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Es un hecho que las personas somos distintas, y esas diferencias se dan en muchas variables. La
diversidad es la característica más básica de los seres vivos y es la que posibilita que, mientras
unos puedan vivir en un hábitat, otros perezcan. Pero la selección natural basada en los procesos
genéticos no es la única fuente de diversidad, ya que los genes también experimentan
mutaciones espontáneas y los hábitats se modifican con el paso del tiempo, por lo que será
necesario cambiar para adaptarse a ellos. y aún son más complejas las fuentes de diversidad en
los seres humanos ya que, incluso desde antes de nacer, las experiencias ambientales van a ser
diferentes. Lo que ahora somos depende de una compleja interacción entre determinantes
genéticos, influencias químicas y nutricionales (pre y postnatales), factores socioeconómicos,
métodos de crianza, oportunidades educativas y técnicas en el desarrollo de los seres humanos.
Pero, pese a que las posibilidades de desarrollo de los seres humanos son casi infinitas, cada
persona vive un número limitado de años, por lo que algunas posibilidades se seleccionan y
desarrollan, y otras se dejan. Aunque no todas las elecciones las hace el individuo, sino que
algunas las realiza la cultura y la familia.
En el acercamiento diferencial al estudio de la conducta humana se trata de una forma de
hacer ciencia que se centra en la variabilidad de los seres humanos, en el estudio de la varianza
y covarianza, es decir, en las diferencias individuales. Desde los trabajos seminales de Galton, y
gracias a la metodología estadística desarrollada por autores como Pearson o Spearman, a lo
largo de algo más de un siglo se han ido formulando hipótesis y poniéndolas a prueba para así
lograr, no sólo describir, sino explicar e incluso predecir la variabilidad de la conducta humana.
En la historia de la Psicología se pueden diferenciar, en función del objeto de estudio,
cuatro etapas: la del estudio del alma, la de la mente, la de la conducta y, por último, la etapa
científica donde se analiza la mente y la conducta. A lo largo de toda la historia, se ha
reconocido la existencia de diferencias entre los individuos que, en función de la época, han
sido interpretadas de distintos modos, encontrando desde explicaciones sobrenaturales, hasta
naturalistas o cognitivistas. Cualquier observación del individuo nos permite detectar cómo nos
diferenciamos en nuestros intereses, costumbres, inclinaciones o en el modo de reaccionar ante
distintas situaciones. Desde el nacimiento se observan peculiaridades individuales (facciones,
gestos, forma física y modos de pensar, sentir o actuar) que se van afianzando con el desarrollo.
Cada persona reacciona de un modo particular frente a los demás y frente al mundo, lo que hace
que seamos irrepetibles.
El objeto de estudio de la Psicología Diferencial no sólo es la detección de las
diferencias, sino el análisis de la naturaleza de las mismas, el conocimiento de sus causas, y de
cómo se pueden modular a través del entrenamiento. El estudio de un fenómeno en los
individuos particulares también contribuye a una mejor comprensión del fenómeno mismo, por
lo que la Psicología Diferencial realiza una aportación directa e indirecta a la Psicología en
general. Hubo un tiempo en que la Psicología General y la Diferencial parecieron estar
enfrentadas, al emplear paradigmas de investigación diferentes, técnicas correlacionales en el
caso de la Psicología Diferencial y manipulación de variables en situaciones controladas en la
Psicología General. Pero, hoy por hoy, la Psicología Diferencial tiende a integrar los
planteamientos experimentales con los correlacionales, utilizando una metodología diversa que
permita un análisis más completo de las diferencias humanas.
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Tema 4. Aspectos históricos, conceptuales y principios generales de la Psicología de las Diferencias
Humanas (Adaptado de Matud; Marrero & Caballeira; Sánchez) (curso 2016/2017)
Antecedentes míticos
Antecedentes precientíficos
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Tema 4. Aspectos históricos, conceptuales y principios generales de la Psicología de las Diferencias
Humanas (Adaptado de Matud; Marrero & Caballeira; Sánchez) (curso 2016/2017)
griega y cristiana. Considera que la razón sólo nos permite conocer al mundo y no a Dios, a éste
sólo lo podemos conocer a través de su obra en el mundo. Esta es una forma de empirismo, pues
todo lo que podamos conocer tiene que haber pasado por los sentidos, tanto por los sentidos
exteroceptores clásicos, como por los internos. El intelecto abstrae el objeto de las sensaciones y
hace inteligible esas formas. Tomás de Aquino reconoce implícitamente la individualidad
cuando señala que el alma de cada persona es distinta dentro de su especie y ésta se puede
multiplicar mediante la materia. Pero, en general, la Edad Media es una etapa de universales
dependientes de Dios, dejando al margen al individuo.
En el Renacimiento podemos encontrar la antesala de la Psicología Diferencial. Las ideas
humanistas permitieron que el centro de atención pasase desde la naturaleza, el mundo y Dios a
las necesidades humanas.
El que más se interesó por las diferencias individuales fue Juan Huarte de San Juan (1529-
1588). En su obra el Examen de los Ingenios, publicada en 1575, propone la imaginación, el
entendimiento y la memoria como las tres facultades básicas. Recoge las teorías humorales de
Hipócrates y Galeno, con los cuatro tipos básicos de temperamento (sanguíneo, flemático,
colérico y melancólico) combinados con los cuatro elementos cósmicos (aire, tierra, fuego y
agua) y plantea que los humores y temperamentos van a ser diferentes en los distintos ingenios.
Así, las personas con cerebro húmedo tendrán más capacidad de retención y memoria, y las
personas con el cerebro seco tendrán problemas de retención pero serán mejores en la
representación de figuras. Su teoría, aunque de corte biologicista, reconoce la influencia del
ambiente en el desarrollo del ser humano, al señalar que la alimentación de la que se nutre el
feto o el clima pueden influir en la cantidad relativa de un determinado fluido. Es partidario de
desarrollar un sistema que identifique el patrón específico de capacidades de los individuos,
para poder guiarlos de manera adecuada, tanto en su educación como en la ocupación,
proponiendo, distintas profesiones en función de las capacidades. La obra de Juan Huarte de
San Juan supuso uno de los principales hitos en la historia de la Psicología Diferencial, pero
también de la Psicología General, aportando:
• Un marco teórico de trabajo, basado en los fluidos corporales y en las funciones cognitivas
superiores (entendimiento, memoria e imaginación).
• El reconocimiento de diferencias individuales en el funcionamiento cognitivo.
• Un sistema de evaluación y clasificación de las características individuales.
• Una aplicación de los conocimientos teóricos al mundo educativo, social y organizacional.
En el siglo XIX surge el romanticismo, que va a poner de relieve el estudio de las pasiones
humanas y, sobre todo, del inconsciente. Los filósofos románticos, en su búsqueda del infinito,
se dejan llevar por sus pasiones, aunque sean violentas, y plantean la idea de voluntad, algo así
como la realidad de la materia que está oculta tras las apariencias. Esta voluntad la reconocían
como individual y particular, de modo que cada individuo podía elegir si deseaba controlarla o
dejarse llevar por la misma. Este planteamiento va a ser la base de algunas de las ideas que,
posteriormente, desarrollaría la Psicología Diferencial. Comienza a valorarse la diferencia,
como en el caso de las personas excepcionales, genios o artistas, a los que se les idolatra. Los
románticos consideraban la naturaleza como algo orgánico, en desarrollo y que se perfecciona a
sí misma. Por tanto, supone un reconocimiento de la capacidad inteligente de la propia materia
al considerar que ésta se autoperfecciona y autodirige en el tiempo.
Pero el estudio sistemático de las diferencias individuales y la cuantificación de las mismas
proviene de la Astronomía. Desde principios del siglo XVIII en el observatorio de Greenwich a
través del método ocular y auricular se observaba el paso de las estrellas por una línea crítica
cuantificando con el reloj el momento en que la estrella llegaba a la línea y el momento en que
la traspasaba. Este método, durante años se consideró exacto, hasta que en 1796 el director del
laboratorio despidió a su ayudante Kinnebrook porque registró el paso de las estrellas décimas
de segundo más tarde que su jefe, haciendo, de este modo, notar que el método tenía un margen
de error. F. W. Bessel (1784-1846) se interesa en estudiar esas escasas diferencias que existían
entre los observadores y crea la denominada ecuación personal para referirse a la diferencia en
segundos entre las estimaciones de dos observadores. De esta forma se obtuvo el primer registro
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Tema 4. Aspectos históricos, conceptuales y principios generales de la Psicología de las Diferencias
Humanas (Adaptado de Matud; Marrero & Caballeira; Sánchez) (curso 2016/2017)
Antecedentes científicos
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Tema 4. Aspectos históricos, conceptuales y principios generales de la Psicología de las Diferencias
Humanas (Adaptado de Matud; Marrero & Caballeira; Sánchez) (curso 2016/2017)
más posibilidades de adaptación y supervivencia. También sugiere que a partir de los cambios
adaptativos, las especies se diferenciarán del tronco común, y que los ambientes también
cambian, seleccionándose nuevos rasgos para su perpetuación.
En esta misma época, desde la Biología, Mendel (1822-1884), experimentando con el cruce
de plantas, demostró que la combinación fortuita de factores hereditarios determinaba la
singularidad del ser vivo. Elaboró los primeros modelos sobre la transmisión hereditaria de
características físicas, estableciendo las combinatorias que explicaban por qué un nuevo ser
tenía aspectos comunes con sus progenitores, aunque fuera diferente a éstos. Posteriormente, las
leyes de la genética mendeliana se expandieron a la Psicología, desarrollándose infinidad de
trabajos que pretendían demostrar la heredabilidad de las distintas características psicológicas.
Los avances médicos también permitieron crear taxonomías sobre las enfermedades, lo que
contribuyó al avance de la Psicología, en general, y de la Psicología diferencial, en particular.
Dentro de esta área resultaron de especial interés las aportaciones de la Psiquiatría que, en su
afán por clasificar las distintas alteraciones mentales sentó las bases de los sistemas
caractereológicos. Es de destacar la clasificación de Pinel (1745-1826), la de Esquirol (1772-
1840) o la de Kraepelin (1856-1926) que permitieron elaborar material para explorar la
sintomatología de los pacientes, creándose muchos de los métodos de evaluación conocidos
(entrevistas, tests...).
En el campo educativo destacó el interés por educar a todas las personas del mismo modo,
dando igualdad de oportunidades. Esto promovió que el Estado contratase a psicólogos
especializados en detectar las diferencias educativas o de aprendizaje con el objetivo de
solucionar esas diferencias. Por tanto, aunque más que la diferencia, interesaba la igualdad, las
primeras eran importantes en la medida en que aportaban conocimiento sobre el
comportamiento humano. Además, fue una etapa en la que se diseñaron diversas pruebas que
pretendían evaluar las capacidades cognitivas y/o intelectuales de los individuos.
Todas estas disciplinas contribuyeron a despertar el interés por las diferencias individuales
en la medida en que proponían métodos para medir y clasificar los comportamientos humanos.
Aunque, en un principio, el objetivo fue buscar leyes generales que explicasen el
comportamiento, en la búsqueda de esas similitudes surgieron diferencias. De ahí que resulte
complejo separar los antecedentes históricos de la Psicología Diferencial de los de la Psicología
General.
Muchas disciplinas, como se ha señalado, han reconocido las diferencias individuales, pero el
estudio sistemático de las mismas, según los distintos manuales de Psicología Diferencial, se
atribuye a Galton desde Inglaterra y a Binet desde Francia. Ambos se interesaron no sólo por
explicar las diferencias individuales sino por generar procedimientos de medida que permitieran
demostrar empíricamente estas diferencias, a las que ya habían aludido sus antecesores.
También destaca el trabajo de Cattell, que desde un punto de vista aplicado, «traslada» todo este
movimiento que se estaba produciendo en Europa a Estados Unidos.
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Tema 4. Aspectos históricos, conceptuales y principios generales de la Psicología de las Diferencias
Humanas (Adaptado de Matud; Marrero & Caballeira; Sánchez) (curso 2016/2017)
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Tema 4. Aspectos históricos, conceptuales y principios generales de la Psicología de las Diferencias
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dificultad, sino que además introdujo el concepto de edad mental como unidad de medida que
explicaría los resultados obtenidos en las distintas pruebas. Los tests de Binet rápidamente
fueron acogidos por los profesionales de todo el mundo, apareciendo traducciones en distintas
lenguas. Sus aportaciones al área de la Psicología Diferencial se centraron en el interés por las
diferencias individuales, el énfasis en el estudio de procesos mentales complejos, el desarrollo
de los test mentales junto con un procedimiento de medida riguroso y la función eminentemente
aplicada de sus trabajos.
Terman (1877-1956) hizo una de las revisiones más importantes de las escalas de Binet, que
fue conocida como la Stanford-Binet y es aquí donde se habla por vez primera del cociente de
inteligencia (CI), solventándose, así, el problema de la arbitrariedad que parecía existir con el
concepto de edad mental propuesto en un primer momento por Binet. El CI fue definido como
el cociente entre la edad mental y la edad cronológica obteniendo, así, un índice sobre el
desarrollo mental de un individuo dado. Estos primeros tests se administraban de forma
individual y requerían la pericia de un evaluador, tanto para aplicarlos como para interpretarlos.
Posteriormente, con la demanda del ejército por querer evaluar a gran número de individuos en
poco tiempo, bajo la dirección de Yerkes se crearon los test colectivos, apareciendo el Army
Alpha Test y poco después el Army Beta Test. El Alfa se empleó de modo general y el Beta era
una forma no verbal que se utilizaba con personas analfabetas y extranjeras. En ese momento, se
proponen también nuevas formas de clasificación, pues el concepto de edad mental no era
aplicable a población adulta, y se crean sistemas de puntuación basándose en las normas de
grupo. Con el transcurso del tiempo estos primeros tests que pretendían medir una capacidad
general, llamada inteligencia, fueron sustituidos por otros más específicos que intentaban
apresar distintas características de los individuos, como su capacidad espacial, verbal o
numérica. E incluso se desarrollaron pruebas que pretendían evaluar aspectos no intelectuales
del individuo como los intereses, pautas de ajuste y rasgos de personalidad. De este modo, la
medición de las variables psicológicas va a constituir un hito en la historia de la Psicología, en
general, y de la Psicología Diferencial, en particular.
En 1900, el psicólogo alemán William Stern (1871-1938) publica el primer libro sobre
diferencias individuales, en el que plantea la naturaleza de las diferencias, no sólo entre
individuos sino entre grupos, analizando además qué factores determinaban estas diferencias
(hereditarios, sociales, culturales o climáticos) y cómo se manifestaban las mismas,
identificando indicadores diversos como la expresión facial, escritura, etc. Analizó conceptos
como individualidad y normalidad/anormalidad, haciendo un recorrido por los distintos
métodos de evaluación usados hasta el momento (la introspección, la observación, la anamnesis
y los tests) y recogió algunos datos sobre diferencias individuales, tanto en capacidades básicas
y complejas como a nivel emocional. De hecho, fue Stern el que utilizó por primera vez el
término Psicología Diferencial. Aunque ésta era una disciplina que, de alguna manera, se venía
fraguando a lo largo de toda la historia de la Psicología.
El interés de filósofos clásicos y científicos del siglo XIX por conocer al ser humano y sus
características, unido a las necesidades sociales generadas tras la Revolución Industrial y la
Primera Guerra Mundial, así como el desarrollo de técnicas que permitieron la medición
psicológica, propiciaron el interés por las diferencias individuales, permitiendo el surgimiento
de la Psicología Diferencial como disciplina científica. Posiblemente, el hecho de que en esta
época hubiese un interés extremo en descubrir las leyes generales del comportamiento, al
mismo tiempo que se observaba mayor capacidad en algunos individuos frente a otros,
contribuyó a que las diferencias se trataran separadamente y a que se creara una disciplina
distinta, encargada de analizar la variabilidad en el comportamiento humano.
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Tema 4. Aspectos históricos, conceptuales y principios generales de la Psicología de las Diferencias
Humanas (Adaptado de Matud; Marrero & Caballeira; Sánchez) (curso 2016/2017)
plantearse el estudio de las diferencias desde una perspectiva científica, lo que garantice que sus
descubrimientos no sean meras especulaciones. Por ello, utiliza un proceso hipotético-deductivo
y presta especial atención a la selección de los sujetos que forman parte de la investigación.
Desde un punto de vista rigurosamente científico, resulta imprescindible considerar la
diferenciación psicológica humana y tratarla como algo propio de la humanidad, ya que si
ignoramos la existencia de diferencias, el potencial psicológico del ser humano quedaría
empobrecido. De modo que la Psicología Diferencial se va a ocupar de las diferencias entre
individuos o entre grupos. Estas diferencias se pueden estudiar de forma transversal,
analizándolas en un determinado momento o de modo longitudinal, a través del ciclo vital.
Bachs (1980), la define como «el estudio comparativo de las diferencias psicológicas entre
los individuos, tanto en lo que concierne a la variabilidad interindividual, dentro de grupos
homogéneos, como a la variabilidad intergrupos (grupos que difieren por la edad, el sexo, el
medio social, la raza, etc.)» (pp. 14-15). Y Sánchez-Cánovas y Sánchez-López (1999)
consideran que «la Psicología Diferencial es la disciplina científica que tiene por objeto
observar, describir, medir, predecir y explicar las diferencias en conducta entre individuos y
entre grupos, con el fin de extraer y formular regularidades, tomando en consideración las
variables pertenecientes al sujeto, las pertenecientes a la situación y la interacción entre ambas.
Los conocimientos alcanzados pueden utilizarse, en su caso, como base para la intervención, es
decir, para modificar esas diferencias» (p. 39). Además, añaden, que la conducta no es sólo lo
visible, sino toda actividad psíquica, que no sólo interesan los resultados sino los procesos
mediacionales, que las diferencias no deben analizarse exclusivamente desde un punto de vista
cuantitativo, sino también en función de cómo se organizan las variables en cada individuo. Por
tanto, la Psicología Diferencial va a centrar sus objetivos en el estudio de la diversidad y de la
individualidad, investigando los mecanismos que median en las distintas funciones, procesos y
conductas.
Durante mucho tiempo, la Psicología Diferencial se centró más en los resultados que en los
procesos psicológicos. No interesaba cómo se producía el comportamiento, sino la variabilidad
del comportamiento en sí misma. Para ello, la Psicología Diferencial ha tenido que emplear a un
gran número de individuos que sean representativos de la población, poner a prueba sus
hipótesis y generar teorías explicativas acerca de las diferencias. El procedimiento habitual ha
sido partir de un tratamiento estadístico de los datos, para elaborar normas o baremos que
permitan situar a cada individuo en una posición determinada en relación al grupo de referencia
y, basándose en estos baremos, comparar el rendimiento de los individuos. En los años 60 y 70,
con la revolución cognitiva, y queriendo resolver algunos de los inconvenientes que había
planteado la investigación centrada en los resultados, comenzó el interés por el proceso, es
decir, por cómo opera nuestra mente. Además, en paralelo se fue fraguando otra línea de trabajo
en la que el objetivo fundamental era establecer el origen de las diferencias, tanto desde un
punto de vista genético como socioambiental. Gran parte de la investigación en Psicología
Diferencial ha sido aplicada, interesándose por la selección y orientación vocacional pero sin
crear modelos teóricos y leyes que explicasen las diferencias. En general algunas de las
características que permiten identificar el objeto de estudio de la Psicología Diferencial serían
las siguientes:
1. Su interés por entender cómo funcionan los individuos partiendo de que son diferentes,
pero sin negar lo común. Actualmente, la dicotomía individual frente a general parece
estar superada y cada vez se insiste más en la complementariedad de la Psicología
experimental y la correlacional.
2. El interés por las leyes que explican las diferencias entre los individuos, por lo que no
es una ciencia estrictamente idiográfica sino que también utiliza un enfoque nomotético.
3. Aunque la Psicología Diferencial tuvo y tiene una utilidad aplicada, no se restringe a
este campo de actuación, pues el objetivo último que se plantea es el estudio de las
diferencias para explicar y predecir el comportamiento humano desarrollando, así,
teorías y leyes sobre el funcionamiento de los individuos.
4. Se nutre de la Psicometría, puesto que es básico evaluar y analizar esos datos para llegar
a desarrollar las leyes a las que aludíamos anteriormente, pero evidentemente no
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Variabilidad interindividual
Probablemente, las diferencias interindividuales han sido, dentro del objeto de estudio de la
Psicología Diferencial, una de las áreas que más importancia ha tenido, sobre todo, porque son
diferencias que no suelen pasar desapercibidas. A nivel lego, todos los individuos se reconocen
diferentes ante sus semejantes y, mientras unos destacan en determinadas capacidades o
habilidades, otros lo hacen en capacidades diferentes. El estudio de las diferencias
interindividuales se refiere al análisis del lugar que ocupa una persona con respecto a otra, o a
un grupo, en una característica psicológica determinada. Este acercamiento ha constituido el
principal objeto de estudio de la Psicología Diferencial. En él se describe y analiza la variación
transversal en las características psicológicas entre individuos de una misma especie y
población, en unas coordenadas de espacio y tiempo similares.
El interés de la Psicología Diferencial por detectar estas diferencias de una forma objetiva
permitió que se desarrollasen procedimientos de medida del comportamiento humano.
Normalmente, se estudian las diferencias en dos grandes sistemas: el cognitivo y el afectivo-
motivacional. El sistema cognitivo se refiere a las operaciones mentales y/o procesos
implicados en el manejo de la información. El sistema afectivo-motivacional recoge las
necesidades, sentimientos o emociones que guían nuestro comportamiento. Ambos están
interactuando para explicar el comportamiento humano y de ambos dependen, no sólo la toma
de decisiones, sino el mantener o no un estilo de comportamiento.
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Tema 4. Aspectos históricos, conceptuales y principios generales de la Psicología de las Diferencias
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Variabilidad intraindividual
Variabilidad intergrupal
Las diferencias intergrupales hacen referencia a aquellas que aparecen al comparar a grupos de
individuos que, previamente, han sido clasificados siguiendo algún criterio. El hecho de poseer
ciertas características físicas, ya sea el color de piel, la constitución corporal o las características
sexuales hace que se establezcan ciertas distinciones a otros niveles, la mayor parte de las veces,
impuestas social y culturalmente. Si la sociedad considera que esas características diferencian a
los individuos, esta creencia determinará, en parte, las características de su conducta y tendrá
una influencia sobre el desarrollo intelectual, emocional y personal. Por otro lado, la pertenencia
a un grupo no sólo fomenta ciertos modos de actuación, sino que las reacciones de los demás
hacia el individuo estarán influidas por el conocimiento del grupo al que pertenece. Y el
individuo, a su vez, actuará en función de las actitudes sociales que encuentre. Las diferencias
intergrupales más estudiadas han estado basadas en la raza o etnia, la clase social, la
inteligencia, el sexo y la edad. Estas clasificaciones de los individuos en determinados grupos
son para la Psicología, obviamente, arbitrarias, en el sentido de que una persona por ser
asignada a un grupo social, no implica que no pueda formar parte de otro grupo diferente. En
investigación, hay ocasiones en que interesa analizar las diferencias intergrupales con el
objetivo último de identificar aquellas desventajas que pueden tener ciertas personas por su
condición social y suplir las deficiencias con programas de entrenamiento o mejora.
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