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PROPIEDADES DE LOS

MATERIALES

ENSAYOS

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PROPIEDADES DE LOS MATERIALES
ENSAYOS

Los materiales son sustancias que, debido a sus propiedades, resultan de utilidad para la fabricación
de productos o la construcción de máquinas y estructuras, entre otros.

Los materiales han marcado desde tiempos muy remotos la vida de la especie humana, hasta el punto
de que su evolución se divide en periodos de tiempo que se designan de acuerdo con el material
empleado preferentemente: edad de piedra, edad del bronce, edad del hierro, … Algunos han
designado la época en que vivimos como la “Edad del Silicio”, a causa de la importancia de este
material en el desarrollo de la electrónica y las nuevas tecnologías.

1.- CLASIFICACIÓN DE LOS MATERIALES

Hay distintos criterios para clasificar los materiales. Uno de los más comunes es el basado en la
procedencia de los mismos. Según esto tenemos:

• Materiales naturales: los que se extraer directamente de la naturaleza como la madera


natural o la piedra.
• Materiales artificiales: se obtienen a partir de materiales naturales: como el hormigón o la
madera artificial.
• Materiales sintéticos: son materiales fabricados por el hombre a partir de materiales
artificiales (que no existen en la naturaleza): como los plásticos y las gomas.

Desde el punto de vista de la Tecnología, la clasificación más importante es la basada en la naturaleza,


composición y estructura interna de los materiales, muy relacionadas con sus propiedades que
determinan sus aplicaciones. Así, tenemos:

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2.- PROPIEDADES DE LOS MATERIALES

Las propiedades de los materiales son las características de estos que determinan su utilización o no
para determinadas aplicaciones. Están relacionadas con su constitución y su estructura interna y
condicionan su comportamiento durante su transformación y durante la fabricación de productos.
Se clasifican en:

2.1. Propiedades químicas

2.2. Propiedades físicas

2.3. Propiedades mecánicas y de fabricación

2.4. Propiedades estéticas y económicas

2.5. Propiedades ecológicas

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2.1.- PROPIEDADES QUÍMICAS

Determinan el comportamiento del material cuando interactúa con sustancias externas. Los
materiales deben resistir la acción de las sustancias agresivas a las que van a estar expuestos. En el
caso de los metales, uno de los factores que delimitan su vida útil es la alteración química que pueden
experimentar en los procesos de oxidación y corrosión.

2.1.1. Oxidación y corrosión

Cuando un material se combina con el oxígeno transformándose en un óxido se dice que experimenta
una reacción de oxidación. La reacción puede tener lugar con desprendimiento o absorción de
energía:

Material + Oxígeno= Óxido del material ± energía

Si la reacción es exotérmica (se desprende energía), la reacción transcurrirá espontáneamente hacia


la formación de óxido. Es el caso de la mayoría de los metales. En cambió, si la reacción de oxidación
necesita de un aporte de energía para que ocurra el material será de difícil oxidación. Cuanto mayor
sea la energía desprendida mayor será la tendencia a la oxidación del material. Así por ejemplo el
aluminio, cuya reacción de oxidación es muy exotérmica, se oxidará muy fácilmente; en cambio la

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reacción de oxidación del oro a la temperatura ambiente es endotérmica, por lo que a esa
temperatura no se oxidará.

Hay algunos metales en los que, una vez formada la capa de óxido, esta capa es muy resistente a ser
atravesada por el oxígeno, por lo que protege contra la oxidación posterior. Es el caso del aluminio,
el berilio, el magnesio o el cromo. Son materiales con mucha tendencia a la oxidación, pero que, una
vez formada la capa de óxido de pocas centésimas de milímetro, esta protege al material impidiendo
que el oxígeno siga penetrando.

La temperatura es el factor determinante que activa el proceso de difusión a través de la capa de


óxido. A mayor temperatura, más rápido será este proceso de difusión, debido a la mayor movilidad
de los átomos, y el material se oxidará más rápidamente.

En la tabla adjunta se muestra el


tiempo en horas que debe transcurrir
para que un determinado material se
oxide al aire hasta una profundidad de
0,1mm a una temperatura de 0,7 veces
la de fusión.

PROCESO DE DIFUSIÓN

Los aceros dulces (aleaciones de hierro con bajo contenido en carbono) son materiales baratos,

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resistentes mecánicamente y fáciles de conformar; sin embargo, se oxidan rápidamente.

Para aumentar su resistencia a la oxidación, el acero dulce se alea con otro material (por ejemplo,
con cromo, aluminio o silicio) que tenga una energía de oxidación mayor y una velocidad de oxidación
menor que la suya. En ese caso, el material añadido se oxida primero debido a su mayor energía de
oxidación; pero al formarse una capa de óxido el proceso de oxidación se frena, transcurriendo a
partir de entonces a una velocidad muy lenta.

A este respecto, el mejor aditivo es el cromo, pues, pese a tener una energía menor y una velocidad
de oxidación mayor que el aluminio o el silicio, en la aleación influye la facilidad con la que los átomos
de estos elementos se mezclan con el hierro. El cromo es el aleante principal de los aceros
inoxidables.

Cuando la oxidación de un material concreto se produce en un ambiente húmedo o en presencia de


otras sustancias agresivas, se denomina corrosión. Ésta es mucho más peligrosa para la vida de los
materiales que la oxidación simple, pues en un medio húmedo la capa de óxido no se deposita sobre
el material, sino que se disuelve y acaba por desprenderse.

La corrosión no se verifica de una manera uniforme, sino que existen determinados puntos del
material donde el ataque es mayor. Esto da lugar a la formación de importantes fisuras, que pueden
llegar a producir una rotura del material.

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2.2.- PROPIEDADES FÍSICAS

Son aquellas propiedades que se ponen de manifiesto frente a estímulos como la electricidad, el calor,
la luz, el magnetismo o las fuerzas. Dependen del ordenamiento en el espacio de los átomos del
material. Se dividen en:

2.2.1. Densidad y peso específico

2.2.2. Propiedades eléctricas

2.2.3. Propiedades térmicas

2.2.4. Propiedades magnéticas

2.2.5. Propiedades ópticas

2.2.1.- Densidad y peso específico

Se denomina densidad a la relación existente entre la masa de una determinada cantidad de material
y el volumen que ocupa. Su unidad en el Sistema Internacional es el kg/m3. La magnitud inversa de
la densidad se conoce como volumen específico.

d = m/V Ve = V/m

Por peso específico se entiende la relación existente entre el peso de una determinada cantidad de
material y el volumen que ocupa. Su unidad en el SI es el N/m3.

Pe = (m . g)/V

Para determinadas aplicaciones, como por ejemplo en el caso de la navegación aérea, estas propiedades
resultan determinantes para elegir uno u otro material.

2.2.2.- Propiedades eléctricas

Todas las sustancias, en mayor o menor grado, son conductoras de la corriente eléctrica y también,
según ciertas características de construcción y naturaleza, ofrecen una resistencia al paso de la
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corriente.

Todas estas propiedades condicionan, en muchos casos, el destino de un material en concreto. Así, por
ejemplo, los cables utilizados en la transmisión de energía eléctrica habrán de ofrecer una pequeña
resistencia para evitar al máximo las posibles pérdidas de energía. En cambio, los materiales de
elementos calefactores deben presentar una resistencia apreciable para que en ellos se libere, por
efecto Joule, una gran cantidad de calor.

La resistencia eléctrica de un material conductor depende, entre otros factores, de su naturaleza; es


decir, de la presencia de electrones móviles en los átomos y de su grado de movilidad ante la acción de
un campo eléctrico. Esta propiedad, específica de cada sustancia, se denomina resistividad (ρ); se
define como la resistencia que ofrece al paso de la corriente un elemento de ese material de 1 metro
de longitud y de 1 m2 de sección. Se mide en Ω.m.

Los metales son, en general, buenos conductores de la corriente eléctrica, pues su estructura interna es
muy ordenada y los electrones no se encuentran sujetos a un determinado átomo. En cambio, la
madera, los compuestos cerámicos o los polímeros, poseen resistividades muy altas, debido a que los
electrones de sus átomos carecen prácticamente de movilidad; se dice que son malos conductores de
la electricidad.

De acuerdo con su resistividad, los materiales se clasifican en conductores, aislantes y semiconductores.

La resistividad es la resistencia eléctrica específica de un determinado material. Se designa por la letra


griega Rho minúscula (ρ) y se mide en ohmios por metro(Ω•m).

en donde es la resistencia en Ohms, la sección transversal en m² y la longitud en m. Su valor


describe el comportamiento de un material frente al paso de corriente eléctrica: un valor alto de
resistividad indica que el material es mal conductor mientras que un valor bajo indica que es un buen
conductor.

Cuando la resistencia viene expresada en Ω, la sección en mm2 y la longitud en m, la resistividad se


expresa en Ω*mm2/m.

Resistividad (en 20 °C- Resistividad (en 20 °C-


Material Material
25 °C) (Ω·m). 25 °C) (Ω·m).

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Grafeno 1,00 x 10-8 Níquel 6,40 x 10-8
Plata 1,59 x 10-8 Hierro 9,71 x 10-8
Cobre 1,71 x 10-8 Platino 10,60 x 10-8
Oro 2,35 x 10-8 Estaño 11,50 x 10-8
Aluminio 2,82 x 10-8 Acero inoxidable 301 72,00 x 10-8
Wolframio 5,65 x 10-8 Grafito 60,00 x 10-8

Los malos conductores, es decir los aislantes o dieléctricos, mide su idoneidad mediante la rigidez
dieléctrica. Cuando un aislante está sometido a tensiones muy elevadas (por ejemplo, el
recubrimiento de un conductor o el dieléctrico de un condensador), puede llegar a perforarse y
conducir al saltar a su través la chispa eléctrica.

La rigidez dieléctrica de un material aislante es la máxima tensión que puede soportar por unidad de
espesor sin que se produzca a su través la descarga eléctrica. Se mide en kilovoltios por centímetro
(KV/cm).

Aislante Rigidez dieléctrica


(kV/cm)
Aire a 20 atmósferas 500
Aire a 1 atmósfera 30
Vidrio 300-1500
Vacío 2.000-4.000
Polietileno 20.000
Teflón 60.000

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2.2.3.- Propiedades térmicas

Son aquellas que tienen que ver con la temperatura y que determinan el comportamiento del
material en unas condiciones dadas. Entre ellas destacamos las siguientes:

1. Dilatación térmica o dilatabilidad: La mayoría de los materiales aumentan de tamaño (se dilatan)
al aumentar la temperatura. Esto es debido a que, al producirse este aumento, aumentan las
vibraciones de las partículas constituyentes del material, lo que da origen a una mayor separación
entre ellas.

La magnitud que define el grado de dilatación de un cuerpo es el coeficiente de dilatación que nos
da una idea del cambio relativo de longitud o volumen que se produce cuando cambia la temperatura
del material. Podemos expresarla de tres formas distintas según interese por la forma geométrica de
la pieza:

• Coeficiente de dilatación lineal, α

• Coeficiente de dilatación superficial, β Los tres se miden en K-1

• Coeficiente de dilatación cubica, γ

Para longitudes, la longitud final L (m) de una barra de un material de coeficiente de dilatación α (K-
1) y longitud inicial Lo (m), cuando se produce un cambio de temperatura Δt (K), viene dado por:

L = Lo . (1 + α . Δt)

2. Calor específico (Ce): Se define el calor específico (C) de una sustancia como la cantidad de energía
calorífica que es preciso aportar a la unidad de masa de dicha sustancia para elevar su temperatura
en un grado, sin que se presenten cambios de fase. Se mide en J /(kg . K) en el Sistema Internacional,
aunque también suele ser frecuente expresarlo en cal/(g .°C). Así, la energía calorífica, Q, que será

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necesario comunicar para que una masa m de una determinada sustancia pase de una temperatura
T1 a otra mayorT2 será:

Q = m. Ce . (T2 - T1)

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3. Temperatura de fusión: Al calentar un sólido, el
movimiento vibratorio de sus partículas se va
haciendo cada vez más amplio, produciéndose la
dilatación; pero si se continúa aumentando la
temperatura llega un punto en el que la magnitud de
las vibraciones es tal que la estructura del material
no se puede mantener y se produce su fusión. La
temperatura a la que esto sucede recibe el nombre
de temperatura de fusión, la cual varía ligeramente
con la presión. La temperatura de fusión a presión
normal se conoce como punto de fusión. Ésta es una
propiedad característica de cada sustancia y sirve en
muchas ocasiones para identificarla.

Si no se modifica la presión, mientras dura la fusión de una sustancia la temperatura permanece


constante. Esto se debe a que toda la energía suministrada en forma de calor se invierte en romper
la estructura interna del sólido. Al calor que es preciso comunicar a la unidad de masa de una
sustancia que se encuentra a la temperatura de fusión para que se produzca el paso del estado sólido
al líquido se denomina calor latente de fusión. Y al contrario, el calor que la unidad de masa de una
sustancia desprende al pasar del estado líquido al sólido se denomina calor latente de solidificación.

Así el calor absorbido por una masa m (kg) de


una sustancia de calor latente de fusión CLF
(medido en J/kg o en Cal/kg) durante el cambio
de estado, viene dado por la expresión:

Q = m . CLF

4. Conductividad Térmica: La transmisión del calor por conducción se verifica a través de los cuerpos
desde los puntos de mayor a los de menor temperatura, y se debe a los choques de los átomos y de

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las partículas subatómicas entre sí.

La conductividad térmica (K) es un parámetro indicativo del comportamiento de cada cuerpo frente
a este tipo de transmisión de calo. Las unidades de la conductividad térmica K en el Sistema
Internacional son: W/(m.K).

Así, la potencia calorífica en vatios (W) a través de una superficie S (m2) de un material de conductividad
térmica K (W/(m.K)) y espesor L (m), cuando la diferencia de temperaturas entre los dos lados de la
superficie es Δt (K), viene dada por la expresión:

Pcal = (S . K . Δt) / L

2.2.4.- Propiedades magnéticas

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Teniendo en cuenta su comportamiento frente a un campo magnético exterior, los materiales se
pueden clasificar en tres grupos diferentes:

• Materiales diamagnéticos. Se oponen al campo magnético aplicado, de tal forma que en su


interior el campo magnético es más débil. Son materiales diamagnéticos: bismuto, mercurio,
oro, plata, cobre, sodio, hidrógeno, nitrógeno, etc.
• Materiales paramagnéticos. El campo magnético en su interior es algo mayor que el aplicado;
ejemplos de materiales paramagnéticos son el aluminio, magnesio, platino, paladio, oxígeno,
etc.
• Materiales ferromagnéticos. En su interior el campo magnético es mucho mayor que el
exterior aplicado. Estos materiales se utilizan como núcleos magnéticos en transformadores
y bobinas en circuitos eléctricos y electrónicos; los más importantes son el hierro, el cobalto,
el níquel y sus aleaciones, así como los óxidos de hierro conocidos frecuentemente como
ferritas y utilizados en circuitos electrónicos.

2.2.5.- Propiedades ópticas

Cuando la luz incide sobre los cuerpos, éstos se pueden comportar de tres maneras distintas:

• Los cuerpos opacos absorben o reflejan totalmente la luz, impidiendo que pase a su través.

• Los cuerpos transparentes transmiten la luz, por lo que permiten ver a través de ellos.

• Por último, el tipo de cuerpos denominados translúcidos dejan pasar la luz, pero impiden
ver los objetos a su través.

Al incidir la luz sobre la superficie de un cuerpo, una parte de ella se refleja; parte se transmite a través
del cuerpo; otra parte se difunde, es decir, sufre una reflexión no especular en múltiples direcciones
y, por último, la luz restante la absorbe el cuerpo, aumentando su energía interna. El color que
presenta un cuerpo se debe precisamente a la luz reflejada si el cuerpo es opaco, o a la que pasa a
través de él si es transparente o translúcido.

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2.3.- PROPIEDADES MECÁNICAS Y DE FABRICACIÓN

Las propiedades mecánicas determinan el comportamiento de un material cuando está sometido a


fuerzas exteriores. Las más importantes son:

2.3.1. Elasticidad: capacidad de de un material para recuperar su forma una vez que desaparece la
fuerza deformadora.

2.3.2. Plasticidad: capacidad de un material de conservar permanentemente una deformación tras


serle aplicada una fuerza.

2.3.3. Rigidez: capacidad de un material para resistir esfuerzos de flexión sin deformarse.

2.3.4. Flexibilidad: es lo contrario de rigidez, es decir, capacidad de un material para deformarse


al ser sometido a esfuerzos de flexión.

2.3.5. Tenacidad: capacidad de un material para resistir esfuerzos de impacto sin romperse

2.3.6. Resiliencia: no es una propiedad, sino una medida de la tenacidad obtenida mediante un
ensayo.

2.3.7. Fragilidad: un material frágil se rompe cuando se aplica un esfuerzo brusco o choque.

2.3.8. Dureza: resistencia de un material a la perforación o el rayado.

2.3.9. Resistencia mecánica: resistencia a la rotura de un material cuando está sometido a


esfuerzos que se aplican de forma lenta u constante. Puede ser: a tracción, a compresión, a
flexión, torsión….

2.3.10. Resistencia a la fatiga: resistencia de un material para soportar esfuerzos que varían
cíclicamente y que, aun estando por debajo de la resistencia mecánica del material, pueden llegar a
producir daños pasado un determinado número de ciclos de carga.

2.3.11. Acritud: aumento de la dureza, fragilidad y resistencia que experimenta un material que ha
sido deformado previamente en frío mediante la aplicación de una carga.

2.3.12. Resistencia a la fluencia: capacidad de un material para evitar deformaciones lentas y


continuas cuando está sometido a fuerzas exteriores en condiciones de alta temperatura.

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Ahora, en cuanto a las propiedades de fabricación, estas determinan el comportamiento de un
material cuando es sometido a una determinada operación de conformación para fabricar un objeto.
Algunas de las más importantes son:

1) Maleabilidad: capacidad de un material para estirarse en láminas finas sin romperse.

2) Ductilidad: capacidad de un material para estirarse en hilos finos sin romperse.

3) Forjabilidad: capacidad de un material para dejarse conformar median esfuerzos de compresión


repetidos o continuos.
4) Maquinabilidad: capacidad del material para dejarse conformar en procesos de arranque de
viruta.
5) Soldabilidad: capacidad del material para a sí mismo o a otros materiales cuando se funde.
6) Moldeabilidad o colabilidad: aptitud de un material para ser conformado por moldeo

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2.4.- FATIGA

Fatiga es la situación en la que se encuentran algunas piezas de motores, máquinas, puentes, ejes,
etc; que están sometidas a cargas que varían cíclicamente y se repiten muchas veces, siendo su valor
inferior al crítico de rotura del material. En estos ciclos carga, los parámetros a tener en cuenta son:
la diferencia entre la máxima y mínima tensión (σmax – σmin) y su valor medio ((σmax + σmin)/2). La
fatiga puede tener lugar:

• En elementos con defectos: en piezas con soldadura, taladros, uniones, curvas, cambios
bruscos de sección, etc; donde se originan fisuras.
• En elementos sin defectos: piezas homogéneas en las se origina un fisura a partir de una
microfisura o defecto a nivel microscópico.

Cuando una pieza está sometida a un proceso de fatiga, las grietas diminutas existentes en el material
van creciendo progresivamente disminuyendo la sección efectiva que resiste el esfuerzo, hasta que
la tensión alcanza un valor por encima del crítico y sobreviene la rotura.

Algunos materiales como el acero y las aleaciones de titanio tienen un límite de amplitud (σmax – σmin)
llamado límite de fatiga, por debajo del cual no se produce rotura por fatiga cualquiera que sea el
número de ciclos de carga. Este límite se encuentra entre 0,4 y 0,5 veces la resistencia a tracción del
material. Otros materiales no tienen ese límite, y pasado un cierto número de ciclos de carga,
sobreviene la rotura cualquiera que sea su amplitud.

2.5.- FLUENCIA
Fluencia es un fenómeno por el cual las piezas sometidas a altas temperaturas, tales como piezas de
motores, turbinas, hornos, etc; sufren deformaciones plásticas importantes, aunque estén
soportando esfuerzos que, a temperatura ambiente, apenas las deformarían elásticamente.

Mientras que a temperatura ambiente la deformación producida por una determinada carga es
instantánea, a altas temperaturas esta deformación depende de la carga aplicada, de la temperatura
y del tiempo de aplicación de la carga.

La temperatura a la que el fenómeno de fluencia comienza a ser importante está relacionada con la
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temperatura de fusión del material, y es en torno a 0,4 esa temperatura de fusión expresada en
Kelvin. Así, los metales de bajo punto de fusión (Estaño, Plomo, etc..) sufren fluencia a temperatura
ambiente, mientras que los metales refractarios (Wolframio, Molibdeno..) y muchos materiales
cerámicos (Carburo de Silicio, Alúmina…), no experimentan fluencia hasta temperaturas superiores
a los 700 ºC.

2.6.- FRICCIÓN
El coeficiente de rozamiento µ, es la característica que determina la fuerza necesaria para que dos
piezas del mismo material o de materiales distintos, deslicen entre sí. Siendo N la normal entre las
piezas en contacto, la fuerza necesaria para que deslicen viene dada por:

F=µ.N

El coeficiente de rozamiento es característico de una determinada pareja de materiales y las


condiciones del contacto. Es decir, su valor depende de los materiales en contacto y el medio en el
que se encuentran. Así, por ejemplo, en el caso de piezas de acero deslizando sobre cojinetes de
plomo o bronce en seco, se encuentra entre 0,1 y 0,5; mientras que para el caso de dos metales con
lubricación, se encuentra entre 0,05 y 0,2.

En algunas ocasiones, como es el caso de cojinetes, esquíes, etc; interesará que el coeficiente de
rozamiento sea el menor posible; mientras que, en otros, como los neumáticos o las suelas de
zapatos, deberá ser alto para evitar el deslizamiento.

2.7.- PROPIEDADES ESTÉTICAS Y ECONÓMICAS


Para determinadas aplicaciones como es el caso de la ropa, muebles, tapicerías, molduras…, pueden
ser importantes las cualidades estéticas y sensoriales: tacto, brillo, textura, color, olor o incluso
sabor, en el caso de las barricas para almacenar el vino.

Para la elección de un material para una determinada aplicación, suelen ser determinantes sus
condiciones económicas: la disponibilidad, el precio, el precio del transporte, su valor final, etc. Así,
por ejemplo, para usos estructurales, se utilizan frecuentemente la madera, el hormigón y el acero
estructural, aunque por sus propiedades mecánicas adecuadas (mayor resistencia y menor peso) y su
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resistencia a la corrosión, se podrían emplear aleaciones de níquel y titanio. No obstante, su valor
económico hace inviable su uso, salvo en aplicaciones especiales. En el caso de los conductores
eléctricos, la plata conduce mejor la corriente que el cobre.

2.8.- PROPIEADES ECOLÓGICAS


Son las que representan el impacto del material en el medio ambiente. Entre estas se pueden citar:
la posibilidad y facilidad de reciclaje y reutilización, el carácter biodegradable, la toxicidad y la energía
necesaria para la transformación del material.

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