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EN LO PRINCIPAL : Contesta Querella infraccional; PRIMER OTROSÍ: Contesta

demanda civil SEGUNDO OTROSI: Acompaña Documentos.

S.J DE POLICIA LOCAL DE SANTIAGO (3º)

HECTOR TOMAS PABLOS CAMPOS, cédula nacional de identidad N° 5.891.664,


domiciliado en Avda. La estrella 895 A, comuna de Pudahuel, en autos sobre daños en choque, en
causa ROL: 1.373-M-2023 a Us., respetuosamente digo:

Que por este acto vengo en contestar a través de minuta escrita la querella infraccional
por supuesta infracción ley N° 18.290 y demanda civil interpuesta en mi contra, por don
FRANCISCO JAVIER PALACIOS PERALTA, en representación de LIBERTY COMPAÑÍA DE SEGUROS
GENERALES S.A, quien se arroga los derechos de la dueña del vehículo marca SUSUKI, modelo
BALENO GLX HB 1.4, placa patente KJLW-80, año 2018, gris metálico, de doña LUZ PATRICIA
ZEPEDA CONCHA, chilena, desconozco profesión u oficio, cédula nacional de identidad N°
7.778.635-K , con domicilio en Nataniel cox N.º 1439, dpto. 106 B, de la comuna de Santiago,
conforme a la póliza N.º 61522466 ítem 1. En los siguientes términos:
1.- Que existiría un error en los hechos planteados por el querellante toda vez que los hechos
habrían ocurrido de la siguiente manera, que el día 05 de agosto del año 2022, en circunstancias
que conducía el automóvil de mi propiedad, por calle Sargento aldea dirección al poniente, por la
pista izquierda toda vez pista derecha se encontraba ocupada con vehículos estacionados. Cuando
al llegar a la intersección con calle Roberto Espinoza y al realizar el viraje hacia la derecha
señalizando la maniobra como corresponde, soy impactado sorpresivamente en la parte derecha
de mi furgón placa patente única KTYY-47, por un automóvil marca SUZUKI, modelo baleno, color
gris metálico, año 2018, de placa patente KJLW-80, producto del impacto me produce una leve
trizadura en mi parachoques derecho y a la conductora una abolladura en la puerta izquierda. el
accidente se produjo en gran parte por 2 circunstancias la primera es debido a que la pista
derecha se encontraba ocupada con vehículos estacionados los cuales me obligaron a transitar
por el lado izquierdo, imposibilitando a su vez la visión respecto a la conductora que se
encontraba atrás la cual impacto debido a que avanzo en línea recta hacia el poniente no
disminuyendo su velocidad, no estando la conductora atententa a las condiciones del tránsito.
Posterior al accidente ambos conductores descendimos de nuestros vehículos no presentando
ninguno lesiones de carácter física, por lo que procedimos derechamente a conversar respecto a
los daños producidos a mi vehículo, exclamando la conductora inmediatamente que tenía seguro y
que no me preocupara que el seguro lo cubriría todo, razón por la cual ninguno de los dos
conductores procedió a llamar a carabineros, y nos retiramos en buenos términos del lugar toda
vez que tenía que continuar con mis labores y el daño en mi parachoques no era de mayor
gravedad por lo que no ameritaba mayores gastos.
Al cabo de un mes aproximadamente recibo una llamada de la conductora del vehículo la cual me
señala que necesita reunirse urgentemente con mi persona, con la finalidad de que le firme un
documento que le entrego el seguro, comentándome que el seguro no le quería cubrir los daños
de su vehículo y que necesitaba previamente mi firma en dicho documento, para lo cual procedí
erróneamente a firmar el documento entregado probablemente de mala fe por parte de la
conductora, incurriendo en un error de hecho en atención a que mi voluntad para firmar dicho
documento no se manifestó de forma libre y espontanea sino más bien por ignorancia de lo que
significaba el contenido del mencionado documento el cual me responsabilizaba del accidente no
teniendo culpa alguna en el mismo.

Lo cierto es que la conductora doña LUZ PATRICIA ZEPEDA CONCHA no estaba en


absoluto atento a las condiciones del tránsito existentes al momento de producida la colisión y no
freno ante la correspondiente señalización de viraje realizada por mi persona adelantándome por
la derecha, lo que demuestra que también existe una clara concordancia a la infracción
establecida en el artículo 108, 125 Nº , inc. 170, 167 Nº 1, 2 , 7 y 10 y, 169 y s.s. de la Ley 18.290,
poniéndolo además en la situación prevista en el artículo 199 nº1 uno, esto es a ver cometido las
infracciones de carácter gravísimo por lo que procedería que el conductor del vehículo siniestrado
deba ser multado conforme a esta grave infracción y no mi representado.
Sumado además que este actuar negligente, desatento y gravisimo conforme lo antes
señalado y en virtud del art. 2330 del Código Civil, lo hace responsable por haberse expuesto
imprudentemente al daño.

POR TANTO,
SOLICITO A SS, Que en virtud de los hechos expuestos y de conformidad con lo señalado y demás
normas pertinentes, se sirva por tener contestada querella infraccional deducida con los
argumentos esgrimidos, en definitiva, rechazarla en todas sus partes con costas, y en subsidio que
se acoja parcialmente condenando a cada uno de las partes de este juicio a solventar sus gastos
por concepto de arreglos de sus vehículos por infringir las normas de tránsito, en atención que el
conductor del vehículo siniestrado don MIGUEL ANGEL ALDUNATE VERGARA , actuó
temerariamente he imprudentemente cuando mi representado ya estaba cruzando la
intersección, debiendo haber parado y por lo menos haber bajado la velocidad al enfrentar el
cruce, no estando atento a las condiciones del tránsito y con exceso de velocidad.

PRIMER OTROSI : Vengo en contestar demanda civil de indemnización de perjuicios presentada a


través de minuta escrita la querella infraccional por supuesta infracción ley N° 18.290 y demanda
civil interpuesta en contra de mi representado don LUIS ALBERTO TORRES OLIVARES, por don
CARLOS MUNIZAGA TRONCOSO en representación de HDI SEGUROS, quien se arroga los derechos
de la dueña del vehículo marca KIA, modelo Soluto LX 1.4, placa patente RJDT 80-K, año 2022,
color azul egipcio, de doña GIOVANNA MARJORIE ALDUNATE PIZARRO, chilena, desconozco
profesión u oficio, cédula nacional de identidad N° 15. 721.072-6, con domicilio en Matucana N°
700, depto 611 de la comuna de Quinta Normal, conforme a la póliza Nº 281758. Solicitando sea
rechazada con costas, toda vez que mi representado no ha sido responsable del accidente motivo
de este pleito.

Para la procedencia de una acción civil, se requiere a relación de casualidad – efecto y en


ese sentido los supuestos daños que experimento el vehículo siniestrado del demandante civil,
conducido por don MIGUEL ANGEL ALDUNATE VERGARA, en modo alguno se debe a obra de mi
representado, por los mismos motivos ya expuestos en la contestación de la querella infraccional y
descritos en lo principal, a los que por razones de economía procesal me remito íntegramente.

En dicho sentido, nada se debe por ese concepto al demandante, por lo cual controvierto,
rechazo y me opongo al cobro de los montos que figuran en la demanda, los cuales deberán ser
acreditados por quien los alega en su favor.
Más aún cuando conforme a lo antecedentes se da cuenta de la negligencia en el actuar
del conductor del vehículo infraccionado, que efectúa denuncia a los 4 días posteriores, sin señalar
si contaba con documentación, que iba con acompañante, que resulta sin lesiones y ni siquiera
señala cuales fueron efectivamente los daños o en que costado que nos permita dilucidar la
dinámica de los hechos, solo se limita a decir que es pedida total y que mi representado dijo haber
tenido seguros. Pero que por los hechos descrito, no solo vendría a exceso de velocidad, pues hizo
que el vehículo conducido por mi representados diera giro en 180°, y que por los daños que sufrió
mi representado, el ya se encontraba en el cruce del eje por la avenida mas amplia.

Ahora bien, para el evento improbable que S.S determine mi responsabilidad infraccional,
vengo en solicitar el rechazo de la demanda en los términos expuestos, en razón de que el monto
demandado resulta excesivo y desproporcionado, constituyéndose en consecuencia un intento de
enriquecimiento injusto que S.S debe evitar, por cuanto la finalidad de la indemnización de
perjuicios es la reparación y no el lucro o la especulación, eso si se toma en consideración que el
vehículo valor mercado por el año que ese tiene (año 2016) no supera los $9.000.000 sin choques
y, que no se ha señalado como la aseguradora ha investigado la dinámica de los hechos que le
permita corroborar que su cliente y el conductor del vehículo asegurado no fuera el infractor por
su actuar negligente.
Es por ello que esta parte viene desde ya en controvertir la existencia de todos y cada uno
de los supuestos perjuicios reclamados por el demandante en el texto de su demanda por
concepto de daño directo. Del mismo modo, controvierto la totalidad de sus sumas reclamadas en
su identidad, origen y naturaleza o especie.

Tanto la doctrina como la jurisprudencia están contestes en el hecho que para acoger una
indemnización como la reclamada en autos, que debe tratarse de un daño efectivamente probado
dentro del proceso, de acuerdo al tenor de los hechos sustanciales pertinentes y controvertidos
determinados por S.S.

Así mismo, el autor y doctrinario Sr. Enrique Barros Bourie, al respecto dice que : “ De
acuerdo con este concepto concreto de daño, su determinación se efectúa sobre la base de los
factores individuales de daño, cada uno de los cuales debe ser considerado y justificado de acuerdo
a su propio mérito”.
En consecuencia, el cálculo en concreto del daño exige que sea individualizado,
atendiendo a los perjuicios específicos sufridos por el demandante, y en este caso tanto en la
declaración efectuada en la denuncia o en la demanda, nada señalan sobre donde específicamente
fue el impacto que permita presumir que fuera producto de un actuar de mi representado, solo
señala que es pérdida total, a diferencia de nuestras declaración, fotografías y demás
antecedentes que dan cuenta de donde fue el impacto y que por la velocidad este abría girado en
180°. Su cálculo supone ponderar los intereses realmente afectados. En ese sentido, la avaluación
en concreto del daño patrimonial se opone a la apreciación estandarizada, en que el valor
predeterminado genéricamente para cada tipo de daño, donde debe ser considerado como fue el
impacto, el año del vehículo y la desvalorización del mismo.

Por otro lado, se debe tener presente que el principio del resarcimiento íntegro del daño
conlleva la reparación total, pero precisa de aquel la víctima, y no debe recibir más de lo necesario
para reparar íntegramente el daño efectivo sufrido, cuya existencia, naturaleza y monto
obviamente corresponde probar a quien lo alega según el artículo 1698 del código civil y que,
como ya se expresó, esta parte contraviene en su totalidad.

Considerar el pago de los montos demandados, en forma reclamada significaría una


verdadera indemnización punitiva, lo que repugna nuestro sistema jurídico basado en la
compensación del daño y la negación del enriquecimiento sin causa.

El demandante está solicitando la cantidad de $ 11.387.150 S/C I.V.A, cifra del todo
desproporcionada y carente de fundamento, toda vez que no se ha acompañado al proceso que
antecedente alguno que justifique la suma solicitada, por lo que, a todas luces, la suma pretendida
tiene un claro objetivo ganancioso si el auto, sin choques del año 2016 en mercado sale
$9.000.000 y, esto hace desvirtuar la finalidad reparadora que busca la ley al dotar a las partes del
ejercicio de la acción de autos.

Se debe recordar que la indemnización tiene como único fin reparar, no castigar ni
enriquece. Como lo pretende la parte demandante. En este sentido el autor y doctrinario Adriano
de Cupis sostiene que “El resarcimiento es una reparación que corresponde a la medida del daño.
No puede servir para enriquecer al perjudicado, superando tal medida”. Semejante
enriquecimiento sería extraño a su función reparadora y equilibradora e introducirla a cargo del
responsable una pena privada. La pena privada encaminada a castigar al culpable, a favor del
perjudicado no puede ser un beneficio superior al daño sufrido. Pero una vez superada
históricamente tal institución, la reacción contra el daño privado no puede encaminarse más que a
conseguir al perjudicado la reparación del daño”.

Así podemos analizar que, en el caso concreto, se reclama precisamente un monto


exagerado e infundado por concepto de daño directo, sin que se de cuenta de como la
aseguradora ha efectuado una investigación sobre los daños y la dinámica de los hechos que le
permitan corrobora que tenga la legitimación activa para demandarnos, y que el conductor del
vehículo siniestrado no sea el responsable de los actos ventilados en juicio,.

En virtud de lo expuesto, la contraria deberá acreditar en autos, en la eventualidad que


existan, los daños efectivamente causados, debiendo además probar los montos que reclama.

POR TANTO,

SOLICITO A S.S. Que en mérito de lo expuesto y en virtud de lo dispuesto en los artículos 9, Ley N°
18.287, Ley 18.290, 2314, 2329 y 2261 del código civil y demás normas pertinentes, se sirva tener
por contestada la demanda de indemnización de perjuicios en contra de mi representado,
solicitando sea esta rechazada en todas sus partes con costas.

SEGUNDO OTROSI: Ruego a su S.S tener por acompaño los siguientes documentos con citación

- Set de Fotografías de la colisión del vehículo notariadas.


- Copia de presupuesto N°00533 emitido por Taller Mecánico Don Mario, notariada.
- Copia presupuesto emitido con fecha 21 de marzo de 2023 por Repuestos Susana, Distribuidora
e Importadora de repuestos y accesorios de automóviles.
- Copia simple de fotografías del vehículo de mi representado, placa patente DJBT-80, certificado
notarialmente.
- Copia de recibo de prestación de servicios de grúa por el vehículo placa patente DJBT-80, de
fecha 15 de febrero de 2022.

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