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P E R S P E C T I VA S

Cómo mejorar la empleabilidad de su equipo

Tallar el
talento
El talento es hoy el valor diferencial por excelencia. Atraerlo, retenerlo y activarlo es uno
de los desafíos a los que se enfrenta el directivo del tercer milenio. Para conseguirlo es
necesario crear una atmósfera enriquecedora que le permita desarrollarse equilibradamente

A
principios de febrero, altos d i f e rencial de su negocio no –apunta la profesora Nuria Chin-
d i rectivos de compañías está ni en la tecnología, ni en la chilla–, el reto está en motivar el
líderes multinacionales se estrategia, ni en la cuota de mer- talento y conseguir que las aptitu-
reunieron en Davos (Suiza) en el cado, ni siquiera en la marca… des del equipo se traduzcan en
Foro Económico Mundial. Todos Todos estos valores son necesa- actitudes, un talante por el que
c o i n c i d i e ron en destacar como rios, pero nunca suficientes si nuestros “fichajes” estén dispues-
uno de los grandes desafíos del no se cuenta con el talento ade- tos a poner al servicio de la
t e rcer milenio la necesidad de cuado para implantarlos estraté- empresa todas sus capacidades.»
atraer y retener el talento en la gicamente. Tradicionalmente, la estabili-
empresa. Tampoco se trata de acumular dad y el prestigio de una compa-
Los directivos son cada vez talento como un coleccionista. ñía eran una auténtica barrera de
más conscientes de que el valor «Esto sería relativamente sencillo salida para los buenos profesiona-
les. Muchas empresas conseguían
Coaching retener el talento de su organiza-
ción ofreciendo seguridad, un
Del “yo soy así” al “yo quiero ser así” empleo de por vida.
Existe la creencia entre los directivos de que preguntar a los colabo- Sin embargo, la situación ha
radores cómo puedo hacer algo mejor es signo de debilidad. Para cambiado. No parece que la
Francisco Gay, la debilidad la demuestra quien no se atreve a encajar empresa del tercer milenio pueda
la respuesta. El primer paso para mejorar es aceptar que se puede y garantizar tanta seguridad, y los
Francisco Gay es que se debería mejorar. «Empeñarse en el “yo soy así” es, en las trabajadores lo saben.
colaborador personas sensatas, una manifestación de pereza. Efectivamente, Hoy, los buenos profesionales
científico del IESE en
el Departamento de cambiar cuesta. Pero el que tú seas así no significa que no puedas no eligen “la empresa de su
Comportamiento mejorar.» La experiencia del profesor Gay como “entrenador de vida”: buscan proyectos que les
Humano en la
Organización y dirige directivos” es excelente. Cuando se crea el entorno de confianza permitan mejorar sus capacida-
el área de necesario (ni el “entrenado” ni el “entrenador” pueden ser impues- des, que les garanticen la forma-
consultoría de IOR
Consulting. tos), los resultados son extraordinarios. «Existen algunas competen- ción y el aprendizaje necesarios
Actualmente cias que no son tan difíciles de cambiar», asegura. Sin embargo, para evitar que, con el paso de
desarrolla proyectos
de coaching con admite que para conocer el verdadero éxito del programa es necesa- los años, se conviertan en prisio-
directivos. rio dejar que pase el tiempo, ya que no debemos olvidar que se neros de su incapacidad o de su
trata de luchar con constancia para cambiar hábitos adquiridos. falta de formación.

40 IESE • REVISTA DE ANTIGUOS ALUMNOS, marzo de 2000


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encima de los vínculos extrínse-


cos, como el dinero.

Entornos de alto rendimiento

Para crear entornos de alto


rendimiento es necesario escoger
a las personas que puedan com-
partir la visión de la empresa. Des-
pués, hay que crear un sistema de
incentivos internos que, junto con
un estilo de dirección y unos valo-
res adecuados, ayuden a desarro-
llar las capacidades y a vincular a
los equipos.
Si el objetivo es retener el
talento mejorando la empleabili-
dad del equipo, parece evidente
que la tarea del directivo se ha tor-
nado más compleja. No se trata
únicamente de dirigir personas, de
establecer objetivos, sino también
de entrenar a las personas. Es
decir, de enfrentarlos a experien-
cias que desarrollen sus compe-
tencias. Dirigir personas en el
siglo XXI es entrenarlas.
Pero: ¿verdaderamente es posi-
ble “cambiar” a un profesional?
«Por supuesto. Mientras hay vida,
hay esperanza. Siempre tenemos
la posibilidad de mejorar.»
La mayoría de los directivos
desconfía de su capacidad de
mejora y de la de su equipo. El
profesor Pablo Cardona asegura
que para cambiar algo, lo primero
que hay que hacer es convencerse
de que podemos conseguirlo. «El
Nos encontramos ante una sa cuente con las personas más segundo gran obstáculo está en
paradoja: entonces, ¿se trata de capacitadas y compro m e t i d a s que el directivo-entrenador confíe
formar a un equipo para la com- posibles. en nuestras posibilidades, en que
petencia? «Ante la preocupación Para los expertos no es malo podemos ser mejores», subraya.
de algún directivo que se pregun- convertirse en una empresa nodri-
ta qué pasará si forma a su gente y za. Se trata de analizar qué tipo de Desarrollar competencias
luego se le van, cabe responderle enlaces unen a los profesionales al
que aún es peor que no forme a proyecto empresarial para fortale- Mejorar las capacidades de las
su gente y que encima se le que- cer los vínculos de pertenencia personas significa mejorar sus
den», asegura el profesor del IESE que promueven la lealtad por competencias, que son el resulta-
Pablo Cardona.
La dirección –a través del

[ ]
Departamento de Recursos Huma- Para mejorar, lo primero que hay que hacer es convencerse de
nos– debe ocuparse de seleccio- que podemos hacerlo. El segundo gran obstáculo está en que el
nar, formar, valorar e incentivar a directivo-entrenador confíe en nuestras posibilidades, en que
sus empleados para que la empre- podemos perfeccionarnos

REVISTA DE ANTIGUOS ALUMNOS, marzo de 2000 • IESE 41


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Jornadas maratonianas
Para el profesor José María Rodríguez Porras
es fácil caer en la adicción al trabajo. El éxito
y eficacia
laboral es estimulante, eleva el nivel de aspi- • Cuarto, la falta de armonía entre la esfe-
ración y conduce a dedicar más y más horas ra laboral y la familiar daña a ambas. La
al trabajo. Se pone en marcha un círculo persona es una unidad. Una vida fami-
vicioso que tiene varias consecuencias: liar pobre y cargada de tensiones afecta
también a la eficacia en el trabajo y a su
• Primero, el creciente número de horas lado humano.
dedicadas al trabajo produce estrés, con
la consecuente atrofia afectiva. Este círculo vicioso puede tener efectos
irreversibles y conducir a rupturas familia-
• Segundo, el poco tiempo dedicado a la res. Quienes se dan cuenta a tiempo pue-
esfera familiar y la atrofia afectiva den salir de este círculo si revisan sus priori-
empobrecen esta esfera y desencadenan dades.
tensiones en la familia.
Si son capaces de ver el carácter prioritario
• Tercero, la persona que cae en esta adic- de la esfera familiar, estarán bien encami-
ción sufre por dentro el conflicto que nados para reorganizar su tiempo y asumir
nace de saber que no está cumpliendo sus encargos en armonía consigo mismos y
con su familia. con sus seres queridos.

do de las características innatas, se delega. vos correspondientes a esta com-


conocimientos, actitudes y habili- A través de esta información el petencia.
dades. Como las características directivo amplía su conocimiento Antes de abordar esta fase, el
innatas no se pueden cambiar, abstracto. Pero –dado que hasta directivo debe querer delegar. A
para abordar una mejora en una este momento nunca ha delega- partir de este momento su
competencia, lucharemos en tres do– su experiencia le inclina a no “entrenador-jefe” debería buscar
bandos: el de los conocimientos, utilizar la delegación, y por ello su desafíos “alcanzables” a través
el de las actitudes y el de las habi- actitud es de cierta repulsa. En de los que el directivo pueda
lidades. consecuencia, es probable que el ganar confianza.
¿Con qué armas? Cada uno de curso sea insuficiente para cam- A medida que va delegando se
los objetivos requiere una aproxi- biar sus hábitos. producirán nuevos conocimientos
mación diferente. Para mejorar los Para cambiar esta actitud nega- experimentales, por lo que la
conocimientos necesitamos infor- tiva, necesita convencerse de las motivación espontánea hacia esta
mación. Para cambiar actitudes, consecuencias de la no delegación práctica se refuerza y facilita que
f o rmación. Y para desarro l l a r a través de la experiencia ajena, el se sigan tomando decisiones de
nuestras habilidades, entre n a- ejemplo de su superior. este tipo.
miento. La última fase necesaria para Si poco a poco delega ciertas
d e s a r rollar las competencias es tareas a sus subordinados, acumu-
Aprendiendo a delegar conseguir las habilidades operati- lará experiencias sobre las venta-
vas que posibiliten su ejercicio. jas que tiene esta competencia
Para los profesores Pablo Car- Para ello se requiere un entrena- para él y sus subordinados.
dona y Nuria Chinchilla, la batalla miento adecuado, que consiste en Al final, llegará un punto en el
se puede plantear en cualquier la repetición de acciones para la que decidirá delegar de manera
competencia. Por ejemplo, anali- adquisición de los hábitos operati- espontánea y, además, tendrá las
cemos el caso de un directivo que habilidades para realizar eficaz-
no sabe delegar. Para empezar a mente esas decisiones. La delega-
adquirir esta competencia convie- ción se convertirá entonces en
ne que, en primer lugar, asista a un complemento habitual en él,
un curso en el que le expliquen en una nueva competencia.
qué consiste la delegación y cómo

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