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El Derecho en la vida ciudadana.

Garantías individuales y derechos humanos

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE YUCATÁN


ESCUELA PREPARATORIA UNO

MATERIAL DE LECTURA GARANTÍAS DE PROPIEDAD

ASIGNATURA:
EL DERECHO EN LA VIDA CIUDADANA
SEMESTRE:
QUINTO

Material recopilado y ajustado por el Prof. Lic. En Der.


Eduardo Manuel de A. Mier Aragón.

Tomado de: Álvarez, M. y Martínez, R. (2003). Fundamentos de Derecho I. (1a


ed.). México: Editorial McGraw Hill y Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos

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El Derecho en la vida ciudadana. Garantías individuales y derechos humanos

LAS GARANTÍAS INDIVIDUALES Y SOCIALES (SEGUNDA PARTE)


INTRODUCCIÓN
Es importante conocer los conceptos de propiedad y su clasificación dentro de la ley, así
como observar su importancia como garantía individual. Asimismo, es relevante conocer las
garantías de seguridad jurídica que otorga la Constitución para todos los ciudadanos, debido a
que los actos de autoridad deben cumplir con ciertos requisitos de fondo y forma.
Las garantías sociales encierran una amplia gama de derechos que otorga la Constitución
mexicana a los individuos considerados como parte de un grupo social. En este contexto, en el
presente tema se estudiarán a fondo las garantías de propiedad, las de seguridad jurídica y las
sociales.
Para terminar, se hace una serie de consideraciones generales en torno a la importancia
del juicio de amparo y se señala en qué casos sí procede o no y los requisitos que debe tener.

GARANTÍAS DE PROPIEDAD
La propiedad se conceptúa como la facultad que tiene una persona para usar, disfrutar y
disponer de un bien o de un derecho con las modalidades y limitaciones que establezca la ley. La
propiedad es el prototipo de los derechos reales, es la figura más completa que hay en el ámbito
de los derechos patrimoniales de las personas; sus cualidades consisten en que es un derecho
real, individual, exclusivo, perpetuo y limitado, y dan las características fundamentales de esta
institución. La garantía jurídica de propiedad se fundamenta en los preceptos constitucionales de
cada país, debido a lo trascendente de esta importante institución, las personas
permanentemente luchan, trabajan, se preparan, se esfuerzan para ser dueños de algo, para con
ello obtener la satisfacción de sus necesidades y buscar apoyo a su tranquilidad, tanto material
como espiritual. El derecho de propiedad, para su regulación, se divide en dos grandes grupos:
o Propiedad mobiliaria
o Propiedad inmobiliaria
La propiedad mobiliaria se refiere al dominio exclusivo, a título de dueño que ejerce una
persona sobre bienes de naturaleza mueble, en tanto que la propiedad inmobiliaria se refiere a
la titularidad que con este carácter se ejerce sobre los bienes inmuebles.

La garantía de propiedad, en términos generales, tanto mueble como inmueble, se incluye


en el segundo párrafo del artículo 14 constitucional, el cual consigna una importante protección
jurídica a este derecho, al tutelar, entre otros intereses jurídicos, a la propiedad, y se dice al efecto
que nadie puede ser privado de sus propiedades, sino mediante juicio seguido ante tribunales
previamente establecidos, en donde se observen las formalidades esenciales del procedimiento
y conforme a leyes expedidas con anterioridad al hecho. A reserva de ver al detalle este
importante precepto constitucional, en el momento de estudiar las garantías de seguridad
jurídica, véase cómo el Constituyente otorga a través de esta disposición constitucional una
importante garantía a los propietarios de los bienes para que no puedan, sin una razón legal y sin
un procedimiento formal, ser despojados de los bienes de los que tengan el dominio, esto es, la
titularidad de propiedad.

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Artículo 14. Segundo párrafo.


Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio
seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales
del procedimiento y conforme a las Leyes expedidas con anterioridad al hecho.
Párrafo reformado DOF 09-12-2005

El otro precepto de la Constitución federal mexicana que se ocupa de estatuir como una
garantía constitucional, es el artículo 27, el cual, en diversos párrafos, no sólo reconoce el derecho
de propiedad, sino que determina, regula y establece limitaciones a este importante derecho.
Es fundamental expresar lo dispuesto por la fracción II del artículo 121 de la propia
Constitución, el cual señala que los bienes muebles e inmuebles se regirán por la ley del lugar de
su ubicación. Es decir, la titularidad de la propiedad privada sobre los bienes, tanto muebles como
inmuebles, le corresponde regularla a las legislaciones de las entidades federativas.

Artículo 121. Fracción II. En cada entidad federativa se dará entera fe y crédito de los actos públicos,
registros y procedimientos judiciales de todas las otras. El Congreso de la Unión, por medio de leyes
generales, prescribirá la manera de probar dichos actos, registros y procedimientos, y el efecto de ellos,
sujetándose a las bases siguientes:
Párrafo reformado DOF 29-01-2016

II. Los bienes muebles e inmuebles se regirán por la ley del lugar de su ubicación.

Debe advertirse que el propósito de este capítulo se limitará a estudiar exclusivamente los
aspectos relacionados con las garantías individuales sobre el derecho de propiedad de los bienes.
La propiedad inmobiliaria es importante y trascendente para las personas y por ello el
artículo 27 constitucional contiene disposiciones reguladoras y protectoras para dicha propiedad,
tanto privada, como social. En ambos casos se refiere el Constituyente a los gobernados, quienes
requieren de protección a sus derechos, para oponerlos al poder de los gobernantes, en caso de
una afectación o privación de sus derechos de propiedad. Para los propósitos de este estudio,
baste decir por ahora que la propiedad privada es aquella titularidad que sobre determinados
bienes ejercen las personas, consideradas de manera individual. En cambio, la propiedad social
es el conjunto de bienes que pertenecen a agrupamientos de personas expresamente
reconocidas por el propio precepto constitucional, como son los ejidos y las comunidades rurales.
La propiedad privada está reconocida dentro del primer párrafo del artículo 27 constitucional. En
ese precepto se expresa que el Estado, que ejerce un dominio eminente o poder soberano sobre
toda la extensión territorial del país, posee el derecho de transmitir el dominio de los inmuebles
a los particulares para que de esta manera se constituya la propiedad privada.

Artículo 27. Párrafo primero. La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del
territorio nacional, corresponde originariamente a la Nación, la cual ha tenido y tiene el derecho de
transmitir el dominio de ellas a los particulares, constituyendo la propiedad privada.

Al conceptuarse la propiedad privada se dijo que posee limitaciones, debido a la función


que desempeña dentro del grupo social. En la actualidad la propiedad privada tiene funciones
importantísimas. En efecto, la propiedad desempeña una función social, pues el titular de este
derecho debe enfocar el manejo de sus bienes hacia un beneficio óptimo tanto para él como para

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el grupo social dentro del cual se desenvuelve. La legislación ordinaria de cada país contiene
incluso disposiciones penales para sancionar con penas privativas de libertad a aquellas personas
que, al abusar de su derecho de propiedad, ocasionan un daño a la economía pública.
Las limitaciones de dominio que puede imponer el Estado al derecho de propiedad pueden
llegar hasta el grado de realizar la expropiación de esos bienes por causa de utilidad pública. La
expropiación es el arrebato de la propiedad particular o social por parte del Estado, con el fin de
satisfacer con los bienes expropiados importantes y fundamentales necesidades públicas. Por
ejemplo, abrir una calle, construir un mercado, una escuela, etc. La Ley de Expropiación que al
efecto se expida, tanto a nivel federal, para regular las atribuciones en esta materia por parte del
gobierno de la República, como a nivel estatal, para regular las facultades de expropiación de los
gobiernos de los estados, contienen las formalidades y el procedimiento establecidos para
realizar dichos actos expropiatorios.
Las limitaciones al derecho de propiedad establecidas por el artículo 27 de la Carta Magna
son importantes, porque se apoyan en el beneficio que espera el Estado en favor de la nación
sobre el manejo de todos los bienes inmuebles. Estas limitaciones llegan en ocasiones al grado
de establecer ciertas prohibiciones para adquirir la titularidad de bienes inmuebles.
Las prohibiciones a la propiedad privada se encuentran en los párrafos cuarto y quinto del
artículo 27 constitucional, donde se reserva al Estado el dominio directo de todos los recursos
naturales que se encuentren en el mar territorial, en la plataforma continental, así como los
zócalos submarinos de las islas. También el Estado tiene el dominio directo de todos los minerales
o sustancias cuya naturaleza sea distinta de los elementos componentes de los terrenos, como
los minerales, el petróleo y todos los demás carburos de hidrógeno. El Estado ejerce dominio
sobre las aguas marinas interiores, lagos interiores, ríos y las demás corrientes de agua. Estos
derechos que el Estado tiene sobre este tipo de bienes tienen el carácter de ser inalienables, es
decir, no pueden ser adquiridos en propiedad por los particulares y son además imprescriptibles
y no pueden ser susceptibles de apropiación privada por la simple posesión de esos bienes y el
transcurso de cierto tiempo. Algunos de dichos bienes son susceptibles de transmitirse en
explotación a los particulares mediante el otorgamiento de una figura importante creada por el
derecho que recibe el nombre de concesión, pero esto será posible sólo cuando la ley
fundamental lo permita. Se encuentra que, en el caso del petróleo, gas y demás carburos de
hidrógeno, así como los minerales radiactivos cuya explotación corresponde únicamente al
Estado, no son susceptibles de concesionarse a particulares.

Artículo 27. Párrafos cuarto y quinto. Corresponde a la Nación el dominio directo de todos los recursos
naturales de la plataforma continental y los zócalos submarinos de las islas; de todos los minerales o
substancias que en vetas, mantos, masas o yacimientos, constituyan depósitos cuya naturaleza sea
distinta de los componentes de los terrenos, tales como los minerales de los que se extraigan metales y
metaloides utilizados en la industria; los yacimientos de piedras preciosas, de sal de gema y las salinas
formadas directamente por las aguas marinas; los productos derivados de la descomposición de las
rocas, cuando su explotación necesite trabajos subterráneos; los yacimientos minerales u orgánicos de
materias susceptibles de ser utilizadas como fertilizantes; los combustibles minerales sólidos; el petróleo
y todos los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos; y el espacio situado sobre el territorio
nacional, en la extensión y términos que fije el Derecho Internacional.
Párrafo reformado DOF 20-01-1960
Son propiedad de la Nación las aguas de los mares territoriales en la extensión y términos que fije el
Derecho Internacional; las aguas marinas interiores; las de las lagunas y esteros que se comuniquen
permanente o intermitentemente con el mar; las de los lagos interiores de formación natural que estén

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El Derecho en la vida ciudadana. Garantías individuales y derechos humanos

ligados directamente a corrientes constantes; las de los ríos y sus afluentes directos o indirectos, desde
el punto del cauce en que se inicien las primeras aguas permanentes, intermitentes o torrenciales, hasta
su desembocadura en el mar, lagos, lagunas o esteros de propiedad nacional; las de las corrientes
constantes o intermitentes y sus afluentes directos o indirectos, cuando el cauce de aquéllas en toda su
extensión o en parte de ellas, sirva de límite al territorio nacional o a dos entidades federativas, o cuando
pase de una entidad federativa a otra o cruce la línea divisoria de la República; la de los lagos, lagunas o
esteros cuyos vasos, zonas o riberas, estén cruzadas por líneas divisorias de dos o más entidades o
entre la República y un país vecino, o cuando el límite de las riberas sirva de lindero entre dos entidades
federativas o a la República con un país vecino; las de los manantiales que broten en las playas, zonas
marítimas, cauces, vasos o riberas de los lagos, lagunas o esteros de propiedad nacional, y las que se
extraigan de las minas; y los cauces, lechos o riberas de los lagos y corrientes interiores en la extensión
que fija la ley. Las aguas del subsuelo pueden ser libremente alumbradas mediante obras artificiales y
apropiarse por el dueño del terreno, pero cuando lo exija el interés público o se afecten otros
aprovechamientos, el Ejecutivo Federal podrá reglamentar su extracción y utilización y aún establecer
zonas vedadas, al igual que para las demás aguas de propiedad nacional. Cualesquiera otras aguas no
incluidas en la enumeración anterior, se considerarán como parte integrante de la propiedad de los
terrenos por los que corran o en los que se encuentren sus depósitos, pero si se localizaren en dos o
más predios, el aprovechamiento de estas aguas se considerará de utilidad pública, y quedará sujeto a
las disposiciones que dicten las entidades federativas.
Párrafo reformado DOF 21-04-1945, 20-01-1960, 29-01-2016

Otra limitación al derecho de propiedad en México se establece en la fracción I del artículo


27 constitucional, en donde se dice que sólo los mexicanos por nacimiento o naturalización, así
como las sociedades mexicanas, tienen derecho para adquirir la propiedad de tierras, aguas y sus
accesiones o en su caso para obtener concesiones de explotación de minas o de aguas. Advierte
el precepto constitucional que los extranjeros podrán tener este mismo derecho siempre que de
manera anticipada convengan ante el Estado en considerarse como nacionales, por lo que
respecta a esos bienes, y se comprometan a no invocar en ningún momento la protección de sus
gobiernos, por lo que se refiere a los bienes mencionados, advertidos de que en caso de hacer
esta invocación perderán en favor de la nación todos los bienes adquiridos.
Por razones de carácter histórico, en la legislación constitucional mexicana se prohíbe que
en una franja de 100 kilómetros que se extiende a lo largo de las fronteras, y de 50 kilómetros a
lo largo de todas las playas, los extranjeros por ningún motivo puedan adquirir el dominio de
tierras y aguas.

Artículo 27. Fracción I. La capacidad para adquirir el dominio de las tierras y aguas de la Nación, se
regirá por las siguientes prescripciones:
Párrafo reformado DOF 02-12-1948, 20-01-1960
I. Sólo los mexicanos por nacimiento o por naturalización y las sociedades mexicanas tienen derecho
para adquirir el dominio de las tierras, aguas y sus accesiones o para obtener concesiones de
explotación de minas o aguas. El Estado podrá conceder el mismo derecho a los extranjeros, siempre
que convengan ante la Secretaría de Relaciones en considerarse como nacionales respecto de dichos
bienes y en no invocar por lo mismo la protección de sus gobiernos por lo que se refiere a aquéllos; bajo
la pena, en caso de faltar al convenio, de perder en beneficio de la Nación, los bienes que hubieren
adquirido en virtud del mismo. En una faja de cien kilómetros a lo largo de las fronteras y de cincuenta en
las playas, por ningún motivo podrán los extranjeros adquirir el dominio directo sobre tierras y aguas.

El Estado de acuerdo con los intereses públicos internos y los principios de reciprocidad, podrá, a juicio
de la Secretaría de Relaciones, conceder autorización a los Estados extranjeros para que adquieran, en
el lugar permanente de la residencia de los Poderes Federales, la propiedad privada de bienes
inmuebles necesarios para el servicio directo de sus embajadas o legaciones.
Fracción reformada DOF 02-12-1948, 20-01-1960

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El Derecho en la vida ciudadana. Garantías individuales y derechos humanos

Otra limitación en materia de propiedad inmobiliaria se encuentra asentada en la fracción


II del artículo 27 constitucional, en donde se dice que las asociaciones religiosas legalmente
constituidas tendrán capacidad para adquirir, poseer o administrar los bienes que sean
indispensables para su objeto, los cuales deberán reunir los requisitos y las limitaciones que la ley
reglamentaria correspondiente establezca.

Artículo 27. Fracción II. La capacidad para adquirir el dominio de las tierras y aguas de la Nación, se
regirá por las siguientes prescripciones:
Párrafo reformado DOF 02-12-1948, 20-01-1960
II. Las asociaciones religiosas que se constituyan en los términos del artículo 130 y su ley reglamentaria
tendrán capacidad para adquirir, poseer o administrar, exclusivamente, los bienes que sean
indispensables para su objeto, con los requisitos y limitaciones que establezca la ley reglamentaria;
Fracción reformada DOF 28-01-1992

Las fracciones III y IV del mismo precepto establecen que tanto las instituciones de
beneficencia pública o privada, como las sociedades mercantiles por acciones, sólo podrán ser
propietarias de los bienes raíces que sean necesarios para el cumplimiento de su objeto directo.
En el caso de las sociedades mercantiles se indica que cuando estas personas ejerzan el dominio
de tierras dedicadas a actividades agrícolas, ganaderas o forestales, estas extensiones no podrán
ser superiores a veinticinco veces los límites señalados para la pequeña propiedad agrícola
individual.

Artículo 27. Fracción III y IV. La capacidad para adquirir el dominio de las tierras y aguas de la Nación,
se regirá por las siguientes prescripciones:

III. Las instituciones de beneficencia, pública o privada, que tengan por objeto el auxilio de los
necesitados, la investigación científica, la difusión de la enseñanza, la ayuda recíproca de los asociados,
o cualquier otro objeto lícito, no podrán adquirir más bienes raíces que los indispensables para su objeto,
inmediata o directamente destinados a él, con sujeción a lo que determine la ley reglamentaria;
Fracción reformada DOF 28-01-1992
IV. Las sociedades mercantiles por acciones podrán ser propietarias de terrenos rústicos, pero
únicamente en la extensión que sea necesaria para el cumplimiento de su objeto.

En ningún caso las sociedades de esta clase podrán tener en propiedad tierras dedicadas a actividades
agrícolas, ganaderas o forestales en mayor extensión que la respectiva equivalente a veinticinco veces
los límites señalados en la fracción XV de este artículo. La ley reglamentaria regulará la estructura de
capital y el número mínimo de socios de estas sociedades, a efecto de que las tierras propiedad de la
sociedad no excedan en relación con cada socio los límites de la pequeña propiedad. En este caso, toda
propiedad accionaria individual, correspondiente a terrenos rústicos, será acumulable para efectos de
cómputo. Asimismo, la ley señalará las condiciones para la participación extranjera en dichas
sociedades.

La propia ley establecerá los medios de registro y control necesarios para el cumplimiento de lo
dispuesto por esta fracción;
Fracción reformada DOF 06-01-1992

Una limitación también importante es la establecida para las instituciones de crédito que,
de acuerdo a la fracción V del artículo 27, no podrán tener en propiedad o en administración más
bienes raíces que los necesarios para su objeto directo.

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El Derecho en la vida ciudadana. Garantías individuales y derechos humanos

Artículo 27. Fracción V. La capacidad para adquirir el dominio de las tierras y aguas de la Nación, se
regirá por las siguientes prescripciones:

V. Los bancos debidamente autorizados, conforme a las leyes de instituciones de crédito, podrán tener
capitales impuestos, sobre propiedades urbanas y rústicas de acuerdo con las prescripciones de dichas
leyes, pero no podrán tener en propiedad o en administración más bienes raíces que los enteramente
necesarios para su objeto directo.

Sin duda, la limitación más importante que en materia de propiedad agrícola existe en
México es la consistente en prohibir los latifundios y, en consecuencia, determinar que la pequeña
propiedad agrícola individual no podrá exceder de cien hectáreas de riego o humedad de primera,
o los equivalentes que la propia Carta Magna establece, cuando se refieran a otras clases de
tierra. El Estado tiene instrumentada toda una estructura tendiente a optimizar el uso de la tierra,
en beneficio del interés público.

Artículo 27. Fracción XV. La capacidad para adquirir el dominio de las tierras y aguas de la Nación, se
regirá por las siguientes prescripciones:
XV. En los Estados Unidos Mexicanos quedan prohibidos los latifundios.
Se considera pequeña propiedad agrícola la que no exceda por individuo de cien hectáreas de riego o
humedad de primera o sus equivalentes en otras clases de tierras.

El Estado tiene además facultades para reordenar estos asentamientos, así como
establecer adecuadas provisiones, usos, reservas y destino de tierras, aguas y bosques, con el
propósito de ejecutar obras públicas y planear y regular la fundación, conservación,
mejoramiento y crecimiento de los centros de población. El Estado tiene también facultades para
preservar y restaurar el equilibrio ecológico, dictando en este aspecto las modalidades sobre la
propiedad privada que estime convenientes. El Congreso General, en consecuencia, tiene
expedidas en México tres importantes leyes sobre estas materias:
o Ley General de Asentamientos Humanos, de 20 de mayo de 1976.
o Ley Federal de Vivienda, de 30 de diciembre de 1983
o Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección del Ambiente, de 23 de diciembre de
1987.
Estas leyes regulan, delimitan y dan una importante función social al ejercicio del derecho de
propiedad en México.
En síntesis, la propiedad privada urbana y la rural están sometidas en la legislación
mexicana a una serie de modalidades y limitaciones con el propósito de hacerla útil, no sólo para
su propietario sino para toda la sociedad y para el Estado mismo. Estas modalidades y
limitaciones, sin embargo, no nulifican a la propiedad como una garantía individual, sino que, en
un Estado intervencionista, como lo es México, y como lo son todos los países modernos, la
propiedad privada y social, como derechos subjetivos públicos, continúa en un proceso de ajuste
para que, sin menoscabo de su reconocimiento y respeto, se ajuste los nuevos modelos de
sociedad.

Referencias de artículos constitucionales

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El Derecho en la vida ciudadana. Garantías individuales y derechos humanos

• Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de fecha 12 de junio de 2023,


tomada del sitio https://www.diputados.gob.mx

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