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MÁS DE 50

ACTIVIDADES
PARA BEBÉS
DE 1 AÑO

17 MARZO

@the_sanguitos_homeschool
Creado por: Nuria Cattáneo Cruz

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Más de 50 actividades para bebés de 1 año
Prólogo

Si estás leyendo este pequeño ebook, posiblemente tienes o pasas tiempo con uno o
más peques de 1 añito y te gustaría aprovechar vuestro tiempo juntos para hacer
juegos y actividades significativas, con las que el bebé disfrute y aprenda. Hace poco yo
me encontraba con esa misma inquietud, y dediqué bastante tiempo a buscar ideas
para hacer en casa con mis gemelos.

Decidimos que nuestros pequeños no irían al cole hasta los 3 años, pero consideramos
que la etapa de 0-3 tiene un gran potencial de aprendizaje, así que nos organizamos
para ofrecerles materiales y juegos sencillos pero útiles para distintos aspectos de su
desarrollo. Seguimos como guía la programación de una escuela infantil de nuestra
zona. Tratamos de dedicar tiempo a la motricidad gruesa y fina, actividades sensoriales,
arte (pintura y música), etc.

Y así fue como nació la "escuela en casa de los Sanguitos". Un año después, abrimos la
cuenta de Instagram @the_sanguitos_homeschool para compartir nuestras propuestas
durante el “2º curso” de los Sanguitos (un nombre cariñoso de nuestros bebés) en su
"homeschool". Pero también queríamos, de alguna manera, recopilar todas las
actividades que hicimos durante el primer "curso", y que puedan serviros de
inspiración.

“Ofrecerles materiales y juegos sencillos pero útiles


para distintos aspectos de su desarrollo (…) Tratamos
de dedicar tiempo a la motricidad gruesa y fina,
actividades sensoriales, arte (pintura y música), etc.”

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Así, nos lanzamos a escribir este recopilatorio y a seleccionar algunas fotografías que
pueden serviros para visualizar mejor nuestras propuestas. Para terminar esta
introducción, nos parece importante destacar algunas ideas:

- Cada niño es único y su ritmo de desarrollo también lo es, al igual que sus gustos,
carácter e intereses. Hemos recopilado las actividades que hicimos con nuestros bebés
en orden cronológico, es decir, exactamente en el orden en que las hicimos nosotros,
indicando la edad que tenían ellos en ese momento. Dicha edad se corresponde con la
primera vez que hicimos esa actividad, pero la mayoría de ellas las repetimos varias
veces en meses posteriores, y por supuesto, su forma de realizarlas iba evolucionando.
En cualquier caso, no toméis las edades como una norma. Lo mejor es que observéis los
intereses y habilidades de vuestros bebés para presentarles actividades que les atraigan
y que supongan para ellos un reto pero no una frustración.

- Si preparáis un juego y no le hace ni caso, guardarlo para más adelante, ya que es muy
probable que en otro momento sí le resulte interesante (otro día, a otra hora, o dentro
de varios meses). Es mejor no intentar obligarles a realizar ningun juego o actividad,
ya que posiblemente provocaremos más rechazo, y no estaríamos respetando los
ritmos del niño (lo que significa que habrá poco o ningún aprendizaje, y desde luego,
ningún disfrute por parte del bebé).

- Entonces, ¿cómo se comienza una actividad? En casa normalmente preparamos


el material en un lugar visible y accesible para los peques. Con un año, la mayoría de
materiales los presentábamos en el suelo o en la pared, pero siempre a su altura*.
Esperamos a que ellos se acerquen y observamos cómo interactúan. Si lo vemos
necesario, podemos aproximarnos y mostrarles con un pequeño gesto alguna
posibilidad de juego. Pero después, lo mejor que podemos hacer es sentarnos a su lado
y ver lo que a ellos se les ocurre, estando además disponibles para ayudar si nos lo
piden (intentando no adelantarnos). Cuando se cansen o se aburran, ellos mismos
dejarán la actividad.

*una excepción son las actividades en la cocina, que realizamos usando una torre de aprendizaje. Sin embargo,
el sistema es parecido. Al poner la torre junto a la cocina, ellos se acercaban y trepaban si tenían interés.
Cuando querían marcharse, estiraban los brazos pidiendo ayuda, ya que no aprendieron a bajar solos hasta los
2 años. Nunca deberíamos obligarles a permanecer sobre la torre cuando ya no tienen interés.

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- Todas las propuestas que encontraréis en este ebook proceden únicamente de mi
experiencia como madre que investiga y trata de enseñar cositas a sus bebés en
casa. No soy profesional de la educación, ni de pedagogía, ni tengo ningún tipo de
formación al respecto, más que libros y artículos leídos (siempre tratando de elegir bien
las fuentes). Es algo que cualquiera con interés y tiempo puede hacer, pero espero que
este recopilatorio de ideas pueda ahorraros algo de ese tiempo.

- Todas las actividades propuestas deben realizarse bajo la supervisión constante y


atenta de un adulto, para evitar accidentes. Sin embargo, os animo a dejar que
vuestros peques exploren aunque manchen y desordenen. Que los límites sean los
necesarios para la seguridad de los participantes, nada más (y nada menos).

-Creo que una de las “actividades” más valiosas que podéis ofrecer a vuestros bebés y
niños, de cualquier edad, es pasar tiempo al aire libre, en parques, si es posible
donde puedan observar flora y fauna (patos, peces, tortugas, mariposas, flores de
diversos tipos…) y contactar con la naturaleza: gatear o caminar descalzos por el
césped, tumbarse en la hierba a mirar las nubes o escuchar los pájaros, liberar energía
corriendo, saltando y trepando… Si queréis tener un “programa de actividades”
realmente completo, no olvidéis incluir en él una gran cantidad de tiempo al aire libre.

Así pues, comenzamos con las actividades, organizadas de la siguiente forma:

❖ Desde antes de los 12 meses Veréis que hay más cantidad de actividades en
❖ 12-13 meses los primeros meses. Esto se debe a que los
siguientes meses alternábmos propuestas
❖ 13-14 meses nuevas con actividades repetidas, en función de
❖ 14-15 meses lo que más les llamaba la atención en cada
momento.
❖ 15-16 meses
Además, durante los meses de julio, agosto y
❖ 16-17 meses septiembre (22-24 meses para nosotros)
❖ 17-18 meses pasamos mucho más tiempo al aire libre, por lo
que se reducen las actividades en casa (y las que
❖ 18-19 meses hacemos, son repetidas de las anteriores, no
❖ 19-20 meses añadimos nada nuevo). Aprovechamos para
buscar y organizar las propuestas para el
❖ 20-21 meses siguiente "curso", que empezamos en octubre.

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DESDE ANTES DE LOS 12 MESES
Hay algunas propuestas que podemos presentar a nuestros bebés incluso antes del año
de edad, y seguramente seguirán disfrutándolas durante muchos años más.

1. Lectura de libros
La primera vez que leímos en voz alta a nuestros bebés tenían menos de un mes de
vida. A partir de entonces, hemos intentado que los libros estén presentes en su día a
día. Podríamos clasificar los libros utilizados en dos tipos:

1. Libros de historias para leerles en voz alta. Con más texto que dibujos. Oraciones
largas y vocabulario no infantilizado. En general hemos intentado dedicar al
menos un rato al día a leerles, por ejemplo, mientras tomaban el pecho, antes de
dormir, o durante algunas comidas.

2. Libros de cartón fáciles de manipular y difíciles de romper. Con solapas,


desplegables, pop-ups… Muchas imágenes (preferimos las reales, pero
heredamos muchos libros así que hemos tenido de todo) y poco texto. Lo ideal es
tener una selección de estos cuentos expuestos donde los peques puedan verlos
y acceder a ellos libremente, desde el momento en que empiezan a gatear.

Este fue nuestro primer rincón de lectura, que ha ido


evolucionando con el tiempo para adaptarse a las
nuevas necesidades de nuestros peques.

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2. Instrumentos musicales
Como también podéis ver en la foto anterior, desde que empezaron a gatear, pusimos a
su alcance, para uso libre, una serie de instrumentos musicales: un tamborcillo, una
simarra, un pequeño piano, un xilófono, y una cesta con maracas, sonajeros,
castañuelas… Muchas veces les animábamos específicamente a usarlos reproduciendo
piezas de música clásica. Algunas piezas que podrían ser recomendables para bebés y
niños pequeños son:

- El Cascanueces, Tchaikovsky
- Intermezzo de Cavalleria
Rusticana, Pietro Mascagni
- Vals de la Bella Durmiente,
Tchaikovsky
- Las cuatro estaciones, Vivaldi
- Los Cuentos de Hoffmann,
Offenbach
- Claro de luna, Debussy
- Tocata y fuga en re menor, Bach
- Rapsodia, Rachmaninov
- Cuadros de una exposición,
Mussorasky
- El Barbero de Sevilla, Rosini
- El barberillo de lavapiés, Barbieri
- Sonata en re menor, Mozart
- Las bodas de Fígaro, Mozart
- Coro de los animales, Saint-Saens
- Himno de la alegría (9ª sinfonía), Beethoven

3. Pintura comestible
Antes de empezar a usar pinceles, y mucho antes de entender que la pintura no se
come, podemos dejar que nuestros bebés experimenten con los colores, preparando
pintura casera no tóxica. Es tan fácil como mezclar yogur con colorantes alimentarios, o
bien harina y agua con colorantes alimentarios. Por supuesto, antes de probar estas
actividades, habréis introducido el yogur o la harina en la alimentación del bebé para
comprobar que no le produce ninguna alergia.

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Podéis presentar la “pintura” de distintas formas. Nosotros lo hicimos en cuencos y
también en bolsas de plástico cerradas y con un pequeño orificio por el que salía la
pintura al apretar o sacudir. Es importante elegir un lugar que se pueda limpiar
fácilmente (suelo, paredes y mobiliario), como una terraza, o incluso dentro de una
bañera grande. Los bebés disfrutarán la experiencia al máximo si pueden estar
descalzos y sin ropa.

A la izquierda, cuencos con pintura de yogur de cuatro colores. A la derecha, pintura de harina y agua
presentada en bolsas… y un bebé descubriendo que puede pintar con los pies

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12 a 13 meses:

4 - Bloques de madera amarillos en una bandeja


Para aprender a reconocer los distintos colores, dedicamos varios meses a cada uno
por separado. Más tarde vamos introduciendo actividades de discriminación de
distintos colores. En nuestro caso, jugamos con el color amarillo de octubre a
diciembre, presentamos el rojo durante enero y febrero, el azul en marzo y abril, el
verde en mayo, y juntamos los 4 colores en junio.

Nuestra primera actividad de cada mes solía ser una bandeja llena de bloques de
madera del color correspondiente, para juego libre (ordenar y desordenar, hacer y
destruir torres, sacar de la bandeja y volverlas a meter, lanzarlas…).

Generalmente, la siguiente semana preparábamos otra bandeja con objetos diferentes,


recogidos de toda la casa, pero siempre del mismo color que estuviéramos trabajando.

5 - Despegar pegatinas gruesas de


una cartulina ondulada
El primer contacto con las pegatinas puede
resultar frustrante para un bebé si no elegimos
los materiales más adecuados. En nuestro caso,
vimos que la mejor opción era usar pegatinas
gruesas, con bastante relieve, y pegarlas sobre
cartones rugosos o carulinas onduladas. Según
vayan adquiriendo mayor habilidad, podemos
usar las mismas pegatinas gruesas sobre
cartulina o cartón liso. Progresivamente,
podremos ir usando pegatinas con menos
relieve.

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6 - Descolgar calcetines sujetos con pinzas

Tendemos algunos calcetines (nosotros utilizamos los que han perdido su pareja) a una
altura a la que puedan alcanzarlos poniéndose de pie o de rodillas. En función de su
habilidad y de sus gustos, podéis ofrecerles también un recipiente donde colocar las
pinzas y otro donde colocar los calcetines. Estas actividades relacionadas con el área de
Vida Práctica son muy útiles para poder incluir a nuestros peques en las tareas del
hogar lo más pronto posible (a los niños pequeños les encanta sentir que son útiles e
importantes en la familia).

7 - Pintar dentro de una bolsa hermética pegada al suelo

Esta actividad la veréis


muchísimo por Internet,
porque es una opción perfecta
para dejar que los peques se
diviertan con la pintura sin
manchar absolutamente nada.
Consiste en poner varios
chorritos de pintura (puede
ser tempera, acrilica, pintura
de dedos…) sobre una
cartulina, que meteremos con
cuidado dentro de una bolsa
hermética (como las de
congelar alimentos).

Después, la pegaremos al suelo (o a una mesa, si el niño lo prefiere), utilizando cinta de


carrocero por los cuatro laterales. El niño solo tendrá que ir esparciendo las manchas
de pintura con las manos, mezclándolas a su antojo.

Si antes de echar la pintura, ponemos sobre la cartulina unas cintas de carrocero


formanso el nombre del niño, podremos retirarlas cuando la pintura esté seca, y
quedarán unos bonitos carteles con sus nombres en blanco, rodeados de la mezcla de
colores.

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A la izquierda, podéis ver como empiezo a
quitar las cintas de carrocero ayudándome
de unas pinzas, para que se vea en blanco el
nombre: Daniel. Si vuestros peques son más
mayores, podrán hacer este paso ellos
mismos y seguro que les sorprende ver
aparecer su nombre.

8 - Pegamento casero y algodón

Muchas propuestas de actividad implican usar


pegamento, y es una experiencia estupenda para
los peques, pero los nuestros con 12 meses aún
chupaban mucho las cosas, especialmente lo que
fuera novedoso, así que no podíamos ofrecerles
una barra de pegamento normal. La alternativa fue
fabricar un símil de pegamento casero, con
productos alimenticios, que no fuera ningún peligro
para ellos.

Después, utilizamos este pegamento para rellenar


un dibujo de una nube con algodón, y por supuesto
para pringarnos los dedos y experimentar. El sabor
era bastante desagradable, así que no insistieron en
chuparlo.

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Para preparar el pegamento casero, usamos esta receta:

INGREDIENTES PROCEDIMIENTO

Mezclar el azúcar, la harina y el agua en una


• ½ vaso de azúcar cacerola, y calentar a fuego medio, hasta obtener
• 1 vaso de harina una masa espesa, homogénea y compacta. Después,
• ½ vaso de agua añadir el vinagre, remover y dejar enfriar. Guardar
• 1 cucharada de vinagre en un recipiente de cristal con tapa, en la nevera,
como máximo durante 2 semanas.

9 - Globos amarillos grandes pegados a distintas alturas

El objetivo es que tengan que alcanzarlos gateando, poniéndose de rodillas, o de pie. Si


los hinchamos bastante, serán más difíciles de agarrar, y posiblemente tengan que usar
las dos manos para sujetarlos y despegarlos, y así irán desarrollando también el
equilibrio (si aún no saben andar, como era nuestro caso).

Nosotros utilizamos cinta adhesiva de doble cara, para que fuera fácil despegarlos. En
cuanto al color de los globos, los pusimos todos amarillos porque era el color que
trabajábamos este mes, pero podéis usar los colores que queráis.

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10 - Despegar pelotas u otros juguetes del
suelo

Nosortos elegimos pelotas amarillas para seguir


trabajando este color, pero podéis utilizar cualquier
juguete u objeto que le atraiga a vuestro bebé. Los
pegamos al suelo usando tiras de cinta de carrocero (cinta
de pintor), y ellos fueron despegándolas. Es un buen
ejercicio para desarrollar la motricidad fina. Otra
variación sería pegar los objetos elegidos en una pared o
superficie vertical, para aumentar la dificultad.

11 - Piezas de goma eva en la bañera

La goma eva, cuando se moja, se adhiere fácilmente a las superficies lisas, como las
paredes de la bañera, los azulejos del baño, o un espejo. En Internet y tiendas
encontraréis muchos packs de letras, números o figuras de goma eva (foam)
especialmente diseñadas para el baño, pero os aseguro que conseguiréis el mismo
efecto comprando vosotros la goma eva y recortando las figuras que queráis. Sale más
barato y tendréis absoluta libertad para crear las figuras que más atraigan a vuestro
peque en cada momento. Podeís incluso hacer puzzles para montarlos y desmontarlos
durante el baño.

12 - Imanes de colores y recipientes para clasificarlos

Nosotros colocamos los imanes en una bandeja magnética, de forma que los bebés
tenían que ir despegando los imanes (algo más difícil que si los hubiéramos puesto en
una banceja normal, pero sería otra opción si vuestro peque aún no se maneja
despegando imanes). También os diré que las primeras veces que hicimos esta
actividad, ellos aún no sabían clasificar por colores. Yo dejaba que elijan y despeguen
un iman, y cuando ya estaba en su manita, se lo señalaba y le decía en voz alta el color.
Después, les señalaba el recipiente del mismo color, y repetía el nombre en voz alta. A
veces, echaban el imán ahí , otras veces lo ponían en un lugar cualquiera, o lo lanzaban.

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No pasa nada. Dejamos que disfruten con el juego, a su manera. Pero al comentar en
voz alta los colores, ellos lo iban asociando. Más adelante, ellos mismos empezaron a
clasificarlos correctamente.

13 – Botellas sensoriales

Un básico para bebés. Nosotros las rellenamos con


pompones, canicas, gomitas, bolas de hidrogel y
purpurina. Después metimos agua, mezclada con
colorantes en algunos casos y con aceite corporal en otros,
para modificar la densidad. Son un entretenimiento genial
para cualquier momento, y nosotros incluso nos las
llevábamos como recurso para viajes largos en coche.

14 – Huevos sorpresa de papel

Pegamos una foto de un animal en una cartulina. Por otra parte, recortamos un óvalo
de folio blanco, y lo pegamos sobre la foto, pero solo por los bordes. Hacemos dos
cortes perpendiculares en la parte central del “huevo”, de forma que quedan cuatro
picos de los que poder tirar para empezar a rasgar el papel. El niño irá rompiendo el
“huevo” hasta descubrir el animal que se esconde debajo.

Si queremos que la actividad sea lo más didáctica posible, podemos utilizar sólo fotos
de animales ovíparos. Nosotros elegimos, además, especies de color amarillo, por ser el
color que trabajábamos ese mes. Algunas ideas serían: peces, serpientes, pájaros,
lagartos…

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15 - Arena kinética

Presntamos la arena en una bandeja, junto con


recipientes y utensilios para hacer trasvases o
formas (moldes, rodillos…). Si tenéis dudas de que
vuestro peque se lo lleve a la boca, podéis hacer
una versión casera con elementos comestibles. Por
ejemplo, mezclando harina de trigo con aceite (una
medida de aceite por cada ocho de harina). Si
además le añadís colorantes alimentarios,
obtendréis “arena” moldeable de colores.

16 - Bandeja sensorial con arroz teñido


y legumbres secas

Este tipo de bandejas ofrecen la posibilidad de


experimentar con las distintas características de los
materiales que se ofrezcan. Mientras los peques
investigan, podríamos comentar en voz alta algunos
rasgos de lo que están tocando (los judías son grandes,
los granos de arroz son pequeños, las lentejas son
marrones, los judiones son suaves, los garbanzos son
redondos…). Como en otras ocasiones, podéis
ofrecerles también recipientes y utensilios para hacer
trasvases.

Para teñir el arroz, solo hay que poner un poco de


agua y colorante alimentario en una bolsa de congelar alimentos (hermética). Metemos
el arroz crudo y lo mezclamos todo bien. Escurrimos el agua y ponemos el arroz teñido
sobre papel absorbente. Dejamos secar al aire.

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17 - Cáscaras de limón para experimentar
libremente

Simplemente, aprovechar las mitades exprimidas de un


limón (también podéis ofrecer naranjas u otros frutos,
especialmente si tienen bastante olor y sabor), y dejar que
exploren mediante los 5 sentidos.

13 a 14 meses:

18 – Huevera, tapones de leche y gomets de colores

Colocamos gomets de diferentes colores en cada hueco de la


huevera y preparamos tapones de brick de leche marcados
con gomets de los mismos colores. Los ofrecemos para
clasificar. Inicialmente, los peques colocarán los tapones en
los huecos de la huevera de forma totalmente aleatoria, sin
fijarse en los colores. En ese punto es, igualmente, una
actividad interesante para desarrollar la motricidad
fina. Sin embargo, poco a poco podemos ir
señalándoles los nombres de los colores de cada gomet,
como hicimos en la actividad número 12, hasta que
ellos mismos lleguen a observar que existe una relación
entre los colores en los tapones y en la huevera.

19 – Tabla de motricidad con tapones

Usamos una tabla de madera fina o de cartón y


pegamos sobre ella varios cuellos de botellas con sus
respectivos tapones de distintos tamaños. Nosotros
elegimos botellas de leche, agua, refresco, champú y
crema. Los pegamos a la tabla con pistola de cola
caliente.

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Es muy probable que con un añito vuestro bebé no sea capaz de enroscar y desenroscar
los tapones, ya que este es un movimiento que se desarrolla mucho más adelante. Pero
sí podrán buscar el tapón que encaja con cada cuello de botella, y eso les mantendrá
ocupados y concentrados un buen rato.

Además, es un juego que evoluciona con ellos, ya que poco a poco irán adquiriendo la
habilidad de girar la muñeca para enroscar los tapones correctamente.

20 - Música y pompas de jabón

Las pompas suelen emocionar a todos los bebés, y podéis hacerlas comprando
pomperos o aparatos automáticos, o creando vuestro propio sistema casero,
encontraréis muchas ideas por Internet. Nosotros hemos probado de muchos tipos,
incluso salimos un día al parque a hacer pompas gigantes siguiendo un tutorial de
Youtube. Es una experiencia sensorial estupenda para peques, y creo que el hacerlo con
música de fondo la convierte en una actividad aún mas estimulante para los peques.
Nosotros usamos las piezas que ya hemos mencionado en el apartado de instrumentos
musicales y también la aplicación Memima Baby (antes Babywisetunes), que podéis
encontrar en PlayStore. Es una app de entrenamiento musical temprano para bebés,
donde podréis elegir ejercicios musicales para escuchar con vuestro bebé en función de
la actividad que estéis realizando (baño, relajación, lactancia, juegos, etc.)*.

*Esta NO es una colaboración con la empresa Babywisetunes, simplemente es una recomendación de algo que
a nosotros nos ha gustado y nos ha sido útil.

21 -Ceras y papel continuo en el suelo

Propuesta más que sencilla pero que encantará a la mayoría de niños y contribuirá a
desarrollar su creatividad y capacidad de expresión artística. Para sacarle el mayor
partido, os recomiendo preparar en el suelo una superficie de papel continuo lo más
grande posible (para que no sea fácil “salirse” del papel y pintar el suelo, ya que al
principio los trazos que hacen son muy amplios, sujetando la cera con el puño y
moviendo el brazo entero para dibujar). También conviene elegir ceras con una forma
fácil de sujetar por sus pequeñas manitas, como las ceras huevo o las ceras dedo (con
forma de cono y un agujero en la base), y que pinten sin tener que apretar mucho.
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Una buena idea para fomentar la autonomía de los peques y darles la libertad de
escoger en qué momento quieren dibujar, es preparar una zona de suelo (o una mesa
cuando ya se sientan cómodos utilizándola) en la que siempre haya un papel limpio
extendido y una cajita, bandeja o bote con pinturas que pueda usar libremente, sin
peligro para él ni para el entorno.

22 – “Recolectar” castañas

En otoño, en nuestra zona, encontramos por la


calle muchísimas castañas. Así que recogimos
unas cuantas y las aprovechamos para distintas
actividades. En este caso, creamos dos pequeños
arbolitos de cartulina que colocamos en la pared,
con unos tubos de cartón (del rollo de papel de
cocina) a modo de troncos. Sobre la cartulina
pegamos las castañas con cinta de doble cara.
Tiene la fuerza de adhesión justa para que no se
caigan solas, pero sean fáciles de despegar con la fuerza de un bebé.

Nuestros peques disfrutaron mucho con este juego. Despegaban las castañas y las
colaban por los “troncos”, las volvían a pegar… y también jugaron con ellas por el suelo.

23 – Bandeja sensorial
del otoño

En una bandeja presentamos


piñas, nueces, almendras con
su cáscara y castañas.
Permitimos el juego libre.
Además, nosotros
aprovechamos para practicar
los conceptos de "coger" y
"dar", diciendo siempre “por favor” y “gracias”.

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24 – Sacar los calcetines por el agujero

En este caso reciclamos una cajita de las de clínex o


tissues, que suelen tener una abertura redonda u
ovalada. La rellenamos con los calcetines desparejados,
esos que se quedan sueltos y nunca más se utilizan…
Para los bebés es super entretenido sacar y meter los
calcetines en la cajita, y es una propuesta muy
interesante para trabajar la motricidad fina.

25 – En otoño se caen las hojas

Aprovechando los paseos al parque, recogimos


hojas secas y las pegamos en la pared con cinta
de carrocero doblada sobre sí misma, con cinta
de doble cara o con “blutack”, simulando un
arbol otoñal. Nosotros creamos también un
arbolito con listones de madera pegados a la
pared con “blutack”, de forma que cuando los
bebés despegaron todas las hojas, parecía un
árbol invernal, con las ramas desnudas.

Así, les explicamos que en otoño, las hojas se ponen naranjas, amarillas, marrones… se
secan, y se caen. Podrán palpar las hojas y ver que son quebradizas. Romperlas,
sacudirlas, lanzarlas, etc. Todo esto son “pruebas” con las que nuestros bebés van
descubriendo el mundo y sus características.

26 - Pintar en pizarra "mágica"

Tener una pizarrita “mágica” (de las que se borran deslizando una pieza por el borde
inferior) siempre es una buena opción para que nuestros bebé se entretengan.
Enseguida aprenden a deslizar el borrador y disfrutan mucho haciendo garabatos una y
otra vez. Si además, tiene algunos sellos con formas, podrán probar distintas formas de
hacer dibujos con ellos. Una interesante manera de ir desarrollando su creatividad sin
que tengamos que preocuparnos de limpiar después.

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14 a 15 meses:

27 – Cada prenda de ropa en su lugar

Para este juego, dibujé un niño en un papel


grande y lo pegué en la pared. Por detrás,
pegué imanes en lugares estratégicos (pies,
cintura, hombros). Por otra parte, recorté en
cartulina varias figuras de ropa: una
camiseta, unos pantalones, calcetines y
zapatos. Todo ello adecuado al tamaño del
“niño” de la pared, y con imanes pegados
por detrás. Leímos juntos el libro “¡A
vestirse!” (Editorial Bruño, Proyecto 0 a 3
años) y despues jugamos colocando las
piezas de ropa sobre el niño de la pared,
cada prenda en su lugar. Como siempre, a los bebés les encanta repetir estas
actividades, así que la dejamos en la pared durante un tiempo para que pudieran pegar
y despegar las piezas libremente.

28 - Encajables caseros con imanes de la granja

Para este juego utilizamos una caja de imanes de


madera, de animales y elementos de la granja
(comprados en la tienda Ale-hop), que colocamos
sobre unas cartulinas para marcar sus siluetas y
recortarlas. Después, pegamos las cartulinas en
nuestros radiadores (que son metálicos), pero se
podría haber hecho en la nevera o en cualquier otra
superficie magnética. Les ofrecimos los imanes para
que fueran colocando cada uno en su hueco.

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Además, nosotros
relacionamos este
juego con otro de los
cuentos que más les
gustaba en ese
momento, “La granja”
de la Colección Casitas,
que presenta
elementos de la granja
en distintas zonas (el
establo, el corral, la
huerta…).

29 - Muñeco de nieve de fieltro

Usando dos piezas grandes de fieltro blanco,


preparamos un muñeco de nieve grande y lo
colocamos en la pared. Después fabricamos algunos
complementos de cartulina (sombrero, nariz, boca y
brazos). Colocamos trocitos de velcro en los lugares
donde irían dichas piezas, y también en la posición
de los ojos (usamos ojitos de plástico, de los que se
mueven, los venden para manualidades) y de los
“botones” (pompones). Los bebés jugaron a pegar y
despegar todos los complementos.

30 – Experimentamos con gelatina

Preparamos gelatina de color amarillo (por ser el color que


aún estábamos trabajando, pero podéis hacerlo del color
que más os guste, o incluso transparente) y la presentamos
en una bandeja, junto con algún utensilio que pueda servir
para manipularla, como palitos, depresores, cucharas…
Aunque posiblemente también les guste manipularla con las
manos.

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En nuestro caso, presentamos también, justo al lado, una bandeja con el arroz amarillo
que teñimos para la actividad nº16, previamente calentado en el microondas. Así
ofrecemos a los peques un contraste entre frío (la gelatina) y caliente (el arroz).
Disfrutaron mucho haciendo trasvases, mezclando el arroz con la gelatina, y en general,
explorando libremente.

15 a 16 meses:

31 - Pasta de sal

En un bol o palangana mezclamos


3 medidas de harina, 1 medida de
sal y 1 medida de agua.
Amasamos con las manos hasta
conseguir una masa homogénea y
no pringosa. Dejamos a los peques
manipularla y jugar con ella.
Podemos ofrecerles moldes,
palitos, cortadores… Aunque con
esta edad, nuestros peques se
limitaron a manosear la masa,
levantarla y soltarla hacia el suelo
para ver como caía, aplastarla…

Antes de terminar la actividad, hicimos una


pieza redonda y plana para tomarles las huellas
de las manos (también tomamos una huella de
la pata de nuestro perro). Dejamos sacar al aire
para guardar este bonito recuerdo. Una vez
seca la masa, se puede pintar.

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32 – Colar el tapón una y otra vez

Para este juego reciclamos tubos de cartón del papel de WC y


tapones de los de la “fruta de bolsillo”, pero os valdrá cualquier
objeto pequeño que tenga un agujero. Atamos el tapón con un
hilo, cuerda o lana, y lo pasamos por dentro del tubo de cartón,
de forma que puden colar el tapón por el tubo una y otra vez
sin perderlo. Es un juego infinito.

33 - Bandeja sensorial de nieve casera

En una bandeja mezlamos 3 vasos de bicarbonato con 1 vaso de agua fría. Si vuestros
bebés ya no se meten las cosas a la boca, podéis añadir un poco de purpurina para
darle a esta “nieve” un efecto más brillante.

Relacionamos esta actividad con el cuento


“Encuéntrame en la nieve” de Natalie
Marshall (Ed. Edelvives), por lo que añadimos
algunas piedras y una figura de foca, creando
así un pequeño ecosistema o minimundo
(muy sencillo, para no agobiarles con
demasiados elementos).

34 – Clavamos lápices en porexpan

Reciclamos una pieza grande de porexpan, ofreciéndoles varios lápices de colores para
clavalos, creando agujeros, volverlos a sacar, clavarlos de nuevo… Ideal para entrener a
los peques mientras fortalecen los músculos de las manos y los brazos.

35 – Clasificamos bloques según sus formas

Reciclamos una caja de cartón (elegimos una caja de zapatos de las que llevan la tapa
unida y se puede levantar para abrir la caja). Recortamos agujeros con diferentes
formas en la tapa (cuadrado, triángulo, círculo, rectángulo). Ofrecemos bloques de
madera para que los vayan colando por los agujeros correspondientes, según su forma.
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36 – Encontramos animales en la “nieve” (arroz)

Para esta actividad, recortamos fotos de


animales de revistas, y las escondimos
en una bandeja de arroz seco (crudo,
sin teñir, simulando que es la “nieve”).
Relacionamos esta actividad con el
cuento “Encuéntrame en la nieve” de
Natalie Marshall (Ed. Edelvives), por lo
que elegimos sólo imágenes de
animales polares, que aparecen en el
mismo libro. Cuando encontraban un
animal, yo mencionba en voz alta el
nombre y les ayudaba a buscar el mismo animal en el libro. Les ofrecimos también
recipientes para jugar a hacer trasvases con el arroz.

37 – Rasgamos el papel para encontrar los animales

Reutilizamos varios posters antiguos de animales polares (seguíamos trabajando con el


mismo cuento que hemos mencionado en las actividades anteriores, ya que fue su
favorito durante una buena temporada). Pegamos los posters en la pared, los cubrimos
con folios blancos, pegados con pegamento sólo por los bordes. Hacemos algunos
cortes en las zonas centrales, por donde puedan empezar a rasgar. Les dejamos ir
rompiendo el papel para descubrir los animales escondidos. Es una versión a lo grande
de la actividad de los “huevos” de papel (nº14).

23
38 – Propuestas de vida práctica

Esta no es una única actividad, sino una propuesta


general: incluir a los peques en las tareas cotidianas
de la casa. Cuando son muy pequeños, puede parecer
difícil incluirles en los trabajos de casa, pero hay
algunas cosas que podrán hacer enseguida. En
nuestro caso, empezamos a ofrecerles el participar
en estas actividades desde los 15-16 meses.

Nuestras primeras propuestas fueron:


• Hacer zumo de naranja con un exprimidor
eléctrico.
• Lavar verduras bajo el grifo.
• Frotar cacerolas, vasos o cuencos con un cepillo
largo en el fregadero.
• Añadir frutos secos a un bizcocho.

16 a 17 meses:

39 – Identificar objetos con las imágenes de un libro

En este caso, utilizamos un libro con imágenes reales


de objetos de la casa (Mini Álbum de la Casa, Larousse
Infantil). Previamente, preparamos una bandeja con un
montón de objetos que aparecían en el libro,
intentando que fueran lo más parecidos posible (en
cuanto a color y aspecto). Mientras pasaban las hojas
del libro, les animaba a buscar en la bandeja los
mismos objetos, y se reían mucho al encontrar uno
exactamente igual. Al mismo tiempo yo iba diciendo en
voz alta el nombre de cada cosa, de forma que iban
escuchando nuevas palabras. Aunque aún no hablen, debemos recordar que los
cerebritos de los bebés absorben todo lo que escuchan y ven.
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40 – Visualizamos las cantidades 1, 2 y 3

Por primera vez, presentamos una actividad relacionada con los números. Por
supuesto, es muy pronto para que entiendan el concepto numérico como tal, pero
como hemos dicho antes, sus cabecitas absorben todo lo que ven y sacan conclusiones
propias de todos los juegos y actividades, por lo que nunca está de más estructurar un
juego de forma que aporte algún aprendizaje significativo. Además, nos sirve a nosotros
de práctica para ir pensando formas creativas de trabajar las matemáticas de forma
manipulativa.

En este caso, pegamos 6 botes de actimel


(vacíos y limpios) sobre un cartón, formando
tres filas (una con un bote, la siguiente con
dos, y la última con tres). Al lado izquierdo
escribimos el número correspondiente a cada
cantidad. Ofrecemos 6 nueces en un cuenco.
La idea es colocar las nueces sobre los
botecitos de actimel, para visualizar
claramente cada cantidad. En voz alta
podemos ir contando, a medida que ponen y
quitan las nueces.

Además, relacionamos esta actividad con un


libro que les gustaba mucho, titulado
"Descubro los Números" (Ed. Bruño). Este
libro lo han usado los gemelos desde que
eran muy bebés, es de cartón, pequeño y con
solapas fáciles de manipular. Combina
imágenes de animales y objetos reales con colores muy llamativos para ir mostrando
los números del 1 al 10.

En cualquier caso, y ya que hablamos de números, decir que nosotros les hemos
hablado de los números desde muy pequeñitos, en el día a día, mencionándolos en
situaciones cotidianas, como: "te ponemos 1 calcetín y 2 calcetines, 1 y 2", "tenemos 4
animales, 1, 2, 3 y 4", etc. ) Así aprenden los números y el concepto de cantidad de
forma natural, poco a poco.
25
41 – Llenamos el colador de plumas de colores

Teníamos por casa un paquete de plumas de colores, y se


las ofrecimos a los bebés mostrándoles cómo meter los
cañones de las plumas (la punta) en los agujeritos de un
colador colocado del revés. Una interesante actividad para
la motricidad fina.

42 - Ambiente preparado: todo a su alcance

Una vez más, no se trata de una actividad concreta, sino una propuesta general que
podemos aplicar por toda la casa, pero nosotros hemos encontrado especialmente
interesante en el cuarto de baño. Preparamos el el bidé una zona de higiene personal
para los bebés, con sus cepillos de dientes, sus peines y un espejo. También a su altura,
colocamos una cesta con toallitas húmedas y pañales limpios. Con esta edad, ellos ya
pasaban mucho tiempo de pié, y no querían tumbarse para cambiar el pañal. Lloraban y
se quejaban mucho durante los cambios, así que llegó el momento de modificar el
sistema. Tener todo el material a su alcance
hizo que se sintieran incluidos en esta rutina.
Les cambiabamos el pañal de pie, junto al
bidé, y ellos mismos podían coger el pañal, las
toallitas, y tirar el pañal sucio al cubo. Su
actitud cambió completamente. Además, cada
día podían coger sus cepillos de dientes y
“limpiarse” (es decir, mordisquearlos), o
peinarse frente al espejo. Cosas que empiezan
como un juego, para convertirse en una rutina
agradable.

Como anotación, comentar que más adelante, después de cumplir los 2 años, ellos
mismos decidieron que preferían cambiarse el pañal tumbados otra vez. Cuando
íbamos a coger el pañal, salían corriendo hacia la cama, se tumbaban boca arriba y
levantaban las piernas.

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Desde nuestro punto de vista, es importante respetar la forma en la que ellos se
sientan mejor para cualquier actividad que implique su propio cuerpo, por lo que
aceptamos sus preferencias, siempre que sea posible. Para seguir permitiendo su
autonomía, preparamos un cajón a su altura, en su propia habitación, donde pueden
coger los pañales y las toallitas cuando quieran que les cambiemos el pañal. También
colocamos allí cada día dos conjuntos de ropa para cada uno (para elegir). La idea es:
adaptar el ambiente a cada etapa de vuestros bebés para fomentar su participación en
cada aspecto del día a día.

17 a 18 meses:

43 - Tarta de limón

Uno de los ambientes de la casa que más aprendizajes puede aportar a nuestros niños
es la cocina. Suele ser algo que a la mayoría de peques les atrae, si les damos la
oportunidad de participar de forma significativa, y especialmente, si les dejamos
experimentar y disfrutar.

Ésta fue la primera receta completa que


hicimos con los peques, para estrenar
nuestra torre de aprendizaje DIY. Este
elemento os será muy útil si vais a invitar a
vuestros niños a cocinar con vosotros a
menudo. Podéis comprar una, las hay
preciosas y personalizadas, algunas
convertibles, y las encontraréis fácilmente
por Internet. Pero también podéis fabricarla
en casa. Si os animáis con esta opció podéis
echar un visto a este link:
https://mamisigna.com/como-construir-tu-
torre-de-aprendizaje-por-menos-de-35e/

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Dicho esto, empecemos con la receta de la tarta de queso:

INGREDIENTES PROCEDIMIENTO

• 125 gr de galletas tipo Digestive Trituramos las galletas y las mezclamos con la mantequilla,
• 40 gr de mantequilla previamente derretida. Vertemos la mezcla en un molde y la
• 450 gr de leche condensada aplastamos hasta que quede completamente lisa. Enfriamos en la
• 400 gr de queso blanco untable nevera.
• 120 mL de zumo de limón
Mientras, mezclamos en un bol la leche condensada con el queso
• Mermelada de frambuesa,
blanco de untar, hasta que la textura sea uniforme. Añadimos el
fresa o frutos del bosque
zumo de limón, removiendo al mismo tiempo. Seguimos
removiendo hasta que la mezcla empieza a hacerse más sólida.

Vertemos todo en el molde, sobre la base de galleta, y metemos


de nuevo a la nevera, como mínimo durante una hora. Antes de
servir, cubrimos la tarta con la mermelada elegida, previamente
batida en un bol pequeño para que sea más fácil de extender.

Lo interesante de esta receta, es que muchos de los pasos


permiten la participación de los más pequeños: meter las
galletas en el vasito de la trituradora, apretar el botón
para triturarlas, mezclar con una cuchara las galletas
picadas y la mantequilla derretida, mezclar con varillas el
queso blanco y la leche condensada, exprimir los limones
(puede ser con exprimidor manual o eléctrico), verter el
zumo de limón y mezclarlo, batir la mermelada y
extenderla sobre la tarta, y finalmente, limpiar todos los
utensilios bajo el grifo. Un montón de actividades en una,
para trabajar la coordinación, la fuerza en las manos, y la
motricidad fina en general.

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44 – Ayudar a colocar la compra

Una actividad que también podríamos incluir en un apartado de “vida práctica”, y que
suele gustar a muchos niños, es ayudar a vaciar las bolsas de la compra. En nuestro
caso, los pequeños nos ayudaban pasándonos los paquetes de arroz, pasta, galletas,
cereales, etc. Mientras, les ibamos diciendo en voz alta el nombre de lo que nos daban,
así que ellos iban adquiriendo vocabulario, aunque aún no hablasen.

45 – Pintar con rotuladores de agua

Los primos de nuestros peques nos pasaron en herencia una alfombra de estas que
sirven para pintar con agua, pero solo traía un rotulador. Así que buscamos por internet
algunos cuadernillos para pintar con rotuladores de agua, y así conseguimos dos más.
De esta forma conocimos un nuevo recurso perfecto para llevar fuera de casa, cuando
necesitéis entretener a los niños, y sin ningún peligro de manchar o molestar a nadie.
Estos “rotuladores” se rellenan con agua tantas veces como necesitéis, y al pasarlos
sobre la alfombra o los cuadernos, aparecen los colores en el dibujo, “mágicamente”.

46 – Caminar entre dos líneas rectas y superar obstáculos

La mejor manera de trabajar la motricidad gruesa es, desde nuestro punto de vista, salir
al parque y permitir que los peques superen distintos retos, como trepar, subir y bajar
escalones, arrastrarse por puentes de cuerdas, etc. (todo esto desde el momento que
gatean, sin esperar a que caminen). Sin emabargo, hay días en los que el tiempo u otras
circunstanias nos impiden salir fuera todo lo que quisiéramos, y entonces puede ser
divertido presentarles algunos juegos en casa que les hagan moverse.

La actividad que os proponemos aquí la hicimos cuando


nuestros bebés ya caminaban, pero aún no tenían mucho
equilibrio. Utilizamos cinta de carrocero (porque se despega
muy bien y no deja marcas) para hacer dos líneas rectas en el
suelo, y les animamos a caminar entre ellas, siguiendo el
camino marcado.

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Una vez entendido, fuimos añadiendo obstáculos por los que
tenían que pasar haciendo equilibrio. Utilizamos libros, cajas
duras y cajas blandas. Se emocionaban mucho cada vez que
conseguían superar el recorrido, y repetimos el juego varios
días más.

47 – Clasificar bloques rojos y amarillos

Presentamos una bandeja con bloques rojos o amarillos (dos


colores que ya conocen), y preparamos dos cajas, una con
fondo rojo y otra con fondo amarillo. Actuamos como en otras acividades de
clasificación: dejamos que elijan un bloque, decimos en voz alta el color , y señalamos
la caja correspondiente, diciendo de nuevo el color. Con esta edad, nuestros bebés ya
iban entendiendo cada vez mejor el concepto de clasificar por colores.

48 – Enfriadores con formas de frutas

Existen unos enfriadores para bebidas que son de distintos colores y formas, llevan en
su interior un líquido que se congela y se descongela, y a los niños les llaman mucho la
atención. En nuestro caso, tenemos un pack de enfriadores con formas de frutas, de
diferentes colores (uvas moradas, plátanos amarillos, fresas rojas, etc.). Los utilizamos
para distintos juegos de clasificación, pero esta vez, no estábamos separando sólo por
colores, sino también por formas, lo que añade un grado de dificultad para los peques.

Al mismo tiempo, aumentamos el


vocabulario, conociendo los nombres de las
distintas frutas. También los utilizamos para
empezar a introducir los números (cuántos
plátanos tenemos? Vamos a contarlos: 1, 2,
3…).

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18 a 19 meses:
Con 18 meses, decidimos comenzar en casa nuestro Proyecto Familiar Bilingüe, es
decir, comenzamos a introducir el inglés en algunas rutinas y actividades con los bebés.
Quiero comentarlo en este punto porque, como explicaba en la introducción, he
redactado este ebook en orden cronológico. Sin embargo, si puedo daros una
recomendación sería esta: si queréis enseñar inglés a vuestros bebés, no esperéis a una
determinada edad. Empezar desde el principio, desde el primer día, o desde el
momento que os sintáis más cómodos. Los bebés tienen una capacidad innata para
aprender idiomas, y nunca es pronto para empezar a aprovechar esta capacidad.
Nosotros tardamos en empezar porque teníamos dudas sobre como hacerlo, pero hubo
un libro que nos ayudó a plantearnos la idea de criar bilinüe de una forma realista y
adaptada a nuestras necesidades. Es el libro: “Aprende inglés en familia: todo lo que
necesitas para ayudar a tu hijo a ser bilingüe” de Deanna Lyles. No tengo ningún tipo de
colaboración con su autora, simplemente es una recomendación desde mi experiencia.

Posteriormente, descubrí los podcast de Alex Perdel “Aventura Bilingüe”, que podéis
escuchar en Spotify, iTunes y otras plataformas. Si os interesa la crianza bilingüe os
ayudarán muchísimo a despejar dudas y os aportarán ideas prácticas para empezar a
aplicarla en casa.

En resumen, que a partir de Abril de 2019, repetimos muchísimas de las propuestas que
ya os hemos explicado, pero en inglés. También hicimos algunas nuevas propuestas:

49 – Plantar semillas en una bandeja con tierra

Con la llegada de la primavera, quisimos crear un pequeño huerto casero en nuestra


terracita, así que preparamos dos bandejas y ofrecimos a los peques una maceta
grande llena de tierra. Les animamos a coger un poco tierra de la maceta para rellenar
las bandejas. Después abrimos dos sobres con semillas de tomates y zanahorias, las
echamos sobre la tiera, y les mostramos como cubrirlas con algo más de tierra.
Finalmente, regamos las bandejas y las colocamos en una estantería.

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Debo decir que como experimento de jardinería, fue muy poco exitoso, ya que no nos
nació ninguna planta, pero como primer contacto de los bebés con la tierra, las semillas
y el concepto de regar, fue muy interesante, y a ellos les gustó mucho la idea, así que
nos quedamos con el objetivo de intentarlo de nuevo la próxima primavera.

50 – Ir a la biblioteca

Esta puede ser otra opcion para los días de lluvia, viento y frío, cuando es más
incómodo ir al parque, pero no queremos tener a los peques “encerrados” en casa.
Nosotros nos acercamos a la biblioteca infantil municipal de nuestra zona, y nos
sorprendió gratamente descubrir que organizaban cuentacuentos periódicamente,
algunos de ellos en inglés. Además, aprovechamos para visitar precisamente la sección
de libros infantiles en inglés y nos llevamos un par a casa. Así descubrimos la colección
de cuentos de “Maisy”, que ha sido la preferida de nuestros peques durante una buena
temporada. La mayoría de bibliotecas infantiles tienen cojines o módulos blanditos
donde sentarse a mirar o leer los cuentos, así que es un plan de familia súper
recomendable.

51 – Tirar y recoger una pelota por un túnel

Otra actividad de motricidad gruesa que podéis practicar en el parque (si hay algún
túnel) o en casa (comprando un túnel plegable, que por cierto, será un gran recurso
también para días de frío, lluvia o enfermedad). La idea es que el niño se coloque en un
extremo del túnel y el papá/mamá en el otro extremo. Le lanzamos una pelota por
dentro del túnel, el bebé la recogerá y nos la lanzará de nuevo por dentro del túnel.
Cuanto más grande sea la pelota, más fácil será para el peque recogerla y lanzarla, ya
que también rebotará menos. A medida que sea más hábil, podéis ir usando cada vez
pelotas más pequeñas y más saltarinas. El reto será más complicado para ellos, y veréis
como se parten de risa cada vez que se les escapa la pelota y tienen que correr a por
ella. Y si ya queréis hacerlo aún más difícil y divertido (cuando os parezca que están
preparados para ello), proponeros jugar con dos pelotas a la vez. En el momento que el
niño lanza la pelota por el túnel, vosotros le lanzáis otra también por dentro, de forma
que tiene que concentrarse rápidamente en recoger la segunda pelota. Todo un trabajo
de coordinación óculo-manual y risas aseguradas.

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52 – Hacer torres

Llega un momento en que los bebés quieren hacer torres con


cualquier cosa. Nosotros les propusimos hacer torres con los
rollos de papel de WC. Para ellos son fáciles de manipular,
ligeros y si se les cae la torre encima, no se hacen daño. Y
desde luego, es un material que todos tenemos en casa.

53 - Hacer pompas gigantes

Otra cosa que suele fascinar a todos los bebés son las pompas. Y seguramente vuestros
peques ya estén acostumbrados a los típicos pomperos pequeños. Así que seguro que
la versión gigante les encantará. Eso sí, mejor hacerlas en un espacio abierto como un
parque o jardín, o en una terraza donde sea
fácil limpiar el suelo (los charcos que dejan
estas pompas son muy pegajosos).

Primero, preparamos la mezcla: 1 cubo de


agua, 450 mL de lavavajillas , ½ kg de azúcar y
½ litro de cerveza. Removemos y dejamos
reposar mientras fabricamos el pompero.
Para ellos utilizamos dos listones o palos.
Pondemos una escarpia redonda en una
punta de cada listón. Cortamos una camiseta
elástica obteniendo dos tiras finas (una será
larga, lo máximo que podamos obtener de la
camiseta que tengamos, y la segunda tendrá
la mitad de longitud que la primera). Atamos
ambas tiras a las escarpias de los listones.

Sujetamos un listón con cada mano, metemos


las tiras de tela en el cubo, subimos los brazos
y vamos andando hacia atrás para que salga la pompa. Requiere un poco de práctica
pero es muy divertido. Si no veis muy claro el movimiento, mirar algunos vídeos de
Youtube, encontraréis muchos poniendo “pompas gigantes”.

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19 a 20 meses:
54 – Trasvases con agua al aire libre

Más de una vez aprovechamos el buen tiempo para sacar un pequeño cubo o
palangana al parque (o al jardín de los abuelos, o a la terraza), llenarlo con agua y jugar
libremente con palas, cucharas, recipientes... Si aún no hace mucho calor (como para
que se sequen con el sol), recordar llevar también una toalla y alguna ropita de cambio,
porque se mojarán seguro.

55 – Meter los anillos en el sujetarrollos

Un ejercicio genial para la motricida fina y con materiales


baratos. Utilizamos el tubo de cartón de cocina,
cortándolo en varios anillos para que los vayan
ensartando en el sujetarrollos. Yo lo hice así de simple,
pero podeís hacerlo pintando los anillos de cartón de
distintos colores (y ofrecer códigos de colores para que
tengan que imitar los patrones), o bien dibujar personajes
(por ejemplo, en un anillo la cabeza, en otro el tronco, en
otro las piernas, y en otro los zapatos). Se pueden hacer
muchos juegos diferentes con este material, según la
edad y los intereses de vuestros peques.

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20 a 21 meses:
56 - Juego libre con piezas sueltas de madera

Compramos por Amazon en oferta varios materiales de


madera natural, sin tratar, con forma de nins, vasitos,
bellotas y discos. En principio la idea era pintarlos y
encerarlos, para poder jugar con los diferentes colores,
relacionarlos, clasificarlos,ordenarlos… Pero les gustó tanto
el material así, al natural, que nunca llegué a pintarlos.
Creo que es una buena idea tener una caja, cesta o
bandeja con este tipo de piezas para ofrecer en cualquier
momento de juego libre.

57 - Pintar en el suelo sobre papel continuo

En esta ocasión la idea es ofrecer la mayor


superficie posible para poder pintar
libremente. Con 20 meses ya quisimos
ofrecer un nuevo material para pintar: las
acuarelas y algunos pinceles. Sin embargo,
uno de nuestros peques aún hizo algunos
intentos de chupar la pintura, así que
retiramos las acuarelas y ofrecimos unos
cuencos con colorante alimentario (mezclado
con un poquito de agua). Así conseguimos
continuar una actividad que disfrutaron mucho, sin frustrarnos por estar
continuamente diciendo “¡No lo chupes!”, “¡No te comas la pintura!”, “¡A la boca no!”.
Estas situaciones son agobiantes para nosotros y también para los bebés, así que mejor
pensar alternativas hasta que estén preparados.

Al principio, llegué a pensar que, al dejarles chupar las pinturas comestibles que ibamos
utilizando, nunca entenderían que la pintura no se come. Pero estaba completamente
equivocada. Llegó un momento en que, por desarrollo natural, dejaron de chuparla o
llevársela a la boca.
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Sobre los 2 añitos observé que ya se centraban en usar la pintura sólo para pintar, así
que empecé a usar por fin pinturas de dedos, acuarelas, témperas. Y no tuve que
insistirles en que no debían chuparlas porque es algo que han entendido ahora que
están preparados para ello.

58 – Pintar con hielos de colores

Utilizamos los restos de colorantes y agua de la


actividad anterior para hacer hielos con distintas
formas (rellenamos moldes de peces, estrellas,
etc. y los metimos al congelador). Después
extendimos papel continuo sobre el suelo (con
un plástico impermeable debajo) y usamos los
hielitos para pintar.

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