantes ni hacen cosas encontró, aunque en forma menos dramática que en México, una diferen-
importantes; c) los hombres consideran a las mujeres, esencialmente, como cia dependiendo del sexo del personaje en las ocupaciones estudiadas.
objetos sexuales, ellos no están interesados en la mujer como persona; d) el Como profesionales o técnicos/as se encontró un 22. 74% de mujeres en
lugar de la mujer es en la casa. comparación con 43.22% en los hombres. Dentro de las categorías de fun-
Wirtenberg y Nakamura (1976) estudiaron los estereotipos que presen- cionarios/ as o puestos directivos, las mujeres ocuparon un 4.51 %, en tanto
tan diversos medios de comunicación en relación con el hombre y la mu- que los hombres un 13.70%.
jer, encontrando que: a) los hombres aparecen como equilibrados, inde- Los au!ores señalan que la televisión presenta una discriminación ocu-
pendientes, activos, fuertes, poderosos, capaces, autoritarios, responsables; pacional, la cual refleja la ideología discriminatoria predominante en el
mientras que a las mujeres se les presenta como emocionalmente inesta- ámbito nacional (en los dos países). Estas imágenes, por otra parte, distor-
bles, infantiles, pasivas, indecisas y con necesidades de ayuda y aproba- sionan la realidad, en la medida en que sólo dan cuenta de una parte de
ción; b) los hombres son presentados en una proporción mayor que las mu- ella.
jeres; c) comúnmente los hombres presentan roles de trabajo y padres, sin Raisbaum (1986), partiendo.del supuesto generalizado de que en los
aparente conflicto alguno. En cambio las mujeres aparecen la mayoría de países latinoamericanos existe el mayor grado de machismo que en otras
las veces desempeñando el rol de amas de casa únicamente, pero cuando sociedades, analizó telenovelas mexicanas y norteamericanas, planteando
se les presenta desarrollando un trabajo remunerado, generalmente parece la hipótesis de que en las primeras (las mexicanas) se mostraría, en las in-
haber conflicto; d) los hombres aparecen en ocupaciones más lucrativas, teracciones de personajes hombres-mujeres, un grado más alto de machis-
importantes y poderosas que las mujeres; e) los hombres aparecen reali- mo que en las segundas (las norteamericanas). El análisis de contenido de
zando actividades fuera del hogar que abarcan desde ser empleado, dueño cinco telenovelas de ambos países reveló que la representación de los per-
de una empresa, hasta llegar a ser un héroe. Rara vez se les presenta coro- sonajes heroína-villano coadyuva efectivamente a la conservación del rol

,_;.;;.,
336 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS

femenino tradicional. Contrariamente a lo encontrado por Medina-Pichar-


1 GÉNERO Y SOCIALIZACIÓN: FAMILIA, ESCUELA y MEDIOS 337

Sin embargo, estudios más recientes han encontrado que esta tesis rela-
do y cols. (op.cit) y también a la hipótesis formulada por la autora de esta ci1;mada con una moti_vación en las mujeres para evitar el éxito, parece que
investigación, en este estudio del grado de machismo fue sorpresivamente está superada. Es decir, no -hay un temor a sentirse exitosas, o a sentir que
más alto en las telenovelas estadounidenses que en las mexicanas (en espe- son "menos mujeres", o plantearse como limitación que no conseguirán
cial en las subcategorías de dominio/sumisión, de agresión y de masculini- pareja, etc. Lo que sí se observa es que muchas mujeres plantean una serie
dad tradicional). de consideraciones muy objetivas, producto de su condición de género, es
Los anteriores son sólo algunos ejemplos de las investigaciones que se decir, de los roles de género asignados socialmente. Por ejemplo, antes de
han realizado, donde se pone de manifiesto la importancia de los medios tomar la decisión de asumir un cargo de responsabilidad, tienen que con-
masivos para reforzar y mantener ese estereotipo de inferioridad'de la mu- siderar los horarios de reuniones, juntas, consejos, etc., específicamente
jer, pero además tratando de que la gente crea (hombres y mujeres) que cuando hay hijos/ as y no se cuenta con apoyos ni infraestructura que las
esta característica es biológica, apropiada y deseable a todos los miembros descarguen o alivianen estas responsabilidades como parte del rol de la
de la sociedad. Cabe destacar que, tal como señalan Davidson y GQrdon maternidad social (está de sobra decir que los horarios de los trabajos son
(1979), dicha creencia no ha sido mantenida a través de la coerción, sino androcéntricos; esto es, están hechos para que haya una persona que asu-
más bien "mostrando" a la gente de que resulta benéfico y equilibrado ma la responsabilidad de hijos/as a la llevada y salida de la escuela, labo-
asumir la posición social que le "corresponda". De acuerdo con estos auto- res de la casa, etc. y que por lo regular recaen en una mujer).
res, la internalización de los roles de género se da como sigue: el niño
aprende a asociar que al presentar el papel "apropiado" obtiene el cariño, b) El lugar de la mujer es el hogar
la salud y la normalidad implícitos. De lo contrario recibirá desaproba- Ya se hizo alusión en este trabajo cómo a partir de ciertas diferencias
ción, castigo y estigma. Entonces, empieza a creer que el realizar ciertos biológicas se han justificado, sin fundamento sólido alguno, todas las desi-
comportamientos son correctos o equivocados en función del sexo, y de gualdades sociales entre hombres y mujeres, confinándola al ámbito del
esta forma intemaliza las normas de cada papel. Por supuesto que éste es hogar.
un enfoque muy conductual. En contraposición a esto (y más adelante se Y en 1793, cuando la actriz Rose Lamcombe (quien participó en la
abordará) está un nuevo enfoque dentro de los medios y es el que se refiere toma de Las Tullerías, en Francia, vestía de hombre y presidía la Sociedad
a la formación de audiencias críticas hacia los medios de comunicación. de Mujeres Republicanas y Revolucionarias) fuerza la entrada el Consejo
Son varios los efectos dañinos que tiene los estereotipos sexuales. Hor- General acompañada por un grupo de Mujeres, el procurador Chaumette
ner (1969; 1972) hace referencia a una de esas consecuencias negativas al la increpa duramente: "¿Desde cuándo se les permite a las mujeres abjurar
describir que la mujer adquiere una motivación para evitar el éxito. Según de su sexo, convertirse en hombres? ... La naturaleza ha dicho a la mujer,
esta autora, el éxito en el hombre se percibe como compatible con su senti- sé mujer. Los cuidados de la infancia, los detalles del hogar, las inquietu-
miento de masculinidad; pero en la mujer suele ser un beneficio que pro- des de la maternidad, esos son tus trabajos" (Foppa, 1980, p. 83).
duce conflictos y que no está exento de desventajas, porque el éxito profe- Al respecto, en 1869 John Stuart Mili decía: "lo que se llama hoy natu-
sional puede entrañar fracasos en la esfera personal y porque las raleza de la mujer es un producto eminentemente artificial" (Foppa, op.
cualidades indispensables para conseguirlo pueden oponerse a las que se cit.). Por su parte, Simone de Beauvoir (1975) en su clásico libro El Segun-
requieren para tener éxito como "mujer". En otras palabras. La mujer en do 8e3XJ señala: "no se nace mujer, una se vuelve mujer". A esta última fra-
este caso se estaría saliendo de su papel, al presentar características como: se se le podría agregar que son los agentes de socialización, como repre-
inteligencia, iniciativa, creatividad, independencia, responsabilidad. Estas sentantes de una ideología sexista, los que hacen que una se vuelva mujer.
características aunadas a otras, como que no sea sumisa y que se resista a Toda la educación que se le da a la mujer, toda la información y la in-
la dominación del hombre, hacen que tanto ella como el resto de la socie- fluencia que recibe desde el instante mismo en que nace, la programan
dad acaben por creer que existe algo malo o anormal en ella. A nivel per- para su único destino: el matrimonio y la maternidad. Cualquier actividad
sonal, se produce una disonancia cognoscitiva, es decir, un estado de ten- extra que realice como trabajo remunerado, política, escuela, se considera
sión o desequilibrio interno, debido a la discrepancia entre la imagen como secundaria, sustituta temporal o preparatoria para su papel central.
social de la mujer y lo que realmente es ella.
338 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCF.SOS Y REFLEXIONF.S TEÓRICAS GÉNERO Y SOCIALIZACIÓN: FAMILIA. ESCUELA Y MEDIOS 339

Varios estudios dan cuenta de la forma en que los medios masivos pre- Debido a que la mujer es considerada como inferior al hombre y por lo
sentan como estereotipos a la mujer en su papel de madre y ama de casa, tanto se le niega toda capacidad para una actividad intelectual seria, gene-
así como la aspiración de toda mujer en llegar al matrimonio. ralmente a ella se le caracteriza y valora sólo por el cuerpo, asimilando
Eitzen (1980), al analizar los estereotipos femeninos en revistas, encon- muy bien esa consigna. Como apunta Femández (op. cit.):
tró que la mujer emerge en varias anécdotas y artículos como la ama de
la más mínima imperfección en nuestros cuerpos siempre es motivo de una
casa feliz, preocupándose por las necesidades de su esposo e hijos.. . Intima ansiedad y profundo miedo. Estas supuestas imperfecciones siem-
Downing (1974) y Manes y Melnyck: (1974) encontraron _e~ sus mvest_iga-
pre son con relación al modelo que la moda y la publicidad imponen en
ciones que, en términos generales, los pro~a~as de teleVJSió_n transmiten cada época. Una temporada debemos tener el busto grande y otra pequeño,
el mensaje de que la única manera de realización para la mu1er es por me- y alternativamente nos sentimos bien o mal. La. conciencia de ser objetos
dio de matrimonio y que la ocupación más frecuente es la de ama de es la condición común a todos los tiempos, es nuestro estado de mente nor-
casa. 6 mal ... Sentimos que somos bienes de consumo ... porque nuestros cuerpos son
Santa Cruz y Erazo (19?3), en su amplia investigación sobre las revistas utilizados para vender productos inútiles... (p. 73).
ublicitarias "femeninas", encontraron que el centro de la vida afectiva
La definición que se da en las revistas acerca de la mujer se refiere a
:el "nuevo" modelo femenino que ese medio transmite y hacia el cual es-
que es un elemento valioso únicamente por su belleza y por el sexo. Al res-
tán dirigidas todas las actividades que la mujer_ desempeña, s_igue sie~~o el pecto, García-Calderón (1980) sostiene que la imagen ideal que ofrecen las
hombre· cualquier otra relación -ya sea de am1Stad de traba10 o familiar- revistas es la de una mujer de los sectores medios y su arribo al consumo:
es prácticamente inexistente. En segundo plano ! cerrado definitiv~mente ya sea dentro de los límites del hogar, manejando el presupuesto familiar,
el ámbito afectivo de la mujer, está la maternidad. La explotación del o como mujer "activa" que compra ropa y perfumes para lucir atractiva en
amor maternal y de todos los sentimientos que se desprenden de él, sigue su trabajo.
siendo practicada fuertemente por la publicidad. Las autoras destacan En general se encuentra que la publicidad promueve un nivel socioeco-
que la ideología que subyace a los mensajes de las revistas, avala y pres~n- nómico-cultural y un modelo físico que no corresponde a la realidad lati-
ta como perfectamente "natural" el trabajo no remunerado que la mu1er noamericana. Se observa la imposición de modelos físicos, mujeres y niños
desempeña dentro de su casa y que sigue siendo obligatorio para ella, a pe- cuyos rasgos corresponden a características raciales de la población euro-
sar de que ésta desempeñe un trabajo rem_uner~d?. Además,_presentan las pea. Con base en los datos de la investigación de García-Calderón (op. cit.),
labores domésticas como agradables, estéticas, livianas (gracias a la tecno- en las revistas mexicanas un 70% de los anuncios promueven un nivel so-
logía) y llenas de compensaciones afectivas. cioeconómico y cultural que sólo puede ser alcanzado por una minoría, y
el 9% promueve un modelo físico que no corresponde a nuestras caracterís-
e) La mujer como objeto sexual ticas étnicas.
Aunque este título podría haberse abordado como dos, en forma separa-
da la razón de haberlas dejado en uno solo radica en que están muy rela- d) La mujer "liberada"
ci;nadas. En el primer caso, los medios masivos en general y en especial la Dentro de los medios masivos de difusión, las revistas femeninas juegan
publicidad utiliza la imagen de la mujer como anzuelo para la venta de un importante papel como difusores de ideas y formas de pensar que ayu-
sus productos (sean para ella, para el hombre, para el hogar o cual~er dan a conformar la mentalidad de algunas mujeres de la sociedad. Vale la
uso). En el segundo caso, la publicidad se ha encargado de que la mu1er pena mencionar que aunque lo medular sigue siendo reforzar y legitimar
introyecte el hecho de que será a través del consumo de artículos, como los roles tradicionales de la mujer, también es cierto que no pueden sosla-
ella podrá ser valorada y podrá alcanzar sus metas. Esto es válid? tanto yarse los cambios que se producen en la sociedad. Así, cuando a finales de
para productos de uso personal, como para aquellos que no, P?~ e1emplo: los sesenta resurgen, en Estados Unidos de Norteamérica, los movimientos
los del hogar, pues es ella la encargada de las compras. La publicidad tam- feministas, la actividad proderechos de la mujer cobra fuerza. Ante este he-
bién rodea a estos artículos de una serie de "cualidades" y "atributos" cho, los medios y en particular las revistas, no pueden sustraerse del cam-
como: estatus, belleza, aceptación de la familia, juventud, etcétera. bio que se está gestando y adoptan también ellas la posición de hablar de
6 Referidos por Medina-Pichardo y cols. {op. cit.). una supuesta "liberación femenina". Veamos cómo lo hacen:
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!

340 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS GÉNERO Y SOCIAUZACIÓN: FAMILIA, ESCUELA Y MEDIOS 341

Los anticonceptivos, el sexo, el derecho al trabajo de la mujer, la abierta En los estudios realizados por Santa Cruz y Erazo (op. cit.), se analizó la
admisión del divorcio y la polémica en tomo al aborto, llegan a las pági- public'.dad en revistas como Buenhogar, Claudia, Vanidades, Cosmopoli-
nas de las revistas femeninas, antes plagadas de noviazgos y matrimonios tun, Bienestar, Kena., Ejecutiva y Activa, a partir de una serie de valores
felices. que están encaminados hacia una plena autonomía de la mujer. Estos fue-
En los países latinoamericanos donde todavía no se daba un movimien- ron: desarrollo intelectual., desarrollo creativo, participación en la produc-
to feminista organizado de importancia, se traslada el modelo que en Esta- ción, participación en actividades comunitarias, participación política,
dos Unidos se enfrentó con una fuerte corriente feminista. Así, antes de desarrollo sexual., compartir con el hombre el trabajo doméstico, la educación
que afloraran las demandas de cambio, se estaba controlando la posibili- de los niños y la responsabilidad económica. Se quiso determinar hasta
dad de evadirse de los modelos establecidos. qué ~unto la publicidad los contempla, asumiendo de alguna manera,
Sin embargo, la forma como fue manejada esta supuesta "liberacion", cambios que son necesarios y exigidos por grupos cada vez más mayorita-
se hizo de tal forma que en ningún momento alterara la ideología que es- rios, o si, sencillamente, se hace caso omiso de ellos, y contribuye a mante-
tos medios se encargaban de transmitir, pero al mismo tiempo al verse ma- ner el statu quo. Se encontró que en los cinco países latinoamericanos estu-
tizado el lenguaje que se utilizaba, daba la apariencia de que las revistas diados (México, Colombia, Venezuela, Brasil y Chile), existe un total
estaban interesadas en la "liberación femenina". Es decir, se trata de una desinterés del aparato publicitario por considerar cualquier elemento que
"nueva trampa" (tal como lo califica García-Calderón, op. cit.), ya que al pueda contribuir a mejorar la condición de la mujer. El 95.36% de los avi-
abordar el tema. lo desligan del contexto social en que surgen, le dan un sos considerados no tienen en cuenta ninguno de los valores analizados.
tratamiento individual y lo sitúan en el campo del sentimentalismo. En Con excepción de la categoría relacionada con desarrollo intelectual que
otras palabras, esta "liberación" se proponía dentro del personal y reduci- obtuvo un 3.19%, el resto de los valores quedaron por ahajo del 1%. Estos
do mundo de la mujer, o sea en el hogar, constituido como el universo y el porcentajes confirman la actitud del aparato de comunicaciones, en el sen-
centro de sus problemas. Ahí es donde le dicen que se requiere hacer cam- tido de evitar cualquier aporte a reivindicaciones de sectores de cada vez
bios y mostrar su influencia y su "evolución" ofreciéndole modificaciones más vastos de la población femenina.
tanto dentro del matrimonio, como en las relaciones sentimentales.
A la mujer que desempeña un trabajo remunerado (generalmente en el · e) La mujer asalariada
área de servicios), le dicen que está participando en el mundo e inde- El tema del trabajo remunerado femenino, dentro de la estructura so-
pendizándose, aunque así desarrolle una doble jornada y se vea sometida cial, es el más peligroso y conflictivo, debido a las implicaciones que tiene.
tanto a las labores del hogar como en su lugar de trabajo. Ahora bien, Encierra las contradicciones que permiten la propia supervivencia del sis-
¿cómo es concebida la liberación de la mujer en estos medios? General- tema; de allí la necesidad de convertirlo en un mito y de ocultar una reali-
mente la resumen a una determinada forma de "libertad sexual". El ejem- dad que, de hacerse consciente, crearía las condiciones para los cambios
plo que proporciona García-Calderón (op. cit.), extraído de la revista Cos- en las estructuras que mantienen en pie el actual sistema (!bid.).
mopolitan, resulta muy ilustrativo: "La mujer de hoy, según los psiquiatras, Es bien sabido que para la mujer asalariada existe una doble explota-
busca liberarse de la dominación "machista" (un amante celoso, un mari- ción: primero es explotada en el trabajo asalariado, pues debido a su con-
do tirano) y por lo tanto su única solución es: una sucesión de mini-aventu- dición de mujer el salario que recibe es -en muchos casos todavía- infe-
ras". rior al que recibiría un hombre realizando la misma actividad. Por otro
Como puede verse, esta "libertad sexual" por medio de "mini-aventu- lado, al realizar un trabajo remunerado no se libera. de ninguna manera,
ras" en ningún momento se inclina por cuestionar los papeles tradiciona- del cuidado de los hijos y de su papel de ama de casa. Así pues, muchas
les impuestos a la mujer: el matrimonio, labores del hogar y cuidado de los mujeres tienen que trabajar, en promedio, cuando menos 80 horas a la se-
hijos, o bien la condición de sujeto activo-sujeto pasivo en una relación se- mana y en muchos casos rebasa las 100 horas, dependiendo del número y
xual. Aquí debe aclararse que, además de que la liberación sexual, sólo edad de los hijos y las dificultades de la vivienda y el lugar de residencia
forma parte de algo más complejo que es la liberación femenina., en el (de aquí quedarían excluidas aquellas mujeres que cuentan con servicio
caso expuesto más bien se trata de cierta "permisibilidad", pero sin afectar doméstico, que es una minoría y cada vez se reduce más).
las estructuras.
342 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS
GÉNERO Y SOCIALIZACIÓN: FAMILIA, ESCUELA Y MEDIOS
343
A pesar de que la situación antes descrita (de la doble jornada de traba- más bien tiene sus raíces en factores socioculturales (el género), como pro-
jo), es una realidad que concierne a la mayoría de 18:5 mujeres latinoame ri- ducto de una ideología patriarcal -sexista que es transmiti da, promovida,
canas que trabajan fuera de sus hogares, nunca es abordada como tal en reforzada y perpetua da por las diferentes instancias de socialización, den-
los medios masivos de difusión. De hecho, presentan sólo un porcentaj e tro de las cuales los medios masivos de difusión juegan un papel muy im-
muy bajo realizand o trabajo remunera do. Y, generalm ente, estos trabajos portante. 7
se refieren a aquellas tareas que implican una extensión de las labores del
Los estudios citados lo evidencia n ampliame nte y constituy en sólo algu-
hogar (secretaria., enfermer a, maestra), es decir, asociadas con la condición nos ejemplos de la abundant e investigación que se ha generado al respec-
de subordin ación. Recuérde se que en la investigac ión realizada en México to. Sin embargo, en éstas y en muchas otras investigaciones que por razo-
por Medina-P ichardo (op. cit.), en ninguno de los programa s mexicanos nes de espacio no pudieron menciona rse aquí, se observa que el análisis
aparecerí an mujeres profesion ales o técnicas o bien, como funcionar ias o de los contenido s y mensajes reportan el juicio o perfección de las o los in-
en cargos de dirección. vestigadores y en la mayoría de los casos los hallazgos son similares respec-
Todavía existen medios masivos que cuando proyectan a la mujer reali-
to a las imágenes y estereotipos femenino s transmitid os por los-diferentes
zando un trabajo extradom éstico remunera do, transmite n el mensaje de medios masivos.
que lo hace debido a algún problema personal o que se trata de algo pasa-
En este sentido, surgió el imperativ o de realizar estudios en los que las
jero. Al respecto Manes y Melnyck (op.cit) señalan que la imagen que pro-
propias mujeres, como protagoni stas y sujetos sociales, fueran las que opi-
yectan los medios acerca de la mujer que trabaja, es en muchos casos de
naran o reportara n cómo percibían los mensajes que sobre las mujeres
una persona no realizada ; asimismo , proyectan la idea de que la mujer proyectan los medios masivos, es decir, cómo se perciben ellas mismas en
busca muchas veces, ante la imposibil idad de casarse. esos mensajes que transmite n tales medios, qué es lo que más les gusta,
Antes de finalizar con esta sección, debe destacars e que en la actuali-
qué les disgusta, con qué elemento s se identifican y por qué, o bien, cuáles
dad, los medios de difusión, en especial las revistas, cada vez proyectan les parecen degradan tes para la mujer y por qué razones; detectar si existe
más la imagen de la mujer que realiza trabajo remunera do, debido a que
o no correspon dencia entre lo que es percibido por ellas y lo encontrad o
como se mencionó previame nte, los medios tienen que adecuarse a los en las investigaciones llevadas a cabo; averiguar si lo anterior ocurre por
cambios que está sufriendo la sociedad. El ejemplo típico lo constituye la igual en todas las mujeres o si se observan diferencias dependie ndo de
revista Karma., de reciente aparición (empezó a circular en octubre de ciertas caracterís ticas y condicion es específicas de las mujeres.
1986), la cual va dirigida preferent emente a mujeres que están incorpora- El conocimi ento que se ha podido recabar con respecto a lo anterior, ha
das a la fuerza de trabajo asalariad o (pero de cierto nivel), o bien que caen sido de vital importan cia para conocer los niveles de autoconc iencia en las
dentro de las categorías de mujeres "empresa rias" o "intelectu ales". mujeres respecto a las imágenes y estereotipos que sobre ellas mismas pro-
No obstante, todo esto lo hacen de manera funciona l a los intereses de yectan los medios masivos.
la clase dominant e; se trata pues, de algo perfectam ente coherente . Cobra En otras palabras, se trata de investigaciones acerca de cómo perciben
sentido aquí el comentar io de Santa Cruz y Erazo (op. cit.) en términos de estos mensajes las mujeres, cómo los procesan, qué impacto tienen en
que el grupo dominant e promueve el trabajo remunera do en las mujeres, ellas, cómo los transform an, qué seleccion an y qué desechan ; así como los
entre otras cosas porque de esta manera se va acrecenta ndo un poder con-
sumidor.
7 Independie
ntemente del grado de desarrollo de los países o del sistema sociopolítico
CONSIDERACIONES A LAS INVE5l1GACI0NES REALlZADAS imperante. En el primer caso, tenemos el ejemplo de Suecia, pais considerado oomo
uno de
Y PLANTEA MIENfO DE UNA ALTERNATIVA los que tienen un sistema de seguridad social de los más avanzados, se observa que los
traba-
jos de menor remuneraci ón son ocupados en su mayoría por mujeres y los cargos a nivel
polí-
Lo expuesto anteriorm ente permite dar cuenta de que con respecto a la tico están dominados por los hombres. (Consúltese la entrevista con la Ornbudsma nJnga
Tor-
nel, Fem, jul., 1987). En el segundo caso, el eiemplo puede ser Cuba, país socialista en
condición de subordina ción y discrimin ación que todavía prevalece en las el que,
si bien se han obtenido ciertos mínimos de bienestar, todavía persiste una man:ada
diferen-
distintas sociedades, existe amplia evidencia para descartar la explicación cia entre trabajos femeninos y masculinos. Asimismo, la investigación a nivel nacional
sobre
de que esto tiene sus orígenes en factores de tipo biológico (sexo), sino que la Mujer Dirigente en Cuba ha mostrado los problemas de discriminac ión a que se
enfrenta
para lograr estos cargos.
344 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS GÉNERO Y SOCIALIZACIÓN: FAMILIA, ESCUELA Y MEDIOS
345
factores que intervienen para que ocurra o no cualesquiera de estas situa- Se concibe a los(as) receptores(as) como seres históricos, insertos en un
ciones. grupo social que tiene una visión del mundo, que son capaces de construir
cul~ra (valores, con?cimientos y actitudes que resultan significativos para
La formación de audiencias crúicas hacia los medios satisfacer sus necesidades) a partir de la totalidad de la vida. De este
de comunicación con enfoque de género modo, su relación con los medios la hace portando esa cultura. Se trata de
sujetos activos que pueden aliarse con ellos, relaborar una visión del mun-
Aquí también se parte de la preocupación e interés por erradicar los este- do que le están presentando o, incluso, resistirla (CENECA, 1992).
reotipos de género proyectados por los medios de difusión, planteándose A corto plazo, se pretende ampliar y potenciar las capacidades sociocul-
por consiguiente la necesidad de reivindicar la diversidad de atributos, ras- turales de semantizar activamente la TV. En lugar de hablar de lectura crí-
gos, características y actividades que manifiestan y realizan las mujeres y tica, se adopta la terminología de recepción activa de la TV. Se da un res-
hombres en los diferentes ámbitos de acción como: mercado de trabajo, cate de la expresividad cultural de los grupos sociales.
educación, participación política, familia, trabajo comunitario, etc. y que, Como objetivo de mediano plazo el CENECA (op. cit.) plantea que la re-
generalmente son omitidos, silenciados o distorsionados por los medios de cepción activa estimule la constitución de un actor social capaz de deman-
comunicación. dar activamente una orientación y una programación de TV adecuada a
En ese sentido, resulta muy importante investigar qué está pasando en sus intereses, necesidades y motivaciones. Lo que se pretende es actuar, po-
las personas consumidoras de estos medios, es decir cómo se da el proceso sitivamente, sobre el polo de la producción y programación para TV, es de-
de recepción, partiendo de la premisa de que los medios se enfrentan a cir, en la toma de decisiones.
distintas audiencias o públicos, esto es, se trata de un población hetereogé- En síntesis, los objetivos de la Recepción Activa son, por un lado, faci-
nea, con historias, necesidades y deseos diferentes. Por lo tanto, las audien- litar una apropiación más crítica de los mensajes televisivos y, por otra
cias de los medios de comunicación, sobre todo de la televisión, son am- parte, motivar y preparar al receptor para presionar al emisor y así ir re-
plias y muy diversas, pues abarcan desde niñas/os, jóvenes, amas de casa, orientando la oferta de los mensajes de la televisión y elaborando semióti-
ejecutivos/ as, profesionales, obreros/ as, por citar algunas. camente la demanda cultural. También se destaca que un mayor acceso a
De lo anterior se deriva nuestro segundo supuesto. Este se refiere a que la TV puede darse vinculando horizontalmente a los productores con los
las formas de percibir las imágenes y mensajes proyectados por los medios, movimientos y grupos sociales. Este vínculo sería un proceso interactivo de
es decir, la "lectura", la interpretación, el significado y resignificado que se aprendizaje mutuo, donde los productores de la TV se sensibilizan con la
deriva de la información recibida, ocurre de forma distinta en las diferen- demanda cultural de los grupos sociales y éstos comprenden las formas
tes audiencias. semióticas televisivas adecuadas para expresar las demandas culturales.
El estudio de la recepción de los medios representa en la actualidad un Lo anterior permitiría una educación integral para la Recepción Activa de
componente indispensable en la investigación y análisis de los medios de laTV.
comunicación. Se coloca a las audiencias consumidoras de los diversos me-
dios, como entes activos, como sujetos sociales capaces de crear y recrear, Algunas experiencias de irwestigación en recepción crúica
de dar significado y resignificar las informaciones y mensajes recibidos. La de los medios de comunicación, desde la perspectilJa de género
preocupación central no es ya sobre los efectos, sino sobre la identificación
de relaciones entre la audiencia y el medio. En ese sentido, desde hace Dentro de las -escasas experiencias en relación con lo anterior, se mencio-
años quedó superada " .. .la tesis que sustentaba el poder ilimitado y omni- narán tres. La primera corresponde al trabajo realizado en Chile, en el
potente de los medios masivos sobre una masa atomizada, indefensa y pa- CENECA por Edwards, Cortés y Hennosilla, (1986). La segunda se refiere
siva de receptores ... " (Hermosilla, 1987, p.14). a un estudio realizado en Colombia por Sonia Muñoz (1988). La tercera
La educación para los medios de comunicación se propone específica- experiencia, es en relación con lo que hemos venido realizando en México
mente formar personas críticas y activas frente a los diversos procesos de en varios estudios (Bustos, 1989; 1992; 1993; 1994); así como los llevados a
comunicación en que está inmersa (Charles y Orozco, 1990; 1992). cabo por Charles (1996), con maestras de primaria.
r
i

SIGNIF1CADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS GÉNERO Y SOCIALIZACIÓN: FAMILIA, ESCUELA Y MEDIOS 347
346

El trabajo realizado en Chile, "Mujer TV", por el CENECA (Edwards, dad, nuestra propia expresividad no sólo como "receptoras televisivas"
sino como mujeres. '
Cortés .y Hermosilla, 1986), se hizo con mujeres de colonias populares,
aunque hay que aclarar que explícitamente no se manejaba una perspecti- La segunda experiencia, se refiere al estudio realizado en Cali, Colom-
va de género. Aquí se partió del supuesto de que es posible pasar de la cali- bia, por Sonia Muñoz (1988) sobre "Dos Modos de Ver Telenovelas", en el
dad de receptoras pasivas, que indiscriminadamente consumen lo que la que participaron un grupo de mujeres adultas de un barrio popular, y un
televisión ofrece (aunque se considere malo o dañino), a receptoras activas. grup~ ~e jóvenes estudiantes (ambos sexos) de clase media, citadinos. Aquí
Esto implica desarrollar una capacidad crítica frente a la televisión, lo que tamb1en hay que señalar que dentro de los propósitos de la investigación
conduce necesariamente a ser más selectivas. no se contempló hacer un análisis específico desde la perspectiva de géne-
Pero además de formular críticas a la TV, se destaca en este trabajo del ro.
CENECA {op. cit.), la necesidad de generar una respuesta activa ante la La autora sugiere que en la base de las lecturas que estos dos grupos ha-
TV. En ese sentido, la metodología desarrollada, de manera creativa y cen de las telenovelas, existen tres aspectos interrelacionados entre sí. Esto
acorde con las características de estas mujeres de colonias populares, in- es, el consumo de la telenovela está mediado por: un modo particular de
cluye nueve unidades de trabajo (yo y la TV; la telenovela; la teleserie; el goce estético, una forma de concebir el tiempo (vivido), y por último, una
sueño de mi vida; la publicidad por TV; las noticias por TV; los "shows"; el forma particular de conjugar y articular saberes en el mom~nto del consu-
mejor programa para nuestros niños; mis demandas a la TV; y evaluación mo.
general de la experiencia; así como una guía de capacitación para monito- Para las mujeres adultas de ese estudio, la tele~ovela es algo con histo-
ras). En cada una de ellas el objetivo se centra en que las mujeres, traba- ria, ~s decir, "viejo". Es la ficción ejemplar: testimonio de vida, ejemplo a
jando en grupo, confronten lo que ofrece la TV, con sus propias percepcio- seguir, drama que ha vuelto, como la vida, una y otra vez a repetirse {que
nes, necesidades y valoraciones. En consecuencia, ir teniendo una opinión concuerda con la vida de estas mujeres, regida por la inmutabilidad pe un
propia ante la TV. orden hecho de la repetición de ciclos: para la mujer, nacer, crecer, tener
Eu otras palabras, ir definiendo el tipo de TV que queremos y necesita- hijos, morir, repetir todos los días, de lunes a domingo las mismas rutinas
mos, de manera que podamos participar, incidir, influir y demandar en la que, además fueron las de su madre; la pobreza y el desamparo que si-
medida de lo posible. guen, allí también, inmutables). En cambio para los/las jóvenes, la televi-
Las autoras (op. cit.) destacan que, tal como lo suponían, la realidad sión es el medio que nació con ellos/ as: siempre ha estado ahí. Es el medio
Mujer-TV iba a presentar características muy particulares en relación a que "aceptado como natural", se constituye en la más rica fuente de expre-
otros grupos como adolescentes de nivel medio, con quienes previamente sión audiovisual.
se había trabajado. Sus hallazgos les permiten descubrir que entre la mu- Por otra parte, las mujeres adultas intuyen y esperan que la telenovela
jer y la TV existe una relación constante y envolvente, íntima. Ahí está el se desarrolle de una cierta manera, con un final previsto. Una mujer decía:
aparato receptor, casi siempre encendido, acompañando a la mujer en su "la novela me gusta por los problemas que ve uno allí. Se ve mucho de la
soledad, aunque ella no lo esté viendo; desatando sus fantasías, en algunos vida real". Pero en esta lectura, la telenovela no deja de ser ficción: ella es
casos; despertando sus sueños y anhelos, en otros; provocándole frustra- como la vida; y ese no ser la vida misma, pero poder remitirla a ella, ese
ción, rabia o dolor, muchas veces... pero, en cualquiera de ellos, cumplien- mundo entre lo real y la ficcion, es lo que permite el reconocimiento y el
do una importante función dentro de sus vidas, hoy por hoy con tantas ca- goce. Por lo que toca a los/las jóvenes explícitamente manifiestan que la
rencias y vacíos y en el marco de la estricta sobrevivencia. telenovela "habla de la vida", a partir de operaciones de construcción y
A partir de lo anteriormente encontrado en estos grupos de mujeres, las dramatización de "hechos reales". Su percepción de la telenovela apunta
autoras concluyen que su posición es respetar profundamente esa reali- hacia el hecho de que el relato está construido -,y fragmentado- (¿como la
dad. "No creemos que haya una forma correcta de ver TV y otra incorrec- vida?), y que su "valor de goce" radica en la posibilidad de deconstrucción-
ta, y menos que tengamos la verdad a este respecto" (p. 7). Apuntan que construcción que, para ellos, permite su estructura. Sin embargo, la autora
sólo pretenden facilitar una metodología abierta, no directiva, que permita señala que tanto las mujeres adultas como los/las jóvenes consideran a la
aflorar lo que tenemos dentro y poder desarrollar nuestra propia identi- televisión como goce estético, así como fuente de información y entreteni-
miento.
T
348 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS GÉNERO Y SOCIALIZACIÓN: FAMILIA, ESCUELA Y MEDIOS 349

La tercera experiencia, se refiere a varios estudios que hemos realizado En relación a cómo percibían los estereotipos femeninos y masculinos
en México (Bustos, 1989; 1992; 1993; 1994; Charles y Orozco, 1990; 1992; representados por los personajes de las telenovelas, los datos no son muy
Charles, 1996). En el caso de la primera autora, estas investigaciones, en- consistentes, pues también se ven atravesados, además de la condición de
marcadas dentro de una perspectiva de género, se han centrado sobre el género, por factores tales como la edad (etapa del ciclo de vida) y el nivel
proceso de recepción de telenovelas mexicanas, tales como: "Quinceañe- socioeconómico. Por ejemplo, resulta muy interesante cómo en uno de los
ra", "Dulce Desafío", "Cadenas de Amargura", "Mundo de Juguete". El in- estudios (Bustos, 1992), las y los adolescentes se identificaron más con un
terés ha sido sobre todo analizar qué tanto las telenovelas siguen proyec- personaje adolescente, hombre, que poco se ajustaba al estereotipo tradi-
tando imágenes estereotipadas de lo femenino y lo masculino en mujeres y cional, en tanto que las madres de familia seguían inclinándose por perso-
hombres respectivamente, o qué cambios han ocurrido; y de manera espe- najes varones, con estereotipos masculinos ("me gustó por su voz muy varo-
cial, identificar si perciben y cómo perciben las diferentes audiencias estas nil, serio, frío y casi impositivo"). Sin embargo, en otro estudio (Bustos,
imágenes y papeles de mujeres y hombres que aparecen en las telenovelas. 1993), todavía hombres y mujeres destacan como algo primordial en
Las audiencias con las que se ha trabajado son: niñas/os, adolescentes los/las personajes la belleza, o atracción física. Y más marcadamente de
(ambos sexos) y madres de familia (los padres de familia no aceptaron par- parte de hombres hacia mujeres, lo cual corresponde a la norma social. Un
ticipar, aunque reco_nocían que sí veían telenovelas). En México, cada vez adolescente de clase media alta expresó: "Me gustaría tener a Sasha de no-
son más y variados los públicos que consumen telenovelas. Aunque tradi- via, pero con el cuerpo de Bibi Gaytán". Parece ser que los adolescentes
cionalmente se ha considerado que éstas son un campo reservado a las hombres siguen prefiriendo el estereotipo de belleza femenina convencio-
mujeres, en especial amas de casa y preferentemente de niveles socioeconó- nal, aunque según lo expresado por algunos, ellos ya no aspiran a ser
mico y escolar bajo, lo que se ha encontrado (Bustos, 1989; 1992) es que como el estereotipo masculino difundido.
también los hombres las ven; que por el tipo de telenovelas que desde me- En otro de los estudios realizado con niñas y niños (Bustos, 1994), para
diados de los ochenta empezó a transmitirse (donde los/las protagonistas explorar la recepción sobre diferentes programaciones televisivas infanti-
son artistas adolescentes, con alto prestigio en ese medio, y los temas que les: telenovelas, publicidad, concursos y caricaturas, en la primera etapa se
se abordan son de interés para ellos, como: drogadicción, alcoholismo, observó que, salvo contadas excepciones, lo expresado por ellas y ellos co-
aborto, etc., aunque sea de manera superficial o parcializada), éstas cap- rrespondía en gran medida a los estereotipos de géneno femeninos y mas-
tan en la actualidad gran cantidad de adolescentes, mujeres y hombres, e culinos. Sin embargo, a nivel de piloteo, se introdujeron algunos elementos
incluso niñas y niños, pero también madres y padres de familia y pobla- para propiciar la recepción crítica/ activa de los medios, encontrándose
ción adulta en general; que el nivel socioeconómico y escolar también va- una buena respuesta, a pesar del poco tiempo que se trabajó. Por ejemplo,
ría. Al preguntar a las y los sujetos de nuestras investigaciones en compa- .mientras que en la primera etapa del estudio, al mostrárseles fragmentos
ñía de quién o quiénes veían telenovelas, las respuestas abarcaron: madre, de la caricatura de "Peter Pan", las niñas decían, que Wendy era muy bue-
padre, herman/o, abuela/o, tía/o, pareja, hija/o, y más esporádicamente na, quieta, calmada y que esto está bien y que así eran las niñas, incluso
con la suegra, cuñada/o, sobrina/o, nieta/o. ellas se identificaban con esa personaje; en la segunda etapa, una de ellas
En cuanto a las razones expresadas por nuestras audiencias para ver te- comentó "me gustaría que Wendy no fuera tan pasiva", y uno de los niños
lenovelas, la principal fue el entretenimiento. Es decir, la telenovela es vis- expresó "pueden ser igualmente hábiles las niñas y los niños", entre otros
ta como un espacio de recreación y distracción. Esto no implica que todas comentarios.
las telenovelas que vean las consideren buenas, pues para esto expresan Los otros autores, que de hecho son de los primeros que en México em-
otras razones como: "el tema o trama, contenido, mensaje, etc.", "los acto- pezaron a estudiar el proceso de recepción crítica de los medios, son Char-
res y actrices" y "la actuación de los personajes". Interesó también explo- les y Orozco (ver los libro publicados en 1990 y 1992). Específicamente,
rar con quiénes socializan o comentan las telenovelas, encontrándose dife- Charles es la que se ha orientado a estudiar las audiencias críticas desde
rencias en cuanto a las poblaciones de adolescentes y de madres de un enfoque de género. Uno de sus estudios realizado en México (Charles,
familia. Las y los adolescentes reportaron que con quienes más la platica- 1996) con 30 maestras, a las que se dio un curso en el que se destacaba la
ban era con amigas(os) y compañeras(os), en tanto que las madres de fami- importancia de que los alumnos tuvieran un acercamiento crítico hacia la te-
lia dijeron que comentaban la telenovela sobre todo con las hijas. levisión en especial, se pidió a este grupo de maestras que analizaran el
l
350 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS GÉNERO Y SOCIALIZACIÓN: FAMILIA, ESCUELA Y MEDIOS 351

programa de televisión "La Carabina de Ambrosio", catalogado como se- México suscribió, derivados de la Conferencia Mundial de la ONU sobre
xista y de baja calidad. Para hacer tal análisis, se utilizó la técnica de El Mujeres de 1995.
Juicio a la Televisión, que consiste en dividir al grupo en tres subgrupos. Desde una perspectiva de género, formar audiencias críticas/activas acer-
De este modo, uno de estos tres tuvo que hacer la defensa, destacando las ca de la televisión, con respecto a los roles estereotipados de género que to-
"bondades educativas" del programa; el segundo tenía que acusar al pro- davía son transmitidos en los medios de comunicación, permitiría que fueran
grama por su mala calidad, nefasta influencia en niños y jóvenes, sexismo, las propias mujeres y hombres como actores sociales quienes demandaran
etc. ; y el tercero, que era el jurado, tenía que dar el veredicto: declarar al activamente una reorientación y una reprogramación de la TV, acorde con
programa inocente o culpable. sus inquietudes, necesidades, concepciones y motivaciones. Esto es, actores
Durante media hora, las maestras vieron un capítulo de este programa, sociales que pudieran participar en la toma de decisiones respecto a la pro-
en donde se presentaba a los personajes femeninos en forma verdadera- ducción y programación de la televisión.
mente denigrante, con plena identificación de los roles estereotipados de Para terminar, hay que puntualizar que la utilización del modelo de la
género (objeto decorativo, objeto sexual, personajes sumisos y serviles, etc.). recepción activa de los medios con un enfoque de género, implicaría un
Pues bien, después de que las maestras pensaron, analizaron, discutieron, proceso que tendería a problematizar tanto el contenido como la relación
defendieron y acusaron, declararon inocente al programa, es decir, lo cata- que establece el sujeto receptor con los medios de comunicación. El que
logaron como un programa "bueno". Como señala la autora (Charles, op. los diferentes públicos atravesaran por este proceso de. educación para los
cit.), a pesar de que todas eran mujeres, ninguna de ellas hizo referencia al medios (es decir, tener personas críticas y activas frente a los diversos pro-
triste y denigrante papel que ocupaban las mujeres en ese programa de te- cesos de comunicación en que está inmersa), generaría un conocimiento
levisión. "Pareciera ser que es tan natural que las mujeres tengan roles que para la acción.
.las denigran, que ni siquiera pudieron percatarse de ello un grupo de más En ese sentido, y considerando nuestra inquietud, serían los propios
de 30 personas ... El machismo y sexismo descarado de este programa pasó grupos quienes a partir de una recepción activa de los medios, sugerirían y
desapercibido" (op. cit., p. 20). ¿Qué podría esperarse de otros programas reclamarían cambios y transformaciones que pudieran incidir en las for-
donde el sexismo es más sutil y velado? mas como hasta ahora se han proyectado imágenes y mensajes acerca de
lo· que deben ser y hacer mujeres y hombres, de manera que pudiera inci-
A Manera de Reflexión dirse en la toma de decisiones para que fuera desapareciendo el sexismo
que todavía persiste en los programas y contenidos de los diversos medios
Lo anterior da cuenta de que urge en México, diseñar y poner en práctica de comunicación. Con esto, la sociedad entera saldría ganando y se tende-
programas de capacitación en recepción crítica de los medios de comuni- ría a las relaciones más equitativas entre mujeres y hombres.
cación desde una perspectiva de género, específicamente de la television,
donde las instancias involucradas sean padres/madres de familia, maes-
tros/as y niñas/niños. Consideramos que la cobertura de este triángulo es BIBLIOGRAFÍA
óptima y necesaria, ya que si ocurriera el proceso de recepción crítica/acti-
va en niños/ as y adolescentes con respecto á estereotipos de género, pero Abramovitz, M. (1991). "Putting an end to doublespeak. about race, gender,
no en la familia o la escuela, no surtiría un buen efecto, o más bien, éste and poverty: An annotated glossary for social workers", Social Work, 36
podría diluirse muy rápidamente o ser contradictorio, pues padres/madres (5), septiembre, pp. 380-384.
y maestros/ as seguirían fomentando estos estereotipos femeninos y mascu- ANUIES (1992). Anuario estad.f&tico 199'2. Licenciatura en universidades e
linos, como tradicionalmente se ha hecho. De hecho, el escenario idóneo institutos tecnológicos. México: ANUIES.
desde donde se podrían coordinar estas tres instancias, debería ser la es- ANUIES (1992). Anuario estad.f&tico 2000. Licenciatura en universidades e
cuela. institutos tecnológicos. México: ANUIES.
Otra instancia en donde hay que incidir es en aquellas personas encar- Aranda, C.E. et al. (1976). La Mujer: Explotación, Lucha, Liberación. Méxi-
gadas de la toma de decisiones, o de la formulación de políticas a nivel de co: Ed.
medios de difusión, tal como está señalado en Los Acuerdos de Pekín, que
352 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONE.5 TEÓRICAS GÉNERO Y SOCIALIZACIÓN: FAMILIA. ESCUELA Y MEDIOS S58

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· La psicología es una disciplina que averigua la naturaleza de los significa-


~º~' có~o se hacen; ~ qué se refie~en, 1 etcétera. U':1 significado es un prin-
c1p10 ultimado: lo úlnmo que se tiene de una realidad. En los trópicos, la
primavera solamente puede ser un símbolo, de lo que sea, la esperanza 0
la ilusión, pero ahí siempre· hace calor; en cambio, en latitudes altas, Esco-
cia por decir algo, donde hay inviernos fríos y oscuros y largos, la primave-
ra no es un símbolo, sino que ella misma es ya el significado, un retoñito

1
Bnmer (1990), por ejemplo, pone a los significado como cuestión esencial de la psicolo-
gía: "lus grandes cuestiones psicológicas se están volviendo a formular; cuestiones que atañen
ª. la naturnleza de la ~ente y sus p~ocesos, cuestiones sobre cómo construimos nuestros signi-
f1cndos y nuestras realidades, mestlones sobre la formación de lo mente por la historia y la
cultura" (p. 13), y agrega que su punto de vista "es un intento de mostrar cómo debe ser una
psicología que se ocupe esencialmente del significado, cómo ésto se convierte inevitablemente
en una psicologla cultural" (p. 14).

359
360 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS
'
i

INTRODUCCIÓ N Y NOTAS A UNA PSICOLOGfA PERDIDA 361

verde, un rayo de sol, más luz, cierto calor incipiente en el cuerpo; aquí la pri-
vo son las siguientes: a) obviamente, es lingüístico; b) también obviamente,
mavera no es meramente simbólica: es significativa: es lo último que se tie-
es una construcción llevada a cabo, pieza tras pieza, por los hablantes. Es
ne de una realidad. Sentir es sol es ya la ilusión, no nada más su palabra.
por esta razón que igualmente se puede efectuar una deconstrucción, esto
A la fecha del tercer milenio, la mejor psicología del significado disponi-
es, desarmar el significado o el conocimiento o el objeto o la cultura; c) el
ble es aquella que se puede denominar psicología discursiva, cuyo argumen-
significado es relativo, es decir, sólo es significativo con respecto a otro sig-
to es, en resumidísim as cuentas, que la realidad como tal, ni existe ni no
nificado: la paz sólo cobra significado con respecto a la existencia de la
existe,2 sino que solamente es real en cuanto tiene significado, es decir, la
guerra; d) es compuesto de un número cualquiera de piezas que en conjun-
realidad es el significado. Y el significado es, literalmente, el lenguaje: el
to y dispuestas de una cierta manera construyen un significado; e) todo sig-
discurso, la narración, la conversación;s o sea, la única realidad es el len-
nificado es público, lo cual es evidente ya que se hace con lenguaje, y no
guaje. Y sumariamen te, las característica s que tiene el significado discursi-
hay lenguaje privado; f) el significado está simbolizado: quiérase que no, el
2
significado no aparece directamente , sino mediado por su discurso, aun
Como dice Gcrgen (1994), el construccionism o, que es como denomina a su psicología cuando este discurso se refiere a otro discurso y a otro y a otro, de modo
discursiva, "no niega que haya. .. el "mundo· de ahí fuera". Tampoco hace ninguna afirma·
ciórL .. El construccionism o es ontológicamente mudo. Cualquier cosa que sea, simplemente
que las mediaciones son interminables ; por ej.: el significado del amor es
es. .. ; al intentar articular lo que "hay", sin embargo, nos adentramos en el mundo del discur- el discurso occidental sobre el mismo (cfr. Gergen, 1991); g) hay una dife-
so" (p. 98). rencia entre sujeto y objeto, a pesar de las declaraciones en contra del car-
3
Por fortuna los psicólogos del discurso son muy didácticos, y por ello se puede encontrar tesianismo (cfr. Gergen, 1994), porque, al igual que.en el inciso anterior, el
la enumeración de sus planteamientos básicos. Cergen (1994) hace una lista de "supuestos
hablante se distancia de lo que habla, sabe lo que dice, y saber y decir son
paro una ciencia del construccionism o social", de la que se puede entresacar lo que sigue: los
términos con los que damos cuenta del mundo y de nosotros mismos no están dictados por los dos instancias distanciadas. Es como si hubiera un metadiscurso que dis-
objetos estipulados de este tipo de exposiciones (p. 72); los términos y las formas por medio de curre sobre el discurso mismo; asimismo, siempre se habla de algo, por
las que conseguimos la comprensión del mundo y de nosotros mismos son artefactos sociales, más que ese algo sea otro discurso; y es que en efecto, el lenguaje no puede
productos de intercambio situados histórica y culturalmente y que se dan entre personas (p. carecer de referencialid ad, siempre se tiene que hablar de algo, y el habla
73); el grado en el que un dar cuenta del mundo O del yo se sostiene a través del tiempo no
depende de la validez objetiva de la exposición sino de la vicisitudes del proceso social. Las
y el algo son dos instancias, de modo que hay un sujeto que se refiere a un
exposiciones del mundo y del yo pueden sostenerse con independencia de las perturbaciones objeto, aunque ambos estén hechos de palabras; h) cada significado es dis-
del mundo que están destinadas a describir o explicar. De manera similar, puede que sean tinto, esto es, intenta distinguirse de otros significados relativos o no relati-
abandonadas sin tener en cuenta aquello que consideramos que son los rasgos pertinentes vos, porque de otro modo no tendría caso que hubiera palabras o enuncia-
del mundo. Efectivamente, los lenguajes de la descripción y de la explicación pueden cambiar
sin hacer referencia a lo que denominamos fenómenos, que a su vez son libres de cambiar sin
dos diferentes; i) es extenso, en el sentido cartesiano de que se puede medir
que ello comporte consecuencias necesarias para las exposiciones de orden teórico (p. 65). y ocupa lugar y tiempo, como puede notarse en el hecho de que el lenguaje
Es curioso que se utilice un lenguaje tan "objetivo" para hablar de la falta de objetividad hablado o escrito toma tiempo u ocupa espacio: transcurre sobre un plano.
del conocimiento Y de la realidad. Shotter (1993), por su parte, además de epigrafiar a Fou- Esta psicología discursiva es tal vez el mejor paso que dio la disciplina
cault que dice que "la tarea consiste en tratar a los discursos como prácticas que sistemática-
en el siglo veinte, pero éste no es seguramente el significado infantil por el
mente forman los objetos de los cuales hablan" (p. 178), también hace su listado:
"1... La asunción de una realidad ya formada y estable que está. "detrás de las aparien-
19. Así que la terminología psicológica --60bre nuestros supuestos "percepciones", "recuer-
cias", ocupada por "cosas" e indentificable independientem ente del lenguaje, debe ser reem-
dos", ªjuicios", etc.- no se refiere a ninguna representación mental ni a ninguna realidad in-
plazada por un mundo inestable, vaga y parcialmente especificado, abierto siempre a mayor
terna previamente existentes" (idem).
especificación mediante la actividad comunicativa humana (p. 179),
Bruner (1990), tal vez con más oficio, lo dice más pronto: "... el sentido y la referencia de
. 4. Las palabras como tales carecen de cualquier significado especifico en sí mismas (ídem),
un relato guardan entre sí una relación anómala. La indiferencia del relato a la realidad ex-
14. La función de la descripción es "dar" o "prestar" una determinada estructura a los
tralingüística subraya el hecho de que posee una estructura interna respecto al discurso mis-
eventos que, en sí mismos, son carentes de estructura, y formularlos como pertenecientes a un
tipo u otro (p. 181), mo. En otras palabras, lo que determina su configuración global o trama es la secuencia de
sus oraciones, no la verdad o falsedad de esas oraciones" (p. 56).
16. La manera en que los eventos "toman prestada" su estructura de las palabras en que
Y finalmente, cabe subrayar que probablemente quien introduce reflexivamente la discur-
son descritos, destaca la función intrinsecamente figurativa o configurativa del lenguaje (ídem),
sividad dentro de la psicología sea Moscovici, en especial en su concepto de Representación
18. No existe ninguna entidad "extralingüística " cuya significación sea lingüísticamente
Social (cfr. vgr. 1984); el problema que tiene Moscovici es los moscovioeanos, quienes, con sus
clara antes de hablar de ella; no hay "algos" extralingüístico s en el mundo nada más esperan-
excepciones (por ejemplo, D. Jodelet), han hecho un denodado esfuerzo por desvirtuar la
do su descripción precisa o adecuada (p. 182),
esencia del concepto, desdiscursivizán dolo y cosificándolo.
362 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS
INTRODUCCIÓN Y NOTAS A UNA PSICOLOGIA PERDIDA 363

que suspiran o al que aspiran los más nostálgicos adultos: parece tratarse que la cultura insiste, milenio tras milenio, que en primer lugar hay imáge-
de un significado demasiado hablado, muy diplomático, poco intenso. Pa- nes, de todo tipo -olfativas, etc.-, y que el lenguaje es el intento reiterado
rece necesario buscar una psicología del significado más allá del lenguaje, de nombrarlas, y cuando logra nombrarlas, el lenguaje mismo es una ima-
antes o después de él, cuando menos por dos razones. La primera es que el gen, razón por la cual, los modos de hablar comunes y corrientes son el co-
significado discursivo requiere del enigma de lo innombrable , incluso para nocimiento mejor aproximado que se puede lograr. Si el lenguaje de la cul-
.desarrollarse , según se ha visto en el hecho de que las psicologías que se tura es visual, 6 no hay que tirarlo a la basura, sino averiguar cómo y por
quedan "dentro del lenguaje" se agotan por practicar una especie de auto- qué. Y es porque, en efecto, más allá del significado discursivo, hay otro
fagia en la que se carcomen a sí mismas, ya que el hipostasiar al lenguaje, significado, no-discursivo, que es más intenso.
lo momifican: si solamente se habla de las palabras, las palabras y el ha- Este otro significado es: a) no-lingüístico, sino que está hecho de imáge-
bla empiezan a restringirse, y lo peor es que si la psicología discursiva se nes, o formas, entre las que se pueden contar los sentimientos; b) no se
vuelve dominante, como ha sido el caso, entonces se institucional iza pri- construyen: aparecen; c) son significados absolutos, es decir, carecen de re-
mero, después se burocratiza, y ya luego se dogmatiza. La segunda razón laciones, no existen con respecto a otros; d) son entidades simples, carecen
es que una psicología discursiva, con significados de baja intensidad, no de componentes o elementos; e) no son significados públicos o sociales en
puede hacer un estudio del arte o de los sentimientos que no sea ridícula- el sentido de que se constituyen por la interacción o la conversación, sino
mente superficial. 4 Y una psicología que no puede dar buena cuenta de los que son colectivos, como los mitos, en tanto que son formas de la sociedad
sentimientos ha empezado por no comprender la vida. misma; f) son inmediatos, o sea, no aparecen mediados por símbolos, sino
Puesto que tod~ es nada más lenguaje, la psicología discursiva descalifi- que aparecen directamente ; g) son unitarios, de modo que no contienen la
ca a la cultura por su fascinación con lo visual,5 según se aprecia en el he- dualidad sujeto-objeto ni ninguna otra; h) un significado de este tipo es in-
cho incontestable de que el conocimiento ordinario utiliza a la mirada co- distinto, no tiene que distinguirse o diferenciarse de otro significado y, así,
mo forma de decir las cosas (por ej.: "no veo qué me quieres decir", "mira por ejemplo, la alegría como significado intenso y no-discursivo no puede
lo que te estoy diciendo", "¡claro!", etc., etc.). La psicología discursiva argu- diferenciarse de otras alegrías, ni del amor, y ni siquiera, por caso, de la
menta que no hay imágenes, sino que solamente son palabras, mientras rabia: hay iras muy alegres; otra manera de decirlo es que cada significado
es ·solamente su significado y nada más; no puede ser el significado de otra
4 Gergen dedica un capitulo muy forzado a describir la emoción como relación (1994, cosa. Otra manera de decirlo es que cada significado es completamen te
pp.
258 88 .), del cual, francamente, no es posible sacar una cita sin vaguedades o sin superficiali-
singular. i) Estos significados no son realidades que ocupen lugar en el
dades del úpo de "a fin de valer como legitimas según los estándares contemporáneos , las ex-
presiones de celos tienen que ir precedidas por determinadas condiciones. Uno no puede pro- tiempo o el espacio, razón por la cual no son mesurables ni verificables (ni
piamente expresar celos viendo una puesta de sol o un semáforo. .. si los celos se expresan al cientifizables en el sentido positivista): no son extensos, sino intensos.
amante, éste no tiene libertad (según los estándares culturales actuales) para iniciar una con-
versación sobre el dimo. .. • (p. 275). En efecto, en la perspectiva discursivista, los sentimien- significados discursivos significados imágicos
tos no pasan Je ser un manual de urbanidad y buenas maneras apropiadas para la ocasión. 1ingüísticos no-lingüísticos
A Otelo no le servirla de mucho. Y el ane, para esta psicología, no pasa de ser un motivo para construcciones apariciones
presumir de erudición y de haber viajado. relativos absolutos
5 "La amplia esfera de escritos epistemológicos ha descansado fuenemente en la modali- compuestos simples
dad de la visión. Se escribe de la relación ideal entre el que conooe y lo conocido como la re- públicos colectivos
lación que hay entre el espejo y el objeto en que se refleja, de una pintura con su tema. Cuan- simbólicos significativos
do funciona lógicamente, la mente del yo mecánico es un registro visual fiable del mundo. El diádicos rnonádicos
extenso uso de la metáfora visual establece los principales medios a través de los cuales se distintos indistintos
asegura la objetividad dentro del escrito científico. El lenguaje de la objetividad es primera- extensos intensos
mente el lenguaje de la visión• (Gergen, 1994, p. 220).
Ejemplos al azar de estos significados intensos son las imágenes infanti-
Tal vez habría que hacer una teoría de la visión no objetivista, pero resulta soberbio el
que llegue un posrnodemo a descartar cuando menos mil años de cultura hecha con los ojos. les, los sueños, los sentimientos , el arte, la literatura (esto es, no decir pala-
Habría que hacer, y en esto Bruner es mAs comprensivo, en cambio, una psicología mAs com-
6 "Todo pensar comienza viendo; no necesariamente a través de los ojos, sino con el auxi-
patible con esta cultura, en el entendido de principio de que esta cultura tiene la razón, sea
lio de ciertas formulaciones básicas de la percepción sensoria, según la modalidad peculiar
cual sea, y no una psicología universitaria de campus noneamericano.
iie la vista, oído o tacto; normalmente, de todos los sentidos juntos• (S. Langer, 1941, p. 303).
SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS
'
\

364 INTRODUCCIÓN Y NOTAS A UNA PSICOLOGÍA PERDIDA 365

bras, sino hacerlas), los movimient os de masas, la concentrac ión mental, los bién hay retratos, pinturas abstractas, golpes, bailes, sentimient os y demás
valores, los cambios de paradigma , las malas noticias, la creación, el des- cosas que no se presentan lineales, separadas, sucesivas ni secuenciales,
cubrimient o, la invención, el conocimien to. Pues bien, aunque la psicolo- que no se presentan discursivamente,9 sino que se presentan, precisamen -
gía universitar ia, ortodoxa o de van~ardi~ , las haya_d~c.onocid?, todavía te, "presentati vamente", en conjunto y por completo, como imágenes y co-
puede rastrearse cierto número de ps1cologias de los s1gmf1cados mtensos. mo formas. Ejemplos de estas formas significant es son los mitos, los ritua-
les y el arte en todas sus modalidade s, incluida la literatura cuyo trabajo es
el de crear imágenes con palabras. Mientras que el lenguaje produce cono-
LOS SENTIMIE NTOS DE S. LANGER cimiento científico, el que radica dentro de las imágenes es conocimien to
sensible, 10 de la realidad y la vida afectivas. Por eso el arte no es catarsis ni
Aunque en libros de arte se le tome en cuenta, no hay prácticame nte texto
expresión de emociones ni mucho menos técnica de lo bonito, sino que es
de psicología que la mencione (cfr. Loreto, 1998), y sin embargo, Susanne
inherentem ente la forma de los sentimient os que encarna en pinturas,
Katherine Langer elaboró, de manera sistemática, dedicada, casi devota, canciones, adornos, arquitectur a, etc.: el "arte es la creación de formas
una teoría psicológica completa, culta y bien escrita, cualidades éstas que simbólicas del sentimient o humano", "el arte es la creación de formas vir-
a los psicólogos, por "científicos", les gusta desdeñar. Filósofa y lógica de tuales, simbólicas de las elusivas formas del sentimiento " (S. Langer, 1952,
formación, norteamer icana de nacionalid ad, alemana de ascendenci a, en p. 47; 1967, p. xxi). Aquí pueden sub.rayarse dos argumentos ; uno, que los
el lapso de treinta años escribió una trilogía cuyos títulos son casi una cró- sentimiento s no son objetos personales que se encuentran en el interior
nica de la psicologización de su trabajo. El primero, publicado en 1941, se subjetivo de los individuos, sino objetos de la vida colectiva, de manera que
llama Nueva Clave de la Filosofía:, ciertament e, empieza desde la filosofía, y
el sentimient o presentado en una pintura, por ejemplo, no es del pintor,
la nueva clave se refiere al planteamie nto, iniciado por Cassirer (y dentro
del cual puede inscribirse la psicología discursiva) de que toda realidad es
' 1 "Las formas visuales -líneas, colores, proporciones, etc.- tienen tanta
simbólica. El segundo, de 1953, se llama ya Sentimiento y Forma. Y el terce- capacidad de ar-
ticulación (es decir, de combinación complejo) cuanta tienen las palabras. Pero lns leyes que
ro, en dos volúmenes , 1967 y 1972: Mente: un Ensayo sobre el Sentimiento rigen este tipo de articulación son completamen te distintas a las leyes de sintaxis que rigen el
Humano, donde el argumento es que el elemento primordial de la mente lenguaje. La diferencia primordial consiste en que las formas visuales no son discursivas. No
es el sentimient o. Aparte de eso, nació en 1895, tuvo dos hijos, carece de presenten sus ingredientes de manera sucesiva, sino simultánea, de modo que las relaciones
biógrafo, se divorció una vez, y fue alumna de Alfred Whitehead . que determinan una estructura visual son captadas en un solo acto de visión. En consecuen-
cia, su complejidad, a diferencia de la complejidad del discurso, no se halla limitada por lo
Ciertamen te, existen los significado s discursivos, cuya característi ca en que la mente puede retener desde el comienzo hasta el fin de un acto de percepción mental ..
conjunto es que son lineales, separados, sucesivos y secuenciale s, de modo · una idea que contenga demasiadas partes detalladas, demasiadas relaciones dentro de las re-
que están aptos para contener objetos que sean lineales, separados, sucesi- laciones, no puede "proyectarse" en forma discursiva; resulta demasiado sutil para el hable.
vos y secuencial es, como, por ejemplo, el pensamien to racional, lógico y Por lo tanto, una teoría de mente sujeta al lenguaje excluye tal idea del ámbito del entendi-
miento y del dominio del conocimiento (S. Langer, 1941, p. 112).
científico. Objetos que no tengan estas propiedade s, no pueden entrar en
IO "Los materiales simbólicos dados a nuestros sentidos -las gestalten o formas percepti-
el lenguaje ni tampoco en el pensamien to. 7 El lenguaje no lo es todo,• tam- vas fundamentale s que nos invitan a organizar el pandemonio de impresión pura en un
mundo de cosas y circunstancia s- pertenecen al orden "presentativo "... en consecuencia , el
7 "Las palabras poseen un orden lineal, separado y sucesivo; se engarzan
una tras oua orden de les formas presentativas ¿no puede ser un principio posible de simbolización y, por
como cuentas de rosario. No podemos hablar con manojos simultáneos de nombres" (S. Lan- lo tanto, la concepción, expresión y captación de la vida impulsiva, instintiva y sensible?, ¿no
ger, 1941, p. 98). "A esta propiedad dd simbolismo verbal 84: le denomina discu~ivi~ debi- puede un simbolismo no-discursivo de luz, color o tonalidad ser enunciativo de esa vida? Y
do a ella, sólo es posible expresar con palabras los pensamientos que pueden distribuine en acaso algo similar pueda decirse del conocimiento "intuitivo", que Bergson exalta por encima
ese orden peculiar; cualquier idea que no se preste a esa "proyección" en inefable, incomuni- de todo conocimiento racional debido a que supone que no ha sido arbitrado por ningún
cable por medio de palabras" (p. 100). . slmbolo enunciativo (y, por lo tanto, deformador). ¿No es posible que este conocimiento que
8 "Para nosotros -Qlya inteligencia está ligada al lenguaje y cuyos logros mencione Bergson sea de por si enteramente racional aunque no haya de concebirse a través
son comodida-
des f!sicas, máquinas, medicinas, grandes ciudades o 108 medios para destruirl~, la teoría del lenguaje, que sen un producto de ese simbolismo presentativo que la mente capta en un
del conocimiento significa teoría de la comunicación , generalización , comprobaaón , en n:su- destello y que preserva en una disposición o en una actitud?" (S. Lnnger, 1941, pp. 117-118).
men: crítica de la ciencia. Pero los Umites del lenguaje no 10n los Umites últimos de la eq>& •Ninguna cantidad de perceptividad artística lleva jamás al conocimiento científico de la
riencia, y las cosas inaccesibles para el lenguaje pueden tener sus propias formas de concq>:- realidad C>'.Jlre&ada, porque lo que C>'.Jlresa es la vida d~I sentimiento. .. La expresión artística
ción, es decir: sus propi08 recursos simbólicos" (S. Langec, 1941, p. 302). es esencialmente no-discursiva " {1967, p. 65).
l
_,

366 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS


INTRODUCCIÓN Y NOTAS A UNA PSICOLOGfA PERDIDA
367

sino que existe por sí mismo y vale para todo aquel al que se le aparezca. Y 16
te: las tensiones de los rasgos de una cara triste existen en otros objetos
dos, que no se trata de una "psicología de los sentimientos", sino que los de la ~aturalez~, como en, po~ decir, los días grises, y de igual manera pue-
sentimientos son la base de toda psicología, toda vez que todo conocimien-
de~ pmtarse sm representación alguna: una pintura gris, alargada, ali-
to O significado aunque sea conceptual o discursivo, solamente es significa- ca1da, que no es nada pero está triste.17
tivo si es sentimental, 11 id est, si remite a una forma o imagen. De hecho, el En efecto, estas tensiones propias de la realidad humana se incorporan
problema actual de la psicología en general es su incapacidad para gene- en cantos, danzas, metáfo~as y demás expresiones culturales, de modo que
rar una imagen. 12 la cultura e~ general contJ.ene las tensiones y los sentimientos de que está
La presencia de los sentimientos en las formas constituye la marca de la hecha _l~ sociedad humana. 18 Es como si la naturaleza, el cuerpo humano,
creación, el descubrimiento y el conocimiento, por lo común repentinos y las act1V1dades y las obras estuvieran hechas de y con la misma forma. Por
sorprendentes, que hacen "click": 13 no se trata de los sentimientos o las eso el sentimiento aparece_ cuando esa forma se reproduce en danza O con-
emociones según las ha inventado lingüísticamente la psicología experi- versación, pero por eso mismo también aparece en la contemplación de
mental, sino más bien de la presencia real y tangible de los vaivenes, rit- algo ya dado o hecho, como una montaiia o una mañana de lluvia. Los ni-
mos, modulaciones, oposiciones, en suma, de las tensiones en abstracto ñ?s pueden hacer esto con toda naturalidad.; a los adultos se les atrofia,
propias de la vida en general, 14 análogas, esto es, con la misma forma y digamos que por razones discursivas, esta capacidad, pero Picasso no se
estructura que los miedos, angustias, esperanzas, alegrías con que está adultó, 19 y podía recordar el azoro de los niños al encontrarse en el aden-
constituido el hecho de vivir. 15 El arte abstracto, por ejemplo, intenta pro- tro de una realidad que palpita junto con ellos.
ducir esas tensiones sin la obligación académica de la representación, de
modo que se pueda pintar la tristeza sin necesidad de pintar una cara tris-
LA PALABRA GESTALT
11 "El sentimiento, en su sentido amplio de aquello que se siente de cualquier manera,
como estímulo sensorio o tensión interna, dolor, emoción o intención, es la marca de la men-
talidad. En su forma más primitivu es el antecedente de los fenómenos que constituyen el ob-
Gestalt ya es un sustantivo común, plural gestalten, más o menos culto, al
jeto de la pskología. Lu actividad orgánica no es "~ico!ógica" a menos que termi~e, no i_mpor- uso en varios idiomas, incluido el castellano, no obstante a la Real Acade-
ta qué tan remota o indirectamente, en algo senudo (S. Langer, 1967, p. 4); la teslS que
pretendo argumentar es que tocio el campo psicológico -incluyendo conceptualización, acción 16
"La ley verbalmente inefable -unque no inexpresahl- de la experiencia vital, el es-
responsable, racionalidad, conocimiento- es un desarrollo múltiple del sentimiento" (p. 23). quema de la existencia afectiva y sensitiva. Tal es el "contenido" de lo que percibimos como
12 "Un modelo muestra cómo opera algo; una imagen muestra cómo aparece algo. El sím- "forma bella", y ese elemento formal es la "idea" del artista que toda gran obra comunica. Es
bolo artístico, por tanto, en.seña en proyección simbólica cómo las tensiones vitales, emotivas esto lo que el llamado "arte abstracto" trata de abstraer, desafiando el modelo o prescindien-
e intelectuales aparecen, esto es, cómo se sienten" (S. Langer, 1967, p. xix). do de Ben absoluto" (S. Langer, 1941, p. 293).
"Actualmente padecemos la carencia de imágenes adecuadas de los fenómenos que reci- 17
"Ningún nombre del tipo de "pena' o "alegria" embona con ningún sentimiento real a
ben nuestra atención más ardiente, los objetos de la biología y de la psicología• (p. xviii). lo largo de su transcurso, porque el aentimiento es un patrón dinámico de complejidad tre-
13 "El "click" del conocimiento ha sido a menudo reportado. Leo Spitzer... habla del menda" (S. Langer, 1967, p. 67).
"click" del insight en las formas artísticas; el propio reconocimiento del artista de la adecua- 18
"La tesis ~e que la cualidad artística es una objetivación del sentimiento fue propuesta
ción de una forma es tal .-ez este insight" (S. Langer, 1967, p. 120 n.). por Santayana mcluso desde 1896: "nuestro placer se convierte en una cualidad del objeto"
14 "La ilusión de las tensiones es el material del arte (S. Langer, 1967, p. 104). "Toda la (S. Langer, 1967, pp. 107-108 n.). El sentimiento se vuelve "o,ganizado", "plástico", 0 "encar-
vida es tensión, y tambim lo es tocia experiencia psíquica• (Harburguer) (p. 164). nado" (p. 110). "Uno no tiene el sentimiento y su materialización. La materialización, tal
"Si el sentimiento es la culminación del proceso vital, cualquier imagen articulada de este como se siente, es el sentimiento mismo" (Bosa.nquet) (p. 111).
proceso debe tener la semblanza de ese proceso vital SUigiendo de la profundidad" (p. 199): 19
"La "transformación" que opera espontAnea e involuntariamente al nivel mental de la
15 "Las estructuras tonales que llamamos "música" tienen una estrecha similitud lógica percepción absorta es precisamente la proyección del sentimiento -vital, sensorio y emotivo--
con las formas del sentimiento humano -formas de crecimiento y atenuación, de fluidez Yor- como la más obvia cualidad de la forma percibida. Apropiarse de este importe emotivo es
denamiento, conflicto y resolución, rapidez, arresto, terrible excitación, calma o activación su- una propensión natural en las percepciones de la experiencia infantil. Tiende a persistir,
til y lapsos de ensoñación -quizá ni gozo ni pesar, sino el patetismo de uno u otro y ambos-, también, en la mentalidad madura de algunas gentes; y entonces se convierte en la fuente de
la grandeza y brevedad y el fluir eterno de tocio lo vitalmente sentido. Tal es el patrón, o for- la visión artística, en la cualidad que puede ser abstraída mediante la creación de formas ar-
ma lógica, de la sensibilidad; y el patrón de la música es esa misma fo':'11ª el~ra~a en pu- ticuladas de tal manera que enfatizan su importe emotivo y suprimen cualquier atractivo
ros sonidos y silencios medios. La música es una analogía tonal de la vtda emouva (S. Lan- práctico que pudieran tener. Ésta es la base correcta de la aseveración frecuente de que un
ger, 1952, p. 36). artista debe ver y sentir como niño" (S. La.nger, 1967, p. 178).

.S
368 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCF..SOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS

mía todavía le falte un siglo para aceptarlo, que se refiere a algo que debe
l INfRODUCCIÓN Y NOTAS A UNA PSICOLOGÍA PERDIDA

de manera que su "observador" no es tanto un observador sino parte de la


369

apreciarse en su conjunto o que se presenta por entero, sin que se pueda misma forma.2•
reparar en los elementos que lo componen. Un todo. Provenía del alemán, No hay mayor distinción o separación entre la forma y uno mismo: uno
donde quiere decir forma, modo o esencia, 20 y de un trabajo escrito por mismo es parte de la forma: la conciencia es forma de la forma misma
Christian Von Ehrenfels, un psicólogo austríaco, en 1890, sobre las cuali- porque si de verdad es el todo, no puede haber algo más. De esto se di~
dades de la forma. Cualquiera diría que la teoría de la gestalt21 no es una cuenta Henri Delacroix,25 al plantear su psicol,ogía de la conciencia: la
psicología perdida, pero sí, está muerta y enterrada, sólo que con una lápi- conciencia es la unión de uno y el mundo, porque ambos sólo adquieren
da muy floreada; se le confundió con una teoría de la percepción, pero era realidad en el seno del otro, de modo que la conciencia es la primera reali-
una versión psíquica de la realidad. dad: la primera realidad es, no la naturaleza, sino el significado.26
A Von Ehrenfels se le apareció oyendo música, al darse cuenta de que Y bueno, aparte de la frase emblemática de la gestalt, todo el mundo co-
una sinfonía era algo muy distinto al conjunto de las notas de que estaba noce el fenómeno Phy, ése de los foquitos de las marquesinas de los anti-
hecha, y que si sonaba una nota que no era de la sinfonía se notaba inme- guos cines que parecían moverse, y también en las escuelas de psicología
diatamente, pero que si todas las notas cambiaban de tono, la sinfonía se- enseñan las leyes de la proximidad, semejanza, etc., y los trucos de la figu-
guía siendo la misma. 22 "Una forma es otra cosa o algo más que la suma ra y fondo. Pero habría que ver el "fondo" de la gestalt, no su "figura".
de sus partes" (Guillaume, 1937, p. 17). En efecto, la sinfonía, y una pintu- Seis puntos parecen ser de fondo: transponibilidad, isomodismo, sineste-
ra, una cara, una ocurrencia, un olor, son todos todos e inmediatos que no sia, fisonooúa moral, insight y emergencia. Ellos dan cuenta de la natura-
pueden llegar por partes, porque cualquier faltante o añadidura los trans- leza de los fenómenos de la creación y el descubrimiento, y asimismo
forma en otra cosa. Y ciertamente, el mundo gestáltico nunca proviene de muestran la cualidad del significado.
sus componentes sino que siempre proviene como de ninguna parte, y apa- La transponibilidad es lo que decía Von Ehrenfels, que si se mantiene la
rece con toda su realidad, o sea, con todo y significado y/o sentimiento,23 estructura de la imagen, pueden cambiar todos sus componentes y la for-
ma se conserva; los retratos estilizados, como los que hacía Modigliani, son
20 "Gestalt significa forma, o más ampliamente, manera y aun esencia. .. La forma más
un ejemplo; la musicalidad de un soneto es la misma aunque las palabras
concisa de cnracterizar o la psicología de la gestalt es diciendo que se ocupa de los todos" (Bo-
ring, 1950, p. 610).
sean otras, porque el número de sílabas y sus acentuaciones se conservan;
21 Lo palabra gestalt no debe confundirse con lo charlatanería llamada deshonestamente el catálogo común de sentimientos, amor, envidia, etc., es posible porque
"terapia gestalt", puesta de moda hoy en día que las técnicas "psi" son una buena mercancía son como los sonetos, esto es, que aunque la situación sea diferente, su es-
de consumo. Esta cosa es propiedad de un tal F. S. Peris. Y como dice Hothersall (1984): tructura narrativa es similar.21
"La conexión histórica entre la psicología de la Gestalt y la terapia gestalt debe ser recha-
zado. Persl reconoció que él nunca sería aceptado por los psic6logos de la Gestalt y admitió 24
nunca haber leído sus libros" (p. 252). "El sujeto es una parte del campo sometida a las leyes generales que rigen las relacio-
Puestos dentro de este consumismo, puede decirse que la teoría de la gestalt es a lo tera- nes de las partes en un todo... sufre el movimiento inducido como un objeto entre los demás
pia gestalt lo que el jazz es al jazz aerobics. objetos" (Guillaume, 1937, p. 116).
25
22 "Von Ebrenfels debió ser una persona interesante; escribió poemas y óperas y era un En efecto, Merani (1976) lo coloca como afín a la psicología de la gestalt. Delacroix
wagneriano apasionado, amigo de Sigmund Freud .. Tenía fuenes antecedentes musicales de (1873-1937) es uno de los tantos psicólogos perdidos en los estantes de las bibliotecas long&
compositor y ejecutante. Von Ehrenfels estaba de acuerdo con Mach en que las melodías ti& vas, y es curioso descubrir que los libros viejos tienen ideas nuevas en la misma medida que
nen cualidades de formo en adición a las distintas sensaciones provenientes de las notas indi- los libros nuevos tienen ideas viejas.
26
viduales que las constituyen. Cuando una melodía es tocada en diferentes claves o ejecutada "La conciencia es la primera realidad; es el hecho primordial Nada existe más que
por diferentes instrumentos, las notas producen distintas sensaciones pero la melodía retiene dentro de ella y gracias a ella. ¿Sin conciencia, habría cosas? El conocer es el corazón mismo
su cualidad de forma. Uno canción ejecutada por distintas voces continúa siendo la misma del ser" (Delacroix, 1937, p. 1).
canción• (Hothersall, 1984, p. 217). "La conciencia une y opone dos términos correlativos, el mundo y el ego. La conciencia
23 Lo interesante de usar a Boring en las referencias es que él no es un psioólogo de la ge&- es, bajo la oposición de estos dos ténninos, la unidad de pensamiento que los plantea" (idem).
talt, sino "solamente" un psic6logo de escritura honesta: "La conciencia del universo envuelve a la conciencia del sujeto particular. El ahjeto no se
"Tal vez el aspecto más importante de los fenómenos de los psicólogos de la gestalt es que percibe más que percibiendo _al universo. El "todo" y el "alguien" son términos correlativos.
incluyen objetos y significados" (1950, p. 614). Toda conciencia es centro de universo y fragmento de universo" (p. 2).
27
"No se pueden separar completamente las cualidades sensibles de las cualidades forma- "Las formas y en particular los sistemas físicos se definen como procesos totales cuyas
les" (Guillaume, 1937, p. 62). propiedades no son la suma de las que poseyeran las partes aisladas (es el primer criterio de
370 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS
INTRODUCCIÓN Y NOTAS A UNA PSICOLOGÍA PERDIDA 371
El i.sonwrf1Snw es la transpon ibilidad general de la vida, en el entendid o
ranza. Porque, como dijo Peirce, "la mente humana es el espejo de un uni-
de que las formas no están hechas de material alguno, de modo que no im-
verso que es un espejo de la mente humana ". A esto, la teoría de la gestalt
porta en qué material o en qué dimensi ón se encuent ren, conservan su for-
le denomin ó percepción fisonómica, o fisonomfa. moral, la cual permite que
ma, así que una pintura puede tener la misma forma que una cara y la
haya sauces llorones, cancion es tristes, días alegres, olas impetuosas, como
misma forma que una historia: pueden tener la forma de la tristeza. No·
si fueran personas. 30
hay mente y materia, interior y exterior, psíquico y físico, sólo formas. 28
Transpo nibilida d, isomorfismo, sinestesia y fisonom ía moral son en sí
Como puede advertirs e, hay una unificac ión de la realidad en el mo-
mismas una gestalt, o sea, una sola cualidad de la realidad en el moment o
mento en que aparece n significados intensos. La sinestesia es el hecho de
en que aparecen significa tivamen te, más allá de las palabras , cuando la
que los objetos y sentidos de la percepción son isomórficos y transpon ibles,
certeza no es algo que se verifica sino que se "ve", que es la metáfora con-
es decir, la realidad está constitu ida al mismo tiempo de todas las implica-
sagrada en la cultura para decir que se siente. En moment os tales sucede
ciones de la percepci ón: los colores también suenan, el olor también se
toca, etc. El significa do tienen una otra lógica que no es la de la lógica ra- :io ·r.,,s psicólogos han observado el denomina do estado fisonómico de percepción
, en el cual
cional y discursiva.29 las cualidade s generales de miedo, amistad, serenidad, etc., parecen caracteriz
ar a los objetos
más que su constitución física" (S. Langer, 1967). "El aspecto fisonómico
Se puede entende r ya, por qué, cuando la realidad aparece gestáltica- , que es una de las
más interesant es interrogan tes de la actual psicología de la percepción
mente, los objetos tienen la forma de los sentimie ntos: la luz brillante tjene , parece ser una "expre-
sividad intrínseca" primitiva. Vollcelt describe el fenómeno así: "el contenido
sintiente emana
la forma de la emoción de la creación, y si es más lánguida , la de la espe- del contenido perceptual , y en virtud de que el contenido perceptua l existe,
el contenido sin-
tiente existe también. Lo que se subraya aquí es que algunos perceptos
comportan ideas de
sentimien to interior, sin que haya conexión asociativa con experienc ias emotivas"
Ehrenfels) -más precisame nte como procesos totales que pueden ser indiscemib
otro cuando sus •partes", comparad as una a una, difieren en tamaño absoluto;
les uno del 1 "Di\'ersos psicólogos han reflexiona do y experimen tado sobre las condicione
(p. 175).

sarlo de otra manera, como todos tmnsponib les (segundo criterio de Ehrenfels).
para expre-
Se dirá que
! fenómeno n<HiOCial de la percepción •fisonómic a", la cual precede e incluso
s y causas del
reemplaza a la
hay forma allí donde las propiedad es de un sistema se modifique n por todo percepción de fonnas sensorias físicament e descriptibles. Wemer reporta
cambio aportado que ªla percepción

l
a una sola de las partes, y se conserven cuando cambian todas mantenien es primero global, en contmdist inción a una etapa posterior en la cual
do entre sí la mis- las partes devienen
ma relación" (Merleau-Ponty, 1953, p. 76). mós articulada s e integradas con el todo. Incluso, mucho de la percepción
inicial es dinámi-
28 •... la base del isomorfism o... In mismidad de la forma ca, •fisonómic a"; sentir y percibir están poco diferenciados, imaginar y percibir
lógica en el fenómeno visible y no están cla-
el fenómeno más elusivo que representa " (S. Langer, 1967, p. 76) ... ·Los ramente separados. La interpreta ción espontáne a de los objetos como formas
críticos quedan sa- expresivas per-
tisfechos generalme nte con la noción de paralelismos no solamente entre tenece a un nivel temprano de experienci a, a la época en que se aprende
a distinguir y
sonidos y gestos, sino incluso entre técnicas propias de artes diferentes,
colores y sonidos,
sin mayor indaga- 1
¡
organizar los datos del mundo exterior, cuando las actividades autogénic
mente con las generadas en la periferia, de manera que las funciones mentales
as se mezclan libre-
ción" (p. 182).
29 •una percepción objetiva de otro sentido es netamente
¡ rimentan tajanteme nte como siendo subjetivas u objetivas. Más aún, éstas
no se expe·
son transform adas
modificad a en su aspecto sensi- en dato presentativo, el cual "refleja" su dinamism o y aparece como su expresión"
ble por la sensación general heteromod al. Un sonido parece más agudo (S. Langer,
o más grave bajo la 1967, p. 177).
influencia de la cualidad de la iluminació n general del campo; recíprocam
ente la vivacidad "Todo clase de seres, de objetos, de situaciones, tienen una fisonomía morar
de un color es modificad a por el sonido envolvente simultáneo . .. Estas experienci (Guillaume,
as pondrían 1937, p. 187).
en evidencia las propiedad es intem1odales, comunes a las diversas sensibilida
des, propieda- ·El dominio de esta transferen cia es inmenso. No son sólo los otros hombres,
des que son ocultadas en este tipo de organizaci ón menos primitiva que es ni siquiera
la percepción obj& los seres vivos, los que reciben as{ una fisonooúa moral, sino también todos
tiva práctica, científica. No sólo esta concepción toma los hechos de sinestesia los objetos, todas
menos singula- las situacione s, todos los medios que actúan directa o indirectam ente sobre
res, menos aislados, sino también aclara la percepción impresion nosotros. No sólo
ista y estética, que es la más el rostro del prójimo, sino también un animal, un paisaje, una sombra o
general y la más primitiva. Acaso se diría que estas propiedad es intennoda un rayo de sol, ad-
les son de orden quieren un valor especial en esta percepción impresionista" (p. 183). ·Los
afectivo" (Guillaum e, 1937, 190-1). movimientos secre-
tos del alma y los movimientos manifiesto s u ocultos del cuerpo son unos imagen
•Respuest as sinestésicas. Ciertamen te existen algunas relaciones significant de los otros;
es entre datos a menudo es imposible separar, entre los términos que se aplican a la emoción,
de diferente orden sensorio" (S. Langer, 1967, p. 181), aquellos que
designaría n exclusivamente el síntoma objetivo o la impresión subjetiva;
y para que se note que los niños son protagonistas principale s: el mismo término
•... la infancia es el gran periodo de la sinestesia; sonidos, colores, temperatu tiene generalme nte el doble valor, no sólo porque los dos hechos son contiguos,
ras, formas y sino porque
sensacione s, pueden tener en común ciertos'caracteres, por cuyo intermedio son semejante s" (p. 185). •Escucho directame nte en las inflexione s de una
una vocal puede voz apasionad a
"ser" de un color determina do, un tono puede •ser" de maguitud grande o pequeña, crescendos, descrescendos, saltos bruscos o variaciones continuas de altura,
ataques y estalli-
bajo o dos repentinos , que expresan directame nte el dinamismo de la emoción, independi
alto, brillante u opaco, etc. Hay una marcada tendencia a instaurar vínculos entemente
entre las percep- de toda experienci a personal y de todo contacto con una situación compleja
CÍÓcÍes que no se hallan fijadas en el mundo de manera práctica, e inclusive que le agregaría
se observa una nuevos elementos, y, si este dinamism o pertenece también a mis experienci
propensió n a confundir tales impresion es casuales" (S. Langer, 1941, p.146). as personales vivi-
das, éstas no son la llave de aquéllas" (p. 186).

t
372 SIGNif1CADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS
INTRODUCCIÓN Y NOTAS A UNA PSICOLOGÍA PERDIDA
373

que el observad or está como disuelto en la situació n, como desapare cido


de manera autodida cta después de estudiar con desenca nto medicina . De
en ella. El sujeto está absorto, i.e. absorbid o en el resto. Y cuando ese mo-
él se dice que fue un gestaltis ta avant la lettre.3.1 Fue sobre todo un crítico
mento sucede, los objetos que compon en la situació n, o el campo, como
le pertinaz , corrosivo y simpátic o de la psicología cientificista. Su conclusión,
gustaba decir a Lewin, aunque sean lo mismo, ya no son lo mismo, y la re-
al termina r de escribir sus famosos Principios de Psicologí.a, fue como sigue:
alidad aparece reconfig urada, como siendo otra. A esto se le denomin a
in- "primer o, que no existe una cosa como ciencia de la psicología, y segundo
sight y es lo que pasa cuando alguien encuent ra una solución, entiende ,
un que W. J. es un incompe tente" (citado por Hothers all, 1984, p. 340). Con
chiste, o le cae una ocurrenc ia.ª1
una escritura hechizan te, al fin hermano de Henry, su trabajo es una críti-
Y así, una caracter ística de todo significa do intenso, de toda creación
ca contra las fragmen taciones del asociacionismo y del e.xperimentalismo,
descubr imiento, de toda forma y de toda gestalt es su emergencia:, en efec-0
a los que opone la idea de flujos de conciencia, campos de conciencia.
to, puesto que el todo que se presenta es otra cosa que las partes que ahí
El psicólogo_ norteam ericano más reconocido en el siglo veinte nunca se
estaban, no hay nada en el insight que prefigur e su existencia: no se puede
sintió psicólogo, sino filósofo, y tal vez por eso ni hizo, salvo su pequeña
decir que se está en procedim iento de entende r un chiste, o que ya cayó
el teoría James-Lange de las emociones, una teoría psicológica. Su certidum
29% de una ocurrenc ia.J2 -
bre respecto a la psicología es que la realidad es un sitio de significados de
Lo que enterró a la gestalt con paletada s de éxito fueron las inclinacio-
mayor intensid ad que los que caben en la psicología de los académicos.
nes de sus represen tantes, Kohler, Koffka y Werthei mer, que era físicas,
Uno de estos significados es el de la conversión, que tematiza en un libro
cientific istas y experim entalista s, cuando la propia teoría desbord aba esos
de 1902, Las Variedades de la Experiencia Religiosa, y que se refiere a la
marcos. E.s una lástima que no hubiera aparecid o, y tal vez los años cin-
aparició n súbita de una nueva forma de la realidad,3'1 que hacen que el
cuenta no se prestaba n para eso, una filosofía de la gestalt, o una antropo-
mundo y uno mismo se vean de otra manera, mejor, más bonita, como en
logía cultural, porque lo gestáltico es una cualidad de la cultura, y no una
una especie de embelle cimiento instantá neo del mundo y sus objetos. En
propied ad de la naturale za.
el fenómen o de la conversión, quien se halla en medio de crisis, conflictos,
LA CONVERSIÓN DE JAMES incertid umbres e irresoluciones, dentro de un mundo que no le hace mu-
cha gracia, de pronto35 se encuent ra en el moment o de la creación o inven-
Se entiende por qué la palabra gestalt pasó a ser un término más usual en ción o descubri miento o conocim iento de algo radicalm ente nuevo y radi-
el campo de las artes que en el de la psicología. Era palabra para artistas.
Química mental: la ciencia de la emergenci a de nuevas propiedad es de compuesto
Y William James (1842-1910) estudió arte, y de hecho, a la psicología llegó s cuyas
partes en realidad han desaparec ido. ·
31 "Insight: 33 Wíllíam James ha sido menciona do por varios autores
la aparición de una solución completa con referencia a la completa presenta- como el principal antecesor de
· la psicología de la gestalt y, en realidad, James, con su vigoroso rechazo de
ción del campo" (KohJer, citado por Hotbersall , 1984, p. 235). "Se caracteriza los elementos men-
por un senti- tales y su descripció n de la naturaleza de la corriente de la conciencia , habría
miento de "ah, lo tengo", o por una 9P""enci a de "ajá" como la de sido el primero
Arquímides cuando en captar el movimiento de la gestalt como un viento fresco para limpiar
tomó su famoso baño" (p. 235). la atmósfera de
32 Leipzig (Boring, 1950, p. 630};
"El análisis de un objeto físico lleva a percibir allí nuevos aspectos, nuevos Anticipán dose a la psicología de la gestalt, sostuvo que la realidad no puede
detalles, alcanzarse
nuevas relaciones ; decimos con razón que nos lo hace conocer mejor; psicológica
mente, cono- partiendo de los componen tes, porque la reducción y el análisis la dístorsi.ol18
cemos otro objeto, y no tiene sentido afinnar que este otro objeto es idéntico D. ªLa mente
al primero O es- es, ante todo, una corriente que fluye• (De La Fuente, 1989, p. vii).
taba contenido en él" (Guillaum e, 1937, p. 19~
34 Los súbitos y explosivos modos en los cuales el amor,
"Repitamo s de nuevo aquí que los fenómenos se imponen de manera imprevisib los celos, la culpa, el miedo, el re-
le y que mordimie nto, caen por asalto sobre uno, son de todos conocidos . Pero la
la voluntad y el conocimie nto de las condiciones reales tiene poca acción esperanza, la felici-
sobre su aparición, dad, la seguridad o la resolución , que son emociones característ icas de la
sobre su mantenim iento o sobre su cambio• (p. 97). conversión, pueden
ser igualment e explosivos. Y emociones que sobrevienen de este modo explosivo,
"Muchas propiedad es de los todos son al igual que la frase, emergentes. No díífcilmen te
radican en una dejan las cosas como las encontrar on (James, 1902, pp. 163-164),
sola parte sino que emergen cuando las partes constituye n el todo" (Boring,
1950, p.611). Una completa división se establece en un abrir y cerrar de ojos entre la vida
"La conciencia es siempre una organizaci ón comenzan te" (Delacroíx, 1934, anterior y la
p. 4). nueva vida (p. 177).
"Pero es especialm ente curiosa una definición que Jobo Stuart Mili, en 1843
hace de una 35 La medicina antigua solía hablar de dos vías, la lysís
ciencia que denomina Química Mental (aproxima damente en oposición y la crisis, una gradual, la otra
a lo que sería una abrupta, por las cuales alguien podría recobrarse de una enfermeda d corporal.
Kmecánica mental" del asociacion ismo), y qw, podría tomarse como la definición En el reíno es-
de una psi- piritual también hay dos vías, una gradual, la otra súbita, por las cuales
cología de los significado s intensos" (citado por Boring, 1950, p. 629): la armonía interior
puede ocurrir (James, 1902, p. 152).
374 SIGNIFI CADOS COLECT IVOS: PROCES OS Y REFLEX
IONES 1'EÓRIC AS
INTROD UCCIÓN Y NOTAS A UNA PSICOL OGÍA PERDID
A 375
calmen te agraci ado que un minuto antes no estaba allí. 36 Siemp
re será un colocó una fotogra fía en su escritorio para el resto de la vida.
buen dato advert ir que invaria blemen te la creació n tiene En cuanto a
propie dades de su pensam iento, tuvo una sola intuici ón, a la que, como buen
belleza y de alegría , porque equiva le a decir que ·10 psíquic filósofo, no
o las contien e dejó de perseg uir durant e toda su carrera : 38 la intuici ón de
esencia lmente . El ejemplo oficial de las conversiones es el de la dumci ón. 39
San Pablo ca- Bergson, claram ente, solamente se dedicó a hacer una psicolo
mino de Damas co, donde una luz divina lo tira del caballo gía comple-
, y de ser un ta"° cuyo eje es la duració n, y que repres enta el intento más
irascible y belicoso profan o, se convie rte en un corder ito tenaz, y pue-
del Dios de los de que solitar io, de plante ar una psicología de los significados
cristianos; salió Saulo y llegó Paulo, pero puestos más al día, inefabl es a
cualqu ier in- los que el lengua je sólo alcanz a a destrui r. Él dijo que toda
sight como los de la gestalt, o la elecció n de una vocación, la su obra era
llegada de las una protesta.
musas a la hora de escribir un memo randum , el amor a
primer a vista, y En primer lugar, una protesta contra el cientificismo, que
por supues to, el grito de Arquím ides en la tina, contie nen en su día se
proporcional- usaba a la maner a del asociacionismo, pero que en genera
mente los datos de la conversión, que son los de la asisten l practic a la
cia a la apari- fragme ntación de la realida d como métod o de explicación. El
ción de un signifi cado previa mente inexist ente que es intenso cientificismo
como una solamente es capaz de ver cosas yertas que se dejan medir,
ilumin ación, al revés de los signifi cados discursivos que en de modo que
compa ración tiende a declar ar inexistente aquello que no aparec e en sus
no pasan de ser una especie de acta de un acuerd o llevado registros de
a cabo. medición. "La ciencia no retiene de las cosas más que el aspecto
El aconte cimien to de la conver sión es un hecho que rebasa de lo re-
tanto los petición", dice Bergson (citado por Vieillord-Baron, 1991, p.
marcos de la psicología como los marco s de la conciencia 75). En segun-
individual,37 ra- do lugar, la intelig encia, entend ido ésta como ejercicio de
zón por la cual el significado, y la psique , pueden y deben manip ulació n
situars e en otro de lo realida d con los instrumentos de la medici ón y del lengua
ámbito . Aquí no hay psicología de la concie ncia interio r, je. "La inte-
y por lo demás ligencia está adapta da para conocer lo materi a, y por eso
tampoc o de la interac ción, sino una psicología que cae en los no puede com-
marcos de la prende r la vida" (!bid., p.76). En tercer lugar, el lenguaje mismo
cultura . Willia m lames leyó una vez a Bergson, y sintien do , que úni-
las afinida des, camen te puede dar cuenta de hechos yo finiquitados, 41 o los
le envió su libro acomp añado con una solicitu d de simpat ía. cuales por lo
demás les impon e su propia estruct ura, su propio pensam iento.
"Uno de
los más grande s obstác ulos o la liberta d del espíritu, son las
ideos que el
LA DURACIÓN DE BERGSON lenguaje nos aporta ya hechas y consum ados" (Bergson, citado
por ibid. p.

Y Henri Bergso n (1859-1941), quien tuvo fama, admira dores,


influencias, general que cualquie ra de los sentidos especiales y especial
premio Nóbel, no tuvo amigos sino hasta que conoció a James, izados de la percepci ón con los
de quien que In psicología actual supone que las realidad es existente
s se muestra n (James, 1902, p. 61).
· Si usted tiene intuicion es, éstas vienen de un nivel más
Con esta analogía de James, se puede decir que los significa profund o de su naturale za que
dos de la psicolog ía discwsiv a aquel nivel locuaz donde el racionalismo habita (p. 72).
cou.stituyen fenómen os de la lysis, graduale s, paulatin os, intencio
nales, concebib les, procesua- S8 Un filóeofo digno de ese nombre jamás ha
les, lógicos. dicho sino una sola cosa: aun ha intentad o
36 Tenemo s un pensami más decirla que la ha dicho verdadero.mente; y ha dicho una
ento o realizam os un acto repetida mente, pero cierto día el sola cosa porque no ha visto más
signi- que un punto, que también fue menos una visión que un contacto
ficado real de ese pensami ento se nos revela por primera (Bergson, 1903, p. 108).
vez, o el acto de pronto se nos con- 39 El concepto de duración viene desde Aristótel
vierte en una imposib ilidad moral Todo lo que podemo s es, pasando por Descartes, Spinoza , Loo-
saber es que tenemos sentimie ntos kt: y Leibniz, aunque su derecho de marca, o su publicid ad,
muertos , ideas muertas y creencias frias, y que también hay la obtiene con Bergson (Cfr. Ab-
ardiente s y vivas; y cuando algu- bagnand o, 1961 ).
na de ellas empieza arder y revivir dentro de nosotros , todo
lo demás debe recristal izuse aJm. 40 El objetivo de su obra es el de Kconstitu
dedor (James, 1902, p. 162i ir progresi vamente una cosmolo gía que seria,
por asf decirlo, una psicolog ía de regreso". KLa vida es en
Las caracter ísticas de la experien cia afectiva que pueden denomin realidad de orden psicológico, y
ane., para evitar ambi- está en la esencia de lo psíquico el contener una pluralid ad
güedade s, estados de confianz a más que de fe, puede enumera confusa de términos que se inter-
rse: la central es la pérdida de penetran ". Si Bergson ve la vida desde un punto de vista psicológi
la pena; la segunda es la sensación de percibir verdade s descono co, es porque ésta es, a sus
cidas hasta el moment o. Los ojos, de esencia psicológica (Vieillard-Baron, 1991, pp. 72-74).
misterio s de la vida se iluminan . Una tercera caracter ística ,
del estado de confianz a es la 11 KMás allá de las ideas que están refrigera
transfor mación objetiva que el mundo parece sufrir. KUna das y fijas en el lenguaje, debemo s buscar el
aparienc ia de novedad embellece calor y la movilida d de la vida". "el lenguaje es el órgano-o
cada objeto", que es lo opuesto de esa otra especie de novedad bstáculo del pensami ento vivien-
, la melancoUa (pp. 198-199). te". "El lenguaje ha sido por excelencia el instrume nto de la
37 Es como liberació n del ser humano , a po-
si hubiera en la concienc ia humana un sentido de realidad
, un sentimie nto sar del automat ismo que le inflige ulteriorm ente al pensami
de presenci o objetiva , una percepción de que hay oigo, y ento" (Bergson, citado por Viei-
que es un sentido más profund o y llard-Baron, pp. 114-115).
376 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS
I
l
~
INTRODUCCIÓN Y NOTAS A UNA PSICOLOGÍA PERDIDA 377

114). 42 Y en cuarto lugar y en resumen , la psicología de Bergson es una


la vida es un "flujo incesant e" que contiene todos los moment os. 43 Intere-
protesta contra la espacial ización de la realidad , esto es, la operació n de
sará saber que Simmel es el teórico de una sociología formal, o de las for-
hacer de la vida una serie de objetos concretos y posicion es precisas sobre
mas, quien concibe a la sociedad y a la realidad como una forma que pue-
un medio uniform e, como los patitos desfilando en el tiro al blanco de las
de llenarse de no importa qué contenid o. 44
ferias, o un listado de los sentimie ntos humano s y las emocion es básicas,
o En la duració n de la psique, no existen los sentimie ntos aislados45 y dis- .
como poner el tiempo como si fuera espacio, tal como sucede en las carátu-
tintos unos de los otros, ni las ideas por separado , ni las percepci ones
las de los relojes, cuando el tiempo es en realidad un flujo inconsútil, que
discretas,16 porque se trata de una pura intensid ad,47 carente de extensió
no está secciona do ni se encuent ra en sucesión, que no deja cosas atrás ni n
o magnitud.48 Es un tiempo simple continuo , sin intersticios, en donde to-
tiene cosas por delante, porque el pasado y el presente y el futuro están
dos los detalles de la vida se entraña n en una unidad: La compen etración
compen etrados en ese tiempo que Proust, pariente político de Bergson, lla-
de la multipli cidad, diría Bergson. 49 Por esta razón, cada moment o de la
mó tiempo atempor al, por fuera de los relojes y de la cronome tría, y que
constitu ye la realidad directa, el dato inmedia to de la concienc ia, y el obje- 43 "El tiempo es le forme -tal vez abstracta - de le
vida mismo en nuestra conciencia,
to de la psicología. que se experienc ia como une concreción informule ble e inmediata. El tiempo
es la vide sin
Este tiempo inconsútil, atempor al, es lo que recibe el nombre de dura- su contenido, porque solamente la vide trasciende el presente atemporal
de cualquier otro
ción, la duració n pura, la del tiempo que ni viene ni pasa, sino sólo dura. tipo de realidad en ambas direcciones y por ende hace real, por sí misma,
la dimensión tem-
pornl, esto es, el tiempow (Simmel, 1918, p. 362).
La duració n es el fluido de la vida concient e misma, y por eso ni el lengua-
H Por eso, la forme de le vida el es fluido. En le siguiente cita
je ni la inteligen cia con los recursos de la ciencia y del espacio pueden aparecen juntos su concep-
to de sociología y su concepció n de vide:
aprehen derla. Se entiende pues que Bergson nunca haya podido-querido "La vide intelectua l no puede presentars e a sí mismo más que en formas:
ye sean pala-
definirla , porque su definició n la hubiera petrificado, y asimismo se en- bras o anhelos, pinturas o cualquier clase de contenido en el cual le energía
se actualiza y re-
tiende que sus obras complet as sean siempre una nueva aproxim ación al a
aliza sí mismo. Pero estos formas gozan desde el mismo momento de su
emergenci a de uno
significación objetive propia, une cierto fijeza y lógica interne con las cuales
tema, e igualme nte se entiende que el estilo escritura! de Bergson pertenez se oponen e le
- vida que los creó. Lo vide que crea e las forn1as es un flujo incesante que
no sólo lleve tal o
ca a una especie escurrid iza parecida a las sardinas , que no se deja atra- cual forma definido, sino que desbordo cualquier forma porque ese flujo
· es forme. Debido e
par, ya que va cambian do todo el tiempo de metáfora para que ninguna este contraste en su esencia, le vida no puede disolverse en formas. Le consolidac
ión de une
quede fijada, porque la descripc ión debe fluir tal como fluye la psique. estructure es ya un signo de que debe buscerse otra estructura , en el cual
el juego (estructura
necesaria-necesario insatisfacción con le estructura ) se repita. En tanto vida,
Georg Simmel , el extraño sociólogo alemán, cuando trata de conceptua- necesita forma;
en tanto vida, necesite algo más que le formaw (Simmel, 1918, p. 370).
lizar la Vida, hace una disquisic ión del todo análoga a la de la duración 45 "En ninguno porte este aplastamie nto de le conciencia
: inmediata es tan sorprende nte
como en los fenómeno s de sentimiento. Un amor violento, une melancoll e
profunde invaden
nuestra almo: son mil elementos diversos los que se funden y penetran, sin
42 A Bergson se
le ha acusado de irracional ista, p,-.müble mente por su ataque al lengua- contornos preci-
sos, sin la menor tendencia e exteriorizarse los unos con respecto de los otros;
je. El lenguaje que ataca Bergson, él mismo un talentoso usuario de las su originalid ad
palabras, es aquél tiene este precio" (Bergson, 1888, p. 135).
que ya no dice nada, que sólo repite, de modo que lo que ataca es el dogmatism
o y el burocra- 46 • ¿No se cuentan, sin embargo, sentimient os, sensacione
s, ideas, cosas todas que se pe-
tismo de sus acusadore s, quienes, dentro de la psicología académica , ya
han alcanzado gra- netran les unas e las otras y que, cada une de su ledo, ocupan el olmo todo
dos refinadísim os de rucionalidad, muy pnSximos a la estulticia: •... nuestras elle?w (Bergson,
percepciones, 1888, p. 107); "Los hechos de conciencia, incluso los sucesivos, se penetren,
sensacione s, emociones e ideas se presentan bajo un doble aspecto: el uno y en el m'8 sim-
claro, preciso, pero ple de ellos puede reflejarse el alma enterew(p. 113).
impersona l; el otro confuso, infinitame nte móvil e inexpresable, porque el
lenguaje no abría
aprehende rlo sin fijar su movilidad, ni adaptarlo a su forma trivial sin hacerlo
47 "La verdadero duración, le que le conciencie perciba, debería pues estar colocada en-
caer en el do- tre las magnitude s que se llamen intensivas, en ·el caso de que las intensidad
minio común w (Bergson, 1888, p. 133); • ... tendemos instintivam ente a solidificar es aún pudiesen
nuestras im- denomina rse magnitude s; a decir verdad, no es une cantidad, y desde el momento
presiones, para expresarla s por medio de lenguaje. De ahí que confundam en que se
os el sentimiento trata de medirla, se le sustituye inmediata mente por el especiow (Bergson, 1888,
mismo, que está en constante devenir, con su objeto exterior permanen te, p. 118).
y sobre todo con la 48 "Si fuera de vosotros le magnitud no es jamás intensiva,
palabra que expresa este objetow (p. 134); • ... la palabra de contornos bien en vuestro interior le intensi-
definidos, la pala- dad no es jamás magnitud ' (Bergson, 1888, p. 197).
bra brutal, que almacena lo que hoy de estable, de común y por consiguien .
te de impersonal 49 "La duración es une sucesión sin distinción ; une
en las impresion es de la humanida d, aplasta o al menos recubre las impresion multiplicid ad de compenetr ación•
es delicadas y (Vieillard-Beron, 1991, p. 39). "La pura duración podría muy ~ien no ser
fugitiva de nuestra conciencio ind.ividualw (p. 135); • ... no hay que sorprende más ll'."'e un~ su~
rse de que aólo sión de cambios cualitativo s que se funden, que se penetran, sm contornos
aquellas de nuestras ideas que menos nos pertenecen sean adecuadam ente prectSOS, sm nm-
expresables por guna tendencia n exteriorizarse los unos con relación e los o~s, s_in. ningún
palabrasw (p. 137). pa_ren~esco. con. el
número: esto serle le heterogeneidad pura, une multiplici dad mdistinta o cual1tat1va
, sm mn-
'
378 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICA
S
INTRODUCCIÓN Y NOTAS A UNA PSICOLOGÍA PERDIDA
379
duració n, y por lo mismo, de la psique, es una realida d nueva,so
irrepeti ble de argume ntarse que se tratan de casos de la socieda d o de la psique,
en im~redecihl_e,51 de ~odo que la duració n es una perpetu a creador o de
a,s2 la cultura , en su momen to de formación. Es cierto que las tendenc
creatnz de realidad es, incluye ndo a la memor ia y el recuerdo. ias mís-
. ~~ de _una ve~ se le puede ácusar a Bergson de haber fabricad tico-romántico-religiosas de Bergson son inexcusables, pero la realidad
o un yo de
individ ualista y aISlado, pero el yo de Bergson es más bien autista la duració n se puede traer a los momentos más munda nos del tercer
. . en es mile-
versión ' a nio, a través de la idea de súnultanei.dad., que es la duració n misma
. . . interesa
. nte
. en la que el autista es todo , pero todo, lo contran·o aun cuando
mdivid uahsta aislado , porque está tan fundido y fusiona do al exterior se aparece en el espacio, y toma la forma de cosa;54 por ejemplo ,
que en la for-
°:º re~onoce la separac ión entre yo y el mundo , razón por la cual no nece- ma de una forma, como en el arte55 o en los cuentos. A pesar de
su breve-
dad, este concepto parece ser fundam ental para el uso que se pueda
sita vmcula rse con él, ~uesto que ya es él, así que sólo necesita estar
ahí, y ' hacer
en _efecto, en la duració n, el yo que se mencio na y la totalida d, de la psicología de Bergson.
el yo y el 1 De cualqui er manera , como ha quedad o visto, el lenguaj e no alcanza
univers o, el yo y_ las estrel~as, _para usar sus propias palabras53 pasada ni
s de con mucho para percata rse y registra r la duració n, sino acaso sus
moda, son la ~ISma contmw dad de la duració n. Y ciertam ente,
no hace una ps~cología de la concien cia individ ual, sino una psicolo
neral de la realida d total o de la vida, algo que queda más allá
Bergson
gía ge- 1
¡
i
para entrar en ella, sino, ni modo, la única manera posible , que
orillas, y
es por ello que Bergson no va a recetar los métodos positivos ni discursi
no puede
vos
más en enseña rse en las escuelas: la intuici6n; "no se alcanza rá la duració
abstrac to que lo meram ente social y relacion al. O 1 n dando
. Es en es~ fo~~ intensa , ah~tracta, en que se puede hablar de los signi-
¡ un rodeo; hay que entrar en ella de golpe" (Bergson, 1907, p. 261).
La in-
ficados no lm_gmsticos c~mo siendo una psicología colectiva: después tuición es finalme nte el vislumb re de la duració n, es la coincid encia
de mo-
t~do, las ':1ultitud~s, los ntuales y l~s mitos, esos objetos típicos de mentán ea del pensam iento con el objeto, del conocim iento con la
psicolo- realidad
gia colectiv a son e1emplos de duració n, de formas, sin mediac ión alguna, sin símbolo s ni palabra s ni número s. La
de sentimientos, y pue- intuició n
es el momen to en que el momen to y el mundo se pertene cen mutuam
ente,
gu_n~ semejanz a cc:n el número" (B~~'.1 ' 1888, p. 117); "... la duración cuando uno, por un instante intenso y sin magnitu d, se topa con
, devuelta a su pureza la certeza
ongmal, aparecer a como una multiplic idad enterame nte cualitativ
a, como una heterogenei- de la vida, como si hubiera logrado meterse en algún objeto de la
dad absoluta de elemento s que se funden unos con otros" (p. 199); realidad
"... la duración completa - y supiera cómo piensa y siente ese objeto. La intuició n es la manera
!ª.
mente pura_ es forma que toma la sucesión de nuestros estados
de conciencia cuando nues- que se puede tocar la realidad . 56 La intuición es el irISight de Bergson
en
tro yo se de1a viv1~, cuando se abstiene de establecer una separació , de
n entre el estado presente y
l«:>9 estados ~ntenore s. No hay necesida d, para ello, de absorber la misma manera que el insight es la intuición de Kolher. El ejemplo
se enterame nte en la sensa- nada
ción o en la idea que pasa, porque entonces , por el contrario , cesaría
de durar. No hay necesi- exento de cursiler ía que da Bergson es el de la aparici ón de un recuerd
dad tampoco de olvidar los estados anteriore s: hasta que al recordars o de
e de ellos no los yuxta- la infanci a al oler una rosa.57 Y la rosa no provoca el recuerd o, sino
ponga al estado actual co':'10 un punto a otro punto, sino que los que tal
organice con 6, como ocurre infanci a está hecha directa mente de esa flor.
cua~do recordam os, fw1d1das por así decirlo en el todo, las notas
de una melodía. ¿No podría
decirse que, aunque estas notas se suceden, las percibim os sin embargo
las unas en las otras,
y que su conjunto es compara ble a un ser viviente?" (p. 114). 54 " ..• el lazo de unión entre estos dos términos, espacio
50 "la y duración , es la simultane idad, que
. . d l d .
. ··: esc~c1a misma ~ a uración y del movimien to, tales como podría definirse como la intersección del tiempo con el espacio" (Be~n,
apan,oen a nuestra 1888, p. 1~1). "¿Qu~
conc1enc1a, consa.ste en estar sm cesar en vía de formació n" (Bergson es lo que existe, de la durución , fuera de nosotros? El presente, o s1
51 , 1888, p. 126) se prefiere, ~ s1multane1-
• ... e1 universo
· d urn. c uanto más profundic· emos en la naauralez a del tiempo, me"or dad. Sin duda las cosas exteriores cambia, pero sus momentos no
se suceden stno para una
compren deremos que duración significa invención, creación de fonnas, concienc ia que los reCJJerda. Observamos fuera de nosotros, en un
elaboración contin~a momento dado, un conjun-
~e lo ~~lu~ entc n~evo~ (Be':8son, 1907, P: 23}; "... no es solament to de posicione s simultáneas: de las simultan eidades anteriores ya
e algo nuevo, sino algo no queda nada" (p. 198).
1mpreV1Sible; runguna mtehgenc 1a h~ría_ podido prever la fonna 55 Notemos que Bergson asocia la realidad de la naturalez
simple, indivisible, que da a exterior y la realidad de nue&-
a esos ~lemento s ".1>strn~os su orgamza c,ón concreta. Lo tra melodía interior (Vieillard-Baron, 1991, p. 68~ ·El arte segurame
que jamás ha sido percibido, y lo nte no es más que una
que es simple al masmo tiempo, es necesaria mente imprevisi ble" (p. visión más directa de la realidad" (citado por id,e,n).
52 19).
" ••• el espíritu es la única realidad susceptible de dar 56 " ••• llamamo s intuición a la simpatía por la cual
la que no tiene, didao de otra ma- uno se transport a al interior de un ob-
nera, de crear" (Vieillard-Baron, 1991, p. 108). jeto para coincidir con aquello que tiene de único y por consecue ncia
511 de inexpresa ble: (Berg-
".··el todo es, p~r el contrario , de la misma naauralez a que el yo". son, citado por Vieillani-Baron, 1991, p. 106).
"Puesto que si nue&-
tro cuerpo es la materia a la cual nuestra conciencia se aplica, es 57 " ... yo aspiro el olor de una rosa y en seguida vienen
entonces coextensivo a nue&- a mi memoria recuerdos confusos
trn concienc ia; nuestro cuerpo abarca todo aquello que percibim de la infancia, A decir verdad, estos recuerdo s no han sido evocados
os, llega hasta las estrellas• en modo alguno por el
(Bergson, citado por Vieillard-Baron, 1991, pp. 73, 116). perfume de la rosa: los aspiro directam ente en el olor mismo que es
todo esto para mí" (Berg-
aon, 1888, p. 155).
380 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS INTRODUCCIÓN Y NOTAS A UNA PSICOLOGÍA PERDIDA 381

Lo anterior implica que el sentimiento es una imagen, tiene una forma,


LA COMPASIONES DIVERSAS y asimismo, de regreso, que toda forma o imagen son en sí mismas senti-
mientos. El sentimiento es el contenido de la forma. En tanto empate de
Esta coincidencia del pensamiento con el objeto que es la intuición puede imágenes entre uno y el objeto, la empatía constituye pues un modo de co-
igualmente describirse· como el traslape o sobreposición de dos imágenes nocimiento,61 que parece acercarse más directamente a lo real que el cono-
que se empatan. Este empate se le ha denominado empatfa o simpatfa,58
ambas más o menos traducciones del alemán "einfühlung", acuñado por tanto en el mundo humano como en el mundo físico, es decir que ya se hablaba de una sim-
Robert Vischer en 1873, que significa "sentir el adentrarse de uno mismo patía como sentimiento entre los seres humanos, pero los antiguos filósofos se sirvieron del
en algo" (G. Echegoyén, 1998).59 Titchener le puso empatía, y la teorizó término principalmente con referencia al mundo físico, a los fenómenos de la naturaleza, en-
Lipps; Vemon Lee le puso simpatía. Baldwin lo traduce como resemblanza vueltos y relacionados por la simpatía. Los estoicos vieron en la simpatía "el nexo que une
entre sí a las cosas y las tiene o las hace converger en el orden del mundo", lo cual resulta de
formal. Aquí se usa la terminología sin miramientos, pero, en todo caso, las esencial importancia, ya que si el mundo se relaciona y une gracias a la simpatla, entonces
traducciones ya dan cuenta de la proximidad entre forma y sentimiento. también puede conocerse mediante ésta de una forma total, Integra, y universal; por otra par-
La empatía se refiere al hecho de que la sensibilidad, que es algo así te, Plotino puso a In simpatía como fundamento de la magia: afirmaba que los encantamien-
como el estado de cosas del cuerpo en un momento dado, incluyendo des- tos derivan de la simpatía, y que es gracias a ésta que "existe un acuerdo natural entre lasco-
sas semejantes y una natural contrariedad entre las cosas disímiles y por lo cual también hay
de ideas hasta vísceras, adopta una estructura análoga, similar, isomorfa un gran número de potencias diferentes que colaboran para la unidad de ese gran animal
ya se puede decir, a In estructura formal de un objeto cualquiera, sea éste que es el universo". Este concepto de la simpatía que presupone la animación de las cosas sir-
un paisaje, una historia, una otra persona, de manera que sensibilidad y vió como cimiento de la magia durante largo tiempo y fue admitido también por los magos
objeto tienen por momento la misma forma, o dicho más aventuradamen- del Renacimiento~ (G. Echegoyén, 1998).
"La simpatía juega en forma libre en las profundidades del mundo. Recorre en un mo-
te, se siente lo mismo ser cualquiera -de los dos; por ejemplo, la escucha de mento los espacios más vastos; del planeta al hombre cuya vida rige, la simpatía cae de lejos
una música tranquila, calmada, lenta, pone el estado del cosas del cuerpo como un rayo. La simpatía es principio de movilidad; atrae las cosas pesadas hacia la pesa-
en una situación lenta, calmada, tranquila. El contemplador adquiere las dez del sol, y las ligeras hacia la ligereza del éter sin peso; empuja las ralees hacia el agua y
tensiones propias de la cosa que atestigua, su fuerza, velocidad, profundi- hace girar, con la curva solar, In gran flor amarilla del girasol. La simpatía es un ejemplo de
lo Mismo tan fuene y tan urgente que no se contenta con ser una de las formas de lo semejan-
dad, etc. Por eso la gente puede llorar con una película triste, o sentir com-
te; tiene el poder peligroso de osimilar, de hacer las cosas idénticas unas a las otras, de mez-
pasión por alguien, que es lo que propiamente quiere decir simpatía: estar clarlas, de hacerles desaparecer su individualidad -por tanto de hacerlas extrañas a lo que
ambos bajo la misma pasión, tener como propia la pasión ajena.61l eran. La simpatía transforma, La simpatía altera, pero en la dirección de lo idéntico, de
modo que si su poder no estuviera contrapesado, el mundo se reduciría a un punto, a una
masa homogénea, a la monótona figura de lo Mismo" (Foucault, citado por ídem).
58 En psicologla y filosofía, cuando menos hasta los años veinte del siglo veinte, corrieron
61 los conceptos de los que se sirve Platón para explicar los procesos cognoscitivos son "la
varias aproximaciones afines que pueden caer bajo los rubros de empatla, simpatía e imita- coincidencia de lo similar con lo similar, la homogeneidad"; decía: "conocer significa hacer
ción, y hasta otros como endopatín (cfr. G. Echegoyén, 1988), todos abandonados sumaria- semejante lo pensante a lo pensado". Según Aristóteles, el conocimiento en acto es idéntico al
mente por el cientificismo creciente de las psicología, pero que en rigor no fueron superados objeto conocido, y por lo tanto, la misma forma sensible del objeto, si se trata de conocimien-
ni refutados. Aquí se tomarán los términos en conjunto. to sensible y la misma forma inteligible si se trata de conocimiento inteligible. Así, oír un ~
La conocida teorla lippsiana de la empatfa (einfühlung) contiene probablemente una nido (sensación en acto), se identifica con el sonido mismo, como el entender una sustancia
buena dosis de verdad, aunque en realidad no trasciende el reconocimiento y rotulación de se identifica con la sustancia misma. Para Plotino el conocimiento se tiene cuando "la pane
un fenómeno. La hipótesis algo más vieja de que la percepción de la expresión emocional U&- del alma con la que se cqnoce se unifica y se hace una ~la con el objeto conocido. Si el alma
va al observador a una imitación inconsciente e incipiente de lo observado, cuya tenue ten- y este objeto siguen siendo dos, el objeto queda exterior al alma misma y su conocimiento per-
sión resultante incluye un igualmente tenue sentimiento gracias al cual puede entender lo manece inoperante. Sólo la unidad de los dos términos, constituye el conocimiento verdade-
que le sucede al otro, también es aplicable (S. Langer, 1967, p. 176). ro". San Agustln afirma que "todo conocimiento resulta de un todo de lo cognoscente y de lo
59 ª ... la empalia se ha definido como el estado en el que se siente como propia una sensa-
conocido~ (G. Echegoyén, 1988).
ción psíquica ajena; se refiere al poder de entrar en annonla emocional con un trabajo de Estas definiciones, obviando la terminología, son diametralmente diferente a !as defini-
aneo cualquier otro objeto~ (G. Echegoyén, 1998); ciones del racionalismo, en donde lo conocido sigue siendo una entidad separada y extraña
60 " ••• puede decirse que hay un concepto cósmico de la simpa tia que antecede al concep- con respecto al cognoscente, de modo que el objeto siempre permanece desconocido y raz~~
to puramente humano de simpatía; es más, según Karl Reinhardt el concepto humano no por la cual el énfasis moderno no es la identi~a~ o identificació1;" ~ino el control y la utili-
eristirla sin el concepto cósmico. Ésta es una simpatía que existe en el universo, que se en- dad. En el pensamiento premoderno, el conocuruento es un sentmuento; en el moderno, es
cuentra ahl, que se encarga de unir. Desde la antigüedad este concepto encontró aplicación una manipulación.
382 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLEXIONES TEÓRICAS

cmuento intelectual o conceptual o discursivo o racional o lingüístico, y


l
' INTRODUCCIÓN Y NOTAS A UNA PSICOLOGÍA PERDIDA 383

piensa y siente con la cultura, y no con los cerebros de· los individuos. La
asimismo, es un conocimiento que no pasa por las palabras, incapaz de la conciencia pertenece al mundo, no al revés.
verificación pero capaz totalmente de la certeza. Lo malo es que no puede 1 Este punto de vista lo sostuvo un tipo de psicología social colectiva a
enseñarse en el pizarrón. La tranquilización de una canción tranquila no
es comprobable pero sí es cierta: nadie puede decir que esta tranquili- 1 principios del siglo XX, en especial G. de Tarde, con su teoría de la imita-
ción, según la cual el procedimiento de la empatía consiste en imitar con el
dad es incorrecta. cuerpo o con la imaginación las formas del objeto para acabar coincidien-
La psicología cometió, como es su costumbre, el sesgo del individualis-
mo, es decir, el parcialismo de aseverar que la conciencia perpetra el error 1 do con él, o como lo decía W. James, si alguien se pone a llorar acabará
por sentirse triste, porque imitó las formas de la tristeza. Los adolescentes,
o irracionalidad de proyectar sus estados interiores en los objetos,62 de ¡ por ejemplo, para saber qué se siente ser alguien, toda vez que sentirse al-
modo que si uno ve una película triste, el triste es uno y no la película, lo guien es una manera de empezar a serlo, copian sus poses y peinados, y ca-
~ r á suponer que si uno está alegre, se reirá felicísimo viendo un do- minan y hablan igual, y hasta se aprenden dos o tres palabras en inglés
cumental de atrocidades humanas. Y si la empatla es mera proyección, en- para ver si así ya son un poco neoyorlcinos, y, lógrenlo o no, la intención es
tonces el fenómeno deja de existir, tal y como lo concluyó la psicología que siguiendo los movimientos y los rasgos de algo, uno acaba por entrar a
cientificista. En todo caso, la empatía y la simpatía tenían originalmente su ritmo, y por ende se empieza a sentir y a ser lo mismo que ese algo. Esta
aspiraciones más colectivas,63 entendiendo por colectivo, la unidad de uno imitación, y luego la empatía, se ve claramente en el baile, que es algo así
y el mundo, del sujeto y el objeto, de alguien y la sociedad: "algo está ocu- como oír la música con el cuerpo además de los oídos: la gente empieza a
rriendo en el espectador que también existe en el objeto" (Strayer, citado desplegar movimientos acordes con la música, a seguir el paso, si es rápi-
por G. Echegoyén, 1998). Así que en principio el objeto igualmente puede do, rápidamente, si es lento, así, y lo que al principio es forzado y artifi-
invitar a uno a participar de su forma y de su estado de ánimo, o sea que cial, poco a poco empieza a sintonizar, a entrar en el ritmo, y al final ya es
la película efectivamente es triste, la atrocidad no es documental sino hu- un movimiento natural. Pertenecer a algo, por ejemplo a la sociedad, es
mana, con suficiente independencia del espectador: el Ciudadano Kane es moverse a su ritmo, y puesto que la necesidad de pertenencia es inexora-
buena película aunque alguien se duerma en el cine. Esta unidad colectiva ble, la imitación también. Así como las compasiones diversas son un ritmo,
en donde alguien, para serlo verdaderamente , debe quedar dentro del áni- asÚo son la apreciación artística, la lectura, las celebraciones, los rituales
mo del mundo, y donde pensamientos y sentimientos no les pertenecen a y las multitudes. Pasquale Rossi le llamó sinestesia estática.
los individuos, sino a la gestalt completa de la realidad, obliga teóricamen-
te a considerar una realidad animada,61 animista, en donde la sociedad
LAS MULTITUDES DE ROSSI
en la psicología se atribuye a Theodor Lipps el deacuhrimiento de la empatfa a princi·
í.:.!
pios de este siglo, entre 1903 y 1905; su conclusión fue que los sujetos se proyectan en las con· Tarde tomó la idea de la imitación de William Bagehot.65 Y lo que reúne a
figuraciones percibidas, y las ilusiones se forman en términos de las características de los suje- las gentes en grupitos o muchedumbres son, ciertamente, la imitación y la
tos que las percibían: "la BBtislacción estética implica al objeto, pero no reside en el objeto,
sino en el sí mismo" (C. Echeguyén, 1998).
las diversas formas de una simpatía que puede sobrepasar a los seres realmente percibidos y
63 Vgr.: "la tendencia a mir en sociedad es irreductible y autónoma, hay un fenómeno
dirigirse a amplios grupos de seres, a ciertas plantas, o a todo_ii los :"Betales qu~ la imagina-
afectivo más general, del que debe ser derivada: la simpatía• (Ribot, citado por C. Echegoyén,
ción animaliza o humaniza, puede m;tenderse a todos el un1venio (Dumas, citado por C.
1998).
Echegoyén, 1998).
Llpps mantiene que mientras la empaña esté completa, no hay distinción entre uno y el
65 W. Bagehot, en su libro: Loa Leyes Cienllfuxu del DeaarroUo de lcu Nacionell, etcétera,
Yo ajeno. esto viene a reitetar la idea de que no hay separación ni división alguna entre uno
sostenía que: "tal como las vemos, las naciones son el resultado de dos grandes fuerzas: una
mismo y otro, ya sea el otro una persona, un objeto o un evento (idcm). "En la einfühlung no
de ellas, productora de las razas, y, sea cual fuere su naturaleza, activa desde tiempos muy r&-
soy, por tanto, ese yo real, sino estoy interiormente separado de todo lo que soy fuera de In
motos, pero que ahora completa o casi completamente ha cesado de obrar; la otra, 1a fuerza
contemplación de la forma" (Lipps, citado por ídem).
creadora de lns naciones propiamente dichas, activa hoy y creadora, tanto como antes nunca
61 hay una simpat/a niga y espontánea, como propiedad psicofisiológica muy general,
obró ni creó". Esta fuerza a que Bagehot se refiere es "la inclinaci6n del hombre a imitar lo
que se manifiesta ora mediante simples fenómenos de imitación automática, ora mediante la
que tiene por delante, y que constituye una de las tendencias más vigorosas de la naturaleza;
transmisión de estados nfectiWJS; la risa, el bostezo, la t0&, el acento, los tics son contagiosos.
lo que se demuestra por la pena que nos causa cuando nu~ imita~6n no es adecuada Y fe-
Se participa en las emociones de una multitud. La imitación automática no puede explicar
liz•. La imitación inconsciente, que Bagehot empezó a estudiar, eonst1tuía, según el peDBBdor
884 SIGNIFICADOS COLECTIVOS: PROCESOS Y REFLE
XIONES TEÓRICAS 1 INTRODUCCIÓN Y NOTAS A UNA PSICOLOGÍA PERDI
DA 385
simpa tía. 66 Como en todos los casos, desde la conte
mplac ión solita ria de En fin, la multi tud, como fenómeno psíquico, puede
una obra de arte, se puede adver tir el signif icado concebirse como
extra-individual del sig- un estado de significación intens a, que constituye
nifica do· no lingüístico. Pues bien, puede argum una realid ad unitar ia en
entars e que la psicología donde los individuos, en tanto sujetos de algo,
de las multi tudes que apare ció a fines del siglo XIX queda n autom áticam en-
contiene muy notab le- te desaparecidos.68 Esta realid ad unitar ia es repen
mente la conde nsaci ón de todas las psicologías tina en su aparic ión y
perdid as, y ella mism a es desap arició n, está conce ntrad a incluso físicamente
de lo más perdi do, toda' vez que su plante amien , es colectiva y afectiva,
to primigenio fue atenta - moná dica e indist inta: es un ejemp lo claro de la simul
mente desoído por la "nuev a psicología" y la "psico taneid ad de la dura-
logía social mode rna" ción en el espacio de que habló Bergson, y es, cierta
que con estos título s tan mercadotécnicos se inicia mente , un aconteci-
ban por entonces. Las mient o como pocos en que el objeto creado, o descu
multi tudes son un caso crudo de empa tía, durac bierto , es el sujeto mis-
ión, conversión, gestalt67 y mo. Una multi tud es el sujeto de su objeto, cosa que
sentim iento. Lo de crudo tambi én debe referirse suced e igualm ente en
a que sus autore s a veces el canto , la danza , los ritual es, el enam orami ento,
hilan una que otra sarta de incoh erenc ias grand ilocue y todo lo que tenga espí-
ntes con un estilo li- ritu de cuerpo, o cuerp o de espíritu.
terari o pomp oso y miser able; Rossi es un ejemp lo
crudelísimo. Lo que constituye el alma de la multi tud no es su acum
ulació n de gente
-so es sólo much edum bre-- sino aquello que Rossi,
inglés, la causa a través de la cual obran otras causas uno de sus teóricos
más genera lmente admitid as, como el iniciales, denom ina el fenóm eno estático sinestésico,
cambio de clima, la alterac ión de las instituciones en donde lo sinestésico
política s y los progresos de la ciencia , que se refiere al hecho de que brota un ánimo uníso no
"camb ian el objeto de la imitaci ón o de la adversi
ón, y produc en así sus propios efectos". La que recorre y disuelve a
imitaci ón se asienta en la creenc ia, "que es lo que todos los partic ipante s, convirtiéndolos en una sola
de más íntimo poseen, intelec tualme nte, alma,69 ~ solo s~nti-
los individ uos que compo nen una socieda d"; pero
tambié n invade "la parte més materia l del mient o, una sola idea, una sola imagen, un solo múscu
espíritu human o, aquélla en que el alma se une
lo, que mcluso tiene
con el cuerpo , esto es, los modales, las cos- prese ncia física, o sea, que cierta mente los cuerp os
tumbre s". Gabrie l Tarde contin uó el pensam iento de la gente tambi én se
de Bageho t, analiza ndo el fenómeno de la muev en en ese uníso no y que en conju nto produ cen
imitaci ón en sus varios aspecto s y constru yendo,
de este modo, una verdad era lógica social, en una manc ha huma na
la que la invenc ión se relacio na, íntimam ente, con que se concentra, a lo cual se le denom ina sinergi.a, 70
la imitaci ón misma, a través de un proceso y las much edum bres,
dialéct ico de oposici ón y adapta ción" (Caso, 1945,
p. 113). esto es, los congl omera dos de gente que carec en
de realid ad psí~i ca,71
Bageho t fue quien en admira bles páginas trazó
las líneas de la &ugestión imitativa. Por como una cerem onia sin signif icado , o un baile a
ella las gentes son guiada s por modelo s, no por argume sueld o, son sinergia pero
ntos. Ello es que la tenden cia a imitar ya no·sinestesia.72 Y lo estáti co se refiere al hecho
figura entre las más fuertes de la natural eza human de que esta multi tud está
a y "tiene su asiento en las partes más
obscur as del alma, donde los movim ientos, lejos
de ser produc to de la reflexión, apenas sien-
ten su influen cia. Así el contag io imitativ o afecta 611 • ••• la multitu d es algo un tanto indefin
á los hombre s en lo que tienen de más ínti- ible vago, que, sin embarg o, vive Y siente, pien-
mo en sus creenci as, así como en la parte más materi sa, se mueve por s{ mismo, disting uiéndo se de las
al de su espíritu , alU donde el alma se mil almas que se confun den con ell~, Y que
une al cuerpo en sus manera s" (Rossi, 1904, p. 164). se forma siempre en las grande s conmo ciones de
las asambl eas popula res para monr luego
66
"El h~mbr e -dice Aristó~el':""""... su máquin a es un con ellas" (Berzelloti, citado por Rossi, 1904, p. 163).
instrum ento de cuerda"... y hacien- 69 • ••. la psicología colectiv a tiene por
do uso del e1emplo de los dos VJohnes, así como hecho elemen tal la sineste sia colectiva, por la cu";1
una cuerda se agita al marimi ento de la otra
cuando está perfect amente al uníson o, así nosotro las psiquis individuales que están en la multitu
de aquéllo s cuyo tejido nervios o es más semeja nte
s nos sentim os conmovidos por las pasione s 1904, p. 185); • ... conside ramos, pues, la sinestesia
d se compo nen en una S:O'ª alm~" (Ross1,
al nuestro . Y esto es precisamente ¡ que el o sensaci ón elemen tal ps1co-colectiva como
vulgo_ llama simpat ía. "Ahora bien; '.*8 fuerza 08 la forma inicial de toda más comple ja elabora ción
de imitaci ón fue grandísima en los pueblo s de multitu d" (!bid., p. 236).
salvaJes y bárbaro s. Y ya está descub ierta la fuente 70 " ... la sinestesia, sin embarg o, no perman
de la pantom ima (Pagano)" (Rossi, 1904, ece interior, sino que se exterioriza en actos,
p.128) . gritos, expresiones: iguales en todos los individuos
de la multitu d, precí,a m~nte _p~rque ~
67 una sola la emoción o el sentim iento que los posee.
Por ejempl o, la primer a ley de las multitudes es la Son lo que llamam os smerg¡a (Ross•,
primer a ley de la gestalt:
las propia s y verdad eras leyes de la psicología colectiv 1904, pp. 237-238).
a pueden reducirse 8 tres y son: . . •
1.- "... la reunió n de varias person as no da nunca 71 • ••• el concep to vulgar, pues, se abando
un resulta do igual a la suma de cada na: no es ya el s~o exteno r del ~umero , au-
una de ellas (Ferri)" (Rossi, 1904, p. 278). mentad o enorme mente hasta la multitu d; sino el
del alma colectiva, lo que constituye la mul-
Y Wundt incluso ya la había enunci ado: titud. Si éste falta, habrá muche dumbr e, pero no
multitu d" (Rossi, 1904, p. 231).
. • ... cad~ formac ión psíquic a presen ta propied 72 • ••• pero el largo asociar se de la sineste
sia con la siner~i a puede sucede r que la primer a
ades que no deben en modo alguno ser con-
siderad as simple mente como la suma de las propied desapa rezca, como si se tratase de acto instintivo
ades de los elementos. Por tal modo, en y automá uco, y quede sólo la segunda; sur-
la ley de las resulta ntes psíquic as se desarro lla un gen entonc es aquella s formas instinti vas o mecani
princip io que nosotros, teniendo en cuenta z~das, ':"m~ las llamé º'.ra vez, cual la dan-
loa efectos que de él resultan., design amos con el za, las coreografías, ¡115 formas , táctica s de la multitu
princip io de síntesis creadora" (citado por d e1érc1~0, tanto an1mal_es como _h~a-
ibid., p. 301 ). . . nas. Las cuales son todas la última expresi ón del
hecho colectivo, que ha perdido ~ p~ncip al
elemen to, la sinestesia, y de las cuales sobrevive, inmóvi
l y coligad o, el elemen to smérgico. La
PERD IDA 387
INTRODUCCIÓN Y NOTAS A UNA PSICOLOGiA
Y REFLEXIONFB TEÓRICAS
386 SIGNI FICAD OS COLECTIVOS: PROCESOS

por un tiemp o y un espacio CONCLUSIONES


limit ada en su apari ción y en su despl iegue
tud es insta ntáne a, sea ese
más allá de la cual desap arece rá: toda multi
73
de sensi bilida des", o dicho
tiene, como ningú n sentimien- Sines tesia signi fica etimo lógic amen te "reun ión
insta nte largo o corto, pero en todo caso, no de otro modo "esté tica distri buída ", y sí, parec
e que la esenc ia de los even-
eso, acum ulativ idad.
to ni ning una sorpr esa tiene n, desar rollo , progr tos de signi ficac ión inten sa extra -lingü ística tiene
que ver siemp re con una
públi cos en conciertos, de-
A pesar de las concenc;raciones masiv as de realid ad de form as y sentim iento s. Por lo tanto , la concl usión es insoslaya-
en a desap arece r: son cada extensos es una psicolo-
porte s, y prote stas verdes, las multi tudes tiend ble: la psico logía no discursiva de signi ficad os no
más activi stas y meno s sensibles.
vez más sinér gicas y meno s sinestésicas, gfa estética Psico logía estética no quier e decir , para nada , psicología del
atávic o de creac ión de la realidad:
De cualq uier mane ra, son el fenóm eno arte; hay psicologías del arte que son plena ment e discu rsiva s y algunas.
, una creen cia, un modo de ver la vida, comp rensi ón es-
una cultu ra, ya sea una comu nidad las mane ras hasta mera ment e mecánicas. De lo que se trata es de una
multi tudes son la últim a de
se crea multi tudin ariam ente. Las realid ades cotid ianas , que es
a forma , otras moda lidad es tética de cualq uier realid ad, y en espec ial de
de la creac ión colec tiva.o rigina ria; con la mism '" como dond e están los sentim iento s en su mejo r forma
. Toda la afectividad es
, la danz a y el canto
le antec eden : Rossi menc iona a la panto mima imien to una forma , "el senti mien to de lo bello no es
un senti mien to especial, sino
brimi ento y/o conoc
los mom entos de creac ión, inven ción, descu dad. que todo senti mien to exper imen tado por nosot
ros reves tirá una carácter
, de la cultu ra y la socie
del lengu aje, las ~eligiones, las artes, y en suma estético", dijo Bergs on en su prim er libro (1888
, p. 61).
todav ía a estas fecha s, pued en repro ducir este hecho sacro de la supri mido del presente
Los niños , El térmi no "esté tica", que fue cuida dosam ente
con los juegos tradiciona-
creac ión en sus activ idade s cotid ianas : "los niños texto, para no induc ir conclusiones, se les apare
ce sin emba rgo como con-
a sagra da, repit en las formas
les del corro , en que palpi ta algo de la danz clusió n oblig ada a todas las psicología reseñ adas, y estético no significa ni
i, 1904 , p. 303).
atávi cas de la psiqu is colectiva" (Ro_ss artístico ni bello , sino que significa, origi naria ment e, "sens ible"; es el cono-
n, el inven tor de la palab ra. La psi-
~en to sensible, como diría Baum garte
que super ficial idade s práct icas aptas
cología, si quier e tratar algo más
socie dad meca nicist a y econo micistamen-
para el buen desem peño de una
imac ión estéti ca. Una apro-
te orien tada, term inará por adop tar una aprox
parte de o busca los signifi-
xima ción estéti ca de la realid ad es aque lla que
de las puras agrupa ciones materi ales apsíquiea.s, son un buen criterio para
sineste sia, pues, disting ue el hecho colectivo cados inten sos que dan senti do a la vida, y que
formas human as de las subhu manas ; el hecho
como las de la muche dumbr e; y disting ue las io de utilid ad del cientificis-
colectivo verdad ero del mecan izado" (Rossi, 1904, p. 238-239). saber por dónd e ir en esta socie dad. El criter
un uso muy bruto del poder.
73 ... la psicolo gía colectiva fue defini da por Enriqu e Ferri, como Kla psicolo
gfa de lasco- mo ya nos llevó hasta dond e pudo , que fue a
K lla disciplina cien- últim as fecha s de desm ontar ,
lectivi dades estátic ament e consid eradas ". Luego fue definid a por mi Kaque
La psico logía discu rsiva se ha encar gado a
uales se compo nen en un solo 6nimo, mo- logía estéti ca no consiste en
tlíica que estudi a el modo como las psiqui s individ
se desarr ollan en limites restringidos de
decon struir , ese discurso cientificista. Una psico
estátic os (esto es, que hicie ron a la teoría de la gestalt,
hacer psico logía de la perce pción , como le
diante fenóm enos primer o
se prolon gan en el tiempo y en el espacio• (Roasi,
tiempo y de lugar) , y luego dinám icos, que
a S. Lang er, sino en consi derar que
1904, p. 173). ni una teorí a del arte, como le hicie ron
psicológico por su compl ejidad . El baile-pantom
i- de forma s, y no de discu rsos (lo lógico
7" K ••• nos llama la atenci ón un hecho lo psíqu ico está hecho de imág enes,
movim ientos del alma --41Ínergia y hech o de discu rsos), y que lo psíquico, en
ma, que es un compu esto de movim ientos muscu
lares y de
y la racio nalid ad es lo que está
todos los pueblo s es, como dice Ribot, simbóli- cias inter medi as de baja
sinest esia- a un tiempo . El cual difund ido por
iento, un estado del alma y se confun de con prim era y últim a insta ncia (aunq ue no en instan
co. Signif ica, en verdad , algo, expres a un sentim que los signi ficad os funda -
evoluc iones militar es y los trabajos urbanos y inten sidad ), se siente , pero no se dice, de modo
todas las solem nidade s de la vida públic a. Las lenguaje, en· el enten dido de
campe stres y la liturgi a de los cultos sagrad os se inspira ron en la pantom ima del baile. El ment ales se encu entra n antes o despu és del
sino de mucha s otras en general, Shott er, y Brun er, e Iháñe z e
cual fue, de este modo, no sólo la madre de las bellas artes, '}Ue es con el lengu aje, como tiene n razón , y
lares (sinergia), o de sentimien- y debe aprox imars e a ellos.
1ñiguez (1997), con lo que la psicología pued e
energí as muscu
que implic aban coope ración de esfuerzos y de
lo otro a la vez. La obra concor de y rítmic a de muchos, y el canto un estud io de las narra cione s
Pero no se trata de que la psico logía sea
tos (sinestesia), o lo uno y
ya las faenas campe stres, ya las otras faenas
acomp añó caden cias y asonan cias am1ón icas, discu rsiva, sino que la psicología in-
del mar, de la mecán ica o de la indust ria" (Rossi,
1904, p. 95). KSurgió despué s el coro y a la cotid ianas , como plant ea la psicología
todas psioo-colectivas de ritmo y armo- no pued e decirs e, sino sólo sentirse, en
YeZ que éste la traged ia y mis tarde el teatro: formas tente hace r la narra ción de lo que
nía• (p. 98).

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