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El índice de morosidad es una métrica financiera que se utiliza para medir la calidad de los préstamos
otorgados por una institución financiera, como un banco. Indica la proporción de préstamos que no
están siendo pagados a tiempo por los prestatarios. Cuanto más alto sea el índice de morosidad, mayor
es el riesgo crediticio y la posibilidad de pérdidas para el banco.
En este caso, podemos observar que el índice de morosidad ha disminuido del 8.78% al 7.16% en un
año. Esto podría ser una señal positiva de que BANTRAB ha mejorado su gestión crediticia y ha logrado
reducir el riesgo de préstamos en mora. Una disminución en el índice de morosidad podría indicar que el
banco ha implementado políticas más efectivas de otorgamiento de préstamos, ha realizado un
seguimiento más riguroso de los prestatarios y ha fortalecido su proceso de recuperación de préstamos
vencidos.
En 2022, BANTRAB Honduras tuvo un indicador de liquidez de 2,15. Esto significa que, por cada dólar de
depósitos del público, el banco tenía 2,15 dólares en disponibilidades e inversiones líquidas.
Un indicador de liquidez de 2,15 es considerado como un nivel saludable de liquidez. Esto significa que
BANTRAB Honduras tiene una buena posición para cumplir con sus obligaciones a corto plazo, incluso en
condiciones de estrés financiero.
En general, los indicadores de liquidez de BANTRAB Honduras en 2022 fueron positivos. El banco tiene
una buena posición para cumplir con sus obligaciones a corto plazo.
Índice de deuda, ROE, ROA
El rendimiento sobre el patrimonio (ROE) alcanzo seis puntos treinta y cinco (6.35%) y un
rendimiento de cero puntos setenta y ocho por ciento (0.78%) sobre los activos (ROA).
Análisis situacional (análisis vertical del balance general)
Los presentes estados financieros han sido preparados por Banco de Los Trabajadores, S.A., de
acuerdo con normas, procedimientos, prácticas y disposiciones contables emitidas por la
Comisión Nacional de Bancos y Seguros en Honduras (CNBS), organismo regulador que
establece los criterios contables. Las disponibilidades incluyen efectivo disponible en caja,
documentos equivalentes que incluyen cheques y valores a cobro y pendientes de compensación
altamente líquidos con vencimientos originales menores a 90 días, saldos disponibles mantenidos
con bancos centrales y con otras instituciones financieras nacionales y extranjeras, sujetos a un
riesgo poco significativo de cambios en su valor razonable. Para propósito del estado de flujos de
efectivo, el Banco considera las inversiones con vencimiento a la vista y en certificados de
depósitos con un vencimiento no mayor de tres meses a su fecha de emisión original.
Las inversiones financieras incluyen inversiones en certificados y bonos que se registran al costo
de adquisición. Las inversiones en bonos del Gobierno de la Republica de Honduras adquiridos
con descuentos son registrados al momento de la compra al costo de adquisición y
posteriormente al costo amortizado. Los intereses se registran sobre la base de lo devengado. Los
intereses ganados de inversiones en certificados y bonos son informados como ingresos por
intereses en el estado de resultado y son registrados en base a lo devengado.
Las cuentas por cobrar son activos financieros que se mantienen dentro del modelo de negocio
del Banco, con la finalidad de recolectar los flujos de efectivo contractuales. El Banco reconoce
como cuentas por cobrar los importes de beneficios originados de acuerdos entre la entidad y
terceros como compradores o usuarios de un servicio u otros similares, adicionales valores a
compensar a favor de otros emisores por las operaciones que efectúan los clientes.
Los activos financieros son dados de baja cuando el Banco pierde el control de los derechos
contractuales en los que está incluido dicho activo. Esto ocurre cuando el Banco ha realizado los
derechos a percibir los beneficios especificados en el contrato, o bien cuando estos han expirado
o han sido cedidos a un tercero. Los pasivos financieros son dados de baja cuando éstos se hayan
realizado.
El Banco evaluará al final de cada periodo de presentación, si existe evidencia objetiva de que un
activo o pasivo financiero o un grupo de ellos medidos a costo amortizado estén deteriorados. Si
existe evidencia, el banco determinará el importe de cualquier perdida por deterioro de valor.