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Consuelo Martinez-Priego
Universidad Villanueva
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867 PERSONALIDAD
Dios Uno y Trino, 3.a ed., Pamplona, 2008. MELEN- J. F., La persona humana, 3 vols. Universidad de
DO, T., Introducción a la antropología: la persona, La Sabana, Chía (Colombia), 1998. SPAEMANN, R.,
Ediciones Internacionales Universitarias, Madrid, Personas. Acerca de la distinción entre «algo» y
2005. POLO, L., Antropología trascendental, 2 vols., «alguien», EUNSA, Pamplona, 2000. YEPES STORK
EUNSA, Pamplona, 2003. SANTAMARÍA GARAY, M. R. y ARANGUREN ECHEVARRÍA, J., Fundamentos de
G., Acción, persona, libertad: Max Scheler y To- antropología, 6.a ed., Pamplona, 2006.
más de Aquino, EUNSA, Pamplona, 2002. SELLÉS, Rafael Corazón González
Personalidad
ciones reales que la hacen posible: la auto- rológicamente– a medida que se van reali-
moción humana; por tanto, ha de referirse a zando operaciones. Esto supone que todo el
un único núcleo dinámico original. Se trata conocimiento sensible, especialmente el co-
de una unidad fontal que sostiene la unidad nocimiento valorativo de la cogitativa, se ve
en el tiempo, la consistencia biográfica del mediado por el aprendizaje y más especí-
sujeto. Además, si bien es compartida con ficamente de las primeras experiencias vi-
el resto de los vivientes, posee perfiles su- tales e interacciones personales –familia–.
ficientemente distintos que hacen que dicha Además, conocimiento sensible y dinámica
operatividad sea de un modo y no de otro. tendencial son los primeros ejes operativos
Las operaciones que le son posibles depen- sobre los que pivotan los estados emocio-
den de las facultades que posee –estructu- nales junto a las condiciones neurovegetati-
ra psíquica del hombre, es decir, conjunto de vas. Por esta razón, gran parte de los mode-
principios operativos próximos ordenados y los de personalidad hacen especial hincapié
jerarquizados–. Ahora bien, todas las facul- en los factores emotivos y motivacionales.
tades, salvo la inteligencia y la voluntad por En efecto, en dichas manifestaciones se ar-
ser espirituales, siendo las mismas en todos ticulan prácticamente todas las facultades a
los miembros de la especie, difieren entre la vez que se ponen de manifiesto aquellos
unos individuos y otros no sólo por su de- aprendizajes de mayor raigambre somática
pendencia de un acto de ser personal úni- y, por tanto, que más influyen en las con-
co, sino también por ser orgánicas. Es decir, ductas siguientes.
el conocimiento procedente de los sentidos La dinámica emocional es modificable y
externos, la percepción, la capacidad repre- modificada tanto consciente como incons-
sentativa y valorativa sensible, así como los cientemente. Es posible educar las reac-
apetitos o la facultad motora son diversos en ciones emocionales y con ello valoraciones
cada individuo. y conductas. La consolidación de éstas su-
De este modo, la manifestación del ca- pone un moldeamiento real de la persona-
rácter único de la persona en la personali- lidad, aun cuando las constantes tempera-
dad procede tanto del acto de ser personal, mentales y caracterológicas permanezcan. A
como de su corporalidad única. De ahí que su vez, esta modificación de las manifesta-
tanto los modelos de personalidad que acen- ciones personales ocurre siempre en contex-
túan el carácter integrador libre, como aque- tos culturales, los cuales dotan de sentido
llos que subrayan las condiciones biológicas y valor los acontecimientos ante los que se
previas, convengan en la búsqueda de ras- activa el individuo. Atendiendo a todo lo di-
gos diferenciales como lo propio de la perso- cho hasta el momento es fácil ver que en los
nalidad. Correlativamente, en la misma me- estudios sobre personalidad que inciden en
dida en que la corporalidad permite estudios los elementos motivacionales y emotivos in-
cuantitativos, es más fácil perder esta re- teractúan tres variables de individuación: la
ferencia a la unicidad. Es decir, las psicolo- somática, la biográfica y la libre. Es lógico,
gías de la personalidad de corte biologicista por tanto, que en el conjunto de los estudios
pueden olvidar que la novedad personal es sobre personalidad esta perspectiva posea
lo más relevante en cada individuo y que se especial relevancia; sin embargo, no siem-
manifiesta realmente en la personalidad, por pre resulta fácil desde la psicología articular
más que exista comunidad biológica en los la dimensión libre con los condicionamientos
miembros de la especie. biológico y biográfico –experiencias y apren-
Por otro lado, los órganos de los sentidos dizajes emocionales condicionados también
internos –imaginación, cogitativa y memo- por el entorno cultural.
ria sensible– no están «terminados» al nacer Este brevísimo esquema permite atisbar
y van configurándose somáticamente –neu- la importancia de los estudios relativos a las
871 PHYSIS
bases biológicas de la personalidad, tanto las demos concluir que el crecimiento de la per-
referidas a condicionamientos neurovegeta- sona en su dimensión operativa se identifica
tivos individuales como aquellos que mues- con la madurez de la personalidad y, si aten-
tran la capacidad de moldeabilidad de estos demos a la dimensión libre, podemos decir
mismos sistemas. Por otro lado, la psicolo- que, si bien el conjunto de rasgos suficiente-
gía de corte socio-cognitivo ha subrayado mente estables no es de suyo un juicio mo-
la importancia de los marcos de represen- ral, los actos libres derivados de estas con-
tación valorativa, en su mayor parte apren- diciones iniciales sí poseen carácter ético y
didos, y su influencia en los perfiles de per- que la modificación de algunas de esas con-
sonalidad. diciones iniciales es posible, es decir, son un
reto de carácter moral. Por tanto, la tarea de
5. PERSONALIDAD Y EDUCACIÓN. Señalamos más la educación de la propia personalidad es el
arriba que la personalidad no es una entidad horizonte habitual del crecimiento virtuoso
de carácter ético; sin embargo, la persona- del hombre. La virtud posee antecedentes
lidad es, de suyo, un sistema abierto que operativos de raigambre psicosomática.
se desarrolla en el tiempo en cuyo borde Sintéticamente pueden darse criterios ge-
se encuentra el obrar libre del hombre. En nerales, rasgos que a todos convienen, y que
efecto, cada uno de los elementos que he- indican un uso adecuado a la propia natura-
mos ido señalando se va modificando por el leza psicológica: la capacidad de afrontar lo
mero hecho de realizar operaciones, de inte- arduo, la capacidad de retardar el deleite,
ractuar con el medio. Además, toda la vida la capacidad de reconocer al otro como otro
emocional implica una constante tensión: no «yo» y la capacidad de decidir atendiendo a
siempre las manifestaciones emocionales se lo real. Estos cuatro rasgos de la operativi-
ajustan a la propia realidad (cronológica y dad humana parecen ser los adecuados a la
circunstancial). personalidad madura.
Podemos decir que la acción educativa, la
ayuda en orden al crecimiento personal, tie- Bibliografía
ne por objeto inmediato favorecer la madu-
BERMÚDEZ MORENO, J., Psicología de la personali-
rez de la personalidad, es decir, que el vivir
dad, Universidad Nacional de Educación a Distan-
sea adecuado a la realidad de la persona.
cia, Madrid, 1998. PERVIN, L. y JOHN, O. P., Perso-
Ahora bien, hemos de tener en cuenta que la nalidad. Teoría e investigación, Manual Moderno,
realidad es originariamente potencial y lla- México, 1999. PINILLOS, J. L., Principios de psico-
mada a la plenitud. De ahí que las propues- logía, 19.a ed., Alianza, Madrid, 1995. POLAINO-LO-
tas de carácter homeostático no sean ade- RENTE, A., CABANYES TRUFFINO, J. y POZO ARMENTIA,
cuadas a la realidad personal, por más que A. DEL, Fundamentos de psicología de la persona-
permitan alcanzar determinados grados de lidad, Rialp, Madrid, 2003.
bienestar –psicoanálisis–. Así las cosas, po- Consuelo Martínez Priego
Physis
1. Origen y significado del término. 2. El em- «naturaleza». Es un sustantivo verbal de-
pleo filosófico del término, de los presocrá- rivado del verbo phýo, cuyo significado bási-
ticos a Platón. 3. Aristóteles. 4. La filosofía co es nacer, brotar, crecer (como lo hace, por
postaristotélica caso, un brote o una excrecencia: phýma), o
bien, tomado en sentido causativo, hacer na-
1. ORIGEN Y SIGNIFICADO DEL TÉRMINO. El término cer, hacer brotar, hacer crecer. Junto a este
griego phýsis se traduce habitualmente por significado básico coexiste, en la lengua co-