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Causas
La meningitis micótica es muy rara y por lo general se produce por la
diseminación de un hongo a la médula espinal a través de la sangre. Aunque
cualquier persona puede presentar meningitis micótica, aquellas con sistemas
inmunitarios débiles, como las que tienen cáncer o sida, tienen un riesgo más
alto.
Transmisión
La meningitis micótica no es contagiosa, lo que significa que no se transmite
entre las personas. La meningitis micótica puede producirse después de que
un hongo se propaga a través del torrente sanguíneo, desde alguna parte del
cuerpo, como resultado de la entrada directa del hongo al sistema nervioso
central, o por propagación directa desde una parte infectada en el cuerpo
situada cerca del sistema nervioso central.
Factores de riesgo
Algunas enfermedades, medicamentos y procedimientos quirúrgicos pueden
debilitar el sistema inmunitario y aumentar el riesgo de adquirir una infección
por hongos, que puede causar meningitis micótica. Los bebés prematuros con
muy bajo peso al nacer también tienen un riesgo mayor de contraer
infecciones del torrente sanguíneo por Cándida, que se pueden propagar al
cerebro.
Signos y síntomas
Los signos y síntomas de la meningitis micótica pueden incluir:
Fiebre.
Dolor de cabeza.
Rigidez del cuello.
Náuseas y vómito.
Fotofobia (sensibilidad a la luz).
Estado mental alterado.
Diagnóstico
Si se cree que una persona tiene meningitis, se le toman muestras de sangre
o del líquido cefalorraquídeo (cerca de la médula espinal) para que se analicen
en un laboratorio. Es importante conocer la causa específica de la meningitis,
porque la gravedad de la enfermedad y la clase de tratamiento varían según
la causa.
Tratamiento
La meningitis micótica requiere tratamientos prolongados con altas dosis de
medicamentos antimicóticos (contra los hongos), que, por lo general, se
administran por vía intravenosa en un hospital. La duración del tratamiento
depende del estado en que se encuentre el sistema inmunitario y del tipo de
hongo que causó la infección. A menudo es más prolongado el tratamiento
para las personas con sistemas inmunitarios que no funcionan bien debido a
que tienen otras afecciones como sida, diabetes o cáncer.
Prevención
No se conocen actividades específicas que puedan causar la meningitis
micótica. Evite transitar o tocar suelos y otros entornos que puedan contener
hongos. Las personas con sistemas inmunitarios débiles (por ejemplo, las que
tienen la infección por el VIH) deben tratar de evitar el contacto con
excrementos de aves y excavar o realizar actividades que levanten polvo,
especialmente si viven en una región geográfica donde se encuentran hongos
de las especies Histoplasma, Coccidioides o Blastomyces. Las personas
infectadas por el VIH no pueden evitar por completo la exposición.
Datos extras:
Pueden presentarse sin ninguna causa predisponente, aunque con
frecuencia complican algún otro proceso mórbido, tal como un
trasplante de órganos, leucemia, linfoma u otra malignidad, diabetes,
enfermedad del colágeno, terapia prolongada con esteroides. Así las
infecciones por hongos tienden a presentarse en pacientes
immunodeprimidos, especialmente en aquellos que han sido tratados
durante largo tiempo con antibióticos, esteroides y otras drogas
immunosupresoras. Las infecciones relacionadas con la afectación de
los mecanismos protectores del cuerpo son llamadas oportunistas.
La meningitis por hongos se desarrolla lentamente sobre un periodo de
varios días o semanas, al igual que la meningitis tuberculosa, y los
síntomas son con mucho los mismos. La afectación de varios pares
craneales, arteritis con trombosis e infarto, microabcesos corticales
múltiples y subcorticales, hidrocéfalo comunicante u obstrubtivo
frecuentemente complican el curso de la meningitis, como en otras
meningitis crónicas. A menudo el paciente está afebril.
Los cambios en el LCR son parecidos a los de la tuberculosis. La presión
se encuentra elevada, la pleocitosis es moderada, normalmente menos
de 1000 células por mm cúbico, predominando los linfocitos. La glucosa
es subnormal y las proteínas están elevadas a veces hasta niveles muy
altos.
El diagnóstico puede ser hecho por la inspección del LCR y cultivo,
además de por la demostración de antígenos específicos por
inmunodifusión, agregación de partículas de latex o test antígeno-
anticuerpo. El examen del LCR debe incluir la búsqueda de bacilos o
células anormales por la frecuente asociación de este tipo de meningitis
con leucemia, tuberculosis o linfoma.