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Comentario 6

Evolución política de la I república.

Amadeo de Saboya aceptó la Corona y juró la Constitución el 2 de enero de 1871. Tuvo escasos
apoyos en España. No lo querían ni la aristocracia, ni la iglesia, ni el pueblo en general y tuvo el
rechazo de carlistas, alfonsinos y republicanos. La muerte del general Prim, asesinado en un
atentado pocos días antes de llegar a España, ha dejado si su principal defensor. La instabilidad
política fue el trazo más característico de su reinado en el que tuvo que hacer frente a numerosos
problemas: dificultades de gobierno por la ruptura de la coalición gubernamental (formadas por
unionistas, progresistas y demócratas); el desarrollo de la guerra de Cuba, iniciada en 1868. Las
tímidas reformas adoptadas no solucionaron el conflicto y la guerra se agravó; la Tercera Guerra
Carlista, iniciada en abril de 1872, y que tuvo un amplio apoyo popular en las provincias vascas
y Navarra y menor en Cataluña y a la oposición republicana, que intentó por todos los medios
dividir los partidos monárquicos. Ante todas estas dificultades, el 2 de febrero de 1873 Amadeo
comunicó su decisión de renunciar a la Corona.

Tras la renuncia de Amadeo, el Congreso y el Senado, proclamaron la República el 11 de


febrero de 1873. La Monarquía en España parecía definitivamente muerta.
Según expresaba Emilio Castelar: Con Fernando VII murió la monarquía tradicional; con la
fuga de Sabela II, la monarquía constitucional y con la renuncia de Amadeo la monarquía
democrática. Nadie acabó con ella, murió por sí misma.(Esto se ve reflejado en el documento1,
en el que Emilio Castelar declara en el congreso que la monarquía tanto democrática como
tradicional, que desaparece por sí sola, por la muerte de Fernando VII y la fuga de Sabela II)

La Asamblea Nacional Republicana asumió todos los poderes y nombró como presidente del
poder ejecutivo a Figueras. Entonces, surgieron fuertes diferencias entre los republicanos sobre
la organización política de la República: Los unitarios defendían la creación de una república
unitaria.

Los federales gradualistas, dirigidos por Pi i Margal, defendían la configuración de la federación


desde arriba, es decir, que unas Cortes Consistentes de la Nación española hayan decidido y
organizado el reparto de poderes entre el Estado federal y los Estados que hayan formado la
federación. Los federales intransigentes o cantonalistas defendían que la federación debía
hacerse desde abajo, mediante la proclamación inmediata de la soberanía de las unidades
políticas inferiores, los Estados o Cantones, para construir desde ellos, y por acuerdos libres
entre subastas, la federación española.

Para resolver la forma de la República se han convocado nuevas elecciones para formar una
Asamblea Nacional constituyente. Las elecciones, celebradas por sufragio universal de los
varones mayores de 21 años, fueron ganadas ampliamente por los federales. La nueva Asamblea
Nacional constituyente proclamo la república federal y nombró presidente del poder ejecutivo a
Francisco Pi i Margal. Rápidamente se elaboró un proyecto de Constitución federal . (Esto se ve
reflejado en el documento 2, en la que se expresan algunos de los artículos de la nueva
Constitución federal de 1873).

Organizaba España como una federación formada por diecisiete Estados federados, incluidos
Cuba y Puerto Rico; La Jefatura del Estado correspondía al Presidente de la República, elegido
por sufragio universal, quien poseía el poder de relación entre los distintos poderes y quien, su
vez, nombraba al Presidente de Gobierno y sus Ministros; El poder legislativo correspondía en
exclusiva a la Asamblea Nacional; Republicana compuesta por dos Cámaras, el Senado,
representativo de los Estados Federados y el Congreso elegido por sufragio universaldirecto; Se
reconocía la autonomía municipal; Se establecía la separación de la Iglesia y el Estado.
La agitación social y política se ha incrementado en toda España. En algunas zonas los talleres y
campesinos, estimulados por la Federación Regional Española de la AlT (Asociación
Internacional de Trabajadores) protagonizaron huelgas, ocuparon tierras y exigieron mejoras de
sus condiciones sociales. Entre estas acciones destaca la revuelta social acontecida en Alcoi ,
donde las masas populares asesinaron las autoridades e incendiaron diversas fábricas.

Al mismo tiempo, los federales intransigentes comenzaron a proclamar la independencia de


cantones, sin aguardar la que la Asamblea Nacional haya promulgado la Constitución federal.
En Levante y Andalucía se ha extendido el movimiento cantonalista, destacando la
proclamación del Cantón de Cartagena.(Esto se ve reflejado en el documento3, en el que se
redacta la Junta Revolucionaria de Cartagena, en la que se declara una república federal, un
pueblo republicano y estableciendo la división regional de cantones).

Movimiento fundamentalmente político, el cantonalismo que incorporó en algunas zonas


reformas sociales entre sus realizaciones, contando así con el apoyo de los internacionalistas de
la AIT que ven en el federalismo un camino hacia la realización de la revolución social. Las
revueltas cantonalistas hicieron fracasar el proyecto de implantar la federación desde arriba, son
una elevada disgregación del poder en gran parte de España y provocaron la dimisión de Pi.

El nuevo Gobierno republicano ha estuvo presidido por Nicolás Salmerón, quien, para sufocar
el movimiento cantonalista en Andalucía y en Levante y la guerra carlista en el norte, tuvo que
apoyarse en los militares y acceder a sus peticiones de restablecer la autoridad y el orden; la
necesidad de tener que firmar penas de muerte llevó a Salmerón, contrario a la pena capital, a
dimitir. Sucedió Emilio Castelar, que consiguió poderes extraordinarios de la Asamblea para
hacer frente a las guerras cantonalista, carlista y cubana; así, pudo gobernar durante varios
meses por decreto, tomando medidas drásticas y represivas y apoyándose en los militares
conservadores. Los federales descontentos pretendieron escoger un nuevo presidente y, mientras
se celebraba la sesión, el general Pavía entró en las Congreso y disolvió la Asamblea Nacional.
Tras esta disolución y ante el vacío de poder, el general Serrano asumió el poder ejecutivo de la
República. Serrano suspendió las garantías constitucionales y promete convocar Cortes
constituyentes.

Las tensiones entre los republicanos, la guerra carlista y cubana y el incremento de las
reivindicación sociales revolucionarias realizadas por los miembros de la AIT han provocado
una permanente inestabilidad y un medo creciente en las clases propietarias y en el ejército a la
desintegración de España y a la revolución social.
Estos temores favorecieron los intentos de Cánovas del Castillo de restaurar la Monarquía en la
persona de Alfonso de Borbón, hijo de Sabela II, quien se presentó como un monarca
respetuoso con el sistema constitucional y liberal.

El 29 de diciembre de 1874 en Sagunto, el general Martínez Campos se pronuncia a favor de la


monarquía de Alfonso XII. Terminaba en España la corta experiencia republicana y retornaba la
monarquía de los Borbón con Alfonso XII en enero de 1875.

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