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INFORME
En otro orden de ideas los test psicológicos, test psicométricos o reactivos psicológicos son
instrumentos experimentales con una firme base científica y una amplia validez estadística que
tienen como finalidad la medición y/o evaluación de alguna característica psicológica ya sea
específica o general de un determinado sujeto, tal como lo puede ser, por ejemplo:
A manera de justificación teórica de la validez de una medición por intermedio del uso de
reactivos psicológicos se esgrime como argumento que el comportamiento individual que los
reactivos provocan en una determinada persona puede ser valorado por medio de una
comparación estadística y/o cualitativa con los comportamientos de otros individuos sometidos a
la misma situación experimental, lo cual, a su vez, da lugar a una clasificación del sujeto en una
determinada escala estandarizada (Von Paczensky, 2000; Eysenck, 2003; Mussen et al., 2009;
Gregory, 2012).
Asimismo el concepto “test” se utiliza en psicología para designar todas aquellas pruebas que
tienen como objetivo examinar las cualidades, rasgos, características psíquicas y competencias
(“saber hacer”) en los individuos. Incluso más. Hoy en día, en los mercados globalizados se habla
de la “Gestión por Competencias” como la herramienta apropiada para gestionar al capital
humano, al mismo tiempo que se pide realizar “Selección por Competencias”, aludiendo así al
hecho de darle un valor agregado a un proceso que es parte integral del subsistema de Recursos
Humanos.
Asi pues el psicólogo francés Alfred Binet (en Mora y Martín, 2007) fue uno de los primeros
investigadores en diseñar un instrumento de evaluación psicológica validado con el fin de medir el
coeficiente de inteligencia (C.I.) en los niños y partió del hecho que –en lo que se relacionaba con
cierto tipo de tareas– algunos niños parecían ser capaces de ejecutarlas de mejor manera que
otros de la misma edad y condición social (Kaplan y Saccuzzo, 2009).
Las técnicas es un tema que afecta sobre todo a la psicometría, la mayoría de los manuales de
evaluación psicológica incluyen un apartado en el que revisan de manera breve la fiabilidad, la
validez y la exactitud de dichas técnicas, que el evaluador tiene que conocer estos parámetros
para poder trabajar y seleccionar la técnica más adecuada en cada situación.
1.- La fiabilidad de una técnica de evaluación, es la precisión con la que mide, responde a
la necesidad de estimar y controlar el componente de error presentados por todos los
instrumentos de medida, con el propósito qué el evaluador tenga una base para
seleccionar aquellas técnicas que presenten el mínimo error de medida.
Pruebas Psicométricas
las pruebas psicométricas son una herramienta habitual en los departamentos de RR. HH de
las empresas. El origen de los tests psicométricos se remonta a 1870, cuando se circunscribían
al ámbito educacional. En concreto, las empezó a utilizar Alfred Binet, profesor de la
Universidad de la Sorbona, a petición del Ministerio de Educación galo. Su objetivo era
identificar a los niños con una inteligencia superior a la del resto.
Por otro lado el desarrollo de los test proyectivos comenzó con L.K. Frank. Este creó la
expresión “Métodos proyectivos” (1939) para designar las pruebas psicológicas que implican
la presentación de una situación estímulo que pueda ser respondida de muchas maneras y
que precipita en el sujeto características de su personalidad.
Frank aplica el concepto de “Proyección” con el objeto de mostrar cómo el sujeto contempla
la realidad en función de las experiencias vividas en el pasado y en sus características internas:
“podemos captar la personalidad del individuo e inducirlo a revelar su manera particular de
organizar la experiencia, ofreciéndole un campo (de objetos, materiales y experiencias)
relativamente poco estructurado y dotado de organización cultural, a fin de que pueda
proyectar sobre ese campo maleable, su manera de ver la vida, el sentido que tienen para él,
sus valores sus estructuras y, sobre todo, sus sentimientos” (1939).
Guía De Observación
Observación
De acuerdo con Flores (2009): “La observación es el procedimiento que más utilizamos en
nuestra vida cotidiana. Constantemente nos encontramos haciendo uso del sentido de la vista
para mirar ordinariamente los acontecimientos que ocurren en el devenir de la existencia. La
observación es la forma ’natural’ de adquirir conocimiento. Sin embargo, tan solo en contadas
ocasiones utilizamos la observación de forma metódica” (p. 109).
Igualmente la observación es la forma habitual que utilizamos los seres humanos para
acercarnos a la realidad, un mecanismo innato que permite contemplar el mundo para
conocerlo, interpretarlo y aprender a desenvolverse en él. La observación es, por tanto, una
instancia privilegiada para el aprendizaje, aunque muchas veces no se tenga suficiente
conciencia de aquello. La observación metódica es aquella utilizada en las ciencias sociales,
que involucra procedimientos intencionados de observación, vale decir, que tiene un
propósito predeterminado y una metodología que permite recoger la información deseada
sobre el fenómeno de interés. Esta observación, llamada metódica o sistemática, se
constituye como una de las bases del conocimiento científico. Es muy distinto observar
científicamente en las ciencias naturales que en las sociales, por ello, en estas últimas el
método tiene ciertas características que distan de una observación natural. A continuación, se
presenta la forma de clasificar las observaciones según Flores (2009), que tiene varias
coincidencias con las presentadas por Fuertes (2011) y por Campos y Lule (2012). La elección
de estas formas de observar es parte de las decisiones que se deben tomar de acuerdo con el
objetivo de la observación. Según la delimitación de lo observado:
Estructurada Por estructurada se entiende aquella en la que previamente se han definido los
elementos específicos que se quieren observar, desagregando en dimensiones el fenómeno
en cuestión.
Sistemática Una observación sistemática es aquella que registra la información en una pauta
o instrumento que guía el modo como se levanta. Esta información puede ser consignada por
la presencia o ausencia de los comportamientos, o con otro tipo de escalas, por ejemplo, la
frecuencia o calidad con la cual se presenta dicha conducta.
En palabras de Campos y Lule (2012, p. 56) “La guía de observación es el instrumento que
permite al observador situarse de manera sistemática en aquello que realmente es objeto de
estudio para la investigación; también es el medio que conduce la recolección y obtención de
datos e información de un hecho o fenómeno”.
Evaluaciones Conductuales
Son un modelo que ayuda a formular, evaluar y hacer planes específicos de intervención, por
lo se examinan las condiciones ambientales y las variaciones específicas que ocurren en el
comportamiento de las personas, con la intención de determinar su influencia en el
funcionamiento del paciente.
De modo tal que una de las bases teóricas fundamentales de la evaluación conductual nos
dice que: el funcionamiento humano es considerado como el producto de la interacción
continuada entre la persona y la situación, por lo que las personas van construyendo
continuamente su vida y su ambiente, pero también se va conformando por las experiencias
de aprendizaje que el medio ofrece; es así que, las personas y sus situaciones interactúan
recíprocamente, pues cada persona crea las situaciones que componen su vida y así como
también las situaciones determinan el tipo de persona en que cada uno se convierte.
Aun dado a esto la psicología tradicional enfatizaba en que la conducta era el resultado de
alguna carencia de la persona, las expectativas, un rasgo, la paranoia o el potencial de
crecimiento, por tanto, la evaluación y tratamiento consistía en buscar arduamente esa
carencia y demás elementos, que generalmente se había dado en el pasado del paciente. A
diferencia de esta postura el conductismo dejó de lado el estudio de lo subjetivo dando paso a
una de las bases teóricas fundamentales de la evaluación conductual que nos dice: el
funcionamiento humano es considerado como el producto de la interacción continuada entre
la persona y la situación, por lo que las personas van construyendo continuamente su vida y
su ambiente, pero también se va conformando por las experiencias de aprendizaje que el
medio ofrece; es así que, las personas y sus situaciones interactúan recíprocamente, pues
cada persona crea las situaciones que componen su vida y así como también las situaciones
determinan el tipo de persona en que cada uno se convierte.
a- Fiabilidad test- restet o estabilidad corporal: es el grado en que un individuo alcanza la misma
puntuación, es una técnica, cuando esta se le aplica en ocasiones distintas, pero en las mismas
circunstancias.
Hay que tener en cuenta la estabilidad de la conducta que se va a medir a la hora de seleccionar la
fiabilidad de la técnica que se va a utilizar y no exigir alta estabilidad en técnicas que miden
estados y si en las que miden rasgos.
b - consistencia interna u homogeneidad del test: es el grado en que los elementos que
componen una prueba son homogéneos o consistentes entre sí, índice bajo de consistencia
interna, indica que el instrumento de evaluación puede estar midiendo más de un constructor,
que no ha Sido bien operativizado Y/O que el constructor es complejo y debería ser descompuesto
en su componentes para los propósitos de medición, así por ejemplo en la entrevista o en un
listado de síntomas, no debe buscarse una alta consistencia interna, pues el objetivo de esta
técnica es analizar espectros diferentes que puedan ser completamente independientes entre sí.
a.- Validez de contenido o muestral, comprende una muestra representativa del universo posible
de conductas que se pretende evaluar con ella.
b.- Validez de criterio o empírica: establece la medida en la cual el instrumento está asociado con
un criterio independiente. Puede ser concurrente (cuando las puntuaciones entre la prueba a
validar y el criterio, se producen de forma cercana en el tiempo) o predictiva (el grado en que las
puntuaciones de la técnica predicen conductas futuras). A un nuevo instrumento que mida
ansiedad, debe exigírsele que tenga una alta correlación con otras medidas de ansiedad ya
conocidas (validez criterial). Sobre un juicio diagnóstico relacionado con la probabilidad que tiene
un condenado por violación de volver a delinquir, debe exigírsele validez predictiva.
c.- Validez de constructo estructural, conceptual o teórica: Establece el grado en el cual una
técnica mide un determinado rasgo o constructo hipotético.
Otros autores mencionan la validez interna (grado de control de variable en una investigación) y la
validez externa (grado de generalización de los resultados obtenidos), dentro de la cual se
encontraría la validez de población y la ecológica (según se refiera a generalización a sujetos o a
situaciones).
3.- La exactitud: Sería la fidelidad con la que una técnica representa los rasgos
topográficos objetivos de la conducta evaluada.
La técnica es particularmente útil para explorar los conocimientos y experiencias de las personas
en un ambiente de interacción, que permite examinar lo que la persona piensa, cómo piensa y por
qué piensa de esa manera. El trabajar en grupo facilita la discusión y activa a los participantes a
comentar y opinar aún en aquellos temas que se consideran como tabú, lo que permite generar
una gran riqueza de testimonios. Se encuentran otras técnicas similares al grupo focal, que se
pueden diferenciar por sus particularidades para responder a las preguntas de investigación. Así, la
observación directa es más apropiada para estudios de roles sociales en una organización, en
tanto, que el grupo focal es particularmente sensible para el estudio de actitudes y experiencias.
Las entrevistas son más adecuadas para analizar ideas en las biografías personales y los grupos
focales están más indicados para examinar cómo se desarrollan y operan las ideas en un
determinado contexto cultural.
Los cuestionarios son más apropiados para obtener información cuantitativa y estudiar la opinión
que asume un grupo de personas, en tanto que el grupo focal explora cómo se construyen estas
opiniones.
1 ¿Cuándo surge la técnica de grupos focales? En la década de los 30´s los investigadores sociales
se cuestionaron sobre la precisión de los datos que obtenían, en especial se preguntaron, si la
excesiva influencia que tenía el investigador sobre la información ofrecida por los sujetos, podía
distorsionarla. Como resultado, se diseñaron estrategias grupales que permitieran mayor libertad
y apertura a los entrevistados. Inicialmente, la aplicación de las técnicas con los grupos se llevó a
cabo en las áreas laborales, con el propósito de incrementar la productividad y también para
favorecer el análisis en la psicoterapia.
Este principio se sustenta en que gran parte de los problemas sociales, se expresan de manera
directa o indirecta en la comunicación de las personas. La comunicación es una senda para
conocer los procesos de sentido que caracterizan a los sujetos individuales y a través de éstos,
conocer la forma en que diferentes condiciones objetivas de la vida social afectan al hombre.
“Cada una de las formas de expresión de la subjetividad social expresa la síntesis, a nivel simbólico
y de sentido subjetivo del conjunto de aspectos objetivos macro y micro, que se articulan en el
funcionamiento social”.
¿Cómo se llevan a cabo los grupos focales? Se trata de una técnica que privilegia el habla, y cuyo
interés consiste en captar la forma de pensar, sentir y vivir de los individuos que conforman el
grupo. Los grupos focales se llevan a cabo en el marco de protocolos de investigación e incluyen
una temática específica, preguntas de investigación planteadas, objetivos claros, justificación y
lineamientos. De acuerdo al objetivo, se determina la guía de entrevista y la logística para su
consecución (elección de los participantes, programación de las sesiones, estrategias para
acercarse a ellos e invitarlos, etc.). En la planeación hay que considerar también las características
del lugar de encuentro; de fácil acceso, de preferencia un espacio conocido y no amenazante, que
haya una sala con una mesa grande y sillas, idealmente debería contar con una cámara de Gesell,
donde se ubiquen los observadores. Es necesario tener una grabadora de audio y/o video para
registrar el intercambio comunicativo del grupo focal, tratando de minimizar el ruido y los
elementos distractores para propiciar la concentración del grupo.
Una de las figuras centrales en un grupo focal es el moderador, quien dirige el diálogo basado en la
guía de entrevista, previamente elaborada, da la palabra a los participantes y estimula su
participación equitativa. Elementos de un buen moderador de grupos focales.
El moderador debe dar confianza a las personas tomando en cuenta lo que dicen, y
abstenerse de dar su opinión. Antes de iniciar un grupo de enfoque, se establecen los
convenios iniciales, explícitos e implícitos, y se aclaran los propósitos de la reunión. Debe
quedar claro quién pregunta y quien(es) responde(n), o si va a haber algún tipo de retribución
por la participación. Esto se acuerda desde la invitación a participar, y se reafirma al inicio de
la entrevista colectiva. Es deseable que el moderador cuente con una guía de entrevista, en la
cual se planteen preguntas abiertas relacionadas con los objetivos del protocolo. El orden en
que se aborden las preguntas no es importante, lo relevante es cubrir los temas planteados.
Cuando se haya agotado la guía, se da por terminada la sesión y se deja abierta la posibilidad
de volverlos a contactar en caso necesario. El moderador agradece a los participantes y valora
su participación. Inmediatamente después de la reunión se debe respaldar el audio o el video
para conservar una o más copias del material primario, y entonces se procede a su
transcripción, que se realiza de manera literal y ordenada. Una vez en palabras, el texto se
convierte en un documento analizable, sin la presencia de los sujetos.
Algunos de los programas computacionales adecuados para este tipo de análisis son:
Atlas/ ti®, Etnograph®, Nud’ist® y Decision Explorer®.Existen funciones para elaborar dibujos,
diagramas causales, crear matrices y cuadros, sobre la base de la lectura de los datos y las
categorías descubiertas. Además, permiten enmarcar el contexto, la situación o el evento, en
el cual se ubica el fenómeno de estudio.
El proceso comienza al revisar que el material esté listo para el análisis, después se establece
un plan inicial de trabajo o una coreografía de análisis, se codifican los datos en un primer
plano descriptivo y se codifican los datos en un segundo plano conceptual, el proceso
interpretativo está en marcha al relacionar contextos, eventos, situaciones, sujetos de estudio
e intentar encontrar modelos, explicar sucesos para construir teoría.
Métodos básicos: La observación. Los auto informes. La entrevista. Las técnicas objetivas.
Las técnicas proyectivas. Los test psicométricos.
La Entrevista
Por otra parte la entrevista psicológica es la técnica de evaluación más utilizada en psicología, en
concreto en el ámbito clínico. Su utilización se justifica por su eficacia tanto para indagar
contenidos no observables como para servir de guía y orientación sobre qué contenidos deben ser
evaluados con otros procedimientos
Se trata de un instrumento que podemos clasificar dentro de la categoría general de auto
informes, y mediante el cual obtenemos información, previa al diagnóstico e incluso a cualquier
modalidad de intervención. La entrevista suele darse al principio de la evaluación y al comunicar
los resultados, lo que se conoce como entrevista de devolución.
Preguntas cerradas: Son aquellas que ya están prevista en cuanto a su orden y forma de
plantearse. El entrevistador no puede alterarlas, suelen tomar la forma de un cuestionario.
Permite que los datos sean comparados de mejor forma, resulta muy sencillo cuantificarlas este
tipo de preguntas.
Preguntas abiertas: El entrevistador tiene posee mucha más libertad a la hora de crearlas y
administrarlas, permiten que la personalidad del paciente sea investigada de una manera mucho
más profunda. Los datos que generan son cualitativos.
Pre evaluación
Preguntas
De la definición de entrevista propuesta por Pope pueden extraerse las siguientes características
de la entrevista:
Las ventajas de utilizar la entrevista en lugar de otros instrumentos generales previos, como
pueden ser los cuestionarios biográficos o incluso los cuestionarios de problemas, son varias y de
diversa índole:
6. La posibilidad de evaluar a personas que no pueden serlo por otros medios o cuya evaluación es
muy dificultosa con otros instrumentos.
Por otra parte, entre las principales desventajas o inconvenientes de la entrevista hay que señalar:
1. El costo relativamente elevado tanto en tiempo como en esfuerzo por parte del entrevistador y
del entrevistado.
Las entrevistas diagnósticas tienen como objetivo recoger información para determinar los
conocimientos, habilidades, actitudes y características generales de personalidad del entrevistado.
En este tipo de entrevistas hay una repercusión directa sobre el sujeto entrevistado.
Las entrevistas terapéuticas o de consejo tienen como finalidad cambiar o solucionar problemas
de carácter emocional o conductual, los cuales pueden haberse producido a nivel individual,
colectivo o de grupo. En este tipo de entrevistas hay una repercusión directa sobre el sujeto
entrevistado.
En la entrevista de evaluación o consejo lo que se pretende es, bien obtener información útil para
diseñar y llevar a cabo un programa de tratamiento, bien aconsejar o asesorar al cliente sobre
ciertos aspectos de su vida, ayudándoles a comprender lo que les sucede. En la entrevista
terapéutica lo que se pretende es provocar un cambio en el comportamiento del entrevistado.
Las entrevistas consultivas son aquellas en las que el objetivo prioritario es dar respuesta a un
tema específico muy concreto (a veces, incluso se trata de responder a una sola motivación como
pueda ser la búsqueda de recursos o de profesionales especialistas de algún trastorno específico:
“mi marido es esquizofrénico y no sé cómo tratarlo ¿puede darme algunos consejos para el día a
día?”; “a mi hija la ha captado una secta, ¿dónde puedo recurrir?”). Los entrevistados no suelen
seguir con un trabajo clínico posterior.
Del cuerpo de la entrevista lo esencial es reunir información sobre las diversas áreas en las que
existen problemas. Para ello, el entrevistador irá subrayando lo que considera significativo y de
interés de entre toda la información que emite el entrevistado, guiando así al cliente sobre qué
aspectos de su “problema” son más relevantes.
Antes de comenzar a preguntar el entrevistador, también debe tener presente que la finalidad de
la entrevista es obtener información específica, por tanto, ha de motivar al entrevistado para
conseguir esa finalidad. Como consecuencia, es necesario:
1. Formular frases positivas: las preguntas deben ser claras, precisas y formuladas en sentido
positivo (por ejemplo: es mejor utilizar una frase como “quiero que me hable usted acerca
de…”, en lugar de “ahora no quiero que me hable de eso, sino de…”).
2. Utilizar un lenguaje adecuado al objetivo y al entrevistado.
3. No mezclar conceptos (por ejemplo: es mejor usar frases como“¿cómo se siente con este
nuevo tratamiento?”, en lugar de“¿cómo se siente usted con este nuevo tratamiento y
que piensa usted de él?”).
4. Mostrarse interesado por el tema y las respuestas: el entrevistador no debe dedicarse
todo el tiempo a dirigir la entrevista, debe dar retroalimentación sobre la información que
va obteniendo cuidando de no emitir juicios.
La entrevista no debe ser en ningún caso un momento desagradable para el entrevistado. Puede
ser difícil, dura incluso, pero el cliente siempre debe sentirse a gusto con el entrevistador. Para ello
es importante que el psicólogo evite una serie de intervenciones que se dan muy a menudo en las
conversaciones cotidianas, pero que no tienen cabida en una entrevista psicológica profesional:
1. Cháchara. Teniendo en cuenta que el cliente llega a la entrevista por un motivo concreto, deben
evitarse los temas de conversación intrascendentes. Por ejemplo, hablar del tiempo, política o
deportes para “romper el hielo”.
Sermoneo. Conviene evitar al máximo las expresiones que conlleven consejos del tipo: “usted no
debe nunca…”, “pero cómo se le ocurrió…”. Que siempre hacen pensar al sujeto en frases como:
“Pero quién se ha creído este para venir a regañarme a mí”.
5. Presionar o discutir. Deben evitarse las expresiones del tipo: “¿no te lo dije yo?”, “usted está
completamente equivocado porque…” “no, si esto ya lo sabía yo…”, ya que el sujeto se siente
injustamente presionado por lo que ha hecho (a fin de cuentas, si ha recurrido al psicólogo es por
no poder controlar eso de lo que se le acusa) y se ve obligado a justificarse iniciándose una
discusión que no debería tener lugar.
6. Expresiones de intolerancia y rigidez. Por ejemplo, “esto es así y punto”, “seguir en esa línea es
insistir en el error”. Cuando un interlocutor se aferra a sus opiniones con rigidez, obliga a la
persona con la que habla a hacer lo mismo. Si el primero habla de sus opiniones como una
posibilidad más (a su juicio, la más adecuada, aunque con inconvenientes) hace que el otro revise
su posición con la misma exhaustividad y desapasionamiento.
7. Hiperanálisis, hiperinterpretación o intelectualización. Por ejemplo: “en mi opinión sus actuales
dificultades provienen de que usted nunca se preocupó por su desarrollo personal”. Esta muestra
de pedantería hace que el sujeto piense que el psicólogo le está diciendo: “Mira, he resuelto en
unos minutos el problema que arrastras durante años: yo soy un genio y tú eres idiota”.
8. Bombardeo al paciente con varias preguntas seguidas. Además de no saber a cuál de las
preguntas responder, el sujeto interpreta esa forma de preguntar como nerviosismo por parte del
psicólogo, dando la impresión de haberse asustado ante el problema y no saber exactamente
cómo reaccionar, cosa totalmente nociva en las futuras relaciones cliente-psicólogo.
9. Auto revelaciones extensas, especialmente las relacionadas con las dificultades del propio
terapeuta. Por ejemplo: “lo que usted me dice me hace pensar en mi propia situación…”, “yo
también siento lo mismo cuando…”. Si bien, puntualmente, el psicólogo puede ponerse él mismo
como ejemplo, no conviene abusar (“este psicólogo solo hablaba de sí mismo”) y ni hablar de
situaciones demasiado difíciles (“no hacía más que compararme a mí con él, yo con soy como él”)
10. Interrupciones constantes al cliente cuando está hablando o cuando está en un silencio
necesario. El psicólogo da la impresión de que no le interesa lo que dice el cliente y que solo
quiere escucharse a sí mismo.
Las técnicas que permiten a un entrevistador intervenir verbalmente durante una entrevista son
muy diversas. Cada una de las técnicas puede clasificarse de acuerdo con la categoría
directividad/no directividad.
Las técnicas no directivas se caracterizan porque todas ellas denotan que el terapeuta escucha
atentamente el discurso del paciente y que presta la debida atención al proceso de interacción
que mantiene con él. El hilo conductor de la conversación lo lleva el propio sujeto y el psicólogo se
limita a hacer puntualizaciones o preguntar sobre lo que está diciendo el cliente.
1. Clarificación. Consiste en una pregunta que se dirige al cliente cuando este emite un mensaje
ambiguo, para elaborar mejor la información del entrevistado, para comprobar que se han
comprendido las palabras del cliente o para aclarar ideas vagas o confusas. Suele hacerse una
pregunta del tipo “¿quieres decir que…?” o una afirmación del tipo “si te he comprendido bien, lo
que has hecho es que…”. También puede hacerse pidiendo al interlocutor que confirme o exprese
desacuerdo “¿es correcto?, ¿estoy en lo cierto?”.
2. Paráfrasis. Es un enunciado que repite con palabras del terapeuta el contenido cognitivo del
mensaje del paciente. Hace referencia a situaciones, sucesos, personas, objetos o ideas. Su
finalidad es ayudar al entrevistado a centrarse en sus verbalizaciones; por tanto, es aconsejable su
uso cuando el terapeuta desee evitar que el paciente se vea desbordado por la expresión de sus
sentimientos, como puede ser el caso de los pacientes “llorones” o cuando divaga excesivamente.
3. Reflejo. Son aquellas intervenciones en las que el terapeuta recoge la parte afectiva del mensaje
del cliente, es decir, se centra en los sentimientos del entrevistado, incluyendo el tono emocional
empleado por este durante la emisión. Sirve para que el entrevistado exprese sus sentimientos, e
incluso para que llegue a conocerlos mejor.
4. Resumen. Consiste en elaborar y transmitir al paciente dos o más paráfrasis y/o reflejos, en los
que se condensan algunos de sus mensajes. Puede referirse tanto a lo cognitivo como a lo
emocional, y sus contenidos pueden tener como objeto toda una entrevista, algunos momentos
de ella o incluso una serie de entrevistas.
Puede hacerse para interrumpir una divagación excesivamente larga, cuando el interlocutor va
saltando de un tema a otro sin centrarse, para terminar un punto o para concluir la sesión.
Técnica especular. Consiste en repetir las últimas palabras que el sujeto ha dicho para que este se
centre y se oriente en lo que estaba diciendo. También se usa cuando se responde a alguna
pregunta del sujeto usando sus mismas palabras en lugar de un “sí” o “no” mucho más frío e
impersonal (“¿cree que voy a salir de esto?”, “creo que vas a salir de esto”).
Las técnicas directivas, por su parte, son todas aquellas intervenciones verbales del entrevistador
en las que el mensaje está organizado en función de su propio sistema de referencia y no de
acuerdo con el sistema de referencia del cliente. La utilización de esta clase de técnicas requiere
una habilidad mayor que para las no directivas, ya que si no se elige el momento adecuado el
paciente puede obstaculizar o abandonar el proceso terapéutico.
1. Sondeo. Consiste en una pregunta que se refiere directamente a los problemas del paciente.
Suele contener la partícula qué, cómo, cuándo, dónde o quién y suele adoptar la modalidad
abierta. Debe evitarse la partícula “por qué”, ya que puede provocar defensividad en el cliente, al
obligarle a excusarse o justificarse. Se utiliza sobre todo para comenzar la entrevista y para
identificar en qué consiste el problema. Otras fórmulas de sondeo alternativas a las mencionadas
serían: “¿a qué puede deberse?, ¿a qué atribuye?”.
Suele adoptar la forma de “me pregunto si…”, “es posible que…”. Es aconsejable utilizar la
clarificación después de la interpretación para comprobar qué piensa o siente el sujeto.
5. Instrucciones. Consiste en uno o más enunciados a través de los cuales el terapeuta instruye,
dirige o indica al paciente cómo debe hacer algo. Pueden estar dirigidas hacia algo que el paciente
puede realizar durante la entrevista o fuera de ella. Además, el contenido de unas instrucciones
puede referirse a las ideas, los sentimientos o las conductas observables. Se recomienda presentar
las instrucciones como una sugerencia y no como una orden.
Habilidades de escucha
Una buena entrevista requiere grandes habilidades de interrelación por parte del clínico. Así, si
bien las técnicas de comunicación son necesarias, estas resultan insuficientes si el clínico es poco
hábil para transmitir al sujeto que está escuchando con interés lo que este le cuenta. El clínico
debe saber escuchar para poder comprender lo que el cliente dice y siente y poseer buenas
habilidades de comunicación de modo que pueda transmitirle su comprensión apropiada y
constructivamente.
Evidentemente, para saber lo que le ocurre al cliente es más importante dejar hablar que hablar.
Evaluación Psicológica
La evaluación psicológica tal y como la conocemos es un concepto moderno, pero sienta sus raíces
en la Grecia clásica, cuando Aristóteles intentó evaluar la forma de ser de las personas a través de
sus rasgos corporales mediante un método llamado fisiognomía o cuando Hipócrates quiso
explicar tanto las causas de las enfermedades como los motivos por los que una persona mostraba
cierto temperamento a través de su teoría humoral. Mucho tiempo tuvo que pasar hasta que en el
siglo XIX surgieron los primeros test psicológicos y con ellos nació la evaluación científica en la
Psicología. Actualmente la evaluación psicológica es uno de los componentes más importantes de
la intervención en el ámbito de la psicología.
En el mismo orden de ideas la evaluación psicológica es una disciplina que se enfoca en explorar y
analizar el comportamiento, la personalidad, las habilidades cognitivas y otras características de la
persona, pareja, familia o grupo. Para ello recurre a métodos y técnicas científicas de recogida de
información, como los tests psicológicos, los cuestionarios o la observación directa, que luego se
interpretan para llegar a conclusiones o establecer un modelo del funcionamiento sobre el objeto
de análisis.
Así mismo la evaluación psicológica se realiza tanto con fines investigativos como prácticos y se
utiliza en diferentes entornos, desde contextos educativos y legales hasta médicos, psicológicos o
clínico-psiquiátricos. Su principal objetivo es comprender al sujeto o grupo facilitando su
descripción, clasificación, predicción o transformación, ya sea con fines diagnósticos, para ofrecer
orientación o guiar la intervención terapéutica.
•Es un proceso científico que sigue diferentes fases, desde un primer momento de planificación en
el que se busca información preliminar sobre la persona o grupo, hasta el planteamiento de las
hipótesis de trabajo, la selección y aplicación de los instrumentos de evaluación y la redacción del
informe con las conclusiones que encauzan el proceso de intervención posterior.
•Tiene un carácter interactivo ya que el psicólogo mantiene prácticamente en todo momento una
relación con el sujeto o grupo que está evaluando. De hecho, algunas de las técnicas que se
utilizan en la evaluación psicológica demandan un gran nivel de interacción, como la entrevista.
•Uso de diferentes tipos o fuentes de datos para obtener un conocimiento más completo de la
persona o grupo que se evalúa. Como resultado, el proceso de evaluación psicológica suele incluir
tanto datos cualitativos como cuantitativos, recurriendo a diferentes fuentes que permitan
desarrollar un enfoque histórico, integrado y dinámico del sujeto de estudio.
FASES DEL PROCESO DE EVALUACIÓN CONDUCTUAL
Bibliografía
https://luz-psicologia-unam.webnode.mx/news/evaluacion-conductual/
https://luz-psicologia-unam.webnode.mx/news/evaluacion-conductual/
la evaluación conductual tiene ciertas características que se resumen en (Buela &
Sierra, 1997).
https://luz-psicologia-unam.webnode.mx/news/evaluacion-conductual/
Modelo de orientación e intervención psicopedagógica(Ma.Lisa Sanchiz Ruiz,2009)