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PRÓLOGO
CAPÍTULO I
CAPÍTULO ll
CAPÍTULO lll
PRÓLOGO
Sí, esto lo había pensado en este momento, pero este momento ya había pasado, este
lapso de conciencia ya lo había tenido, en la misma situación, en la misma habitación y en
la misma sintonía. Probablemente esto ya lo había escrito, me siento mareada, parece que
no hay retorno, mi vida se repite, y se repite, y se repite. Desearía dejar de divagar por el
tiempo, pero siempre regreso hasta este punto, en mis sueños veo posibilidades, realidades
diferentes, me siento confundida y perdida. ¿Qué se supone que debo cambiar ahora?
No son dejá vu, es repetir la vida. He vivido esto ya, lo he vivido en diferentes posiciones, en
diferentes escenarios, en diferentes planos y diferentes momentos.
Me siento perdida.
CAPÍTULO l
SUEÑOS
Siento que te he visto, ¿mi aburrida vida estaba escrita?, Cuando pienso en mí, pienso en ti.
Siento que eres yo, pero de manera alterna, cada vez que te sueño, no puedo ver tu rostro,
pero siento tu esencia y tu energía. Por eso sé que eres tú, llevo 28 años soñándote, ¿y si
no eres real? A veces pienso que eres solo una pequeña invención en mi vida, mi
subconsciente está divirtiéndose en crearte, te he buscado, créeme que lo he hecho…
He dedicado días enteros en buscarte, pero no tengo ninguna pista que me lleve a ti, solo
puedo sentirte cuando estoy en soledad.
Debería dejar de buscarte, debería dejar de encontrarte, debería dejar de pensar en ti.
Me dirigía a Greenwich, tenía cita con uno de los representantes de la Industria Gamer en
Japón, estaban interesados en aliarse con mi empresa, la producción artística les había
convencido. Estoy apunto de enloquecer, mi traductor no se había reportado, ¿dónde
encontraría uno en menos de 2 horas?, será horrible, pero pensé en descargar una app de
traducción, por lo menos tendré idea de que me quiere proponer, Alexander ya había
reunido a todos los productores artísticos para la reunión, faltaba uno, el más importante,
pero no importaba, sabía de su trabajo, yo podría explicarlo. Nos interesaba demasiado
hacer alianzas con Japón, el país de mayor desarrollo en videojuegos.
Maldita sea, tras media hora en espera, y sin comunicación alguna, parecía que la reunión
con este representante no tendría éxito, mi traductor no había llegado, ni siquiera se había
reportado, mi productor artístico encargado en presentar las animaciones principales estaba
en el hospital, su hijo había chocado, parecía que esta cita no estaba destinada, ¿fui yo
quien lo causó? pensé en eso un momento, mi miedo a crecer, mis repentinos
pensamientos negativos, el autosabotaje parecía claro desde la perspectiva de haberme
atraído todos estos sucesos; pero no entendía porque.
Me relaje, la música celta me transporto a unas rocosas runas con un poco de vegetación,
mi cabello era de color café rojizo, ondulado y podría arroparme con él si quisiera, de lo
largo que era. Tenía un sentimiento de soledad muy profundo, el sol chocaba suavemente
con la brusca marea, me quede observando el paisaje que se me presentaba, aunque me
sentía increíblemente apartada, estaba a gusto en ese magnífico lugar, sentía un olor muy
familiar, como cuando llueve y el césped huele realmente fresco, me deje llevar un poco por
el calor del sol, comencé a pensar en la relación con mi hermanastro, la poca paciencia que
nos tenemos, vaya, sí que era molesto, sentí un estallido en mi negativa vibra, como si la
hubiesen cortado y hubiesen hecho origami con ella, eras tú, te sentí, sentí tu mirada
clavada en mí, te oí reír, tu risa era contagiosa y dulce, te sentir llegar, pude sentir como tu
vibración y la mía se entrelazaban, quería sentirte.
- ¿No crees que es muy temprano? Me hablaste… tu voz tenía un tono particular, un poco
gruesa pero dispersa.
No te dejaría ir sin ver tu rostro, voltee rápidamente … Desapareciste, ¡no!
Alexander me dio el nombre de tres psicólogos, Kiara Yautliztli, Otto Thomas y Oliver (Solo
Oliver) nunca creí en la psicología moderna, aunque científicamente parecía dar respuesta
a los comportamientos humanos, no había parte humana, no tomaban en cuenta el alma.
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Mientras conducía camino a mi terapia, tenía un poco de miedo de lo que fuera a pasar, que
me dijera por completo que no eres real, algo de esperanza estaba en mí, aunque te había
soñado casi toda mi vida, habían meses, incluso años en los que jamás apareciste y me
hacía pensar que pensar menos en ti me haría atraerte menos, comencé a salir con
personas, personas reales, que no dominaban mis sueños, pero estaban en mi vida, no
funciono, muchas relaciones fallidas, amistades que nunca más regresaron, es como si se
hubiesen desintegrado, entre más sola estaba más aparecías tú en mí, no quería pensarte,
había noches en las que no te soñaba, o no recordaba haberte soñado, físicamente no
recuerdo nada de ti, lo único que sabía de ti era intangible, tenía miedo de que Oliver me
dijera que estaba entrando en la demencia, o que me había quedado en la infancia con mi
amigo imaginario, bueno… cualquier opinión diferente a la mía me podría hacer ver otras
perspectivas.
Mientras esperaba en su sala, me sentía extraña, nunca había ido al psicólogo, aunque su
sala de espera recuerdo haberla visto en algún lado, de repente sentí un gran impulso de
irme de ahí, pero no lo seguí.
-(Nombre de la personaje)
Me levanté, seguí a la alta y morena secretaria hasta su consultorio, una placa gris opaca
decía DR. OLIVER, se toma en serio esto de no mencionar su apellido, pensé.
Cuando entre, a mi mente vino un recuerdo en esa habitación de paredes amarillas como
un vago recuerdo, sentado estaba un señor un poco mayor que yo, de piel morena, una
barba frondosa, que parecía la de Freud, unos ojos muy azules, y una mirada muy directa.
-Tome asiento señorita (Nombre de la personaje) La tonalidad en su voz era áspera y tosca.
Antes de comenzar con la sesión tendré que aclararle tres puntos.
Primero, todas las sesiones que hago están grabadas, no mencionare en donde se
encuentran las cámaras y espero no pierda su concentración buscándolas. Ese material es
totalmente confidencial y se manejara un tipo de contrato con el que me hago responsable
de cada material en cada sesión para que no sea divulgado de ninguna manera.
Segundo, no soy un psicólogo tradicional, mi campo es más holístico y metafísico, dado que
si usted busca un psicólogo de profesión espero se retire y anularemos las sesiones,
aunque señorita, si usted se encuentra en esta habitación deberá considerar que en el
mundo existen muchos psicólogos y podría no ser coincidencia que se encuentra usted aquí
y ahora.
Tercero, la honestidad en cada sesión dependerá de que tanto desea ayudarse usted
misma, le recuerdo que mi trabajo no es que usted refuerce sus auto mentiras, sino que
aclare sus verdades.
Bien, si desea continuar luego de tratar esta información le pido que siga con la señorita
Trainer para que realice su contrato de privacidad y podrá dirigirse nuevamente conmigo.
- ¿Señorita ……? ¿el contrato está claro para usted o tiene alguna duda?
-Ninguna, tengo entendido que la primera sesión es de diagnóstico y no tiene ningún costo
¿correcto?
-Así es, déjeme acompañarla con el Dr. Oliver.
Que bien que desee continuar con el procedimiento, ¿cómo prefiere que le diga señorita?
Bien, así que ¿qué le inquieta saber y porque cree usted que no sabe respecto a eso?
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La sesión duró dos horas y cuarenta y cinco minutos, intente ser lo más sincera y honesta
con esto, el Dr. Oliver era muy curioso acerca del tema, me explico que existen planos y
posibilidades tan inquietantes en el universo que, aunque quisiera comprender el por qué
suceden moriría esperando una respuesta, más bien la pregunta que debería hacerse es
¿para qué pasan? Me explicó que, entre tantas posibilidades, una de ellas podría ser que
eres o fuiste alguien importante en alguna de mis vidas pasadas, lo extraño es porque no he
visto tu rostro y aun así logró reconocerte. Por lo que me sugirió que para la siguiente
sesión hiciera una regresión de vidas, la cual él llevaría a cabo y en la que podría sacar
información útil que me lleve a ti. Me alegro saber que el Dr. Oliver no intento cohibirte de mi
mente, ni eliminarte, el me apoyo en descubrirte y en conocerte.
CAPÍTULO lll
RECUERDOS
Me recosté, me sentía intranquila, un poco incrédula, también nerviosa, pero solo comencé
a hacer exactamente lo que el Dr. Oliver me decía.
Mis piernas ya no eran parte de mí, ni mis brazos, no tenía cuerpo, no sentía mi sangre, ni
mi respiración, no sentía el frío o el calor, era solo alma.
Corría, libre en un túnel blanco aparentemente interminable, mientras corría, veía una niña
sentada en un parque junto a un hombre, no se veía feliz, pero en cuanto logró observarme
corriendo, sonrío.
Corría, veía un hombre sentado en un acantilado, suplicando a Dios no volver a vivir, pero
en cuanto me veía, él sonreía y luego se lanzaba, me entró un impulso de rescatarlo, pero
en cuanto quise ayudar solo pude seguir corriendo más rápido, corría, veía un niño
acariciando un gato blanco mientras su madre le daba pudin, yo corría, vi a un niño en el
suelo reclamando perdón, había una niña ahí junto a él, llorando, en cuanto el niño logró
verme, me sonrió y luego cayó al suelo, quise detenerme pero fue imposible, yo solo corría
más rápido, corría y luego te vi, ahí, junto a mi comiendo en mi casa y no sé en qué
momento pasó, pero yo estaba en el cuerpo de una pequeña niña que bailaba junto a ti, mis
padres hablaban contigo, dormías en mi habitación de vez en cuando, tu padre no te quería,
podía notar la ausencia de él en tu vida pero eras fuerte, incluso crecimos muy rápido,
celebrábamos, estábamos felices y me besaste, se sentía tan real, que pensé que nunca
acabaría, luego me tenías en tus brazos, te sentí, observábamos las estrellas en una
pequeña carpa verde, prometiste encontrarme en cada una de tus vidas, éramos tan felices,
conducías, íbamos ebrios y chocamos, sentí tu culpa, tus sollozos, yo me estaba
desapareciendo, me decías tantas cosas que me era imposible escucharte, sentía dolor,
culpa y mucha tristeza, pero ya no podía escucharte, ya no podía verte.
Sentirte, fue mágico, no hubo nada que nos impidiera disfrutarlo, había querido esto por
siempre, me hubiese gustado no tener encima mi realidad, mi conciencia plena estaba
centrada en ti y aun así sabía que no eras real. Si fuiste parte de mi en alguna época por lo
que pudimos analizar, hubo lapsos en los que pude ver tu cara, pero desaparecías, y ya no
te recuerdo.
Tenía tanto en que pensar, ¡qué haría con esta información?, estaba tan perdida, luego
analice por un momento, todo lo que sentí fue tan real, que en este momento nadie podría
decirme que no es probable que me encuentre en un recuerdo de mi yo superior en un
futuro, buscando respuestas.
¿Qué es cuerpo? Nada más un medio para sentir que existes, aunque en realidad todo se
tratara de un recuerdo no del todo extraído, lo que valía era la mente, que tanta información
es capaz de almacenar, que tantos recuerdos siguen con nosotros, oh, esto ya lo pensé, si,
esto ya lo escribí, ya lo viví.
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CAPÍTULO IV
MIEDO
Mi vida estaba siendo guiada por un espectro, me sentía tan incoherente por mencionarte,
nadie iba a creerme, tengo tantos pensamientos en la mente que es imposible organizarlos,
esta regresión me había dejado muchos sin sabores, el olor putrefacto de la ilusión me daba
asco, las sensaciones que producía mi mente al recordar tu mano entrelazada en la mía, la
humedad en las lágrimas que derramaste tras haberme ido y un eco agudo de tu última
frase ‘Te encontraré en todas las vidas que estemos dispuestos a vivir’
No me has encontrado, ni yo a ti, al parecer no estamos destinados a encontrarnos. Hoy he
decidido dejarte, te entierro, te libero de mí y le suplico al universo que mi recuerdo no te
esté torturando, te libero de la colisión de pensamientos que representa intentar verte, te
libero de mis sueños, no eres más que un error, un error de un sistema imperfecto que dejó
rastros de recuerdos que no debían estar.
Eres un error.
CAPÍTULO X
DESPERTAR