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La Plata, 17 de julio de 2021

Una aproximación a la Gestalt de New York

La terapia Gestalt nace, al igual que otras escuelas de psicoterapia, como reacción frente a teorías psicológicas establecidas,
desligándose de las concepciones clásicas de enfermedad y procesos terapéuticos individualistas. Fritz Perls, su creador, era un
médico psiquiatra alemán, practicante del psicoanálisis. En 1933 deciden exiliarse junto con su esposa Laura Perls a Africa del
sur por el avance ferviente del nazismo. En la década del ‘40, gracias a los consejos de Erich Fromm y Laura Thomson, los
Estados Unidos de America se transforma en su próximo destino, donde comenzarán a desarrollar las bases de la terapia
Gestalt. Es de importancia observar que la introducción de Perls en una nueva mirada psicoterapéutica es producto de su falta
de acogida frente a una nueva concepción de la resistencias propuestas por Freud, las resistencias orales, plasmadas en un
congreso internacional de psicoanálisis. Este rechazo lo lleva, junto a su esposa, a desarrollar el manuscrito “Yo, Hambre y
agresión” donde revisa la teoría y el método de Freud.
Estamos en 1946, Estados Unidos, New York, Perls y su esposa empiezan a rodearse de Paul Goodman, Isadore Fromm, Paul
Weisz, Sylvester Eastman y Elliot Shapiro, conformando el famoso grupo de los siete, dándole forma a un nuevo tipo de
psicoterapia. Las bases fundamentales del psicoanálisis que compartían Perls, su esposa y Paul Goodman, es lo que permite
asentar la Teoría del Self, en la segunda parte del libro que redactan “Terapia Gestalt: Excitación y crecimiento de la
personalidad humana”, libro creado por Perls, Goodman y Hefferline, el cual redacta el primer volúmen que contiene una serie
de ejercicios.
Ahora bien, cuál es la revolución a nivel psicoterapia de este manuscrito? Recordemos que el auge del psicoanálisis viene
proponiendo, por aquel entonces, un modelo de trabajo psicoterapéutico individualista, donde el sufriente es el sujeto, por
conflictos internos, los cuales son trasladados al exterior mediante desajustes que pueden ser experimientados como síntomas
o enfermedades. El enfoque gestáltico parte de una vision unitaria, esto quiere decir que cada problema lo vamos a considerar
teniendo lugar en un campo social-animal-físico. Se parte de la interacción entre el organismo y el entorno, a la cual ellos llaman
el campo organismo/entorno. Entonces cuando hablemos de emociones, impulsos o sentimientos siempre vamos a estar
hablando de un campo de interacción y no al individuo separado de su entorno. Justamente, toda interacción humana se da en
un campo organismo/entorno, donde forman parte lo animal, lo físico y lo sociocultural. La experiencia, se da en la frontera
organismo/entorno, mediante el contacto, contacto que no está delimitado por el organismo o el entorno sino mas bien que lo
limita, conteniéndolo pero a su vez está en contacto con el entorno. El PHG nos dice que el contacto es la conciencia inmediata
del campo o la respuesta motora que se da en el mismo, como por ejemplo asimilación de la novedad, o el rechazo de la
novedad que no es asimilable. Una cuestión que se remarca constantemente es que el contacto siempre es creativo y dinámico,
no puede aceptarse pasivamente, ya que lo novedoso debe asimilarse. Todo contacto es el ajuste creativo entre el organismo y
el entorno. El crecimiento se da mediante la respuesta conciente en el campo. Esto permite sentar las bases del objeto de
estudio de la Terapia Gestalt, el estudio de los ajustes creativos. Cuando hablemos de la psicología de lo no normal tenemos que
tener presentes que vamos a estudiar la o las interrupciones o inhibiciones a lo largo del ajuste creativo entre
organismo/entorno.
El contacto consiste en la formación de una figura de interés que se va a destacar sobre un fondo o contexto del campo
organismo/entorno. Aquí nos topamos muchas veces en la clínica con figuras confusas, vagas, carentes de energía a las cuales
llamamos gestalt débiles, las que permiten confirmar la falta de contacto con el entorno, algo no se ha tenido en cuenta, algo
vital no se ha satisfecho. Esto me hizo acordar a un consultante que venía a trabajar su urticaria, cada vez que se le preguntaba
qué sentimientos le generaba la urticaria no sabia qué responderme, como si algo del contacto estuviera obstaculizado, su
modo de contactar estaba inhibido. El trabajo luego estuvo orientado a generar la unidad en esta estructura experiencial del
consultante para reconstruir las relaciones figura/fondo hasta lograr un mayor contacto, se buscaba lograr una energetización
del contacto. El acto curativo, conseguir una gestalt fuerte.
Ahora bien, para que exista el contacto hace falta un Self, concepto teórico de fundamental importancia en la terapia Gestalt. El
Self es el sistema de contactos que se hace presente en cualquier momento. Varía en su flexibilidad dependiendo de las
necesidades del organismo/entorno. Es lo que nos posibilita una respuesta. Su actividad consiste en formar figuras/fondos.
Descubre y construye los significados mediantes los cuales crecemos.
La terapia Gestalt concibe tres modos diferentes de las interacciones persona-mundo: Ello, Yo, Personalidad, no tenemos que
confundirlos con subestructuras como lo hace el psicoanálisis sino mas bien como modos de interacción. El funcionamiento Ello
corresponde a lo que viene cuando soy parte de mi situación, es en palabras de Wollants “lo-que-está-sucediendo” entre mi
situación, mi entorno y yo. El funcionamiento del Yo está orientado a la búsqueda de soluciones, reestructura, reorganiza mi
situación, yo soy yo cuando actúo, cuando elijo, cuando dirijo. La función Personalidad es como soy yo, como me veo, como
quiero que me vean, soy como prefiero definirme a mi mismo, como pienso en mi mismo.
Los fundadores de la Gestalt, al estudiar la experiencia propia del organismo animal, establecieron términos para identificar el
proceso de establecimiento de contacto con el ambiente y su respectivo retiro, a los cuales denominaron “introyección”,
“proyección”, “retroflexión” “confluencia” y “egotismo”. Estos términos nos permiten identificar las interrupciones que pueden
llegar a bloquear el desarrollo del proceso contacto-retirada. En la fase de introyección nos encontramos con la actitud de
dependencia, en el sentido de esta necesidad de aprender de los adultos, lo cual le otorga al Self la orientación en la
multiplicidad de estímulos. A la dependencia le sigue la fase de proyección donde se nos hace presente una actitud de contra-
dependencia como nos explica Margherita Spagnuolo, como una especie de rebelión, rebelión que puede ser una acojida por el
self que consigue negar, todo o alguna parte, del aprendizaje para dar lugar a la novedad, pero al no estar delimitado
completamente, el self tiende a ver allí afuera el estímulo o excitación ligado a este proceso de contacto, mediante el
mecanismo de proyección. La retroflexión es una capacidad de autonomía que permite refutar lo que el otro dice pero que
igualmente tendrá un contacto con el otro. El contacto sólo es posible después de un sano cumplimiento de estas etapas
nombradas, lo cual permite llegar a un verdadero contacto, un verdadero aprendizaje. El verdadero intercambio con el
ambiente se produce sólo si abrimos nuestras fronteras y dejamos que lo nueve ingrese dentro de nosotros. Es aquí donde
puede hacerse presente el egotismo, en su aspecto patológico, dándonos a conocer un bloqueo en el proceso de contacto-
retirada, Es justamente la incapacidad de estar en contacto, dando por resultado la incapacidad de asimilación de la novedad
que proviene del entorno. Y es justamente en esta fase donde se encontrará la finalidad evolutiva del ser humano que es el
crecimiento. Una vez que nos encontramos en la fase de post-contacto, las fronteras del organismo se cierran dando lugar al
proceso de asimilación, la masticación como le dicen los gestaltistas.
Si queremos trasladar estos procesos a la psicoterapia podemos decir que el trabajo del gestaltista es percibir que cada conflicto
es un conflicto en la situación relacional persona-mundo y cada perturbación es un trastorno de la situación actual. La
enfermedad es la pérdida de un repertorio poderoso en respuestas relacionadas con el mundo, nosotros tratamos con
relaciones perturbadas con el mundo. Trabajaremos no tanto con lo que se dice, con lo que se piensa, con lo que se recuerda,
sino cómo lo recuerda, cómo lo dice, cómo lo vive, qué postura utiliza al decirlo, cómo es su tono de voz.

Agustin Casaletti - Lic. Psicologia.

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