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Eso que piensas que le pasa únicamente a tu empresa, nos pasa a todos. ¿Te pusiste
a pensar cómo el entorno afecta al negocio? El término VUCA es una herramienta
para comenzar a comprender en qué consiste este escenario complejo que estamos
viviendo en la actualidad, cómo abordarlo y qué debemos hacer para adaptarnos.
Al finalizar la guerra fría, Estados Unidos comenzó a utilizar el término VUCA para
englobar las características del entorno presente, y para ensayar algunas respuestas
ante él, pero fue el sociólogo Zigmunt Bauman quien acuñó el concepto en base a sus
postulados de lo que llamó modernidad líquida, sociedad líquida o amor líquido.
Hoy estamos inmersos en un mundo más veloz y ansioso por las novedades, más
precario respecto a la estabilidad de las cosas, vertiginoso en cambios y
transformación y agotador por el estrés que significa adaptarse diariamente.
Las siglas VUCA, en inglés, (VICA para nosotros) responde a los conceptos de
(V) Volatilidad,
(U) Incertidumbre,
(C) Complejidad
Ambigüedad
Habitualmente se lo utiliza para calificar entornos complejos donde las tareas pueden
variar y cambiar tan rápido como su ambiente.
Dos de las formas habituales para llevar adelante una estrategia de negocio es
situar en juego el conocimiento y la predictibilidad. Dos cuestiones que cada vez
cuesta más lograr.
El entorno VUCA define las características del contexto actual en el que nada es
similar al pasado por lo que, los modelos de empresa tradicionales, ya no pueden
funcionar. Conocer los factores clave del entorno VUCA es fundamental para
adaptarnos bien al cambio.
En la actualidad, todo tipo de sectores de la economía, desde los más básicos hasta
complejas industrias tecnológicas conviven en entornos nuevos cuyas características
principales son: la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad. Y
precisamente eso, es un entorno VUCA.
Para poder responder bien a este tipo de medio, la empresa debe desarrollar al
máximo su flexibilidad pues, será esta característica la que permita que la
organización sobreviva frente a la competencia voraz del mercado actual. Cada
escenario implica una estrategia de abordaje distinta.
Por esto deberemos tener claridad sobre lo que se va a hacer, y todo el equipo de
trabajo tiene que compartir la misión de la gestión. El medio es la confianza: decir lo
que se hará, y hacer lo pactado.
Incertidumbre
Por primera vez, las empresas no pueden usar la experiencia del pasado como
referencia para pronosticar el futuro, pues, este tipo de cambios tan rápidos y
significativos son característicos de este milenio. Así, crear modelos de toma de
decisión se dificulta hasta tal punto que, la planificación se convierte en el proceso
más complejo dentro de la empresa, es clave afrontar este escenario con
entendimiento. Detenerse, analizar las variables y disminuir la falta de
información. Involucrar a todo el mundo y estar abierto a su participación.
Complejidad
Este nuevo mundo complejo hace que comprender las relaciones entre distintos
miembros del equipo sea cada vez más difícil, convirtiendo la organización interna en
un reto por sí misma. La consecuencia más directa, es la ausencia de verdaderos
líderes que impulsen la toma de decisiones con el apoyo de las bases, deberemos a
actuar con claridad, tomando esas decisiones con toda la información que poseamos.
El medio es ser directo y transparente para construir un entorno de confianza y
colaboración.
Y por último,
Ambigüedad
Para que tu empresa se adapte al entorno VUCA de la mejor manera posible, se debe
tener siempre en mente dos variables: el conocimiento y la predictibilidad. Para que
estos dos factores permanezcan en el centro del negocio, lo más importante es
enfocar la estrategia empresarial hacia ellos, abordándolo desde dos ángulos
diferentes pero complementarios:
La formación constante
El otro ángulo es aquel que apuesta por una correcta y eficaz capacidad para hacer
frente a las novedades y dificultades que puedan aparecer. Para esto, es necesario
que nuestra cultura empresarial se cimiente sobre valores como el esfuerzo y la
perseverancia.
Enfrentarse a la volatilidad del mercado con una visión amplia del futuro.
Entender la incertidumbre como una característica más del mercado, buscando
siempre formarse y mantenerse actualizado para así anticiparse a los cambios.
Cambiar la complejidad del entorno VUCA por una serie de tareas y misiones
pequeñas que se traduzcan en una mayor sencillez y claridad dentro de la empresa.
Combatir la ambigüedad con agilidad. Desarrollar una rápida capacidad de reacción
que permita estar preparado para cualquier cambio inesperado derivado de la
ambigüedad.
Además de adoptar la figura del líder, la empresa puede aplicar al menos cinco
habilidades socioemocionales indispensables para fortalecerse en un entorno VUCA.
Resiliencia: la empresa debe ser capaz de reaccionar ante los retos inesperados.
Nada de bloqueos.
Visión holística: el mundo globalizado nos exige mantener un campo de visión amplio
para poder entender bien todos los procesos.
Optimismo: con este nos referimos a que, en un entorno VUCA, también pueden
aparecer oportunidades inesperadas si sabemos mirar las situaciones con una
perspectiva positiva.
Habilidad social: aunque predomine la tecnología, no podemos olvidarnos del factor
humano y el valor que este aporta a la organización.
Aceptación: el entorno ya no es estático y, probablemente, solo evolucionará hacia
una mayor volatilidad. Asúmelo y aprende a sacarle partido.
Conocimiento: La diferencia entre una empresa exitosa y otra que no lo es, está en la
capacidad de gestión del conocimiento. Esa gestión se basa en definir y evaluar un
conocimiento que diferencie a la empresa de otras compañías similares con las que
compite. Además, dicho conocimiento debe basarse en un talento innovador. Lo más
importante es aumentar el nivel de conciencia de la empresa sobre el talento.
Talento: En línea con el factor anterior, el talento debe ser más que nunca consciente
de su valor y consciente del papel que juega en la empresa. No se trata ya solo de
una gestión del talento eficaz que permita que nuestros empleados se desenvuelvan
correctamente en el entorno, sino de apostar por el talento como nuestra principal
arma para combatir la volatilidad.
Reciclarse y reinventarse son dos palabras que deben sonar con fuerza en los
empleados del futuro. En cualquier caso, para analizar el talento interno, las
organizaciones deberán valerse de las herramientas adecuadas. Es el caso
del software de evaluación del desempeño para medir competencias y objetivos.
Globalización: De nuevo, un mundo hiperconectado tiene muchas ventajas, pero
también muchos inconvenientes. Asimilar el mundo globalizado como parte de la
empresa nos permitirá anticiparnos al máximo posible a nuestros posibles
inconvenientes. Mantener la visión abierta y atenta hacia el mundo entero es clave
para sobrevivir con éxito.
Reflexiones finales.
Por otra parte, las empresas orgánicas parecerían estar mejor adaptadas. Presentan
estructuras basadas, principalmente, en intereses compartidos, desarrollan mayor
pertenencia, están menos reglamentadas y cuentan con jerarquías más difusas
orientadas al consejo. Por ello están dotadas de mayor flexibilidad.
Los sistemas complejos requieren ser gestionados con mayores grados de libertad
que permitan el aprendizaje, autogestión, autocontrol y auto-regulación. Se requerirá el
concurso de personas con una gama más variada de habilidades y comportamientos.
En los ambientes VIVA se hace muy difícil la tarea de la planificación estratégica toda
vez que resulta muy arduo entender el futuro, pero también esto será un desafío para
las empresas que descubran nuevas oportunidades.
El liderazgo será clave para enfrentar este tipo de entorno. Contar con rasgos de
autoconocimiento y confianza en sí mismo, autenticidad, empatía en la gestión de las
relaciones, asimismo su capacidad de instalar una conciencia colectiva (y
colaborativa).
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Para afrontar este entorno V.I.C.A. es posible plantearnos otro V.I.C.A. que nos
permita seguir adelante. Sin dejar de considerar que se trata de transformaciones
globales que por lo tanto abarcan a todo el mundo, aquí van cuatro pasos diseñados
desde la perspectiva individual y con impacto en nuestro entorno directo para generar
una onda expansiva como cuando lanzas una piedra en un lago de aguas quietas.
Estos recursos pueden funcionar para adaptarnos mejor (y no querer huir) de lo que ya
estamos viviendo:
Adaptación – ¿Qué tal pensar que somos infantes y nos llevan al preescolar
nuevamente, nos dejan unas horas y luego nos regresan a casa? En este proceso de
un entorno V.I.C.A. del mundo global es necesario darnos tiempo para la adaptación…
aunque la velocidad nos exija que sea bastante rápida. Adaptarse, en este contexto,
es convivir con el proceso en el que necesitaremos modificar algunos patrones de
comportamiento para que la inserción en los ámbitos con los que convivimos sea
menos caótica y conflictiva, tanto para nosotros como para los demás. Como
herramientas sugiero la cooperación, la solidaridad y, sobre todo, la empatía, esencial
para aprender a ver las cosas en perspectiva y poder colocarme en el lugar del otro
cuando corresponda, para ver las cosas desde su mirada, y luego, accionar o decidir
desde la mía.
Lo que en verdad hace falta es trabajar más profundamente en uno; auto conocerse;
afianzar el desarrollo humano como eje de los negocios en el mundo empresarial -para
seguir existiendo-, y crear conexiones valiosas en los distintos niveles en los que nos
desenvolvemos. En un contrasentido, es posible que esto nos lleve a estar más
selectivos con los vínculos, incluso a alejarnos de personas muy cercanas del pasado,
para abrir nuevas puertas hacia otros y, esencialmente, hacia uno mismo, en ese
cuadrante de Visión, Introspección, Conocimiento y Adaptación donde se guardan las
herramientas. No es necesario meterse en un bunker antinuclear: podemos seguir
andando, usando esta caja de recursos.
PPB