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CARLINOS, DEFENSORES DEL ANTIGUO RÉGIMEN

Introducción

El Estado Liberal se implantó en España en medio de un conflicto armado, la guerra carlista


(1833-1839). En esta guerra no solo estaba en juego la persona que iba a ocupar el trono,
sino también si se debía mantener el absolutismo o se debía implantar una nueva
monarquía liberal.

Los absolutistas daban soporte a la candidatura de Carlos Ma Isidro, defensor del Antiguo
Régimen y hermano de Fernando VII. Los liberales daban soporte a Isabel II, hija de
Fernando VII y Ma Cristina de Borbón (mujer de Fernando VII), que apostaba por una
monarquia constitucional.

Concepto de Carlismo

El Carlismo es un movimiento antiliberal y antirrevolucionario en España que se enfrentó al


liberalismo desde 1808. Recibe su nombre a partir de 1830 cuando surge un pretendiente al
trono, Don Carlos, el hermano de Fernando VII, quien se convierte en el símbolo del
movimiento. El Carlismo no es simplemente una lucha dinástica, sino un conflicto en la
construcción de la España contemporánea que enfrenta dos visiones del mundo: liberal y
carlista.

En 1830 nace la primera hija de Fernando VII, Isabel II, cuando ya se temía que no tuviera
descendencia. Era hija de María Cristina de Borbón, su cuarta esposa. En 1713 entra
en vigor la Ley Sálica que prohibía reinar a una mujer si había algun hermano del difunto
monarca vivo. Antes del nacimiento de su hija, Fernando VII publica la Pragmática Sanción,
que había sido aprobada en las Cortes de 1789 durante el reinado de su padre Carlos IV,
que convertía en heredera a su hija Isabe II. Esta situación había creado esperanzas en
Carlos María Isidro de Borbón, hermano del rey Fernando VII, primero hasta
entonces en la sucesión al trono. La publicación de la Pragmática Sanción y el
nacimiento de una heredera cerró el camino al trono de Carlos Mª Isidro.

En 1833 muere Fernando VII dejando como heredera a su hija de 3 años de edad.
Carlos Mª Isidro, hermano del rey difunto, no aceptara los derechos de su sobrina al
trono se autoproclama rey con el nombre de Carlos V e inicia una sublevación reclamando
sus derechos al trono. Para defensar su candidatura, Carlos Isidro y sus partidarios se
revuelta contra el gobierno de Ma Cristina de Borbón, que ejercia la regencia en nombre
de su hija. Ante el levantamiento absolutista, la regente busca el apoyo de los liberales,
llamados isabelinos o cristinos, para preservar el trono de Isabel. De esta manera, se forma
un gobierno liberal moderado que toma reformas encaminadas a construir una nueva
monarquia liberal.
El nuevo gobierno liberal se ve apoyado por algunos privilegiados y de la mayoria de
ejército, que se mantienen fieles a la monarquia establecida, pero sobretodo, se ve
impulsado por la burguesía y los sectores populares de las ciudades.

Las bases sociales del carlismo

El carlismo recogió los diferentes sectores sociales poco inclinados al liberalismo. Entre los
privilegiados, la nobleza y el clero tenian miedo de haber de pagar impuestos sobre las
tierras y perder parte de sus propiedades. En el caso de la Iglesia, también temía la perdida
de poder y de influencia social. Entre los no privilegiados, abundaban los campesinos,
temerosos de perder el acceso a los bienes comunales si el liberalismo los privalizaba y la
impotencia que les llevaba la abolición del regimen señorial.

Su fuerza residía en el País Basco, Cataluña, Navarra, Aragón y València, que defendian
las antiguas tradiciones y el mantenimiento de los antiguos fueros. Los carlinos tuvieron
seguidores sobre todo en los medios rurales más tradicionales.

Los ideales del carlismo

“Dios, Patria, Rey y fueros” era el lema del carlismo, que defendía el origen divino y el
poder absoluto del rey, la presencia activa de la Iglesia en la vida pública y el mantenimiento
de los fueros de los antiguos reinos de la Corona de Aragón y Navarra.

La reivindicación foral explica que el carlismo tuviese fuerza sobre todo el País Basco,
Catalunya y Navarra. Así pues, los carlinos defendian el restablecimiento de los fueros y las
instituciones tradicionales, un sistema fiscal propio y la exención del sistema de
reclutamiento militar obligatorio.

Se tratará de un enfrentamiento entre absolutistas y liberales y su origen se encuentra


en las posiciones tomadas ya durante las Cortes de Cádiz. Son dos ideas opuestas que
darán lugar a dos grupos que se enfrentarán a lo largo de todo el siglo XIX. En septiembre
de 1833 comienzan los levantamientos armados a favor del pretendiente Carlos y se
iniciará una guerra civil que intermitentemente ocupará casi todo el siglo XIX.
DESAMORTIZACIÓN libro p.88-89

- corresponde a la regencia de la madre de Isabel II (1836)

● Desamortización se define como la expropiación de tierras por parte del estado y la


venta a particulares. Se trata de una medida progresista que agudizó la existencia
de latifundios. Esta medida convirtió a los campesinos el proletarios agrarios

● Latifundios: grandes propiedades de tierra propiedad de una sola persona.

● Proletario: persona sin propiedades. Su única propiedad es su familia.

Durante la edad media y la edad moderna la tierra estaba vinculada, no se podía ni comprar
ni vender. Con la llegada del estado liberal, la tierra se desvincula y pasa a convertirse en
un bien, por lo que se puede comprar y vender. (liberalismo/capitalismo).

España tenía muchas tierras llamadas “mano muerta” y que no producían beneficios al
estado. Estas tierras estaban en manos de la iglesia o del ayuntamiento. Estas dos
instituciones se fueron haciendo con miles de tierras porque cuando las personas morían
sin descendientes, solían dejar sus tierras a la iglesia o al ayuntamiento.

Ante esta situación Juan Álvarez Mendizábal (1836), político español defensor de la causa
liberal, apoya la desamortización eclesiástica, es decir, la expropiación de las tierras para
venderlas al mejor postor (Persona que puja u ofrece una cantidad de dinero por un objeto
en una subasta). Mendizabal dice que estas tierras, si se vende, el dinero revertirá en las
arcas del estado. Hacienda se encontraba en una situación de banca rota debido a los
gastos de la guerra carlista. Pascual Madoz apoyará la desamortización civil, es decir, de
los ayuntamientos.

Una medida de un ministro progresista se va a convertir en una desgracia para los


campesinos que trabajaban en las tierras que le permitía la iglesia y el ayuntamiento. Se
convertiran en jornaleros, personas que reciben un salario por trabajar las tierras de los
nuevos propietarios agrarios, quienes han comprado las tierras. Los jornaleros ganarán una
peseta al día, que es inferior al cambio con respecto al producto que el campesino extraía
de estas tierras en prestación.

El campesinado pasa hambre, sufre, y da lugar a revueltas campesinas y levantamientos


para defender su condición. La Iglesia se enemistará con el Estado liberat que le ha robado
sus propiedades.

Se realiza u convocatorio con la Santa Sede, que aseguraba el mantenimiento del culto y
del clero y frenaba el proceso de desamortización. Se creó la guardia civil, cuerpo defensor
de protección del ciudadano, (1844) en el medio rural.

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