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PRESENTACIÓN

TRABAJO DE
BIA-151-1 MICOLOGIA MEDICA
TEMA
Micosis Sistémicas

ESTUDIANTE
Brithanny G. Adains Eusebio

MATRICULA
2020-0150

MAESTRO/A
Máximo Joel Santana Arroyo
Introducción

Las infecciones micóticas sistémicas o profundas, son infecciones por hongos cuya puerta

de entrada al cuerpo es habitualmente un sitio profundo como mucosas o un órgano

interno como el pulmón, tracto gastrointestinal o los senos paranasales, cuyo mecanismo

de diseminación es por vía linfohemática, con afección uní o multiparenquimatosa.

Dada su seriedad y problemas intratables, siempre representan un desafío para los

médicos. En cambio, el diagnóstico puede ser muy definitivo, especialmente cuando se

usa la histopatología, ya que la estructura parasitaria es la clave para la identificación.

Todas las de este grupo de enfermedades son causadas por hongos dismórficos cuya vía

de entrada son los pulmones. Sin embargo, en los países en desarrollo, el diagnóstico

puede confundirse fácilmente con tuberculosis, lo que retrasa el tratamiento oportuno.

Este grupo de enfermedades fúngicas también es peculiar porque ocurre en un área

epidemiológica muy limitada: la coccidioidomicosis en el norte de México y el sur de los

Estados Unidos, con solo casos aislados fuera de esta región desértica del mundo.

Coccidioides immitis en regiones fronterizas y C. posadasii, fuera de esta región desértica.


La coccidioidomicosis es una micosis profunda causada por dos hongos dimórfi cos

(bifásicos) denominados Coccidioides immitis y Coccidioides posadasii; se caracteriza por

una gran variedad de manifestaciones clínicas; en general se presenta como

coccidioidomicosis primaria pulmonar y coccidioidomicosis progresiva o diseminada, que

afecta piel, tejido celular subcutáneo, ganglios linfáticos, huesos, articulaciones, vísceras

y sistema nervioso central.

Sinonimia:

Enfermedad de Posadas, enfermedad de Wernicke, fiebre del desierto, reumatismo del

desierto, enfermedad del Valle de San Joaquín, granuloma coccidioidal.

Factores predisponentes:

Incluyen ser de raza negra o de origen étnico filipino, tener el VIH/sida, usar

medicamentos inmunosupresores, recibir trasplante de órganos, tener diabetes mellitus,

o estar embarazada.

Etiopatogenia:

La coccidioidomicosis es una enfermedad pulmonar o diseminada por vía hematógena

causada por los hongos Coccidioides immitis y C. posadasii; en general, se manifiesta

como una infección asintomática benigna o una infección respiratoria autolimitada.

Es importante citar que ambos agentes etiológicos (C. immitis y C. posadasii) producen la

misma enfermedad y tienen características fenotípicas similares, por lo que sus

diferencias sólo son genéticas y de distribución geográfica; debido a lo anterior, el

comportamiento clínico-micológico es igual, de aquí que algunos autores aún no acepten

esta clasificación, considerando a C. posadasii como una simple variedad de C. immitis.


Cuadro Clínico

Sesenta por ciento de los sujetos que se infectan con Coccidioides sp., cursan

asintomáticos, o presentan un cuadro indistinguible de una infección banal de vías

respiratorias superiores; la única evidencia de infección en este caso suele ser la

conversión de la prueba cutánea con coccidioidina o esferulina. En el resto de los casos,

la sintomatología aparece después de aproximadamente tres semanas de haber

adquirido la infección. La presentación típica se caracteriza por la presencia de síntomas

generales (fiebre, diaforesis, anorexia, artralgias) y respiratorios (tos, expectoración,

dolor pleurítico). Con frecuencia se presentan diversos tipos de dermatosis,

principalmente eritema nodoso o eritema multiforme. Este cuadro se conoce también

como Fiebre del Valle (refiriéndose al Valle de San Joaquín en el estado norteamericano

de California, área hiperendémica de CM) o Reumatismo del Desierto. La presentación

pulmonar aguda suele ser indistinguible de la neumonía bacteriana adquirida en la

comunidad. Los hallazgos radiográficos del tórax incluyen opacidades de espacio aéreo,

derrame pleural y adenopatía hiliar y/o mediastinal. En la mayor parte de estos casos es

posible, si se intenta, observar las esférulas en fresco en la expectoración, o aislar en

cultivo a Coccidioides sp. La infección primaria aguda suele ser autolimitada.

Aproximadamente un 5% de los pacientes con infección primaria presentarán secuelas

pulmonares (cavitaciones de pared delgada o nódulos) invariablemente asintomáticas.

En ocasiones, sobre todo en pacientes diabéticos o con compromiso inmunológico, la

participación pulmonar no se resuelve espontáneamente y progresa con persistencia de

la fiebre, la pérdida de peso y de los síntomas respiratorios. Las radiografías del tórax
revelan una combinación de alteraciones de tipo inflamatorio y fibrosis, incluyendo

cavitaciones biapicales. En pacientes inmunocomprometidos, por ejemplo, con infección

por VIH, linfoma o los sometidos a trasplante de órganos, el involucro pulmonar suele ser

difuso debido a la diseminación hematógena, lo que obliga a buscar lesiones

extrapulmonares de manera más exhaustiva.

Estudio micológico

Cultivos

Debido a lo infectante del hongo, los medios de cultivo sólo deben realizarse en

laboratorios de especialidad, o con las medidas adecuadas, de preferencia con el empleo

de campana de seguridad nivel III. C. immitis y C. posadasii crecen entre 4 a 8 días a

temperatura ambiente en los medios de cultivo habituales de agar Sabouraud y

Sabouraud más antibióticos; deben sembrarse en tubos y nunca en cajas de Petri. Las

colonias características son: blancas, vellosas, secas, ilimitadas, fáciles de confundir con

muchos hongos; en algunas ocasiones, al envejecer algunas colonias toman tonos pardos.

Los exámenes directos se deben practicar de preferencia de las colonias jóvenes, para

evitar que los artroconidios estén más sueltos y sean transportados por el aire; para

prevenir esto, se puede inyectar a través del tapón del medio de cultivo un poco de

solución salina estéril o solución formulada al 5%, en caso de que después se requiera

viable al hongo o no. Es importante citar que la coccidioidomicosis es la décima

enfermedad que se adquiere en el trabajo de laboratorio; por eso es básico esmerar los

cuidados en el manejo de estas cepas; Stevens et al., publicaron una guía sobre cómo

trabajar y qué hacer en el caso de exposición a Coccidioides sp. Al microscopio se

observan abundantes hifas con gran cantidad de artroconidios, que se encuentran


separados entre sí por una membrana delgada y clara llamada artículo; esta estructura

es trascendental para diferenciarlo de otros hongos contaminantes similares como

Geotrichum sp. y Neurospora sp. (Monilia sp.).

Tratamiento

El tratamiento depende del estado de gravedad del paciente

Los casos leves suelen desaparecer sin necesidad de tratamientos. Si los síntomas no

mejoran, puede ser necesario el uso de antimicóticos.

Histoplasmosis

Micosis profunda o sistémica causada por un hongo dimórfico denominado Histoplasma

capsulatum var. capsulatum, que afecta el sistema reticuloendotelial. Por lo regular se

inicia a nivel pulmonar y después puede diseminarse a diferentes órganos.

Sinonimia

Histoplasmosis capsulati, histoplasmosis americana, enfermedad de Darling, citomicosis,

reticuloendoteliosis, enfermedad de los murciélagos, fiebre de las cavernas y minas,

enfermedad de los mineros y espeleólogos.

Factores de predisposición

Son importantes sobre todo para la forma progresiva y crónica: la corticoterapia,

leucemias, linfomas y alcoholismo crónico; la asociación con la infección del VIH/SIDA es

importante y se puede presentar en áreas endémicas en porcentajes mayores a 10%.

Cabe mencionar que existen pequeños brotes microepidémicos en ciertos grupos, como

espeleólogos, mineros y recolectores de guano.


Etiopatogenia

1. Agente etiológico: hongo dismórfico Histoplasma capsulatum. Las esporas son

fagocitadas por los macrófagos pulmonares, el hongo puede causar reacciones

granulomatosas (también reacciones necróticas, a veces quistes con calcificación de las

lesiones).

2. Reservorio y vías de transmisión: se encuentra extendido por todo el mundo excepto

por la Antártida, localizándose principalmente en regiones intertropicales, con mayor

frecuencia en los valles de los ríos de las regiones orientales de América del Norte y del

Sur, en los países de Oriente Próximo, en la India y en el Sudeste Asiático. Se acumula en

el suelo húmedo y en los excrementos que se hallan en las cercanías de los nidos de aves,

gallineros y cuevas en las que se encuentran murciélagos. La infección se inocula por vía

respiratoria a través de la inhalación de esporas. No se transmite entre humanos.

3. Factores de riesgo de la infección: gran dosis infectante, estado de inmunosupresión.

4. Período de incubación: 3-17 días.

Cuadro clínico

La histoplasmosis es a menudo leve y sin síntomas. Si usted se enferma, por lo general

afecta a sus pulmones. Los síntomas incluyen malestar, fiebre, dolor de pecho y tos seca.

En casos severos, la histoplasmosis se propaga a otros órganos, lo que se llama

diseminación de la enfermedad.

Estudio micológico

Examen directo
Es poco útil, debido a que las levaduras de H. capsulatum, var. capsulatum, son muy

pequeñas e intracelulares y por lo general pasan inadvertidas.

Cultivos

El material recolectado, como esputo, aspirado bronquial, exudados, etc., se siembra en

medios de Sabouraud, Sabouraud con antibióticos y extracto de levadura agar. Se incuba

a 28°C, y en un tiempo promedio de una a dos semanas se pueden obtener dos tipos de

colonias: A y B. La primera corresponde a una cepa blanca (A de albina) y la segunda es

café-pardo (B del inglés brown); ambas tienen un aspecto velloso, limitado, surcado y

seco; en México predomina este último tipo de cepa. La micromorfología de las dos varía

un poco; sin embargo, las cepas B presentan más los típicos macroconidios espiculados,

también descritos como digitiformes, tuberculados o equinulados, con pared gruesa,

similares a “rondanas de reloj” o “corcholatas abiertas”, además de microconidios sésiles

o adheridos a la hifa, también llamados microaleurioconidios (frecuentes en cepas A). Es

importante mencionar que existen dos hongos contaminantes comunes, los cuales llegan

a producir conidios equinulados, como son Sepedonium sp. y Chrysosporium sp., por lo

que hay que diferenciarlos de H. capsulatum mediante las pruebas de dimorfismo. Las

características micológicas serán tratadas más adelante.

Tratamiento y profilaxis

Existen tres tipos de terapia; se seleccionan de acuerdo con la variedad clínica de

histoplasmosis, así como el estado general que guarde el paciente.

1. Sulfas. Recomendadas para la histoplasmosis progresiva crónica; se utilizan sobre

todo Sulfas de eliminación lenta, como sulfametoxipiridazina y

sulfametoxidiazina, a dosis de 20 mg/kg de peso por día. Esto equivale en un


adulto normalmente a 1 y 1.5 g/día; con esta terapia, Negroni et al., comunicaron

éxito terapéutico hasta en 70% de los casos, con algunas recidivas; estos autores

mencionan también el manejo de otro tipo de sulfas como sulfametoxazol-

Trimetoprim a dosis de 400 y 80 mg, según corresponda. El tiempo promedio de

terapia es de 1 a 2 años.

2. Anfotericina B. Sigue siendo el tratamiento de elección para los casos graves y

diseminados, enfermos inmunodeprimidos (neutropénicos) o con SIDA, o bien

que no hayan respondido al tratamiento de sulfas y derivados azólicos. La dosis

recomendada para anfotericina B tradicional (desoxicolato) es de 0.25-0.75

mg/kg/día y en algunos casos se puede dar hasta 1 mg/kg/día; las indicaciones de

administración y manejo, por su alta toxicidad, se mencionan en el capítulo

correspondiente a la coccidioidomicosis.

3. Azoles. Recomendables para casos de histoplasmosis diseminada crónica o aguda.

El itraconazol es uno de los fármacos con mejor respuesta; según las Guías

Norteamericanas para el Tratamiento de Histoplasmosis es el de elección para los

casos leves y moderados; se administra por vía oral a dosis de 200-400 mg/día en

reducción; en general es un medicamento bien tolerado y la mayoría de los casos

pulmonares o cutáneos responde bien.


Paracoccidioidomicosis

Micosis sistémica de curso agudo, causada por un complejo de hongos termo-dimórfi cos

denominado Paracoccidioides brasiliensis; se caracteriza por lesiones pulmonares

primarias, casi siempre asintomáticas, de donde se disemina a mucosa orofaríngea,

ganglios linfáticos, piel y diversos órganos de la economía.

Sinonimia

Granuloma paracoccidioidal, blastomicosis sudamericana, blastomicosis brasileña,

enfermedad de Lutz, enfermedad de Lutz-Splendore-Almeida, blastomicosis

latinoamericana.

Factores de predisposición

No se requieren factores de predisposición para desarrollar la enfermedad, debido a que

el agente etiológico es un patógeno primario; sin embargo, muchos pacientes cursan con

enfermedades crónicas como tuberculosis, alcoholismo, o bien están desnutridos. La

enfermedad se puede presentar con un comportamiento oportunista en individuos con

diversos tipos de cáncer e infección por VIH/SIDA.

Etiopatogenia

El agente etiológico, Paracoccidioides brasiliensis, es un hongo termo-dimórfico; con base

en estudios de biología molecular, se considera que pertenece a un complejo que incluye

tres especies crípticas: PS1, PS2, PS3 y una nueva especie, Paracoccidioides lutzii. Son

clasificadas en la familia Onygenacea, orden Onygenales, división Ascomycota. No se han

reportado fases teleomórfi cas o sexuadas.


La patogenia de esta enfermedad no está bien establecida; se inicia por la inhalación de

diversas estructuras micóticas, los propágulos, los cuales están compuestos por

fragmentos de hifas con microconidios y clamidoconidios a través de la vía respiratoria,

lo que genera el primo-contacto pulmonar, caracterizado por una reacción inflamatoria

aguda; después se infectan los ganglios linfáticos hiliares.

Cuadro Clínico

La paracoccidioidomicosis tiene diversas clasificaciones; por su comportamiento clínico y

el grupo de edad al que afecta, es factible dividirla en: a) Forma aguda/subaguda. Llamada

también forma juvenil; se presenta en 5-10% de todos los casos y afecta a niños, jóvenes

y adultos menores de 30 años; se caracteriza por un curso rápido que va desde algunas

semanas a meses y afecta diversos órganos (sistema reticuloendotelial) como bazo,

hígado, ganglios linfáticos y médula ósea. Las manifestaciones clínicas más comunes son

fiebre, pérdida de peso, y aumento de volumen de los ganglios linfáticos; en los casos

más graves, hepatomegalia y esplenomegalia y alteraciones de la médula ósea.

b) Forma crónica. Llamada también forma adulta; en 90% de los casos, afecta a varones

mayores de 30 años; su desarrollo es lento, desde meses hasta años; puede ser unifocal

(pulmonar) o bien multifocal, que es lo más característico, afecta pulmones, mucosa de

tracto respiratorio superior, orofaringe, piel, ganglios linfáticos y glándulas suprarrenales.

En menor proporción se pueden afectar sistema nervioso central, huesos, genitales, ojos

y corazón.
Blastomicosis

Micosis de curso subagudo o crónico causada por un hongo dimórfico denominado

Blastomyces dermatitidis, caracterizada por la formación de lesiones granulomatosas y

supurativas en pulmones, piel y huesos.

Sinonimia

Blastomicosis norteamericana, enfermedad de Gilchrist, enfermedad de Chicago, micosis

profunda de los perros.

El factor clave de riesgo para esta enfermedad es el contacto con el suelo infectado. Casi

siempre afecta a personas con el sistema inmunitario debilitado, como quienes tienen

VIH/sida o han tenido un trasplante de órganos, pero también puede infectar a personas

saludables.

Clasificación

La blastomicosis cutánea se puede dar por la diseminación de la blastomicosis pulmonar

(blastomicosis cutánea secundaria) y, raramente, por la inoculación del hongo a través

de heridas (blastomicosis cutánea primaria), principalmente en zonas expuestas como la

cara y la porción distal de las extremidades.

Tratamiento

La terapia de elección es a base de anfotericina B (desoxicolato) a dosis de 0.25 a 0.75

mg/kg/día; en algunas situaciones se recomienda aumentar hasta 1 mg/kg/día. Según el

caso, se administra diariamente o cada tercer día, con las indicaciones inherentes al
fármaco por su elevada toxicidad (véase Tratamiento de coccidioidomicosis). Con la

anfotericina B lipídica se reportan mejores resultados y menos efectos colaterales; la

dosis recomendada es de 5 mg/kg/día, con un rango de 3 a 6 mg/kg/día; para la

anfotericina B liposomal la dosis estándar es de 3 mg/kg/día, con un rango de 3 a 5

mg/kg/día y para la anfotericina B de dispersión coloidal (complejo colesteril-sulfato) la

dosis es de 3 a 4 mg/kg/día. Respecto a los azólicos, la dosis de ketoconazol es de 400

mg/día; sin embargo, no se recomienda por sus efectos colaterales; el itraconazol es una

mejor opción a dosis de 200 a 400 mg/ día por vía oral; se sugiere emplear asociado con

la anfotericina B, o bien como monoterapia sólo en los casos cutáneos primarios. El

tiempo de terapia debe ser hasta la curación clínica y micológica; para evitar las recidivas

es necesario sostener 1 a 2 años la terapia con azoles sistémicos, o con yoduro de potasio

a la dosis de 3 a 6 g/día por vía oral, en especial en casos graves. El fluconazol ha sido

empleado a dosis de 200 a 400 mg/día; no obstante, se obtienen mejores resultados con

el uso de itraconazol, solo o combinado


Conclusión

Las micosis sistémicas son infecciones fúngicas que invaden los senos

paranasales, los pulmones o el tubo digestivo. Tienen la capacidad de diseminarse

por vía hematógena, llegando en algunos casos a una afectación secundaria de la

piel.

La histoplasmosis y la paracoccidioidomicosis son conocidas como micosis

endémicas en Colombia y algunos países de América Latina debido a que su

ubicación geográfica y factores ambientales favorecen la aparición de estas

infecciones en grupos de alto riesgo.

Las pruebas diagnósticas que identifican antígenos, anticuerpos y componentes

específicos de hongos mejoran el diagnóstico oportuno al facilitar el inicio del

tratamiento.
Anexos

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