Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1. DERECHO DE REUNIÓN
→ Artículo 21 CE:
Estamos ante un derecho fundamental que está relacionado con el derecho a la libertad de
expresión (art. 20 CE) y el de asociación (art. 22 CE).
1.2. TITULARIDAD
Por otro lado, existen algunos grupos de ciudadanos que tienen limitado el ejercicio de este
derecho. Estos son los miembros de las Fuerzas Armadas, los jueces y fiscales, y los
reclusos en centros penitenciarios.
En caso de que las autoridades consideren que en una reunión va a haber peligro de
alteración del orden público, podrán prohibirla o proponer modificaciones en la fecha
o el lugar donde se iba a realizar. Pero, de no ser aceptadas estas modificaciones
por los organizadores de la reunión, o la prohibición, estos podrán interponer un
recurso contencioso-administrativo en un plazo de 48h.
Supuestos:
Lógicamente, el artículo 22 CE, al igual que los restantes que reconocen derechos y
libertades, acepta un desarrollo legislativo para concretar los perfiles de su
contenido esencial. Fue en el año 2002 cuando se aprobó la LO 1/2002, de 22 de
marzo, reguladora del derecho de asociación (también conocida como LOA o
LODA). Esta se ocupa del régimen general de las asociaciones, pero ello no impide
que determinadas asociaciones tengan una regulación especial, como ocurre con
los partidos políticos, los sindicatos, las organizaciones empresariales, las iglesias y
congregaciones religiosas o las federaciones deportivas, entre otras. Entre estas, la
Constitución otorgará especial relevancia a los partidos políticos (art. 6 CE), los
sindicatos (art. 7 CE), que han sido denominados por Tribunal Constitucional
“asociaciones de relevancia constitucional” (STC 3/1981/1).
El Tribunal Constitucional ha destacado que este derecho tiene una doble vertiente:
positiva y negativa, tal y como expresó, por ejemplo, en la STC 5/1981/19 donde
manifestó que “el derecho de asociación, reconocido por nuestra Constitución en su
artículo 22.1 CE, comprende no sólo en su forma positiva el derecho de asociarse,
sino también en su faceta negativa, el derecho de no asociarse”.
Más allá del supuesto de los extranjeros, determinados grupos de ciudadanos tienen
limitado el ejercicio del derecho debido a la actividad profesional que desarrollan. Es
el caso de los militares y de los jueces y fiscales, que tienen condicionada su
libertad asociativa en relación con la función pública que desarrollan, pero no en
otros ámbitos de la vida social completamente ajenos a su actividad profesional. En
ambos supuestos, según el artículo 3 de la LODA, el ejercicio del derecho se regirá
por las normas específicas.
Uno de los cauces para proteger los derechos fundamentales es la reserva de Ley
Orgánica del art.81 CE; precisamente encontramos la LO 1/2002 del Derecho de
Asociación, conocida comúnmente como LODA que desarrolla el ejercicio del
derecho. Según esta disposición para poder crear una asociación se deberá llegar a
un acuerdo entre tres personas físicas o jurídicas sobre un fin concreto, el art.5
LODA apartado segundo continúa explicando que el acuerdo de constitución debe
incluir los Estatutos de la Asociación; “Con el otorgamiento del acta adquirirá la
asociación su personalidad jurídica y la plena capacidad de obrar, sin perjuicio de la
necesidad de su inscripción a los efectos del artículo 10”. Esto quiere decir que para
la válida constitución de la asociación tan solo se requerirá del acuerdo de
voluntades materializado en el acta fundacional que se adoptará en forma de
escritura pública o privada.
Otra de las cuestiones que son dignas de mención es que la inscripción no debe ni
puede funcionar como mecanismo de control previo, únicamente ha de limitarse a la
verificación reglada de los requisitos formales necesarios. Por consiguiente, no se
puede denegar la inscripción por cualquier defecto de origen material; estos
requisitos están presentes en los arts.24 ss. entre los que destaca el plazo de
inscripción de 3 meses (art.30.1) o los actos inscribibles (art.28) presentes en los
estatutos. Inclusive, esta labor administrativa se manifiesta en el silencio
administrativo positivo, por lo que si no se obtiene respuesta sobre la inscripción de
una asociación en el plazo de tres meses se entenderá estimada dicha solicitud.
Para poder atacar el aspecto material de las actas fundacionales o los estatutos
será un juez quien decida sobre la legalidad de estas. Sin perjuicio de todo lo
anterior el art 30.4 posibilita a la administración trasladar al Ministerio Fiscal la
existencia de posibles causas de ilegalidad el cual sí está legitimado para
emprender la causa judicial.
Tal y como señala el artículo; las asociaciones que posean una voluntad ilegal no
serán aceptadas como tales. Realiza una remisión a los delitos tipificados de forma
que encontraremos en el Código Penal los supuestos subsumidos a la condición de
delito.
Por último, nos topamos con las asociaciones paramilitares recogidas y prohibidas
en el artículo anterior y que se encuentran igualmente en el art.515 CP. Son
aquellas que adoptan las estructuras organizativas, comportamientos o signos
externos característicos de las organizaciones militares. Son asociaciones de civiles
(no forman parte del ejército) que crean asociaciones imitando el sistema militar.
Si nos fijamos en el art.37 LODA “El derecho de asociación regulado en esta Ley
Orgánica será tutelado por los procedimientos especiales para la protección de los
derechos fundamentales de la persona, correspondientes en cada orden
jurisdiccional, y, en su caso, por el procedimiento de amparo constitucional ante el
Tribunal Constitucional en los términos establecidos en su Ley Orgánica.”
Encontramos pues que, al reconocerse el derecho de asociación como derecho
fundamental gozará de las protecciones recogidas en el art.53 CE; incluido los del
apartado segundo ya que pertenece al grupo de los derechos fundamentales
fundamentalismos de la Sección I Capítulo II; estas medidas comprenden la reserva
de LO, recurso de amparo entre las más destacadas.