Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Esta traducción fue realizada sin fines de lucro por lo cual no tiene costo. Si el
libro llega a tu país, te animamos a adquirirlo.
¡No subas la historia a Wattpad ni pantallazos del libro a las redes sociales!
Los autores y editoriales también están allí. No solo nos veremos afectados
nosotros, sino también tu usuario. 2
Sinopsis .............................................................................................................. 4
Capítulo 1 ........................................................................................................... 5
Capítulo 2 ......................................................................................................... 14
Capítulo 3 ......................................................................................................... 21
Capítulo 4 ......................................................................................................... 32
Capítulo 5 ......................................................................................................... 43
Capítulo 6 ......................................................................................................... 57
Capítulo 7 ......................................................................................................... 65
Capítulo 8 ......................................................................................................... 73
Capítulo 9 ......................................................................................................... 80
Capítulo 10 ....................................................................................................... 90
Capítulo 11 ....................................................................................................... 98
Capítulo 12 ...................................................................................................... 109 3
Capítulo 13 ...................................................................................................... 120
Capítulo 14 ...................................................................................................... 128
Capítulo 15 ...................................................................................................... 137
Capítulo 16 ...................................................................................................... 142
Capítulo 17 ...................................................................................................... 151
Capítulo 18 ...................................................................................................... 160
Capítulo 19 ...................................................................................................... 171
Capítulo 20 ...................................................................................................... 181
Capítulo 21 ...................................................................................................... 189
Epílogo ............................................................................................................ 197
Siguiente libro .................................................................................................. 199
Tengo un secreto.
Varios en realidad.
Finalmente sé la verdad sobre mi familia, pero ahora tengo aún más preguntas.
Las únicas personas que pueden responderlas son Luca, Skyler, Noah, Vince y
Gavin. Me han presentado un mundo que nunca imaginé que existiera. Uno que
tiene un costo. Uno del que no puedo contarle a nadie más.
Estoy equilibrando dos vidas. A veces soy una adolescente normal, que me
entusiasma el baile de bienvenida y me enamoro de mi guapo novio. El resto del
tiempo, me escabullo y respondo a La Sociedad.
Ahora estábamos de vuelta en su sala de estar, los adultos hablaban en voz baja
mientras esperábamos a que llegara el resto de los chicos. Debería estar en el tercer
período ahora mismo. ¿Carter se estaba preguntando dónde estaba? Le envié un 5
mensaje de texto a Emily antes de quedarme dormida para hacerle saber que me
sentía mal y que no iría en la escuela. No era mentira. Me sentía enferma. Me dolía
la cabeza. Mi garganta estaba apretada. Mi estómago estaba anudado, demasiado
nerviosa para aceptar la comida que Tessa seguía ofreciendo.
La puerta principal se abrió y Luca entró seguido por Skyler y Vince. Observaron
la escena antes de caminar hacia nosotros y llenar el sofá en el que estaba sentada
con Gavin y Noah a mi otro lado. Como anoche, los padres de Noah y Gavin estaban
sentados frente a nosotros.
Me encogí de hombros. Probablemente era el único de los tres que tenía una pista
de lo que estaba pasando. Gavin les envió un mensaje de texto esta mañana y les dijo
que vinieran. No estaba segura de por qué todos necesitaban participar en mi drama
familiar, pero estaba agradecida por cualquier cosa que me resultara familiar.
—¿Qué sabemos?
Vince lo interrumpió. 6
—Ella me dijo a mí.
—Me refiero a antes de que nos dirigiéramos hacia aquí —respondió Luca con
una expresión molesta.
—No era mi historia para contar. Yo quería que ella hablara con Tessa. —Hizo
un gesto con la mano delante de él—. Ahora lo ha hecho y estamos aquí.
Miré con el ceño fruncido su teléfono antes de dejar caer mi cabeza contra el
respaldo del sofá.
—Obtuve los resultados —anunció Stanley, el otro padre o padrastro de Noah
... No estaba segura de cuál era la relación entre los dos hombres y ahora no era
realmente el momento de preguntar. Una vez que tuvo la atención de todos,
continuó—: Ellise Bates es tu madre.
Tessa hizo un pequeño sonido haciéndome mirarla. Tenía lágrimas en los ojos
mientras se agarraba el pecho y me miraba con una expresión desgarradora. Quería
consolarla, pero no estaba segura de cómo. Dijo que ella y mi madre biológica eran
mejores amigas mientras crecían. Estoy segura de que estaba reabriendo viejas
heridas, pero no había nada que pudiera hacer para cambiar las cosas.
Miré a papá y él frunció el ceño solemnemente. Le creí cuando dijo que amaba
a Ellise y que quería tener una vida con ella. No pude evitar preguntarme qué tan
diferente hubiera sido mi vida si ella no hubiera huido. ¿Habría conocido el amor de
una madre? ¿Sería capaz de mirarme al espejo sin preguntarme qué hice para merecer
el tratamiento que recibí de la mujer que pensé que era mi mamá? Carrie nunca me
7
lastimó físicamente, pero hizo todo lo posible por ignorarme. Ella favorecía a mi
hermano, Spencer y nunca trató de ocultarlo.
Ahora, sabía por qué. Yo no era su hija. El último año tuvo mucho más sentido
desde la revelación de papá. Antes de mudarnos a Chicago, rogué por quedarme en
California. No quería dejar el único hogar que conocía. No podía soportar la idea de
dejar atrás las piezas restantes de Spencer y mi mejor amiga, Becca. Sentí que dejarlos
atrás era olvidarlos. Me rompió el corazón. La llamé y le envié un mensaje de texto
cuando nos mudamos, queriendo hacerle saber sobre mi nueva vida, pero ella nunca
respondió. Ahora entiendo. Ella ya no quería estar cerca de mí. Prefería gastar el
dinero de papá y viajar por el mundo con su joven novio, el profesor de yoga.
—Avalon, sé que todo esto ha sido mucho para asimilar, pero hay más que
deberíamos contarte.
Miré a papá, pero él había adoptado la versión estoica y silenciosa que conocía
demasiado bien.
No estaba segura de cuánta información más podía manejar. ¿Qué más podrían
tener que decir?
Gavin encontró mi mano y entrelazó sus dedos con los míos.
—Está bien.
—No quiero abrumarlos con información sobre eso todavía, pero quiero que
sepan que también somos parte de la Sociedad.
Movió la mano por la habitación. Espera, ¿todos aquí pensaban que eran 8
hechiceros?
Papá se tensó y capté su mirada. No reveló nada, pero me di cuenta de que los
estaba cuestionando como yo.
Los adultos asintieron y miré a lo largo de la fila de chicos. Cada uno de ellos
me recibió con un asentimiento o una sonrisa. Asi que, estaban todos locos. Es bueno
saberlo.
Quería levantarme y correr. Por mucho que me gustara pasar el rato con ellos
durante las últimas semanas, esto era demasiado. Emily, Carter y mi otro grupo de
amigos, de repente, se veían mucho más atractivos. A veces podían ser un poco
estirados con otras personas, ¡pero estaban cuerdos!
Dijo cada loco siempre ¿Era algún tipo de culto en el cual querían reclutarme?
Lo único que me mantenía en mi lugar era que papá no se movía, así que lo tomé
como una señal para quedarme.
Daniel pareció tomar eso como un permiso para seguir asustándome.
¿Qué les pasó a ellos? ¿Por qué los habían asesinado? Me tomó un momento
darme cuenta de que eso significaba que mis abuelos se habían ido. Me pregunté por
un breve momento si Ellise tenía familia en el área. Pensé que una vez que todo se
arreglara y me adaptara a mi nueva realidad podría conocerlos.
Tessa negó con la cabeza y bajó la mirada a su regazo. Era extraño estar en duelo
por personas que nunca supe que existían, enterarme de que no quedaba nadie.
Estaba de vuelta en la misma posición, sin más familia. Sin otra conexión salvo papá,
y él siempre estaba fuera. Extrañaba a mi hermano más de lo que las palabras podían
expresar. Había un dolor en mi pecho que temía que nunca se desvanecería.
—¿Fue asesinada? —preguntó papá. Él había dicho tan poco que el sonido de su
voz me sobresaltó.
Entonces, existía la posibilidad de que hubiera sido asesinada como sus padres.
—¿Estoy en peligro? —Hice la pregunta que había estado en el fondo de mi
mente.
—¿Por qué ella no me dijo nada de esto? —murmuró papá mientras se frotaba la
mandíbula cubierta de barba. Siempre estaba bien afeitado. Las arrugas en las
esquinas de sus ojos eran más pronunciadas hoy. Talvez él estaba más sacudido por
esta información de lo que pensaba.
Stanley habló:
Pasaron unos segundos antes de que alguien respondiera. Mandy me lanzó una
pequeña sonrisa.
—Entonces, ¿nos contarán acerca de un grupo misterioso que hace que la gente
sea asesinada, y que tiene enemigos en otros estados, y podría tener una amenaza
directa contra mi hija, pero no nos van a decir lo que realmente es?
Casi me acobarde ante su voz, la que solía reservar para las llamadas telefónicas
enojadas y la oficina.
Daniel contrarrestó:
—Ron, queremos contarles todo, chicos, pero tenemos reglas que seguir.
Miré a los chicos, pero ninguno me miró a los ojos. ¿Qué está pasando? ¿Qué 11
más podrían estar escondiendo?
Papá no parecía complacido, pero no había forma de hacer que nos contaran
más.
—¿Qué tiene que ver todo esto con mi pesadilla? ¿Por qué querían Gavin y Vince
que te lo dijera? —dirigí la pregunta a Tessa.
—Eso tiene que ver con la Sociedad. Te prometo que pronto recibirás respuestas.
Los adultos compartieron una mirada que no pude descifrar antes de que Tessa
se dirigiera a mí.
—Por supuesto tendrás la opción, pero para poder darte más información tendrás
que ser un miembro formal.
—Entonces, ¿no serán capaces de decirme más sobre la luz del accidente?
12
Ella negó con la cabeza.
—No tienes que decidir hoy, Avalon. Por ahora, la vida seguirá como siempre.
Trabajaremos desde nuestro lado de las cosas y te dejaremos saber cuando podemos
avanzar —dijo Wes con finalidad. Él se levantó, y Mandy y Stanley lo siguieron—.
¿Noah quieres venir con nosotros a casa?
—Lo siento tanto, Ave, pero tengo que ir a la oficina. Hay un asunto urgente que
debo resolver.
—Por supuesto. Haré que Miranda haga el almuerzo en breve. Chicos, ustedes
pueden ver una película o pasar el rato arriba.
Papá asintió.
—¿Estás de acuerdo?
Él me abrazó.
—Vendré a casa antes de la cena. Mándame mensajes de texto a través del día 13
para decirme cómo estás.
—Lo haré.
—Sé que todo esto es abrumador y mucho a lo cual adaptarse, pero todos
estamos aquí para ti. Podríamos no ser capaces de contestar todas tus preguntas
inmediatamente, pero te prometo que pronto sabrás todo.
Los labios de Gavin formaron una sonrisa, pero se detuvo. Miré alrededor de la
habitación frunciendo el ceño. ¿Porqué todos me veían como si estuvieran a punto
de reír?
—¿Qué es?
—La Sociedad tiene cientos de años —comenzó Skyler antes de que algún otro
de los chicos pudiera—. Cuando fue organizado, no había mucha cantidad de
conocimiento y entendimiento como lo tenemos ahora. En ese entonces, lo
inexplicable era englobado en hechicería y magia.
Entrecerré mis ojos.
—Nosotros…
Odié ponerme a la defensiva con ellos, pero después de todo lo que he pasado en
las últimas pocas horas, lo último que necesitaba era un ataque al chico con el que
estaba saliendo.
—Es falso. Usa a las personas que piensa que pueden beneficiarlo.
No podía creer que estaba teniendo que defenderlo de mis amigos. ¿Por qué no
pueden apoyarme?
—Eres la nueva chica. Todos están interesados en quien eres. La mitad de los
chicos quieren una oportunidad contigo, y la mitad de las chicas quieren ser tú.
Llegaste e inmediatamente te convertiste amiga de los niños populares. Eres un trofeo
para él. Algo que puede mostrar y decirles a todos que ganó. Sin mencionar que eres
hermosa, inteligente y amable.
—No aprecio ser referida como un objeto, y creo que estás exagerando el resto.
—No lo hace —confirmó Luca. Todos los chicos asintieron, murmurando estar
de acuerdo.
Tal vez así era el tener amigos. Eran sobreprotectores, como hermanos.
Hermanos que encontraba guapos… ugh. Alejé ese pensamiento y me enfoqué en el
tema en cuestión.
—Trata a las chicas como si fueran desechables. Las usó, obtuvo lo que quiso, y 17
las botó. No es un buen chico, Avalon. Puedes hacerlo mucho mejor.
Entendí lo que estaba implicando, pero no podía ver a Carter siendo así. Él nunca
me presionó para más. Incluso era él quien terminaba la mayoría de nuestros besos.
No me tocaba o tomaba más de lo que yo estaba dispuesta a darle. Había sido un
perfecto caballero.
—¿Alguno de ustedes lo han visto en realidad o son solo historias que han
escuchado?
—No creo que alguno de nosotros lo haya visto lastimar a una chica,
personalmente.
—Bien, entonces. Están dejando que rumores definan a una persona. —Negué
con mi cabeza—. Creo en llegar a conocer a alguien y dejar que sus acciones hablen
por sí mismas. Aprecio que me estén cuidando. Recordaré lo que dijeron y estaré al
pendiente de cualquier signo, pero no voy a terminar con él porque ustedes me
dijeron.
Bajé mis manos, así podía levantarme, pero Noah cubrió una con la palma de su
mano.
Lo miré fijamente.
—¿De verdad?
Él se rio. 18
—Odio la ropa.
Dudaba eso. Skyler tenía un pecho bien definido con pecas esparcidas seguida
por sus abdominales y más abdominales y terminando en una profunda V que llegaba
a la cintura de sus jeans. Mi boca se hizo agua mientras apreciaba la vista.
Alejé mi mirada y vi a Vince observarme con una sonrisa burlona. Oh, mierda.
Fui atrapada. Mi cara ardió, y rápidamente miré a otro lado. Rompí la regla. No
mirar fijamente o babear por mis amigos. Sin importar lo increíble que fueran sus
cuerpos. No querrían pasar el rato conmigo si paso todo el tiempo comiéndomelos
con los ojos como una rara.
—En la sala de cine es más cómodo para todos nosotros —dijo Luca mientras se
ponía de pie y salía de la habitación.
Gavin me ofreció una mano para levantarme, y seguimos a los demás, bajando
las escaleras a la sala de cine.
—¿Qué deberíamos ver? —preguntó Noah, de pie en la parte posterior de la
habitación con una tableta en su mano.
Vince gimió.
Me reí.
—Vamos.
Se sentó y palmeó el lugar junto a él. Luca tenía sus piernas en alto y sus manos
sobre su estómago. Estaba celosa que él estuviera tan cómodo. Gavin se estiró frente
a mí, rozando mi pecho en su brazo. Inhalé y atrapé el olor a limpio y fresco que
asociaba con él. No era un olor específico, solo Gavin. Me encantaba.
Estaba presionando un botón oculto justo más abajo del cojín donde yo estaba.
La parte de los pies se levantó, y me acomodé en una mejor posición. Sus ojos se
fijaron en los míos antes de bajar al brazo donde me rozaba. Lo retiró rápidamente y
bajó la mirada enderezándose en su lado del sofá. Obviamente no había sido
intencional su toque, pero no tenía porque enloquecer. Sabía que no era a propósito
que tocara mi seno. Sonreí ante la idea del dulce Gavin siendo tan atrevido.
Me giré para decirle que estaba bien, pero sus ojos estaban fijos en la pantalla.
No queriendo avergonzarlo, me senté más sobre mi cadera y envolví mi brazo
alrededor del suyo. Era algo normal para mí ahora. Su hombro se estaba convirtiendo
en mi lugar, y me acerqué más para reclamarlo.
Se sentía tan natural estar tan cerca de él, algo que nunca pensé demasiado.
Siempre que estaba cerca, gravitaba hacia él. Me ayudaba a sentirme normal.
Aunque las cosas habían estado locas, él era mi constante. Nunca se apartó de mi
lado y me tomó de la mano durante todo ese tiempo.
Probablemente debería volver a mi lado, pero Gavin era mi amigo. Habría hecho
lo mismo con Becca. Ves, platónico. Entonces, ¿por qué me sentía culpable? Me
concentré en la película y dejé ir mis pensamientos. Carter y yo no éramos
oficialmente pareja, así que esto estaba bien.
20
Papá fue fiel a su palabra y estuvo en casa por las siguientes dos noches. Emily
no perdió un segundo antes de ponerme al corriente con los chismes más recientes,
pero yo estaba constantemente distraída por lo que los chicos dijeron de Carter.
Ahora estaba la pequeña semilla de duda en mi mente. ¿Realmente era el dulce y
considerado chico que conocía o era todo una actuación? ¿Estaba esperando su
momento para obtener lo que quería? Todas las películas juveniles que involucraban
una apuesta y una chica nueva o marginada corrieron por mi mente. ¿Todo esto era
una broma?
—¿Estás escuchando?
Esa era la última parte que escuché pero no sabía si era eso lo que me estaba
21
diciendo al final.
—Sí, él le dijo que ya no quería ir con ella y, ¡le pidió a una de primer año que
lo acompañara! ¿Puedes creerlo?
Negué con mi cabeza. Eso era grosero, pero comparado con todo lo que descubrí
en los últimos dos días, era bastante fácil de creer.
—Escuché que ella tiene a alguien más en mente, así que ojalá encuentre una
cita —terminó Emily cuando nos acercamos más al patio.
Asentí y le sonreí. Verlo hace que todas mis dudas desaparezcan. Los chicos
pueden escuchar todos los rumores que quieran. Conozco a Carter.
Dejó caer sus labios contra los míos. El beso suave levantó mi espíritu incluso
más. Me encantaba la forma en que encajábamos.
Me incliné hacia atrás, observando cada centímetro del rostro tan impecable que
pertenecía a portadas de revistas.
—Te extrañé.
Movimiento al otro lado del patio me llamó la atención. El otro grupo de chicos
me observaron con varios niveles de enojo en sus rostros. Les dije que no lo dejaría,
así que ¿qué eran esas miradas?
—Se abalanzó sobre él. Le daré crédito por el esfuerzo, pero estaba a dos metros
de distancia. Fue hilarante.
Ir de compras no era mi favorito, y solo había ido con Emily porque no traje ropa
escolar de California, donde siempre había usado uniforme. Si bien la consolidó
como mi primera amiga de Chicago, no estaba lista para otro día completo de
vestidores.
—Vamos a ir mañana —dijo Emily en un tono que sabía que significaba que no
había forma de salir de ello.
Tawni, la amiga de Emily del consejo estudiantil con rizos rubios rebeldes,
asintió.
—Llámame después y déjame saber de qué color es, para que pueda pedir tu cosa
de flores.
—Buena respuesta.
Me encogí de hombros.
—Creo que Emily está por aquí, pero ¿quieren reunirse para trabajar en la tarea?
Skyler asintió.
—Lo siento, chicos, ¿tienen planes para esta noche? No era mi intención
invitarme sola.
Skyler sonrió.
—Ya tuvimos uno esta semana. Sabes, si vamos a casa de Gavin, él nos obligará
a hacerla —respondió Skyler.
—¿No vienes?
—Entonces llámala.
Ella gimió.
Ignoré su comentario. Siempre era tan engreído, pero había aprendido a reírme
con él en lugar de tomarlo personal.
—Noah dijo que su hermana está teniendo una pijamada, así que su casa está
siendo tomada por chicas adolescentes.
Skyler se rio como si fuera una sugerencia ridícula, pero yo estaba confundida.
Él no se extendió, así que no presioné. Había más historia ahí, pero podía esperar
a que él me contara.
26
—Podemos ir a mi casa —ofrecí. Ellos todavía no habían ido. No era como que
tuviera mucho que hacer como Gavin o los otros chicos, pero no quería que ellos
pensaran que no era una opción—. Sin embargo, no tengo videojuegos.
Skyler se rio.
Gavin trotó a través del estacionamiento y dudó cuando se dio cuenta cuan lleno
estaba el coche. Luca señaló sobre su hombro al lado opuesto. Gavin abrió la puerta
y entró junto a mí.
—Hola, Avalon.
Asintió.
—Suena bien.
—Creo que están tratando de compensar las conferencias que nos perdimos, pero
tienes razón, es mucho más de lo normal —concordó Gavin.
—Lástima que Vince tenga un partido fuera de casa esta noche. Va a estar aún
más atrasado que nosotros.
Era tan terrible en recordar los horarios de los juegos. Probablemente por eso
Carter no mencionó que nos reuniéramos esta noche. Vaya novia que era. Ni siquiera
me ofrecí a ver su juego, dondequiera que fuera.
Quizás eso era todo. Podrían sentir lo vacía que estaba. No había vida o actividad
como en la casa de Gavin. Nunca se sentía como si alguien siquiera viviera allí.
¿Podrían darse cuenta?
Cuando entramos, observé a Luca y Skyler por sus reacciones. Skyler sonrió y
Luca parecía confundido.
—Esto es tan extraño. Es casi exactamente igual que la casa de Gavin, pero
diferente —dijo Luca, mirando la entrada.
¿Quería verla? Gavin parecía estar bien con tenerme en su habitación con ellos,
así que supongo que no era extraño.
—Pensé que habíamos venido aquí para no tener que hacer tarea.
Luca gimió.
—Hagámoslo rápida para que tengamos el resto del fin de semana para
relajarnos.
—Bien.
Me sentí mal por no poder ayudar a Gavin, pero estaba tomando clases
diferentes.
Fue lo suficientemente fácil que terminamos en quince minutos, así que saqué
mi libro de álgebra.
—¿Skyler?
Mierda. Eso no salió como estaba planeado. Ahora, tenía que sentarme a su lado
sin la barrera que tanto necesitaba. Una cosa era evitar mirar su cuerpo. Era mucho
más difícil no tocarlo cuando estaba allí mismo.
Eh. Nunca en un millón de años habría adivinado eso. Las suaves notas de piano
no coincidían con su inquietante personalidad de chaqueta de cuero.
—Gracias.
Hojeé mi carpeta.
—Tengo algunos capítulos para leer para Literatura Mundial y una hoja de
trabajo para Biología.
—Podemos ver una película aquí o meternos en la piscina. Eso es todo lo que
tengo para ofrecer.
—Veamos una película de terror —dijo Skyler con una sonrisa siniestra.
Eso no parecía una buena idea. Con suerte, no empeoraría mis pesadillas.
31
La pizza que ordenamos llegó justo antes de que Noah llegara. Parecía un poco
agotado. Estaba colocando los platos y él se dejó caer en uno de los taburetes y apoyó
la cabeza en el mostrador de la isla.
—¿Estás bien?
Me reí.
—No estoy segura de lo que eso significa, pero suena un poco aterrador.
—Oh, sí, los chicos mencionaron una fiesta de pijamas. Me alegro de que hayas
sobrevivido.
No sabía mucho sobre las familias de los chicos, excepto Gavin y Vince. Y
todavía no conocía la historia detrás de Mandy, Wes y Stanley. ¿Cómo tenía Noah
dos papás?
—Solo los dos. Cynthia cumplió once esta semana y Trevor tiene trece.
Becca y yo éramos las menores de nuestras familias, así que no tenía mucha
experiencia con los niños.
—Puede ser, y no peleamos tanto como solíamos hacerlo. Sin embargo, ambos
están en edades incómodas. Es entretenido verlo, pero me siento mal por ellos.
Los años de escuela intermedia. Sí, esos no eran los momentos favoritos de
nadie.
—¡La comida está lista! —le grité a los chicos y los escuché saltar del sofá.
Recordé lo locos que eran Spencer y sus amigos con la pizza, y les dije que tenían
que quedarse en la sala de estar hasta que Noah llegara para que le quedara comida.
Una vez que su plato estuvo lleno, regresó a su taburete y se metió una rebanada
en la boca.
—¿Sangrienta o psicológica?
Gavin intervino.
—Sí, seguro.
—¿Qué ocurre?
—Soy un gato asustadizo. Estoy bastante segura de que me cubriré los ojos la
mayor parte.
Él rio.
—Te protegeremos.
—Sí, hasta que se vayan a casa y yo esté aquí sola pensando que cada ruido es 34
alguien que está aquí para matarme.
—No voy a volver hasta que las niñas se hayan ido —dijo Noah rotundamente.
Gavin se rio.
Nunca tuve una fiesta de pijamas con chicos, pero estaban actuando con
indiferencia al respecto, así que pensé que no era un gran problema.
Se dejó caer en el asiento junto a mí, me rodeó con el brazo y me atrajo hacia él.
Miré a Gavin con la boca abierta. No esperaba que Skyler saltara, pero Gavin se
limitó a sonreír y se trasladó al asiento individual.
Sonreí.
Él sonrió y nos movió a ambos para levantar los reposapiés y luego se movió
para acomodarme a su lado. El calor que irradiaba de él era mejor que cualquier
manta, y me acurruqué contra él hasta que mi cabeza descansó en el hueco entre su
brazo y pecho.
—Pongamos algo divertido hasta que estés cansada. Hará que dormir sea más
fácil.
Solo duramos unos veinte minutos antes de que Noah y Luca comenzaran a
platicar, luego Gavin se giró para unirse a la conversación.
Skyler se emocionó.
—Oh, sí. He querido ir ahí. Escuché que tienes que pasar veinte habitaciones
para desbloquear finalmente la indicada. Se supone que te lleva, como, diez horas
completar todo.
No estaba segura por qué estaba decepcionada. Yo iba con Carter, Emily, y sus
amigos. No es como si tuviera mucha oportunidad para pasar el rato con los chicos
también.
—Nadie de nosotros quiso encontrar citas, así que era algo que no tenía sentido
—dijo Luca, confirmando mi sospecha de que había terminado con Sophie después
de ser atrapada engañándolo.
—¿Quieres ir a la cama?
37
Hizo que sonara como si se uniría a mí, lo que instantáneamente me hizo
sonrojar.
Gavin habló.
—El armario de la ropa blanca. Es donde Tessa los guarda, así que pensé que lo
comprobaría.
—Pido el sofá —gritó Luca mientras recogía una manta. Se quitó los zapatos y
los deslizó juntos, luego se sacó la camiseta por la cabeza, dejándolo solo con sus
jeans.
Ese era un crimen contra la humanidad. Qué idiota egoísta, guardándose eso
para sí mismo. Se pasó la mano por la mandíbula, haciendo que sus bíceps y
pectorales se movieran en cámara lenta. Mis ojos recorrieron sus abdominales hasta
la deliciosa V que desaparecía debajo de su cintura, dejándome con ganas de más.
38
Me di la vuelta para no babear abiertamente. ¿Qué había en el agua aquí? Quizás
estaba acostumbrado a los esbeltos y delgados surfistas de mi ciudad. Todos los
chicos aquí parecían haber estado haciendo ejercicio desde que nacieron.
Cuando estuve segura de que mis mejillas volvieron a su tono normal, me volví
y encontré a los chicos doblando mantas en el suelo para crear tres camas mullidas.
Skyler, que ya estaba sin camisa, se había quitado los pantalones en algún
momento y estaba inclinado solo con sus bóxers, tirando de la manta hacia abajo
para que se alinearan uniformemente. La vista era demasiado. Nunca me consideré
una chica de piernas, pero él me estaba cambiando de opinión.
—Iré a buscar.
—Aquí tienen.
Le arrojé una a cada uno y caminé con cuidado sobre sus mantas para entregar
la última a Luca.
—Gracias.
Su sonrisa era amistosa y me hizo sentir aún peor al mirarlo como un trozo de
carne.
—Prefiero estar desnudo, pero supongo que puedo quedármelos esta noche —
bromeó Noah con un guiño.
Desaparecí en mi baño para cambiarme antes de que alguien viera mis brillantes
mejillas rojas. Me puse una camiseta de gran tamaño y pantalones cortos de algodón
antes de salir. Estaban acomodados en sus camas improvisadas, así que apagué la luz
antes de meterme en la mía. Podía escuchar a Noah y Skyler hablando en voz baja,
pero no podía entender lo que decían. Gavin se echó a reír y Luca gimió desde el
otro extremo de la habitación.
Sonreí. Se necesitaría mucho más que eso para prohibirlos. Saber que no estaba
sola me hizo sentir más segura, y su conversación tranquila me adormeció.
Traté de decirle que se detuviera, pero no podía oírme. Agité los brazos, pero era como si
ni siquiera estuviera allí.
Los faros atravesaron el parabrisas y observé mientras el chirrido de metal contra metal
atravesaba la noche silenciosa.
—Gracias.
s
¡Bzzzz! ¡Bzzzz!
—¿Hola?
—¿Qué?
—¿A comprar vestidos? Tawni estará aquí pronto, y ¿tú ni siquiera te has
levantado de la cama?
—Estaré lista.
Terminé la llamada y me quité las sábanas de encima, así podía saltar fuera de
la cama. Me congelé cuando mis pies golpearon el suelo y vi el cuerpo de Luca
durmiendo. Me giré al pie de mi cama. Noah, Skyler y Gavin estaban también
todavía dormidos.
Caminé de puntillas alrededor de ellos y cerré la puerta del baño detrás de mí. 41
Me di la ducha más rápida del mundo antes de ponerme unos leggins y un acogedor
suéter a rayas con unas botas antes de ponerme mi nuevo abrigo color camel. Era un
atuendo fácil para poner y quitar ya que pasaríamos la mayoría del día en los
vestidores. Me hice un moño y no me puse maquillaje.
Cuando salí, los chicos seguían muertos para el mundo. Revisé mi teléfono y me
di cuenta que era tarde. No había tiempo de despertarlos.
¿Cómo iba a explicar eso? Saludé y caminé a mi asiento normal como si nada
inusual estuviera sucediendo. Me senté atrás y saludé a todas. Emily me estaba
mirando fijamente con sus ojos entrecerrados.
Olivia se giró.
Mi cerebro se aceleró.
Olivia pareció aceptar esa respuesta, pero Emily me miró por otro momento
antes de echarse hacia atrás.
Recé para que ninguno de los chicos se marchara mientras estábamos aquí.
—Vamos a la ciudad. Hay algunas boutiques que podemos ver primero, pero si
no tienen nada, podemos ir a los grandes almacenes del centro.
42
La primera boutique fue un fracaso, y pusimos algunos artículos en espera en la
segunda. Emily prometió que nos dirigiríamos a su tienda favorita, y definitivamente
encontramos lo que estábamos buscando ahí.
Asentí y sonreí.
—Dirige el camino.
Bridgette se rio de mí, pero me encogí de hombros. Sabía que era verdad.
Caminamos en una pequeña tienda ultra-moderna, que parecía vender
solamente vestidos. Las paredes eran blancas con ganchos y estantes dorados
solamente. Oraba para que tuvieran lo que necesitábamos.
Tawni levantó un corto vestido blanco degradado con mangas campesinas. Era
algo que yo nunca hubiera elegido, pero era perfecto para sus rizos indomables y su
sencilla personalidad.
Caminé más dentro de la tienda, observando los estantes por inspiración. Este
era mi primer baile de preparatoria, así que no sabía que esperar. Las revistas lo
hacían parecer como que algunas chicas visten vestidos de gala para sus bailes
mientras que otras visten lo que consideraría vestidos de cóctel. Basado en lo que las
otras estaban considerando, las chicas de Arlington Park usaban vestidos cortos para
su baile de bienvenida, así que al menos tuve esa dirección para guiarme.
—¿Ya?
Bridgette asintió.
—Ese es.
—Y miren esto. —Deslicé mis manos dentro de los bolsillos y ellas aplaudieron.
—Gracias.
—¿Solo estaban por el área? ¿Después de que les dije que era aquí a dónde venía?
—No es como si nos hubieras dado tu itinerario para el día —dijo Vince a la
defensiva.
—Sí, eso habría hecho las cosas mucho más fáciles —dijo Skyler detrás de mí.
—¿Por qué?
Él se encogió de hombros.
—¿Esto es sobre la cosa con mi mamá biológica? ¿Ahora creen que estoy en
peligro?
Eso era ridículo. No es como si las personas que asesinaron a mis abuelos de
repente supieran de mi existencia solo porque lo averiguamos nosotros.
—¿Qué hace este fin de semana diferente? ¿Solo porque ahora sé quien es mi
mamá? Estoy bastante segura que era igual de vulnerable en California.
—Eso es raro, chicos. —Quería que cada uno de ellos se encontrara con mi
mirada. Quería saber que estaban escuchando—. Estoy bien. Estoy con otras cuatro
chicas. No es como si estuviera vagando sola.
—Lo sabemos. Solamente queríamos estar cerca solo en caso… —Vince se calló.
Ninguno contestaba.
Vince negó.
—Sí, te diremos todo lo que podamos, y todo lo demás tan pronto como
podamos. 47
Suspiré.
—No lo haremos mientras nos prometas que nos llamarás si algo sucede, si tienes
un mal presentimiento, o ves algo raro.
—Lo haré.
Las chicas salieron del fondo de la tienda con expresiones mezcladas. Emily y
Olivia no traían nada, pero Tawni estaba cargando el vestido blanco que encontró.
Brigette sostenía un vestido negro que tenía una silueta similar al mío pero con
hombros descubiertos.
—Oh, me gusta ese. —Señalé, y ella lo levantó para ella misma—. Es tan bonito.
—Gracias. Es simple, pero creo que tengo una gargantilla que se verá bien con
este.
No podía creer que vinieron a cuidarme. Tal vez mi reacción inicial fue injusta.
Estaban preocupados por mí, y no es como si estuvieran observando sobre mi
hombro. Las otras chicas ni siquiera los notaron. Pero no me gustaba que no me
hayan dicho. Si estaban preocupados lo suficiente para conducir al centro, debieron
haberme dejado saberlo, o mejor aún, haberme dicho por qué.
Por el resto del día, estuve más consciente de mis alrededores. Presté atención a
quien estaba alrededor de nosotros y observé por cualquiera que pareciera estar
siguiéndonos, pero no había nada por lo cual alertar a los chicos. Más allá de los
vendedores que nos ayudaron a encontrar tallas, nadie notó nuestro grupo.
Logré encontrar algunos zapatos de tacón alto, lindos y cómodos, lo cual fue un
milagro y todas compramos un vestido. Un sábado completamente exitoso.
s
En el viaje a casa, recibí un mensaje de texto de Carter preguntándome si estaba
libre esta noche. Una mezcla de emoción y culpa me inundó. Quería verlo, pero
¿cómo podría mantener escondido de él lo que pasó anoche?
Nada sucedió. No es como si le estuviera siendo infiel, pero tener a cuatro chicos
durmiendo en mi habitación no era exactamente como debería actuar una novia.
Incluso a pesar de que ellos era mis amigos y me ayudaron a pasar una semana difícil.
Casi les pregunté a las chicas por ideas sobre que ponerme, pero me detuve. ¿Qué
si era otro escenario como el karting? No más de una hora, tal vez. ¿Esta noche será
diferente? ¿Una noche romántica afuera?
Salté fuera del coche y me apresuré a la entrada de mi casa antes de que Emily
pudiera interrogarme. Ella tenía un sexto sentido cuando se trataba de chismes o
secretos, y no quería involucrarla todavía. Necesitaba tiempo y espacio para
averiguar las cosas con Carter antes de que las opiniones de alguien más interfirieran.
Solo tuve una hora antes de que él estuviera allí, así que subí corriendo las
escaleras para bañarme y alistarme. Me puse un vestido de suéter granate con unas
botas altas y esperaba que funcionara para lo que sea que él tuviera planeado.
Después de secar mi cabello, lo alisé. Las capas largas casi llegaban a mi cintura.
Me estaba poniendo rímel cuando el timbre de la puerta sonó. Mierda. Revisé mi
reflejo y fruncí el ceño.
No tenía mucho maquillaje y mi cabello todavía estaba esponjado, pero se me
había acabado el tiempo.
Levanté mi bolso de mi cama y bajé las escaleras de dos en dos hacia la puerta
principal. Abrí y sonreí cuando Carter se giró para verme. Se veía como para babear
en un suéter azul marino con una camisa azul clara mostrándose por el cuello. Se las
arregló para verse masculino mientras poseía un estilo preppy. Los chicos de donde
vivía siempre tenían miedo de actuar como si tuvieran sentido de la moda, pero él
no. Parecía que acababa de salir de una sesión fotográfica cada vez que lo veía.
Su cabello estaba peinado hacia atrás, pero algunas hebras largas eran rebeldes.
Retuve la urgencia de correr mis dedos a través de estas.
—Hola. —De repente me sentí tímida como si hubiera olvidado cuán guapo era
desde la última vez que lo vi. Pensando en la fiesta en la piscina que tuvimos aquí no
ayudó. Sabiendo cuán bien se ve debajo de esa ropa era cruel.
Entró y encendió el motor, viéndose tan relajado como siempre. ¿No lo ponía
nervioso?
—Vas a amarme por eso. —Las palabras salieron de mi boca antes de que me
diera cuenta de que había acabado de lanzarlo ahí al universo. Me encogí, esperando
ver cómo actuaría. Él pareció no notarlo.
—¿Blanco?
Me reí.
—No, eso también habría sido fácil, pero es rojo rosa. Como el color exacto.
Él sonrió.
—Lo aprecio.
Apreté su mano y observé el paisaje no conocido pasar. Fueron solo otros diez
minutos antes de que estacionáramos detrás de un pequeño edificio de ladrillos. Él
salió y se apresuró para abrir mi puerta y ayudarme a salir. Tomó mi mano de nuevo
mientras caminamos y nos unimos a la línea para registrarnos con la anfitriona.
Ella nos hizo ceñas de que nos acercáramos, y Carter le dio una de sus sonrisas
encantadoras.
Él asintió, y salimos del camino. El área de espera era pequeña, así que nos
recargamos contra la pared mientras estudiábamos el tranquilo restaurante. Las
paredes eran de ladrillo rojo expuesto con lámparas doradas antiguas. Había
fotografías en blanco y negro del área de Chicago, y las cabinas eran de terciopelo
rojo con mesas de madera oscura. Las luces eran bajas para darle una atmósfera
romántica.
Mis padres no eran del tipo de llevarnos a Spencer y a mí con ellos a restaurantes
finos, así que era un poco fuera de la norma para mí. Me sentía como si hacía un
ruido, todos los ojos estarían en mí. Esperaba, no dejar caer mi tenedor o cualquier
otra cosa que pudieran avergonzarme esta noche.
—¿Avalon?
Sus ojos rebotaron entre Carter y yo, y me di cuenta que debía presentarlos.
Tomaron turnos para estrechar sus manos mientras yo me ponía cada vez más
incómoda.
Oh, ¿en serio? Que bien que él pudiera hacérselos saber antes que yo lo supiera.
Le sonreí mientras se llevó a Daniel. Ninguno de los dos volteó, pero tenía la
sensación que no sería lo último que escucharía sobre esto.
—¿Cómo es que conoces tan bien a los Adler? —preguntó Carter una vez que
estaban a una distancia fuera de oído.
Carter recogió el menú y comenzó a mirarlo, así que abrí el mío y luché por
evitar fruncir el ceño. Este no era del tipo normal italiano de espagetti con carne. No
podía pronunciar ni un solo platillo. No reconocía nada. Estaba comenzando a entrar
en pánico cuando el camarero vino para tomar la orden de nuestras bebidas. Al
menos podía decir ‘agua’ sin dudar de mí.
Podía señalar los artículos y esperar lo mejor, pero eso podría terminar en un
desastre. Él no había estado aquí, así que no podía preguntarle por su platillo favorito.
53
Entonces, la inspiración me golpeó.
—A mamá le gustó los camarones al ajillo y pasta, y mi papá dijo que su osso
buco alla milanessa estuvo delicioso.
No tenía idea de cual era la orden de su papá, pero los camarones y pasta
sonaban lo suficientemente seguro.
—Mis padres, ambos son italiano y fui obligado a aprenderlo, así podíamos
visitar a sus familias.
Él sonrió.
—El abuelo de mi papá lo cambió de Guido cuando se mudaron a los Estados
Unidos. Quería que sonara más estadounidense.
—Qué interesante.
—Solo español.
Oh, solo es trilingüe. No es un gran asunto. Justo cuando pensé que no podía
volverse más atractivo.
Casi me atraganté con mi agua. Eso era en mucho tiempo. ¿Pensaba que
seguiríamos juntos? Quiero decir, eso sería maravilloso, pero sabía que las relaciones
en la preparatoria no eran así de estables.
—Tal vez.
—Sobre lo que dije antes, decirle a los Adler que estamos saliendo, lamento no
haber hablado sobre ello primero.
Junté mis manos sobre mi regazo. Quería traer eso a colación, así que estaba
agradecida de que él lo mencionara primero.
Sonrió.
—Quiero que lo hagamos.
—¿Hacer qué?
—Quiero que seas mi novia. Quiero decirle a la gente que estamos saliendo.
Miré alrededor. Nuestra mesa era bastante privada, pero no pensaba que
encontrarnos sobre la mesa sería apreciado por los otros comensales.
Se recargó en su asiento.
Estaba agradecida por la luz tenue, así él no podía ver como reaccionaba a sus
palabras. No estaba acostumbrada a tanta atención de un chico tan guapo. Mi cabeza
giró, y mi estómago se retorció con los nervios mientras intenté disfrutar mi comida.
Era buena, pero todo en lo que podía pensar era en irnos a cualquier lugar donde
pudiéramos estar a solas.
Nos sostuvimos las manos mientras nos apuramos de vuelta a su coche. Colocó
las cajas en el asiento posterior y estiró sus manos, colocándolas en mis mejillas. Me
moví hacia adelante sin un segundo pensamiento y presioné mis labios contra los de
él.
Había calor detrás de su beso que era nuevo. Cada tirón, mordida, y movimiento
me hizo sentir reclamada por él. Me prodigó con su lengua, haciéndome olvidarme
de todo salvo de él. Recorrió sus mano hacia abajo por mi espalda, una apretándose
alrededor de mi cintura y la otra hundiéndose en mi cabello, tirando de mí
imposiblemente cerca.
Se veía tan aturdido como yo me sentía. Una lenta sonrisa tiró de la comisura de
sus labios.
—Hola, novia.
Besó mi sien antes de dar una profunda inhalación y encender su coche. Mordí
mi labio, encantándome que todavía podía saborearlo.
—Ustedes dos son adorables. Estoy tan feliz que lo hayas hecho oficial, Carter.
Ella ha estado llamando la atención de algunos cuantos —dijo Emily con una ceja
alzada.
Carter sonrió y apretó sus brazos alrededor de mis hombros, acercándome más
a su pecho, mi lugar favorito.
Me reí con todos los demás, pero todavía estaba preocupada por cómo manejaría
Carter el que yo sea amigo de otros cinco chicos.
57
Tyson y Johnny comenzaron a platicar sobre el juego de bienvenida de esta
semana, y Carter se les unió. Yo tomé un asiento libre junto a Emily, que me veía
como si estuviera intentando encontrar una respuesta.
Asentí.
—Lo sé.
—Sé que te caen bien, y no es exactamente justo hacerte elegir, pero tienes que
hacerlo en esta situación. —Ella se giró hasta que se encontró con mis ojos—. Por
favor, no lastimes a Carter. Actúa duro y confiado, pero tienes el poder de destruirlo.
—No lo lastimaré, Emily. Realmente me gusta.
—También realmente le gustas. Nunca ha sido serio con una chica antes, mucho
menos comprometerse en una relación.
No sabía eso. Me imaginé que era el típico mujeriego que se movía de una a otra
chica sin mucho pensamiento. Hizo saber su interés tan rápido después de conocerme
que asumí que se movía rápido. Lo que ella me dijo me hizo dudar de eso.
—¿De verdad?
—Sí, él habló conmigo después de tu primer día. Quería saber tanto sobre ti
como fuera posible. Nunca antes lo he escuchado así. Ni siquiera se molestó en actuar
relajado. Iba con todo por ti. —Ella hizo una pausa—. ¿Puedes decir lo mismo?
Quería ser capaz de decir que sí. Merecía eso, pero sabía que ella tenía razón.
Tenía que elegirlo a él. Todavía podía ser amiga de los chicos durante las clases, pero
salir con ellos a solas y las pijamadas estaban definitivamente fuera de cuestión.
No pude evitar sonreír ante el recuerdo de la primera vez que fui. No éramos los
más centrados, pero sus besos eran el mejor tipo de distracción.
—Eres peligroso.
Mi corazón cayó tan pronto como estuvieron fuera de vista. Me sentí enferma.
¿Era lo correcto por hacer cuando me sentía tan mal? La mano de Carter acarició la
parte superior de mi brazo, y saboreé la calidez y el confort que me dio, ¿pero a qué
costo?
¿Por qué tuve que encontrar al único chico que mis amigos no podían soportar?
Mis pensamientos tiraban tan fuerte en dos direcciones diferentes por el resto del
día que me moví entre clases en un aturdimiento. Emily no lo notó en Educación
Física, y todos hablaron alrededor de mí durante el almuerzo como si fuera un día
normal. Carter frotó mi espalda mientras platicaba con Andrew y Tyson. Lo que le
agregó peso a mi pecho.
Él era tan bueno conmigo. Tan atento y pareció darse cuenta del cambio en mi
estado de ánimo, pero no me presionó para que me explicara. Cuando me senté en
la mesa sin comida, me preguntó si estaba bien y besó mi sien antes de ir a la fila y
conseguirme un parfait de yogurt que me gustaba.
59
Podía sentir a los chicos observándome pero no podía obligarme a encontrarme
con sus miradas inquisitivas. Tenían que ver la diferencia con Carter. Probablemente
escucharon que éramos oficiales. Ellos sabían que esto cambiaba las cosas, ¿verdad?
Carter no podía saber de eso. Los padres de Gavin y Noah dejaron en claro que
las cosas que discutimos eran sensibles y no algo que podía discutirlas fuera del
grupo. No que yo quisiera hacerlo.
Ya que las siguientes dos clases las compartía con Skyler, Noah y Luca, no podía
evitarlos. La campana sonó, y Olivia caminó conmigo a algebra.
Carter apretó mi mano con una sonrisa antes de alejarse caminando con Tyson.
Ella y Tyson habían estado mucho más amistosos desde la noche de película
hace unas semanas. Él la invitó al baile de bienvenida como amiga, pero tenía la
sensación de que se estaban volviendo más que eso.
Me obligué a sonreír, pero casi me atraganté con la palara con A. No estaba lista
para eso.
Nos separamos una vez que llegamos a clase, y me moví hacia mi pupitre en la
parte posterior. Skyler y Noah ya estaban sentados en sus lugares, hablando entre
ellos con murmullos. Tenía que pasar entre ellos para llegar a mi lugar y sonreí con
disculpa antes de sentarme.
—Hola, Avalon.
60
—Hola.
—Entonces… ¿qué sucedió desde la noche del viernes a ahora? ¿Tal vez quieras
sacarnos de la duda? —preguntó Skyler, ignorando a Noah.
Mantuve el tono de disculpa fuera de mi voz, incluso a pesar de que sentía que
debía pedir disculpas por algo.
Noah se burló y cruzó sus brazos sobre su pecho mientras miraba hacia el frente.
Las cejas de Skyler se alzaron, pero al menos no me dejó fuera.
Fulminé su perfil.
—Es verdad.
61
Se encogió de hombros.
Ya habíamos tenido esta discusión. Ellos pensaban que Carter solo estaba
interesado en mí para impulsarse a sí mismo, pero estaban equivocados. No tenía
nada que ganar saliendo conmigo. Yo era la chica nueva que nadie conocía. Él era
uno de los chicos más populares de la escuela.
—No espero que ninguno de ustedes esté feliz por mí. Sé que tienen una historia,
pero eso no tiene nada que ver conmigo. —Esperaba que Skyler me escuchara ya que
Noah siendo un idiota terco—. Desearía que todos pudiéramos ser amigos, pero no
va a suceder.
—Él no puede decirte con quien y con quien no pasas el rato, Avalon. Eso es
controlador.
—Él no lo ha hecho. —Hice una pausa—. Ustedes chicos son los que están
siendo controladores en este momento. Solo creo que necesito espacio por un tiempo.
Necesito averiguar que significa estar con él. Si se vuelve más cómodo y construimos
nuestra confianza, entonces, tal vez podamos pasar el rato.
La campana sonó para comenzar la clase, entonces, por ahora, el tema estaba
cerrado. Me recargué en mi asiento y di respiraciones lentas. Mi garganta se apretó
y luché por mantener mi compostura. No quería lastimar a nadie, pero estaba
fallando.
Una parte de mí estaba sorprendida de que les importara tanto. Pensé que
estarían aliviados de no tenerme tanto alrededor. La reacción de Noah cortó a través
de mí, y sabía que Skyler estaba igual de herido, pero lo estaba escondiendo mejor.
La única opción era hablar con él. Tenía que explicar que mi amistad con los
chicos era importante para mí, y no quería tener que elegir. Sería difícil e incómodo,
pero si realmente se preocupaba por mí como decía, no debería ser un problema.
Emily lo hizo parecer como que no era una opción, pero podía estar equivocada.
Ella podría conocer a Carter mejor, o al menos por más tiempo que yo, pero todavía
existía la posibilidad de que él entendería.
Después de la última campana, me apuré a salir con los estudiates. Gavin estaba
esperando afuera y Skyler me alcanzó.
—Hola, sé que Emily normalmente te lleva los lunes, pero ¿quieres venir a hacer
la tarea? —preguntó Gavin mientras miraba entre Skyler y yo.
—Hoy no puedo. —Retuve la disculpa en la punta de mi lengua.
—Ni mañana o el siguiente día. Desde que es la novia de Carter, no puede seguir
pasando el rato con nosotros. —La voz de Noah vino de detrás de mí. No lo había
notado acercarse.
Me moví así podía verlos a los tres, no, cuatro con Luca. Todo lo que necesitaba
era a Vince para ayudarme a sentirme arrinconada.
—Mis padres mencionaron haberte visto. No sabía que fuera una noche tan
importante para ustedes. —Gavin apenas se encontró con mis ojos.
—Ella no cree que pueda seguir siendo nuestra amiga. —Skyler atrajo la atención
hacia él.
—¿Avalon? ¿Estás lista? —Carter se acercó, midiendo a los chicos detrás de una
sonrisa fácil. Él puso su brazo alrededor de mi cintura, y me sentí como un hidrante
que acababa de ser marcado.
Fruncí el ceño cuando me di cuenta de que sonó tan final. No quería que los
chicos pensaran que lo era.
Cerré mis ojos para evitar ver las reacciones de los chicos ante la elección de
palabras.
—Nos vemos, chicos. —Ofrecí un pequeño ‘adiós’ con la mano antes de girarme
con Carter y caminar a su coche.
Tragué.
—No. Solo les dije que ya que tú y yo estamos juntos, podría no ser capaz de
pasar mucho tiempo con ellos.
Quería que me dijera que estaba equivocada. Que no le importaba con quien yo
salía. Que quería que fuera feliz y viera a mis amigos.
—Sin embargo, ellos son mis amigos. No quiero dejar de verlos por completo.
64
Me miró.
—Deberías pasar más tiempo con las chicas. Tawni y Olivia me dijeron que se
divirtieron mucho el sábado. Estoy seguro que les gustaría que pasaras más tiempo
con ellas en su lugar.
Podría ser coincidencia, pero era sospechoso. Aun así, no rechacé a ninguno.
Abrí la puerta principal, y Carter me siguió. Era la primera vez que él había
estado en la casa desde la fiesta en la piscina, y se sintió diferente estar a solas con él.
El aire parecía cargado. Él estaba relajado como siempre, así que tal vez era
solamente yo.
—Estoy bien.
Su voz vino justo detrás de mí. Cerré la puerta cuando su mano se deslizó por
mi estómago, tirando de mí contra su pecho. Acarició mi cuello con su nariz,
besándome y mordisqueándome la piel sensible. Escalofríos comenzaron en mi
cabeza y recorrieron mi espalda hasta los dedos de mis pies. Yo recorrí mis dedos por
las líneas de músculos de sus brazos, saboreando la sensación de él rodeándome.
Cerré mis ojos y me derretí en el deseo que él creo en mi vientre. Me dio la vuelta,
mirándome con ojos hambrientos. Casi jadeé cuando me empujó contra el frío metal
del refrigerador y capturó mi boca con la suya.
Pasé mis manos por su pecho y alrededor de su cuello, pasando una por su
cabello y raspando como sabía que le encantaba. Gimió contra mis labios, así que lo
hice de nuevo.
Se tomó su tiempo para besarme hasta que mi mente se nubló. Su lengua recorrió
la mía, atrayéndola hacia su boca antes de succionarme hasta el olvido. Dejé caer
una mano en su pecho y agarré su camisa, devolviendo la acción cuando pasó su
lengua por mi labio inferior. Sus manos vagaron por mi espalda y caderas como si
estuviera memorizando cada centímetro de mí.
Mis rodillas comenzaron a ceder, y él me alzó por las caderas hasta la encimera
junto a nosotros. Abrí mis piernas, y él llenó el espacio entre estas, presionándose lo
más cerca posible. Desde este ángulo, no tenía que inclinar su cabeza tanto, y yo
tenía un mejor acceso para provocarlo, dejando besos lejos de sus labios, a su
mandíbula, cuello y por encima del borde del cuello de su camisa.
Sus dedos se enterraron en mis caderas, tirándome al borde del granito hasta que
tuve que sostenerme de sus hombros para evitar caerme. Mi pecho presionado al
suyo. Levanté mi cabeza, necesitando recuperar el aliento. Él tomó ventaja de mi
cuello expuesto, mordiendo y besando lentamente por mi punto favorito detrás de
mi oído. Envolví mis piernas alrededor de él, encerrándolo. 66
Sonrió contra mi cuello y besó mi mandíbula, luego guio mi barbilla hacia abajo.
Abrí mis ojos y casi jadeé ante las llamas en sus ojos. Si no deteníamos esto ahora y
nos enfriábamos, no creo que seríamos capaces de hacerlo.
—Carter.
—¿Mmm?
Sonrió y abrió el refrigerador para sacar dos botellas. Abrí una y di un largo trago
antes de colocarla en la isla. Él recogió nuestras mochilas y las colocó en la encimera
junto a mí. No parecía tan entusiasta sobre la tarea en el momento.
Mis mejillas estaban ardiendo. Realmente nunca hablamos sobre cuán intensas
se estaban volviendo las cosas y tan rápido.
—Sabes cuán atraído estoy por ti, y cuánto me gustas, ¿verdad? —preguntó con
una sonrisa.
Asentí.
—Bien. Sin embargo, no quiero acelerar nada. ¿Está bien? Si alguna vez quieres
detenerte, me lo dices.
—Está bien.
67
Necesitaba escuchar eso. Tanto como me encantaba perderme en él, sabía que
no estaba lista para nada más, aún no. Él era mi primer novio y mi primer beso real.
No estaba lista para que mi próxima primera vez sucediera en un tiempo.
Él se paró junto a mí, y descansé mi mejilla sobre su pecho y cerré mis ojos. Su
esencia a cedro y jabón me envolvió, haciéndome pensar en hogar y seguridad. Con
todo lo que estaba sucediendo con mi papá y los secretos que mantenía, además lo
desconocido con la Sociedad, Carter se volvió mi fuente de paz y fuerza. Él nunca
me hacía cuestionarme las cosas. Nunca me hacía dudar.
—Buena respuesta. —Su mandíbula se apretó, pero alejó sus ojos de la pantalla
y de vuelta a mí—. Solo centrémonos en nosotros. Ya no necesitas a esos chicos. Me
tienes a mí.
—Pero todavía quiero ser su amiga.
—Solo no creo que sea muy apropiado. ¿Qué pensará la gente de nosotros si te
ven alrededor de esos chicos? ¿Qué pensaran de ti?
No estaba segura. Pensé que estaba bien ser amiga de ellos, pero tampoco quería
molestarlo. Sonreí y cambié de tema a nuestro proyecto.
Después de una hora más o menos, tuvo que irse a prepararse para la cena del
equipo, así que me besó para despedirse antes de salir. Subí a mi habitación,
esperando que la soledad no me siguiera. ¿Me estaba volviendo muy dependiente?
¿Pegajosa?
No quería ser una de esas novias molestas, pero estando sola en casa me afectó
de una manera que nunca lo hizo antes. Desde que los chicos se quedaron el pasado
fin de semana, noté cuán silenciosa era la casa. Cada vez que alguien se iba, deseaba
tener una razón para ir con ellos.
Crucé la habitación y miré hacia la casa de Gavin, al otro lado de la calle. Quería
ir allá. Cenar con Miranda y Gavin. Saludar a Tessa y Daniel. Extrañaba una casa
68
que parecía que había vida en ella.
El timbre sonó de nuevo, activando mi modo de espía. Bajé las escaleras traseras
y entré de puntillas en el comedor formal que nunca habíamos usado hacia los
ventanales que daban a la calle. Incapaz de ver la puerta, esperé a ver si la persona se
movía o se alejaba.
Otro golpe y el timbre sonó por tercera vez. Por eso quería que mi papá invirtiera
en un mejor sistema de seguridad, uno con cámaras a las que pudiera acceder.
—¿Avalon?
—Hola.
—No, no estaba esperando a nadie. Es por eso que no abrí. ¿Por qué no 69
simplemente me enviaste un mensaje de texto?
Me senté a la otra orilla del sofá, pero me giré y acerqué mis rodillas hacia arriba
para verlo de frente.
—No lo haría.
Suspiré.
—Sé que las cosas son incómodas contigo saliendo con Carter, pero no quiero
dejar de ser tu amigo. Ninguno de nosotros quiere eso.
—¿Estás tú feliz?
Me encogí de hombros. Cuando estaba con Carter, sí. Estaba más que feliz.
Cuando estaba con las chicas, definitivamente. Me encantaba pasar más tiempo con
ellos. Pero cuando estaba sola y tenía que resistir la tentación de acercarme a los
chicos, estaba todo menos feliz.
—Algunas veces.
—¿De verdad? Porque me parece que la única persona en esta situación que está
obteniendo exactamente lo que quiere es Carter. Nosotros no estamos felices y,
sinceramente, no parece que tú lo estés.
Probablemente no diría eso si supiera lo que había estado haciendo unas horas
antes. Me obligué a no mirar hacia la cocina. Es posible que nunca pueda volver a
abrir el refrigerador sin sonrojarme.
Levantó la mano.
—No estoy diciendo que te esté obligando a hacer algo... así. Solo quiero decir
que él sabe que no tienes mucha experiencia en lo que respecta a las relaciones, por
lo que está controlando la situación. Lo está convirtiendo en lo que él quiere.
No tenía respuesta. No era como si pudiera discutir. No tenía nada con qué
compararlo.
—¿Crees que si estuvieras saliendo con alguien más, te dirían que te mantengas
alejado de tus amigos?
—No creo que lo hagan, Avalon. Es normal tener otros amigos y relaciones fuera
de la persona con la que estás saliendo. —Suspiró—. Así es como la gente pierde a
sus amigos. Al excluir a todos los demás. Solo prestando atención a su novio o novia.
Eso no es saludable.
Aunque dejó en claro que no creía que debería pasar el rato con los chicos, Carter
no me había dado exactamente un ultimátum, todavía. ¿Por qué le hacía sentir tan
incómodo? Si Gavin estaría de acuerdo con que yo pasara tiempo con Carter, ¿por
qué no podía decir lo mismo de los chicos?
—Quiero que seas feliz. Quiero asegurarme de que lo que sea que hagas, lo hagas
porque es lo que quieres.
Sabía que estaba siendo honesto. No estaba aquí para manipularme o incluso 71
hacerme sentir culpable. Estaba preocupado.
Ojalá pudiera llamar a Becca y desahogarme con ella. Ella era la mejor en
escuchar todos los detalles y ver las cosas desde todos los lados. Daba consejos
increíbles porque no dejaba que sus propias emociones se interpusieran en su camino.
Podía pensar las cosas de forma racional y descubrir qué hacer. Daría cualquier cosa
por tenerla de vuelta, incluso por unos minutos.
72
Emily invitó a todas las chicas a arreglarnos en su casa para el baile de
bienvenida. Ordenó comida y tenía copas de champaña con sidra burbujeante
esperando para que disfrutáramos mientras nuestro cabello y maquillaje era hecho
por un equipo de profesionales que trajo.
—Esto es más de lo que estaba esperando. ¿De verdad el baile es un gran asunto?
—le pregunté a Bridgette cuando estábamos solas en una esquina, bebiendo nuestras
bebidas. Fuimos las primeras dos en estar listas, así que tuvimos la oportunidad de
relajarnos antes de que nuestras citas llegaran aquí.
No podía imaginarme cómo podía ser más impresionante. Tal vez, ¿teniendo 73
personas para que nos arreglaran las uñas?
Como teníamos las solicitudes más fáciles para nuestros estilos, los estilistas nos
hicieron ir primero. Mi cabello largo colgaba en rizos sueltos sobre mi hombro, y mis
labios hacían juego con mi vestido. Bridgette se separó el cabello en el centro, lo
alisaron y peinaron para que colgara perfectamente detrás de sus hombros,
exponiendo su cuello y mostrando su collar de diamantes negros. Me debatí en
preguntar si las joyas eran reales, pero decidí que prefería no saber la respuesta.
—¿Están emocionadas?
Asentí. El juego de bienvenida había sido un borrón de espíritu escolar. Fui con
las chicas llevando una de las camisetas de Carter y lo animé junto con todos los
demás estudiantes. La participación fue increíble y el equipo ganó. Los carros
alegóricos fueron geniales, pero como los mayores eran los únicos candidatos al rey
y la reina, no presté mucha atención.
—Estoy más emocionada por la fiesta posterior —dijo Tawni con una sonrisa.
Esa era la primera vez que escuché sobre ello.
—¿Cuán pequeño?
—¿Habrá bebida?
Me sentí como un padre preguntando, pero todavía tenía ansiedad por las fiestas
grandes, especialmente cuando había una alta probabilidad de que se salieran de 74
control. La última a la que asistí terminó con la muerte de mi hermano y mejor
amiga.
Que Tawni tratara de tranquilizarme no hizo nada para calmar mis nervios.
Como si no estuviera lo suficientemente preocupada por esta noche, ahora temería
esta estúpida fiesta durante todo el baile.
—Casi termino.
Carter abrió los ojos como platos cuando me vio y me sentí como la mujer más
hermosa del mundo. Me encontré con él y lo besé en la mejilla, agradecida de que el
maquillista insistiera en un labial que no manchara.
—Hola, guapo.
—Guau. Estás impresionante. —Me atrajo hacia él y me rodeó con sus brazos—
. No puedo creer la suerte que tengo.
Nos colocó de la manera que quería y nos mantuvo allí durante casi cinco
minutos antes de que Emily protestara.
75
—Nos vamos a perder el baile, mamá.
—Bien, bien. Todos lucen increíbles. Diviértanse mucho esta noche. —Nos hizo
señas para que pasáramos por la puerta y me estremecí ante el frío clima otoñal. No
tenía chaqueta, ninguna de las chicas la tenía. No queríamos arruinar nuestros looks
meticulosamente planeados con abrigos. Antes parecía una buena idea, pero ahora
me estaba arrepintiendo.
—¿Quieres mi saco?
—Gracias.
—Supongo.
Correcto, la fiesta.
Me miró.
—¿Por qué?
¿No lo recordaba?
Esperaba que fuera suficiente para que hiciera clic. Sus cejas se juntaron. ¿Ni 76
siquiera lo recordaba?
Apretó mi rodilla.
Eso estuvo mejor. Saber que había un plan ahora me hacía sentir un poco menos
ansiosa. Si me abrumaba, se lo diría.
—Gracias.
Reclamamos una de las mesas que rodeaban la pista de baile. Dejé mi bolso con
el resto de las chicas y Carter me quitó la chaqueta de los hombros y la colgó en el
respaldo de una silla.
—¡Vamos a bailar!
Estábamos aquí para bailar, al menos pensé que ese era el punto, pero tal vez
necesitaba tiempo para calentarse. Sus ojos seguían mirando a un grupo de chicos
del equipo de fútbol.
—¿Quieres ir a saludar?
—¿Está segura?
Pareció aliviado mientras echaba los hombros hacia atrás y se acercaba a sus
compañeros de equipo. Me dirigí en la dirección en la que habían entrado las chicas,
pero me pregunté si podría encontrarlas. Traté de no empujar a la gente, pero después
de quedar atrapada en un lugar gritando ‘perdón’ a las espaldas de extraños, me
olvidé de los modales y me abrí paso a codazos.
—¡Ahí estás!
—¿Divirtiéndose?
Las otras chicas bebieron las suyas igual de rápido. Ahora que paramos, me di
cuenta de lo acalorada y cansada que estaba.
—Cuando sea.
Los chicos parecieron animarse ante la idea de irse. Andrew se puso de pie.
—Iré a cazar a los demás.
Desapareció antes de que nadie pudiera detenerlo. Quería quitarme los zapatos
de tacón alto, pero decidí esperar hasta que llegáramos a la fiesta. No me gustaría
volver a ponérmelos para caminar hasta el coche, y probablemente Carter no estaría
de acuerdo en que me llevara a cuestas.
—Tanto trabajo para tan poco tiempo —dijo Emily mientras se apoyaba en
Andrew.
—No, hace demasiado calor allí. Quiero quitarme los zapatos y pasar el rato.
Eso sonaba ideal en este momento. Cada paso era doloroso, y una vez que el
coche estuvo a la vista, me apresuré.
—Entremos ahí —dijo Tyson mientras tomaba la mano de Olivia. Yo los seguí
y Carter me robó la mano.
El retumbar del bajo vibró en mi pecho antes de que llegáramos al porche
delantero. Mi definición de una fiesta pequeña era muy diferente a la de Tawni.
Los chicos se dirigieron a la cocina donde las bebidas estaban esperando en una
tina enorme llena de hielo.
La última fiesta a la que asistí con Emily, justo después de mudarme aquí, había
estado tranquila en comparación con esta. Al menos en esa casa, había más espacio
para que todos se dispersaran. No sentí como si fuera a ser aplastada por la multitud.
Ahora, ya me estaba sintiendo ansiosa.
—Aquí tienes.
—¿Qué es?
Uno de sus compañeros de equipo agarró sus hombros, y lo alejó. Bridgette tomó
un sorbo e hizo una mueca, cerrando sus ojos.
—Asco.
—Sabe como si vaciaron todo lo que tenían dentro del refrigerador dentro de un
recipiente.
Bridgette asintió.
Fruncí el ceño. Carter sabía que no bebo y no estaba cómoda alrededor de este,
y ¿me dio un vaso con eso? Retrocedí y coloqué el mío en la superficie más cercana.
Empujamos nuestro camino dentro de la cocina y le pedí a un tipo alto que dudé 81
todavía estuviera en la preparatoria que se moviera para poder llegar al refrigerador.
No había agua, pero encontramos algunas latas de refresco. Lo que era mejor que
nada, y una bebida fría dio en el blanco con cuán cálida estaba en la casa abarrotada.
Emily nos guio hacia una esquina que tenía menos gente, y observamos la acción
alrededor de la habitación. Su pecho se alzó y cayó con un profundo suspiro.
Leí sus labios y asentí. ¿Esto era lo que los chicos pensaban que era diversión?
Ni siquiera había espacio para bailar o relajarse. Todos estaban aplastados y
gritándose unos a otros. Prefiero estar en casa viendo una película o jugando un juego
de cartas. Debería haber sugerido eso antes.
—¡Voy a revisar la parte de atrás! —grité y señalé las puertas. Ambas asintieron
y yo extendí mi brazo como un machete abriendo un camino a través de la jungla de
asistentes de la fiesta.
Cuando llegué a la puerta y la abrí, el alivio se apoderó de mí. El aire fresco fue
más que bienvenido después de estar atrapada entre tantos cuerpos. Emily cerró la
puerta y el silencio me hizo suspirar.
—Esto está mucho mejor —dijo Bridgette con una pequeña sonrisa.
Había una fogata a la izquierda en el patio, pero más lejos había una piscina y
una gran sala de estar dispuesta como un mini anfiteatro. Algunas torres de metal
proporcionaban calor y me llevaron en su dirección.
—¡Ahí están! —Olivia nos saludó con la mano mientras nos acercábamos—.
Esto es mucho mejor.
—Siento que puedo respirar de nuevo —dijo Emily, inclinándose hacia atrás con
una mano.
—Me estaba acercando a un ataque de pánico allí. ¿Por qué a la gente le gusta
eso?
82
Tomé un sorbo de mi lata y la coloqué a mi lado.
—Ni idea. Al menos en algunas fiestas podemos bailar, pero esa ni siquiera era
una opción. Deberían haber apagado la música. —Bridgette estiró las piernas frente
a ella. Ninguno de nosotras seguíamos llevando nuestros zapatos. Era muy divertido
que gastamos tanto tiempo y dinero asegurándonos de encontrar el par perfecto, solo
para patearlos en la primera oportunidad que tuvimos.
—Podemos dejar el lugar e ir a mi casa. Podemos pasar el rato y ver una película
o algo —ofrecí, esperando que lo hicieran.
—Es mejor aquí. Los chicos no querrán irse por un tiempo —dijo Emily echando
un vistazo a la casa.
—Ustedes han estado hablando de este baile desde que llegué aquí. ¿Cuál es la
próxima gran cosa que esperamos?
Emily sonrió.
—Vacaciones de otoño. Tenemos una semana libre al final del mes. Mi familia
va a Costa Rica todos los años.
—A mis padres también les gusta ir a un lugar cálido, antes de que llegue el
invierno. El año pasado fuimos a Orlando. Era la primera vez de mi hermana
pequeña, así que fuimos a todos los parques temáticos. Fueron las vacaciones más
agotadoras de mi vida. Le dije a mi mamá que teníamos que relajarnos esta vez, así
que nos vamos a las Bahamas. Podemos sentarnos en la playa todo el día mientras
mi hermana se va con los niños al hotel. —Una sonrisa apareció en los labios de
Bridgette—. No puedo esperar.
—No sabía que todos se iban durante el descanso, así que probablemente solo
esté en casa. Dudo que mi papá pueda tomarse tiempo libre ahora.
Emily negó.
—No puedes pasar el tiempo sola. Eso suena como lo más aburrido del mundo.
¡Le preguntaré a mamá si puedes ir con nosotros a Costa Rica! La casa tiene cuatro
habitaciones, y no me importa compartir contigo.
Si tan solo Spencer estuviera todavía aquí. Podríamos ir a algún lugar juntos, o
podría haber vuelto a visitar a Becca.
84
Me dolía el corazón por ellos. Ir a mi primer baile sin ninguno de los dos fue
difícil de aceptar. Debería estar sentada al lado de Becca. Spencer debería haber
estado en casa para advertirle a mi cita que me llevara a casa a tiempo.
—Hola, señoritas.
Tres chicos caminaron hacia nosotras. No los reconocía, pero claramente tenían
la mirada puesta en nosotras.
El más cercano a mí, un tipo corpulento con cabello castaño corto y ojos
vidriosos, se sentó a mi lado. Los otros dos, que parecían igualmente fuera de lugar,
se sentaron entre Emily y Bridgette, obligándolas a desplazarse para hacer espacio.
¿Por qué estaba siendo cortés? Este tipo estaba cruzando varias líneas y no tenía
que preocuparme por ofenderlo.
Gemí y miré mis piernas ahora cubiertas de un líquido pegajoso y marrón. Se las
arregló para evitar mi vestido, pero esa pequeña bendición se vio ensombrecida por
el hecho de que ahora apestaba a alcohol.
85
—Oh, no, Avalon. Vamos a limpiarte —casi gritó Emily.
Los chicos estaban concentrados en mí, por lo que ella y Bridgette pudieron
apresurarse fuera de su alcance antes de que pudieran reaccionar.
El idiota se puso de pie, pero lo empujé en el pecho para que cayera hacia atrás
en su asiento.
Me apresuré a regresar a la casa con las chicas detrás de mí. Carter y los otros
chicos estaban donde los dejamos. Me apreté a su lado y, después de un segundo, me
miró a los ojos.
No era verdad. Había pasado al menos una hora, si no más. Hice un gesto hacia
mis piernas.
Miré a Carter.
—¿Has estado bebiendo? —La ira se apoderó de mí—. Dijiste que podíamos
irnos cuando quisiera. Sabías que no me sentía cómoda viniendo.
—¿No puede alguien más llevarte a casa? Creo que Andrew se marchará pronto.
—No, no lo hará. Sabes que una vez que empieza a hablar, está aquí durante
horas.
—¿Tyson?
Miré por encima del hombro a Emily y Bridgette. Estaban tan enojadas como
yo.
—Bien. Encontraré mi propio aventón. ¿Me pasas tus llaves, para poder tomar
mi bolso?
Parecía confundido.
—¿Tu qué?
—Mi bolso.
Extendí mis manos para tomar sus llaves, esperando que él viera lo seria que
estaba y cediera. O al menos ofrecerse a buscarlo por mí.
Seguí caminando enojada en lo que esperaba que fuera hacia la dirección del
coche.
—No quiero pensar en él en este momento. Estoy a una cosa más de dejar a ese
idiota.
Emily señaló un Mercedes plateado, pero había docenas estacionados en esta área.
Apreté el botón de bloqueo y esperé a que se iluminara. Las luces traseras rojas
parpadearon y suspiré.
—Gracias al cielo.
Cruzamos la calle para que pudiera recuperar mi pequeño bolso y mis tacones.
Saqué mi teléfono y debatí a quién llamar. Mis únicas opciones eran mi papá, Juliet
o Skyler ya que él era el único con su licencia.
No era probable que papá y Juliet respondieran a medianoche, así que me quedé
con uno.
—¿Les importaría entregarle sus llaves? Voy a esperar aquí por un aventón.
—¿Quién?
—Skyler.
—¿Hola?
—¿Que necesitas?
Hubo un susurro.
—Gracias.
Terminé la llamada y le envié mi ubicación.
—Sí, solo porque los chicos están siendo unos idiotas no significa que nosotras
lo seamos.
89
El Jeep de Skyler llegó diez minutos después.
Subí y me giré hacia Skyler. Usaba una suave camisa blanca arrugada y jeans,
viéndonos con ojos preocupados.
—Mis piernas.
—¿Qué? —Sus ojos dejaron la calle el tiempo suficiente para mirarme y luego a
mi cuerpo—. ¿Qué tienes?
—Gracias, Sky.
Froté mi frente. No podía creer que la noche terminara así. Después de toda la
emoción construida, aquí estaba yo al borde de las lágrimas, cubierta por una
destilería y sin mi tan increíble cita al baile de bienvenida.
—No es que me importe ser tu brillante caballero y salvarte, ¿pero puedo
preguntar por qué lo soy? —preguntó.
Solté un suspiro.
—Me quería ir. —Señalé mis piernas—. Obviamente, quería limpiarme, pero
Carter no estaba listo para irse. Creo que bebió demasiado y además se lo estaba
pasando bien.
Él frunció el ceño.
Esta noche fue dura para mí. Estaba ansiosa y él lo sabía. Había demasiadas
similitudes con la fiesta del año pasado. Debería haberme ido antes, en el segundo
en que comencé a sentirme incómoda.
La mano de Skyler tocó mi brazo y lo alcancé. Sus dedos se entrelazaron con los
míos. No dijo nada, pero lo que necesitaba era su tranquilo consuelo. También abrió
la presa.
Una lágrima cayó, luego otra, y pronto se me llenaron las mejillas. No quería
llorar por esto. Sobre ser decepcionada.
Me limpié debajo de cada ojo, tratando de ser discreta, pero cuando la mano de
Skyler se apretó alrededor de la mía, supe que me habían atrapado.
—Lo siento, Avalon. —Se aclaró la garganta—. Lamento que te haya
defraudado.
¿Cómo lo supo? No era tanto la fiesta o mis piernas pegajosas. Carter rompió mi
confianza. ¿Cómo podía creer que se preocupaba por mí cuando no me escuchaba?
No apreció lo difícil que era para mí estar en esa situación, a pesar de que se lo dije.
Llegamos a mi casa antes de que estuviera lista para salir. Skyler apagó el motor
y tiró de mi mano.
Su tono amable me hizo sentir aún más culpable. A pesar de que prácticamente
lo ignoré y lo evité toda la semana, apareció. Respondió a mi llamada y vino a
buscarme, ¿y estaba dispuesto a quedarse conmigo ahora?
Negué con la cabeza, incapaz de pronunciar las palabras. Las lágrimas brotaron
y un sollozo brotó de mi garganta.
—Avalon. —Su voz era gentil y se estiró a través de la consola para abrazarme—
. Déjame llevarte adentro, ¿de acuerdo?
—Vamos.
Me guio escaleras arriba y pasillo abajo hasta mi habitación. Tomó mis zapatos
y el bolso, y los dejó antes de poner su mano en mi hombro y llevarnos al baño.
—Aquí.
Se inclinó y sostuvo los pantalones cortos frente a mí. Entré en ellos, agradecida
de que estuviera pensando en mí. Sus manos las deslizaron hacia arriba, deteniéndose
justo debajo de mi trasero. Metí la mano debajo de mi vestido y me los puse por las
caderas.
—No quiero que arruines ese vestido. ¿Lo podemos quitar? —La camiseta
grande estaba en sus manos y asentí. Me giró para mirar hacia mi armario y bajó la
cremallera. Sentí sus manos congelarse cuando mi espalda quedó expuesta. No
llevaba sujetador ya que el vestido habría mostrado uno—. Cerraré los ojos. Solo
sacate esto.
Deslicé mis brazos de los finos tirantes y el vestido se amontonó a mis pies. Tomé
la camiseta de su mano extendida y me la puse.
Se enrolló la parte inferior de sus jeans antes de entrar y sentarse frente a mí. Sin
hablar, tomó una botella de gel de baño y una toallita limpia del estante contiguo a
nosotros. Mojó la tela en el agua tibia y luego la enjabonó antes de alcanzar mi
pierna. La levantó y, con un ligero toque, lavó los restos de la bebida. Después de
repetir el proceso en mi otra pierna, examinó mi cuerpo, asintió una vez y cerró el
agua.
Esperaba que se fuera, pero dio la vuelta y se subió detrás de mí. Su brazo
descansaba sobre mi cintura y tomó mis manos entre las suyas. Me eché hacia atrás
hasta que me acurruqué contra él y finalmente me relajé.
Esnifé.
—No puedes sentirlo. Tú eres el que me salvó.
—Esta semana fue muy dura. Quería hablar contigo, pero no quería molestarte
o causar problemas contigo y Carter. Te extrañé.
La música tan fuerte que hacía que me dolieran los oídos hacía imposible escuchar lo que
decía Becca. Señalaba detrás de ella e imitaba algo, pero no entendí.
—¿Qué? —pregunté.
Levanté las manos y empujé, inclinando mi peso para atravesar la multitud. Finalmente,
tropecé y miré a mi alrededor. Estaba afuera. La música venía detrás de mí y el patio delantero
estaba lleno de vasos desechables y gente que no reconocía.
Becca. Tenía que encontrarla. Corrí a través del patio, empujando a la gente que se
interponía en mi camino. Nunca me miraron. Nunca se quejaron mientras pasaba junto a ellos.
Llegué a la acera y miré a ambos lados de la calle. Ella no estaba aquí. Volví a mirar la
casa, pero ahora estaba vacía. ¿A dónde se habían ido todos? ¿Dónde estaban las personas que
acababa de ver? La música se había ido, dejando la noche inquietantemente silenciosa.
—¿Becca? —grité y esperé. Ella tenía que estar cerca. No me habría dejado—. ¡Becca!
Un coche condujo por el frente de la casa y la ventana descendió. Spencer me miró con ceño
fruncido decepcionado.
—Avalon, te dije que no salieras esta noche.
Me moví hacia el coche y me asomé dentro. Becca estaba en el asiento trasero. Ella me
saludó cuando me vio.
—Gracias por venir, Spencer. Sé que nos advertiste, pero pensamos que nuestros amigos
iban a pasar el rato con nosotras.
—Estas fiestas siempre se salen de control. Solo prométeme que no irás a otra.
—No lo haremos.
95
Miré hacia atrás, a Becca, y ella estuvo de acuerdo.
—Jamás quiero volver a ir a una fiesta. Había demasiada gente, y era tan ruidoso. Creo
que deberíamos apegarnos a las noches de películas.
Sonreí.
—También lo creo.
—Suena bien por mí. Dormiré mejor en la universidad sabiendo que ustedes dos no se
están metiendo en problemas —dijo Spencer con una sonrisa.
Asentí.
—Eres el mejor.
Silencio.
Rojo.
—¡No!
—Avalon, despierta.
Me sacudí y abrí mis ojos. Estaba afuera. El cielo estaba negro. La luz de la calle
por la casa de Gavin era la única luz. Miré alrededor y me di cuenta que estaba en
medio de la calle.
—Avalon. —Una voz con pánico sonó detrás de mí. Alguien me estaba
sosteniendo alrededor de mi estómago.
Mi respiración era superficial y traté de calmarme.
Conocía esa voz. Cerré los ojos y traté de concentrarme. ¿Por qué estaba afuera?
¿Como llegué aquí? ¿Por qué me sostenía Gavin?
—¿Qué pasó?
—Estabas sonámbula.
Miré a Gavin.
Suspiré.
98
—Tuve una noche realmente espeluznante. Skyler vino y me recogió de una
fiesta y me trajo a casa. Debemos habernos quedado dormidos.
Jadeé.
—¿De verdad?
Asintió.
—Son las tres de la madrugada, amigo. —Skyler frunció el ceño con disgusto.
—No podía dormir. —Gavin entrecerró sus ojos hacia él antes de continuar—.
Pensé que había escuchado a alguien gritar, así que miré hacia afuera por la ventana
y te vi. Corrí afuera e intenté hacer que te movieras, pero estabas congelada, gritando
‘no’ una y otra vez.
—Sí, pero esta vez estaba en la fiesta de antes. Normalmente comienza cuando
estoy en el coche.
—No lo creo.
—Me pregunto por qué lo hiciste esta noche —dijo Gavin casi para sí mismo.
Sus palabras se hundieron, y sabía que tenía razón. Me sentí de la misma forma
anoche que hace un año. Abrumada, indefensa, con pánico. Estaba bien cuando
estaba sentada con Emily y Bridgette, pero esos estúpidos chicos lo arruinaron.
Entonces, sin era capaz de moverme en la casa, y me sentí atrapada cuando Carter
no me traería a casa.
La voz de Gavin tenía una ira que nunca había escuchado en él antes.
—Eso es inexcusable.
No estaba en desacuerdo.
—Siento que tu noche no haya resultado como esperabas. Siento que Carter haya
sido tan idiota. Te mereces algo mucho mejor. Siento que tengas estas pesadillas.
Siento haberte asustado cuando te desperté.
—Nada de eso tuvo que ver contigo. No puedo creer que Skyler haya ido a
recogerme, y tú saliste y me tuviste después de la forma en que los traté esta semana.
Soy yo la que lo siente.
Gavin se acercó a mi con su mano estirada. Coloqué la mía en la suya y las miré.
100
—Va a tomar mucho más que una semana difícil para deshacerte de nosotros.
Eres nuestra amiga, sin importar qué.
Esnifé, lo último que necesitaba eran más lágrimas, pero no podía evitarlo.
Todavía había mucho que procesar de las pasadas últimas horas. ¿Carter y yo
habíamos terminado? Él probablemente ni siquiera se haya dado cuenta de cuan
herida estaba. No podía soportar la idea de él llamándome en la mañana y fingir que
todo estaba bien.
—Sé que a ustedes no les cae bien, pero realmente a mí sí. Pensé que era mucho
mejor que lo que me mostró anoche.
—Esperaba que él fuera mucho mejor para ti, también. Pensé que él era lo
suficientemente inteligente para darse cuenta de lo afortunado que era —dijo Skyler,
negando con su cabeza.
Envolví mi brazo alrededor de su hombro y tiré de Gavin con mi otra mano hasta
que estábamos envueltos en un abrazo grupal.
—Gracias, chicos.
Gavin asintió y tiró de las mantas. Me subí. Skyler se movió al lado más lejano
de la cama, así que tenía mucho espacio. Coloqué mi cabeza en la almohada, pero
Gavin me hizo señas para que me moviera. Me deslicé hasta que estaba en medio y
me congelé cuando él subió. Apagó la lámpara y la oscuridad cayó sobre la
habitación.
No quería revelar cuan emocionada estaba. Asumí que él regresaría a casa, pero
sabiendo que él estaría conmigo esta noche me trajo más comodidad de la que sabía
necesitaba.
Él se volteó, y apenas podía distinguir sus facciones por la tenue luz entrando
por las cortinas.
—No quiero que seas capaz de salirte de la cama de nuevo sin que lo notemos.
—Gracias.
Sonrió y recorrió sus dedos por mi mejilla, luego por mi mandíbula. 101
—Buenas noches, Avalon.
—Buenas noches.
s
—Mi mamá quiere que vengas a eso de las once —anunció Gavin desde su lugar
en la estufa. Él estaba preparando panqueques para mí y Skyler mientras nosotros
nos relajábamos en el sofá viendo repeticiones de comedia de situación adolescente
de los noventa.
—¿Para qué?
—No, tendremos que esperar hasta que todos estén juntos. —Gavin me miró—
. Mi mamá dijo que no pudo localizar a tu papá. ¿Sabes dónde está?
Mi teléfono estaba junto a mí. Había estado en silencio toda la mañana. Estaba
esperando a que Carter me llamara para saber de mí y ver si había llegado bien a casa
o para disculparse. Cualquier cosa, en realidad. ¿Cómo pudo dejarme sola y no
molestarse en saber si estaba a salvo?
—Hola, papá.
—Hola, cariño. Disculpa que me haya perdido tus llamadas. —Apenas podía
escucharlo por el ruido en el fondo—. ¿Cómo estuvo el baile de bienvenida?
—Está bien. Tengo que irme, pero déjame saber si necesitas cualquier cosa y me
aseguraré que Juliet se encargue. Estaré pronto en casa. Te amo.
—Te amo.
Colgó antes de que pudiera decir algo más. Regresé a la cocina y llamé la
atención de ambos.
Gavin deslizó tres panqueques más en un plato y me los ofreció. Los acepté con
una sonrisa y me senté en el taburete junto a Skyler. Me sonrió con sus mejillas 103
hinchadas con comida.
—Miranda me enseñó como prepararlos cuando tenía como cuatro o cinco años.
Fue lo primero que aprendí a cocinar.
—Sí, él ni siquiera quema el primer lote. Yo lo hago cada vez. Nunca puedo
averiguar cuán alto comenzar el calor.
Asintió.
Dudé, queriendo preguntar sobre eso pero decidí que podía esperar.
Sonreí.
Se rio.
—Sí, todos nuestros padres estaban muy agradecidos. Ella retuvo todos nuestros
postres hasta que lo hicimos sin que nos lo pidieran por una semana.
—Como seis años. No estábamos interesados en limpiar, para nada, pero una
vez que las golosinas no estaban, supimos que ella hablaba en serio.
—Mujer inteligente.
—Sí, ella es bastante genial. —Gavin terminó de comer luego revisó la hora sobre
el horno—. Será mejor que también vaya a ducharme.
Se puso de pie y cogió su plato, siguiendo tras Skyler, luego se movió para agarrar
el sartén y el tazón de la masa.
—Oh, no. El chef no limpia. —Lo golpeé con mi cadera contra la suya para
moverlo del fregadero—. Tengo esto. Gracias por alimentarme.
—Nos vemos.
Salió y escuché que la puerta se cerró. Una vez que terminé de limpiar, me dirigí
a mi habitación de vuelta para alistarme. Tuve que lavarme dos veces mi cabello
antes de poder sacar toda la laca y productos de la noche anterior, pero se sintió bien
borrar la evidencia remanente. Quería lavar la noche fuera de mi cabeza también. Al
menos terminó mejor de lo esperado. Teniendo a Sky y a Gavin alrededor evitando
que girara en otra fiesta de lástima.
Me vestí con unos jeans oscuros y un ligero suéter color esmeralda. Trencé mi
cabello sobre mi hombro y me coloqué unas botas hasta el tobillo antes de dirigirme
abajo. Mi abrigo estaba colgando al final de las escaleras, y me lo coloqué antes de
meter mi teléfono en uno de los bolsillos y dirigirme a casa de Gavin.
Eran diez minutos temprano, pero no quería caminar ante varios pares de ojos
105
observándome. Preferiría estar ahí y ver a cada grupo mientras entraban. La puerta
se abrió mientras me acercaba. Tessa me estaba esperando, viéndose elegante en un
traje de pantalón blanco. Su cabello estaba liso y suelto. Se veía demasiado arreglada
para un domingo en la mañana.
—Hola, dulzura.
—Hola, Tessa.
Miré más allá de ella a la sala formal donde nos sentamos la semana pasada.
Gavin y Daniel eran los únicos esperando.
—Gavin me dijo que tuviste una noche difícil. ¿Estás bien? —preguntó.
No estaba exactamente segura que le dijo él, así que solo asentí.
Oh, eso. De alguna forma eso estaba en la parte baja de mi lista de eventos
desafortunados de todo lo que sucedió.
—No, no que haya sabido. Al menos, mi familia nunca me dijo que lo hice.
Noah entró con Stanley, Wes, y Mandy. Escaneó la habitación antes de que sus
ojos aterrizaran en mí. Él se dejó caer en el sofá junto a mí.
—¿Estás bien?
Mordí mi labio inferior y asentí. ¿Cuántas veces me iban a preguntar eso esta
mañana?
—No hemos hecho nada que merezca la pena una reunión de la Sociedad en…
—Hizo una pausa, sopesando—…meses. Está bien, desde que la escuela comenzó.
Skyler se rio.
—Oh, sí.
Miré entre ellos.
—¡Eso es horrible!
Noah se rio.
—Hemos estado haciendo eso entre nosotros desde que éramos niños. Nuestros
padres solamente han aceptado que es todos para uno y uno para todos. Lo juro me
he metido en problemas incluso cuando mis padres saben que estaba en casa a la hora
del crimen. Están acostumbrados a compartir la disciplina.
Así que estos eran los padres de Luca. Ahora, entendía de donde obtuvo su
intimidación. Ninguno de sus padres gritaba ser del tipo cálido y acogedor.
El aire de autoridad que los Castello arrojaban tenía mucho más sentido. Eran
importantes, realmente importantes, en la Sociedad. Supuse que era un honor que él
estuviera aquí, especialmente porque yo no era nadie.
—Srta. Bradley, como único miembro vivo de la familia Bates, eres la heredera
de su puesto. 108
Luché contra la urgencia de evadir la mirada preocupada del Canciller Castello.
No sabía que significaba todo esto o si podía solo esperar que me lo explicara sin
tener que preguntar. Tenía la sensación de que cualquier demostración de ignorancia
pondría a prueba su aparentemente débil paciencia.
—La Sociedad de Hechiceros existe desde hace casi mil años. Somos el poder
gobernante de aquellos con…—Hizo una pausa como si considerara sus palabras
cuidadosamente—…ciertas habilidades. 109
Mis cejas se alzaron. Lo hacía sonar como si tuvieran superpoderes o algo así.
¿Por qué me dejaron entrar? No tenía ninguna habilidad extra. Era aburrida. Normal.
Nada especial en absoluto.
Bueno, eso era irritantemente vago. Estaba tratando de seguirlo, pero cada cosa
que me decía me confundía más.
El canciller estuvo de acuerdo y se sentó. Luca se volvió hacia mí, luciendo tan
serio como siempre.
—La Sociedad trabaja junto con los gobiernos locales y las fuerzas del orden.
Permanecemos en secreto debido a la naturaleza de nuestras habilidades, no todos
aceptan a los que son diferentes.
»Así que trabajamos en la zona gris que las otras organizaciones no pueden.
Recibimos solicitudes de ellos para obtener más información o pruebas, y las
secciones las asignan a los miembros según sus habilidades. —Miró a su padre antes
de continuar—. Al igual que Sophie, solo salía con ella para obtener información
sobre el negocio de su padre.
Me estremecí. Me dijo que la ayudó a salir de una mala relación y a alejarse del
negocio familiar de su ex. Oh, el negocio en el que su padre quedó atrapado.
»Sabíamos que estaban haciendo algo ilegal, así que me pidieron que me acercara
a ella. La ayudé a alejarse de Marco porque estaba en peligro, pero me quedé con
ella para poder obtener más información.
Jadeé.
—¿Hablas en serio?
—Sí, ellos tenían razón. Obtuve evidencia, la entregué y terminé con ella, pero
no era exactamente fácil despegarse de ella.
Froté mi cara.
—Así que ustedes, chicos trabajan con la Sociedad. ¿Qué habilidades tienen?
—Normalmente no los obtenemos hasta que cumplimos dieciséis años —
comenzó Gavin, pero Vince lo interrumpió.
—¿Qué?
—¿Está bien?
Stanley asintió.
Fruncí el ceño.
Tessa asintió.
—No lo sabemos con certeza ya que no lo hemos visto, pero es posible que tu
habilidad solo pueda alcanzar a tu alrededor. Como no lo sabías, tampoco habrías
podido controlarlo. Podemos trabajar juntos para entenderlo.
Tenía que creer eso. No podía pensar que no los habría salvado si pudiera.
Todavía quedaban muchas cosas que no sabía ni entendía. Tenía que pensar en
esto.
¿No fue esto lo que papá preguntó y dijeron que no? ¿La brujería era simplemente
lo inexplicable?
—No lo somos. —Todavía había un atisbo de sonrisa en sus labios, como si no 113
entendiera una broma privada—. No, las brujas tienen múltiples poderes, así como
la capacidad de extraer energía de su entorno para lanzar hechizos.
—Sí.
Esta gente está loca. No sé cómo me absorbieron tanto. Los chicos parecían tan
normales. ¡Así te atrapaban las sectas! Toda la amabilidad era falsa y te atraían.
Jadeé. ¿Querían información sobre el padre de Carter? Los chicos dijeron que
sus padres tuvieron una pelea, luego terminaron su amistad e hicieron que los chicos
también dejaran de salir con él. Por supuesto, ninguno de ellos pudo acercarse, pero
¿qué pensaban que yo podía hacer?
—He estado en la casa de los Harrington algunas veces, pero el senador nunca
ha estado en casa. No sé cuánta información puedo darles.
—Estás en la mejor posición para encontrar cualquier cosa. Puede que lleve más
tiempo —dijo Stanley, el padre de Noah.
Me encogí.
Era la primera vez que la mamá de Luca decía algo, y su voz profunda y sensual
no coincidía con su exterior.
—Tuvimos una pelea anoche. No estoy segura de querer volver a salir con él.
Cuando ella lo pone así, y en un tono mucho más agradable, sé que tenía razón.
Nadie más podía acercarse al Senador. Si eso significaba salir por un poco más de
tiempo con Carter para proteger personas inocentes, podía hacerlo.
—¿Es lo que habría hecho mi madre? —le pregunté a Tessa y Wes. Ambos
asintieron y tuve mi respuesta—. Lo haré, mientras yo también obtenga la verdad.
—No es nada. Haré lo que pueda para averiguar más sobre su papá.
Estreché su mano, y el hombre junto a él con cabeza calva y ojos amables sonrió.
—Soy Chris.
—Y yo soy Robert. —El hombre con piel oscura y rapado me observó con ojos
curiosos.
Estaba muriendo por dentro por preguntar sobre la situación que era su relación,
pero sabía que era maleducado.
—Bien, ustedes chicos pueden irse ahora. Estoy seguro que mamá se está
aburriendo horriblemente estando sola en casa.
Eso me confundió incluso más. Una vez que se fueron, me giré hacia Sky.
Él dudó.
—¿Sobre qué?
—Tienes tres papás. ¿Tus padres están divorciados y tu papá se volvió a casar?
¿Porqué tu mamá no vino?
Él frotó su nuca.
—Estaba esperando que alguien ya hubiera explicado esto. —Sus ojos cayeron
en Noah—. ¿Por qué no lo hiciste tú?
—Ella no preguntó.
Mandy, Stanley y Wes fueron a la cocina con los padres de Gavin, así que no
estaban aquí para escuchar nuestra conversación. 117
Skyler se movió incómodamente y Noah lanzó su mano arriba.
—Bien, un tercio de los miembros son mujeres. Para que las habilidades pasen a
la siguiente generación, la madre tiene que tenerlos o al menos la línea de sangre.
Bien, así que tenía la habilidad de protegerme porque mi mamá tuvo una
habilidad, también, incluso a pesar que mi papá era normal.
—Lo entiendo.
—Algunas mujeres que han nacido en las familias nunca tienen una habilidad
manifiesta —continuó Noah.
—Mi mamá tiene una forma de precognición —dijo Gavin—. Ella puede atrapar
destellos de futuro, pero solo unos minutos en el futuro.
—Mi mamá puede proyectar —dijo Noah—. Ella puede hacerte ver algo más,
básicamente.
Tendría que preguntar más sobre eso más tarde. Mi cerebro no podía manejar
tanto.
Skyler asintió.
—Ella sabe de la Sociedad porque fue criada en esta, pero nunca fue capaz de
asistir a las reuniones ya que nunca obtuvo habilidades. Desde que viene de una
familia con habilidades, ella podía heredarlo a sus hijos. 118
—Entiendo eso, pero no has explicado sobre tus papás —contrarresté.
—Desde que son tan pocas mujeres, son veneradas en nuestra comunidad.
—No te emociones. —Él rio—. De todos modos, también significa que hay más
hombres con habilidades que mujeres.
Skyler asintió.
—Sí.
—No es la norma para la gente común, pero es una práctica común dentro de
nuestra comunidad —explicó Noah—. Cada uno de ellos se casó con mi mamá y
tienen su propia relación con ella. No es como si todos compartieran una cama
grande.
Él solo sonrió.
—Crecimos juntos y somos los únicos con quienes podemos hablar de todo.
Tenemos suerte de que también nos caigamos bien.
Me reí, sorprendida de seguir aceptando todo esto tan bien. Debería estar
enloqueciendo. Sus vidas eran muy diferentes de todo lo que yo conocía, pero cuanto
más explicaban, más sentido tenía. Me sentía bien.
—Gracias, chicos, por estar aquí para mí. —Tragué—. No creo que hubiera
podido manejar nada de esto sin todos ustedes.
Me levanté y jalé a todos juntos para un abrazo. Luca refunfuñó, pero envolví
mi brazo alrededor de su cintura y no le dejé dar un paso atrás. Si quería aprender
más sobre mi familia y mi capacidad, los necesitaba. Iba a tener que perdonar a
Carter, o al menos fingirlo, para obtener más información y hacerlo sin que él supiera
lo cerca que estaba de los chicos. Esto iba a ser complicado.
Carter no me llamó. Se me había pasado el enojo, y estaba simple y llanamente
furiosa mientras Emily y yo caminábamos por el patio de la escuela. Ella me
preguntó si estaba bien de camino y tuve que actuar como si estuviera bien. No quería
nada más que acercarme al idiota y destrozarlo, pero no podía. Tenía que actuar
como la novia atenta y como si todo fuera normal.
Sus ojos se encontraron con los míos mientras nos acercábamos, y se puso de
pie, abriendo los brazos para mí.
Me aparté, justo fuera de su alcance para que pudiera pasar su brazo por encima
de mi hombro como solía hacer.
—¿De qué?
—La larga noche de fiesta. Dormí hasta las tres, comí y volví a la cama.
Me crucé de brazos.
—Algún idiota derramó su bebida sobre mí. Olía a cerveza rancia y te pedí que
me llevaras. Me dijiste que no. Tuve que caminar descalza hasta tu auto para recoger
mis cosas y esperar a que alguien me recogiera en la calle en medio de la noche.
Él se estremeció.
Suspiré.
121
—Sabías que realmente no quería estar allí. Lo ansiosa que estaba.
—Lo siento. —Dejó caer la cabeza—. Fui un idiota. Debería haberte cuidado.
—Sí, deberías haberlo hecho. Me dijiste que podíamos irnos cuando quisiera.
Sabías lo que yo sentía sobre beber. Me fallaste.
Ese pareció ser el golpe final para llegar a él. Entró un poco en pánico. Dio un
paso adelante y me alcanzó. Dudé antes de ofrecer mis manos. Me acercó a su pecho
hasta que estuvimos a menos de unos quince centímetros de distancia.
—Soy un idiota. —Sus ojos me suplicaron—. Prometo que no dejaré que eso
vuelva a suceder. Por favor, perdóname.
—Lo haré, pero si alguna vez vuelve a suceder, no te voy a dar otra oportunidad,
Carter. Lo digo en serio. Realmente me lastimaste, especialmente cuando ni siquiera
te molestaste en llamarme o enviarme un mensaje de texto para ver si estaba bien.
Esta vez pude sentir lo honestas que fueron sus palabras. Realmente lo decía en
serio y estaba molesto. Tenía que creer que podía cumplir su promesa. Tenía que
trabajar rápido para obtener información sobre su padre. No me retractaría de mi
palabra. Ésta era su única oportunidad. No me esforzaría más para cumplir las
órdenes de la Sociedad.
Besó mi frente y me atrajo hacia él, sus manos se extendieron por mi espalda.
Me estaba abrazando como si tuviera miedo de perderme. Sabía que lo lamentaba,
pero no podía olvidar que ahora había visto al verdadero Carter.
Asentí.
—Por supuesto.
Mi único plan era pasar más tiempo en su casa y esperar eso. Eventualmente,
aparecería su papá. Tendría que ir al baño o algo para escabullirme para escuchar a
escondidas, ya que dudaba que sus negocios ilegales fueran una conversación común
en la cena.
Respiré profundamente. No estaba hecha para espiar. Eso es lo que era esto.
Podrían llamarlo recopilación de información o lo que quisieran, pero yo era una
espía inexperta de quince años que intentaba acabar con un senador estatal. ¿La
Sociedad no tenía profesionales? ¿O personas con habilidades que podían encontrar
esta información? Lo mejor que yo podía hacer era crear una bonita burbuja cuando
mi vida corría peligro. Como un peligro mortal, no solo yo teniendo miedo. No es el
superpoder más útil.
—Sí, por supuesto. Hoy no tenemos práctica, así que podemos ir a mi casa
inmediatamente después de la escuela.
—Suena bien.
Luca me dijo en la clase de Español que vivía muy cerca de Carter, así que si
necesitaba algo, lo contactara. Me hizo sentir mucho mejor saber que estaría listo y
esperando. No estaba sola en esto. Los chicos me respaldaban.
¿Me estaba dando cuenta de que Carter tenía defectos? ¿Había estado ignorando
las señales? Quizás este fue un mal día para él. Podría estar nervioso por la casi pelea
que tuvimos esta mañana. De cualquier manera, sentí que mis ojos finalmente se
abrieron.
Atravesamos la puerta de su casa y nos dirigimos a la cocina. Su madre, Carolyn,
estaba sentada en la terraza acristalada un poco más allá.
Asentí.
—Maravilloso. —Su voz era como una canción. Me pregunté si ella practicaba 124
sonar tan elegante y agradable. Probablemente era requerido como esposa de un
senador. ¿Sabía ella lo que él estaba haciendo? Traté de no mirar a mi alrededor.
¿Perderían todo esto si lo declaraban culpable? No quería ser responsable de destruir
su vida también—. Se lo llevaré a mi amigo mañana para que esté listo.
—Gracias.
No quería estar más tiempo del necesario, pero no podía arriesgarme a perder
una oportunidad si su papá venía a casa.
Entramos en una habitación trasera que su madre usaba para sus diversas
manualidades y pasatiempos. Grandes ventanas corrían a lo largo de una pared,
dejando entrar mucha luz natural, y una mesa de madera llenaba el centro de la
habitación. Era el lugar perfecto para trabajar en el proyecto, además de que nos
brindaba privacidad, una ventaja… hasta ahora.
—Me ha dolido la garganta todo el día. Creo que podría estar enfermando con
algo. No quiero contagiarte.
—Eres tan dulce. Creo que estoy bien por ahora. Tomé algunos antes de la
escuela.
—Está bien.
Besó mi sien y continuó frotando mis hombros mientras yo terminaba de decorar
el jarrón. No iba a decir que no a un masaje, especialmente si me evitaba tener que
besarlo. Puede que tenga que aprovechar este “resfriado” por lo que vale.
—Ven y relájate. Podemos ver una película hasta que la cena esté lista.
¿Cómo podía hacerle esto? ¿Después del amor y la amabilidad que él y su mamá
me mostraron? Me dieron la bienvenida a su hogar y sus vidas, ¿y yo iba a usar eso
en su contra?
No podía pensar en eso ahora. No había ninguna razón para hacerlo. Su padre
ni siquiera estaba en casa. No tenía forma de colarme en su estudio, aunque él tuviera
uno, así que no había mucho que pudiera hacer excepto sentirme culpable. Eso no
iba a lograr nada.
Suspiré y traté de concentrarme en la película. El pecho de Carter retumbó
mientras se reía. ¿El sentimiento de paz en este momento? Lo recordaría cuando todo
hubiera terminado. No podía olvidar las partes buenas.
127
Casi se terminaba la película cuando el celular de Carter vibró. Lo alcanzó y
suspiró.
Me senté.
—¿Tu papá?
—Sí, supongo.
Me bajé de la cama y alisé mi ropa. No estaba segura de por qué, pero sentí que
necesitaba dar una buena impresión. Él podría ser un cretino, pero aun era un
128
senador. Nunca había conocido uno antes. ¿Qué se suponía debía decir? ¿Debía
estrechar su mano o hacer algo más? ¿Una reverencia? No, eso era ridículo.
—Vamos.
Carter extendió su mano, y deslicé mis dedos entre los suyos. Él me sostuvo
fuerte mientras bajábamos y dábamos la vuelta en la esquina al comedor formal.
Normalmente nos sentábamos en la mesa de la cocina con su mamá. Supongo que
su papá tenía diferentes estándares.
No me vestí esta mañana con una cena con el senador en mente, pero pensé que
me veía bien en unos jeans negros y suéter gris con una blusa blanca con puntitos
grises que llevaba debajo. Era bastante parecido a lo que Carter usaba a diario.
Asentí. Casi estaba silencioso a excepción del sonido de sartenes y platos siendo
movidos en la cocina. Carter estaba callado, así que observé la habitación. La
hermosa pintura estilo bloque que colgaba detrás de él parecía pertenecer a un museo
de arte moderno.
Con los nerviosos minutos que pasaban me dieron ganas de ponerme de pie.
—Gracias.
Me quedé helada. Supuse que era su padre y sonaba furioso. Hablaba en voz
baja, pero transmitía más de lo que probablemente pensaba.
—Hola. —Su tono era frío, no acogedor y amable como el de su esposa—. Debes
ser la chica con la que mi hijo ha estado saliendo. A menos que, por supuesto, ya esté
con alguien nuevo. Todos sabemos que no puede quedarse con ninguna por mucho
tiempo.
Un hombre vestido con camisa blanca con pantalón negro y corbata entró en la
habitación con una bandeja de ensaladas. ¿Era camarero? ¿Un mayordomo? Nunca
lo había visto antes, pero se movía por la habitación con precisión experta.
Le sonreí cuando dejó mi plato, pero ya se estaba alejando. Bien entonces. Esperé
hasta que el senador dio un mordisco antes de tomar mi tenedor y apuñalar la pera y
las nueces. Esta no era mi ensalada favorita, pero hice un esfuerzo para que pareciera
que la disfrutaba.
—Tu madre dijo que jugaste bien en el juego de bienvenida. Leí las estadísticas
y solo jugaste diecisiete minutos. ¿Por qué es eso?
Se puso de pie y regresó a su oficina sin decir una palabra, luego el aire regresó
a la habitación. Carter y su mamá se relajaron al instante.
—¿Estás lista para volver a casa? —preguntó Carter en un tono cansado. Tenía
la sensación de que su agotamiento era más mental que físico.
—Seguro.
Carter sonrió.
—Las noches que él está en casa, escoge la comida, se queja de que la casa está
desordenada o de que su tintorería no está en su armario. Cualquier cosa para hacer
sentir mal a mi mamá. Luego, pasa el resto del tiempo diciéndome lo inútil o
decepcionante que soy. Tenerte allí lo mantuvo en su mejor comportamiento. Solo
bebió la mitad de lo que suele hacer.
Me estremecí. Carter hizo que sonara incluso peor de lo que había imaginado. 132
Qué espantoso soportar esas constantes críticas. El Senador Harrington no parecía
molestarse en pasar tiempo con su familia con tanta frecuencia y menospreciarlos
como lo hacía solo respaldaba mi impresión inicial de que había algo raro en él.
—No, acabo de regresar de la casa de Carter, y pensé que debería decirte lo que
escuché.
—Hola, cariño.
—Hola.
Le di una sonrisa y saludé con la mano mientras Tessa caminaba por el pasillo
hacia la sala de cine. Salió con Daniel y Gavin, quienes tenían una expresión
preocupada.
Asentí.
133
—Vamos al estudio.
Daniel levantó su brazo y esperó hasta que Gavin y yo nos volvimos hacia el
lado opuesto de la casa antes de seguir a Tessa.
Una vez que se cerró la puerta y todos nos sentamos, Daniel se inclinó hacia
adelante apoyando los codos en las rodillas.
—¿Qué escuchaste?
Esperé para ver si eso significaba algo para ellos. Daniel asintió.
No podía imaginar que todo el Senado mirara para otro lado por él.
—¿Por qué el Senado tenía que aprobarlo? ¿No es eso una cosa de la ciudad? —
preguntó Gavin.
Me froté la frente e intenté seguirlo. Todo esto sonaba como si el padre de Carter
estuviera haciendo cosas terribles y usando su puesto para beneficio personal. Ya no
me agradaba, pero ahora quería sacarlo de la oficina. Estaba lastimando a su familia
y lastimando a las personas que lo votaron para servir.
—No quiero hacer nada que los lastime. Ellos también son víctimas de él. Sé que
ustedes solían ser amigos, así que es posible que ya lo sepan, pero él es horrible con
ellos. No quiero que pierdan su casa o que Carolyn se meta en problemas por lo que
está haciendo. Él merece ser castigado, pero no ellos.
—No lo hace —presioné—. No viste la forma en que reacciona ante él. Es como
si le tuviera miedo. Sé que ella no tiene nada que ver con esto.
No era una garantía de que estuvieran a salvo, pero era todo lo que podían
ofrecer. 135
—Está bien —le dije.
—No creo que pueda hacer esto. Me siento como una escoria. Estoy yendo a
espaldas de Carter. Mintiéndole y usándolo a él y a su madre.
Dio un paso adelante y me apretó contra su pecho. Entrelacé mis dedos detrás
de su espalda, necesitando su consuelo.
—Sé que es difícil, pero debes recordar lo que está haciendo su padre. Ayudarás
a evitar que lastime a la gente. Mi papá te dijo que ganaría mucho dinero vendiendo
la propiedad, pero es más que eso. Había gente luchando para que esa zona fuera
dividida en zonas residenciales. Querían construir viviendas asequibles para los
empleados de las fábricas. Es demasiado caro vivir en el centro, por lo que la mayoría
de ellos viajan horas diarias. Había un plan para revitalizar el área y el Sr. Harrington
lo quitó. Se beneficiará vendiendo a una gran empresa, y la gente que contaba con la
vivienda no obtendrá nada.
—Avalon, nadie va a hacer que rompas con él. Si decides quedarte con él, nunca
se enterará de que estabas involucrada. —Gavin insistió en que estaría protegida con
tanta sinceridad que supe que me estaba haciendo una promesa—. Pero debes
recordar que viste otro lado de él el sábado. Si puedes vivir con eso, si sus aspectos
136
positivos superan a los negativos, entonces quédate con él.
—Gracias, Gavin.
—Llámame si me necesitas.
—Lo haré.
Cruzó la calle de regreso a su casa y entró. Todavía era temprano, pero subí a mi
habitación a ducharme antes de meterme en la cama.
Me quedé tumbada pensando en lo que dijo Gavin y lo que dejó sin decir. Si lo
negativo era demasiado, tenía que dejar a Carter. No era saludable vivir en esa
montaña rusa emocional, y no era justo para Carter querer solo lo bueno. Se merecía
a alguien que lo aceptara todo.
Cada día en la escuela, la línea se desdibujaba. Carter había vuelto a ser cariñoso
y atento. El miércoles fuimos a su casa para revisar el producto final de nuestro
proyecto. Su mamá fue en busca del jarrón después de haber sido horneado y se veía
increíble. Subimos a su habitación para ver una película antes de cenar y me quedé
dormida en su hombro. Me dejó acurrucarme con él durante más de una hora, a
pesar de que su brazo se quedó dormido. Dijo que me veía demasiado tranquila para
despertarme. Casi lloré cuando me lo dijo. El sueño no me había resultado fácil ya
que pasaba la mayoría de las noches despierta estresada por todo.
Su padre no estaba en casa el miércoles por la noche, así que no obtuve más
información. Él y su madre nunca hablaban del senador cuando él no estaba, lo que
me convencía aún más de su inocencia. Esperaba que cuando todo se derrumbara a
su alrededor, no se vieran afectados.
—Sí, lo siento. Solo pensando en este fin de semana. No puedo esperar a dormir
hasta tarde.
Su sonrisa comprensiva tenía una calidez que solo me hacía sentir más culpable.
—Deberías relajarte esta noche. Mañana quiero llevarte fuera. ¿Está bien?
Debería decir que no. No estaríamos cerca de su padre, así que no había ninguna
razón para que pasara más tiempo con él, pero quería hacerlo. Ugh. ¿Qué me pasaba?
¿Cómo podía perdonarlo tan fácilmente por lo que sucedió el fin de semana pasado?
—¿Estás bien, Ave? —preguntó Emily desde el otro lado de la mesa. Su tenedor
estaba sobre su plato mientras esperaba mi respuesta.
Asentí.
Estuvo unos días, pero ayer tuvo que volar a Nueva York.
—No.
138
Emily negó con la cabeza.
—Normalmente no me molesta.
Traté de descartar el tema. Me molestaba que papá tardara tanto entre volver a
casa. Sí, era madura y podía cuidar de mí misma, pero aún no tenía dieciséis años.
¿No estaba preocupado por mí? Con todo lo que descubrí y la bomba que me arrojó,
pensé que estaría más cerca, o al menos me vería si estaba bien, pero había estado
tan desaparecido como siempre.
—Bueno, si alguna vez quieres quedarte en mi casa, eres más que bienvenida.
Incluso puedes tener tu propia habitación.
Sonreí ante su oferta, pero le pediría a uno de los chicos que se quedara conmigo
antes de ir a su casa. Quizás podría hacer que Vince fuera a dormir a casa. Él prefería
alejarse de su casa tanto como fuera posible, pero tenía su propia habitación en la
casa de Gavin.
—Está bien.
El resto del día transcurrió en una neblina hasta que casi colapso en el auto de
Emily después de la escuela.
Asentí con la cabeza y cerré los ojos durante el resto del camino. Cuando el coche
se detuvo, bostecé y me dirigí a mi casa.
139
—Nos vemos —grité por encima del hombro cuando Emily dijo adiós.
Pasé por la cocina, me preparé una taza de té y agarré un plátano antes de subir
al baño. Abrí el agua y dejé caer una bomba de baño de lavanda, saboreando el
relajante aroma.
Después de casi dos horas, el dolor en mis piernas me forzó a dejar de montar.
Me bajé con piernas temblorosas y me senté para estirarme. Habían pasado algunas
semanas desde que me había hecho ejercitarme tanto, y me sentí energizada, fuerte
e increíblemente hambrienta. Regresé a la cocina para calentar una de las comidas
que dejó Juliet.
El pastel de carne de pavo se calentó en minutos, y me dirigí de vuelta a mi
habitación para ducharme y prepararme. Quería hacer un esfuerzo extra para verme
linda ya que no lo hice en toda la semana. Me tomé el tiempo para secar mi cabello
y rizarlo en ondas ligeras antes de ponerme un corto vestido negro que abrazaba
todas mis curvas. Era más atrevido de lo que normalmente usaba, pero me hacía
sentir linda.
Cuando escuché el golpe en la puerta, corrí escaleras abajo y salí a sus brazos.
Él jadeó burlonamente.
—¡No!
—Perfecto y después, uno de mis amigos también tendrá una cosita en su casa
más tarde.
Mi estómago se apretó.
—¿Una fiesta?
Apretó mi mano.
Asentí.
—Suena bien.
Yo era una chica de pizza. Los ingredientes no hacían mucha diferencia para mí,
pero era un poco extraño que no se molestara en preguntarme antes de ordenar.
—Sí, dormí mucho más de lo que normalmente hago. Fue muy agradable.
—¿Lo estabas?
141
Me incliné hacia adelante y apoyé las manos cruzadas sobre la mesa.
—Por supuesto. No me gusta verte así. Quería ayudar, pero parecía que todo lo
que necesitabas era una buena noche de descanso.
—Gracias por cuidarme —dije, sonriendo a pesar de que todo me pesaba. Estaba
feliz en este momento.
Después de la cena, nos dirigimos a una hermosa casa con solo unos pocos
coches en la entrada. Y lo tomé como una buena señal. No estaba en contra de
conocer a más de los amigos de Carter, solo no quería que se repitiera lo del fin de
semana pasado.
—Hola, Carter. Lo lograste. —Un chico alto con cabello muy corto y casi
demasiado músculo se acercó a nosotros. Me miró y sonrió—. Tú debes ser Avalon.
Este chico no deja de hablar de ti.
142
Sonreí.
—Oh, no.
Él sonrió.
—¿Es un apodo?
—Desearía que sí. Mis padres fueron con el tema náutico para todos nosotros.
Tengo una hermana, Coral, y mi hermano es Sailor.
—Lo haces. —Su sonrisa creció—. Puede servirse cualquier comida o bebida en
la cocina, y tenemos un partido de póquer abajo en una hora si quieren entrar.
—Suena bien.
Fuimos a la cocina mientras Anchor se mezclaba con otro grupo. Él era un buen
anfitrión. Si todos eran tan agradables como él, podría en realidad divertirme en una
fiesta. Carter me ofreció una botella cerrada de agua mientras se sirvió una porción
saludable de un líquido ámbar. Cuando me atrapó mirándolo, me dio una sonrisa
tranquilizante.
—Está bien.
Nos sentamos en un extremo del sofá que estaba vacío y nos acurrucamos. 143
Descansé mi cabeza sobre su hombro mientras él envolvía un brazo alrededor de mi
cintura y su mano sobre mi cadera. Besó mi frente, y me dejé perderme en la acción.
La película casi terminaba cuando Carter se levantó para conseguir más bebida.
Miré alrededor y me di cuenta de que cerca de una docena de nuevas personas
estaban platicando de pie alrededor. La música de arriba también estaba un poco más
fuerte.
—Hola, hermosa. —Un chico que parecía estar cerca de sus veintes me detuvo—
. ¿A dónde vas?
—Sí, señora.
—Lo siento.
Cerré la puerta lo suficiente para que pasaran antes de salir. La casa estaba casi
llena, no tan abarrotada como la fiesta de la semana pasada, pero mucho más de lo
que esperaba. La música que venía de la sala de estar ya no era solo ruido de fondo.
La gente bailaba y se frotaban unos contra otros, y tuve que forzarme entre la
multitud hacia la cocina. Busqué el cabello dorado de Carter pero no lo vi.
Escuché vítores y me moví hacia el sonido. Anchor estaba de pie en una fila con
otros cuatro tipos, Carter era el último en la fila. Frente a ellos había tres vasos de
chupito con un líquido transparente. Los cinco levantaron el segundo vaso y lo
bebieron en perfecta sincronización. Más vítores y se bebieron el tercero.
Vi el vaso vacío de Carter del que había estado bebiendo toda la noche y estaba
lleno de nuevo. ¿Ese era el número dos o tres? Se lo llevó a los labios y tomó un trago
como si estuviera tratando de quitarse el sabor del otro trago de su boca con el líquido
ámbar. No sabía mucho sobre alcohol, pero al menos dos vasos de whisky o bourbon,
lo que fuera que estuviera bebiendo, y tres tragos tenían que ser mucho para alguien
del tamaño de Carter. Anchor podría manejar eso, pero era al menos dos veces más
grande que Carter.
144
Seguí adelante y lo llamé por su nombre. Él miró hacia arriba con una sonrisa.
Él sonrió.
—Sí.
Gruñí.
Negué con la cabeza. No era así como me imaginaba que iba a pasar la noche.
¿Cómo pudo ser tan dulce y atento en la cena y transformarse en esto?
—Estoy bien. He estado bebiendo lo suficiente como para conocer mis límites.
Claramente. 145
—¿Por qué haces esto, Carter?
Pensé en lo que dijo sobre su padre y me pregunté si había aprendido esto de sus
padres. Tomaban la botella como escape. Podría ser todo lo que sabía. Pasé mis
dedos por su mano y suspiré, descansando mi mejilla contra su pecho. Quería
ayudarlo. Quería alejar a ese horrible hombre de él. Tal vez si su papá no estuviera
cerca para lastimarlo a él y a su mamá, no sentiría la necesidad de escapar así.
Su mano se deslizó hacia abajo hasta que estuvo ahuecando mi trasero. Me eché
hacia atrás y lo sorprendí sonriéndome. Se inclinó y me besó, forzando su lengua
dentro de mi boca. Sabía a su bebida, a fuego. Me aparté y puse mis manos en su
hombro.
Suspiré, tomé su mano y lo jalé detrás de mí. Necesitábamos irnos. Sin embargo,
no iba a poder conducir esta noche. Pasé a Anchor y lo agarré del brazo.
—Sí, ¿hay algún lugar donde pueda acostarse? No creo que se vaya a casa esta
noche.
Él asintió.
—Gracias.
Encontré un camino hacia las escaleras y con cuidado guie a Carter hacia arriba.
Abrí la puerta del dormitorio de invitados, encendí la luz y llevé a Carter a la cama. 146
Se dejó caer y miró a su alrededor mientras yo le quitaba el vaso y me dirigía al baño
contiguo. Lo enjuagué antes de llenarlo con agua.
Él iba a quedarse aquí, pero yo quería irme. Odiaba que por segunda vez en una
semana estuviera llamando a Skyler para pedir ayuda, pero sabía que vendría.
Probablemente preferiría venir a salvarme a que me quede aquí con el Sr. Borracho.
Le envié un mensaje de texto con mi ubicación y dejé mi teléfono en mi bolsillo antes
de regresar a la habitación. Me paré entre las piernas de Carter y le entregué el vaso.
—Bien.
—¿Olvidar qué?
—A mi padre.
Él estuvo quieto por mucho tiempo que pensé que podría haberse dormido.
Jadeé. Sabía que su padre era un hombre horrible, pero nunca imaginé que fuera 147
tan malo en su casa. Pensé que era un perfeccionista corrupto.
Froté sus hombros. Sus manos se apretaron alrededor de mis muslos antes de
subir. Deslizó sus manos debajo del delgado encaje de mi ropa interior y agarró mi
culo mientras amasaba con sus dedos. Normalmente su toque me hacía ansiar más,
pero nunca me había tocado así. Me congelé.
—Carter.
Sus ojos se encontraron con los míos. Estaban más oscuros de lo normal, casi
irreconocibles.
—Hazme olvidar.
Sus dedos trazaron el contorno de mi ropa interior antes de subir a mis caderas,
levantando mi vestido más alto. Apreté sus hombros.
Dejó caer su cabeza en mi cuello y dejó caer besos desde mi oreja hasta mi
clavícula.
—Quiero ir a casa.
Ignoró mi súplica y levantó más las manos hasta que todo, desde mis costillas
hacia abajo, quedó expuesto. Puso su peso encima de mí y mi respiración se volvió
superficial. Podía sentirlo presionando entre mis piernas y empujé mis muslos juntos 148
por instinto.
Este no era el Carter que conocía. Este no era el hombre que me importaba.
Nunca intentaría hacerme daño.
—Shhh.
Me silenció con un beso. Empujé contra su pecho de nuevo, pero era un peso
muerto sobre mí. Sus manos recorrieron mi estómago desnudo hasta mi pecho.
Palmeó mi pecho y apretó.
—Carter. Detente.
Su mano se arrastró por mi costado hasta que llegó a la parte superior de mi ropa
interior. Sus dedos se sumergieron dentro, apenas, mientras trazaba la parte superior.
¿Cómo podría ser el mismo chico dulce que me dijo lo mucho que significaba
para él? ¿Cómo habíamos pasado de bailar en el estacionamiento a esto?
Mi cerebro no podía comprender. Este era Carter. ¿Mi dulce Carter? Pero él no
me haría esto.
—¡Detente! —grité de nuevo. No podía rendirme todavía. Lo empujé con todas 149
mis fuerzas, pero no se movió. Sus dedos se movían más abajo y tiré contra él,
tratando de evitar que alcanzara su objetivo.
»¡Detente!
—Carter. Carter, por favor mírame. —Sus ojos borrosos encontraron los míos—
. Estás lastimándome. Por favor, detente.
—¡Detente! ¡Carter! —grité una y otra vez, rezando para que alguien me
escuchara. Reanudó su esfuerzo por bajarme la ropa interior cuando la música
inundó la habitación. Giré la cabeza para ver a Luca, Vince y Skyler entrar corriendo.
Luca apareció y me bajó el vestido. Me miró con una preocupación que nunca
antes había visto.
Asentí con la cabeza una vez, y sus cálidas manos encontraron las mías y me 150
ayudaron a sentarme.
Mi cuerpo tembló, y mis lágrimas fluyeron por mis mejillas. Luca se sentó en la
cama junto a mí y me colocó en su regazo. Me acurruqué y envolví mis brazos
alrededor de su cuello. Él era seguro.
Vince guio el camino hacia abajo con Skyler detrás de nosotros. Atravesaron la
multitud, y estábamos en el Jeep en menos de un minuto. Luca se deslizó en el
asiento trasero conmigo, sosteniéndome contra él. Secó mis lágrimas y besó mi frente
una y otra vez en el camino a mi casa.
—Sí, la tenemos. La trajimos a su casa. —Hizo una pausa—. Sí, nos quedaremos
con ella.
Él colgó la llamada y no explicó con quien estaba hablando. Luca salió con una
toalla húmeda. Se acercó a mí sin dudar y amablemente la pasó debajo de mis ojos.
Secó el rastro de lágrimas y limpió el resto de mi maquillaje. Su toque tan ligero, tan
cuidadoso, y tan diferente a él.
Desapareció de nuevo y regresó mucho más rápido con una gran camiseta y unos
pantalones cortos de algodón, mi ropa favorita para dormir. Él y Skyler quitaron cada
uno un zapato, y Vince me ayudó a quitarme la chaqueta. Luca me ofreció su mano
para ayudarme a ponerme de pie en piernas temblorosas. Se dirigió al baño y cerró
la puerta detrás de nosotros.
—¿Quieres ducharte?
Negué con mi cabeza. No pensé tener la fortaleza para estar de pie por tanto
tiempo. Por mucho que deseara lavarme la sensación de Carter de mi piel, quería ir
a la cama lo más rápido posible.
152
Él sostuvo la ropa hacia mí.
—Me voltearé, pero quiero estar aquí en caso que caigas. No te ves muy estable.
—Terminé.
Aprecié que no me preguntara como estaba. No era una pregunta que quisiera
contestar. Sin embargo, necesitaba escuchar sus palabras. Necesitaba saber que
eventualmente, no me sentiría que iba a vomitar o desmayarme. Que algún día iba a
olvidar esto.
Skyler sacó su teléfono y se fue. Vince se acercó, haciendo que Luca se alejara a
un lado, y tomó mi mano. Abrió la boca para hablar pero nada salió. Sostuvo mi
mirada y negó con la cabeza, apretando mi mano. Él no tenía idea de que decir al
igual que yo. Sentí la necesidad de decirles que estaba bien, pero no lo estaba.
—¿Dónde está?
Escuché la voz de Noah justo antes de que entrara a mi habitación. Empujó entre
Vince y Luca, y lanzó sus brazos alrededor de mí. Jadeé por el impacto, y Vince
inmediatamente lo alejó.
—Lo siento tanto, Avalon. No pensé. Solo necesitaba saber que estabas a salvo.
Luca negó con su cabeza y Gavin entró con Skyler detrás de él. En el momento
en que me encontré con sus ojos, sentí que algo dentro de mí se rompió. 153
Todos estaban aquí. Todos vinieron por mí. Una nueva ronda de lágrimas cayó
por mis mejillas. Gavin se movió al lado más alejado de la cama y gateo por esta. Se
sentó junto a mí antes de subirme a su regazo y sostenerme contra su pecho. Sollocé
contra él, tomando un puñado de su camiseta en mis manos. Necesitaba sostener
algo para mantenerme centrada. Para recordarme que estaba aquí, segura, y no de
vuelta en esa habitación.
La cama se hundió y sentí una mano frotando mi espalda, un pie, el otro tobillo,
y otra secando mis lágrimas.
Tomaron turnos para susurrarme cosas. Diciéndome que estaba a salvo, que
estaba en casa, que ahora estaba con ellos, que me mantendrían a salvo, y que las
cosas iban a estar bien.
Yo no iba a ser capaz de decirles todo a ellos, pero comencé con el comienzo, la
parte buena de la noche cuando pensé que era una cita perfecta.
—Carter me llevó a cenar, luego dijo que su amigo estaba teniendo algunas
personas yendo a su casa. Me dijo que no tomaría mucho y me prometió que me
traería a casa cuando estuviera lista. Él bebió mucho. Más de lo que me di cuenta.
Lo encontré bebiendo tragos, y me dijo que no eran los primeros. Intentó bailar
conmigo, pero no estaba actuando como él mismo. Le pregunté a Anchor, su amigo,
si podía recostarse, y me dijo que lo llevara arriba a la habitación de invitados. Logré
que bebiera algo de agua y le mandé el mensaje de texto a Skyler para que me
recogiera. Quería asegurarme que él estaba bien antes de bajar a esperar. Él me agarró
y me empujó contra la cama luego se recostó encima de mí.
No terminó, pero con la forma en que Gavin me acercó más, supe que podía
154
completar el resto.
—No.
Cerré mis ojos, no queriendo ver la reacción de nadie. No quería revivir esta
noche más de lo necesario. Sabía que lo que hizo Carter estaba mal, pero en realidad
no alcanzó a hacer nada. Los chicos llegaron a tiempo.
Skyler sonó resignado. Sabía que probablemente querían que fuera por sangre,
pero yo quería olvidar.
—¿Está bien si nos quedamos contigo? —susurró Gavin.
—Siempre lo haré.
Eso significaba mucho para mí. Aunque darle a Carter una segunda oportunidad
resultó ser una decisión horrible, no me lo restregó en la cara. Esta noche no se había
tratado de ensuciar a su padre. No necesitaba ir, pero lo hice porque me dejé
perdonarlo por el fin de semana pasado. Quería pensar que era mejor que eso.
Resultó que era peor de lo que imaginaba.
—Skyler.
155
Abrí mis ojos.
—¿Mmm?
—¿Qué?
Era confuso sentirme así cuando solo una hora antes, estaba atrapada debajo de
él. El recuerdo de su mano sujetando la mía mientras bajaba mi ropa interior resurgió
y me estremecí. Los brazos de Gavin se apretaron a mi alrededor y me recordé a mí
misma que ahora estaba a salvo.
—Se lo haré saber al consejo.
s
Me desperté con movimiento alrededor de mí.
—Espera aquí.
—¿Ocupando de qué?
Noah suspiró.
—Carter está aquí.
Noah bajó su cabeza hasta que sus ojos estaban al nivel de los míos.
—Avalon, está bien. Ellos se están encargando de él. Nosotros nos quedaremos
aquí arriba. Él no te verá.
—Voy a bajar.
Me moví antes de que Noah pudiera atraparme y tomé las escaleras posteriores.
Pasé rápidamente las esquinas hasta que los encontré a todos viendo hacia la entrada.
—Necesitas irte.
Carter palideció.
—¿Qué? —Él miró al grupo antes de que sus ojos aterrizaran sobre mí—. ¿De
qué está hablando?
Tragué. ¿Cómo es que no recuerda? ¿Cuán injusto era eso?
—Bebiste demasiado.
Me interrumpió.
—Yo… yo tuve unos cuantos tragos más de lo que debería, pero nunca…
—Te llevé arriba así podías dormir y le envié un mensaje de texto a Skyler para
que me recogiera. Estabas molesto, y dijiste que querías que yo te hiciera olvidar.
Luego, te forzaste sobre mí. —Hice una pausa y esperé a que el nudo en mi garganta
pasara. Nadie habló mientras me recompuse—. Intenté quitarte de encima. Te rogué
que te detuvieras. Grité por ayuda. —Tomé una respiración profunda. No me
rompería frente a él. Sería fuerte—. Atrapaste mis manos contra la cama, y me
estabas quitando la ropa interior cuando ellos entraron.
Vince era aterrador. Me estremecí ante sus palabras. Pincharon incluso a pesar
de que eran verdad.
Carter dejó caer su cabeza en sus manos y cayó hacia atrás sobre sus talones.
Tiró de su cabello hasta que pensé que se lo iba a arrancar. Levantó su mirada,
encontrándose con mis ojos.
—Espero que esto sea suficiente para hacerte parar, pero no estaré cerca para
averiguarlo. No te daré la oportunidad de volverme a lastimar.
Él gritó:
—Chicos, deberían ir a casa. Estoy bien. —Pasaron todo el día conmigo, y los
aprecié por mantenerme distraída, pero no podía mantenerlos aquí por siempre—.
Sus padres probablemente se estarán preocupando.
Llamé a papá esta mañana y le dije que necesitaba que viniera a casa. No le dije
160
que sucedió, no quería hacerlo por teléfono, y me prometió que volvería tan pronto
como pudiera.
—No tienen ropa para mañana, así que tendrán que ir a casa en algún punto.
—Bien, Gavin y Vince se quedarán e irán a casa mañana temprano para alistarse.
Fui sorprendida por la sugerencia de Skyler, incluso más cuando el resto de los
chicos lo aceptaron.
—Debería decirles a mis padres lo que sucedió —dijo Luca, y me levanté del
sofá.
—¿Por qué?
—Gracias.
Lo miré a los ojos, esperando que la simple palabra convocara lo mucho que
aprecié lo que hizo por mí.
—No creo que jamás olvidaré lo asustado que estaba cuando no podíamos
encontrarte. Yo sabía que algo estaba mal. Más que tu necesidad de un aventón.
Sabía en mis entrañas que nos necesitabas. Cada segundo que buscábamos en la casa
parecía una eternidad. Yo... no sabía en lo que estábamos entrando, pero fue peor de
lo que imaginaba. Lamento que te haya hecho daño. Lamento no haberte encontrado
antes. Siento mucho no haber estado allí para protegerte.
Cerró los ojos y froté mi pulgar a lo largo de su mejilla hasta que los abrió.
Asintió y me apretó una vez más antes de alejarse. Sostuvo mi mano durante
unos segundos más antes de soltarla.
—Gracias.
Me paré entre Vince y Gavin mientras los veíamos irse. Gavin cerró la puerta
con llave y se volvió hacia mí.
Le sonreí.
—Buenas noches.
—Buenas noches.
—Buenas noches.
s
Mandé a los chicos a casa para alistarme para la escuela y les dije que quería
irme con Emily. No estaba segura de como le iba a contar lo que sucedió, pero sabía
que tenía que hacerlo en persona. Cuando salí, ella estaba esperando junto al coche.
—Ahí estás.
—Suena serio.
—Lo es.
163
Frunció el ceño.
—¿Qué sucede?
Miré al conductor, pero Emily compartió más que suficientes secretos en frente
de ella para saber que nada dejó el coche.
—Salí con Carter el sábado. Fuimos a cenar, luego me llevó a una fiesta en casa
de su amigo Anchor.
Asintió.
—Sí, Andrew dijo que ustedes irían. Me preguntó si quería ir, peor no quería
apresurar el regreso.
—Le dije que terminamos, pero él no escucha. No puedo seguir con él.
Suspiré.
No sabía que hacer. No quería esconderme. Me negaba a darle ese poder sobre
mí, pero era su escuela primero. Estos eran sus amigos primero. No podía esperar
que él se alejara.
164
—Si él está ahí, iré a sentarme con los chicos.
Ella no pareció gustarle la idea pero no discutió. Cuando llegamos al patio, las
chicas estaban con Andrew, Johnny y Tyson. Estaba tan aliviada.
Emily marchó hacia el grupo y con una mirada hacia mí, retransmitió lo que le
dije.
—Sé que Carter es su amigo, pero también lo es Avalon. Lo que él hizo fue
horrible, y no lo soportaré.
—Tampoco yo.
Tyson parecía aturdido, y Andrew estaba viendo fijamente un punto en el suelo.
Mi estómago cayó. ¿No me creía? No pensé que incluso eso fuera una opción.
—Él estaba realmente borracho, pero eso no cambia lo que hizo. Intenté de
empujarlo. Estaba gritando y rogándole que se detuviera.
—¿No me crees?
Ella frunció.
—No es eso. Creo que hay más en la historia. Su lado de las cosas. —Miró
alrededor del grupo—. Todos conocemos a Carter desde hace años. Nunca lastimaría
a alguien a propósito.
No podía creerle. ¿Mi mejor amiga no me creía ahora? Miré a Bridgette, Olivia,
Johnny y Tyson. ¿Estaban de acuerdo con ellos?
Cuando nadie habló, me di la vuelta y me alejé. Los chicos estaban en su mesa
normal y crucé el patio hacia ellos. Luca me abrió los brazos y entré en ellos. Mi
cuerpo temblaba mientras lloraba.
—Avalon, ¿qué está pasando? —La voz de Vince estaba tan cerca.
La campana sonó y gemí. No podía ir a clase así, especialmente a una que tenía
con él. 166
—Vamos, Avalon.
—Por supuesto.
Luca nos guio adentro y cerró la puerta detrás de él. Tomé el mismo asiento que
había usado cuando vine aquí con papá. Peters se enfrentó a nosotros.
—Sé que no quieres involucrar a la policía, pero no voy a dejar que te sientes en
dos clases a solas con él.
Cerré los ojos y apreté los labios. No podría pelear con él en esto. Estaba
avergonzada e incómoda, pero no podía soportar la idea de tener clases con Carter.
No lo quería cerca de mí.
—¿Qué está pasando, Sr. Castello? —La voz del señor Peters era dura.
Luca le contó todo lo ocurrido el sábado. Me enfermó escucharlo por tercera vez
esta mañana. Mi consejero nunca interrumpió, y cuando Luca terminó, terminando
con las llamadas y los mensajes de texto sin parar de Carter ayer, suspiró. 167
Abrí los ojos y me ofreció un pañuelo. Me soné la nariz y acepté algunos más.
Me limpié los ojos y pude recuperar la compostura.
—Ésta es una situación muy grave, señorita Bradley. ¿Por qué no querías
involucrar a la policía?
Esnifé.
—Solo quiero olvidar. No quiero revivirlo una y otra vez. Sé que, si presento
cargos, se convertirá en una prueba completa. Su padre… —Me encogí—. No lo
quiero involucrado.
El Sr. Peters se recostó y frunció el ceño, pero creo que entendió mi decisión.
—Supongo.
Peters lo miró.
—Por supuesto.
Estaba tan aliviada. Él lo hizo tan fácil, y aprecié que no me cambiara de clases.
No quería atención extra, y ahora Carter tendría que lidiar con ello.
—Gracias.
—Adelante.
—Por supuesto. —Skyler estuvo de acuerdo y se estiró entre Luca y yo por los
papeles que el Sr. Peters les ofreció.
El Sr. Peters regresó con un hombre de aspecto severo vestido con un traje
ajustado.
—Gracias.
Estuve de acuerdo.
—Lo haré.
—Bien. Caballeros, pueden volver a sus clases. Srta. Bradley, si desea irse a casa,
puedo comunicarme con su padre.
Negué con la cabeza. Ahora que sabía que Carter se mantendría alejado de mí,
me sentía mejor.
Me dolía pensar que mis amigos no me creían, así que la ignoré y me concentré
en copiar las notas en la pizarra. Un minuto después, un papel se deslizó sobre mi
escritorio con las notas que me perdí desde el comienzo de la clase. Miré y ella me
sonrió, y supe que era su rama de olivo. Le di las gracias y me puse manos a la obra.
Al menos me quedaba una amiga de su grupo.
170
Emily no me estaba esperando después de la escuela. Me permití sentirme triste
por unos pocos segundos antes de girarme hacia Luca y Skyler.
—No estarás llegando a casa de ninguna otra forma. Ni siquiera me gustó que
vinieras esta mañana con Emily. Te estoy llevando y trayendo desde ahora.
—Gracias.
Jadeé.
Skyler se rio.
—Tienes razón.
Supongo que nunca conseguí la lista de los cumpleaños de los chicos, pero por
alguna razón, asumí que yo sería la próxima en conducir.
—Oh, sí. Las chicas me contaron sobre eso. Dijeron que todos salen de viaje.
Luca se rio.
—La mayoría de la gente lo hace, sin embargo, no todos. Nuestros padres
normalmente están demasiado ocupados para tomarse tiempo libre, pero estábamos
que este año o el próximo nos dejaran ir a algún lado solos.
—Sí, será más fácil discutir cuando todos tengamos dieciséis, pero lo vamos a
intentar de todas formas.
—Suena divertido.
Era horrible, pero esperaba que no pudieran. No quería pasar una semana sola,
especialmente no ahora.
—Apuesto a que tu papá dirá que sí, también. Si no, podemos conseguir que los
padres de Gavin lo convenzan —dijo Skyler con una sonrisa.
¿Estaban planeando que yo también fuera? Mordí mi labio inferior para evitar
que mi sonrisa fuera tan grande. Gavin caminó hacia nosotros y subió antes de que
pudiera responder.
—Noah tiene una reunión con el entrenador, así que conseguirá un aventón con
Vince más tarde.
172
—Espera, ¿necesito estar ahí? —preguntó Skyler, un poco en pánico.
Unos minutos después nos fuimos a casa de Gavin. Cuando salí y los seguí a la
entrada, escuché voces detrás de nosotros. Miré sobre mi hombro para ver a Tawni
y a Emily caminando hacia su casa. Me lastimaba que ellas no me creyeran. Ya que
Carter no había hecho algo como esto antes, posiblemente no podía hacerlo el
sábado.
Dolió, pero habían sido amigas de Carter por mucho más tiempo. Soy nueva en
la escuela, y ellos no tienen la historia conmigo con la confianza requerida para que
me respalden. Al menos sabía que los chicos no me dejarían.
—Sí, bastante normal. Emily no me habló en Educación Física, pero está bien.
Echaba de menos que hablara y me pusiera al día con las cosas mientras nos
poníamos de acuerdo, pero si necesitaba espacio, no la iba a presionar.
—Estoy seguro de que volverá —dijo Gavin con una sonrisa apagada.
Terminé la tarea de Álgebra en clase, así que cuando terminamos, saqué mi hoja
de trabajo de Biología. Gracias a las notas de Bridgette, no tomó mucho tiempo
buscar las respuestas en el libro de texto.
—¿Escuchas eso? —Gavin se puso de pie y miró por la ventana—. Tienes que
estar bromeando.
No necesitaba estar de pie para saber qué estaba pasando. No podía creer que
Carter apareciera, especialmente porque no lo había visto en todo el día. Había
desaparecido durante el almuerzo, y tenía la esperanza de que desapareciera por arte
de magia.
—Le está gritando a tu casa —dijo Luca con una pizca de risa.
—Avalon, deberías quedarte aquí. —Skyler suplicó con los ojos—. Está molesto
y no quiero que te lastime.
Me crucé de brazos.
Gavin y Luca estaban casi en mi camino de entrada cuando Luca gritó: 174
—Tienes que irte, Carter.
Se pasó las manos por el pelo. Nunca lo había visto tan desaliñado. Tenía los
ojos rojos y la ropa arrugada. Su camisa se estaba desabrochando y no parecía
importarle. Este no era el chico perfectamente arreglado que conocía.
Skyler envolvió su brazo sobre mi hombro. Sabía lo que necesitaba antes que yo.
Carter nos fulminó con la mirada.
—Bien, me iré por ahora, pero tendrás que hablar conmigo eventualmente.
Se fue corriendo hacia su coche, y Skyler me apartó del camino para que Carter
pudiera salir. En el segundo en que dobló la esquina al final de la calle, caí contra
Sky.
—¿Estás bien?
—Sí, solo quiero que esto termine. No quiero seguir pensando en él y en lo que
pasó.
—No, no quiero que él tenga control sobre mí. Quiero ser capaz de dormir en mi
propia cama sin preocuparme.
—Entonces, nos estamos quedando contigo —agregó Luca simplemente
mientras caminó.
—Gracias.
s
Me desperté temblando. Tuve una pesadilla, pero no era del accidente. Empujé
el edredón e intenté pasar por encima de Gavin sin despertarlo. Necesitaba moverme
y quitarme la sensación de Carter de encima de mí.
—¿Estás bien? —susurró Luca del otro lado de la cama. Él se sentó lentamente
y talló sus ojos.
—Mal sueño.
176
Suspiró y salió de la cama. Tomó mi mano y me llevó al sofá en el área para
sentarse. Se sentó en un extremo, su espalda contra el apoyabrazos y sus piernas
extendidas delante de él. Tiró de mí hasta que estaba entre sus piernas con mi cabeza
descansando contra su pecho. Sus dedos juguetearon con mi cabello mientras
gradualmente me relajaba. La sensación de él rodeándome alejó la pesadilla.
—Lo siento.
—No sé.
Asentí.
—Quédate aquí.
Gavin se disparó arriba mientras Skyler se tomó un segundo para abrir sus ojos.
Skyler rodó fuera de la cama y se fue por el pasillo sin otra palabra. Gavin levantó
mi teléfono y me lo aventó de camino de salida.
—Llama a la policía.
No quería reaccionar de más y llamarles si era una falsa alarma pero mis entrañas
me dijeron que los escuchara.
—¿Cuál es su dirección?
Se la dije y lo escuché hacer una pausa.
Algo estaba mal. Me giré hacia la puerta y me congelé, casi dejando caer el
teléfono.
—Mantente tranquila y hablando tanto como puedas. Ellos deberían estar ahí en
dos minutos.
—Mi papá tiene algunas pocas en su caja fuerte. Él me enseñó a disparar cuando
yo tenía diez años. —Él levantó el arma negra y la miró fijamente como si fuera la
primera vez que la estuviera viendo—. Quiero que nos vayamos ahora, nena.
—No puedes solo entrar en mi habitación. ¿Cómo es que siquiera subiste aquí?
Los chicos bajaron por la escalera posterior ya que está más cerca.
Supe que no estaba teniendo sentido, pero Carter no pareció darse cuenta. No
estaba segura como decirle en la última habitación… espera. Estoy sobre el garaje.
—Estamos encima del garaje —susurré y oré porque Carter no se diera cuenta.
Él estaba demasiado ocupado paseándose frente a mi puerta. ¿Dónde estaban los
chicos? No había escuchado disparos, así que debían estar bien.
—No, Avalon. No, ¿por qué hiciste esto? ¿Por qué no solo viniste conmigo?
¿Solo quería hablar contigo?
—Carter, por favor. Baja la pistola al suelo —rogué. No podía soportar viéndolos
dispararle. Él necesitaba ayuda. Estaba enfermo.
Él la movió por un momento antes de abrir sus manos y dejar caer la pistola al
suelo. En el segundo en que lo hizo, un oficial lo tacleó desde detrás y forzó sus
manos sobre su espalda. Él fue esposado y puesto de pie, todo el tiempo nunca
alejando sus ojos de mí.
Una de los oficiales, una mujer en sus treintas con corto cabello negro, se acercó
a mí.
Asentí, pero perdí mi habilidad para moverme o hablar. Él apuntó su arma hacia
mí. Él iba a dispararme. Dijo que si él no me tenía, nadie podía. Quería asesinarme.
—Lo sabemos bien. No puedo creer que pasó por nosotros tres.
181
—¿Conoces a estos tres? —pregunto el oficial.
—Sí, ellos son mis amigos. Se estaban quedando conmigo porque Carter vino
ayer en la tarde, y tuvimos que amenazarlo con llamarlos a ustedes si él no se iba.
Asintió.
Me apresuré hacia los chicos y les di a cada uno un abrazo antes de sentarme
entre Luca y Skyler. Tomé la mano de cada uno en las mías.
—Tu padre está en Nueva York, pero está tomando el próximo avión.
—Gracias.
—No vamos a dejar que esto sea barrido debajo de la alfombra. No dejaremos
que su padre cubra esto.
Asentí, manteniendo mis dudas para mí misma. Todo esto era un gran desastre.
No podía imaginarme a Carolyn recibiendo la llamada de que su hijo fue arrestado.
Ella había sido tan amable y me hice sentir bienvenida. ¿Qué pensará cuando se
entere?
Un hombre con un traje gris llegó y pidió hablar con cada uno de nosotros de
forma individual. Tessa se quedó conmigo mientras le decía a él exactamente lo que
sucedió. Él dijo que manteniéndome en la línea con el 9-1-1 por la mayor parte del
tiempo ayudará con el caso. No estaba segura de que quisiera que hubiera un caso.
Solo quería que él me dejara en paz. Me preocupaba que si presentaba cargos, habría
represalias. Su padre no trabajaba con la ley y tenía suficientes conexiones para
encontrar la manera de lastimarme a mí, papá, o mis amigos. Quería mantenernos a
salvo, pero no dependía completamente de mí.
Carter agredió a los chicos. Dañó la casa cuando irrumpió. Yo podría presentar
cargos por eso y allanamiento de morada.
Tessa tomó mi mano y fue la fuerza que necesitaba durante las largas horas de
la madrugada.
Alrededor de las seis, la casa se vació y Tessa me dijo que me quedaría en su casa
hasta que llegara papá. No estaba en condiciones de protestar ya que me estaba
quedando dormida sentada. Ya no había una amenaza, pero a ella no le importaba.
s
—Hola, Avalon. —Abrí mis ojos para ver a Gavin inclinado sobre mí—. Tu papá
está aquí.
Sentí y rodé por la cama de Vince para levantarme. Me puse unas zapatillas y
bajé con él.
183
—Avalon —dijo mi papá sin aliento mi nombre cuando se apresuró hacia mí.
Tiró de mí para un abrazo, y me tomó algunos segundos responder. No éramos el
tipo de familia que se abrazara, pero esto era bueno.
—No puedo creerlo. Lo siento tanto no haber estado aquí. Sabía que debería
haber cambiado la junta para la siguiente semana.
Lo interrumpí.
—Papá, está bien. No creo que algo habría cambiado si estabas aquí.
Suspiró, mirándome como si hubiera envejecido diez años desde que lo vi hace
unos días.
—Aun así lo siento. —Sostuvo mis hombros—. Tessa y Daniel me dijeron lo que
sucedió. Prometo que ese chico no volverá a acercarse a ti de nuevo. No me importa
quien sea su padre. Me haré cargo de esto.
—Gracias, papá.
Sabía que era mejor no discutir con él una vez que su mente estaba puesta en
algo. Esta mañana, cuando intentaba conciliar el sueño, me di cuenta de que no me
importaba si mis supuestos amigos me odiaban. Carter necesitaba obtener la ayuda
que necesitaba, y después de eso, no lo quería a mi alrededor ni a ninguna otra chica
que se enamorara de su encanto. Era peligroso e inestable. Dejaría que papá y los
otros padres se ocuparan de él. No iba a intentar protegerlo.
—¿Qué?
Me quedé helada.
—¿Cómo se enteraron?
184
—Creo que alguien les avisó —respondió Gavin por encima del hombro.
—¿Quién?
—¿Puedes apagarlo?
—El sábado por la noche fuimos a la casa de su amigo para una fiesta. Se
emborrachó mucho y me forzó. Él... trató de...
—Oh, Avalon.
Tessa jadeó.
—Los chicos llegaron antes de que él realmente pudiera hacer algo —le ofrecí,
pero papá estaba furioso.
Salió furioso de la habitación y oí que una puerta se cerraba de golpe en el pasillo. 185
Tessa se movió para sentarse a mi lado.
—Quiero que sepas que todos estamos aquí para ti, Avalon. No solo como la
Sociedad, sino como personas que se preocupan por ti. Nos aseguraremos de que no
pueda volver a acercarse a ti nunca más.
—Sabíamos que su padre era peligroso, pero nunca te hubiéramos pedido que te
acercaras a él si hubiéramos sabido que su hijo era igualmente peligroso.
—Nadie podría haberlo sabido. No vi ningún indicio de que tuviera este lado
hasta que fue demasiado tarde.
—La buena noticia es que estamos cerca de tener suficiente para acabar con su
padre. Con suerte, podemos detenerlos a los dos antes de que alguien más salga
lastimado —dijo Daniel, y asentí.
Tessa comenzó a preparar el desayuno y, antes de que estuviera listo, todos los
chicos entraron juntos.
El resto de los chicos tuvo su turno antes de que Tessa anunciara que los waffles
estaban listos. Tenía la experiencia suficiente como para esperar hasta tener una pila
de una docena lista antes de decírselo a los chicos, para que no se mataran entre sí
por uno de los primeros. Sonreí mientras los veía actuar según su edad. Se 186
preocupaban demasiado. Trabajaban demasiado. Me alegraba verlos pelear por los
platos y si podían comenzar con uno o dos cada uno.
—Gracias.
—¿Ya?
Asintió.
—Sus padres se lo llevaron a casa hace como una hora bajo la condición que él
no dejará la casa hasta el juicio. Mi abogado está trabajando en presionar al fiscal de
distrito que se apresure con los cargos así que deberían tenerlos llenos más tarde hoy.
No había nada más que pudiéramos hacer.
—Gracias.
Asintió.
—Tengo a Juliet trabajando en mover las cosas así puedo estar más en casa, pero
todavía no estaré todo el tiempo.
—Ella es más que bienvenida a quedarse aquí siempre que quiera —ofreció
Tessa.
—Gracias. Ayuda saber que tiene personas aquí que se preocupan por ella.
Intentaré averiguar una solución más permanente también. —Él dirigió su atención
hacia mí—. Avalon, ¿puedo hablar contigo?
—Lamento no estar más alrededor. Sabía que esta promoción significaría más
trabajo y más viajar, pero no esteraba que fuera tanto. Nunca te he preguntado si 187
estás bien con esto. —Dejó caer su cabeza—. Has manejado todo lo que se te ha
lanzado en este último año con tal gracia y madurez. Supongo que olvido que todavía
me necesitas.
—Está bien, papá. Me criaste para cuidarme. Sé que estarías más en casa si
pudieras.
—Digo en serio lo que dije, voy a averiguar alguna forma de estar más en casa.
Tal vez Juliet puede mudarse hasta que pueda arreglar las cosas.
—No, está bien. Juliet no necesita cambiar su vida. Estoy bien en casa,
especialmente ahora que Carter está siendo vigilado. Si me siento alguna vez
incómoda, me quedaré aquí.
Asintió.
—¿Pero podemos conseguir un mejor sistema de seguridad? ¿Del tipo que tiene
cámaras?
—Gracias.
Sonreí.
—No, bueno, tal vez. —Me reí—. Terminé las clases de manejo en California y
verifiqué que Illinois la aceptara, asi que ellos lo harán. Entonces, estoy lista para
tomar mi examen de conducir en diciembre. Me preguntaba si podría conseguir un
coche. Sé que es una gran pregunta, pero Spencer recibió uno. No quiero nada lujoso,
solo algo para llevarme de ida y vuelta a la escuela y a la tienda, para no tener que
depender de Juliet.
—Por supuesto, Avalon. Ya tengo tu cumpleaños fuera del trabajo. Puedo 188
llevarte al Departamento de Movilidad Vehicular y a un concesionario ese día.
—¿De verdad?
—Gracias papá.
Me saludó y le gesticulé que iría a casa de Gavin. Asintió una vez antes de
regresar la atención a su llamada.
Cuando lo pone de ese modo y veo sus moretones, me doy cuenta de cuan
demente estaba siendo.
—Lo entendemos. Créeme, tampoco quiero que él piense que ganó, pero
podemos tomarnos algunos días. Creo que nuestros maestros entenderán.
Vince asintió.
—Él no está equivocado. Estoy bastante asustado. Realmente no quiero que nos
separemos en este momento.
—Le pediré a Miranda que nos prepare nuestros bocadillos favoritos y podemos
pasar el rato en la sala de cine y relajarnos —dijo Gavin como si estuviera intentando
tentarme.
—Avalon, quiero que sepas que puedes acudir a mí en cualquier momento que
necesites hablar. Sé que tienes a los chicos y a tu papá, pero sé que a veces es más
fácil hablar de mujer a mujer.
—Gracias. Soy consciente de que puedo hacerlo. —Tragué—. Creo que perdí a
mis únicas amigas por esto. No me creyeron cuando les conté lo que hizo Carter en
la fiesta. No creían que él fuera capaz de algo así.
Ella tenía razón. Tenía una elección. Si se disculpaban, y eso era un gran si,
podría decidir el siguiente paso.
Ella sonrió.
—La gente toma decisiones tontas e impulsivas que pueden perseguirlos, pero
honestamente, esperaría más de tus amigos. Especialmente de las chicas. Ellas te
conocían y esperaría que te respaldaran. Es algo muy serio acusar a alguien de
agresión, y deberían haberte conocido lo suficiente como para saber que no lo harías
a menos que fuera verdad. —Dejó su taza—. No te juzgaré ni pensaré en nada
diferente de ti si decides seguir siendo su amiga, pero esa es mi opinión.
191
Me había dolido mucho cuando me había dado cuenta de que Emily no me creía.
Lo hizo en el auto, pero el resto de sus amigos la convencieron con tanta facilidad.
Ella ignoró completamente mi verdad y mis sentimientos para estar de acuerdo con
ellos. No estaba segura de poder perdonarla por eso.
Bridgette fue la única que pareció creerme, incluso si no se enfrentó a ellos. Sin
embargo, pedirle a alguien que se opusiera a todos sus amigos frente a todos era
mucho pedir, especialmente a alguien tan callada y reservada como ella. De todo el
grupo, ella era la única chica con la que estaría dispuesta a tratar de seguir adelante
y seguir siendo mi amiga. Dudaba que fuera una opción. El resto podría no ser muy
comprensivo al respecto.
—Si quieres encontrar a un profesional, con quien hablar sobre esto, encontraré
a alguien —ofreció Tessa.
—Vi decenas de personas después del accidente y nada ayudó. No quiero volver
a pasar por eso.
Ella asintió.
—Gracias, Tessa.
Dio un paso adelante y me dio un abrazo.
—Ven aquí.
Abrió los brazos cuando me acerqué y me deslicé entre sus piernas con la espalda
apoyada en su pecho. Envolvió un brazo alrededor de mí, su mano en mi cadera.
—Sería dulce si tuviéramos todos esos artilugios y poderes geniales, pero soy un
poco más fuerte de lo normal, y Sky puede saber si alguien está mintiendo a
propósito. No es exactamente visión láser o vuelo.
—Será más fácil una vez que tengas dieciséis años. En este momento, ellos
piensan que solo sale cuando estás en peligro de muerte.
—No hables así. No puedo soportar pensar en lo que podría haber pasado.
Apreté su mano.
—Lo siento, solo quise decir hipotéticamente.
—No estoy seguro. No creo que nadie lo esté. Tendremos que esperar a que tu
capacidad se manifieste por completo antes de obtener respuestas.
—Lo siento —dijo en voz alta, luego bajó la voz en mi oído—. No puedo decidir
si eso sería lo mejor que me podría pasar o si sería un completo desastre. ¿Qué pasa
si soy tan grande que no puedo volver a estar en público?
—Oh, sí. No queremos eso. Así que sin poderes de Hulk, ¿de acuerdo? 193
—Claro, trabajaré en eso.
—Gracias. Sin embargo, no tienes que quedarte. Estoy segura de que Miranda
tendrá algo delicioso listo para cenar pronto.
—Por supuesto.
Una vez que se fue, fui en busca de papá. No estaba en la cocina ni en la sala de
estar, así que fui al lado opuesto de la casa. Revisé la biblioteca y su oficina, pero no
estaba allí.
—¿Papá? —grité.
—En mi cuarto.
194
Rara vez entraba en su suite, pero lo encontré sentado cerca de los ventanales.
Levantó la vista de su teléfono cuando me acerqué y me senté frente a él.
—¿Qué pasa?
—¿Para qué?
Oh, no. Tenía un mal presentimiento sobre esto. ¿No iba a sugerirme que me
mudara a la ciudad? Tampoco era como si pudiera viajar con él.
—¿Está bien?
Ahora, ¿se estaba mudando conmigo? Era más extraño que Juliet.
Negué con la cabeza, pero no discutí. Una vez que papá tomaba una decisión,
no había forma de cambiarla. Además, estaba ayudando a su familia. Era una clara
situación beneficiosa. Para él.
—Gracias, cariño. Me alegro de que le des una oportunidad. Esto será algo
bueno, pero si se siente incómodo después de unas semanas, haré otros arreglos.
—Gracias, papá.
Sería bueno saber que no estaba sola. Dudaba que fuera libre de llevarme a
cualquier parte, pero tal vez al menos podríamos ir juntos de compras al
supermercado, para que Juliet no tuviera que venir aquí tan a menudo.
Recibí algunos mensajes de texto de los chicos preguntando por qué papá quería
que estuviera en casa, así que respondí en nuestra conversación grupal.
Avalon: Mi primo se mudará y trabajará con papá en unas pocas semanas. Nuevo
compañero de casa, supongo.
196
Luca
Mi teléfono vibró al mismo tiempo que el del resto de los chicos. Leí el mensaje
y me giré para verlos.
Gavin asintió.
—No debe ser cercana a ella o él —dijo Vince con una mueca—. Realmente
espero que sea una chica. 197
—Tiene que serlo. Su papá no va a tener a algún chico que ella apenas conoce
mudándose con ella —dijo Skylar con más confianza de la que yo sentía.
—Después de todo por lo que ella había pasado, tal vez será bueno tener a
alguien cerca cuidándola —dijo Gavin, siempre el diplomático.
Miré a Vince. Podía decir que también se estaba molestando por el optimismo
de Gavin.
—Seguro, solo esperaremos a ver como va —concordó Skyler. Por supuesto.
198
199
Cada día los ataques se vuelven más personales. Comenzó con el equipo de fútbol,
pero ahora toda la escuela parece tener algo que decir sobre mí. Quiero ser fuerte,
pero cada palabra se siente como un puñetazo. Ni siquiera mi propia casa es el escape
que necesito que sea.
Arlington Park #3
200