LINGÜÍSTICA
3. LECTURA
ANEXOS
BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA
2
Objetivos
3
1. ¿Qué significa leer? Concepto de lectura y
comprensión. Competencia lectora.
“Así me había sentido yo en la escuela secundaria y también durante muchos años después;
pero no se me había ocurrido decirlo, no sentía que tenía el derecho de hacerlo, no me sentí
competente como lector hasta los veinticinco años de edad […] Hasta entonces había leído
ciegamente, sin criterio, sin saber realmente cómo valorar las historias inventadas”.
(V.S. Naipul – Leer y escribir. Dos mundos)
Pero, ¿qué es saber leer? ¿Significa lo mismo para todos? ¿Se ha leído igual a lo largo de la
historia? ¿Leemos igual a lo largo de nuestra vida?
Leer procede del latín legere, que significa “juntar, recolectar”. Se consideraba el “leer” como el
“seleccionar palabras” en textos o inscripciones para entender lo que dicen, que hizo que se
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impusiera la palabra legere (emparentada con lignum, aquello que se recolecta para hacer fuego” de
la que deriva nuestra palabra “leña”).
Con un comienzo tan poético no es extraño que su significado adquiriese nuevas acepciones a
medida que se enriquecían las formas de leer. Conocer esta evolución nos puede ayudar a entender
cómo se ha leído a lo largo de la historia y las repercusiones en el mundo educativo.
Progresivamente, los sistemas de escritura se fueron sofisticando, desde los primeros símbolos
cuneiformes hasta los sistemas alfabéticos lo que permitió ampliar los usos iniciales a otros
relacionados con las leyes, tradiciones culturales, mitos fundacionales y religiosos, literatura, etc.
También la evolución de los soportes y códigos han ido moldeando la forma en que leemos o
escribimos, por lo que es importante incluir la perspectiva histórica en el hecho lector. No leemos
hoy como lo hacían griegos y romanos en la Antigüedad, con grandes rollos que debían sujetar con
ambas manos. Ciertos actos habituales para nosotros y que forman parte de la lectura como acto de
aprendizaje mientras leemos serían imposibles para ellos (pasar la página, subrayar o tomar notas,
5
consultar dos obras a la vez, etc.) Todo ello unido al escaso número de personas capaces de leer, la
carestía de los soportes de escritura y la finalidad que se le daba a la lectura, hacen que predomine un
tipo de lectura “al pie de la letra”, y que una herramienta que apareció para liberar a la memoria
humana de cargas excesivas, pronto contribuyó a cargarla todavía más con la emergencia de la
memoria literal (Pozo, 2008).
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adquiriendo progresivamente nuevas funciones vinculadas a otros tipos de interpretación y al
desarrollo de criterios propios. Por ejemplo, Lutero leyó los textos en sus lenguas originales, y los
interpretaba en su contexto cultural considerando la interpretación dependiente del conocimiento
lingüístico y de las intenciones del autor, y rechazó las interpretaciones que otros habían creído
encontrar en las escrituras para apoyar –e imponer– los dogmas de la iglesia.
Así, nos vamos acercando al lector o lectora modernos, que procesan el texto, que acceden al
conocimiento de otros (e incrementan y transforman el suyo propio), a través de la lectura de
múltiples textos, que son leídos por y para uno mismo, en un silencio conducente a la reflexión. Ese
lector o lectora modernos son un invento bastante reciente y el objetivo de nuestra escuela. Por esta
7
razón, es importante acercarnos a los conceptos que se utilizan cuando hablamos de lectura,
frecuentemente como sinónimos: leer, comprensión lectora y competencia lectora.
Jiménez (2014) define leer como la capacidad que permite a un receptor entender el mensaje
escrito que ha emitido un receptor de la forma más objetiva posible y, por lo tanto, la base de la
comprensión lectora en la que la persona usaría esta capacidad para relacionarse dentro de la
sociedad que lo rodea.
La competencia lectora es la habilidad que tiene un ser humano para usar su comprensión
lectora de forma útil en la sociedad que lo rodea. De esta forma, la comprensión lectora es el hecho
abstracto dependiente de la capacitación individual de cada persona y la competencia lectora la
materialización concreta llevada a cabo en dependencia de la relación del individuo y la sociedad.
Felipe Zayas (2012) la define como una competencia básica que incluye destrezas muy complejas,
necesarias para interactuar en todos los ámbitos de vida social. Ser lector competente es mucho más
que reconocer palabras y acceder al significado literal de los enunciados. Implica interactuar con los
textos para elaborar el sentido a partir de los propios conocimientos y de los objetivos que nos llevan
a la lectura, que son diferentes según las situaciones en las que actuamos mediante el lenguaje.
Así, la comprensión lectora está ligada más a la persona que al entorno, a sus capacidades
intelectuales o emocionales o a su perfil psicológico, mientras que la competencia lectora añade más
8
peso a una variable pragmática, la socialización, la inteligencia social o la inteligencia ejecutiva
(Marina 2012).
En el siguiente apartado nos acercaremos a qué ocurre en nuestro cerebro cuándo aprendemos a leer
y veremos qué habilidades son necesarias para ser un buen lector o lectora.
Juan Mata ¿De qué sirve enseñarles a leer textos si no aprenden a leer el mundo? A propósito de la
lectura, las aulas y la educación literaria.
Comprensión lectora basada en evidencias. Blog del profesor Juan Cruz Ripoll sobre investigación de
la comprensión lectora.
Claves para la enseñanza de la comprensión lectora.
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2. Competencias y habilidades que los lectores y las
lectoras necesitan.
“Me costó mucho aprender a leer. No me parecía lógico que la letra m se llamara eme, y sin
embargo con la vocal siguiente no dijera emea sino ma. Me era imposible leer así. Por fin,
cuando llegué al Montessori la maestra no me enseñó los nombres sino los sonidos de las
consonantes. Así pude leer el primer libro que encontré en un arcón polvoriento del depósito
de la casa. Estaba descosido e incompleto, pero me absorbió de un modo tan intenso que el
novio de Sara soltó al pasar una premonición aterradora: ¡Carajo!, este niño va a ser
escritor”.
(Gabriel García Márquez- Vivir para contarla)
La enseñanza de la lectura, sobre todo, en los primeros años, ha sido un tema de debate
constante. El momento de comienzo de dicha enseñanza o el método de lectura elegido son dos de las
discusiones más recurrentes que podemos encontrar en las escuelas. De manera no tan evidente,
encontramos la percepción de que en algún momento se acaba su enseñanza y, por tanto, si los
alumnos y alumnas no comprenden se debe a que no han aprendido en el curso o etapa anterior o a
que el profesor o profesora de Lengua no está haciendo bien su trabajo. En este apartado
intentaremos aclarar alguno de estos debates acercándonos a las bases neurológicas de la lectura y
conociendo las habilidades que necesitamos para ser lectores y lectoras eficaces.
El proceso de la lectoescritura es posible gracias a la capacidad innata que tenemos los seres
humanos para procesar el lenguaje hablado, ya sea para comprenderlo como para producirlo. Esta
predisposición existente hacia el lenguaje oral, requiere de un esfuerzo consciente para aprender a
usar su versión escrita, es decir, para leer y escribir. La lectura y la escritura deben adquirirse a través
de la enseñanza porque nuestro cerebro no viene configurado para ello. Tal y como expone Dehaene
(2015) “Leer no es una actividad natural para el niño. La escritura es una invención reciente en la
historia de la humanidad, demasiado nueva para que pueda pensarse que haya influido en la
evolución de nuestro cerebro. Nuestro patrimonio genético no incluye instrucciones para leer
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ni circuitos destinados a la lectura. Pese a todo, con mucho esfuerzo, podemos reciclar ciertas
predisposiciones de nuestro cerebro y así volvernos lectores expertos.” Por tanto, si nuestro cerebro
no viene configurado de fábrica, debemos entrenarlo para que sea capaz de leer. Pero, ¿cómo
aprendemos? ¿Qué zonas del cerebro se activan para aprender a leer y, posteriormente, consolidar esa
capacidad?
Figura 1. Mucho antes de aprender a leer, el cerebro del bebé ya está consistentemente organizado: las áreas del
lenguaje hablado funcionan desde los primeros meses de vida, así como las áreas visuales. Con el aprendizaje de la
lectura, una parte de ellas va a especializarse para reconocer los grafemas y los fonemas. (Fuente: Dehaene, S. (2015).
Aprender a leer. De las ciencias cognitivas al aula. Siglo XXI Editores. Argentina).
Cuando leemos una oración, solemos escuchar lo que leemos, a pesar de que ninguno de los
sonidos silábicos los pronunciamos en voz alta. Esta capacidad de “escucha mental” de los sonidos
que leemos se sustenta en la activación del circuito cerebral que nos permite comprender y producir
el lenguaje oral. Esto mismo sucede cuando escribimos. Esta capacidad de escuchar mentalmente es
lo que consideramos el soporte que ofrece el lenguaje oral a la lectura. Pero para leer y escribir
también debemos ser capaces de detallar las características visuales de las letras que conforman
nuestro idioma.
Por tanto, cuando leemos y escribimos, tenemos que activar los circuitos cerebrales del
procesamiento del lenguaje oral y de discriminación de estímulos visuales como las letras y, además,
trascender el nivel de comprensión de la palabra escrita al de la oración. Por tanto, la lectura y
escritura requieren que nuestro cerebro realice muchos procedimientos simultáneos y secuenciales.
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Para ello, la mayoría de las personas activamos prioritariamente el hemisferio izquierdo. Nos
centraremos, por tanto, en los circuitos que se activan en dicho hemisferio.
Figura 2. El cerebro de una persona alfabetizada difiere del cerebro de una analfabeta en muchos aspectos: la
corteza visual es más definida; la región de la “caja de las letras” está especializada en reconocer letras y palabras escritas
y las envía hacia las áreas del lenguaje hablado y la región del planum temporal representa con mayor grado de
refinamiento los fonemas pertinentes. (Fuente: Dehaene, S. (2015). Aprender a leer. De las ciencias cognitivas al aula.
Siglo XXI Editores. Argentina.)
Por su parte, la ruta semántica se activa al mismo tiempo que la ruta fonológica y nos permite
acceder al significado de las palabras que leemos y escribimos. Pero, además, cuando leemos y
escribimos realizamos dos procedimientos adicionales. Uno está relacionado con la correcta
ortografía de las palabras, la ruta ortográfica. El otro tiene que ver con la construcción gramatical de
oraciones para transmitir ideas completas y complejas, la ruta gramatical.
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palabras, concentramos nuestro aprendizaje en el procesamiento gramatical para mejorar la
comprensión lectora. Los siguientes años de aprendizaje se centrarán en enriquecer nuestro
vocabulario y utilizarlo para hacer uso de manera más compleja de la gramática, así como alcanzar el
dominio de la lectura y escritura de oraciones tanto sencillas como complejas dentro de un texto.
Una de las propiedades con las que cuenta nuestro cerebro desde el momento en que nacemos
es la integración multimodal. Los estímulos que recibimos no nos llegan a través de un único canal
sensorial, sino que suelen ser captados por varios canales, pero somos capaces de identificarlos como
un mismo estímulo. Por ejemplo, sabemos decir si la persona a la que escuchamos es la misma que la
que vemos. En el caso de la lectura, esta propiedad de integración multimodal nos asegura que las
neuronas que perciben información visual de lo que leemos o escribimos se conecten con las que nos
permiten recordar cómo suenan esas palabras. Esto posibilita adquirir la lectura ya que integra los
cuatro procesamientos que se deben llevar a cabo: el fonológico, el semántico, el ortográfico y el
gramatical.
En definitiva, la lectura requiere inicialmente un esfuerzo considerable que moviliza todos los
recursos mentales del niño. La automatización de la lectura es indispensable para liberar espacio en la
atención y la memoria de trabajo como veremos a continuación.
Según Sánchez (2010), comprender un texto implica multitud de procesos que solo pueden
ser realizados si, a su vez, el lector o lectora posee un adecuado desarrollo de ciertas competencias o
el uso de estrategias que compensen dichas carencias. Así, por ejemplo, para hacer inferencias es
necesario poseer un cierto grado de conocimientos, o si desconocemos el tema de un texto realizarnos
preguntas que nos ayuden a su comprensión.
Podemos clasificar en tres bloques las habilidades necesarias para ser un buen lector o lectora:
a. La conciencia fonológica, conocimiento de las letras-sonidos. La conciencia fonológica se
considera una habilidad metalingüística definida como la reflexión dirigida a comprender que un
sonido o fonema está representado por un grafema o signo gráfico que, a su vez, si se le combina con
otro, forman unidades sonoras y escritas que permiten construir una palabra que posee un
significado.
b. Competencia retórica, las habilidades metacognitivas y la conciencia sintáctica.
c. En relación con los dos bloques anteriores, conocimientos previos y las habilidades
sintácticas.
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Según García (2009) el listado de habilidades relacionadas con la competencia lectora son las
siguientes:
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fonológica y el conocimiento de las letras-sonidos); y solo dos habilidades (los conocimientos
poseídos y las habilidades sintácticas) tienen alguna relación con ambos bloques.
En definitiva, siguiendo a Sánchez (2010), podemos resumir las habilidades que se necesitan para
una mejor comprensión en las siguientes:
1. Un buen cuerpo de conocimientos para poder hacer inferencias, para asignar roles correctos a
los distintos elementos de las proposiciones, para relacionar distintas partes del discurso, para
establecer los significados de las palabras, etc.
2. La habilidad para reconocer palabras con precisión y rapidez (decodificación, velocidad
lectora/fluidez lectora).
3. La capacidad para detectar, interpretar y usar ciertos recursos textuales (anáforas 1, marcadores
y conectores2, elementos que avisan de resúmenes y recapitulaciones, etc.) que sirven para
orientar el proceso de lectura.
4. Habilidades metacognitivas para poder regularse durante la lectura, marcándose objetivos y
detectando/solucionando cualquier problema de comprensión que amenace la consecución de
los mismos.
5. Una adecuada memoria de trabajo que permita, dentro de sus limitaciones, la coordinación del
mayor número de procesos y la retención momentánea del mayor número de ideas.
6. Llegar a ser un lector o lectora competente encierra una extraordinaria paradoja: necesitamos
mucho tiempo de éxito para dotarnos de las habilidades necesarias, pero ese
éxito no es fácil alcanzarlo y, menos aún, sin tener esas habilidades que estamos
construyendo. Por supuesto, esa paradoja se resuelve cuando consideramos que la lectura de
los textos está ligada, no sólo a las acciones de quien aprende, sino también a las de quien le
ayuda. De ahí la importancia del profesorado como mediadores de lectura.
7. El desarrollo de estas competencias y habilidades requiere de un trabajo conjunto entre
etapas. No se acaba de aprender a leer en Primaria, sino que seguimos mejorando nuestra
competencia lectora a lo largo de la vida. Los estudiantes que se retrasan en el desarrollo de
estas habilidades pueden tener problemas en el aprendizaje posterior de cualquier materia. Por
1
La anáfora es uno de los procedimientos de cohesión textual que se usa para no tener que repetir palabras
innecesariamente. Los pronombres en posición anafórica son aquellos que pueden ir después del nombre al
que se refieren. Ejemplo: Este niño va a ser escritor. Él será famoso. Se evita repetir el sustantivo niño
haciendo uso de un elemento anafórico; en este caso, el pronombre él.
2
Los marcadores y conectores son elementos y procedimientos (palabras sueltas, locuciones, conjunciones,
adverbios, sintagmas, etc.) que sirven para enlazar partes de un texto y relacionarlas de manera lógica entre sí.
Son elementos de forma, es decir, lingüísticos, que ayudan a interpretar el sentido global del texto.
15
esta razón, estos componentes han de ser trabajados en todos los niveles educativos y áreas o
materias, bien en lengua materna o en lengua extranjera, según corresponda. Para ser más
eficaces, los componentes críticos han de ser enseñados explícitamente en un contexto de aula
con refuerzos positivos y ambiente relajado, con actividades de escritura para apoyar la
alfabetización.
8. La lectura de un texto ha de ser un proceso activo que permita:
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Se actúa con rapidez y decisión cuando se detectan dificultades en su aprendizaje y, sobre
todo, se adoptan medidas ordinarias preventivas y optimizadoras que apoyen a las aulas en las
que se aprende a leer.
Se trabaja para que en algún grado todos los alumnos puedan experimentar éxitos, aunque sea
con ayuda y se evitan situaciones reiteradas de fracaso público.
Se aceptan las responsabilidades que todos los ciclos y etapas sin excepción tienen en la
enseñanza de estrategias de lectura que capaciten para leer y disfrutar, para obtener
información y aprender; para adoptar una perspectiva crítica ante lo que se lee y para pensar.
Se trabaja para concretar un plan de lectura general, que incluya de forma explícita los
objetivos y contenidos de la educación literaria.
Se lee en el centro: leen los alumnos y los docentes, la lectura tiene tiempo espacio y
prestigio; la biblioteca, como lugar de encuentro con la literatura y centro de documentación y
conocimiento, es un órgano vital de la institución”.
17
¿Cómo determinar cuándo un niño está preparado para leer? Jordi Catalán en CICLIP.
En esta ponencia, Jordi Catalán presentará un protocolo sencillo, pero eficaz, para determinar si un niño/a está
preparado para aprender a leer que los centros educativos y los padres podrán utilizar.
¿Cuándo debe empezar el proceso lector para que sea gratificante y eficaz? Jordi Catalán en
CICLIP.
El aprendizaje de la lectura desde la neuroeducación. Anna Carballo en CICLIP.
En esta ponencia, Anna Carballo expondrá algunos de los factores clave para que el aprendizaje de la lectura
respete el desarrollo normal de los niños y niñas y de sus cerebros.
Entrenamiento físico para mejorar la comprensión lectora. José Tomás en CICLIP
En esta ponencia, José Tomás nos mostrará qué tipos de ejercicios físicos lúdicos entrenan las habilidades
visuales implicadas en la lectura con el objetivo de mejorar la comprensión lectora. La demostración empírica de
las mejoras de rendimiento cerebral obtenidas con estos ejercicios podría significar un cambio en el
planteamiento actual de la asignatura de educación física en los centros escolares.
“El gran defecto de los profesores sería su incapacidad para imaginarse sin saber lo que
saben. Sean cuales sean las dificultades que han debido superar para adquirirlos, en cuanto
los adquieren sus conocimientos se les vuelven consustanciales, los perciben como si fueran
evidencia (¡Pero es evidente, vamos!), y no pueden imaginar que sean por completo ajenos a
quienes, en ese campo preciso, viven en estado de ignorancia”.
Como hemos visto, la lectura es una actividad compleja que pone en funcionamiento
múltiples mecanismos. En el apartado anterior estudiamos las habilidades y destrezas que necesita un
buen lector o lectora. En este capítulo intentaremos entender los procesos implicados en la lectura y
cómo ayudar a nuestro alumnado a desarrollarlos. Para ello, haremos un recorrido por la taxonomía
de Bloom, ya que los procesos de comprensión están muy relacionados con ella. Posteriormente,
veremos cómo dicho enfoque teórico se recoge en los Marcos generales de la pruebas de evaluación
para 3º y 6º de Primaria y de las pruebas PISA, con el objetivo de aprender a crear actividades de
18
comprensión que contemplen todos los procesos cognitivos. Finalmente, abordaremos diferentes
estrategias para desarrollar una mejor competencia lectora.
Comprender es un proceso de interacción entre el emisor y el receptor del texto oral o escrito,
proceso mediante el cual el primero intenta satisfacer los objetivos que guían su escucha o su lectura.
Tanto una como otra son un proceso de interacción entre el pensamiento y el lenguaje.
Tal y como ya hemos visto, la comprensión lectora es más que la descodificación comprensión
literal del texto. Se necesita conocer las letras, las palabras y las frases pero además implica
comprender, usar y reflexionar sobre la información escrita: el texto. Asimismo, requiere un cierto
grado de desarrollo de las capacidades de ideación y de previsión de los que sigue a continuación,
tanto en cuanto acción y suceso como en cuanto al contenido. Esta es la diferencia entre lectura
entendida como descodificación y la comprensión del sentido y significación de un texto. Asimismo, la
lectura requiere desarrollar capacidades relacionadas con la génesis y los procesos de la formación de
las ideas.
• Localizar y obtener información. Son los procesos relacionados con reconocer y recordar.
• Integrar e interpretar. Incluye las acciones que permiten dar sentido y coherencia al texto,
es decir, deducir nueva información e ideas no expresamente indicadas en el texto.
• Reflexionar y valorar. Son procesos que posibilitan contrastar información.
19
Figura 1. Taxonomía de Bloom revisada por Anderson y Krathwohl
Esto no significa que trabajemos unos u otros dependiendo del nivel educativo, de los
menos complejos y a los de mayor dificultad. Todos los procesos deben trabajarse desde el principio,
adaptados a la capacidad lectora y al nivel educativo del alumnado para garantizar su adquisición a lo
largo de la escolarización.
En cuanto a los procesos cognitivos que intervienen en el aprendizaje de las lenguas extranjeras,
tanto en la comprensión lectora como en la comprensión oral, son esencialmente los mismos que los
relativos a las lenguas propias. La diferencia radica en que, al evaluar un nivel competencial básico,
los procesos adoptados serán aquellos relacionados con la identificación de los elementos del
mensaje, de su significado y del establecimiento de las relaciones entre ellos que permiten llegar a su
comprensión.
Para poder comprender mejor qué procesos de comprensión debe alcanzar el alumnado de
Educación Primaria se recogen en la siguiente tabla dichos procesos, con su descripción y algunos
ejemplos de acciones asociadas extraídos del Marco General para Canarias de la Evaluación para
tercer curso de Primaria y del Marco General de la evaluación final de sexto de Educación Primaria
del MECD. Además, al pinchar en los enlaces, se encontrarán algunos ejemplos de los procesos
descritos aplicados a este texto de una prueba de tercer curso de Primaria del curso 2014-2015.
20
3º de Primaria 6º de Primaria
21
dos datos similares. elementos. • Obtener un elementos.
• Establecer • Reconocimiento de significado literal del • Reconocimiento de
correspondencia detalles. texto. detalles.
entre los datos de la • Localización de • Localizar • Localización de
pregunta y la información explícita información sinónima información explícita
respuesta. expresada con y antónima. expresada con
sinónimos. • Discriminar entre sinónimos o
datos similares. antónimos.
• Establecer
correspondencia
entre los datos de la
pregunta y la
respuesta.
INTEGRAR E Dar sentido y Describir, explicar, Comprensión Describir, explicar,
INTERPRETAR coherencia al texto: establecer, inferencial o establecer,
• Comprender la determinar, deducir, interpretativa que determinar, deducir,
relación entre las predecir, relacionar, permite dar sentido y predecir, relacionar,
ideas del texto. descubrir: coherencia al texto: descubrir:
• Reconocer la • Selección de la • Comprender la • Selección de la
coherencia global oración que recoge relación entre las oración que recoge
• Identificar las ideas mejor el sentido del ideas del texto. mejor el sentido del
principales y algunas texto. • Reconocer la texto.
secundarias. • Selección o coherencia global. • Selección o
• Identificar elaboración de un • Identificar las ideas elaboración de un
similitudes y título. principales y las título.
diferencias. • Deducción de la secundarias. • Deducción de la
• Comprender las idea principal. • Identificar idea principal.
relaciones causa- • Resumen del texto. similitudes y • Deducción de ideas
efecto. • Descripción de la diferencias. secundarias.
• Realizar relación entre dos • Comprender las • Resumen del
clasificaciones simples personajes. relaciones causa- texto.
y resumir el contenido • Establecer efecto • Descripción de la
de un texto sencillo. relaciones entre las • Realizar relación entre los
• Deducir información ilustraciones y los clasificaciones de los personajes de un
no expresamente contenidos del texto. componentes de un texto.
indicada en el texto • Identificación de la texto. • Establecer
oral o escrito. relación de • Resumir el relaciones entre las
• Reconocer el causalidad entre dos contenido de un ilustraciones y los
vocabulario empleado hechos. texto. contenidos del texto.
en el texto. • Deducción de una • Deducir • Identificación de
• Inferir una relación enseñanza moral. información y la relación de
no explícita relaciones no causalidad entre dos
explícitas. hechos.
• Reconocer el tipo • Inferencias
de vocabulario basadas en la
empleado en el texto. información del
• Organizar la texto o en los
información del texto conocimientos
para vincularla a un previos.
conocimiento previo. • Reorganización de
• Predecir resultados. las ideas e
• Describir informaciones de un
texto.
REFLEXIONAR Y Contrastar Valorar, juzgar, Comprensión crítica Valorar, juzgar,
información: evaluar, aportar, para contrastar evaluar, aportar,
• Relacionar la recomendar, información y emitir recomendar,
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VALORAR información facilitada establecer criterios, juicios personales: establecer criterios,
en el texto con sus inventar, reflexionar, • Valorar la calidad inventar, reflexionar,
experiencias y diseñar: del texto. diseñar:
conocimientos • Distinción entre • Reconocer • Distinción entre
previos. hechos reales y expresiones hechos reales y
• Valorar la calidad fantásticos. discriminatorias en el fantásticos.
del texto • Valoración de la texto. • Valoración de la
• Reconocer postura del autor • Emitir juicios postura del autor
expresiones sobre el tema. personales acerca del sobre el tema.
discriminatorias en el • Juicio sobre si la texto. • Juicio sobre si la
texto. información del • Tener claros los información del
texto es completa y objetivos que texto es completa y
clara. pretende el autor del clara.
• Valoración de la texto. • Valoración de la
importancia de • Distinguir los importancia de
determinados datos hechos de las determinados datos
o pruebas. opiniones del autor. o pruebas.
• Reconocimiento de • Valorar la • Reconocimiento
las partes relevancia o de las partes
fundamentales de irrelevancia del texto. fundamentales de
un texto. • Producir hipótesis un texto.
• Valoración de la de lo que va a
belleza del texto. suceder en base a lo
leído o los
conocimientos
previos.
En cuanto a los procesos que se desarrollan en la etapa de Secundaria, se tomará como referencia el
Marco teórico de lectura PISA 2018, en el que se también se incluyen las habilidades necesarias para
la comprensión de textos digitales.
Los lectores y las lectoras aplican un conjunto de procesos de lectura para localizar, extraer
información y construir el significado de los textos desde sus características individuales, de
percepción del texto y de la dimensión de la tarea:
23
Figura 2. Fuentes de influencia de la competencia en lectura
La lectura como una habilidad cognitiva implica un conjunto de procesos específicos que los
lectores competentes utilizan cuando se vinculan con los textos con el fin de alcanzar sus metas.
Estos procesos se pueden englobar en dos grandes categorías: procesamiento del texto y gestión de
tareas. Al pinchar sobre la imagen, se puede ver en qué consiste cada uno de ellos.
Se pueden encontrar ejemplos de preguntas de todos los procesos en PISA 2018 Estudio Piloto
Preguntas de Lectura.
Hemos visto en los apartados anteriores los procesos cognitivos que se ponen en marcha
cuando leemos, así como alguna de las estrategias que utilizamos como lectores y lectoras para
superar las dificultades que encontramos en la lectura. Pero, ¿se pueden enseñar? ¿Qué estrategias
podemos utilizar para ayudar al desarrollo de estos procesos en nuestras aulas?
Según Solé (1994), hay que enseñar estrategias que permitan al alumnado la planificación de
la tarea general de lectura y su propia ubicación –motivación, disponibilidad– ante ella; facilitar la
comprobación, la revisión y el control de lo que se lee, y la toma de decisiones adecuada en función
de los objetivos que se persigan. En definitiva, buscamos hacer lectores y lectoras autónomos capaces
de aprender a partir de los textos. Para ello, quien lee debe ser capaz de interrogarse acerca de su
propia comprensión, establecer relaciones entre lo que lee y lo que forma parte de su acervo personal,
cuestionar su conocimiento y modificarlo, establecer generalizaciones que permitan transferir lo
aprendido a otros contextos distintos. Para ello propone tres momentos en el proceso de comprensión:
antes de la lectura, durante la lectura y después de la lectura. Estos tres momentos se pueden trabajar
desde Infantil hasta Secundaria, adaptados a los textos que se lean y a la etapa de desarrollo del
alumnado.
24
¿Qué estrategias son necesarias enseñar?
Las que permiten dotarse de objetivos concretos de lectura y aportar a ella los conocimientos
previos relevantes:
• Comprender los propósitos explícitos e implícitos de la lectura.
• Activar y aportar a la lectura los conocimientos previos pertinentes para el contenido de
que se trate (en relación con el contenido, el tipo de texto, etc.).
Las que permiten establecer inferencias de distinto tipo, revisar y comprobar la propia
comprensión mientras se lee y tomar medidas ante errores o fallos en la comprensión:
• Elaborar y probar inferencias de diverso tipo: interpretaciones, predicciones, hipótesis y
conclusiones.
• Evaluar la consistencia interna del contenido que expresa el texto y su compatibilidad con
el propio conocimiento y el “sentido común”.
• Comprobar si la comprensión tiene lugar mediante la revisión/ recapitulación periódica y
la autointerrogación.
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A continuación, se analizarán estas estrategias distribuidas en tres momentos: antes, durante y
después de la lectura.
a) Es importante fijar con claridad los objetivos de la lectura antes de leer porque dicho
objetivo va a determinar las estrategias que utilizaremos. Debemos hacer explícito el propósito de la
lectura al alumnado. Alguna de las actividades que podemos realizar son:
• Indicar el propósito claramente: buscar una idea; obtener una información concreta;
practicar la lectura en voz alta para realizar una dramatización o un programa de radio;
demostrar que se ha comprendido; practicar las estrategias enseñadas de comprensión
lectora; etc.
• Formular preguntas que orienten indirectamente la atención hacia el objetivo deseado.
Es importante el modelado por parte del profesorado en esta fase para enseñar cómo hacerlo.
Debemos recordar en todo momento que somos mediadores de lectura.
b) Una de las actividades más importantes y, con frecuencia, olvidada es la activación de los
conocimientos previos. Esto permite que el niño o la niña activen sus esquemas cognitivos para
mejorar la construcción del significado y estimular su tendencia natural a la indagación. De esta
manera, logramos que los nuevos contenidos aportados por la lectura se incorporen de manera
significativa al conjunto de sus conocimientos.
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con las palabras que los alumnos aporten. En numerosas ocasiones el conocimiento previo
que tiene el lector o lectora sobre el tema de la lectura es erróneo y estas actividades
pueden servir para contrastarlo con la información del texto.
• Aclarar el significado del vocabulario básico. Anticipar las dificultades que el alumnado
encontrará en el texto facilitará su lectura.
Las actividades durante la lectura nos permiten establecer inferencias, revisar y comprobar la
propia comprensión mientras se lee y tomar decisiones adecuadas ante errores o fallos de
comprensión. Las estrategias responsables de la comprensión durante la lectura son:
a) Formular hipótesis y hacer predicciones e inferencias sobre el texto.
Las predicciones consisten en establecer hipótesis ajustadas y razonables sobre lo que va a
encontrarse en el texto, apoyándose en la interpretación que se va construyendo del texto, los
conocimientos previos y la experiencia del lector. El objetivo común de estas actividades será, pues,
desarrollar en los alumnos habilidades para realizar inferencias de distinto tipo, plantear preguntas
sobre el tema, revisar y comprobar su propia comprensión. Para ello podemos realizar actividades
como:
• Fragmentar el texto y tratar de completarlo para que tenga sentido a partir de datos
incompletos.
• Tachar palabras e inferir cuáles son las palabras que previamente hemos tachado.
• Anticipar datos, sentimientos, acciones etc., que puedan estar incluidos en el texto.
• Detectar errores o incoherencias en un texto.
• Leer párrafo a párrafo y que cada alumno vaya anticipando y haciendo inferencias sobre lo
que vendrá después (resume el párrafo, qué pasará después, etc.).
b) Releer partes confusas.
• Hacerles conscientes de repetir la lectura cuando no han sido capaces de extraer el
significado del párrafo.
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• Seleccionar de ese párrafo palabras que sean difíciles de entender, para aclarar su
significado: tratando de inferirlo a través del contexto y, si no es posible, usando el
diccionario.
• Anotar al lado de lo no comprendido un interrogante, para revisarlo después si en ese
momento no se puede recuperar.
Es frecuente que los lectores poco competentes tengan dificultades para mantener la atención
a lo largo del texto. A continuación, se describen algunas actividades que se pueden realizar con los
alumnos para desarrollar este hábito:
Valorar la comprensión de cada oración. Se pretende que el lector vaya tomando
conciencia, al hilo de la lectura, de su grado de comprensión. Al final de cada oración, el
alumno pone un signo (+) si ha entendido, un signo (?) si ha entendido parcialmente y un
signo (–) si no ha entendido.
Tomar notas.
Visualizar la lectura.
d) Formular preguntas y auto-preguntas sobre lo leído: realizar preguntas literales, interpretativas,
críticas, valorativas etc.
¿Por qué? ¿Qué ocurrirá? ¿Cómo,…? Este proceso de generar preguntas, sobre todo las que
estimulan los niveles superiores del conocimiento, llevan a niveles más profundos del conocimiento
del texto y de este modo mejora la comprensión y el aprendizaje.
e) Análisis, estructuración y resumen del texto.
En este caso, la meta final (construir el significado del texto) se concreta en la elaboración de
un resumen. Para ello hay que aplicar (y, por tanto, conocer y dominar) técnicas previas.
Después de la lectura. Lo que bien empieza, bien acaba.
Finalmente, en este momento haremos la recapitulación sobre el texto leído. Para ello
podemos:
a) Realizar las últimas aclaraciones sobre el texto
• Cada alumno o alumna deberá explicar qué ha entendido y qué ha supuesto para él o ella el
28
texto.
• Formular preguntas para que sus los demás las contesten.
• Crear imágenes del texto y que cada uno vaya explicando con detalle cómo se lo imagina;
pensar en situaciones análogas del texto vividas por ellos; dramatizar escenas; preparar una
entrevista para hacer a un personaje del texto; escribir una carta o mensaje poniéndose en
lugar del personaje; etc.
• Aclarar aspectos que aún resulten ambiguos en el contenido del texto.
• Descubrir la intención del texto.
b) Hacer una valoración crítica personal
• Debatir acerca de los valores e ideologías que transmite el texto.
• Analizar la actualidad y oportunidad del contenido.
• Relacionar el contenido del texto con el contexto sociocultural del alumno.
• Propiciar que el alumno sea capaz de formular preguntas acerca del contenido del texto y
de su ideología.
• Redactar una valoración personal.
• Utilizar el texto como modelo para posteriores producciones del alumno en las diferentes
materias.
c) Ir de la comprensión a la producción personal
29
• Comprender las relaciones causa-efecto.
30
• Relacionar la información facilitada en el texto con sus experiencias y conocimientos previos.
Fuente: Tabla de codificación de los ítems. Prueba muestral Canarias. 3ª de Educación Primaria.
Prueba 2014-2015.
31
Estrategias de lectura. En esta serie de vídeos del portal Leer.es, Isabel Solé habla sobre leer para
aprender y de las estrategias lectoras.
Blog de Comprensión Lectora del profesor Andrés Calero. En este blog se recogen procesos de
instrucción en estrategias de comprensión lectora.
Guía para mejorar y trabajar la comprensión durante la lectura del libro de texto en clase ¿Cómo
conseguir que los alumnos comprendan los textos que leen diariamente en clase, los textos de cada
una de las materias? Esta guía pretende ayudar al profesorado a organizar y dirigir la lectura de esos
textos que tienen que leer cada día con sus alumnos y alumnas.
La lectura. Material de referencia para la elaboración de un PCL. Consejería de Educación de la Junta
de Andalucía.
32
4. La lectura en las diferentes etapas educativas.
Currículo y metodología.
“Mis primeras patrias fueron los libros. Y, en menor grado, las escuelas”.
(Marguerite Yourcenar- Memorias de Adriano)
33
A finales del S. XVIII y primeros del XIX, se introduce lentamente la enseñanza simultánea
de la lectura y la escritura; las prácticas tradicionales se cuestionaron y, en respuesta a las demandas
familiares de las clases acomodadas, se perseguirán el agrado y la rapidez en el aprendizaje. Así
surgen los juegos, artilugios y abecedarios ilustrados cuyo uso se extiende a las escuelas a principios
del S. XX. Se anuncian métodos maravillosos, se publican nuevos libros de lectura que sustituyen a
las cartillas y catones tradicionales y surge, en definitiva, un concepto más amplio de noción del
aprendizaje. Se supera la noción del deletreo como sinónimo de lectura por un concepto más amplio
que abarca a los libros de lectura avanzada y que incorporan la idea del alumno como lector. Hasta
ese momento, el aprendiz de lector o lectora de la cartilla u otro texto similar leía textos ya
conocidos e incluso memorizados, es decir, se hacía lector leyendo en voz alta a sí mismo o a otros,
pliegos y relatos cuyo contenido le era familiar. No obstante, el lector y la lectora del S.XIX tenían a
su disposición otros tipos de textos: novelas por entregas, libros a precios populares, revistas y
periódicos. Paralelamente a esto y como respuesta, se extiende la escolaridad y aparecen las
bibliotecas escolares y populares, así como libros de lectura avanzada de carácter moralizador. Se
diversifican los libros escolares de lectura: silabarios o cartillas, los cuentos (de carácter moral y
recreativo), los libros de “cosas”, las biografías, las misceláneas, los libros en verso (fábulas y
composiciones poéticas para la lectura expresiva), los manuscritos (con textos utilitarios, de la vida
cotidiana y diferentes tipos de letras) y los tratados relativos a una o más materias escolares (los
actuales libros de texto). Esta diversificación textual responde a la diversificación en los objetivos y
usos escolares de la lectura. La lectura en voz alta era todavía a finales del S. XIX y principios del
XX la lectura por excelencia. Se consideraba, además, que era la forma más apropiada de facilitar la
comprensión de los textos.
Sin embargo, esta concepción fue modificándose en las primeras décadas del S. XX y de
manera progresiva se optó por la lectura silenciosa como la más adecuada para el estudio y, por tanto,
el objetivo final del aprendizaje lector. Todo ello favoreció que el modo de leer de manera individual
y silenciosa se considerase uno de los rasgos que definen al buen lector o lectora, al lector o lectora
culto.
Mientras la escuela ampliaba la noción de aprendizaje e iba incorporando otros tipos y formas
de lectura, a lo largo del S.XIX fue consolidándose un nuevo nivel educativo previo a la escuela
elemental: la escuela de párvulos. Esto abrió un debate acerca de a quién correspondían los primeros
aprendizajes de la lectura y la escritura; a qué edad debían empezar dichos aprendizajes o en qué
momento el alumnado estaba preparado para adquirirlos. La presión por abreviar los primeros
aprendizajes para pasar rápidamente a la lectura de corrido y expresiva y la presión de las familias
34
hizo que este debate se trasladara al nuevo nivel educativo que se había concebido de manera
independiente y con otros objetivos.
El conflicto planteado indicaba el claro contraste entre las diferentes concepciones que los
niveles de preescolar y primario iban configurando en relación con la naturaleza de los saberes
elementales.
La importancia de la lectura como eje de la enseñanza queda recogido en estas palabras de
María Sánchez Arbós en su aportación al Libro-guía del maestro (1936): "En la Escuela primaria
española y en la Escuela primaria universal ha sido y seguirá siendo la lectura la base fundamental de
la enseñanza". En la nueva escuela graduada que estaba emergiendo, el dominio sobre todo de la
lectura, junto con el de la escritura y el de la aritmética, era el elemento clave, más que los test o la
edad, para determinar la adscripción de los alumnos y alumnas a uno u otro grado. Como decía
Sánchez Arbós en su Diario "hasta que los niños leen comprendiendo y escriben con cierta
corrección no hay nada que hacer en la escuela". Por eso recomendaba en 1934 a los maestros y
maestras del grupo escolar "Giner de los Rios" de Madrid, del que era directora, que intensificaran la
lectura "haciéndola eje de las demás asignaturas de la escuela". Su programa de "lenguaje" era bien
sencillo: "durante los primeros grados se hará mucho de lectura en voz alta, hasta conseguir vencer
las dificultades de mecanismo y pronunciación; conversación con los niños, formación de
vocabularios, narraciones orales. En los segundos grados, lectura explicada, ejercicios de dictado
sencillos, ejercicios de redacción, recitado de poesías, iniciación de la gramática con los nombres y
verbos. En los cuatro últimos grados, lecturas comentadas, ejercicios de dictado y redacción, pasar a
prosa las poesías leídas, oraciones sencillas y su clasificación, y manejo del Diccionario".
Dicho currículo incluía casi todo el repertorio de los nuevos objetivos a alcanzar: no solo la
lectura de corrido y expresiva, sino también la comprensiva, la comentada, con explicaciones y
preguntas, la silenciosa y la literaria –antes reservadas al bachillerato-. (...) Si a ellos se añaden otros
objetivos recogidos también por Sánchez Arbós o por Llorca y Martí Alpera, hallaremos su
complemento y desarrollo en tres observaciones generadas a partir de la misma práctica: el respeto al
ritmo individual de cada niño o niña -"mucha calma y nada de impaciencias. Cada niño lleva su paso
adonde tiene que llegar a su tiempo", dirá Sánchez Arbós-, la libertad de acción del profesorado para
adoptar los procedimientos adecuados en función de las circunstancias y el alumnado y, sobre todo,
despertar el gusto y afición por la lectura, el deseo y la necesidad de leer.
35
En las últimas décadas ha tenido lugar una ampliación de la noción de aprendizaje, tanto en
relación con la lectura como con la escritura. Las exigencias a las que se enfrenta el alumnado de los
últimos cursos de Primaria son mayores y los procesos de comprensión más complejos.
En el anexo I se podrá encontrar un cuadro comparativo entre las diferentes leyes educativas
hasta la actualidad y su tratamiento de la lectura. Esto permite observar cómo los cambios
legislativos llevan aparejados cambios en el modelo de enseñanza de la misma.
Secundaria
36
e) Desarrollar destrezas básicas en la utilización de las fuentes de información para, con
sentido crítico, adquirir nuevos conocimientos. Adquirir una preparación básica en el campo
de las tecnologías, especialmente las de la información y la comunicación.
Bachillerato
d) Afianzar los hábitos de lectura, estudio y disciplina, como condiciones necesarias para el
eficaz aprovechamiento del aprendizaje, y como medio de desarrollo personal.
En definitiva, la lectura está presente desde Educación Infantil hasta las etapas superiores.
Contar con acuerdos comunes en el centro facilitará que el alumnado mejore su competencia lectora
y, en definitiva, alcance el éxito escolar; de ahí la importancia de un plan lector dentro del Plan de
competencia lingüística del centro. A él dedicaremos el último capítulo de este módulo.
37
4.3 Metodología y lectura
El tratamiento de la lectura a lo largo de las diferentes etapas debe partir de una planificación
rigurosa. Debemos tener claro los objetivos que queremos alcanzar, los recursos necesarios,
los métodos didácticos y la evaluación del aprendizaje. Los acuerdos entre el profesorado son
imprescindibles.
Los métodos didácticos han de elegirse en función de lo que se sabe que es óptimo para
alcanzar las metas propuestas y en función de los condicionantes en los que tiene lugar la
enseñanza. Reflexionar acerca de qué hacemos y por qué lo hacemos puede llevarnos a
desechar acciones que hacemos por inercia, por ejemplo, la lectura en voz alta puede no ser la
mejor manera de conseguir una lectura comprensiva.
38
de la lectura fomentan el desarrollo de este rol en la adquisición de procesos de comprensión
en el alumnado.
Inclusión del trabajo individual y cooperativo. A pesar de que la lectura se considera una
actividad eminentemente individual, la utilización de estrategias cooperativas puede favorecer
la motivación por la tarea y facilitar la ayuda entre iguales.
39
Congreso de jóvenes lectores y escritores de Canarias
Islas de tinta
BIBESCAN
Revista Sitúate
Leemos en pareja, un programa de tutoría entre iguales, con alumnos y familias, para la mejora de la
competencia lectora
Del texto a la presentación : En esta propuesta de aula, el texto es el punto de partida para la
elaboración de una presentación oral.
Propuestas didácticas para la lectura- escritura funcional. Materiales de la Consejería de Educación
de la Junta de Andalucía para todas las etapas.
Propuestas didácticas para la lectura- escritura creativa. Materiales de la Consejería de Educación de
la Junta de Andalucía para todas las etapas.
Trabajando por proyectos Serie de vídeos del portal Leer.es en los que podemos observar cómo se
trabaja por proyectos en el área de Conocimiento del medio en el tercer ciclo de primaria del
C.E.I.P. Nebrixa de Lebrija (Sevilla). La secuencia incluye el planteamiento de los proyectos para
trabajar con alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo dentro y fuera del aula de
referencia.
40
5.5 ¿Cómo leer desde las diferentes áreas? Diversidad
de textos. La lectura en pantalla.
“He contado muchas veces los recuerdos que me quedan de Guinea. Tantas, que llego a pensar si los
transformo y los complico o, por el contrario, los simplifico demasiado […].
Cómo olvidar la lucha por la supervivencia de unos pueblos asediados por el hambre, la enfermedad, el miedo.
Cómo olvidar a los niños.
Mis esfuerzos por enseñarles ciencias o geografía o historia chocaban con una incomprensión que iba más allá
del idioma. Eran despiertos pero no podían comprender la Prehistoria. ¿Acaso no vivían en ella? ¿Hasta qué
punto les añadiría felicidad el descubrimiento de los avances técnicos que invadían el mundo civilizado? Rachas
de pesimismo me embargaban. Me parecía que había un desajuste entre los programas oficiales que hablaban
de una cultura ajena y la necesidad de aprender cosas relacionadas con su medio ambiente, sus orígenes, su
propia cultura”.
(Josefina Aldecoa- Historia de una maestra)
Tal y como recoge el Marco teórico de lectura PISA 2018, vivimos en un mundo que cambia
rápidamente, en el que tanto la cantidad como la variedad de materiales escritos aumenta día a día y
donde se espera que más personas accedan al uso de estos materiales en nuevas y cada vez más
complejas maneras. Las habilidades en lectura necesarias para el crecimiento individual, para el éxito
educativo, para la participación económica y la construcción de ciudadanía son diferentes a las de
hace veinte años, y es probable que estos cambios prosigan en un futuro.
El papel de la recopilación y memorización de la información ha pasado a un segundo plano
en favor de un concepto más amplio de conocimiento. Una sólida competencia en lectura no solo es
fundamental para los logros en otras asignaturas, sino que es también un requisito previo para una
participación exitosa en la mayoría de las áreas de la vida adulta.
En las Orientaciones de PISA para las Islas Canarias (2012) sobre los resultados de las
pruebas de 2009 se exponía lo siguiente:
“Las bajas puntuaciones medias de los estudiantes canarios en las tres materias (Lectura, Matemáticas y Ciencias) se debe
principalmente a la elevada proporción de estudiantes que no alcanzan el Nivel 2, el nivel base de rendimiento […]
Del tercio de estudiantes por debajo del Nivel 2 de las Islas Canarias, dos tercios rindieron dentro del nivel 1a,
justo uno por debajo, lo que sugiere que, con una pequeñísima mejora general en el rendimiento lector, se podría
aumentar de forma considerable el número de estudiantes que alcanzasen el Nivel 2”.
Esto quiere decir que si no se alcanza el Nivel 2 o nivel base de rendimiento no se podrá
entender el enunciado de las otras pruebas no lingüísticas. Aunque ha habido una mejoría en los
últimos años, la reflexión acerca de la importancia de alcanzar un nivel en lectura básico es
41
primordial para obtener el éxito en el resto de las materias.
Pero, ¿acaso no leemos en las aulas? ¿Cómo podemos contribuir a mejorar la competencia
lectora desde todas las áreas y etapas?
La progresiva parcelación del conocimiento a lo largo de la escolaridad nos hace olvidar un
principio básico que está presente en la etapa de Educación Infantil y es el de la globalización. Entre
sus objetivos se incluye el iniciarse en el descubrimiento y exploración de los usos sociales de la
lectura y la escritura, y esos usos sociales rodean a los niños y niñas sin parcelación. Incluso, antes de
decodificar, leen los símbolos e imágenes que están presentes en sus vidas; acceden a revistas,
folletos, libros, etc.; son usuarios precoces de textos en pantallas, etc.
En Primaria se abre un mundo de posibilidades lectoras, una vez que conocen el código y
desarrollan estrategias de comprensión con textos cada vez más complejos. En Secundaria, la
diversidad de materias y géneros textuales se amplía, así como su complejidad. Pero el papel del
profesorado en todas las etapas es el mismo, el de mediador entre los textos y el alumnado,
especialmente en aquellos textos específicos de sus áreas o materias. No se lee igual un cuento que
un artículo científico. Los procesos de comprensión son diferentes y las ayudas del profesorado como
mediador también variarán.
Por todo ello, es importante que el alumnado pueda acceder a diferentes tipos de lectura desde
Infantil.
Se confunde con frecuencia las lecturas literarias con el acto de leer. Los libros informativos son
imprescindibles dentro de la oferta de lecturas del alumnado porque no a todos los niños y niñas les
gusta la ficción. Además, son la puerta para otro tipo de conocimientos de diversa índole (científicos,
históricos, naturales, etc.). Lectura no es sinónimo de literatura.
Por otro lado, debemos diferenciar entre las prácticas de lectura intensiva y extensiva. La
lectura intensiva se realiza, generalmente, con textos breves y suele tener lugar a través de la
explotación sistemática de un texto en clase, para desarrollar las capacidades orales y escritas
vinculadas a la comprensión lectora. Se trata de una lectura de estudio relacionada con los
aprendizajes previstos en el currículo de las distintas materias. La lectura extensiva tiene como
objetivo el desarrollo del hábito de la lectura, promueve el disfrute, el entretenimiento y la
asimilación de la información. Es la lectura de grandes cantidades de material o textos largos
(novelas, cuentos, biografías, etc.). No se exige una comprensión completa de todos los datos del
texto, sino la comprensión de las ideas principales. En este aspecto las iniciativas que pretenden el
fomento de la lectura recreativa deben procurar su descolarización evitando enojosas tareas
obligatorias: cuestionarios, dictados, resúmenes, etc.
42
Por tanto, si en todas las áreas trabajamos con textos, todos y todas somos mediadores de
lectura, a veces con géneros textuales transversales (por ejemplo, un artículo periodístico) y otros
específicos de un área o ámbito (por ejemplo, el informe de una práctica de laboratorio). Desde
nuestra área, contribuiremos al plan lector abordando los textos transversales y los del ámbito con
estrategias comunes y específicas respectivamente. Además, debemos incluir en nuestras prácticas de
aula actividades de lectura intensiva y extensiva, dependiendo de la materia y de los acuerdos que se
tomen en el PCL del centro. Y, sobre todo, debemos tener claro para qué leemos, cuál es el objetivo
final de la lectura y si las tareas que realizamos son las idóneas para alcanzarlo. El alumnado debe
conocer ese objetivo porque así podrá seleccionar las estrategias más adecuadas a la tarea propuesta.
A continuación, exponemos algunas ideas para abordar la lectura desde todas las áreas y
etapas.
Relaciona esos objetivos con el currículo. Eso te ayudará a conseguir que el alumnado
desarrolle los aprendizajes esperados. En algunos currículos no aparece la palabra
43
“lectura” pero sí procesos de comprensión referidos a los textos: analizar, comparar,
inferir, argumentar, resumir, etc.
Selecciona bien los textos que vayas a abordar como lecturas intensivas:
Que no sean excesivamente sencillas ni demasiado complicadas.
Enseña estrategias de comprensión. Para ello el profesor o profesora puede ser modelo
para el alumnado y explicar cómo se enfrenta al texto; qué “pistas” le ayudan a
comprender; qué hace cuando no comprende algo o qué características tienen
determinados tipos de textos.
Fomenta el intercambio oral en grupos sobre lo que han leído, lo que han comprendido y
las posibles dudas. Esto favorece la comprensión al tener que comunicárselo a los demás.
Además, convierte a la lectura en un elemento cohesionador.
Evita que todas las actividades planteadas sobre la lectura aborden solo los procesos
cognitivos de nivel inferior con preguntas cuya respuesta está explícita en el texto. Incluye
preguntas en las que tengan que hacer inferencias o desarrollar el pensamiento crítico.
44
Da libertad para elegir las lecturas extensivas, bien acordándolas con el alumnado, bien
proponiéndole varias opciones para que elijan. No se desarrolla el placer lector sobre la
obligación de leer.
Piensa que cada momento de lectura en el aula es una oportunidad para ayudar al
alumnado a construir aprendizajes.
Utiliza la biblioteca escolar con el alumnado. Enséñale cómo se organiza y a hacer uso de
ella.
Establece acuerdos sobre cómo trabajar la lectura con el resto del profesorado. Participa
en la elaboración del plan lector de tu centro de manera activa.
En el material adicional podrás encontrar algunos artículos y vídeos que profundizan en cómo
abordar la lectura desde ámbitos curriculares concretos.
5.2 Algunas claves para fomentar el hábito lector desde Educación Infantil.
En Educación Infantil los cuentos son el material imprescindible para el aprendizaje y disfrute
de la lectura.
Debemos contar cuentos como uno de los primeros pasos para interesar al alumnado por la
lectura.
Se enseña a “leer” con cuentos que se organizan en la biblioteca de aula. Son los niños y niñas
los responsables de cuidarla y de tomar y devolver los libros. Para ello utilizaremos un
sistema sencillo de clasificación y les enseñaremos cómo usarlo.
Es importante disponer de un espacio en la biblioteca del centro para esta etapa. Contar con
los niños y niñas como lectores desde pequeños transmite nuestras expectativas hacia ellos y
ellas.
Podemos iniciarlos a “leer” los cuentos a través de las imágenes. Para ello, se les enseña a
observar toda la escena globalmente; posteriormente, por franjas (arriba, centro y abajo y de
izquierda a derecha). Observamos en cada franja los personajes, sus acciones y todos los
detalles (estamos entrenando la direccionalidad de la lectura).
45
Es importante establecer tiempos de lectura. El hábito lector se adquiere leyendo a diario
cuentos elegidos por ellos (aunque la familia no lea).
Dedicar dos o tres minutos diarios a la lectura en silencio (por ejemplo, al comienzo de la
clase) es una buena estrategia para fomentar el hábito lector.
Al acabar la lectura en silencio, pueden expresar qué les ha gustado a sus compañeros y
compañeras. Esto favorece su seguridad y el desarrollo de su competencia oral.
En pantalla los textos no son estáticos. Antes podíamos leer un artículo, un gráfico o un
mapa que se encontraba en una página. Si queríamos ampliar o contrastar la información,
teníamos que saltar a otra página quizá de otro libro o con otro formato, y así
sucesivamente. Leíamos de forma diferente si nuestro objetivo era buscar un dato o
46
comprender un razonamiento o pasar un buen rato. Pero el camino tenía escasas
distracciones.
Ahora la lectura es hipertextual, es decir, los textos contienen elementos a partir de los
cuales se puede acceder a otra información, textos llenos de hipervínculos que nos llevan
tanto a datos textuales como a imágenes, vídeo, sonido, etc. Esto marca una diferencia
enorme y sustantiva.
Cuando abrimos cualquier pantalla, ya sea una web, un blog, una red social… nos
encontramos con unos textos muy distintos a los tradicionales, porque leer en pantalla
supone mucho más que un cambio de soporte, es una modificación sustantiva del modo de
leer porque comporta una forma diferente de organizar los contenidos. En una pantalla la
información no es lineal y mucho menos cronológica. Hay muchos posibles itinerarios de
lectura en función de lo que busquemos, en función de nuestros intereses. Y el alumnado
se pierde continuamente, hacen clic en mil sitios sin pararse a pensar a dónde quieren ir.
En primer lugar,
haciéndoles ver, desde bien pequeños, la
importancia de marcarse objetivos claros
de lectura, verbalizarlos y seguirlos.
Tenemos que ayudarles a elegir la ruta
con criterio y, una vez elegida, a no
perderse.
Hemos de enseñarles a que deben leer los menús porque son como los grandes cajones
que organizan todo el contenido. No siempre los menús se sitúan en el mismo lugar, de la
misma manera que no todos los grandes almacenes distribuyen sus productos del mismo
47
modo. Y además de los menús principales, normalmente situados en la cabecera, hay
submenús que se despliegan al pasar sobre ellos, o aparecen laterales. Han de leer bien los
menús porque normalmente hacen clic en el primer sitio que creen que puede tener que
ver con lo que buscan.
Hemos de ayudarles a utilizar los buscadores internos. Los chicos y chicas toman
decisiones rápidas, son multitarea y hacen antes de preguntar e incluso de pensar unos
segundos. Hemos de ayudarles a reflexionar, a que se convenzan de que detenerse a
pensar ahorra tiempo y les hace mucho más eficaces. En este sentido, los buscadores
internos son un recurso tan útil como poco utilizado por niños y niñas y por adolescentes.
Han de reconocer qué hay tras los iconos. Cualquier página, blog, foro… está llena de
iconos, de imágenes con diferentes significados. Vídeos, redes sociales, mensajería… Son
recursos que proporcionan mucha información, pero sobre todo que permiten compartir.
Leer en pantalla requiere, pues, conocer el modo en que cada formato organiza la
información. Si estoy leyendo una conversación que se produce en un foro de internet, he
de saber que el orden en que aparecen las intervenciones es el inverso al que se produce
cuando leo un diálogo en papel; en el foro la respuesta aparece arriba de la pregunta. Si no
lo sé, es probable que no siga el hilo de la conversación. En definitiva, los niños y niñas se
pierden muchas veces en una pantalla llena de imágenes y de palabras subrayadas de azul
que llevan de un sitio a otro y, al final, no saben qué están buscando; olvidan el propósito
de la lectura.
48
La necesidad de construir criterios para la selección de lecturas. Gemma Lluch
49
El blog de Elisa Yuste. En este blog la autora indaga sobre la lectura en la era digital (nuevos
soportes, formatos y formas de lectura).
50
6. La lectura en las pruebas externas (PIRLS, PISA, etc.)
La evaluación.
“[…] Para evitar que la presión de la evaluación -esa función que reconocemos como
inherente a la escuela- se constituya en un obstáculo para la formación de lectores, resulta
imprescindible, por una parte, poner en primer plano los propósitos referidos al aprendizaje
de tal modo que éstos no se subordinen a la necesidad de control y, por otra parte, generar
modalidades de trabajo que incluyan momentos durante los cuales el control sea
responsabilidad de los alumnos”.
(Delia Lerner- Leer y escribir en la escuela: lo real, lo posible y lo necesario)
En este apartado estudiaremos cómo se evalúa la competencia lectora en las distintas pruebas
externas nacionales e internacionales. Conocer el enfoque de dicha evaluación nos puede dar claves
de cómo trabajar dicha competencia en el aula.
Además, se pasan diferentes cuestionarios para obtener información a nivel: familiar, escolar, del
alumnado, del aula y nacional y autonómico.
51
Dada la importancia de la lectura en entornos digitales, la prueba PIRLS 2016, se amplió
incluyendo una evaluación de lectura basada en ordenador- ePIRLS. Para ello se usa un entorno de
Internet atractivo que presenta al alumnado de 4º curso de Educación Primaria tareas escolares que
simulan situaciones reales relacionadas con temas de Ciencias y Sociales.
Los resultados de las evaluaciones de PIRLS proporcionan una visión dinámica de las
políticas y prácticas educativas relacionadas con la lectura en los países participantes, planteándose
cuestiones de interés e indicando nuevas vías relevantes respecto a los esfuerzos de mejora de la
educación.
En la última edición de PIRLS, Canarias no participó.
52
En España se usa menos que en otros países la técnica de trabajo de lectura en parejas o
grupos pequeños.
PIRLS mide los niveles de rendimiento en comprensión lectora, a partir de cuatro puntos de
referencia o marcas de nivel de dificultad (internacionales que distinguen cuatro niveles de logro en
la competencia lectora:
• Nivel avanzado (más de 625 puntos).
• Nivel alto (entre 550 y 625 puntos).
• Nivel medio (entre 475 y 550 puntos).
• Nivel bajo (entre 400 y 475 puntos).
Se pueden encontrar más detalles acerca de estos niveles en el material adicional.
PISA
El objetivo principal de cualquier sistema educativo es que los ciudadanos sean capaces de
aunar su conocimiento básico y aplicado. El estudio PISA (Programme for International Student
Assessment, en inglés) contribuye de forma sistemática a evaluar lo que los y las jóvenes saben y son
capaces de hacer al finalizar su Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en más de 70 países del
mundo. España ha participado, desde su primera edición en 2000, aunque no con todas las
Comunidades. Este estudio muestral de evaluación educativa se centra en tres competencias
consideradas troncales: ciencias, lectura y matemáticas. Además, en cada ciclo se explora una
competencia innovadora, como la resolución colaborativa de problemas, en 2015, o la competencia
53
global, en PISA 2018. La competencia lectora en PISA 2018 se centra en dicha competencia en el
entorno digital.
La evaluación en PISA 2018 incluye escenarios en los que se proporciona a los y las
estudiantes un propósito general para leer una colección de textos temáticamente relacionados con el
fin de completar una tarea de nivel superior (por ejemplo, responder a una pregunta de integración
más amplia o escribir una recomendación basada en un conjunto de textos), junto con las unidades de
lectura ya tradicionales en PISA. El propósito de lectura establece un conjunto de metas o criterios
que los estudiantes usan para buscar información, evaluar fuentes, leer para comprender y/o integrar
a través de textos. El conjunto de fuentes puede ser diverso e incluir una selección de literatura, libros
de texto, correos electrónicos, blogs, sitios web, documentos de política, documentos históricos
primarios y así, sucesivamente. A pesar de que los mensajes y las tareas que se desarrollarán a partir
de este marco no podrán otorgar a los estudiantes evaluados la libertad de elegir sus propios
propósitos de lectura ni los textos relacionados con esos propósitos individuales, el objetivo de esta
evaluación es ofrecer a los examinados cierta libertad en la elección de ciertas fuentes textuales y
rutas, después de atender a los mensajes iniciales. De esta manera, dentro de las limitaciones de una
evaluación a gran escala, se puede evaluar la lectura orientada a objetivos.
54
Evaluación de la motivación, las prácticas de lectura y el conocimiento de las estrategias de
lectura de los estudiantes.
Motivación intrínseca e interés por la lectura: La motivación y el compromiso son
variables y palancas poderosas en las que se puede actuar para mejorar la competencia en
lectura y reducir las brechas de desempeño entre grupos de estudiantes.
Prácticas de lectura: Las prácticas de lectura se han medido previamente como las
frecuencias detectadas en la lectura de diferentes tipos de textos en diversos medios, incluida
la lectura en línea.
Conocimiento de las estrategias de lectura: La metacognición, capacidad de un individuo
para pensar y controlar sus estrategias de lectura y comprensión, tiene una correlación
significativa con la competencia en lectura y es sensible a la enseñanza y al aprendizaje. La
enseñanza explícita o formal de las estrategias de lectura conduce a una mejora en la
comprensión del texto y en el uso de la información (Cantrell et al., 2010). Más
específicamente, se supone que el lector o lectora se hace independiente del maestro o
maestra después de que estas estrategias se han adquirido y se aplican sin mucho esfuerzo.
Prácticas de enseñanza y apoyo en el aula para el progreso y compromiso con la
lectura: Existe una importante evidencia en la investigación que muestra que las prácticas de
aula, así como la enseñanza de estrategias de lectura, contribuyen a desarrollar las habilidades
de lectura. Además, el impulso y la asistencia que presta el profesorado en pro de la
autonomía, la competencia y la apropiación mejoran la capacidad para la lectura de los
estudiantes, la conciencia de las estrategias y el compromiso con la lectura.
55
Nivel 4: hasta 553 puntos
Nivel 3: hasta 480 puntos
Nivel 2: hasta 407 puntos
Nivel 1a: hasta 335 puntos
Nivel 1 b: hasta 262 puntos
Se puede consultar la tabla con la descripción resumida de los niveles en el material adicional (anexo
II).
En cuanto a los contenidos, estos se plasman en diferentes tipos de textos para evaluar el
dominio en comprensión y expresión y se convierten en el soporte de los contenidos. La selección de
los textos debe realizarse de forma coherente, con cohesión interna y adecuación al contexto y
situación. Atendiendo a la finalidad del texto se clasifican en:
Narrativo: la narración suele responder a las preguntas “cuándo”, en “qué orden” o “por
qué”. Este tipo de texto puede adoptar distintas formas; en esta evaluación será el cuento
la más utilizada.
56
Descriptivo: la información se refiere a las propiedades de los seres y objetos en el
espacio. Los textos descriptivos suelen responder a la pregunta “qué”. La descripción de
un lugar concreto, un personaje dentro de un cuento, o un objeto cercano y cotidiano son
ejemplos de textos descriptivos.
Expositivo: definiciones, explicaciones, resúmenes, ensayos expositivos, etc.
Instructivo: proporciona indicaciones sobre lo que se debe hacer. Las instrucciones
ofrecen indicaciones sobre determinadas conductas para llevar a cabo una tarea (normas,
instrucciones, reglamentos, leyes). También son ejemplos de este tipo de texto recetas,
diagramas, etc.
Atendiendo a su formato, en papel y/o digital, se pueden utilizar los siguientes tipos de textos:
Continuos: formados por oraciones que, a su vez, se organizan en párrafos. Los conectores
causales (por tanto, por esta razón, puesto que, etc.) indican relaciones de causa-efecto
entre las partes de un texto. Dentro de los textos continuos se incluyen los narrativos,
expositivos, etc.
Las pruebas tendrán carácter formativo, es decir deberán contribuir al conocimiento y mejora
del sistema educativo, facilitando orientaciones para las líneas pedagógicas educativas de los centros.
Igualmente, los resultados de esta prueba junto a los datos obtenidos en los procesos de evaluación
continua y otros instrumentos que se puedan determinar, servirán para adoptar las medidas de mejora
más adecuadas a cada alumno o alumna y centro.
57
4ºESO
58
Incorpora la autoevaluación y la coevaluación de las tareas lectoras como prácticas habituales.
Diversifica las herramientas de evaluación y elige la más adecuada: portfolio, escalas,
rúbricas, registros, etc.
Incluye actividades de metacognición para que el alumnado sea consciente qué aspectos
puede mejorar o en que otras situaciones puede utilizar las estrategias que son exitosas.
Llega a acuerdos con el resto del profesorado acerca de qué evaluar y cómo. Haz partícipe al
alumnado de lo que se espera.
La evaluación. Serie de vídeos del portal leer.es sobre la evaluación. La evaluación de la lectura en la
escuela tiene una doble función, por una parte, muestra los progresos de los alumnos y por otra
informa al docente sobre la consecución de los objetivos planteados.
Patrones textuales. Algunos problemas de comprensión lectora se deben a que el estudiante no
establece las conexiones adecuadas entre las partes. Felipe Zayas incide aquí en la necesidad de
establecer diferencias entre textos continuos y discontinuos. Aborda también los textos electrónicos
según los requerimientos de PISA.
Textos discontinuos. La lectura en el aula debe abordar diversidad de textos. Además de los textos
continuos que son más habituales y que siguen unos patrones de organización más conocidos por los
alumnos, la escuela no debe olvidar la lectura discontinua: tablas, estadísticas, gráficos, mapas, etc.
¿Por qué Singapur obtiene los mejores resultados en comprensión lectora? Ingrid Mosquera en
CICLIP. Singapur es conocida por el ya acuñado como Método Singapur de Matemáticas, situándose
en el puesto de honor de la conocida evaluación PISA. Sin embargo, pocas veces se destaca que esa
posición también se debe a su relevancia y buenos resultados en comprensión lectora, de lo que poco,
o nada, se habla.
Evaluación de la comprensión lectora: dificultades y limitaciones.
Estrategias de comprensión lectora: enseñanza y evaluación en Educación Primaria.
Herramientas TIC para crear rúbricas
Blog del INEE (Instituto Nacional de Evaluación Educativa)
59
Página web de la Agencia Canaria de Calidad Universitaria y Evaluación Educativa.(ACCUEE)
Recoge la información sobre las pruebas de diagnóstico y otras evaluaciones, así como un banco de
datos de las pruebas ya realizadas.
Pruebas de diagnóstico de todas las CCAA ordenadas por competencias
Si pensamos como adultos qué procesos ponemos en marcha para conseguir la lectura eficaz
de un texto, probablemente, nos referiríamos a las señales más superficiales del acto lector. Lo que
nos parece tan evidente, no lo es para el alumno o alumna con dificultades. Como ya hemos visto, la
lectura es un proceso muy complejo que necesita un entrenamiento específico. En este capítulo
abordaremos los problemas relacionados con la lectura y algunas estrategias que podemos aplicar en
el aula.
Con frecuencia se asocian los problemas de la lectura con la palabra dislexia, pero no todas
las dificultades lectoras son dislexia. A continuación, intentaremos aclarar su significado y
características.
7.1 La dislexia.
Una primera definición sencilla de la dislexia es la que nos dice que es el problema para
aprender a leer que presentan niños y niñas cuyo cociente intelectual es normal sin otros problemas
físicos, pedagógicos o psicológicos que puedan explicar dichas dificultades.
Tal como se expresa en la definición consensuada por la Asociación Internacional de Dislexia
(IDA, 2002; Lyon, Shaywitz y Shaywitz, 2003), esta se considera una Dificultad Específica de
Aprendizaje (DEA) de origen neurobiológico, caracterizada por la presencia de dificultades en la
precisión y fluidez en el reconocimiento de palabras (escritas) y por un déficit en las habilidades de
60
decodificación (lectora) y deletreo. Estas dificultades son consecuencia de un déficit en el
componente fonológico del lenguaje y se presentan de manera inesperada, ya que otras habilidades
cognitivas se desarrollan con normalidad y la instrucción lectora es adecuada.
De todas las DEA, si se excluyen los trastornos del desarrollo del lenguaje oral, la dislexia es
con mucho la más extendida y de mayor impacto personal, académico y social.
Conceptos erróneos sobre la dislexia
- Es un mito que las personas con dislexia "leen al revés”.
- La dislexia no es una enfermedad y, por lo tanto, no existe una cura.
- No es verdad que las personas con dislexia tengan un menor nivel de inteligencia.
61
Signos y síntomas de la dislexia
- Retraso en el aprendizaje del lenguaje.
- Confusiones en la pronunciación de palabras que se asemejan por su fonética.
- Falta de habilidad para recordar el nombre de series de cosas.
- Confusión en el vocabulario que tiene que ver con la orientación espacial.
- Alternancia de días "buenos" y "malos" en el trabajo escolar, sin razón aparente.
- Dificultad para aprender las rimas típicas del preescolar.
- Particular dificultad para aprender a leer y escribir.
- Persistente tendencia a escribir los números en espejo o en dirección u orientación inadecuada.
- Dificultad para distinguir la izquierda de la derecha.
- Dificultad de aprender el alfabeto y las tablas de multiplicar y en general para retener secuencias,
como por ejemplo los días de la semana, los dedos de la mano, los meses del año.
- Falta de atención y de concentración.
- Baja autoestima, frustración, impulsividad, periodos atencionales más cortos, inmadurez, falta de
planificación, etc.
- Escritura marcada por: omisiones, adiciones de letras o alteraciones del orden de las mismas.
- Desorganización en casa y en la escuela.
- Dificultad para copiar cuidadosamente en la pizarra y en el cuaderno.
- Dificultad para seguir instrucciones orales.
- Hay gran diferencia entre su organización y estructuración de sus pensamientos de manera oral y
escrita.
- Inconsistencias gramaticales y errores ortográficos.
- Gran dificultad para el aprendizaje de lenguas extranjeras.
- Aversión a la lectura y la escritura.
62
Figura 3: Extraído de Fundación Dislexia
Es importante señalar que no todos los estudiantes que tienen dificultades con estas
habilidades tienen que tener dislexia. Las pruebas específicas de lectura, el lenguaje y las habilidades
de escritura realizadas por un especialista es la única manera de poder confirmar el diagnóstico de la
dislexia. Se ha de insistir en la importancia de la detección precoz de estos déficits, antes de que
puedan derivar en otros tipos de problema. Ante la duda, es recomendable la derivación hacia el
equipo de orientación del centro. Nunca hay que perder de vista la presencia de una dislexia en todos
aquellos niños y niñas calificados de inmaduros.
Por esta razón, es importante que conozcamos las dificultades específicas relacionadas con la
lectura y sus características. En algunos casos serán debidas a una dislexia (se habla de una
incidencia aproximada del 7% de la población), pero en otros muchos casos no.
Las dificultades lectoras se clasifican en función de los errores principales que manifiestan.
63
Si los errores fundamentales que se cometen son de percepción y discriminación viso-espacial
entonces la dificultad se llama “de superficie”; si los errores son lingüísticos, la dificultad se conoce
como “fonológica”; y si las dificultades ocasionan errores de ambos tipos, entonces se denominan
“mixtas”. Finalmente, cuando los problemas que el lector o lectora presenta tienen que ver
exclusivamente con la comprensión, se denominan como dificultades “de comprensión lectora”.
Veamos sus características en la siguiente tabla:
64
palabras, signos y números. La conexión o ensamblaje de unos fonemas
En los procesos de inhibición de estímulos con otros en la lectura de sílabas y palabras.
en los que la discriminación perceptiva Los procesos de inhibición de estímulos en
visual está estrechamente vinculada a la los que la discriminación perceptiva
atención. auditivo-fonológica está estrechamente
En los procesos de automatización de la vinculada a la atención.
identificación y reconocimiento perceptivo La automatización de los procesos de
visual de letras, signos, números, grupos de conversión y recuperación fonológica.
letras y palabras completas. La representación de fonemas, grafemas y
morfemas en la memoria de trabajo
fonológica y en la memoria de largo plazo,
que permiten la recodificación fonológica de
las letras, las sílabas, las palabras y los
números, para poder realizar las tareas de
reconocimiento implicadas en la lectura, y
mantener activa en la memoria de trabajo el
sonido y la forma de las letras, las sílabas, las
palabras, los números, mientras tiene lugar
la búsqueda del significado, si es que se
conoce, en la memoria de largo plazo.
Mixtas De comprensión
Las dificultades ocasionan errores de superficie Los problemas que el lector presenta tiene que
y fonológicos. Las personas con este tipo de ver exclusivamente con la comprensión y
problemas presentan, por tanto, dificultades afectan a lectores y lectoras que no presentan
lectoras tanto visuales como fonológicas y no dificultades en el reconocimiento y acceso al
verbales como verbales, que afectan a: significado, con un CI medio o superior a la
Los procesos de identificación y media, y que, sin embargo, tienen problemas
reconocimiento implicados en la “ruta para llevar a cabo todas o algunas de las
visual”. operaciones mentales implicadas en el
Los procesos de identificación y procesamiento semántico: construcción de
reconocimiento implicados en la “ruta ideas, supresión de información no relevante,
fonológica”. inferencias, elaboración de estrategias de
La automatización e inhibición de estímulos comprensión y autorregulación del proceso de
no relevantes, tanto visuales como auditivo- comprensión.
fonológicos.
La representación en la memoria de trabajo
fonológica y en la memoria de largo plazo.
Como consecuencia de todas estas
dificultades, suele ser frecuente que estas
personas tengan además problemas de
comprensión.
Errores frecuentes en las dificultades lectoras Presentan:
“mixtas”: Dificultades en la elaboración de ideas:
Errores de base auditivo-fonológica. tienen problemas para elaborar ideas a
Errores de base viso-espacial. partir de la información del texto porque
Errores de significado conocidos como tienden a comprender “palabra a palabra”,
65
“paralexias”: por ejemplo, leen “mar” en lugar de procesar unidades de significado
donde pone “playa”, o “coche” donde pone completo ni formulan hipótesis globales
“vehículo”. Explicación: las dificultades para acerca del significado del texto.
descodificar palabras difíciles y/o Dificultades para suprimir información no
infrecuentes les llevan a establecer relevante: la supresión de información no
asociaciones de significado (apoyándose en relevante o redundante facilita la
el contexto, si es posible) y a recuperar comprensión de la información pertinente.
palabras frecuentes y más fáciles de Dificultades para realizar inferencias: Las
pronunciar. inferencias se basan en los conocimientos
No acceder al significado y lectura previos que se posea, lo que permite
incomprensible. comprender mejor el significado del texto; y
Si el lector invierte demasiado tiempo en también se basan en el conocimiento del
averiguar de qué letra se trata y qué sonido papel de señalamiento que desempeñan
le corresponde, entonces es muy posible ciertas palabras (por ejemplo: los
que “olvide” las letras o palabras que ha pronombres) para asumir el significado de
leído antes, de modo que la lectura se hará una parte del discurso ya emitida o para
incomprensible. La mayoría de las personas referirse a elementos presentes solo en la
pueden mantener activas en su memoria de memoria.
trabajo la representación de unas seis-ocho Dificultades para producir estrategias de
palabras, durante un tiempo no superior a comprensión lectora: Las estrategias de
unos seis segundos, pero si se emplea la comprensión lectora fundamentales son
mayor parte de ese tiempo en descodificar selección, organización y elaboración de la
una letra, entonces es muy posible que las información relevante.
anteriores se pierdan. Por ello es muy Dificultades para autorregular la
importante desarrollar la memoria de comprensión: La comprensión controlada es
trabajo y la atención, trabajando tareas de una característica de los lectores expertos.
memoria y de atención concentrada, y Las personas con dificultades específicas de
enseñando estrategias de uso que permitan comprensión son incapaces de autorregular
al alumno procesar más información. su comprensión.
Dificultades en el procesamiento
morfológico y sintáctico: El procesamiento
de las características morfosintácticas de las
palabras y las frases es complementario al
análisis semántico. Fruto de las experiencias
como hablante y oyente el lector tiene
conocimientos morfológicos y sintácticos
que le ayudan a comprender lo que lee.
Por su parte Moreno (2018) defiende que el modelo psicolingüístico de la lectura ignora los
beneficios del acto lector como un acto consciente donde entran en juego mecanismos de tipo
perceptivo, atencional y emocional, que junto al ámbito lingüístico trasladan a los lectores al plano de
lo abstracto, de lo imaginario. Solo cuando un niño o niña ponga en marcha de manera consciente las
herramientas y estrategias necesarias para el aprendizaje consciente de la lectura, dicho aprendizaje
será exitoso […] Por esta razón, plantea que la explicación secuenciada de los procesos lectores no
66
basta para justificar determinado tipo de dificultades y que debemos encontrar la causa de cómo se
puede leer sin comprender o, en el otro extremo, por qué hay niños y niñas que no consiguen
interiorizar las reglas básicas de la lectura. Y la explicación ha de hallarse en que existen unos
requisitos que subyacen a los aprendizajes cognitivos y como tal, los condicionan: las funciones
ejecutivas.
Las funciones ejecutivas son una serie de procesos cognitivos que vehiculan todos los
procesos de acción-aprendizaje. Son la acción coordinada de destrezas que nos permiten adquirir los
conocimientos de cada una de las experiencias y aprendizajes que vamos incorporando a lo largo de
nuestra vida.
El desarrollo de las funciones ejecutivas se favorece a través del lenguaje oral. Este
aprendizaje se produce de forma natural y progresiva, sin necesidad de memorizar o estudiar unas
reglas que deban aplicarse para conseguir un objetivo específico. El desarrollo de las funciones
ejecutivas y el lenguaje oral son procesos naturales y primarios, mientras que la aplicación de los
procesos que conforman las funciones ejecutivas a la lectura se trata de un proceso artificial y
aprendido donde se deben activar mecanismos conscientes para asegurar la adquisición de
conocimientos.
Para comprender el significado de un texto escrito necesitamos activar las funciones
ejecutivas, a saber: atención, memoria, espacialidad, organización, planificación, capacidad de
autoinhibición y secuenciación. En el siguiente cuadro podemos ver un resumen con la relación entre
las funciones ejecutivas y su implicación en el proceso lector:
FUNCIONES EJECUTIVAS PROCESOS LECTORES
Atención Análisis visual
Relación significante-significado
Memoria Retención de la información
Integración de relaciones léxico-semánticas
Secuenciación Asegurar la coherencia textual
Integración de las relaciones sintáctico-
semánticas
Inhibición/ Autorregulación Procesos de autocorrección.
Anticipaciones léxicas erróneas (lectores visuales)
67
potenciador o disminuidor de la actividad operativa atencional. Es decir, las emociones juegan un
papel fundamental en el procesamiento lector: si un lector o lectora produce un estado somático
positivo, entonces se activan las funciones ejecutivas implicadas […]
El éxito lector no se asegura al iniciar antes el aprendizaje de la lectura, ni al obligar a los
niños y niñas a realizar una lectura diaria. El éxito lector radica en la confluencia necesaria de las
habilidades lectoras básicas más la correcta aplicación de las funciones ejecutivas, al que se añade un
marcador somático positivo que las potencia. Por esta razón, se debería recalcar la importancia de
saber por qué se lee, y con qué propósito, ya que el fin lector condiciona las estrategias que se activan
para lograr la comprensión lectora, el acto lector. Podemos resumir estas ideas en la siguiente
ecuación:
68
Enfoques de aprendizaje por inmersión. Consiste en la inmersión de lectores poco
competentes en libros adaptados y atractivos, de buena calidad, de manera que el adulto lee
durante unos quince minutos, estimulando al niño o la niña a seguir la lectura señalando con
un lápiz o el dedo, deteniéndose a leer uno o dos párrafos interesantes y recibiendo ayuda tras
unos segundos de duda.
Otras prácticas:
Uso de audiolibros: seguir el texto en un audio puede ser un medio alternativo eficaz
para la lectura con apoyo externo.
Uso de textos de Lectura Fácil pensados para el acceso a la lectura de colectivos con
dificultades. Se puede acceder a su página aquí.
Ampliar el número de canales a través de los cuales el niño o la niña pueda aprender a
leer. Hemos visto que algunas dificultades lectoras se manifiestan en unas áreas u otras
y la respuesta a estos problemas puede ser “compensatoria”. Así los niños o niñas con
dificultades de base visual pueden leer por la ruta fonológica, razón por la cual la
incidencia de esta dificultad es muy escasa en nuestra lengua (se estima que no supera
el 5% de los alumnos que presentan Dificultades Específicas en el Aprendizaje de la
Lectura), y los pocos alumnos que la presentan suelen pasar desapercibidos si se les
enseña a leer por un método fónico. En cambio, los que presentan dificultades
fonológicas se ven obligados a leer por la ruta visual (cuyos procesos no están
alterados). De ahí que su lectura tienda a ser predominantemente lexical, razón por la
cual los métodos globales o naturales son los más indicados.
Garantizar la repetición constante de variaciones sobre el mismo material de manera
que los conocimientos y destrezas se automaticen.
Aumentar la autoestima. Tal y como comentábamos al principio del capítulo, a los
adultos que dan por sentadas sus propias capacidades lectoras les resulta difícil
69
comprender los sentimientos del niño o la niña al que le cuesta mucho trabajo leer,
sobre todo, el grado en que este hecho puede llegar a invadir toda su autoimagen,
Quizá por este efecto tan demoledor, las intervenciones que solo se mueven en el nivel
de elevar su autoestima pueden contribuir significativamente a mejorar las destrezas
de lectura.
En cuanto a las dificultades relacionadas con la comprensión de los textos podemos utilizar
estrategias para favorecer una lectura más activa, en las que la activación de los conocimientos
previos adquiere gran importancia y las estrategias para promover la comprensión y el aprendizaje a
través de los textos. Algunas de estas estrategias las hemos visto en el apartado dedicado a los
procesos y estrategias lectoras.
70
Dislexia. Protocolo de detección y actividades. Araceli Salas en CICLIP
En esta ponencia, Araceli Salas explicará algunas herramientas, recogidas en un protocolo, para poder detectar este
trastorno de aprendizaje y poder actuar en el aula. El alumnado con dislexia puede aprender y tener éxito, tan solo
debemos saber y conocer cómo afecta este trastorno a su proceso de aprendizaje, cómo poner en marcha las adaptaciones
metodológicas o de acceso que les permitirán aprender en igualdad de condiciones y cuáles son las metodologías más
indicadas.
Lectura y TDAH. Juan Cruz Ripoll en CICLIP
71
8. La competencia lectora en el ámbito organizativo y
social del centro.
“La lectura nos acompaña durante toda la vida y hay que fomentarla desde el primer
momento. La muerte de una sociedad es la muerte de la lectura. Una sociedad que no lee,
muere. […] Hay que enseñar a leer, a amar a la lectura porque, aunque suene retórico hay
que recordar que los seres humanos somos dos cosas: lenguaje y afecto. Hay dos vectores
que organizan la vida humana: la comunicación lingüística y la comunicación afectiva”.
Hemos visto hasta el momento la importancia del desarrollo de la competencia lectora, las
habilidades que los buenos lectores y lectoras necesitan, la presencia de actividades lectoras en los
currículos como parte de la competencia lingüística, cómo se evalúa, etc. Nos hemos centrado en el
ámbito curricular principalmente. A la hora de desarrolla el PCL del centro vamos a incluir estas
acciones, pero también vamos a ampliar la mirada a otros ámbitos como el organizativo y el social,
de manera que la lectura no quede como una tarea exclusiva del aula, sino que trascienda más allá
como una práctica social.
Muchas de las ideas que se exponen a continuación están recogidas en las Orientaciones para
el proceso de elaboración y desarrollo del plan de lectura, escritura y uso de la biblioteca escolar,
publicación de la Consejería de Educación del año 2013 con el fin de aportar algunas orientaciones
sobre las acciones que debían recoger los planes de lectura de los centros educativos, así como una
serie de indicadores sobre la concreción de prácticas relacionadas con dichas acciones. En este
sentido, hemos de decir que el PCL incluye al plan lector del centro por lo que si ya existiera uno en
el mismo que se ajustara a lo que hemos visto hasta ahora se puede integrar perfectamente en el
diseño final.
Atendiendo a los diferentes ámbitos, estas son las tareas que deberemos abordar en el centro.
72
Coordinación entre niveles, etapas, ámbitos, etc. sobre cómo abordar la competencia lectora.
Toma de acuerdos y revisión de los mismos periódicamente tomando como referencia los
currículos.
Uso de metodologías favorecedoras de la competencia lingüística y, concretamente, de la
competencia lectora.
Desarrollo de documentos de trabajo conjuntos para el profesorado y el alumnado: pautas
comunes, rúbricas, guías de lectura, lecturas por niveles, recursos de apoyo, etc. Muchos
centros consideran el plan de lecturas propuestas para el curso junto con el calendario un plan
lector. Como estamos viendo, es algo mucho más complejo que un listado. Además, va
incluido dentro del Plan de comunicación lingüística del centro.
Inclusión de prácticas lectoras transversales en LLEE.
Tratamiento a la diversidad con sugerencias y recursos para atender a todos y todas.
Prácticas lectoras transversales en el centro a través de trabajos y proyectos donde la
competencia lectora sea la protagonista.
73
Formación en aquellas necesidades formativas que se detecten mediante herramientas de
autoevaluación: cómo enseñar estrategias; cómo elaborar tareas lectoras competenciales, etc.
A continuación, ofrecemos un documento que puede ser de ayuda a la hora de establecer la situación
inicial del centro y las propuestas de trabajo sobre la competencia lectora para la elaboración del
PCL.
74
75
8.4 DOCUMENTO DE TRABAJO SOBRE LA COMPETENCIA LECTORA
ÁMBITO CURRICULAR
Conocimiento del Coordinación Uso de Desarrollo de Inclusión de Tratamiento a la Prácticas lectoras
propio currículo y sobre cómo metodologías documentos de prácticas diversidad con transversales en el
de su aportación a abordar la favorecedoras. trabajo lectoras sugerencias y centro a través de
la competencia competencia conjuntos para transversales en recursos para trabajos y proyectos
lectora. lectora. el profesorado y LLEE. atender a todos donde la
Toma de el alumnado. y todas. competencia lectora
acuerdos y sea la protagonista.
revisión.
LO QUE YA HACEMOS
En ella se menciona la lectura Pocos cambios respecto a la Ley Desarrolla de manera expresa
como una de las materias de los Moyano, más allá de incluirla la educación preescolar que
estudios generales. Asimismo, dentro de los conocimientos “tiene como objetivo
se legisla acerca de los libros de instrumentales y de incluir el fundamental el desarrollo
texto y de las lecturas escolares papel de difusor cultural del armónico de la personalidad del
indicando que “De los libros maestro en la localidad con niño.” En cuanto a los
que el Gobierno se propusiere actividades como “conferencias contenidos indica que “La
señalar para ejercicios de y lecturas sobre temas educación preescolar
lectura en la primera históricos, sociales y folklóricos, comprende juegos, actividades
enseñanza, se dará especialmente sobre los de lenguaje, incluida, en su
conocimiento a la Autoridad designados por la Inspección.” caso, la lengua nativa, ...”
eclesiástica con la anticipación Asimismo, señala que “Los
conveniente.” métodos serán
predominantemente activos
para lograr el desarrollo de la
espontaneidad, la creatividad y
la responsabilidad”
En cuanto a la etapa de
Primaria, habla del carácter
globalizador de la primera
etapa, frente a la moderada
diversificación en la segunda.
No hay mención expresa a la
lectura sino al “dominio del
lenguaje mediante el estudio de
la lengua nacional” y a que “el
contenido de las enseñanzas
tenderá a procurar una sólida
base cultural.”
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