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Entrevistas para la admnistracion de test.

Pensamientos de la batería. distintos tipos de batería. secuencia de los test.


caracterización de las pruebas. dinámica de estas entrevistas.
Capítulo. III - Ocampo y Arzeno.

Cuando el psicólogo planifica la batería de test que utilizará, puede incluir dos
errores: alargar excesivamente el proceso o acortarlo demasiado.
En la planificación de la batería debemos pensar que el proceso
psicodiagnóstico debe ser lo suficientemente amplio como para comprender
bien al paciente, pero al mismo tiempo no debe excederse porque implicaría,
al igual que un acortamiento excesivo, una alteración en el vínculo psicologo -
paciente.

En el primer contacto con el paciente, algo ocurre que moviliza en el


psicólogo la determinación de administrar test. (en esto tiene mucho que ver
el tipo de relación predominante entre ambos) → si predominan elementos
negativos en el vínculo,el psicólogo puede optar por continuar la relación
administrando otros test para ver si la relación mejora. Si el vínculo ha sido
predominantemente positivo, puede ocurrir que el psicólogo lo prolongue
porque darlo por finalizado al psicodiagnóstico es sentido como una pérdida
que no tolera.
El problema consiste en establecer una dosificación adecuada de la cantidad
de entrevistas, y de las destinadas a los test, en especial.

En términos generales, la batería de tests proyectivos puede insumir entre


dos y cuatro entrevistas destinadas a examinar al paciente. en otros casos el
psicólogo ve al paciente solo una vez.
→ si el proceso se acorta demasiado, habrá déficit de información, sea cual
sea el material de tests utilizado.
→ si el proceso se prolonga demasiado, surgen eventualidades de
importancia que solo serán reconocidas si el psicólogo trabaja con un marco
de referencia psicoanalítico y admite la importancia de la transferencia y
contratransferencia en su relación con el paciente y sus padres. Cuando la
batería de tests se prolonga demasiado es porque en el psicólogo predomina
la sensación de impotencia frente al paciente. el paciente resulta recargado
en su labor (sean horas de juego, dibujos o producción verbal) → esto facilita
en él la fantasía de que lo que le ocurre es algo tan serio o complicado que
lleva al psicólogo a una exploración intensiva. la fantasía sería tener algo
raro, complicado y difícil de captar.
Aunque el paciente no tenga idea de cuanto dura comúnmente un
psicodiagnóstico, puede alimentar esas fantasías, pues el psicólogo,
involuntariamente, le transmite su inquietud, incertidumbre, curiosidad.

La devolución funciona como una expectativa que no se cumple, sobre todo si


la cantidad de entrevistas excede notoriamente lo estipulado por contrato. En
este sentido, el paciente funciona más como objeto de estudio como persona.
si no se trabaja con técnica de devolución de información, esa relación queda
inconclusa → la despedida entre ambos se produce como una gran incógnita
por parte del paciente y del psicólogo, y con un incremento de ansiedad
persecutoria, porque no se le ha dado la oportunidad de una experiencia
correctora de las fantasías.

Otro aspecto importante a considerar es lo que ocurre si finalmente se


recomienda psicoterapia: el modelo de vínculo que lleva internalizado el
paciente es perjudicial porque favorece fantasías de ser retenido y, al mismo
tiempo, frustrado en sus intentos de real acercamiento. si se prolongan las
entrevistas para administrar muchos test, perdura el temor a ser hurgado. Si
predominó la idealización en ese vínculo prolongado, el paciente llegará a
terapia con la fantasía de ser interesante, agradable y seductor que nadie
puede desprenderse de él.

Algo a señalar que es sumamente importante es la distorsión que el psicólogo


facilita en el paciente en un sentido o en otro (aumento de la idealización o de
la persecución) respecto del vínculo paciente-terapeuta sobre la base del
modelo que introyectó durante el psicodiagnóstico. Otro elemento negativo
que debemos señalar es que la prolongación del vínculo dificulta el pasaje
transferencial que el paciente debe realizar al comenzar su terapia → este
inconveniente se toma más en serio cuando la patología del paciente es muy
grave, su Yo es muy débil y sus defensas muy precarias.

Entonces dijimos que cuando el vínculo se alarga notablemente por iniciativa


del psicólogo es porque ha predominado en él un sentimiento de impotencia:
lo que siente es q no logra comprender al paciente y recurre a la
administración de otros tests, esperando que alguno le suministre la
respuesta ansiosamente buscada. Lo más adecuado en este caso es que la
extensión de la batería y el número de entrevistas iniciales y finales, se
mantenga constante. Esto supone en el psicólogo la posibilidad de aceptar un
límite para sí y poner un límite al paciente. Cuando se alarga la cantidad de
entrevistas con los padres, se rompe el equilibrio necesario de la relación con
ellos y con el hijo.
Cuando los padres dan mucho material y parece tener guardadas cosas
importantes, el psicólogo sigue concediendo entrevistas con el fin de reunir
datos que permitan una mayor comprensión del paciente, con el prejuicio
cuanto más detallada la bibliografía del paciente, mejor lo comprenderá.
olvida que un vínculo así prolongado con los padres puede convertirse en una
psicoterapia breve de pareja, donde los padres lo manejan a él estableciendo
con ellos una alianza. lo aconsejable en estos casos, es señalar a esos
padres la necesidad de contar con un profesional que los escuche y oriente al
margen de lo que haga falta para el hijo. → todo esto es si en la devolución
los padres evidencian en la dinámica misma de la entrevista o solicitar nuevas
entrevistas. generalmente verbalizan que algo no les cierra, o no quedó claro,
y necesitan conversar más. Esto pasa porque hay algunos padres que están
convencidos y esperan que el psicólogo trabaje bien, pero es necesario poner
un límite a esto o caeremos en errores ya señalados. Cabe agregar que
muchas veces retienen al psicólogo para demostrar que son buenos padres,
tratan de justificar interminables explicaciones acerca de lo que han hecho o
dejado de hacer. El psicólogo debe tener en cuenta estos elementos a los que
puede enfrentarse con la finalidad de comprender mejor a los padres y
fundamentalmente al hijo.

¿Qué ocurre cuando el proceso, en general, y la administración de test, en


especial, se acortan considerablemente?
Este acortamiento del proceso favorece la fantasía de que el paciente puede
depositar rápidamente los conflictos y preocupaciones en el psicólogo, quien,
además, es investido de atributos mágicos de comprensión de los mismos.
facilita en los padres una actitud tendiente a no sufrir alternativas del proceso,
a no exponerse a la movilización de angustia.
Este contacto fugaz empobrece la capacidad comprensiva del psicólogo.
Cuando el psicólogo planifica un contacto tan fugaz con el paciente y los
padres, podemos pensar que opera don una gran omnipotencia, sustentada
por el psicólogo o transferida a un determinado test. – esta actitud facilita que
lo que tiene enfrente es muy simple, fácil de captar. disminuye su capacidad
para sutilizar, estimula la tendencia a llenar los huecos de la producción del
paciente con sus propias proyecciones, aumenta la intolerancia para aceptar
lo que no se sabe, enfrentarse con dudas y carencias.
→ subyace un déficit de información que mueve en un caso a una búsqueda
de infinitas recurrencias y en negar la necesidad de suficientes recurrencias
que le permiten una buena síntesis de la problemática del paciente.
Planificación de la batería
Para planificar una batería es necesario pensar en tests que recojan el mayor
número de conductas posibles (verbales, gráficas y lúdicas) de manera que
se pueda comparar un mismo tipo de conducta disparada por distintos
estímulos o instrumentos y diferentes tipos de conductas entre sí.
Es muy importante discriminar la secuencia en que se administrarán los test
elegidos.
Debe esclarecerse en función de 2 factores → la naturaleza del tests y la del
caso en cuestión.
el tests que moviliza una conducta acorde con el síntoma nunca debe
administrarse primero (un tests verbal a un tartamudo, o uno de inteligencia a
una persona que consultan por dificultades intelectuales o un desiderativo a
un depresivo, esquizofrenico, moribundo o anciano para quien la vivencia de
muerte es algo tan presente) → utilizar esos test en primer término
supone colocar al paciente en la situación más ansiógena o deficitaria
sin el previo establecimiento de una relación adecuada. incurrir en este
error puede viciar todo el proceso psicodiagnóstico o imprimir un tinte
persecutorio que impida la emergencia de los aspectos adaptativos.

como regla general se recomienda reservar los tests más ansiógenos para
las últimas entrevistas de modo tal que el paciente no utilice toda su energía
en controlar la persecución así incrementada.

Los test gráficos son los más adecuados para comenzar un examen
psicológico, a menos que el paciente presente serios trastornos orgánicos,
graves alteraciones del esquema corporal, dificultades en el uso de las
manos, etc.
razones por las cuales se considera más apropiado comenzar con la batería:
al abarcar los aspectos más disociados, menos sentidos como propios,
permiten que el paciente trabaje más aliviado. Otro elemento que lo hace más
recomendable es el hecho de ser económicos en cuanto al tiempo que
insume su administración. (el entrevistado en los primeros minutos puede
concluir con la primera tarea que se le ha pedido) lo cual alivia al paciente,
modifica las fantasías con que ha llegado respecto al examen psicológico
(generalmente muy persecutorias).
La conducta gráfica guarda una estrecha relación con aspectos
infantiles de la personalidad y, según cómo sea el tipo de vínculo que el
entrevistado guarda con esos aspectos, se sentirá tranquilizado o irritado por
la tarea propuesta.
Si esta conducta fue normal en la infancia, la reacción será de alivio o agrado.
si la asocia con dificultades de algún tipo, reacciona con comentarios de
autojustificación, autocríticas o críticas hacia el psicólogo.
puede expresarse sin verbalizar su disgusto, con asociaciones en las que
muestra su molestia, o reaccionar con un bloqueo total o un negativismo
abierto y declarado.
En la mayoría de los casos el pedido de un gráfico significa para el
paciente enfrentarse con una tarea conocida que en algún momento ha
realizado. la simplicidad del material contribuye a tranquilizarlo (papel en
blanco, lápiz)
Dentro de los test gráficos se propugna como necesaria la inclusión de
distintos contenidos en cuanto al tema solicitado, comenzando por los temas
más ambiguos hasta llegar a los más específicos. por ejemplo → dibujo libre,
figura humana (machover), pareja (Bernstein), casa-arbol-persona (Hammer y
Buck), familia (Porot, Garcia Areno, Verthelyi)

En este sentido, si queremos extraer de los test gráficos toda la riqueza que
brindan, es importante administrarlos en forma sucesiva constituyendo un
todo que nos permita la comparación intertest gráficos, sin la interferencia de
estímulos que movilizan otros tipos de conductas y de asociaciones.(el
desiderativo o el Phillipson)
Esa comparación constituye un elemento diagnóstico y pronóstico a nivel de
conducta gráfica importante, ya que son estos test los que en distintas
investigaciones han resultado indicadores de incipiente patología y detectores
de remisiones tardías.
A través de la secuencia de test gráficos podemos apreciar si el sujeto
se organiza o se desorganiza cada vez más. Los test gráficos reflejan
aspectos más estables de la personalidad, los más difíciles de modificar.

No se deben incluir solamente test gráficos a la batería, porque una


patología muy intensa en los gráficos puede aparecer más morigerada
en los test verbales. por eso se recomienda no quedarse
exclusivamente con una muestra de la conducta gráfica del paciente.

Comparar la producción del paciente en los distintos gráficos es un recurso


que brinda elementos diagnósticos y pronósticos adicionales respecto de los
que da cada test por separado. Dentro de los test con consigna cerrada se
recomienda incluir el H.T.P porque permite explotar distintos niveles de
proyección de la personalidad: la proyección de aspectos más arcaicos está
en la figura del árbol, y los elementos menos arcaicos, en la persona.
La batería estándar
En una batería estándar deben incluirse dentro de los test proyectivos
aquellos que promuevan diferentes conductas. Por lo tanto, la batería
proyectiva debe incluir test gráficos, verbales y lúdicos.

En el caso de administrar a un adulto o adolescente una bateria


completa, se recomienda la siguiente secuencia:

1° entrevista:
tests gráficos: dibujo libre, pareja humana, test de la familia, y H.P.T (house,
tree, person). Si se presumen problemas de madurez o lesión orgánica,
puede ubicarse el Bender.

2° entrevista:
Rorschach y desiderativo, finalizando con el pedido de un recuerdo o un sueo
para no despedir al paciente con odo lo que ha movilizado este ultimo test.

3° entrevista:
Test de relaciones objetales de H. Phillipson

Si se trata de un niño la bateria completa sería:

1° entrevista:
hora de juego diagnostica.

2° entrevista:
test gráficos: los mismos que para el caso de adolescentes y adultos.

3° entrevista:
Rorschach y desiderativo, finalizando de la misma manera y por la misma
razón que en el caso del adulto o adolescente.

4° entrevista:
test de apercepcion tematica para niños (C.A.T.) o Phillipson en niños
mayores con una tendencia hacia intelectualización y rechazo hacia estímulos
más infantiles. para investigaciones complementarias, algunas veces se
administra el C.A.T. ‘ S por el Phillipson cuando se dan las condiciones de
fobia a los animales.

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