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Ev. Psic en El Ámbito Educativo
Ev. Psic en El Ámbito Educativo
Ficha de Cátedra
Cátedra: Evaluación y Diagnóstico Psicológico Infanto Juvenil, Fac. de
Psic. UNT
Autor: Dra. Betina Lacunza
2019
Introducción
El objetivo de este trabajo es describir las particularidades de la evaluación
psicológica infanto juvenil en el ámbito educativo. Para ello se analizan las fases
del proceso diagnóstico cuando la demanda es de tipo escolar, considerando los
alcances y límites que supone esta práctica psicológica. Con viñetas clínicas se
ilustran los aspectos específicos que diferencian esta tarea de la llevada a cabo
en otros ámbitos.
El desarrollo del trabajo se divide en dos grandes aspectos. Por un lado,
las particularidades de la evaluación psicológica en el ámbito educativo,
considerando la función del psicólogo. Por otro lado, el proceso de evaluación
propiamente dicho.
diagnosticar
deficiencias
psiquicas
orientación diagnosticar
de estudios y intereses y
profesiones motivaciones
Psicólogo
participar en
los programas diagnóstico
de formaicón de la
de los personalidad
docentes
prevenir y
orientar las
dificutlades
escolares
Sendín (2000) destaca que el sistema escolar “es un contexto privilegiado para
identificar de manera precoz a los alumnos que pueden llegar a requerir apoyos
especiales o derivación a otros servicios, incluidos los de salud mental” (pág. 79).
Las derivaciones pueden adquirir particularidades según sea el ámbito de
donde provengan. Por ejemplo, el sistema educativo público de Tucumán
mantiene un acuerdo de articulación operativa con el sistema provincial de salud
a fin de encuadrar, entre otras cuestiones, las derivaciones escolares (Acta
Acuerdo Dirección General de Red de Servicios del SIPROSA y Gabinete
Pedagógico Interdisciplinario- GPI-, Ministerio de Educación, abril de 2012). En
este caso el trabajo intersectorial establece que las evaluaciones psicológicas de
los alumnos de instituciones escolares públicas sean realizadas por el GPI,
quienes solicitaran derivación a los profesionales Psicólogos del primer nivel de
atención (SIPROSA) para realizar tratamientos psicológicos de aquellos niños
evaluados. De esta forma, tal como estipula esta acta acuerdo, la elaboración de
informes diagnósticos para alumnos de instituciones escolares son pertinencia y
competencia de los equipos de GPI y no del sector salud.
Otro aspecto importante a considerar es la coexistencia de sintomatología
en diversas dimensiones del funcionamiento psíquico, aunque la derivación sea
por razones de aprendizaje. Esta coexistencia, denominada por algunos autores
como comorbilidad (Berlanga, 1993; Lucio Gómez-Maqueo y Heredia, 2014)
refiere a la presencia de múltiples problemas o trastornos, que dificulta la
definición de un diagnóstico único. El evaluador debe poder reconocer cuanto
afecta esta coexistencia en los problemas específicos de aprendizaje por el cual
fue derivado. En el caso de Manuel, la evaluación permitió identificar que el bajo
rendimiento escolar se presentaba asociado con un funcionamiento cognitivo por
debajo del término medio y una organización emocional internalizante
caracterizada por inhibiciones, inseguridad y temores.
que la devolución de resultados sea en una entrevista conjunta con los padres y
el docente, la que se definirá también con el criterio clínico del profesional
interviniente.
Respecto al informe psicológico, si bien las propuestas para organizarlo
son variadas, se sugiere seguir los apartados que propone Contini (2018): a)
datos de filiación, b) instrumentos de evaluación empleados, c) motivo de
consulta, d) derivante, e) antecedentes de importancia, f) resultados de la
evaluación, g) síntesis diagnostica, h) orientación o recomendaciones, i)
pronostico y j) firma del profesional interviniente como fecha y lugar de emisión.
Cabe destacar que para el ámbito educacional los lineamientos son los mismos
que los del ámbito clínico, pero debe responder a las preguntas del derivante
(Frank de Verthelyi, 1989; Klopfer, 1980). Esta afirmación trae aparejado el
interrogante de si resulta necesario incluir información de tipo socioemocional
que, en principio, puede no aparecer vinculada al motivo de consulta. Por
ejemplo, en el caso de Manuel si es válido consignar que las relaciones familiares
disfuncionales, las situaciones de pérdida (muerte temprana de la figura paterna),
los miedos nocturnos, la inseguridad y la enuresis nocturna. También aquí el
juicio clínico del evaluador como su compromiso ético cobra relevancia para
determinar en qué caso resulta conveniente o no.
El informe psicológico es un documento archivable y legal. Si bien los
informes escritos tienen una caducidad (tal como lo establecen los distintos
Códigos de Ética), la validez de los mismos está dada por las garantías científicas
del proceso de evaluación (formación del evaluador, manejo de pruebas
psicológicas validadas y adaptadas culturalmente, entre otros aspectos). En el
caso de niños esta validez es de aproximadamente entre 6 a 12 meses (para
mayor detalle véase Código de Ética del Psicodiagnosticador, ADEIP, 2000).
Más allá de estas apreciaciones, el psicólogo evaluador que responda a una
derivación eleva un informe dirigido al derivante (Psicólogo escolar, maestro,
asesor Pedagógico, entre otros). En dicha síntesis el evaluador deberá describir,
explicar y predecir (en lo posible) el comportamiento del niño/ adolescente en
función de variables individuales, familiares, escolares y sociales, haciendo foco
en el motivo de la derivación escolar. Es importante que este informe incluya
orientaciones específicas a llevarse a cabo dentro del contexto educativo. Se
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resaltará sus potencialidades, aquello que “puede hacer”, que serán base de las
futuras intervenciones.
Consideraciones finales
En este trabajo se realizó un análisis de las características que presenta
la evaluación psicológica en el ámbito educativo. Se describieron las
particularidades del área en intersección con la Psicología Educacional. De allí,
la necesidad de clarificar las funciones del Psicólogo evaluador en el contexto
educativo, destacándose el valor preventivo que pueden adquirir sus
intervenciones.
Posteriormente se analizaron las particularidades del proceso de
evaluación cuando la demanda proviene del campo educativo. Se analizaron las
distintas fases del proceso, marcándose similitudes y diferencias con las
desarrolladas en el ámbito clínico.
Se mencionaron particularidades de la demanda de los derivantes, la
necesidad que la eleven por escrito, como la singularidad que adquiere el
proceso de evaluación cuando está a cargo de un psicólogo escolar o externo a
la institución educativa.
Se han descripto brevemente pruebas psicológicas utilizadas muy
asiduamente en el ámbito escolar. Respecto a la devolución de información, se
señalaron las particularidades que presenta tanto la devolución oral como escrita.
Se analizó la confección de un informe escrito para profesionales del gabinete
psicopedagógico a partir de un caso clínico.
Se destacaron los aspectos formativos y éticos del Psicólogo al momento
de redactar dicho informe. Se ha señalado el planteo, no resuelto, que todavía
muestra la Evaluación Psicológica respecto a cuanta información socioemocional
debe incluirse en dicha producción.
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Referencias bibliográficas