Era la tarde de un sábado luminoso, cuando tras ese sombrero vi una mirada tan bonita que de solo un parpadeo conquisto un corazón apasionado. En ese instante me olvidé de todos mis problemas, de todos los pensamientos que se podrían pasar por mi cabeza. Era como un reinicio a mi destino, quise acercarme a él, pero ya lo veía marcharse poco a poco, quien era yo para detenerlo, esa idea rondaba en mi cabeza, así que como el aire se lleva las hojas de un árbol lo dejé ir. Durante todo ese tiempo no pude dejar de pensar en él ni un solo momento. Recordar aquella mirada me producía una sensación rara, como en algún momento escuche “Las mariposas en el estómago”, busque la manera de saber quién era, de donde viene, que hace en mi pueblito, si tenía a alguien más, un sin fin de dudas sumergidas en mi pobre cerebro que pedía ayuda de tantas incógnitas. Puse todo mi empeño en buscarlo saber algo más de él, pero el tiempo me demostraba que no lograría saber nada. Pasé tardes mirando mi ventana esperando verlo pasar, tenía esa idea que lo volvería a ver, como era posible que un chico con una mirada tan cautivante se pueda desaparecer en un pueblito pequeño como el mío, o quizá era solo un visitante, ideas tan fuertes como estas desanimaban a mi corazón. Poco a poco iba perdiendo apetito, tenía en mente conocerlo, hablar con él, salir de mis dudas, pero la soledad en aquel momento solo era mi fiel compañera, pasaba horas tirada en mi cama pensando, escuchando canciones que hacían que ese amor del chico que ni siquiera conocía se hiciera más fuerte. Por fin creo lograba entender cómo es que se sufre por amor, no lo entendía como era posible enamorarse de esa mirada tan encantadora, ya habían transcurrido 15 días, muy poca verdad, pero para mí era un mundo, buscaba sin fin de escusas para salir y quizá volverlo a ver, pero no lograba nada. Ya era Carnavales, no lograba saber nada de él, frustrada al no poder encontrarlo, me resigné, así que decidí ir a alguna parte a relajarme. Yo era una chica corriente sin mucha vida social, sin muchos amigos en los que confiar, Así que, en mi soledad y desesperación por contarle a alguien esto, acudí a mi prima, ella era todo lo contrario a mí, así que decidió llevarme a entrenar para los carnavales de mi pueblo, de esta manera me iba distraer. Aquel primer día de entrenamiento con dudas de participar eh insistida por mi prima acude al local, al llegar busque un banco, esperando a que los demás integrantes lleguen cuando de repente note la presencia de alguien a mi lado, sin ánimos de hablar con alguien, acomode mis auriculares, poniendo música al instante, cuando en un momento logro escuchar una voz gruesa, vibrante, como se suele decir una voz varonil, al voltear la mirada logre captar, era él. Esa mirada única, que hizo acelerar el latir de mi corazón, Era él, no podía creerlo, se imaginan esa emoción indescriptible, me sentía en el paraíso, pero a la vez era la incertidumbre de cómo le hablo, así que en mi duda de cómo dialogar, el muy caballeroso me saludó, con dudas de responder logré hacerlo, poco a poco entablamos una conversación dando así respuestas a muchas dudas que tenía. Él era mi motivo de asistir a prácticas, hablábamos con el todo el día, tanto que mi celular era el medio que más me acercaba, en esas tardes de citas, el llamo mi atención con un pedido del cual no me lo imaginaba, pero la emoción de mi corazón fue más fuerte que acepte su propuesta, mis compañeras integrantes del grupo me felicitaban por aquella decisión. De aquella fecha todo salía de maravilla, hasta hace poco que fue día de la madre, en donde delante de mi familia y la suya me hizo una propuesta más formal, ¿se imaginan que fue?, yo tampoco tenía idea de ello, pero la emoción me gana de contarles, de rodillas y mirándome fijamente, me dio la propuesta de matrimonio, ¡hay no eso es muy fuerte para mí!!!! Cuando me miró, me quedé callada sin saber qué hacer. No me lo podía creer. Pasamos como varios minutos mirándonos a los ojos. Una lágrima cayó por mi mejilla cuando de repente él me besó, ahí me di cuenta que era él de quien estaba enamorada. hubo doble felicidad en mi casa, todo empezó a funcionar de maravilla. Esto puede parecer irreal, pero la historia que estoy narrando ocurrió hace poco, y fue una parte de mi vida que nunca olvidaré. Necesitaba contarlo y sacar al exterior todos los sentimientos que sentí a lo largo de ese periodo. Hoy comprometida, con un ser tan bueno, maravilloso, que cada vez me enamora más por su forma de ser y actuar, me siento feliz y contenta, solo esperando que pase la pandemia para hacer realidad nuestro sueño……