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Leer desde la comunidad

Jesús Ugarte Vázquez

El capítulo titulado "Leer desde la Comunidad" en el libro "Tras las Líneas: Sobre la
Lectura Contemporánea" de Daniel Cassany aborda cuestiones fundamentales
relacionadas con la concepción de la lectura en la sociedad actual. El autor
comienza cuestionando una perspectiva obsoleta de la lectura que considera que
leer simplemente implica oralizar las palabras escritas, es decir, convertir el texto
escrito en voz. Esta visión, según Cassany, es anacrónica y desfasada en
comparación con las ideas modernas y científicas sobre la lectura.

Una de las ideas centrales que Cassany defiende en este capítulo es que la lectura
no se limita a una simple decodificación de palabras en texto, sino que implica una
comprensión profunda y activa. Para entender un texto, es necesario desarrollar
una serie de habilidades cognitivas, como la anticipación, el uso de conocimientos
previos, la formulación de hipótesis y la elaboración de inferencias. Este conjunto
de habilidades es lo que el autor llama "alfabetización funcional", que es la
capacidad de comprender el significado subyacente en un texto.

El autor también introduce el concepto de "analfabeto funcional" para referirse a


alguien que puede oralizar un texto pero no puede comprenderlo. Esto resalta la
importancia de la comprensión en la lectura y cómo esta habilidad va más allá de
simplemente pronunciar palabras escritas en voz alta. Es decir, son individuos que,
a pesar de tener la capacidad de decodificar las palabras escritas y leer en voz alta,
no pueden comprender el significado subyacente de un texto. A continuación,
profundizaremos en este concepto y su relevancia:

Mientras que el analfabeto funcional puede oralizar las palabras escritas, no logra
extraer un significado profundo del texto. Esto sugiere que la lectura no se trata solo
de reconocer y pronunciar palabras, sino de entender su contexto y significado. La
noción del analfabeto funcional pone un énfasis crucial en la comprensión de la
lectura. Pone en evidencia que la comprensión es el aspecto más importante de la
lectura, ya que es la capacidad de extraer significado lo que realmente importa.
Simplemente pronunciar palabras en voz alta no constituye una lectura completa si
no se logra una comprensión adecuada.

Por lo tanto, la existencia de analfabetos funcionales plantea un desafío importante


en el ámbito de la alfabetización. No basta con enseñar a las personas a decodificar
las palabras; también es necesario desarrollar sus habilidades de comprensión.
Esto resalta la importancia de una educación que promueva tanto la decodificación
como la comprensión activa de los textos. En el contexto educativo, este concepto
destaca la necesidad de enfoques de enseñanza más completos. No es suficiente
enseñar a los estudiantes a leer en voz alta; también deben aprender a comprender
y analizar lo que leen. Esto implica la promoción de habilidades cognitivas como la
inferencia, la anticipación y la capacidad de relacionar el texto con el conocimiento
previo.

Es importante reconocer que hay una diversidad de lectores, y varias formas en que
las personas interactúan con el texto. Algunas personas pueden tener dificultades
para comprender ciertos tipos de textos, mientras que pueden ser competentes en
otros. Esto subraya la importancia de adaptar los enfoques de lectura y escritura
según las necesidades y las habilidades individuales. Para la educación y la
sociedad en general, el objetivo final de la lectura no debería ser simplemente la
decodificación de palabras, sino la comprensión efectiva. La capacidad de
comprender y extraer significado de los textos es esencial para la participación plena
en la vida cotidiana y en la sociedad.

No obstante, Cassany reconoce que la realidad de la lectura es mucho más


compleja de lo que sugieren estas ideas. En la vida cotidiana, las personas leen de
manera diferente según el tipo de texto que tienen frente a ellos. Ya sea un poema,
una noticia, las instrucciones de un aparato doméstico o un contrato financiero, el
enfoque y los objetivos de lectura varían significativamente. Cada tipo de discurso
requiere un enfoque específico y se relaciona con diferentes contenidos, palabras,
ideas y lógicas.
Además, Cassany plantea preguntas relevantes sobre cómo las nuevas formas de
lectura, como la búsqueda de información en Internet o la lectura en diferentes
idiomas, enriquecen o desafían la noción de alfabetización funcional. ¿Pueden
estos procesos explicar completamente cómo comprendemos todo lo que leemos?
¿Es posible aplicar un enfoque uniforme a todas las formas de lectura? El autor
sostiene que la respuesta es negativa y que la comprensión lectora es influenciada
por factores socioculturales y contextuales.

En este sentido, Cassany introduce el concepto de "orientación sociocultural" de la


lectura y la escritura. Argumenta que estas actividades son construcciones sociales,
y que la lectura varía a lo largo de la historia, la geografía y las actividades humanas.
Cada grupo humano adapta las tecnologías de la escritura y desarrolla prácticas de
lectura específicas según sus necesidades y contextos. Cada género de texto
(poema, noticia, instrucciones, etc.) tiene sus propias funciones y convenciones, y
los lectores y autores asumen roles específicos en cada caso.

El concepto de "orientación sociocultural" en el contexto de la lectura y la escritura


se refiere a la idea de que la forma en que las personas leen y escriben está
profundamente influenciada por el entorno social y cultural en el que se encuentran.
Esta orientación reconoce que la lectura y la escritura son actividades socialmente
definidas y que varían significativamente a lo largo del tiempo, en diferentes
regiones geográficas y en diversas esferas de actividad humana.

A lo largo de la historia, la humanidad ha desarrollado diferentes tecnologías de


escritura, desde jeroglíficos hasta la imprenta y la escritura digital. Cada avance
tecnológico ha influido en cómo las personas leen y escriben. Por ejemplo, la
invención de la imprenta revolucionó la difusión de textos escritos y cambió la forma
en que las personas accedían a la información. La lectura y la escritura varían según
las culturas y las regiones geográficas. Cada cultura puede tener sus propias
prácticas de lectura y escritura, así como sus géneros discursivos específicos. Lo
que se considera literatura en una cultura puede diferir de lo que se considera
literatura en otra.
Cada género discursivo (como el poema, la noticia, el ensayo, las instrucciones,
etc.) tiene sus propias normas y convenciones. Los lectores y escritores se adaptan
a estas convenciones y asumen roles específicos al interactuar con diferentes
géneros. Por ejemplo, la forma en que leemos una noticia es diferente de cómo
leemos un poema.

La lectura y la escritura cumplen funciones específicas en diferentes contextos. Un


texto puede tener el propósito de informar, persuadir, entretener o instruir, y los
lectores responden de acuerdo con la función comunicativa del texto. Esto significa
que la interpretación de un texto puede variar según su función. Las personas
adaptan su forma de leer y escribir a las circunstancias particulares en las que se
encuentran. Por ejemplo, la lectura de un contrato legal requiere un enfoque preciso
y detallado, mientras que la lectura de un poema puede permitir una interpretación
más libre y creativa.

Por otra parte, los avances tecnológicos y los cambios en la sociedad también
afectan la forma en que las personas leen y escriben. La aparición de Internet y las
redes sociales ha transformado la forma en que accedemos a la información y cómo
nos comunicamos con los demás.

Finalmente, Cassany presenta tres concepciones de la comprensión lectora: la


concepción lingüística, la concepción psicolingüística y la concepción de la
comunicación. Cada una de estas concepciones ofrece una perspectiva diferente
sobre cómo se obtiene el significado en la lectura. Mientras que la concepción
lingüística enfatiza la recuperación del significado a partir de las palabras escritas,
la concepción psicolingüística subraya la importancia de las inferencias y la
interpretación más allá del significado literal. Por otro lado, la concepción de la
comunicación sugiere que los textos no comunican explícitamente todo su
significado y que los lectores contribuyen activamente a construir el significado.

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