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CURSO DE MINISTERIOS
Lección 1
En estos versículos bíblicos se expresa claramente el propósito triple de este curso. Podemos decirlo
de la siguiente manera:
• “Zapatero a tu zapatos”: que cada quien encuentre su tarea (ministerio) especial para
realizar su misión en la Iglesia Bautista Horeb. De acuerdo con la Biblia, cada uno de
nosotros tenemos habilidades y una vocación o llamamiento para realizar algo especial en la
Iglesia. Las actividades son tan diversas como personas hay en la congregación, es necesario
que cada uno de nosotros descubra sus habilidades, su vocación o llamamiento y se ocupe de su
ministerio.
• Un cuerpo bien coordinado: que como Iglesia Bautista Horeb funcionemos en forma
correcta. El funcionamiento de la Iglesia Bautista Horeb depende del ejercicio del ministerio de
cada uno de sus miembros, pero también de la coordinación que existe entre sus miembros. Es
importante coordinar el Cuerpo de Cristo para darle agilidad, dinamismo y poder para realizar
su tarea.
• Una higuera con higos: que como Iglesia Bautista Horeb nos reproduzcamos en muchos
discípulos y nuevas iglesias. En la Biblia está claro que a Dios no le agradan las higueras sin
higos. Una iglesia neotestamentaria es una iglesia que crece, que se desarrolla y se reproduce.
Para que este crecimiento sea una realidad se requiere del desarrollo de los ministerios de cada
uno de los miembros de la congregación y de la coordinación de todo el Cuerpo de Cristo
como una unidad bien estructurada.
Después de haber pasado por el curso de “Membresía” nos integramos ahora a un estudio de vital
importancia que nos ayudará en el desarrollo personal, familiar y congregacional del ministerio
cristiano. A manera de introducción, analicemos tres verdades fundamentales:
También usa otra palabra que no usamos tan seguido y que nos habla de una relación muy
importante también, se trata de la palabra:
• MINISTRO O MAYORDOMO (Gálatas 2:17, Efesios 6:21, 3:7, Colosenses 1:7, 1:23, 1:25,
4:7, 1ª Timoteo 4:6). Esta palabra nos habla de una relación muy importante en la que nuestro
Señor es dueño y nosotros somos administradores. El problema es que siempre usamos esta
palabra para referirnos a los Pastores de las Iglesias, lo cual está bien, pero los pastores de las
iglesias no son los únicos ministros en ellas. Cada creyente, desde el más chico hasta el más
grande ha recibido de Dios gracia para compartir con los demás y esto lo convierte en un
“Ministro”. Recordemos este versículo:
“Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de
la multiforme gracia de Dios.” 1ª Pedro 4:10.
¿Quiénes?____________________________________________________________________
Tomemos un tiempo para saludarnos unos a otros llamándonos ministros. Es decir, salude al
hermano de al lado y dígale: “¿cómo está hermano ministro?” y con todos los demás igual.
Debemos aceptar y vivir esta realidad, todos somos ministros y no sólo los pastores.
Pues bien, el Señor nos enseña que su Iglesia es su Cuerpo. La Iglesia Bautista Horeb es el Cuerpo
de Cristo en la Tierra y debe portarse como tal.
Se dice que hay personas coordinadas e incoordinadas ¿no es cierto? Y esto tiene que ver con sus
habilidades para utilizar su cuerpo. Si no hay una buena relación entre los pies y las manos, la gente
camina con dificultad. De la misma manera sucede en la iglesia, si un miembro no realiza su tarea,
la iglesia completa sufre. Esto nos lleva a una tremenda verdad: del ejercicio de mi ministerio
depende el crecimiento y desarrollo de la Iglesia.
Estudiemos juntos los ministerios de la Iglesia Bautista Horeb para encontrar nuestro ministerio
personal, nuestro trabajo como familia y nuestro lugar en el Cuerpo de Cristo, para ya no ser
niños sino discípulos maduros en el Señor.