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EN LA INDUSTRIA
La gran capacidad que tiene el humano para aprovechar a los seres vivos es indudable, la existencia y el
conocimiento de cada uno de ellos nos beneficia en la producción de alimento, materiales y en el tratamiento
de enfermedades. A continuación, hablaremos de la importancia biológica y social de algunos organismos.
Arqueobacterias: Son organismos que fenotípicamente son muy parecidos a las bacterias, pero difieren en su
material genético (genotipo). Son muy frecuentes debido a que viven en ambientes extremos. La importancia
de estos organismos radica en el hecho de que son fundamentales en el funcionamiento de los ecosistemas
al regular el ciclo del azufre y del hierro.
Eubacterias: Son comúnmente llamadas bacterias y se caracterizan porque se encuentran protegidas por una
pared celular cuya composición es un peptidoglicano.
- Por su forma: Al ser observadas por el microscopio, las bacterias pueden presentar tres formas: esféricas
(cocos), alargadas (bacilos) y enroscadas (espiroquetas).
- Por su tinción: Las bacterias, al ser expuestas a algunas técnicas de tinción pueden adquirir cierto tipo de
color, destaca la tinción de Gram; las clasifica en Gram positivas o Gram negativas dependiendo si retienen o
no el color.
Por regla general, las bacterias son asociadas a enfermedades, pero una gran mayoría de las especies son
inocuas y cumplen un rol muy importante en el funcionamiento de los ecosistemas.
Como ejemplo se tiene a las bacterias que participan en la descomposición de materiales orgánicos, otro
ejemplo lo encontramos en las bacterias que participan de manera activa en los ciclos de Nitrógeno, Azufre y
Hierro.
Protistas: Son organismos unicelulares, pero difieren de las bacterias en dos características: son mucho más
grandes y contienen un verdadero núcleo celular. Dado su tamaño fueron los primeros organismos
descubiertos con el microscopio.
La importancia de los protistas es muy variada y como ejemplo tenemos a aquellos que en se desarrollan en
altas densidades en el mar, provocando lo que se llama marea roja, la cual provoca la mortandad de peces e
intoxicación a quienes consumen dicho pescado.
Algunos otros protistas son muy conocidos por producir enfermedades en los humanos y destacan las
amibas, la malaria y la toxoplasmosis.
Algunos otros protistas participan en la formación de arrecifes y unos tantos son descomponedores de
material orgánico.
Fungi: Son organismos mejor conocidos como hongos, estos pueden ser muy pequeños o muy grandes. En la
actualidad se conocen más de 80 mil especies, la mayoría de ellos son descomponedores saprófitos, es decir,
se alimentan de los desechos y restos de plantas o animales.
Algunos hongos pueden producir enfermedades tanto en las plantas (tizón y la roya) como en animales,
incluido el hombre.
Existen enfermedades relacionadas con infecciones micóticas, estas son: las infecciones por levaduras, la
tiña, la aspergilosis e histoplasmosis…
Los hongos no solo causan enfermedades, también tienen un impacto en la industria alimentaria donde
tenemos como ejemplo los champiñones o zetas, así como las trufas, que son consideradas una delicia en la
gastronomía. En la industria de los quesos, los hongos son utilizados para la elaboración de los quesos
Roquefort, Camembert y Gorgonzola cuyas características son adquiridas por el metabolismo de los hongos.
Plantae: Son los organismos fotosintéticos llamados plantas, cuya importancia radica no solo en que
intervienen en la producción de oxígeno al realizar la fotosíntesis, sino también al proporcionarnos materiales
como: fibras para la elaboración de vestimentas; madera, para herramientas, muebles y casas; alimentos en
sus diversas formas de frutas, verduras, semillas, etc.
Dentro del reino Plantae se incluyen a los árboles, arbustos, pasto y plantas primitivas como musgos,
helechos y hepáticas. Todas las plantas se encuentran formadas por células eucariotas con una pared celular
químicamente conformada de celulosa. Además, como ya se mencionó, son autótrofas fotosintéticas.
Los científicos calculan que existen alrededor de 350,000 especies de plantas. Su clasificación, de acuerdo
con su constitución, es:
-Plantas no vasculares: también llamadas briofitas, se caracterizan por no contener raíz, tallo y hojas. Dentro
de este tipo de plantas podemos encontrar a los musgos.
Imagen 4: el musgo son plantas no vasculares.
-Plantas vasculares: conocidas como plantas cormofitas, son aquellas que tienen un sistema de “venas”
especializadas para transportar sus fluidos; además, presentan estructuras como raíz, tallo y hojas. Dentro de
las plantas vasculares encontramos a las Pteridofitas, plantas sin flores ni semillas como lo son los helechos;
espermatofitas, plantas que contienen semilla como pueden ser las gimnospermas que no tienen flor y las
angiospermas que si poseen flor.
La principal aportación biológica de las plantas es el hecho de que son la base de la cadena trófica, ya que
son capaces de transformar la energía lumínica proveniente del sol en energía química; lo anterior se conoce
como fotosíntesis y, por lo tanto, son la base para la alimentación de todos los seres vivos.
Algunas otras plantas también tienen impactos económicos relevantes, pues su cultivo representa la base de
la alimentación, como ejemplo de ello se menciona al arroz, el frijol, el maíz, tomate, etc.
Es importante señalar que las plantas también nos proporcionan materiales para la elaboración de vestimenta
como es el algodón. Asi mismo, muchos medicamentos son extraídos de las plantas.
Animalia: Son organismos que al igual que las plantas se basan en células eucariotas, pero difieren en que no
contienen dos organelos, la pared celular y cloroplastos. Por regla general son heterótrofos, hasta el momento
se han identificado más de 1.5 millones de especies animales.
Los científicos tienen la hipótesis de que los animales evolucionaron de ancestros protistas.
Por lo general, los animales se clasifican en vertebrados e invertebrados, los vertebrados contienen esqueleto
óseo, huesos internos o cartilaginosos y los invertebrados no tienen columna vertebral, es decir, no poseen un
esqueleto interno articulado.
La importancia de los animales es amplia; con la piel de algunos animales se elabora ropa y calzado; su carne
brinda una fuente importante de proteínas y algunos otros productos como la leche también es utilizada como
fuente de alimentación, ya sea en forma de yogurt, cremas lácteas, mantequillas o quesos.
Existe una relación evidente entre los animales y el hombre, algunas veces estas relaciones no son tan
benéficas ya que pueden producir enfermedades, como ejemplo tenemos a la lombriz intestinal.
Si te preguntaran qué tienen en común un trozo de queso Roquefort y una vacuna, seguramente dirías que
nada en absoluto. Pero lo cierto es que sí que comparten algo: para obtenerse, se necesitan
microorganismos. Cientos de industrias requieren de bacterias, hongos e incluso virus para elaborar sus
productos.
Y es que, pese a su mala fama, no todos los microorganismos son malos para nuestra salud. De hecho, de
los millones de especies de bacterias que existen, solo 500 son patógenas para el ser humano. Y de estas,
únicamente 50 son realmente peligrosas. Es un porcentaje muy pequeño.
Pero es que, de las restantes, ya no solo es que su presencia no nos resulte dañina, sino que pueden incluso
ser beneficiosas. Solo hay que tener en cuenta que nuestro cuerpo es un auténtico zoo de bacterias y hongos
que, lejos de ser una amenaza, conforman nuestra microbiota, desempeñando funciones sin las cuales
nuestra supervivencia sería difícil, si es que no imposible.
Y en el artículo de hoy haremos un repaso de (casi) todo lo que los seres vivos más pequeños pueden
ofrecernos.
Evidentemente, conforme los conocimientos en microbiología avanzaban, cada vez éramos más capaces de
perfeccionar las técnicas, mejorar los procesos, descubrir nuevas especies, modificar genéticamente a
bacterias para que “funcionaran” mejor, idear nuevos procesos industriales, aumentar el rendimiento.
1. En la industria alimentaria
Llevamos utilizando microorganismos en la industria alimentaria desde hace miles de años. Al principio, sin
saberlo y sin tener conocimiento de las condiciones que necesitaban las bacterias y hongos para dar el
máximo rendimiento. Hoy en día, muchos alimentos se producen utilizando microorganismos de las especies
y en las cantidades justas que sabemos que son útiles para darle al producto unas propiedades nutritivas y
organolépticas (aroma y gusto) adecuadas.
2. En la industria farmacéutica
A nivel farmacéutico, los microorganismos son incluso más importantes que a nivel alimenticio, pues su uso
es necesario en la práctica totalidad de procesos destinados a obtener productos que preserven nuestra
salud. Veamos por qué.
2.1. Desarrollo de fármacos
Durante el desarrollo de los fármacos o medicamentos, el uso de microorganismos es casi obligado. Y es que
muchas veces, los principios activos de estos son sustancias químicas generadas por alguna especie
concreta de microorganismo. Por lo tanto, estos seres microscópicos han sido (y continúan siendo)
imprescindibles para que dispongamos de los medicamentos que tenemos actualmente.
3. En la industria téxtil
Por extraño que parezca, los microorganismos también se utilizan en la industria textil, es decir, aquella
enfocada a producir fibras útiles para la confección de piezas de ropa.
3.1. Obtención de biofibras
Las fibras utilizadas en la industria téxtil pueden ser sintéticas o naturales. Estas fibras naturales también se
conocen como biofibras y en su producción suelen intervenir, dependiendo del tipo de fibra y la finalidad,
microorganismos, que ayudan a obtener productos interesantes a nivel industrial.
4. En la industria química
Los microorganismos también son increíblemente importantes en la industria química, es decir, en todos
aquellos procesos de transformación de unas materias primas en productos finales. Veamos sus principales
usos.
5. En la industria cosmética
Por último, los microorganismos también son importantes en la industria cosmética, pues participan en mayor
o menor medida en el proceso de fabricación de muchas cremas y otros productos cosméticos.
Conclusión
La microbiología industrial es una rama de la biotecnología que se enfoca
en el uso de microorganismos en procesos industriales. Gracias a ella, se
han logrado producir una gran cantidad de productos de manera más
eficiente y económica, como alimentos, medicamentos, biocombustibles y
productos químicos.
Es importante destacar que, aunque los microorganismos son utilizados en
la industria, también pueden causar problemas si no son controlados
adecuadamente. Por esta razón, se deben seguir estrictos protocolos de
seguridad y calidad para garantizar que los productos finales sean seguros
para el consumo humano.